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SUMARIO - Blog del Ejército de Chile memorial/1920-1929/1925/Junio_1925.pdf · La quebrada de Camarones, que sirve de límite a este departamento, separándolo del de Tarapacá,

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S U M A R I O PÁGS.

La Dirección.—¿Por qué todo chileno debe cooperar al éxito del Plebiscito? 473Charpín Pedro, General.—Cuestiones de geografía 481Ibañez C. Carlos, Coronel.—Estudio sobre la organización, mando e instruc-

ción de nuestra Caballería 485Benedicto P. Agustín, Teniente-Coronel.—Arica 502Negrete J., Coronel.—Evolución de los principios militares británicos so-

bre conducción y empleo de las tropas en la guerra. (Continua-ción) 505

Olivares J, Teniente-Coronel.—Lo que ví en Italia en materia de caminos 526von Kiesling, Coronel del Ejército alemán.—Nueva literatura militar ale-

mana 588Descaseux Julian, Ex-veterinario del Ejército francés.—El servicio de Ve

terinaria en el Ejército francés. (Continuación) 547Miscelánea . 555Radiogoniometría aérea 555El enigma de los «Berta» 560Directiva de instrucción del Ministerio de Guerra de Estados Unidos

para el verano de 1925 562Noticias 5b8Bibliografía 577Revistas recibidas 578

SANTIAGO DE CHILETalleres del Instituto Geográfico Militar

1925

Próximos a ver disputarse en un plebiscito la futura po-sesión de Tacna y Arica, creemos del caso hacer resal tar unavez más la importancia que revisten esos terri torios ante lasnecesidades de la defensa nacional, es decir, ante el unánimeanhelo que tiene el país de paz y t ranquil idad para continuarsu progreso y desenvolvimiento, y ante el incontrastable dere-cho que le asiste para perseguir su consecución.

Nada más adecuado a tal propósito que la nota insertadaa continuación, y en la cual uno de nuestros generales másilustres, el General don José Velásquez, exponía hace 42 anos,con un juicio y clarividencia que desearíamos ver perpetuadosentre nuestros d i r igentes ,opin iones que pudieron ser vertidasayer sin que desmereciera la fuerza del a rgumento y del ra-ciocinio.

Es ta nota es un bello ejemplo de cómo su elevado patrio-tismo ha sabido inspirar siempre los cerebros de los hijos deChile.

Memorial 1925 Junio—31

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La estimamos de actualidad en estos momentos, sin dudarde que ella constituirá un elocuente llamado que nos traiga arecordar nuestro glorioso pasado, a meditar sobre nuestroporvenir, y a pensar que para este porvenir es de capitalimportancia la jornada que se acerca.

El «Memorial del Ejército de Chile» pide a sus lectoresdifundir este llamado, a fin de que cada chileno, en la medidade sus fuerzas y dentro de la legalidad y de las condiciones acuya observancia está ligada la fe de la República, contribuyaa conseguir que un triunfo práctico sancione el hermoso triunfomoral que ya obtuvimos con el fallo arbitral.

LA DIRECCIÓN.

Comandancia de la DivisiónTacna y Arica

Tacna, junio 30 de 1883.

Al señor Jefe Político y Comandante General de Armasde Tacna y Arica.

Al responder a su atenta nota núm. 535 del mes pasado,en que me favorece US. manifestándome el deseo de conocermi opinión sobre la línea norte que más convenga a nuestropaís como frontera militar, para hacerla figurar en la memoriaque se propone US. pasar al Supremo Gobierno sobre la admi-nistración de esa Jefatura Política y Militar, durante el tiempoque ha estado a cargo de US., me permito manifestarle, antetodo, que, a la vez de considerar grato y honroso dar mi opiniónen este asunto, máxime cuando va a figurar en un trabajo detanta importancia como su memoria, llamada, sin duda alguna,a ser consultada detenidamente antes de dar solución a losarreglos definitivos de la presente guerra, creo que mi deficien-cia indudablemente dejará vacíos, y con esta seguridad entroa ocuparme de él, esforzándome sí por salvarlos, en cuanto mesea posible, para satisfacer a US., tal como lo deseo.

La quebrada de Camarones, que sirve de límite a estedepartamento, separándolo del de Tarapacá, ha sido, a juiciode mucha gente, considerada como la mejor frontera de nuestropaís por el norte.

ANTE EL PLEBISCITO 475

Esta creencia no sólo ha tenido por base la cuestión políticay diplomática que se ventilaba entre Chile y las dos repúblicasaliadas, sino también que, considerada esa quebrada comofrontera militar, poseía también ventajas estratégicas de primerorden.

Esto, para mí, es un error. Voy a manifestar a US. lasrazones que sirven de apoyo a mi opinión.

El gran departamento de Tarapacá, ocupado por unapoblación dedicada al desarrollo de esta o de aquella industria,puede decirse, tiene una vida artificial, desde el momento quesu suelo no produce nada que sirva de alimento a la vida de sushabitantes.

La vía marítima y generalmente los productos de Chileabastecen a este departamento.

Sin esta corriente, que es acarreo constante de todos loselementos indispensables a la existencia del hombre, la vida enTarapacá sería imposible.

De manera, que un ejército en este territorio, necesitatener asegurada la vía marítima y ser dueños de los puertosde su litoral.

Más claro, Chile, para conservar y defender el departa-mento de Tarapacá , necesita dominar en el mar. Sin esto, elejército no podrá mantenerse.

Desde el Loa a Camarones, toda la costa carece de agua ypor consiguiente de vegetación.

La misma quebrada de Camarones, en muchos años, si noes completamente seca, se nota mucha escasez de agua.

Creo que nadie en Chile puede tener la pretensión dedominar siempre en el mar. Perdido este dominio, para poderatender desde Chile por tierra a la defensa y conservación deeste departamento, sería necesario salvar muchas dificultadesy el asunto sería sumamente caro. Por esto, Tarapacá necesitade un lugar más inmediato que Chile para proveerse, una vezperdida la, vía marítima.

¿Cuál puede ser ese lugar? Indudablemente no hay otroque el departamento de Tacna y Arica.

Ahora, veamos lo que sería la quebrada de Camaronescomo frontera militar.

Esta quebrada, que efectivamente es profunda en toda suextensión, desde la cordillera al mar, sin embargo, es accesibleen casi toda ella para fuerzas de infantería, caballería y artille-

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ría de montaña. Sólo la artillería de campaña no puede atrave-sarla, porque no tiene caminos carreteros.

Desde la cordillera al mar, dicha quebrada recorre unadistancia que pasa de 35 leguas.

Para vigilar esta larga línea y defender los diez o máscaminos que hoy la atraviesan, se necesita de un ejército nume-roso.

En Camarones, es abundante el forraje para la caballería,y ; cuando el agua no es escasa, sus pobladores, indios por logeneral, siembran y cultivan chacarerías.

Un pequeño desembarcadero es el único que da accesodesde el mar a la quebrada en su desembocadura. En este lugar,la costa es completamente abierta, y cuando el mar está unpoco picado, es difícil desembarcar.

Nada existe en Camarones que pueda ser útil al estable-cimiento de un cantón militar.

Puerto, muelle, almacenes, cuarteles, casas, caminos, cie-rros, córrales; nada, en una palabra, de las mil necesidades in-dispensables para una guarnición, se encuentra en ese punto.Todo sería necesario proporcionárselo haciendo grandes gastos.

Y siempre esa larga línea podía ser atacada en todo sufrente, lo mismo que por el flanco; pues existen varios caminosque la ponen en contacto con Bolivia, atravesando la cordillera,la que no es muy alta ni escabrosa en esos lugares.

Desde Arica a Camarones, hay veinte leguas, teniendoagua y otros recursos en Chaca, que es la medianía del camino.

Esto manifiesta que por el norte se puede atacar a Cama-rones con grandes ventajas, pues las fuerzas que llevaran eseataque, dejaban a retaguardia su abastecimiento asegurado. Elrico y productivo departamento de Tacna y sus valles vecinos,pueden proveer fácilmente a un. ejército numeroso. Esto loestamos viendo aquí hoy mismo y es lo que ha sucedido entoda esta larga campaña.

El ejército aliado se organizó y se mantuvo perfectamenteen Tacna, sin embargo de estar bloqueado Arica y no serdueños del mar: vivía sólo de los recursos de este departamento.

Por esta razón, fué necesario venir en busca de este ejército,atravesando el desierto para batirlo.

No sucedió así con el ejército aliado que defendía el de-partamento de Tarapacá.

Tan pronto este ejército vió cortada su vía de comunicación

ANTE EL PLEBISCITO 477

con el norte y cerrado el postigo de Pisagua, buscó salida, y ensu marcha en demanda de agua y de vida, fue despedazado enla memorable batalla de San Francisco o Dolores.

La frontera de Chile en Camarones tendría siempre estegravísimo defecto.

Evidentemente, el ejército que defendiera esa quebrada ytratara de conservar a Tarapacá, en caso de ser atacado deflanco o de frente, sin contar con la vía marítima, quedaba ais-lado en medio de un desierto y sin recurso de ningún género.

Yo, señor, le doy tal importancia a este asunto, que meinclino a no mencionar otros muchos inconvenientes que en-cuentro y he encontrado siempre a la línea de Camarones,como frontera militar y estratégica de nuestro país. Lo muypoco que he dicho hasta ahora, a mi juicio, sería más quesuficiente para no aceptarla en ningún caso.

Pero, deseoso de patentizar ante US. y el Supremo Go-bierno, con toda claridad, los defectos e inconvenientes estraté-gicos de esa línea, voy a indicar a la ligera algunas desventajasque se notan a primera vista.

¿Cuál es el apostadero o puerto militar que existe en algúnpunto de la costa del departamento de Tarapacá, que puedaservir de abrigo, de defensa y de poder a nuestro ejército y anuestra escuadra? . . . . . . . . . . . , . . • '

Buscarlo, señor, sería trabajo perdido. No hay otro que Ari-ca, y éste, como US. sabe, pertenece al departamente de Tacna.

Arica es el único puerto, en muchos grados de latitud deesta costa, que se puede calificar de tal. y que a la vez sea unaverdadera fortaleza natural.

En estos lugares, el poder de Chile, sin este punto, seríailusorio.

Vemos, pues, que en Tarapacá no hay un puerto que puedallamarse militar; no hay caminos que lo pongan en contacto conChile por tierra; carece de los recursos y productos propios ynecesarios para el sostenimiento de una guarnición; su línea defrontera, tomada la quebrada de Camarones como tal, es suma-mente extensa para ser defendida fácilmente; esta línea tieneun departamento vecino abundante en productos de todo gé-nero, donde el enemigo puede organizar o acantonar fácilmenteun ejército que sea una amenaza constante para la seguridad,y conservación de Tarapacá; por último, la quebrada de Cama-rones tiene un temperamento funestísimo para todos los que

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llegan a habitar en su profundo y encajonado valle. En Cama-rones hay más tercianas que en Moquegua y Locumba.

En cambio, examinemos lo que sería la frontera en el de-partamento de Tacna o en uno de sus valles vecinos del norte,

Al mirar el mapa de estos lugares vernos que el mar, en eldepartamento de Tacna, parece que ha querido ponerse encontacto con la cordillera de Los Andes, y ésta, sensible a lasbrisas del océano, inclinó su gigantesca mole, formando uncodo para aproximarse a las playas de Arica. De esta maneradesde Pachía, donde principian los primeros perfiles del famosoy colosal Tacora, hasta la playa que está al norte del otro nomenos famoso y colosal morro de Arica, no hay más distanciaen línea recta que once leguas.

Tenemos, pues, que esta línea es menos de la tercera partemás corta que la de Camarones.

Si a esto agregamos las ventajas inmensas que nos propor-ciona el rico y abundante valle de Tacna, cuyos extremos estántan favorablemente apoyados por dos fortalezas naturales, ten-dremos que esta línea, bajo todo punto de vista, es incompara-blemente superior a la ya mencionada de Camarones.

Todo lo que falta y que nos sería difícil obtener en Tara-pacá, lo tenemos abundante y de primer orden en Tacna.

Hacer paralelos entre ésta y aquella línea, sería tiempoperdido ante personas conocedoras de estos lugares. Los únicosque pueden tener dudas sobre las mil ventajas de la línea deTacna, son los que no conocen estos puntos.

Tanto en la ciudad de Tacna como en los otros cantonesde Pachía, Calama, Pocollay y puerto de Arica, está todo cos-teado y perfectamente establecido.

No olvido, señor, por un momento, que sólo estoy hablan-do de las ventajas militares que tiene esta línea sobre la deCamarones.

Pero, hoy la milicia se roza tanto con todos los adelantosmodernos, que no es fácil deslindar puntos y asuntos que girany marchan en tan perfecta armonía.

Un puerto con buen surgidero, los ferrocarriles, los cami-nos, las ciudades, el telégrafo, los hospitales, el comercio, laagricultura, la industria y las ciencias, que no han nacido parala guerra, sin embargo, son sus mejores auxiliares.

Todo esto, lo tenemos en Tacna.El puerto de Arica, llamado a tener una importancia mer-

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cantil de primer orden en el Pacífico, tiene también la facili-dad de ser una fortaleza no menos importante.

No necesito mencionar aquí la importancia del departa-mento de Tacna, por el contacto en que está con territorios tanricos en productos de todo género, y que es la única salidaobligada y natural de todos ellos.

Sólo me concretaré a manifestar lo que sería el valle deTacna, como cantón militar de las fuerzas que mande Chile aeste punto para guardar y defender sus derechos.

Pero mucho más de lo que yo pueda decir en apoyo de lafrontera en este lugar, nos lo ha dicho ya la experiencia en lostres largos años que Chile ocupa este departamento.

Desde el principio de esta ocupación se ha dicho en Tacnaque fuerzas peruanas, salidas del departamento de Arequipay de los vecinos, Ayacucho, Cuzco y Puno, (que todos elloscuentan con una población que pasa de un millón y medio dehabitantes) en combinación con el ejército boliviano, atacaríanla pequeña guarnición chilena acantonada en esta línea. Efec-tivamente, en muchas ocasiones se ha notado movimiento decuerpos en esta o aquella localidad; pero todo esto no ha pasa-do de noticias y alarmas infundadas.

¿Habría sucedido lo mismo si en lugar de estar esta guar-nición en Tacna está en Camarones? Evidentemente que nó.En Camarones, nuestras fuerzas habrían sido atacadas sin dudaalguna, por la facilidad en que se dejaba al enemigo de con-centrar sus fuerzas en un valle como el de Tacna, lleno de re-cursos y en contacto inmediato con los centros más pobladosdel Perú y Bolivia.

Ya hemos dicho que la línea que tendríamos que defenderen Camarones tiene un extensión de treinta y cinco leguas,mientras que la de Tacna sólo tiene once; con más la ventajade contar con un ferrocarril que la recorre en sus tres cuartaspartes. Sólo quedan sin este servicio del ferrocarril, la distan-cia que hay entre Tacna y Pachía.

Pero no es esta la más aceptable de las condiciones quetiene la línea de Tacna sobre la de Camarones. Porque la fron-tera, o línea militar y estratégica, no es siempre la mejor, lamás corta y de más fácil defensa, sino la que, a más de esascondiciones, tenga también la de dominar más fácilmente losterritorios donde el enemigo tenga posibilidad de reconcentrarsus fuerzas,

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Desde Tarapacá el ejército chileno necesitaría de grandeselementos marítimos y terrestres para llegar a disolver esoscentros de fuerzas. Mientras que desde Tacna, a la vez de ja-quear a sus vecinos, no necesita operación marítima ni degrandes recursos terrestres para operar en el sentido necesario.

Los elementos de movilización de un ejército, le sería aChile muy difícil y costoso mantenerlos y conservarlos en Ta-rapacá. En Tacna, por el contrario, sería mucho más fácil, yuna vez que el Supremo Gobierno conceda a una empresa na-cional o de otro género la merced de las aguas del río Maure,reservándose el derecho a la que necesite para proporcionarseel forraje de los caballos y mulas de la fuerza de la guarniciónde Tacna, este servicio quedaría perfectamente atendido y sincosto alguno.

El clima del valle de Tacna es el más bello y benigno detodo el Perú. Está completamente libre de tercianas y cuandola fiebre amarilla asola la costa y los valles vecinos, aquí nadiese alarma. La experiencia ha probado que esta epidemia nuncallega a Calama y Pachía.

Al elegir la frontera en el valle de Tacna, el límite sefijaría en uno de los valles del norte, Locumba u otro. Induda-blemente, el de Sarna quedaría comprendido en ella. Ya cono-cemos la importancia de esté valle, el que, estando ocupado poruna regular guarnición, lo mismo que Tarata, pondría a Tacnaa cubierto de sorpresas y ataques por el norte. Sabemos que eloriente está defendido por la cordillera de Los Andes.

Con esto, el dominio militar de nuestro país en estos te-rritorios, pasaría a ocupar el segundo lugar; puesto que Chileno desea otro dominio, ni tiene otro anhelo que el que da eltrabajo honrado, el comercio, en una palabra, la civilización.

Tacna necesariamente tiene que ser en lo futuro el cere-bro de estos territorios. La variada y sorprendente riqueza detodos sus productos, tendrá que converger en busca de salidaal único puerto posible de estos lugares: Arica.

Y los ferrocarriles, la industria y los capitales harán deldepartamento de Tacna la única frontera digna, permanente yaceptable qué, el dedo justiciero de Dios ha marcado para loshijos de Chile.

Dios guarde a US.(Firmado):—J. VELÁSQUEZ.

Hojeando la Geografía Universalde Malte-Brun.

(Edición de 1875).

Por regla general, nosotros, los chilenos de la actual ge-neración, partiendo de la base de los elementos geográficos queintegran hoy los valores de Chile, Perú y Bolivia, no acerta-mos a imaginar la inmensa y desfavorable desproporción queexistía entre el Chile pobre de hace cincuenta años y sus dosfavorecidos vecinos del norte.

Hojeando la célebre Geografía Universal de Malte-Brun,edición de 1875, inmediatamente anterior a la guerra, nos en-contramos con datos que, aunque un tanto incompletos, danuna idea asaz sugestiva de la expresada desproporción entrelos países que formaban la poderosa alianza perú-boliviana yChile:

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1 8 7 5 — M a l t e B r u n

Completan estos datos, cuya insuficiencia muestra el gra-do de desconocimiento de nuestro continente, aun por los geó-grafos más afamados de esa época, la siguiente observaciónespecial sobre Chile que merece reproducirse y meditarse:

«La República de Chile va tomando, de algunos años a« esta parte, un gran desarrollo y figura va digna-« mente entre los principales estados de Sur América;«su prosperidad es debida al orden y a la paz interna« de que disfruta tanto como a los elementos de ri-« queza que guarda y produce su suelo».

(1) 300 millones de nuestra actual moneda; de los cuales 55 del presupuesto de guerra

(2) 6 generales de división, 6 id. de brigada, 22 coroneles (en 1924 elEjército tenía 24).

CUESTIONES DE GEOGRAFÍA 483

A cincuenta años de distancia, los datos correspondientesa esos tres países, dados por el Gotha de 1924, son los si-guientes;

Comparando esos dos cuadros, el uno inmediatamente an-terior a la Guerra del Pacífico, el otro correspondiente a mediosiglo de distancia, se ve que subsiste siempre la desigualdadaplastante, para Chile, de aquellos elementos geográficos quedependen de las fuerzas naturales. En cambio, los factores quese desarrollan en función directa del empuje del hombre, hantomado un incremento tal que, en general, sobrepujan el esfuer-zo conjunto de nuestros dos vecinos reunidos, como se com-prueba para los ferrocarriles, telégrafos, caminos, marina, co-mercio, etc.; confirmando, a tan larga distancia, el juicio hala-

484 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

gador de Malte-Brun y que, en realidad, nos compromete a per-severar en la misma ordenada y progresista vía en que nos sor-prendieron los acontecimientos de 1879 y que fué lo que nosdió la fuerza necesaria para afrontar victoriosamente la acciónmancomunada de nuestros dos poderosos vecinos del norte.

PEDRO CHARPÍNGeneral y Jefe del E M. G.

La presente conferencia fué dictada en el Estado MayorGeneral por el entonces Mayor y hoy Coronel y Ministro de laGuerra señor Carlos Ibáñez, el 29 de julio de 1924. Fuera delinterés inherente al desarrollo de su tema propiamente dicho,presenta uno documental de alto valor en cuanto se refiere ala situación del Ejército en esa fecha y a la imprescindiblenecesidad que tenía de seleccionar su oficialidad y de asegu-rarle el porvenir. Desde este último punto de vista, servirápara apreciar debidamente el camino recorrido en estos últi-mos meses y para justificar las medidas adoptadas y las dispo-siciones de nuestras nuevas leyes de ascensos y retiro.

El agrupamiento de nuestra Caballería en una sola División, osea, bajo un Comando único, ha puesto este tema sobre el tapetede las más variadas discusiones, que no sabemos hasta hoy si saldráde ellas con bien o retrocederemos en perjuicio de nuestra arma,

LA DIRECCIÓN.

486 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

Mucho se ha discutido en corrillos y academias, muchos artícu-los se han escrito, unos violentos, otros revestidos de la seriedad deltecnicismo,sobre las materias que insinúa el enunciado de esta ligeraconversación que llamaremos conferencia.

La guerra europea ha debido cargar en su «haber » todo cuantose ha querido decir, porque esa guerra europea, que apenas pode-mos juzgar todavía, dado lo encontrado de las opiniones y fuentesde información, todo lo soporta con paciencia.

El vehemente espíritu evolucionista de este principio de siglo,todo lo ha querido atrepellar y hasta los espíritus mas serenos ymás fuertes se han sentido vacilar ante la corriente de transforma-ciones casi violentas que se han querido implantar. Los espíritusinquietos, los impresionistas, han visto en estas corrientes de reno-vaciones una magnifica ocasión para mostrar sus múltiples elucu-braciones, contribuyendo en forma desgraciada a la confusión quese ha formado en nuestro país en materia de orientaciones mili-tares.

La evolución es un hecho lógico, del cual no es posible sus-traerse si no queremos retroceder. Debemos evolucionar, hay quemarchar a la altura de las nuevas orientaciones; pero debemos ha-cerlo con juicio, con tranquilidad absoluta, y sobre todo con unespíritu de análisis bien documentado y bien guiado. No hay queencontrar malo todo lo existente ni bueno' todo lo construido: hayque buscar con serenidad el pro y el contra de las cosas, sin apasio-namientos y sin egoísmos. No podemos aceptar a fardo cerradotodo lo que nos viene de fuera, por el solo hecho de que en tal ocual país así se hace, olvidandonos de nuestra propia idiosincracia,de nuestros medios políticos, sociales, económicos, industriales yhasta de las características de nuestros posibles teatros de operaciones.

Si miramos un poco hacia atrás, veremos cuántos proyectos,cuántas, novedades, cuántas reformas que parecían indispensableshan quedado relegadas en el olvido, o, cuando más, han recibido elhonor de ser guardadas en algún cajón de escritorio, durmiendo eleterno sueño de las cosas inútiles!

Nuestro Ejército no ha podido, en consecuencia, quedar sinremozarse en las fuentes del progreso. Buscando una adaptaciónnatural a nuestras necesidades futuras, ha cambiado su distribucióncasi totalmente.

Nuestra Caballería también debe iniciar un nuevo período ensu vida, y a este respecto aprovechemos la ocasión para recordarcuan diversos han sido hasta hoy los juicios que se han emitidosobre su futuro.

Felizmente, el Reglamento 88 ha venido a cubrir con un mantomuy denso toda esa serie de disertaciones inútiles, y hoy vemos a la

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Caballería con una importancia mayor, más potente, apta para todaslas eventualidades de la guerra.

Las nuevas orientaciones dadas a la instrucción de nuestraarma imponen una acción muy enérgica y muy constante en el sen-tido de exigir el principio de esta evolución doctrinaria, ya que 25años de práctica en nuestros métodos actuales no pueden modifi-carse fácilmente.

El Reglamento 88, de carácter provisorio, al hablar del serviciode exploración, consiga especialmente los roles estratégicos y tac-ticos que corresponden a la Caballería. Ellos residen en la rapidaconcentración de una gran potencia de fuego contra las punes sen-sibles del enemigo. Este principio reglamentario tan sencillo es, finembargo, el cambio casi completo de la base de nuestra instrucción;pues el combate a caballo, principa! forma hasta hoy de ataque, haquedado reducido a la excepción en las grandes unidades, debiendoser el combate de fuego la forma normal en que el arma cumplasus cometidos en el futuro. Ente principio también requiere unaacción de conjunto de todos los organismos de la Caballería, que nopodemos descuidar, ya que para su cumplimiento no bastarla conlos cambios necesarios en materia de instrucción, sino que es nece-sario consultar la organización del arma y la eficiente formación desus comandos.

Quiero adelantar que, a mi juicio, formado en la experienciade cerca de 30 años de vivir cariñosamente al lado de los caballos,de usarlos en todos los climas y terrenos, y en la guerra misma,preocupado de su mejor aprovechamiento como arma y como mediode transporte, considero que la organización de hoy y los trabajospreparatorios para movilizar nuestra Caballería no dejan nada quedesear y, al contrario, merecen elogios, si tomamos en cuenta losfactores de órden civil, que tienen influencia decisiva en las institu-ciones armadas.

Soy un convencido de que a esta arma le esperan grandes éxi-tos, si la organización actual se completa oportunamente con ele-mentos modernos y sus comandos se robustecen, estableciendo paraestos últimos, como una norma rigurosa, la más estricta selección yreduciendo la edad. No dudo tampoco que iremos al fracaso si alconfeccionar el Escalafón de Guerra se colocan al frente de los regi-mientos, y aún de las brigadas de caballería, a oficiales de más de50 años, a los cuales faltaran energías, vitalidad y condiciones físicaspara soportar una vida de activo movimiento a caballo.

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Son tan grandes y precisas las nuevas exigencias que el Regla-mento N.° 88 impone a las masas de Caballería (N.os 86, 87, 108,132 y otros) en las operaciones de la guerra de movimiento, queconstantemente estarán en actividad y muy lejos del Comando Su-premo, salvo que éste expresamente les limite su acción y las retengaa su lado.

Es por esto que estimo que la Caballería moderna no es unarma para hombres cuya resistencia física esté debilitada. Puedehacerse excepción en este sentido de los comandos de división, quebien pueden alternar su marcha entre el caballo y el auto.

Entremos ahora en algunos detalles.Principio por los escuadrones:Como los escuadrones tienen actualmente 4 tenientes, estimo

que habría conveniencia en suprimir uno, reemplazándolo por unoficial de reserva, que se llamaría anualmente al servicio. Así seformaría un cuadro preparado de oficiales de reserva, que en lamovilización serviría para completar los oficiales de los regimientosde 1.a línea y de las nuevas formaciones.

Igualmente, a mi juicio, convendría suprimir los soldados con-tratados en todo el Ejército, aunque esta medida nos costara cual-quier sacrificio. Se reemplazarían en sus diversas actividades porconscriptos, cuyo servicio debe conseguirse que sea de 18 meses. Siesta prórroga no fuera posible obtenerla, sacrifiquémonos aceptandouna medida que permitirá aumentar las reservas en un buen por-centaje, como sería la de hacer que las oficinas formen anualmentesu personal de escribientes y ordenanzas con conscriptos tomadosde ese inmenso número de ciudadanos que se queda sin cumplircon la ley, lo que iría a proporcionar al Erario Nacional una apre-ciable economía. Igual medida se tomaría con respecto a los orde-nanzas.

Los trompetas en los regimientos de caballería son escasos yno es fácil obtenerlos. Una medida adecuada sería autorizar a loscomandos para tener durante 2 o 3 años muchachos conscriptosque, adelantando su servicio, pudieran formar la banda de clarines.La modificación a la ley, que significaría esta autorización, seríafácil de obtener, ya que se beneficiaría a niños desamparados, queactualmente no pueden ocuparse por falta de ración con que alimentarlos y de vestuario con que cubrirlos. (Ejemplo, lo que ocurridoen la Escuela de Caballería con los muchachos sacados de la Casade Huérfanos).

Estimo indispensable que se aumente la dotación de conscríp-tos en los escuadrones al número necesario para que con los suboficiales y cabos formen alrededor de 90 jinetes, es decir, un escuadrón

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completo con dotación de paz, según Reglamento 24. Con este au-mento y con el cuadro de oficiales de reserva a que me he referido,sería fácil organizar en la movilización el 4.º escuadrón de lanzas.

A propósito de dotación, se me ocurre pensar en las razonesque habrá en Chile para reducir el número de combatientes delescuadrón! ¿Hay escasez de hombres, de caballos, de preparaciónen nuestros capitanes? Nó. No faltan, a mi juicio, ni hombres nielementos, materia que no se podría improvisar, y nuestros capita-nes apenas bordean los 40 años de edad y tienen competencia. Sihay algunos moral o físicamente deficientes, éstos son la excepción.Detrás de ellos hay tenientes antiguos y experimentados en el mandode escuadrón.

No encuentro, pues, justificada la tendencia a reducir la dota-ción de guerra del escuadrón, ni mucho menos si toma cuerpo laidea, inaceptable asimismo, de reducir a 3 el número de escuadronesde lanzas en nuestros regimientos.

En este, como en muchos otros detalles, se han sacado conse-cuencias de la guerra europea que no han sido estudiadas serena-mente; es curioso que, porque en los últimos años de la guerra sehicieron estas reducciones por escasez de hombres o por deficienciade los capitanes y comandos improvisados, se pretenda tambiénhacerlo entre nosotros, sin aprovechar la espléndida capacidad demando de nuestros oficiales.

Me parece conveniente que no sólo debemos mantener nuestrasdotaciones y número de 4 escuadrones por regimiento, sino quedebemos reforzar estas unidades con numerosas armas automáticasy medios de combate de todo orden, compatibles con la movilidady demás características de la Caballería.

Respecto a las dotaciones de guerra de los escuadrones de ame-tralladoras, soy de opinión que deben elevarse, en proporción de 3piezas mínimum por cada escuadrón de lanzas.

Ojalá también se dotara a nuestros regimientos de caballería,o por lo menos a las brigadas, de artillería a lomo (cañones rápidos,de calibre reducido, aptos para el combate terrestre y antiaéreo),

Es gran progreso la introducción en el regimiento de la secciónde comunicaciones. Temo, sin embargo, que la falta de un oficialque la dirija y tenga la responsabilidad de la instrucción, la hagafracasar en los regimientos cuya dirección sea deficiente. Por estetemor y con el fin de asegurar la preparación y cooperación de lastropas auxiliares, me atrevo a insinuar si habría ventajas en que lassecciones de comunicaciones de los regimientos de cada brigadaformen unidad en tiempo de paz con el pelotón de zapadores, queMemorial 1925 Junio—32Memorial 1925 J u n i o — 3 2

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ha quedado agregado a los batallones de esta arma y que es muyposible continúe como antes, sólo en forma teórica. Dicha unidadquedaría como el antiguo escuadrón de ametralladoras en cada bri-gada y podría denominarse escuadrón de ingenieros montados, oescuadrón de comunicaciones, etc.

En el caso de concentración, maniobras o movilización, so repar-tirían los pelotones de comunicaciones en sus respectivos regimien-tos y en el comando de la brigada, que quedaría con uno de ellos,con los zapadores y equipaje de puentes.

En esta forma y mandados estos escuadrones por oficiales decaballería o ingenieros especialmente elegidos: competentes, de espí-ritu entusiasta y decidido, apropiados, en fin, para su especialidady para actuar en las actividades de la Caballería, habría garantíasde la capacidad de estas tropas indispensables y de la buena prepa-ración de sus reservas.

Voy a referirme ahora a los bagajes del escuadrón para dejarconstancia del evidente progreso que significa la supresión de lacocina rodante, carro que entre nosotros no dió resultados por sufalta de rusticidad para recorrer nuestros ásperos caminos a los airesde Caballería.

Hemos hecho bien en reemplazarla por las marmitas a lomo,que transportadas en caballos elegidos y apropiados, no restaránmovilidad a los escuadrones, porque pasarán por donde quiera quepase un jinete y, por consiguiente, aquellos podrán disponer de sualimento donde lo deseen.

El gran bagaje, ahora llamado de subsistencias y de equipajes(N.° 226 del Regl. 88), por razones que no conozco, si no fuera sólopor innovar, no debe continuar en Caballería en la forma existente,porque hay razones poderosas para modificar su organización, razo-nes que se desprenden de la actividad que a las mapas de Caballeríales corresponde en campaña;los raids, por ejemplo, que antes de laguerra mundial se insinuaban con temor en el Reglamento 24, hoyse recomiendan contra los flancos y líneas de comunicaciones delenemigo. (Regl. 88, N.os 86, 87 y 1Í7).

Con nuestros posibles teatros de operaciones no se puede pensaren transportar grandes bagajes y columnas de caballería, a base detracción animal; es incuestionable su reemplazo por la tracción mecá-nica, reemplazando nuestros anticuados carros de víveres y de forrajepor camiones livianos, que son más baratos, más rápidos y de mayorcapacidad. Así se evita el hecho frecuente de tener que dejar fuerzasespeciales para su custodia a causa de su lentitud en los recorridos,etc., etc. En tiempo de paz, el bagaje de los escuadrones tambiéndebe per móvil y suficiente para que períodos enteros de instrucciónse llagan en el campo, en ambiente de movilidad e iniciativa. Elacarreo de forraje y de víveres no debe ser un problema como es

ESTUDIO SOBRE LA ORGANIZACIÓN 491

hoy en los escuadrones, sino cosa corriente, lo mismo que la prácticadiaria de los demás ejercicios. En los desiertos y sierras del nortetodos los bagajes deben ser a lomo.

A propósito del reemplazo de los carros por camiones, estimoque no puede haber discusión, si sabemos que por donde pasa uncarro a 4 caballos cargado con una tonelada, pasa con más facilidadun camión Ford, por ejemplo, con tonelada y media, y que en lascuestas y caminos accidentados, el camión tiene 4 o 6 veces máspoder de arrastre y resistencia que un carro con caballos, por mu-chas parejas que lleve éste. En cuanto al precio, vale poco más omenos lo mismo un carro a 4 caballos que un camión ligero, y conlo que consumen los 4 caballos durante un año, el camión Fordpuede adquirir bencina para recorrer 1.500 km., y sobran no menosde $ 1.400 para reparaciones.

Plana mayor del regimiento.—Pienso que se puede suprimir labanda, dejando sólo la de trompetas, con un jefe del grado de sar-gento 2 °; la supresión de los soldados y reemplazo según la ideapropuesta anteriormente.

Hay economías impuestas por el Reglamento de Dotación dePaz, que realmente merecen nuestra atención, ya que hacen que loscomandos de unidades no las observen, o que, si (al hacen, perju-dican los servicios de la unidad. Son economías aparentes, perjudicíales y que no corresponden a la realidad. Así, por ejemplo, no haydotación de peluqueros, albañiles, cocineros de tropa; hay escasezde mozos de casino, jardineros, etc., etc. Quien tenga experienciadel mando de un regimiento o quien reflexione y recuerde su vidade cuartel, no puede dejar de reconocer que muchos más de 1 os servicios enunciados son indispensables, y no consultarlos en el Regla-mento de Dotaciones es obligar a los comandos a falsear el espíritude economía.

¿Cómo aceptar en estos tiempos que un ranchero sea el queconfeccione la comida de tropa"? No puede ni debe ser así; pero,dónde encontrar un cocinero cuidadoso y trabajador que acepte elempleo de soldado o de cabo 2.°? Igual pasa con los casinos.

Si la tracción de los bagajes fuera mecánica, habría que dotara cada regimiento de un chauffeur mecánico, que sirviera de instructor a un grupo de conscriptos; ese chauffeur debería ser, sin dudaalguna, sargento 1.° chauffeur y jefe del gran bagaje.

Comando de brigada. — Suprimir los soldados contratados. Dejarde dotación en la brigada una de las bandas de músicos suprimidasen los regimientos. Dotar a este comando de un auto, aunque fueraun pequeño Ford, con su respectivo chauffeur.

Yo no me doy cuenta de cómo puede ocurrir que en esta época

492 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

de movilidad y rapidez, con los múltiples deberes que las disposicio-nes vigentes exigen a los comandos de brigada, en cuanto se refierea desarrollar y fiscalizar la instrucción, de oficiales principalmente,no se les proporcione un modesto auto para el desarrollo de sus acti-vidades, de modo que puedan trasladarse con su ayudante y equi-paje de ambos, tanto a los campamentos de sus regimientos como aotras partes donde sea necesaria su presencia.

Estimo que si debemos preparar nuestra Caballería para eléxito en grandes empresas, debemos no sólo proveerla de elementosmodernos, sino muy especialmente robustecer tu moral, presti-giando sus comandos con todas las facilidades que necesitan paradesarrollar en actividad. Comprendo que por de pronto no es posiblehacer gastos, pero no estaría de más establecer desde luego las dota-ciones.

La fuerza de la brigada movilizada, a mi juicio, no debe serinferior a 8 escuadrones de lanzas, con 150 combatientes cadaescuadrón y un mínimum de 4 ametralladoras livianas; tendrá nomenos de 6 cañones de artillería a caballo (en el norte a lomo); unescuadrón de motocicletas, a 4 pelotones, con no menos de 8 fusi-les automáticos por pelotón, que hacen un total de 32 en el escua-drón.

Debe tener un escuadrón técnico compuesto de un pelotón detropas de comunicación y uno o más pelotones de zapadores mon-tados, con un equipaje de puentes para Caballería.

Comando de división de Caballería.—Mucho se ha discutidosobre la conveniencia de este nuevo alto comando. Los que impug-nan la creación del comando único de la Caballería, dicen que si susfunciones son la regularidad de la instrucción, bastaba con la inspec-ción ya suprimida. Se fundan, además, en que este comando nopodrá ser efectivo por la enorme distancia que separa a sus unida-des. En el fondo, estos impugnadores, en rni concepto, no dejan detener razón; pero, por teórico que sea el mando de la división, siem-pre es mando; tiene responsabilidades bien determinadas y, por lomenos, mantendrá coa las unidades el contacto del trámite diario,Con una vez al año que visite los regimientos conocerá sus necesida-des y podrá servirlas desde Santiago; conocerá los cuerpos de oficialesy los calificará con criterio uniforme y como merecen, haciendo consólo esto un gran beneficio al arma.

Me parece una omisión grave del Reglamento 4 que no indiqueque el comando divisionario debe ser desempeñado por oficiales delarma. No siempre se encontrarán generales de otras armas, como elactual Comandante en Jefe (1), cuya actividad y competencia sea

(1) En la fecha de la conferencia lo era el señor General de Brigada donVicente Ramírez Ortiz.—N. de la R.

ESTUDIO SOBRE LA ORGANIZACIÓN 493

bien reconocida. Hay que lamentar al mismo tiempo, la crisis degenerales de Caballería.

El Jefe del Estado Mayor y sus oficiales también deben ser deCaballería.

Para proveer el comando en jefe de Caballería no puede adop-tarse el criterio con que se procedía en la organización del comandode las extinguidas divisiones de infantería, entre nosotros de ejército,ni de las actuales.

Según se desprende de las disposiciones reglamentarias, elcomandante de división de Caballería debe mantenerse en contactoinmediato con la tropa, y es natural que, siendo así, él y sus colabo-radores deben poseer las condiciones reglamentarias que caracterizanal oficial de Caballería; de otro modo, el efecto de su presencia serácontrario a la moral y disciplina, que es lo que se trata de forta-lecer.

Me parece lógico que, movilizado este comando de Caballería,se le refuerce con un oficial de artillería y otro de ingenieros, ojaláde Estado Mayor, con un auditor y un capellán, este último enatención a las creencias de nuestra sociedad y de nuestro pueblo,que mirarían con horror el temor de que sus familiares murieran encampaña sin los auxilios religiosos.

Como todos los generales y altos comandos, el de Caballeríanecesita especial prestigio y gran movilidad. Contribuyamos a facili-tarle estas condiciones que caracterizan el arma, quitando de sualrededor toda manifestación de escasez de medios, rodeándolo decomodidades que le hagan fácil su activa labor; ¿Por qué, entonces,no dotarlo do automóviles y camiones, tal como a los comandos dedivisiones de ejército? He propuesto la supresión de los soldadoscontratados; pero asumo que a los oficiales generales no podríadejárseles, como a los demás, con un conscripto de ordenanza. Laalta autoridad que representan y el excepcional prestigio que debentener ante las tropas y ante el país, exige en este caso que cadacomando o jefatura desempeñado por general, tenga una plaza deesta , ordenanza del g e n e r a l . N o p i e n s o q u e es te c a b o se r ía u n m u z oo asistente , sino que más bien un mayordomo, caballerizo, escribienteo simplemente un hombre de confianza, que a cargo del equipajedel general, le acompaña a todas partes.

Fuerza de la división.—Nunca menos de 16 escuadrones delanzas, y aún son muy pocos. En mi concepto debiera tener:

1) Dos a tres brigadas con no menos de 8 escuadrones de lanzascada una; con su artillería y demás tropas de acompañamiento yauxiliares.

2) Un grupo de escuadrillas de combate y caza.3) Un regimiento de artillería, compuesto de:

494 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

a) Un grupo divisionario de obuses a caballo (a 4 parejas porpieza o tracción mecánica).

b) Un grupo de artillería en automóviles.c) Un escuadrón de ametralladoras pesadas en autos ligeros.

Con un mínimum de 10 piezas.4) Un escuadrón técnico, como el de la brigada (zapadores mon-

tados y tropas de comunicación).5) Un regimiento de carabineros, como escolta del comando,

igual a los regimientos de Caballería.6) Un regimiento de infantería en autos, con todas sus tropas

de acompañamiento.7) Trenes y columnas (en camiones livianos):

a) Una columna de municiones para infantería.b) Una columna de municiones para artillería.c) Una columna de bencina.d) Una columna de aprovisionamiento.e) Un escuadrón sanitario.f) Un depósito de caballos.

Con todos estos elementos, la división de Caballería tiene unapotencia de fuego semejante a las brigadas combinadas y podríaoperar con absoluta independencia a gran distancia de las fuerzasprincipales.

II

Mando

Nada nuevo diré si recalco la importancia de la función delmando, tanto en la paz como en la guerra; pero cumpliré con unsagrado deber al insistir y repetir cuanto sea posible la necesidadque hay de entregar nuestras tropas y la seguridad y porvenir de laNación en manos de hombres que tengan condiciones especiales paraestas funciones, que requieren profundo conocimiento de los hom-bres, competencia profesional probada, equilibrado cerebro, vigor yentusiasmo.

Sabemos que se puede mandar bien y se puede mandar mal.En ambos casos hay la acción de mando; pero entre uno y otro casohay diferencias muy hondas y de importancia trascendental.

Por un lado se ve al que ejerce el mando obtener los resultadosapetecidos; en derredor suyo todo funciona admirablemente, concalma y regularidad y, llegada la guerra, todo continuará lo mismo,con un carácter de fuerza moral invencible

Por otro lado se ve al que manda mal; la máquina funciona enapariencia igualmente, sin duda; pero si la máquina marcha, sustornillos y goznes rechinan singularmente y su rendimiento deja

ESTUD1O SOBRE LA ORGANIZACIÓN 495

mucho que desear. El jefe se fatiga con los esfuerzos, hace repetidosllamados a la subordinación jerárquica, agota los medios extremosde acción, regaña y castiga; cansa a sus subordinados, no alcanza sinoresultados mediocres y no llega jamás a tener su tropa en la mano,como el que manda bien y consigue lo que quiere de sus tropas, sinesfuerzo aparente. A! efecto, Gavet dice:

«Uno es como un hábil obrero, el otro como un mal aprendiz,que a pesar de sus esfuerzos hace mal lo que necesita y a cada ins-tante, e importunamente, apela a la fuerza; su ineptitud le hace hallarresistencia por doquier; trabaja y trabaja insistentemente para ven-cerlas, acumulando sobre la obra torpeza tras torpeza, y concluyepor arrojar sus herramientas, declarándolas detestables». («El Artede Mandar»).

Debiendo el que manda tener condiciones tan complejas, nece-sariamente su elección debe ser motivo de minuciosa investigación y deatento cuidado para evitar males irreparables; porque mandar no essólo hacerse obedecer, sino gobernar una unidad, y en ese gobiernohay órdenes que hacer cumplir, enseñanzas que dar, consejos conque corregir o dirigir; hay que administrar e instruir; hay en ese go-bierno, deberes, derechos, servicio, orden, conducta, moralidad, ins-trucción, todo, en fin, lo que concierne a una agrupación de hombresque necesitan llenar un fin determinado.

Para mandar bien, es indispensable poseer preparación profe-sional, buen juicio, carácter, abnegación y dignidad personal.

De los que ejercen el mando en Caballería, sin duda algunaque los grados más esenciales son los de comandante de regimientoarriba, pues a ellos les están encomendadas misiones delicadí-simas.

El comandante de regimiento, en especial, tiene grandes respon-sabilidades sobre sus hombros: educar y dirigir, enseñar y preparara sus oficiales, mantener su unidad eficiente y de acuerdo con lasexigencias que la paz y la guerra le pueden imponer.

Y si este comandante no tiene condiciones o falla en algunospuntos, hay que eliminarlo sin contemplación ni falsos sentimientosde compañerismo o de humanidad: la debilidad, ante hechos semejantes, implica una verdadera traición a la patria, pues entregamossu honor a manos ineptas, y también vidas, suerte y valores de todaespecie y condición.

La influencia de un comandante en sus subalternos es decisiva,y por eso hemos visto muchos grupos de oficiales que, apenas iniciadasu carrera, están desmoralizados, son ineptos, faltos de abnegación,de honradez profesional; son elemento perjudicial, materia inútil,con la cual carga el Ejército a veces hasta los grados superiores.Todo ha sido obra de un mal jefe, que no tuvo condiciones para elmando, que fué poco honorable en sus procedimientos, que no tuvo

496 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

nunca conciencia de sus deberes, ni carácter para imponerse el sacri-ficio de trabajar, como era su obligación, o que, aprovechándose dela elasticidad en las fiscalizaciones superiores, tomó al Ejército comouna bienhechora sombra en donde cobijarse para evitar las incle-mencias de la lucha por la vida.

Ejemplos en mi arma, ha habido en número alarmante, y aestos jefes la superioridad ha debido encomendarles la preparación téc-nica y moral de los futuros comandantes de nuestra gloriosa Caba-llería! De esta Caballería que tiene en sus filas jinetes no superadosen el mundo!

Y todos nos preguntábamos, al ver la raigambre de estos hom-bres en nuestra institución, el por qué no se eliminaron oportuna-mente; el por qué permanecieron en nuestras filas aumentando eldaño que desde tanto tiempo venían ejerciendo, destruyéndolo odesquiciándolo todo, en donde quiera que llegaran.

El secreto no es muy difícil de desentrañar. Son nuestros siste-mas de calificaciones y de control los que en realidad favorecían aestos destructores de la complicada y difícil maquinaria militar.Entonces, poco más o menos como ahora, no se calificaba precisa-mente; no se justipreciaban los valores de los subalternos, muchomenos los de los oficiales superiores. Eramos, en realidad, lo que vul-garmente y en lenguaje de soldados llamamos «compadres». Faltabay falta aún valor moral para apreciar exactamente lo que son nues-tros colaboradores ; siempre estamos dispuestos a sentir compasióno debilidad ante el peligro de ser causantes de una eliminación, sindarnos cuenta del mal enorme que con esto ocasionamos a los buenosoficiales y al Ejército en general. Se necesita, pues, corregir estosmalos hábito?, debiendo los comandantes estar convencidos de quesiempre en sus calificaciones serán apoyados por la superioridadmilitar y el Gobierno.

Fue así como se fueron cometiendo injusticias, equiparando alos buenos con los mediocres, cargando sobre los primeros con todaslas obligaciones delicadas y que requerían esfuerzo, mientras lossegundos se convertían en holgazanes cada día más inútiles.

Y si había alguna excusa para aceptar situación tan anormalcomo bochornosa, esa excusa no justificaba tanta y tan perjudicialtolerancia de parte de la superioridad responsable. ¿Qué pasa hoymismo a un jefe que califique con estricta justicia al muy bueno, albueno y al mediocre? En teoría, nada debe pasarle, nada le pasa;pero en la práctica, todos conocemos los escollos y las dificultadesque esto produce.

Como se ve, no trato de negar el remedio o de creer este unmal incurable; só!o quiero hacer resaltar el grave daño que poco apoco se ha hecho a nuestra Institución, permitiendo la permanenciadel mal elemento en las filas, donde, con los años, ahoga al bueno,

ESTUDIO SOBRE LA ORGAN1Z ACIÓN 497

al apto, al útil. No hay ninguna razón para que en este sentido nose note un franco progreso, ya que es un asunto de vital importanciapara el porvenir del Ejército. Yo creo que se debe reaccionar violen-tamente, calificando a cada cual como merece, sin miedo y sin temo-res. Así entiendo la letra y el espíritu del Reglamento de Califica-ciones N.° 'ó. Considero que mantener este estado de cosas es unpeligro, que puede traer un profundo desprestigio de la superioridady aún puede dar origen a actos de indisciplina.

Volvamos por los buenos principios, ejecutando una obra deconjunto que nos garantice que el futuro del Ejército está asegurado,porque entre el personal que va subiendo, escalón por escalón, hayabundante elemento que merece y que será digno de mandar nues-tras valientes tropas.

Se ha perdido en gran parte la influencia bienhechora de losinstructores alemanes, que ayudados inteligentemente por jefes queeran soldados de verdad, como Parra, Ilabaca, MontAuban y otros,formaron los cimientos de nuestra Caballería.

Después de esos hombres tan dignos, de tanto espíritu military de trabajo, los regimientos cayeron en manos de jefes inescrupu-losos, sin conciencia de sus deberes, sin capacidad para sus puestos,indolentes y faltos de moral.

Varios de nuestros regimientos estuvieron al borde del abismo;se fomentaba en ellos el ridículo al trabajo y al estudio, a la correc-ción de formas militares y a la buena presentación. Las expresiones«que trabajen los tontos» «yo gano lo mismo sin hacer nada», lasoí muchas veces desde mis primeros años de oficial, y en el deceniode 1910 a 1920 se extendió su escuela perniciosa. Los dignos coman-dantes Rojas, Toledo, Cortés, Muñoz, etc., que actuaron también enese período, perdieron un tiempo precioso en restablecer la adminis-tración, la disciplina y buenas formas en los regimientos que man-daron.

En las otras armas pasaba, entretanto, más o menos lo mismo;pero la actuación de la superioridad fué más acertada y hubo opor-tunamente una serie de eliminaciones que tonificaron el prestigio deesas armas, quedando la Caballería retrasada.

En Caballería nada se podía hacer: ya por iguales deficienciasen los comandos de brigada o inspección, ya porque los comandantesque no tenían condiciones, tenían en cambio buenos amigos civilesque los defendían. Y cuando un activo y talentoso general, queapreciaba debidamente sus responsabilidades, se escandalizó con lavergüenza de tener a la cabeza de un regimiento a un jefe inútil, quedespués de hundir a dos regimientos extendió su influencia negativaa varios cuerpos de oficiales, aquel jefe consiguió un puesto al ladodel Gobierno, burlando así al general que en cumplimiento de sudeber lo calificó tal cual merecía.

498 MEMORIAL DEL EJÉRC1TO DE CHlLE

Fué tan hondo el mal que se causó a la Caballería en esa épocanefasta, que aún está sufriendo las consecuencias y perdurarán aúnpor largo tiempo si no queremos darnos cuenta de ello. Ojalá queesta nueva organización, con comando único, obedezca a estos propósitos y elimine, aunque sea doloroso, al mal elemento que puedaquedar, y que es tal vez el fruto de aquellos malos comandantes, cuyadivisa era vivir sin molestias y ganar años de servicios para efectosde su retiro.

En las grandes empresas comerciales tenemos un ejemplo bienclaro de la forma como debe precederse para seleccionar el personalsuperior de una institución cualquiera. Ahí no se abre carrera ni sepermite llegar a los altos puestos a ningún hombre que no reunatodas las condiciones que exige el giro de los negocios. Ahora cabepreguntar: ¿por qué en el Ejército no puede aplicarse el mismosistema, a pesar de que nuestro Reglamento de Calificaciones loindica?

Una buena organización, provista de elementos adecuados ynecesarios, unida a un mando consciente y apto, necesariamente hade producir buenos frutos.

Es así, entonces, como la instrucción de nuestra Caballería serásiempre la consecuencia de ambos factores (organización y mando),y si en la hora de las responsabilidades los resultados de nuestraarma son malos, o no son lo que debieron ser, miremos la historiade sus comandos y pensemos en la superioridad fiscalizadora, quedesdeñando sus precisas y terminantes atribuciones, permitió vege-tar en puertos de tanta importancia a hombres incompetentes, cuyosfrutos causaron males nunca lo bastante sentidos.

La guerra moderna, más que choque de potencias materiales,es lucha terrible de cerebros: más que energías f í s icas son energíaspsíquicas las que ella necesita.

Es por eso que los jefes y los oficiales han menester ir al campode batalla con un bagaje de conocimientos bien provisto, con criteriobien experimentado, con un alma bien templada y con sus valoresmorales bien dispuestos.

Nada de todo esto se tendrá en la guerra si en la paz no nosinstruimos y educamos, conociendo nuestras obligaciones y prepa-rando nuestras armas intelectuales para la lucha con el adver-sario.

Es verdad que en estos últimos años progresamos evidentemente;nuestros cuerpos de oficiales superiores se interesan por el estudio;

III

Instrucción

ESTUDIO SOBRE LA ORGANIZACIÓN 499

pero aún hay mucho que hacer. Así, por ejemplo, en casi 20 añosha habido sólo uno o dos viajes tácticos para oficiales superiores deCaballería, y ello no es razonable, pues estos ejercicios están consul-tados en nuestros reglamentos y son la mejor escuela para la prepa-ración del alto comando del arma. Es doloroso recordar que más deuna vez estos viajes han fracasado al nacer, debido a gestiones de losparticipantes, movidos sin duda por ese espíritu de comodidad quecondena el Reglamento 88 en su página 2. Si no ha habido viajes,tampoco hemos tenido en 20 años ni un solo juego de guerra, nicursos de información para oficiales superiores del arma, de todoslos grados, que debieran tener lugar anualmente.

Debelaos contrarrestar nuestra indolencia ética con una. com-pulsión constante de los jefes hacia el estudio de todos y de todocuanto nos corresponde.

El manejo de la tropa en el terreno, he ahí, a mi juicio, lamejor fuente de enseñanzas, de educación e instrucción militar,a la vez que la mejor balanza para apreciar las condiciones decada uno.

Hemos abandonado casi en absoluto los grandes ejercicios enel terreno, ya por economías como por diversas otras causas. Estiempo que esto termine, y aunque se impongan sacrificios pecunia-rios debe finalizarse la instrucción anual de las tropas, si no es posi-ble con maniobras, por lo menos con concentración de las grandesunidades.

De los cuadros de instructores nada hay que decir en su contra.Al contrario, podemos enorgullecemos de tener los oficiales subal-ternos y suboficiales tan homogéneos y entusiastas como los mejoresdel mundo Sólo falta que los superiores sepan preparar y aprovecharestos valiosos elementos.

En cuanto a la tropa, es indispensable dedicarle mayor cuidadoal tiro de combate y a la instrucción individual, alargando su períodoa fin de desarrollar un programa completo de trabajo a caballo enel terreno y a pié, desde el tirador aislado hasta el de regimiento;efectuando la instrucción A pie en absoluta conformidad al Reglamento de Infantería. No me refiero a los principios tácticos, sinoque a la instrucción del tirador, voces de mando, clases de fuego,etc., etc.

No es posible que tengamos diferentes métodos para una mismainstrucción, como es la de la infantería en el combate y la de laCaballería desmontada. Los reservistas de Caballería deben ser aptospara infantería si es necesario.

Y antes de terminar este capítulo sobre instrucción, no puedodejar de señalar un punto que sin duda alguna dará solución a mu-chas dificultades de la vida diaria en esta materia: es nuestra Escuelade Caballería.

500 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

No sé por que razones a este establecimiento se le ha conside-rado siempre dedicado sólo a llenar funciones ecuestres, cuando enrealidad su papel es muy amplio y satisface ampliamente su come-tido.

Esta Escuela de Caballería, que a juicio de autorizadas perso-nalidades, nada tiene que envidiar a sus similares, está llamada, ydebo ser así, a ser el centro orientador donde los oficiales y subofi-ciales perfeccionen la instrucción adquirida en los regimientos yobtengan normas y juicio bien claro y preciso sobre la instrucciónde las tropas. Es desde él de donde debemos uniformar todas lasenseñanzas y dar base a los instructores en el conocimiento de lasmaterias nuevas, reformas o uso de armamentos que por algunarazón no tengan las unidades.

Pero para que cumpla su cometido es menester dotarla de todoslos elementos indispensables; sólo así podrá desarrollar un plan ade-cuado a su espíritu y proporcionar alarma los beneficios del perfec-cionamiento de sus jefes, oficiales y suboficiales.

Hay todavía un punto con el cual voy a distraer la atención demis oyentes:

Se refiere a la falta de cooperación de los comandos de los cuer-pos montados en la tarea que desarrolla la Escuela: en algunas uni-dades parece que el factor equitación se ha descuidado, pues de otromodo no se comprende como llegan alumnos que difícilmente tienenpequeñas nociones sobre el arte ecuestre, que no debemos desdeñar,ni mucho menos, porque él da caracter y voluntad a quien lo prac-tica, prepara al oficial y a la tropa para las pesadas jornadas de lacampaña y nuestra arma tendrá, con un buen jinete,al hombre que ,por su espíritu y por su arrojo, le conducirá al éxito.

«Nada desarrolla más la paciencia , la calma y el juicio desdeun conocido autor francés cómo el adiestramiento de un caballo »;cualidades morales aquellas, que unidas a los beneficios naturalesdel entrenamiento fisico y dominio del animal dan varios muyapreciaba que no debemos desaprovechar.

Lo mismo pasa con la cuestión táctica: a menudo he visto oficia-les calificados como que conocen y saben aplicar los regimientos desu arma, cuando en realidad apenas se desempeñas como coman-dantes de pelotón en evoluciones a caballo, vacilan al actuar en ser-vicio de exploración y en el combate a pie, y carecen de orientaciónclara para formarse juicio sobre el conjunto de una operación deguerra.

No quiero cansar más la atención de mis oyentes con nuevasobservaciones, voy a terminar; pero no lo haré sin antes recordaruna necesidad que es general a todo el Ejército y que se refiere alfuturo, al porvenir de todo el personal, mal grave que hay que reme-

ESTUDIO SOBRE LA ORGANIZACIÓN 501

diar cuanto antes, si queremos conservar el entusiasmo y la eficienciade nuestros cuadros de instructores.

Atravesamos por una difícil crisis de todos los valores morales:el entusiasmo profesional decae y muchos son ya los que miran haciaotros horizontes, como buscando mejores expectativas en donde ase-gurarse una mejor situación.

Para nadie es esto un misterio, y cuando este mal tome másfuerza, las medidas, por bien intencionadas que sean, no serán sufieientes.

La superioridad tiene una gran responsabilidad sobre sí , pueselle en el futuro, o en la hora de la crisis externa o interna , seráante el país la única responsable de los males que aquejan al orga-nismo militar.

Si el entusiasmo profesional decae, se pierde la........... ,laslas cosas se hacen a medias, la intrucción será mediocre, los subalternosse contagiarán con el desaliento de sus superiores y asi, poco a poco,esta ola destructora irá abarcando todas las jerarquías y los servicios,hasta que la disciplina se pierda en el caos del desorden.

Termino , dejando establecido que mis ideas respecto a organi-zación tienden a dar a la Caballería la mayor potencia de fuegoposible, sin disminuirle en absoluto su movilidad y capacidad paracombatir a caballo. En las otras materias sólo he querido hacerresaltar los grandes males que han aquejado a nuestra arma y que,aún no desaparecen del todo. Espero que mis oyentes estén conmigoen que al exponer estas amargas verdades no me ha guiado otropropósito que el de contribuir al progreso de nuestra Caballería.

Carlos Ibáñez C,Coronel.

El Ejército improvisado de Chile iba a terminar la segun-da parte de la primera campaña de la guerra de 1879, guerracuyas características fueron: las improvisaciones y las proezasheróicas.

Necesitaba el Ejército cerrar con una acción culminanteese período de la historia patria, cuyo prólogo habíalo hechomagistralmente su hermana, la Marina, con la sublime epopeyade Iquique. Necesitaba superar los demás capítulos que acaba-ba de escribir con sacrificios y heroísmos: en el sangrientoasalto y toma de Pisagua, en sus afortunados encuentros deGemianía y Dolores, en la gloriosa hecatombe de Tarapacá, enla brillante toma de Cuesta de Angeles, la posición peruana,por estos considerada inaccesible e inexpunable. y, finalmente,en la hermosa victoria de Tacna, que destruyó de hecho laalianza peruano boliviana.

Necesitaba no sólo el Ejército sino Chile, también, unabatalla que fuera expresión genuina de todas las bizarrías,audacias y pujanzas de la raza, y vino Arica, ese audaz gestode habilidad y resolución de un Jefe, el brillante Coronel Lagos,de energía, de bravura, de brillante empuje y de tranquiloheroísmo de la infantería que lo llevó a cabo; porque Arica fuéuna batalla, un asalto de la sola infantería, y es la infanteríala que demuestra con más exactitud el valer de una raza y deuna nación.

ARICA 503

Así lo confirma el Teniente Coronel francés Culmann, ensu Cours de tactique gènèrale d'après l'expèrience de la grandeguerre, en cuya página 86 dice:

«La infantería es la imagen de la nación».«Toda cualidad o defecto se manifiesta en la infantería».«Todo atentado moral contra la nación tiene su repercu-

sión integral en la infantería, disminuyendo así su valor».Por suerte para Chile, su raza de aquel entonces era fuerte

como el roble de Arauco, dura y resistente como el hierro queguardan las entrañas de nuestro suelo, y animada de ese fuegode amor patrio de que sólo están dotadas las razas destinadasa vivir y a ser sembradoras de civilización y progreso.

Y Arica, la fortaleza inexpugnable, la circundada decampos sembrados de minas, con fosos, trincheras y cañones,con su Morro casi inaccesible, sus sólidas defensas y su valienteBolognesi, impedía que el Ejército vencedor en Tacna fueraabastecido desde Chile por la vía más corta, Era el muro queimpedía al Ejército chileno asomarse al mar, que hacía apenasun año había servido en Iquique de grandiosa tumba a unavieja corbeta y los valientes defensores de su bandera clavadaal tope, a ese mar que en breve sería testigo de cómo la ban-dera de Chile, esa de igual efigie que la sepultada en sus aguas,ascendería a lo alto, refulgente, entre humos de pólvora ynimbos de gloria, para detenerse sobre la cima de ese morro-pedestal, a fia de flamear en lo más alto desde ese momento ypara siempre.

La toma del Morro de Arica no hay necesidad de descri-birla: es demasiado conocida. ¿Quién ignora la feliz elecciónhecha por el General Baquedano, después de la victoria deTacna, del talentoso y brillante Coronel Lagos para Coman-dante de las tropas que habían de tomarse esa plaza? ¿Quiénno recuerda el hábil plan de éste, con simulación de ataque porel norte, marcha nocturna para rodear y asalto sorpresivo alamanecer? ¿Quién olvida el empeño sublime por ocupar elpuesto de más peligro en el combate, entre los Comandantesdel Buin, del 3.° y 4.° de línea, hasta que la suerte favoreció alos dos últimos regimientos? ¿Quién no sabe cómo esos regimien-tos respondieron a tan valientes jefes? Bastaron apenas 55minutos para que esos colosos del valor y del amor patrio queengendra a aquél, sin importarles mortíferos fuegos y las bom-bas que estallaban y los hacían volar, en un solo impulso, a

504 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

paso de vencedores, arrollándolo todo, se apoderaron delpugnable Morro ante la admiración de las tripulaciones de losbarcos anclados en la bahía de Arica.

Ante tan brillante jornada, sólo nos resta exclamar; ¡Glo-ria al inmortal Lagos! ¡Gloria al 3.° y 4.° de línea, forjadoresde tan gran victoria!

¡Gloria al bravo Comandante San Martín, del 4.º de líneay a los oficiales y soldados de aquellos dos regimientos que ahícayeron, y cuya sangre fué el sello que allí pusieron para queesa tierra fuera para siempre chilena!

¡Que sobre el Morro de Arica flamee siempre y por la eter-nidad, la hermosa Bandera de Chile!

AGUSTÍN BENEDICTO PINOCHET,Teniente-Coronel.

(Continuación)

Los ingenieros en el ataque

No repetiré en este trabajo ninguna prescripción especial sobreel combate de los ingenieros, porque todas las he tratado ya amplia-mente en mi informe sobre los ingenieros británicos, que ya hemencionado.

Las ametralladoras en el ataque

Los deberes de las ametralladoras en el ataque, son:a) Proteger con su fuego el avance de la infantería durante

cada período del ataque y especialmente utilizando fuego concen-trado sobre los centros de resistencia que puedan detener el avance.

b) Proteger los flancos de la infantería que avanza.c) Procurar un sistema defensivo en profundidad para hacer

frente a los contraataques enemigos.Para cumplir estas tareas, las ametralladoras asignadas a cual-

quier formación especial deben avanzar por saltos de una a otra po-sición de fuego; no más de la mitad de las piezas debe moverseadelante al mismo tiempo y las restantes continuarán el fuego hastaque las primeras hayan alcanzado su nueva posición.Memorial 1925 Junio -33

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Para preparar una defensa en profundidad contra los contra-ataques enemigos, las ametralladoras adelantadas deben seguir a lainfantería atacante a tal distancia que puedan formar centros de re-sistencia con sus piezas, en los cuales la infantería pueda rehacerseen caso de ser rechazada. De aquí, que como regla general no debenagregarse ametralladoras a las compañías adelantadas.

Las posiciones de fuego deben elegirse de manera de permitira las ametralladoras emplear fuego directo; pero como las piezas es-tarán más atrás que la infantería adelantada, esto no será posible amenos que el terreno sea especialmente favorable. De aquí que serágeneralmente necesario emplear fuego indirecto; en este caso, la di-rección y duración del fuego debe controlarse estrictamente paraevitar detenciones a la infantería.

Durante las pausas en el avance o tan pronto la infanteríahaya alcanzado sus objetivos, las ametralladoras, conservando suposición en profundidad, deben elegir posiciones desde donde pue-dan defender mejor los flancos y mantener localidades tácticas.

En el ataque deliberado, donde el tiempo permite arreglar fue-go de barrera de artillería para cubrir los primeros períodos delavance, una parte de las ametralladoras puede ser empleada paracompletar o nutrir la barrera de artillería. Este fuego es muy eficazsi se emplea en cooperación con el de los obuses pesados, dedicán-dose las ametralladoras a batir las ametralladoras enemigas que sonobligadas a abandonar sus abrigos por el fuego de los obuses.

Las ametralladoras destinadas a la barrera inicial deben abrirel fuego al mismo tiempo que los cañones que forman la barrera.

De lo anterior se deduce que el comando de las ametralladorasdebe estar centralizado en las primeras fases de un ataque delibera-do, y descentralizado, según lo ya establecido para la artillería, enlas fases posteriores. Es esencial una estrecha cooperación con laartillería y que el comandante de las ametralladoras reciba todas lasinformaciones necesarias para asegurar la económica distribuciónde las tareas.

Los tanques en el ataque

Los principales deberes de las unidades de tanques, son:a) Ayudar el avance de la infantería.b) Destruir los tanques enemigos.c) Explotar la victoria.En la preparación de un ataque en que se emplean tanques,

debe atenderse durante sus marchas de aproximación a su oculta-miento contra la vista y el fuego de barrera.

Los comandantes a quienes se asigna tanques, deben consultara los oficiales de tanques para cada operación especial. A este respec-

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to, deberá atenderse a la posibilidad de un apoyo efectivo de la ar-tillería, para los tanques, incluyendo encubrimiento por pantallas dehumo formadas por proyectiles de esta clase y por bombas lanzadasdesde aeroplanos.

La base de la cooperación entre la infantería y los tanques, esque los tanques deben proteger a la infantería del fuego de ametra-lladoras y de la demora que imponen las alambradas intactas; la in-fantería debe proteger a los tanques del fuego a corta distancia deartillería de campaña y de cañones contra tanques del enemigo.Paraobtener los mejores resultados de esta cooperación, es necesario queel personal que va a trabajar junto en una misma operación, estéintimamente unido el mayor tiempo posible, durante los preparati-vos y movimientos preliminares que se hagan, de manera que loshombres de todos los grados en la infantería y los de los tanqueslleguen a conocerse unos a otros, traten en detalle los planes parala acción combinada y estudien también en detalle las medidas dela artillería para la cooperación.

Las unidades de tanques que cooperan con la infantería debenrecibir tareas bien definidas.Sus objetivos deben corresponder a losobjetivos asignados a los batallones de infantería y, cuando el tiempo lo permita, deben fijarse los caminos hacia ellos antes del comienzo del ataque. Cuando se asignen tanques para cooperar con las otrasarmas, nunca debe alterarse la organización especial de las unida-des de tanques.

La repartición de los tanques para una operación, se basará enel número y fuerza de los objetivos y localidades defendibles que seencontrarán, y no en la extensión longitudinal de cada sector delfrente de ataque.

Para operaciones prolongadas, los tanques deben ser dispuestosen profundidad y desde el comienzo del ataque debe establecerse unsistema de relevos que de tiempo a las unidades de tanques parareorganizarse después del asalto. Esta necesidad obedece a que elempleo de las mismas unidades de tanques para el asalto en díassucesivos, conduce a su desorganización y pérdida de poder com-bativo. Es importante que el comandante de los tanques conserveen sus manos una reserva que le permita intervenir en las situacio-nes imprevistas, además de la reserva a las órdenes de los coman-dantes de infantería a quienes se asigna tanques.

Para la explotación del éxito o la persecución, debe tenerse a lamano una fuerza especial de tanques.

Los aeroplanos en el ataque

Los deberes de la aviación en el ataque, deben conside-rarse desde dos puntos principales: la acción ofensiva y los recono

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cimientos. La esencia preliminar de todo trabajo aéreo es obtener, alo menos, una superioridad aérea temporal y local. A menos de conseguir esto, los aviones no sólo no pueden desempeñar sus otrastareas sino que las máquinas enemigas podrán cooperar con su in-fantería y artillería y molestar sin obstáculos a las tropas atacantes.

El medio principal de obtener superioridad es por un atrevidoempleo de patrullas ofensivas, destinadas a rechazar a las máquinasenemigas y obligarlas a combatir detrás de sus propias líneas.

Una vez que se ha obtenido la superioridad del aire, se haceposible una acción ofensiva contra las tropas enemigas y sus trans-portes por medio de fuego de ametralladoras y bombas, p:>r los vue-los a baja altura de algunas máquinas bajo la protección de máqui-nas más elevadas, operaciones muy posibles y que deben seremprendidas enérgicamente. Siempre que sea posible, deben desta-carse especialmente algunas máquinas pora atacar cañones contratanques}, cuando el enemigo no ha tenido tiempo para ocultar suscañones, deben hacerse esfuerzos especiales para molestar bateríasy sus vías de amunicionamiento.

Los ataques por aeroplanos a baja altura son, sin embargo, muycaros en máquinas y bajas del personal. Deben restringirse por estoa las ocasiones en que se presenten objetivos favorables; por ejem-plo, en las cortas horas que siguen a un ataque sorpresivo cuandoes seguro que habrá confusión detrás de las líneas enemigas. Hayque hacer todos los esfuerzos para mantener a los comandantes deaeronáutica constantemente informados sobre el desarrollo de la batalla.

Una ofensiva contra las comunicaciones enemigas debe llevar-se a cabo por incursiones de bombardeo (bomb raids), las que es pre-ferible retardarlas hasta pocas horas después de lanzado el asalto,cuando parezca que la actividad de sus comunicaciones ha empe-zado.

Durante la obscuridad deben hacerse todos los esfuerzos paramolestar el descanso enemigo e impedir los movimientos detrás desus líneas principales, por medio de continuas incursiones de bom-bardeo

El efecto moral de estas incursiones es muy grande, aparte desu efecto material sobre los aprovisionamientos enemigos de víveresy municiones, y tiende a disminuir la moral de sus tropas combatien-tes. Para impedir al enemigo molestar en forma igual a las propiastropas, hay que adelantar los cañones antiaéreos y proyectores amedida del progreso del ataque, inmediatamente en contacto con lastropas adelantadas, para que puedan estar en condiciones de batirlas máquinas de bombardeo nocturno antes que alcancen las pro-pias líneas y que las defensas antiaéreas de las zonas de alojamien-to de las reservas puedan ser organizadas en detalle.

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El reconocimiento aéreo, incluye reconocimiento del avance delas tropas atacantes y reconocimiento de las disposiciones y movi-mientos enemigos. Lo primero se lleva a rabo por medio de patru-llas de máquinas de contacto y es uno de los medios principales delcomandante para estar al corriente del desarrollo de la batalla y elque le permite juzgar el momento preciso de empeñar sus reservas.Es esencial, por esto, que la infantería preste toda su ayuda al obser-vador cuando la pida, por medio de las señales convenidas.

Cuando hay máquinas disponibles, se pueden emplear algunasde ellas para lanzar municiones, etc., a las propias tropas que se en-cuentran en posiciones aisladas.

Los reconocimientos de las disposiciones y movimientos enemi-gos se efectúan por aeroplanos de artillería, cuyas principales tareasson informar a la artillería sobre los objetivos favorables y las bate-rías hostiles enemigas, y también por las patrullas de máquinas de

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resistencia de la defensa o para engañar al enemigo sobre las inten-ciones del atacante.

Lo esencial, para su acertado empleo, es una clara comprensiónde las contingencias y restricciones de los diferentes gases y de losmedios de empleo disponibles.

El uso de gases persistentes sobre un terreno en que hay el propósito de avanzar en pocos días, es inseguro y puede convertirse endesastroso para las fuerzas atacantes; por otra parle, en ciertas cir-cunstancias puede ser recomendable aceptar este peligro para sor-prender al enemigo.

El empleo de gases persistentes es, por esto, cuestión del coman-dante de las tropas.

Los gases persistentes pueden ser empleados eficazmente enlos flancos de un ataque o para neutralizar aquellas partes de ladefensa que no tiene intenciones de atacar.

Los gases no persistentes pueden ser empleados en cualquier pe-ríodo del ataque, ya que no hay peligro de que la cube pueda serarrastrada por el viento sobre las propias tropas.

Con un viento alrededor de cinco millas por hora o más, seráa menudo recomendable emplear gases no persistentes en la barrerarodante para forzar al defensor a usar sus máscaras en el momentodel asalto; lo que no obliga!¡i al atacante a protegerse en la mismaforma.

Deben siempre tenerse presentes las bajas que producirá el em-pleo de los gases y el inevitable efecto que causan en la moral y resistencia física de los defensores.

Organización del campo de ha talla

Para asegurarse de que el avance de las tropas atacantes no seráimpedido por falta de órdenes, por escasez de aprovisionamiento ymunición o por la congestión de heridos o prisioneros, es esen-cial organizar convenientemente la zona detrás de las líneas combatientes. El grado de organización dependerá del tiempo disponi-ble antes del ataque, pero en ningún caso dejará de completar-se esta organización durante el desarrollo del combate.

Es necesario hacer cuidadosas preparaciones antes del asaltopara adelantar las comunicaciones apenas empiece el avance. Estaspreparaciones deben comprender las comunicaciones con las unida-des de los flancos.

Siguen después las labores de las compañías de señales divi-sionarias, que consisten, en líneas generales, en mantenerse en es-trecho contacto con las planas mayores de sus divisiones, marcar deantemano en la carta el sistema de comunicaciones, atender a lasextensiones que se produzcan y economizar los teléfonos en lo po-

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sible. Instrucciones en detalle se consultan en el Reglamento de Se-ñales, VII Parte.

Los cuatro párrafos siguientes tratan, en líneas generales: «Or-ganización del tráfico», «Medidas sanitarias», «Puestos de rezaga-dos» y «Evacuación de prisioneros». La única novedad que estospárrafos nos ofrecen, es la prescripción del empleo de los tanquesdisponibles para acarrear adelante reservas de municiones, víveres,agua y almacenes, basta los depósitos en la proximidad de las tro-pas adelantadas, desde donde éstas los transportarán con sus pro-pios medios.

Conducción general del ataque de encuentro

Ataque de objetivos sucesivos.—A medida del desarrollo del ata-que y del avance de las unidades adelantadas contra sus objetivos,la batalla general se convertirá en una serie de encuentros diversos,pero dependientes unos de otros, cada uno alrededor de una locali-dad diferente y cada uno de larga duración. La culminación de cadaencuentro local será el asalto, cuya oportunidad será comunmenteconocida por el debilitamiento del fuego enemigo y tal vez por elmovimiento de sus bombees desde la posición hacia atrás. El impul-so para cada asalto vendrá generalmente, por esto, de los pelotonesmás adelantados, y es obligación de cada comandante llevar a caboel asalto una vez que ve llegarlo el momento y de las demás unidadesafectadas darle su cooperación.

Afianzamiento de objetivos intermediarios—Cuando se ha al-canzado los objetivos y tomado puntos de importancia táctica, debereforzárseles contra los contra ataques. Con este fin las compañíasde zapadores pueden ser agregadas con ventaja a las brigadas deinfantería. Las ametralladoras serán de un valor especial para ayu-dar desde esas posiciones por un fuego repentino, sea para encubrirel avance posterior o para cooperar contra los contraataques.

Se emplearán los atrincheramientos en el ataque solamentecuando, siendo imposible continuar el avance, los esfuerzos de lastropas tengan que limitarse temporalmente a conservar el terrenoganado. En este caso, el avance debe continuarse tan pronto sea po-sible.

Manejo de los sostenes y reservas.- El principio que rige el em-pleo de los sostenes y reservas en el ataque, es que debe ejercersela mayor presión posible sobre el enemigo cuando el ataque progre-sa favorablemente, más bien que limitarse a apoyarlo. Aunque estastropas serán bien empleadas en reforzar a una unidad atacante queha sido rechazada por un contraataque, no es aconsejable agruparhombres adelante obstinándose en mantener una localidad, si el ata-que progresa favorablemente en otra parte. Este procedimiento pro-

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ducirá sólo bajas inevitables, mientras que una presión pro-gresiva en los flancos obligará seguramente a los defensores deeste punto a abandonar su posición tan pronto se amenace su reti-rada.

Penetración.—La captura de las posiciones adelantadas enemi-gas y el continuo apoyo del fuego de artillería y ametralladoras,permitirá a la infantería atacante acercarse a la posición principalenemiga y atacar resueltamente para descubrir los puntos débilesde la defensa. Apenas se encuentre un punto débil, los comandantesde pelotón y compañía cercanos tratarán de agrandar la brecha yse hará pasar compañías de reserva a través de ella para explotar eléxito. Esta operación debilitará a los defensores de los flancos de labrecha y puede obligar a retirarse a toda la línea enemiga. Las com-pañías que han penetrado en la línea de la defensa deben mantenersus posiciones a toda costa.

El ataque principal. —Un afortunado desarrollo de la situaciónpermitirá al comandante de las tropas, si no lo ha hecho antes, for-marse un juicio de cuándo y cómo ejecutará el ataque principal. Silas tropas destinadas a este fin no se encuentran ya en posición, de-ben ser concentradas contra el objetivo lo más secretamente posi-ble. El lanzamiento de estas tropas al ataque, será la señal para lamayor presión posible contra todo el frente enemigo; cada hombrey cada arma disponible debe cooperar a la completa expulsión delenemigo.

Puede suceder, a menudo, que en el ataque principal se tengaéxito en algunos puntos y no en otros En este caso, deben aplicarselos principios ya establecidos para los sostenes y reservas. Las reser-vas parciales deben lanzarse contra los puntos de pequeña resisten-cia para agrandar la brecha, en lugar de serlo contra las posicionesque todavía resisten.

Acción en un ataque mantenido definitivamente.—En el caso deque las tropas no consigan penetrar en ninguna parte del frente deataque y se mantenga el avance, es recomendable concentrar todoslos esfuerzos en abrir una brecha en las defensas enemigas, en elpunto que ofrezca mayores probabilidades de éxito. En este caso,deben hacerse preparativos para un bombardeo concentrado de estalocalidad, si hay suficientes cañones y municiones; para el asaltoque sigue, deben emplearse tropas frescas, si se dispone, bajo laprotección del fuego de barrera de artillería y ametralladoras.

Entretanto, la infantería adelantada debe atrincherarse lo máscerca posible de las posiciones enemigas y ser reorganizada, o si esposible, y la situación lo exige, ser relevada por tropas frescas conel propósito de llevar a cabo un nuevo asalto tan pronto se hayancompletado los preparativos anteriores.

Acción después de un ataque afortunado.—Después de un ata-

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do por cualquier causa, a tal extremo que la barrera se arrastrarásin ellas.

Cada pelotón de infantería debe, por esto, estar preparado paraavanzar combatiendo con sus propias armas como en el ataque de en-cuentro, empleando el principio del fuego y del movimiento y uti-lizando los abrigos aprovechables para proteger su avance. En loscasos en que el avance es detenido, las reservas parciales deben serlanzadas, resueltamente adelante para atacar el flanco enemigo y, almismo tiempo, debe obtenerse el especial apoyo de las baterías adisposición de los comandantes de brigada y de división. La ayudase dará, a menudo, por aquellas partes de la línea que progresan, y enel caso de un ataque de encuentro, la mayor presión debe ejercersesobre el enemigo en aquellos puntos donde el ataque gana terreno,antes que donde es resistido.

La formación de un saliente como resultado de la penetraciónen la línea enemiga, debe ser seguida de rápidos y vigorosos golpesde la reserva en sus flancos. Continua presión en una dirección sinla correspondiente extensión de la base, conducirá a la pérdida deespacio para los movimientos y a un aumento de dificultades en lascomunicaciones.

Deben tomarse todas las medidas durante el ataque para mante-ner el contacto con las unidades vecinas. Al mismo tiempo, ningúncomandante justifica su demora en e! avance, por sujetar su marchaa la de la unidad de sus flancos. Los comandantes son siempreresponsables de la protección de sus propios flancos, pero comoregla, la mejor manera de hacerlo es ayudando a sus vecinos y em-pujando hacia adelante con la mayor rapidez.

A medida que el ataque progresa y se alcanzan los límites dela barrera, la batalla se convierte más y más en una serie de combates locales, cada uno alrededor de una localidad diferente, como yase ha descrito

Debe mantenerse la mayor presión en todo el frente de ataquepara descubrir los «puntos débiles», y la importancia del avance,donde sea posible, debe estar grabada en la mente del personal detodos los grados. A menos que se aproveche cada ventaja de unataque sorpresivo, el enemigo tendrá tiempo para reunir y emplearsus reservas. La explotación del éxito dependerá de la lápida ini-ciativa de los comandantes de pelotón y compañía, y será obligaciónde cada comandante, tan pronto vea cualquier muestra de vacilacióndel enemigo en su frente, apresurar el ataque con vigor para poderaprovechar cada ventaja de su desmoralización.

Debe evitarse el empleo prematuro de las reservas de brigaday división; pero tan pronto un comandante ve que se han hechoprogresos de consideración, las reservas deben ser lanzadas paraafianzar el éxito, para proteger los flancos expuestos y para relevar

EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPIOS MIL1TARES 515

a las unidades que hayan sufrido en el avance. Probablemente, encada ataque llegará un momento en que los batallones delanteros sedesorganizarán para futuros esfuerzos; en tales casos, la continua-ción del ataque dependerá de la intervención de tropas frescas.

Cuando se ha atravesado las defensas organizadas enemigas,los tanques deben reunirse y agruparse, si es necesario bajo protec-ciones y ser mantenidos detrás de las tropas que avanzan, listospara ser empleados contra centros de resistencia posteriores que de-tengan el avance. Cuando se encuentren tales centros, es esencialorganizar un plan de ataque que asegure la cooperación de las di-versas armas y emplear los tanques en conjunto.

La protección de los tanques se arreglará por medio del fuegode artillería o por una pantalla de humo.

Cuando se alcancen los objetivos que se persiguen, se distribui-rá en seguida una parte de las fuerzas de modo que asegure laposesión del terreno conquistado en caso de contraataques. Cuandose ha llegado al límite final del avance, se enviarán adelante exploradores y patrullas para apoderarse de los puntos tácticos importan-tes delante de la línea, para tomar contacto con el enemigo e infor-mar sobre sus movimientos. Entretanto, debe consolidarse la posiciónconquistada para el caso de contraataques y las tropas asaltantesprepararse para continuar el ataque.

El refuerzo de la posición nunca debe efectuarse en líneas con-tinuas, porque se convierte en un blanco fácil para el fuego concen-trado. Cada objetivo capturado debe defenderse por un sistema depuestos escalonados en profundidad y que permitan una ayudamutua entre sí. Cráteres de proyectiles pueden ser aprovechadoscon ventaja y las excavaciones deben limitarse a los mejoramientosque no sean descubiertos desde el aire. Semejante organización delos refuerzos economiza mucho trabajo y muchas bajas y reduce laguarnición necesaria para las defensas adelantadas.

La defensa de las poblaciones capturadas debe efectuarse con-forme a un plan determinado que forma parte de la preparaciónparcial del ataque. El principio de la defensa en profundidad debeguiar estos trabajos.

No se robustece la defensa manteniendo muchas tropas inme-diatamente detrás de las posiciones conquistadas: para evitar bajasinnecesarias, las tropas deben ser retiradas a otros puntos, tan prontosea posible, después de consolidar el objetivo final.

Es esencial que la artillería conozca la situación final de la infantería después de un ataque. La infantería debe hacer lo posiblepara informar sobre sus disposiciones, ya por teléfono u hombresde comunicación y por medio de los aeroplanos de contacto.

Es necesaria una constante observación aérea para averiguar

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los contraataques y para dirigir el fuego de artillería sobre los re-fuerzos que se preparan con este fin.

Sí en cualquier período de la batalla el enemigo empieza a ocu-par una nueva posición en un sistema defensivo más atrás, el mé-todo de capturarla depende, en gran parte, de la rapidez con quehayan sido capturadas sus defensas adelantadas, del modo en queel éxito inicial ha podido ser explotado y de la distancia que separaa las nuevas posiciones de las que ya han sido tomadas, Hay queapoderarse de las nuevas posiciones, en lo posible, por una vigorosacontinuación del ataque inicial, porque una demora en su capturapuede traer un crecido costo. Será suficiente, algunas veces, un cortocañoneo de la artillería, morteros y ametralladoras que acompañana la infantería, si el enemigo ha sido sorprendido y se ha avanzadocon rapidez y resolución. Pero, si el enemigo ha tenido tiempo detraer sus reservas, será inútil intentar mayores avances sin una só-lida preparación. Esfuerzos apresurados y parciales para empujaradelante, tienden a producir bajas que no guardan proporción conlos resultados obtenidos y será más prudente nuevos planes paraun ataque deliberado. Si se encuentra que el enemigo mantiene unazona de puestos avanzados en su nueva posición de combate, estospuestos deben ser rechazados lo más pronto posible, para aseguraruna sólida posición en el terreno necesario al desarrollo del ataqueprincipal. Habrá que emprender una activa explotación para aclararla situación.

En el caso de un ataque deliberado que termina por un com-pleto fracaso del atacante para penetrar en cualquier punto de lasdefensas enemigas, será recomendable no persistir en el avancehasta no hacer mayores preparativos. Entretanto, la barrera debevolver y hacer lo posible para resistir los contraataques que debenesperarse en estos momentos. Los sostenes y reservas deben organizarse inmediatamente en profundidad y las tropas asaltantes serreunidas y relevadas en seguida.

Si el enemigo se desmoraliza, debe continuarse el avance delas topas atacantes hasta el límite de su resistencia, para completarsu derrota e impedirle reorganizar la defensa antes que pueda seremprendida una persecución general. Cuando las tropas están obli-gadas a detenerse, deben tomarse medidas para reorganizar las uni-dades y protegerlas contra sorpresas. Habrá que instalar puestosavanzados, formar reservas y tomar medidas para la defensa en profundidad. Deben también hacerse preparativos para continuar elavance lo más luego posible. El éxito debe continuarse hasta aniqui-lar el poder enemigo.

La persecuciónTanto en el caso de un combate deliberado como de un encuen-

tro, el enemigo puede elegir hasta que su poder de resistencia esté

EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPIOS MILITARES 517

agotado y sea arrojado del campo de batalla, o tratar de romper elcombate y retirarse antes de empeñar todas sus fuerzas. En el pri-mer caso, la infantería y la artillería que han penetrado en sus posi-ciones, deben continuar su avance estrechándolo lo más posible; peroel agotamiento del personal y elementos al final de una batalla pro-longada, hacen que tal persecución sea sólo temporal y que rara-mente llegue a resultados decisivos. Para que la persecución puedacontinuarse hasta que el enemigo sea quebrantado, será necesario,por lo menos, reorganizar una parte de las tropas y reaprovisionarlas municiones y abastecimientos. Entretanto, la persecución puedeser emprendida por aeroplanos y, en lo posible, por grandes unida-des montadas, de manera de no dar tregua al enemigo. Es deber delos comandantes de aeroplanos y caballería emprender esta tarea afalta de órdenes especiales. Si los caminos son buenos, fraccionesde infantería en automóviles y unidades de ametralladoras debenser empleadas con la caballería. Algunos cañones livianos y obu-ses pueden también ser adelantados por medio del transporte me-cánico.

Cuando las defensas enemigas han sido completamente que-brantadas y sus tropas están desmoralizadas, puede ser posible en-viar adelante unidades de tanques. En estas ocasiones, los tanquesno deben vacilar en avanzar adelante de la infantería y apoderarsede puntos de importancia táctica, pero la infantería y algunos ca-ñones los seguirán en apoyo tan pronto sea posible.

Los tanques no son apropiados para la cooperación con la ca-ballería durante la persecución. Si se les emplea para ayudar tem-poralmente a esta arma cuando no puede avanzar, las unidades detanques deben moverse independientemente adelante hasta ciertadistancia para aclarar la situación.

Los tanques son de utilidad especial para desconcertar a lasreservas enemigas, para completar la desmoralización de sus tropasy para desorganizar las medidas y comunicaciones de sus planas ma-yores.

La artillería siempre es necesaria en una fuerza que persigue,y aún artillería pesada, a tracción mecánica, puede cooperar con lastropas móviles. El temprano empleo de un acertado fuego de arti-llería sobre los puntos de resistencia, unido a los movimientos detropas móviles contra los puntos débiles, acelerará la persecución.Debe cuidarse, sin embargo, de no obstruir las comunicaciones conla artillería pesada y su sistema de amunicionamiento.

Cuando la dirección de la retirada ha sido definitivamente esta-blecida por la exploración aérea, tropas suficientes deben perseguirdirectamente al enemigo para mantener el contacto, mientras quela mayor parte de las tropas móviles, incluyendo la artillería, debedirigirse a los flancos enemigos y tratar de sobrepasarlos en algún

518 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

desfiladero o punto de vital importancia de su línea de retirada. Elcuerpo principal emprenderá directamente la persecución lo mástemprano posible y la continuará de día y de noche, sin cuidarsedel agotamiento de sus tropas y caballos, hasta que el enemigo per-manezca en el terreno.

Si el enemigo logra romper el combate sin llegar a la decisión,es posible que ambos comandantes tengan una parte de sus reservasa la mano y que se empleen tropas frescas para cubrir la retiraday, aún más, que el enemigo esté resuelto a sacrificar las tropas aquienes incumbe asegurar la retirada de las demás. En estas cir-cunstancias, una persecución directa a las fuerzas principales, con-ducirá en raros casos a resultados decisivos. La acción de las tropasmóviles será similar a la descrita anteriormente, pero la infanteríay la artillería, a medida que estén a la mano, deben ser despachadaspara ayudar a la caballería que está en el flanco del cuerpo princi-pal a completar la denota, mientras que las fuerzas restantes con-tinuarán detrás de la fuerza principal para aumentar la presión so-bre las fracciones que protegen la retirada.

Todas las tropas que persiguen deben obrar con la mayor reso-lución y estar preparadas para correr aquellos riesgos que no seríanjustificables en otras ocasiones.

Los aeroplanos deben emplearse para molestar continuamentepor medio de bombas y fuego de ametralladoras a las retaguardiasenemigas y a las líneas de comunicaciones.

Se harán todos los esfuerzos para estorbar la retirada, obstru-yendo las comunicaciones por medio de bombardeos en los crucesde caminos y ferrocarriles y en los grandes centros de actividad.

XI. LA DEFENSA (1)

Principios generales

Aunque la victoria sólo puede ser ganada por una acción ofen-siva, una actitud defensiva puede seria veces, temporalmente, nece-saria e igualmente ventajosa. Si la conducción de la ofensiva estáanimada de un espíritu ofensivo, puede crearse una oportunidadfavorable para tomar la ofensiva y preparar el camino para derrotaral enemigo cuando la situación general sea más propicia. Tambiénsuele ser necesario permanecer a la defensiva en una parte del teatrode guerra, con el fin de aumentar las tropas para la ofensiva en otraparte.

Cuando un comandante decide adoptar la defensiva, la manerade llevarla a cabo depende, en gran parte, del tiempo disponible para

(1) Texto modificado de la nueva edición de 1923.

EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPIOS MILITA RES 519

preparar su organización y de la situación general en el teatro deguerra. Estas circunstancias pueden sólo permitir una defensa or-ganizada apresuradamente en las condiciones de guerra de movi-miento, o la deliberada ocupación de una bien organizada posiciónque domine la línea de avance que es esencial al enemigo. Estaocupación puede, además, convertirse después en guerra de posiciones en su forma más amplia, como en los casos de defensa de forti-ficaciones permanentes o semipermanentes.

Hay que reconocer, sin embargo, que frecuentemente no seráposible establecer la diferencia entre esas formas de defensa.

Cualquiera que sea la situación, los principios de la defensivaque siguen son invariables y pueden resumirse como sigue:

a) Líneas de defensa, por muy fuertes que sean, no tienen valor,a menos que sus defensores tengan la resolución de defenderlas atodo trance.

b) La posición elegida debe tener importancia estratégica; deotro modo el adversario no estará obligado a atacarla y el defensortendrá inevitablemente que ajustarse a sus movimientos.

c) El objetivo de las tropas defensoras es infligir el mayor nú-mero de pérdidas al enemigo con las menores posibles de su parte yagotar su poder combativo conservando el propio, de manera de sercapaces en el momento conveniente de tomar la ofensiva y comple-tar su derrota. Por esto debe hacerse lo posible para economizar elelemento hombre en la defensa, para disponer del máximum defuerza en una probable ofensiva.

d) Para todas las tropas asignadas a la defensa de cualquierlocalidad, no debe haber, en lo que a ellas concierne, más que ungrado de resistencia, hasta el último cartucho y el último hombre, amenos que se hayan recibido órdenes expresas, para lo contrario, desu comandante.

e) La defensa en profundidad es esencial para resistir un ata-que apoyado por armas modernas.

La necesidad de una cuidadosa organización de la zona de atrásde la línea de combate es tan imperativa en la defensa como en elataque.

Elección de una posición defensiva

Cuando la situación general permita al comandante elegir laposición en que esperará el ataque enemigo, su elección se guiarápor las consideraciones de aplicación general, cualquiera que sea elnúmero de las fuerzas empeñadas.

La táctica y armamento del enemigo tomados en conjunto y lanaturaleza del terreno, indicarán cuál de las siguientes consideracio-nes debe ser tomada más en cuenta.

520 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHlLE

La batalla defensiva se peleará en localidades adelantadas cuyaconservación es vital al defensor.

La sorpre?a es tan importante en el ataque como en la defensa.El defensor tratará de elegir una posición que le ofrezca facilidadespara ocultar sus disposiciones de la observación aérea y terrestre,que favorezca la estrecha cooperación entre todas las armas y quele permita encubrir sus movimientos dentro y detrás de la posición.La extensión de la posición no debe ser mayor que lo que permitanlas fuerzas defensoras disponibles, sus flancos deben ser natural-mente fuertes y no debe haber localidades fuera de la zona defen-dida cuya ocupación por el enemigo pueda ejercer efecto desfavo-rable en la defensa.

El esqueleto de la defensa serán la artillería y las ametrallado-ras. De aquí que la posición debe elegirse principalmente desde elpunto de vista del empleo de estas armas y permitir buena observa-ción del terreno y ocultamiento de las piezas, privando de estasventajas al enemigo. Las defensas más avanzadas deben estar tanadelante de los lugares elegidos para observatorios de artillería, cuyacaptura sería cegar la vista del defensor, que aseguren a estos pun-tos contra golpes de mano enemigos. Debe dedicarse completa aten-ción, además, a la defensa contra tanques.

Con tal que la moral de la infantería sea buena y se puedadominar con la vista por la artillería y ametralladoras el terreno delataque, no es necesario tener posiciones avanzadas de infantería deun largo campo de tiro. La defensa de las posiciones, en general, ten-drá más vigor si se ocultan de la observación terrestre y, a menudo,será ventajoso situarlas en la ladera opuesta de un punto bajo, conun campo de tiro no menor de 100 a 150 yardas y unos pocos ex-ploradores u observadores de infantería adelantados. Mientrasmenor sea el valor moral de la infantería, será más ventajoso dete-ner más lejos el avance de la infantería atacante. Como regla gene-ral, no debe haber terreno muerto en las proximidades, donde elenemigo pueda reunirse para el asalto sin que sea batido por elfuego de artillería.

Debe haber ancho espacio detrás de la posición para mover lossostenes y reservas y terrenos favorables para los contraataqueslocales, únicos medios de hacer posible una elástica defensa.

A causa de esto, una posición defensiva debe organizarse enprofundidad. Se robustecerá la defensa y se podrá disminuir lastropas destinadas solamente a la defensiva, si el esqueleto de la posición consiste en una red de localidades defendidas, escalonadas enprofundidad y que se apoyen mutuamente. En todo caso, debe ele-girse una línea principal de defensa, es decir, una línea donde que-brantar el ataque enemigo por medio del fuego de todas las armas,si no se lo ha hecho antes.

EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPIOS MILITARES 521

La profundidad de la posición dependerá, principalmente, de laconfiguración del terreno y del número de tropas defensoras; pero enel caso de grandes fuerzas, hay que tratar de que el enemigo nopueda atacar las defensas más retiradas sin adelantar sus cañones,en el caso que logre penetrar en el sistema defensivo.

Mientras más,profundo sea el sistema defensivo, menor desor-ganización producirá una penetración en un frente angosto y mayoresserán las dificultades enemigas para mantener el empuje del ataque.La penetración en un frente angosto es de poco valor si los flancosde la brecha se mantienen firmes, y si puede efectuarse un contraataque con éxito en uno o ambos flancos del saliente formado por lapenetración enemiga, la situación se restablecerá rápidamente.

Cuando el comandante intenta aceptar la batalla defensiva conel objeto de crear una oportunidad para un contraataque en el mismo lugar, a menos que el contragolpe intente efectuarse por refuer-zos que todavía no han llegado, el terreno delante debe ser apropiadopara la ofensiva y la extensión de la posición no debe ser tan grandeque reduzca el número de hombres en la mano para la ofensiva auna cifra mucho menor que la mitad de la fuerza total disponible.

El terreno más favorable para pasar a la ofensiva es el quemejor se presta pira una cooperación de todas las armas y, espe-cialmente, el que permite un avance encubierto tanto por el fuego deartillería como de ametralladoras.

Preparaciones para una acción defensiva

La potencia de una posición defensiva dependerá no tanto delas ventajas del terreno, como de la moral de las tropas defensorasy del grado en que se organice la defensa, de acuerdo con un planbien coordinado que abarque la estrecha cooperación de todas lasarmas.

Cualquiera que sea el número de las fuerzas empeñadas y lar-go o corto el tiempo de la preparación, los principios que establecensu organización son idénticos.

En la guerra de posiciones habrá poco tiempo para elaborar yorganizar un sistema defensivo.

Por varias razones pueden presentarse casos en que un coman-dante ha tomado una posición defensiva para pasar a una ofensivainmediata y no pudiendo llevar a cabo sus intenciones originales,esté obligado a tomar la defensiva por un largo período.

Habrá entonces un período intermediario durante el cual lasdefensas preparadas apresuradamente para la guerra de movimiento,tendrán que convertirse en un bien organizado sistema defensivode guerra de posiciones. Con tal que tales posiciones hayan sido

Memorial 1925 Junio—--34

522 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

organizadas sobre la base de una línea de defensa principal, se podráconstruir un sistema defensivo sobre el esqueleto ya existente, tanpronto el tiempo y el trabajo lo permitan.

La primera exigencia serán noticias. La aeronáutica y las tropas móviles adelantadas deben descubrir la dirección de marcha yla fuerza de las columnas enemigas, y basta que no se conozca loprimero no deben desplegarse las tropas, aunque se prevean susprobables líneas de avance. Una fuerza mantenida en la mano, cubierta por las tropas de protección necesarias, puede tomar la ofen-siva tan pronto se le ofrezca una ocasión favorable o disponer sustropas en las mejores condiciones para aceptar la batalla.

Apenas se haya tomado estrecho contacto, el servicio de noticiasdebe emplear todos los medios disponibles para descubrir las inten-ciones enemigas. Es importante establecer el método de ataque queempleará el enemigo, para que la conducción de la defensa puedaajustarse a sorprender al atacante.

Los preparativos defensivos se basarán en un cabal conoci-miento del terreno, tanto como lo permita el tiempo disponible. Laextensión del terreno reconocido será mayor que el que puedanabarcar las tropas, para permitir tomar otras medidas que concuer-den con las diversas vías de acción abiertas al enemigo.

LA DEFENSA DE LA GUERRA DE MOVIMIENTO

Organización de la defensa

Aunque la aeronáutica y un eficiente servicio de informacionespueden aumentar el tiempo disponible para la preparación defensi-va, no debe descuidarse ningún período de apercibimiento. En con-secuencia, en los párrafos siguientes se considerará principalmentela acción de una fuerza de todas las armas que dispone de pocotiempo para sus preparativos defensivos,

Primeramente, lo esencial es decidir la línea general en que seintenta detener al enemigo, la que será la línea principal de defensa.Las consideraciones que afectan esta elección se tratan en el título«Elección de una posición defensiva . Las tropas asignadas a su in-mediata defensa se distribuirán según los accidentes del terreno enposiciones desde las cuales puedan desarrollar mejor el poder defuego de su armamento. Esto conducirá, generalmente, a la ocupa-ción de una cadena de localidades mutuamente apoyadas unas conotras por el fuego frontal, flanqueante o de enfilada, y protegidas porel fuego de armas de largo alcance escalonadas hacia atrás. Detrásde estas localidades se distribuirán tropas móviles en profundidad,para los fines de contraataques parciales o generales. En la distribu-

EVOLUClÓN DE LOS PRINCIPIOS MILITARES 523

ción de estas reservas se dedicará especial atención a la seguridadde los flancos.

Casi toda posición tiene sus salientes, lo que constituye su ladodébil, debido a la facilidad con que pueden ser batidos por fuegosconvergentes. Lo mismo puede decirse de los puestos avanzados queno pueden ser apoyados prontamente. El peligro puede ser dismi-nuido por medios artificiales combinados con medidas para flanquear-los por medio del fuego; pero, como regla general, los puestos avan-zados muy alejados del frente no pueden ser apoyados efectivamentedesde la línea principal de defensa y, por lo tanto, no deben mante-nerse.

Puede, a veces, ser recomendable la ocupación temporal de unaposición de encubrimiento adelante de la posición principal. Talesposiciones pueden engañar al enemigo respecto a la verdadera na-turaleza de las medidas defensivas e inducirlo a desplegarse prema-turamente o en una falsa dirección Sin embargo deben darseclaras instrucciones respecto al momento y forma de retirada deestos destacamentos adelantados, por que de otro modo ellos puedenser sacrificados sin necesidad, o las tentativas para ayudarlos a des-prenderse pueden desconcertar el plan de la defensa principal.

Para los fines de la dirección y comando de una posición defensiva elegida y organizada de acuerdo con las instrucciones anteriores, se la dividira, según las necesidades, en sectores de cuerpo,divisionarios y de brigada. Los sectores de brigada se subdi-vidirán entre sus batallones. La línea divisoria de los sectoresdebe ser fácilmente distinguible por accidentes marcados y se exten-derá desde la parte más adelantada de las defensas hasta la partemás retirada de la posición, de manera que la unidad de cada sectoresté distribuida en profundidad y provea sus reservas locales, Si taleslímites son accidentes de importancia táctica, como valles o quebra-das, su defensa debe ser claramente asignada a uno u otro sector,coordinándose medidas entre los dos sectores afectados, incluyendolas del fuego de artillería.

Los factores que afectan A la extensión del frente que puedemantenerse por las tropas asignadas a la defensa de una posición,son tan variados como los que afectan la extensión del frente en elataque.

Hablando en general, mayor extensión frontal puede ser mantenida por una unidad a la defensiva que la que toma en el ataque,especialmente cuando el apoyo del terreno y la moral e instrucciónde la infantería permiten grandes intervalos entre los diversos puestos y localidades tácticas que forman el esqueleto del sistema, defen-didos por fuegos flanqueantes y por una acertada colocación de lareserva.

Como norma general, puede tomarse que un batallón en pie de

524 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

guerra, convenientemente organizado en profundidad y que manten-ga sus reservas locales, puede ser distribuido en una extensión supe-rior a un área de 1.000 yardas cuadradas y, que sobre esta base, unadivisión con dos brigadas en la línea del frente, cada una con dosbatallones de reserva, puede ser distribuida en un frente de 4.000 a4.600 yardas.

Cada caso debe resolverse después de tomar en cuenta el terre-no, el enemigo, el estado de las tropas y el objetivo que se persiguepero debe recordarse que un aumento del frente impone como reglacierta reducción en profundidad.

Debe hacerse todo lo posible para asegurar las intercomunica-ciones entre todas las fracciones de las tropas defensoras. Los diversos medios de comunicaciones dirigidos por el servicio de señales, setratan en el Tomo I.

Ocupación de una posición defensivaSi se va a tomar la ofensiva por una parte de las fuerzas ya

presentes, las tropas se dividirán en dos grupos principales, la re-serva general, compuesta de todas las armas y lista para iniciar elcontragolpe cuando se haya creado una ocasión, y el otro que creala ocasión combatiendo a la defensiva, para entonces cooperar activamente con la reserva en el ataque general al enemigo.

Las principales consideraciones para la distribución de las tropas en la posición defensiva, son:

a) Deben asignarse determinados cuerpos de tropas a cada sec-tor defensivo.

b) Debe mantenerse la unidad táctica de los batallones y com-pañías.

c) Se destinarán fuerzas suficientes para la seguridad de todopunto o zona que sea esencial para la defensa. Para reducir el nú-mero de tropas destinadas a este fin, deben emplearse todos losmedios para mejorar las condiciones defensivas de tales puntos,construyendo trincheras y obstáculos bien situados con el fin deforzar al. enemigo a tomar las vías de acercamiento barridas por elfuego de artillería y ametralladoras. Ametralladoras que disparandesde posiciones cuidadosamente elegidas de antemano y ocultas dela observación enemiga, son especialmente apropiadas para este fin.

d) Debe haber suficientes reservas móviles en la mano de todocomandante subordinado para atender a inmediatos contraataqueslocales en cualquier parte y. además, una reserva en cada sector parauna ofensiva premeditada. Las tropas destinadas al contraataquedeben constar de unidades completas, que comprendan las diversassituaciones en que podrán actuar y, cuando el tiempo lo permita,que reconozcan el terreno de antemano.

e) La distribución de las tropas tiene por objeto, asegurar la

EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPIOS MILITARES 525

protección de los flancos y el apoyo mutuo de todo el sistema. Esteprincipio se aplicará no sólo a la infantería, sino que también a laartillería, ametralladoras y las otras armas.

f) Debe asegurarse tanta protección como sea posible contra laobservación aérea.

La reserva general se colocará, comunmente, detrás de aquellaparte de la posición que, por la situación general y la naturaleza delterreno, ofrezca la mejor colocación para un probable contraataque.Sin embargo, en los casos en que la situación general no se hadesarrollado hasta permitir determinar la mejor dirección para lanzarel contragolpe, hasta que la situación no se aclare, la reserva generaldebe estar situada en una posición que le permita ser movida fácil-mente a cualquier parte del campo de batalla.

Los comandantes de toda reserva deben conocer personalmenteel terreno en que pueden actuar y mantener observación constantepor medio de oficiales de su plana mayor y patrullas sobre el de-sarrollo del combate, de manera de poder anticipar órdenes y tenersus tropas listas para, moverse tan pronto sean llamadas.

(Continuará)JUAN B. NEGRETE

Coronel.

E s q u e m a

1) Introducción.2) Clasificación de los Caminos.3) Aspecto General y Conformación.4) Servicios de Caminos y Conservación.5) Tráfico.

1) INTRODUCCIÓN

La benevolencia de la Junta Departamental de Caminosde Limache ha querido que me presente—sin ser un técnicoen la materia—a este torneo de caminos. No hay necesidad dehacer una declaración explícita para manifestar mi audacia enaceptar una tal representación que me honra y que hube deacatar, guiado sólo del buen espíritu de hacer ver lo que obser-vé, muy a la ligera, en los dos años que permanecí comandadoen el Ejército Italiano (1921 y 1922) y con la esperanza deaportar algo útil a los organismos y asociaciones que entre

(1) Trabajo presentado al Primer Congreso Nacional de Vialidad.

LO QUE VÍ EN ITALIA EN MATERIA DE CAMINOS 527

nosotros con tanto entusiasmo y altruismo han tomado la ini-ciativa de mejorar nuestra red carretera para bien público.

Se comprenderá fácilmente que estudios sobre la materiano he hecho porque no es mi ramo, pero como soy artillero decampaña, a fuerza de tanto marchar he estado obligado, másque cualquier otro turista, a preocuparme de las vías carre-teras.

Para los oficiales y muy en especial para los sud-americanos,es esta una materia de la mayor importancia, considerando quela mayor actividad de las tropas en campaña es marchar, yesas marchas, por lo general, se efectúan por los caminos.

Desgraciadamente, nuestro Ejército ha hecho poco porfomentar o ayudar a tener y mantener buenos caminos, ya seaporque su actividad de paz está desligada de esta materia obien por otras causas ajenas. A mi juicio, el Estado MayorGeneral debería mantener un delegado en contacto con la Di-rección General de Caminos de la República, con el objeto demantenerlo al corriente sobre los importantes adelantos de esteramo de la administración pública, ramo que, en verdad, miscompañeros desconocen el impulso que ha experimentado des-pués de la dictación de la Ley de Caminos del año 1920.

Por otra parte, dado el concepto moderno del arte de laguerra, el oficial de Ejército y. sobre todo, el de Estado Mayor,está obligado a conocer, en sus líneas generales, las diversasmaterias de la actividad de un país, para aprovecharlas o rela-cionarlas en el momento oportuno de la movilización o de lasoperaciones militares.

Debo recordar, antes de entrar en materia, la similitudtopográfica que se observa entre Italia y Chile, situación quele da un mayor interés a todo estudio que se relacione con elservicio de caminos de Italia. Y, si a esto se agrega lo pareci-do del clima y la pobreza del erario italiano, el cuadro se com-pleta en beneficio nuestro, pues nos permite tomar o copiar,amoldándolo a nuestro modo de ser, muchas cosas útiles y buenas que los italianos tienen. Se trata, señores, de civilizacionesantiguas y de un pueblo de más vasta cultura que, sin duda,alguna, sabe más que nosotros en esta materia y en muchasotras; sus procedimientos han llegado a su más alta perfec-ción, de modo que para nosotros, que recién empezarnos a vivir,—al frente de esas viejas nacionalidades—es, hasta cierto punto

528 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

una pretensión no tomar de ellos lo que se puede adaptar anuestra tierra.

2) CLASIFICACIÓN DE LOS CAMINOS

Militarmente hablando, el Ejército italiano clasifica loscaminos en las siguientes categorías:

a) Camino carretero, con anchura de 8 m. y más, de 1.a

clase;b) Camino carretero, con anchura de 6 a 8 rn., de 2.a

clase;c) Camino carretero, con anchura inferior a (i m., de 3.a

clase;d) Carretera, sin conservación regular de anchura varia-

ble, a reconocerse para el tránsito de artillería de cam-paña, de 4.a clase;

e) Camino campestre, igual a nuestros caminos vecinaleso particulares;

f) Camino mulatera;g) Sendero fácil;h) Sendero difícil.

Como se puede observar, tratándose de caminos carreteros,su clasificación está en relación a su anchura y no a su estado,conservación o puntos que el camino comunique.

Debe entenderse, al tratar de sus dimensiones, al anchoneto traficable, aprovechable al tránsito.

Aparte de la división anterior, debe considerarse tambiénlos caminos militares, construidos por el personal del Ejercitodurante la campaña de la Gran Guerra y que, terminada ésta,han sido entregados al tráfico público. Estos se construyerona retaguardia del Ejército de operaciones, o bien, como caminosde acceso a reductos, fuertes de barrera o puntos fortificadosdentro del territorio del reino. Por lo demás, estos caminosmilitares los dividen y clasifican por su anchura en igual formaque los caminos públicos.

Comparando la clasificación italiana con la nuestra, apartede la diversa forma de división de los caminos, encontramosuna novedad que no existe en nuestro país: la mulatera. Es unsendero de montana, cuyo ancho fluctúa entre 2 y 3 m. Su des-cripción, en detalle, la daremos mas adelante.

LO QUE VÍ EN ITALIA EN MATERIA DE CAMINOS 529

3) ASPECTO GENERAL y CONFORMACIÓN

A un chileno impresionan los caminos europeos por elaspecto de solidez que tienen y por el gran número de obrasde arte de subido costo de que están provistos. Es lógico tam-bién que así sea, pues las carreteras italianas son los antiguoscaminos romanos, construidos hace muchos miles de años ymantenidos en una forma espléndida.

He dicho que al chileno impresionan, porque, en verdad, amí me llamaron fuertemente la atención desde el primer mo-mento, acostumbrado como estaba en mi patria, a ver aquelloscaminos polvorientos que siguen el curso de una quebrada, porlas partes más bajas del terreno, antiguas huellas de las carre-tas de nuestros antepasados y en los cuales las obras de arte másgrandes, consisten en un puente de madera apelillada que crujeal paso de una cabalgadura.

El aspecto general de los caminos italianos es caracterís-tico: terraplenes altos, desprovistos en absoluto de árboles ycon más obras de arte que una línea férrea. El subsuelo estáconstituido por gruesas capas de piedra chancada, mezclada, concemento (macadam) y fuertemente rodillada. No se vé otropavimento, ni hacen experiencias de otros. El italiano es muyconservador y muy sobrio, emplea materiales nacionales queestén al alcance de su presupuesto. Igual procedimiento em-plean en la buena y en la mala fortuna.

Los costados de algunos caminos están provistos de pie-dras grandes, bien labradas, colocadas con una pequeña incli-nación y que llaman «para-carros». Sirven, como su nombre lodice, de protección a los carros para impedir su caída. Estándistanciadas de 2.50 a 3 m.

En otros caminos, sobre todo en la montaña, el borde pe-ligroso está protegido por barandas de piedra, altas de un metro,muy bien canteadas y que dan un bonito aspecto al conjunto.

En todos, sin excepción, tanto en el plan como en la monta-ña, a ambos costados, están diseminados cada 5 m., mas o menos,los montones de piedra chancada que el caminero emplea paramantener el camino en buenas condiciones. No molestan altráfico, porque, por lo general, están dentro de la columna queforman los para carros.

Donde es necesario, las carreteras están provistas de cu-

530 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

netas, hechas de mampostería o piedra, revestidas con cemento.Toda obra que allá se ejecuta tiene carácter definitivo, no seconcibe trabajar para tener que reparar mañana, todo es sólido; ,se trabaja para siglos y no para días o meses. Estimo que eseprocedimiento es lógicamente el más económico.

Enorme es la diferencia con nuestro sistema, que me permito clasificarlo de anti-económino. En primer lugar, nuestroscaminos son vías de verano; al principiar el invierno, en algunaspartes se les arreglan o hacen las cunetas, según el sistemanacional; sacarle hoy tierra a una zanja para que mañana esténuevamente cubierta con los mismos escombros retirados. Enesta forma no tendremos jamás caminos en el sentido modernode este concepto; continuaremos con las sendas. Reconozco quees mucho, pero muchísimo lo que hemos progresado desde lavigencia de la ley de Caminos del año 20, pero debernos darnosa la razón que también nos falta mucho para alcanzar a tenermedianos caminos.No debemos ilusionarnos porque dispone-mos de un tramo de algunos kilómetros de buen camino, hechocasi, por lo general, debido a la munificencia particular, nó; esaes la excepción. Consideremos para nuestros estudios y com-paraciones la masa general de toda la red caminera de la Repú-blica. Miremos a esos eternos caminos de nuestro valle centralcon un capa de 0,50 cm. de polvo, en que tantas veces los arti-lleros de campaña, al trote de nuestras baterías, envueltos enuna nube de polvo asfixiador, no sabemos dónde iremos a ter-minar! ¡Cuántos modestos soldados conductores han quedadoinválidos para toda su vida por esas malditas sendas!

Pues bien, con cuánta satisfacción se recorren los caminositalianos sin tierra. A su superficie sólo, afloran las aristas dela piedra chancada, que el tráfico mismo se encarga de pu-lirlas.

Allá, no se permite plantar árboles en los caminos públicos;sólo se ven, de vez en cuando, en algunos caminos vecinales queconducen a los grandes castillos o parques. Los italianos sos-tienen, y creo que con razón, que los árboles contribuyen a ladestrucción del camino o, cuando menos, a su difícil conserva-ción. En efecto, basta sólo pensar en el estrago que hacen enel sub- suelo las enormes raíses; las obras que deben hacersepara atender a su riego y los inconvenientes que presenta lasombra de su follaje para la conveniente mantención del cami-no. El italiano dice, que el que quiere sombra, no tiene más

LO QUE VÍ EN ITALIA EN MATERIA DE CAMINOS 531

que descansar en las muchas posadas que se encuentran a lolargo de las carreteras.

Aparte de todas esas razones, los árboles y arbustos a loscostados de los caminos dificultan el tráfico, sobre todo a losautomovilistas que necesitan tener al frente la vista despejada,especialmente en las curvas.

Si nosotros adoptáramos el sistema de hacer correr lasplantaciones a 10 o 15 m.a ambos lados de los caminos, ¡quiénsabe cuántas desgracias ahorraríamos entre los aficionados alvolante!

La característica de los altos terraplenes es debido al con-cienzudo estudio que se ha hecho de sus trazados. Recorrensiempre las partes más altas de los terrenos, buscando al mismotiempo la menor pendiente. En los suelos bajos, los terraplenesestán 1 a 2 m. más alto que la superficie natural. Los desagües,perfectamente estudiados, permiten un escurrimiento fácil delas aguas aun con grandes temporales.

La superficie de los caminos es pareja, no se emplea elsistema de «lomo de toro». Las curvas siempre de gran radio,tienen, naturalmente, los desniveles que la técnica aconseja.

Todo este conjunto, agregado a las numerosas y sólidasobras de arte, dá a los caminos un aspecto más imponente ymás acabado que el de una línea férrea. Constituyen las verda-deras arterias de la vida nacional.

Nunca ví un puente hecho de madera; todos son sólidos,de mampostería o de concreto armado con guardaruedas altosde 1 m.

Los límites de las provincias están marcados en los cami-nos por altas pirámides de mampostería con indicación de susrespectivos nombres en piedras grabadas incrustadas en la pirá-mide. Todas estas obras se conservan desde los antiguos tiem-pos de los romanos. Es evidente el beneficio de estas señalespara los forasteros y turistas.

Después de los caminos carreteros, sigue en la escala des-cendente la mulatera, cuyo ancho ya se ha indicado. Se le en-cuentra en las montañas y su característica es la de un senderomás ancho, cuyo suelo está todo pavimentado con piedras gran-des de río, aseguradas con mezcla. Permite el tráfico de angostosy pequeños carruajes de montaña, de los cuales la infanteríaitaliana está muy bien dotada. Sirven para comunicar las aldeas

532 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

o pueblos pequeños que se encuentran en la montaña unos conotros y con las ciudades mayores que están en los valles.

4) SERVICIO DE CAMINOS Y CONSERVACIÓN

La organización técnica del servicio de caminos italianos,no la conozco, no la estudié por las razones que he indicado alprincipio de este trabajo. En verdad, señores, que jamás meimaginé tener el honor de tratar ante mis conciudadanos untema de esta naturaleza durante el desarrollo de mi vida mili-tar. Si lo hubiera sabido, estoy seguro que habría encontradoen Italia todas las facilidades necesarias. Lo digo esto, sin elmenor espíritu de adulación; estuve con mis camaradas italianosdos años, sé que nos estiman y nos quieren de corazón; sonaltamente sanos y nuestras razas congenian como los de verda-deros hermanos.

Mi primer año de comando lo pasé en la Escuela de Gue-rra de Turín, y desde el primer viaje a la Escuela me llamó ¡aatención el trabajo de dos hombres que estaban en una especiede pozo de lastre a un costado del camino. Provistos de grandesanteojos y armados de un martillo muy agudo, mañana y tardepicaban piedra que les traían de un río cercano algunos carre-tones. Se iban formando montañas enormes de piedra todachancada a mano, que después se distribuía a lo largo de lascarreteras vecinas. Este mismo sistema de trabajo, lo encontrédespués al recorrer los caminos en los Apeninos Toscanos, peroaquí se picaba en el mismo camino, a un costado.

El servicio de camineros se vé muy bien establecido. Haycamineros provinciales y comunales que usan una gran chupa-lla con una cinta negra alrededor de la copa, con las indicacio-nes de «caminero provincial o comunal«. Así, todo el mundolos conoce y distingue. No ví casas especiales para ellos; vivena la orilla del camino, dentro o vecino al sector que les corres-ponde mantener, en una de las tantas casitas que existen a lolargo de él. El caminero está provisto de las herramientas me-nores como pala, zapapico y una carretilla, para atender a lostrabajos de conservación más urgentes. Inmediatamente quese ha producido un hoyo o desnivel, lo rellena con la piedrachancada que está amontonada a ambos costados, moja el lastrey deja que el tráfico lo afirme. Cuando no tenían hoyos querellenar, los veía limpiando los cunetas de los lados; siempre

LO QUE VÍ EN ITALIA EN MATERIA DE CAMINOS 533

en actividad, trabajando solos, sin necesidad de la vigilanciade mayordomos, etc. Son, por lo general, antiguos empleadosdel servicio de caminos, que se heredan la ocupación de padresa hijos. Un caminero atiende a la conservación de dos o máskilómetros de camino.

Cuando se trata de un trabajo mayor, de una obra de másaliento, acude entonces a efectuarla el servicio de caminerosprovinciales, que dispone de ingenieros, conductores de obrasy gran cantidad de personal y elementos. A pesar de ser loscaminos italianos tan antiguos, los ingenieros no descansanestudiando nuevos, trabajos, sobre todo con el objeto de dismi-nuir las pendientes y pronunciadas curvas, a fin de facilitar latracción mecánica. A efectuar estas grandes obras, como asi-mismo a reparar derrumbes, etc., acude el servicio provincial.

Cada provincia tiene un gran almacén; edificio de cons-trucción sólida, situado en un lugar conveniente a lo largo delcamino, donde está depositado todo el material de rodillos, he-rramientas y materiales que se necesitan.

La mayoría de los caminos italianos son alumbrados eléc-tricamente. Piénsese que entre nosotros podría pasar otro tanto,pues tenemos más hulla blanca que Italia, lo que no obsta paraque el kilowatt nos cueste a nosotros 0,35 centavos oro y a lositalianos 10 centesimos papel.

Las direcciones de los caminos y el kilometraje están gra-bados en piedras bien talladas y a baja altura. Nadie las des-truye.

A la entrada de cada pueblo, por chico que sea, existe unaplancha de fierro muy pintada, en la cual están indicados losdiferentes servicios públicos que en ese pueblo se encuentran.La plancha tiene el nombre de la localidad y los servicios estánindicados por signos convencionales. Así, por ejemplo, el correose indica por una trompa de caza; carabineros, por una granada con llama, insigna del Cuerpo de Carabineros Italianos, etc.,etc. Estas, indicaciones tienen gran valor para los automovilis-tas y turistas.

Jamás vi correr agua por los caminos y ello se comprende,considerando, como lo he expresado, que los terraplenes sonpor lo general altos. Tómese nota de esta condición, si nosotrosalguna vez queremos suprimir las aguas por los caminos, quea pesar de las terminantes disposiciones de la Ley de Caminos,suelen de vez en cuando aun correr.

534 MEMORIAL DEL EJÉRClTO DE CHILE

Repito que en los caminos italianos no hay tierra, no hayese polvo asfixiador, su superficie es dura, consistente. El riegolo efectúa, de vez en cuando, la naturaleza, con sus lluvias ytemporales de verano.

5) TRÁFICO

Con el gran desarrollo de la tracción mecánica, los cami-nos en Italia son las vías principales de comunicación. Losdomingos y festivos por ellos sale a pasear la gente de las ciuda-des y de los campos. Se ven así caravanas enormes que losrecorren durante todo el día por el medio de la carretera; nodisponen de veredas. Los carruajes, al aproximarse, hacen sonarsu bocina o el látigo de la huasca los cocheros, para que todoel mundo les de paso.

El tráfico de vehículos es intenso; no existe discusión sobreel lado en que deben marchar. Desde tiempos inmemoriales setoma la derecha, dejando siempre libre el costado izquierdo.Esto se practica en toda Italia; es una disposición gubernativay no comunal.

Se vé toda clase de carruajes a tracción mecánica la ma-yoría. La tracción animal, día a día va siendo más reducida.

La construcción de ferrocarriles transversales ha sido so-lucionada con el empleo de los grandes camiones para pasajerosde la Compañía Siat, que transportan también las balijas de lacorrespondencia de todos los pueblos que atraviesan. El servi-cio de esa compañía es admirable, preciso, con muy buenositinerarios y muy rapidos. Dispone de estaciones en las grandesciudades con todo el confort y orden que requiere una instala-ción de esta naturaleza; en ella están los carruajes separadospor líneas, de donde parten a la hora precisa de itinerario. Lasboleterías y bodegas de equipajes son modelos de orden y buenaadministración.

Todos sus camiones son con carrocería cerrada, provistosde dos puertas laterales. En la parte superior se lleva el equi-paje, bicicletas, etc., pagado según el avalúo. En el interiorno es permitido transportar sino pequeños bultos de mano. Elempleado sube a la parte superior para acondicionar el equipajepor una angosta escala lateral abatible.

Cada línea tiene su determinado sector de recorrido, quealcanza a un radio igual a lo que es capaz el camión de recorrer

LO QUE VÍ EN ITALIA EN MATERIA DE CAMINOS 535

en una mañana o tarde completa. La compañía tiene estable-cida combinaciones en lugares determinados, a fin de permitira los empleados de las máquinas almorzar, comer y alojarse.Los carruajes se detienen sólo en las poblaciones que atravie-san y en los paraderos establecidos.

Me permito recomendar para nuestro Chile un servicio detransporte de esta naturaleza, rápido, bien servido y que noobstruye, los caminos con rieles, postes, alambres, etc. Es con-dición indispensable sí, tener buenos caminos, que permitanel tráfico durante todas las estaciones del año, a fin de quepara el capitalista de la empresa pueda ser un negocio de uti-lidad.

El material de camiones que la Siat emplea, es de cons-trucción italiana, con buenos motores y nuevos; su velocidadestá limitada. Allá no se conoce, ni se permitiría el empleo de.motores viejos, gastados y carrocerías desvencijadas, como lasde los famosos camiones Ford, que se ven aquí. El público, alláestá defendido y garantido; no se le explota, ni se abusa de élcomo acá.

Desde tiempos inmemoriales no se permite el tráfico decarruajes a tracción animal sin ir provistos de los resortes co-rrespondientes. Estas cosas por allá ya no se discuten.

En todos los servicios de transporte es estrictamente pro-hibido emplear muchachos para conductores o cobradores de loavehículos. El servicio es atendido por hombres, a quienes seles exige severos requisitos para desempeñar el puesto.

El buen estado de los caminos permite realizar, a menudo.carreras de automóviles, en sectores que abarcan anualmentediferentes regiones de la Italia. Estas contiendas sirven parademostrar las buenas condiciones en que se mantienen las ca-rreteras, para establecer las cualidades de las diferentes marcasde máquinas que en ellas toman parte y_ fomentar el turismoque deja tan buenas utilidades a los italianos. Estos torneosrevisten siempre el carácter de internacionales y en ellos figu-ran en gran número las máquinas de fabricación italiana. ComoItalia es importadora de bencina, estudia constantemente laconstrucción de motores que consuman en menor escala esecombustible. Recuerdo que era famosa por la economía unamáquina Fiat 501.

Es interesante dejar establecido otro asunto que tambiénpuede tener interés para nosotros y que aun no ha sido arre-

536 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

glado por nuestras autoridades: me refiero a la numeración delos automóviles. Se trata de una fórmula sencilla que facilmentepuede aplicarse acá.

Toda máquina, sea particular, de arriendo o de carga, debematricularse}' sacar una patente en la capital de la provincia.Estas capitales de provincias se enumeran sucesivamente pororden alfabético y este número se lleva en una plancha concaracteres rojos en la parte trasera. En la misma plancha y alcostado derecho, separado por un guión, va en caracteres gran-des y negros el número de matrícula del coche.

Así, por ejemplo: Alejandría corresponde el 1 rojo, a Milánel 38, a Roma el 55, a Florencia el 25, etc. Se ve pasar enton-ces un automóvil con 40—10, quiere decir «que es el número10 de la matrícula de Nápoles».

Las máquinas de Francia se reconocen por una letra F.agregada a la izquierda del rojo; las de Italia por I; Inglate-r ra=Ig . : Alemania=G., etc. Estas letras las llevan sólo losautomóviles que hacen servicio internacional.

Como la numeración roja está establecida desde hace mu-chos años, tal vez desde que empezó el incremento de la trac-ción mecánica, todo el mundo sabe inmediatamente a qué capitalde provincias corresponde cada número. Los agentes del ordeny carabineros, con mayor razón conocen de memoria esos nú-meros.

Estos son mis recuerdos, un poco escasos si se quiere ymal coordinados por la premura del tiempo, de lo que ví en esagran Nación italiana en materia de caminos. Mucho más pu-diera tratar, sobre todo, en lo relacionado con el turismo, quetiene relación directa con los buenos caminos, pero a fin de noser fatigoso lo reservo para otra oportunidad.

Una cosa deseo dejar establecida antes de terminar: es lade que en Italia nadie discute y a nadie se le ocurre poner enduda, la necesidad de que todo país culto y civilizado debetener buenos caminos, sólidos, sin tierra suelta, con obras decarácter definitivo y mantenidos constantemente en condicio-nes que permitan el tráfico lo mejor posible.

Para su conservación y arreglo debe invertirse todo el di-nero que sea necesario, porque siempre es dinero productivo,

LO QUE VÍ EN ITALIA EN MATERIA DE CAMINOS 537

atendida la mayor valorización que ello proporciona a la pro-piedad y el desarrollo que experimenta el turismo, una de lasfuentes que proporciona mayores recursos a Italia.

El día que en Chile lleguen a' arraigarse esos principios, sindiscutirlos y se proporcione el dinero necesario para atender alservicio de caminos en forma moderna, ese día quiere decir queestaremos en otro Chile, más feliz y más culto.

J. OLIVARES,Teniente-Coronel y Presidente de la

Junta de Caminos,—Limache.

Memorial 1925 J u n i o - 3 5

Toda la nueva literatura militar tiene por base las ense-ñanzas de la guerra; por consiguiente, la historia militar tieneun ancho campo en ella. Hace poco aparecieron los dos primeros tomos de la obra de estado mayor «La Guerra Mundial*,confeccionada por el Archivo Imperial. El primer tomo tratalas batallas de fronteras en Occidente, y el segundo la libera-ción de la Prusia Oriental, habiendo tratado ambos tomos yaen artículos anteriores. En el ano en curso aparecerán el terceroy cuarto tomos: la batalla del Marne y las operaciones sobre elteatro de guerra ruso en 1915.

Esta bien editada obra es quizá la última palabra de lahistoria sobre la gran guerra. Escrita por antiguos oficiales deEstado Mayor, en parte por los mismos jefes de ejércitos, con-sidera los resultados de las investigaciones más recientes y, enespecial, la literatura extranjera, presentando descripcionesobjetivas de los acontecimientos, sin abstenerse de una críticabien intencionada y caballerosa.

Han tenido muy buena acogida entre los oficiales alemaneslas descripciones de diversas batallas de la guerra mundial,hechas por diferentes autores con la cooperación del ArchivoImperial, habiendo alcanzado muchas de ellas su segunda edi-ción. Constituyen una excelente base para el estudio en detallede diversas fases de la guerra mundial. Hasta la fecha, la casa

NUEVA LITERATURA MILITAR ALEMANA 539

editora, Gerhard Stalling, de Oldenburg y Berlín, ha entrega-do a la venta los siguientes volúmenes:

Vol. I.—Douaumont.» II.—Cárpatos y batalla del Dnjester, 1915.« III.—Amberes.» IV.—Jildirim. Soldados alemanes en Tierra Santa.» V.—Batalla de Otoño en Macedonia, Cernabogen,

1916.» VI.—De Nancy hasta el Camp des Romains, 1914.» VII.—La batalla de St. Quintín, 1914.» VIII.—La captura de Nowo-Georgiewsk.» IX.—Los combates alrededor de Baranowitschi, en

verano de 1916.

Recientemente han aparecido valiosas fuentes para elestudio de la guerra, en especial, en lo que se refiere a la si-tuación en el lado ruso. La publicación de documentos deltiempo de los zares por el actual gobierno ruso, ha proporcio-nado oportunidad y material a los antiguos oficiales alemanesde estado mayor para estudiar y dejar en claro las condicionesbajo las cuales Rusia entró a la guerra.

Otra obra de mérito es la de Gunther Frantz, « La Entradade Rusia a la Guerra Mundial», editada por la Editorial Alema-na de Política e Historia, Berlín. El autor, oficial de estadomayor antes de la guerra, en la sección rusa del gran E. M. G.

•alemán, hace una detallada relación del incremento de lasfuerzas armadas rusas y su entrada en acción al estallar laguerra mundial, basándose para ello en fuentes y documentosoficiales. La obra penetra profundamente en el organismo deeste adversario de Alemania, tan fuerte en número; refiere sumovilización, la concentración del ejército ruso en los teatros deoperaciones y da a conocer informaciones auténticas sobre elplan ruso de operaciones, las intenciones del Alto Comandoruso y las inmensas masas de tropas que enfrentaron a lasfuerzas alemanas relativamente débiles en Prusia Oriental. Ellibro es de carácter rigurosamente objetivo.

En lo que se refiere al aprovechamiento de las enseñanzasde la guerra, aún no ha podido ser supeditada la gran obra delTeniente General W. Balck, «Evolución de la táctica en laGuerra Mundial») editada por R. Eisenschmidt.

540 MEMORIAL DEL EJÉRClTO DE CHILE

Basado en un profundo conocimiento de la historia militar,y en especial de las operaciones y batallas de la guerra mun-dial, el conocido autor, reconocido como el primer pedagogomilitar alemán, trata de las enseñanzas modernas sobre laguerra y la conducción de los ejércitos, sobre las operacionesy combates.

Dedica un capítulo especial a la influencia de la técnicasobre la organización de la tropas modernas y sobre la conduc-ción del combate, "aplicando en seguida las enseñanzas de laguerra a la táctica de las diferentes armas. A mi entender, eseste el mejor texto de enseñanza sobre táctica moderna.

Pero mientras Balck se limita a una exposición teórica delas reglas fundamentales de la táctica, el Teniente Coronel vonCochenhausen supo crear su complemento práctico con la se-gunda edición de su «Manual para el Comandante de Tropas»(1924, Mittler y Sohn, Berlín).

Esta obrita, de forma muy manual, trae un corto peroexacto extracto de los nuevos reglamentos tácticos de laKeichswehr, agregando, de vez en cuando, apreciaciones per-sonales obtenidas gracias a su propia práctica del mando. Traedatos sobre efectivos, profundidades de marcha, elementos decombate, de noticias, de transporte y de reaprovisionamiento,contemplando no sólo las condiciones en que se halla el ejércitoalemán, sino también los demás ejércitos equipados a la mo-derna. Es un libro indispensable para el oficial estudioso, pueses de gran valor para el trabajo práctico en los juegos de guerra,ejercicios tácticos, viajes de E. M., y, más que nada, para laguerra misma. No sólo es un excelente texto de consulta entiempo de paz, sino un manual verdaderamente práctico parael comandante de tropas y el oficial de Estado Mayor en laguerra.

Los nuevos reglamentos, que han Servido de base en los últi-mos años para la instrucción en la Reichswehr alemana, consti-tuyen una serie de pequeñas publicaciones que tratan de latáctica de las diferentes armas y la instrucción basada en ella.Son de gran utilidad, en especial para el oficial de tropas.

Damos a continuación una breve reseña acerca de losreglamentos que contienen las más valiosas indicaciones parala instrucción de las tres armas:

NUEVA LITERATURA MIL1TAR ALEMANA 541

EL MODO DE COMBATIR DE LA INFANTERÍA

- (Por el Tte. Coronel Huettmann, 1924. Edit. Mittler y Sohn, Berlín).

Es un útil compendio de los modernos reglamentos vigen-tes en el ejército alemán sobre el modo de combatir de la in-fantería. Sirve tanto para el estudio científico-militar comopara el servicio práctico.

LA INSTRUCCIÓN INDIVIDUAL DE COMBATE

(Por el Cap. Franz Lippmann. Edit. «Offene Worte», Berlín 1924).

En una serie de tareas prácticas, de las cuales cada una esla sucesión de la anterior, se da aquí una guía práctica parala instrucción individual de combate, que comprende todo elprograma de instrucción del infante moderno y le enseña apensar, desde un principio, en forma práctica. Constituye unaexcelente base para el instructor de tropas, un buen texto parael tirador. Son de gran valor las fotografías agregadas, puesdan una idea práctica sobre el acertado y el erróneo aprove-chamiento del terreno.

LA INSTRUCCIÓN DE COMBATE DE LA COMPAÑÍA DE INFANTERÍA

(Por el Capitán von Frantzius. Edit. Mittler y Sohn, Berlín).

EL BATALLÓN EN EL COMBATE

(Por el Cap. von Frantzius, 1923. Edit. Mittler y Sohn, Berlín)

Ambas obritas dan una clara demostración acerca de cómose mueven y combaten la compañía y el batallón de infante-ría en el combate moderno, haciendo uso de armamento mo-derno. Complementan las prescripciones teóricas de los reglamentos mediante consejos prácticos, ejemplos de combates ycroquis. Son muy útiles para los comandantes de compañía ycomandantes de batallón, como igualmente para los oficiales deotras armas que deseen orientarse acerca del combate de lainfantería.

TAREAS DE COMBATE PARA CABALLERÍA

(Por el Tte. Coronel G. Brandt. Edit, Mittler y Sohn, Berlín).

El empleo moderno de la caballería es mucho más variadoque antes. Su dotación de ametralladoras, elementos de comu-

542 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

nicaciones y carros blindados le proporciona un gran poder decombate; la poderosa eficacia de fuego del armamento moderno,la obliga a desmontar a menudo para el combate a pie. Nume-rosas tareas que antes se resolvían a caballo, requieren hoy díacombate a pie. El presente folleto contiene numerosas tareasprácticas que estimulan e instruyen, en vista de las numerosasy variadas exigencias impuestas a la caballería moderna, ha-ciéndolo muy recomendable.

LA INSTRUCCIÓN DE LA ARTILLERÍA

(Confeccionada a base de material oficial y para todas las armas, 1923.Mittler y Sohn, Berlín).

Es una breve síntesis sobre el combate y el tiro de laartillería de campana, en la cual se han reunido los principiosfundamentales que rigen el combate de la artillería moderna,en forma comprensible para los oficiales de otras armas.

EMPLEO TÁCTICO DE LAS AMETRALLADORAS EN VISTA DE LASENSEÑANZAS DE LA GUERRA

(Por K. Adaridi, Berlín, 1925. Edit. Eisenschmidt).

En esta obrita, un ex-general ruso da a conocer el modernoempleo de la ametralladora en vista de enseñanzas de campa-ñas propias y otras. El mérito de la obrita reside especialmen-te en los numerosos ejemplos de empleo táctico de las ametra-lladoras en la guerra ruso-japonesa y en la guerra mundial,profusamente ilustrados con croquis.

LA AMETRALLADORA PESADA. SU TÉCNICA DE TIRO Y EMPLEOTÁCTICO

(Por el Mayor Hausser, Berlín, 1923. Mittler y Sohn).

Es un vademecum para oficiales de infantería que necesiteninstruirse acerca del empleo y manejo de la ametralladora pe-sada, sobre la base de las experiencias de la guerra. Estáescrito en forma clara y explícita, ilustrado con numerososejemplos gráficos.

Aun cuando la Reichswehr alemana ha aprovechado ofi-

NUEVA LITERATURA MILITAR ALEMANA 543

cialmente las enseñanzas de la guerra en sus nuevos regla-mentos, subsiste, sin embargo, la lucha de ideas sobre diversosproblemas de índole táctica. Es de gran interés que se mani-fiesten, de esta manera, las personas que piensan en distintaforma que la doctrina oficial. Así se asegura una mejor evolu-ción, y se evita la estagnación.

Entre los oficiales que hicieron la campaña, es el CapitánWaldemar Pfeiffer uno de aquellos que más profundamente sehan preocupado de aprovechar las enseñanzas de la guerrapara la táctica de infantería. Tengo a la vista dos pequeñasobras de este autor:

PUNTOS DE VISTA PARA LA INSTRUCCIÓN DE COMBATE DE LAINFANTERÍA EN LA DEFENSA Y EL ATAQUE

(Berlín, 1922. Editorial Eisenschmidt).

FRACCIONAMIENTO DE MARCHA Y EFICACIA DE LOS AVIONES.

(Berlín, 1925. Edit. Eisenschmidt).

La segunda de estas obras también tiene interés para loslectores que no sean alemanes. Trata de un problema del másalto interés. Al aumentar la eficiencia de los aviones en laguerra moderna, es de la mayor importancia determinar lamanera como la tropa pueda substraerse a la acción de los avionesdurante la marcha. Todas las armas deberán dedicarse al es-tudio de este problema, que este autor ha encarado en formaefectiva, solucionándolo hasta cierto punto. El que desee ins-truirse acerca de la influencia de la aviación sobre las marchas,tendrá un valioso auxiliar en la obra citada.

Las obras militares sobre instrucción aplicada, aparecidasantea de la guerra, sólo tienen hoy día un valor muy relativo.La eficiencia de las armas modernas, las enseñanzas de la guerra,los cambios de organización, la complicación en el mecanismode las tropas debido a la aparición de nuevas armas es tan consi-derable, que mucho de lo escrito antes de la guerra debe consi-derarse anticuado. Todos los autores están de acuerdo en quedebe proporcionarse material moderno de enseñanza a losinstructores. Contribuyen a ello las tres obritas que paso anombrar a continuación;

544 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

JUEGO DE GUERRA Y EJERCICIOS SOBRE KA CARTA

(Por el Capitán Haase, editado por Mittle y Sohn, Berlín).

En la Reichswehr ha pasado a reemplazarse en gran parteel juego de guerra por ejercicios de una acción sobre la carta,en los cuales el Director maneja el enemigo y da al trabajo elrumbo que desea. El reglamento se estudia texto en mano (1).En los ejemplos prácticos de estos últimos se ejercitan los prin-cipios tácticos, obligando al oficial joven a una apreciación claray precisa de la situación, estimulando una resolución enérgica yla dictación de órdenes claras. El presente opúsculo contieneuno de estos ejercicios. Está escrito en forma interesante y puederecomendarse como base para ejercicios análogos.

PROBLEMAS E INVESTIGACIONES SOBRE TÉCNICA DE MARCHA

(Por el Mayor Wolfgang Muff. Edit. Offene Wor te , Berlín, 1924).

Es un compendio de las condiciones bajo las cuales severifica la marcha en las operaciones modernas. Trata prefe-rentemente sobre las marchas de noche, las marchas ramifica-das y el movimiento de tropas sobre camiones autornóviles. Esuna obra indispensable para todo oficial que desee ser de Esta-do Mayor, para poder formarse una idea cabal acerca de lasdiferentes maneras en que se mueve la tropa, siendo, por lotanto, muy recomendable.

COMBATES A ORILLAS DE RÍOS ENSEÑANZAS DE LA GUERRA1 9 1 4 - 1 8

(Por el Dr. Oskar Regele. Berlín, 1925. Edit. Eisenschimdt.

El autor aprovecha las enseñanzas de la guerra mundialpara presentar la táctica del combate a orilla de ríos en sucarácter especial. La obrita trae numerosos croquis que explicanlos ejemplos histórico-militares que presenta, da una idea clarasobre él paso de ríos a viva fuerza y la defensa de ríos, ysus anexos contienen ejemplos de órdenes, datos sobre grandes

(1) Nuestro sistema de trabajo en el primer curso de la Academia deGuerra,—N. de la R.

NUEVA LITERATURA MILITAR ALEMANA 545

puentes militares y toda clase de información sobre la organi-zación de la construcción de puentes, de las tropas de pontone-ros y su equipo.

Los ejércitos modernos disponen, en la actualidad, de unacantidad de armas que deben su existencia a la guerra mun-dial, y cuyo rápido perfeccionamiento ha hecho que muchas deellas hayan pasado a constituir un valioso elemento de lastropas.

En la literatura militar alemana han aparecido numerosasobras que tienden a difundir el conocimiento de estos nuevoselementos de combate. Paso a citar algunas de las más impor-tantes:

LA GUERRA QUÍMICA

(Por Hanslian-Bergendorff, editada por Mittler y Sohn, Berlín).

Es una valiosa obra y su índice ya ha sido reproducidoen su totalidad en uno de los números del Memorial. Tieneuna importancia considerable, pues permite formarse una ideaclara sobre la gran evolución de la guerra de gas. en especialen los Estados Unidos de N. A. La obra trata en forma muyexplícita esta materia tan amplia y complicada, analizándoladesde el punto de vista neutral en forma puramente objetiva.Además de hacer una amplia exposición de la guerra de gasesdurante la guerra mundial, la obra contiene una buena reseñasobre los procedimientos usados por las diferentes potencias,y sobre la composición de los gases y los medios de proteccióncontra ellos, completada con numerosos grabados y cartas. Lospaíses que por ahora no han tenido que ver con la guerra degases, deben preocuparse especialmente, cuando menos, del es-tudio teórico de este moderno elemento de combate, siendo muyrecomendable esta obra para ese fin.

ORIENTACIÓN TÉCNICA SOBRE TANQUES Y AUTOMÓVILESBLINDADOS

(Por el Capitán Doerffer. Berlín, 1922. Editado por Eisenschmidt).

Hace una exposición de carácter técnico sobre todos loscarros de combate usados por los diversos ejércitos que partici-paron en la guerra mundial. Contiene gran número de buenasilustraciones que facilitan la comprensión.

546 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

EL TANQUE EN LA MODERNA CONDUCCIÓN DE LA GUERRA

(Por el Tte Volckheim, editado por Mittler y Sohn).

Esta obra complementa a la anterior en forma notable. Ana-liza al tanque a la luz de las enseñanzas de la guerra, comoarmamento moderno, dando a conocer sus cualidades y su efi-ciencia, su organización, su empleo y la defensa contra él.Contempla la táctica para el empleo de tanques y expone losprincipios para la instrucción de las formaciones de tanques.Para los ejércitos que no disponen actualmente de esta moder-na arma de combate, tiene gran importancia la presente obra,pues sirve de excelente base para el estudio teórico del carrode combate y su empleo táctico.

MANUAL PARA LANZAMINAS

(Por el Tte. Coronel Biermann, Berlín, 1925. Editado por Eisenschmidt).

La mejor prueba de que esta obra ha venido a llenar unaverdadera necesidad, es el hecho de haber alcanzado ya sutercera edición. En esta última edición se hallan contenidashasta las últimas novedades sobre la materia. Dada la altaimportancia que esta arma ha alcanzado en los ejércitos de lasgrandes potencias, se comprende que no sólo los oficiales detodas las armas sino también los suboficiales deseen familiari-zarse con las características del lanzaminas. La obra permitealcanzar un cabal conocimiento sobre la materia, dada la formaclara e ilustrativa en que se halla concebida, lo que la hacemuy recomendable.

He hecho, por ahora, una pequeña selección de las numero-sas obras militares que han aparecido últimamente en Alema-nia. Periódicamente continuaré esta misma tarea en el «MEMO-RIAL», con el ánimo de informar a mis camaradas chilenos,acerca de las obras cuyo estudio puede ser de utilidad en unejército que, en general, ha sido instruido conforme a las doc-trinas tácticas alemanas.

H A N S VON KIESLINGCoronel del Ejército alemán.

(Continuación)

EL SERVICIO DE VETERINARIA EN TIEMPO DE GUERRA

Antes de hablar sobre el servicio de veterinaria en tiempo deguerra, es necesario indicar, en rasgos generales, la organización delejército francés:

Como base figura la división compuesta de:3 regimientos de infantería;3 grupos de artillería de campaña;1 grupo de artillería pesada;1 sección de parque de artillería;1 escuadrón de caballería;2 a 3 compañías de ingenieros;Las formaciones sanitarias (2 ambulancias y un grupo de ca-

milleros);1 compañía de tren, llamada también convoy administrativo

divisionario; yEl cuartel general de la división.El cuerpo de ejército está formado por varias divisiones, (2, 3 y

548 MEMORIAL DEL EJÉRC1TO DE CHILE

4), más otros elementos propios del cuerpo, como artillería de cuer-po, cuyo número e importancia equivale más o menos a una divi-sión. Estos elementos no están encuadrados en la división.

El ejército comprende varios cuerpos de ejércitos.El territorio está dividido en dos partes bien marcadas:I Zona de los ejércitos (zona de operaciones)II Zona del interior (o país).

La primera depende directamente del Comandante en jefe, mientras que la segunda depende del Ministro de Guerra.

La zona de los ejércitos está subdividida, a su vez, en:Zona de vanguardia; yZona de retaguardia; que corresponde a la zona de etapas.

Objeto del servicio de veterinaria en tiempo de guerra

Las atribuciones de este servicio son definidas por el reglamen-to del servicio de veterinaria en tiempo de guerra.

El servicio de veterinaria tiene la obligación de:1) Cuidar de los animales.2) Tomar las medidas profilácticas y de policía sanitaria para

evitar la aparición o propagación de las enfermedades infecto-contagiosas.

3) Instalar, bajo el punto de vista técnico, los depósitos de ca-ballos enfermos.

4) Dar todos los datos para facilitar la compra y requisición decaballos.

5) Dirigir, bajo el punto de vista higiénico, los rebaños de ga-nado para el consumo e inspeccionar los animales en pie ylas carnes.

6) Inspeccionar los forrajes.7) Vigilar el herraje, bajo el punto de vista de su buena con-

fección y aplicación.Esta es la base sobre la cual funciona el servicio de veterinaria.

Mas, se le ha dado varias otras atribuciones reglamentadas por de-cretos especiales, que han sido dictados a medidas de las necesida-des que fueron presentándose en el transcurso de la guerra y quemencionaremos más adelante.

Personal del servicio de veterinaria

Existe un servicio de veterinaria en cada una de las formacio-nes siguientes:

I ZONA DEL INTERIOR

a) Depósito de cada regimiento,

EL SERVICIO DE VETERINARÍA EN EL EJÉRCITO FRANCÉS 549

550 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHlLE

Contienen también un estuche de cirugía, una jeringa parainyecciones hipodérmicas, otra para inyecciones intradérmicas, otrapara intravenosas, algodón hidrófilo, tela de algodón, vendas y tam-bién suero antitetánico y ampolletas de pilocarpina y morfina.

La maleta de ambulancia de caballería contiene los medica-mentos y objetos de curación más usuales.

El carro de farmacia está destinado a constituir una reserva demedicamentos para los cuerpos.

Los medicamentos reglamentarios de las cantinas y maletas deambulancia no son siempre suficientes y es necesario que los veteri-narios de los cuerpos tengan algunos otros medicamentos.

Servicio de veterinaria en los cuerpos de vanguardia y servicio deveterinaria de división

Bajo nuestro punto de vista, el servicio de veterinaria en la di-visión es la base de la organización de todo el servicio en tiempode guerra, especialmente cuando se trata de su organización en lazona de combate.

Existe un veterinario mayor de 1.a o 2.a clase, como jefe delservicio de la división. En cada unidad que compone la división,existe un veterinario ayudante a mayor de 1.a o 2.a clase.

Composición de la División de Infantería

EL SERVICIO DE VETERINARIA EN EL EJÉRCITO FRANCÉS 551

Vamos a examinar la organización del servicio de veterinariai la división, primero cuando se encuentra estacionada, y después,i marcha.

1.° División estacionada.—Durante la guerra, las divisionesuedaban meses enteros estacionadas en un mismo punto. General-lente cuando una división relevaba a otra, sus regimientos ocupa-in los acantonamientos de la anterior, aprovechándose las instala-ones ya construidas, preocupándose sólo de mejorarlas.

Al principio, los veterinarios quedaban siempre con los caballos,con la mayoría de ellos.

Los animales de los regimientos de infantería, estaban dividi-os en dos grupos: los trenes de combate próximos a la línea detego, y los trenes de regimiento (gran bagaje) poco más lejos deta línea.

Con los primeros quedaban los veterinarios menos antiguos;m los segundos, el más antiguo.

Los escalones de la artillería de campaña y pesada, eran acan-nados en grupos con un veterinario en cada uno.

El parque de artillería de división, el escuadrón divisionario,c, tenían también sus veterinarios.La compañía de tren de la división se situaba cerca de la estaciónil ferrocarril donde se hacía el abastecimiento. Muchas veces todosg trenes de regimiento de todos los cuerpos de la división se en-ntraban reunidos bajo el comando de un jefe de escuadrón.

Las compañías de ingenieros y las formaciones sanitarias, que» tenían veterinarios, eran agregadas para este servicio a la unidadi artillería o infantería más vecina.

Servicio en los regimientos.—El servicio de veterinaria en cadagimiento se hacía como en tiempo de paz, en el acantonamiento.i veterinario debía organizar, desde luego, una pequeña enferme-i de veterinaria, o sea: una enfermería para los 3 trenes de com-ite de la infantería, 1 para cada grupo de artillería, 1 para losnes régimentarios, 1 por convoy divisionario, etc.

Los animales enfermos o heridos eran tratados en la enferme-i, pero bajo la base de que sólo se debía atender en ella los anima-¡ enfermos de poca gravedad.

Los enfermos o heridos graves eran mandados, desde luego, a lafermería de división, cuando existía, o evacuados sobre el depósitoevacuación del cuerpo de ejército, en su defecto.

El acantonamiento de este depósito era indicado y ubicado porveterinario jefe del servicio, desde su llegada, a todos los veteri-rios de la división.

En cada unidad, el veterinario debía examinar la carne y de-is productos alimenticios destinados a la alimentación de las tro-

552 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

pas, como también los forrajes y productos de substitución para elganado, y cuidar especialmente del herraje.

El rol del veterinario en tiempo de guerra es muy vasto, amenudo por ausencia de los oficiales de guerra en los escalones debellenar las funciones de éstos, sin perjuicio de sus obligaciones. Debeimpedir la aparición y propagación de las enfermedades infecto-contagiosas y vigilar la alimentación del ganado, como tambiénexaminar los productos alimenticios destinados a las tropas. Por lotanto, de él depende no sólo la salud y conservación de los anima-les sino también, la de los combatientes.

Servicio divisionario.—El veterinario jefe del servicio en ladivisión, desempeña un papel importantísimo. Situado en la zonamisma de combate, puede conocer y allanar todas las dificultadesque se presentan en el servicio, en forma mucho más eficiente que sise encontrara atrás. Su situación en el cuartel general le permiteimponerse oportunamente de toda modificación que sufran losacontecimientos en el desarrollo de las operaciones y asegurar elservicio de veterinaria en todo el sector que le corresponde.

La 2.ª sección del Estado Mayor le da todas las indicaciones 3facilidades necesarias para el buen funcionamiento de su servicio

Ayer no más, leyendo un número del «Memorial del Ejércitode Chile», me impuse de un artículo publicado por el veterinarioprincipal Laritte sobre organización del servicio de veterinaria entiempo de guerra, en el que explica todas las experiencias hechas enMailly, en 1921, experiencias puestas ya en práctica durante 1¡guerra en algunas divisiones cuyos jefes del servicio eran veterinarios de iniciativa.

Por mi parte, he podido desempeñar satisfactoriamente miservicio durante la guerra, utilizando desde 1914 los mismos medios indicados en el artículo mencionado y otros más.

En efecto, debiera existir en la división un organismo que has-ta ahora no ha sido reglamentado en el ejército francés, a pesar dque ha sido puesto en práctica en repetidas ocasiones. Por mi partíhe conseguido establecerlo en todas las divisiones en que he servido, funcionando regularmente. Este organismo es la enfermería deveterinaria divisionaria, llamada en el artículo del veterinario principal Laritte, sección móvil de veterinaria divisionaria, organismoque existía ya en el ejército inglés.

El personal de esta repartición se componía en nuestro ejército de:

1 veterinario ayudante,1 suboficial de tren, y15 soldados del ejército territorial.Su material comprendía:

EL SERVICIO DE VETERINARIA EN EL EJÉRCITO FRANCÉS 553

1 furgón para el material (cuerdas, cantinas, etc:), y1 ambulancia hipomóvil.La administración de esta enfermería estaba a cargo de la de la

compañía del tren del cuartel general.Los animales hospitalizados recibían la misma ración de los

del tren.Los enfermos evacuados de los cuerpos, eran enviados a la en-

fermería de veterinaria divisionaria. Eran, examinados allí por elveterinario jefe del servicio, quien los seleccionaba, hospitalizandolos que, a su juicio, podían sanar en poco tiempo y remitiendo losdemás al depósito de evacuación o al depósito de caballos enfermosindicado previamente.

Los mismo soldados que llevaban los enfermos, regresaban a ladivisión con los caballos de refuerzo destinados a los cuerpos, don-de el veterinario jefe de servicio los repartía según las necesidades,a indicación del Estado Mayor.

Los animales enfermos que se encontraban imposibilitadospara andar, eran trasladados en la ambulancia hipomóvil, ya seaa la enfermería o al depósito de evacuación. De esta manera seevitaba, a menudo, sacrificar enfermos graves que, transportados auna de las reparticiones indicadas, podían sanar.

El papel de la enfermería de veterinaria divisionaria era de lomás importante. Su funcionamiento permitía recuperar, en brevetiempo, un número considerable de animales, guardándolos para loscuerpos de la división. Pues todo animal evacuado a un depósitodel ejército era perdido para su unidad, y su reemplazo a menudomuy difícil, razón por la que muchos jefes de cuerpos no evacua-ban sus animales enfermos, conservándolos indefinidamente, enperjuicio de los mismos, toda vez que venían a recibir los auxiliosnecesarios cuando era demasiado tarde.

Los animales sanados en esta enfermería eran devueltos a susregimientos respectivos, salvo resolución contraria del veterinariojefe del servicio, quien estaba autorizado para alterar esta normacuando el estado y condiciones de los animales sanados lo requerían.Así, un animal evacuado a la enfermería desde un regimientode artillería podía ser destinado, una vez sano, a la infantería, ouno evacuado de la caballería podía pasar a continuar prestandobuenos servicios en la artillería.

En todas las divisiones donde he servido, esta enfermería fun-cionaba como un pequeño depósito de remonta móvil, contandosiempre con 20 a 30 caballos sanos, los que servían para cubririnmediatamente las bajas, a menudo elevadas, que se producían enalguno de los regimientos a causa de los bombardeos.

El veterinario de división informaba diariamente al EstadoMemorial 1925 Junio—36

554 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

Mayor sobre el movimiento de la enfermería divisionaria, indican-do el número de enfermos y de animales disponibles que podíanser repartidos a los cuerpos. El Estado Mayor, a su vez, ordenaba ladestinación de estos animales según la demanda de las regimientos.

Incumbía de un modo especial, al veterinario de división, vi-gilar la buena conservación de los animales en todas los unidadesde su división, para lo cual tenía la obligación de practicar frecuen-tes visitas a los distintos" regimientos, revistando uno por uno cadaanimal, su estado sanitario y su gordura, e informar en seguida algeneral en jefe de la división, dando cuenta del resultado de las re-vistas y proponiendo las medidas necesarias para el mejor mante-nimiento del ganado (descanso, aumento de ración al ganado flaco,substituciones, medidas higiénicas, profilácticas, etc.)

La previsión y el combate de las enfermedades contagiosas, de-ben ser la constante preocupación del veterinario de división, puesmejor que nadie conoce y debe tomar oportunamente todas las me-didas eficaces para impedir su aparición.

Debe también tener en la enfermería divisionaria los medica-mentos e instrumentos necesarios de reserva, de manera que enningún momento falten estos elementos a los veterinarios de los re-gimientos de su división.

Asimismo, debe enviar oportunamente el material de herraje acada unidad, y solicitarlo con anticipación, formando un stock su-ficiente para cubrir las necesidades de la división en cualquiermomento.

Por último, debe inspeccionar las carnes, productos alimenticios yforrajes destinados a la división,para lo cual,a menudo,debe vigilarla entrega de estos productos en las estaciones de abastecimiento.

(Continuará).JULAIN DESCASEAUX

Ex veterinario del Ejército francés.

Radiogoniometría aérea

Dos tendencias opuestas se han señalado entre los técnicos y pro-fesionales que emplean los aparatos radiogoniométricos, bien en lasestaciones de tierra o bien a bordo de buques o de aeronaves: la de losque consideran esta interesantísima aplicación de la T. S. H. comoproblema completamente resuelto y capaz de señalar la dirección enque se reciben las ondas emitidas por una estación lejana en las ma-yores condiciones de exactitud apetecibles, y la de los que no creenen absoluto en semejante sistema de orientación, que sólo puede darlugar a errores y falsos rumbos de fatales consecuencias si se admi-ten como ciertos. Es de esperar que los sucesivos perfeccionamien-tos, que cada año se van registrando, en los métodos de la radiogo-niometría, lleguen a conseguir que, en plazo no muy lejano, desapa-rezcan los pesimistas del segundo grupo, que, en la actualidad, hayque confesar que no están por completo desprovistos de fundamen-to, pues aún no ha llegado el día en que pueda concederse enterocrédito a las indicaciones de una estación radiogoniométrica.

Recordaremos rápidamente en qué consisten.Cuando una onda electromagnética, que se propaga paralela-

mente a la superficie terrestre, encuentra a un conductor vertical(antena) unido a tierra, origina en él una corriente eléctrica ascen-dente o descendente, según la fase de la onda que lo corta; por lotanto, la corriente creada en la antena vertical cambiará de sentidocon la misma rapidez con que cambia de fase la onda que pasa porella, o sea con una frecuencia igual a la de la ondulación emitida,

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Si detrás de esta antena vertical, y en la misma dirección de la ra-diación emitida, hay otra antena de la misma longitud y capacidad,también vertical, en ésta nacerá una corriente igual a la de la prime-ra, pero con un retardo de fase igual a la relación que haya entrela distancia entre las antenas y la longitud de ondas.

Supongamos ahora que ambas se unen por sus extremos supe-riores por un conductor horizontal, tendremos formada una antenade cuadro, y en ella ocurrirá lo siguiente: la fuerza electromotrizcreada en la primera antena tratará de comunicarse a la segundapor el conductor horizontal, llegando a ésta en sentido contrario,pero se encontrará con la originada en la segunda antena, sumán-dose o restándose con ella, según la diferencia de fase que exista.Igual fenómeno ocurrirá con la f. e. m. de la segunda respecto de laprimera. Si la distancia entre ambas antenas fuese igual a la longi-tud de onda, el efecto sería nulo, y máximo, si distan media lon-gitud.

Fácilmente se comprende que el efecto conseguido será siemprenulo si ambas antenas son alcanzadas simultáneamente por el frentede onda, o sea, si el plano del cuadro es normal a la dirección de laradiación. De esto se deduce que una antena de cuadro tiene sensi-bilidad máxima a las ondas que se propagan en la dirección de suplano y mínima o nula para las que vienen perpendicularmente a él.Para direcciones intermedias, la sensibilidad es proporcional al cose-no del ángulo que forma la dirección de la onda con el plano delcuadro.

De aquí se deduce fácilmente el fundamento del radiogonióme-tro R-G, que permite determinar la dirección en que llegan a unaestación receptora las ondas emitidas por otra estación y, por lotanto, la orientación relativa de ambas estaciones; basta para ello,que la antena de la receptora sea de cuadro y que ésta pueda giraralrededor de un eje vertical, y la dirección del plano del cuadro enque la intensidad de recepción sea máxima, será la que ocupará laestación emisora. Teniéndose en cuenta que esta intensidad es pro-porcional al coseno del ángulo, y que el coseno varía rápidamentepara valores próximos a su mínimo, o sea, para ángulo de 90°, ymuy lentamente para los próximos al máximo (0o), se obtiene mayorprecisión cuando se determina el mínimo en vez del máximo de lapercepción, sabiéndose que en este caso, la estación emisora estaráen la perpendicular al plano del cuadro.

Para evitar el tener que hacer girar a toda la antena, lo que entierra origina complicaciones de montaje e impide el empleo degrandes antenas necesarias para obtener buen alcance, y en los bu-que y aeronaves obligaría a desviar el rumbo cada vez que se qui-siera hallar una orientación, se utiliza el procedimiento BelliniTossi, que consiste en emplear dos antenas fijas, eléctricamente

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idénticas, de cuadros perpendiculares, estando intercaladas en elcircuito de cada una de ellas unas espiras cuyos planos son tambiénperpendiculares. Interiormente a' estas espiras de ambas antenaspuede girar un núcleo con un tercer circuito en conexión con eldetector y amplificador; de este modo, las ondas que provengan deuna estación emisora, engendrarán en cada una de las antenas unaf. e. m. proporcional a los respectivos cosenos de los ángulos queforme con ellas, y las corrientes originadas en las espiras crearánun campo magnético resultante que tendrá igual dirección que laestación emisora con relación a las antenas, y la dirección de estecampo magnético será revelada, análogamente al caso anterior, porla posición del circuito móvil en que la intensidad de la recepciónsea mínima.

Antes de estudiar las ventajas de uno y otros sistemas, hay quetener en cuenta lo siguiente: para que el efecto direccional de laantena de cuadro sea máximo, es necesario que exista sintonía entreJa onda emitida y el circuito de la antena de cuadro; pero, ademásde este efecto direccional, la antena de cuadro tiende a oscilar eléc-tricamente en su conjunto con el período propio de antena vertical,lo que da lugar a una recepción no direccional que se superpone ala anterior. Este efecto puede disminuir la sensibilidad radiogonio-métrica de la estación, si no se trata de eliminar, intercalando capa-cidades que anulen la sintonía del conjunto de la antena con la es-tación emisora; pero esta corrección ha de hacerse para cada longi-tud de onda, lo que ya complica el procedimiento. En cambio, esteefecto no direccional, que en uno de los costados de la antena decuadro se suma al direccional y en el otro se resta, permite deter-minar el sentido de la propagación de la radiación, o tea, hacia quélado de la dirección marcada por el R G está la estación emisora.

Los aparatos R G Marconi están dotados de una disposiciónpara esto.

Además, hay que tener en cuenta que, no sólo la antena, sinoel resto de los circuitos y conductores que componen la estaciónreceptora, actúan como captadores de la energía electromagnética delas ondas, por lo que, si se emplean antenas muy pequeñas conefectos grandemente amplificados, los conductores del resto de laestación originarán una recepción apreciable que borrará la agudezade los mínimos de la recepción dada por la antena del cuadro.

Veamos ahora qué procedimientos son los preferibles paraemplear la radiogoniometría en la orientación de las aeronaves. Estospueden ser tres: empleo de R G en tierra, antena de cuadro giratorioa bordo y estación Bellini-Tossi a bordo.

El primero consiste en que el aeroplano que desea conocer suorientación pregunte por telegrafía sin hilos a una estación R-G,terrestre, la dirección en que recibe su emisión; después habla o

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trasmite durante medio minuto, para que la estación terrestre puedadeterminar la dirección, la que le comunica una vez hallada; de estemodo, el observador de la aeronave traza en su carta la recta queindica la dirección marcada por la estación terrestre, y, repitiendola operación con otra, obtendrá, por intersección su situación en elmapa. Es claro que conviene que las rectas de posición se corten lomás normalmente posible para evitar errores, y que la intersecciónno se haga con la primera recta determinada, sino con una paralelaa ella a una distancia que represente lo que el aeroplano se ha ale-jado de ella desde una a otra observación, lo que se determinarápor estima, conociendo la velocidad de la aeronave y su rumbo.

Este procedimiento tiene el inconveniente de que, exceptuandolas aeronaves que hacen servicio en trayectos en que hay muchasestaciones R-G, como entre París y Londres, será difícil que laaeronave esté en comunicación con una de estas estaciones. Paraevitar este inconveniente, se puede emplear el R G, a bordo, aunquehasta ahora esto escasamente ha salido del terreno experimental.

La estación R G a bordo, puede ser de antena móvil o de antenasfijas (Bellini-Tossi), y la primera puede ser móvil can toda la aero-nave, o giratoria dentro de ella. La primera solución tiene la venta-ja de la fácil instalación y permite el empleo de antena relativamen-te grande, pero exige que la aeronave varíe su rumbo para orientarla antena con la estación emisora (que en este caso no se necesitaatienda a la aeronave ni sea R G), lo que implica pérdida de tiempoque en ocasiones no será posible efectuar.

Una antena de cuadro giratorio dentro de la aeronave, necesa-riamente ha de ser pequeña, y, aunque evitaría el inconvenienteanterior, ofrecerá el ya señalado a causa de la influencia del restode los conductores de la estación, que varía la orientación aparentecorrespondiente a los mínimos de recepción y da lugar a errores.

El procedimiento Bellini- Tossi parece ser el más ventajoso paralas aeronaves, principalmente para las pequeñas como los aeropla-nos, pero tiene también un inconveniente y es el de exigir la iden-tidad eléctrica de los circuitos de ambas antenas de cuadro Se hanempleado como antenas R G, en los aeroplanos, los cuadros longitudinales adaptados a dos montantes situados uno detrás del otro, opor dos conductores verticales uno en el extremo del capot y otroen la cola para aumentar su separación, y los transversales adapta-dos a los montantes extremos de ambas alas; pero los circuitos sontan desemejantes que difícilmente se puede llegar a su perfectaidentidad eléctrica, sin lo cual el R G sólo marca bien las direccioneslongitudinal y transversal, pero en los intermedios se origina unerror cuadrantal por no existir paralelismo entra el campo magnéti-co inducido y la dirección de las ondas. Por esta razón, creemospreferible constituir dos antenas idénticas de cuadros penpendicu

MISCELÁNEA 559

lares que unan los extremos de las alas con la cola, siendo la direc-ción de la marcha la bisectriz del ángulo formado por amboscuadros.

Los errores a que da lugar el empleo del RG son de diferentescausas:

1) Exteriores a la estación, por no seguir las ondas la línearecta a consecuencia de la diferente conductibilidad del espacio queatraviesan, según la temperatura, ionización del aire, influencia delterreno, etc. Hay que tener en cuenta que, aunque no son fenómenoscompletamente análogos, la transmisión de la radiación electromag-nética por el espacio puede compararse a la de la descarga eléctricaque origina el rayo, que sigue el camino sinuoso de mínima impe-dancia. Esta causa origina errores que, por la noche, en las proxi-midades de costas y a largas distancias llega a ser hasta de 90°; encambio, durante el día, en distancias que no excedan de 30 kilómetrosy sobre el mar, generalmente no llega a 4.°

2) Influencia de las masas metálicas próximas a la estación.Para evitarla hay que alejar las masas a distancias superiores a sumayor dimensión y encerrar la estación con una cubierta total dehierro dulce.

3) Influencia del efecto no direccional de la antena, de la ac-tuación receptora de los conductores no antena de la estación, y delerror cuadrantal por desemejanza en los circuitos de antena en elsistema Bellini-Tossi, los que se procurarán evitar eligiendo lascapacidades y autoinducciones de los circuitos convenientemente.

Para la mayor eficacia del R G, es necesario, después de insta-lado en la aeronave y corregido en lo posible, proceder a su calibra-ción, o sea, someterlo a una estación emisora de dirección exactamenteconocida, ir marcando las desviaciones de sus indicaciones paradistintos ángulos, y anotar en una tabla de correcciones la orienta-ción verdadera que corresponde a cada una de las marcadas. Porúltimo, para obtener la mayor exactitud posible, conviene no deter-minar el punto con sólo dos estaciones emisoras, sino utilizar, porlo menos, una tercera.

Tal vez las experiencias sistemáticas que se hacen en el empleodel R-G a bordo de aeronaves, demuestren que a alguna altura sobreel suelo, el error por desviación de las ondas no alcanza la impor-tancia que tiene en las estaciones terrestres, y conduzcan a llegar aun grado de perfeccionamiento de orientación, que ha de constituiruna de las más importantes consecuencias del más beneficioso delos descubrimientos modernos.

(Memorial de Ingenieros.—España).

560 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

El enigma de los <Berta»

Acaba de aparecer en Alemania un libro titulado Auf SeeUnbesiegt, cuyo autor, el vicealmirante Eberhart von Martex, enalteceel papel desempeñado por la marina de su país durante la granguerra. En el mismo libro el capitán de corbeta Walther Kunsel,antiguo oficial de artillería, habla de los famosos cañones de granalcance que bombardearon a París y que fueron bautizados, comoes sabido, con el nombre de la hija del famoso fabricante Krupp(«Berta»), director de las inmensas usinas, honra de la industriaalemana. Se expresa así:

A mediados de mayo de 1918 una batería, cuya colocaciónhabía sido preparada cuidadosamente, quedó instalada en las proxi-midades de Laon, bien escondida dentro de un espeso bosque quepermitía, sin embargo, pasar por sobre los árboles más altos median-te un ángulo de tiro de 45°.

Los abrigos para oficiales y soldados fueron establecidos comoen la marina. El servicio de municiones se hacía mediante galeríasa cinco metros bajo tierra. Estableciéronse los puestos de combatesobre y bajo tierra, y nadie podía tener idea de ellos por encontrarsea unos doce kilómetros de las primeras líneas enemigas. En losalrededores, aparatos fumígenos lanzaban en los días claros nubesartificiales para sustraer el material de la observación del enemigo.

¿Produciría ese cañón gran impresión en París? Para saberlo,deberíase imaginar lo que pasaría en Berlín si súbitamente fueraalcanzada la Plaza Postdam, después la Plaza Alejandro, diez minu-tos más tarde la Estación Schlesisch, y así sucesivamente.

Habíamos tomado las siguientes precauciones: a una distanciade algunos kilómetros de nuestra batería colocamos cañones delmismo calibre, unidos telefónicamente con nuestro puesto de combate; estos cañones hallábanse apuntados a cualquier objetivo, alpequeño alcance de 22 a 25 kilómetros, y debían disparar al mismotiempo que los nuestros, a la orden instantánea impartida por teléfono; suponíase que así el descubrimiento por el sonido de los caño-nes que dispararan contra París sería mucho más difícil.

Fué un gran día en el frente occidental la víspera del 21 demarzo de 1918. Todo estaba pronto; seguros de la victoria, los leonespreparábanse para embestir. El día 20, a las diez de la noche, elgeneral de artillería dió la noticia de que el fuego comenzaría a lascuatro de la mañana del día siguiente.

Pero fué el día 22 cuando se recibió la orden de romper elfuego sobre París en la mañana siguiente. El 23, a las siete y cuartode la mañana, se haría el primer disparo; otro, un cuarto de horadespués, y así sucesiva y regularmente.

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Ese fuego debía durar tres días; como era natural, estábamosansiosos de conocer el resultado. El entusiasmo del personal deoficiales y soldados que manejaba ese material extraordinario co-menzó a decaer a causa de la incesante pregunta: «¿alcanzamosParís?» A la una de la tarde, sonó el teléfono del Estado MayorGeneral; el propio almirante se lanzó al aparato y escuchó en mediode la emoción de todos: «Los diarios parisienses de la mañana« anuncian el bombardeo de París por cañones de grueso calibre« que disparan desde puntos desconocidos. Muchas felicitaciones.« Continúe el tiro».

Tuvimos una gran satisfacción en nuestro puesto al ver coro-nado por el éxito nuestros largos y difíciles trabajos. En el almuer-zo bebimos por el record del mundo en artillería y por sus éxitosfuturos.

Apenas llenados los vasos por segunda vez, cuando cayó unproyectil de artillería pesada a 250 metros de nuestro puesto, enmedio de la instalación de la batería. Algunos minutos después, unsegundo tiro a cien metros del anterior. Sin duda, habíamos sidodescubiertos y disparaban sobre nuestra posición con artillería pesa-da. Estaba previsto que tal cosa debería suceder; pero, sin embargo,no tan luego. ¿Cómo aceptar que 50 horas después de nuestro pri-mer disparo los franceses hubieran podido determinar nuestra posi-ción a despecho de la precaución tomada de disparar simultánea-mente otras piezas, y además poner en batería a 25 kilómetros, próxi-mamente, una pieza pesada, y romper el fuego de una manera tanprecisa? Ese hecho constituyó para nosotros un enigma».

El general Bourgeois, director durante la guerra del servicio delocalización de artillería por el sonido, explica en una carta al Tempsel enigma que dejó perplejo al oficial alemán y a sus compañerosde batería.

«Puedo sin inconveniente dar la explicación deseada—dice elcitado general—por lo que en aquel momento formaba parte de misatribuciones como director de las secciones de localización de lasbatería enemigas por el sonido. El 23 de marzo de 1918, día en quese inició el fuego del «Berta», me encontraba en visita de inspecciónde mis servicios y estaba justamente en el Gran Cuartel Generalcuando, a eso de las 9 de la mañana, me vinieron a comunicar queuna pieza situada tal vez por lo menos a 120 kilómetros de París,disparaba sobre la capital; por los indicios de dirección de los disparos parecía hallarse en la región de Laon.

Una sección de localización por el sonido púsose inmediata-mente a trabajar y enviaba luego esa tarde las primeras informacio-nes. A fin de permitir más completa exactitud, resolvióse desplazarun poco uno de los puestos de la sección y, si no fallan mis recuer-dos, fué el 24, a eso del medio día, que se pudo dar a nuestra arti-

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Hería la posición exacta del «Berta», confirmada por las fotografíastomadas por los aviadores»,

(Revista Militar Brasileira).

Directiva de instrucción del Ministerio de Guerra de Estados Unidospara el verano de 1295

La directiva anual del Ministerio de Guerra, delineando losprogramas de instrucción para el verano de este año, fué enviadael 28.XI.924 a los comando de cuerpo de ejército (comandos dezona de cuerpo de ejército) y se encuentra en vía de ejecución.

A través de todo el programa propuesto se acentúa marcada-mente la exigencia de notificarlo con la debida oportunidad a losoficiales a quienes les concierne, y la de que éstos preparen tambiéncon anticipación sus planes, programas, documentación, etc., lo cualconducirá a un funcionamiento mucho más regular de la máquinadurante este año.

Los comandos de cuerpos de ejército debían designar en losprimeros días de enero los comandantes de campos de instrucción,los cuales, a su vez, debían presentar sus proposiciones referentesal personal de instrucción y administración, aprovisionamientos,equipo y fondos para los campos, en tal forma que pudieran estaren el Ministerio de Guerra a principios de marzo.

El personal instructor y administrador recibirá orden de estaren sus respectivos campamentos con suficiente anticipación a la fe-cha fijada para su funcionamiento, a fin de establecer y ensayar losservicios administrativos y aprovisionamiento antes de la llegada delos voluntarios. Se ha dispuesto que la documentación relacionadacon los campamentos de instrucción esté completa dos meses antesde la apertura, y que a todos los oficiales que tengan que tomarparte en su funcionamiento se les proporcionen copias de cuantoles interese y una relación de sus respectivas obligaciones, de modoque puedan prepararse convenientemente.

Con respecto a la Guardia Nacional y reservas, se ha acentua-do marcadamente otro punto, y es el que se refiere propiamente al es-tado actual de organización y desarrollo de las diferentes unidadesal proyectar su plan de trabajo para este año. El objetivo final decada unidad del Ejército es, naturalmente, alcanzar el grado de efi-ciencia en la preparación de movilización y de combate que de élse espera en el día M. de cualquier emergencia de guerra. Pero,dentro del crecimiento del Ejército, las unidades de componentesciviles se encuentran, por supuesto, en diversos grados de prepara-ción. Se hace notar esta circunstancia a los comandantes de cuerpode ejército, encargándoseles evitar dar normas generales de instruc-

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ción para que sean aplicadas por todas las unidades dentro de suszonas. Tal procedimiento, aunque no de fácil ejecución, produciríaresultados prácticos.

INSTRUCCIÓN INDIVIDUAL y DE UNIDADES

En todos los casos, la instrucción de unidades será desarrolladade preferencia por unidades o agrupamientos organizados, con suspropios cuadros, y los individuos, en general, recibirán su instruc-ción dentro de las unidades a que pertenecen. Esto significa, porejemplo, que el 313 Regimiento de Art, de Camp. (de las reservasorganizadas) puede ir al campamento bajo el mando de BU comandode reserva y actuar con su propia plana mayor, comandantes debatería, etc. Donde existan vacantes, debido a que oficiales del Re-gimiento 313 no han concurrido al campamento, o por otra razón,esos puestos pueden ser llenados por oficiales que no pertenezcan alRegimiento 313, y cuyos regimientos no hayan sido llamados acampamento este año. Además: «El objetivo primordial de la ins-trucción (para las reservas organizadas) por este año, será la organi-zación y funcionamiento de regimientos, unidades más pequeñas, yservicios, en forma de producir conjuntos homogéneos comandados,dirigidos y administrados por sus respectivos comandos y planasmayores»; y, repitiendo: «La Guardia Nacional dirigirá su propiainstrucción tanto de cuartel como en el terreno»; y todavía: «Es esen-cial que todos los comandantes ejerzan personal y constante vigi-lancia sobre el entrenamiento de sus unidades».

La interpretación de todas estas directivas por los comandantesde zona de cuerpo de ejército no puede omitir aclarar el trabajo deorganización que debe ser desarrollado cuando van a ejercitarse es-fuerzos por la instrucción. En las reservas, especialmente, se haríaesto como un progreso. Tal vez es demasiado pedir al oficial de re-serva, preocupado como está de BUS negocios particulares, que pre-pare programas y tome las disposiciones preliminares para su unidaden campaña. Pero con programas preparados y entregados a él, opreparados bajo su supervigilancia por su oficial de plana mayordel ejército regular, llegaría al campamento listo para dirigir lainstrucción de su unidad y para emplear eficientemente el personalregular (permanente) y el material puesto a su disposición. Las re-laciones entre el comandante de la unidad de reserva, el instructordesignado del ejército regular, y el oficial del ejército regular co-mandante del campo de instrucción, serían más claras; y con la acla-ración de las responsabilidades del comandante de la unidad dereserva vendrá el espíritu de cuerpo en las unidades y estimulará elprogreso.

En la directiva especial para la instrucción de la Guardia Na-

564 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

cional se ha ordenado específicamente que los comandantes de unídades de guardia nacional asuman la responsabilidad de la pre-paración de sus propios programas y directivas, utilizando susinstructores del ejército regular solamente en calidad de consejeroso asesores. Esta es una sana doctrina, pues la preparación de pro-gramas y directivas es actualmente una función del comando. Sinembargo, mientras sería de desear un máximum de responsabilidadde parte de los comandantes de unidades de reserva en la prepara-ción de las directivas de instrucción, por razones obvias no puedeesto exigírseles en el mismo grado que a la Guardia, ya que estánen servicio activo solamente durante los 15 días del campamento deverano.

En lo que se refiere a la instrucción de regimiento de las uni-dades de reserva, debe observarse que en estos campamentos hayque evitar el empleo de los métodos de instrucción de los especia-listas o de los cuadros instructores. Por el contrario, debe observarse los métodos de instrucción de un comandante de unidad quecomanda efectivamente la suya.

Ilustrando este aspecto de la cuestión en el pasado, los inspec-tores se han dado cuenta de casos en que estuvieron presentes en elcampamento eficientes y capaces comandantes de reserva, con susunidades, eficientes y capaces oficiales del ejército regular destina-dos al servicio de las unidades de reserva, y eficientes y capacesoficiales que comandaban tropas regulares; pero ninguna investiga-ción pudo revelar claramente cuál de los tres era responsable de lainiciación de las diversas etapas de la instrucción que se desarrolla-ba. Esto no puede tener resultados eficientes. Según la presentedirectiva, el comandante de unidad de reserva puede formarse unprograma que abarque el tiro, servicio práctico, excursiones y pro-blemas tácticos, etc., y desarrollarlo con su unidad. Suya será laresponsabilidad, como sería en la guerra; y la aplicación de esteprincipio traería la construcción de la máquina de trabajo. Es obli-gación de los oficiales regulares ofrecerles en todo momento su con-sejo y ayuda; pero en sus relaciones con los comandantes procederánmás bien como oficiales de Estado Mayor que como instructores.

EJÉRCITO REGULAR

Es bien marcada la doble misión de las unidades regulares—una misión de instrucción para ellas mismas y una misión de ins-trucción para los elementos civiles. Se ha dispuesto que esas unida-des no deben emplear más de tres meses en los campamentos, y deellos no más de dos en su misión de instrucción.

Inspecciones recientes han revelado una falta de uniformidaden la instrucción de reclutas, Se ha ordenado que, en lo sucesivo,

MISCELÁNEA 565

estos sean instruidos en unidades especiales de reclutas. Esto espara su mejor instrucción, y también para evitar retardar el progre-so de las organizaciones.

En un esfuerzo para evitar las exigencias de trabajos y servi-cios especiales que han estado tan seriamente minando la vitalidadde las reducidas unidades regulares, los comandos de organizacionesmilitares han recibido orden de reducir o dar nueva forma a esosservicios, en forma de que cada unidad de combate disponga detoda su fuerza para instrucción, por lo menos dos medios días porsemana.

GUARDIA NACIONAL

Los planes para su instrucción este verano están ampliamentecontenidos en la directiva especial de instrucción dictada para ella.El Ministerio de Guerra consulta la instrucción de comandos divi-sionarios de Guardia Nacional, actuando como unidades, y acentúala exigencia de desarrollar el mando e instrucción táctica, y de laaplicación correcta de los principios tácticos en el terreno para lasunidades menores.

Es de observar que, con respecto al año pasado, se duplica lainstrucción con armas durante la permanencia en campamento. Eseaño estaba prohibida. Ahora todo lo contrario. Por supuesto que esdeseable que ello no se repita, y es de esperar que se llegue a unasituación en que pueda evitarse. Pero es un hecho que muchos re-clutas de la guardia se alistan justamente antes de concurrir al cam-pamento, y es a menudo inevitable para ellos alguna instruccióncon armas.

En la directiva de instrucción para la Guardia Nacional serecomienda un período de cuatro día?, por lo meno3, como períodosuplementario de instrucción para oficiales y soldados especialmen-te seleccionados antes de ir propiamente al campamento. Ese perío-do es para la preparación de programas y directivas, y de estudiospara realizarlos mejor y para conducir los trabajos proyectados.Esos programas se refieren tanto al próximo campamento como alsiguiente año de instrucción de cuartel.

RESERVAS ORGANIZADAS

Como ya se dijo, debe darse la más grande importancia a lainstrucción de conjunto (como unidades) de los regimientos y unida-des menores. Se ha consultado, sin embargo, destinación de fraccio-nes a las unidades regulares, a los campamentos de armas y a lasescuelas de servicios generales y especiales, designación de instruc-

566 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

tores para campos de instrucción militar para ciudadanos, agregacióna las unidades de guardia nacional, etc.

El servicio activo para las unidades de reserva se divide en trestipos de instrucción:

El primer tipo lo constituye el servicio con unidades del ejérci-to regular, que consiste en asociar unidades de reservas organizadascon unidades regulares, para entrenamiento de comando efectivo einstrucción práctica de combate.

El segundo tipo lo constituye la instrucción en campos de ins-trucción militar para ciudadanos (C. I. M. C.) Tiene por objeto ejer-citar el comando efectivo y la instrucción práctica de movilización.Cabe observar que las reservas tomarían a su cargo a los candidatosa los C. I. M. C. solamente durante la primera semana de campa-mento.

El tercer tipo de instrucción es el servicio en los CampamentosGenerales o Locales.

Los campamentos generales comprenden tropas de todas lasarmas, y este servicio proporciona instrucción práctica en el empleode las armas combinadas. Los campamentos locales son para la ins-trucción de los cuadros de las unidades.

Se notará que si un regimiento de reserva realiza uno de lostres tipos de servicio más arriba indicados, este año, otro en elcampamento siguiente, y el tercero en otro posterior, habrá experi-mentado algo de todos los servicios que debe experimentar despuésdel día M de cualquier emergencia de guerra. Semejante rotaciónestá contemplada por el Ministerio de Guerra.

La instrucción de las reservas durante el período de inactividades, por supuesto, voluntaria para los oficiales a quienes concierne.Sin embargo, el programa de este año recomienda que cada unidaddebiera, en cuanto sea practicable, estar preparada para la misiónde instrucción contemplada para su próximo turno de servicio acti-vo. Los medios aprovechables para tal preparación son los cursospor correspondencia, ciclos de conferencias y lectura?. Esto podríaparecer esperar demasiado de los oficiales de reserva. Sin embargo,su patriotismo, sobre el cual se basa tan ampliamente la Ley deDefensa Nacional, justifica esta confianza. Muchos regimientos dereserva han tenido reuniones regulares durante el invierno. El Re-gimiento 313 de Art. de Camp., en Washington y Baltimore, tieneregularmente reuniones mensuales bajo la dirección de su coronelde reserva. El otoño último, se asignó un tema a cada oficial del re-gimiento, y en cada reunión dió uno de ellos una conferencia sobreel suyo. Hasta hace muy poco, no tenía este regimiento oficial de arti-llería regular destinado a él; pero, sin embargo, se prepara solo comoregimiento.

El Regimiento 310 de Artillería de Campana, en Filadelfia,

MISCELÁNEA 567

tiene lunchs semanales, conjuntamente con los cuales se lleva ade-lante el progreso de! regimiento. El trabajo en el terreno, del Reg.302 de Art. de Campaña, solo y en unión del Regimiento 103, de laGuardia Nacional de Rhode Island, ha sido frecuentemente citadoen el Field Artillery Journal. El Regimiento 36 de Artillería deCampaña, en Portland, Oregón, está desarrollando una preciosa ins-trucción, al mismo tiempo que eficiencia y espíritu de regimiento.

Estas unidades son citadas sólo como ejemplos de lo que losoficiales de reserva están haciendo y harán para salir adelante consu misión.

(Field Artillery Journal).

El reparto de el «MEMORIAL DEL EJÉRCITO» se hacede conformidad a las destinaciones publicadas en él Bo-letín Oficial del, Ministerio de Guerra; muchas veces, des-pués de efectuado el reparto, se dejan sin efecto algunasde éstas, motivo por el cual no llega la Revista a poderde los suscriptores, situación que origina justos reclamosde parte de ellos.

A fin de evitar esta anormalidad, suplicamos a losseñores Jefes de Reparticiones y Comandos de Unidadesse sirvan ordenar a sus respectivos Ayudantes el repartode la Revista en conformidad al nombre del oficial quecada ejemplar lleve: si el oficial se encontrare comandadoen alguna Escuela, enviársela a ella; si desempeñare algu-

na comisión transitoria, guardársela hasta su regreso; siquedará nulo el decreto de destinación, enviársela a la"iunidad en que sirva.

LA DIRECCIÓN.

ESCUELA DE GIMNASIA Y ESGRIMA.—Se creó la Escuela deGimnasia y Esgrima para el Ejército, que funciona desde el 1.° dmarzo, instalada provisoriamente en los Arsenales de Guerra, ;dependerá de la Dirección de Tiro y Gimnasia. Los cursos durará]tres años, con 36 alumnos, que recibirán el nombramiento de Sargentos l.os de Gimnasia y Esgrima.

El nuevo instituto hace elevar a nueve el total de escuelaexistentes en el Ejército argentino.

NUEVOS REGLAMENTOS.—Se han dictado los siguientes:El de Remonta y Veterinaria, N.° 73.El de «Funciones de los inspectores de armas».El de« Instrucciones sobre Organización de Paz de los Coman-

dos de División del Ejército y ejecución del servicio en los estadosmayores de los mismos».

El de «Organización de Paz del Ejército y sus dependenciapara el año 1925».

COMISIONES PARA ESTUDIAR REFORMAS DE REGLAMENTOS.—Senombraron comisiones encargadas de reformar los reglamentos cejercicios y de tiro de la infantería, caballería, artillería, comunicaciones, aviación y zapadores pontoneros, de acuerdo con los nuevosprocedimientos de combate y el armamento y elementos por re-cibir.

Cada comisión es presidida por el Inspector del Arma respec-

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NOTICIAS . 571

NUEVOS OFICIALES.—Egresaron del Colegio Militar en este año69 oficiales, distribuidos por armas como sigue: 27 a infantería, 15a artillería, 15 a caballería y 12 a ingenieros.

CURSO DE AVIACIÓN.—En el presente año se efectuarán en laEscuela de Aviación El Palomar, los siguientes cursos:

Para pilotos militares, 15 alumnos oficiales.Para observadores militares, 10 alumnos oficiales, en el Grupo

de Observación N.° 1, en El Palomar (Dirección del Servicio Aero-náutico del Ejército).

Bélgica

CURSOS PARA OFICIALES SUPERIORES.—Análogamente a lo hechoen Francia, se han instituído cursos de instrucción y cursos de in-formación, con el objeto de uniformar los conceptos y de poner alcorriente de los actuales estudios militares a los oficiales que tienenpuestos que no les permiten seguir su evolución.

Los cursos instituidos son:a) Curso de instrucción para mayores próximos a ascender a

tenientes coroneles. Comprende: un curso teórico paratodas las armas, en Bruselas; un curso práctico sobre ar-mamento, seguido en una escuela adecuada; ejercicios tác-ticos para todas las armas; visitas. Duración: dos meses.

b) Curso de informaciones para tenientes coroneles próximos aascender a coronel. Su objeto es interesar a los oficialesen la técnica y el armamento de su arma, y en el empleode un agrupamiento de todas las armas en cooperación.Comprende: un curso teórico para todas las armas, en Bru-selas; un curso práctico sobre armamento, encaminado amostrar las novedades en la materia; ejercicios tácticos;visitas. La instrucción será estrictamente militar, con espe-cial atención al empleo de los nuevos métodos de guerra,a la aviación y a los ejercicios sobre la carta y en el te-rreno.

c) Curso de informaciones para coroneles y mayores generales,con el objeto de prepararlos para el mando de la divisiónde infantería y del cuerpo de ejército. Duración: tres acuatro meses. Consistirá en conferencias, visitas y traba-jos prácticos. Las conferencias tratarán: últimas evoluciones de las armas y de los métodos de guerra; política yguerra; conducción de la guerra; táctica de las diferentesarmas; movilización industrial; administración.

(Rivista di Artiglieria e Genio).

572 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHlLE

COHETES PARA SIMULARLAS EXPLOSIONES.—En las grandesmaniobras de 1923, el ejército checoeslovaco ha utilizado cohetesde un modelo especial destinados a simular las explosiones del tiropor tiempo de la artillería.

El aparato, que semeja exteriormente un cartucho de caza,comprende una vainilla de cartón con culote de cobre, cebo y pól-vora negra. Sobre la carga se encuentran, primero, una rodaja defieltro de 9 a 10 mm. de espesor, agujereada por un canal central,y después, el cohete propiamente dicho, de 7 a 8 cm. de altura, ycompuesto de una carga explosiva encerrada entre dos tapones demadera. El tapón inferior tiene un canal que encierra una compo-sición que trasmite el fuego de la carga de pólvora negra a la cargade explosión.

Se dispara el cohete por medio del pistolete ordinario paracohetes iluminadores. La explosión se produce de 40 a 50 m. de al-tura y da una nube blanquecina visible a varios kilómetros y quesimula perfectamente las explosiones.

(Revue d'Artillerie).

OFICIALIDAD DEL EJÉRCITO. —El ejército checoeslovaco contabaen diciembre de 1924, con el siguiente personal de oficiales:

Generales 111Coroneles .. 308Tenientes coroneles 824Mayores 585Capitanes 5.948Tenientes primeros 1.625Tenientes 1.162Subtenientes . 123

Total 11.786

Considerando el total de los oficiales, sin tomar en cuenta sugrado, cada oficial percibe 600 dólares al año en sueldo y gratifica-nes Estas últimas comprenden alojamiento, armas y municiones,subsistencia, etc.

(Coast Artillery Journal).

NOTICIAS 573

EL CAÑÓN DE 406,4 MODELO 1919.—Datos del Arma Ordnancesobre esta nueva y poderosa artillería.

El cañón es de 50 calibres de largo y puede lanzar a 57 km.de distancia un proyectil de 1.062 kilos de peso. La velocidad res-tante a la expresada distancia, es todavía suficiente para perforar35 cm. de las mejores corazas.

El proyectil de 1.062 kilos tiene una velocidad inicial de 823m., y el de 953 kilos una de 838 m. Carga máxima de proyección:386 kilos.

El cañón ha sido construido en el arsenal de Watervliet. Larecámara de explosión es cilindrica, de un diámetro de 55,88 cm. yun largo de cerca de 3,08 m. El ánima tiene 144 estrías de 5,3 mm.de ancho y 3 mm. de profundidad.

El largo total de la pieza es de 21,336 m. Estando en posiciónhorizontal, el peso de la caña hace que se encurve ligeramente, enforma de que la boca desciende cerca de 12 mm. Durante el disparo,la boca sufre vibraciones de cerca de 7 cm.

El cierre es de tipo Welin, a 16 segmentos (se abre con 1/16 degiro). Se abre a mano y puede cerrarse a mano o mediante un me-canismo a aire comprimido que, a la vez, sirve para proyectar aire enel ánima después de cada disparo, expulsando así los residuos decombustión.

El montaje ha sido construido en el arsenal de Watertown, ypermite un campo horizontal de tiro de 360 grados, y uno vertical de7 a 65 grados.

La cuna, que guía al cañón en su retroceso, pesa 54.480 kilos.Con el cañón, pesa 227.000 kilos. La culata del cañón lleva un con-trapeso.

El mecanismo de retroceso está constituido por dos cilindroslargos y dos cortos, que contienen una mezcla de glicerina y aguapor iguales partes. La recuperación se hace por dos cilindros conémbolo, que en su parte anterior llevan la misma mezcla y en suparte posterior aire comprimido.

La elevación y la dirección de la pieza se dan mediante energíahidráulica.

EL CONSEJO SUPERIOR DE Guerra , — Un decreto francés de 6de enero de 1925, da a conocer la composición del Consejo Superiorde Guerra, para el año 1925. Sus miembros son los siguientes;

574 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

Mariscales de Francia: Joffre, Foch, Pétain, Lyautey, Fran-chet d' Esperey y Fayolle.

Generales Mayores: Gouraud, Berthelot, Guillaumat, Mangin,Debeney, Duport, Degoutte y Weygand.

El mariscal Pétain ha sido nombrado vicepresidente de Con-sejo, lo que significa que sería él quien comandaría los ejércitosfranceses en caso de guerra. Es el inspector permanente de las tro-pas, servicios y escuelas militares, y de él dependen el «Centro deEstudios Militares Superiores» y la Escuela Superior de Guerra.Tiene autoridad sobre los generales mayores que son miembros delConsejo y hace todas las propuestas al Ministro de Guerra, relativasa ellos, y en lo que se refiere a la asignación de comandos en tiempode paz y de guerra. El Estado Mayor General del Ejército, se hallabajo el control del vice presidente del Consejo.

El Ministro de Guerra es, en virtud de su puesto, el Presidentedel Consejo Superior de Guerra.

MARISCALES Y OFICIALES GENERALES.—La nómina de oficialesgenerales en servicio activo en el ejército francés, es la siguiente:

6 Mariscales de Francia;3 Generales Mayores (Castelnau, Sarrail y Guillaumat) que per-

manecerán en el escalafón activo por toda su vida;1 General Mayor (Berthelot) que figurará en escalafón activo

hasta que cumpla 65 años;1 General Mayor (Peltier);

117 Generales Mayores, 15 de los cuales se hallan en las tropascoloniales;

233 Generales de Brigada, 32 de los cuales se hallan en las tropascoloniales.

El oficial general más antiguo es el general Gouraud, seguidode los generales Mangin y Debeney, en el mismo orden de prece-dencia.

(Coast Artillery Journal).

PROYECTIL DE 533,4 mm.—En la reciente Exposición de Wem-bley, la casa Hatfield mostraba un proyectil con casquete de 21 pul-gadas, o sea 533,4 mm., de alrededor de 2 m. 40 cm. de altura ypeso superior a 2 toneladas. Según los constructores, este proyectilsería capaz de perforar a 16 kms. una plancha de coraza de 30 pul-gadas (76 cm.).

(Revue d'Artillerie),

NOTICIAS 575

MISIÓN MILITAR FRANCESA.—La misión militar francesa, quetenía a su cargo la organización e instrucción del Ejército, ha cesa-do en sus funciones por no haber sido renovado el contrato recien-temente vencido.

Dicha misión estaba constituida por los siguientes jefes, conlas funciones que para cada uno se indican:

General V. Pellegrin, Inspector General del Ejército.Coronel J. Chevalier, Inspector de Caballería.Coronel J. Priou, Inspector de Artillería.Coronel L. Bourguignon, Inspector de Infantería.Coronel G. Hébert, Inspector de Ingenieros.Coronel P. Goubaux, Director de la Escuela Militar.Coronel A. Ducep, Intendente General de Guerra.Teniente Coronel, B. Verdy, Director de Aviación Terrestre.Mayor C. Hudelot, Jefe del Servicio Veterinario.

SUBMARINOS.—En los astilleros de New London Ship & Engi-ne Company fueron colocadas las quillas para dos submarinos de lamarina del Perú.

Con tal motivos se realizó una ceremonia a la que asistieron nu-merosas personas, así como también algunos funcionarios del gobier-no peruano.

EFECTIVOS DEL EJÉRCITO.—Por superior decreto del mes dediciembre último, se han establecido los efectivos permanentes delejército de línea, los que, en resúmen, con los siguientes (incluso asi-milados):

Generales 5Coroneles 18Tenientes Coroneles 51Sargentos Mayores 88Capitanes . 156Tenientes 168Subtenientes 185Total de jefes y oficiales 671Personal de tropa 4.774

Ganado (caballar y mular). .. 871

Este personal y ganado está distribuido entre las siguientesunidades, que constituyen el Ejército:

576 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

10 batallones de infantería.3 regimientos de artillería.2 batallones de ingenieros.1 compañía de ambulancia.

(Revista Militar.—Argentina).

PUÑALES PARA LOS OFICIALES —Se trata de reemplazar el sablellevado por los oficiales—relegado hoy día al rango de ornamentode parada o de «adorno de salón»—por una especie de puñal, cuyahoja, de 3 a 4 cm. de ancho y doble filo, mediría unos 30 cm. Estepuñal constituiría, con la pistola, una temible arma ofensiva y de-fensiva en el combate cuerpo a cuerpo, y podría prestar muchos ser-vicios en los ejercicios de servicio de campaña, durante las marchas,en acantonamiento, etc.

Uno de los mejores modelos de esta nueva arma reproduce casifielmente el puñal suizo de la Edad Media.

NOTICIAS 469

Los Clubes De AVIONETAS—Sobre las siguientes bases se en-cuentra organizado el Club de Londres con aeródromo en Hendon oBrooklands:

El Gobierno proporciona un primer subsidio de 2.000 libras,una subvención anual de 500 libras durante los dos primeros años,y una prima de 10 libras por piloto formado por el Club,

Hay dos clases de miembros: los que desean volar (cuota anual3 guineas) y los que se interesan únicamente en la construcción delos aviones, motores, accesorios (cuota anual: 1 guinea).

Cuando un miembro la obtenido su brevet A, que le permitevolar, puede disponer de los aparatos del Club a una tarifa de 30chelines por hora, si se trata de un aparato biplaza, y de 1 libra porhora, si toma un monoplaza.

Los organizadores estiman que es posible formar un piloto enocho horas de vuelo; por 15 libras un miembro puede aprender aconducir un avión.

La única cuestión por resolver es el tipo de avionetas biplazapor adquirir,

COMPOSICIÓN DEL EJÉRCITO.—Por efecto de las reduccionesque han impuesto las medidas económicas, el Ejército japonés cuen-ta hoy con las siguientes unidades:

Infantería: 84 regimientos a tres batallones, más 17 batallonessueltos;

Caballería: 21 regimientos divisionarios a dos escuadrones yocho a cuatro de caballería independiente;

Artillería: 19 regimientos de campaña, a tres grupos de dos ba-terías; cuatro regimientos de montaña, a tres grupos dos de ellos ya dos los otros; un grupo a caballo; ocho regimientos semipesados(14 batallones) de artillería pesada;

Ingenieros: 12 batallones de zapadores a dos o tres compañías(una de pontoneros); dos regimientos, a dos o tres batallones de te-legrafistas; dos regimientos, a dos batallones de ferrocarriles; unbatallón de dos compañías de automovilistas; una compañía de aeros-teros, y 21 batallones, a dos compañías, del tren.

Aviación: seis batallones a dos compañías, de los que dos sonde caza, tres de observación y uno de bombardeo.

Las unidades indicadas se agrupan en 21 divisiones orgánicasy una de caballería.

La división orgánica consta de dos brigadas a dos regimientosde infantería, un regimiento de caballería, otro de artillería y unbatallón de zapadores,