TERREMOTO (EN LIMA) | Sala LMQG | Lima, 2013

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  • 8/13/2019 TERREMOTO (EN LIMA) | Sala LMQG | Lima, 2013

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    TERRE

    MOTO(EN LIMA)

    EL

    ESPEJO

    ROTO

    Los eventos de estos das dan cuenta del tipo de

    pueblo que somos.

    Hasta hace menos de una semana nuestra motiva-

    cin de logro se incrementaba al mismo ritmo del

    ininterrumpido crecimiento del pas. Ahora todo

    ese brillo est opacado. En solo dos minutos, la

    imagen de pas que estbamos construyendo, por

    n prspera y esperanzadora, se ha ahogado para

    algunos y se ha venido abajo para el resto. Parece

    que nuestro optimismo tena mucho de frivolidad.

    No podamos o no queramos reconocer que

    ese actor con nueva aura segua siendo, detrs del

    escenario, un ser enclenque y desintegrado. Unorganismo que no se haba reconstituido del todo

    pues segua medio enfermo y algo desfasado de

    la realidad. El desastre que nos agobia en estos

    interminables das, ahora lo sabemos, es producto

    de nuestras debilidades sociales ms antiguas y

    negadas.

    Gran parte de nuestros edicios han resistido el

    espontneo movimiento de la tierra, pero nuestras

    columnas sociales han colapsado inmediatamente.

    La arquitectura intangible de nuestra Nacin se

    presenta destartalada. Las brutales imgenes que

    saturan las pantallas nos dejan en silencio.

    Esto ha sido, y viene siendo, un terremoto social.

    + + +

    La nuestra es una sociedad constituida desde la in-

    formalidad y la desconanza. Somos una comuni-

    dad de ciudadanos con vocacin suicida, golpistas

    Nuestros artistas citan al pueblo mientras lo

    subestiman.

    Nuestros empresarios le temen a las masas.

    Y nuestros acadmicos viven protegidos en sus

    capillas.

    + + +

    Este es el momento del luto y la resiliencia.

    Quienes hemos sobrevivido al desastre, debemos

    sobrevivir a la anomia y la precariedad. Y para

    eso debemos apuntar con letra clara cules son

    los retos que nos emplazan.

    En los aos ochenta los socilogos celebraban

    que esta ciudad se haya construido con el punche

    de los migrantes, al margen de un Estado desbor-

    dado y un mercado inmobiliario indiferente, aho-

    ra sabemos que no todo emprendimiento es digno

    de nuestro apoyo. Nuestra ingeniera ha estado

    a la altura, nuestra informalidad es el enemigo

    principal. Y as como la autoconstruccin, todainiciativa por fuera de las leyes debe ser observa-

    da con sospecha, lejos del paternalismo populista,

    pues atenta contra la vida de sus agentes y la de

    sus vecinos. Formalizar signica ahora no slo

    defender el imperio de la ley sino, al mismo

    tiempo, darle procedimientos compartidos a los

    procesos polticos e institucionales bsicos.

    De la misma forma, requerimos con urgencia

    curarnos de todo signo de desconanza y polari-

    zacin. Son demasiados los conictos que buscan

    cumplir la sentencia del vidente ideologizado,

    del profeta interesado, del rebao asustado. De la

    misma forma, son absurdas las brechas sociales

    que insisten a favor de su vigencia. Felizmente lagente se est cansando de tanto lo que nos aleja

    del bienestar compartido y las nuevas genera-

    ciones se encuentran ms cerca de la idea de una

    comunidad global donde las fronteras recuperan

    su carcter imaginado.

    Refundar nuestra Repblica va a suponer recons-

    tituir nuestra cultura cvica. De vecino a vecino,

    de colega a colega, de gobernado a gobernante, y

    viceversa. Una sociedad donde quepamos todos.

    Una repblica para todos sus ciudadanos, sin

    excepcin.

    + + +

    Lima no es el Per, pero casi. Contiene a la

    tercera parte de la poblacin y es, como dicen los

    poetas, un crisol donde nos reunimos los descen-

    dientes de todas las regiones del pas. Cuando el

    Presidente dice que el suyo es ahora un gobierno

    de reconstruccin nacional, no exagera. En con-

    creto, y a pesar de nuestro espritu descentralista,

    la capital es un punto nodal poltico y econmico,

    y as debemos tratarla.

    Todo lo que se dice en esta editorial tiene el ca-

    rcter de una autocrtica avergonzada.

    No existe la ira de Dios, slo existe un pueblo, su

    pueblo, y la capacidad de estar a la altura de suspropios retos. Y esa aptitud se cultiva, se entrena.

    La divinidad nos est esperando. Esta es la hora

    de aprender a convivir, de forma constructiva,

    con nuestras discrepancias. Este es el momento

    de demostrar que podemos, por n, ser exigentes

    y conar en nosotros mismos.

    de los acuerdos que nos arrancamos de conicto

    en conicto, dictadores que manipulamos las leyes

    segn nuestro desbocado moralismo.

    La nuestra es una sociedad dispareja, incapaz de

    asumir sus responsabilidades. Tenemos el reejo

    de usar como chivo expiatorio a los imberbespolticos que elegimos peridicamente, a los

    distantes empresarios de quienes slo esperamos

    que se almuercen todo, a unas masas que conside-

    ramos presas de su ignorancia.

    Pero a n de cuentas, nuestro sistema es la ex-

    presin de nuestras capacidades como Nacin:

    nuestros padres y hermanos participan del aparato

    estatal, nuestras familias proveen de cuadros a

    nuestras desprestigiadas organizaciones civiles y

    empresariales.

    La lista de las profecas estuvo llena de incansa-

    bles conictos sociales e improvisadas gestiones

    pblicas, pero los reportes del Banco Centralde Reserva y el reconocimiento de los analis-

    tas internacionales nos tenan distrados. Y los

    insatisfechos que venan anunciando o desean-

    do- la catstrofe, igualmente desubicados, en vez

    contribuir al desfogue, metieron ms combustible

    a la desinformacin y el desencuentro.

    Esperamos que el terremoto no haya triturado

    al espejo pblico. Necesitamos ms que nun-

    ca reconocernos en nuestras limitaciones para

    ejercer una autocrtica que nos libere de nosotros

    mismos.

    Nuestra desorganizacin es mortal.

    Nuestra desigualdad es dinamita.

    Nuestro Estado no est a la altura de nuestro

    crecimiento.

    Nuestra clase poltica se ahoga en nimiedades.

    Nuestros lderes de opinin estn tomados por su

    narcicismo.

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    Terremoto (en lima)

    Un proyecto de toronja

    Concepto y Direccin:

    Daniela Rotalde / Sandro Venturo (toronja)

    Artistas:

    Daniela Rotalde / Sandro Venturo

    Arturo Higa y Santiago Palazzesi (Sputnik)Goster (ma+go)

    Daniel Torrealba / Diego Velsquez (Makaco)

    Rafael Freyre

    Jernimo Pimentel (toronja)

    Produccin:

    Loshua Flores Guerra y Mariana Herrera

    (Meterica)

    Investigacin:

    Javier Baca / Daniela Rotalde / Sandro Venturo /

    Jernimo Pimentel

    Diseo de montaje:

    Rafael Freyre / Juan Jos Barboza

    Locucin:Ren Gastelumendi / Valerie Vsquez de Velasco

    Edicin Reportaje:

    Rosana Samanamud (Makaco)

    Audio:

    Piero Stendardi / Cristian Reyes (Atmica)

    Fotografas video:

    Ral Garca / Paul Vallejos / Too Escalante /

    Aarn Bronley

    Musicalizacin video:

    Duncan Haynes

    Animacin foto mapping:

    Vivian Iglesias / Roy Trujillo (Makaco)

    Animacin grca:

    Gabriel Bonilla (Makaco)

    Asistencia grca:Lorena Delgado (Sputnik)

    Fotografa de prensa y registro:

    Leonel Ortiz

    Carpintera y utilera:

    Napolen Quintana

    Administracin:

    Mara Teresa Chueca / Narda Alva (toronja)

    Asistencia general:

    Baldo Quiroz (toronja)

    Agradecimientos:

    Ral Donayre, Rodrigo Araya, David Flores-Hora,

    Csar Calle, Clemencia Ferreyros,

    Ronald Woodman, Juan Luis Orrego, Marcial

    Blondet, Pedro Ferradas, Eduardo Arraigada, An-tonio Baca, Daro Zegarra, Carlos Cueva, Drusila

    Zileri, Enrique Zileri, Jaime Bedoya, Marco Zileri,

    Ral Semizo, Luis Lama, Rolando Arellano, Mateo

    Reumaux y Juan Grijalva.

    MUNICIPALIDAD DE MIRAFLORES

    Jorge Muoz Wells / Alcalde

    Clemencia Ferreyros / Gerente de Cultura

    y Turismo

    SALA LUIS MIRO QUESADA GARLAND

    David Flores-Hora / Curador

    Csar Calle / Productor general

    Roco Rubio / Secretaria

    Fuentes:

    Investigaciones de Hernando Tavera, Pedro Ferradas, Alberto Giesecke, Enrique Silgado, Andrew

    Makrey, Gilberto Romero, Lizardo Seiner, Charles Walker, Juan Villoro, Laurane Barreau y Pablo

    Pea Meza // Entrevistas a Ronald Woodman (IDP), Marcial Blondet (PUCP), Juan Luis Orrego

    (PUCP) y Pedro Ferradas (ITDG) // Documentos ociales de INDECI // Imgenes recopiladas en

    fuentes de uso pblico como Youtube, Flickr y Twitter // Materiales del archivo Caretas.

    Esta exposicin es un ejercicio de prospectiva resultado de una investigacin con informacin real.

    El resultado, aunque verosmil, es necesariamente ccional.

    LUIS MIRO QUESADA GARLAN / T: (511) 617 7264 @ [email protected]