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SUPLEMENTOESPECIAL I HERALDO DE ARAGÓNfruta de la conquista del cielo. Pero la obligación inmediata de sus rectores es garantizar la continuidad de lo que ... “play off” que

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  • SUPLEMENTO ESPECIAL I HERALDO DE ARAGÓN

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

    ESTHER CASAS

  • El CAI completa una temporada para enmarcar y le regala la ACB a Zaragoza

    Z ARAGOZA, una ciudad de ba-loncesto, territorio clásico dela canasta, tiene por fin unequipo de ACB. Ha sido la insisten-cia, el empeño, la tozudez por hacerrealidad un sueño -en realidad, un re-to imprescindible- lo que ha permiti-do disfrutar de la conquista de unacumbre merecida.

    Atrás, ya perdonadas, quedan laslágrimas que empañan desilusiones;esa cadena de fracasos -que lo fue-ron- en los que al CAI se le cerró lallave en la última puerta. Cuando,con todo a favor, echó por tierra eltrabajo y la ilusión de toda una tem-porada. Y de otra; y de otra...

    Hoy el CAI cumple con su compro-miso, con su sentido, con la razón porla que resucitó tras años de traumáti-ca desaparición. Zaragoza vuelve aocupar el lugar que le corresponde en

    un deporte en el que se ha notado suausencia.

    No en vano, los propios clubes de laACB miran con respeto y admiracióna ese público entusiasta, entendido yfiel que nunca ha vuelta la espalda alequipo. Ni siquiera cuando de formabrutal e inesperada estampó los sue-ños de acomodarse entre la elite.

    El CAI vive hoy en una nube. Dis-fruta de la conquista del cielo. Pero laobligación inmediata de sus rectoreses garantizar la continuidad de lo quese ha logrado. Zaragoza tiene huecoen la ACB. Esfuerzo enorme que debeser consolidado, apuntalado. Porqueel proyecto adquiere con el ascensouna nueva dimensión. Su nueva obli-gación es ofrecer una seguridad: la detener tatuadas en su esencia las letrasde la ACB. El equipo, la afición y laciudad se lo merecen.

    COORDINACIÓN Y TEXTOS: Enrique Coscolín REDACCIÓN: J. F. Losilla y Javier Gil EDICIÓN GRÁFICA: Carlos Moncín FOTOS: Esther Casas (páginas 5, 6, 9, 14, 18, 21, 22, 24, 26) y María Torres-Solanot (páginas 10, 13, 16) DISEÑO: Ibán Santos yKristina Urresti INFOGRAFÍA: Alberto Aragón AGRADECIMIENTOS: Basket Zaragoza 2002, Ayuntamiento de Zaragoza, Cines Palafox, Bar Laguna de Gómez, Hotel Zentro, C.C. Augusta, TUZSA, Bomberos, Campsared Paseo de la Mina Taller,Quiosco paseo Independencia y Peluquería Olympia.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

    secuencia para no tener que meterse en un“play off” que este año es más lotería quenunca. El primero ascendía, y desde agos-to los rojillos se lanzaron a por ese puesto.

    Se aprendió de los errores del pasado,se mantuvo un bloque compacto que ro-zó el ascenso hace un año y se ficharonhombres expertos, de calidad y que ibana asumir el rol que les asignaran. Ahí es-tuvo la clave, todo el mundo sabía a lo quevenía, a poner el hombro para subir a laACB.

    Como jugadores y técnico se conocíancomenzaron un peldaño por encima delresto. Rápidamente llegó una racha de on-ce triunfosconsecutivos,quecualquierotratemporada hubiera abierto una ventaja yacasi insalvable para el resto de aspirantes.Sin embargo, este año era distinto. La cali-dad de Bruesa, Alicante o Breogán retarda-ba el éxito rojillo, algo para lo que ha nece-sitado otra espectacular racha de victoriasy algún tropiezo de los adversarios.

    El CAI lo ha logrado. A la sexta ha sidola vencida. El club entra en el olimpo delos dioses, en la mejor liga de Europa, conun respaldo que le augura un gran futuro.Zaragoza recupera la elite del baloncesto.O, por qué no decirlo, la ACB recupera unaplaza mítica y necesaria como Zaragoza.

    L as lágrimas que en otras ocasioneshan brotado por la tristeza, la rabiao la impotencia de no alcanzar elobjetivo se han traducido en lágrimas dealegría. El CAI lo ha conseguido. Ya es unequipo de ACB. Ha costado lo suyo, mu-chos años, mucho sufrimiento y enormesdesilusiones, pero el conjunto rojillo hacompletado una temporada para enmar-car y ayer le concedió a sus aficionadosy a su ciudad el mejor regalo posible, elascenso. Los hombres que ha dirigidoCurro Segura han ofrecido a lo largo delaño su mejor versión, la de gente com-prometida, que se esfuerza, que trabajapara alcanzar una meta, como el resto dezaragozanos que les idolatran y les admi-ran desde la grada. Los jugadores cono-cen su oficio, en su caso es el de jugar albaloncesto, aunque lo han desempeñadocon la misma destreza con la que el pelu-quero corta el pelo, el obrero hace un so-cavón, o con la que un médico realiza unarevisión a un paciente. Y es que este hito,este logro histórico no es solo para unclub o para un equipo, es para toda unaciudad.

    El nuevo formato de la Adecco LEB Oroha resultado fundamental, y el CAI lo haleído con inteligencia y ha actuado en con-

    La opinión de... Miguel Gay

    ACB, una nueva dimensión

  • N o solo ha sido durante cinco tem-poradas el jugador franquicia deun CAI al que llegó desde su Ar-gentina natal. Matías Lescano ha sido mu-cho más. Ha sido el alma del equipo, ha si-do su capitán, su referencia y hasta su ima-gen. El Bicho ha vivido por y para el CAI,y por y para Zaragoza, una ciudad a la queestará eternamente unido independiente-mente de dónde le lleven sus pies en el fu-turo. Él sí se merecía este ascenso. Él es lapersona del ascenso, es el que más ha lu-chado, el que durante cinco temporadasse ha dejado sobre el parquet de aquí y deallá sangre, sudor y lágrimas. Ahí lo tienesMatías. Ya es tuyo. Ahora sí que puedesdecir que el rechazar ofertas de ACB havalido la pena. Tú y tu CAI ya estáis en laelite.

    Detrás de esa tranquilidad, casi timidez,y esa amabilidad que muestra el de Cór-doba en el día a día, hay un abrumador ca-rácter ganador, ese que expone sobre lacancha con su trabajo incansable y su in-tensidad defensiva. Pero, además, con elpaso de los años ha adquirido unos galo-nes que ha manejado con inteligencia.Cuando ha tenido que tirar del carro haasumido la responsabilidad, pero cuando

    las circunstancias han querido que brilla-ra menos en ataque y “laburara” por el biencolectivo lo ha hecho sin que se le cayeranlos anillos. Por eso ha sido la pieza sobrela que han girado todos los proyectos roji-llos y por eso el CAI ha acusado en exce-so sus lesiones en momentos tan decisivoscomo el tramo final de la temporada2002-03 o el “play off” de la 2006-07.

    Y hablando de anillos, quizá el más im-portante de su vida se lo ponga este vera-no, ya que si ya era un zaragozano más, alcontraer matrimonio con una maña se uneaún más a la ciudad, y lo hará en la tierraque le ha visto madurar como jugador debaloncesto. Querido como el que más porla afición rojilla, siempre tiene una palabraamiga para un seguidor que le desea suer-te o para un compañero que necesita apo-yo. Igual que en la cancha, ya que Matías noha parado de ayudar y de hacer más cómo-do el viaje para los colegas que han pasadopor el vestuario del Príncipe Felipe.

    Su próximo sueño, en el ámbito profe-sional, se hará realidad en unos meses, jus-to cuando comience la ACB. Matías, porfin, jugará en la mejor liga de Europa vis-tiendo la elástica aragonesa. Te lo mere-cías. El que más.

    Si alguien lo merecía era él

    SU FICHA

    ■ El alma del CAI nació hace 28 años en Ba-hía Blanca (Argentina). En su país jugó en elEstudiantes, el Pico y el Atenas de Córdoba.El Bicho recaló en Zaragoza en 2003 y desdeentonces se ha erigido en la bandera del pro-yecto.

    La opinión de... Fernando Arcega

    M ATÍAS Lescano es uno delos pilares del proyecto, eljugador franquicia del CAIZaragoza. Estoy convencido de que elbaloncesto español descubrirá la pró-xima temporada a un jugador especialque merecerá una mayor repercusión.Podría formar parte de cualquier plan-tilla de la ACB.

    Más allá de su calidad, su principalcualidad es la vinculación que tienecon el club. Le he visto padecer, le hevisto disfrutar... pero siempre ha tira-

    do del carro y nunca ha esquivado suresponsabilidad.

    Rara vez he visto a un jugador queocupe tanto espacio en defensa, consus inestimables ayudas, con una in-tensidad y una velocidad sensaciona-les. En ataque se aplica con extremadagenerosidad. No reclama permanente-mente al balón para su lucimiento. Lasestadísticas no le hacen justicia. Es elrey de los intangibles que tantas victo-rias suponen.

    En definitiva, uno de los nuestros.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • Los muelles del gran salto

    E s, sin ninguna duda, el jugador dela primera plantilla que menos co-noce la gente. Incluso costó sutiempo el aprenderse correctamente sunombre, ya que el orden de factores sí quealteraba el producto. Su extremada timi-dez, dada su juventud (tal y como asegu-ran sus compañeros), le hacen cerrarse ensí mismo, como si viviera en un mundoparalelo. Escasas entrevistas, saludos con-tados y alguna sonrisilla tan picarona co-mo vergonzosa. Sin embargo, el de IslasVírgenes se transforma cuando juega albaloncesto. Solo con verlo ya se sabe quenació para este deporte. Lástima que nomida cinco o diez centímetros más por-que si no sería un súper clase. Pero losmuelles que posee en sus pies le convier-ten en un lujo que el CAI ha sabido apro-vechar para dar el salto definitivo, el gransalto a la ACB.

    Ha sabido adaptarse a un grupo con mu-cha calidad y ha pasado de ser la pieza fun-damental de sus anteriores equipos (Pla-sencia, Tarragona o Cantabria) a ser unomás en un poderoso juego interior. Sus ex-periencias pasadas jugando hasta de tresle hicieron mejorar su tiro y esa arma hasido muy bien utilizada por los técnicos,

    ya que se convirtió en una amenaza tantocerca como lejos del aro, algo que facilitómucho la labor de los demás.

    Con una innata capacidad de rebotear ,casi a la altura de la camiseta de FernandoArcega que cuelga del techo del pabellónPríncipe Felipe, y la rapidez mental que leha permitido robar balones al adelantarsea sus adversarios, ha reservado para la afi-ción zaragozana sus acciones más espec-taculares. Ya era aplaudido por los segui-dores rojillos cuando machacaba su ca-nasta, la que ahora es suya, y por eso esteaño sus mates han recibido las mayoresovaciones. El espectáculo ha corrido de suparte: “alley-oops”, tapones estratosféri-cos, brincos increíbles. Pero todo con laenorme seriedad que le caracteriza, aun-que seguro que la alegría invade el interiordel ala-pívot.

    Ni siquiera el fallecimiento de su padrenada más comenzar la temporada pertur-bó la intención de Cuthbert. Quería as-cender con el CAI. Sabía a lo que había ve-nido y ahora tiene para él la mejor dedica-toria, el mejor homenaje. Los vuelos deVictor (sin tilde), Vic para el vestuario, pu-sieron el acento a una campaña con el fi-nal más feliz.

    SU FICHA

    ■ Nacido en las Islas Vírgenes hace 25años, se formó en la NCAA, en la Universidadde Murray. De ahí dio el salto a la LEB, prime-ro en el Plasencia, después en el CB Tarrago-na y posteriormente en el Alerta Cantabria.Ha destacado en todos estos equipos.

    La opinión de... Alberto Alocén

    L A temporada no comenzó bienpara Cuthbert Victor. El Torneode las Américas y, sobre todo,el fallecimiento de su padre, retrasa-ron la adaptación al equipo. Pero unavez superado este trance, se ha con-vertido en una de las banderas delequipo que ha ascendido a la ACB.

    No pueden concebirse los esquemasde Curro Segura sin este portento dela naturaleza. Ha aportado minutos decalidad cuando Darren Phillip bajabaen su rendimiento y lo ha hecho de

    forma rotunda, con una solvenciaenorme.

    Pero si hay una cosa que recordare-mos todos los aficionados del CAI esla espectacularidad que no posee nin-guno de sus compañeros en la planti-lla. En cada partido ha regalado un mí-nimo de dos o tres acciones fantásti-cas que han ayudado a levantar aními-camente al equipo, un intangible muyvalioso en este deporte. Nadie mejorque él para espolear a la pista y a lagrada.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • Un loco cuerdo y efectivo

    C uando durante un entrenamientose escuchaba un grito agudo y des-garrador no había que mirar parasaber que el autor era Darren Phillip. Lomismo pasaba con los aspavientos o lacomplicidad con la grada durante los par-tidos. El americano, con un bendito pasa-porte británico, no quiso marcharse de Za-ragoza sin rematar la faena. Es un profe-sional de los pies a la cabeza, con una ex-tensa trayectoria en la ACB, y decidió sa-carse este año la espinita que le quedó cla-vada tras el “play off” ante el ClimaliaLeón hace un año. Y lo ha hecho. Ahorasigue gritando, pero es de alegría, del jú-bilo que supone para él sumar un nuevoascenso a su palmarés.

    Sin embargo, dentro de esa locura, deesos gestos para la galería, se esconde unasensatez y una sinceridad fuera de lo nor-mal en este mundillo. DP, el hombre de lasiniciales, siempre daba un titular con suspalabras claras y atrevidas en el pseu-doespañol que habla. Ha visto durante to-do el año que el éxito llegaría por el traba-jo colectivo, ha sido capaz de asumir erro-res propios, habló de falta de concentra-ción en las derrotas y hasta aceptó no es-tar en los cincos iniciales elegidos por Cu-

    rro. Daba igual, lo importante era acabarprimeros.

    Y el primero de los anotadores del equi-po ha sido él. Bien saliendo desde el prin-cipio o llegado desde el banquillo, Phillipha dado lecciones de pundonor dentro dela zona. Casi como si no estuviera ha idosumando puntos y dolorosos rebotes ofen-sivos para los rivales hasta apuntalar lasvictorias. Además, durante muchos en-cuentros abanderó el estilo rojillo culmi-nando esas rápidas transiciones que hancaracterizado el juego del equipo.

    Inseparable de Turner desde su llegaday de Victor o Howard Brown, formaron suparticular grupo de americanos. Pero nohan sido extranjeros al uso, ya que han lle-vado el compromiso y la entrega por ban-dera. El neoyorquino de adopción y londi-nense de nacimiento nadie puede dudarque ha sido uno de los sólidos pilares delascenso. Su experiencia le ha hecho tenerla cabeza fría en situaciones complicadasy el corazón caliente para difrutar de unlogro que deseaba y por el que ha luchadodurante temporada y media.

    Ya puedes seguir gritando y sonriendoDP. La ACB vuelve a ser tuya por méritospropios.

    SU FICHA

    ■ Londinense de nacimiento, la ACB hasido su mejor escaparate. Ha marcado sutrayectoria el paso por Girona, Unicaja (fuecampeón de la Copa Korac) y, sobre todo,Caja San Fernando. En Sevilla es toda unainstitución.

    La opinión de... Francisco Javier Zapata

    E L rendimiento de Darren Phillipesta temporada ha sido altísimo.Debido a la regularidad de sujuego tanto en defensa como en ataque,ha sido uno de los líderes del equipo.Las carencias que tiene ante otros pí-vots debido a su limitación de alturapara la posición en la que juega las su-ple con su gran inteligencia dentro dela pista. DP es un jugador que lee muybien las situaciones del juego, sabe ju-gar muy bien en el poste bajo, ya quetiene un buen juego de pies y sabe utili-

    zar muy bien su cuerpo para sacar si-tuaciones de ventaja al defensor. Tam-bién tiene un tiro de 4 o 5 metros bas-tante correcto, lo que le hace ser tam-bién bastante peligroso desde esa dis-tancia si el defensor no está cerca de él.A todo esto hay que añadir que DP, porsu personalidad y expresividad, es unjugador que ha conectado muy biencon la grada. Exterioriza mucho sussentimientos y emociones y esto ha he-cho que sea un jugador muy apreciadopor los aficionados.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • El líder repartió el juego

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

    L ucas Victoriano. Lo primero que levino a la gente a la cabeza cuandoescuchó su fichaje por el CAI fueaquel descarado y alocado base que siendocasi un niño había llegado al Real Madridpara tirarse triples desde Cuenca. Pero elVictoriano que ha vestido estas dos últimastemporadas la elástica rojilla ha sido todolo contrario. El argentino conserva lo me-jor de aquella época, su descaro y su ham-bre de victorias, pero le ha unido la inteli-gencia de un tipo más maduro tanto den-tro como fuera de la cancha. Eso le ha lle-vado a ser el líder encubierto del CAI. Haguiado espiritualmente al grupo, ha dirigi-do las posesiones aragonesas, ha marcadola pauta con sus comentarios a la prensa ysiempre ha conocido el camino de la ACB.Quizá por eso lloró desconsolado en elbanquillo de León hace un año, y quizá porello ahora su alegría se ha desbordado. Esosí, con la cordura del tipo maduro.

    El de Tucumán encontró la mejor rutapara llegar al aro, que era dándole el balónal jugador mejor posicionado. Sus pases decanasta han sido tan importantes o inclu-so más que los puntos de aquel o los rebo-tes de otro. Ese criterio parece haber lle-gado con sus años de experiencias vividas,

    de lectura, de conocer gente, de presenciarmonólogos o actuaciones musicales en pe-queños locales, de interés por el arte de es-cribir o por las nuevas tecnologías...

    El mundo de Victoriano es amplio y pa-rece que sabe qué hacer en el momentoadecuado. Su seguridad es total (inclusoen las distancias cortas). Una falta a tiem-po, un rifirafe con un rival o un lanza-miento por sorpresa. Todo le ha valido pa-ra hacer reaccionar a los suyos, a los queha asesorado en los partidos y en la vidacotidiana. De hecho, fue el mejor aliado dePaolo Quinteros desde su llegada, cuandoapenas conocía a nadie.

    El líder repartió el juego. No es de ex-trañar en un amante de los juegos tanto decartas como de azar. Pero lo fundamentales que ha llevado la batuta con maestría.Sin ponerse nervioso, con las ideas muyclaritas y con esa pizca de rebeldía queconserva de su llegada a España.

    Lucas ha sido capaz de convencer sobrela pista incluso a quienes recelaban de sufichaje. En dos años se ha metido a la gen-te en el bolsillo y al CAI en la ACB, algoque solo puede conseguir un grande, unjugador especial, un hombre comprometi-do. Un Lucas Victoriano.

    SU FICHA

    ■ Esta eterna promesa argentina devora su madurez alos 30 años. Se inició en el Olimpia de su país. Fue fichadopor el Real Madrid. No cuajó y fue cedido al Lleida. Pasócon éxito por Italia, destacó en el Girona y ahora completasu segunda campaña en el CAI.

    La opinión de... Dani Álvarez

    T RAS doce años inexplicable-mente alejados de la elite, Za-ragoza volverá a tener unequipo en la elite del baloncesto, la ca-tegoría que le corresponde. Este as-censo tan deseado por todos ha tenidoen Lucas Victoriano a un gran contri-buyente.

    El argentino significa la estabilidad,la tranquilidad, la sobriedad para con-trolar los partidos y mantener el ‘tem-po’, unas cualidades fundamentales enun base.

    En su segunda temporada en el CAI,ha asumido las riendas del equipo deuna forma eficaz, sin demasiados alar-des, pero con mano firme y seguro, locual se ha contagiado al resto de suscompañeros.

    En Zaragoza no se ha visto al Victo-riano descontrolado e imprevisibleque llegó a España. Es un jugador mu-cho más maduro, tremendamente acti-vo. Ha limitado su aportación ofensivapara darse con generosidad a sus com-pañeros. Un timón perfecto.

  • El mago devuelve la ilusión

    Q ué se puede decir de un hombreque a los 43 años hace la maleta pa-ra presentarse de nuevo en Zara-goza para devolver a la ciudad un equipoen la elite? Que es un auténtico crack. Lostrucos del Mago de Memphis ya no son losmismos y sus actuaciones han perdido laespectacularidad de cuando protagonizólos últimos coletazos del baloncesto deACB en la capital del Ebro. Pero su delga-da y veterana figura ha confirmado en lacancha el por qué de su regreso. Vino pa-ra poner el hombro y ayudar, y su magiacomo persona y como profesional hanvuelto a llenar de ilusión una grada queansiaba este ascenso.

    Andre Turner es la educación personi-ficaba, el saber estar, la experiencia, latranquilidad... Solo un hombre así cabíadentro de una plantilla en la que todos losroles estaban repartidos y asumidos des-de el primer momento. No hacía falta unbase protagonista, era necesario un juga-dor que garantizara la solvencia en esepuesto si alguno de los que ya había se le-sionaba. Y quién mejor que el que ha sidoídolo de una generación de jugadores enZaragoza y en media España. Además, An-dre asistió en primera persona a la desa-

    parición del baloncesto ACB de la ciudad.Por eso, y aunque él no tuvo nada que ver,tenía una espina clavada y desde el mismodía que aterrizó reconoció el amor quesentía por Zaragoza y su afición, y su de-seo de participar en la vuelta a la elite.

    Su humildad y su carácter le hacen ser,sin quererlo, el centro de atención alládonde ha ido con el CAI. Viejos conoci-dos, fans, jugadores, ex jugadores. Todosle conocen y le admiran. No es para menos.

    Sin hacer ruido ha echado una mano enlos entrenamientos, ha ofrecido descansoa sus compañeros, ha dejado varias perlasen alguno de los encuentros y ha repre-sentado el espíritu del equipo, es decir, laentrega, el sacrificio y el esfuerzo por elbien colectivo.

    La presencia del de Memphis en este lo-gro le da un carácter más emotivo. Supo-ne cerrar un ciclo, una etapa de 12 años enlos que la elite del baloncesto ha esquiva-do tierras aragonesas. Pero todo eso es pa-sado. El presente es ilusionante y el futu-ro esperanzador, y eso al base americanole llena de felicidad. Él ya no es pasado,presente ni futuro, él estará para siempreen el corazón de la afición rojilla. GraciasAndre.

    SU FICHA

    ■ Nacido en Memphis hace 44 años haprotagonizado una carrera excepcional y va-riada: Lakers, Celtics, Rockets, Miami, Bucks,Sixers, Ourense, Amway Zaragoza, Joventut,Caja San Fernando, Cáceres, Complutense,Fórum, Murcia, Menorca, La Palma...

    La opinión de... José Luis Llorente

    N O son muchos los jugadoresque pueden granjearse elafecto de una afición. AndreTurner no solo lo ha hecho, sino queha sido capaz de ganarse la admira-ción de todo el baloncesto y el respetode sus compañeros. Para ello no bastacon ser muy bueno. Al talento tienesque añadir compromiso, compañeris-mo, dedicación y pasión. Y Andre,además de ser uno de los mejores ba-ses que ha pisado nuestras canchas,no tardó mucho tiempo en demostrar

    todas estas virtudes que le han con-vertido en un histórico de la canasta.Por ellas, en su eterna juventud, sigueentre nosotros convirtiendo los en-cuentros en clases magistrales. Inclu-so ahora, cuando no participa tanto enel juego, no puedes dejar de observar-lo porque todo lo que hace tiene senti-do. Mi enhorabuena desde estas líneasa tan gran jugador y a una no menoshistórica y gran afición, que tambiénha demostrado en estos años pasióndesmedida y paciencia infinita.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • Roca experta, gran cimiento

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

    U n gran acierto. Podía parecer unalocura, pero incorporar al CAI aun pívot tan veterano como MikeHiggins ha sido un acierto vital. Superadala cuarentena, el cuerpo del rocoso pívotestadounidense se resiente un poco peroeso no le ha impedido ser el cimiento per-fecto para crear un sólido juego interior.Los demás hombres altos han puesto lospuntos, los rebotes y los números. Sin em-bargo, el rubio, siempre sonriente, haaportado lo más importante, eso que noaparece en la estadística y que hace ganarpartidos, ese trabajo sucio. Para ser con-creto, ese empujoncito que evita que el ri-val coja el rebote, esa mano erguida queintimida y provoca un fallo en el tiro, esaayuda en defensa que siempre llega atiempo, o ese bloqueo infranqueable queabre el camino a un compañero. Ese es Mi-ke Higgins y no el que dicen las engaño-sas estadísticas.

    En realidad Higgins es mucho más. Esun tipo que participó en un “All Star” delas universidades americanas, es el joven-cito que entrenaba con los Lakers delShowtime, esos de Magic Johnson y Kare-em Abdul Jabbar, entre otros. Pero tam-bién es el hombre que ha recorrido ligas

    tan particulares como la argentina, la fran-cesa o la japonesa, pero que se enamoró deuna canaria y se casó con ella. Y este añoha sido el que ha apuntalado el juego den-tro de la zona, el que siempre ha tenido unsaludo (su característico “buenosdías” en ‘spanglish’) y también el tipo queel día que su hija cumple años junta a todoel equipo a cenar después de un partido.

    Siempre que su físico se lo ha permitidoMike ha dado la cara y ha peleado para queel equipo funcionara. Con sus actuacionesle ha puesto gasolina a un juego interior delujo y entre el que ha repartido conoci-mientos y bromas, ya que es un experto endar toques de alegría a duras sesiones deentrenamiento.

    A pocos se les olvida cuando el gigantónrubio debutó en la liga en la que fue su ca-sa, Santander. Da igual lo que hiciera, si es-tuvo bien o mal (una muy digna actua-ción), lo fundamental es que Higgins noquiere ese papel protagonista, no quierehablar de él, sus únicos pensamientos es-taban en el equipo.

    Más allá de su juego, de su aportación ode las noches de baloncesto, el 11 del CAIdeja huella como profesional que es y co-mo persona.

    SU FICHA

    ■ 41 años dan para mucho. Un currículo inacabable:Universidad de Northern Colorado, Los Ángeles Lakers,Denver Nuggets, Seattle Supersonics, Sacramento Kings,liga francesa, liga italiana, liga argentina, liga japonesa yliga española.

    La opinión de... Santiago Aldama

    L A aportación de Higgins al CAIva mas allá de sus estadísticas odel tiempo que está en cancha.Debido a algunas lesiones que sufrióen el inicio de la temporada, le ha cos-tado entrar en la dinámica del equipo.Quizá por eso no haya aportado mu-cho estadísticamente hablando, perocuando ha jugado siempre ha cumpli-do perfectamente el trabajo que se leha pedido. No hay que olvidar la grancalidad de sus compañeros interioresy él ha sabido suplirles con garantías.

    Un jugador como él, ayuda en los en-trenamientos, partidos y en el vestua-rio, porque contagia al grupo la sabidu-ría adquirida en sus años de balonces-to, tranquiliza al equipo cuando las co-sas no van bien, y hace que el grupovuelva pronto al camino marcado.

    En resumen, tener a un hombre co-mo Higgins en tu equipo es algo muypositivo, y al igual que el resto de laplantilla, ha aportado su grano de are-na, para que el objetivo del ascenso sehaya cumplido. Enhorabuena.

  • Secundario imprescindible

    E n su día fue uno de los verdugos delCAI cuando ascendió en el Prínci-pe Felipe vistiendo la camiseta delPolaris World Murcia. Eso parece habermotivado a “H”, tal y como le conocen enel equipo, para compensar con su esfuer-zo y trabajo lo que le había quitado a esteequipo hace dos años. Eso sí, tenía un retonada fácil de cumplir, ya que el americanodebía asumir el papel de actor secundariocuando en otros equipos como Plasencia,León o el propio Murcia había sido el pro-tagonista de la película. Brown no lo du-dó. Tenía por delante a Lescano y Quinte-ros y lo ha intentado todo siempre que haestado en cancha. La suerte no le ha acom-pañado, sin embargo el estadounidense noha dejado de desempeñar una labor im-prescindible en un equipo que quiere sercampeón. Algo digno de agradecer.

    Detrás de sus variopintos peinados y susandares de pasota hay una pieza clave enel éxito del CAI. Parece que es decir mu-cho, pero los rojillos son grandes porqueson uno de los pocos conjuntos de toda laliga en los que las rotaciones no se notan,el nivel no desciende drásticamente, y esolo permiten tipos como Howard Brown.

    Nadie duda que es un individuo pecu-

    liar. Dentro de la pista su estilo es como sijugara en una cancha callejera de EstadosUnidos. Mucho bote, mucho dribbling ylanzamientos muy poco ortodoxos. Dis-fruta cuando hay velocidad, con los “coastto coast” y cada acierto lo celebra desa-fiante hacia su rival, al más puro estilo del“playground”. Lejos del parquet tambiéntiene lo suyo, ya que no se muestra dema-siado hablador, y siempre con un reduci-do grupo de gente o solo, como en algu-nos desplazamientos en los que se paseacon su portátil en el que observa televi-siones de su país.

    Sin embargo, “H” esta temporada no hatenido demasiadas oportunidades y en po-cos encuentros ha brillado como lo habíahecho en otros clubes. Quizá le ha faltadocontinuidad, regularidad y, especialmen-te, confianza. Porque Brown, además de untrabajo defensivo al que no estaba dema-siado habituado, ha tratado de sumar siem-pre en ataque, aunque siempre ha pareci-do algo precipitado. Prefería penetrar quepostear o jugársela antes de darla a uncompañero. Errores asumibles.

    Secundario, sí, pero imprescindible, ade-más dada su experiencia en situaciones co-mo esta, como la del ascenso.

    SU FICHA

    ■ A sus 30 años, este jornalero del balon-cesto completa su segundo ascenso a laACB. Formado en la Universidad de Villanova,tiene experiencia en la CBA, en Portugal, enIsrael y en España (Ferrol, León, Melilla, Pla-sencia y Murcia).

    La opinión de... José Luis Maluenda

    U NA inmensa sensación de fe-licidad y de alivio nos inundaa todos los aficionados delbaloncesto aragoneses. Por fin hemosdejado atrás las agonías de una cate-goría que no merecíamos. Por la ciu-dad, por el pabellón y por la afición.

    Howard Brown ha sido uno de losintegrantes de este equipo campeón.Tal vez no ha alcanzado el nivel por elque fue fichado pero, con intermiten-cias, ha contribuido en determinadosmomentos de la campaña.

    Tuve la oportunidad de enfrentarmea él cuando yo militaba en el Bilbao yél en el Melilla. Recuerdo a Howardcomo un jugador atlético y con un físi-co envidiable. Es un tres con unasgrandes posibilidades, aunque le pier-de la irregularidad. Posee una capaci-dad de salto espectacular y resulta unpoco anárquico en el juego. Es capazde hacer un costa a costa que pone alpabellón en pie y de cometer erroresimpropios. Si se aplica en defensa, se-ca al rival.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • La estrella bajó para volver

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

    C uando se supo que Paolo Quinte-ros vestiría la elástica rojilla todocambió en el CAI y su entorno. Elclub no solo había conservado un bloquede la campaña anterior sino que ademásse hacía con la estrella de ese año, un es-colta anotador que se rifaban varios con-juntos de la ACB. La entidad zaragozanasacó petróleo de las desavenencias entreel jugador y el León, e incorporó a unhombre que marca las diferencias, tal y co-mo ha demostrado defendiendo los inte-reses aragoneses. Un ganador nato, un ti-rador excepcional y un jugador que solocon su presencia ya acapara la atención delos rivales. Además de sus virtudes con elbalón en las manos, algo que la afición ro-jilla no olvidará del cañonero argentino esque renunciara a jugar en la elite por en-trar en este proyecto. Paolo es la estrellaque bajó de lo más alto para regresar allívestido de rojo CAI.

    Quinteros es un jugador de otra catego-ría, hecho de otra pasta. Quizá lejos de lospabellones es bastante cauto e incluso in-trovertido, pero cuando se viste de cortose transforma. El balón es su vida. Lo pide,asume la responsabilidad, le encanta tra-bajar bajo presión, ya que su punto de mi-

    ra rara vez está desviado. Todo eso lo ha lo-grado con horas y horas de entrenamien-to. Al concluir cualquier sesión de entre-namiento no duda en quedarse sobre lacancha practicando una y otra vez sus tri-ples y tiros libres. Dicen que con la repe-tición se puede aproximar uno a la perfec-ción. Pues Paolo va camino de ello, por esoya era un hombre de ACB y ahora regresaa ella con el conjunto zaragozano.

    Además, en tierras aragonesas, el argen-tino parece sentirse a gusto. Encontrarsecon varios compatriotas le ayudó en susinicios, sobre todo, un Victoriano del querecibió consejos y quien por cierto ha si-do su maestro en el mus, una de las dis-tracciones durante los viajes. Ha aprendi-do y lleva camino de ser un buen jugadortambién a las cartas.

    Sus puntos han sido una garantía a lo lar-go de toda la campaña, pero quizá lo másinteresantes es que seguirán siéndolo enla ACB, puesto que este internacional ab-soluto con una de las mejores seleccionesdel mundo desea seguir en la ciudad en laque ha vivido su segundo ascenso conse-cutivo. Es un talismán. Al equipo al que vale lleva la suerte, pero lo suyo no es cues-tión de suerte. Es talento puro y duro.

    SU FICHA

    ■ Nacido en Colón (Argentina) hace 29 años, ha desa-rrollado gran parte de su carrera en equipos de su paísnatal: La Unión (1997-2000), Estudiantes (2000-2002) yBoca Juniors (2003-2006). Aterrizó en España de la ma-no del León (2006-2007).

    La opinión de... Quino Salvo

    U NA de las claves para explicareste ascenso tan ansiado cabebuscarla en este argentinoque abandonó a un León de ACB paraenrolarse en la incierta aventura de unCAI en la LEB. Más allá del tema eco-nómico, la decisión demuestra un gra-do de implicación mayúsculo con elproyecto rojillo.

    No me caben dudas. Paolo Quinte-ros es un jugador muy válido para laACB y lo demostrará la próxima tem-porada. Incluso tiene muchas opcio-

    nes de ser una de las sorpresas de la li-ga.

    Pese a no destacar por su altura, so-bresale por su extraordinaria intuiciónen el juego. Ha mejorado enormemen-te en el tiro exterior. Tampoco se tratade un defensa puro, pero su inteligen-cia sobre la pista le permite robar mu-chos balones. Una suma de valores degran utilidad para cualquier equipo. Esde esperar que, con los focos de unacompetición de más nivel y atención,dé todavía un saltito más.

  • Todo sea por el equipo

    P ocos jugadores encajan como él lasdecisiones que le perjudican per-sonalmente pero que benefician alequipo. No es el primer conjunto en el quele ocurre. Ya en Manresa fue relegado, yno le importó mientras se consiguiera elascenso. Y en Zaragoza tampoco se ha re-belado. Con la llegada de Turner perdióminutos y protagonismo, pero su forma deser le ha llevado a seguir trabajando porel grupo, como el primer día, porque sumeta era la de todo el CAI, la de toda unaciudad: ascender a la ACB. Lo ha logradoy eso le llena de satisfacción y a los demásles debe llenar de admiración por antepo-ner la alegría colectiva a la personal.

    Una plantilla ganadora no solo vive desus estrellas sino que debe tener sus obre-ros, sus currantes, responsables de un tra-bajo oscuro, como el que pueden desem-peñar los botones en un hotel. Pero a la vezson los que hacen la vida más fácil a losque les rodean. Óscar llegó para colaborary durante un gran número de jornadas lu-ció sus características principales. Ademásde dar descanso a un hombre tan funda-mental como Victoriano, el base madrile-ño mostró su intensidad en defensa, dio uncarácter distinto al equipo, le imprimió la

    garra que desprende y apostó por ofrecer-le balones cómodos a sus compañeros. Subuena mano desde el perímetro suponíauna amenaza momentánea y su buen rollocon los americanos, ya que jugó en su díaen una universidad estadounidense, leconvierten en alguien más que aconsejabledentro del vestuario. No en vano, pocosson los desplazamientos en los que el 14del CAI no tiene algún amigo o conocidoen el equipo rival. Sonrisas, abrazos, con-versaciones... Pero después, dentro de lacancha, a cara de perro, como le gusta afir-mar en sus comparecencias ante la prensazaragozana.

    Pero quizá lo más importante de un ba-se como Óscar González es que sabe has-ta dónde puede llegar y conoce perfecta-mente sus limitaciones. No es un jugadorbrillante, pero ese hueco lo cubre con es-fuerzo y sacrificio. Lo que hace, lo hace co-rrectamente, puede que sin excesivo ries-go, pero en su caso la clave es hacerlo bien.

    Cumple, como Quinteros, su segundoascenso consecutivo. Ya el año pasado setiñó el pelo de rubio. Habrá que ver quétiene preparado en esta ocasión. Sea lo quesea, será por el CAI, como su trabajo y pro-fesionalidad.

    SU FICHA

    ■ Madrileño de 30 años, es un trotamun-dos del baloncesto. Se formó en las catego-rías inferiores del Real Madrid. Prosiguió suformación en la Pittsburg State University. Deahí, pasó al Cajasur Córdoba, Cáceres, Fórum,CAI, La Palma, Real Madrid y Ricoh Manresa.

    La opinión de... Pepe Arcega

    Ó SCAR ha sido un jugador muyimportante para el equipo es-ta temporada por su expe-riencia y por su capacidad para saberdar al juego un toque de tranquilidaden ataque y de agresividad en defensa.

    En su segunda época en el club ara-gonés, se ha notado claramente queconoce la casa a la hora de acoplarse yde integrarse, algo que después setransmite al juego.

    En el plano personal destacaría suenorme humildad. Esa cualidad ya me

    la demostró cuando coincidí con élcomo jugador en Cáceres, en mi últi-ma etapa como profesional. Después,cuando vino como jugador aquí y yoera directivo vi que no había cambia-do esa manera de ser. Lo mismo queen esta tercera etapa, que es su segun-da a orillas del Ebro.

    Insisto en que Óscar González haaportado mucho al CAI Zaragoza, másde lo que sus números o estadísticaspuedan indicar y más de lo que la gen-te pueda llegar a pensar.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • Tan grande como bueno

    P arece sacado de un cuento. Es ungrandullón y bonachón con el quees una delicia compartir momen-tos en el Príncipe Felipe o en los viajes delequipo. Todos sus compañeros le quierenmucho y se lo demuestran cada vez quehace un buen partido felicitándole efusi-vamente, es decir, chocando contra suenorme cuerpo. Ondrej Starosta es unhombre tan alto como bueno, quiero de-cir, como buena persona. Baloncestística-mente es un portento, es uno de los hom-bres más desequilibrantes de la competi-ción y un pívot casi imparable. Pero en élllama mucho más la atención su bondad.Como en los cuentos.

    Es una lástima que el checo solo saquesu rabia contenida en determinados en-cuentros, puesto que si lo hiciera cada finde semana se pasearía por la LEB sin na-die que le tosiera. Aun así, con su entregay calidad, ha herido de muerte a muchosde los rivales tanto del año pasado comode la presente temporada. Ni siquiera lascríticas, a veces excesivas, de su entrena-dor han podido con él. Al contrario, ha sa-bido reaccionar, ha recuperado el mejorStarosta justo en el momento apropiado y,además de culminar con éxito infinidad de

    jugadas del CAI, ha propiciado espaciospara sus compañeros y facilitado el juegocolectivo.

    Para ahondar en su personalidad cabedestacar la amabilidad con la que cada se-mana ha atendido a los medios de comu-nicación que le han requerido. En un co-rrecto castellano, una de las muchas len-guas que habla, ha respondido con since-ridad a la vez que buscando el bien delequipo. Además, los aficionados siemprebuscan una instantánea con él, esa que lla-ma la atención por sus 217 centímetros. Y“Ondra” las acepta con cariño.

    Su calvario ha estado en los tiros libres,en los pívots que se le abrían para tirar defuera o en los injustos gritos que ha reci-bido en ocasiones (otros eran más que me-recidos). Pero Starosta es tan grande co-mo bueno y ha salido adelante y se ha con-vertido, como se esperaba de él, en uno delos pilares básicos para alcanzar el ascen-so a la ACB.

    Sin embargo, en esa liga la historia serábien distinta. Por físico y por juego puedeestar a la altura, aunque sufra más que enla LEB. Pero lo de ser bueno no va con laACB, así que el checo deberá aprender aser más agresivo, a ser malo.

    SU FICHA

    ■ El internacional checo, de 28 años, arrancó su carre-ra en el Slavia de Praga. No tardó en trasladarse a Fran-cia, siendo su equipo más destacado el Estrasburgo. Par-ticipó en las ligas de verano de los Cleveland Cavaliers dela NBA, pero fue cortado.

    La opinión de... Luis Candeal

    S E trata de un hombre funda-mental, aunque ha tenido unatemporada irregular, no tanbuena como el tramo final de la cam-paña pasada. Por su estatura y cuandoestá con una gran motivación, intimi-da en la zona. Los compañeros, cuan-do él juega bien, se sienten muy arro-pados porque es una referencia. Sta-rosta, en ocasiones, es un hombre demoral frágil. Al empezar la temporadano entendía las broncas del míster y aveces se venía abajo, algo que hay que

    apuntar en el debe de Curro Segura,por no entender que el checo necesitaun trato con más mimo. También esverdad que en las últimas semanas,Ondrej se ha puesto las pilas y hacomprendido que los técnicos tam-bién tienen su particular carácter.

    Técnicamente, no tiene malos movi-mientos cerca del aro, aunque a vecesle falta intensidad. Necesitaría mejortiro de tres o cuatro metros. Para laACB será un jugador muy interesanteque puede defender a hombres altos.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • Artífices desde la sombra

    S on la cara oculta del CAI o, por lomenos, los trabajadores en la som-bra. Sin embargo, a lo largo de unatemporada son piezas fundamentales enel desarrollo y la evolución del equipo. Enel caso rojillo, la labor en los entrenamien-tos y en sus escasos minutos en cancha dejugadores como Iván García, José AntonioRojas o Blaz Cresnar ha sido tan impor-tante como algunas canastas de sus com-pañeros. Su esfuerzo está poco reconoci-do, pero un equipo lo forman doce juga-dores y todo el mundo pone su granito dearena.

    Los jóvenes suelen acaparar la inmensamayoría de las reprimendas de los técni-cos, algo normal en casi todas las plantillas,pero es cierto que le dan un aire distinto alos conjuntos. Resulta curioso el ver a to-do un Andre Turner picarse con Iván Gar-cía en un entrenamiento. El joven catalánha tenido pocas oportunidades, pero lo haencajado con paciencia. Sus posibilidadesde jugar tanto de tres como de cuatro denada le han servido en una liga en la que

    para fichajes hizo que el club no quisieraarriesgarse a posibles lesiones y se hizocon un jugador que conocía y aceptaba surol: sería un alero con pocos minutos.

    Su mayor virtud, el tiro, no ha tenidotiempo de mostrarla, pero siempre que hasustituido a un compañero se ha entrega-do en defensa y ha cubierto con dignidadese puesto. Podría hacer más, pero el equi-po no lo necesita. Y él lo ha asumido y su-ma desde el banquillo.

    El caso del esloveno Blaz Cresnar es par-ticular. Sus 2,14 de altura y sus largos bra-zos le ofrecen un futuro prometedor, sinembargo todavía tiene que curtirse mucho.Las escasas oportunidades que ha recibi-do han servido para verle pelear y fajarsecon pívots experimentados. A pesar deello, le faltan mejoras técnicas y carácter(y le sobra su ultratimidez), algo que tra-baja diariamente de la mano de AlbertoAngulo. Ha acabado la campaña sin sitio nien el banco, pero se siente uno más y esoes fundamental a la hora de ayudar entresemana.

    SU FICHA

    ■ Campeón de Europajúnior en 1994, este pro-ducto de la cantera delBarça, de 21 años, hacumplido su segundacampaña con el CAI.

    La opinión de... Ángel Simón

    S UELEN ser los menos recorda-dos al hacer balance. Si los obje-tivos no se han cumplido se es-capan de las críticas y de las purgas enla plantilla. Si se han cumplido, pocasveces se les reconoce su parte del éxi-to. Me refiero a los últimos del banqui-llo, generalmente jóvenes con expecta-tivas de mejora y progresión, que cola-boran fundamentalmente entrenandoy disfrutan de pocos minutos de juego.A mí no me gusta llamarlos minutosde la “basura”, prefiero considerarlos

    minutos para acumular experiencia.En el CAI estaríamos hablando del es-loveno Blaz Cresnar e Iván García. In-cluso también de Rojas, llegado a últi-ma hora. De ellos es también el éxitodel ascenso, su papel es importante pa-ra cualquier entrenador para tener unalto nivel en los entrenamientos.

    Algunos seguimos vinculados a estedeporte entrenando a chavales y escri-biendo unas líneas; otros, presidiendoel equipo que va a ascender. GraciasReynaldo y suerte.

    SU FICHA

    ■ Fichado en marzo trasjugar en el Breogán, estevalor de las categorías ba-se del Unicaja ha aportadointensidad en los pocosminutos que ha disputado.

    SU FICHA

    ■ La torre eslovena, de21 años, es una joya que elCAI ha mimado. Su altura,2,14 metros, y su juventudinvitan a seguir creyendoen él.

    podría disfrutar de más minutos. Eso sí,pertenecer al líder no garantiza esas prue-bas, ya que hay que ganar o ganar, y Segu-ra no ha querido tomar riesgos.

    Sin embargo, cuando el chaval ha salta-do a la cancha no ha desentonado y, ade-más, ha sido el abanderado del equipo sub

    20 que ha participado en el Circuito de laACB y la FEB.

    El caso de José Antonio Rojas es biendistinto. Un hombre curtido en la catego-ría, y que este año también ha jugado en elBreogán, llegó para completar el grupo. Elhecho de que se aplicara una fecha tope

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • losayudantes

    Y él gestionó el talentoP ara que un equipo funcione es im-prescindible la figura de un técni-co con experiencia, que sepa lo quese lleva entre manos, con recursos tácti-cos y, sobre todo, que controle el vestua-rio psicológicamente. El granadino CurroSegura ha respondido a ese perfil a la per-fección. Cometió errores la pasada cam-paña, pero desde este verano ha acertadode pleno con la plantilla que debía ascen-der a la ACB. Junto con el director gene-ral, Alberto García Chápuli, confeccionóun grupo compensado, amplio, con mu-chísima calidad y, por encima de todo, confunciones específicas para cada uno y quelogró que asumieran desde el inicio.

    La opinión de... Manel Comas

    H ABLAR de mi colega y amigoCurro Segura es un placer. Ledoy la más sincera enhora-buena por lo bien que ha conducido alCAI Zaragoza en esta temporada deregreso a la ACB. Es un técnico queconoce en profundidad la LEB, comoya demostró en Menorca. Su equipoha practicado un baloncesto muyatractivo y, en aquellos momentos me-nos afortunados, ha surgido la figurade Curro para atemperar los nervios.Ha dirigido a la gloria a una plantilla

    confeccionada con mucho acierto elpasado verano.

    Personalmente, llevaba 12 años espe-rando este ascenso. El baloncesto zara-gozano nunca debió de desaparecer dela elite. Por la vinculación entre la ciu-dad y mi humilde persona, quierotransmitir mi felicitación a todo el cluby a esa estupenda afición que nunca hadejado de alentar. Ahora está donde semerece y espero con el corazón que si-ga arriba durante muchísimos años. Elbaloncesto y Zaragoza lo necesitan.

    Rodeado de un grupo de profesionalesen el que todos ellos han dado lo mejor desí para que la maquinaria no notara des-gaste alguno, el entrenador, lejos de siste-mas o de jugadas, ha ejercido una funciónvital: ha llevado con inteligencia el ves-tuario. Si había que apretar se apretaba, sihabía que gritar a alguien se hacía, si eramomento de relajación se aprovechaba ysi veía el ambiente algo apartado de la rea-lidad rápidamente lo corregía.

    Ha sido casi más un psicólogo que unentrenador, puesto que el talento le sobra-ba al equipo. Solo era cuestión de gestio-narlo. Lo ha hecho de manera brillante ylogra un nuevo ascenso. Por algo será.

    JOAQUÍNRUIZ LORENTE

    JUANTRAPERO

    ISAACLÓPEZ

    JOSÉSARASA

    J. IGNACIOGARCÍA

    RAFAELAGUELO

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • El último partido en la ACBEl 3 de mayo de 1996, el entonces Amway Zaragoza (CBZ) disputaba su último encuentro enla ACB. Poco después, el equipo debía renunciar a su plaza en la elite del baloncesto españolpor problemas económicos. Deportivamente, el conjunto aragonés terminó la campaña enquinta posición, después de caer en la primera ronda del “play off” ante el Estudiantes. Los Tur-ner, Pepe Arcega, Alberto y Lucio Angulo, Fran Murcia, Zubizarreta, Burroughs y Stewart fue-ron los últimos representantes de un equipo zaragozano en la máxima categoría. El HERALDOtituló al día sigueinte: “El Amway dijo adiós a la competición” y días después a la liga.

    Se confirma la vuelta a la eliteTitulares como “Sueño roto”, “El final más cruel”, “La misma pesadilla” o “Qué ganas de llo-rar” han ilustrado las páginas de HERALDO en las decepciones deportivas de Basket Zarago-za 2002. Pero por fin, este club creado hace seis temporadas ha logrado el propósito con elque nació, devolver la ACB a Zaragoza. Este suplemento de 32 páginas analiza, entre otrascosas, el equipo que ha logrado la gesta, el cuerpo técnico, la directiva... y recuerda con esegesto de la portada que estos jugadores han logrado el ascenso para la ciudad, una ciudadque es de ACB y que volverá a ver al año que viene partidos de esa categoría.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

    SUPLEMENTO ESPECIAL I HERALDO DE ARAGÓN

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

    ESTHER CASAS

  • Seis años sin referenteMuy poco tiempo después del último partido del Amway en laACB, el club, el CBZ, debe abandonar la liga por problemas eco-nómicos. Zaragoza deja de tener un referente en la elite y esose extenderá durante seis durísimos años en los que la aficiónpor este deporte se resiente. Muchos rumores de la posible apa-rición de otra entidad, de la adquisición de otra plaza. Pero na-da. Hasta que en 2002 un grupo de empresarios, una vez con-seguidos los apoyos institucionales y de patrocinadores creaBasket Zaragoza 2002 y compra una plaza en LEB con el fin dellegar en poco tiempo a la ACB. La respuesta de la ciudad es es-pectacular desde el primer día. La gente quiere volver a lo alto.

    La primera, en la frenteEl nuevo CAI comenzó su andadura en la LEB con un respaldototal de instituciones y agentes sociales, y una afición que yaempezaba a batir récords. Javier Loriente presidía el club, PepeArcega era el director deportivo y José Luis Oliete dirigía al equi-po. Los primeros pasos fueron demasiado esperanzadores convarias victorias seguidas, pero pronto el equipo notó su falta deexperiencia en la categoría de plata y se fue para abajo. Lo queestaba llamado a ser un ascenso en un año se convirtió en un“play out” por la permanencia ante el Ciudad de Huelva que losalvaron in extremis Alfred Julbe desde el banquillo y tres fi-chajes de lujo, como Ciorciari, Washington y Petruska.

    Granada truncó el sueñoEn la segunda temporada en la LEB, el CAI rozó por primera vezel ascenso, pero Granada truncó el sueño rojillo. La campaña fueexitosa con un equipo al que Julbe sacó partido. Llegó el estan-darte de los siguientes años, Matías Lescano, y con una rachade doce encuentros consecutivos ganados (el equipo se pusolíder) y la victoria en la Copa Príncipe disputada en Zaragoza laACB se veía cada vez más cerca. Sin embargo, la lesión del ar-gentino provocó un bajón en el tramo final y el CAI solo pudoser sexto. El “play off” fue agónico. Se ganó a Plasencia en cin-co trepidantes encuentros, y en la serie final nadie perdió en ca-sa y Granada se hizo con el premio. Otro palo.

    Un año de despropósitosLa siguiente temporada resultó caótica. El club decidió que to-mara las riendas del equipo el técnico Óscar Quintana. Tras uninicio titubeante los resultados comenzaron a llegar, pero unadesastrosa imagen en la Copa Príncipe de Huesca le costó elcargo al entrenador. Entonces llegó la revolución. El Consejo de-cidió volver a llamar a Julbe y apartar a Pepe Arcega de la Di-rección deportiva, de tal manera que el catalán regresó con ple-nos poderes para hacer y deshacer. Con tiempo para actuar, sedejó todo para el final y, esta vez, los tres fichajes (Pozzeco,Fisher y Ezugwu) no fueron la solución. Al revés, fue un caos to-tal que acabó en primera ronda del “play off” ante León.

    El ascenso, ni en casaEl club necesita un director general y se contrata a Alberto Gar-cía Chápuli, procedente del Real Madrid. Sin embargo, su primeradecisión es equivocada al mantener a Julbe en el banquillo, o me-jor dicho, por no colocar a un técnico con el que tuviera sintonía.Eso le pasará factura al final. El equipo, compensado y amplio,con la vuelta de Alberto Angulo a su ciudad, roza el primer pues-to final en la última jornada. Vuelven los nervios y se ficha casipor fichar, algo que desestabiliza el vestuario. Tras vencer a Ta-rragona, el equipo se jugará el ascenso con un buen Murcia, pe-ro con el factor cancha a favor. Ni por esas, en el partido defini-tivo en casa el CAI falló y cayó en la prórroga. Un drama.

    Dos fallos imperdonablesDemasiados errores en el pasado. Quizá por ello García Chápulidecide confiar el equipo a un hombre de su confianza, un novatoen estas lides, Chus Mateo (segundo de Scariolo en Unicaja). Elexperimento no le salió bien y tuvo que destituirlo y recurrir a unhombre que ya había ascendido a la ACB, Curro Segura. Otra vez,excesivosfichajesdurante la temporada (Starosta,Maraker,Cris-pin, Chalmers, Brown...). A pesar de ello, el equipo acaba terceroy afronta la ruta del ascenso por un camino complicado. Derrotaa Inca y en la última ronda logra la machada de ganar un partidoen León. Con 2-1 a su favor, el CAI falló dos veces, una en casa yotra fuera, y se quedó sin ascenso, algo imperdonable. Para llorar.

    Zaragozaregresa a sulugar natural

    A cualquier persona de baloncestoque se le pregunte reconoce queZaragoza es una ciudad de ACB.Por su historia, por sus logros, por su afi-ción, por su pabellón, por el interés quedespierta este deporte en colegios o clu-bes. Sea por lo que sea, pero el hábitat na-tural de la ciudad es la máxima categoría.Sin embargo, durante doce años, y se dicepronto, el baloncesto de elite no ha estadopresente a orillas del Ebro. Pero la espera,por fin, ha merecido la pena. Un equipolocal vuelve al sitio que merece, a la ACB.

    Durante todos estos años Zaragoza hapasado por varios estados de ánimo. Des-de la desilusión cuando el CBZ desapare-ció de la mejor liga de Europa, a la apatíapor el basket dado que no había un equipode referencia, a la esperanza cuando nació

    Basket Zaragoza 2002, pasando por la in-credulidad de no lograr el ascenso en va-rias temporadas, y la tremenda tristeza delos finales más crueles en los “play off”. Sinembargo, el mejor estado de ánimo es elque se vive desde ayer que es la desbor-dante alegría de regresar a la ACB y, sobretodo, la confianza y el deseo de que el equi-po aragonés se mantenga allí arriba du-rante muchísimas campañas.

    La ciudad sigue vibrando con el balon-cesto y viviéndolo de una manera especial.Se ha logrado recuperar la ilusión y, ahora,entre todos, hay que cuidarlo y mimarlopara que no se repitan errores del pasado.El mundo de la canasta no se equivocabay tiene mucha razón: Zaragoza es una ciu-dad de ACB. Vuelve a serlo y por méritospropios.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

  • 10.000 sueños hechos realidad

    S ufridores natos, rojillos convenci-dos, pacientes hasta límites insos-pechados que por fin han recibi-do su recompensa. Los seguidores delCAI no necesitaban el ascenso para de-mostrar que eran de ACB, pero esta vez,además de serlo, podrán disfrutar de lamejor liga de Europa en su pabellón, aescasos metros de la localidad que pagantodos los años. Han sido seis temporadasde espera, muchos partidos de infarto,quizá demasiadas palomitas y poca pre-sión hacia el rival o los árbitros, pero elsufrimiento iba por dentro. Y en estaocasión, casi sin darse cuenta (las cosasque tiene el que no haya “play off”) sehan encontrado con que el equipo de susamores ha subido el escalón definitivo avarias jornadas de concluir la fase regu-lar.

    La marea roja es la envidia de todo elbaloncesto español. Ningún club posee

    los 10.000 abonados que tiene un CAI cu-yo mayor valor a lo largo de este periplopor la LEB ha sido precisamente ese, suafición. Con algunas peñas que tratan deactivar el pabellón y que se han despla-zado por España en los momentos im-portantes, el equipo se ha sentido arro-pado y querido en todo momento. Eso sí,la particularidad de las gentes zaragoza-nas, esa exigencia innata, ese silencio endemasiados momentos, ese carácter deespectáculo familiar del viernes por latarde quizá ha hecho que en la propia ciu-dad se valore en menor medida el méri-to de unir en una cita deportiva a más de8.500 personas cada quince días. Una ci-fra que está muy lejos de cualquier equi-po LEB y que solo pueden igualar unospocos grandes de la ACB y de Europa.

    Es la hora de celebrarlo. El sueño de mi-les de seguidores rojillos se ha hecho rea-lidad. Los que viven los partidos con in-tensidad, los que pasan por el Príncipe Fe-lipe por rutina, los que llevan el balon-cesto por las venas, los que se hicieron so-cios para asegurarse un asiento cuando elequipo llegara a la elite, los que llevan asus hijos a ver deporte... Todos ellos sonhoy un poco más felices, ya que han lo-grado, entre todos, que Zaragoza vuelva aestar en lo más alto. Ellos son de ACB. Loeran, pero acaban de certificarlo.

    De hecho, ahora es cuando librementegritan el ya habitual “este año sí”, que pa-recía ser tabú a lo largo del año. Esta tem-porada, la del ascenso, no se ha escucha-do en el pabellón y, sin embargo, es cuan-do se ha convertido en realidad.

    Este CAI debutará en la elite, pero jue-ga con una ventaja, la de contar con unaafición de Primera, que sabe lo que es es-tar allí, que entiende de baloncesto y queseguirá con los rojillos hasta el final.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

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    La fortaleza del Consejoyúsculos como la caída en el quinto parti-do de un “play off” por el ascenso. Cuandotodo eso se ha conseguido hacer propio,metiéndolo dentro de la piel, se ha logradoel retorno.

    En este trayecto, su mayor mérito ha sido,posiblemente, la cohesión interna mostra-da y la firme voluntad de perseverancia enelempeño, resistiendoenlaadversidad.Sonquienes han estado desde el principio en latrastienda del espectáculo, en el lugar quenoiluminanlos focosquehoyalumbrancontoda la potencia, y quienes en la discreciónde sus reuniones de Consejo han manteni-do viva una ilusión que por fin es cuerpotangible.

    No ha sido casualidad que en medio de laexigencia deportiva con la que siempre havivido este club, para el que no se admitíaotro final que el ascenso a la ACB, el Con-sejo y los consejeros del CAI hayan logra-do que la institución se moviera bajo patro-nes de aceptable estabilidad en un mundotan cambiante en sus estados como es el delbaloncesto, al igual que sucede en cualquierotro ámbito del deporte. En un plano insti-tucional, Basket Zaragoza 2002, el nuevo

    CAI, se ha convertido en ejemplo en varia-dos campos de gestión. Sirvan como ejem-plo el equilibrio presupuestario, la creaciónde un poderoso ‘pool’ de segundospatrocinadores o la llevanza de una sanea-da economía. Su experiencia de gestión sehaconvertido,dehecho,enmateriaquehoyse analiza en una de las escuelas de nego-cios más prestigiosas del país.

    Con todo, el Consejo de Administracióndel CAI, como órgano de dirección en elque se toman decisiones de forma colegia-da, también ha debido atravesar sus mo-mentos críticos. El primer hecho traumáti-co en este sentido fue la destitución comodirector deportivo de Pepe Arcega, sobrecuyo peso en los inicios de este proyecto nohace falta hablar o extenderse. Se trataba deunreferente,deunsímbolo,de lahistoriadeeste deporte y, al mismo tiempo, de un ac-cionista y compañero cierto.

    Pasado este trago, el devenir en la con-quista de la ACB aún les presentaría otromomento más delicado: la necesidad deafrontar un cambio en la presidencia tras elfracaso del quinto proyecto de ascenso; esdecir, la salida de Javier Loriente.

    C uando hace seis años asumieron elcompromiso de intentar el asalto ala ACB y recuperar para Zaragozael basket de elite, no tenían una idea, ni cer-cana ni lejana, del camino que iban a reco-rrer en el propósito. Solo el andar se lo hamostrado. Es en este instante de conquistade la cima cuando la conciencia del reto to-mado es plena y por completo real en susexigencias. En absoluto se ha cumplido ellugar común que se oía por España acercadel inmediato ascenso del CAI desde laLEB, la categoría de plata del baloncesto es-pañol, en la que se suponía que el conjuntoaragonés era un invitado de coyuntura. Lavieja metáfora de la resurrección del AveFénix, que tanto se aplicó al renacido CAI,sirvió en los principios para ganar un parde partidos; pero para nada más. Luego vi-no la realidad de las canchas y las canastas.

    Los actuales consejeros pronto advirtie-ron que la historia, el rico pasado, no signi-ficaba una palanca con la que hacer fuerzay remover obstáculos del presente, sino unmotivo más de exigencia. Acaso era, comolo es hoy, un referente. La conclusión evi-dente para estos nuevos directivos solo po-día ser una: había, de nuevo, que aprender,que vivir experiencias, que interiorizaraciertos y errores, que forjar el espíritu enéxitos momentáneos, como la conquista deuna Copa del Príncipe, y sinsabores ma-

    Durante cinco años, el sentido de su pre-sidencia no fue el de ser una figura con pa-pel sólo relevante hacia el exterior. En ab-soluto. Su verdadera labor la llevó a caboen el interior de la entidad, a la que poco apoco procuró fortalecer en todas sus es-tructuras: deportiva, económica, de patro-cinio... Loriente, un ejecutivo joven, diná-mico, abierto, enérgico, con carácter, que seha ganado un notable respeto en variadosestamentos del deporte español, ha sido unelemento clave, por más que los resultadosdeportivos terminaran por afectar a su pre-sidencia. La nítida percepción moral de de-berse a un proyecto deportivo de ciudad lellevó a preparar una transición que signifi-cara otro paso hacia adelante. El resultadoúltimo que pretendía con ello es el presen-ciado, que Reynaldo Benito, o quien fuerasu sucesor, tomara el testigo para seguir encarrera en pos de la ACB, lejos de cualquiertraspaso de poderes complejo o, peor toda-vía, de una sucesión que se convirtiera enun vacío de poder más o menos acusado.

    Hoy, en los días de celebraciones y fies-ta, el órgano rector del CAI Zaragoza se afa-na en la preparación del siguiente salto, queaún entraña mayor relevancia que el ya da-do: la convivencia entre los grandes del ba-loncesto español. El CAI no quiere ser unsufridor de la competición. En su regreso,pretende establecerse en la zona media.

    SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2008

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