Tema 2: Textos literarios

Tema 2: Textos literarios

Lectura de un cuento Te invitamos a conocer una experiencia de vida distinta, por medio de la lectura de un cuento chileno y la posterior reflexión y diálogo en torno al conflicto que viven los personajes. Aplica lo que sabes del género narrativo y analiza los rasgos sintetizados al comienzo de la unidad (página 13).

Antes de leer

Infórmate acerca del espacio donde transcurre la historia.

En el extremo sur de Chile, en la boca occidental del estrecho de Magallanes, se encuentra el archipiélago Evangelistas, formado por rocas, rompientes y cuatro islotes: en el mayor de estos está el faro donde Francisco Coloane imaginó la historia que leerás. Fue construido en 1896 con el fin de guiar a los barcos que na-vegan por la oscuridad del océano Pacífico.

El faro Evangelistas se encuentra habitado por personal de la Armada de Chile, quienes reciben provisiones periódicamente. Sin embargo, el violento oleaje que rodea las islas, los intensos vientos y la abundante lluvia, hacen muy difícil el acceso, por lo cual, tanto el trabajo de los fareros como el de los marinos encargados de abastecerlos requiere de gran sacrificio y temple.

• ¿Cómo imaginas que es la vida en un faro?

• Observa la fotografía del faro Evangelistas, reflexiona y comenta: ¿qué crees que anima a una persona a vivir ahí y cumplir con este trabajo?

Gen

tilez

a Ar

mad

a de

Chi

le.

Si quieres conocer más acerca del faro Evangelistas y cómo se efectúa su aprovisiona-miento, puedes ver el documental de Rafael Sánchez, disponible en el archivo fílmico de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ingre-sa a archivofilmico.uc.cl y accede mediante el buscador.

22

Lib

ro d

e E

stu

dio

Cua_U1_LENG 2M_rp.indd 22 10-11-16 10:05

23

Unidad 1: El trabajo

La gallina de los huevos de luzFrancisco Coloane

—¡La gallina no! —gritó el guardián primero del faro, Oyarzo, interponién-dose entre su compañero y la pequeña gallina de color flor de haba que saltó cacareando desde un rincón.

Maldonado, el otro guardafaro, miró de reojo al guardián primero con una mirada en la que se mezclaban la desesperación y la cólera.

Hace más de quince días que el mar y la tierra luchan ferozmente en el punto más tempestuoso del Pacífico sur: el faro Evangelistas, el más elevado y solitario de los islotes que marcan la entrada occidental del Estrecho de Magallanes, y sobre cuyo pelado lomo se levantan la torre del faro y su fanal, como única luz y esperanza que tienen los marinos para escapar de las tor-mentas oceánicas.

La lucha de la tierra y el mar es allí casi permanente. La cordillera de los Andes trató, al parecer, de oponerle algunos murallones, pero en el combate de siglos todo se ha resquebrajado; el agua se ha adentrado por los canales, ha llegado hasta las heridas de los fiordos cordilleranos y solo han permane-cido abofeteando al mar los puños más fieros, cerrados en dura y relumbrante roca como en el faro Evangelistas.

Es un negro y desafiante islote que se empina a gran altura. Sus costados son lisos y cortados a pique.

La construcción del faro es una página heroica de los bravos marinos de la Subinspección de Faros del Apostadero Naval de Magallanes, y el primero que escaló el promontorio fue un héroe anónimo como la mayoría de los hombres que se enfrentan con esa naturaleza.

Hubo que izar ladrillo tras ladrillo. Hoy mismo, los valientes guardafaros que custodian el fanal más importante del Pacífico sur, están totalmente aislados del mundo en medio del océano. Hay un solo y frágil camino para ascender del mar a la cumbre: es una escala de cuerdas llamada en jerga marinera “escala de gato”, que permanece colgando al borde del sinies-tro acantilado.

Los víveres son izados de las chalupas que se atracan al borde por medio de un cabrestante instalado en lo alto e impulsado a fuerza de brazos.

Una escampavía de la Armada sale periódicamente de Punta Arenas a re-correr los faros del oeste, proveyéndolos de víveres y de acetileno.

La comisión más temida para estos pequeños y vigorosos transportes de alta mar es Evangelistas, pues cuando hay mal tiempo es imposible acercarse al faro y arriar las chalupas balleneras con que se transportan la provisiones.

Como una advertencia para esos marinos, existe a unas millas al interior el renombrado puerto de Cuarenta Días, único refugio en el cual han estado durante todo este tiempo barcos capeando el temporal. Algunas veces una

Sobre el autor y su obra

Francisco Coloane (1910-2002) es un escritor chileno, Premio Nacional de Literatura 1964.

Nació en Quemchi, Chiloé, y tuvo una vida vinculada al mar. Siendo niño viajó por los archipiélagos de su zona junto a su padre ballenero y, ya joven, ejerció oficios como pastor y cazador de lobos marinos. Más adelante se alistó en la Armada, donde trabajó como escribiente e integró expediciones petrolíferas en Magallanes.

Estas experiencias han quedado plasmadas en su narrativa, que trata sobre la lucha del hombre por sobrevivir en un entorno inhóspito, a menudo situado en las soledades de alta mar. Su obra más famosa es El último grumete de la Baquedano (1941).

fanal: farol grande.

fiordo: entrada de mar estrecha y profunda.

promontorio: colina.

chalupa: lancha o bote.

cabrestante: maquinaria para mover carga.

escampavía: barco pequeño.

acetileno: gas que se usaba para alumbrar.

Lengua y Literatura 2o Medio

Lib

ro d

e E

stu

dio



escampavía, aprovechando una tregua, ha salido a toda máquina para cumplir su expedición y ya al avistar el faro se ha desencadenado de nuevo el tem-poral, teniendo que regresar otra vez al abrigado refugio de Cuarenta Días.

Esta vez la tempestad dura más de quince días. La tempestad de afuera, de los elementos, en la que el enhiesto peñón se estremece y parece quejarse cuando las montañas de agua se descargan sobre sus lisos costados, porque adentro, bajo la torre del faro, en un corazón humano, en un cerebro acribilla-do por la marejadas de goterones de lluvia repiqueteando en el techo de zinc, en una sensibilidad castigada por el aullido silbante del viento rasgándose en el torreón, en un hombre débil y hambriento, el guardafaro Maldonado, se está desarrollando otra lenta y terrible tempestad. •1

Era la segunda vez que el fortachón Oyarzo salvaba la milagrosa y única gallina de los ímpetus carnívoros de su compañero. ¡Porque la gallina había empezado a poner justamente el mismo día en que iba a ser sacrificada!

Los guardafaros habían agotado todos los víveres y reservas. La escampa-vía se había atrasado ya en un mes, y la convergencia de los temporales no amainaba, embotellándola seguramente en el puerto de Cuarenta Días.

Como por un milagro, la gallina ponía todos los días un huevo que, batido con un poco de agua con sal y la exigua ración de cuarenta porotos asignada a cada uno, servía de precario alimento a los dos guardafaros.

—¡Toma tus cuarenta porotos! —dijo Oyarzo, alargando la ración a su com-pañero.

Maldonado miró el diminuto montón de frejoles en el hueco de su mano. “¡Nunca —pensó— su vida había estado reducida a esto! ¡No —ahora recuerda— solo una vez ocurrió lo mismo en el faro San Félix, cuando al naipe perdió su soldada de dos años y, convertida también en un montón de porotos, pasó de sus manos a la de sus compañeros!”.

Pero eran solo dos años de vida y ahora estos porotos constituían toda su vida, la salvación de las garras del hambre que en su ronda se acercaba cada día más al faro.

“¡Y este Oyarzo —continuaba en las reflexiones de su cerebro debilitado— tan duro, tan cruel, pero al mismo tiempo tan fuerte, tan leal!”. Se había ingeniado para racionar la pequeña cantidad de porotos muy equitativamente, y, a veces, le pesaba hasta unos cuantos más, sacrificando su parte. Hasta la gallina tenía su ración: se los daba con conchuela molida y un poco recalentados para que no dejara de poner.

Cada día y cada noche que pasaban junto al estruendo constante del mar embravecido, la muerte estaba más cerca y el hambre hincaba un poco más sus lívidas garras en las grietas de esos dos seres.

Oyarzo era un hombre alto, grueso, de pelo tieso y tez morena. Maldonado era delgado y en realidad más débil.

Si no hubiera sido por aquel hombronazo, seguramente el otro ya habría perecido con gallina y todo.

•1 ¿A qué se refiere el narrador con la tempestad de afuera y la tempestad de adentro? Destaca con distinto color lo que dice de estas el narrador y escribe al costado a qué elemento de la narración corresponde cada una.

enhiesto: levantado, derecho.

soldada: sueldo o salario.

lívida: intensamente pálida.

24

Lib

ro d

e E

stu

dio


25


Oyarzo era el sabio artífice que prolongaba esas tres existencias en un inte-ligente y denodado combate contra el hambre y la muerte, que ya se colaba por los resquicios del hambre. ¡La gallina, el hombre y el hombre! ¡La energía de unos diminutos frejoles que pasaba de uno a otros! ¡El milagro del huevo que día a día levantaba las postreras fuerzas de esos hombres para encender el fanal, seguridad y esperanza de los marinos que surcaban la desdichada ruta!

Maldonado empezó a obsesionarse con una idea fija: la gallina. Debilitado, el hambre, después de corroerle las entrañas como un fuego horadante y lento, empezaba a corroerle también la conciencia y algunas luces siniestras, que él trataba en vano de apagar, empezaron a levantarse en su mente.

Por fin llegó a esta conclusión: si él pudiera saciar su hambre una sola vez, moriría feliz. No pedía nada más a la vida.

Sin embargo, no se atrevía a pensar o a llegar hasta donde sus instintos lo empujaban. ¡No, él no era capaz de asesinar a su buen compañero para co-merse la gallina!

“Pero, ¡qué diablos!”, se decía y se ponía a temblar, y se daba vuelta, asus-tado, como si alguien lo empujara a empellones al borde de un abismo.

El mar seguía con su ronco tronar envolviendo al faro, la lluvia con su repi-queteo incesante contra el zinc y el mugido del viento que hacía temblar la to-rre, en cuya altura seguía encendiéndose todas las noches el fanal, gracias al huevo de una gallina y a la reciedumbre de un hombre que lo convertía en luz.

Las tempestades del mar no son parejas, toman aliento de cuatro en cuatro horas. En una de estas culminaciones, una noche arreció en tal forma que solo podía compararse con un acabo de mundo. El trueno del mar, el aullido del viento y las marejadas de lluvia que se descargaban sobre el techo, estreme-cían en tal forma al peñón que este pareció desprenderse de su base y echádo-se a navegar a través de la tempestad.

Adentro la tormenta también llegó a su crisis.

Maldonado, sigilosamente en-tre las sombras, se dirigió puñal en mano al camarote de Oyarzo, donde este guardaba cuidadosamente la gallina milagrosa, por desconfianza hacia su compañero.

Maldonado no había aclarado muy bien sus intenciones. Angustiado por el hambre, avanzando hacia un todo confuso y negro. No había querido detenerse mucho a determinar con-tra quién iba puñal en mano. Él iba a apoderarse de la gallina simple-mente; una vez muerta, ya no habría

denodado: esforzado, atrevido.

resquicio: abertura o hendidura pequeña.

postrera: última, final.

a empellones: con violencia, bruscamente.

arreciar: hacerse más recia, fuerte o violenta.

� Faro de Bell Rock (1819). Obra del artista inglés J. M. W. Turner. Edimburgo: Galería Nacional de Escocia.


Lib

ro d

e E

stu

dio



remedio y Oyarzo tendría que compartir con él la merienda; pero si se inter-ponía como antes... ¡ah!, entonces levantaría el puñal, pero para amenazarlo solamente.

¿Y si aquel lo atacaba? ¡Diantre, aquí estaba, pues, ese todo confuso y negro contra el cual iba a enfrentarse atolondrado y ciego! •2

Abrió la puerta con cautela. El guardián primero parecía dormir profundamente. Avanzó tembloroso hacia el rincón donde sabía se encontraba la gallina, pero en el instante de abalanzarse sobre ella, fue derribado de un mazazo en la nuca. El pesado cuerpo de Oyarzo cayó sobre el suyo y de un retortijón de la muñeca hízole soltar el puñal.

Casi no hubo resistencia. El guardián primero era muy fuerte y después de dominarlo totalmente, lo ató con una soga con las manos a la espalda.

—¡No pensaba atacarte con el cuchillo; lo llevaba para amenazarte no más en caso de que no hubieras permitido matar la gallina! —dijo con la cabeza agachada y avergonzado el farero.

Al día siguiente, estaba atado a una gruesa banca de roble, con las manos atrás aún.

El guardián primero continuó trabajando y luchando contra las ganas del hambre. Hizo el batido de huevo con los porotos, y con su propia mano fue a darle de comer su ración al amarrado. Este, con los ojos bajos recibió las cucharadas, pero a pesar del hambre que lo devoraba, sintió esta vez un atoro algo amargo cuando el alimento pasó por su garganta.

—¡Gracias —dijo al final—, perdóname, Oyarzo! Este no contestó. El temporal no amainó en los siguientes días. La avalancha de agua y viento

seguía igual.

•2 ¿Qué efectos podría tener esta acción en el desarrollo de la narración?

�Olas rompiendo contra el viento (1835), J. M. W. Turner. Londres: Galería Tate.

26

Lib

ro d

e E

stu

dio


27


—¡Suéltame, voy a ayudarte, te sacrificas mucho —dijo una mañana Mal-donado, y continuó con desesperación—: ¡Te juro que no volveré a tocar una pluma de la gallina!

El guardián primero miró a su compañero amarrado; este levantó la vista y los dos hombres se encontraron frente a frente en sus miradas. ¡Estaban exhaustos, débiles, corroídos por el hambre! Fue solo un instante: los dos hombres pare-cieron comprenderse en el choque de sus miradas, luego los ojos se nublaron.

—¡Todavía lucharé solo; ya llegará la hora en que tenga que soltarte para el último banquete que nos dará la gallina! —dijo Oyarzo con cierto tono de vaticinio y duda. •3

Las palabras resonaron como un latigazo en la conciencia del farero. Hubie-ra preferido una bofetada en pleno rostro a esta frase cargada con el despre-cio y la desconfianza de su compañero.

Pero la milagrosa gallina puso otro huevo al día siguiente. Oyarzo preparó como siempre la precaria comida. Iban quedando solo las últimas raciones de frejoles.

Otra vez se acercó al preso con la exigua parte de porotos, levantó la cu-chara a medio llenar, como quien va a dar de comer a un niño, pero al querer dársela, el preso, con la cabeza en alto y la mirada duramente fija en su dadi-voso compañero, exclamó rotundamente:

—¡No, no como más; no recibiré una sola migaja de tus manos!Al guardián primero se le iluminó la cara como si hubiera comprendido

algo de súbito, como si hubiera recibido una buena nueva. Miró a su com-pañero con cierta atención y, de pronto, sonrió con una extraña sonrisa, una sonrisa en que se mezclaban la bondad y la alegría. Dejó a un lado el plato de comida y desatando las cuerdas dijo:

—Tienes razón; perdóname, ya no mereces este castigo; otra vez Evange-listas tiene dos fareros.

—¡Sí, otra vez! —dijo el otro, levantándose ya libre y estrechando la mano de su compañero.

Cuando se terminó la entrega de los víveres y el comandante de la escam-pavía fue a ver las novedades del faro, le extrañaron un poco algunas huellas de lucha que observó en la cara de los dos fareros. Miró fijamente a uno y a otro, pero antes de que los interrogara, se adelantó Oyarzo sonriendo y, aca-riciando con la ruda mano la delicada cabeza de la gallina flor de haba que cobijaba bajo su brazo, dijo:

—¡Queríamos matar la gallina de los huevos de oro, pero esta se defendió a picotazos...!

—¡La gallina de los huevos de luz, querrás decir, porque cada huevo sig-nificó una noche de luz para nuestros barcos! —profirió el comandante de la escampavía, sospechando posiblemente lo ocurrido.

Coloane, F. (2002). “La gallina de los huevos de luz”. En Marks, C.: Grandes cuentos chilenos del siglo XX. Santiago: Sudamericana.

•3 ¿Cómo piensa Oyarzo que terminará esta historia?

exhausto: enteramente agotado.

vaticinio: predicción, adivinación.


Lib

ro d

e E

stu

dio



Después de leer

Responde a partir de lo leído.

Habilidad PSU • Analizar-interpretar

1. ¿Cuál es el sentido del término RECIEDUMBRE en el contexto del cuento anterior?

A ) OPTIMISMO, porque el encendido del fanal se debía a la manera en que el hombre veía su vida.

B ) FORTALEZA, porque el encendido del fanal se debía a la fuerza de ánimo del hombre.

C ) TALENTO, porque el encendido del fanal se debía a las aptitudes demostradas por el hombre.

D ) ENTUSIASMO, porque el encendido del fanal se debía a la exaltada actitud del hombre.

E ) ROBUSTEZ, porque el encendido del fanal se debía a la contextura física del hombre.

2. ¿Cuál es el sentido del término PRECARIA en el contexto del cuento anterior?

A ) FRÁGIL, porque la ración estaba formada por alimentos delicados y blandos.

B ) INSEGURA, porque no sabían si tendrían alimento la próxima vez.

C ) FUGAZ, porque la comida duraba breves instantes en el plato.

D ) POBRE, porque la comida estaba lejos de ser un banquete.

E ) ESCASA, porque la porción de alimento era muy pequeña.

Localizar información

3. ¿Quién da a la gallina el apelativo de “la gallina de los huevos de luz” y por qué?

4. Relee lo que Maldonado piensa de Oyarzo:

¡Y este Oyarzo —continuaba en las reflexiones de su cerebro debilitado— tan duro, tan cruel, pero al mismo tiempo tan fuerte, tan leal!

Reconoce en el texto una descripción y una acción de Oyarzo en que se demuestre alguna de estas características.

• Descripción:

• Acción:

5. Describe al guardafaro Maldonado. Considera lo que dice de él el narrador, sus acciones y lo que dice Oyarzo.

28

Lib

ro d

e E

stu

dio

El comandante de la escampavía en el último párrafo. Se refiere a que cada huevo de la gallina significó un día

más de luz en el faro.

Pueden referirse a Maldonado como un personaje impulsivo, ya que se dejaba llevar por el hambre sin pensar

en las consecuencias de sus acciones; o bien débil, en oposición a la fortaleza que muestra Oyarzo. También

pueden señalar que era humilde, ya que acepta el liderazgo de Oyarzo y quiere recuperar su confianza.

“Si no hubiera sido por aquel hombronazo, seguramente el otro ya habría perecido con gallina y

todo”, "El guardián primero era muy fuerte".

Oyarzo detiene y castiga a Maldonado cuando intenta comer la gallina, pero lo encubre ante el

comandante de la escampavía.


29


Relacionar e interpretar

6. Describe el marco espacial y temporal en que transcurre la historia basándote en los datos que se entregan.

7. Clasifica al narrador según su participación en la historia y su grado de conocimiento.

8. Describe cuál es la situación inicial en que se encuentran los dos guardafaros.

9. ¿Qué intereses tienen Maldonado y Oyarzo que provocan un conflicto entre ellos? Marca una opción en cada caso.

Marldonado Oyarzo

El deseo de matar a la gallina.

La envidia hacia Oyarzo.

El hambre que siente.

El miedo a la tempestad.

La desconfianza de su compañero.

Su sentido del deber.

Su fortaleza y reciedumbre.

El cariño que siente por la gallina.

actúa movido por actúa movido por

10. Relee el diálogo entre Oyarzo y Maldonado. A partir de él, infiere cómo se resuelve el conflicto y cuál es la nueva situación de equilibrio que se produce al final del relato.

—Tienes razón; perdóname, ya no mereces este castigo; otra vez Evangelistas tiene dos fareros.

—¡Sí, otra vez! —dijo el otro, levantándose ya libre y estrechando la mano de su compañero.

11. Clasifica a los personajes según los criterios que se indican. Marca y justifica brevemente.

PersonajesComplejidad Evolución

JustificaciónPlano Redondo Estático Dinámico

Maldonado

Oyarzo


Lib

ro d

e E

stu

dio

La historia se desarrolla en el faro Evangelistas, ubicado en un islote de gran altura y difícil acceso en el Pacífico sur,

mientras se desata una tormenta que ha aislado el faro. Se deduce que transcurre en la época contemporánea.

Los personajes llevan quince días aislados en el faro, sin recibir suministros y luchando contra el hambre. Dependen

del huevo que a diario pone una gallina. Maldonado quiere que se coman la gallina y Oyarzo quiere cuidarla.

Maldonado reconoce su error y gana nuevamente el respeto de su compañero, quien le quita las amarras en un

acto de confianza. El equilibrio se expresa en el enunciado “otra vez Evangelistas tiene dos fareros”, implicando

que Maldonado ha comprendido la fortaleza y responsabilidad que requiere este oficio.

Presenta complejidad sicológica (redondo) y los hechos lo hacen cambiar a lo largo del relato (dinámico).Muestra solo una cualidad (plano), que no cambia durante el relato (estático).

Narrador externo o heterodiegético (por su participación en la historia) y omnisciente (por su grado de conocimiento).



12. Lee la lista de acontecimientos y determina si estos dinamizan la acción o contribuyen a completar el relato. De acuerdo a ello determina si constituyen o no núcleos narrativos.

AcontecimientoNucleo narrativo

Sí No

El guardián primero Oyarzo se opone a que el guardafaro Maldonado se coma la gallina.

Se desata una tormenta en el Pacífico sur, que se extiende por más de quince días.

Los bravos marinos de la Subinspección de Faros del Apostadero naval de Magallanes construyen el faro Evangelistas.

Un escampavía de la Armada sale periódicamente de Punta Arenas para aprovisionar a los marinos del faro Evangelistas.

La gallina pone todos los días un huevo que Oyarzo prepara junto a un puñado de porotos para que ambos guardafaros se alimenten.

Maldonado pierde su salario de dos años jugando al naipe en el faro San Félix.

Maldonado se desespera por el hambre y se obsesiona con la idea de comerse la gallina.

La tempestad arrecia con fuerza y hace parecer que el peñón donde se encuentra el faro se ha desprendido del islote y navega en la tempestad.

Maldonado toma un puñal y entra al camarote de Oyarzo con la intención de apoderarse de la gallina.

Maldonado piensa que si su compañero se opone, lo amenazará con el puñal.

Oyarzo sorprende a Maldonado y lo amarra para impedirle cazar la gallina.

Oyarzo mantiene amarrado a Maldonado y lo alimenta, a pesar de que este le pide que lo desamarre.

Maldonado se niega a seguir aceptando la comida que le da Oyarzo.

Oyarzo decide liberar a su compañero y ambos se dan la mano.

Oyarzo conversa con el comandante del escampavía y este le comenta lo valiosa que fue la luz del faro durante la tormenta.

13. Formula tus hipótesis sobre qué consecuencias habrían tenido los siguientes acontecimientos. Recuerda con-siderar las características y motivaciones de los personajes, así como el marco espacial y temporal en que se desarolla la historia.

Acontecimiento hipotético Posible consecuencia

Maldonado logra atrapar a la gallina antes de que Oyarzo alcance a reaccionar.

Al pelear por la gallina Maldonado mata a Oyarzo.

Al pelear por la gallina Oyarzo mata a Maldonado.

La tempestad se prolonga y pasan varias semanas más sin recibir provisiones.

30

Lib

ro d

e E

stu

dio

Los estudiantes podrían establecer hipótesis como las siguientes:

Oyarzo habría enfrentado a Maldonado y lo habría agredido causándole la muerte.

Maldonado se habría comido la gallina, pero habría enloquecido por la soledad y la culpa.

Oyarzo habría esperado hasta que llegara la escampavía para entregarse a las autoridades.

Habrían terminado por matar la gallina, disfrutar el banquete y esperar la muerte.


31


14. Reúnete con dos o tres compañeros, compartan sus respuestas a las preguntas 9 a 12 y, a partir de ello, construyan la estructura de la acción narrativa en el cuento “La gallina de los huevos de luz”. Trabajen en sus cuadernos y completen un esquema como el siguiente:

Situación inicial: Situación final:

Desencadenante o conflicto DesenlaceNúcleos narrativos o

acciones principales

Reflexionar sobre el texto

15. Evalúa el comportamiento de Oyarzo frente al conflicto, a partir de los parámetros de exigencia que crees que tiene el trabajo de guardafaros.

Producir textos

16. Redacta un comentario del cuento “La gallina de los huevos de luz”. Sigue la pauta para organizar tus ideas:

• Introducción: contextualiza la obra.

Investiga sobre el autor, su obra y el género o la corriente literaria a la que pertenezca.

• Desarrollo: analiza e interpreta el contenido y evalúa si te parece bien tratado.

Relee el cuento, resume la trama y analiza el narrador, los personajes, la secuencia narrativa, etc. También puedes leer otros comentarios de la obra y citarlos para apoyar tus ideas.

• Conclusión: resume tu apreciación de la obra y califica su calidad.

Relee tu propio texto para asegurarte de que las ideas con que cierras sean coherentes con las que has desarrollado.

Analiza tu trabajo en esta sección y proyecta tus aprendizajes:

• Analiza qué dificultades enfrentas cuando lees un cuento y qué estrategias aplicas para resolverlas.

• Registra cuál es tu mayor dificultad y la estrategia para solucionarla (por ejemplo, “pierdo el hilo de la historia y lo resuelvo releyendo” o “no me motiva leer y trato de hacerlo en grupo para que sea más entretenido”).

• Reúnete con un grupo de tres a cinco compañeros y comenten sus respuestas a la pregunta anterior. Luego concluye: ¿qué estrategia que aplican tus compañeros te podría resultar útil?, ¿por qué?


Lib

ro d

e E

stu

dio

Dos fareros aislados por una tormenta pasan hambre.

Maldonado ha comprendido la importancia de su labor.

Llega un barco y les informa lo valioso que fue que mantuvieran el faro encendido.

Maldonado quiere que se coman la gallina de cuyos huevos se alimentan.

En la página 34 encontrará una rúbrica para evaluar esta actividad.

Maldonado intenta matar a la gallina, Oyarzo lo detiene y lo castiga, Maldonado se niega a comer, Oyarzo lo suelta al darse cuenta de que se ha fortalecido.

Se espera que los estudiantes valoren las acciones de Oyarzo como adecuadas ante el conflicto, ya que priorizó

el cumplimiento de su deber en vez de dejarse llevar por sus necesidades o abandonar sus responsabilidades.

Además, fue un líder para su compañero y se aseguró de resguardar el único sustento que tenían: la gallina.

Podrían destacar también su bondad, ya que perdona y reconoce el arrepentimiento de su compañero.


Guía Didáctica del Docente

Tema

2 Rúbrica para evaluar la escritura de un comentario

Niveles de desempeño

Indicadores de evaluación

Avanzado(3)

Medio(2)

Inicial(1)

Adecuación a la situación comunicativa

El texto trata sobre el cuento leído y cumple con el propósito de comentarlo, empleando un registro formal, adecuado a la situación comunicativa.

El texto trata sobre el cuento leído y cumple con el propósito de comentarlo, pero el registro es informal o descuidado, por lo que no se adecua a la situación comunicativa.

El texto no trata sobre el cuento leído o no cumple con el propósito de comentarlo.

Estructura

El texto presenta una introducción en que se contextualiza la obra, un desarrollo en que se expone de qué trata y se interpretan aspectos relevantes, y una conclusión en que se expresa una apreciación o juicio sobre el cuento.

El texto presenta dos de las partes solicitadas (introducción, desarrollo y conclusión) o las tres que corresponden, pero una o más no completamente desarrolladas.

El texto no evidencia dos de las partes solicitadas (introducción, desarrollo y conclusión), o estas no cumplen con la función que les corresponde. Por ejemplo, se presenta una lista de acontecimientos sin contextualizar o formular un juicio.

Análisis

El texto expresa una apreciación o juicio sobre el cuento, fundamentado en el análisis de sus componentes (narrador, personajes, acción y marco espacial y temporal).

La apreciación o juicio que se expresa sobre el cuento no queda del todo clara o se basa en un análisis parcial que no considera todos los componentes de la narración estudiados (narrador, personajes, acción y marco espacial y temporal).

No se evidencia una apreciación o juicio sobre el cuento o este no se basa en un análisis adecuado que considere los componentes de la narración estudiados (narrador, personajes, acción y marco espacial y temporal).

Coherencia

El texto presenta información completa, sin digresiones temáticas ni ideas inconexas, y es posible construir su sentido global.

El texto presenta vacíos de información o algunas (una o dos) digresiones temáticas o ideas inconexas. Es posible reconstruir su sentido global con algo de difi cultad.

El texto no presenta información sufi ciente o cuenta con varias (tres o más) digresiones temáticas e ideas inconexas. No es posible reconstruir su sentido global.

Cohesión

El texto evidencia relaciones lógico-semánticas entre oraciones y párrafos mediante un uso adecuado de conectores y signos de puntuación.

El texto evidencia relaciones lógico-semánticas entre oraciones y párrafos, con conectores y signos de puntuación generalmente bien empleados.

El texto presenta enumeraciones o yuxtaposiciones sin un adecuado uso de conectores o signos de puntuación.

Nombre: ___________________________________________ Curso: _____________ Fecha: _________

Puntaje máximo: 15 puntos.

34

Documents

Tema 2: Textos literarios