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Bol. San. Veg. Plagas, 27: 103-115, 2001 Suspensiones de zoosporas de Phytophthora cinnamomi que causan la "seca" en cinco especies de Quercus mediterráneos J.J. TUSET, F. COTS, C. HINAREJOS Y J.L. MIRA La encina (Q. rontundifolia) y el alcornoque (Q. súber) junto con el roble rojo ame- ricano (Q. rubra) son especies sensibles a Phytophthora cinnamomi. Este hongo esta asociado a la "seca" (oak decline), que es la principal enfermedad que los afecta desde comienzos de los años 80, tanto en árboles aislados como en grupo. La infección de este hongo se produce principalmente por las zoosporas. Con el fin de determinar las meno- res suspensiones de estas que producen infección a través del sistema radical de las plantas de Quercus, en nuestra experiencia hemos empleado las siguientes: 10 4 ; 2,5xlO 4 ; 5X10 4 ; 10 5 zoosporas/ml, utilizando tres aislados de P. cinnamomi procedentes de Q. sú- ber (IVIA-1), Q. rotundifolia (IVIA-2) y de Q. rubra (IVIA-7). El sistema radical de las plántulas de las cinco especies de Quercus (Q. rotundifolia, Q. súber, Q. faginea, Q. pe- traea y Q. pyrenaica) se dispuso en las suspensiones de zoosporas, realizando el control de los síntomas de la enfermedad, tanto en la parte aérea como en el sistema radical, a los 50 días. Esta metodología proporciona una buena motilidad de las zoosporas y una evidente atracción de los tejidos radicales. De las cinco especies, Q. rotundifolia se ha comportado como las más sensible, necesitando Q. súber, Q. faginea y Q. petraea sus- pensiones diez veces superiores (10 5 zoosporas/ml) para mostrar afección. En el caso de Q. pyrenaica una suspensión de 5x10 4 causó claramente la enfermedad. Sin embargo, los niveles de afección fueron similares en los tres aislados del hongo para cada especie de Quercus, lo que demuestra que P. cinnamomi posee una escasa o nula especificidad así como una gran polifagia. J.J. TUSET, F. Cars, C. HINAREJOS Y J.L. MIRA: Departamento de Protección Vegetal y Biotecnología. Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. Carretera Moncada- Naquera, Km 4,5. 46113 Moneada (Valencia). Palabras clave: Phytophthora cinnamomi, "seca" (oak decline), suspensión de zo- osporas, Quercus rotundifolia, Q. uber, Q. faginea, Q. petraea, Q. pyrenaica, infección radical, afección aérea y radical INTRODUCCIÓN En la foresta mediterránea, la encina (Quercus rotundifolia Lam.), el alcornoque (Q. súber L.) y el roble rojo americano (Q. rubra L.) son especies sensibles a la activi- dad patógena de Phytophthora cinnamomi Rands (Brasier, 1992; Cobos et al, 1993; Tu- set et al, 1996; Robin et al, 1998). Este hongo esta asociado a la enfermedad cono- cida como la "seca" (un típico oak decline) considerada como la más importante de los Quercus mediterráneos (Brasier et al, 1993; Tuset et al, 1996). Los síntomas de la "seca" incluyen el amarilleo de las hojas, defolia- ción, presencia de ramas puntisecas y secas, brotes epicórmicos en las ramas principales y tronco, y muerte de los árboles. General- mente, la muerte se produce varios años des- pués de la infección, aunque se puede acele-

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Bol. San. Veg. Plagas, 27: 103-115, 2001

Suspensiones de zoosporas de Phytophthora cinnamomi quecausan la "seca" en cinco especies de Quercus mediterráneos

J.J. TUSET, F. COTS, C. HINAREJOS Y J.L. MIRA

La encina (Q. rontundifolia) y el alcornoque (Q. súber) junto con el roble rojo ame-ricano (Q. rubra) son especies sensibles a Phytophthora cinnamomi. Este hongo estaasociado a la "seca" (oak decline), que es la principal enfermedad que los afecta desdecomienzos de los años 80, tanto en árboles aislados como en grupo. La infección de estehongo se produce principalmente por las zoosporas. Con el fin de determinar las meno-res suspensiones de estas que producen infección a través del sistema radical de lasplantas de Quercus, en nuestra experiencia hemos empleado las siguientes: 104; 2,5xlO4;5X104; 105 zoosporas/ml, utilizando tres aislados de P. cinnamomi procedentes de Q. sú-ber (IVIA-1), Q. rotundifolia (IVIA-2) y de Q. rubra (IVIA-7). El sistema radical de lasplántulas de las cinco especies de Quercus (Q. rotundifolia, Q. súber, Q. faginea, Q. pe-traea y Q. pyrenaica) se dispuso en las suspensiones de zoosporas, realizando el controlde los síntomas de la enfermedad, tanto en la parte aérea como en el sistema radical, alos 50 días. Esta metodología proporciona una buena motilidad de las zoosporas y unaevidente atracción de los tejidos radicales. De las cinco especies, Q. rotundifolia se hacomportado como las más sensible, necesitando Q. súber, Q. faginea y Q. petraea sus-pensiones diez veces superiores (105 zoosporas/ml) para mostrar afección. En el caso deQ. pyrenaica una suspensión de 5x104 causó claramente la enfermedad. Sin embargo,los niveles de afección fueron similares en los tres aislados del hongo para cada especiede Quercus, lo que demuestra que P. cinnamomi posee una escasa o nula especificidadasí como una gran polifagia.

J.J. TUSET, F. Cars, C. HINAREJOS Y J.L. MIRA: Departamento de Protección Vegetal yBiotecnología. Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. Carretera Moncada-Naquera, Km 4,5. 46113 Moneada (Valencia).

Palabras clave: Phytophthora cinnamomi, "seca" (oak decline), suspensión de zo-osporas, Quercus rotundifolia, Q. uber, Q. faginea, Q. petraea, Q. pyrenaica, infecciónradical, afección aérea y radical

INTRODUCCIÓN

En la foresta mediterránea, la encina(Quercus rotundifolia Lam.), el alcornoque(Q. súber L.) y el roble rojo americano (Q.rubra L.) son especies sensibles a la activi-dad patógena de Phytophthora cinnamomiRands (Brasier, 1992; Cobos et al, 1993; Tu-set et al, 1996; Robin et al, 1998). Estehongo esta asociado a la enfermedad cono-

cida como la "seca" (un típico oak decline)considerada como la más importante de losQuercus mediterráneos (Brasier et al, 1993;Tuset et al, 1996). Los síntomas de la "seca"incluyen el amarilleo de las hojas, defolia-ción, presencia de ramas puntisecas y secas,brotes epicórmicos en las ramas principalesy tronco, y muerte de los árboles. General-mente, la muerte se produce varios años des-pués de la infección, aunque se puede acele-

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rar si las condiciones ambientales favorecenla destrucción rápida de las raíces absorben-tes por un aumento del inoculo del hongo enel suelo (Shearer y Tippet, 1989).

Las zoosporas son el inoculo más efectivodel hongo para producir la infección, unavez puestas en contacto con los tejidos delhuésped (Hickman, 1970). Estas se disper-san con celeridad en el medio líquido (solu-ción del suelo) y son atraídas quimiotáctica-mente por las raíces superando la fungistasis(principalmente debida a factores químicosy biológicos) propia del medio (Hickman yHo, 1966; Hinch y Weste, 1979). Basándoseen estos conceptos, Hickman (1970) señalala acumulación de zoosporas en los ápicesradicales de plantas para 13 especies de Phy-tophthora. La metodología empleada consis-tía en sumergir algunas raíces o el sistemaradical completo en las suspensiones de zo-osporas, lo que implica una buena movilidadde éstas y una evidente atracción de los teji-dos radicales. Una vez encistadas las zoos-poras en la superficie de las raíces, tiene lu-gar la germinación y los tubos germinativosnormalmente, muestran una quimiotaxis po-sitiva dirigiéndose hacia los tejidos cortica-les para infectarlos (Weste, 1983). Esta téc-nica de inoculación proporciona una mejorinformación sobre la capacidad de infecciónde los diversos aislados del hongo en cadahuésped al utilizar el sistema radical comosoporte alimenticio (Robin y Desprez-Lous-tau, 1998).

Los estudios que se han realizado durantelos últimos ocho años para demostrar la im-plicación de P. cinnamomi en la "seca" delas encinas y alcornoques, tanto en el inver-nadero como en el campo, teniendo comohuéspedes plantas jóvenes y adultas, hanempleado el micelio del hongo como ino-culo (Tuset et al, 1996; Robin y Desprez-Loustau, 1998). En este trabajo hemos que-rido conocer otros aspectos de la relaciónhuésped-patógeno, como son la eficacia delas zoosporas en la infección radical de losQuercus, y la menor suspensión de estas queproducen daño en las plantas, tanto en laparte aérea como en la subterránea. Para tal

fin, han sido inoculados los sistemas radica-les de plantas jóvenes de cinco especies deQuercus (encina, alcornoque y tres robles)con zoosporas de varios aislados de P. cinna-momi en medio líquido comprobando la in-fección y el grado de afección obtenido enun tiempo corto, no mayor de dos meses,para este tipo de cultivos.

MATERIALES Y MÉTODOS

Plantas: En la experimentación, se hanutilizado plántulas de un año de edad de en-cina (Q. rotundifolia), alcornoque (Q. su-ber), y tres robles: quejigo (Q. fagineaLamk), rebollo (Q. pyrenaica Willd.) y roblealbar (Q. petraea (Mattuschaka) Lieb.). To-das ellas procedentes de viveros forestalesde la Comunidad de Castilla-León, dispues-tas en alveolos conteniendo un sustrato for-mado por una mezcla de mantillo de bosquey tierra, con una altura aproximada de 25-30cm.

Aislados del hongo: Tres aislados de P.cinnamomi: IVIA-1, procedente de Q. su-ber; IVIA-2, procedente de Q. rotundifolia;IVIA-7, procedente de Q. rubra se han em-pleado en los ensayos. Todos ellos obtenidospor nosotros de plantas adultas afectadas de"seca" (caso de la encina y el alcornoque) deCáceres (Extremadura) y Cádiz (Andalucía)y de árboles con chancros en el tronco y de-secados (caso del roble rojo americano) deNavarra. Los aislamientos se realizaron apartir de raicillas absorbentes de los árbolesinfectados de encina y alcornoque y de chan-cros jóvenes del roble rojo americano. Loshongos se mantuvieron en patata-dextrosa-agar (PDA) antes de ser utilizados en la ex-perimentación.

Producción de zoosporas: Los tres aisla-dos del hongo se cultivaron en un medioagar-vegetales (compuesto de: zumo de to-mate, apio, zanahoria, perejil, espinaca, le-chuga, remolacha, cebolla, albahaca, zumode manzana y zumo de limón: 200 gr; CaCO3:3 gr; agar: 17gr; agua destilada: 800 mi) du-rante 6-7 días a 24°C en la oscuridad, para

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Figura 1.—Afección media de Ia parte aérea (A) y del sistema radical (B) de Ias plantas de Q. rotundifolia a los 50 díasde la inoculación con zoosporas de tres aislados (IVIA-1, IVIA-2, IVIA-7) de P cinnamomi.

Figura 2.—Peso medio de las plantas de Q. rotundifolia a los 50 días de la inoculación con zoosporas de tres aislados(IVIA-1, IVIA-2, IVIA-7) de P. cinnamomi. Los tratamientos con la misma letra no son significativamente diferentes a

P=0,05 según el test de DUNCAN.

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producir un buen desarrollo micelar. Poste-riormente el agar con el micelio formado secortó en tiras de aproximadamente 8-10 mmde anchura y, por cada placa de petri, se aña-dieron 20 mi de extracto de suelo no esterili-zado y se incubaron con luz continua a 27°Cdurante 5 días. Una vez comprobada la for-mación y maduración de los esporangios, es-tas placas se situaron a 8°C durante 45 min ydespués a temperatura ambiente (20-22°C)para potenciar la formación y liberación delas zoosporas.

Infección: Hemos utilizado en los ensa-yos como inoculo cuatro suspensiones den-sas (104, 2.5xlO4, 5xlO4, lOVml) de zoospo-ras de cada uno de los tres aislados delhongo. En el invernadero los sistemas radi-cales de las plántulas de las cinco especiesde Quercus se mantuvieron en las distintassuspensiones de zoosporas en extracto desuelo durante 50 días. El pH de estas suspen-siones en el extracto de suelo al inicio de laexperimentación estuvo comprendido entre6.7 y 6.8 y fue medido periódicamente du-rante el desarrollo de la misma. El control delos síntomas de la afección, tanto de la parteaérea (defoliación y muerte) como del sis-tema radical (necrosis), se efectuó al finali-zar este periodo de tiempo. Plantas testigofueron dispuestas también en el extracto desuelo sin contener zoosporas. Por cada espe-cie de Quercus, aislado del hongo y concen-tración de zoosporas, se emplearon 9 plántu-las e idéntico número en los testigos.

Para el control de la enfermedad se toma-ron cuatro porcentajes de afección, tantopara la parte aérea como para el sistema ra-dical, correspondiendo: 0%, plántula com-pletamente sana (parte aérea verde y raícessin necrosis); <25% y 25-75%, plántula va-riablemente afectada; >75%, plántula muerta(parte aérea desecada y raíces totalmente ne-crosadas). Las plántulas también se pesaron,obteniéndose el peso medio de las mismaspara cada concentración de zoosporas. Eltest de Duncan fue aplicado para conocer,con una probabilidad del 95%, las posiblesdiferencias de las infecciones.

RESULTADOS

En las plántulas inoculadas con las zoos-poras los síntomas observados fueron: ligerapérdida del color de las hojas, detención delcrecimiento, marchitamiento, defoliación,secados, necrosis de las raíces y muerte delas plántulas (Fig. 11). En las plántulas tes-tigo (sin presencia de zoosporas) de las 5 es-pecies de Quercus, estos síntomas fueronmás ligeros o no se produjeron, y a los 50días tanto su desarrollo aéreo como radical,fue considerado como normal para este tipode plantas.

En Q. rotundifolia (Fig. 11-1), suspensio-nes a partir de 10.000 zoosporas/ml, afecta-ron al 80% de las plántulas inoculadas conlos aislados IVIA-1 e IVIA-2 y al 100% conel aislado IVIA-7. A los 15 días del inicio dela experiencia se observaron los primerossíntomas claros de marchitamiento y dese-cado en las suspensiones de 50.000 y 100.000zoosporas/ml. En los tres aislados de P. cin-namomi, la necrosis de las raíces absorben-tes siguió un desarrollo bastante similar, sibien con 25.000 zoosporas/ml en el aisladoIVIA-2 ésta ya fue del 100% (Fig. 1).

En las plántulas inoculadas los pesos me-dios variaron escasamente en cada aisladode P cinnamomi, así como entre ellos, sin te-ner en cuenta la suspensión de zoosporas,pero sí que hubo una gran diferencia con lasplantas testigo (Fig. 2).

En Q. suber (Fig. 11-2), se necesitaronsuspensiones de 50.000 zoosporas/ml paraobservar síntomas evidentes de afección. Un60% de plántulas afectadas en el aisladoIVIA-1, y un 40% en los aislados IVIA-2 eIVIA-7, únicamente se obtuvieron con100.000 zoosporas/ml después de los 35 díasde experimentación. Los sistemas radicalesde las plántulas se mostraron en perfectascondiciones y las necrosis se detectaron enla suspensión mayor de zoosporas de los tresaislados de P. cinnamomi (Fig. 3).

El peso medio de las plántulas inoculadasno tuvo la influencia de las diferentes sus-pensiones de zoosporas de cada aislado, ytampoco hubo diferencias significativas con

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Figura 3.—Afección media de la parte aérea (A) y del sistema radical (B) de las plantas de Q. suber a los 50 días de lainoculación con zoosporas de tres aislados (IVIA-1, IVIA-2, IVIA-7) de P cinnamomi.

Figura 4.—Peso medio de las plantas de Q. suber a los 50 días de la inoculación con zoosporas de tres aislados(IVIA-1, IVIA-2, IVIA-7) de P cinnamomi. Los tratamientos con la misma letra no son significativamente diferentes a

P=0,05 según el test de DUNCAN.

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Figura 5.—Afección media de la parte aérea (A) y del sistema radical (B) de Ias plantas de Q. faginea a los 50 díasde la inoculación con zoosporas de tres aislados (IVIA-1, IVIA-2, IVIA-7) de P. cinnamomi.

Figura 6.—Peso medio de las plantas de Q. faginea a los 50 días de la inoculación con zoosporas de tres aislados(IVIA-1,IVIA-2, IVIA-7) de P. cinnamomi. Los tratamientos con la misma letra no son significativamente diferentes a

P=0,05 según el test de DUNCAN.

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respecto a los testigos (Fig. 4). El desarrolloque tenían las plántulas de Q. suber al ini-ciarse el experimento se mantuvo durante elmismo sin cambios detectables.

En Q. faginea (Fig. 11-3), la inoculaciónde las zoosporas no causó ninguna afecciónen las plántulas en los aislados IVIA-1 eIVIA-2. El aislado IVIA-7 y a partir de50.000 zoosporas/ml, produjo en el 40% delas plántulas pequeñas defoliaciones parcia-les al superarse los 25 días de experimenta-ción, pero al poco tiempo estas mismas re-brotaron perfectamente. Las necrosisradicales no se produjeron en los aisladosIVIA-1 e IVIA-2, únicamente en el aisladoIVIA-7 a partir de 50.000 zoosporas/ml. Enel 40% de las plántulas inoculadas con esteaislado se detectaron necrosis importantes(Fig. 5).

El peso medio de las plantas inoculadasno fue afectado por las diferentes suspensio-nes de zoosporas de cada aislado del hongo.El aislado IVIA-2 relantizó un poco el creci-miento, y con ello determinó diferencias conel testigo (Fig. 6).

En Q. petraea (Fig. 11-4), a partir de50.000 zoosporas/ml las plántulas mostraronsíntomas de desecación, pero únicamente elaislado IVIA-7 produjo enfermedad en el60% de las plántulas inoculadas con 100.000zoosporas/ml. Los sistemas radicales de lasplántulas se mantuvieron en buenas condi-ciones en todas las suspensiones de zoospo-ras. Las necrosis de tejido radical no sobre-pasaron el 20% (Fig. 7).

El peso medio de las plántulas inoculadasno se diferenció dentro de cada aislado delhongo en las cuatro suspensiones de inoculo,y tampoco con el testigo (Fig. 8 ).

En Q. pyrenaica (Fig. 11-5), suspensionesde 10.000 zoosporas/ml fueron causantes deenfermedad y con 50.000 zoosporas/ml, el80% de las plántulas fueron desecadas en losaislados IVIA-1 e IVIA-2 y el 60% de lasplántulas en el aislado IVIA-7. Los síntomasde daños se observaron a los 20 días del ini-cio de la experiencia y la afección se eviden-ció bastante generalizada. Los porcentajesde necrosis de las raíces se contabilizaron de

forma muy similar a los síntomas de la parteaérea. Los aislados IVIA-1 e IVIA-2 secomportaron como los más agresivos en estaespecie (Fig. 9).

Se produjo una importante pérdida depeso de las plántulas inoculadas con res-pecto a las testigo, no así en las diversas sus-pensiones de zoosporas dentro de cada ais-lado del hongo (Fig. 10).

El pH de las suspensiones de las zoospo-ras aumentó entre 0.5 y 1 grado en el tiempoque duró la experimentación, alcanzándoseuna ligera alcalinidad, alrededor de 7.5.

DISCUSIÓN

La técnica de la sumersión de los sistemasradicales de las plántulas en las suspensionesde zoosporas en extracto de suelo no estérilha sido útil para conocer aspectos de la rela-ción patógena-huésped en un tiempo relati-vamente corto (semanas) para estos cultivosleñosos. La intervención del extracto desuelo en el desarrollo de las plántulas y en laviabilidad de las zoosporas se puede consi-derar insignificante o, en muchos casos, li-geramente mejorante. La motilidad de laszoosporas de P cinnamomi en el extracto desuelo se ha mantenido durante unos 20-22días, si bien a partir de los 5-7 días el nú-mero de éstas descendió considerablemente.Como las zoosporas son atraídas por losexudados de las raíces (Zentmyer, 1961;Hickman, 1970), su disminución en el ex-tracto se debe a la acumulación de las mis-mas en los tejidos superficiales de las raíces(especialmente en las absorbentes), consi-guiéndose en pocos días un buen inoculopara la infección.

De las cinco especies de Quercus ensaya-das, Q. rotundifolia se ha comportado comola más sensible a la infección de P cinna-momi teniendo como inoculo únicamentezoosporas. Esto concuerda con Tuset et al(1996), si bien en este caso el inoculo estabacompuesto de micelio del hongo. Suspen-siones relativamente densas para plantas le-ñosas, como son 10.000 zoosporas/ml. han

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Figura 7.—Afección media de Ia parte aérea (A) y del sistema radical (B) de Ias plantas de Q. petraea a los 50 díasde la inoculación con zoosporas de tres aislados (IVIA-1, IVIA-2, IVIA-7) de R cinnamomi.

Figura 8.—Peso medio de las plantas de Q. petraea a los 50 días de la inoculación con zoosporas de tres aislados(IVIA-1, IVIA-2, IVIA-7) de R cinnamomi. Los tratamientos con la misma letra no son significativamente diferentes a

P=0,05 según el test de DUNCAN.

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Figura 9.—Afección media de Ia parte aérea (A) y del sistema radical (B) de Ias plantas de Q. pyrenaica a los 50 díasde la inoculación con zoosporas de tres aislados (IVIA-1, IVIA-2, IVIA-7) de P cinnamomi.

Figura 10.—Peso medio de las plantas de Q. pyrenaica a los 50 días de la inoculación con zoosporas de tres aislados(IVIA-1, IVIA-2, IVIA-7) de P. cinnamomi. Los tratamientos con la misma letra no son significativamente diferentes a

P=0,05 según el test de DUNCAN.

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sido suficientes para causar infecciones ra-dicales desencadenantes de daños no recu-perables en las plántulas de esta especie deQuercus. En las mismas condiciones, lasplántulas de Q. suber, Q. faginea y Q. pe-traea necesitan suspensiones de zoosporasdiez veces superiores (alrededor de los 105

zoosporas/ml) para producir la enfermedady las de Q. pyrenaica, suspensiones cincoveces más elevadas (unas 5x104 zoospo-ras/ml) para conseguir una afección clara-mente persistente.

El peso final de las plántulas, en gene-ral, estuvo más influenciado por el pesoinicial y el exiguo crecimiento producidodurante el tiempo de la experiencia (cin-cuenta días) que por la afección causadapor P. cinnamomi. Esto fue manifiesto enlas especies menos sensibles (Q. suber, Q.faginea y Q. petraea) cuyos pesos mediosfinales no se diferenciaron de los testigos.En Q. rotundifolia y un poco menos en Q.pyrenaica, la detención rápida del creci-miento y una desecación más generalizadade las plántulas inoculadas, si que determi-naron diferencias patentes con los testigos.Con los datos obtenidos en estos ensayosde patogenidad, bastante clarificadores, lavaloración de los síntomas de la parte aéreay radical de las plántulas (marchitamiento,defoliación, secado, necrosis, etc.) debeprimar sobre las diferencias de masa vege-tal entre las plántulas infectadas y no infec-tadas.

Las diferencias acentuadas de sensibili-dad a la infección con zoosporas de P. cin-namomi mostradas en estos ensayos porlas especies de Quercus, podrían ser unaconsecuencia de: a) posibles interferenciasentre las zoosporas encistadas, si éstas seacumulan masivamente en zonas puntualesde la corteza radical, que entorpecen o im-piden a los tubos germinativos alcanzarlos tejidos superficiales, como indicanHinch y Weste (1979); b) la escasa atrac-ción a las zoosporas ejercitada por los teji-dos radicales de algunas especies de Quer-cus (Zentmyer, 1961); c) la formaciónanticipada de tejido suberígeno en las raí-

ces absorbentes que obstaculiza la pene-tración de los tubos germinativos (Shearery Tippet, 1989). Las dos últimas condicio-nes nos parecen las más aceptables paraestas plantas. No obstante, se necesita másinformación de la interacción hongo-teji-dos del huésped para confirmar lo indi-cado. El establecimiento de nuevas inves-tigaciones sobre el proceso de la infecciónde las zoosporas en raíces de plantas leño-sas forestales debe ser considerado en unpróximo futuro.

Los tres asilados (IVIA-1, IVIA-2 eIVAI-7) de P. cinnamomi ensayados, proce-dentes de alcornoque, encina y roble rojoamericano respectivamente, no han mos-trado una clara especificidad en las cincoespecies de Quercus inoculadas. En las ex-periencias realizadas en este trabajo no sehan observado evidencias importantes de vi-rulencia entre los aislados pero sí algunasdiferencias en el nivel de los daños. El com-portamiento de estos en producir la enfer-medad de la "seca" ha sido muy similar encada una de las especies de Quercus, ha-biéndose detectado únicamente pequeñasvariaciones en la cantidad de tejido radicalnecrosado o en el número de plantas enfer-mas en cada especie, lo que demuestra unaescasa o nula especificidad. Estos resultadosconcuerdan con los obtenidos por Chee yNewhook (1965), Podger (1989), Dudzinskiet al (1993) y Robin y Desprez-Loustau(1998), que trabajando con varios aisladosde P. cinnamomi procedentes de huéspedesy climatologías bastante diferentes, no con-siguen encontrar certezas de especificidad.Esto es manifiesto si los aislados del hongoproceden de áreas templadas y uniformescomo es el caso nuestro, donde todos elloshan sido obtenidos de especies de Quercus yen climatologías muy similares (PenínsulaIbérica).

Esta demostrada polifagia de P. cinna-momi es preocupante para nuestras áreasforestales y como dicen Robin y Desprez-Loustau (1998), debe ser tenida en cuenta,especialmente en los viveros y nuevas plan-taciones, por posibles infecciones no previs-

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Figura 11.—Síntomas mostrados por las plántulas de 5 especies de Quercus después de 50 días de haber permanecidosus sistemas radicales en las suspensiones de zoosporas de tres aislados de R cinamomi. I, aislado IVI A-1; 2, aislado

1VIA-2; 3, aislado IVIA-7; 4, aislado IVIA-2; 5, aislado IVIA-1. T: Testigo (sin zoosporas), A: I04 zoosporas/ml,B: 2.5x10* zoosporas/ml, C: 5X104 zoosporas/ml, D: 10s zoosporas/ml.

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tas en otros huéspedes (infección cruzada).Conocimientos más completos sobre la ca-pacidad y variabilidad patógena de P. cinna-momi, especialmente con relación a lasplantas arbustivas y leñosas de la forestamediterránea, deberán ser conseguidos enpróximos trabajos de investigación en unindudable intento de mejorar la interacciónhuésped-patógeno y, con ello, las posi-bilidades de resistencia a la "seca" parasi-taria.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo se enmarca dentro del pro-yecto FEDER N.° 1FD1997-0911-C03-02sobre "Causas del decaimiento de la 'seca'de las masas de Quercus mediterráneos.Técnicas de amortiguamiento". Tambiénqueremos agradecer al Ingeniero de MontesD. José Miguel Sierra de la Comunidad deCastilla-León por las facilidades encontra-das en el suministro de los Quercus.

ABSTRACT

J.J. TUSET, F. Cars, C. HINAREJOS y J.L. MIRA: Zoospore suspensions of P. cinna-momi that cause the "seca" (oak decline) in five species of Mediterranean Quercus.

The holm oak (Q. rontundifolia) and the cork oak (Q. suber) together with Ameri-can red oak {Q. rubra) are susceptible plants to Phytophthora cinnamomi. This fungusis associated to the "seca" (a typical oak decline), who is the most important diseasethat damages them since the beginning of the eighties, either in isolated or in grouptrees. The infection of the fungus occurs mainly via zoospores. In order to determinethe minor zoospore suspensions that cause root infection of the Quercus, we have em-ployed four densities (104; 2,5x10*; 5X104; 105 zoospores/ml) using three isolated of P.cinnamomi from Q. suber (IVIA-1), Q. rotundifolia (IVIA-2) and Q. rubra (IVIA-7).Entire root systems of the seedlings of the five Mediterranean Quercus species (Q. ro-tundifolia, Q. suber, Q. faginea, Q. petraea and Q. pyrenaica) were inmersed into zo-ospore suspensions during 50 days. Symptoms of disease in the seedlings either in ae-rial and roots were periodically observed. This methodology provides a good motilityof zoospores and an evident attraction of these by the root tissue. From the five species,Q. rotundifolia has behaved as the most sensible, needing Q. suber, Q. faginea and Q.petraea zoospore suspensions ten times higher (105 zoospores/ml) to show diseasesymptoms. In Q. pyrenaica a density of 5x10" zoospores/ml showed disease clearly.However, the levels of disease were similar in the three isolates for each species ofQuercus. It proves that P. cinnmomi has a very low or nonexistent specificity as well asa great polyphagia.

Key words: Phytophthora cinnamomi, oak decline ("seca"), zoospore supensions,Quercus rotundifolia, Q. suber, Q. faginea, Q. petraea, Q. pyrenaica, root infection, ae-rial and root disease.

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(Recepción: 5 febrero 2001)(Aceptación: 12 febrero 2001)