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TEMA 4. METODOLOGÍA DEL PERITAJE PSICOLÓGICO
(Cap. 6 Esbec)
1. LAS 6 ETAPAS DE INTERVENCIÓN PERICIAL (PÁGS. 29-32. CAP. 2 RODRÍGUEZ Y
ÁVILA)
2. ELABORACIÓN Y REDACCIÓN DE INFORME PERICIAL.
3. LA ENTREVISTA PSICOLÓGICA (JURÍDICA) Y LOS TEST PSICOLÓGICOS.
4. PROCESO PSICOPEDAGÓGICO Y EL HISTORIAL CLÍNICO.
5. CASOS PRÁCTICOS DE ESTUDIO.
El psicólogo que vaya actuar como perito, debe tener un conocimiento suficiente de
las características del sistema jurídico en el que va a trabajar:
Tipos de jurisdicciones e instancia, así como las técnicas de uso en las Salas de Audicencia.
Según Rodríguez y Ávila, la declaración del psicólogo jurista se inscribe funcional y
significativamente en y para el sistema en el que opera. Estos autores parten de la
propuesta sistemática de Blau, 1984 para su orientación:
1ª Etapa: Iniciación del caso: primer contacto del psicólogo con un abogado. A veces este
contacto es el propio cliente quién acude al psicólogo, pero esto no excluye la necesidad de
entrevistar al abogado. También puede ser que el perito psicólogo sea designado por un
juez mediante un mandamiento, para ponerse de acuerdo con las partes. El primer contacto
con el demandante, tiene una gran importancia, por que de ella derivan los principales
elementos del marco referencial de la actuación del perito. Casi siempre es el juez el que
propone al psicólogo el caso. Además de este inicio del caso, Rodríguez y Ávila destacan seis
informaciones que tienen que recibir además de, lo que se llama efectuar previsiones:
1) Hay que conocer “Los hechos del caso” y para qué se solicita la pericia. El psicólogo
deberá decidir si es de su competencia exclusiva o no. Una de las denuncias que se
les hace a los psicólogos jurídicos es que no se suban al carro de todo (aceptar todo
lo que se le de). Reclaman una ética, la ética del psicólogo: ej. si trabajamos con
niños y se perita un adulto, no aceptarlo.
2) El psicólogo será informado de la fecha probable de la Audiencia, y debe manifestar
si dicho tiempo es el tiempo necesario y suficiente para poder elaborar el informe,
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bajo la figura jurídica de proveer los dictámenes que se solicitan cuando el período
de prueba está a punto de finalizar o incluso fuera del mismo.
3) El psicólogo jurídico, debe hacerse preguntas hipotéticas (del informe). Respuestas
como perito, aspecto crucial, pues sobre estás preguntas, deberá girar la actividad
pericial del caso, y a las que se deberán limitar el dictamen.
4) La intervención pericial no es igual que la clínica, por lo que el psicólogo debe
informar de las características de la disponibilidad del demandante. Los acusados
suelen tener un acceso dificultoso, por ejemplo, se puede meter en la cárcel para
visitarlo, acudir a colegios, casa de acogidas… Es importante en el peritaje, acudir al
encausado. Hay que preguntarse si es adecuado el marco para la exploración. Hasta
ahora, las cárceles carecen de espacio para atenderlos. Es importante si está libre de
interferencias (presencia de terceras personas: abogados, carceleros… que no tienen
que estar) o incluso el lugar (inadecuado: cocina, trastero…). A veces, los guardias o
enfermeros interfieren. Todo para que el psicólogo trabaje en las condiciones
idóneas, sino es así, debe renunciar al caso.
5) El perito psicólogo, se tiene que fiar de lo que le solicitan y, además, pedir más
información (toda la posible), para ver posibles antecedentes y el historial. Deberá
realizar procedimientos que le permitan proteger su independencia en el criterio, y
no ver sus hipótesis contaminadas por otros peritos.
6) Debe valorar su trabajo con un convenio de honorarios y en base a la complejidad
que se espera de su intervención.
2ª Etapa: Preparación del expediente: (pág. 31) las investigaciones periciales pueden ser
complejas, y hay que prestar atención extrema a la organización del material del
expediente. Insisten en no extrapolar el expediente clínico del pericial: son cosas distintas.
Según los autores, el dictamen pericial no es ni parecido al clínico, existiendo también
informes psicopedagógico. Hay clínicos que se han pasado a jurídica y usan las mismas
técnicas que en la clínica. A veces, esta información se pierde (la información de acudir a
“buscarse la vida”, el clínico “sólo en su casa”).
3ª Etapa: Recogida de datos: hay que utilizar todos los recursos metodológicos disponibles,
para responder adecuadamente a las preguntas hipotéticas en el momento del juicio. Las
exploraciones psicológicas suelen ser complejas ya que son muy minuciosas: larga duración, 2
coste elevado y adicional, y contar con el entorno del demandado. En algunas ocasiones
pecan de sofisticadas. Según los autores esta recogida de datos debe estar orientada las
preguntas hipotéticas, pero tampoco deben centrarse en ellas sino también en otras
cuestiones.
FOTOCOPIAS: Esquema del proceso Psicodiagnóstico.
El psicólogo jurista debe ajustarse a su nivel de conocimiento y de investigación
disponibles y debe estar al día, para elegir métodos y técnicas de investigación y evaluación.
Disponer de justificaciones científicas (ej. no sólo decir trastorno bipolar, sino justificarlo).
Deben ser válidos, fiables y conocer la vigencia de las capacidades explicativas que utilice.
Rodríguez y Ávila recomiendan que el perito se debe acoger necesariamente a un modelo
psicodiagnóstico.
En este proceso científico, el psicólogo jurista, debe ajustarse a la discusión y a la
integración de hipótesis, refiriéndose de alguna manera a los modelos de psicodiagnóstico,
que están reconocidos científicamente. Utilizarán un modelo conceptual específico de
psicodiagnóstico. La Recogida de datos consiste en una recolección de datos acerca del
peritaje psicológico que se vaya acometer.
4ª Etapa: Evaluación de necesidades: es donde el psicólogo debe aprovechar para evaluar
los datos obtenidos y si se adecúan o no, a las necesidades que planteaban las preguntas
hipotéticas. A de ver si son lo que uno deseaba o necesitaba y, si no es así, saber cambiar o
justificar qué dichos objetivos son inabordables.
5ª Etapa: Selección de estrategias: se producen tanto en la 3ª Etapa como en la 4ª Etapa. Es
aconsejable que no se plantee un modelo estándar para todas las exploraciones periciales,
ni aconsejable utilizar un mismo modelo para evaluar imputabilidad, peligrosidad, custodia
de hijos… cada uno debe tener su propio modelo. Para cada clase de demanda, ajustar un
modelo en particular, un diseño-método, que el psicólogo debe hacer para cada objeto de
investigación. La peritación requiere métodos elegidos desde las peculiares variables que
configuran la demanda. El perito debe seleccionar otras estrategias. Las relativas sobre todo
a la dinámica particular que se da en las vistas de audiencia. Es cuando al psicólogo se le
requiere como testimonio directo: maneras en que le harán las preguntas, documentos que
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tiene que llevar para justificar… elaborar un prontuario de referencia sobre la validez y la
fiabilidad en su evaluación.
6ª Etapa: Informe Pericial [FOTOCOPIAS: Capítulo 7 páginas 131-133 de Rodríguez y Ávila +
páginas 66-68 de Esbec, 68, 69 y 70 apartado sistema general del informe pericial
psicológico]. LA 6ª ETAPA CORRESPONDE TAMBIÉN CON EL PUNTO 2 DEL TEMA. P.p.e
diferencias entre ellos.
3. ENTREVISTA PSICOLÓGICA (JURÍDICA) Y TEST PSICOLÓGICOS.
La entrevista pericial no es la entrevista clínica o psicopedagógica, sino que es
entrevista jurídica. La definen como un proceso en el que intervienen dos o más personas, a
través de un medio: oral. Se distinguen dos roles asimétricos: entrevistador y
entrevistado/s. El entrevistador debe poseer cierto conocimiento técnico, y lleva la
dirección de este proceso. Las entrevistas pueden ser libres o directivas, pero lo que tienen
en común (aunque no se suele hacer), es que finalmente al entrevistado se le ha de realizar
la devolución (resultados de la entrevista). Distinguen 5 clases de entrevista:
1) Entrevista de evaluación o diagnóstica : intenta alcanzar unos conocimientos para
beneficiar al paciente. Es la entevista en menos intensidad, la que se da en la
terapéutica. Es el modelo para la psicología básica o importante. En algunos aspectos
es modificable para utilizarse en jurídica.
2) Entrevista de orientación y selección : tiene como objetivo seleccionar u orientar a
una carrera o trabajo.
3) Entrevista terapéutica : a partir de Fernández Ballesteros, Rodríguez y Ávila dicen
que: “las conductistas no diferencian entre diagnóstico ni tratamiento. Es la que
evalúa el momento en el que se encuentra el paciente respecto a los objetivos de la
entrevista. No debe impedir que en los primeros contactos no es de recibo que
elaboremos un diagnóstico, una patología, un perfil de personalidad, sino que se
necesita más completo y más estructurado. Depende del modelo terapéutico que se
adapte al paciente”.
4) Entevista de investigación .
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5) Entrevista focalizada : centrada en un aspecto específico. Es una evaluación, pero
también es una detección precoz o una intervención de crisis. Es el hecho que ocurre
(ej. accidentes trágicos – psicólogo de crisis).
La entrevista, en general, es la principal técnica de psicodiagnóstico. Aunque la
literatura es inferior respecto a los test.
a) Tácticas de la entrevista
Son tres. La entrevista directiva trata de obtener información muy determinada y
muy precisa. Sobre todo, hace referencia al problema que motiva que el sujeto acuda a
consulta. Es un tipo de entrevista que se dirige de principio a fin. Es clásica, utilizada por el
médico (anamnesis o historial médica). Los conductistas se guían mucho por esta táctica,
por que se dirigen al síntoma (conducta desadaptada) y no a traumas o hechos pasados. Es
típica de las entrevistas estructuradas y de los cuestionarios. Se parte del supuesto de que
hay una realidad externa a la entrevista que hay que modificar. Se contrapone con la no
directiva. La no directiva es la más difícil. Típica de un método y de la psicología de la
personalidad. Algunos lo llaman centrada en la persona (C. Rogers) o de la aportación libre.
El entrevistado es el que produce la información. Aún en ese caso, no es el entrevistado el
que decide que no sea directiva, es el entrevistador. Carece de estructura salvo que la de el
sujeto. El entrevistador sutilmente produce unos señalamientos, sin contar con la
comunicación verbal, y dirigirá este proceso. Al contrario que la directiva, entiende que lo
que hay que analizar y modificar no es lo externo a la entrevista, sino lo que se produce en
ese mismo momento. Para que sea lo más óptima posible, es necesaria la empatía y saber
escuchar al otro. La semi-directiva o semi-estructurada es típica del psicodiagnóstico o
evaluación. El estilo comunicativo se tiene en cuenta para la toma de decisiones, de cara a
una intervención o a una investigación. Tiene en cuenta el comportamiento total del sujeto
durante el proceso. Incluye la vida personal y comportamental en el momento de la
entrevista.
b) Test psicológicos:
Capítulo 6 FOTOCOPIAS (Método en psicología forense, apartado “Los test mentales”).
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c) Estrategias:
Según Rodríguez y Ávila las tácticas se superponen en parte con las tácticas. Hay tres tipos
de estrategias:
1) Diacrónica: por ejemplo el historial clínico o médico. La que se superpone a la
entrevista.
2) Sincrónica: típica del modelo conductual y busca evaluar el comportamiento
presente del paciente. Se utiliza fundamentalmente en la selección de personal y
orientación.
3) Estructural: distinción de diversos niveles, centrándose en el análisis de la relación
paciente-terapeuta.
Para Rodríguez y Ávila, las tres son válidas. Deberían ser consideradas,
adecuadamente adaptadas, las tres al mismo tiempo.
d) Objetivos y fases de la entrevista
La entrevista es fundamental ya que con ella se decide o no aceptar el caso, al igual
que el paciente se cerciora de su buena relación con el psicólogo (terapeuta).
1. Objetivos
1) Recogida de información acerca del sujeto entrevistado.
2) Establecer desde el principio un rapport positivo que facilite la recogida de
información y de colaboración para posteriores intervenciones.
3) Inclusión de un cierre, con la devolución o encuadre.
2. Fases (Capítulo 6)
1) Entrada: se organiza con motivo de consulta, y en psicología jurídica esta entrada se
ve sustituida por motivos legales. Tiene dos momentos:
a) de entrada no directivo, donde el entrevistado se expresa libremente sobre
por qué está allí, sobre las circunstancias que han provocado el suceso.
b) y otro directivo, para tratar de aclarar esas primeras informaciones que
tienes, y pueden variar de las aportadas por las instituciones y otros, con
preguntas adicionales, aclarando los matices. Se intenta un buen rapport que 6
facilite el trabajo y es importante dejar claro al cliente que su colaboración es
beneficiosa para él mismo, para salir mejor del proceso.
2) Indagación o interrogatorio: es semi-directiva. Donde se recaba la información sobre
tópicos (familia, infancia, desarrollo, enfermedades, escuela, trabajo, amistades,
pareja, sexualidad y ocio). En el ámbito forense, puede parecer sutil o inconveniente
indagar esas cuestiones clínicas, pero se considera interesante conocer y obtener
sobre las mismas. Aunque se recomienda que los comentarios sean someros de cara
al diagnóstico estructural de la personalidad. Entienden que tal información, no debe
estar incluida en el informe pericial. En esta fase se dan la aplicación de las pruebas o
test psicológicos [FOTOCOPIAS: pág. 60 Esbec. “La mala praxis pericial” (6 apartados)
]. A veces las técnicas se aplican en función de lo requerido por el juez. El mal uso
involuntario de los test psicológicos (pág 60) (p.p.e). La utilización de las pruebas en
ocasiones es abusiva. El psicólogo jurista debe hacer u duelo de fé a las preguntas y
requerimientos por parte de juez
3) Cierre (o fin de metas en el tratamiento psicológico): Debe haber una devolución
extensa y obligatoria al sujeto. Si hay diagnóstico, hay devolución. En forense, es
imprescindible devolver la información sobre sí mismo y sobre el contexto, pues será
útil tanto para el condenado como para quiénes le rodean. En esta fase, si hubiera
que ratificar, es decir, se le ha dado información, pero ha tenido que tener otro
juicio, se le producirá una nueva devolución de la información. También se le
ratificará, no en lenguaje interprofesional, sino en lenguaje accesible al sujeto. [Las
cuestiones deontológicas, se desarrollan en el Cápitulo 8 de Rodríguez y Ávila]. La
forma de plantear las preguntas: se destacan 5 aspectos a tener en cuenta de cómo
plantear las preguntas:
a) Restringuir al máximo el número de preguntas que se quieren hacer (a lo
necesario).
b) Ni preguntas directas, ni encubiertas.
c) Utilizar un lenguaje claro y accesible.
d) Preguntas concretas y acotadas al tiempo, breves, haciendo memoria cronológica.
e) Respetar la libertad de respuesta del sujeto. Evitar todo tipo de confrontación.
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