Telefonia Celular Antonio Skarmeta

7/25/2019 Telefonia Celular Antonio Skarmeta

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TELEFONIA CELULAR

ANTONIO SKARMETA

Los das de pago, Pedro Pablo Salcedo apartaba de su sueldo dos billetes azules yalmorzaba en el mismo restaurant que sus patrones. All se ofreca un "men ejecutio",e!presin que le causaba melancola, pues como contador de la editorial lo nico que"ejecutaba" eran rdenes de sus superiores# b$sicamente atrasar lo in%umanamente posiblelos pagos a los acreedores. &oce eces al a'o se daba el placer de inaugurar ese almuerzo conel tequila de un "(argarita )umbo" y de redondearlo con un cognac "*emy (artin". +l trayectoentre ambos licores lo cubra mediante una botella de ino tinto cuya marca ariaba de menosa m$s. +n diciembre %aba puesto el colofn gastronmico del a'o pagando por un "&on(elc%or", el mosto m$s caro que ofreca la plaza.

+stos almuerzos finales lo reconciliaban con las asperezas de su trabajo y con esos

sue'os de grandeza in%ibidos o secretos que larados asomaban en sus ojos en c%ispas deenidia o resentimiento. Para su mala suerte, justo en lo que debiera %aber sido su pl$cidobalance mensual con el mundo y sus frustraciones, un episodio que se desarrollaba en la mesaecina consigui desestabilizarlo.

na bella mujer se %aba inclinado sobre el mantel e intentaba con elocuencia conencerde algo al %ombre que la oa mirando %acia la puerta del local con desesperada paciencia. +l-nfasis en sus manos p$lidas, acentuadas por dos anillos con diamantes, la %aca intensamentee!presia, y desde su esquina Salcedo no lograba apartar la ista de aquellos desprejuiciadosmuslos a los que el feror de su discurso y la escueta minifalda de cuero le %aban dado unae!citante plenitud.

&e pronto son el tel-fono celular junto a la panera de la pareja y el %ombre de pelorubio, isiblemente aliiado por esa interrupcin, atendi raudo la llamada. La %ermosa mujer

mir al artefacto encendida por la clera y ec%ando %acia atr$s la silla con iolencia derram laserilleta sobre los camarones ecuatorianos reci-n seridos y abandon el restaurant %aciendotintinear las llaes del auto. +l %ombre interrumpi la c%arla telefnica, puso el celular sobreuna silla, alarg dos billetes de diez mil sobre el mantel, y corri tras ella.

Acarici$ndose un pmulo, Salcedo dese %aber sido actor de un drama como -se, unarrebato de pasin y celos que animara su ida, la oz de una amante pr!ima a sus lbulosconmin$ndolo a decisiones, la suae trama de aroma emanantes de esas mujeres queresbalaban a toda p$gina en las satinadas reistas que lea en peluqueras o consultorios.

(ientras la sorprendida camarera despejaba la mesa de los amantes fugaces, termin deserirse las papayas en almbar y puso su atencin en el celular abandonado sobre la silla.uando la sirienta leant el mantel y fue a la cocina, seguro ya de que no %aba adertido elartefacto, se anim a filtrarlo en un bolsillo de su c%aqueta.

Al t-rmino de otra semana irreleante, por fin %aba ocurrido una aentura.+n la oficina e!trajo el tel-fono del saco, se afloj la corbata, y limpi$ndose las manos en

los pantalones como si quisiera borrar las %uelas de un delito, detuo la ista sobre laabrumadora cantidad de boletas con que los oficinistas queran %acerse pagar gastos priadoscomo actos de sericio a la compa'a. /l %ubiera preferido mil eces %aber usado todos esosdineros en ez de ser el acucioso $rbitro de lo legtimo, lo fronterizo y lo inaceptable.

onencido de que los rangos dentro de la empresa eran m$s bien cosa del azar que delos talentos indiiduales, se propuso agamente no permitir que toda su personalidad seagotara en la funcin que desempe'aba. )unto entonces la puerta se abri y una r$faga deaire produjo una sensacin de %ielo sobre su cuello %medo. +ra su jefe, quien procedi atirarle informalmente un talonario de c%eques sobre el escritorio.

01Almorz bien, Salcedo20S, se'or (ac3enna 0dijo, poni-ndose de pie.

01on postre y todo2


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0Papayas, se'or.

04aga c%eques slo para los casos m$s urgentes. Los otros trate de aplazarlos cuantopueda.

0S, se'or.La atencin del %ombre fue capturada por el celular sobre la mesa. Aanz con autoridad,

lo leant en una mano y lo mantuo a cierta altura balance$ndolo para sentirle el peso.

0+s el modelo m$s liiano que %a salido 0coment.05o lo saba, se'or.

06 el m$s caro. +s usted todo un ejecutio, %ombre.

Salcedo se sinti simult$neamente confundido y %alagado. 7rajo a sus labios una sonrisamodesta y mir el artefacto disimulando su orgullo. +l gerente se pas la mano por el bienpeinado cabello rubio y le %izo un gesto admiratio frunciendo la boca.

uando el se'or (ac3enna se %ubo retirado, Salcedo cogi r$pidamente el celular y lobalance en la izquierda imitando con e!actitud lo que %aba %ec%o su superior. on un cantitodisimul un bostezo siestero, y se %undi en los e!pedientes, el l$piz rojo censor entre loslabios, un 8ic erde para los o3eys. +l cabo de algunos minutos se detuo al descubrir unaboleta de 9'iga que inclua la cuenta de un %otel en :i'a del (ar, en circunstancias que su

zona de enta era ;sorno, oc%ocientos 3ilmetros m$s al sur. Pero 9'iga era un frescosimp$tico, lo trataba a -l, Salcedo, de "jefe" y se ruborizaba por cualquier cosa. (arc laboleta con el l$piz erde. &epende de la ruta que se tome, :i'a puede estar camino a ;sorno,se dijo indiferente.

+ntonces son el celular. n tono m$s distinguido qye el del tel-fono. Amable, perotambi-n compulsio. Se acarici la mandbula repleg$ndose sobre el respaldo del sillngiratorio. +stir la mano sobre el aparato, %izo correr la ista sobre las distintas se'ales, y alpulsar el ndice sobre la tecla erde, sorpresiamente qued conectado.

0Soy (nica.Supo sin pensarlo, que lo m$s atinado sera no contestar. &ej que el silencio creciera,

intuyendo por el tono que %aba empleado la mujer que -sta iba a ser una pausa dram$tica.

01+st$s enojado conmigo205o 0se oy decir.

0(e port- como una rota, uiero erte esta noc%e, +rnesto. 1Lo puedes arreglar2

016 t205o me importa nada. Si t puedes, yo puedo.

0Puedo.01A las oc%o donde siempre2

05o, donde siempre no.

01&nde entonces2Salcedo corri con la mano derec%a la cortina sobre el entanal y estudi el paisaje del

8arrio Alto, ese sector que le era conocido pero tambi-n ajeno. +ste derroc%e de lujo %ec%o

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para otro, no para -l con sus trajes de marcas menores y esos zapatos que parecan ir gritandosu menguado costo en cada paso. La isin de la cpula de un edificio cilndrico sobre la?ennedy lo %izo oler a la llamada.

0+n el "4ig%land" 0dijo.7e amo 0dijo ella.

07e amo 0dijo -l.

Puso el celular sobre la ruma de cuentas y comenz a escribir los c%eques del personalcon una caligrafa ibrante, un trazo que difera en olumen y presin del rutinario.

A las cuatro de la tarde %aba concluido con los sueldos, y tras entregar los respectiosc%eques la cajera, fue a laarse las manos y la cara al ba'o. Se frot las mejillas con igor yluego le propin ceremoniales golpes de peineta a su pelo $spero y tupido. Pude comprobarcon un anidoso gesto de las cejas que era m$s joen y acaso m$s alto que el amante decabellos rubios.

A la salida del toilette, con un sbito impulso se abalanz sobre el talonario e %izo unc%eque a su nombre por una cantidad importante. Luego fue %acia la cajera y le pidi que se locanjeara en efectio. La mujer obedeci sin requerir detalles, aunque por mera rutinacomprob que el documento estuiera endosado.

A las seis, io alejarse a los colegas rumbo a sus domicilios, contento por no tener quesubirse a esos buses %ostiles en esta %ora de fatigoso tr$fico. 7uo compasin por ellos, ysinti que esta piedad era una prolongacin natural de la tristeza de reconocerse uno m$sentre sus pares.

04asta a%ora 0se dijo en oz alta.&etuo un ta!i y le pidi al c%ofer que lo lleara al "4ig%land". +n el tablero del coc%e io

que eran las seis y media, y puesto que el tr$fico ya no era tan fluido, supo que estara en sudestino en unos quince minutos. Puso el fajo de billetes en sus rodillas y los fue contandomientras frotaba sus bordes para que no se pegaran.

"(e llamo +rnesto" pens. "1Pero +rnesto cu$nto2"

0+rnesto (ac3enna 0dijo en oz alta.

+l c%ofer lo mir por el espejillo.01mo dijo, se'or2

05o, nada.

0:amos siempre al "4ig%land", 1no20Al "4ig%land"@.

+n la puerta del edificio permiti que el elegante bedel le abriera el auto y tuo la duda sise daba propina en esos casos. &ecidi que no. La propina se la dara al c%ico uniformado quea%ora se ofreca a llearle el maletn.

+n la recepcin puso el celular sobre el mesn y le dijo al conserje que quera un cuarto.

01Para una sola persona se'or2

0Para dos.01A nombre de qui-n2.0+rnesto (ac3enna.

01:a a cancelar con tarjeta de cr-dito20Al contado.

Le e!tendieron la llae, el botones le acompa'- %asta el piso quince, y entonces locondujo a la pieza BCC. +n cuanto estuo solo fue %acia la entana a reconocer el terreno. +ncentro en su a%o de smog, el (anque%ue y su cumbre rebanada, las %orrorosas torresel-ctricas de uarto entenario que siempre le eocaban sitios baldos ajenos a ese sector. Porlos cuatro puntos cardinales todo en orden. Su Santiago de siempre, pero isto de unaperspectia noedosa.

05oedosa 0pronunci con claridad.&e la mesita de luz, tom el ndice de sericios e %izo contacto telefnico con el conserje.

0Le %ablo de la %abitacin BCC. >uiero pedirle un faor.

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0&game.

0A las oc%o a a enir una dama a preguntar por m. Por +rnesto. &gale que subadirectamente a mi %abitacin.

0(uy bien, don +rnesto. 1+rnesto cu$nto20+rnesto, no m$s. 5o me gustara que esta dama supiera mi apellido. Se trata de una

amiga, usted me entiende.

S, se'or.0na diablura 0dijo riendo.

+l recepcionista ri con complicidad.

05o se preocupe, don +rnesto.+n cuanto %ubo colgado, marc los dgitos del "room0serice".

0>uiero %acer un pedido.

0A sus rdenes, se'or.

017iene c%ampagne2

0S, se'or.

01&e cu$l205acionales e importados. %ampagne franc-s. "Pommery". Lo tenemos en 8rut y en

&emi sec.0+s para compartir con una dama.

Si es una dama distinguida, le sugiero 8rut. +l &emi sec se sire en %ile en todos losmatrimonios. 5o es tanD 0el %ombre se interrumpi.

0($ndeme un 8rut. Adentro de un balde con %ielo y todo eso.

0Por supuesto, se'or.

Se %undi en el lec%o matrimonial estirando los brazos y las piernas y se detuo enimpecable cielo raso. 7oda la pieza ola a nueo y el tr$fico de la ?ennedy llegaba a%ogado enun susurro eruditamente filtrado por los gruesos entanales. Sin cambiar su posicin digit en

el celular el nmero de su casa y le dijo a su esposa con prisa y autoridad, como molesto portener que %acerlo, que un enredo econmico lo retena en la oficina.

0n funcionario de confianza gir un c%eque no autorizado 0e!plic antes de colgar.

+l camarero trajo el balde con el c%ampagne, lo puso sobre la mesa de caoba y encendila l$mpara insinu$ndole a Salcedo que apreciara las finas, sutilsimas copas eleadas junto albalde de plata. Al darle la propina el botones quiso saber si abra la botella.

0Por ningn motio 0lo detuo Salcedo.

4acer saltar el corc%o del Pommery en presencia de la dama era algo estelar de supuesta en escena, un momento solemne en la intriga, slo apto para los %-roes de la %istoria.Por ningn motio iba a dilapidar ese instante con un mozo comn y silestre.

Ealtaban quince minutos y abriendo una botellita de %ias *egal del mismo bar la bebi

desde el gollete sin declinarla con agua o %ielo. 4undi la cabeza en el cuello, reconfortado porel certero efecto del alco%ol en su $nimo, e %izo estremecer su mandbula emitiendo un "brrr"%istrinico. &espu-s fue al ba'o a laarse las manos y la cara. ;tra ez trabaj el peine en la$spera mata de su cabello y al ponerlo de uelta en el bolsillo de la c%aqueta ensay frente alespejo algunas poses distinguidas tratando de encontrar aquella que m$s conendra a lapersonalidad de +rnesto (ac3enna. +ligi una, leemente sinergFenza, donde leantaba almismo tiempo la ceja y el labio derec%os.

"omo irnico", se dijo. omo m$s all$ de los %ec%os.

&iez minutos m$s tarde dispuso las luces. Los cenitales podan apagarse. +l lamparn delcentro, de todos modos fuera. 5ada de luz en los eladores.

La l$mpara de pie tena tres intensidades. La contuo en la menor y corri las cortinas%asta dejar enuelto el entanal en las ricas telas. 7rajo las manos %asta la superficie del

balde, las empap en su frialdad y luego alii con ellas sus mejillas ardientes.Al %undirlas despu-s en los bolsillos del pantaln para sacar los fsforos, comprob que

estaba e!citado. 4izo sonar la caja en su pu'o y retuo las ganas de fumar.

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Se qued junto a la puerta atento a los ruidos del pasillo y del ascensor que a%ora sedetena en el piso con un armonioso timbre. on la manilla entre los dedos, estudi elmecanismo del seguro. Presionando el cilindro la cerradura se bloqueaba, y si se pona elcabezal de la cadena en la ranura met$lica se eitara que alguien con llae pudiera entrardesde fuera.

;tra ez pudo orse la se'al del ascensor, luego sus placas abri-ndose muellemente, y en

seguida los inequocos pasos en direccin a la BCC.Salcedo respir %ondo al or el gong sobre su cabeza. Accion la manilla delicadamente,entreabri la puerta, y en ese espacio, semiclandestino, io pasar a la mujer con un atractiotraje de noc%e. &e inmediato cerr brusco la puerta y apoyando encima su espalda %undi elbotn, y con una r$pida maniobra insert la cadenilla en la ranura.

+lla mir desconcertada el amplio espacio y oli la ista al %ombre.

01&nde est$ +rnesto2

La oz de Salcedo son carrasposa.05o ino. +s decir, no pudo enir.

01Le pas algo2

Salcedo leant el brazo y mostr con su ndice la mesita y el c%ampagne junto a la

cortina crema.0+s necesario que %ablemos.

01>ui-n es usted20n admirador.

+lla fue r$pido %asta el ba'o, espi su interior, y luego reis el closet.01Por qu- cerr la puerta con cadena2

0Para que estemos tranquilos.

01>u- quiere2

0Ayudarla.05o creo que necesite ninguna ayuda.

0S necesita. +stamos frente a un caso de adulterio, 1no es cierto2La mujer %izo amago de aanzar %acia la puerta, pero luego se detuo, y oli junto al

entanal. Salcedo le indic que se sentara, puso el c%ampagne dentro de la serilleta ypresionando el corc%o lo %izo saltar con un estampido. Antes de escanciar en las copas, insisticon un gesto para que tomara asiento. +lla puso su cartera a los pies de la silla y se frot losmuslos bajo la minifalda.

01>u- quiere2 0dijo, cruzando las piernas.0Srase c%ampagne. +s franc-s.

05o me interesa.

0:amos, srase una copa.

La mujer prob un sorbo, pero ignor el gesto con que -l acerc su c%ampagneproponi-ndole que c%ocaran los cristales.

05o quiero que %aga nada que pueda perjudicar a +rnesto, 1comprende205o es mi $nimo perjudicar a nadie.

01>u- es lo que quiere entonces207omar un trago, c%arlar un poco.

Salcedo se afloj el nudo de la corbata y desprendi el botn del cuello. +stuo unmomento acarici$ndose la barbilla y puso algo m$s de lquido en su copa.

06o a usted la %e isto antes, se'ora.

01Antes2

04oy, sin ir m$s lejos.01&nde2

+n un restaurante. %ino. 4asta le puedo decir el men que pidi.

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on un pesta'eo apreci el impacto de esa informacin en la faz de ella. &ej crecer elsilencio y luego a'adi framente#

0amarones.

La mujer acerc el aso a sus labios y fue bebiendo lento su contenido %asta agotarlo. +l%ombre se apresur a rellen$rselo. +lla descruz las piernas, y se %undi en el peque'o silln,sacudiendo su cabellera.

01>u- es lo que quiere20(e cuesta decir lo que quiero.

0&inero.

+l %ombre le indic la copa rellena anim$ndola con un gesto de las cejas a que se %icieracargo de ella. +lla se mir las rodillas y decidi cubrirlas con la cartera que tom de los pies delsilln.

(e gustara que me dejara ir.

Puede irse cuando quiera.0La puerta est$ trabada.

sted sabe muy bien que no es eso lo que le impide irse.

01>u- entonces2+l doble adulterio, se'ora.

05o lo entiendo.

0sted, su marido. +rnesto, la mujer de +rnesto.+lla frot el cuero de la cartera, como si quisiera protegerse en ese adem$n.

01mo sabe todo esto2Salcedo mir los muslos de la mujer, luego su frente, y finalmente su cabello casta'o

ligeramente desordenado.0">uiero erte esta noc%e. 1Lo puedes arreglar2" 16 t2" "5o me importa nada. Si t

puedes, yo puedo", recit sin -nfasis. La tecnologa moderna, se'ora. aen diputadas,senadores, generales.


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+l %ombre %izo sonar una sonrisa golfa.

05o, porque es la admiracin lo que me muee. 5o el dinero.06 si no es c%antaje, 1cmo podra llamarlo2

Salcedo leant el labio y la ceja como +rnesto (ac3enna.

01n "trueque"2 0aentur.

:ino a su lado y con el dorso de la mano le acarici un pmulo. +lla leant altia susojos marrones enfrent$ndolo.

04ace muc%o calor 0dijo.Salcedo cogi entre sus dedos el botn superior de su blusa de seda y recorri con las

yemas su bree circunferencia cual si acariciara un pezn. +se acto le reel que el pec%o deella estaba conulso. +ntonces roz la parte superior de sus senos. +lla puso de sbito susmanos sobre las cejas, y luego se apret las sienes con un gesto que pareca representar unadescarga el-ctrica dentro de su cr$neo.

01>u- le pasa2 0pregunt Salcedo, abriendo el segundo botn, con la ista fija en losencajes del bree brassiere.

La mujer obser la mano que manipulaba el resto de los botones y dijo con oz d-bil#

0Soy una persona con tantos problemas. 6 a%ora esto.0:amos, tmelo como una aentura.07odo es tan complicado.

0+so mismo dijo en el tel-fono.

Salcedo desprendi el ganc%o del corpi'o permitiendo que ambas partes cayeran sobrelos senos. &ud entre acercar sus labios para morder un pezn o esperar. Se contuo.

0+sta tarde estue donde mi psiquiatra. (e encontr muy mal.

01Por qu-20Por mis arrebatos. (e dejo llear por mis impulsos. 4ay eces que no puedo

controlarme.01mo est$ tarde cuando se fue de golpe del restaurant sin serirse la comida2

017ambi-n sabe eso2

06 tambi-n s- que usted me gusta muc%o.

8aj la mano del pec%o y acarici su ientre por encima de la falda.

Abraz$ndola la condujo %asta la cama y la puso suaemente sobre la colc%a color crema.+l pelo se esparci y su rostro ulnerable qued an m$s e!puesto en la fr$gil luz que ceda lal$mpara de pie. uando Salcedo apro!im su boca busc$ndole los labios, ella se los neg conun gemido. +l moj entonces su lbulo derec%o con la lengua y luego cogi igorosamente subarbilla y la sostuo para asestarle un beso. +lla apret los labios y neg con la cabeza.

0Abre la boca 0le orden Salcedo, ronco.

+lla obedeci con las mejillas mojadas por un iolento llanto y el %ombre entr con su

lengua profundamente en su boca y lami su paladar. +lla oli a gemir, a%ogada, y quisodesprenderse empuj$ndolo de los %ombros, pero -l la contuo imponi-ndole todo su cuerpoencima. La mujer fingi que ceda, y cuando Salcedo afloj la presin pudo resbalar por debajode su tra! %asta caer del lec%o. Se puso de pie de un salto y al er el adem$n de -lofreci-ndole el brazo para oler a atraerla, retrocedi de espaldas.

05o quiero esto 0dijo agnica.

01>u- es lo que quieres entonces2 0pregunt Salcedo, leant$ndose.

La mujer calz temblando los botones de su blusa, y recorriendo con la ista la penumbrade la %abitacin, pareci buscar una respuesta en ese espacio. Absurdamente %izo un repetidomoimiento de negacin con el cuello y %undi la barbilla en sus manos entrelazadas. nabrisa condujo su atencin %acia la entana abierta, y entonces, con un impulso que le parecide una elocidad irreal se lanz al aco sin dar se'ales de su intencin, sin agregar una

palabra.Salcedo se sinti sbitamente petrificado, frgido en el %ielo y la liidez que le treparon

de los pies a la nuca. Pens "&ios mo", pero no tena sonidos en la garganta. Al turbulento

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tr$fico de la aenida, se sum a%ora el de una alarma en los pasillos del %otel, estridente ysincopada como la bocina de una bomba de incendios. *ecogi su c%aqueta cada en laalfombra y sin pon-rsela fue %asta la puerta de salida.

(ientras trataba de destrabar la cadena, oy sonar la campanilla del tel-fono celular.Leantando el seguro, Salcedo sali %acia el corredor con la firme decisin de dejar esta

ez la llamada sin respuesta.

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