2
TALLER FILOSOFÍA GRADO DÉCIMO 1- De acuerdo con el texto “¿Qué es Filosofía?” de I. Berlin, diga en qué consiste la filosofía. Explique su respuesta. 2- Diga por qué I. Berlin habla de que existen tres clases fundamentales de preguntas. Defina cada una de dichas clases y de al menos un ejemplo para cada una. 3- Diga qué razones justifican la existencia de la filosofía. Proponga una pregunta filosófica diferente a las que se mencionan en los textos que se han abordado en la clase. 4- Por qué la filosofía surge del asombro. 5- Qué es un mito y cuál es su función. 6- Diga por qué la siguiente anécdota constituye una buena forma de explicar en qué consiste la filosofía. “LA FILOSOFÍA CONSISTE EN MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN” “Hay un lugar en Oxford donde algunos profesores toman el sol al desnudo. Por alguna razón, el lugar es llamado El Placer del Sacerdote. Allí pueden hallarse en las tardes de verano, por una entrada que va hasta el rio Támesis, a algunos sabios ancianos leyendo sus periódicos. No es una cosa digna de verse, como descubrieron unas jóvenes damas una tarde infortunada. Estas damiselas, la crema y nata de la sociedad británica, tomaron con su barco la vía equivocada y

TALLER FILOSOFÍA GRADO DÉCIMO

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: TALLER FILOSOFÍA GRADO DÉCIMO

TALLER FILOSOFÍA GRADO DÉCIMO

1- De acuerdo con el texto “¿Qué es Filosofía?” de I. Berlin, diga en qué consiste la filosofía. Explique su respuesta.

2- Diga por qué I. Berlin habla de que existen tres clases fundamentales de preguntas. Defina cada una de dichas clases y de al menos un ejemplo para cada una.

3- Diga qué razones justifican la existencia de la filosofía. Proponga una pregunta filosófica diferente a las que se mencionan en los textos que se han abordado en la clase.

4- Por qué la filosofía surge del asombro.

5- Qué es un mito y cuál es su función.

6- Diga por qué la siguiente anécdota constituye una buena forma de explicar en qué consiste la filosofía.

“LA FILOSOFÍA CONSISTE EN MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN”

“Hay un lugar en Oxford donde algunos profesores toman el sol al desnudo. Por alguna razón, el lugar es llamado El Placer del Sacerdote. Allí pueden hallarse en las tardes de verano, por una entrada que va hasta el rio Támesis, a algunos sabios ancianos leyendo sus periódicos. No es una cosa digna de verse, como descubrieron unas jóvenes damas una tarde infortunada. Estas damiselas, la crema y nata de la sociedad británica, tomaron con su barco la vía equivocada y pasaron lentamente frente al Placer del Sacerdote. Hubo un momento largo y muy bochornoso en el que ambos bandos se dieron cuenta de lo que estaba pasando. De repente, los profesores gritaron: “¡Oh! Dios mío”, agarraron sus periódicos y cubrieron sus partes íntimas. El único de los profesores que no lo hizo fue el de filosofía, quien cubrió su rostro. Cuando el barco siguió de largo, los profesores se volvieron hacia el filósofo y le preguntaron: “Mi estimado colega, ¿por qué no cubrió sus partes íntimas como todos nosotros?” El profesor los miró y contestó obedientemente: “Mis queridos colegas, ustedes tienen que reconocer que en la ciudad de Oxford yo soy reconocido ¡por mi cara!”. (Tomado de Garrett Thomson, Introducción a la práctica de la filosofía, Bogotá: Panamericana, 2002.)