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Gramática “A” Teórico Nº 18 1 Materia: Gramática “A” Cátedra: Kuguel Teórico: N° 18 – 4 de mayo de 2012 Tema: Construcciones pronominales. Coordinación y subordinación. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Profesora: Buenas tardes. El jueves habíamos llegado a ver, dentro de las construcciones pronominales, hasta el caso del se intransitivizador. Vamos a retomarlo y avanzar en los otros casos. El se intransitivizador es uno de los casos en que la construcción con el pronombre se absorbe uno de los argumentos del verbo. Y lo más prototípico es cuando esto ocurre con verbos inacusativos, y, en particular, con los verbos inacusativos que intervienen en la alternancia causativa. Lo muestro a través de un ejemplo: (1) El huracán hundió el barco. ¿Qué tenemos acá? Es una oración con un verbo transitivo, que tiene dos argumentos: un argumento-causa, el huracán, y un argumento-tema, el barco. Ahora, yo puedo transformar esa oración en: (2) El barco se hundió. Acá desaparece el argumento-causa, permanece solamente el argumento-tema. Desde el punto de vista de la sintaxis, vemos también que, lo que en (1) era objeto directo, en (2) pasa a ser sujeto. Y no hay ni puede haber OD en (2). Es decir: otra cosa que ha cambiado acá es que pasamos de tener un verbo transitivo hundir en (1) a un verbo intransitivo en (2): particularmente, dentro de los intransitivos, a un verbo inacusativo, que no va a seleccionar nada para objeto directo. Por eso decimos que este se absorbe uno de los argumentos, altera la transitividad que tenía un verbo, lo intransitiviza. Lo vimos también, el jueves pasado, en verbos de movimiento como levantar,

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Gramática “A” Teórico Nº 18

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Materia: Gramática “A”

Cátedra: Kuguel

Teórico: N° 18 – 4 de mayo de 2012

Tema: Construcciones pronominales. Coordinación y subordinación. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Profesora: Buenas tardes. El jueves habíamos llegado a ver, dentro de las

construcciones pronominales, hasta el caso del se intransitivizador. Vamos a retomarlo y

avanzar en los otros casos.

El se intransitivizador es uno de los casos en que la construcción con el

pronombre se absorbe uno de los argumentos del verbo. Y lo más prototípico es cuando

esto ocurre con verbos inacusativos, y, en particular, con los verbos inacusativos que

intervienen en la alternancia causativa. Lo muestro a través de un ejemplo:

(1) El huracán hundió el barco.

¿Qué tenemos acá?

Es una oración con un verbo transitivo, que tiene dos argumentos: un argumento-causa,

el huracán, y un argumento-tema, el barco.

Ahora, yo puedo transformar esa oración en:

(2) El barco se hundió.

Acá desaparece el argumento-causa, permanece solamente el argumento-tema.

Desde el punto de vista de la sintaxis, vemos también que, lo que en (1) era objeto

directo, en (2) pasa a ser sujeto. Y no hay ni puede haber OD en (2). Es decir: otra cosa

que ha cambiado acá es que pasamos de tener un verbo transitivo hundir en (1) a un

verbo intransitivo en (2): particularmente, dentro de los intransitivos, a un verbo

inacusativo, que no va a seleccionar nada para objeto directo.

Por eso decimos que este se absorbe uno de los argumentos, altera la

transitividad que tenía un verbo, lo intransitiviza.

Lo vimos también, el jueves pasado, en verbos de movimiento como levantar,

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cuando hacemos Juan se levantó. De un verbo como levantar, transitivo también, y que

aparece por ejemplo en Juan levantó la valija, podemos tener Juan se levantó: otra vez,

el se absorbió un argumento –el argumento tema.

Hay un segundo caso de pronombre se que absorbe argumentos: es el se

impersonal. Si yo digo, por ejemplo:

(3) Se vive bien aquí.

(4) Se trabaja demasiado.

(5) Se llega al hotel desde la plaza.

Esta oración Se vive bien aquí, ¿cómo la analizaríamos? ¿Por qué yo planteo que

acá él se absorbe un argumento también? ¿Hay sujeto? No, es una oración impersonal,

por lo menos desde el punto de vista sintáctico.

Juan vive bien aquí. Esta última es una oración de sujeto y predicado, donde hay

un agente. Esta oración se transforma en (3), y aparece el pronombre, o el clítico. Ahora

bien, ¿qué es lo que ha desaparecido? El sujeto. En realidad el se está de alguna manera

absorbiendo un agente definido, determinado. Acá esta oración, desde el punto de vista

sintáctico, es impersonal, no tiene sujeto. Pero el verbo selecciona un argumento,

siempre hay alguien que vive en un lugar, lo que pasa es que ese argumento no tiene

realización sintáctica, y esa falta de realización sintáctica está expresada a partir del

pronombre. Ese argumento que no tiene realización sintáctica es un argumento con un

rasgo –determinado, es decir un rasgo de indeterminación; se sabe que es un argumento

+animado, pero el argumento queda implícito y el hecho de estar implícito está señalado

por el clítico. Esta oración, Juan vive bien aquí, que es una oración de sujeto y

predicado, se transforma en una oración impersonal en la cual el se señala que se ha

absorbido un argumento pero que ese argumento está implícito. Ese es lo que llamamos

un se impersonal.

En estos casos el se absorbe un argumento que puede ser agente, como sería

Juan en Juan trabaja demasiado –y que acá se convierte en Se trabaja demasiado– pero

no siempre va a ser agente, puede ser otro papel semántico, dependiendo del verbo. con

el verbo llegar en (5) no podría ser un agente eso que fue absorbido, ya que no decimos

que hay agente con el verbo llegar –acuérdense de la prueba con hacer: Lo que hizo

Juan fue…

Este se, que es el llamado se impersonal, que está dentro de los se que no son

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argumentales y no cumplen función sintáctica, siempre se construye con los verbos en

3ª persona del singular. Y en los tres ejemplos que vimos no hay sujeto (esto es así

siempre, por eso es impersonal) y además no hay objeto directo, pero a veces las

oraciones impersonales con se tienen esta forma: Se vacunó a los alumnos, donde hay

un complemento objeto directo-tema. En estos casos el se también está sugiriendo que

hubo un agente (alguien que hizo la acción de vacunar), un agente +animado +humano,

pero que no hay un interés en mencionarlo por parte del hablante, no hay motivo –

digamos: no le importa aclarar quién es el que vacuna en un hospital, si un médico o un

enfermero.

Y dentro de los casos en los que el se absorbe un argumento, tenemos un tercer

caso, que es el de la pasiva con se, o la pasiva pronominal, o pasiva cuasirrefleja. La

vemos en estos ejemplos:

(6) Se obtuvieron importantes ganancias.

(7) Se encontraron libros inéditos.

(8) Se alquilaron todos los departamentos.

Acá no ocurre lo mismo que en el se impersonal. Tienen en común el que

siempre se construye en 3ª persona, pero acá puede ser singular o plural:

(9) Se obtuvo una importante ganancia.

(10) Se encontró un libro inédito.

Pero acá hay algo que en el grupo anterior no había: sujeto. Fíjense por qué les

di los ejemplos en plural y también en singular: porque hay concordancia. lo que nos

muestra que en estas oraciones hay un sujeto, que normalmente va pospuesto, detrás del

verbo. Y es un sujeto-tema. En este caso también hay un argumento implícito, que en

general es un agente y que es –determinado: no interesa que sea mencionado. Fíjense

que esta pasiva en general rechaza la explicitación del agente

(8) *Se alquilaron todos los departamentos por los inmobiliarios.

Entonces, acá hay sujeto y predicado; hay concordancia; argumentalmente el

sujeto no es agente, es tema. ¿Qué es lo que este se está absorbiendo? Otro argumento,

otro papel temático, que puede ser un agente. La diferencia con el caso anterior de se

impersonal es que acá hay sujeto (tema).

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Y son oraciones en voz pasiva. ¿Qué sabemos de la voz pasiva? Justamente, que

pone como sujeto a lo que argumentalmente es el tema; pone como sujeto a lo que en

una oración en voz activa era el objeto directo. Y manda a un segundo lugar al agente,

que deja de ser una información relevante en la oración.

Hay dos maneras de formar la voz pasiva en español. Una es la frase verbal

pasiva, la del verbo ser + participio, que, de lo que sería una voz activa:

- Los empresarios obtuvieron importantes ganancias.

hace una pasiva:

- Importantes ganancias fueron obtenidas por los empresarios.

Esta, la pasiva de ser + participio, permite mantener el agente explícito (atrás, al final de

la oración) aunque no es obligatorio, puede no estar.

Y hay otra forma de voz pasiva, que es más frecuente, que usamos mucho más, y

que es esta pasiva con se:

- Se obtuvieron importantes ganancias.

En esta estructura el agente desaparece, está absorbido por el clítico y no puede

aparecer. No sabemos nada de ese agente, justamente la idea es que no sepamos nada,

aunque es probable que una oración así aparezca en un texto donde ya se nos informó,

antes, quién es ese agente.

A veces la diferencia entre una pasiva con se y una construcción con se

impersonal es muy sutil, ambigua, y queda sujeta a la interpretación que uno le dé. Esto

en casos en que el verbo está en singular, porque ya vimos que en el se impersonal el

verbo siempre es singular.

Entonces, estos serían los tres casos en los que el se absorbe un argumento: el

caso del se intransitivizador, el del se impersonal, y el del se pasivo o pasiva con se.

Nos queda ahora por ver los casos en que el se funciona como marca léxica.

Pueden ser dos casos: el se diacrítico y el se inherente.

Empecemos por el se diacrítico. Fíjense este par:

Juan negó la acusación.

Juan se negó a declarar.

Tengo en la primera una estructura “alguien niega algo”. El verbo es negar. En

la segunda, la estructura es “alguien se niega a (hacer) algo”. Verbo: negarse. ¿Cuál es

el cambio más importante? Son dos verbos distintos. Significan dos cosas distintas. Si

vamos al diccionario, encontramos dos entradas léxicas distintas.

Y fíjense cómo cambia la estructura de la oración: a negar lo encontramos junto

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con un OD, mientras que negarse viene con un complemento régimen (es negarse a…).

Pero lo más importante es el cambio de significado: no es lo mismo negar algo

que negarse a algo. Otro ejemplo que aparece en la bibliografía: parecer / parecerse,

dos verbos distintos: Juan parece cansado / Juan se parece a su padre.

Negarse, parecerse y muchos otros son verbos inherentemente pronominales y

en ellos el pronombre forma parte de la forma verbal. Se trata de dos lexemas, uno de

los lexemas es pronominal y el otro no. Y fíjense también: el pronombre en estos verbos

pronominales es de toda persona: Yo me negué a declarar, Vos te negaste a declarar…

Luego tenemos el caso del se inherente. El se también forma parte del verbo, es

un verbo pronominal, pero en este caso no hay tal verbo sin el se. Por ejemplo:

enterarse, arrepentirse. No existe *arrepentir ni *enterar. Por eso se habla de se

inherente para designar esa forma se en estos casos.

Y, al igual que el se diacrítico, es de toda persona: Yo me arrepentí, Vos te arrepentiste,

Él se arrepintió…

Alumno: En Juan se parece a su padre, ¿a su padre sería un complemento

régimen?

Profesora: Yo pienso que sí. Es un complemento, sin duda, porque completa al

verbo –en este sentido, no diríamos *Juan se parece. Es siempre parecerse a, y la

preposición se completa con un término que tampoco puede faltar.

Bien. Lo que ustedes tienen que tener en cuenta son estas distintas posibilidades

de sentido para la forma se. Que son muchas, por lo que estamos viendo, y todavía nos

queda alguna posibilidad más. Vamos a ver ahora el llamado se estilístico.

Y dentro del se estilístico, en particular existe un llamado se aspectual. El

ejemplo que da Di Tullio es:

Juan se comió la torta.

Acá, a diferencia de algunos anteriores, no se absorbe ningún argumento.

El verbo comer tiene dos argumentos y acá aparecen. Podríamos decir, de hecho:

Juan comió la torta.

O sea que el se se agregó sin reemplazar nada. Sin embargo, aporta un valor aspectual,

una acción que se ha realizado en forma completa: Juan se comió la torta es Juan comió

toda la torta.

Está marcando que el evento se completó: ese es el sentido de este se aspectual.

Ahora fíjense este par y díganme si el valor aspectual es, también, con

significado de evento que se completó totalmente:

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Juan fumó veinte cigarrillos.

Juan se fumó veinte cigarrillos.

Puedo decir las dos cosas. Pero en este caso el se, que sigue teniendo un valor

aspectual, no está relacionado con un rasgo de completitud (Juan podría haber fumado

más cigarrillos, veinte no es el límite) pero sí, de todos modos, con un rasgo de

cantidad.

Juan se leyó la novela.

En este caso puedo pensar en un sentido de completitud: la leyó entera. Y otra

cosa: en estos casos, el se se relaciona con un objeto definido: nunca vamos a encontrar

*Juan se leyó alguna novela; no, es una novela definida. Igual que en el ejemplo de la

torta no diríamos *Juan se comió alguna torta.

Pero sí encontraríamos, por ejemplo

Juan se leyó una novela por día.

Acá se enfatiza el hábito, la reiteración.

Como decíamos la vez pasada, el se es uno de los ámbitos más oscuros de la

gramática del español, y apenas los gramáticos llegan a un modelo para sistematizar

todos los usos pareciera que surge un uso nuevo. Además de lo visto hasta acá, tenemos

muchos casos de verbos que tienen una forma pronominal, con el clítico se, pero que en

realidad no adscriben tan claramente a ninguno de los casos que vimos hasta acá.

Cuando esto es así, en general tienen un valor aspectual.

Es lo que pasa por ejemplo con la diferencia entre ir e irse. Yo puedo decir

María se fue.

Pero no

*María fue. (a menos que cambie el significado del verbo)

En este caso hay un claro valor deíctico: María se fue del lugar en el que estaba.

Lo más probable es que ese irse aluda al lugar donde se estaba. Desde esta perspectiva,

uno podría decir que el se en María se fue está absorbiendo un argumento: el origen.

Aunque también podría explicitar el origen en vez de absorberlo: María se fue de su

casa. De cualquier modo, hay cierta referencia deíctica, cierta capacidad de

señalamiento al lugar en que se encuentran los participantes del coloquio.

Otro caso particular es la diferencia entre caer y caerse:

Cayeron las tasas de interés.

Se cayeron las tasas de interés.

Juan se cayó en la calle.

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Juan cayó en la calle.

Uno diría que es una alternancia que puede darse entre ambas formas, son dos

posibilidades de decir lo mismo. Pero no siempre pasa esto, porque si digo

Cayó el telón,

voy a entender que el telón descendió porque terminó la obra, pero en

Se cayó el telón

sería otra cosa: se vino abajo por accidente.

En suma, fíjense que, por más que uno puede sistematizar el uso del clítico, muchas

veces son usos muy particulares.

Bueno, con esto terminamos el tema de las construcciones pronominales.

Vamos a empezar ahora con otro tema.

La coordinación y la subordinación son relaciones sintácticas. La gran diferencia

que existe entre ellas es que la coordinación conecta constituyentes de igual jerarquía, es

decir que tienen equivalencia funcional, y generalmente también tienen la misma

categoría, aunque en algunos casos puede haber distinción de categorías. La

subordinación, en cambio, es una relación de dependencia, no hay equivalencia

funcional entre las dos partes unidas por un vínculo de subordinación. En las próximas

clases vamos a dedicarnos a estas dos relaciones sintácticas; la subordinación, los

distintos tipos de proposiciones o de cláusulas subordinadas, nos van a llevar varias

clases; la coordinación es bastante más sencilla.

Por coordinación yo puedo conectar distintos tipos de constituyentes: palabras,

sintagmas o incluso dos oraciones (puedo unir dos oraciones en una sola). Si digo, por

ejemplo, Se pelean como perro y gato estoy conectando dos palabras que a la vez son

dos sintagmas nominales. Y si digo En la mesa y sobre la pila de libros estoy

conectando dos sintagmas, en este caso sintagmas preposicionales. En las dos

construcciones, los sintagmas coordinados tienen la misma naturaleza categorial.

Entonces, en la coordinación siempre tenemos equivalencia funcional (los dos

constituyentes coordinados están en un mismo nivel sintáctico) y por lo general

tenemos, también, equivalencia categorial: los dos constituyentes coordinados son el

mismo tipo de sintagma, aunque puede haber casos en que esto no es así. No es así,

sobre todo, cuando conectamos un sintagma nominal y un pronombre: los alumnos y yo.

O puedo conectar un sintagma adjetivo y un sintagma preposicional: morocha y de ojos

negros. Es decir que lo segundo, equivalencia categorial, es frecuente pero no es

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necesario.

¿Qué pasa en la subordinación? La subordinación es una relación de

dependencia. Así como dijimos que la coordinación es una relación de equivalencia

funcional y generalmente también categorial, en la subordinación no. En la

subordinación hay una relación de dependencia. En todos los análisis que ustedes han

hecho en trabajos prácticos hasta ahora, en los cuales ustedes han identificado sintagmas

en los que hay un núcleo, el núcleo establecía con sus complementos relaciones de

subordinación, es decir, los complementos dependen del núcleo, están subordinados a

él. Si nosotros tomamos un sintagma como en la mesa, veremos que en la mesa es un

sintagma preposicional, con un núcleo preposicional y un complemento, un sintagma

nominal que está subordinado al núcleo. Es decir, lo que caracteriza a la subordinación

es una relación jerárquica: hay un elemento que está subordinado, que depende de otro.

Esas son las ideas básicas de la coordinación y la subordinación. Ahora vamos a

tratar de caracterizar estas relaciones, fundamentalmente a nivel de oración, y vamos a

ver qué tipo de marcas tienen aquellos elementos que de alguna manera explicitan estas

relaciones.

Pensemos ahora en la coordinación y subordinación de oraciones y de las

llamadas (dentro de la gramática tradicional y estructural) proposiciones. Ustedes han

visto hace algunas clases el concepto de oración. Y hasta el momento nosotros hemos

trabajado con oraciones simples, del tipo, por ejemplo, (1) María ganó la beca. Esta es

una oración simple, que tiene un sujeto, María, y un predicado, con un núcleo y un

complemento objeto directo. Pero puedo tener:

(2) María no sabe que ganó la beca.

Acá tenemos una variación a partir de una oración simple. ¿Cuál es el sujeto?

Sigue siendo María. El predicado es no sabe que ganó la beca. Habíamos dicho, cuando

analizamos la oración simple (1), que dentro del predicado teníamos un núcleo y un

complemento objeto directo. Aquí también tenemos un núcleo y un complemento.

Ahora bien, ¿en qué difieren la beca de que ganó la beca? Desde el punto de vista

categorial, ¿Son lo mismo?

Alumno: No.

Profesora: Muy bien, ¿Qué es la beca desde el punto de vista categorial?

Alumno: Un sintagma nominal.

Profesora: Bien. Cuando yo pregunto por el punto de vista categorial me refiero

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a la clase de palabra del sintagma, para distinguirlo de la función sintáctica. Son dos

nociones que ustedes tienen que tener claramente diferenciadas: la función sintáctica y

la índole categorial del sintagma. La categoría del sintagma es siempre la misma, la

función sintáctica variará de acuerdo a la posición que ocupa ese sintagma dentro de la

estructura oracional. Desde el punto de vista categorial la beca es un sintagma nominal,

desde el punto de vista funcional es un complemento objeto directo. ¿Y ganó la beca

qué es desde el punto de vista categorial?

Alumno: ¿Un sintagma verbal?

Profesora: No, es una oración. Es otra oración, donde tenemos un verbo que

tiene un sujeto tácito, que es correferencial con María, y después tenemos un

pronombre relativo que a la cabeza de toda esa proposición. Y toda la proposición que

ganó la beca cumple la función de objeto directo (María no sabe que ganó la beca =

María no lo sabe). Eso lo vamos a ir retomando con detenimiento acá y en los prácticos.

Algunos también la llaman “cláusula”; nosotros no la vamos a llamar

“proposición”, la vamos a llamar oración o proposición.

¿Cuál es la característica de la proposición, al menos en la terminología que

vamos a manejar en el curso? Equivale a una oración, pero no tiene independencia

sintáctica. Depende de otra estructura. Entonces, en este caso, este tipo de

proposiciones, que acá cumple la función de objeto directo, está incluida dentro de una

estructura mayor. Cumple una función sintáctica muy clara e identificable dentro de la

estructura que es la oración, pero en lugar de ser un sintagma nominal, es una oración o

proposición.

Insisto: las llamamos oraciones o bien proposiciones. Para no confundirnos, a

estas oraciones que están incluidas dentro de otra estructura las pueden llamar

proposiciones, lo que no significa que en la bibliografía muchas veces no las encuentren

como oraciones, sobre todo porque en la gramática generativa el concepto de la oración

está relacionado con el concepto de flexión, de verbo que manifiesta determinadas

características morfológicas que permiten el enlace con el sujeto. Como esas

características se dan en esta estructura, también van a encontrar en muchas

bibliografías que a este tipo de estructuras las llaman oraciones.

Si (1) María ganó la beca es una oración simple, (2) ya no lo es. Será una

oración compuesta, por lo menos en la terminología que vamos a manejar en el curso,

que es la que maneja Di Tullio y que tiene cierta tradición en la gramática estructural.

Que (1) es una oración simple nadie lo va a discutir. Pero en las distintas gramáticas

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puede variar la terminología para oraciones más complejas.

Pasemos ahora a (3).

(3) El plazo ya se cumplió pero el jurado todavía no dio a conocer los resultados.

Acá tenemos una oración; sin embargo, fíjense que tenemos una oración simple

El plazo ya se cumplió y otra el jurado todavía no dio a conocer los resultados. Ambas

están coordinadas, son dos proposiciones coordinadas, tienen la misma jerarquía

funcional, están en un mismo nivel. La segunda no cumple ninguna función dentro de la

primera, no está incluida en la primera, sino que está coordinada. Para esa equivalencia

funcional entre ambas proposiciones, el nexo es el coordinante pero.

Dentro de los coordinantes, pero es un coordinante adversativo –si tenemos

tiempo hoy vamos a tratar de ver los distintos tipos de coordinantes. Aquí no podemos

decir que se trate de una oración simple, porque si tenemos dos oraciones simples, el

resultado será una oración compuesta. De todos modos, estas dos unidades que

componen la oración compuesta constituyen en sí mismas también proposiciones, pero

ninguna de ellas es una proposición incluida, son proposiciones coordinadas, que

también han sido llamadas por la tradición gramatical sub-oraciones. A mí no me

importa tanto la terminología, sino que ustedes entiendan que acá teníamos dos

oraciones simples que pasan a estar incluidas dentro de una estructura general que es la

oración compuesta, pero ninguna de ellas está incluida dentro de la otra, ninguna

cumple una función dentro de la otra.

Pasemos a (4).

(4) María no sabe el resultado porque el jurado todavía no dio el fallo.

¿Acá hay coordinación también?

Alumno: No.

Profesora: Acá hay subordinación. La relación entre ambas partes es de

subordinación: una subordina a la otra. ¿Por qué? Porque la segunda parte es la causa

del evento expresado en la primera parte, y cumple como tal una función dentro de la

primera.

Todo esto vamos a empezar a verlo en detalle el jueves. Lo que nos queda como

corolario ahora es que la coordinación y la subordinación son relaciones sintácticas que

pueden establecerse entre sintagmas u oraciones llamadas también proposiciones. La

coordinación relaciona constituyentes que tienen el mismo nivel jerárquico y muchas

veces son homocategoriales, es decir con la misma categoría (pero no siempre).

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Vamos a ver también que la coordinación está relacionada con la elipsis. Es decir: la

coordinación muchas veces permite la elipsis. La elipsis es el mecanismo por el que se

omiten fragmentos oracionales. La elipsis tiene que estar habilitada para que la oración

sea gramatical. Ahora, en la coordinación, tomemos una oración compuesta por

coordinación:

Pedro leía una novela y María leía un cuento.

Pero lo más probable es que alguien diga Pedro leía una novela y María, un cuento. En

la escritura suele aparecer esa coma, que está marcando algo. Está marcando que habría

que reponer un elemento elidido, en este caso el verbo. Es una forma habilitada de

elipsis; no se puede elidir de cualquier manera –por ejemplo, una oración *Pedro leía

una novela y María sería agramatical: si lo que quiero decir es que María leía una

novela, tendrá que ser Pedro leía una novela y María también, o seas agregando un

índice de polaridad que es ese adverbio, y por medio de ese agregado es que puedo

elidir el verbo leer y su complemento una novela en la segunda proposición coordinada.

Otro caso:

Pedro alquiló un departamento y yo, una habitación.

Lo mismo, son dos proposiciones coordinadas; la segunda, como la primera, es una

oración, con su sujeto y su predicado, sólo que en la segunda es posible elidir el núcleo

verbal porque es el mismo que el de la primera.

Fíjense algunas particularidades de la elipsis:

*Pedro llegó ayer y María, mañana.

¿Esto es posible? No. ¿Qué pasa? El tiempo no puede ser elidido.

Sí puedo decir:

Pedro llegó ayer y María, antes de ayer.

Acá sí puedo elidir el verbo porque no cambia el tiempo: sigue siendo pasado, previo al

momento de la enunciación.

Vamos a ver ahora la diferencia entre coordinantes y subordinantes. Dijimos que

son dos relaciones estructurales diferentes, la coordinación y la subordinación. Bueno,

estas relaciones tienen marcas léxicas que las explicitan. Las marcas léxicas que

explicitan una relación de coordinación son los coordinantes; las marcas léxicas que

explicitan una relación de subordinación son los subordinantes. Y vamos a ver algunas

pruebas gramaticales que nos permitan distinguir unos de otros, cosa que, de alguna

manera, son también pruebas para distinguir la coordinación de la subordinación –

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aunque también vamos a ver que, como suele ocurrir, hay casos fronterizos.

En sentido estricto, el que es una marca léxica es el coordinante. El subordinante no es

una marca léxica porque forma parte de la proposición que encabeza.

Veamos este par:

Lamentó su partida pero no dio marcha atrás.

Lamentó su partida aunque no dio marcha atrás.

Hay dos proposiciones en cada oración, lamentó su partida y no dio marcha

atrás, que podrían funcionar independientes, pero acá están relacionadas, y relacionadas

de diferente manera. En la primera oración estamos ante una relación de coordinación

adversativa; el coordinante adversativo es pero. En el segundo caso hay una

subordinación, y tenemos una conjunción subordinante que introduce a una proposición

concesiva.

Desde el punto de vista del significado, están sumamente emparentadas; sin

embargo, desde el punto de vista gramatical son diferentes. Fíjense:

*Pero no dio marcha atrás, lamentó su partida.

Aunque no dio marcha atrás, lamentó su partida.

Lo primero es agramatical. El coordinante siempre ocupa el lugar entre los dos

constituyentes –y puede darse el caso de una oración que empieza con un coordinante,

como por ejemplo Y esa noche no pude dormir, pero ¿qué pasa en esos casos?, es un

coordinante extra-oracional, conecta con la oración anterior, de modo que sigue rigiendo

ese principio: el coordinante siempre está en el medio de lo que coordina, entre los dos

constituyentes coordinados.

En cambio, el subordinante forma parte de la proposición subordinada y, si ésta

se mueve de lugar dentro de la oración, el subordinante se mueve con ella. Se desplaza

en bloque. El subordinante está atado al sentido de toda la proposición subordinada.

Fíjense también que los coordinantes no se pueden articular con otro

coordinante:

* Lamentó su partida y pero no dio marcha atrás.

Luego vamos a ver que los coordinantes sí se articulan con otras palabras, que no son

coordinantes pero que están relacionadas, como sin embargo:

Lamentó su partida pero sin embargo no dio marcha atrás.

En cambio, los subordinantes pueden, eventualmente, acumularse, en distintos

niveles de análisis:

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Dijo que, aunque lamentaba su partida, no daría marcha atrás.

¿Qué pasa acá? Tenemos dos subordinantes seguidos. Esto es posible. El tema es que

están en distinto nivel jerárquico. Lo que tenemos acá es una oración compuesta donde

hay dos niveles de subordinación, o una subordinada dentro de otra: Dijo (que no daría

marcha atrás (aunque lamentaba su partida)).

La estructura subordinada se puede negar o se puede focalizar:

No dio marcha atrás no porque no lamentara su partida sino porque…

También puedo decir

No dio marcha atrás sólo porque era muy orgulloso.

En un caso estamos negando toda la estructura, y en el otro aparece un adverbio de foco,

sólo, que da énfasis a lo que sigue.

Mientras que en la coordinación negar o focalizar es más difícil; en algunos casos es

posible, pero es muy restringido. No puedo decir, por ejemplo:

*Lamentó su partida no pero no dio marcha atrás.

*Lamentó su partida sólo pero…

Esto tiene que ver con la naturaleza del subordinante, que forma parte de la

subordinada, mientras que el coordinante es una marca léxica externa a los dos

constituyentes coordinados –ésta es la base de la distinción entre coordinantes y

subordinantes.

En relación con la flexión verbal hay algunas peculiaridades. El imperativo sólo

se da en oraciones independientes, por lo tanto sólo puede aparecer en la coordinación,

por ejemplo en

Llevá este libro a la fotocopiadora y pedí que lo copien.

No vamos a encontrar el imperativo en una subordinada.

Y con el subjuntivo, en cambio, lo más frecuente es encontrarlo en una

subordinada. El subjuntivo puede aparecer en una oración independiente, pero es muy

difícil; su lugar más frecuente es dentro de una subordinada. Por ejemplo:

Me alegré de que vinieras.

Espero que vengas.

Esto lo van a ver la semana próxima: un verbo emotivo como alegrarse hace que

en la subordinada aparezca un subjuntivo, porque el subjuntivo es una posibilidad, es

irreal. Otros verbos, en cambio, imponen que en la subordinada aparezca modo

indicativo. Ya lo vamos a ver en detalle. Pero hay correlación en términos de modo

verbal entre el verbo de la estructura principal y el verbo de la subordinada.

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Gramática “A” Teórico Nº 18

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Bueno, con esto dejamos por hoy. Nos vemos el jueves.