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El enfermo crítico 3. Reanimación cardiopulmonar 11. Técnicas de aislamiento vía aérea 1 - 16 TÉCNICAS DE AISLAMIENTO DE LA VÍA AÉREA. INTUBACIÓN TRAQUEAL. VÍA AÉREA DIFÍCIL. OBJETIVOS Conocimientos básicos de la anatomía de la vía aérea. Manejo de la vía aérea en situaciones de emergencia. Indicaciones del aislamiento de la vía aérea. Conocer la técnica de intubación orotraqueal mediante laringoscopia directa. Manejar medidas alternativas de control de la vía aérea. Vía aérea difícil: Definición y medidas de predicción. Familiarizarse con la secuencia rápida de intubación: farmacología básica y algoritmos de manejo de la vía aérea. ANATOMÍA Conocer las anatomía de la vía aérea superior es fundamental para conseguir un adecuado dominio de las técnicas de intubación endotraqueal y sus alternativas, así como la prevención y tratamiento de las principales complicaciones derivadas de estas. Se exponen a continuación algunas ideas fundamentales a tener en cuenta sobre la misma: Nariz El techo de las fosas nasales lo forma la lámina cribiforme, en relación directa con estructuras intracraneales, lo que hace indispensable una gran precaución a la hora de intentar la intubación nasotraqueal, especialmente en el paciente traumatizado con lesiones maxilofaciales. La rica vascularización de la mucosa nasal dependiente de ramas arteriales oftálmicas y maxilares la hacen susceptible de presentar sangrados abundantes. El bloqueo de los orificios de drenaje de los senos paranasales y del conducto lacrimal, que se abren en la pared lateral de las fosas nasales, pueden producir sinusitis. Boca y Mandíbula Inferior: lengua, crestas alveolares y mandíbula. Superior: paladar duro y paladar blando. Posterior: orofaringe. Nasofaringe Techo: base del cráneo. Suelo: paladar blando.

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El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 1 - 16

TÉCNICAS DE AISLAMIENTO DE LA VÍA AÉREA. INTUBACIÓN TRAQUEAL. VÍA AÉREA DIFÍCIL.

OBJETIVOS

Conocimientos básicos de la anatomía de la vía aérea.

Manejo de la vía aérea en situaciones de emergencia. Indicaciones del aislamiento de

la vía aérea.

Conocer la técnica de intubación orotraqueal mediante laringoscopia directa.

Manejar medidas alternativas de control de la vía aérea.

Vía aérea difícil: Definición y medidas de predicción.

Familiarizarse con la secuencia rápida de intubación: farmacología básica y algoritmos

de manejo de la vía aérea.

ANATOMÍA

Conocer las anatomía de la vía aérea superior es fundamental para conseguir un

adecuado dominio de las técnicas de intubación endotraqueal y sus alternativas, así como

la prevención y tratamiento de las principales complicaciones derivadas de estas. Se

exponen a continuación algunas ideas fundamentales a tener en cuenta sobre la misma:

Nariz

El techo de las fosas nasales lo forma la lámina cribiforme, en relación directa con

estructuras intracraneales, lo que hace indispensable una gran precaución a la hora

de intentar la intubación nasotraqueal, especialmente en el paciente traumatizado

con lesiones maxilofaciales.

La rica vascularización de la mucosa nasal dependiente de ramas arteriales oftálmicas

y maxilares la hacen susceptible de presentar sangrados abundantes.

El bloqueo de los orificios de drenaje de los senos paranasales y del conducto

lacrimal, que se abren en la pared lateral de las fosas nasales, pueden producir

sinusitis.

Boca y Mandíbula

Inferior: lengua, crestas alveolares y mandíbula.

Superior: paladar duro y paladar blando.

Posterior: orofaringe.

Nasofaringe

Techo: base del cráneo. Suelo: paladar blando.

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 2 - 16

Tejido linfoide (adenoides) que puede estar hipertrofiado, especialmente en niños,

pudiendo comprometer el flujo aéreo y ser lesionado durante la intubación.

Las trompas de Eustaquio pueden ser obstruidas en caso de inflamación secundaria a

la intubación nasotraqueal.

Orofaringe

Las amígdalas palatinas pueden estar engrosadas y hacer difícil la exposición de la

orofaringe para la intubación.

La disminución del tono del músculo geniogloso, que tiene la función de mover hacia

delante la lengua durante la inspiración, puede producir obstrucción.

Asimismo, una lengua de gran tamaño también puede producir por sí misma la

obstrucción de la orofaringe.

Hipofaringe

Desde la epiglotis hasta el inicio del esófago. Posterior a la laringe.

Los senos piriformes son parte de la hipofaringe y se extienden a ambos lados de la

laringe.

Laringe

Desde la hipofaringe hasta la tráquea.

Esqueleto cartilaginoso: toroides, cricoides, epiglótico, cuneiforme, corniculado,

aritenoides.

Los cartílagos cricoides y tiroides se palpan en la cara anterior del cuello, y están

unidos mediante el ligamento o membrana cricotiroidea que puede ser perforada con

fácilmente cuando el cuello se encuentra en extensión en caso de necesitar una

acceso de emergencia a la vía aérea.

A su vez, el cartílago cricoides, que rodea completamente la vía aérea, se une al

primer anillo traqueal mediante el ligamento cricotraqueal.

Los cartílagos aritenoides, unidos al cartílago epiglótico, y el tiroideo se abren por el

efecto de músculos, como lo hacen las cuerdas vocales.

La glotis es el término con el que se define a las cuerdas vocales verdaderas y el

espacio que queda entre ellas, que es el paso más estrecho de la vía aérea superior

en el adulto.

El drenaje linfático es escaso por lo que el engrosamiento provocado por la

inflamación secundaria a la intubación o un traumatismo tarda mucho tiempo en

resolverse.

La inervación corre a cargo del nervio vago mediante las ramas laríngeas recurrentes

y superiores.

El nervio laríngeo superior provee la inervación sensitiva desde la cara inferior de la

epiglotis hasta la superficie superior de las cuerdas vocales. Una rama del mismo

perfora la membrana tiroidea inmediatamente por debajo del cuerno mayor del

hioides. Esta rama puede ser anestesiada localmente para favorecer la intubación en

pacientes despiertos.

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 3 - 16

La rama laríngea recurrente es encargado de la innervación sensitiva por debajo de

las cuerdas y de la motora de todos los músculos de la laringe, excepto del

cricotiroideo que está inervado por una rama del laríngeo superior.

Tráquea

De unos 15 cm de longitud en el adulto. Su esqueleto externo está formado por

cartílagos en forma de C. Está delimitada por el esófago posteriormente, y por la

glándula tiroides anteriormente en tramo superior.

La carina se encuentra a la altura del cuarto cuerpo vertebral torácico, lo que es

conveniente conocer para valorar una correcta colocación del tubo traqueal.

El bronquio principal derecho nace con un ángulo menos agudo que el izquierdo, lo

que lo hace susceptible de intubaciones selectivas.

ABORDAJE DE LA VÍA AÉREA

Ser capaz de asegurar la vía aérea en diferentes tipos de pacientes en multitud de

circunstancias es una habilidad obligatoria de todos aquellos médicos que se encargan de

la asistencia de los pacientes críticos. Estos pacientes pueden presentar diferentes grados

de hipoxemia, acidosis e inestabilidad hemodinámica en el momento de la intubación por

lo que no toleran ningún retraso en conseguir una vía aérea segura.

Las condiciones para el manejo de la vía aérea en la UCI deben ser lo más cercanas al

ideal en cualquier circunstancia. Esto incluye contar con el personal adecuado, una

colocación óptima del paciente, la iluminación conveniente, y el equipamiento necesario

que nos permita usar alternativas de abordaje en caso de complicación.

Otro factor no menos importante es la evaluación de la vía aérea antes de su abordaje.

Identificar factores que impidan una correcta ventilación o intubación resulta crucial en

los pacientes críticos para prevenir las complicaciones que se puedan presentar. Se han

intentado aplicar las mismas medidas de evaluación de la vía aérea habitualmente

empleadas en pacientes que se someten a cirugía de forma programada pero

desafortunadamente estas medidas no han podido ser evaluadas adecuadamente en

pacientes que requiere intubación urgente. A pesar de esto, resulta conveniente que los

intensivistas las conozcan y las apliquen cuando se dispongan a realizar una intubación

en la medida de lo posible.

Vía Aérea Difícil

Según la Sociedad Americana de Anestesiología (SAA), se define la vía aérea difícil como

la situación clínica en la que personal entrenado y experimentado encuentra

impedimentos para conseguir la ventilación mediante mascarilla facial, para la intubación

traqueal o para ambas técnicas. Esta situación viene dada por la interacción de distintos

factores: el paciente, el entorno clínico y la capacidad de quien realiza la técnica. Se han

propuesto otras definiciones en relación con la vía aérea:

1. Dificultad para la ventilación con mascarilla facial:

a. No es posible ventilar con mascarilla por uno o varios de los siguientes

problemas: sellado inadecuado de la mascarilla, excesiva pérdida de gas, o

excesiva resistencia para introducir o expulsar el gas.

b. Signos de ventilación con mascarilla inadecuada son: ausencia de movimientos

torácicos, ausencia de ruidos respiratorios, signos de obstrucción severa a la

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 4 - 16

auscultación, medidas espirométricas erróneas de flujo de gas exhalado, y

cambios hemodinámicos asociados con hipoxemia o hipercapnia.

c. Incapacidad para mantener una saturación de oxígeno >90% usando una

mascarilla facial con fiO2 100%.

2. Laringoscopia difícil: cuando no es posible visualizar ninguna porción de las

cuerdas vocales tras múltiples intentos de laringoscopia convencional.

3. Intubación traqueal difícil:

a. Cuando la intubación traqueal requiere múltiples intentos haya o no patología

traqueal.

b. Necesidad de más de 3 intentos de intubación o cuando los intentos de

intubación duran >10 minutos. d

4. Intubación fallida: no se consigue la colocación del tubo traqueal tras múltiples

intentos.

Evaluación de la Vía Aérea

1. Ventilación difícil

Interfieren con la ventilación tanto factores anatómicos como funcionales. Entre los

primeros se encuentran las cicatrices faciales, el pelo facial, falta o ausencia de

dientes, paciente roncador, y alteraciones en la complianza de la vía aérea superior

(abscesos, hematomas, neoplasias, epiglotitis,…), de la vía aérea inferior (reactividad

de la vía aérea, neumonía, SDRA, edema pulmonar, hemo/neumotórax,…), y

toracoabdominal (ascitis obesidad, hemoperitoneo, síndrome compartimental

abdominal,…).

Los pacientes obesos (IMC >26 kg/m2) suelen presentar mayor tendencia a la

desaturación secundariamente a las dificultades para la ventilación y la intubación

debido a tejidos orales redundantes, disminución de la complianza del sistema

respiratorio debido a restricción de movimientos del diafragma y la pared torácica, y

cefalomegalia.

Entre los factores funcionales se encuentran la pérdida de tono de la vía aérea en

casos de inconsciencia, el uso de sedantes y relajantes musculares que afectan al

tono del paladar blando, y el laringoespasmo debido sedación inadecuada, la

secreción excesiva de saliva, y la instrumentación orofaríngea.

2. Intubación difícil

a. Clasificación de Mallampati modificada por Samsoon y Young. Suele usarse

en la evaluación preoperatoria y permite predecir la dificultad para visualizar

las estructuras faríngeas posteriores mediante laringoscopia. Se realiza con el

paciente sentado, abriendo la boca, en posición de esnifado (cuello flexionado

con extensión atlantoaxial) y con protrusión máxima de la lengua. LA

clasificación se realiza según las estructuras observadas.

- Clase I: paladar blando, úvula, fauces, pilares.

- Clase II: paladar blando, úvula, fauces.

- Clase III: paladar blando, base de la úvula.

- Clase IV: solo visible el paladar duro.

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3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 5 - 16

L

Las clases III y IV de Mallampati indican una alta probabilidad de

intubación difícil y la necesidad de técnicas especiales de intubación.

Evidentemente es una técnica a realizar en pacientes conscientes y

colaboradores, pero en situaciones de emergencia, en pacientes con bajo

nivel de conciencia o en fallo respiratorio, el personal entrenado puede

realizar una aproximación mediante la valoración orofaríngea con ayuda de

un depresor lingual o un laringoscopio.

b. Regla 3-3-2: distancia entre incisivos de 3 traveses de dedo, distancia entre

hioides y barbilla de al menos de 3 traveses y distancia del cartílago tiroides al

suelo de la boca de 2 traveses.

c. Rango de movilidad cervical <35º de extensión atlanto-occipital. Valorar

mediante la maniobra de intentar tocar el pecho con la barbilla y

posteriormente realizar una extensión máxima del cuello.

d. Otros: incisivos de gran tamaño, cuello corto y grueso, escasa movilidad

mandibular, paladar estrecho.

Como regla general, en una situación de emergencia puede ser útil usar la regla LEMON:

Mirar (Look), Evaluar la regla 3-3-2, clasificación de Mallampati, Obstrucción, y movilidad

del cuello (Neck mobility).

VENTILACIÓN

Para una adecuada ventilación es primordial conseguir una apertura correcta de la vía

aérea mediante la alineación de los ejes bucal, faríngeo y laríngeo. Para hacerlo se debe

colocar al paciente en posición de olfateo o sniffing que se consigue mediante la

colocación de la cabeza del paciente en una superficie de unos 10 cm de altura mientras

los hombros descansan sobre la mesa o cama, y después se realiza la extensión del

cuello sobre la articulación atlantooccipital que permite la alineación de los ejes oral y

faríngeo. Debemos tener en cuenta que esta técnica está contraindicada en paciente con

lesión cervical conocida o sospechada, por lo que una alternativa útil sería la maniobra de

Esmarch consistente en la protrusión anterior de la mandíbula.

Mascarilla facial

Debemos elegir el tamaño más adecuado para el paciente que permita un mejor ajuste

alrededor de la nariz y la boca. Se debe comprimir la mascarilla contra la cara del

paciente mediante los dedos pulgar e índice, mientras que con el corazón, anular y

meñique se debe elevar la mandíbula. Con esta técnica se consigue solucionar la

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 6 - 16

obstrucción de la vía aérea superior que produce la relajación de la musculatura faríngea.

Es posible realizar la técnica a un solo operador, usando una mano para sujetar la

mascarilla y otra para comprimir la bolsa autohinchable.

Siempre será conveniente asociar el uso de cánulas nasofaríngeas (paciente consciente)

y orofaríngeas (paciente inconsciente) a la ventilación con mascarilla facial. Se

introducen con la concavidad hacia arriba y una vez se llega al paladar blando se gira

180º quedando colocada entre la base de la lengua y la pared posterior de la faringe.

Dispositivos supraglóticos – Mascarilla laríngea

Son dispositivos que quedan colocados por encima de las cuerdas vocales. Permiten

ventilar al paciente pero no aíslan la vía aérea, persistiendo el riesgo de

broncoaspiración. El año 2003 la American Society of Anesthesiology adoptó la mascarilla

laríngea como alternativa en casos de imposibilidad ventilación adecuada con mascarilla

y de intubación traqueal difícil.

La mascarilla laríngea consta de un tubo unido a una mascarilla distal hinchable. Dicha

mascarilla queda en la hipofaringe enfrentada a la glotis en su cara anterior, permitiendo

la ventilación, mientras que una vez hinchada hace las veces de neumotaponamiento.

Para un correcto sellado se debe elegir el tamaño adecuado según peso y altura del

paciente, y colocarla adecuadamente. Debemos colocar al paciente en posición de

olfateo, coger el dispositivo por el tubo con el dedo índice en la hendidura entre el tubo y

la mascarilla, apoyarla sobre el paladar, deslizarla en dirección cefálica sobre el paladar

hasta encontrar resistencia y finalmente hincharla con el volumen de aire indicado.

Su uso no requiere relajación muscular y se puede usar tanto en ventilación espontánea

como asistida, pero no protege de espasmo de glotis o bronquial, además de persistir el

riesgo de broncoaspiración como indicábamos previamente. Para intentar evitar el riesgo

de broncoaspiración se creó las mascarilla laríngea Proseal®. Este modelo tiene un

segundo tubo que se abre a la punta posterior de la mascarilla permitiendo el drenaje del

tubo digestivo mediante la colocación de una sonda a su través.

INTUBACIÓN TRAQUEAL

Consideraciones iniciales

Las indicaciones para la intubación traqueal son: obstrucción aguda de la vía aérea,

secreciones respiratorias abundantes y la incapacidad para eliminarlas de forma

adecuada, pérdida de reflejos protectores e insuficiencia respiratoria.

Debemos proveernos de todo el material necesario incluyendo aquel material que

creamos conveniente utilizar si hemos previsto una ventilación o intubación difícil. El

material básico para la intubación podría ser: suplementación de oxígeno al 100%,

mascarilla facial, balón autohinchable, equipo de succión (catéteres y sondas Yankauer),

estilete flexible, pinzas de Magill, cánulas orales o nasales, mangos y palas de

laringoscopio de varios tipos y tamaños, tubos endotraqueales de varios tamaños, jeringa

para inflar el neumotaponamiento, superficie para colocar al paciente en posición de

olfateo, cinta para fijar el tubo, y por supuesto, la medicación que vayamos a utilizar.

Hay que tener en cuenta factores ambientales como una adecuada iluminación que

facilite la visualización de la vía aérea. La cama debe estar a la altura conveniente al

operador, con el cabecero retirado y las ruedas frenadas. Por supuesto, debe haber el

suficiente personal para asistir al operador en el momento de la intubación.

Es fundamental la preoxigenación del paciente para no exacerbar la hipoxemia si el

procedimiento se prolonga o resulta fallido. Se debe monitorizar la saturación de oxígeno

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 7 - 16

durante la técnica para servirnos de guía ante complicaciones. La preoxigenación o

desnitrogenación, que sustituye el nitrógeno de la capacidad residual funcional del

paciente por oxígeno, aumenta el tiempo disponible para la intubación al permitir la

oxigenación durante la apnea usando dicha reserva.

Técnica

Se debe colocar al paciente en posición de olfateo. Un ayudante puede realizar la

maniobra de Sellick (comprimir el cartílago cricoides contra la columna vertebral para

ocluir el esófago) previniendo la regurgitación de contenido estomacal. Para esto nos

podemos ayudar también colocando al paciente en posición anti-Trendelenburg.

Cogemos el laringoscopio con la mano izquierda y abrimos la boca con la mano derecha

ayudándonos de los dedos pulgar a índice. Se inserta la pala por la comisura derecha y

avanzamos hasta la base de la lengua a medida que la desplazamos hacia la izquierda.

En caso de utilizar la pala curva debemos colocar la punta en la vallécula, si la pala es

recta debe quedar bajo la epiglotis.

Una vez la pala está en el sitio deseado debemos hacer tracción en dirección de 45º

sobre el plano permitiendo la visualización de las cuerdas vocales. Debemos tener

precaución de no dañar los incisivos ni de aprisionar los labios entre los dientes y la pala.

Mediante la clasificación de Cormack-Lehane valoramos apertura laríngea mediante

laringoscopia directa:

Grado I: se visualiza la glotis completamente.

Grado II: sólo observamos el tercio posterior de la glotis y la comisura posterior.

Grado III: sólo vemos la epiglotis.

Grado IV: imposibilidad de observar la epiglotis.

Teniendo en cuenta que los grados III a IV son prácticamente imposibles de intubar

mediante laringoscopia directa tomaremos en estos casos algunas medidas que nos

puedan ayudar a realizarla. Podemos usar el estilete maleable insertado en el tubo,

colocado de forma que no sobrepase el extremo distal del tubo para evitar lesionar la vía

aérea, lo que nos permitirá dirigirlo más fácilmente hacia la glotis. Por otra parte, un

colaborador puede realizar la maniobra BURP (backward – upward – rightward -

pressure) que consiste en movilizar la laringe hacia atrás, arriba y a la derecha

mejorando la visibilidad y la apertura laríngea. Existen en el mercado diferentes tipos de

estiletes, introductores (Eschmann®, Frova®) y tubos traqueales para facilitar la

intubación.

Los videolaringoscopios sin unos dispositivos que tienen dos canales paralelos, por un

lado un canal donde se fija el tubo traqueal con una curvatura mayor que la del

laringoscopio habitual y por el otro un sistema óptico que permite visualizar las

estructuras por las que se va avanzando, identificando la glotis y las estructuras

circundantes, además de controlar el paso del tubo a su través. Este dispositivo se puede

utilizar tanto en la vía aérea no complicada como en la vía aérea difícil.

Tras inflar el neumotaponamiento siempre tenemos que comprobar la correcta colocación

del tubo traqueal en la vía aérea, asegurándonos de que no hemos intubado el esófago.

Para esto auscultamos ambos hemitórax y en epigastrio, y si es posible, utilizar un

capnógrafo. Comprobamos asimismo que la ventilación es simétrica y no se ha intubado

selectivamente un bronquio principal (normalmente el derecho). Como regla general

podemos tener en cuenta que los incisivos están en la marca de 23 cm en hombres y en

21 cm en mujeres, o estimarlo mediante la fórmula: (altura en cm/5) menos 13. Tras

esta comprobación fijaremos el tubo con una cinta o sistema de sujeción.

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11. Técnicas de aislamiento vía aérea 8 - 16

Intubación Nasotraqueal

Es una alternativa a la intubación orotraqueal en pacientes conscientes. Suele ser más

complicada que la intubación orotraqueal ya que se suele realizar a ciegas y es más

complicado dirigir los movimientos del tubo. Por otra parte debemos evitarla en pacientes

con alteraciones de la coagulación, pólipos nasales, traumatismos faciales, licuorrea,

sinusitis o cualquier alteración anatómica que predisponga a poder causar un

traumatismo al pasar el tubo.

Previamente se debe comprobar la narina por la que el paciente ventila mejor, aplicar

vasoconstricores y anestésicos tópicos, y tras lubricarla avanzar el tubo prestando

atención al movimiento del aire a su través escuchando los ruidos respiratorios. Si es

necesario podemos ayudarnos del laringoscopio y unas pinzas de Magill para facilitar la

colocación.

Mascarilla laríngea Fastrach®

Es una modificación de la mascarilla laríngea que permite la intubación a ciegas y sin

necesidad de movilizar al paciente. Consta de una mascarilla laríngea con una tubuladura

rígida en ángulo de 90º y con un mango metálico. Tras introducirla hasta encontrar

resistencia se hincha la mascarilla y se comprueba la ventilación. Después se introduce el

tubo traqueal, comprobamos su correcta colocación y retiramos la mascarilla

manteniendo el tubo en su posición con ayuda de un alargador.

Combitubo

Consiste en un sistema de doble luz que puede ser insertado a ciegas. Tras colocarlo

comprobamos la colocación de la luz principal, si se encuentra en vía respiratoria

podemos proceder a ventilar normalmente, si está en esófago podemos ventilar al

paciente por la vía secundaria que está perforada lateralmente.

Fibrobroncoscopio flexible

Es un método eficaz en la vía aérea difícil. Está especialmente indicado en casos en los

que existan alteraciones de la anatomía de la vía aérea superior debidas a tumores,

traumatismos, endocrinopatías y anomalías congénitas. Su uso es fundamental en

pacientes con lesiones de la columna cervical por traumatismos o procesos reumáticos

que afecten a la movilidad del cuello.

ABORDAJE QUIRÚRGICO DE LA VÍA AÉREA

Intubación retrógrada

Fundamental en casos de intubación difícil por la presencia de sangre o secreciones. Tras

la punción de la membrana cricotiroidea se introduce una guía metálica (es posible

utilizar las mismas que se usan en la canalización de vías venosas mediante técnica de

Seldinger) y se avanza en dirección cefálica hasta localizarla en las fauces y

exteriorizarla. Después introducimos el tubo a su través hasta colocarlo en la tráquea y

retiramos la guía.

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3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 9 - 16

Cricotiroidotomía

En casos de emergencia donde la intubación traqueal resulta imposible y es necesario el

aislamiento de la vía aérea se debe realizar la cricotiroidotomía. Colocamos al paciente

en hiperextensión cervical ayudándonos de alguna superficie que permita elevar los

hombros. La técnica básica consiste en localizar el espacio cricotiroideo, fijar la laringe

con la mano izquierda y realizar una incisión vertical en la piel, procediendo

seguidamente a la disección digital hasta localizar la membrana cricotiroidea. Realizamos

una incisión en la membrana y la dilatamos. Podremos introducir entonces una cánula o

un tubo traqueal de 4-6 mm. Existen en el mercado dispositivos de cricotiroidotomía

basados en la técnica de Seldinger.

Traqueotomía

Tanto en la técnica percutánea como en la quirúrgica suponen una alternativa cuando

existe una obstrucción de la vía aérea que pueda comprometer la vida del paciente pero

no se trata de una situación de emergencia. Se tratará de colocar una cánula entre el 1º

y 2º o 2º y 3º anillos traqueales mediante la disección por planos evitando

fundamentalmente las estructuras vasculares en la técnica quirúrgica, o mediante la

punción en la localización deseada y la dilatación de estructuras hasta poder introducir la

cánula a través de una guía en la técnica percutánea.

SECUENCIA RÁPIDA DE INTUBACIÓN

La hipoxemia, la acidosis y la inestabilidad hemodinámica de los pacientes críticos no

permiten retrasos en la intubación. Otras condiciones, como la hipertensión intracraneal,

la isquemia miocárdica, las hemorragias de la vía aérea superior y la emesis pueden ser

agravadas por la propia intubación. Asimismo, muchos pacientes mayores pueden

presentar comorbilidades como vasculopatías que aumentan el riesgo de isquemia

miocárdica o cerebral si se prolongan los intentos de intubación.

Para evitar retrasos en la intubación se han creado algoritmos para el manejo de la vía

aérea y de secuencia rápida de intubación (SRI). Se conoce como SRI a la administración

casi simultánea de un potente agente inductor anestésico junto con un relajante

neuromuscular, lo que asociado a otras medicaciones ayuda a disminuir la respuesta

presora fisiológica a la intubación traqueal que podría provocar complicaciones

cardiovasculares. La RSI consiste generalmente en la regla de las “6 P”:

1. Preparación: colocación en posición de esnifado,…

2. Preoxigenación: desnitrogenación alveolar,…

3. Premedicación: administración de fármacos en una combinación individualizada

para cada paciente y según su situación clínica para producir la sedación y

analgesia, necesarias para atenuar la respuesta fisiológica a la laringoscopia y a la

intubación.

4. Parálisis: se debe administrar el relajante muscular inmediatamente después de la

preinducción anestésica y de conseguir una adecuada preoxigenación. Realizar la

maniobra de Sellick para evitar la insuflación gástrica y la broncoaspiración.

5. Paso del tubo traqueal: ayudarse con la maniobra BURP. Si se produce

desaturación, se volverá a realizar la preoxigenación antes de un nuevo intento de

intubación.

6. Cuidados Postintubación: confirmar la correcta colocación del tubo traqueal.

Valorar auscultación, capnografía, movimientos torácicos y saturación de oxígeno.

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3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 10 - 16

Realizar una radiografía de tórax y gasometría arterial. Valorar el inicio de

sedoanalgesia y relajación de mantenimiento.

No todos los pacientes críticos son susceptibles de ser intubados siguiendo la SRI. En

casos se acidosis severa, depleción de volumen, descompensación cardiaca y lesión

pulmonar se pueden provocar complicaciones debido a la administración de agentes

preinductores e inductores. Este tipo de pacientes podría tolerar la intubación sin

necesidad de una completa premedicación debido a su bajo nivel de conciencia.

Preinducción

Fármacos Dosis Inicio

acción Duración Indicaciones

Efectos 2º y contraindicacio

nes

FENTANILO 2-3 μg/kg Casi

inmediato 0’5 -1 h

Sedación y analgesia en

pacientes hemodinámicamente

estables con: enfermedad coronaria,

emergencia hipertensiva, disección

o aneurisma arterial, hipertensión

intracraneal o intraocular.

Hipotensión.

Rigidez pared torácica.

Bradicardia.

LIDOCAÍNA 1’5 mg/kg 45 - 90 seg 10 - 20

min Igual que fentanilo.

Asma, EPOC. Hipotensión

ESMOLOL 2 mg/kg 2 - 10 min 10 - 30

min

Sinérgico con fentanilo.

Hipertensión

intracraneal. TCE.

Bradicardia.

Hipotensión. Hiperreactividad

vía aérea.

ATROPINA 0’02 mg/kg

(mín 0’1 mg)

1 -2 min 2 h

Disminuye efectos vagotónicos en la

inducción con propofol. Disminuye secreciones.

Sd. Anticolinérgico

central. Arritmias. Relajación

musculatura lisa gastrointestinal.

Relajación esfínter

esofágico inferior.

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 11 - 16

Inducción

Fármacos Dosis Inicio acción

Duración Indicaciones Efectos 2º y

contraindicacio

nes

ETOMIDATO

Estable: 0’3 mg/kg

Inestable: 0’15 mg/kg

30 - 60 seg

3 - 5 min Politraumatizado.

Hipotensión.

Inhibición síntesis de cortisol.

Disminuye el

umbral de crisis focales.

PROPOFOL

Estable: 2 mg/kg

Inestable: 0’5 mg/kg

9 - 50 seg

3 - 10 min Lesión craneal

aislada. Estatus epiléptico.

Hipotensión. Alergia a la

lecitina.

TIOPENTAL

Estable: 3 mg/kg

Inestable: 1’5 mg/kg

30 - 60 seg

5 - 30 min

Normotenso. Normovolémico.

Estatus epiléptico. Control de

hipertensión

intracreneal.

Broncoespasmo. Hipotensión.

KETAMINA 2 mg/kg 1 - 2 min

5 - 15 min Asma. EPOC.

Lesión craneal. Cardiopatía isquémica. Emergencia hipertensiva.

Relajantes neuromusculares

Fármacos Dosis

Inicio

acción

(seg)

Duración

(min) Indicaciones

Efectos 2º y

contraindicaciones

SUCCINILCOLINA 1’5

mg/kg

30 -

60 5 - 15

De elección

siempre que no

exista

contraindicación.

Antecedentes

personales o

familiares de

hipertermia maligna.

Alta probabilidad de

intubación o

ventilación difícil.

Hiperpotasemia.

Miopatía. Neuropatía

crónica. Ictus.

Enfermedad

neuromuscular.

Lesión por

aplastamiento.

Sepsis. Quemaduras

graves. Insuficiencia

renal crónica.

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 12 - 16

ROCURONIO 1

mg/kg

46 -

60 45 - 70

En caso de

contraindicación

de la

succinilcolina.

Intubación o

ventilación difícil

previstas. Alergia a

los bloqueantes

aminoesteroideos.

ALGORITMOS DE MANEJO DE LA VÍA AÉREA

La Sociedad Americana de Anestesistas publicó en 1993 y de nuevo en 2003 las

recomendaciones para el manejo de la vía aérea difícil en quirófano. Aunque dichos

algoritmos han tenido un amplio seguimiento, su aplicabilidad en las UCI es limitada

dado que se basan en el estudio preoperatorio y la posibilidad de retrasar la cirugía si se

prevé una situación complicada.

Varios autores han creado algoritmos que intentan estandarizar el manejo de la vía aérea

en situaciones de emergencia. A continuación exponemos la propuesta de Walls et al,

modificada por Reynolds y Heffner. Estos autores clasifican los intentos de intubación en

las siguientes categorías y los refieren a sus respectivos algoritmos:

1. Universal: a usar de inicio en todos los pacientes.

2. Crash: si el paciente se encuentra inconsciente o en peligro de muerte.

3. Difícil: en caso de enfrentarnos a una vía aérea difícil.

4. Fallida: tras tres o más intentos de intubación sin éxito.

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 13 - 16

Universal

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 14 - 16

Crash

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 15 - 16

Difícil

El enfermo crítico

3. Reanimación cardiopulmonar

11. Técnicas de aislamiento vía aérea 16 - 16

Fallida