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    BLOQUE III.

    DEL FRANQUISMO A LA DEMOCRACIA

    TEMA 2

    LA TRANSICIN ESPAOLA Y LA CONSTITUCIN DE 1978.

    I.- LA TRANSICIN POLTICA.II.- HACIA EL CAMBIO POLTICO (1974-1977).

    II.1.- Las fuerzas polticas.II.2- Los inicios de la monarqua de Juan Carlos I (1975-1978).

    II.3- El primer Gobierno de Surez y la Ley para la Reforma Poltica (1976-1977)II.4- Los Pactos de la Moncloa.II.5- La Constitucin de 1978.

    .----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------.

    I.- LA TRANSICIN POLTICA

    De modo genrico puede afirmarse que una transicin poltica es pasar de una dictadura a unrgimen democrtico. En el caso espaol fue la evolucin pacfica desde un rgimen totalitario de carcterconservador a una Monarqua parlamentaria. Desde el punto de vista legal al trnsito desde las LeyesFundamentales del franquismo a una Constitucin democrtica.

    En cuanto a las causas y circunstancias que lo hicieron posible, podemos sealar:

    a)El desarrollo econmico y social de la dcada de los aos sesenta haba transformado profundamente lasociedad espaola. Espaa haba pasado a ser la dcima potencia industrial del mundo y uno de los pasespreferidos por el turismo internacional. Al mismo tiempo se erradic prcticamente el analfabetismo, lagran lacra histrica y social de nuestro pas, y se incrementaron las enseanzas medias y universitarias. Lasociedad se transform en urbana y se fue secularizando poco a poco, con lo que se haca progresivamentems homognea respecto de las sociedades de Europa Occidental.

    b)La dictadura era un marco estrecho y rgido, incapaz de evolucionar y de dar cabida a las fuerzasexpansivas, econmicas, sociales y polticas, que se haban generado en su seno.

    c) Las fuerzas internas reprimidas, econmicas y sociales, ejercieron su protesta de manera generalmentepacfica, y en algunos casos mediante actos terroristas.

    d) Estas situaciones provocaron la reaccin del , o conjunto de las fuerzas ms inmovilistas yreaccionarias de la dictadura, partidarias de la represin a ultranza, dominaran una parte del panorama poltico

    hasta despus incluso de la muerte del general Franco.e)La oposicin a la dictadura se encontraba muy dividida, por lo que se impona como solucin lgicauna salida pactada de la situacin. De ah que triunfara la frmula de , mantenida por lasfuerzas de derecha y centro, frente a la de , que era la mantenida por la oposicinms radical de la izquierda.

    La transicin acab formalmente cuando se aprob y promulg la Constitucin de 1978.Durante el mandato constitucional de Adolfo Surez el nuevo rgimen inici su andadura, todava vacilante yno exenta de titubeos y peligros, como se puso de manifiesto en el intento de golpe de estado del 23 defebrero de 1981. Agotado el perodo de Surez, y agotada tambin la UCD, la llegada al poder de lossocialistas en 1982, democrticamente y sin sobresaltos, acreditaba la madurez del sistema.

    El largo perodo de gobierno de Felipe Gonzlez represent la continuacin de la modernizacindel pas y su insercin en la Comunidad Econmica Europea, pero tambin una larga secuela de escndalos y

    corrupcin que le llev a la derrota electoral de 1996 y al triunfo del PP con Aznar a la cabeza.

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    II. - HACIA EL CAMBIO POLTICO (1974-1977).

    II.1.- Las fuerzas polticas.

    Desde que se inici el proceso de la transicin espaola hacia la democracia se produjo un enconado

    debate sobre cul debera ser la frmula para llegar a ella. Dejando a un lado la posicin del franquismo msrecalcitrante el bnker que no aceptaba cambio alguno para Espaa. Entre stos destacaban por suinfluencia Jos Antonio Girn de Velasco, presidente de la Confederacin Nacional de Ex Combatientes,fundada en 1974; Blas Piar, lder de Fuerza Nueva; y Raimundo Fernndez Cuesta, que representaba alfalangismo histrico, y cuyo poder se asentaba en el aplastante dominio en las Cortes y en los medios decomunicacin del movimiento. Pero la gran mayora de la sociedad espaola estaba convencida de que a lamuerte del dictador se tendran que producir importantes transformaciones. Y si para unos ese cambio deberaser producto de una reforma de las instituciones y leyes franquistas, para otros la nica posibilidad de realizarla verdadera transformacin tena que ser la va revolucionaria o la ruptura.

    La idea de una reforma era defendida por quienes vinieron a llamarse los aperturistas delrgimen. Eran casi todos polticos jvenes que no haban vivido la guerra y que en su mayora haban entradoen el Movimiento porque slo en l se poda hacer carrera poltica. Muchos eran monrquicos, otros estaban

    en poltica simplemente como tcnicos de la administracin. Personajes como Po Cabanillas, GabrielCisneros, Adolfo Surez, Rodolfo Martn Villa, Alfonso Osorio o Marcelino Oreja sonaban ya como el relevode la vieja generacin, y haban defendido los sucesivos proyectos de estatuto de asociacin poltica. Tambinentre los polticos ms veteranos haba hombres, como Manuel Fraga o Jos Mara de Areilza convencidos dela necesidad de cambio poltico. De ellos saldra el ncleo de los sucesivos gobiernos de la transicin. Paraellos, el asesinato de Carrero Blanco en 1973 tal vez el primer episodio de la historia de la transicinespaola podra permitir unos programas de reformas que, incluso, empezaron a dibujarse en los pasosiniciales del nuevo Jefe del Gobierno, Carlos Arias Navarro.

    Dentro de ste aperturismo haba numerosos matices y, en general, predominaba la idea derealizar algunos cambios que daran una imagen ms democrtica y europea al rgimen, sin cambiarsus esencias. Por el contrario las fuerzas democrticas defendan que la nica manera de llegar a lademocracia era mediante la ruptura. Ello supona la formacin de un Gobierno provisional que

    garantizara las libertades bsicas y la apertura de un proceso constituyente que abordara la transformacinpoltica plena en integral de Espaa.

    La oposicin poltica apareca, al morir Franco, muy dividida. Por un lado estaban grupos de laderecha democrtica, muy reducidos, encabezados por personalidades histricas como losdemocratacristianos Ruiz Gimnez y Gil Robles o los juanistas, con Calvo Serer al frente. Su casi nulainfluencia en la calle contrastaba, sin embargo, con la importancia que sus declaraciones pblicas tenan, enun momento en que los partidos de oposicin eran clandestinos.

    Tambin estaban las fuerzas nacionalistas catalanas y vascas. En Catalua, desde 1971 exista laAssemblea de Catalunya, organismo unitario de partidos, sindicatos, asociaciones vecinales y todo tipo degrupos de oposicin. En enero de 1975 se organiz el Consell de Forces Politiques de Catalunya, que pedael restablecimiento de la autonoma de Catalua, y que lanz el eslogan que asumiran todas las fuerzas deoposicin en los aos siguientes: Libertat, amnista i estatut dautonoma. Dentro del Consell, la derechanacionalista tena desde 1974 su propio partido: Convergencia Democrtica de Catalunya, dirigida porJordi Pujol.

    Frente a la unidad de la oposicin catalana, contrastaba la divisin en el Pas Vasco, donde elenfrentamiento separaba a los grupos nacionalistas de las fuerzas espaolistas. Entre los primeros, la crecienteactividad de ETA y la dursima respuesta policial hicieron crecer el prestigio de la organizacin terrorista,cuyas acciones eran apoyadas por una parte muy importante de la poblacin. El mismo Partido NacionalistaVasco (PNV), que rechazaba la violencia como tctica de lucha, no condenaba los atentados. Los partidosestatales apenas tenan implantacin en Euskadi.

    En la izquierda, Enrique Tierno Galvn, tras ser expulsado de su ctedra en 1965, haba fundado elpartido Socialista del Interior, que ms tarde cambiara su nombre por Partido Socialista Popular (PSP), yque tena su principal apoyo entre estudiantes e intelectuales.

    El PSOE haba permanecido dividido hasta 1974, entre quienes dirigan el partido en el exterior,encabezados por el secretario general Rodolfo Llopis, y los jvenes dirigentes del interior. Entre los llamadosrenovadores haba clara conciencia de que la inactividad del partido significaba un suicidio ante la

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    posibilidad de un cambio hacia la democracia. En enero de 1974 la Internacional Socialista decidi apoyar alos renovadores, que en el Congreso de Suresnes (Francia), en octubre de 1974, acabaron imponiendo sustesis. Tras negarse el lder de UGT, Nicols Redondo, fue elegido Secretario General Felipe Gonzlez, y sloen algunas regiones, como Asturias o Pas Vasco, la fuerza de UGT, su sindicato, era significativa.

    El PCE se haba beneficiado de su activismo poltico en la lucha contra el rgimen. Su fuertedisciplina interna haba conseguido darle un destacado protagonismo en la oposicin, sobre todo en ciertoscolectivos profesionales y, a travs de su influencia en CCOO., en los medios obreros. Dirigido por SantiagoCarrillo desde su exilio de Pars, su capacidad de movilizacin le convertira en el partido clave en losprimeros meses de la transicin. En julio de 1974 haba creado, en el marco de su poltica (el Pacto por lalibertad) la Junta Democrtica, que quera ser una plataforma unitaria de la oposicin. En ella se integraronpartidos (entre ellos el PSP de Tierno Galvn), asociaciones vecinales y profesionales y sindicatos, conCCOO al frente.

    Haba tambin independientes, como el abogado Garca Trevijano y Rafael Calvo Serer, antiguofalangista y ahora opositor monrquico al rgimen. En enero de 1975, haba ya ms de 500 juntas en todo elpas.

    La Junta, cuyo primer manifiesto dejaba claro su espritu deruptura democrtica como frmula parael cambio, choc con la negativa del PSOE a integrarse en un organismo que tena el evidente protagonismo

    del PCE. En julio de 1975 se fundaba la Plataforma de Convergencia Democrtica, en torno al PSOE, en lacual slo se admitan grupos y no personalidades aisladas (una de las crticas que se haban hecho a la Junta);en ella se integraban la Izquierda Democrtica de Ruiz Gimnez; el grupo socialdemcrata de DionisioRidruejo, la UGT y el PNV, as como la faccin del carlismo democrtico que apoyaba a Carlos Hugo deBorbn.

    A la izquierda del PCE se situaban una serie de partidos comunistas radicales, como el PTE, el MC, laORT o la LCR, varios de ellos integrados en la Junta o en la Plataforma. Su implicacin era escasa, aunqueconjuntamente tuvieron alguna presencia entre los universitarios en la etapa de la transicin. Pero suinfluencia entre los trabajadores era prcticamente nula.

    En el mundo obrero, la fuerza determinante era la de CCOO su tctica del entrismo, es decir, lainfiltracin progresiva en las estructuras del sindicato vertical, le haba permitido ir conquistando xitos en losconflictos colectivos, (el nombre que el franquismo daba a las huelgas), y a finales de 1975 hegemonizaba la

    lucha sindical. Tambin la UGT comenzaba a recuperar parte de su prdida de influencia. Otros sindicatos,como la Unin Sindical Obrera (USO) o la CNT, tenan una fuerza menor.Ambas posturas reformista y de ruptura- resultaban difciles de armonizar. Si el tmido

    reformismo contaba con el apoyo, o al menos el silencio, de los llamados poderes fcticos, en modo algunoera aceptado por los partidos democrticospoco numerosos, pero con fuerte apoyo internacional, ni por lasdemocracias europeas. Por su parte, la propuesta de ruptura era de hecho irrealizable dado el posicionamientodel ejrcito, fuerzas de orden pblico, aparatos burocrticos del franquismo, etc., y la propia actitud de lamayora de la sociedad espaola que deseaba reformas, pero que en su inmensa mayora se negaba aaventuras cercanas a modelos revolucionarios.

    Finalmente se lograr combinar los tres elementos una presin social, un entendimiento entre losreformistas de la oposicin y los reformistas del propio sistemaque aseguraran la estabilidad del proceso decambio, y hacer posible una transicin modlica.

    II.2.- Los inicios de la Monarqua de Juan Carlos I (1975-1978)

    El 22 de noviembre, Juan Carlos I juraba ante las Cortes como nuevo Rey. Su discursodecepcion a quienes ansiaban un mensaje aperturista, y contrast con el del cardenal Tarancn, que el da 27,en la homila de la misa de coronacin, lanz un mensaje contundente, alineado de forma clara con el cambiopoltico y las libertades.

    Nacido en Roma en 1938, Juan Carlos haba sido trado a Espaa cuando tena diez aos, por acuerdoentre Franco y Don Juan, para que pudiera tener una educacin espaola. Curs estudios militares en las tresacademias y en diversas reas humansticas y jurdicas, y fue rodeado de profesores y asesores monrquicos,ms o menos prximos a Don Juan. No obstante, el peso de la figura de Franco sobre su formacin poltica

    hizo recelar incluso a su propio padre del talante futuro del Prncipe, en el caso de que llegara a reinar. Su

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    continua presencia en las manifestaciones de la Plaza de Oriente de los ltimos aos del franquismo, hizopensar a muchos espaoles, que el futuro Rey seria un continuador del franquismo.

    Sin embargo, en noviembre de 1975 el entorno del monarca tena ya un diseo aproximado de loque deba ser el proceso de cambio poltico. Consista en realizarlo desde dentro de la propia legalidad de lasleyes fundamentales que Juan Carlos I haba jurado cumplir al ceir la Corona. Para ello, era fundamentalcolocar en puestos clave a las personas que podan colaborar en el proceso. Papel decisivo iba a jugar elnuevo presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, Torcuato Fernndez Miranda, antiguo profesor delRey y al que ste impuso pese a la renuncia del Consejo del Reino.

    El Rey, que constitucionalmente tena casi todos los poderes en sus manos, el 12 de Diciembre de 1975,opt por mantener a Arias Navarro como Jefe de Gobierno, para tranquilizar en parte al sector msinmovilista del rgimen. Pero le impuso una composicin del gobierno en la que, junto a pesos pesados concierto talante liberal, como Fraga o Areilza, entraban una serie de ministros ms jvenes que pronto semanifestaran partidarios del cambio poltico. Areilza en Asuntos Exteriores, Garrigues en Justicia, y Fraga enGobernacin, "reformistas"; y Sols, Daz de Mendivil y Pita da Veiga, "continuistas". Con ellos y a pesar delempeo de Arias en mantener su fidelidad al pasado, ciertos mecanismos democratizadores se ponen enmarcha, y el ao de 1976 va a ser decisivo en la lucha por la libertad y la democracia del pueblo espaol.

    Este Gobierno se caracteriz por las contradicciones entre el Jefe del Gobierno y buena parte de

    sus ministros reformistas, entre ellos Fraga, Areilza, Osorio, Martn Villa o Surez El objetivo ms destacablede los cambios que se proponan en la Leyes Fundamentales era la configuracin de un Parlamentobicameral en el que la Cmara Baja sera elegida por sufragio universal, mientras que la Alta se nutrira derepresentaciones orgnicas, pero en realidad sobre el Senado recaan mayores atribuciones. La reforma de lalegislacin ordinaria lleg a mejor puerto. Fraga consigui que las Cortes aprobaran la Ley sobre el Derechode Asociacin Poltica defendida por Adolfo Surez, Ministro Secretario General del Movimiento, queadmita el derecho de asociacin, cuyo control pasaba al Ministerio de la Gobernacin, pero requera lamodificacin del Cdigo Penal para que su prctica no estuviera prohibida penalmente. Fue rechazado en unprimer momento por las Cortes, pero despus lo aprobaron de forma restrictiva el 15 de julio.

    No obstante, el primer Gobierno de la Monarqua fue incapaz de ilusionar a amplios sectores sociales.El 25 de Enero de 1976 tienen lugar las primeras elecciones municipales con carcter democrtico,

    celebradas tras la Guerra Civil, y das despus, dirigentes ilegales de CC.OO, dan a conocer el "Manifiesto delos Cien" en el que recalcan la conciencia poltica del movimiento obrero, que lucha por la libertad, la amnista yel sindicato unitario, democrtico de clase. No obstante, continan los procesos por asociacin ilcita y secensuran conciertos y espectculos. En la calle, las fuerzas de orden pblico, siguen actuando en la misma formaque lo haban hecho hasta entonces.

    Dos gravsimos hechos marcan estos primeros meses de vida de la Monarqua de Juan Carlos I:1. La huelga general que paraliza Vitoria.2. Los sucesos de Montejurra, donde se enfrentan las dos ramas escindidas del carlismo.

    Adems la actuacin de Arias Navarro es ambigua, como lo demuestra la sucesin de hechosaparentemente contradictorios entre s: Son detenidos miembros de la Junta Democrtica y de la Plataforma deConvergencia Democrtica (Morodo, Camacho, Garca Trevijano...) y comienza el regreso de algunos ilustres yantiguos exiliados, Madariaga, o de exiliados recientes, Serrat.

    Tambin en este ao, entra en vigor una nueva ley que regula el derecho de reunin y se aprueba laexistencia legal de partidos polticos. Una muestra ms del trnsito a la democracia, es el viaje de sus Majestadeslos Reyes a Estados Unidos, fiel indicador de la voluntad real de abrir el pas al mundo libre. Esta voluntad delRey se evidencia el da 1 de Julio, cuando Arias Navarro es apartado de su cargo. Juan Carlos I decide as, cortarel ltimo y dbil hilo que le una al franquismo. Comienza as una nueva etapa de la historia de Espaa. Ariascay porque fue ms fiel al testamento de Franco que a los planes del joven Rey.

    El 3 de Julio Adolfo Surez, Secretario General del Movimiento, es elegido para formar gobierno.

    II.3.- El Primer Gobierno de Surez y la Ley para la Reforma Poltica (1976-1977)

    El nombramiento de Adolfo Surez fue recibido con desaliento por la prensa y la oposicin. Pese a sutrayectoria de brillante gestor en diferentes cargos, nadie crea que un hombre formado en el Movimiento, a pesar

    de manifestar pblicamente su decidida apuesta por la reforma poltica y la instauracin de un rgimendemocrtico y de libertades, pudiera sacar adelante la reforma. Los inmovilistas vean en l a un hombre de poco

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    prestigio. Surez se encontr adems, con la negativa de Areilza y Fraga a colaborar, y confeccion un gabinetede polticos jvenes, entre los que estaban Rodolfo Martn Villa, Landelino Lavilla, Marcelino Oreja, FernandoAbril Martorell y Leopoldo Calvo Sotelo.

    El Gobierno era consciente de que ya no se poda dilatar ms el proceso de cambios. Y desde el principiocomenz a lanzar mensajes y a actuar de forma inequvoca. La semana del 5-12 de julio estuvo presidida porlas multitudinarias manifestaciones pro-amnista que la Platajunta convoc en todo el pas, y que fueronrespondidas con una actuacin anormalmente tibia de la polica. El 14 de julio las Cortes aprobaban la reformadel Cdigo Penal que permitira la legalizacin de los partidos, salvo aquellos que sometidos a una disciplinainternacional se propongan implantar un sistema totalitario, redaccin que buscaba la exclusin del PCE.

    El 16 de julio, la declaracin programtica del Gobierno hablaba de soberana popular, de rgimendemocrtico y de respeto por las libertades. El 31 de julio se aprob una amnista que permiti la liberacin demuchos presos polticos, pero que exclua expresamente los condenadospor delitos de terrorismo, lo que dejabaen las prisiones a la mayora de los presos vascos. Esta circunstancia provoc una oleada de protestas en las callesde las ciudades de Euskadi.

    Durante el mes de agosto Surez mantuvo contactos con todos los lderes de la oposicin, incluso porva indirecta con Santiago Carrillo. Por entonces, los comunistas eran ya los nicos que eran objeto depersecucin policial directa, y su legalizacin la gran incgnita.

    Este se concret el 10 de septiembre, cuando Surez se dirigi al pas para presentar el proyecto de Leypara la Reforma Poltica, autntica pieza clave de la transicin legal hacia la democracia poltica. Redactadoinicialmente por Fernndez Miranda, significaba el cambio hacia un sistema parlamentario y constituyente nuevo,a partir de las instituciones franquistas. Por eso requera que fueran las mismas Cortes vigentes las que aprobaranla ley, pero tambin necesitaba el respaldo de la oposicin.

    La marcha de los acontecimientos hizo aumentar la irritacin entre los inmovilistas. La amnista, loscontactos con la oposicin, la propuesta de reforma poltica, las movilizaciones populares en aumento (el da 11de septiembre se celebraba la Diada en San Boi de Llobregat, con unas 50 000 personas reivindicando elrestablecimiento de la Generalitat) y los continuos atentados de ETA provocaron en septiembre la dimisin delTeniente General De Santiago, Vicepresidente del Gobierno. El nombramiento del teniente general GutirrezMellado para el cargo, le gan la animadversin del sector ms duro del ejrcito, pero el nuevo Ministro seconvertira en figura decisiva del proceso de transicin.

    El 16 de noviembre el texto de la Ley para la Reforma Poltica fue debatido en las Cortes. Lasnegociaciones de los ministros y de los aperturistas y la conviccin de muchos procuradores de que la batallaestaba perdida produjo finalmente una votacin clara a favor de la Ley: 425 votos a favor, 59 en contra y 13abstenciones. En este resultado tambin influy que la propuesta de Surez iba acompaada de ciertas garantas:no exigir responsabilidad a los implicados en la dictadura y mantener la ilegalidad de la izquierda comunista.Es decir, representaba una transicin sin riesgos, a la que slo se neg el bnker.

    La Ley para la Reforma era un texto breve, pero en l se afirmaba la democracia y el principio desoberana popular; se entregaba a las Cortes el poder legislativo; se estableca su eleccin por sufragio y sudesdoblamiento en Congreso y Senado; y se regulaba la va para que ambas asumieran en el futuro la reformaconstitucional. Tambin se fijaba algunos aspectos de la futura Ley Electoral. Inmediatamente se convoc unreferndum para el 15 de diciembre para ser aprobada por voto popular.

    Pero antes el clima de tensin fue subiendo. La continua exigencia de una amnista ms amplia se sald

    con la muerte de algunos manifestantes en enfrentamientos con la polica. ETA intensificaba los atentados,algunos de ellos tan grave como el asesinato del presidente de la Diputacin de Guipzcoa. Tambin la oposicinaument su presin sobre el Gobierno. El PSOE celebr su 27 congreso en Madrid, de forma espectacular,convocando a buena parte de los lderes socialistas internacionales. La oposicin nombr un comit, la Comisinde los Nueve, que pidi negociaciones al Gobierno. Y mientras, el PCE opt por salir a la luz y echarle un pulsoa Surez: Carrillo que viva en Madrid clandestinamente desde febrero, dio una espectacular rueda de prensa enMadrid, que oblig al Ministro de la Gobernacin a poner a toda la polica en su bsqueda.

    El referndum se celebr en un ambiente crispado. Cuatro das antes un nuevo grupo de extremaizquierda, EL GRAPO, secuestraba al Presidente del Consejo de Estado Antonio Mara de Oriol, para cuyorescate peda la liberacin de varios presos. An as, la consulta supuso un xito para el Gobierno, aunque laoposicin haba pedido la abstencin, El da 23 de diciembre la polica detuvo a Santiago Carrillo, pero elGobierno lo puso en libertad 8 das despus, consciente de que, salvada la dignidad policial, no poda retener allder comunista en la crcel. Ese mismo da, 30 de diciembre se decret la desaparicin del Tribunal de OrdenPblico.

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    A partir del referndum transcurren los meses ms difciles de la transicin poltica. Laadopcin de medidas que restablecieran la garanta democrtica para garantizar unas elecciones libres, vinoacompaada de una gran tensin, motivada por las acciones terroristas del GRAPO y la ETA . Laprovocacin alcanz su momento ms lgido en la semana del 23 al 29 de enero. El 23 es asesinado unestudiante en una manifestacin proamnista, por los guerrilleros de Cristo Rey. Al da siguiente essecuestrado el teniente general Villaescusa por el GRAPO; muere una manifestante por el impacto de un botede humo; y sobre todo, el asesinato a manos de miembros de la ultraderecha de 5 abogados laboralistas delPCE en un despacho de la calle Atocha, atentado que deja heridos a otros 4. La respuesta del PCE fue, el dadel entierro, una impresionante manifestacin silenciosa, en el centro de Madrid, que mostr la fuerza delpartido y su disciplina interna. La semana termin con el asesinato de dos policas y un guardia civil por elGRAPO.

    La semana siguiente remiti la violencia y fueron liberados Oriol y Villaescusa, mediante unaoperacin policial, que dieron un respiro al gabinete Surez.

    Para entonces, Surez comenz las negociaciones con la oposicin. El primer resultado fue lasimplificacin del trmite de legalizacin de los partidos, limitndose a un siempre registro en el Ministeriode Gobernacin. Todos los partidos polticos fueron pasando por el registro. Pero el da 22 de febrero sedenegaba la inscripcin en el registro del PCE. La legalizacin de los comunistas se converta en el

    principal obstculo en la marcha hacia las elecciones, porque el bnker poltico y la cpula militarconvirtieron al PCE en la bestia negra y en el smbolo de su resistencia al cambio. Pero Surez tena claro queera necesario legalizar a los comunistas antes de las elecciones, si se quera que estas fueran aceptadas comolegtimas por la opinin pblica nacional e internacional.

    El 1 de abril el Gobierno decret la disolucin del Movimiento. Y el da 9, sbado Santo,aprovechando la tranquilidad de las vacaciones y previa comunicacin a los ministros militares, se hizopblica la legalizacin del PCE. Pese a todo el impacto fue tremendo. Mientras los comunistas celebraban sulegalizacin, el Consejo Superior del Ejrcito se reuna y tras una tensa discusin, emita una nota acatando ladecisin por disciplina y patriotismo, pero dejando entrever la crispacin que el hecho causaba en el mando.El Ministro de la Marina, Pita da Veiga, dimiti, y Surez y Gutirrez Mellado, tuvieron graves dificultadespara encontrar sustituto. El da 14 el PCE celebr un pleno del Comit Central, al termino del cual anunci ala prensa su renuncia a plantear la alternativa republicana y la aceptacin de la bandera bicolor, en un gesto

    que intentaba apaciguar los nimos y mejorar la imagen del partido ante el pas.Das despus se legalizaban las centrales sindicales. Y el regreso de los exiliados, hasta entonces unlento goteo, se aceler; el 14 de mayo regresaba a Espaa La Pasionaria: Dolores Ibrruri.

    Las fuerzas polticas se fueron perfilando ante las elecciones. En la derecha est Alianza Popular(AP), liderada por Fraga. Reivindicaba el centro poltico, pero con un programa de orden, autoridad yconservadurismo. En el centro la Unin de Centro Democrtico (UCD), una coalicin heterognea dedemocratacristianos, liberales, socialdemcratas y hombres procedentes del movimiento. Su baza era latrayectoria y la figura de Surez, quin ser el que cree el partido. En la izquierda el PSOE y el PCE. ElPSOE se defini como la opcin de un socialismo democrtico y marxista, y tuvo en dos jvenes sevillanos,Felipe Gonzlez y Alfonso Guerra, sus principales lderes. El PCE se mantuvo como bastin de laizquierda y de la lucha antifranquista, con dirigentes histricos como Santiago Carrillo y Dolores Ibrruri ala cabeza. Tambin otros grupos como la maosta ORT, el PTE o los grupos nacionalistas se preparaban para

    la carrera electoral bajo la forma de coaliciones o plataformas.Las elecciones del 15 de junio de 1975 dieron la victoria a UCD. El PSOE se convirti en la

    segunda fuerza poltica, mientras que el PCE se qued muy lejos de sus expectativas, lo mismo que le sucedaa AP. La extrema izquierda no consigui representacin.

    II.4.- Los Pactos de la Moncloa.

    Las elecciones del 15 de junio de 1977 dan la victoria a Surez y el da 22, el Rey Juan Carlos I a quiensu padre, Don Juan - Conde de Barcelona -, en un acto simblico haba cedido los derechos sucesorios de laCorona Espaola, inaugura las primeras Cortes democrticamente salidas de las urnas.

    Adolfo Surez reciba, junto a su triunfo electoral la difcil papeleta de contener el paro, que superaba

    los 800.000 parados, unido a la inflacin, que junto con el dficit exterior ponan en peligro el cambio polticoque se iniciaba. La lucha contra el desempleo ser el objetivo primordial del nuevo gobierno. En esta lnea sefirman los Pactos de la Moncloa.

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    El ministro de Economa, el profesor Fuentes Quintana, alert sobre el peligro de la situacin e inst aSurez para que convocara a representantes de todos los partidos parlamentarios para exponerles la situacin einvolucrarles en la solucin pactada de los problemas econmicos, sociales y polticos. Los Pactos de laMoncloa (firmados el 27 de Octubre de 1977), que as se denominaron las medidas que se tomaron en la sede dela Presidencia del Gobierno, fueron una serie de acuerdos de tipo econmico, poltico y social que involucrarona todas las fuerzas polticas y sociales, incluidos los sindicatos y la patronal. Las medidas tomadas atajaroninmediatamente la inflacin y pusieron un cierto orden en el caos econmico, y sobre todo laboral, existente hastael momento. Es decir, fueron el primer intento serio de reconduccin de la economa espaola yralentizacin del desempleo.

    Su finalidad era el relanzamiento de la maltrecha economa como instrumento fundamentalde la consolidacin democrtica.

    Entre las medidas acordadas se contaba la reforma fiscal que equiparaba la estructura tributaria al restode los pases de la Unin Europea, la devolucin a los nuevos sindicatos del patrimonio sindical de lossindicatos verticales. La extensin de la Seguridad Social, el incremento presupuestario en educacin y unprograma de inversiones pblicas.

    Adems, se prev la reforma de los Cdigos Penal y de Justicia y la reorganizacin de las Fuerzasde Orden Pblico, y un mayor protagonismo a los Sindicatos.

    Tambin en 1977 se aprob el Impuesto sobre el Patrimonio y al ao siguiente el de la Renta de laspersonas fsicas (IRPF). Sin embargo, hasta 1986 no se establecera el Impuesto sobre el Valor Aadido(IVA), el principal impuesto indirecto en las sociedades avanzadas.

    La aplicacin de la Reforma Fiscal hizo posible aumentar la recaudacin y supuso un avance muysignificativo hacia la equidad fiscal.

    II.5.- La Constitucin de 1978.

    Una Constitucin es una Ley fundamental, superior, que fija la organizacin poltica de un Estado, ladistribucin territorial del poder, y los derechos y deberes bsicos de los ciudadanos y sus gobernantes. Todaslas normas o leyes posteriores deben estar de acuerdo con la Constitucin, para lo que se crea un TribunalConstitucional que se encarga de que esto sea as.

    Los resultados de las elecciones del 15 de junio de 1977 configuraron un Parlamento en el quepredominaban dos grandes partidos, UCD y PSOE (o PSOE-PSC), a los que se aadan otras importantesformaciones: Alianza Popular (AP), el Partido Comunista (PCE-PSUC) y las Minoras Vasca (PNV) yCatalana (Pacte Democrtic).

    Aunque antes de las elecciones no se haba proclamado explcitamente el carcter constituyente de lasfuturas Cortes, estaba en el nimo de todos que el futuro Parlamento asumira como tarea fundamental laelaboracin de una Constitucin.

    En la sesin de apertura el Rey Juan Carlos pronunci un discurso en el que, partiendo delreconocimiento de que all estaba representada la soberana nacional, hizo un llamamiento a la colaboracinde todos para lograr la convivencia de los espaoles en democracia. El monarca se refiri de maneraespecfica a la elaboracin de una Constitucin en la que se concretara el proceso de la autonoma de lasregiones y que tuviera un mayor grado de justicia para el mantenimiento de los principios bsicos de la

    dignidad del hombre. En lneas generales, los parlamentarios recibieron muy bien el discurso del rey, aunquetodava en esos momentos el Partido Socialista se mostraba reticente con respecto al rgimen monrquico.Una muestra de ello fue que Alfonso Guerra no aplaudi al final del discurso del monarca.

    Por ello a nadie sorprendi que el da 25 de julio de 1977 el Pleno del Congreso ya aprobara lacreacin de una Comisin Constitucional encargada de la redaccin de un proyecto constitucional.Comenzaba en este instante un proceso constituyente que iba a resultar muy largo (17 meses) y que se iba acaracterizar por la utilizacin de la frmula del consenso. Tanto la derecha, representada por AlianzaPopular, como el Partido Comunista tuvieron un papel menor en la redaccin de la Constitucin, pero desdeel primer momento dejaron bien claro que no aceptaran que fuera redactada slo por la UCD y el PSOE. Porotro lado, los catalanistas jugaron un papel fundamental como mediadores entre unas opciones y otras y, sobretodo, con sus reivindicaciones acerca de la organizacin territorial del Estado. Por el contrario, losnacionalistas vascos hicieron solamente unas reivindicaciones de soberana que resultaban inaceptables.

    Para el proceso de elaboracin de la Constitucin se nombr una ponencia que estaba formada porsiete personas. Tres de ellas pertenecan a la UCD (Jos Pedro Prez Llorca, Miguel Herrero y Rodrguez

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    de Min y Gabriel Cisneros), una al PSOE (Gregorio Peces-Barba), al haber cedido un puesto a loscatalanes (que incluyeron a Miquel Roca Junyent). Tambin haba un representante de AP (Manuel FragaIribarne) y otro por el PCE (Jordi Sol Tura). nicamente los socialistas y Manuel Fraga ofrecieronversiones completas de lo que sera su Constitucin ideal.

    Finalmente en la Comisin Mixta Congreso-Senado el 31 de octubre de 1978 los Plenos de las doscmaras aprobaron definitivamente el texto, de acuerdo con lo que se estipulaba en la Ley de ReformaPoltica. Una vez aprobado por las Cortes el proyecto de Constitucin fue sometido a referndum popularel 6 de diciembre de 1978.

    El 27 de diciembre de 1978 el Rey Don Juan Carlos sancion la Constitucin ante el Senado y elCongreso reunidos solemnemente en sesin conjunta y entr en vigor el 29 de diciembre al publicarse en elBoletn Oficial del Estado.

    Como ya hemos mencionado una de las caractersticas ms importantes de nuestra Constitucin es serconsensuada, es decir, naci de un pacto poltico, de un acuerdo entre los diversos grupos polticos. Es laprimera Constitucin espaola que no es impuesta por un grupo poltico concreto que en ese momento tuvierala mayora parlamentaria. Sus mayores innovaciones se refieren a cuestiones como el Defensor del Pueblo ola proteccin por el Tribunal Constitucional de los derechos individuales y las libertades pblicas.

    La Constitucin se organiza en diez Ttulos ms uno Preliminar, con un total de 169 artculos, adems

    de disposiciones adicionales y transitorias.Los aspectos ms importantes del texto constitucional son los siguientes:a-Un Prembulo donde se expone la voluntad de la Nacin espaola de garantizar la convivencia

    democrtica y se refleja el inters de consolidar el Estado de Derecho, proteger el ejercicio de los derechoshumanos, promover el progreso econmico y cultural y colaborar en el fortalecimiento de la paz y lasolidaridad entre los diferentes pueblos de la Tierra.

    Una parte dogmtica o de obligado cumplimiento que se refleja en los Ttulos Preliminar yPrimero.

    En el Ttulo Preliminar, se enuncian los principios bsicos de nuestra Convivencia: lalibertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo poltico. Por un lado, la soberana es ejercida por el puebloespaol del que emanan todos los poderes del Estado. Adems, Espaa se constituye en un estado social ydemocrtico de Derecho con la Monarqua parlamentaria como forma de Estado.

    1- Se define la organizacin poltica de Espaa como Estado social y democrtico de Derecho.Social, por el predominio de los intereses de la sociedad sobre los de grupo. Democrtico, porque debeprevalecer la decisin del pueblo, que participa mediante las elecciones o sufragio. Y esa democracia debesituarse en el marco delDerecho, es decir reconociendo los derechos de todos

    2-La forma del Estado espaol comoMonarqua parlamentariasupone una decisin a favor de laMonarqua, pero el poder no reside en el Rey (que ser el smbolo de la Nacin), sino en el Parlamento oCortes Generales, de las que se derivan el gobierno y las dems instituciones.

    Por otro lado se consagra la unidad de Espaa y el derecho a la autonoma de las nacionalidades yregiones que integran el territorio espaol, as como la solidaridad entre ellas. En ese sentido, se respeta laexistencia de lenguas oficiales junto al castellano en aquellas comunidades con lengua propia. Tambinrecoge el principio de legalidad: todo acto de los poderes pblicos debe ser conforme a Ley. Velan por estalegalidad los tribunales de justicia y el Tribunal Constitucional.

    En el Ttulo Primero, se recogen los derechos y deberes fundamentales de los ciudadanos, tantoindividuales como colectivos, as como la regulacin de su ejercicio y la eventual supresin de las garantasconstitucionales.

    La parte orgnica o de funcionamiento que se desarrolla en los Ttulos II al X, incluye lossiguientes aspectos:

    1- La Corona y sus funciones.2- Las Cortes Generales: el Congreso y el Senado. Ambas cmaras renuevan sus miembros por

    sufragio universal cada cuatro aos como mximo, pudindose celebrar elecciones legislativasanticipadas segn los trminos previstos por la Ley.

    3- El Gobierno: sus funciones y organizacin. El Gobierno dirige la poltica interior y exterior, laadministracin civil y militar y la defensa del Estado. Ejerce el poder ejecutivo y est formadopor el Presidente, uno o varios Vicepresidentes y los diferentes Ministros. El Presidente delGobierno es elegido por las Cortes por mayora absoluta en primera votacin o por mayorasimple en sucesivas votaciones. El Gobierno tiene como rgano de consulta al Consejo de Estado.

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    El Congreso de los Diputados elige al Presidente, a propuesta del Rey, y el Presidente elige a susministros. Dicta las leyes que las Cortes le permiten y propone otras para la aprobacin de lasCortes, como por ejemplo los Presupuestos Generales del Estado.

    4- Las relaciones entre el Gobierno y las Cortes. Se regulan trminosjurdicos como la cuestinde confianza o la mocin de censura, as como los estados de excepcin, de alarma y de sitio.Se establece el predominio del poder legislativo sobre el ejecutivo.

    5- El poder judicial, sus funciones y organizacin. Se consagra la Independencia del poder judicial,la justicia gratuita y la igualdad ante la Ley de todos los espaoles.

    6- La Economa y la Hacienda.7- La organizacin territorial del Estado. Se reconoce el principio de autonoma de las

    nacionalidades y regiones que integran Espaa. Del mismo modo se regulan las competencias delEstado y de las Comunidades Autnomas. Unos artculos o disposiciones finales, Ttulo X. Cualquier reforma de la Constitucin

    deber ser aprobada por las Cortes y ratificada por el pueblo espaol en referndum.

    Derechos individuales:

    Derecho a la vida, que se completa con el derecho a la integridad fsica y moral,a la libertad y a laseguridad personales, al honor, a la intimidad personal y familiar (y, sobre todo, la inviolabilidad deldomicilio y el secreto en la correspondencia y otro tipo de comunicaciones (telefnicas, telegrficas,etc.). Tambin tienen el derecho a fijar su residencia, su domicilio, en cualquier parte del territorio nacional,as como la libertad de circular libremente. La libertad de enseanza, libertad de pensamiento, lalibertad religiosa. Adems el Estado no posee ninguna creencia o religin oficial (Estado aconfesional).

    Las libertades colectivas. Se proclaman los derechos de reunin, asociacin, de sindicacin y huelga,derecho de negociacin colectiva laboral, etc.

    Los deberes del ciudadano.

    La Constitucin establece tres deberes fundamentales: el deber de defender a Espaa, el deber de

    trabajar y al derecho al trabajo, a la negociacin colectiva y la obligacin de pagar impuestos, quecontribuirn al sostenimiento de los gastos pblicos de acuerdo con su capacidad econmica mediante unsistema tributario justo.