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EL La Doctrila deJa Nacional en el ConO Su' TERRORISMO Jorge A. DE ESTADO Tapia VaIdés •• ••• I r _ •• .• • •• • ••

TAPIA VALDES Jorge - El Terrorismo de Estado. La Doctrina de La Seguridad Nacional en El Cono Sur

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EL La Doctrila deJa ~Nacional enel ConOSu'TERRORISMOJorgeA. DE ESTADOTapia VaIds Ir _ . Coediciones conla RevistaNueva SociedadKarl-LudwigGnsche, Klaus LantermannHistoria de la Internacional SocialistaJorge A. TapiaValdsEl terrorismo de EstadoLa Doctrina de la SeguridadNacional en el ConoSurJulioGodioHistoriadel movimiento obrero latinoamericano. 2 tomosEl terrorismo deEstadoLa Doctrina de la SeguridadNacional en el Cono SurJore A. Tapia VakI&..1l uto r de tste libro fueprofC"SOr deDcrKflo COftltilucional)" Doctrinu PoHticasen11 UnwerUdlddeChile yminiJuode I::dltCKi6nendJObir mo deSaludor Allende. tllehlllmenteprofelOl' do poIplldo de'"FacuJtad de De"","dio delaUnlverskbddel Zulia (Vellel llCla) y 'mt"-x profeUOT de 11UniverD-d..dlrllm'.... de Rouerdam(Hollnda). Upl'losopert enece I Jo.ManuelDelpdo Ocan..to. e- rect or yael ull d,ife("tor del Institulode FilotOfl delDerecho de II U n i ~ u i d a d delZulia.JorgeA. TapiaValdsEl terrorismo de EstadoLa Doctrina de la SeguridadNacional en el Cono Sur\~ NUEVA SOCIEDADU13@[J'jj'@[flO&11, 1 l i J 1 ! ! J ~ & O ~Primen edidft. 1980ICoedidn por ronvenio entre laRevistadeCaracU. ylaWtorlal N_&n. n.PoJtada: Alberto DInC> 1980, E4i1orW N_ &n1lCa. S.A.Sltramento109. Mi xko 12, D.f.ApartadoPostal 600,l . D.F.lmprao en MxicoISBN968-429121JndicePresentacin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1SJos Manuel Delgado OcandoIntroducci n. El Estado. militaruna hiptesis?. . . . . 211) Acerca deltema 212) Acerca del enfoque y del mtodo 33l. Lapol t icaexterior norteamericanaenAmricaLatina y la Doctrina de la Seguridad Nacional(DSN) . . . . . . . . . . . 431. Lailegitimacin dela poltica exterior norte-americana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 432. Lami litarizacin de la pclica exterior norte-americana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 4S3. La tcticade la"guerralimitada" dentro deuna estrategia blica'flexible" . . . . .. .. . . . . 484. La seguridad nacional norteamericana y el"deber deintervencin". . . . . .. . . . . . .. . . 53S. La Guerra Fra como variable independienteen Amrica Latina . .. .. . .. . . . .. . . . . .. . S86. Elnuevosoldadoparalanueva estrategia. Laalteracindel patrnde relaciones "civil-mili-tares" .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6111. La dimensinpolticadel entrenamie nto militarenbases norteamericanas 6791. El problema del costo de la defensa del "mun-dolibre" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 672. El pasodel entrenamientomilitaral adoctri-namiento poltico ' 703. Los centros de adoctrinamiento. . . .. . . . . . . 744. Objetivos y contenido del entrenamiento poli- co-rnilitar ' 805. Las variables doctrinarias del nuevo tipodeentrenamiento 89a)El anti-izquierdismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89b) Las Operaciones deAsuntosCiviles (OAC) 92e) El liderazgo militar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94d) El antidemocratismo "," . . . . 956. Lainternacionalizadndela polticaexteriornorteamericana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 98111. La Doctrina dela Seguridad Nacional enBrasil 1011. Precisiones metodolgicas previas . . . . . . . . . . 10 12. Los principios de la seguridad nacional encuanto doctrina 1023. El origennorteamericanode 18 doc trina brasi -lena dela seguridadnacional 1054. Elementos fundamentales de la DSN 113a)El nuevoconceptodeGeopolticay Est ra-tegia 113b) Los Objetivos Nacionales . . . . . . . . . . . . . . 117e) Pueblo, Oposiciny Enemigo Int erno .. .. 118IV. La Doct rina dela Seguridad Nacional en Chile. . 123l.La doct rina milit ar tradicional de Chile 1232. Vas de infiltracin de la DSN en Chile 1253. El pensamiento de los tericos civilesde laDSN .. . 0 0 1264. Las nociones geopolticasdelGeneral Pinochet 1305. La nocin oficia l de la DSN 132V. Lafuncinpoltica de las fuerzasarmadasylaD5N 13710l. Antiguo y nuevo milit arismo 1372. Precedentes poltico-doctrinarios de la DSN . . 1403. El neoprofesionalismo y la poltica 1434. La lite miltar-tecnocrtica 1485. Las expectativasde lalite milltar-tecnocr- .tica 1556. Lateor ade la"construccinnacional "(na-tionbuilding) . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1587. El proyect o poltico de la DSN 1638. Conclusiones 165VI. Estado,DerechoyDoctrinadela Seguridad Na-cional , 169l . La relacin entrepoltica y derecho 1692. La teor a pclit ico-iurfdica del fascismo 1713. La prct ica pol tico-jurdica del rgimen nazi . 178a)El carcterpermanent edela"si tuacin deexcepcin" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178b) Anulacindelaaut oridaddela Constit u-cin yde 1a ley 181c) Dualidad del Estado... . . . . . . . . . . . . . .. 184d) Anulacin del principio de separacindelos poderes del Estado 186e)Irresponsabilidad de la autoridad poltica .. 189f) Anulacin del sistemade garantas indivi-duales 1904. La prcti ca poltico-jur dica del rgimen bras -leo 191a) El uso "situ acional" del Poder Constitu-yente 191b) Anulaci n del principiode separacindelos poderes del Estado 2005. Laprcti capoltico-jurdicadel rgimenchi-leno 203a) Aplicacinde lanocinnazi deDictaduraSoberana 203b) La naturaleza dual del Estado 207I1e) Anulaci n del pnncrpro de separacindelos poderes del Estado 2 126. Conclusiones 2 14VII. Conflicto social y terrorismo deEstado 22 1l . Las estrategias frent e al conflictosocial 2212. La OSN como sistema blico 2233. La tcti ca del enemigo interno .. . . . . . . . . . 2254. La tct ica del " lavado de cerebro" 2305. La tct ica redistribut iva 2336. La "eficacia"como va a la legitimidad 2357. Laprcti cadel anti- igualit arismo en Brasilyen Chile 2378 ~ Conclusiones. La inviabilidad delos regmenesde la D5N 242VIIl . Doctrina de la Seguridad Nacional y fascismo de-pendi ente 247l . El EstadoMilitar como "estado de excepcin" 2472. La fascistizaci6nde la DSN 25J3. La autonoma relati va del Estado Militar 2544. Las tensiones generadas por el Estado Mili-tar 2565. El impactodestructivo de la DSN 26 16. La DSN, uncasodeestabilidadno institucio-nalizable 2677. La OSN, un tipo defascismo: fascismo depen-diente 27 18. A modo de eplogo 28212Norenuncies al da que os entreganlosmuertos que lucharon. Cadaes-piga nacedeungrano entregado ala tierrac ycomoel trigo, el puebloinnumerable juntaraces, acumulaespigas. yen la tormenta desencade-nada sube a la claridaddel universo.PabloNeruda, "Llegar! el da", enCanto General.PresentacinEl papeldel Estadoenelmundodehoyes unodeloscapit ulas msdiscut idos de la lucha por lahegemon a,tant o nacional como internacional. En sentidoestricto,afirmarel papeldecisivodel Estadoenlaformacinoelmant enimient odela hegemon a parece undespropsito .Sinemba rgo, laracionalidad tecnol gicaylalgica delado minacin, nacidas de las formas ms refinadasde control,hacendelaparatorepresivo del Estadoy de la superestruc-turaideolgica quelecorresponde, lasntesis supremadelavida polticacontempornea. Esta produccindecon-sensopor medio de la fuerza presenta modalidades diversas.Descubrirdichasmodalidades ycomprender el mecanismodel usodel poderestatal raracrearla sociedadcivil es unprograma que requiere doscondiciones, asaber: una, elconocimient o del desarrollo concret ode la sociedadenordena constatar el moment o especfi co de la unidad racio-naldel bloquehistrico ; dos. el juicioaxiol gico sobrelaprocedencia drsti ca delafuerzatendi enteal cambiooalmant enimi ent o de lasuperestructurapolticay juridica.Est as sonpremi sas quedeben ser aclaradas cuandose tratauntema tanpol micocomoel queJorge Tapia Vald s es-tudiaensulibro ElterrorismodeEstado. La Doctrinadela Seguridad Nacional en el COIIO Sur.15En efecto, Tapia analiza las condiciones indicadas yplantea, amaneradehip tesis, el nacimientodeunEstadoMilitar en los pases del sur del continente, quenoes la-dict adura tradicional ni tampoco la autocracia"populista",sinoladictadura"restaurativa"conapetencia permanenteytotalitaria. Esta dictadura "restaurativa"esfascista , por-que fuera de las dictaduras socialistas (que tambinson't ot alit arias) slotienendoctrinasocial (en el caso plantea-dopor Tapia, ladoctrinadelaSeguridadNacional o Geo-poltica de corteptnochetlsta) los regmenes "corporati-vos". Pero es claroque el totalitarismo de las dictadurasque busca la sntesis de la antihegemona tienesignifica-cinmuydiversa ala luz delascondiciones arriba enuncia-das.La dictadura fascista ignora el funcionamiento de lasleyesque rigenel procesosocial y, por eso, pretende resis-tir el cambio atravs dela represin ; al ignorar esto se ponedeespaldasalahegemonaquelaracionalidadpoltica haidoelaborando lentamente yennombre deja cualle decla-ra laguerraal ascenso de losnuevos valores. Esla paradojade un rgimenqueniegala sociedadcivilque l mismo de-fiendeypara cuyo mantenimiento apela a la fuerza desnudaque lacivilizacin democrtica hainstitucionalizado.La dictadurafascista , cualquiera sea sumodalidad, aspiraa volveral estilototalitariodela po/is, quenoconocilafractura moral pblica-moral privada (la cual es obradelcristi anismo) , perosindarsecuentade que el intelectualis-mo griego no es compatible con el modelo creacionistajudeocristiano.Al pensar lasrelaciones individuo-Estado entrminostotalitarios, el fascismo tienequesobrevaloraralEstadoyconcebir lahegemonacomounaempresa desu-jecin yavasallamiento.El totalitarismo de las dictaduras socialistases de otrotipo. Bajo elimperio deunmodelo intelectualista queclau-sura la trascendencia generada por el creacionismo, y aladvertir que la racionalidaddelasuperestructurapolticaestancladaen las fuerzasmateriales quela determinan elusode la coercinadquiereunsigno axiolgico queconsis-16te enfabr icar el nuevoconsensodentrodeuncontextoque modifiqueprogresivamente el rgimen de la propiedadde los mediosde produccin. Est oes loqueMarx llamsocialismocient fico, es decir , unateor a que sabeloquepasa. que usaracionalment elaaccinpolitica, yquevivela tareade transformar el mundo como debertico.Aunque Tapi a nocentra su estudioen la ptica de la fi-losarade lapraxis, piensoque elanlisis quehace ensulibro permite suponer que ladi ctadura"restaurativa"esunarespuestairracionalalmiedodelas derechas frentealascenso de la ant ihegemonia. Tal respuesta esirracionalporque esanacrnica eindecente. Anacrnica. porquelasdictaduras fascistas no suelen sobrevivir a suslideres; eindecente. esto es, indecor osa, porquenohalla quhacerconlos valor es cristianosy"democrt icos"endefensa delos cuales impone el t errorismo y la coercin.Mas estas contradicci onesnoson excl usivas de las dicta-durasneofascist as; sonpropiastambin de las democraciasoccidentales, pues, comomuy acertadamente lomuestraTapia. la doctrinadela seguridadnacional es produ cto del"training"militar eideol gicoconquelos militaresnorte-americanos fomentan las actitudes antl-izquerdistas y reac-cionarias de Jos generales de Amri ca Latina.John K. Galbraithhaestud iadomuyperspicazmenteelascensodel podermilitar enEstadosUnidosyha llamadolaaten cinsobre el papel delos industriales ycennfcosdentrodelestablecimientocastrense. " El podermilitar noest confinado- diceGalbraith - alas fuerzas armadas y alos cont ratistas. oseaal llamadocomplejomilitar-indus-trial. Tambinparticipanenllos serviciosde Inteligenciaque evalanlasaccioneseintenciones delossoviticosychinos] ... 1(Los) miembros delServicioExterior Quepro-veen una glosacivil odiplomtica para los puntos de lapoltica exterior quesirvenlasnecesidades nultaresl . .. )Tambi nformanparteJel podermilitarlos cientficosdelas universidades y de lasorganizacionesorientadas aladefensa . talescomolaRand. el lnstitutefor Defense Anu-lysisy el Hudsonlnstitute. cuyointer s profesionalson los17armamentos, sistemasde armamentos, y la est rategia de suempleo. Finalment e (lo cual no signifi ca que sea menos im-portant e), encont ramos lavoz organizada delosmilit aresenelCongreso, especialmenteenlas Comisionesde Fuer-zasArmadas del Senado y laCmaradeRepresentantes.Estas son las organizacionesque comprendeel poder mili-tar."(JohnK. Galbraith, Cmocontrolar a los militares,Buenos Aires, Granice Editor, 1970, tr aduccin de LuisBemard , pgs. 29-31).La consecuencia deestoes quesehaproducido un des -plazamiento del poder poltico haciael poder milit ar, demodoque aqul deserta de loscentrosoficialespara ins-talarse en organismos que, no teniendo ninguna de lasresponsabilidades del Estado, ejercen sin embargo, susprerrogat ivas. "El pode rmilitar - agrega Galbrait h-ha in-vertido el procedi miento cons titucional en EstadosUnidos,hatrasladadoel pode r del puebloy del Congreso al Pent-gono, ypor lotantoestenunaposicininadecuadaparapedir un procedimiento politico." (/bldem, pg. 74) .Noobs tante, el anacronismoyla indecencia de l milit a-rismo regresivonoesel mismoenEstados UnidosqueenChileo Brasil. Tapia dicecon razn quelaperennidadaque aspira la dictad ura"restaurativa" empuja al rgimen dePinochet a unaverdadera empresade "dest ruccinnacio-nal" . Yesto esas porque lacoercinslopuedeusarsecon signopermanente paraproducir un nuevoconsenso,peronoparafrena rel desarrollosocial. As se explica hoyla resistencia demuchos de los que estimularonel golpe deestado yque venconpreocupacinel giroquealalargapueda tomar la luchadel pueblochileno por larest aura.cin de la libert ad.Prescindiendodela est rategiatil que el puebl o chilenouseparalogrardicharest auracin, el librode Tapiasirve,demanera ptima, para plantea r correctamente dos pr obl e-masque constituyenla cont rapruebadelavigenciadelafilosofiadela praxis, a saber: a) la posibilidad de que la dic-tadura fascista produzca hegemo na o, como lo plant eaTapia, laposibilidadde que el tascsrno deje de ser una di e-18tadu ra ; yb)elpapelprogresivo oregresivodelterrorismodeEstadorespectoa larevolucin . Conrelacin al primerprob lema,Tapiaobservaquela dictadurafascistasecom-portacomounrgimenperenne , aunq ue se ha demostradohist ricamenteque "e sinhbilparagenerar legitimidadyfunda run orden basado enun sistema de pode r distinto dela fuerza".l a gran calamidadde este tipo de dict adura es que su ca-rcter t ransitorio no es incompatible con una duracinmensurableaun en plazos qu epuedenser hastadegene-raciones, lo que produ ce result ados nefastos, tanto entrminosde injusti ciasocial comoenlos delamagnitud,profu ndidadysentido delalucha cont ra latirana,Estelti moaspectonos llevaal anlisis delsegundoproblemaqueTapiaesboza ensuobra,asaber, el de si el gradodetot alitarismodela dict adura " restaurativa"puede conver-tirse"enlaantesala de una verdade ra transformacinrevo-lucionaria dela sociedad" ,La lucha poltica de resistencia a la opresin desencade na,segn Tapia, un conflicto social queya no se da"en o den-tro" del sistema, sino que deviene conflicto "acerca ocontra" el sistema, estoes, guerrageneralrevoluciona ria.Peroes obvioque as comola dictadurafascista t iene unavocacinde perennidadincompatible con suaptitudparaproduci r hegemona, la hist oriaparece mostrar , enformareiterada, quedichosregmenes noproducenrevolucionessino" restau raciones democrt icas", Desde esta perspectiva,la observacin de G, 1. Pauker es plausible porque, segn loexpuesto, laexperiencia hist ri canos ensenaqueslolasdic taduras socialistas sobreviven a sus lderes,Loms ominoso delas dict aduras milit ares, cualesquieraellas sean, es que el costo de la lucha poltica no se compa-dececon los efectos derivados de su derrocami ent o. Espaa,Portugal, yahoraNicaragua, han puesto de manifiest o quelasdictaduras militares sonsustit uidas por compromisospolticosa travsdeloscualeslosinteresesde las clasesdirigentes se mant ienen bajo forma "democrtica" , Secomprendela" indignacinmoral"delos lderes de la dic-tadura frent e a lahipocresadequi enescoadyuvanala19restauracin democrticadespu sdehabersidobeneficia-rios directos de la tiran a. Lava hacia la dictadura socialistanoest, sinembargo, clausurada, segunse demostrentrenosot ros en el casocubano ; pero el xito de Casero (insli-toaunqueejemplar) es t manteniendo a Somozaconunaltsimo gaSIO de represin y demuerte.Lafinura del an lisis de Tapianos haceproblematizar elprocesodedesarrollopoliticeen AmricaLat ina, des lin-dandocampos, planteando aporas y, sobre todo, apuntan-doala elaboracindeunperfil genuinodenuest raluchapor una sociedadmejor.Jos ManuelDelgado Ocando20Introduccin. El Estado Militar,una hiptesis?1. Acerca del TemaEnenerode1941el American Joumat of Sociologypu-blic unvisionarioartculoescritoporel profesorHaroldO. Lasswell, llamado "TheGarrison State"("El EstadoMilitar" ).I Esearticulopuede ser considerado, contodaj usticia, comounadelasms impresionantesprediccionesformuladas en el rea de la Ciencia Poltica.Lasswell expuso su hipt esis en forma de un "constructodesarrollsta", esdeci r. comouna pintura oesbozode10probable.Supuso, asumiendolanointerferencia de facto-res externosimpensableshasta ento nces, que la arena de lapolticamundial se movahacia unasit uacin de dominioporpart e delos especialistas en violencia. Su preocupacin ,comoloexplicarams tarde, haba surgidoal considerar elnuevotipo defactores del co nto rnode lossiste masdemocrti cos, principal-I Uarald D. Lauwell, "Tbe Canbon State", en Amtric'GltJ04l"",l o{ Soda-loo . enero de 1941, p'g. 455. Una temprana verdn de la I'liptesb del Esta-do MUltar puede verse en Al tlIbajo " smo-J. p&neJe Crisis: The CarrbonStatovenus the CiviIIan Stau", en "'1M Quo2lUrly, XI, 1937, pg.64].21mente, el explosivocrecimiento de la ciencia ydela tecnologamodernas yla vinculacin entre esos desarrollos yla posibilidaddecontrolar grandes poblacionesy reservasderecursos, apro -piadas para unainmensaacumulacin de capital.2Centrtambinsuatencinenlas nuevas caractersticasque la guerra haba adquirido durante la segunda conflagra-cinmundial, a raz del uso de element os tecnolgicos quedieroncarcteruniversal alpeligrodelaguerra y al miedoalamisma. Concluyque , bajolas nuevas condiciones, losriesgosfsicoshab anllegadoa ser de igual magnitudtantoparalosmilitarescomopara losciudadanosquepermane-canensuscasas. Araz deello, Lasswell hizonotar queconla socializacindel peligro comounacaracter stica perma-nente de laviolencia moderna , la nacinseconviert eenunaunificadaemp resa tcnica, unhecho que conduce enformana-t urala lasupremacadel soldadosobre el hombre de negociosy sobre el poltico civil.3.Finalmente, expresandosupreocupacin, se esforzen .desarrollar lascaractersticasdel "EstadoMilitar" . Habrunanuevaclasede soldado profesional , creado por la com-binacindelas habilidades delespecialista en violencia conlasdelgerenteypromotor deempresascivilesengranes-cala. Estaclasedesoldadogobernar sobre Estados milita-rizados , ytendr el control de grandes poblaciones a travsdelosmodernos instrumentosblicos y del usotcnico delapropaganda. CompulsinycoercinsernesencialesalEstado Militar, as comouna enrgica campaa para incor-porar a jvenes y viejos a los "destinos y misin del Estado".Los blancos principales de la coercin sern los trabajadores2 HaroldD.Lasswell, "The GarrisonStateHypothess Today" enChangingPattemsof MilitaryPolit!cs. editadopor Samuel P. Huntington, Free Pressof GlencoeInc., 1962. Reimpresoen Nationa/ Security and American SocletyTheory, Process, and Po/!cy,por Fra k N. Tragery PhilipS. The NewYorkUniversityNatonal SecurityEducationProgram oUnver-Slty Press of Kansas, 1973, pg. 431.3 HaroldD. Lasswell, op. cit. (Vase notal),22nocalificados ylos elementos dela contrallte que caiganbajo sospecha. Los avances tecnolgicos han causadoladeclinaci ndela import ancia de los trabajadores , en tantotalesycomo soldadospotenciales, por lo cual sern tra-tados conmenos consideracin que nunca.En el Estado Militar, las decisiones sern de tipo dictat o-rial y no democrtico. Las elecciones, los partidos polticosy las asambleas legislati vas sern suprimidas. El grupo gober-nant e ejercer el monopolio de la opinin pblica aboliend ola libre comunicacin de informacin e interpretacin.Mientr asserendir homenaje, delos labiosparaafuera, aloss mbolos de la democracia, el proceso de reclutamient odelos dirigentes pol ticos del Estado Militar no se har poreleccingeneral, sino atravs de cooptacinautoperpe-tuante. Las ltes del EstadoMilitar sern capaces de sacarventajas de las estu pendas potencialidades productivas de laciencia y la ngenerta modernas, y podrn regularizar las ta-sas deproduccin, enlamismamedidaen que actuarn li-bres demuchas delas convencionespropias de la sociedaddemocrti ca. Sinembargo, impedirnlaplenautilizacindela capacidad productiva modernaenconsumos nomi-litares, usandola amenazadela guerra comounestmulopara que la voluntadpopular posponga sus expectativas deconsumo inmediat o.Veinte aosdespusdeexponer estospuntos de vista,Lasswell seal, con pesar , que las tendencias de la polticamundial quedieronorigena la hipt esis del Estado Militareran msint ensasque antes. Curiosamente, en lamismapoca, dos muyrespetad os cientficos sociales formularonuna tipologade lasrelacionesinstitucionales enel planocivil-militar latinoamericano que negaba la hiptesis lasswel-liana. Ensus est udios taxonmi cos desecharon la hiptesisdel "modernoEstado Militar tot alitari o" comoun fenme-no que "an y afortunadament e" no era sinounapesadilla deescritor es imaginativos, yaquenose encuen-tran ejemploshistr icosdel mismo enparte alguna . El bajo23nivel delas artes tecnolgicasenAmricaLatinahaceimposi- bli 4ble ese desarrollo en el presente, en estasrepu casoAfirmamosque lahiptesis lasswellianase hahechorea-lidad en otros lugaresYpor otras razones que las queLass-well 'imagin, pero conlas mismas caractersticasque lpredijo. Bajoel patrociniode la llamada"DoctrinadelaSeguridad Nacional" (DSN) ymezclado conclaros fascistas , el EstadoMilitarhaaparecidoenmuchospaisesdel Tercer Mundoengeneral, yen Amrica delSur enpar-tcular.!4 Gennani, GinoyKalmanSilver. "Politics, SocialStructureandMilitarylnterventioninLatinArnerca", en European Joumal of Socioiogy , n, 1961.Reimpresoen Garrison and Govemment. PolitiesandtheMl1itary inNewStates, editadopor Wilson C. McWilliams. ChandlerPublishingCo., 1967, pg.227. Lavalidez contemporneadel modeloanalticodeLasswelI esobjetode cada vez mayor reconocimiento. Vase, por ejemplo, Yergin, D. TheNational Security State. PH.D. dissertation. Cambridge University, 1974 ;y Janowitz, Monis, Military lnstitutions and Coercionin the DevelopingNations: (Expanded Editionof TheMilitary inthePolitical Development ofNewNations.) The University of Chicago Press, 1977, pg. 16.S No creemosquelavigencia deladoctrinadelaseguridadnacional estrestringida exclusivamente al realatinoamericana. Claros ejemplos de su apli-cacin enotroscontinentes son los regmenesmilitares de Indonesia y de Co-readel Sur, comotambinlofueel denominado"Gobiernodelos Corone-les"en Grecia, desde 1966a 1974. Con relacin al caso griego, es muy ilustra-tivoconsiderar la reforma constitucional de septiembre de 1968, yel de-creto-ley No. 58de diciembredelmismo ao. Estos textoslegales, destinadosa introducir unnuevo conceptode seguridad nacional y del papel de las fuer-zas armadas, contenan exactamente las mismas ideas y fraseologa con las queestaremosencontactoatravs deeste ensayo. Por ejemplo, la seguridad na-cionaleradefinidacomolautilizacin, entiempode pazo de guerra, delatotalidad delos recursos polticos, econmicos, psicolgicos ymilitaresdela nacin. La misin de las fuerzas armadas fuedescritacomo"ladefensadela integridad territorial de la Nacin, el rgimenpoltico establecido yelstatuquosocial" (arts. 128y130delaConstitucin). Laideadela luchacontraunpermanente"enemigointerno", un elementoesencial de la doctrinade laseguridadnacional, era expresamente considerada en el proyectodeConstitucin. VaseVegleris, Phdon. "Grce. LaDictadure Grecque et saconceptin delaDefenseNationales", enRevue duDroitPublique et dela mayo-junio de1970, pg. 569. Otrotempranoejemplode.tipo DSN pue.deencontrarse el gobierno del Presidente Magsaysay,en Filipinas, enla decada del SO. Vease Louis F. Felder, SocioeeonomieAspectsofCounterinsurgency. A Case History: ThePhilippines. IndustrialCollegeof the Armed Forces. Washington, D.C., 19621963.24Sabemos quenoes fcil convencer ni a los polticos an-siososdebuscaruna justifi cacinparasus erroresni a loscentstassociales, que, enmediodeuncientificismo des-provistodevalores yfines, se aferrana unempirismo queresulta ingenuo antela apabullante realidad de quehoyda150millones depersonas viven bajo regmenes de tipofas-cista en Sudamrica. Brasil, Chile, UruguayyArgentinasonclaros ejempl osde loquelaDSN puedehacerdeunpa s y supuebl o. En esos Estados, la sola doctrina en vigores laDSN, y en cada uno de ellos se aplican polticas y m-todos para la subyugacinde la poblacinque parecensurgir deunamismamatri z. Esteensayotratadeadvertirque esanueva virulent a doctrina antidemocrtica ha empe-zado a tomar el cont rol del Continente.Noesunanovedad , por cierto, laintervencinde losmilitaresenpoltica, yni siquiera loes la concepcindelosmilitares comouna fuerza poltica de desarrollo y cam-bio.Lopeculiar ydifer ente es el usoy abuso de la fuerzamilit aryla intensificacinde la intervencinmilitar en Josprocesospolticos regulares, sobrela base deuna doctrinapolticams omenos coherente y con pretensiones de uni-versalidad e internacionalidad. Intentaremos analizar enestetrabajo , con relativa profundidad, laDSNy sus ramifi-caciones sociopolti cas. Por el momento, sersufi cientehacernotar, comolo hace Horowitz, queun modelo deserrollsta castrense hasidocreado bajo unasociedad poltico-militar de carcter permanente.6Paratener unafugazvisindela extraa y peligrosa na-tural eza de esta doctrina, ser suficiente quesealemos quela DSNesunamezcla delateoraleninistadel Estado, dela teorafascistade la sociedad y del concepto lberal-sccia-Jista de movilizacin general para la guerra ."ti Irving L. Horowitz, " MUi tarization, Modemlz.ation and Mobilizatioo",enSoldit n tnPo/itirf, edi tadopor Sterren Schmidt yGeraldA. DorfmUl.CeronX Ine., Los Alto.. 1974, pq. 3.7 Vase, respect o de la Influencia delas teoras leninista y fuclsta en el ~2SEl eje dela doctrinaes unnuevoconceptodela"Geo-pol tica.... unconceptoque, enlugardepreocuparseporlanuencia delos factores geogrficos en la poltica gene-ral de unEstado, pret ende configurar la geograf a misma apart irdedeterminadas premisas poi Icas. Es sta una no-cin que, enlaprctica, ide nti fica a la Geopoltica conelproyectopolticoespecfico deuna lite determinada quedet ent ael control de unreadelimitada bajolaforma deEstado-Nacin. La Geopolttlca se ha convertido, dentro deesta perspectiva,en uninstrumentoatravs delcual unateintentaincrement ar losbeneficios que obtienedelaporcindepuebloydemund oquecontrola. Al mismotiempo, le permite perpetuar sus posiciones de dominacinoimpedir, si noeliminar completamente, laaparicindeotrosgruposint ernos oexternos o contra lites que susten-ten programas polticos competitivos o conictixos.Vista as. la Geopolticanoes ya mis una ayudaen una-Juchaentre Estadossobreya propsito del espacioterree-tre; enrealidad, juegasupapel enunaluchapol tica entregrupos internospor la hegemonadent rodel territoriodeunEslado-Nacin. La posicin geogrfica relativa y sus po-tenctahdades son todava Importantes con relacin a laseguridaddeunbloquedeestados frent ea otro, peroelelemento queesaGeopol rticatoma msencuentaesJageografia humana , es decir, los lmites y caracter sticas deidentificacindel grupo. El proceso queconduce a la iden-ti ficacin -oautoi denti ficacin- de grupoes, alavez,cohesivo ydivisoriopornaturaleza, si se lo mira desde unaperspectivapluralista. Perosi se lo proyect a con fuerza ex-clusiva yabsolutamenteint egrativa, servir para fusionar yestandarizar a la poblacin en torno a unproyectomonist ae viue Capitulo111.yeliti staenlugar deunir pluralidadesquecompartenunpresente yunfuturocomunes. Por ello, deesteconceptodeGeopoltica deriva una nocindel Estado , no como uncuerpopoltico organizado de acuerdo con las expectativasyperspectivas prevalecientes ent relosmiembr os dela ea-munidadque otorganpodera una llte, que a su vez reco-nocelos derechos humanos fundamentales delos primeros,sino comoun instrumentodelalit eparaladominacindirectaeincondicionadadela comunidad. Una vez conce-bida lainstitucinestatal comoun meroinst rumentodedominacin,la llt egobernantedisear un aparato que lepermitael logro desus metas atravs dela subyugaci n delapoblacinypretender elcontrol decadaaspecto delavida detodos los hmbres y de todo el hombre.Por ciert o, muchas de las razones tradicionalmente sena-ladas comocausadelos golpes de estadomilitares,' estnpresent es cuandose analiza un rgimen en el cual impera laD5N; pero generalmente ellas cumplen la funcin de facha-da paraocultarlasrazones verdaderas delo que estocu-rriend o. Todava ms, la modalidad "tecnologsta " querevist e la0iNlepermitemanipular y construi r los hechosquevan a ser utilizados comopret extoinmediato delgolpedeestado. Enlaprct ica, sinembargo, la razn es siempreuna yla misma: impedirquelaizquierdapolt icatomeoconserve el pode rpoltico, cualquieraseala va que use, yrestaur ar lascond iciones decimonnicasde lasrelacionesdeproduccinparaposibilita rla aplicacindeunmodelo'capitalista dedesarrollo.10 Y as comohayuna sola raznpara el golpedeestado, existe tambi nuna tcnica queseusasiempre para lapreparacin de este tipodegolpe : laexacerbaci ndel conflictosocial y la quiebra terrorista del, Vue MartinC. Needkr, ""l'M Clu tali ty of ttle LldnAmrricancoupd"f:tat. Sorne Numben, Sorne Speculations", en Schmidt and Dc:rlmUl,op. d r. Pi&- 145(l'fl nota 6).10V&XIm nl L Horowiu)' ElknK. T r i m b e ~ r , "Sta1le Power andMilita-r)' Nadonalhmin LldnAmerica'"enComptlrtlftl't PoIircs. TheOt)' Untver-at)' or New York, Vol . 8, No. 2, enero de 1976, p'a, 223.27ordenypazsociales, por medio de grupos paramilitares deult raderecha, que actandirectamente o infil trndoseenlas fracciones ms radicalizadas dela Izquierda.'!En la actualidad, nadie medianamente infonnado podraconcluir que los integrantes de las fuerza s armadas contem-porneassonneutrales, elementos puramenteinstrumenta-les oprofesionales, sin asocia cin oidentificacincon gru-pos pol ticos ocorrientes de opinin. En realidad, ellos e-nenunmarcadointersencuestionesdetipo ideolgicoyestnexpuestos a varias formas de inuenc a poltica.t 1Laprimeraformaesloque VanDoom llama " Ideologa Pol-tica", esdecir , doct rinas polticas decarc terintegral de-sarrolladas fuera de los crculos militares. Est comprobadoclaramenteque, en estama teria, la eleccinprevalecienteentre los militares es el "conservatismo". n El segundo tipodeinfluenciaes la" Ideologa Institucional " ("'CorporateIdeology"),1a cual generalmente es un producto del propiosistema militar, quenotiene carcter int egral enla medidaen quenopret endepr oporcionar unavisin ni explicacindela sociedadconside radacomountodo, sinodelas fuer-zas armadas y de su posi cin y funcinsociales. 1"La combinacinde la "Ideologa Institucional"con una".Por ejemplo,de 111 CI U!lII del l Olpede tsUl dode ultll.. derec::h. enGrtaa, 1966. limes Brawn, "MilitaryInlem: ntion. ndthe Politicsaf Greece, en Schmidt .nd Dorfmlll , op. cit. p,&. 117 (ver not a 6) ."Vase VIII Doom, " Ideology. ndThe Military". en 0Jr MilituyIdJJoo. editadOpor Jlll o..itl,Monis y J acqlln Vl n Doom. Studies ted . t ':1mI.Intem'ORII SodoIope:.I AuociItion1970 Rtu -dInt Vfln'enfty Prna. 1911, pp.. XVYXX. . o rn",-. Acercade 11 prd etendl militar por dtonlerV.tinoYase .dem6l,BeD.1f.. "Demenb of Milituy Conttl'l'.tbm: Traditiona1 andMo-deJD eD J.nowtttand Van Ooom. op. dt.., P'a: 59(wr notaJ 2); HlIntin-'?"-Samud P. 1IOltkr . 'td S"'e.. 11Ir 11Irory.1Id l'o/ita ofo,Jl. Mt-li,". R".rIoftJ. The Bdknap he.. of HunN Vniotenity he,., 1957p.79'l'o/itiu1 Ordrr brSocVtin.. Vale VnivenityPretI 1965 PkL219:y 221: y Vqtl, AHred. op. Ct ., pq..29 .32. " ,Acere. de .. ICtitud"institucional"de101 militare. v..-"'A_ I PH _ .1 h . ...... .-mue . un-""'.' n ne tolllEr.,... t e Sllte. -her nota13).28percepcindist orsionadayparcial de la realidad y una jus-tificacinideolgica delas acciones de violencia que supo-nenpeligro, sentimientosdeculpabilidade incert idumbre,puedegeneraruna " Ideologa Operacional". Esto es lo quehaocurridobajolas condiciones de la Guerra Fra y de lasoperaciones antisubverslvas. Laguerra antiguerrillera detendenciaanticomunistahadesarrolladonuevas actitudesmilit aresrespect odela guerra , deldesarrolloydela pol-tica,enmarcadas enlaestrechaperspect iva social produc-tode ladbil formaci n culturalquese estima suficientepara los hombres dearmas. ComoloexpresaVanDoom,este nuevo cdigo operacional ha conducidoaunanueva ideologa institucional y, en ltimo trmino, a unaconcepcin poltica con latent es tonos [ascstas ~ u e ensalzan lafuerza, el sacrificio y la violencia en cuantot ajes. 5Estos semit onosfascistasseria nel resultadodelo queVagts describe como"la ecuacin fascista " , quesurge de latransaccinentrela preferenciainnata delos militares porelconservatismoyla diferencia de clases sociales, y la con-cepcinmilitardelafuerza blica comoalgo fundadoenunaverdaderaint egracinnacional y enla disminuci n delas diferencias de clases.El fascismo percibi este problema y busc integrar lanacinatravsdeunaproclamada igualdad, fundada mera-ment e enla comunidad de sanre o en la comunidad histrica;ynoenlalibert ad, mientrasal mismotiempo congel6 las cte-lle Sen el st atu quo, las priv6 de libert ad y cre6nuevos gruposprivilegiados. l OParadjicamente,laOSN, qu e encontrsuorigen en lasnuevasestrategias ytcticas paralucharcontralasubver-sin, enalgunos pases ha sido transformada en unadoctr-15 J. Van Doom, op. c t. P'JXXVI.16 AJfred v ee. op.en. p'J 315.29na poltica subversivay terrorista. Sus sostenedores noatacan a las fuerzas guerrillerassinoa los gobiernoslegti -mos, y adoptan para la lucha cont ra sus oponentes polti coslafonna deun"Terrori smodeEstado", Este TerrorismodeEstado ha establecido un tipo de "orden" interno carga-dode conflictos y cont radicciones, en la medida en que del no deriva seguridad, paz ni libertadpara la poblacin. Sublancoreal e inevitable es la democracia: se pregona la des-truccin dela democracia a fin derenovarla y salvarla. Porsupropia naturaleza, la DSNpresumeno slo que el Esta-do democrtico esincapazde aut odefendersepor lavademocrti ca frent e a las distint as formasdesubversin,sino, principalment e, que la democracia es un camino abiertoparaque las quellamadoctrinassubversivas, conqui stendemocrticamente el poder. La compulsinpor impedireste desarrollonatu ral del proceso democrti co, considera-do una contradiccininherent eal sistema, conduce alaDSN a proclamar unasuerte de lgicament e imposible de-mocraciasinpueblo" , La saluddelpuebl o exige quese leprive de la capacidad de aut ogobemarse, una posicin de laDSN queimplica, claramente, la negacin de la alte rnat ivademocrtica respect o de las naciones del Tercer Mundo.Por cierto, la DSN nosehadesarrolladoenel vaco.Creemos que, anivel supraestruct uraly en el planopoliti-co-miltar, esta doctrinaes una resultante de la situacin decrisis permanent e quehaceautosustentable alact ual siste-maglobal deguerra.' ? El crecimientoydesarrollode laDSN en Amrica Latina, as como en aquellos otros lugaresendonde predomina lainfluencianort eameri cana, puedeatribuirse, en forma principal ydirecta , alasest rategiasnorteamericanas en materia deGuerraFra .Enste comoen otros casos, la confront acin entre EstadosUnidos y laUnin Sovit ica ha producido una mani pulacin de los gru-, '7 W.Rcismllll , MPriYate" rmiesina Global WarSystcm: Prologue10 ,enU ViTgini4JOUnul/ o{I fl Unultional l W, 1, 1973. Vasetambin LauweU, Harold D. 1V0rld Politicl llfl d hrSOfltlI Ifll tcllriryMcGrawHilI Company, lnc. 1955. .30pos internos rivales, maximiza ndo la sensacindecrisis einseguridadenel interior de los Estados del Tercer Mundo,principalmentede os nuevos." En este contexto.ciertas l-tes internas han encontrado en la D5Nun instrumentoconveniente para asegurar sus posiciones de poder. En efec-to, mientras en el planosupraestructural internacional es laGuerraFrala queincuba a la D5N, en el plano estructuralynacional sufactordesencadenantees la dificultadoim-posibilidaden quese encuentra la tarda pretensin capita-lista de algunos sectoreslatinoamericanos para lograr sudesarrolloyencuadre dentrode lasexigenciastcnicasypol ticas, impuest as por -sucondicin perifrico-dependen-teconrelacina laspotencias hegemnicas. Ello, a su vez,es consecuenciadela democratizacincrecientedelos sis-temas polticos nacionales y del ascenso cuantitativoycualitativode los sectorespopulares, convertidos denit-vamente en fuerza sociopolica competitiva y alternativa.Wolpin ha demostrado la relacinque existe entre el"training" militar norteamericano y las actitudes anti-comunistas y subversivas de los generaleslannoamerica-nos." Nosotros procuramos demostrar que ese tipo de"training" tiene relacineinfluenciaenel desarrollode .unadoctrinapol tica global , de alcance nacional e interna-cional , puesta al servicio de los militares.Noesfcil probardocument al yfcticamenteel gradode envolvimientoyresponsabilidaddeEstadosUnidosenel desarrollo de la D5N. Este ensayorepresenta un esfuerzoinicial para demost rarla existenciadeesa responsabilidad,particularmente enlo queconcierne al uso de medios subli-minales para crear una doctrina pollico-militar "a utnoma"enla generalidaddelas nacio nes del Terce r Mundo, y en laI1 Robc'r1 L RicP. Mlnk mational RcilOfl' al I PrismatkSr'km",enJ"t""'llno-I Synrlft . );,DOR. Klalll E. 'f S. Vnba Editorn.,1969, pJ. 1.. .. .19 MilesD. Wol pin, Ml1itllryAid11MCotl"rtnnoluo 111 ' lit ninJWorld. Le:dnllton Booh . 1972. Vi ..c tambi n J\I Cl1\ld.iOMilitllr)' Indo:trl""tIo" lI"dtllt U"irtd Stltt l Impvllllisrn. St.tc Univcni trCoIlcll:c. PoUdlm, NUCYI y or.... 1913.31aceptaci n del claroriesgode" fascistizacin" queella im-plicaba. Por ciert o, lacompleja y, aratos, contradictoriaestructura del aparato de poder y gobierno norteamericanocondi ciona y limitael alcancede esta afirmacin. Aten-didaslacomposicinypluralismodel sistema norteame-ricano, no ser a posible cargar la responsabilidad de laresurreccin del fascismo ni al pas ni a sus ciudadanos. Sinembargo, puede afirma rse con certeza que los propi osnorteamericanos se dan cuenta de que, por el tamao ycomplejidad desu pas, es muyposible queciertos circulas,especialmente los del Pent gonoydel complejomilit ar-industrial, hayan desarrolladoy puesto en prcticapolticasy estrategias nocompatibles con los valores fundamentalesque Estados Unidosha desarrolladoypromovidoatravsde la historia . Desde esta perspectiva, algunos aspectos de lapolt ica delPresident e Cart er noslosonun cambioposi-tivo - fundado en el reconocimient o de que lapolticaexteriornorteamericanaya no contribua nial prestigio, nial poder , ni a los principios del pueblo norteamericano,ni alos intereses del sistema-e, sino querepresentan unarupturaenel int erior de la lte gobernante con respecto a las tcti-cas que habanest adoprevaleciendo.Enotras palabras, elproblema que realment e enfrenta el Presidente Cr ter no esslo el de asumir los riesgos de romper o enfriar sus relacio-nes conlas dictaduras de derechaque aparecen comoalia-das suyas y que conculcan los derechos humanos en nombrede los valores nort eamericanos, sino el de desmontar lapoltica exterior desarrolladapor el Pentgono ylas multi-nacional es, as comoel aparatoenque sesustent a. Estacircunstancianoes modificadapor el hechodeque existatoda una nueva perspectiva - el ' "Trilateralismo"- en mate-ria depolticainternacional, en cuyo impulso estara com-prometidala admini stracin Crter."10 VueArturoSisty Gregonolnarte, "De la seguridad nadonal al tma-teralilllTlo. Razone. por la. queel gobiernode Carter aefiendela vigencia deIot derechos humanOL" Alamblea Permanente de101Derecho. Humano.de Bolivia. La Paz. septiembre de1911.322. Acerca del Enfoque y del MtodoEs necesario y legtimo formularse la duda de si el EstadoMilitar ha desarrollado o no races comoproduct o nacionalen algunos pases, almargen de la influencia norteamerica-na, comoen el caso delnasserismoegipcio. Todava ms:es indispensableesclarecer lacontradiccinresultant edeligar el "trainng" norteamericanocon- eldesarrollodelaOSN, y"eemergenciade regmenes progresistas, como elperuanohasta1976, yaun marxistas, comoel etopeac-tual , bajo lagida demilitares sometidosaese tipo de en-trenamiento. Rojas yVieraGallo se refieren a casos comolos mencionados y expresan que ellosrevelan cmola doctrina de la seguridad nacional puede ,sufrien-do una reinterpretacibn, incentivu posiciones de avanzad adentrodelos instit utosarmados.21En estamateria, comoencualquier otra, no creemos nipostulamos un ciego ymec nicodeterminismo,que est ablez-caunal nea directaentreel "training" ylas tcti cas nor-teamericanas, por una par te,ylasact itudesdetodoslosmilitares expuestos alos mismos, tant o institucional comoindividualmente, por laot ra. Aunencasosext remos co-mo losdeChile, Brasil,Argentina yUruguay, es pblica-mente conocida laexistenciade important essectoresdemilitares queestn en desacuerdoconlas prcti cas e ideasdesus campanerosy jefes, comolo evidencian las frecuen-tes" purgas"queocurren dentrode las fuerzas armadas deesospases. En unnivel ms general, cuando los fundamen-tosfcticos del adoc trinamiento polt ico-militar ncrteame-21 JaimeRojnyJaseAntonio Vien-Gallo, "La doctrina dela seguridadnacional y la militarizacinla poltkaen America Latina". En . drEstudios)1Dtxu mrnt.cin. Roma, Nos. 28-29-30. Febl"fO-Abtde1917, pg. 41. Unaposicinlimilar, dbtinguicndo ent re ''militarUmo reac-donaro" y"militarbmoprogresista onUler s" _ tieneHerrera Oropel "Jos, en AmlriCtl ltinll." proctJOhttele1 socWi""o. CaratlS, 1973,2a. edi-dn.33ricano han sido desmentidos por laprcti casurgidadelcont acto de los militares con los ms gravesproblemassocioeconmicosdesus pases, el an-zquierdsmo inhe-rent e al ambientede GuerraFra ha sidoreemplazado porunaactitudanti -lites tradicionales. Tal tipo de situacionesrepresentanunriesgosin dudaprevistoy aceptadopor .Iosestrategas norteamericanos, peroquenoles preocupaSIROenla medida en que la nacin bajo rgimen militar populs-tade izquierdasecoloqueenunaposicin francamentebeligerante respectode la forma y metas delapolticaexteriornorte americana - ms all deuna retricaantm-perialista-c, manifiesteuna clara simpataconlas pollticasexteriores soviticas, y propugne unrgimeneconmicosocial defmidamente socialista.Con relacin al Movimient o de Oficiales Libresqueasumi el poderenEgipto en 1952, podra vlida menteconcluirse quefue una especie de aparecimiento autnomode un modelo militar desarrolllsta de rgimen poltico. Pero ,comoloha hecho claro Vatikiotis,u las condiciones socio-pol ticas de las cuales deriv ese movimient o milit arfueronmuy diferentesdeaqullas imperant esmstarde,al surgirlos regmenes de la DSNen otros pases. Concretamente, elcontexto dentro del cual surgi no fue el de la Guerra Fra.Despus de su moderni zacinsobre la base de la tecnologaoccidental, las fuerzasarmadas egipcias, al igual quelosejrcitos de otras nacionesrecinindependizadas, secon-virtieronenla institucintecnolgicament e ms modernayavanzadadelEstado, yfueroncapacesdeapr eciary en-juiciar 10 5 errores delliderazgopolticodeunacorrupta yanacrnicamonarqu a. Comoenotroscasos, antelafaltadeestructura depoderydegobierno, las fuerzas armadasocuparon naturalmente el vaco existente, asumiendolaconduccinpolticadel pas. Enlaprctica, slodespus22 P.J. Vatikiotis, Tht Etyptllzn Anny In Pol/tlCI. l'atttrn fMNtwNltlonl l lndianaUniveni1yPUS$. Bloomington, 1961. Vi n e tambin MorrotBe'ltl', "TheMilitaJyEliteand . ~ 1 a I Oiange In Eypt", enMcWilliams, W.e., op. ctr. , (ver nota4>, y Virgi1ioRafael Beltrn, " DIudonariaJ profDubcont:raJnVoludonaria", en Ewa.:J aWdebEV.. nmero e'Sptdal dela Rnirttl MaiuMOtlldo /blfNtm1SocWn.julloepdembre de 19" . No. 81, p&. 99. Comote ..be,laobn mCODOCidadel principal PlOpu.nadOl de latkticade la '"ftlpuel"f1exIbk", Mu.weIITIYIo,. et 17It Chtcn1t1brTrumptt. Karper ud Brothen, Nuev. York, 1959...Ronalcl Steel, op. ch. P42] 1.51laviej adistiJIcibnentreUCII'l civil yguerr aint crnacional haperdido ya la mayor parte de su significado l., ,FEsa declaracin, al desdibujar la lnea de separacinentre guerrascivileseint ernacionales, anulalavez losprincipiosdenointervencinyel derechodeautodeter-minacindelos pueblos, De ese modo, qued establecidoel nuevoperfll de la confrontacin mundial : la confronta-cinnort eamericano-soviticaenel planoideolgicocon-dujo de la idea deguerratotal a la de guerra convencionaly limitada; estaltima desarroll como su principal tct icala guerra antisubversiva. fa cual condujo a untipo de entre-namientomilitar que deriv en la usurpacin de la funci npolfticapor parte delos militares, cuya met a fue diseadacomola deasumirlaresponsabilidaddel orden yestabili-dadpolftica internas en sus respectivas naciones." Estos,a su vez, se convertiran en los principales ingredient es mo-viJizadores de la Doctrina de la Seguridad Nacional.El origenycaracterfsticas de estanueva estrategiafue-ronmuybiensintetizados enun recienteInformedel Se-nado norte americano:Lu cvidcnciuacerca delasactividlldes de la guerrillaco-munista en Asia Sudoriental y en Africa convcncicron alPresidenteKcnncdyyal GeneralMaxwcll Taylor acercadelanccesidaddeque101 Estldos Unidos desarrollaransu capaci-dad parauna guerranoconvencional. La "contr ainsurgcncja",como sedcnomin6 el csfucnonorteamcricano, tuvo comometeimpedirvictorias militanl obtcnidas conapoyocomunis-ta, sinprovocuUDa confrontaci6nmilitar scvuec-ecrteene-"Rk hardJ. Damc!, rntc/"ll tn tlon4nJRn>oIutlon. AmtriC4" Confront4-tfoII.....,,,AfOOnd tllt ""01'14. Mcridian Boo kJ. Thc Wor1dPubUshinlCompln )', Oevcland)' Nueva York, 1968, pl- 11,La nuevapolca exteriorrueviolOMIllcntt confirmadayrespaldadapor la denominada"SeldenRe.olution", aprobada porla Cmara de Rcpresentant c. el 20 de eep-tiembrcde 1965. Dicha relOlucincxpresel penMlll ifnl o de esecuerpo"respecto al comunismo intcrnacional en el hemisferio occidcntal.., Ccngresso-na! Roconl Hccse, pigs. 24341 24364,) 6VbseHermannOehlin:. 14funcinpoIfrlc4 dtl Ejb 'Clto. Inltiluto de tudios Polfdcol , Madrid, 1961, pj. 32.52ricanadem. yaTe' proporcionea. Slmult lneamentc, laCIAfueencar . da dedesarrollar yemplearsuscapacidades paramili .taTeSalrededor del globo. Enl. de)os 60, lu opera-cionesparamili tares pasaronI Ier l . I ctividad clandest ina pre-dominantede laCIA, superando, en la distribuci6n presupue..taria pan 1967, . las act ividadesdeaccibnpsicolb&ica ype-litica encubiert a.Y7Como era de suponer, estapoltica tuvoungrave yne-gativo impacto sobre el derecho de autode terminacinde los pueblos, el ejerciciodela libert ad, yla superviven-cia del gobierno democrtico enAmricaLatina, hechoampliamente reconocido por gran nmero de observadores,acadmicos y polttlccs. Sinembargo, hayunaspecto dedichoresultadonegativo queanno ha sido clarificado enlaforma debidayqueocuparel centrodenuestraaten-cin enestetrabajo: nos referimos al hecho de que el prin-cipioimplf cit odeint ervencindirectaenlos asuntosin-ternos de otras naciones, que supone ladoct rina de laguerra limit ada, fue reempl azado por una tcnica de "inter-vencinindirecta" , perpetrada atravs de la influencia ycontrol de lasdecisionespoliticasde los lderes militareslatinoamericanos. No obstante, es previoal tratami entode esa situacin - que ocupa los cap tulos siguientes-llamar laaten cin acercadealgunoshechos claves delasrelaciones entre Amrica Latina y Est ados Unidos.4. LASEGURIDAD NACIONAL NORTEAMERICANA YEL " DEBER DEINTERVENCION"Probablemente ninguno de los grandes lderes lati-noamericanos dela etapaindependentistase dejengaaracercadel real sentidoyalcancedela DoctrinaMonroe.37 U.S. Senate. FiN"of ,he Seifft Committrt to Studyttll OprTfl tionJwithRrJpect 10 Intr lfigrncr Supplemrnt fITY De,.t-Ird St'lf RrportJ onFonign ''Id MllitruyBook[Y. 94 Co.nsre'"2nd. ScU: Rcport 94-755. U,S. Govcmment Printin Offke. Wuhinlton,D.C., 1976. pg. 67.53En1827, Portales, forjador del estado constitucional y re-publi cano chileno, compar la Doctrina Monroe con latrampadeterr ones de azcar preparada paracazar moscas.Asujuicio, si las naciones latinoamericanas sedejabanatrapar poresaatractiva proteccinhemi sfrica,termina-r andesunidasyamerceddeEstadosUnidos. Hoynadiediscute que, bajo la doctrina Monroe, Estados Unidosafirmsuderechoydeberde" proteger" a los miembrosmenores de lafamiliaamericana .Ochentaanosdespus,de acuerdo con el corolario establecido por TheodoreRoosevelt , Estados Unidos reafirm su "derecho" para"castigarlos segn fuerenecesenc";" {The "Big Sttck:"poicy.lComotodos sabemos, para medir los result ados de aque-lla"benefacto ra"poi Itlca bastarecordar el largoperfodoque se extiende hasta ladcadade 1930, como unodeconstantes, abiert as y largas int ervenciones militares,ningunadeellas llevada acaboenintersdeAmri cala-tina. Estapolticapareci tenersufinal ponerse enprc-tica, bajoelpatrociniosucesivodelospresidentes HooveryFranklinD. Roosevelt , lapolticadel " BuenVecino".Al amparo de esta pcl ttica Cuba pudo poner fin a laEnmienda Plan; EstadosUnidos aceptelprincipi odenoint ervencin en laConferencia de la 1OEAcelebradaenMontevideoen1933, y, alalcanzartal polftica su mximodesarrollo, se produjo el reconocimiento fonnal del principiode nointervencincuandoste seincorporen la Cartadela OEA suscrita en Bogoten1948. En esencia, EstadosUnidos decidiaceptar "el deber de no int ervencin , cual-quiere que fuese larazn que pretendiereInvocarse". Esobvioquela aceptacin de este pacto por parte de EstadosUnidos fue una decisin anacrnica y extempornea,dado elhechode Que estaba endirectacontradiccinconel contenido de supol ticainternacional global y obstacu-)8 Ipsilon. "A. note In Inter-A.merican Relation a", en ltin A m ~ , * . "IAIn A..O. HJ1chman. Editor. NuevaYork, Twenty CenturyFund , 1961,p6. SS. atado por Ronald Steel,Qp. ctt., ps. 193.54litaba sus acciones concretasen AmricaLatinadentrodel contexto de la Guerra fra. Como lo afirma Steel,(. . . ] si la Conferencia deBOlotl lIe hubi ere celebrado un aomis tude, el muyprobabl e que 101 Estadol Unidos no hubie-senaceptadola declaracinde no intervencin, porque noper-mitia enfrent ar el problemadel ascensoal poder deun10-biemo comunista.lllProntose hizoevidente que el Departament o de Estadono tena entre sus planesrespetar eldeberdenointer-vencinsi llegaba a la conclusin de que exista la amena-za de parti cipacincomunista en un gobierno latinoameri-cano, por leve que fuera. Enla Conferencia de la OEA ce-lebrada enCaracas en1954, el Secretario de Estado Dullespresionconxitoparaobtener una declaracin en el sen-tido de queLI dominacinocontrol delasinstitucionespolticas decualquier Estado Americano por el movimient o comunistaint ernacional [. ] constituirlaunalmenua pUlla IOberan{1e independencia polftica de 101 EstadOI Americanos[...] 40La aprobacindeesteprincipiosignificnegar su natu-ralezaintervencionist a atodaintervencin norteamericanaquesebasaraenla exist encia deunpeligro de influenciacomunistadentrode ungobiernolatinoamericano, conelagravantede que la definicin de la existencia y naturale-zadetal amenazacomunista quedabaa cargo delEstadointerventor. El peligro comunista, real ofalso, nofue ca-talogadocomounproblemade carcter nacional, concer-niente exclusivamentea la poltica interna del pas en cues-tin, sinocomoun problema de carcter internacional quelegitimaba la intervencin de otros pases.""..Ronald Steel. op. ct., pq .201.Richard J. Bamet. op. cit., pig. 23J.55Es necesario recordar quela Declaracinde Caracas fueadopt adaenel mismoperodo enquese produjoel cam-biodelaestrategia deguerratotal ypeligro hemisfrico,por la guerra limitadaypeligrointerno, dentro de la pclf-tica norteamericana. Obviamente, comoresultadodeesaDeclaracin, Amrica Latina continu siendo un conti-nent eabiert oatoda clase deintervenciones, militar,eco-nmica, poHtica, cubiertaoencubierta, sinotrorequi si-toque invocar el peligro comunista, presente Ofuturo,real o falso, como ha sucedido hasta hoy.El ltimo elemento parael desarrollodelanuevaes-trategia, puestoenprctica durante lasadministracionesKennedy, JohnsonyNixon, consistienetiquetar como"comunista a todo movimiento nacional de carcterizquierdista, especialmente si resultaba serenemistoso omeramenteindependient eoneutral conrelacina Esta-dosUnidos. As las cosas, es perfectamenteposible consi-derar como representativaslas opinionesexpresadasporun miembro del DepartamentodeEstadoenunCongresode Ciencia Polti ca celebrado en Oaxtepec, Mxico, afines de 1975, Segn dicha persona,l... )enlapoUticade losEstados Unidos con respecto, aA m ~ r i caLatinalaprimera prioridades la seguridad nacionaldelosEstados Unidos. Por esarazn, hasidonecesariointervenir,en(onna directa oencubierta, enel continente. Lospaseslatinoamericanosnopueden adoptuformas socialistas dego-biernoydeeconoma, ylomAl queEstados Unidos podratoleruaesterespectoesel establecimientodeuncapitalis-mo nacionalista controlado por el Estado.42Estadeclaracin, cuya parte fmal prohija unsolapadofascismo, ya no puede sorprender a nadie, ycoincideconla opinin dadaalias antes por Huntington cuando es-cribi queReriJta Erd1l4. Sant:iao, Olile, No. 2010, pI.. 58.56Losdristlcol cambiosenel entornoexterior luelodela Se-gunda Gucrra Mundial convirtieronla seguridadnacional en1. meta principal de la polfti ta exterior de la Nlcibn.43Afindecomprenderelalcanceygravedaddeesaar-mac o, es necesariola siguienterefonnulaci6ncuasi silo-gstica de lo Quehasta aqu hemos dejadoestablecido:1. La pol ticaexteriornorteamericana dependeyes de-tenninadaen funcin de las necesidades desuseguridadnacional; es una polftica exterior militarizada: u2.Laseguridadexteriorobliga a Estados Unidos a man-tener unafuerzablicademximamagnitudyeficiencia,aconducir una poltica econmica deplenoempleooalmenos en lnea ascendente de crecimiento nonnal capaz desoport ar aquel gastoy. especialmente, aproteger ciertaszonas difinidas como de seguridadnacional ;3. Amrica Latinaesunazona deseguridad, esdecir,loque sucedeenestecontinenteconcierneala seguridadnacional de EstadosUnidos . Esteesunhecho definitorioysemantendrcomotal enlapoltica exteriornorteame-ricana . cualquiera que sea ladenominacindel approachde moda: Guerra Fra, Alianza para el Progreso, LowProfile a la Nixon o Trilateralismo;4. El establecimiento, encualquier forma, de un gobier-noque nosea sensitivoa losintereses de la seguridadnor-teamericana, esunaamenazadirectaa su seguridadnacio-nalynopuedesertolerado," especialmentesi se trata deun rgimen no capitalista (a radical departurel: y43 SamuelP. Hunttngtcn, op. cit., P'I. -426 (ver nota 28).44VueAdam YarmolinsJcy, 71re Mi/ir"ry Itr ImpllCt on AIrU'-ricfln Sociu)'. Harper and Row, Publilhen. 1971.especialmente1mcaplTulol 9, "Military Involvrnent enForeJcnPoI.icy", y JO, "Control ofRevolution and CounteTtevohltion." V6ue tambin suobrarole oflheU, S. Militaryin Shapinll ForeiJnPoIlcy",en op. dt., p.25 nota 6).45 "Un eonruceerevolucionarioJCI convierteinequfvocamenteenpdiro-10paralosinteretesde los Estados Unidos. sin embarllo, alIle presta ...explotado por el podermilitarsoviticoo chino enunmodoti!quepudleleprovocar una confrontacin poIlticaentnl las supcrpotencluoconvertirle57s. La faltade estabilidadpoltica y de orden socio-eco-nmico en unpas latinoamericanoponeen jaque la segu-ridadnacional nort eamericana. Por consiguiente, EstadosUnidosdebeadoptar enmateria deentrenamientoy pro-gramasde ayuda militar, tcticasdestinadas aevitar losriesgosdetal inestabilidad, medianteel desarrolloecon-mico y la imposicin del orden.465. LAGUERRAFRIACOMOVARIABLEINDEPENDIENTE ENAMERICA LATINACinco aos atrs, unadescripcincomolaprecedentehubieraparecidola retrica de un extremista de izquierda.Hoy da, ella es apenas una conservadora visin de larealidadyel alcance dela doctrinanorteamericanadese-guridadnacional enel planoespecficodeAmricaLati-na. Tal doctrinase fundaenla creenciadequelarevolu-cinsocial enprogresodesdelos comienzos dela dcadadel 60(.. )110 sb coDtinuui lino quelit aceflerar,cudetquiera queleanl.. politicu nacionalelo utemu que le ponpn en pric-t jca para detenerla o (reDulaenunacnenaum.iliwdirecta. Los Estados UnId Ol tienen mximointer sen impedir tocb trand"ormadft de \lnainlerna ensituacionesdecvicter estratpco. Enio. ea->s en quepuedaIdenfkaneel peligrode unat$CIladI deese tipo. puedehacertenecesaria unarespuettaUmitadadepart ede klI WSoIthWOI" pan. Impedirla", H. Heymann, yW.W.Whitson. ''Canand ShouldlheUrtited Slatea PreterYe a Militvy Capabilityfor RevolultonuyCOCI fUd" ,. report prep&redfOI Achanc:edRete&Kh Project s "&'ency, enero, de1911. RandCorponOll. Santa WONca. Califomia..'" EaipoeII tantempranacomo...anode 1951tedejest.blecidoque"'pua. ter efectiwo, v.1Ipropam. deayuda rnlitardebe estarre"donadoconla poI ltic:a aadonal Jla eJtntqilllh.iliW de los tadot UnidOll".VueT1tc Miltr.,o{tireU.S. 1\000 Studlt'/l1td. Report/"rrpfnd.t tite Rnvm oi tIr, Spi4l CommlttNl lo StIIdytireAld1'rofr-. U.s. Sen.J,1e. )pon on MilttlllY Affirr.u- N rheD{ u.s. lH7-1956, by 1heIn.titule of""ar 'ad PeaceStudie. ofColumbiaUllit'enity. U.s. GoIremment Prift tinJ Offioe. Wuhinton, D.C.. 1951. Vi_tlmbiinf rank R. PUlcake. MMiUtuy Auistanclll u Ul EJement of U.S. ForeinPolky inLatinAmeric. : 1950/1968." Unpublilhed PHD dl_rtadon. Untver-IItyof Vlrlnia, 1969.58A fin deimpedirqueestasituacinse conviertaen unaventajapara laUninSovitica, yennombredelos inte-reses de la seguridad nacional norteamericana, el pas{. . . ) tendr que intensifICar alS esfuerzos pan resistir titedesafo y. como consecuencia, la penpectinpanel ira.latinoamericana es una de periodo indefmklo de tensionesde Guenl Frfa.nLas declaracione s delosPresidentes Nixon y Ford y delSecretariodeEstadoKissinger respectodela intervencindela ClA enel derrocamientodel gobiernodeSalvadorAllendeen Chile, y los hearings einformes de las comisio-nes parlamentarias americanas que condujeroninvestiga-cionessobrelasaccionesencubiertasdelas agencias nor-teamericanas de espionaje (CIA, DIAy FBl especial.mente), hacen innecesario proporcionar mis detallessobre el contenido, realidadyalcance dela politicainter-vencionista deEstados Unidos.48Cualesquiera que sean lajusticia de los propsitos ylanaturaleza de los efectosdelapolfti canorteamerica-nade seguridad nacional enel planointernode EstadosUnidos, ' su efectoeimpacto parece haber sido otro muydistintoenelplano exterior, y antagnicodepors alosV ea espedlll. U.s.ReportNo. 94.465 . ADqed A......l.-krJ. Aa InterinlReport o/u. SdedColtlIn-neeloStudyOpenltiomwith Rapect to InteJtileaeeAcdri-tIea. U.s. Senate. N