Tema 18 La Escuela de Frankfurt

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Filosofia

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LA ESCUELA DE FRANKFURT (CONTINUACIN)

Tema 18: la escuela de Frankfurt

TEMA 18LA ESCUELA DE FRANKFURT

Contexto histrico: el siglo XX corto (1914-1989)

El siglo XX en la filosofa y la escuela de Frankfurt.

Distincin entre teora tradicional y crtica.

La crtica al proyecto ilustrado.

La crtica al marxismo.

La crtica al neocapitalismo.

La propuesta: la tica del discurso.

1. CONTEXTO HISTRICO: EL SIGLO XX CORTO (1914-1989)1Este es el nombre que un famoso historiador, Eric Hobsbawn, ha dado al siglo XX con esa peculiar cronologa, como el siglo de las ideologas polticas y la era de los extremos.

Al ser la escuela de Frankfurt un movimiento que se perpeta desde su fundacin en 1923 hasta nuestros das, va a atravesar dos perodos bien diferenciados, que van a marcar su investigacin:El periodo de Entreguerras (1919-1939), marcado por la crisis de la democracia liberal y el ascenso del totalitarismo (fascista o comunista)

La poca de la Guerra Fra (1945-1990), marcada por la aparicin de los dos grandes bloques ideolgicos de poder y el ascenso del Estado del Bienestar en Europa occidental.

Los orgenes de la Escuela de Frankfurt se remontan a las contradicciones en las que se somete Europa y especialmente Alemania tras la I Guerra Mundial, con el advenimiento, tras la abdicacin del kaiser Guillermo II, de la repblica de Weimar. La guerra deja al descubierto las limitaciones de las democracias occidentales y el capitalismo tradicional, y una oleada revolucionaria sacude toda Europa triunfando en la Unin Sovitica. El final de la guerra supone tambin el final de los viejos imperios centrales (Alemania y el Imperio Austrohngaro): en su lugar aparecen multitud de pases en Centroeuropa con un nacionalismo exacerbado. A pesar de la pausa que suponen los aos veinte para Alemania, el crack de 1929 reabre las heridas de un capitalismo descontrolado que condena al paro a la cuarta parte de la poblacin alemana. La incapacidad de la repblica de Weimar para solucionar la crisis econmica conduce al triunfo del nazismo de Hitler en 1933 y la consiguiente abolicin de la democracia en Alemania y su conversin en un estado totalitario. Al igual que en la Unin Sovitica, las libertades y derechos individuales son abolidos, se impone el culto a la personalidad y al estado, y en el caso del nazismo se extienden teoras raciales que van a condenar al pueblo judo a su persecucin y casi exterminio (el Holocausto judo). En este ambiente, la escuela de Frankfurt, muy crtica con el totalitarismo, parte al exilio obligado hacia Francia primero y luego Estados Unidos, donde van a continuar su obra.Tras la II Guerra Mundial y la cada de los estados totalitarios, los pases vencedores (Estados Unidos y la URSS) se ensalzan en lderes de dos grandes bloques ideolgicos y polticos, el bloque occidental, representado por la democracia liberal y el capitalismo, y el bloque comunista. Estos dos bloques inician una poltica de tensin extrema sin llegar al enfrentamiento que ser denominado como Guerra Fra y que se prolonga hasta los aos ochenta. Esta poca confirma la aparicin en el bloque occidental de un capitalismo atemperado por la accin del estado (el Keynesianismo), y la asignacin de unos derechos sociales bsicos para todos los ciudadanos que van a culminar en la construccin del estado del bienestar. Esto va a propiciar una sociedad marcada por la opulencia y el consumo de masas que tiene su edad de oro entre los aos cincuenta y la crisis del petrleo en 1973. Durante estos aos se refuerza el papel del estado como controlador de la vida social, econmica y poltica de todos los pases occidentales, y se inicia una actitud crtica contra ese estado paternalista y controlador, por un lado, la sociedad de consumo, por otro, y por ltimo una crtica a toda la autoridad tradicional que an perviva tras la II Guerra Mundial en la familia, la educacin o las diferencias de gnero. Todo esto condujo en los aos sesenta al surgimiento de una contracultura, de carcter eminentemente estudiantil, juvenil y occidental: la generacin del baby boom, que no ha vivido la II Guerra Mundial, hija de la opulencia occidental, se rebela continuamente durante la dcada siendo los ms conocidos los sucesos de mayo del 68, promovidos desde las facultades de humanidades de Pars (Nanterre), y convirtindose en un movimiento de carcter revolucionario aunque no en sentido puramente poltico sino ms bien social y cultural, y con un componente fuertemente libertario. La escuela de Frankfurt, y especialmente la obra de Herbert Marcuse, desde Estados Unidos, actu en muchas ocasiones como inspiradora de estas rebeliones estudiantilesLas circunstancias iran modificndose en la dcada de los setenta, con la crisis del petrleo y el paulatino aumento del paro en todos los pases occidentales, hasta finalmente, la cada de los regmenes comunistas en los aos ochenta y la entrada en un capitalismo mucho ms agresivo y menos regulado del que se vivi en las dcadas anteriores. Aqu entraran las obras de una nueva generacin de filsofos y socilogos, encabezados por Habermas, que reconduciran la escuela de Frankfurt hacia la teora de la democracia, la crisis social del estado del bienestar o los problemas de la globalizacin.

El siglo XX en la filosofa y la escuela de Frankfurt.

Despus de Nietzsche, la filosofa se tiende a hacer mucho ms compleja y acadmica: comienza a desarrollarse en las universidades y vinculados con centros de investigacin. Nietzsche es quizs el ltimo gran filsofo que hace filosofa al margen de esas universidades. Esto conduce a una mayor especializacin y a la aparicin de diferentes escuelas de pensamiento que podemos considerar divididas en dos grandes grupos, siguiendo un criterio casi geogrfico:

a) La filosofa anglosajona, heredera del empirismo y de la ciencia del siglo XIX, y que va a tener en el neopositivismo y la filosofa analtica sus principales valederos. Sus preocupaciones van a estar vinculadas con la justificacin de la ciencia, la lgica y el lenguaje. Dentro de estas escuelas sobresalen autores como Russell, Wittgenstein, o K.R.Popper. b) La filosofa continental, alemana y francesa especialmente, ms especulativa y humanista, que cuenta con la fenomenologa, la hermenutica, el existencialismo y la escuela de Frankfurt como corrientes primordiales. Autores como Husserl, Heiddeger o Sartre, entre otros muchos, van a pertenecer a esta corriente.

Para nuestro inters, conviene recordar que la escuela de Frankfurt es de origen alemn: tiene su inicio en torno al Instituto de investigacin social de la universidad de Frankfurt de Meno, gracias a los esfuerzos de Max Horkheimer en los aos veinte y con el paso del tiempo va a agrupar a un creciente nmero de filsofos y socilogos que se prolonga hasta nuestros das. Si histricamente su investigacin est vinculada con las contradicciones del capitalismo avanzado o postindustrial y la emergencia de los estados totalitarios del siglo XX, filosficamente estn vinculados especialmente a la tradicin marxista y hegeliana que se proyecta desde el siglo anterior. Pero estos seguidores de Marx no van a pertenecer a la ortodoxia comunista ni ninguna cosa parecida: antes bien, ponen en el punto de mira de sus crticas tanto el capitalismo y el fascismo como el comunismo de la poca. Por otra parte, las influencias que reciben son muchas y variadas: el psicoanlisis de Freud, la pragmtica y la lingstica, la teora social de Max Weber o la sociologa del conocimiento de Mannheim, y sus intereses, igualmente, son muy dispares, afectando a la psicologa, la teora poltica, la economa o la filosofa. Como decamos, la escuela de Frankfurt es un trmino genrico, compuesto por un gran nmero de miembros que no siempre estn en una misma lnea de investigacin, y que se prolongan a lo largo de todo el siglo hasta nuestros das:La primera generacin de esta escuela se corresponde con sus fundadores: Adorno, Horkheimer, Herbert Marcuse y Walter Benjamin. Estn marcados sobre todo por la crtica al positivismo, los intereses ocultos de la tcnica y la crtica a los estados totalitarios, marxistas y fascistas. Con la llegada de Hitler tuvieron que exiliarse a Estados Unidos, para desde all continuar sus investigaciones. Fueron protagonistas, sobre todo Marcuse, de las rebeliones estudiantiles de los aos sesenta.

La segunda generacin se prolonga desde 1960 hasta nuestros das, y tiene a Habermas, K.O. Appel, Claus Offe y Ulrich Beck. Sus planteamientos estn orientados hacia la teora de la democracia contempornea (Habermas, tica del discurso), el anlisis de la crisis del estado del bienestar (Offe) y las sociedades del riesgo y la globalizacin (Beck). En nuestro pas esta corriente tiene una fuerza considerable, hasta el punto que la asignatura de tica viene a estar fuertemente mediada por sus teoras de la democracia.

2. DISTINCIN ENTRE TEORA TRADICIONAL Y TEORA CRTICA.La escuela de Frankfurt se denomina as misma como teora crtica y ya deja claro con ese ttulo que sus pretensiones no van a ser las mismas que las del resto de teoras filosficas y cientficas. Cuando hablamos de teora tradicional, la escuela de Frankfurt hace referencia a la forma como se ha construido el pensamiento cientfico y tcnico a lo largo de la Edad Moderna, especialmente a partir de Descartes, pero tambin a las teoras vinculadas con las ciencias sociales, la psicologa, la poltica, la sociologa y la economa, que han emergido en el siglo XIX siguiendo el modelo del positivismo y las ciencias naturales. Estas teoras han cometido una serie de errores en su desarrollo: han sido excesivamente abstractas y alejadas del contexto histrico cultural que las ve nacer. La ciencia se ha credo siempre dentro de un desarrollo completamente independiente del contexto en el que surge.

Se han credo supuestamente objetivas. Segn Max Weber2Socilogo alemn (+1920), fundador de la llamada sociologa comprensiva y uno de los padres clsicos de la sociologa, junto a Comte, Marx o Durkheim. Con l la sociologa llega al status de ciencia.

, las ciencias sociales son neutrales, estn basadas en juicios de hecho (juicios objetivos, descriptivos) y nunca usa juicios de valor (juicios subjetivos, normativos, interpretativos).

Por ltimo las teoras tradicionales han estado alejadas de una praxis, de una puesta en prctica: describen cmo es la realidad, pero no intentan transformarla. Para ellos la tica y la moral no tiene nada que ver con la investigacin cientfica: son mbitos separados.

Frente a esto la teora crtica defiende:La historicidad de cualquier teora cientfica o social, siguiendo las tesis de Hegel y Marx. Ningn descubrimiento se puede explicar sin el contexto histrico que lo explica, especialmente el socioeconmico.

Tiene un componente de desenmascaramiento: Toda teora tradicional tienen una carga ideolgica, y la teora crtica debe intentar descubrir los intereses ocultos que pueden manifestar. Todas ellas estn sometidas a relaciones de poder que pueden influir en esas ciencias, es decir, pueden encubrir los intereses de una clase social o sobre todo para la Escuela de Frankfurt, las ineficiencias o exigencias de un sistema impersonal (como el estado o el capitalismo).

c) Toda teora crtica que se precie debe tener un componente emancipativo, de liberacin, y que por lo tanto no se quede en una mera exposicin terica (importancia de la praxis). Esto quiere decir que la teora crtica tiene el deber de actuar en nombre de la reforma y mejoramiento de una sociedad determinada, y no ofrecer meramente una descripcin poco implicada y distante.

El anlisis de la Escuela de Frankfurt va a estar por tanto muy comprometido con estos apartados anteriores. Va a hacer una revisin crtica de toda la cultura occidental, la poltica y la sociedad y va a intentar mejorarla con sus aportaciones.

3. LA CRTICA AL PROYECTO ILUSTRADO.La Escuela de Frankfurt tiene una pregunta muy concreta: Cmo fue posible que de la sociedad ilustrada y liberal del siglo XIX salieran en el siglo siguiente monstruos como el totalitarismo de Stalin y Hitler o la bomba atmica? Para explicar esto, y a la hora de analizar la crisis de la sociedad post-industrial contempornea (es decir, la sociedad del siglo XX hasta nuestros das), van a focalizar su anlisis en las deficiencias de aquel proyecto histrico que marc el inicio y las caractersticas de nuestra sociedad: el proyecto de la Ilustracin, que empap la cultura europea durante los siglos XVIII (Kant) y XIX (positivismo, Comte, Marx). Este es el tema fundamental de la obra conjunta de Max Horkheimer y T. Adorno, La Dialctica de la Ilustracin, y una de las ms importantes en la trayectoria de la escuela.

Tradicionalmente consideramos a Kant y los ilustrados como los forjadores de un proyecto de emancipacin para los individuos europeos, de garantizarles su libertad desde la adquisicin de su autonoma. En nombre de la razn se luch contra la intolerancia, la supersticin y la opresin de los tutores sobre los menores de edad. Junto a esta lucha por las libertades de los hombres, se hizo necesaria tambin la dominacin y sometimiento de la naturaleza a los fines e intereses de los hombres, para conseguir un mayor bienestar de la sociedad: la tcnica y la ciencia se pusieron al servicio de la razn ilustrada (Francis Bacon, siglo XVII).

Sin embargo, detrs de este proyecto existan otras fuerzas que conduciran a los hombres a otro tipo de opresin. Esas fuerzas se centraban bsicamente en la confianza que tenan los ilustrados en el progreso de la ciencia y de la tcnica que segn ellos conduciran a los hombres a una mayor cota de libertad y bienestar. Pero en el siglo XIX, con la Revolucin Industrial, se observa claramente que esa ciencia se convierte en una tcnica al servicio de un sistema socio-econmico, en el que prima la obtencin de un beneficio individual o una gestin eficaz, independientemente de los fines para los que valgan, y en el que los propios individuos se pueden convertir en meros medios tcnicos para conseguir un objetivo. Pensemos que, por ejemplo, que Einstein se sentira traicionado cuando todos sus esfuerzos en el campo de la fsica se pusieron en manos de cientficos americanos para construir la bomba atmica. Ante esta triste perspectiva, la razn ilustrada ha perdido su componente emancipativo, crtico y liberador, y se queda meramente en perpetuador de lo establecido, en este caso, del capitalismo y los intereses particulares del estado. Por detrs de esta ciencia que se ha olvidado de los hombres, existe lo que se denomina la hegemona de una razn instrumental. Ese uso de la razn se plantea los medios para conseguir algo de la forma ms eficiente posible, sin plantearnos o dejando en puntos suspensivos cualquier tipo de consecuencia tica que pueda existir (una ametralladora, cmaras de gas, la bomba H). Estos avances tcnicos son todos grandes esfuerzos de la razn humana, pero son destructivos porque han perdido por completo cualquier referencia a un mundo tico y no se preocupa en absoluto por sus consecuencias para la humanidad. En definitiva, a los tipos de alienacin propuestos por Marx se aaden ahora la alienacin producida por la hegemona de la tcnica, cuyos fines no se cuestionan y del que se desconocen sus intereses ocultos o impersonales. De esta forma, el ser humano se ha convertido en parte de la naturaleza que entra dentro del dominio de la impersonal razn instrumental. La razn instrumental serva para dominar la naturaleza: ahora el hombre forma parte de esa misma naturaleza dominada y eso genera la ltima forma de alienacin conocida. Las consecuencias de todo esto son una progresiva deshumanizacin de las sociedades desarrolladas en las que el individuo se convierte en un engranaje ms del sistema -el estado totalitario o la economa capitalista- y sometido a los criterios de la eficacia econmica y la razn instrumental: en manos del estado nos convertimos en unos meros nmeros (el N.I.F.) donde se acumulan todos nuestros datos personales, para los economistas somos una mera fuerza de consumo, un determinado salario. Es preciso segn esta escuela preguntarnos por los fines, el componente tico que deberan tener muchas de las acciones humanas (razn prctica o emancipativa).

4. La crtica al totalitarismo.Esta crtica aparece a lo largo de todos los autores de la escuela y es consecuencia directa de lo dicho anteriormente. La Escuela de Frankfurt vive directamente el drama de la Alemania nazi y obliga a sus representantes al exilio. Sin embargo, el concepto totalitarismo que usa la teora crtica rebasa con mucho el significado histrico del trmino. Los estados tecnocrticos, ya sean fascistas, capitalistas, democrticos o comunistas, tienden a acumular un poder desmesurado a travs de sus administraciones de tcnicos y burcratas. Para la Escuela de Frankfurt, estos estados, movidos por intereses e ideologas determinadas, imponen medidas homogeneizantes a todos los miembros de una sociedad. Esos fines globales ya sea los derechos universales que persigue un estado del bienestar, una utopa racial en un sistema fascista, o la igualdad radical en un sistema comunista-, se aplican sobre individuos a los que se les trata bajo un mismo patrn. Todos los rasgos individuales de las personas desaparecen o no son tomados en cuenta bajo estas burocracias que solo buscan una gestin eficaz de acuerdo con los fines que desean alcanzar (otra vez, la aplicacin de la racionalidad instrumental mencionada).Esto fue planteado por Theodor Adorno en su Dialctica negativa. La propia actividad filosfica es una actividad de abstraccin y generalizacin: intenta plasmar lo mltiple bajo una unicidad originaria y racional. La identidad ideal, pensada, anula el carcter real de lo diverso sensible. Esto, que en el campo de la reflexin terica es relativamente inofensivo (Parmnides, Hegel o Platn lo intentaron hacer), se convierte en algo sumamente peligroso cuando lo llevamos a la praxis social y tecnolgica. Cualquier estado poltico recoge un patrn o un modelo de individuo y lo exporta a toda la sociedad, rompiendo o haciendo caso omiso de la identidad individual de los hombres. De esta forma, y por poner el ejemplo ms radical, el estado totalitario nazi reduce el ser humano a la pertenencia al pueblo ario (la raza perfecta) o a aquellos inferiores que deben ser eliminados (el pueblo judo). Da igual que entre los judos estn personalidades de la talla de Einstein, Thomas Mann o Sigmund Freud. Su condicin de judos reduce todas sus individualidades y los convierten en un objeto a eliminar. Naturalmente, es fcil intuir que el carcter totalitario va ms all de los regmenes soviticos o nazis. La sociedad neocapitalista, la ciencia, la burocracia y los legisladores de las democracias liberales actan de forma totalitaria cuando reducen la realidad compleja a un mero nmero; cualquier administracin de los estados modernos tiende a ser totalitaria por naturaleza, en cuanto que tiende a unificar y homogeneizar las diferencias individuales y someterlos a meros criterios de razn instrumental. De ah viene la crtica en el texto de Horkheimer cuando nos dice que hemos llegado a la conviccin de que la sociedad se desarrollar hacia un mundo administrado totalitariamente. Que todo ser regulado, todo! . E igualmente, la pretensin de Horkheimer es que esas diferencias individuales y la dignidad de los individuos debe ser conservada y respetada: esta es en definitiva, la constancia de que la Escuela de Frankfurt quiere seguir fiel a los principios ms bsicos y originales de la Ilustracin.

LA CRTICA AL MARXISMO.

Aunque la escuela de Frankfurt se declare tericamente marxista, lo cierto es que todos sus miembros muy pronto va a distanciarse del socialismo real (es decir, el triunfante en la revolucin de 1917). Nuevamente, la escuela de Frankfurt ensalza los esfuerzos de Karl Marx para liberar al hombre, en su crtica al capitalismo. Causan en la escuela mucha expectacin la revisin de sus primeros escritos, donde se centra ms en la alienacin -Manuscritos de 1844- y La ideologa alemana. Sin embargo, los de Frankfurt consideran que el Marx maduro propone una serie de instrumentos polticos que lejos de emancipar al hombre, lo condicionan a un mayor sufrimiento y alienacin. Esto queda al descubierto en la dictadura de Stalin a partir de su ascenso al poder en los aos treinta. La Escuela de Frankfurt critica que:

Marx haba considerado el estado como parte de la superestructura en el materialismo histrico, es decir una construccin posterior y legitimante del sistema econmico. Sin embargo, una vez instituido, el sistema estatal y su burocracia tienden a institucionalizarse y perpetuarse en el tiempo, hacindose tan poderoso y alienante como el sistema econmico.

En nombre de la revolucin, se ha establecido una dictadura del proletariado que lejos de ser un estadio intermedio entre el capitalismo y la sociedad sin clases, se ha consolidado como nica forma de mantenimiento del socialismo, originando un estado autoritario.

El estado autoritario marxista ha puesto en entredicho los principios de la Ilustracin, en los que se entenda la autonoma y libertad de los individuos como principio de justicia legitimador del estado gobernante. En su lugar, ha legitimado los mismos errores que el totalitarismo: ha impuesto el culto a la personalidad (Stalin), un aparato administrativo y burocrtico impersonal que se justifica as mismo (el partido) y ha suprimido todas las libertades del liberalismo.

El capitalismo ha evolucionado en un sentido que Marx no haba previsto: ser capaz de superar sus crisis internas gracias al keynesianismo3Modelo econmico expuesto por KEYNES, en el que se defiende la regulacin del mercado por parte del estado y su amplia participacin en el mismo.

y la intervencin del estado (la crisis del 29) y promover una mayor calidad de vida a sus integrantes, al menos en el mundo desarrollado. La lucha de clases, motor del materialismo histrico y la dialctica, se ha desactivado parcialmente: el conflicto entre burgueses y proletarios se hace menos radical con la aparicin de una amplia clase media que adems son obreros de cuello blanco -funcionarios- y no el viejo proletariado industrial, que pierde fuerza.

En los escritos ltimos del fundador de la escuela (el texto de Horkheimer) existe el profundo convencimiento que la teora poltica gira en torno a dos variables irreconciliables entre s: la justicia (o igualdad econmica, social) y la libertad. Cualquier poltica que busca la justicia y la igualdad tiende a crear un estado fuerte, ser autoritaria y restringe la libertad de los individuos. En cambio las polticas que garanticen mayores cotas de libertad individual promocionan a su vez un mayor grado de desigualdad e injusticia social. Esta es una tesis compartida prcticamente por toda la filosofa poltica de la Guerra Fra (1945-1990): el marxismo tradicional habra buscado la igualdad pero habra dejado en el camino todas las libertades. Al mismo tiempo, el capitalismo, al estar basado en el libre mercado y la iniciativa privada para obtener el mayor beneficio personal est basado directamente en la promocin de estas desigualdades. Propiciar en nuestro tiempo una nueva revolucin social significara destruir buena parte de las libertades individuales garantizadas desde la Ilustracin y promovidas por las democracias occidentales. La actitud de Horkheimer tiende a ser as ms conservadora de lo conseguido y menos defensora de nuevos cambios. Sin embargo, no todos los integrantes de la escuela se muestran tan recelosos de la accin. De los escritos de la Escuela surgir un nuevo concepto de izquierda en los aos sesenta (New Left, o Nueva Izquierda), que se va a desmarcar del comunismo, y va a empujar su crtica hacia el propio estado, al principio de autoridad, y va a promover la igualdad de la mujer, la liberacin sexual. Herbert Marcuse, entre otros, va a ser el principal inspirador de estos intelectuales hippies y anarquistas.

6. LA CRTICA AL NEOCAPITALISMO.Por neocapitalismo hay que entender el capitalismo posterior al ao 1929 y sobre todo, despus de la II Guerra Mundial hasta nuestros das. Este neocapitalismo hasta la crisis de los aos setenta, est marcado por la intervencin del estado, la moderada redistribucin de la riqueza hacia la clase trabajadora (estado del bienestar) y la necesidad del consumo de masas para estimular el crecimiento de la economa. A partir de 1973 y las siguientes crisis que le suceden (especialmente la que estamos viviendo), reorientan ese capitalismo, que se hace ms agresivo, menos sometido al control del estado, y promoviendo fracturas y crisis sociales. Ante esta evolucin del capitalismo, la escuela de Frankfurt ha planteado varias crticas:

La crtica al consumo de masas.

Hasta los aos setenta asistimos a la edad de oro del neocapitalismo. Aunque indudablemente la lucha de clases es superada en esta poca en el mundo desarrollado, el auge del bienestar provoca otros problemas, causados por el consumo de masas. Para autores como Marcuse, el consumo se convierte en justificador del sistema econmico: genera una cultura y un hombre unidimensional. A partir de los aos cincuenta, el consumo se vuelve vlvula de escape, el lugar de nuestra vida privada donde podemos realizarnos, hasta el punto que las cosas que poseemos se convierten en parte de nuestra esencia humana y ltima forma de alcanzar la felicidad y evitar la frustracin: la gente se reconoce a s misma en sus mercancas, encuentra su alma en su automvil, en su equipo de msica, en su vivienda familiar, en su equipamiento de cocina4MARCUSE, H. El Hombre unidimensional (1964).

. Todo lo dems est sometido a la lgica impersonal de la eficacia econmica que demandan el sistema econmico y poltico, pero la sociedad en su conjunto est plenamente satisfecha gracias a ese consumo material. Esto provoca la reduccin de lo verdaderamente humano a un mbito nicamente privado, sin posibilidad de realizacin a nivel comunitario y acallando toda crtica eficaz contra las posibles injusticias del sistema. La antigua represin estatal se hace ahora innecesaria porque el sistema ha conseguido la sumisin incondicional de un individuo satisfecho, y la filosofa como saber crtico perdera su lugar en la cultura humana.

El poder estatal.

Tras la II Guerra Mundial, los estados se han convertido en enormes mquinas burocrticas y tecnocracias5Una tecnocracia es literalmente, gobierno de tcnicos, supuestamente neutral y apoltico.

que manejan grandes recursos econmicos, y que regulan buena parte de la vida privada de los individuos de la sociedad occidental en nombre de una racionalidad colectiva y un inters comn. Esto los convierte, como haba ocurrido con el marxismo, en enormes sistemas autoritarios: bajo la apariencia de una democracia, hasta los ms pequeos detalles de la vida cotidiana (como por ejemplo, fumar en un bar) son controlados en aras de un mayor bienestar (la salud pblica). Evidentemente puede haber una buena razn, (abstracta, general, dir Adorno), para no permitir fumar en lugares pblicos, pero su aplicacin se hace a costa de la libertad de los individuos (un individuo puede considerar, por ejemplo, que quiere correr el riesgo de morir envenenado por el tabaco). Esta crtica aparece implcita en el texto de Horkheimer, y tambin en muchas intervenciones del conocido terico social Jorge Vzquez a lo largo del curso6Es llamativo que esta crtica al poder estatal sea comn entre economistas libertarios y conservadores como F. Hayek o M. Friedman y el ala ms progresista de la escuela de Frankfurt.

.

La crisis del estado del bienestar.

A partir de los aos setenta, las crisis econmicas tienden a afectar nuevamente a amplios sectores de la sociedad occidental con un creciente desempleo. Eso empuja a una tensin entre el sistema econmico y el poltico, que hasta ese momento haban convivido armnicamente a travs del estado del bienestar. Segn Habermas y Offe7OFFE, C., Contradicciones en el estado del bienestar (1990) HABERMAS, J., Problemas de legitimacin en el capitalismo tardo (1986).

, el sistema econmico capitalista neoliberal cuestiona las regulaciones del sistema estatal, por ser demasiado costosas e ineficientes. Al mismo tiempo, el estado empieza a perder legitimidad ante la poblacin y la sociedad civil, porque ya no puede seguir prestando los mismos servicios sociales bsicos ni asumir el pleno empleo si no es a costa de dficit pblico o de subidas de impuestos impopulares. La consecuencia de esto es el paulatino deterioro del estado del bienestar y el empobrecimiento de los grupos ms vulnerables de la sociedad. Esta tiende otra vez a polarizarse entre ricos y pobres o excluidos, y la conflictividad social se recrudece.

AUGE Y CADA DEL ESTADO: ANTES Y DESPUS DE 1973 (O DE 2010)Sistema econmico(mercados, empresas)

Sistema econmico(mercados, empresas)

Sistema poltico(clase poltica, burocracia)

Sistema social(sociedad civil, votantes)

El estado regula el sistema econmico para evitar crisis cclicas y repartir la riqueza.(Keynesianismo)

El estado regula la sociedad a cambio de ofrecer derechos socioeconmicos bsicos y consumo privado. Paz social

Sistema poltico(clase poltica, burocracia)

Sistema social(sociedad civil, votantes)

El sistema econmico obliga al estado a destruir las regulaciones por ser ineficientes en trminos econmicos.(neoliberalismo)

La sociedad cuestiona al estado porque es incapaz de garantizar derechos bsicos (pleno empleo, educacin, sanidad).Conflicto creciente.

Los enormes costos de la burocracia son legitimados ante la sociedad por los bienes pblicos que ofrece (estado del bienestar).

El sistema poltico es cuestionado por ineficiente y derrochador. El estado se endeuda para intentar mantener derechos bsicos, al tiempo que pierde control sobre el sistema econmico.

Los problemas de la globalizacin y la sociedad del riesgo.

A todo esto hay que aadirle, a partir de los noventa, los problemas de la globalizacin. La lgica interna del neocapitalismo haba supuesto que su crecimiento poda ser continuo y sin lmites naturales, y que estaba libre de riesgos no previstos. Ulrich Beck propone la existencia de la sociedad del riesgo8BECK, Ulrich La sociedad del riesgo, 1986

: existen riesgos globales no deseados ni previstos en los inicios de la sociedad industrial y tecnolgica que pueden afectar el desarrollo de la humanidad en su conjunto: el riesgo ecolgico (un cambio climtico irreversible), el riesgo tecnolgico (una biotecnologa que se escapa de las manos, accidentes nucleares), el riesgo econmico (una economa capitalista cada vez ms injusta por la globalizacin). Frente a estos riesgos, los estados nacionales tradicionales (por ejemplo Francia, EEUU o incluso China) son impotentes: se hace necesaria una creciente cooperacin internacional a escala planetaria.

7. LA PROPUESTA ALTERNATIVA: LA TICA DEL DISCURSO DE HABERMAS.La actitud crtica de la escuela de Frankfurt exige una respuesta ante los desafos de esta sociedad dominada por la razn instrumental. La reivindicacin fundamental es un renovado inters por la racionalidad prctica o emancipativa (encargada de los fines) que sea capaz de dirigir esa otra racionalidad ciega y acrtica de la tcnica (los medios). Pero esto nos separa del campo de la ciencia y nos lleva al mbito de la moral y la poltica, y la problemtica estriba en cmo poder establecer un acuerdo colectivo que sea vlido y aceptado por todo el mundo. Desde los comienzos de la escuela, se lanzaron propuestas muy dispares para resolver este problema: Herbert Marcuse, por ejemplo, apelaban a la capacidad del psicoanlisis de Freud como forma para resolver las neurosis colectivas del capitalismo: el estudio de nuestra parte inconsciente o irracional nos ayudara a resolver las represiones ocultas que impone el sistema poltico y nos ayudara a reencontrarnos con el elemento individual, creativo, original (las fuerzas de eros) que ha permanecido oculto o acallado bajo el alienante consumo de masas. La propuesta que se mantiene con ms fuerza en nuestros das parte de lo que se conoce como la tica del discurso o tica comunicativa, defendida por autores como Habermas y ampliamente extendida en nuestro propio pas. La tica del discurso propone generar unas condiciones ptimas de comunicacin para que el dilogo entre los distintos individuos integrantes de una sociedad permita alcanzar un acuerdo o un consenso entre todas las partes implicadas. Necesariamente, Habermas confa en el carcter racional de estas partes en dilogo que permite su predisposicin hacia un acuerdo intersubjetivo, as como la inexistencia de intereses ocultos que han sido puestos previamente al descubierto por la crtica filosfica. En el fondo, Habermas reivindica una tica kantiana del deber, basada en el principio de universalidad (vamos a defender algo que pueda ser aceptable por todos, ponindome yo en la piel de los dems) y el imperativo categrico, y que se aplica a la toma de decisiones en conjunto. Esta teora tiene hoy en da tal fuerza que hoy se ve como una de las principales legitimaciones tericas de la democracia liberal y en parte, justifica la presencia de asignaturas como Valores, EpC, o tica en el panorama educativo europeo.

La escuela de Frankfurt y el profesor Doofenshmirtz. Uno de los temores ms fundados de esta escuela parte de considerar el doble filo de la tecnologa: progreso humano al mismo tiempo que amenazas para la humanidad. Qu ocurre si la tecnologa cae en malas manos, como un cientfico loco o un terrorista? O cuando provoca accidentes no intencionados, como el del tsunami que provoc la crisis de Fukushima? Esta es la preocupacin fundamental que mantiene en vilo a la ltima generacin de la Escuela en nuestros das y que viene a explicarse dentro de lo que se entiende como consecuencias no deseadas de la modernidad: es decir, aquellas situaciones no previstas por cientficos, polticos y tericos sociales en el desarrollo de una sociedad ultratecnolgica como la nuestra.

TEXTO DE HORKHEIMER

HORKHEIMER, M., Sociedad en Transicin. Estudios de filosofa social,, M. Horkheimer, Barcelona, 1986, pp.58-59

Evolucin dela escuela

Crticas al marxismo

Errores en laspredicciones de Marx:neocapitalismo.

Importancia del estadoComo regulador de las crisis econmicas.

Oposicin entre justicia(igualdad) y libertad.

Estado neocapitalista

Importancia del Estado y su RacionalidadInstrumental: regulacinde la vida cotidiana.

Amenazas del Totalitarismo.

Guerra Fra

Conclusiones:

Compromiso con elIdeal emancipativode la Ilustracin (Kant)

Ahora debo describirles a ustedes cmo se lleg de la teora crtica de entonces a la teora crtica de hoy. Aqu, el primer motivo lo constituye la idea de que Marx estuvo equivocado en muchos puntos. Slo mencionar unos pocos: Marx afirm que la revolucin seria un resultado de las crisis econmicas, cada vez ms agudas, unidas a la progresiva miseria de la clase trabajadora en todos los pases capitalistas. Esto inducira finalmente al proletariado a poner fin a este estado y a crear una sociedad justa. Empezamos a darnos cuenta de que esta teora era falsa, porque a la clase trabajadora le va ahora mucho mejor que en tiempos de Marx. Muchos trabajadores se convierten de simples obreros manuales en empleados con una categora social ms elevada y con mejor tenor de vida. Adems, el nmero de empleados aumenta constantemente con respecto al de los obreros. En segundo lugar, es evidente que las crisis econmicas graves son cada vez menos frecuentes. En gran parte pueden impedirse mediante intervenciones de tipo econmico-poltico. En tercer lugar, lo que Marx esperaba en definitiva de la sociedad correcta es probablemente falso por el mero hecho de que (y este principio es importante para la teora crtica) libertad y justicia estn tan unidas como que constituyen cosas opuestas; a mayor justicia, menos libertad. Para que las cosas se efecten con justicia, se les deben prohibir a las personas muchas cosas, sobre todo el no imponerse a los dems. Pero cuanta ms libertad hay, tanto ms aquel que desarrolla sus fuerzas y es ms listo que el otro podr al final someter al otro, y por consiguiente, habr menos justicia.

El camino de la sociedad que por entonces comenzamos a vislumbrar y que ahora juzgamos, es completamente diferente. Hemos llegado a la conviccin de que la sociedad se desarrollar hacia un mundo administrado totalitariamente. Que todo ser regulado, todo! Precisamente cuando se haya llegado al punto de que los hombres dominen a la naturaleza, y todos tengan suficiente comida y nadie necesite vivir peor o mejor que el otro, porque cada cual podr vivir de un modo bueno y agradable, entonces tampoco significar ya nada que uno sea ministro y el otro simplemente secretario, entonces acabar siendo todo igual. Entonces podr regularse todo automticamente, tanto si se trata de la administracin del Estado, como de la regulacin del trfico o de la regulacin del consumo. Esta es una tendencia inmanente en el desarrollo de la humanidad, tendencia que, sin embargo, puede ser interrumpida por catstrofes. Estas catstrofes pueden ser de naturaleza terrorista. Hitler y Stalin son sntomas de ello. En cierto modo, quisieron realizar la unificacin demasiado deprisa y exterminaron a los que no se ajustaban a ella. Tales catstrofes pueden ser ocasionadas por la competencia, la cual ha pasado de los individuos a los Estados y finalmente a los bloques, y conduce a guerras que interrumpen por completo todo el desarrollo. Piensen ustedes en la bomba de hidrgeno y todo lo dems, por ejemplo, bombas capaces de infectar con bacterias a pases enteros.

As, nuestra teora crtica ms moderna ya no defiende la revolucin, porque, despus de la cada del nacionalsocialismo, en los pases del Occidente, la revolucin se convertira de nuevo en un terrorismo, en una nueva situacin terrible. Se trata ms bien de conservar aquello que es positivo, como, por ejemplo, la autonoma de la persona individual, la importancia del individuo, su psicologa diferenciada, ciertos factores de la cultura, sin poner obstculos al progreso.

Y con esto y un bizcochoLa filosofa al hoyo!