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    O enve una carta a Creative Commons, 559 Nathan Abbott Way, Stanford, California 94305, USA.

    Gonzlez, Malena Libertad

    Director: Lenci, Mara Laura

    Tesis presentada para la obtencin del grado de Licenciada en Sociologa

    Cita sugerida Gonzlez, M. L. (2012) Historia y memoria de los ex militantes de las Fuerzas Armadas Peronistas-Peronismo de Base en la ciudad de La Plata [en lnea]. Trabajo final de grado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.711/te.711.pdf

    Historia y memoria de los ex militantes de las Fuerzas Armadas Peronistas-Peronismo de Base en la ciudad de La Plata

  • UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIN

    DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGA

    LICENCIATURA EN SOCIOLOGA

    TRABAJO FINAL // TESINA

    Historia y memoria de los ex militantes de

    las Fuerzas Armadas Peronistas-

    Peronismo de Base en la ciudad de La

    Plata

    Alumna. Malena L. Gonzalez Legajo 86177/0 Correo electrnico: [email protected] Director: Laura Lenci Fecha: 26/04/2012

    1

  • Historia y memoria de los ex militantes de las FAP- PB en la

    ciudad de La Plata

    Todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar pasar haciendo camino,

    camino sobre la mar () caminante no hay camino

    sino estelas en el mar..1.

    2

  • Resumen:

    Este trabajo tiene como propsito indagar en las memorias polticas de militantes

    de la izquierda peronista de los aos setenta a la luz de sus trayectorias en el presente.

    De esta manera se busca mirar aquella experiencia en vinculacin con la actividad

    poltica actual, evitando as que las memorias se congelen en el pasado y oculten su vida

    en el presente.

    En concreto, se estudian las Fuerzas Armadas Peronistas- Peronismo de Base (FAP

    PB), organizacin poco estudiada hasta el momento. En paticular se recorta el trabajo a

    la memoria de los ex militantes de la agrupacin, de la ciudad de La Plata, que en la

    actualidad ocupan lugares de prominencia en diversos mbitos de la poltica y/o en

    movimientos sociales.

    Luego de un recorrido por la historia de la organizacin se apunta a analizar las formas

    en las que se relacionan estas experiencias y discusiones con las prcticas y

    concepciones polticas sostenidas en el presente.

    Palabras clave: militancia- historia- Fuerzas Armadas Peronistas-Peronismo de Base-

    memoria.

    1 Letra de cancin Caminante no hay camino de Juan Manuel Serrat, basada en el Proverbio de Antonio Machado.

    3

  • Indice:

    I.1 Presentacin ............................................................................................................ 5I.2 Temporalidad y sentidos de la reconstruccin histrica ......................................... 7I.3 Aspectos metodolgicos.......................................................................................... 9

    II. EL PASADO ...................................................................................................... 10

    II. 1.1 El Perodo (1955-1976) ............................................................................. 11II.1.2 Disputas al interior del movimiento peronista.......................................... 13II.1.3 Radicalizacin poltica ............................................................................. 16

    II.2 PB-FAP............................................................................................................ 20II.2.1 Antecedentes de la organizacin .............................................................. 22II.2.2 Fuerzas Armadas Peronistas, primeras experiencias................................ 28II.2.3 Constitucin de una nueva poltica conjunta............................................ 34II.2.4 El Peronismo de Base ................................................................................. 36II.2.5 Constitucin de una organizacin poltica conjunta: la Alternativa Independiente.......................................................................................................... 38

    II.3 Cambios en el contexto.................................................................................... 41II.3.1 Tensiones definiciones y rupturas................................................................. 43

    III. DEL PRESENTE AL PASADO....................................................................... 53

    III.1 Heridas y transformaciones del contexto sociopoltico argentino. .............. 54IV. REFLEXIONANDO CON LOS PROTAGONISTAS ................................... 61

    IV. 1. Adentrndonos en el estudio de campo............................................................ 61IV .2 . Experiencias de la regional La Plata ............................................................... 62IV. 3. Trayectoria y memoria de los entrevistados..................................................... 67IV. 4. Cruces, continuidades y rupturas. ................................................................... 84

    V. CONCLUSIN .................................................................................................. 89

    VI. BIBLIOGRAFA .............................................................................................. 92

    4

  • I. INTRODUCCIN

    I.1 Presentacin

    Numerosos estudios se han ocupado del perodo de conflictividad social y

    poltica atravesado por la Argentina entre los aos 50 y 70, con particular nfasis en el

    fenmeno del peronismo, cuya comprensin -segn se suele plantear- podra contribuir

    a iluminarlo en buena parte. Pero el peronismo, lejos de ser un fenmeno homogneo

    y unvoco, se autodefine como un movimiento poli clasista, y como tal abarca

    genealogas, prcticas, definiciones ideolgicas y hasta programas muy dismiles. El

    panorama es complejo incluso cuando el estudio se limita a las expresiones ms nuevas

    y radicalizadas dentro de su seno. Resulta imposible limitar a una de stas a dos

    vertientes: la lucha por la reimplantacin del gobierno de Pern por medio de la

    violencia o la lucha obrera revolucionaria en la bsqueda de romper con el sistema

    capitalista para establecer otro de carcter socialista. Coincidencias, cruces, vasos

    comunicantes, acuerdos, discusiones, incluso conflictos abiertos se dieron entre las

    expresiones ms jvenes del movimiento y entre stas y las que lo antecedan pero

    compartieron el convulsionado espacio poltico y social de la poca.

    Como resultante del proceso histrico argentino, pero tambin como

    especificidad actuante en ese devenir, se ha instalado en el imaginario social, hasta

    convertirse en sentido comn, la nocin segn la cual la poltica de los 70 sera

    incomparable con la realidad actual. Como si se tratara de dos lenguajes absolutamente

    irreductibles a la traduccin, resultara imposible pensar en puntos de contacto. Sin

    embargo, creo que puede resultar especialmente productivo estudiar las concepciones y

    experiencias de viejos militantes en contrapunto con sus prcticas actuales como una

    forma de romper con el crculo de idealizacin-decepcin, e inclusive

    homogenizacin, en el que suelen quedar atrapados distintos abordajes desde la

    memoria, la historia reciente o la militancia. Muchas de las discusiones y tensiones

    presentes en los militantes de aquella epoca, se traducen hoy en divsiones y diferencias

    en conflicto, que considero interesante reflotar para pensar la actualiadad en su

    complejidad.

    Introducirse en la experiencia y la historia de una organizacin de aquellos aos,

    5

  • 2

    analizando sus publicaciones, artculos de la poca en otros medios, y a su vez realizar

    entrevistas en la actualidad a sus antiguos integrantes, permite establecer lneas de

    continuidad y puntos de ruptura entre el ayer y el hoy.

    En este trabajo me propongo especficamente relacionar la militancia de las

    Fuerzas Armadas Peronistas Peronismo de Base (FAP-PB) con lo realizado en el

    presente por diversos actores que durante los aos 70 estuvieron encuadrados en dicha

    organizacin.

    Si bien en su origen FAP y PB mantuvieron cierta autonoma, luego confluyeron

    estructural e ideolgicamente y el PB termin por constituirse en lo que -en trminos de

    poca- se defina como su organizacin poltica de superficie2. FAP-PB fue uno de los

    sectores de la llamada Tendencia Revolucionaria del Peronismo3 que ms enfatiz la

    importancia del pueblo peronista, con una fuerte impronta de clase y una neta oposicin

    a la burocracia partidaria del justicialismo as como a la burocracia sindical.

    Sin embargo, se trataba de una conviccin atravesada por diferentes tensiones

    respecto de la relacin que se deba establecer con las estructuras existentes, ya se

    tratara de las partidarias o las del propio Estado. Asimismo, el PB- FAP intervino en

    disputas como las que involucraban a gran parte del peronismo revolucionario; entre

    ellas, fundamentalmente, la relacin que deba establecerse con el lder y el lugar que se

    dara a los trabajadores en el proyecto poltico. Dichas disputas, as como los cambios

    del contexto poltico nacional, regional e internacional, fueron generando una situacin

    continua de crisis y transformaciones en la identidad poltica de la organizacin y de sus

    integrantes.

    Militantes del PB en la dcada del setenta, son hoy dirigentes de movimientos

    sociales como el Frente Popular Daro Santilln; otros ocupan cargos importantes de

    Fueron las FAP las que, luego del colapso de Taco Ralo, retomaron sus directivas de combinar la actividad urbana rural con el trabajo en los movimientos urbanos de masas. La creacin del Peronismo de Base como organizacin poltica para el trabajo de masas, de superficie, fue la expresin ms cabal de tal decisin. Bozza, J.A, Itinerario y vertientes de la radicalizacin 1959-1969. Revista Sociohistrica (9-10). La Plata, 2001. Pg. 163. 3 Como explica Gillespie, R., en Soldados de Pern. Los Montoneros. Grijalbo (1988), histricamente exista en el imaginario de movimiento peronista, principalmente en Montoneros, la existencia de una divisin entre dos Tendencias: una burocrtica y otra Revolucionaria. Los revolucionarios eran los que haban luchado empleando los mtodos guerrilleros, rebeliones militares, movilizaciones, y el arma de la huelga () En cambio, los burcratas formaban parte objetivamente del campo enemigo, porque se abstenan de tales mtodos en favor del pactismo y el electoralismo. An cuando los Montoneros aspiraban a formar parte de una estrategia integral que comprendiera las actividades polticas, sindicales y estudiantiles, as como el elemento armado, les complaca claramente promover ellos mismos el aspecto guerrillero y dejar las actividades complementarias restantes a los otros sectores del movimiento. Pg. 170

    6

  • gestin en el gobierno. Hasta qu punto su anterior experiencia influye en las formas

    de hacer poltica en el presente? Qu queda del basismo del PB en referentes

    polticos, sindicales y de los movimientos sociales provenientes de l y con

    protagonismo en la actualidad? Qu continuidades y qu rupturas perciben estos

    actores respecto de su experiencia pasada? Cules son las marcas que dej la ltima

    dictadura en el proceso de formacin de su identidad poltica?

    I.2 Temporalidad y sentidos de la reconstruccin histrica

    Pensar la historia a travs de las memorias conlleva una serie de aspectos en los

    que se vuelve importante indagar. El pasado es un escenario en continua tensin, que

    cobra sentido en su enlace con el presente en el acto de rememorar / olvidar y es en

    funcin de determinado futuro deseado que se construye la experiencia pasada. Los

    acontecimientos suceden, pero las experiencias basadas en ellos pueden cambiar:

    El recuerdo del pasado est incorporado, pero de manera dinmica, porque las experiencias ya incorporadas pueden modificarse () moldeadas por el horizonte de expectativas, que hace referencia a una temporalidad futura4. Y es en este punto de interseccin complejo donde se producen el presente, la

    accin humana y la memoria. Presente enmarcado, a su vez, en coyunturas polticas y

    sociales, atravesadas por diferentes expectativas e intereses de actores que disputan el

    sentido del pasado.

    Sabemos que la recontruccin histrica no parte de una objetividad, no existe la

    autonoma de la investigacin, hay memorias que en la actualidad se encuentran ms

    legitimadas y relevadas que otras. En nuestro caso podemos ver que dentro de la

    militancia de los aos 70 las FAP-PB han ocupado un nfimo lugar respecto a las

    producciones acadmicas elaboradas sobre la temtica5. Aqu se intenta entonces

    4 Jelin, Elizabeth. Los derechos humanos y la memoria de la violencia poltica y la represin: la construccin de un campo nuevo en las ciencias sociales. Cuaderno nmero 2 del Instituto de Desarrollo Econmico y Social, Buenos Aires, 2003. Pg. 15 5 La produccin acerca de FAP PB relevada al momento de realizar esta tesis incluye: Las Fuerzas Armadas Peronistas y el Peronismo de Base, Cecilia Luvecce, CEAL, Bs. As., 1993; Itinerario y vertientes de la radicalizacin 1959-1969. Revista Sociohistrica (9-10), Bozza, J.A La Plata, 2001; De Taco Ralo a la alternativa independiente, Eduardo Luis Duhalde y Eduardo M. Prez, editorial De la Campana, Buenos Aires, 2003; Izquierda peronista, clase obrera y violencia armada: Una experiencia alternativa, Marcelo Raimundo, en Sociohistrica. Cuadernos del CISH, N 15-16, 2004; y El peronismo contra Pern. Dos meses de coyuntura poltica en la revista

    7

  • realizar un aporte que permita complejizar y profundizar aquel escenario poltico

    presentado muchas veces uniformemente. Por otro lado, la presente investigacin

    pretende ir ms all de la reconstruccin histrica y funcionamiento del pasado de una

    organizacin, para aportar en el anlisis de las memorias de diferentes ex-militantes y

    referentes de sta. El aporte de estas memorias enriquecen la historia, dado que no se

    trata una mera inscripcin de la experiencia, ya que confluyen los procesos y

    reflexiones posteriores a ellas, con el presente desde el cual se piensa como dimensin

    fundamental.

    Por supuesto no se trata aqu del estudio de la memoria en general, sino de una

    especfica: la memoria poltica. Para delimitarla retomo la definicin elaborada por

    Pilar Calveiro:

    Se trata de encontrar los puentes de sentido () para descifrar el pasado desde miradas renovadas por una experiencia ms amplia pero tambin para decodificar el presente desde la distincin, que permite afirmarlo como otro a la vez que reconoce su conexin6. Es a partir de estos puentes que podemos comprender y explicar el pasado a

    travs de una crtica razonada de aquella experiencia, lo cual es para la autora una

    responsabilidad poltica. En tal sentido es que adquiere importancia la categora

    memoria poltica, para pensar la experiencia ms all del dolor, a travs de una toma de

    posicin desde la que se relata en el presente. Y aqu se vuelve interesante el estudio de

    la poltica en clave de la trayectoria, ya que esa operatoria permite establecer un tipo de

    vinculacin especial con el pasado. La trayectoria poltica estudia la experiencia que los

    actores atraviesan a lo largo de su vida en la pertenencia a diferentes organizaciones o

    inclusive en sus distintas adhesiones y pensamiento polticos, permitiendo establecer un

    sentido a las continuidades y cambios del camino recorrido, ya sea desde los actores

    mismos o desde un anlisis externo. Este abordaje muchas veces permite comprender la

    raiz de algunas ideas politicas as como la ruptura con otras, y hasta la misma

    resignacin en cuanto a las posibilidades transformadoras de la actividad poltica que se

    puede encontrar en algunos ex -militantes del pasado reciente.

    De Frente con las bases peronistas, Rubn Accinelli, Universidad Tres de Febrero, 2010. 6 Calveiro, Pilar. Poltica y/o violencia. Una aproximacin a la guerrilla de los aos 70. Editorial Norma, BuenosAires, 2005. Pg. 6.

    8

  • I.3 Aspectos metodolgicos

    En el presente trabajo se intenta llevar a cabo, luego de un recorrido

    historiogrfico sobre la conformacin y caractersticas de la organizacin -ms a la

    izquierda del movimiento-, un anlisis de las memorias polticas de los ex militantes de

    La Plata entrevistados entre noviembre y diciembre del ao 2011. Se trata de cinco

    entrevistas en profundidad, contactadas por bola de nieve, es decir que fueron

    seleccionados siguiendo un patrn de diferenciacin de trayectorias, que permitieran

    una muestra y anlisis diversificado. De esta manera, se busca ver cmo incide en la

    constitucin de la historia y memoria de los militantes aquella pertenencia a diferentes

    vertientes en disputa al interior de la organizacin, la historia posterior atravesada en la

    Argentina, y los diferentes caminos elegidos en continuidad, revisin o ruptura con

    aquel pasado.

    Es importante aclarar que por pedido explcito de los mismos entrevistados no se darn

    a conocer sus nombres reales.

    9

  • II. EL PASADO Conviene insistir en que resulta improductivo hablar de el peronismo como si

    se tratara de una categora monoltica, sin diferencias a su interior en un sentido

    sincrnico ni cambios drsticos en un sentido diacrnico. Resulta indispensable para

    cualquier anlisis de la historia argentina reciente percibir los distintos significados en

    tensin abarcados por dicho significante -incluidas las luchas por la apropiacin de ste-

    y las muy diversas, a veces opuestas y hasta inconciliables, demandas y expectativas

    que encierra. Para comprender y abarcar la complejidad de estos procesos, retomamos a

    Daniel James7 quien seala que la conciencia peronista:

    era mucho ms compleja que lo que poda indicar su simple caracterizacin como una suerte de falsa conciencia reformista () el peronismo no signific slo salarios ms altos: su significado histrico para los trabajadores fue encarnado tambin por una visin poltica que ampliaba el significado del concepto de ciudadana, as como las relaciones entre los trabajadores y el Estado, e inclua un componente social hertico, que se haca eco de las exigencias de los trabajadores de mayor status social y dignidad, dentro y fuera del sitio de trabajo, y que finalmente negaba las pretensiones sociales y culturales de la elite8. James remarca que ser su capacidad de expresar los reclamos originales de la

    clase trabajadora lo que mantendr viva esta identidad peronista durante toda la

    resistencia. Identidad que persiste y se reafirma sin estar exenta, simultneamente, de

    las mltiples tensiones que darn lugar a cantidad de disputas, contradicciones y

    divisiones al interior del peronismo. Se destaca en este sentido una dualidad permanente

    que atravesar al movimiento al punto de convertirse en una de sus caractersticas

    fundamentales: la tensin entre resistencia e integracin. O sea, entre el potencial de

    una cultura de oposicin en los trabajadores, y entre los elementos que promovan la

    conciliacin, negociacin con las diferentes instancias representativas, identidad e

    identificacin a quienes se consideraron parte de dicha tradicin.

    Consecuentemente, abordar el perodo 55-76 en sus tensiones, disputas, cismas

    y procesos de cambio al mismo interior del movimiento peronista, reflexionando su

    incidencia en la constitucin de un peronismo de izquierda que comienza a conformarse

    7 James, Daniel. Resistencia e integracin. El peronismo y la clase trabajadora argentina 1946-1976. EditorialSudamericana, Buenos Aires, 1990. 8 Ibd. Pg. 346 y 347.

    10

  • dando espacio a la constitucin de un sector ms radicalizado donde luego se ubicaran

    las FAP- PB

    II. 1.1 El Perodo (1955-1976)

    En septiembre de 1955 un golpe de Estado derroc al peronismo del poder,

    dejando hasta cierto punto acfalo al movimiento ante exiliarse su lder. El golpe del 55

    constituy una ofensiva de las clases dominantes, que intentaron recuperar el terreno

    perdido y hacer retroceder al sindicalismo, considerado como uno de sus principales

    enemigos

    En los ltimos aos del gobierno peronista, las organizaciones obreras -columna

    vertebral del movimiento, si bien en lneas generales preexistan a ste- se haban

    convertido en un actor de fuerza importante. A las patronales se les volva cada vez ms

    difcil llevar adelante negociaciones, significando muchas veces una escalada de

    conflicto ajena a la conciliacin de clases que Pern pregonaba como una de las

    caractersticas de la doctrina justicialista9. Como indica Brunetto10, la alianza de clases

    facilitada en momentos de auge econmico, se haba visto dificultada por los cambios

    ocurridos a nivel internacional, a medida que los pases centrales se iban recuperando

    tras la Segunda Guerra Mundial, y la forma en que repercutieron en la Argentina. Se

    planteaba entonces una disyuntiva: o se profundizaba una poltica antiimperialista o se

    haca pagar la crisis a los trabajadores11.

    As lo que las clases dominantes no pudieron resolver por las buenas, en un

    gobierno democrtico, intentara ser resuelto por la autodenominada Revolucin

    Libertadora con la intervencin de las armas. Lejos de la denominacin del nuevo

    gobierno de facto, que pretenda guarecerse en el prestigio de esa palabra vinculada con

    la an reciente liberacin de Europa del yugo nazi fascista (con el cual se pretenda

    identificar sin matices al peronismo), se inaugur en 1955 una etapa sangrienta, de

    persecuciones, censuras y proscripcin. En consecuencia, se gener una reconfiguracin

    de la militancia y concepcin poltica del peronismo, que ahora deba organizarse frente

    9 Tal aspecto se puede ver en los discursos del congreso de la productividad, en la negativa a ceder en el cumplimiento de muchos derechos ganados. As como en el rechazo sistemtico de convenios colectivos desde aqu al momento del golpe. 10 Luis Brunetto. En 14250 o paro nacional: las bases obreras, Direcciones Sindicales y el peronismo en la crisis del Rodrigazo, junio y julio de 1975. Estacin Finlandia, Buenos Aires, 2007

    11

  • a un enemigo no solamente ms fuerte, sino dispuesto a no acatar las reglas del juego

    democrtico.

    Y de este modo sucedi tambin bajo gobiernos surgidos de elecciones minadas

    en su legitimidad por la proscripcin del peronismo y el recurso cclico a la violencia

    estatal, que tuvo sus ms profundas expresiones en la implementacin del plan represivo

    antiterrorista CONINTES12 primero, y en la censura poltica, la represin y las

    medidas econmicas de la autodenominada Revolucin Argentina, presidida por el

    general Ongana, despus.

    Esta situacin funcion como un catalizador en las bases. En tal sentido cabe

    retomar la imagen elaborada por Lenci, para pensar lo que sucedi: el despertar de una

    ebullicin contenida que va aumentando la presin. En sus palabras: a medida que las

    opciones institucionales de la poltica se cierran, la activacin existente se acumula y

    termina explotando13.

    Se abri as un proceso de crisis hegemnica que perdur durante toda la etapa,

    en la que el sector dominante en la economa se volvi incapaz de estructurar un orden

    poltico que lo legitimara y asegurase su reproduccin14. En otros trminos, la clase

    gobernante, con influencia en el plano simblico desde el poder estatal, no puede

    consolidar una hegemona orgnica, lo cual implicara poder reproducir en todos los

    rdenes de la sociedad, el indiscutido predominio que ejerce en el campo de la

    economa15, siguiendo a Pucciarelli surge una Hegemona compartida con un bloque

    heterogneo de clases subalternas peronista que alcanzan la direccin poltica de la

    sociedad, pero no el poder poltico.

    Se desarrolla una crisis de dominacin que termina por desintegrar el tejido

    social y las pautas de relaciones de autoridad16, y desde 1966 se suceder una

    sustitucin de gobiernos, donde cada uno busca una ruptura con el anterior intentando

    11 Ibd. Pg. 61. 12 Se llama CONINTES -Conmocin Interna del Estado- al plan instaurado en marzo de 1960 que habilit a las Fuerzas Armadas para reprimir movimientos de protesta y activistas ponindolos bajo jurisdiccin de tribunales militares 13 Lenci, Laura Radicalizacin, violencia e inestabilidad en la Argentina 1966-1973. En Por las urnas al gobierno, por las armas al poder. Dossier N10. Publicado en Revista Puentes, Comisin Provincial por la Memoria. Pg. 2. 14 Portantiero, Juan Carlos. Economa y poltica en la crisis argentina: 1958-1973, en Revista Mexicana de Sociologa, n 2, Mxico, 1977. Pg 533. 15 Pucciarelli, A. Los dilemas irresueltos en la historia reciente de la sociedad argentina. En Pucciarelli, La primaca de la poltica. Lanusse, Pern y la Nueva Izquierda en tiempos del GAN. Buenos Aires, Eudeba. 1999 16 ODonnell, Guillermo. El estado burocrtico autoritario, 1966-1973, Editorial de Belgrano, Bs. As., 1982.Pg. 52 y

    12

  • instalar proyectos que afectaron negativamente la posibilidad de una salida

    democrtica17. Esta particular configuracin del escenario poltico, caracterizada por la

    inestabilidad, se extendi hasta 1973, donde -luego de la ilusin de un gobierno

    democrtico-popular- se sucedi la profundizacin de una crisis de autoridad, sumada a

    una gran crisis econmica y lucha contra la subversin que terminaran por dar

    legitimidad a los militares para hacerse cargo de la sociedad enferma e imponerle su

    disciplina militar18.

    El establecimiento de reglas para marginar al peronismo del juego poltico haba

    resultado intil y hasta contraproducente, la identidad peronista no slo sobrevivi al

    exilio del lder y a la proscripcin electoral, sino que incluso se reforz y radicaliz

    desde la llamada Resistencia. La idea del retorno de Pern hizo de aglutinante al interior

    del movimiento y la resistencia popular impuls una cultura de oposicin a las nuevas

    polticas estatales, que se trataban de imponer ignorando la tendencia popular

    mayoritaria19. La Resistencia signific mucho ms que la lucha por el retorno del lder,

    y ms tambin que el resguardo contra las polticas de racionalizacin y condiciones de

    trabajo desfavorables. Simbolizaba para los trabajadores la oposicin a perder el lugar y

    el respeto que haban alcanzado con el avance de sus derechos polticos y econmicos.

    Dos procesos simultneos y relacionados constituyeron las caractersticas

    principales del peronismo durante los aos de la Resistencia: por un lado, el

    movimiento obrero se convierte en factor de poder y actor poltico central por sobre la

    dbil estructura partidaria; por otro, se asiste a una radicalizacin y/o izquierdizacin

    del movimiento.

    II.1.2 Disputas al interior del movimiento peronista

    Con la Revolucin Libertadora se abri un proceso caracterizado por el profundo

    ataque de la burguesa a nivel relaciones de trabajo, que a travs de la llamada

    5317 Cavarozzi en Autoritarismo y democracia (1955 1996). La transicin del Estado al mercado en la Argentina, Editorial Eudeba, Buenos Aires, 2002. Pg. 37.18 De Riz, La poltica en suspenso, 1966/1976. Paids, Buenos Aires, 2000, Pg. 188. 19 Al respecto puede verse: Gordillo, Mnica. "Protesta, rebelin y movilizacin: de la resistencia a la lucha armada, 1955-1973". En: James, Daniel, ed., Nueva Historia Argentina. Tomo IX: Violencia, proscripcin y autoritarismo (1955-1976). Sudamericana, Buenos Aires, 2003.

    13

  • racionalizacin -despidos masivos y sobrecarga de los horarios laborales- buscara

    aumentar la productividad; y de la mano del Estado, revertir la redistribucin de

    ingresos. Esa ofensiva fue acompaada por un profundo esfuerzo por desperonizar a los

    trabajadores, a travs de la normalizacin sindical y el llamado a elecciones para

    renovar la representacin gremial. Sin embargo, estas polticas fueron enfrentadas a

    travs de comisiones internas y la recuperacin de numerosos sindicatos en las

    elecciones efectuadas durante 1956 y 195720. No obstante, entre 1955 y 1959 algunas

    organizaciones polticas adquirieron un carcter ms conciliador, con notoria

    propensin a negociar21. Se perfil as un sector que ser denominado blando. Lo

    componan sindicatos con una actitud pasiva y legalista, y otros -los alineados con el

    dirigente metalrgico Augusto Vandor-, que apelaban sistemticamente a acciones

    directas con el slo objetivo de presionar para negociar. Este sector, pese a alejarse

    muchas veces de la legalidad del sistema, propenda como los blandos a la integracin

    dentro de l. Por el contrario, los duros entre los que luego se destacarn figuras

    importantes de PB-FAP como Di Pascuale y Ongaro- sostenan una concepcin poltica

    de oposicin abarcativa y frontal a dicho sistema. Y criticaban una serie de vicios -ms

    o menos comunes a blandos y a vandoristas- a los que deban oponerse una serie de

    virtudes, estructuras de sentimientos caractersticas del peronismo resistente:

    intransigencia, los valores y lealtad22. Pern intentara reforzar esta lealtad

    constantemente, pero el hecho de que estuviera en el exilio alent una fuerte disputa en

    el interior del movimiento por ocupar el lugar de su legtimo portavoz y llev al

    movimiento obrero a lograr mayor autonoma en sus relaciones.

    La capacidad de accin y auto-organizacin de la clase obrera y su protagonismo

    dentro del movimiento, con amplios sectores ubicados en posiciones cada vez ms

    combativas, comenzaron a modificar la percepcin que muchos trabajadores tenan del

    peronismo y/o de su lder. Aumentaron las crticas a la burocracia y direccin del

    movimiento, ya no debidas a la simple inaccin o ambigedad de la dirigencia, sino por

    las conductas maccarthistas de quienes componan el Consejo Coordinador y Supervisor

    20 Raimundo, Marcelo. Acerca de los orgenes del peronismo revolucionario, en Camarero, Hernn y Pozzi, Pablo,De la revolucin Argentina al Menemismo. Historia social y poltica argentina, Imago Mundi, Buenos Aires, 2000. Pg 2.21 Cavarozzi, Marcelo, Sindicatos y poltica en Argentina, Estudios CEDES, Buenos Aires, 1984.Pg 160. 22 James, Daniel. Resistencia e integracin. El peronismo y la clase trabajadora argentina 1946-1976. Editorial

    14

  • del Peronismo, que en 1958 hizo explcita su posicin al promover denuncias y

    persecuciones contra activistas combativos del propio movimiento, propiciando el

    sacrificio de figuras como Cooke23. Se trat de una manifestacin sintomtica de lo que

    estaba viviendo el movimiento, una reaccin que vino desplazar el pndulo, firmemente

    arraigado en la izquierda durante los primeros tres aos posteriores al golpe, hacia el

    centro y la derecha24. A la radicalizacin vivida durante los primeros aos de la

    resistencia, convocada por Pern mediante su discurso y al apoyo de acciones

    insurreccionales desde el exilio, se opuso el silencio del lder frente al desplazamiento y

    la desautorizacin de John William Cooke y los sectores peronistas que haban

    encabezado los momentos ms lgidos de la Resistencia, acusados ahora de hacer

    alianzas con el comunismo25.

    Aunque Pern llamaba a la unidad del movimiento, claramente se fueron

    distinguiendo y profundizando las diferencias polticas. Mientras la izquierda peronista

    ensayaba diferentes tcticas de accin clandestina para debilitar a los sucesivos

    gobiernos garantizando la vuelta del lder y la instauracin de una patria justa, libre y

    soberana, el vandorismo fue tomando ms poder y autonoma.

    La situacin volvi a cambiar a partir de 1963, cuando motivado por la sorpresa

    de los resultados para el peronismo en las elecciones26, el vandorismo comenz a hacer

    ms expresa su estrategia de peronismo sin Pern. Advertido de esta situacin, el lder

    imparti desde el exilio la orden de reorganizar el movimiento para frenar el avance de

    Sudamericana, Buenos Aires, 1990. Pg. 273 23 Bozza, J. A. Op. Cit. Pg.13924 Galasso , N. Pern. Formacin Ascenso y cada. 1893-1955. Tomo 1. Ediciones Colihue, Buenos Aires, 2005. Pg. 875. 25 Frente a la importante huelga y ocupacin que se estaba viviendo en el frigorfico Lisandro de la Torre, por el impedimento de su privatizacin, el Consejo Coordinador y Supervisor del Peronismo emiti un comunicado en el que sostena lo sucedido en el Frigorifico Lisandro de la Torre responde a una alianza de un sector del peronismo con el comunismo, y conclua declarando J. W Cooke carece de autoridad dentro del movimiento. En respuesta, Cooke envi una carta a Pern en febrero de 1958, diciendo: es un verdadero atentado contra los que estamos luchando contra la oligarqua: me refiero al ltimo comunicado del Consejo Coordinador y Supervisor y al prrafo que se refiere a m () el grupo Frigerio intenta presentar el paro general de los das 17 a 21 como una maniobra de un sector del peronismo aliado al comunismo () hay algunos que piensan que usted ha desautorizado, de esta manera, la huelga general que tuvo tanto xito y por la cual hay tantos compaeros presos (...) apelo a usted para que no se repitan episodios semejantes Esa carta no tuvo respuesta, por lo que Cooke viaj a un encuentro en el que no se supo lo hablado, ni se retir a nadie de los cargos, pero en declaraciones posteriores que pueden entenderse como una respuesta del lder a la situacin, se omiti este tema y se apel a la unin del movimiento. Galasso p. Cit. Pg. 874, 875 26 La orden precisa del Consejo Coordinador y Supervisor, haba sido el voto en blanco, y ste alcanz solamente el 17,2%.

    15

  • Vandor. As retom centralidad la lnea dura del movimiento27. Bajo el paraguas de la

    legitimidad otorgada con este guio de Pern, comenz a manifestarse en el espacio

    poltico lo que estas organizaciones ya venan planificando de modo ms encubierto: la

    bsqueda de una expresin orgnica propia con orientacin revolucionaria. El apoyo de

    Pern pronto mostr sus lmites: cuando en las elecciones sindicales la lnea Villaln

    demostr su debilidad, el vaivn pendular que ejerca para conducir Pern volvi a

    desplazarse a la derecha. Pero la radicalizacin del movimiento ya se haba iniciado y

    no le sera fcil al lder mantener el control. A partir de entonces se instal una tensin

    que atravesaba a todo el movimiento y cuyas propuestas de solucin -desde la

    izquierda- pasaban por independizarse de la burocracia del partido, o sumar fuerza e

    influencia para que el lder y el movimiento volvieran a desplazarse hacia la izquierda.

    II.1.3 Radicalizacin poltica

    Desde los inicios de la Resistencia, el grueso del movimiento peronista haba

    tenido que apelar a emplear los mtodos a los que la llevaba su situacin de ilegalidad

    total. Las expectativas puestas en que el gobierno Frondizista levantara la proscripcin

    pronto se diluyeron. Finalmente, la represin, la censura y las medidas econmicas

    adoptadas por gobiernos como el de Ongana terminaron por convencer sobre la

    imposibilidad de dar la lucha a travs de la va institucional. As, a la legitimidad oficial

    inaugurada por la Revolucin Libertadora que exclua al peronismo y a grandes rasgos

    perdur hasta 1973-, se enfrentaba la legitimidad peronista28, empujada a constituirse en

    una legitimidad alternativa. La identidad peronista que primaba en los trabajadores, no

    slo no haba muerto, sino que se reforzaba en la defensa de sus derechos polticos y

    econmicos, constituyendo al movimiento peronista en el mayor representante de la

    clase. Por lo cual Gil plantea: Si el enfrentamiento de estas dos legitimidades justifica

    el desplazamiento del peronismo como una legitimidad alternativa, su composicin de

    clase entre 1955 y 1960 explica su transformacin en una legitimidad alternativa de

    27 Raimundo, Marcelo. Acerca de los orgenes del peronismo revolucionario, en Camarero, Hernn y Pozzi, Pablo, De la revolucin Argentina al Menemismo. Historia social y poltica argentina, Imago Mundi, Buenos Aires, 2000.Pg. 428 Gil, G. La izquierda peronista (1955-1974). CEAL, Buenos Aires, 1989.

    16

  • izquierda"29.

    Esta nueva izquierda peronista se fue reorientando ideolgicamente, y sin

    abandonar su adhesin poltica al peronismo -e incorporando vertientes que venan de

    otra procedencia- reconfigur sus bases polticas bajo nuevas consignas. La centralidad

    que los trabajadores haban adquirido comenz a exaltarse otorgndoles cada vez ms

    importancia como sujetos, al tiempo que la lucha contra el imperialismo y las polticas

    econmicas desfavorables se tornaron cada vez ms una crtica contra toda la estructura

    poltico-econmica. En el mismo sentido encontramos una distancia y oposicin ante a

    la burocracia sindical y del partido, que creci paralelamente al despertar del basismo

    como forma de organizacin destacada de algunos sectores en proceso de radicalizacin

    dentro del peronismo.

    Desde los inicios de la resistencia haba primado, como concepcin hegemnica,

    impulsada por el general Pern, la idea de una insurreccin que terminara con un

    levantamiento dirigido por el sector de militares leales a l30. Sin embargo, el fracaso del

    levantamiento militar a cargo del general Valle, en 1956, fue el comienzo del fin de

    tales planes. A partir de entonces, las tcticas desplegadas comenzaron a ser otras. La

    vuelta a un gobierno elegido en las urnas -si bien con la proscripcin total del

    peronismo-, con una actitud conciliadora de gran parte del sindicalismo que se deca

    peronista, la derrota y la represin desatadas para acabar con la toma del frigorfico

    estatal Lisandro de la Torre, la aplicacin del Plan CONINTES y el desplazamiento de

    Cooke de la dirigencia del movimiento, hicieron de estos aos un duro revs para los

    protagonistas de la Resistencia. Debieron pensar en otras formas de lucha, que ya sin el

    horizonte de una huelga insurreccional que derivara en un levantamiento armado de

    fuerzas militares que terminase con la vuelta de Pern. Fueron entonces orientndose

    para un proceso de ms largo plazo, con una organizacin no slo mayor sino con

    nuevas caractersticas. Como explicaba un militante de la Resistencia, se necesitaban

    armas y una organizacin de milicias y de cuadros y de direccin que no iban a salir de

    la accin de las masas por un milagro de la espontaneidad31. Se comenz a apelar a

    otras formas de construccin de fuerzas del pueblo que permitiera superar la

    29 Gil, G. Ibid. Pg. 12 y 13. 30 Correspondencia Pern-Cooke TomoI. 1985. pg. 44 31 Citado por Gil G. Op. Cit. Pg. 38. Tomado de Debray R. en El Castrismo. La larga marcha de Amrica Latina.

    17

  • dependencia de los militares, como explicaba un integrante de la guerrilla uturunca:

    ya no podamos seguir pidindoles a los militares que nos organizaran la

    revolucin32. Uturuncos impuls esta perspectiva al constituir, en 1959, cuando an no

    haba triunfado la revolucin cubana, la primera guerrilla rural peronista.

    Aquellas experiencias de derrota, lejos de frenar la radicalizacin de parte del

    movimiento, contribuyeron a ahondarla si bien en concurrencia con otros factores.

    Debe destacarse el nexo que Cooke comenz a forjar con la revolucin cubana a

    partir del refugio brindado en dicho pas ante la persecucin vivida en Argentina. Desde

    all comenz a articular con el peronismo concepciones del marxismo cubano, y a

    difundirlas al interior de la izquierda peronista, de la que segua siendo un referente

    fundamental33.

    Tambin el Plan CONINTES haba tenido sus consecuencias imprevistas. En

    primer lugar, la prisin permita que peronistas de todo el pas se conocieran entre s, de

    manera que pudiesen evaluar su potencial y analizar sus carencias. Al mismo tiempo,

    termin de resquebrajarse la confianza y la relacin con sectores militares, alentando la

    necesidad de formas de luchas populares propias. Y por ltimo, a travs de algunos

    libros que lograban hacer entrar a la crcel, all se empezaba a tomar contacto con la

    ideologa revolucionaria, si bien por el momento era tanta la amplitud que esa

    bibliografa carcelaria comprenda ttulos desde Mao Tse Tung y Trotsky a Primo de

    Rivera y Menahem Beguin. Pero de todas maneras debe registrarse como novedad

    metodolgica -dentro del peronismo, ya que anarquistas, socialistas y comunistas lo

    tenan como costumbre desde haca dcadas- el inicio de lecturas comentadas como

    forma de continuar la militancia dentro de ese espacio que tena como finalidad

    precisamente apartarlos de ella y aislarlos34.

    Otro punto a destacar es que el contexto internacional de luchas de liberacin

    nacional y revoluciones35 influy en los diferentes anlisis y concepciones polticas de la

    poca. Incidiendo no slo en la forma de pensar la poltica desde adentro, sino tambin,

    Montevideo. Editorial Sandino, Montevideo, 1967. Pg. 10. 32 Crnica de un resistente, citado por Gil. G. Op. Cit. Pg. 38. 33 Bozza, p. Cit. Pg. 13834 Raimundo, Marcelo, La poltica armada en el peronismo: 1955-1966, Sociohistrica, Cuadernos del CISH N 34, La Plata, 1998 Pg.14 35 Los movimientos de liberacin nacional y revolucionaria recorran Cuba, Vietnam, Laos, China, Angola, Bolivia, Per, Repblica Dominicana, Venezuela y Colombia.

    18

  • a travs de la identificacin que se haca desde afuera entre esta izquierda peronista y

    los movimientos de izquierda a nivel internacional.

    Por ltimo, es interesante destacar cmo la conformacin de este Peronismo

    Revolucionario36 tuvo su origen dentro y fuera del peronismo. As como fue resultado

    de la evolucin de agrupaciones y figuras que, provenientes del peronismo,

    incorporaron algunas concepciones del marxismo y resignificaron el proyecto del

    movimiento, se nutri tambin de diversas corrientes marxistas que reinterpretaron la

    naturaleza y posibilidades del peronismo proscrito. Como bien explica Altamirano37,

    desde 1946 la izquierda socialista y comunista haba sido la ms resuelta opositora a lo

    que vea como la empresa de este caudillo, hostil a las significaciones de la cultura de

    izquierda, con rasgos fascistas, que desde el interior de un rgimen militar nacionalista

    vena a disputar la orientacin de los sindicatos obreros. As, en un principio apelaron al

    reclamo de una poltica democrtica que no tenan para ellos Pern. Sin en embargo,

    sobre todo los sectores ms jvenes de cada uno de los partidos de la izquierda

    tradicional, pronto comenzaron a comprender el profundo enraizamiento de la identidad

    peronista en la clase trabajadora, muy lejos de ser un fenmeno bonapartista y pasajero,

    llevaba en s contenidos clasistas que se expresaban en el clivaje

    peronismo/antiperonismo. Fue entonces inicindose el revisionismo de la historia y la

    significacin del movimiento peronista por parte de la izquierda tradicional. Una de las

    sntesis a las que se arrib fue: la emancipacin de los trabajadores ha de ser obra de

    los trabajadores mismos. El peronismo slo puede trascender en la historia de las

    luchas sociales argentinas si se trasmuta en socialismo nacional38

    Haba entonces que aguardar su crisis o militar en pos de la trasmutacin del

    peronismo? Como explica Altamirano, los diez aos posteriores al golpe de 1955 se

    debatieron en torno a esas alternativas. Asimismo desde las posibilidades y expectativas

    que se veran respecto a la creacin de una Patria Socialista alcanzada desde el

    peronismo, fue de donde surgieron las discusiones, las inserciones, los rechazos y las

    rupturas que atravesaron a todo el Peronismo Revolucionario.

    36 Siguiendo a Bozza, Op. Cit. Pg. 135 se denomina de esta manera al conjunto de organizaciones grupos y lderes que, desarrollan sus prcticas en el interior o en los mrgenes del Movimiento Peronista, y comparten un campo ideolgico y cultural que los encuadra en Izquierda Peronista. Tal caracterizacin y clasificacin surge de la identificacin de ellos mismos, desde el interior del movimiento, desde afuera y desde el mismo Pern. 37 Altamirano, Carlos. Peronismo y cultura de izquierda. Siglo Veintiuno Editores, Buenos Aires, 1992.

    19

  • II.2 PB-FAP

    Antes de adentrarnos en un estudio ms detallado de la conformacin de la

    organizacin y las tensiones subyacentes en su interior, observaremos algunas

    caracteristicas generales introductorias.

    Como primera caracterstica general podramos decir que las Fuerzas Armadas

    Peronistas y el Peronismo de Base conformaron uno de los sectores ms radicales de la

    Tendencia Revolucionaria del Peronismo. La diferencia con el resto de las agrupaciones

    radicalizadas FAR, Montoneros y Descamisados- se va a ir acentuando a medida que

    tales agrupaciones ponen por delante la importancia de la vuelta de Pern por sobre la

    centralidad de la clase trabajadora en el proyecto poltico39.

    Fue en el seno de las FAP-PB donde se constituy la llamada alternativa

    independiente. Ambas agrupaciones cuentan con un orgen autnomo y dismil entre s,

    pero se fueron uniendo a medida que confluan en dicha estrategia. La alternativa

    independiente se caracterizaba por destacar la importancia del pueblo peronista y su

    componente clasista, con una clara oposicin a la estructura partidaria del justicialismo

    y a la burocracia sindical.

    Hay un punto interesante a destacar aqu, y es cierta incomodidad que se

    presenta en los investigadores al acercarse al estudio de este sector, dada la

    imposibilidad de describirlo como una organizacin homognea, como un todo

    monoltico fcilmente clasificable, debido a sus tensiones, su ideologa, pero sobre todo

    por su forma40. Y la misma observacin ser repetida por varios analistas de la

    agrupacin, quienes observan que nunca fueron un modelo clsico de organizacin

    poltica cerrada y que inclusive analizndolas por separado, tanto el PB como las FAP

    pueden ser descriptas como una federacin de experiencias a los largo del pas41.

    38 Citado en Altamirano Op. Cit. Tomado de Spilimbergo. Pg. 207. 39 Si bien no se puede decir que tales organizaciones renunciaran a la Patria Socialista, anteponen claramente su lealtad a Pern, lo cual para las FAP- PB deba ser secundario dado que el sujeto que adquiere centralidad es la clase obrera, y el proyecto que la eleve podra entrar en contradiccin con el proyecto del lder en su regreso 40 Segn Luvecce Op. Cit., pgs. 11 y 12. Esta dificultad de reconstruir su contenido en un todo coherente, ha sido el motivo por el que las FAP- PB fueron silenciadas y negadas por la historiografa. 41 As va a ser descrita por Prez Pg. 34-en Una aproximacin a la historia de las Fuerzas Armadas Peronistas. De Taco Ralo a la alternativa independiente. Historia documental de las Fuerzas Armadas Peronistas y del Peronismo de Base. Editorial De la Campana, Buenos Aires, 2003- y por Duhalde Op. Cit. Pg 20, el cual recordaba que inclusive en el caso del PB solan decir, junto a Ortega Pea, que ms que una organizacin era un estado de nimo que encontraba su unin en el hacer espontneo. Luvecce Op. Cit. Pg. 93.Describi al Peronismo de Base como una federacin de grupos con autonoma relativa; Raimundo en Izquierda peronista, clase obrera y violencia

    20

  • En el mismo sentido, encontramos tambin una falta de claridad o linealidad a la

    hora de analizar la relacin entre ambas organizaciones, que si bien formaron parte de

    la misma perspectiva poltica, mantuvieron cierta autonoma en sus orgenes, llegando a

    variar mucho su grado de unidad entre regiones. No encontramos una superioridad y

    direccin poltica de una organizacin sobre la otra, y si bien se unieron en la

    construccin y lucha por la alternativa independiente, la constitucin de tal pensamiento

    poltico tuvo su fundamento en las experiencias que ambos sectores arrastraban. Haba

    trabajo conjunto que surga en cada regin desde las FAP o desde el PB indistintamente.

    En cierto sentido, el proyecto de construir la FAP desde el PB era considerado tan valioso y necesario como el proceso inverso de Buenos Aires, esto es alimentar el PB desde las FAP 42

    Se acuerda de esta manera con la visin de Raimundo43, que en contraste con la

    posicin de Luvecce44- considera que el PB y las FAP fueron claramente parte de un

    mismo proyecto comn, en el que la construccin poltica y las actividades se

    entrecruzaron constantemente buscando, cada vez ms, potenciarse unas a otras. Hay

    quienes ubican en el PB la pata poltica y en las FAP la militar, pero lo cierto es que

    en ambas se constituy la orientacin poltica que gui el proyecto. Claramente no

    puede desconocerse la diferencia de la prctica cotidiana en la militancia en estos dos

    planos, inevitablemente en el Peronismo de Base estuvo ms presente el trabajo con

    bases y las problemticas concretas de trabajadores y en el caso de las FAP cobraron

    ms importancia el anlisis de las tcticas armadas ms eficaces y el funcionamiento

    clandestino. Pero la imbricacin de ambas organizaciones se fue desarrollando en la

    evolucin poltica ideolgica que las hizo confluir y construir juntas.

    armada: Una experiencia alternativa, Sociohistrica. Cuadernos del CISH, N 15-16. 2004- como una estructura parecida a una red; y Accinelli Op. Cit. seala que no se trataba de organizaciones que contaran con prcticas verticalistas establecidas. Similar descripcin encontramos en el anlisis de las FAP por Gasparini en Manuscrito de un desaparecido en la Esma. El libro de Jorge Caffatti. Del asalto al Policlnico Bancario por Tacuara a las FAP y el secuestro del jefe de la FIAT en Pars. Grupo Editorial Norma, Buenos Aires, 2006. Aqu el autor describe que lejos de ser una organizacin uniforme y centralizada se presenta como una federacin de organizaciones. 42 Duhalde, Eduardo Op. Cit. Pg. 89. 43 Raimundo Izquierda peronista, clase obrera y violencia armada: Una experiencia alternativa, Sociohistrica. Cuadernos del CISH, N 15-16. 2004 Pg. 2 44 Para Luvecce Op. Cit., a las FAP y el PB no se los puede analizar como un todo coherente, dado que se trata de dos proyectos distintos, en donde FAP se alejan cada vez ms del sector social al que decan representar por causa de su militarismo. Proceso de inversin simple que la autora toma de Michel Wieworca. Raimundo va a discutir esta posicin argumentando que la conclusin de esta autora se desprende de la generalizacin un estudio de casos en lugares en los que las FAP no tena mucho peso y donde se excluyen el ao 1973 que es el momento en que la unin de dichas organizaciones se consolida. Pg. 77

    21

  • II.2.1 Antecedentes de la organizacin

    Podemos afirmar, junto con Duhalde45, que existe una tendencia en los estudios

    de experiencias polticas de los aos 60 y 70 a presentar una poltica uniforme que

    minimiza o excluye el anlisis el debate ideolgico y organizativo en el seno del

    peronismo a partir del golpe de 1955. Consideramos importante rastrear esos

    antecedentes porque fueron considerados por la misma organizacin como parte

    fundamental de su propia historia o, al menos, como parte de una genealoga en la que

    la organizacin quera inscribirse. Esto es explcito en uno de los primeros comunicados

    firmados por las Fuerzas Armadas Peronistas, el 17 de octubre de 196946:

    La lucha por la justicia la libertad y la Soberana no es de hoy; comenz hace 14 aos, cuando el pueblo fue arrancado del poder por las minoras oligrquicas. Los militantes de la heroica Resistencia Peronista, los guerrilleros Uturuncos de Tucumn, los compaeros de Ejrcito Guerrillero del Pueblo en Salta y nuestros compaeros del destacamento 17 de octubre apresados en Taco Ralo, con su fe en el triunfo final fueron marcando el proceso de aprendizaje de nuevas formas de lucha47.

    Debe destacarse que la gran mayora de los integrantes de las FAP haban tenido en la

    Resistencia su primera militancia poltica48. Y este no es un dato menor, en lo que hace a

    las caractersticas de la organizacin, dado que haca prevalecer en los militantes una

    importante acumulacin de experiencia y formacin poltica49. As, de acuerdo con la

    relevancia que adquiere la Resistencia para la organizacin, Eduardo Duhalde remite el

    origen de esta corriente poltica a 1955, dado que de aqu devendra su ideologa

    poltica:

    Legtimamente su punto de partida se encuentra en el ao 1955 y esta afirmacin no implica un ejercicio abusivo historicista que d

    45 Duhalde. Op. Cit. Pg. 13. 46 El contexto del comunicado es el Cordobazo, e inclusive se tomar esta lucha como parte de los grmenes de construccin del Ejrcito del Pueblo en respuesta a la violencia gorila. 47 Carta repartida a los medios junto al parte de guerra de la primera operacin urbana, realizada en la localidad de Tortuguitas, asaltando a dos puestos policiales. 17 de octubre de 1945- 17 de octubre de 1969. Comunicado de las Fuerzas Armadas Peronistas al Pueblo.17/10/ 69. Duhalde, Eduardo L. y Prez, Eduardo M.. Apndice Documental en De Taco Ralo a la alternativa independiente. Historia documental de las Fuerzas Armadas Peronistas y del Peronismo de Base. Editorial De la Campana, Buenos Aires, 2003. Pg. 120. 48 Isla, Alejandro. Delincuencia y militancia en los setenta. En: En los mrgenes de la Ley. Inseguridad y violencia en el cono sur, Isla, Alejandro compilador, Editorial Paids, Buenos Aires, 2007. 49 Entre los jvenes que tomaron parte de las primeras experiencias organizativas se encontraban figuras como Rearte, Rulli, Caride, y El Kadri que tuvieron ms adelante un papel ideolgico y poltico importante en la conformacin de las FAP.

    22

  • continuidad a todas experiencias de lucha por el mero hecho de existir () Se trata de encontrar los fundamentos de una concepcin que fue teniendo un desarrollo evolutivo, que en el caso de las FAP no se cristaliza ni detiene con su fundacin sino que reconoce en las distintas etapas cumplidas por esta organizacin, nuevos estadios de definicin practica de esa alternativa poltica, que coloca en el centro de su existencia la lucha de clases en el seno del peronismo50. Vemos tambin aqu expresada la bandera revolucionaria que levanta la

    organizacin desde sus orgenes, al interior del peronismo. Y en este sentido se retoma

    aqu la lnea ideolgica propulsada por John William Cooke, quien sostena que si el

    peronismo ha quedado formado por la clase obrera, para seguir expresndola debe ser

    tan revolucionario como ella. As, influenciado por un contexto que pregonaba por la

    liberacin nacional y la revolucin social, Cooke promovi la construccin de un

    peronismo de izquierda que superara las trabas provenientes de afuera y de adentro,

    afirmando:

    La esencia del drama de nuestro movimiento es que mientras su nico destino y su nica chance de sobrevivencia est en reconocerse como fuerza de extrema izquierda, sufre las influencias de la propaganda reaccionaria que se desata desde afuera y desde adentro de su propio

    51.senoAsimismo, observamos la influencia de antecedentes polticos -que hacen tanto a

    la experiencia y formacin de muchos militantes, como a la historia que rescata y de la

    cual se sirve la organizacin para constituir sus ideas y estrategias polticas-, en la

    primera guerrilla rural impulsada y dirigida por el mismo Cooke.

    Entre septiembre de 1959 y enero de 1960, se desarroll la guerrilla rural

    peronista Uturuncos, conformada en Tucumn y Santiago del Estero, antecedente del

    posterior intento rural de las FAP en Taco Ralo.

    Desde 1956, los llamados Comandos Peronistas de la Resistencia se haban

    desarrollado de manera descentralizada por todo el pas. La militancia de los mismos se

    centraba en levantar consignas a favor del retorno de Pern y en contra de la dictadura,

    a travs de pintadas u operativos con explosivos caseros, los caos. El ms importante

    fue el gestado por John William Cooke en 1955, denominado Comando Nacional

    50 Duhalde. OP. Cit. Pg. 20. 51 Carta escrita por Cooke desde la Habana a Hernndez Arregui. 28/9/61. En Duhalde, Eduardo L. y Prez, Eduardo M. Op. Cit. Pg. 28.

    23

  • Peronista, ubicado en Buenos Aires. ste ejerci su influencia sobre muchos militantes

    de diversas provincias.

    En Santiago del Estero, vecinos y militantes peronistas de La Banda

    comenzaron a juntarse ante la angustia por el reciente golpe militar y con la vaga

    sensacin de que deban hacer algo. Entre ellos se destacaba Serravalle, un docente de

    31 aos, quien realiz la conexin con el grupo de Tucumn denominado Comando 17

    de Octubre. El comando tucumano estaba conformado por un grupo de militantes

    peronistas que no solamente haban desarrollado una activa militancia barrial, sino que

    establecieron rpidamente un nexo con el Comando Nacional Peronista de Capital.

    Desde Buenos Aires les enviaban informacin por medio de impresos que llegaban a

    Tucumn trasladados por compaeros ferroviarios que trabajaban en el tren expreso que

    una ambas capitales. En tales articulaciones podemos observar el origen de la guerrilla

    denominada Uturuncos.

    Por otro lado, la idea de instalar un foco guerrillero puede considerarse, como

    indica Salas52, consecuencia de las dificultades que haba mostrado la va insurreccional

    propuesta en un principio por Cooke. Habiendo sido el ao 59 uno de los de mayor

    actividad, iniciado con la gran toma del frigorfico Lisandro de la Torre en enero, su

    derrota trajo consigo el final de las expectativas del plan insurreccional. La posibilidad

    de llevar adelante una gran huelga general se vea obstaculizada no slo por la represin

    a la que el gobierno haba mostrado en la prctica que estaba dispuesto a recurrir, sino

    tambin por el dudoso apoyo de importantes dirigentes sindicales. Comenz entonces a

    pensarse en otros mtodos y formas de organizacin posibles para encarar la resistencia:

    Ya haban pasado tres aos todo haba fracasado, la huelga general revolucionaria no llegaba nunca porque todos los dirigentes estaban vendidos y la idea de los cuarteles termin con la muerte de Valle, quedaba eso un movimiento armado que traiga a Pern53. Al mismo tiempo, la lucha que estaba llevando adelante el sindicato azucarero

    fue uno de los detonantes para la instalacin de los focos guerrilleros en aquella regin.

    En octubre se instal en la selva la primera fraccin de combatientes que, luego

    de prepararse durante dos meses, dio un golpe sorpresa en Fras, Santiago del Estero, el

    52 Salas, Ernesto. Uturuncos: El origen de la guerrilla peronista, Editorial Biblos, Buenos Aires, 2003. 53 Entrevista a Jos Luis Rojas en Salas, Ibid. Pg. 51

    24

  • 25 de diciembre. De esta manera se desarrollaba la guerrilla, conformada por militantes

    tucumanos y santiagueos, a la que luego se sumaron contingentes de Buenos Aires. Si

    bien la mayora de sus integrantes eran de comandos de origen regional, cabe destacar

    que fue de Cooke de quien recibieron el impulso y el sentido de la importancia como

    nuevo proyecto poltico nacional de la resistencia. Inclusive, aos despus de la

    disolucin de este primer grupo, en 1963, desde Cuba y junto con el Che, Cooke intent

    reavivar el plan con la instalacin de dos frentes guerrilleros, rearmando la red de

    Uturuncos. Pero las dificultades del terreno, y sobre todo las nuevas circunstancias de la

    vida poltica argentina pusieron en crisis el proyecto. El radicalismo haba aceptado

    participar en las elecciones pese a la proscripcin del peronismo. El contexto haba

    cambiado, y no era lo mismo levantarse contra un gobierno militar que contra uno

    radical elegido. As finalizaba este primer intento por implementar una guerrilla rural

    argentina, que tuvo su expresin posterior en Taco Ralo. Sin embargo, antes de

    adentrarnos en tal experiencia, recorreremos algunas experiencias contemporneas que

    tambin hacen a los antecedentes de las FAP.

    Se vuelve indispensable por ejemplo, al internarnos en la bsqueda de las races

    de aquellas experiencias que hacen a la formacin de la organizacin, detenernos en el

    pensamiento poltico desarrollado por el Movimiento Revolucionario Peronista, en el

    cual diversos autores54 encuentran un importante antecedente ideolgico.

    En 1963, dada la amenaza proveniente del vandorismo, Pern mand a

    reorganizar al movimiento poniendo a Villaln como delegado personal a cargo. Se

    comenz entonces a convocar a algunos de estos militantes ms representativos del

    movimiento55 con el fin de organizar un Movimiento Revolucionario Peronista que

    rescatara la lnea insurreccional del movimiento y reorganizara dentro de sus

    lineamientos a la Juventud Peronista. El plan indicado consista en la realizacin de

    movilizaciones insurreccionales, huelgas y comandos de frontera para filtrar

    comunicaciones, as como la provisin de armas largas a la juventud y la construccin

    de fuerzas armadas del movimiento, todo lo cual confluira para lograr finalmente el

    54 Eduardo Prez, Op. Cit. Pg. 137; Gordillo, Mnica. "Sindicalismo y radicalizacin en los setenta: las experiencias clasistas". En: Argentina, 1976. Estudios en torno al golpe de Estado. El Colegio de Mxico, Mxico, 2007. 55 Se rene con Spina, El Kadri, Rulli y Rearte. Estos tres ltimos, junto a Vallese, fueron iniciadores de la lucha armada urbana, participando de una de las primeras acciones armadas de la resistencia -el ataque a una guardia de la Aeronutica- en 1960.

    25

  • retorno de Pern a fines de 1964. Uno de los grupos conformados con miras a la

    realizacin de este plan surgi al interior de la Juventud Peronista con el nombre de

    Juventud Revolucionaria Peronista. Esta fraccin haba logrado establecer una buena

    relacin con Pern pero no se plegaba a la ortodoxia, e impuls, con el aval de Villaln

    y Pern, la constitucin del Movimiento Revolucionario Peronista en agosto de 196456

    El impulso y aval de Pern para la conformacin de este sector a la izquierda del

    movimiento respondi, para James, a sus necesidades tcticas57. Raimundo58 se opone a

    tal explicacin, aduciendo que el hecho de que el impulso original provenga de las

    mencionadas necesidades, no implica que la creacin de esta fraccin de ideologa

    revolucionaria pueda desprenderse simplemente de una intencionalidad de Pern. En

    este sentido observa cmo las concepciones sostenidas por este sector ya venan

    desarrollndose -a travs del semanario Compaero59 , por ejemplo- y cmo iban a

    trascender este momento de reorganizacin tambin.

    Este contexto favorable y conveniente para la izquierda del movimiento pronto

    experiment un importante viraje. Parte del Movimiento Juventud Peronista, que ya

    vena distancindose de Villaln, busc fuerza recostndose en el vandorismo,

    animados sus integrantes por la idea de que as obtendran el apoyo del lder y ms

    poder en el movimiento para implantar su lnea poltica. Pero no todos pensaban as,

    sobre todo quienes haban tenido activa participacin en las huelgas de la Resistencia y

    haban sufrido represalias60.

    Enfocndonos ahora en el vnculo que puede establecerse con la organizacin

    que aqu se estudia, tomamos el programa que el Movimiento Revolucionario Peronista

    public en 1964. En l se distinguen claramente algunas de las ideas que estructuraron

    la concepcin de las FAP-BP como son su oposicin a elementos burgueses y

    56 Prez, Op. Cit. Pg. 46. 57 James, Op. Cit. Pg. 274. 58 Raimundo, Marcelo. Acerca de los orgenes del peronismo revolucionario en Camarero, Hernn y Pozzi, Pablo, De la revolucin Argentina al Menemismo. Historia social y poltica argentina, Imago Mundi. Buenos Aires, 2000.Pg. 9.59 El autor cita a este semanario, dirigido por Mario Valotta, y afirma que aunque de origen marxista Compaero se convierte en expresin de la vertiente combativa del peronismo. Su aparicin se extiende de 1963 a 1965 con una tirada que superaba los 30.000 ejemplares y se distribua en todo el pas. Aqu el autor cita frases que expresan una posicin tales como estamos en guerra revolucionaria y la guerra no es contra un hombre sino contra todo un sistema de explotacin capitalista contra la clase trabajadora (Compaero, 28/6/63) o Para que pueda expresarse el carcter revolucionario del peronismo, ste deber desprenderse de los elementos burgueses y reformistas que lo frenan y superarse (Compaero, 11/8/64) Citado por Raimundo, Ibd. Pg. 12. 60 Prez, Op. Cit. Pg.45.

    26

  • reformistas, el papel central que ocupa la clase trabajadora y la incansable desconfianza

    hacia la burocracia:

    es de justicia condenar a la burocracia y repudiar a los trnsfugas que la representan como traidores al Movimiento Peronista () a su lder Pern y a la revolucin que encabeza () que es la clase trabajadora la clase esencial del peronismo () que para que el movimiento pueda cumplir el papel de conduccin que el proceso histrico y su condicin de aglutinador de la clase trabajadora argentina le imponen, debe defenderse de los elementos burgueses y reformistas que lo frenan y superarse () forjar el ejrcito del pueblo que canalice la capacidad revolucionaria popular en la lucha contra el ejrcito de ocupacin, permitiendo, junto con las milicias obreras, iniciar la lucha armada contra los sectores privilegiados nacionales e imperialistas, como forma de accin poltica 61. La idea de lucha armada que aqu vemos reflejada se vena propugnando dio

    lugar a la constitucin de unas Fuerzas Armadas Peronistas62. Un modelo urbano de

    lucha armada organizada por destacamentos, con presencia en casi todo el pas63. La

    formacin poltico-militar de este proyecto conllev una experiencia militante y un

    aporte de importancia dado el enriquecimiento generado por el intercambio a travs de

    viajes facilitados de delegaciones argentinas a pases como Vietnam y la Republica

    Popular China. Asimismo, junto con la dinmica de viajes de formacin, se dio lugar a

    la conexin con militantes de otras agrupaciones como el Movimiento Nacionalista

    Revolucionario Tacuara (MNRT)64, con quienes formaron el Movimiento de Liberacin

    Nacional- tupamaros65 y con el mismo Cooke -con quien organizaron una academia de

    61 Comunicado de programa y presentacin del Movimiento Revolucionario Peronista redactado por Rearte. 05/08/64. En Baschetti Documentos (1970-1973). De la guerrilla peronista al gobierno popular. Editorial De la campana, Buenos Aires, 1995. Pgs.320 y 322. 62 Valga aclarar, considerando el parecido de la sigla, que la misma no guardan relacin con la organizacin que se iba a desarrollar posteriormente y se estudia en el presente trabajo.63 La creacin de estas FAP formaba parte de la estrategia insurreccional que Villaln haba pronunciado junto con la formacin de un Movimiento Revolucionario Peronista. Pero la relacin entre el MRP y las FAP siempre fue tensa dado que stas ltimas segn expresa el integrante de la organizacin Jorge Rulli en una entrevista realizada por Raimundo- no contaron con el apoyo esperado del MRP: el MRP, este nunca se propuso ser el respaldo de las FAP, incluso mucha gente del MRP ignoraba que existan las FAP (...) Nosotros creamos que tenamos un aparato poltico de respaldo y al poco andar nos dimos cuenta que ese aparato no solamente nos ignoraba sino que adems trabajaba para que no se crearan las condiciones propicias para el lanzamiento que nosotros esperbamos. Citado por Raimundo, en La poltica armada en el peronismo: 1955-1966, Sociohistrica, Cuadernos del CISH N 3-4. 1998. Pg.16. 64 El Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara (MNRT) fue un sector que se desprendi del Movimiento Nacionalista Tacuara. Se trataba de una fraccin que, sin abandonar su nacionalismo, rompi con la iglesia y el antisemitismo para migrar hacia posiciones cada vez ms cercanas al marxismo y el peronismo de izquierda. De aqu surgieron algunos de los cuadros de las Fuerzas Armadas Peronistas y el Peronismo de Base. 65 Movimiento de orientacin marxista que surgi en Uruguay a mediados de los 60 y form un frente de militantes en Argentina, denominado Frente Argentino.

    27

  • formacin para trasmitir lo aprendido en los viajes.

    As se asiste desde el seno del peronismo, a la construccin de una ideologa

    poltica que atraviesa a diferentes organizaciones sosteniendo una concepcin

    revolucionaria, que propugna por una poltica independiente de la burocracia del

    peronismo y que desemboc aos despus en la propuesta de una alternativa

    independiente de la clase obrera peronista.

    II.2.2 Fuerzas Armadas Peronistas, primeras experiencias

    Resulta ms dificultoso determinar el surgimiento de agrupaciones identificadas

    como Peronismo de Base, dada su caracterstica descentralizada. En cuanto a las

    Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) puede fecharse su aparicin en la escena poltica

    pblica en el momento en que la organizacin se da a conocer bajo este nombre en

    1968, con la constitucin de la guerrilla rural denominada Taco Ralo. Si bien se trataba

    de la consolidacin de un grupo que vena conformndose tiempo antes y, como afirma

    Envar el Kadri66, ya realizaba operaciones, aunque no firmadas como FAP.

    Para 1967 se constata una baja en la actividad del Peronismo Revolucionario

    dado el fracaso de la operacin retorno de Pern en diciembre de 1964, el agotamiento

    en la lucha antiburocrtica del activismo -ante un Vandor cada vez ms consolidado-, y

    las derrotas en las luchas gremiales del puerto y ferroviarios. Pero lejos de conllevar

    esto una parlisis, se lleg a una conclusin compartida: era la hora de pasar a la accin

    y era la hora tambin de pensar en nuevas formas de lucha67.

    A lo largo de los aos 1966 y 1967 se sucedieron reuniones entre militantes de

    distintas organizaciones, alimentados tambin por su vnculo e influencia con el

    contexto cubano, en muchos casos facilitados por Cooke68. Estos intercambios tuvieron

    el objetivo comn de sacar al peronismo del estancamiento69 en que lo vean. Es por

    66 Anzorena, Oscar Tiempos de violencia y utopa 1966-1976. Contrapunto. Buenos Aires. 1989. Pg 134-135. 67 Segn explica Raimundo -en La poltica armada en el peronismo: 1955-1966, Sociohistrica, Cuadernos del CISH N 3-4. 1998 la poltica armada dentro del peronismo se desmilitariza en cuanto a su composicin social (deja de estar en manos de militares) y pasa a ser encarada por otros sectores sociales del peronismo. Compuestos por trabajadores sobre todo jvenes aunque no responden a la clsicamente denominada clase obrera- predominando la presencia de clase media baja y de pequea burguesa. Pg. 17. 68 El cual no pretenda hacer una organizacin poltica en s sino a fomentar la organizacin de cuadros que luego se inserten en diferentes frentes de lucha. Tuvo su mayor expresin en la accin Revolucionaria Peronista, conformada por l en su regreso de Cuba para la formacin de cuadros.69 Como recuerda Raimundo -en Izquierda peronista, clase obrera y violencia armada: Una experiencia alternativa,

    28

  • estos momentos cuando puede situarse la confluencia entre militantes de diversas

    formaciones y experiencias que dio lugar a las FAP. Por un lado, provenientes del

    Movimiento, de la Juventud Peronista, del Movimiento Revolucionario Peronista y la

    Accin Revolucionaria Peronista; por otro cont tambin con inserciones de origen

    externo al peronismo, como el Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara y el

    grupo del Vasco Bengoechea, de origen marxista y con influencia cubana70.

    Tanta diversidad provoc divergencias nada fciles de sintetizar en un proyecto

    comn. Algunos militantes, por ejemplo, se opusieron a la posibilidad misma de

    impulsar una guerrilla rural argumentando que en Argentina la guerrilla deba ser

    urbana. Pero la necesidad de activar un plan se impuso sobre las tensiones.

    Nosotros no decimos que la guerrilla sea la nica solucin, simplemente creemos que es la nica posibilidad, la nica forma de lucha, protesta o expresin que les queda a los militarmente dbiles71.

    As, basndose en sus posibilidades, establecieron una guerrilla rural para despertar la

    conciencia del pueblo, generar grietas al poder militar y preparar las condiciones para el

    objetivo final:

    Como forma de sealarle al pueblo el autntico camino hacia su propia liberacin, porque como dijera nuestro conductor, al pueblo slo lo salvar el pueblo () liberar una guerra total por el retorno de Pern al poder y el establecimiento definitivo de una nueva argentina justa, libre y soberana72. Decidieron en consecuencia subir al monte y constituir una guerrilla rural

    conocida como Taco Ralo, nombre de la localidad donde se instalaron, ubicada al sur de

    la provincia de Tucumn, en un lugar considerado estratgico dado que se encuentra en

    la interseccin de una ruta nacional y una provincial. Sin embargo -e inversamente a lo

    que el foco propone- a menos de 15 das de instalada la guerrilla, la polica logr

    localizarlos mediante denuncias realizadas por vecinos de la zona. El 19 de septiembre,

    Sociohistrica. Cuadernos del CISH, N 15-16. 2004 Pg. 4.- Cabe aclarar que el perodo abierto luego del golpe de 1966 haba sido vivido por muchos sectores de la militancia como un momento de quietismo y estancamiento en la lucha. 70 Luego de su entrenamiento en Cuba, Bengochea comenz a organizar una guerrilla rural en Tucumn, abortada con la muerte accidental de l y otros militantes a causa de un explosivo. De este agrupamiento provino una de las impulsoras de la guerrilla: Amanda Peralta. 71 Reportaje de crcel a crcel. Dardo Cabo desde la crcel de Ushuaia entrevista por carta a los guerrilleros de Taco Ralo alojados en la crcel de La Plata. En Roberto Baschetti, Op. Cit. Pg. 554. 72 Documento elaborado por los detenidos de Taco Ralo donde se detallan las circunstancias de la cada. Este documento es dado a conocer un mes despus de la cada. Destacamento guerrillero 17 de octubre de las FAP.

    29

  • el mismo da en que muri John William Cooke, fue desmantelado el campamento

    guerrillero de Taco Ralo. De todas maneras, el frustrado proyecto poltico logr en los

    meses siguientes innumerables adhesiones y proclamas en solidaridad con los

    compaeros detenidos, de agrupaciones polticas del movimiento, e instal un

    importante debate al interior del peronismo.

    Ante el resultado de esta iniciativa, surgi en primer lugar la pregunta -o mejor

    dicho reforz una pregunta preexistente al impulso de esta guerrilla- por la efectividad y

    necesidad de impulsar en Argentina una guerrilla rural. Si bien la autocrtica posterior

    de los militantes respondi que se haba tratado de una derrota de carcter tctico, que

    por lo tanto no invalidaba el mtodo, lo cierto es que las FAP no volvieron a impulsar

    otra guerrilla rural y todas sus futuras acciones fueron urbanas. Pero al menos en teora

    se mantuvo una postura llamada coloquialmente por la militancia de las dos patas,

    segn la cual deban combinarse el foco rural y el urbano.

    Comenz entonces una activa etapa de acciones en las ciudades que tuvo su

    punto ms lgido entre 1970 y 1971. Las acciones llevadas a cabo abarcaban desde

    asaltos y robos -tanto a destacamentos policiales como a firmas privadas o bancos-,

    campaas de explosivos contra empresas, ajusticiamientos populares, liberacin de

    presos, y reparto de comida y juguetes en villas. De esta forma se daba a conocer la

    lucha y se constitua una infraestructura operativa. As la organizacin ira creciendo,

    mientras surgan tambin diferentes regionales, constituidas a su vez en destacamentos,

    de los cuales haba un responsable que pasaba a formar parte de la direccin regional.

    El anlisis posterior a las acciones coadyuv a reconsiderar y precisar las

    tcticas de la incipiente organizacin. Se destac la importancia de que el foco estuviera

    fomentado por bases de apoyo y formado por gente del lugar 73, as como la nocin

    segn la cual la vanguardia armada () no empieza la lucha sino que la contina 74.

    Comenz asimismo a perfilarse lo que fue la caracterstica distintiva de las FAP: su

    preocupacin por conformarse en conjunto con las bases, expresada en primera

    instancia en una forma particular de entender el foquismo:

    19/11/68. En Duhalde, y Prez. p. Cit. Pg. 110 y 111. 73 Documento emitido por los detenidos en Taco Ralo. La guerra revolucionaria del pueblo. Enero 1969. En Prez y Duhalde Op. Cit. Pg. 115 74 Ibd. Pg. 113

    30

  • Nuestra lnea estratgica se diferencia de las otras porque: a.- Plantea que el foco debe estar cimentado con bases de apoyo y formado por gente del lugar. b.- Plantea la lucha urbana. c.- Plantea un trabajo de superficie75. Se puede ver entonces una preocupacin por no erigirse en vanguardia iluminada

    que viniera a concientizar al pueblo, sino construida con y a partir del mismo pueblo,

    otorgndole primaca a la incorporacin de militantes obrero 76 y representacin a

    los anhelos ms profundos de la clase trabajadora77, con un anlisis que partiera

    siempre del pas y del momento, en lugar de limitarse al traslado acrtico de teoras y

    estrategias externas a nuestra realidad78. Se diferenciaba, por ejemplo, de la experiencia

    del Ejercito Guerrillero del Pueblo, que segn el propio anlisis no supo comprender la

    identidad poltica del pueblo, su conciencia peronista79.

    Si bien posteriormente se fueron distinguiendo an ms de otras organizaciones

    armadas, tanto por la forma de llevar a cabo su militarizacin como por la relacin con

    las bases80, en los inicios primaba la necesidad de actuar y de hacerlo de modo conjunto

    en cuanto resultara posible.

    Tras la violencia, la censura poltica de todos los sectores y las medidas

    econmicas a favor del capital concentrado que intent llevar adelante el onganiato,

    asumi la presidencia otro general, Levingston, con el propsito declarado de

    profundizar la llamada Revolucin Argentina. La sociedad, convulsionada ya por el

    Cordobazo, que tuvo un papel de importancia en la cada del presidente de facto,

    comenz a hacer notar su descontento mediante la accin directa cada vez de manera

    ms seguida y profunda. Las protestas masivas y violentas fueron recorriendo todo el

    pas. La radicalizacin del peronismo comenzaba a hacerse ms visible y las incipientes

    organizaciones armadas evaluaron que era el momento de empezar a actuar de modo

    ms decidido con una perspectiva revolucionaria.

    En 1970 se constituy un frente llamado Organizaciones Armadas Peronistas

    75 Ibd. Pg. 11576 Ibd. Pg. 11377 Ibd. Pg. 11378 Ibd. Pg.11579 Ibd. Pg.11580 Como veremos ms adelante, las FAP se distinguieron de Montoneros, preocupndose por no adoptar una estructura verticalista sino un tipo especial de construccin poltica desde las Bases. Raimundo, Izquierda peronista, clase obrera y violencia armada: Una experiencia alternativa, Sociohistrica. Cuadernos del CISH, N 15-16. 2004 Pg.11.

    31

  • (OAP), que incluy a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Montoneros y

    Descamisados. De acuerdo con el documento que las constituye,

    Lo que nos separa, creemos, no es de fondo, problemas polticos que no son fundamentales, y lo que nos une s es fundamental: 1) la metodologa; 2) el enemigo y 3) el objetivo final81. Sin embargo, este frente se disolvi despus de haber operado solamente en unas

    tres o cuatro oportunidades.

    FAR, Montoneros, y Descamisados continuaron unidos en una lnea similar. En 1972 se

    fusionaron Montoneros y Descamisados y en 1973 se sumaron a esa fusin las FAR.

    Las FAP, ante aspectos coyunturales, haban comenzado a reformular su

    concepcin poltica, acentuaron consecuentemente sus diferencias con el resto de los

    integrantes y esto deriv en su ruptura con las OAP.

    Entre finales de 1970 y 1971 se ocurrieron cambios importantes al interior de las

    FAP, que empujaron a la organizacin a ingresar en un proceso de redefinicin. La

    incorporacin de nuevos afluentes a la organizacin, el desafo expreso de alcanzar una

    mayor y ms homognea definicin poltica e ideolgica -que llev a una prolongada

    disputa interna y a un repliegue de parte de la agrupacin-, generaron coyunturas

    obstaculizadoras para el funcionamiento conjunto de las FAP en las OAP. Asimismo, la

    perspectiva poltica que comenzaba a perfilarse a nivel nacional, as como la lectura

    diferenciada sobre este contexto, hizo ms agudas las discrepancias. Como expresaron

    las FAP en un comunicado emitido a fines de 1971:

    las OAP surgen como respuesta a las insuficiencias de las diferentes tcticas del movimiento para plantear la toma del poder (...) este planteo supo responder a la necesidad del momento pero ahora muestra a las claras su insuficiencia. En esta coyuntura el desarrollo del nivel del conciencia de la clase () implica dar respuesta a la creciente expectativa del grueso de los activistas del movimiento, a la clase obrera en su conjunto, como nica forma de alcanzar una etapa cualitativa superior () ms all de lo que juega en la cabeza de sus protagonistas, las OAP no superaron la instancia que las hace aparecer como brazo armado del movimiento82.

    81 Documento emitido por las agrupaciones que conforman las Organizaciones Armadas Revolucionarias. Con las armas en la mano. Abril de 1971, en Baschetti, Op. Cit. Pg. 230. 82 Documento emitido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Ampliacin del Documento poltico N1. Septiembre de 1971. En Prez y Duhalde Op. Cit. Pg. 227

    32

  • Tal lnea declarativa adquiri an ms sentido -y hasta cierta clarividencia- en

    los comunicados posteriores intercambiados entre las FAP y FAR-Montoneros en el

    inicio de lo que fue la ruptura de las OAP. Las insuficiencias y las diferencias que las

    FAP venan sealando desde tiempo antes se explicitaron, como veremos, an ms.

    En respuesta a las redefiniciones en curso dentro de las FAP y a sus

    sealamientos y crticas, FAR y Montoneros publicaron un comunicado en el que se

    evaluaba que las FAP no cumplen hoy con las funciones de una verdadera

    conduccin83 por no haber sabido llevar adelante los mtodos necesarios para

    sobrepasar su crisis interna, caracterizada por un intento prolongado de alcanzar una

    homogenizacin poltico-ideolgica. Las FAP respondieron que no se puede reducir los

    problemas a planos metodolgicos, pero que no es de extraar que esto suceda, ya

    que las OAP centramos el eje de nuestro desarrollo en la prctica militar sin que sta

    fuera la resultante de una propuesta organizativa para la clase obrera84. Y explican

    que:

    Las OAP carecan de una estructura que diese respuesta al pueblo en funcin de afrontar un largo proceso de guerra popular () negando las contradicciones entre el desarrollo de su conciencia poltica y el de sus insuficientes formas organizativas () contradicciones que frenan y desarticulan a las organizaciones de base que, asumiendo el proyecto de guerra popular, no logran dar el paso cualitativo ms all de la poltica del movimiento. Esto es, en sus palabras, lo que las FAP queran buscar y lo que no hicieron las OAP, una perspectiva de desarrollo estratgico que vaya solucionando las contradicciones entre nuestro desarrollo poltico-militar y el desarrollo poltico-organizativo de la clase85. Se trata de una definicin ms claramente de clase, que expresa la necesidad de

    mayor acercamiento directo a las bases, a las que se las ve por cierto, con un importante

    desarrollo de conciencia poltica que sera necesario organizar. La idea que subyace

    entonces es la reformulacin de la forma de concebir la lucha armada pasando del

    foquismo, donde la lucha armada era concebida como un factor desencadenante de un

    proceso acelerado de toma de conciencia que hara que la gente se uniera al foco para

    83 Documento preliminar para la tarea de reconstruccin de las FAP. Diciembre de 1971. FAP-Montoneros. EnPrez y Duhalde. Op. cit. Pg. 236. 84 Introduccin a la Respuesta al documento propuesta preliminar para la reconstruccin de la P. Enero de 1972. En Prez y Duhalde. Op. Cit. Pg. 240. 85 Ibd. Pg. 240.

    33

  • formar el ejercito del pueblo86, a la guerra popular prolongada que

    se prevea de larga duracin y, por lo tanto la estrategia planteaba cambios estratgicos y tcticos. Al principio estara definida por una estrategia defensiva acompaada de una ofensiva tctica permanente. Asimismo, las primera etapa se caracterizaba porque las acciones de la Organizacin revolucionaria se encuadran dentro de las luchas del pueblo y la segunda porque las luchas del pueblo se encuadran dentro de la estrategia armada de la Organizacin Revolucionaria87

    Se fue expresando en su accionar, el trabajo con las bases y en la forma de

    organizacin y vnculo establecido con ellas que coincidir con la confluencia y

    acercamiento con el Peronismo de Base-. Es la definicin poltica que las FAP

    plantearon bajo el nombre de Alternativa Independiente, presentada como una opcin

    poltica revolucionaria para organizar las bases y expresar a la clase obrera, superando

    las contradicciones del movimiento y a aquellos sectores reformistas que pujaban en

    sentido contrario. Es esta redefinicin la que termin por romper la unidad de las OAP y

    a su vez gener una distancia creciente de las FAP con el conjunto del movimiento.

    II.2.3 Constitucin de una nueva poltica conjunta

    La gran mayora de sus militantes contaban con experiencia poltica y formacin

    de larga da