TEMA 8. EVALUACIÓN PSICOLÓGICA DEL DEPORTE

APARTADO 3. OBJETIVOS GENERALES

Incluye la aplicación de la metodología conductual para evaluar las variables significativas en este ámbito; fundamentalmente, variables de rendimiento deportivo, funcionamiento personal, salud y bienestar, variables psicológicas (motivación, estrés, autoconfianza, nivel de activación general, la atención o la cohesión de equipo) y variables ambientales.

Todas las variables que pueden ser relevantes para comprender qué es lo que está ocurriendo (VARIABLES DEPENDIENTES; normalmente, variables de rendimiento deportivo, funcionamiento personal, salud y bienestar de los deportistas) y porqué está ocurriendo (VARIABLES INDEPENDIENTES; normalmente, variables ambientales y variables psicológicas de rasgo y estado) son objeto del proceso de evaluación psicológica.

Algunas variables son conductas observables por un observador externo (ej: conductas de rendimiento, de adherencia, comportamientos impulsivos…) y pueden ser registradas de forma objetiva en función de su presencia o ausencia, su frecuencia, su duración y, en ocasiones, su intensidad.Otras variables no son observables desde el exterior (ej: motivación, autoconfianza y nivel de activación general del deporte) y su evaluación requiere la participación activa de los deportistas implicados.

APARTADO 4. VARIABLES DE RENDIMIENTO DEPORTIVO

Apartado 4.1 (Variables de rendimiento físico)Fundamentalmente son la resistencia, la fuerza, la velocidad, la coordinación y la flexibilidad, las conductas deportivas características de cada deporte (tirar a canasta, rematar de cabeza, etc).Pueden evaluarse a través de diferentes medidas que habitualmente forman parte de los reconocimientos médicos y los tests de campo y pruebas específicas que desarrollan los médicos deportivos y preparadores físicos. La aportación de la evaluación psicológica debe centrarse en el control de posibles variables interferentes.

Apartado 4.2 (Conductas y resultados deportivos)Entre las conductas deportivas características de cada deporte, deben distinguirse de 2 tipos: las decisiones y la ejecución motriz.Entre los resultados también diferenciamos dos: los que son consecuencia directa de cada decisión y ejecución motriz y los resultados más globales que están relacionados con los anteriores.Para poder establece relaciones de causa y efecto y diseñar un programa de intervención, es clave tener en cuenta, en primer lugar, las conductas de rendimiento; después, los resultados directos de éstas; finalmente, los resultados más globales. Hay que tener en cuenta también las variables psicológicas antes mencionadas, sin olvidar el eslabón intermedio entre éstas y los resultados que son las decisiones y acciones motrices que en cada especialidad deportiva constituyen las conductas de rendimiento.

APARTADO 5. VARIABLES DE FUNCIONAMIENTO PERSONAL, SALUD Y BIENESTAR

Se trata, por ejemplo, de conductas de adherencia a la actividad, protestar a los árbitros, comunicarse eficazmente con los compañeros y otras que conforman el funcionamiento observable del deportista, dentro y fuera de la arena deportiva, pudiendo afectar a su rendimiento y al de sus compañeros.Al igual que en las conductas de rendimiento la aportación de la evaluación psicológica debe centrarse:

Delimitar correctamente estas conductas para poder observarlas y registrarlas Situarlas en el contexto de situaciones y estímulos antecedentes que están presentes cuando

tienen lugar Conocer sus consecuencias Observar si existen una relación relevante con variables psicológicas u otras conductas que

pudieran propiciar su presencia o ausencia

Respecto a la salud, destacan variables como las lesiones, estados de fatiga y agotamiento físicos y psicológicos, muy relacionadas con el sobreesfuerzo que a veces realizan los deportistas, como también cualquier otro tipo de indicador de salud física o mental (hierro, calcio, peso saludable, ansiedad, etc).En cuanto al bienestar, puede ser relevante conocer el grado de satisfacción de los deportistas y la gratificación personal.

APARTADO 6. VARIABLES PSICOLÓGICAS

Comentaremos a continuación las que son más relevantes para el rendimiento deportivo:

MOTIVACIÓNEs importante distinguir entre motivación básica (interés por la actividad, sus objetivos fundamentales, beneficios y costes, etc) y motivación cotidiana (interés y gratificación en cada entrenamiento, competición u otra actividad diaria).El principal problema en algunos deportistas suele ser los déficits de motivación, pero también puede ser un problema un exceso de la misma (sobreentrenamiento, nivel de activación demasiado alto y acciones inapropiadas). La tarea del psicólogo será evaluar esta variable con cierta continuidad para poder observar posibles cambios o fluctuaciones en el nivel motivacional del deportista, después intervenir si lo considera necesario.En el caso de deportistas niños y adolescentes se ha detectado que es importante considerar sus orientaciones motivacionales, distinguiendo entre orientación de ego (interés en los retos respecto a los demás) y orientación de tarea (interés en los retos respecto a uno mismo). Es perjudicial el predominio de la primera, lo conveniente es potenciar la orientación de tarea para conseguir una motivación equilibrada.

ESTRÉSSe deben tener en cuenta 3 aspectos:

1. las situaciones potencialmente estresantes: situaciones extradeportivas (problemas familiares o escolares, etc); situaciones relacionadas con la organización de la actividad y el estilo de vida de los deportistas (incertidumbre laboral, viajes y desplazamientos, estar lejos de la familia, etc); situaciones características del entrenamiento deportivo (exigencia elevada, dificultad de las tareas, etc); situaciones características de la competición deportiva; y lesiones deportivas.

2. las variables personales que podrían afectar a la interpretación de tales situaciones y de los recursos propios para hacerles frente: trayectoria deportiva de éxitos-fracasos; experiencias pasadas; racionalidad y flexibilidad de creencias y actitudes; motivación básica controlada; grado de fortaleza mental; autoconfianza y autoestima; recursos disponibles y apoyo social.

3. propias manifestaciones de estrés: Hay que prestarle atención a las respuestas fisiológicas, cognitivas y conductuales que sean relevantes, como por ejemplo la tendencia de un futbolista a reaccionar con hostilidad ante las decisiones adversas.

AUTOCONFIANZAEs un estado interno de fortaleza psicológica que implica un conocimiento real de la dificultad del objetivo, los recursos y limitaciones propios para conseguir un determinado objetivo y, en función de todo ello, las posibilidades realistas de lograrlo.Depende, en gran parte, de la percepción de control y la autoeficacia percibida. Son importantes, por lo tanto, aspectos como creencias, expectativas y atribuciones en el proceso de evaluación. Está muy relacionada con la motivación y el estrés.Al evaluar la autoconfianza, se debe tener en cuenta el posible déficit de autoconfianza enmascarada por una aparente elevada confianza (falsa confianza), y que podremos relacionar con un autoconcepto bajo y un déficit de autoestima.

AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMASon variables que también pueden ser objeto de evaluación, aunque la investigación en este campo las ha utilizado más como variables dependientes que como independientes.Estas variables son más relevantes en el caso de los deportistas niños y adolescentes. El psicólogo debe evaluar cómo interpretan los deportistas jóvenes sus éxitos y sus fracasos deportivos, si su entorno favorece que éste se sienta culpable, a disgusto consigo mismo o fracasado como persona porque no rinde como considera que las personas más significativas esperan de él, o como el mismo estima que debería rendir para gustarse.

COMPETITIVIDADEn el deporte de competición, es interesante evaluar el grado de competitividad de los deportistas. El psicólogo puede determinar la mayor o menor presencia de características que los definen (ambición, capacidad de lucha, etc.) observándolos antes, durante y después de los entrenamientos y las competiciones.Otra tarea del psicólogo es estar atento para detectar con antelación una “competitividad de riesgo”, entendida como una competitividad excesiva respecto a los otros deportistas, con objetivos poco realistas, de este modo poder prevenir posibles problemas como el aumento de comportamientos agresivos, dopaje, lesiones, abandono y trastornos psicopatológicos.

EMOCIONESAlgunas emociones relevantes forman parte de la respuesta de estrés (ansiedad, hostilidad, depresión) y se contemplan habitualmente en este ámbito. Otras, las emociones positivas (alegría, euforia, etc.), han sido menos estudiadas, pero también pueden tener una destacada relevancia.El elemento mediador entre las emociones y el rendimiento es el nivel de activación general que explicaremos a continuación.

NIVEL DE ACTIVACIÓN GENERALEn líneas generales, cada deportista funciona mejor en presencia de una activación determinada, según sean la situación o el momento y el tipo de tarea. El nivel de activación general que, en cada caso, favorece el máximo rendimiento, se denomina nivel de activación óptimo. Por su parte, los niveles situados por debajo o por encima de dicho nivel óptimo, por defecto o exceso de activación, perjudican que el deportista pueda rendir al máximo de sus posibilidades reales-Aprender a autoevaluar el nivel de activación es un elemento importante en el proceso del entrenamiento psicológico con deportistas. El objetivo es que éstos aprendan a identificar su activación y discriminar entre distintos niveles, de forma que, más adelante, puedan detectar cuál es su nivel de activación óptimo y autorregular su activación antes, durante y después de los entrenamientos y las competiciones.El nivel de activación depende de otras variables psicológicas: motivación, estrés, la autoconfianza y las emociones positivas. El objetivo será el de conocer cómo contribuyen estas variables al nivel óptimo y a los déficits y excesos de activación.

ATENCIÓNLa atención depende, en gran parte, del nivel de activación general, es un determinante clave del rendimiento.Al evaluarla es importante observar si el entorno del deportista y las condiciones de la actividad, favorecen un buen funcionamiento atencional. En algunos deportes, también es interesante observar la capacidad de los deportistas para utilizar el enfoque atencional más apropiado a cada situación, hacerlo con la intensidad adecuada y cambiar de enfoque cuando las circunstancias así lo aconsejen.Asimismo, es importante evaluar qué situaciones o estímulos son más propensos a interferir en el funcionamiento atencional más apropiado.Por último, es importante tener en cuenta que, en muchas especialidades deportivas, el deportista no puede mantener la misma intensidad atencional durante todo el tiempo, y por tanto, es conveniente que aprenda a dosificarse adecuadamente.

COHESIÓN DE EQUIPOHay que distinguir entre cohesión centrada en las relaciones interpersonales (o cohesión social) y cohesión centrada el los objetivos deportivos del grupo, esta última es la que debería predominar sobre la primera para buscar el máximo rendimiento.Para evaluarla, se debe observar qué relación existe entre lo colectivo y lo individual.

REFLEXIBILIDAD-IMPULSIVIDADInstrumento: Matching Familiar Figures Test (1981)La evaluación de esta variable puede aportar una valiosa información sobre la tendencia de los deportistas a actuar con menor o mayor riesgo, en situaciones y circunstancias concretas se su deporte que exijan una decisión trascendente relacionada con el rendimiento.

HABILIDADES PSICOLÓGICASSon conductas que aplicadas por el propio deportista pueden contribuir a mejorar su funcionamiento mental y, por esta vía, su funcionamiento general y su rendimiento deportivo.Uno de los cometidos del psicólogo del deporte, consiste en evaluar el repertorio de habilidades psicológicas relevantes de cada deportista, con el propósito de valorar qué habilidades están disponibles, qué otras tendrían que perfeccionarse y qué habilidades están ausentes y deberían desarrollarse.Algunas de las habilidades son: establecimiento de objetivos, autoobservación y autorregistro, autoevaluación subjetiva del nivel de activación y otras experiencias internas, habilidades atencionales, habilidades para controlar cogniciones disfuncionales, etc. (cuadro 8.1, pag.327).

APARTADO 7. VARIABLES AMBIENTALES

VARIABLES ORGANIZATIVASLa forma en qué está organizada la actividad de los deportistas, tiene una gran influencia en su funcionamiento psicológico y, por tanto, debe ser objeto de evaluación (ej: horarios claros y apropiados).

COMPORTAMIENTO DEL ENTRENADOREl psicólogo debe evaluar la interacción del entrenador con sus deportistas, teniendo en cuenta sus conductas más habituales, su estilo de toma de decisiones (estilo autocrático, estilo consultivo, estilo participativo y estilo delegatorio), su forma de comunicarse y su habilidad para propiciar los estados psicológicos más apropiados en cada momento.

OTRAS VARIABLES AMBIENTALESEs importante evaluar el comportamiento de otras personas relevantes en el entorno de los deportistas, como también, según los casos, se deben tener en cuenta variables como la climatología, los cambios horarios, las condiciones del lugar, el ruido, la luz, el público.

APARTADO 8. PROCEDIMIENTOS E INSTRUMENTOS

OBSERVACIÓN DIRECTAPara evaluar variables observables. El psicólogo podrá ayudar a los entrenadores a desarrollar procedimientos e instrumentos específicos apropiados para la observación directa de variables de rendimiento deportivo. Además, debe observar las variables ambientales más influyentes y, asiduamente, cómo funcionan los deportistas, los entrenadores (CBAS) y otras personas relevantes en todos los ámbitos significativos.Se pueden utilizar hojas de registro o cámaras de video, pero a veces puede resultar intimidatorio para los deportistas. Otra manera es mediante es organizar ejercicios-test específicos y observar cómo actúan, al mismo tiempo que se le van realizando preguntas al deportista.

CUESTIONARIOSLos más utilizados en el ámbito investigador, son los de Ansiedad Competitiva de Illinois, el Sport Competition Anxiety Test (SCAT), el CSAI-2, el PSIS y en España el CPRD (Cuestionario de Características Psicológicas relacionadas con el Rendimiento Deportivo).También hay que destacar para la evaluación de liderazgo de los entrenadores deportivos el LSS.

LISTADOS DE ADJETIVOSMuy útiles para evaluar variables de estado. Destacamos el POMS que tiene una versión abreviada elaborada en España por Fuentes y col. (1995).

ESCALAS SUBJETIVASTambién para evaluar variables de estado, por ejemplo son muy útiles para cuantificar cualquier experiencia interna (estado de ánimo, grado de relajación alcanzado, etc.), pero sobretodo se utilizan respecto 4 variables: nivel de activación general, dolor, esfuerzo y cansancio percibidos.

ESCALAS VISUALES ANÁLOGASTambién para evaluar variables de estado. Consisten en pares de adjetivos opuestos, situados en los extremos de una línea de 10 centímetros se debe marcar el lugar de la línea que corresponda a su estado en esos momentos. En España: PODIUM.

ENTREVISTAEs un procedimiento fundamental en el proceso de evaluación, en el que el psicólogo explora las variables relevantes a través de sus preguntas de experto, valorando, cuidadosamente, las reacciones no verbales y las respuestas verbales del entrevistado.

AUTOOBSERVACIÓN Y AUTORREGISTROSEstos procedimientos, facilitan que los deportistas estén más alerta respecto a su propio funcionamiento y puedan detectar y registrar aspectos significativos del mismo (autorregulación), contribuye a desarrollar un proceso de autoconocimiento y control interno del propio funcionamiento psicológico.La práctica de la autoobservación y el autorregistro (mediante diarios, o rellenar hojas), también deben servir para desarrollar la habilidad de anticipar las situaciones más difíciles y prepararse para afrontarlas eficazmente.

REGISTROS PSICOFISIOLÓGICOSSe utilizan, fundamentalmente, para evaluar variables de rendimiento físico.

CONCLUSIÓN Y RESUMEN (pag. 341)PREGUNTAS AUTOEXAMEN (pag. 344)