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TDAH
1. ¿Qué es el TDAH?
TDAH son las siglas de
Trastorno por Déficit de
Atención. Este síndrome
presenta 3
características:
inatención,
hiperactividad e
impulsividad.
Este trastorno
neurobiológico, se
presenta tanto en adultos
como en niños, que
impide las actividades
diarias.
Las
personas
que lo
presentan
experimentan
dificultades para
mantener la atención, la
función ejecutiva y la
memoria de trabajo, y
pueden corresponder a 3
tipos distintos de TDAH:
• Inatento
• Hiperactivo-impulsivo
• Inatento e hiperactivo-
impulsivo combinado.
1. Se presenta desde
una edad
temprana: antes
de los 12 años.
2. Con
una intensidad y
frecuencia superior
a la normal para la
edad y la etapa de
desarrollo del niño.
3. Interfieran de
forma significativa
en el
rendimiento del
estudiante en dos o
más de los ámbitos
de su vida: escolar
o laboral, familiar y
social.
4. No es causado por
otro problema
médico, tóxico o
consumo de
alguna droga.
Principalmente se
reconoce en niños que
empiezan la educación
preescolar, coincidiendo
con dificultades en el
rendimiento escolar y
algunas situaciones
sociales.
2. Tipos
No todos los niños con
TDAH manifiestan las
mismas características ni
con la misma intensidad,
quiere decir que puede
manifestar sólo una.
De la diversidad de
manifestaciones del
TDAH se diferencian tres
tipos, según se indica en
el DSM-5 Manual
Diagnósticos y Estadístico
de los Trastornos
Mentales:
1. Presentación
predominante de
falta de atención:
la conducta
prevalente es el
déficit de atención
(más frecuente
entre las niñas).
2. Presentación
predominante
hiperactividad/
impulsividad: la
conducta
prevalente es la
hiperactividad y/o
impulsividad.
3. Presentación
combinada déficit
de atención e
hiperactividad/imp
ulsividad:
presentan los tres
síntomas nucleares
(déficit de
atención,
hiperactividad e
impulsividad)
3. Causas
Debido a su complejidad
no puede identificarse
una sola causa.
Se considera que es un
trastorno heterogéneo
con diferentes subtipos,
resultado de las distintas
combinaciones de los
diversos factores de
riesgo que actúan
conjuntamente.
Sin embargo, sí que se ha
identificado que
las causas del TDAH se
deben a factores:
Factores ambientales y
psicosociales (entre
otros): los traumatismos
craneoencefálicos en la
infancia, las infecciones
del sistema nervioso
central, la
prematuridad, la
encefalopatía hipóxico-
isquémica, el bajo peso
al nacimiento o el
consumo de tóxicos
como el alcohol o el
tabaco en el embarazo.
También se pueden
mencionar las
psicopatologías de los
padres, la baja situación
socioeconómica o el
estrés psicosocial de la
familia, además de la
mala alimentación y el
abuso de los
videojuegos.
Factores de origen
hereditario: se ha
demostrado que no
existe una transmisión
familiar del trastorno a
través de modelos
educativos, y que los
factores hereditarios
representan 80 % de los
casos.
Factores biológicos
adquiridos durante los
períodos prenatal,
perinatal y posnatal.
Durante el período
prenatal existen
antecedentes, como la
exposición intrauterina
al alcohol, la nicotina,
determinados fármacos
(benzodiazepinas,
MEDISAN;
anticonvulsivantes),
altos niveles de la
hormona tiroidea (de la
madre), infecciones,
insuficiencia
placentaria, toxemia,
preeclampsia y
desnutrición.
En el transcurso del
período perinatal
existen probabilidades
de hipoxia en el feto,
mal uso y administración
de sedantes en la
madre al momento del
parto, uso deficiente de
fórceps, expulsión
demasiado rápida,
sufrimiento fetal y/o
práctica de cesárea,
prematuridad o bajo
peso al nacimiento,
alteraciones cerebrales,
como la encefalitis o los
traumatismos que
afectan a la corteza
prefrontal, e
hipoglucemia.
Factores
neurofisiológicos y
genéticos: en los
pacientes con TDAH se
han observado
alteraciones de la
actividad cerebral,
como la reducción del
metabolismo/flujo
sanguíneo en el lóbulo
frontal, corteza parietal,
núcleo caudado y
cerebelo; aumento del
flujo sanguíneo y
actividad eléctrica en la
corteza sensoro-motora;
activación de otras
redes neuronales y
déficit en la focalización
neuronal. Las áreas
prefrontales son
importantes
determinantes
biológicos de la
atención.
Los ganglios basales y los
lóbulos frontales son 2
estructuras afectadas.
Los científicos han
encontrado cambios
negativos en los lóbulos
frontales, órganos del
cerebro que intervienen
en el control de la
conducta, en la
solución de problemas y
en la capacidad para
mantener la atención.
Esto explica la dificultad
de los afectados para
controlar el
comportamiento, filtrar
los estímulos y
permanecer atentos.
Se ha detectado que 2
sustancias químicas que
utilizan las neuronas para
comunicarse entre sí,
dopamina y
noradrenalina, están
alteradas en los niños con
déficit de atención e
hiperactividad, pero no
en sujetos sanos.
4. Características
Desatención, se
presentan las siguientes
características: a
menudo no prestan
atención suficiente a los
detalles o incurren en
errores por descuido en
las tareas escolares, en el
trabajo u otras
actividades, tienen
dificultades para
mantener la atención en
tareas o actividades
lúdicas, parecen no
escuchar cuando se le
habla directamente, no
siguen instrucciones y no
finalizan las tareas
escolares, encargos u
obligaciones en el centro
educativo, esto no se
debe a un
comportamiento
negativista o a
incapacidad para
comprender
instrucciones, además
tienen dificultades para
organizar tareas y
actividades, le disgusta o
es renuente en cuanto a
dedicarse a tareas que
requieren un esfuerzo
mental sostenido, como
trabajos escolares o
ayudar en el hogar, se les
extravían los objetos
necesarios para tareas o
actividades, por ejemplo,
juguetes, ejercicios
escolares, lápices, libros,
se distraen fácilmente por
estímulos irrelevantes.
Hiperactividad-
impulsividad,
características: mueven
en exceso manos o pies,
o se remueven en su
asiento, abandonan su
asiento en la clase o en
otras situaciones en que
se espera que
permanezcan sentados,
corren o saltan
excesivamente en
situaciones en que es
inapropiado hacerlo,
tienen dificultades para
jugar o dedicarse
tranquilamente a
actividades de ocio,
actúan como si tuvieran
un motor, hablan en
exceso.
Impulsividad,
características: dan
respuestas precipitadas
antes de que hayan sido
completadas las
preguntas, tienen
dificultades para
aguardar su turno,
interrumpen o se
inmiscuyen en las
actividades de otros, por
ejemplo, se entrometen
en conversaciones o
juegos.
5. Como afecta el
aprendizaje
El
rendimiento
escolar es
uno de los
temas que
más
inquietan a
los padres, madres y
docentes que tienen a
cargo a estos
estudiantes, ya que se
preocupan por su futuro.
Es frecuente que esta
población presente
alteraciones en el
comportamiento dentro
del centro educativo y
dificultades para
alcanzar el éxito escolar,
pues estos estudiantes
presentan dificultad para
atender las instrucciones,
se les dificulta recordar lo
que se ha aprendido, son
inquietos, se mueven
constantemente y les
falta un mayor control
sobre las respuestas que
dan.
Principales dificultades
académicas:
dificultad en la lectura y
matemática.
Repetición de curso.
Llevar recados sobre
conductas inadecuadas
presentadas durante el
horario lectivo.
Necesidad de ayudas
para el estudio, clases de
apoyo, servicios de
educación especial.
Bajo rendimiento escolar:
Resultados por debajo de
la nota mínima.
Capacidad intelectual
inferior a la que le
corresponde.
Nivel educativo más bajo
que el que tienen los
niños de su edad.
Es importante que se
realice una detección
precoz para reducir las
complicaciones
asociadas.
Además de realizar una
concienciación del
personal docente para
atender a los estudiantes
con TDAH que se
encuentran en el centro
educativo.
La comunicación entre el
médico, el docente y la
familia, es muy
importante para llevar a
cabo un trabajo
coordinado.
6. Apoyos dentro de
la escuela
Dentro del aula se
encuentran estudiantes
con diferentes
características que en
algunas casos afectan
directamente el proceso
de enseñanza
aprendizaje, es ahí
donde el docente debe
ayudarles a salir
adelante,
implementando una serie
de estrategias que van
desde su planeamiento,
manejo del grupo, uso de
diferentes materiales,
entre otras.
Igualmente necesario es
comprensión, paciencia,
perseverancia,
dedicación y trabajo,
pero que merece
realmente la pena
cuando se observan los
resultados su grupo de
estudiantes.
Es importante trabajar
desde las áreas fuertes y
las características
positivas que puede
presentar los estudiantes,
entre ellas se puede
mencionar:
Temperamento
Generalmente estos
estudiantes son
optimistas, por
lo que se debe
centrar en lo
bueno y
divertido. Se
debe ser cauteloso con
los fracasos a lo largo del
tiempo pues puede
tener un impacto
negativo sobre este
optimismo.
Tienen dificultad para
recordar aspectos
negativos.
No suelen guardar
rencor.
Resultan simpáticos y
amigables.
Muchos son
especialmente
bondadosos y no tienen
malicia alguna.
Con frecuencia son
personas sinceras: dicen
lo que realmente
piensan y sienten.
Actúan de forma
espontánea y sincera.
La mayoría de las veces
están dispuesto a ayudar
a otros.
Son buenos motivadores
y generan cambios en
los demás.
Se sienten bien siendo el
centro de atención o el
líder del grupo.
Valoran mucho la
amistad.
Suelen caer bien a los
adultos.
Algunos hablan mucho y
pueden llegar a
convertirse en
excelentes narradores
de historias.
Los que presentan
hiperactividad-
impulsividad suelen tener
asociado un rasgo de
temperamento:
búsqueda de
novedades.
Mientras que los que
presentan marcada
inatención suelen
presentar otro rasgo:
evitación del daño, lo
que los hace ser
precavidos.
Modo de actuar
Tienden a
realizar las
actividades
que les
gustan con
muchísimo
entusiasmo.
Generalmente son
espontáneos.
La mayoría no necesitan
mucha planificación y se
adaptan bien a los
planes improvisados.
Pueden actuar y pensar
muy deprisa, resultando
rápidos y ágiles.
Cuando se equivocan
buscan alternativas
rápidamente hasta dar
con la solución.
Suelen ser ordenados en
su caos.
Son aventureros y se
atreven con cosas sobre
las que otros dudan, por
lo que pueden ser
valorados por lo demás
como valientes.
Suelen ser muy curiosos
en torno a los temas que
les interesan.
Pueden ver las cosas
desde diferentes
perspectivas aportando
soluciones originales.
Muchos tienen una
marcada capacidad de
observación.
Con frecuencia mejoran
su rendimiento cuando
se les ofrece un premio
motivante.
Trabajo
Los
estudiantes
con TDAH
con
frecuencia les
resulta difícil
saber de todo, pero se
pueden especializar en
un área y destacar en
ella.
Muchos muestran gran
motivación por aprender
sobre algo concreto y
llevar a cabo el
proyecto, aunque sea
complejo y largo, pero
esto sólo ocurre en
temas que les
apasionen.
Generalmente
aprenden muy rápido
aquello que les interesa
mucho.
Suelen tener facilidad
para llevar a cabo varias
tareas al mismo tiempo.
Energía
Al tener
una gran
energía y
actividad,
muchos
sobresalen
en
deporte y actividades
físicas.
Pueden llevar a cabo
varias actividades en un
mismo día, siempre y
cuando les motiven u
otras personas les
motiven.
En ocasiones se fatigan
menos realizando las
mismas actividades que
otros niños de su misma
edad.
Siempre suelen estar
haciendo algo porque
no toleran el
aburrimiento.
Creatividad
Utilizan constantemente
la
imaginación
para resolver
problemas.
Muchos niños
con TDAH presentan un
nivel alto de imaginación
y fantasía. Al pasar su
pensamiento de un
estímulo a otro y su alto
grado de fantasía,
puede que realicen
conexiones entre temas
que a otros no se les
ocurre relacionar.
En ocasiones presentan
una tormenta de ideas
constante de manera
espontánea y natural
sobre algunos temas que
le gustan mucho.
Suelen tener facilidad
para desarrollar
actividades creativas.
Por otra parte como ya
hemos visto, el TDAH no
sólo afecta a la
conducta, sino que
también afecta a nivel
cognitivo, esto quiere
decir, que debemos
ayudar a esta población
a que compense esta
dificultad a través de
diversas habilidades.
La enseñanza de estas
habilidades requiere de
una serie de estrategias
las cuales se mencionan
a continuación:
Formación de los
docentes y profesores
El centro educativo, es un
entorno ideal para
detectarlo, de ahí la
importancia que los
docentes se encuentren
actualizados en esta
temática, para que
puedan reconocer las
posibles señales y que
sepan cómo atender a
cada uno de sus
estudiantes en función de
las necesidades que
presentan, para mejorar
el trabajo dentro del aula
y favorecer un entorno
apropiado para el
aprendizaje.
Estos estudiantes
aprenden con más
facilidad cuando la
lección está
cuidadosamente
estructurada debido a la
dificultad que tienen
para organizar antes de
actuar.
Anticipar: se trabaja
sobre la capacidad de
prepararse para realizar
una actividad o una
tarea, por ejemplo
elaborar una lista sobre
los materiales que tiene
que llevar a clases o los
cuadernos que necesita.
Listado de materiales
para hacer los deberes:
esto le ayudará a
organizarse y le facilitará
el poder revisar que tiene
las cosas necesarias para
realizar todas las tareas.
Cuadernos de colores:
organiza con el
estudiante el material de
cada materia a principio
de curso lectivo.
Establece un cuaderno
para cada materia o una
imagen de color en cada
cuaderno, que le ayude
a organizarse mejor.
Avisar sobre las
novedades: si hay
cualquier cambio en el
horario de clases o
alguna variación en la
rutina, se debe indicar
varias veces y asegurarse
de que se han enterado.
Organización: prepara a
los estudiantes para las
lecciones y actividades
que se van a llevar a
cabo, explicando el
orden en el que se va a
desarrollar cada
elemento a lo largo del
día. Por otra parte
también el estudiante
puede tener una agenda
o calendario que le
permita llevar el control
frecuente de las tareas
pendientes, exámenes,
Un ambiente estructurado
trabajos extraclase y los
materiales necesarios.
Fechas de entrega y
exámenes: es muy útil
reservar un mismo
espacio en la pizarra
para anotar las fechas de
entrega de trabajo
extraclase o de
exámenes, dando
tiempo para que ellos lo
anoten también.
Simplifica las
instrucciones: cuanto
más sencillas y cortas
sean las instrucciones y
las tareas que se le den a
los estudiantes más
probabilidades hay de
que completen lo que se
les ha pedido y hagan
una gestión efectiva del
tiempo.
Horarios visibles: habilitar
en el aula un espacio
para colocar el horario
semanal y permitir que lo
consulten siempre que
sea necesario.
Planificar: desarrollar la
capacidad del niño de
establecer los diferentes
pasos que tiene que
realizar para alcanzar un
objetivo. Este trabajo de
planificación también le
va a ayudar a dividir las
tareas en pasos y que le
resulte más sencillo
finalizar lo que empieza.
Revisa lecciones
anteriores: revise los
contenidos de la lección
que se vieron en la clase
anterior, haciendo
hincapié en los temas
que más dificultades
causaron y respondiendo
de nuevo a algunas de
las preguntas que
surgieron durante esa
clase.
Proporciona materiales
de apoyo: esto es
realmente útil para
apoyarles a la hora de
realizar deberes y
también para que
puedan profundizar en lo
que se ha estudiado.
Monitorizar: se busca
desarrollar la capacidad
del estudiante de
monitorizar su actuación
durante el desarrollo de
una tarea de acuerdo
con las instrucciones que
se han dado, ya sea
durante la tarea o
después de haberla
realizado, permitiendo
que la corrija en caso de
error.
Evaluaciones: es
importante valorar los
apoyos educativos que
se pueden brindar en la
parte evaluativa,
tomando en cuenta las
características del
estudiante y la materia a
evaluar. Dentro del
trabajo diario es bueno
reconocer los avances y
realizar comentarios
positivos, aunque los
logros sean muy
pequeños, pueden ser
alentadoras y mejorar la
autoestima y la
motivación.
Rutina: los niños con
TDAH pueden enfrentarse
a menudo a muchas
dificultades en la jornada
escolar debido a sus
problemas de atención y
comportamiento, de ahí
la necesidad de
establecer una buena
rutina en el aula:
Facilitar la
interiorización de
una estructura que
permita hacer las
diferencias entre
cada materia,
docente/profesor y
aula.
Ayudar a que el
estudiante esté a
tiempo en clase
con los deberes y
materiales
adecuados.
Aunque los niños con
TDAH tengan los
conocimientos
apropiados para obtener
buenas notas en los
exámenes, les puede
resultar complicado
adaptarse al formato y a
los tiempos establecidos.
Esto suele ser causado
por: distracciones
constantes, problemas
para gestionar el tiempo,
dificultad en el inicio de
las tareas y para recordar
hechos concretos.
La estructura y
estabilidad son
elementos muy
importantes para estos
estudiantes, muchos de
ellos no se adaptan bien
al cambio. Por ello se
puede explicar las cosas
en forma de pasos muy
concretos, que dejen
muy claro lo que se
espera de ellos y las
consecuencias por no
realizarlo.
Es importante tener en
cuenta que el cambio de
una asignatura, tarea o
clase a otra resulta
especialmente
complicado, por lo que
cuanto más predecible
sea lo siguiente, más
facilidad tendrá para
adaptarse.
Establecer expectativas
de aprendizaje:
explíquele a los
estudiantes qué es lo que
se espera que aprendan
durante la clase. De esta
forma se establecen unas
metas alcanzables y
medibles desde un
principio.
Establecer expectativas
de comportamiento: se
debe dejar claro cómo
deben comportarse los
estudiantes mientras
desarrollan las
actividades o se les
explica la lección.
Indicar los materiales
necesarios: es mejor que
se identifiquen los
materiales que son
necesarios y se ubiquen
sobre el pupitre,
guardando los otros para
evitar distracciones.
Destacar los puntos
clave: cuando se
entregue tareas a los
estudiantes, subrayare o
resalte las palabras más
relevantes para facilitar
que no pierdan el foco
sobre lo que hay que
hacer. Si se está leyendo
un enunciado en la clase,
se puede hacer un
ejercicio para identificar
los elementos más
importantes de la tarea.
Un ambiente predecible
Avisos: puede resultar
muy útil que se les avise a
los estudiantes que una
lección está a punto de
acabar. Se puede avisar
con 5-10 minutos antes
del tiempo que queda
antes del cambio, para
que se vayan
preparando. También se
puede avisar al principio
de la clase el tiempo que
se va a empeñar en
cada lección.
Siéntelo en primera fila: al
estar más cerca de la
pizarra y del docente se
distraerá menos y le será
más fácil mantener la
atención.
Evite ponerlo en
evidencia: procure no
hacer diferencias entre
los estudiantes, puesto
que esto podría causar
rechazo por parte de los
compañeros.
Utilice diversos
materiales: el empleo de
medios diferentes (vídeo,
proyector, audio,
material impreso,
maquetas…) facilita que
los estudiantes en
general, y especialmente
los que tienen TDAH
presten más atención.
Puedes combinarlo con
trabajos en grupo para
incentivar el
compañerismo.
Control de la agenda:
este control se debe
realizarlo a diario, para
asegurarse de que han
apuntado todas las
tareas, y también que
han metido en su mochila
todos los materiales
necesarios para
realizarlas. En el caso de
adolescentes, hay que
realizar este control de
una forma más sutil, para
no dañar su autoestima.
Comprueba el
rendimiento: se debe
estar pendiente del
comportamiento de los
estudiantes para
detectar posibles
Un ambiente
adecuado para el aprendizaje
7. Apoyos desde el
hogar
muestras de frustración.
Se puede proporcionar
más explicaciones a estos
estudiantes para que
comprendan el
contenido de la lección y
sean capaces de realizar
las tareas y resolver los
problemas.
Facilite que corrijan sus
propios errores: se puede
explicar en cada tarea
cómo identificar y
corregir los errores, y
proporcionar un tiempo
razonable para que
puedan revisar su trabajo.
Ordenar el pupitre:
faltando 5 minutos antes
de terminar la clase los
estudiantes, deben
organizar sus pupitres y
mochilas, para que
tengan los materiales
necesarios a mano, y sea
más fácil pasar de una
asignatura a otra,
evitando distracciones.
Los padres y madres
pueden y deben tener
estrategias que ayuden y
faciliten que su hijo a que
aprenda a regularse y
autocontrolarse.
Para ello hay que
centrarse en trabajar
principalmente en torno
a los siguientes puntos:
Estructuración del
ambiente: hábitos,
rutinas, organización,
planificación, horarios,
órdenes, normas,
controlar la estimulación
sensorial para reducir los
estímulos y las
distracciones. Se
aconseja a los padres
que dispongan de
espacios tranquilos, que
los estimulen con
ejercicios de motricidad
fina, entre otros. Se debe
tener claridad en los
siguientes puntos:
1. Las reglas deben
ser claras y breves, el hijo
debe saber exactamente
lo que se espera de él.
2. Asígnele tareas dentro
del hogar, esto le dará un
sentido de
responsabilidad y
aumentará su
autoestima.
3. Las listas cortas de
tareas son excelentes
para ayudar a recordar a
un niño.
4. Elabore una
programación coherente
y previsible para
levantarse y estar listo por
la mañana.
5. Cree un período de
"tiempo muerto" en el que
su hijo puede hacer
actividades calmadas
como escuchar música,
tomar un baño, leer, etc.
6. Fomente el hacer
ejercicio como una forma
de que "suelte la energía
y la tensión extra".
Externalización de la
información: carteles,
fotos, dibujos, relojes,
contadores, señales
acústicas.
1. Las rutinas son muy
importantes para estos
niños, por lo que se
recomienda establecer
un horario regular para
las comidas, tareas,
televisión, levantarse, e ir
a la cama, este horario se
puede ubicar en un lugar
visible de la casa.
Ejemplo: Se apaga la
alarma ➔Lavarse la cara
➔ Vestirse➔ Desayunar ➔
Cepillado de dientes➔
Tomar medicamentos ➔
Coger el autobús escolar.
Internalización de los
procesos y autoestima:
guía externa de la
conducta, pensar en voz
alta, repetirse la orden,
modelado cognitivo,
autoinstrucciones
trabajar con la
imaginación (el pasado y
el futuro), reforzar la
autoestima.
1. Identifique las áreas
fuertes de su hijo (arte,
matemáticas,
informática, deportes) y
trabaje sobre ello.
2. Dígale a su hijo que le
quiere y que le apoyará
incondicionalmente.
3. Refuerce
positivamente a su hijo
inmediatamente cuando
lo sorprenda portándose
bien.
4. Elógielo incluso si su hijo
no consigue realizar con
éxito todas las partes de
la rutina.
5. Refuerce el desayuno
con comidas de alto
poder nutritivo. Inicie las
comidas con los
alimentos preferidos
antes de pasar a los otros
alimentos.
Consejos para los
deberes escolares:
Establecer una rutina y
un horario para hacer los
deberes (una hora y un
lugar específicos). No
permita que su hijo
espere hasta la noche
para empezar.
Limite las distracciones en
el hogar durante los
deberes (reducción de
ruidos, llamadas
telefónicas, uso del
celular o actividades
innecesarias y apague la
televisión).
Refuerce a su hijo
cuando él o ella realice
con interés y esfuerzo
completando las tareas,
de esta forma puede
interpretar como un
apoyo y no como una
crítica.
Es apropiado y útil señalar
y hacer algunas
correcciones de los
errores en los deberes.
No es su responsabilidad
corregir todos los errores
en los deberes de su hijo,
ni hacer que los
complete pasándolos a
limpio correctamente en
una hoja nueva.
Recuerde a su hijo que
debe hacer los deberes y
ofrézcale incentivos.
Si su hijo tiene dificultades
con la lectura, ayúdele
leyendo juntos los
enunciados de las tareas
o léaselos previamente.
Trabaje durante un cierto
periodo de tiempo y
luego permita el
descanso durante los
deberes.
Para muchos padres es
muy difícil ayudar a sus
propios hijos con el
trabajo escolar, para ello
busque a alguien que
pueda hacerlo.
La información aquí
contenida pretende ser
un apoyo al trabajo que
se realiza con esta
población estudiantil, se
les invita a buscar otra
información en la web.
