Teoría de sistemas y “pensamiento complejo” - webs.ucm.eswebs.ucm.es/info/teoriasc/SISTEMAS INTERDEPENDENCIA.pdf · 13/03/2009 sistemas de interdependencia... 2 Interacción

Sistemas de interdependencia y sistemas funcionales

Jorge Riechmann

13/03/2009 sistemas de interdependencia... 2

Interacción social, situación social

Para el sociólogo la sociedad es un sistema de relaciones humanas (en otra lección hemos tratado del punto de vista sistémico), un haz de vínculos. En la jerga sociológica a esto se le llama interacción social.Como ya vimos (al estudiar la acción social), Max Weber apuntó que una situación social es aquella en la que las gentes orientan recíprocamente sus acciones.Los sistemas sociales (sistemas de interacción social) pueden clasificarse en dos grandes tipos: sistemas funcionales y sistemas de interdependencia.


Dos nociones básicas en sociología

1. Rol social ---> sistemas funcionales

2. Situación de interacción estratégica entre agentes ---> sistemas de interdependencia (Cf. Raymond Boudon en La logique du social, Hachette, París 1979, capítulos 3 y 4).


Diferenciación interna de los grupos socialesComencemos por los sistemas funcionales.Los grupos sociales casi nunca son internamente homogéneos: se trata por lo general de colectividades diferenciadas.Los individuos que forman parte de los grupos ocupan en ellos posiciones diversas.Los miembros de cualquier grupo humano casi siempre pertenecen al mismo en una determinada función, en un determinado rol.


Rol (o papel) social

Rol social: conjunto coherente de actividades (o prácticas) normativamente efectuadas por un sujeto. Salvador Giner, Sociología, Península, Barcelona 1988, p. 47. En otra lección hemos estudiado las normas y valores sociales.

“En la sociedad no existen átomos individuales, sino seres que actúan socialmente. Todos desempeñamos un papel (rol) que nos asigna el orden social. Todos somos actores [y actrices] en la gran comedia (o tragedia) de los seres humanos.” Antonio Izquierdo Escribano, Fundamentos de sociología, Playor, Madrid 1985, p. 76.


Los roles están constituidos por prácticas

¿Qué constituye los roles? Las prácticas: “unidades de comportamiento recíproco informadas por el reconocimiento mutuo de intenciones y creencias compartidas”. W.G. Runciman, El animal social, Taurus, Madrid 1999, p. 11.

Lo decisivo, en sociología, son casi siempre las prácticas que definen el rol.(Las prácticas están sometidas a selección social: nuestra perspectiva teórica es evolutiva.)


¿Contradice esto el individualismo metodológico?

No necesariamente.“No es posible estudiar grupos, por pequeños que sean, sin tener en cuenta el contexto institucional del comportamiento que se estudia; ni es posible estudiar instituciones, por grandes que sean, sin tener en cuenta el comportamiento de los individuos que desempeñan roles específicos.” W.G. Runciman, El animal social, Taurus, Madrid 1999, p. 36. Volveremos sobre esta cuestión al final de la lección.


Los roles no son optativos

Los roles no son únicos para cada individuo: todos desempeñamos una serie de ellos.La metáfora del Gran Teatro del Mundo (Calderón). Pero no somos únicamente actores representando un papel: si así fuera, podríamos rechazar guiones o buscar papeles a nuestro gusto.No es así. Los roles, en la vida real, no son optativos: están gobernados por reglas que las personas que los ocupan tienen que aceptar como dadas (incluso cuando deseen cambiarlos, y a veces lo intenten).


Reglas y poder

Estas reglas son de un tipo especial. Determinan quién está en situación de influir en el comportamiento social de otros, en función de los roles que respectivamente ocupan.Es decir: quién puede ejercer poder sobre otros en una situación dada. Piensen ustedes en esta misma situación social: un profesor y unos alumnos, cada uno dentro de sus roles respectivos...La cuestión del poder es central para las ciencias sociales, y volveremos sobre ella más adelante, en otra lección.


Compatibilidad de diferentes roles

“El grado de compatibilidad y congruencia entre los roles que puede tener un sujeto varía según las sociedades; más concretamente, según los sistemas de valores mantenidos por ellas.Los católicos, por ejemplo (...), no consideran que el rol sacerdotal y el marital sean compatibles.Hay roles, por otra parte, en los que la ambigüedad valorativa oscurece la cuestión de la compatibilidad.”


Ambigüedad valorativa y conflictos de rol

“A causa de todo ello gran parte de la actividad individual --sobre todo en sociedades que atraviesan periodos de intenso cambio social-- va dirigida hacia la resolución de conflictos de rol.En casos extremos, cuando el conflicto es grave, la armonización de los roles se hace imposible, con lo que se produce una desintegración de la personalidad, que puede manifestarse en una simple neurosis o llegar a forzar al que la sufre a actos destructivos tales como el suicidio o el crimen.” Salvador Giner, Sociología, Península, Barcelona 1988, p. 48.


Autonomía del agente en los sistemas funcionales

La imprecisión o ambivalencia con que a menudo están definidos los roles es una fuente de autonomía para el actor.También los son las interferencias entre los distintos roles que puede desempeñar un mismo actor...El sujeto tendrá siempre que interpretar las normas que rigen los roles. En definitiva, siempre va a contar con un margen de autonomía. Cf. Raymond Boudon en La logique du social, Hachette, París 1979, p. 88-91.


Noción de status

Una noción relacionada con la de rol --son como la cara y la cruz de una moneda-- es la de status.Puede concebirse como el conjunto de derechos y deberes que un individuo tiene dentro de su sociedad.“Más estrictamente, el status implica una expectativa recíproca de conducta entre dos o más personas. Status también designa lo que en lenguaje corriente llamamos prestigio, dignidad, categoría...” Salvador Giner, Sociología, Península, Barcelona 1988, p. 48.


Status y rol

El status y el rol se hallan en estrecha relación con las estructuras de poder del grupo social.El status puede entenderse como el aspecto estático de las relaciones sociales (la imagen social que se tiene del ocupante de la posición en cuestión) y el rol como su aspecto dinámico.Hasta aquí hemos estado estudiando los sistemas funcionales. Pasemos ahora a los sistemas de interdependencia.


Efectos no deseados

A menudo, los sistemas de interdependencia se caracterizan porque los agentes del sistema, en su interacción, generan fenómenos colectivos que como tales no son deseados por los agentes.Por ejemplo, los pánicos financieros. Se extiende un rumor sobre la posible insolvencia de uno o varios bancos...Robert K. Merton hablaba en casos análogos de profecía que se autocumple. Otros sociólogos hablan de efectos de agregación, o efectos emergentes (ya nos hemos topado con ellos antes).


Procesos de organización social

A menudo, cuando se producen efectos de agregación no deseados, los agentes se ponen de acuerdo para tratar de eliminarlos, pasado de un sistema inorganizado a otro organizado.Un proceso de organización social implica la introducción de normas y constricciones que limitarán el margen de autonomía de los sujetos, formándose nuevos roles.


Teoría de juegos de estrategia

En los sistemas de interdependencia, la interacción social se puede analizar sin referirnos a la categoría de rol.Para estudiar los sistemas de interdependencia se ha desarrollado la teoría de juegos de estrategia, mejor llamada teoría de las decisiones interdependientes.


Jon Elster: tres tipos de interdependencia

“Soy de los que creen que esta teoría [la teoría de juegos de estrategia] ofrece un marco conceptual unificador para la mayoría de las ciencias sociales, pues nos capacita para comprender tres tipos de interdependencia que penetran la vida social.Primero, el hecho de que la recompensa de cada uno depende de las recompensas de todos, por altruismo, envidia y cosas así.”


“Segundo, el hecho de que la recompensa de cada uno depende de las elecciones de todos, mediante causalidad social general.Y tercero, el hecho de que la elección de cada uno depende de las elecciones de todos, mediante anticipación y cálculo estratégico.” Jon Elster, Una introducción a Karl Marx, Siglo XXI, Madrid 1991, p. 31.


El “dilema del prisionero”

Refleja situaciones de interdependencia donde los individuos desconocen cuál va a ser la conducta de los demás.Los agentes (maximizadores racionales), si no pueden ponerse de acuerdo, toman decisiones que tratan de minimizar daños y pérdidas; pero estas decisiones hubieran sido distintas y hubieran dado mejores resultados si hubieran podido comunicarse entre sí y preparar una estrategia conjunta.


La versión clásica

El nombre proviene de una situación imaginaria en la que dos prisioneros son interrogados por separado acerca de un delito cometido en común.Véamoslo con detalle: la policía arresta a dos sospechosos. No hay pruebas suficientes para condenarlos y, tras haberlos separado, los visita a cada uno y les ofrece el mismo trato. Si uno confiesa y su cómplice no, el cómplice será condenado a la pena total, diez años, y el primero será liberado. Si uno calla y el cómplice confiesa, el primero recibirá esa pena de diez años y será el cómplice quien salga libre. Si ambos permanecen callados, todo lo que podrán hacer será encerrarlos durante seis meses por un cargo menor. Si ambos confiesan, ambos serán condenados a seis años.


Se puede resumir así:

Tú lo niegas Tú confiesas

Él lo niega Ambos, condenados a 6 meses

Tú sales libre; él es condenado a 10 años

Él confiesa Él sale libre; tú eres condenado a 10 años

Ambos, condenados a 6 años


Supongamos que ambos prisioneros son completamente egoístas (“maximizadores racionales”) y su única meta es reducir su propia estancia en la cárcel. Como prisioneros tienen dos opciones: cooperar con su cómplice y permanecer callado, o traicionar a su cómplice y confesar.El resultado de cada elección depende de la elección del cómplice. Por desgracia, uno no conoce qué ha elegido hacer el otro. Incluso si pudiesen hablar entre sí, no podrían estar seguros de confiar en el otro.


Si uno espera que el cómplice escoja cooperar con él y permanecer en silencio, la opción óptima para el primero sería confesar, lo que significaría que sería liberado inmediatamente, mientras el cómplice tendrá que cumplir una condena de 10 años.Si espera que su cómplice confiese, la mejor opción es confesar también, ya que al menos no recibirá la condena completa de 10 años, y sólo tendrá que esperar 6, al igual que el cómplice.


Estrategias dominantes

Sin embargo, si ambos decidiesen cooperar y permanecer en silencio, ambos serían liberados en sólo 6 meses.Confesar es la estrategia dominante para ambos jugadores. Sea cual sea la elección del otro jugador, pueden reducir siempre su sentencia confesando.(Se denomina a una estrategia dominante cuando la estrategia de uno de los jugadores es provechosa para él, con independencia de la estrategia del jugador oponente.)


Por desgracia para los prisioneros, esto conduce a un resultado regular, en el que ambos confiesan y ambos reciben largas condenas.Aquí se encuentra el punto clave del dilema. El resultado de las interacciones individuales produce un resultado que no es el mejor posible (“subóptimo” en la jerga de la teoría de juegos).


Ejemplos en la vida real: las carreras de armamentos

En el ámbito de las relaciones internacionales, el escenario del dilema del prisionero se usa a menudo para ilustrar el problema de dos estados involucrados en una carrera de armamentos.Ambos razonarán que tienen dos opciones: o incrementar el gasto militar, o llegar a un acuerdo para reducir su armamento. Ninguno de los dos estados puede estar seguro de que el otro acatará el acuerdo; de este modo, ambos se inclinarán hacia la expansión militar.La ironía está en que ambos estados parecen actuar racionalmente, pero el resultado es completamente irracional.


El ejemplo de la huelga

Supongamos que cada obrero tiene que elegir entre ir a la huelga, o no hacerlo.Supongamos además que para todos los trabajadores es mejor ir todos a la huelga que no ir ninguno, porque en el primer caso presionarán con éxito para lograr un aumento de salario (o un trabajo menos insalubre).Supongamos finalmente que los obreros están únicamente motivamos por las ganancias personales (y no por ideales de solidaridad, por ejemplo).


Entonces, para cada obrero será siempre mejor no ir a la huelga, independientemente de lo que hagan los demás.En efecto: si los demás van a la huelga, pero yo no (soy un esquirol o francotirador o polizón o gorrón, free- rider en inglés) obtendré el aumento de salario (u otras mejoras) sin los costes y riesgos de ir a la huelga.Si los demás no van a la huelga, no tiene sentido mi acción solidaria unilateral.Un último ejemplo: Gran Bretaña y Alemania en vísperas de la I Guerra Mundial. Puede consultarse en Raymond Boudon, La logique du social, Hachette, París 1979, capítulo 2.


El problema del francotirador

En consecuencia, el que actúa individualmente no irá a la huelga; tampoco irán los demás porque razonan de modo similar.Debido a que todos los trabajadores actúan de forma individualmente racional, el resultado obtenido es peor para todos de lo que podría haber sido si hubiesen cooperado.Este fenómeno suele llamarse problema del francotirador (free-rider problem), o del gorrón.


“Equilibrio”

Para concluir, un video de unos 8 minutos. Se trata de un trabajo de animación de hace unos años que refleja de forma inquietante una situación de dilema del prisionero.http://www.youtube.com/watch?v=IA XTM-m_56k

Documents

Teoría de sistemas y “pensamiento complejo” - webs.ucm.eswebs.ucm.es/info/teoriasc/SISTEMAS INTERDEPENDENCIA.pdf · 13/03/2009 sistemas de interdependencia... 2 Interacción