10

SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y
Page 2: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y
Page 3: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y
Page 4: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y
Page 5: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y
Page 6: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y
Page 7: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y
Page 8: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y
Page 9: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y
Page 10: SURCO · Una verdadera "lectio biblica", entonces, —no abstracta, no pseudo misti- ca o intimista, no artificial— requiere escuchar atentamente las palabras de los hom- bres y