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Tema 12.- EL ESPACIO Y LAS ACTIVIDADES AGRARIAS EN ESPAÑA.- Las actividades del sector agrario * extraen recursos de la naturaleza. En unos casos, de la tierra, como la agricultura, la ganadería y la explotación forestal. En otros, del mar, como la pesca. En España, como en el resto de países desarrollados, las actividades económicas del sector primario han ido perdiendo peso a favor de las de los otros sectores económicos. En el año 2005, estas actividades ocupaban al 5,25 de la población activa y aportaban el 3% de la riqueza. No obstante, el 43% de la superficie española está ocupada por una rica diversidad de paisajes agrarios. El espacio rural es el territorio no urbano de la superficie terrestre, e incluye el espacio agrario , formado por las tierras de cultivo, los pastos y los bosques, y otros usos instalados en el medio rural, como residencias principales o secundarias, industrias, vías de comunicación, espacios de ocio, etc. En los últimos tiempos estamos asistiendo a una mayor diversificación en los usos del suelo en el medio rural . El uso cinegético, la preservación de la naturaleza, el turismo rural y también la aparición de segundas residencias en urbanizaciones en zonas rurales y la creación de industrias para el desarrollo endógeno , hacen que el espacio rural, ahora más que nunca, no sea exclusivamente un espacio agrario. Las consecuencias de estos nuevos usos, por una parte, positivas, pues contribuyen a la recuperación de economías rurales, hasta ahora muy dependientes de lo agrario y alterar criterios de valoración de la tierra, que estaban solo en función de su calidad agraria. Pero, por otra, pueden tener también efectos negativos, como la degradación de los espacios naturales, o la competencia entre distintos usos por ciertos elementos (por ej, por el agua en las zonas donde coinciden usos agrarios y turísticos). Para potenciar los efectos positivos y evitar los negativos, son necesarios políticas de ordenación rural que armonicen los diversos usos. El espacio agrario tiene unos elementos que son los componentes visibles de los paisajes agrarios: las parcelas, los usos agrarios, el poblamiento y el hábitat rural. Todos ellos se explican por la influencia conjunta de los factores físicos y humanos . 1. Las parcelas *: son las divisiones más elementales del espacio agrario se encuentran bajo una sola linde. Así el espacio agrario queda organizado en parcelas, agrupadas estas en explotaciones agraria. Las parcelas pueden ser de distintos tipos: según su tamaño, grandes, medianas o pequeñas (latifundios* y minifundios*); según su forma, irregulares, propias de una ocupación espontánea del espacio, o regulares, típicas de ocupaciones organizadas o de concentraciones parcelarias*; y según sus límites, abiertas (openfield*), carentes de cierre físico, o cerradas (bocage*), rodeadas de setos, árboles o vallas. La explotación* es el conjunto de parcelas trabajadas por el mismo empresario agrario, aunque no estén contiguas, e independientemente de si son de su propiedad o no. En España las parcelas tienden a disminuir en número y a aumentar en superficie (concentración parcelaria*). En el año 2005, su dimensión media era de 23 hectáreas, aunque existían grandes contrastes de tamaño entre regiones. 2. Los usos del suelo : (ver en 12.3)

Tema 12 El Espacio Agrario

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Tema 12.- EL ESPACIO Y LAS ACTIVIDADES AGRARIAS EN ESPAÑA.-

Las actividades del sector agrario* extraen recursos de la naturaleza. En unos casos, de la

tierra, como la agricultura, la ganadería y la explotación forestal. En otros, del mar, como

la pesca.

En España, como en el resto de países desarrollados, las actividades económicas del sector

primario han ido perdiendo peso a favor de las de los otros sectores económicos. En el año

2005, estas actividades ocupaban al 5,25 de la población activa y aportaban el 3% de la

riqueza. No obstante, el 43% de la superficie española está ocupada por una rica diversidad

de paisajes agrarios.

El espacio rural es el territorio no urbano de la superficie terrestre, e incluye el espacio

agrario, formado por las tierras de cultivo, los pastos y los bosques, y otros usos

instalados en el medio rural, como residencias principales o secundarias, industrias, vías de

comunicación, espacios de ocio, etc.

En los últimos tiempos estamos asistiendo a una mayor diversificación en los usos del

suelo en el medio rural. El uso cinegético, la preservación de la naturaleza, el turismo

rural y también la aparición de segundas residencias en urbanizaciones en zonas rurales y

la creación de industrias para el desarrollo endógeno , hacen que el espacio rural, ahora

más que nunca, no sea exclusivamente un espacio agrario. Las consecuencias de estos

nuevos usos, por una parte, positivas, pues contribuyen a la recuperación de economías

rurales, hasta ahora muy dependientes de lo agrario y alterar criterios de valoración de la

tierra, que estaban solo en función de su calidad agraria. Pero, por otra, pueden tener

también efectos negativos, como la degradación de los espacios naturales, o la competencia

entre distintos usos por ciertos elementos (por ej, por el agua en las zonas donde coinciden

usos agrarios y turísticos). Para potenciar los efectos positivos y evitar los negativos, son

necesarios políticas de ordenación rural que armonicen los diversos usos.

El espacio agrario tiene unos elementos que son los componentes visibles de los paisajes

agrarios: las parcelas, los usos agrarios, el poblamiento y el hábitat rural. Todos ellos se

explican por la influencia conjunta de los factores físicos y humanos .

1. Las parcelas*: son las divisiones más elementales del espacio agrario se

encuentran bajo una sola linde. Así el espacio agrario queda organizado en parcelas,

agrupadas estas en explotaciones agraria. Las parcelas pueden ser de distintos

tipos: según su tamaño, grandes, medianas o pequeñas (latifundios* y minifundios*);

según su forma, irregulares, propias de una ocupación espontánea del espacio, o

regulares, típicas de ocupaciones organizadas o de concentraciones parcelarias*; y

según sus límites, abiertas (openfield*), carentes de cierre físico, o cerradas

(bocage*), rodeadas de setos, árboles o vallas. La explotación* es el conjunto de

parcelas trabajadas por el mismo empresario agrario, aunque no estén contiguas, e

independientemente de si son de su propiedad o no.

En España las parcelas tienden a disminuir en número y a aumentar en

superficie (concentración parcelaria*). En el año 2005, su dimensión

media era de 23 hectáreas, aunque existían grandes contrastes de

tamaño entre regiones.

2. Los usos del suelo: (ver en 12.3)

3. El poblamiento rural es el modo de distribución de la población en el espacio y

responde a tres modalidades: (ver poblamiento rural en power point)

1. Disperso*: las casas y los edificios se encuentran esparcidos y

rodeados por las tierras de labor. Pueden disponerse de forma

aislada o constituyendo pequeñas agrupaciones de casas. En España

predomina en la periferia, Baleares y Canarias.

2. Concentrado: las casas y los edificios se agrupan en un único pueblo

o aldea, separado de las tierras de labor. Es predominante en el

interior peninsular, en núcleos pequeños en el norte y grandes en el

sur.

3. Intercalar: formado por casas aisladas entre pueblos o aldeas.

4. El hábitat rural incluye las viviendas y edificaciones agrarias (graneros, establos,

bodegas, etc.). Podemos encontrar diversos modelos de casas en función de sus

materiales (piedra, barro, o madera) y de su plano (casa bloque integrada por

diversas dependencias bajo el mismo techo; o casa compuesta, formada por varios

edificios en torno a un patio).

12.1- Los condicionantes físicos de los espacios agrario españoles: clima, relieve y suelo.-

El espacio agrario (formado por las tierras de cultivo, los pastos y los bosques) del planeta

engloba una gran diversidad de paisajes agrarios. Estos proceden de la transformación del

medio natural por las actividades agrícolas, ganaderas y forestales. Son, por lo tanto,

paisajes humanizados, resultado de la combinación del medio físico y de las actuaciones

humanas.

Así, los paisajes agrarios están condicionados por unos factores físicos que explican las

aptitudes favorables o desfavorables de una zona para las actividades agrarias y por unos

factores humanos que son los responsables de los distintos usos del espacio agrario.

FACTORES FÍSICOS:

o El relieve.- Los relieves montañosos condicionan la actividad agraria de

varias formas:

1. La altitud modifica las temperaturas, que disminuyen 0,6º C cada

100 metros de ascenso, y las precipitaciones, que aumentan hasta

cierta altura.

2. La orientación de las laderas influye sobre las plantas cultivadas:

las solanas*, o vertientes orientadas al sol, son más cálidas que las

umbrías; y las vertientes de barlovento, u orientadas a los vientos

dominantes, son más húmedas que las de sotavento.

3. Las pendientes y desniveles provocan la erosión del suelo fértil,

condicionan las labores agrarias y dificultan la mecanización.

Por todo ello, los relieves llanos y los fondos de los valles son, en

general, las zonas más favorables para las actividades agrarias.

o El clima.- Influye en las posibilidades de desarrollo de las plantas a través

de la insolación, las temperaturas, las precipitaciones y el viento.

1. Las horas de sol o insolación, las temperaturas y las

precipitaciones que exige cada planta son diferentes. Además, la

agricultura es imposible en zonas con temperaturas extremas y en

zonas muy secas.

2. Los vientos suaves favorecen los cultivos, porque evitan las heladas,

dispersan las nieblas y fortalecen los tallos; en cambio, los vientos

violentos arrancan las flores y los frutos y erosionan el suelo.

o El agua dulce, superficial o subterránea, mejora el rendimiento agrario

mediante el regadío.

o La vegetación natural puede mejorar el suelo, aportándole humus, o

empeorarlo en el caso de ciertas especies. Además, algunas formaciones

vegetales, como las herbáceas, son fundamentales para determinadas

actividades agrarias, como la ganadería. Por otra parte, la deforestación

suele resultar perjudicial, pues favorece la erosión del suelo.

o La fauna puede dañar a los cultivos y al ganado, provocando plagas y

destruyendo las cosechas, o beneficiarlos, facilitando la polinización y

aportando humus al suelo.

o El suelo aporta los nutrientes necesarios para las plantas, de ahí que sus

características condicionen notablemente los cultivos. Su fertilidad

depende de su espesor (los suelos profundos de los valles son más fértiles

que los delgados de las vertientes montañosas); del grosos de sus

componentes (que influyen en su aireación y capacidad de retención del

agua); y de su grado de acidez o de basicidad (los suelos excesivamente

ácidos o básicos son tóxicos para las plantas).

En España, los factores físicos resultan, en general, poco favorables para la

actividad agraria. El relieve presenta elevada altitud media y fuertes

pendientes; el clima se caracteriza, en gran parte del territorio, por

precipitaciones escasas e irregulares y temperaturas extremas, con heladas

o con olas de calos, y los suelos son de calidad mediocre.

12.2.- Los condicionantes humanos: históricos, socioeconómicos, políticos y técnicos.-

12.2.1- Condicionantes históricos.-

En cada época el espacio agrario ha sufrido transformaciones. Así los romanos

introdujeron la trilogía mediterránea y la gran explotación, los musulmanes

concedieron gran importancia al regadío y a la producción de frutas y hortalizas; la

reconquista y repoblación cristianas revitalizaron la ganadería y crearon un sistema

de posesión de la tierra que tuvo plena vigencia hasta mediados del siglo XIX y que

fue, además el responsable de las grandísimas desigualdades de las sociedades

pasadas y la base de la consideración de la tierra como problema

12.2.2.- Condicionantes socioeconómicos.-

Dependiendo de si da una agricultura de subsistencia*, que produce solo para

cubrir las necesidades y no comercializa los productos o una agricultura de

mercado con técnicas modernas y una producción orientada a la comercialización.

12.2.3.- Condicionantes políticos.-

Las políticas de los estados influyen en los paisajes agrarios con medidas como la

fijación de los precios; el fomento o desincentivación de ciertas producciones,

mediante la concesión de ayudas; el impulso de la formación y de la investigación;

las políticas de colonización de tierras; los planes de regadío; las concentraciones

parcelarias*, las reformas agrarias (actuaciones políticas encaminadas a mejorar la

distribución de la propiedad de la tierra, para hacerla más justa socialmente y más

productiva), y las políticas de desarrollo rural.

La política agraria, es decir, la intervención de las administraciones públicas, tanto

autonómicas como nacionales y comunitarias, en el sector agrario, se ha convertido

en nuestros días en un factor de primer orden en la estructuración y ordenación del

campo español. La intervención estatal o política agraria se ha manifestado en el

paisaje agrario español en tres aspectos:

o la ampliación de la superficie regada (Plan Badajoz = programa de

colonización comarcal llevado a cabo por el INC (Instituto Nacional de

Colonización)

o la concentración parcelaria encaminada a disminuir la excesiva atomización

en parcelas de las explotaciones agrarias (se asignaba a cada propietario

todas sus parcelas, o la mayor parte de ellas, bajo la misma linde; la

agrupación de parcelas en un mismo lugar hizo posible un aumento de la

mecanización y una explotación más racional)

o la reforestación o repoblación forestal

Hoy las actividades agrarias españolas están condicionadas fundamentalmente por la PAC

(Política Agraria Comunitaria).

12.2.4.- Condicionantes tecnológicos.-

El grado de evolución técnica de una sociedad influye en muchos aspectos de la

actividad agraria. Los más importantes son:

o Los útiles agrícolas usados por los agricultores. Pueden ser tradicionales

(azada, hoz, arado) o modernos (tractores, cosechadoras, abonos químicos,

fitosanitarios…)

o Las especies vegetales y animales pueden ser tradicionales o seleccionadas

y alteradas genéticamente (transgénicos*) para producir más.

o La modificación de las condiciones naturales para compensar las

condiciones naturales adversas. Los agricultores desarrollan prácticas

variadas tanto tradicionales como modernas:

Prácticas tradicionales como la construcción de terrazas o

rellanos horizontales que se adaptan al relieve; el refugio de

los animales en establos; el uso de abonos para aumentar la

fertilidad del suelo; el regadío, que aporta agua

suplementaria a las plantas; y el barbecho* o reposo de la

tierra para aumentar su fertilidad.

Prácticas modernas, como los cultivos hidrópónicos* , el uso

de productos fitosanitarios, invernaderos, enareanados….

El esfuerzo del campesinado y la evolución técnica han permitido que los cultivos se

extiendan a lugares donde las condiciones naturales dificultan la agricultura,

modificando así las condiciones impuestas por el medio.

En los años 60 se produjo en España la llamada cisisis de la agricultura tradicional. La aplicación de los avances tecnológicos y científicos (mecanización, abonos y

fertilizantes, selección de semillas y razas ganaderas, modernización de los

sistemas de riegos...) es uno de los factores que más ha contribuido al aumento de

los rendimientos y de la productividad agrarias.

Hoy los factores humanos que determinan los paisajes agrarios españoles son:

La población activa es escasa (5,3% en 2005) y se

encuentra envejecida, como consecuencia del éxodo rural.

La tecnología agraria se ha modernizado con el uso de

maquinaria, fertilizantes, semillas y razas ganaderas

seleccionadas.

El tamaño de la propiedad agraria presenta fuertes

contrastes entre grandes y pequeñas propiedades, siendo

escasas las de tamaño medio. Más del 75% son trabajadas

directamente por el propietario.

La producción agraria se especializa en la producción de un

producto en cada región; tiende a intensificarse gracias al

empleo de mejores técnicas, y se orienta a la venta de los

productos en el mercado.

12.3.- La estructura agraria: regímenes de propiedad, tenencia y explotación de la

tierra.-

La estructura agraria es el conjunto de condiciones jurídicas y agrícolas que condicionan

el paisaje agrario, e incluye el régimen de propiedad, regímenes de tenencia de la tierra

y morfología agraria

1. La morfología agraria es el conjunto de aspectos externos que definen un paisaje

agrario y viene determinado por los elementos de éste, como las parcelas, sus

límites y el hábitat. En España, el tamaño de la propiedad ha aumentado por la

disminución del nº de pequeños propietarios; pero todavía se caracteriza por el

predominio de valores extremos y por la escasez de propiedades de tamaño medio.

El régimen de propiedad dominante en España acusa una notable dualidad: un nº muy

elevado de pequeños propietarios que posee poca tierra y, en el otro extremo, un

reducido nº de grandes propietarios que concentra mucha tierra. Así, los dueños de

menos de 5 hc, que representan más de la mitad de los propietarios que existen en

España, sólo poseen 1/10 parte del territorio, mientras que los que tienen más de

1000 hc, concentran la mitad de la superficie. A este problema estructural se

añade la extraordinaria fragmentación de la tierra en multitud de parcelas, que es

un inconveniente para la explotación. La propiedad pequeña es dominante en la

mitad septentrional, en el Levante y en la franja mediterránea; las grandes fincas

tienen, en cambio, una mayor implantación en el sur, particularmente en

Extremadura, C-M y Andalucía occidental. La pequeña propiedad se ha identificado

tradicionalmente con minifundio* y la gran propiedad con latifundio*. Sin embargo,

las grandes explotaciones modernas no son latifundios ya que éstos

tradicionalmente han supuesto absentismo del propietario, cultivo extensivo, bajos

rendimientos y gran nº de jornaleros con grave paro estacional y analfabetismo.

Algunos latifundios se han convertido hoy en empresas capitalistas.

2. El régimen de propiedad se refiere al dueño legal de la tierra. La propiedad

privada otorga al dueño todos los derechos sobre la tierra, ya sea este un individuo,

una cooperativa o una sociedad empresarial. La propiedad colectiva pertenece a una

comunidad.

3. El régimen de tenencia de la tierra alude a la persona que trabaja la tierra. En la

tenencia directa, el propietario explota la tierra personalmente, o contrata a

asalariados. En la tenencia indirecta, el propietario cede la tierra a otra persona

para que la trabaje en arrendamiento (a cambio de un pago prefijado en dinero) o

en aparcería* ( a cambio de un porcentaje de la producción). Hoy se tiende al

incremento de la explotación directa, al mantenimiento del arrendamiento y a la

drástica reducción de la aparcería.

5. Explotación de la tierra: usos del suelo estos pueden ser agrícolas, ganaderos y

forestales. La superficie agrícola utilizada (SAU = comprende las superficies

cultivadas o en barbecho, 3/4partes, y las tierras ocupadas por praderas y pastos,

¼ parte) en España asciende a casi 21 millones de hectáreas, lo que representa el

51% de la superficie nacional. Las zonas forestales representan el 32% y el 17%

restante se destina a otros usos.

o Uso agrícola. La agricultura es la actividad agraria dedicada al cultivo de

vegetales. Proporciona productos alimenticios, forrajeros* o industriales*,

según se destinen al consumo (humano o animal) o a la transformación

industrial. Los sistemas de cultivo son las técnicas utilizadas por los

agricultores para obtener los productos agrícolas, y varían de acuerdo con

los siguientes aspectos:

1. La variedad de cultivo. Se habla de monocultivo* cuando las

parcelas se dedican a un solo tipo de cultivo, y de policultivo cuando

se dedican a varios.

2. El agua que reciben las plantas. Permite diferenciar entre cultivos

de secano, si reciben exclusivamente el agua de lluvia, o de regadío,

si el agricultor les aporta agua adicional, procedente de ríos, pozos

o fuentes. La utilización de regadío alcanza su máxima intensidad en

las áreas litorales de la Comunidad Valenciana, región de Murcia y

litoral andaluz, representando el 16% del conjunto de las tierras

labradas.

3. El modo de ocupación del suelo. Puede consistir en el cultivo

continuo de la tierra, sin dejarla descansar; o en la rotación o

sucesión regular de los cultivos en las parcelas. La rotación puede

ser con barbecho* o continua, es decir, alternando cultivos que

desgastan más o menos el suelo, sin usar el barbecho.

4. El aprovechamiento de la tierra. La agricultura, en este caso,

puede ser intensiva* (obtiene altos rendimientos) o extensiva*, en

caso contrario.

o Los usos ganaderos. La ganadería es la actividad agraria dedicada a la cría

de animales. Proporciona alimentos y materias primas para la industria –

carne, leche, cuero, lana, huevos, abono – y, en algunos casos aporta fuerza

de trabajo. Los sistemas ganaderos son las técnicas utilizadas por los

ganaderos en la cría de animales. Estos pueden ser:

1. Ganadería nómada: los pastores se desplazan continuamente con

sus rebaños en busca de pastos. Es propia de zonas secas.

2. Ganadadería trashumante*: los pastores se desplazan

estacionalmente entre los pastos de invierno, de llanuras y valles, y

los pastos de verano de las montañas.

3. Ganadería extensiva: el ganado pasta al aire libre en prados y

pastizales, por lo que requiere escasas inversiones en mano de obra

y capital.

4. Ganadería intensiva: el ganado se encuentra estabulado y se

alimenta, total o parcialmente, con piensos. Este sistema exige

inversiones en instalaciones, selección de razas, tecnología... Los

rendimientos obtenidos son altos.

5. Ganadería mixta: los animales combinan la vida y la alimentación al

aire libre y en el establo.

o Usos forestales. La explotación forestal es la actividad agraria dedicada

al aprovechamiento del bosque. Proporciona madera para muebles y

construcción, leña para cocinas y calefacciones, resina, corcho, caucho,

pasta de papel, productos farmacéuticos y de perfumerías, frutos y caza.

La silvicultura* es el cultivo de los bosques o montes con el fin de evitar la

degradación o sobreexplotación de los bosques naturales.

Las transformaciones en la estructura agrícola han llevado a la crisis de la agricultura tradicional* y la aparición de la agricultura moderna. Estos cambios pueden resumirse en:

1. especialización en aquellos productos que se dan mejor en cada región;

2. tecnificación:

o mecanización y consecuente reducción de la población ocupada agraria ( en

1900, + de 2/3 de la población activa se empleaba en el sector primario en

1960 había 4 millones y medio de personas dedicadas a las actividades

agrarias; en la actualidad sólo unas 900.000 (8%), de las cuales el 30% tiene

+ de 50 años)

o aumento de la producción (se ha multiplicado por 10 respecto a las cifras de

1970) aunque el % en el PIB tiende a disminuir (4%)

o la > parte del trabajo agrícola se realiza en las explotaciones familiares,

mientras que el empleo asalariado (fijo o temporal) representa sólo el 25%

del total

o consumo de pesticidas y fertilizantes

o aumento de los regadíos gracias, en parte, a la red de embalses selección de

semillas y cultivos transgénicos (manipulados genéticamente para hacerlos +

resistentes a la sequía, a las heladas, a las plagas, etc.)

o nuevas técnicas como el acolchado, el enarenado, invernaderos y cultivos

hidropónicos. En los últimos años ha surgido una Nueva agricultura o

agricultura de plásticos. Se trata de una horticultura intensiva cuyo

objetivo es la producción extratemprana y los elevados rendimientos, para

ello necesita una fuerte capitalización y su producción se destina

principalmente a la exportación. La localización de esta Nueva Agricultura

es el litoral andaluz (Almería y Huelva) y Comunidad Valenciana.

o la agricultura intensiva gana peso respecto a la extensiva gracias a la

ampliación del regadío y a la disminución del barbecho* ( consiste en dejar

descansar la T un tiempo variable, durante el cual hay que romper la costra

superficial del terreno para que recoja mejor el agua de lluvia y destruir las

malas hierbas, que a su vez sirven de abono al suelo.

12.4.- La Política Agraria Comunitaria (P.A.C.) en cultivos, ganadería y espacios

forestales).-

La PAC es la Política Agraria Común de los países que forman parte de la Unión Europea. Los

fines para los que se ha creado son armonizar las políticas agrarias de los países

miembros y combatir los problemas agrarios.

Los problemas de las actividades agrarias española y europea son:

1. El despoblamiento de las áreas rurales. Este despoblamiento se debe a que, en

general, las actividades agrarias proporcionan menos ingresos y más inestables que

los de los otros dos sectores económicos, y a que el nivel de vida y el bienestar

suelen ser más bajos, debido a las carencias de infraestructuras y servicios. Para

solucionar este problema la Unión Europea ha impulsado unas políticas de

desarrollo rural que pretenden frenar el despoblamiento de las áreas agrarias más

atrasadas, con el fin de conservar paisajes agrarios tradicionales de gran valor

cultural y de evitar el deterioro medioambiental. Para ello adoptan medidas

dirigidas a mejorar el nivel de vida de la población rural, como la introducción de

nuevas actividades (industrias endógenas*, turismo rural) y la mejora de las

comunicaciones, servicios y equipamientos.

2. La existencia de excedentes de algunos productos como cereales, vino, leche o

carne de vacuno, debido a la intensificación de la producción-. Estos productos

deben venderse en el mercado internacional a precios bajos para poder competir

con los precios de otros países más baratos, lo que ocasiona importantes pérdidas

económicas. La PAC pretende establecer unos precios justos para agricultores y

consumidores, fijando unos topes máximos y mínimos para cada producto y

consiguiendo una agricultura competitiva, disminuyendo los excedentes de

producción.

3. Las actividades agrarias deterioran el medio ambiente por la intensificación de la

producción y por el empleo de productos químicos para el cultivo. La PAC pretende

logar una agricultura sostenible, capaz de mantener a la población en el espacio

rural y de preservar el medio ambiente.

4. Existen prácticas agrarias en el cultivo y en la ganadería que repercuten

negativamente en la salud de las personas y en la calidad de los alimentos. Para

ello la PAC destina fondos para impulsar la agricultura ecológica y el cumplimiento

de las normas medioambientales.