Tema Psicopatologia y Psicoanalisis Hornstein Luis

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  • 8/13/2019 Tema Psicopatologia y Psicoanalisis Hornstein Luis

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    NOTA: EN CASO DE REPRODUCCION DEL PRESENTE MATERIAL, SE DEBECITAR LA FUENTE BIBLIOGRFICA DE LA SIGUIENTE MANERA:http://www.bioeticaclinica.com.ar - Autor, Nombre de la publicacin. Editorial, ao, lugar.

    ________________________________________________________________________

    Del libro:

    LAS DEPRESIONES.AFECTOS Y HUMORES DEL VIVIRpor Lui Hor! "ei!

    EDITORIAL PAIDOS (2007, segun ! e "#"$n % A&gen'"n!

    INTRODUCCI)N (*+g"n!s - ! 27

    Escribir un libro es como escribir una carta o un mail . Generalmente sabemos antes de empezar qu queremos decir.

    Pero si releemos la carta advertimos que no dijimos e actamente lo que quer!amos decir, tal vez porque gracias a la escritura

    las ideas " los sentimientos se desplegaron " tomaron un vuelo que no ten!an cuando slo #abl$bamos con nosotros mismos.Publicar es combatir cierta soledad a la que nuestro trabajo nos con%ina con el an#elo de recibir respuestas, es abrir brec#as,

    crear alternativas. Al desplazarnos de la pr$ctica a la escritura nos e ponemos, buscamos salir de la claustro%ilia cl!nica

    aspirando a otra inteligibilidad, mas social que privada.

    &omenc' este libro alarmado.

    Se espera que los trastornos depresivos en laactualidad responsables de la cuarta causa demuerte y discapacidad a escala mundial, ocupen elsegundo lugar, despus de las cardiopatas en 2020.

    (rganizacin )undial de la *alud

    *o" psiquiatra " psicoanalista. ( sea, que mi %orma de mirar el mundo " de alarmarme es un poco tendenciosa, m$s delo que "o quisiera. *i %uera %!sico quiz$ me alarmar!a por el calentamiento de la corteza terrestre.

    Pero si de algo me #a servido mi pro%esin +pre%iero llamarla o%icio es a aceptar que slo puedo #acer lo que est$ a

    mi alcance. / ojal$ que me a"ude a no a%lojar. Es decir, a #acer todo lo que est$ a mi alcance.

    0ace muc#o que los #abitantes del mundo se distribu"en por o%icios " por poder de decisin, seg1n distintos

    reg!menes sociales. / aunque #e intentado evitar el ideologismo en mi pr$ctica, no #e descartado la in%luencia de lo social, lo

    econmico " lo pol!tico. 2es adelanto un poco el contenido3 disminuir las depresiones implica la accin conjunta de individuos,

    grupos pro%esionales " gestin sanitaria.

    Entonces, al empezar a escribir un libro uno tiene una vaga idea del tema, cierta propuesta que se espera demostrar "

    que se debe cambiar si el desarrollo demostrara otra cosa. / al terminar de escribir, ser$n los lectores qui'nes digan de qu' se

    trata.4Para qui'nes escribo esta vez5 No solo para mis colegas. Es un libro de a"uda, pero no de autoa"uda, porque no se

    consume como una pastilla ni contiene ensalmos que recitados produzcan ning1n Nirvana. 6n buen libro +" espero que 'ste lo

    sea es "nsu."#"en'e porque necesita del lector, que ser$ el encargado de relanzar las nuevas preguntas que se abren.Pastillas7ensalmos7Nirvana. 2a racionalidad de (ccidente #a sido cuestionada, pero se dir!a que no #a sido

    reemplazada. Es una racionalidad "nsu."#"en'e, en el sentido que dijimos antes. / que a veces se abroquela en nocionescient!%icas anticuadas. Apo"ados en el paradigma de la complejidad, veremos que la nocin de monocausalidad obstaculiza

    nuestra visin del mundo ", por lo tanto, nuestra accin.

    Para nada las depresiones permiten que el sujeto se baste a s! mismo o que salga adelante por la lectura de uno o mil

    libros. Ni siquiera la terapia tradicional +individual o de grupo alcanzar$ cuando no e istan m!nimos soportes ambientales

    +%amiliares " sociales .

    No slo el depresivo, toda persona es 'l " su co"untura vital. 0abremos de pensar " establecer nuevos dispositivospara el tratamiento. El terapeuta tiene muc#a e periencia en tratar a / " mu" poca o ninguna en tratarlo en su co"untura vital,%alencia que a veces se tapa ideologizando la pr$ctica cl!nica.

    L!s De*&es"1nes: . !ge 1 e ! /*1#!36n poco atr$s de las cardiopat!as, las depresiones son la patolog!a predominante, como alguna vez lo %ueron la

    tuberculosis o la peste bubnica. 2as depresiones representan, despu's de las en%ermedades card!acas, la ma"or carga

    sanitaria si se calcula la mortalidad prematura " los aos de vida 1til que se pierden por incapacidad.

    El Global Burden isease +llevado a cabo por la ()* postula que las tendencias de la salud para el 8989 ser$n

    principalmente3 envejecimiento de la poblacin debido al descenso de los !ndices de mortalidad: propagacin del 0;< e

    incremento en la mortalidad " la incapacidad relacionadas con el tabaco " la obesidad. Este estudio tambi'n situ en segundo

    lugar a la depresin entre las causas de =A2/ + disability!ad"usted li#e years , por delante de los accidentes de tr$nsito, las

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    en%ermedades vasculares cerebrales, la en%ermedad pulmonar obstructiva crnica, las in%ecciones de las v!as respiratorias, la

    tuberculosis " el 0;

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    abatimiento sino en el ruido de la violencia, el consumo de drogas o la adiccin al trabajo D. *uelen mostrar lo que, con un

    eu%emismo, se suele llamar irritabilidad .

    2os motivos de consulta en las depresiones se pueden agrupar en categor!as3

    A stados de 1nimo y a#ectividad tristeza, baja autoestima, autorreproc#es, p'rdida de placer e inter's, sensacin

    de vac!o, apat!a, ansiedad, tensin, irritabilidad, in#ibiciones varias. 3ensamiento concentracin disminuida, indecisin,

    culpa, pesimismo, crisis de ideales " de valores, pensamientos suicidas. & -ani#estaciones som1ticas alteracin de algunas

    %unciones +insomnio, #ipersomnia, aumento o disminucin del apetito, disminucin del deseo se ual : dolores corporales+ce%aleas, lumbalgias, dolores articulares " s!ntomas viscerales +principalmente gastrointestinales " cardiovasculares .

    4A qu' atribuir el aumento de la depresin5 Aunque no dispongamos de estad!sticas con%iables en nuestro pa!s la

    predominancia de la depresin est$ vinculada a lo #istrico-social. 0emos padecido duelos masivos " traumas devastadores

    que #acen tambalear v!nculos, identidades, pro"ectos personales " colectivos. +0ornstein, 899? .

    4En nuestra sociedad cada quien tomar$ su psico%$rmaco5 Podr!amos #ablar de e%ectos in#erentes a la globalizacin

    " de e%ectos indeseados. )ientras tanto, podemos constatar que se #an debilitado los lazos sociales, " se #a borrado la

    dimensin de la vida p1blica.

    2os movimientos ecologistas bregan para que no se siga daando la capa de ozono o al menos, para que no se la

    dae tanto. Al ecologismo ambiental, al rescate de las especies en peligro, #abr!a que agregar un Fecologismo socialF " el

    rescate de la especie #umana. /a no #a" tradicin que nos aplaste. Pero tampoco una tradicin que nos ampare. Porque

    adem$s de viscosa, la tradicin es un reparo identi%icatorio. Estamos a la intemperie, sin algunos marcos tradicionales de

    sentido. En una cultura del ' ito " de la accin individual es necesario ser el primero para no ser el 1ltimo. / entonces, #a" que

    darlo todo apo"$ndose cada uno en sus recursos internos.

    En'&e 4"15u6 "#! e 8"s'1&"!: &e u##"1n"s 1 1 #1 * e9" !Ning1n abordaje aislado puede contrarrestar e%icazmente la depresin, ni la del individuo ni la de las comunidades, "

    es sumamente peligroso que las personas e incluso los pro%esionales de la salud opten sin %undamento por un solo en%oque.

    Pero es todav!a m$s peligroso no promover " participar en un debate comunitario sobre las depresiones +que son m$s de una .

    6n debate que, lejos de implicar que todos somos capaces, implica que todos debemos aprender. En vez de un abordaje

    aislado, propongo un abordaje que comienza por ser doble " que en seguida ser$ m1ltiple, cuando podamos. &on cierto apuro,

    porque el tiempo apremia. 2os en%oques son b$sicamente dos3 el psico%armacolgico " la psicoterapia. 2a psicoterapia

    +psicoanal!tica o cognitiva debe ser elegida en %uncin de %actores propios de cada paciente.

    2o que est$ de moda es #acer declaraciones contra el reduccionismo... para caer en el eclecticismo blando, mejor

    dic#o en con%usas ensaladas que toman algo del psicoan$lisis, del cognitivismo, de la biolog!a, salpimentados con algo

    socio#istrico . Esos componentes si se los integra seriamente dan todo de s!. &entrarse solo en los aspectos ps!quicos o solo

    en los aspectos biolgicos es reduccionismo. 4Esto" escribiendo un catecismo5 No. Esto" #aciendo un resumen de mis

    argumentos H.

    Para comprender el mundo #a" que acotarlo. En ese sentido, los reduccionismos son 1tiles cuando se los toma como

    provisorios. +2a %!sica de NeIton, por ejemplo, #a sido subsumida por la einsteniana. 2o malo ser!a que, despu's de Einstein,

    la %!sica neItoniana se pusiera prepotente " %ilos%ica. Pero para entender por qu' #a cambiado el paradigma en la %!sica no #a"

    m$s remedio que estudiar. =el mismo modo, #a" que estar al d!a en psiquiatr!a para entender la di%erencia entre la psiquiatr!a

    actual " la del siglo pasado. 4Ju' psicopatolog!a se ensea en las %acultades de )edicina " de Psicolog!a5 4/ en los servicios

    de *alud )ental o en las instituciones psicoanal!ticas5

    El reduccionismo es una ideolog!a. )$scara del pensamiento " ataque al pensamiento. 2a ideolog!a reduccionista en

    biolog!a tiene varias consecuencias graves. Primero, sirve para desmentir los problemas subjetivos " sociales atribu"'ndolos a

    lo biolgico. 2a violencia en la sociedad moderna no tendr!a que ver con la sordidez del racismo, el desempleo, la brec#a entre

    Los depresi&os toleran poco las !rustraciones. El alco%olis o y las adicciones pueden considerarse co o auto edicacin y suelen ser la otracara del &aco depresi&o. ) la i plosin depresi&a le responde la e plosin adicti&a, a la !alta de sensaciones del depri ido le responde la

    $s"ueda de sensaciones del drogadicto. La depresin y el a uso de sustancias !or an un crculo &icioso, pues son un intento de li erarse dela depresin y el dao "ue e peri entan por ello la acent$a.6 Ecl*ctico ' Se aplica a cualquier doctrina o teora que trata de coordinar otras o es un trmino medio entre otras. Tambin a la personaque en su manera de pensar adopta una posicin indefinida, sin oponerse a ninguna de las doctrinas o posiciones posibles ( 0Diccionario deuso del Espaol, Mara Moliner3.7 Los cuestiona ientos al psicoan/lisis a re&an de dos !uentes principales de las neurociencias y de las ciencias sociales. ' No me parece

    posible que el psicoanlisis adopte una actitud simtrica de ignorancia o de rechazo a priori con relacin a tal oposicin. No se podraimitar aquello que se reprueba (. +i el psicoan/lisis no se e pone al de ate, puede de&enir un siste a esot*rico de creencias . ausalidad

    iolgica y cultural con!luyen para dar lugar a una tercera 0la causalidad ps"uica3 "ue es no&edosa.' Confrontada con la causalidad naturaltal como la presentan las disciplinas tributaras de la biologa, con la causalidad cultural tal como aparece en las teorizaciones de laantropologa la historia, la causalidad psquica se !e en dificultades a la hora de definir su posicin frente a todos aquellos que la miran

    de le"os, fuera del contacto directo de la e#periencia. $...% &n el estado actual del conocimiento, las relaciones entre biologa psicoanlisisno permiten hacer ninguna inferencia directa entre lo que se sabe del cerebro el estudio del psiquismo . Tal es entonces una de las fronterascon que choca la organizacin psquica. &n el e#tremo opuesto, o sea, en el !inculado a la cultura, surgen todos los problemas relati!os a lacausalidad socio'antropolgica $...%. (uede entonces concluirse que las fronteras de la causalidad psquica no estn netamente definidas que se e#tienden tanto hacia lo que nos ense)a la ciencia del cerebro, e incluso la biologa general, como hacia la antropologa lahistoria* + reen, - / 3.

    #

  • 8/13/2019 Tema Psicopatologia y Psicoanalisis Hornstein Luis

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    riqueza " pobreza e tremas. En segundo lugar, si se trata de individuos violentos, por su constitucin bioqu!mica o gen'tica,

    4por qu' preocuparse por las injusticias sociales o por las %ormas en%ermantes de convivencia5 Karos #abr$ siempre.

    El entusiasmo por las e plicaciones biolgicas deterministas gener la sociobiolog!a cu"a posicin podr!a sintetizarse en

    el gen egosta . Parece sumar dos ciencias o por lo menos articular dos saberes. El prestigio le viene de la biolog!a, cu"os

    ' itos ser$n siempre m$s contundentes que los de la sociolog!a. &ient!%icos de pro%esin pueden pregonar, en un rapto m!stico,

    que la gen'tica puede e plicar la condicin #umana e incluso modi%icarla. 2os ' itos de la biolog!a molecular #an generado un

    triun%alismo arrogante al grito de dadme un gen y mover el mundo . 2os sujetos son robots torpes , sometidos a las rdenesde una mol'cula maestra cu"o objetivo es la autorreplicacin. 2as teor!as sociobiolgicas se basaban en pruebas emp!ricas

    endebles, premisas de%ectuosas " posiciones ideolgicas in%undadas re%eridas a los aspectos presuntamente universales de la

    naturaleza #umana.

    En la 1ltima d'cada ante avances en la ciencia de los genes " del cerebro, el r!o de argumentos deterministas se #a

    convertido en un torrente. 0a" genes para justi%icar cada aspecto de nuestras vidas, desde el ' ito personal #asta la angustia

    e istencial3 genes para la salud " la en%ermedad, para la criminalidad, la violencia, la orientacin se ual anormal " #asta el

    consumismo compulsivo . / donde #a" genes, la ingenier!a gen'tica " %armacolgica o%recen para!sos de salvacin a sujetos

    #ambrientos de %e +" #ambrientos en sentido lato condenados a un elegante escepticismo por una %iloso%!a llamada

    postmoderna.

    )uc#os de nuestros psiquiatras biologicisistas se #an enrolado, con no disimulado entusiasmo, en esta ideolog!a bajo

    la mirada complaciente de los laboratorios, complacencia que se mani%iesta con generosos %lujos de %ondos.

    Neurogen'tica. 0e all! otra palabra impactante. 2a neurogen'tica se proclama capaz de responder a la pregunta de

    dnde debemos buscar, ante el su%rimiento " los con%lictos sociales, las e plicaciones " los medios para trans%ormarlos. *e

    propugna una relacin causal directa entre el gen " la conducta. 6n #ombre es #omose ual porque tiene un cerebro ga" , que

    a su vez es producto de genes ga" : alguien est$ deprimido porque tiene los genes de la depresin. 0a" violencia en las

    calles porque la gente tiene genes violentos o criminales : la gente se emborrac#a porque tiene los genes del alco#olismo.

    6n ambiente que alienta estas a%irmaciones en gran medida se #a resignado a no encontrar soluciones sociales a problemas

    sociales. 2lama la atencin qu' en%ermedades descartan los neurogenetistas. Ni una palabra sobre la eno%obia, la

    delincuencia de guante blanco o la corrupcin. No se muerde la mano que da de comer.

    No se trata de apartarse de una visin materialista de la vida ni de argumentar a %avor de una m!stica de la 4e5 age

    sino de contemplar al mundo desde una perspectiva que destaque tanto la unidad ontolgica como la diversidad

    epistemolgica. 0o" como a"er, el quid es la libertad. 2os sujetos no son esp!ritus libres restringidos solamente por los l!mites

    de la imaginacin, o m$s prosaicamente, por los determinantes socioeconmicos. Pero tampoco son apenas m$quinas

    replicadores de A=N. *on e%ecto de una interaccin constante entre lo biolgico " lo social a trav's de la cual se constru"e la

    #istoria.

    4&u$les son las condiciones de produccin de la subjetividad5 &uando uno se #ace la pregunta, est$ dispuesto a

    escuc#ar aportes de la biolog!a, la #istoria, la sociolog!a, sin caer por ello ni en biologismo, ni en sociologismo, ni en

    #istoricismo, porque todos estos ismos son reduccionismos. El sujeto solo es pensable inmerso en lo socio-#istrico

    entramando pr$cticas, discursos, se ualidad, ideales, deseos, ideolog!a " pro#ibiciones.

    Nuestras vidas resultan de una tra"ectoria que no est$ determinada por nuestros genes ni dividida en esas prolijas

    categor!as dicotmicas llamadas naturaleza " cultura. Es una interaccin autopoi'tica, e presada en la cl$sica paradoja de

    Lenn3 la %lec#a disparada #acia el blanco, que en cada instante de tiempo debe estar a la vez en alguna parte " en tr$nsito

    #acia otra. El reduccionismo ignora la paradoja, congela la vida en un instante de tiempo. Al tratar de apre#ender el ser, pierde

    de vista el devenir. 2a autopoiesis, la autoorganizacin resuelve paradojas B.

    / aqu! recurrimos a los pensadores de la complejidad +&astoriadis, Atlan, )orin para decir que los sujetos son

    sistemas abiertos, alejados del equilibrio termodin$mico, en los cuales la continuidad es provista por un %lujo constante de

    energ!a e in%ormacin. 2a estabilidad din$mica depende de la capacidad de autoorganizacin cu"o ejemplos inclu"en desde el

    autoensamblado de las prote!nas para %orman ribosomas o microt1bulos " de los l!pidos para %ormar membranas #asta la red

    metablica autorregulada de interacciones enzim$ticas. Para esta concepcin de los sistemas vivientes no e isten las

    mol'culas maestras, que controlan las actividades celulares desde la serenidad protegida de la sala del directorio nuclear

    +Kose M.

    2os sujetos mantienen una interaccin constante con su medio: dic#o de otra manera, sujeto " realidad est$n

    interpenetrados. 2a idea de un medio estable, inmutable, es una %alacia anacrnica. 2os medios, como los sujetos, son

    #omeodin$micos m$s que #omeost$ticos >9.

    8 Murray Gell:Mann "ue es el coautor de la idea de los quar0s , los constituyentes ele entales de las partculas nucleares, piensa "ue las ideasno&edosas ser/n !ruto de la unin de la ciencia de lo !unda ental con la ciencia de lo co ple;o. -ostula "ue %ay dos aneras de a ordar al

    undo la &a reduccionista, centr/ndose los co ponentes ele entales :los quar0s , o las supercuerdas:. La otra &a es el reconoci iento deuna ciencia de la co ple;idad, con leyes y principios "ue e ergen en ni&eles sucesi&os.9 )tlan 0199

  • 8/13/2019 Tema Psicopatologia y Psicoanalisis Hornstein Luis

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    2a mezcolanza no es ni pr$ctica ni epistemolgicamente sana. Pero tampoco lo es el %undamentalismo, el

    manique!smo. El #ec#o es que, en el mejor de los casos, cuando se acepta que las depresiones son un tema urgente, muc#os

    psiquiatras consideran que el psicoan$lisis no tiene nada que ver " muc#os psicoanalistas que la psiquiatr!a no tiene nada que

    ver. Ec#emos un vistazo a nuestro alrededor. Psicoterapeutas que ni se in%orman sobre la medicacin que toman sus pacientes.

    Psiquiatras biologicistas que descreen en la psicoterapia como complemento a los %$rmacos " #asta del di$logo con el paciente.

    / ello para describir el escenario antiguo, de un paciente ante un pro%esional, con la industria %uera del consultorio. 2os

    malentendidos no ser$n menores cuando se inclu"an nuevos participantes.2a industria %armac'utica suele abogar e clu"entemente por la %armacoterapia, como si la qu!mica %uera la llave

    maestra >>. 2a bioqu!mica puede aliviar la depresin. Pero las depresiones resultan de una alteracin de la autoestima en el

    conte to de los v!nculos " los logros actuales. 2o in%antil es reactivado. 2as depresiones ilustran la relacin estrec#a entre la

    intersubjetividad, la #istoria in%antil, la realidad, lo corporal " los valores ", desde "a, la bioqu!mica.

    Ni en el cuerpo, ni en la mente, #a" dos personas que padezcan lo mismo. &ada individuo es 1nico como los copos de

    nieve. &ada depresin, si bien comparte con las otras ciertos ejes, es tambi'n 1nica, compleja. Es necesario acotar el campo

    con teor!as provisorias. No es necesario esquematizar el campo con rigideces propias " prestadas, para quedarse uno m$s

    tranquilo. / el #ec#o es que clasi%icaciones psiqui$tricas tranquilizan3 bipolar unipolar: grave leve: e gena endgena:

    breve prolongada. Juerer describir el padecimiento depresivo de manera un!voca nos condena a reducir la vivencia individual

    a un n1cleo de s!ntomas supuestamente invariantes . El pro%esional est$ angustiado " %uerza una univocidad o una bivocidad

    que el padecimiento depresivo no suele tener.

    En psiquiatr!a el tipo de clasi%icacin re%leja el grado de conocimiento alcanzado. 2a agrupacin de s!ntomas o

    s!ndromes corresponden a un nivel elemental pero es insensato ignorarlas " es insensato considerar desubicados a los

    pro%esionales que leen psiquiatr!a " usan el =*). A la rigidez de cierta psiquiatr!a biologicista se le responde con un

    psicoan$lisis autosu%iciente. 6n psicoan$lisis que se arroga poseer la 1ltima palabra por lo que pretende adoctrinar a los dem$s

    " termina quedando arrinconado. 4Juien podr!a postular que el cuerpo no tiene nada que ver o que la medicacin cierra el

    inconsciente5 6na psicopatolog!a psiquiatrizada se enriquece con una psicopatolog!a mas compleja, que ser$ psicoanal!tica

    solo si los psicoanalistas lo logramos con ideas. Para aportar a una psiquiatr!a descriptiva tenemos que denigrar menos e

    *incar *asta la ra) del con#licto +Oreud, >BMD . 4Aportar a la psiquiatr!a5 4Kecibir sus aportes5 4Psiquiatr!a " psicoan$lisis5

    Nietzsc#e invit a una #ermen'utica de la conjuncin. Para 'l, #ab!a mala le" en ciertas " . oda " que se satis%aga con el

    eco seductor de los t'rminos que conjuga debe dilucidar previamente las problem$ticas a que ellos aluden, lo que implica

    producir la con%rontacin dilucidando di%erencias " convergencias.

    &uando postulo la integracin " la colaboracin de psico%armacolog!a " psicoterapia, cuando las impulso, cuando las

    practico en mi consultorio, ello no implica que crea en una accin m$gica de la serotonina o de cualquier psico%$rmaco. Algunos

    de sus e%ectos son positivos pero incluso los e%ectos positivos deben ser potenciados por el entorno a%ectivo del paciente +sus

    v!nculos " casi siempre por una psicoterapia, incluso para los llamados Fdepresivos purosF, si es que alguien vio alguna vez un

    depresivo puro >8. Aumentar los niveles de serotonina en el cerebro desencadena un proceso que con el tiempo puede a"udar a

    muc#as personas deprimidas a sentirse mejor. Pero ello no demuestra que antes #a"an tenido niveles anormalmente bajos de

    serotonina. )$s a1n, la serotonina no tiene e%ectos curativos inmediatos. *uponer que la depresin no es m$s que algo qu!mico

    es como suponer que el talento o la criminalidad son e clusivamente qu!micos. stoy deprimido, pero no es m1s que algo

    qumico es una %rase equivalente a Soy un asesino, pero no es m1s que algo qumico , o Soy inteligente, pero no es m1s que

    algo qumico . -e conmueven las sonatas de -o)art, pero no es mas que algo qumico . odo en una persona es meramente

    algo qu!mico, si se quiere pensar en esos t'rminos. El sol brilla, lo cual tambi'n es meramente qu!mico, as! como es algo

    qu!mico que las rocas sean duras o que el mar sea salado.

    ;ncluso cuando se dice que el cerebro es un sistema qu!mico #a" que aclarar que es un sistema qu!mico complejo. 2as

    depresiones deben ser abordadas desde el paradigma de la complejidad >C. / as! entendemos el desequilibrio neuroqu!mico

    presente en las depresiones, debido a la accin conjunta, " di%!cilmente deslindable, de la #erencia, la situacin personal, la

    #istoria, los con%lictos neurticos " #umanos, la en%ermedad corporal, las condiciones #istrico-sociales, las vivencias, los

    #$bitos " el %uncionamiento del organismo. QJu' lejos queda la monocausalidadR

    NOTA:Se !g&! e#e ! gen'" e;! e Lu"s