3
EL YO DEL OTRO Y EL ACTUAL SUPER - ÚLTIMO HOMBRE PAUL SARTRE - NIESTZCHE Ha ocurrido en ciertas oportunidades donde el hombre muchas veces defiende sus defectos, de hechos ocurridos durante el desarrollo de su infancia. Esto ¿será malo? o será bueno. Lo analizan el filósofo contemporáneo Sartre y Niestzche; el primero dice: “un ser humano adulto no puede ni debe estar defendiendo sus defectos en hechos ocurridos durante su infancia, eso es malo y falta de madurez”. En estos tiempos se puede decir que las verdades ofenden y son difíciles de asimilar porque hay comportamientos con egos muchas veces muy rígidos, y llegar a situaciones de autoridad o de mandatarios con este ego de acero e inflexible, donde no se aceptan razonamientos de interés social es para provocar un caos general donde los que mandan se convierten en totalitarios sin opción a opinión ni refutación. Autoridades con imperio de la fuerza, al no tener el interés ni la voluntad de preparación cuando el deber los llamaba, ahora con ignorancia toman la violencia que mata, hacen gemir y subyugan con placer, solo para justificar sus objetivos vedados, por su puesto muchas veces solo por disfrute; Sartre dice: “Durante mucho tiempo tomé la pluma como una espada; ahora conozco nuestra impotencia”, hoy es viceversa: “Durante mucho tiempo como no tomé la pluma, ahora la tomo la espada en lugar de ella, ahora conozco mi potencia y prepotencia”, interesante, más que interesante es desgarrador y/o lacerante. La cultura como producto y proyecto del hombre, es reconocida porque se vive en ella, pero no se la puede imponer a otra que tiene distinta, porque la cultura no salva a nadie en estos tiempos globalizados y de competitividad. La libertar es el bien jurídico estimado y protegido, por tanto el hombre es condenado a ser libre, también obligado a hacerse a si mismo, dice Sartre: “Por ello nadie llega a ser nada que no haya elegido ser: Tú, ¿que elegiste ser?: abogado, médico, ingeniero, psicólogo, policía, militar, contador, doctor, comunicador, o también carpintero, agricultor, minero, zapatero, fabril, comerciante, o simplemente dirigente; no importa lo uno o lo otro, lo importante es ser o no ser autoridad, pero no conviene ser autoritario, totalitario, dictador, despótico, que con odio divide y somete al extremo de hacer que corran ríos de sangre sin que impere alguna razón pura. Más al contrario conviene recoger y hacer todo lo que es bueno, todo lo honesto, lo verdadero, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable y de buen nombre. Sartre, realiza una descripción descarnada de las relaciones humanas, mostrando su carácter complejo, conflictivo y ambivalente. “La mirada” es la experiencia en la que el otro se hace presente. Ella establece una relación entre un sujeto que mira a un objeto que es mirado. Respecto a las cosas, esa relación es siempre unidireccional y no reversible, pero cuando el que es observado es otro sujeto, otro ser humano, la situación ser torna más compleja. Aquél que es mirado como objeto es, a su vez, un sujeto. Quien mira degrada al otro a mero

Teorías de Sartre

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Sobre el Yo y el otro Yo con relación al Super Hombre y el único Hombre

Citation preview

Page 1: Teorías de Sartre

EL YO DEL OTRO Y EL ACTUAL SUPER - ÚLTIMO HOMBRE PAUL SARTRE - NIESTZCHE

Ha ocurrido en ciertas oportunidades donde el hombre muchas veces defiende sus defectos, de hechos ocurridos durante el desarrollo de su infancia. Esto ¿será malo? o será bueno. Lo analizan el filósofo contemporáneo Sartre y Niestzche; el primero dice: “un ser humano adulto no puede ni debe estar defendiendo sus defectos en hechos ocurridos durante su infancia, eso es malo y falta de madurez”. En estos tiempos se puede decir que las verdades ofenden y son difíciles de asimilar porque hay comportamientos con egos muchas veces muy rígidos, y llegar a situaciones de autoridad o de mandatarios con este ego de acero e inflexible, donde no se aceptan razonamientos de interés social es para provocar un caos general donde los que mandan se convierten en totalitarios sin opción a opinión ni refutación. Autoridades con imperio de la fuerza, al no tener el interés ni la voluntad de preparación cuando el deber los llamaba, ahora con ignorancia toman la violencia que mata, hacen gemir y subyugan con placer, solo para justificar sus objetivos vedados, por su puesto muchas veces solo por disfrute; Sartre dice: “Durante mucho tiempo tomé la pluma como una espada; ahora conozco nuestra impotencia”, hoy es viceversa: “Durante mucho tiempo como no tomé la pluma, ahora la tomo la espada en lugar de ella, ahora conozco mi potencia y prepotencia”, interesante, más que interesante es desgarrador y/o lacerante. La cultura como producto y proyecto del hombre, es reconocida porque se vive en ella, pero no se la puede imponer a otra que tiene distinta, porque la cultura no salva a nadie en estos tiempos globalizados y de competitividad.La libertar es el bien jurídico estimado y protegido, por tanto el hombre es condenado a ser libre, también obligado a hacerse a si mismo, dice Sartre: “Por ello nadie llega a ser nada que no haya elegido ser: Tú, ¿que elegiste ser?: abogado, médico, ingeniero, psicólogo, policía, militar, contador, doctor, comunicador, o también carpintero, agricultor, minero, zapatero, fabril, comerciante, o simplemente dirigente; no importa lo uno o lo otro, lo importante es ser o no ser autoridad, pero no conviene ser autoritario, totalitario, dictador, despótico, que con odio divide y somete al extremo de hacer que corran ríos de sangre sin que impere alguna razón pura. Más al contrario conviene recoger y hacer todo lo que es bueno, todo lo honesto, lo verdadero, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable y de buen nombre.Sartre, realiza una descripción descarnada de las relaciones humanas, mostrando su carácter complejo, conflictivo y ambivalente. “La mirada” es la experiencia en la que el otro se hace presente. Ella establece una relación entre un sujeto que mira a un objeto que es mirado. Respecto a las cosas, esa relación es siempre unidireccional y no reversible, pero cuando el que es observado es otro sujeto, otro ser humano, la situación ser torna más compleja. Aquél que es mirado como objeto es, a su vez, un sujeto. Quien mira degrada al otro a mero objeto, lo ve como algo más entre todo lo que constituye su mundo, le asigna un lugar en su proyecto. Al hacerlo, le otorga su “ser objeto”. El sujeto, al ser observado, se siente mero objeto, se siete degradado, dependiente y fijo, no solo es un ser “para sí”, es también un ser “para otro”, que lo convierte en un ser “en sí”. Lamentable, hoy somos observados como objetos manipulables no conforme a derecho, sino conforme a capricho e interés sectorial, racial o particular; a tal extremo, cuando la manipulación es ilícita o delictiva, que busca imponer su voluntad para aplicar solo su proyecto, donde el manda mas, autoritario ignorante dueño del conglomerado social dice: “entendidos estudiados juristas, hagan lícito mi ilícito”, ¿sabiduría o necedad?. Por ello las relaciones siempre serán conflictivas, y hasta sangrientas.Entre el amor y el odio hay similitud; el mandatario dice que ama a la nación, ¿a cual nación?, ¿con cual amor? con el agapao no puede ser, con el filos tampoco; será con el amor de dominar la voluntad de otros, por tanto este amor se convierte en odio, como Sartre al escribir afirma: “Amar es intentar dominar la voluntad de otro u otros”, por tanto odiar es reconocer la libertad de otros como opuesta a la propia y tratar de anularla, como sucede en el medio, que conduce al fracaso, porque solo se logra la posesión del otro siendo uno a su vez poseído por él, por eso la posesión de tal otro autoritario es una expresión extrema que degrada a una situación de homicida o asesino. Según Sartre, esto es un infierno, por tanto el amor y el odio son parientes que están juntos.

Page 2: Teorías de Sartre

Por las realidades expuestas, se afirma que hoy tenemos más que al superhombre, al “ULTIMO HOMBRE”. El alemán filósofo Feredico Nietzsche, cuya doctrina se funda en lo metafísico y la voluntad del poderío que llega a su culminación en el “superhombre”, decía que en el futuro solo habría dos tipos de seres humanos: El “Superhombre” y el “Último hombre”. El primero era el héroe cultural, que se coloca por encima de todos ellos e inventa libremente sus propios valores, como el pequeño dios de un microcosmos (ejemplo, Bolivia), autónomo, pisoteando altivamente la verdad, el bien, la humanidad o todo lo que tuviera el descaro de cruzarse en su camino de glorias autolátricas. El “último hombre”, por el contrario, sería el idiota incapaz de un pensamiento propio, reducido a la obediencia rutinaria y al “espíritu del rebano”. Según el filósofo, no sospecha que ambos tipos eran exactamente la misma persona y que en pocas décadas la completa identidad del Superhombre y del último hombre se manifestaría de la forma más patente en nuestro medio, mostrando que la distinción entre ellos no era más que una ilusión óptica.El Super-último hombre nuestro, no admite ningún valor ni ley por encina de sí mismo, critica, juzga y condena sin pestañear civilizaciones, organizaciones, religiones hasta milenarias, va destruyendo todo. Observa a su alrededor para ver si sus colegas del poder de militancia están haciendo lo mismo, y se siente profundamente reconfortado al ver que no está solo, que está en perfecta sintonía con el espíritu del rebaño que conduce. Está con la protección de las organizaciones de masa, que es el privilegio inaudito que algunos sectores de la sociedad actual otorgan. Son pocos los que están a la cabeza, ninguno de ellos acepta autoridad alguna por encima de sí mismo, ninguno es capaz de aprehender una sola idea que no venga ya con la rúbrica de la autoridad y de interés foráneo.El Super-último-hombre es más arrogante que el Super-hombre y más servil al amo protector que el último hombre. El Super-hombre se contentaba con la independencia individual, proclamada quijotescamente contra el resto de la especie humana. El nuevo tipo Super-último hombre, quiere subyugar a todo un Estado (especie humana), remodelarla a su imagen y semejanza, y a la voz de mando de la multitud o de la intromisión, se subordina, está listo para caer todavía más bajo, para violar la propia conciencia y abdicar del último resquicio de dignidad, prostituyéndose y envileciéndose hasta el punto de exhibirse masoquistamente como víctima de atentado de golpe y de persecución, disfrutando al mismo tiempo, como nadie de las hipocresías y las mentiras emitidas al mundo entero, dentro y fuera de la nación.Nietzche, que escribió de éste, no hay idea, sobre como reaccionaría ante la visión de esta criatura que en parte, él mismo engendró en su teoría. Probablemente, de vergüenza se reventaría los sesos.

Dr. Wilfredo Torrico VargasDOCENTE.