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TERTULIAS, ATENEOS, LICEOS, CÍRCULOS, SOCIEDADES, LOGIAS LINARES (1870 -1920) Hasta el siglo XIX la cultura política en España había sido patrimonio de unos grupos reducidos que alcanzaron su máxima expresión en el siglo XVIII en las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, como símbolo y representación del despotismo ilustrado. En el siglo XIX, éstas Sociedades se van a mantener, originando a su vez otras instituciones unidas a ellas con evidentes intereses sociales, las Sociedades Económicas, las cuales durante bastantes años conservaron el privilegio de elegir un senador por provincia entre sus miembros y un representante en el Instituto Superior de Agricultura, Industria y Comercio. Según va avanzando el siglo, comienza a desarrollarse con fuerza, la nueva agrupación social que representa el Ateneo. Especialmente en el último tercio las Sociedades Económicas perdieron su papel protagonista a favor de los Ateneos y algunas otras sociedades científicas. Asimismo, aparte de los Ateneos, se constituyeron otros tipos de asociaciones, como los Liceos Artísticos y Culturales, siendo ambos centro de reunión y tertulia, sin que por ello hubiera ninguna competencia con las Tertulias de los Casinos, pues muchos intelectuales y artistas estaban afiliados simultáneamente a diferentes asociaciones. También se crean las Sociedades folklóricas, nacidas para la defensa, conservación y divulgación de la cultura popular. En estos años los Ateneos cumplieron un papel fundamental en la introducción y difusión del pensamiento y en la divulgación científica de todo tipo, especialmente proveniente de Francia y Alemania. El Ateneo simboliza más que cualquier otra institución, la crisis de la cultura oficial impuesta por los anteriores poderes políticos, porque, en última instancia, sustituye a la Corona, la Iglesia y la nobleza por la figura del ciudadano liberal. El número de Ateneos en España se mantuvo en el siglo XIX en constante expansión, pasando de 39 en 1861 a 73 en el año 1870, según datos de la “Junta General de Estadística. Gaceta de Madrid, 16 de Diciembre de 1873”. La institución cultural que denominamos Ateneo se inició en España en Cádiz, donde el primer esbozo del Ateneo se encontraba en el lugar que se llamó por el pueblo Casa de la Camorra, porque allí se reunían numerosos extranjeros cuyos lenguajes les sonaba a los gaditanos como si fueran discusiones. No obstante el primer Ateneo de España podemos considerarlo el de Madrid. La primera iniciativa del Ateneo Científico y Literario de Madrid, se presentaba en 1820, pero se vio obligado a interrumpir sus actividades en los años del absolutismo de Fernando VII. En 1835, se presentaba oficialmente dicha institución, en la que se impartían cursos y conferencias de derecho político, economía, filosofía, historia, lengua, literatura y todas las posibles ramas del saber. La escritora Faustina Sáez de Melgar, en 1868 funda en Madrid el Ateneo Artístico y Literario de Señoras, de vida bastante efímera. Asimismo en 1869, comenzó a funcionar la Escuela de Institutrices y en 1871, el Rector de la Universidad de Madrid, Fernando de Castro inaugura la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, institución que él había impulsado. Refiriéndonos a Linares, es a partir de 1850 cuando comienza a aparecer en la vida cultural y política de nuestra ciudad, diferentes movimientos motivados por el ambiente liberal y republicano de aquellos años, y así llegan desde Madrid periódicos y revistas como Las dominicales del librepensamiento o El Motín, 1

Tertulias, Ateneos, Liceos, Círculos

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TERTULIAS, ATENEOS, LICEOS, CÍRCULOS, SOCIEDADES, LOGIASLINARES (1870 -1920)

Hasta el siglo XIX la cultura política en España había sido patrimonio de unos grupos reducidos que alcanzaron su máxima expresión en el siglo XVIII en las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, como símbolo y representación del despotismo ilustrado. En el siglo XIX, éstas Sociedades se van a mantener, originando a su vez otras instituciones unidas a ellas con evidentes intereses sociales, las Sociedades Económicas, las cuales durante bastantes años conservaron el privilegio de elegir un senador por provincia entre sus miembros y un representante en el Instituto Superior de Agricultura, Industria y Comercio.

Según va avanzando el siglo, comienza a desarrollarse con fuerza, la nueva agrupación social que representa el Ateneo. Especialmente en el último tercio las Sociedades Económicas perdieron su papel protagonista a favor de los Ateneos y algunas otras sociedades científicas. Asimismo, aparte de los Ateneos, se constituyeron otros tipos de asociaciones, como los Liceos Artísticos y Culturales, siendo ambos centro de reunión y tertulia, sin que por ello hubiera ninguna competencia con las Tertulias de los Casinos, pues muchos intelectuales y artistas estaban afiliados simultáneamente a diferentes asociaciones. También se crean las Sociedades folklóricas, nacidas para la defensa, conservación y divulgación de la cultura popular. En estos años los Ateneos cumplieron un papel fundamental en la introducción y difusión del pensamiento y en la divulgación científica de todo tipo, especialmente proveniente de Francia y Alemania. El Ateneo simboliza más que cualquier otra institución, la crisis de la cultura oficial impuesta por los anteriores poderes políticos, porque, en última instancia, sustituye a la Corona, la Iglesia y la nobleza por la figura del ciudadano liberal. El número de Ateneos en España se mantuvo en el siglo XIX en constante expansión, pasando de 39 en 1861 a 73 en el año 1870, según datos de la “Junta General de Estadística. Gaceta de Madrid, 16 de Diciembre de 1873”.

La institución cultural que denominamos Ateneo se inició en España en Cádiz, donde el primer esbozo del Ateneo se encontraba en el lugar que se llamó por el pueblo Casa de la Camorra, porque allí se reunían numerosos extranjeros cuyos lenguajes les sonaba a los gaditanos como si fueran discusiones. No obstante el primer Ateneo de España podemos considerarlo el de Madrid. La primera iniciativa del Ateneo Científico y Literario de Madrid, se presentaba en 1820, pero se vio obligado a interrumpir sus actividades en los años del absolutismo de Fernando VII. En 1835, se presentaba oficialmente dicha institución, en la que se impartían cursos y conferencias de derecho político, economía, filosofía, historia, lengua, literatura y todas las posibles ramas del saber. La escritora Faustina Sáez de Melgar, en 1868 funda en Madrid el Ateneo Artístico y Literario de Señoras, de vida bastante efímera. Asimismo en 1869, comenzó a funcionar la Escuela de Institutrices y en 1871, el Rector de la Universidad de Madrid, Fernando de Castro inaugura la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, institución que él había impulsado.

Refiriéndonos a Linares, es a partir de 1850 cuando comienza a aparecer en la vida cultural y política de nuestra ciudad, diferentes movimientos motivados por el ambiente liberal y republicano de aquellos años, y así llegan desde Madrid periódicos y revistas como Las dominicales del librepensamiento o El Motín,

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las cuales se vendían en la Librería Universal, reconocido centro de los políticos e intelectuales de Linares en aquellos años. No obstante serán las “tertulias” y las “veladas literarias”, las que al igual que en el resto de capitales españolas, centrarán todas las actividades humanísticas y políticas de nuestra ciudad, celebrándose las mismas en librerías, reboticas, Círculos o Asociaciones. La más antigua es la llamada La Velada, tertulia literaria fundada en 1879, en donde se cultivó con preferencia la poesía, siendo uno de sus más famosos contertulios Mariano de la Paz Gómez y Caulonga, destacada figura de la cultura linarense en aquel tiempo. Esta tertulia literaria parece que contó con un local propio, propiedad de Federico Muntadas, según aparece en una reseña informativa del periódico local “El Linares” de 1884. Asimismo con el tiempo La Velada propició también una sección musical, con sesiones de canto y piano. Dicha tertulia debió de desaparecer tres años más tarde, ya que a partir de esta fecha no aparecen más referencias de sus actividades en la prensa local. En 1872 se celebra la inauguración de la más importante de las asociaciones literarias: el Ateneo de la Juventud, el cual en poco tiempo concentraría casi toda la vida de la cultura de Linares. Fundado por un grupo de jóvenes intelectuales locales, contaba con numerosas secciones de todas las disciplinas humanísticas, Literatura, Bellas Artes, Ciencias Exactas, Físicas, Naturales, Morales y Políticas, estando cada una de ellas dirigidas por eminentes personajes de nuestra ciudad. Durante los años que estuvo este Ateneo trabajando por la cultura de nuestra ciudad, destacan varios eventos, como el celebrado el 2 de Enero de 1883, en el que celebró la apertura del segundo curso académico en el Teatro San Ildefonso, (hoy Cervantes), con un solemne acto lleno de memorias, recitales poéticos y discursos, y en el que intervinieron José Yangüas Jiménez, (presidente del Ateneo), Gil Rey Aparicio y el poeta José Jurado de la Parra, natural de Baeza. Asimismo el 30 de Agosto celebró un importante Certamen Científico-Literario en el mismo escenario, obteniendo un clamoroso éxito, como reflejan las crónicas de la prensa de aquellos días.

Al año siguiente continuaron con el mismo resultado las actividades de este Ateneo de la Juventud, celebrando además unos vistosos juegos florales durante los días de la feria, y un nuevo certamen literario con premios de la Diputación, del Cuerpo Consular de Linares y de la Sociedad Amigos del País de Jaén, formando parte del jurado tres catedráticos de la Universidad de Madrid y las personalidades locales más relevantes, lo que puede dar idea de la importancia que tenía la asociación linarense en aquellos años. La entrega de premios se realizó de nuevo en el Teatro San Ildefonso contando con la asistencia entre otros personajes, de los gobernadores militar y civil de la provincia, el alcalde Sr. Contreras, don Mariano de la Paz y don José Yangüas Jiménez. La categoría de dichos certámenes se mantuvo durante los siguientes años.

Alrededor de1882, y con un fin mucho más lúdico, surge de forma paralela al mencionado Ateneo, el llamado Centro Artístico, el cual propicia una sección musical que comienza con estudiantinas y comparsas para las fiestas de carnaval y la feria de San Agustín, hasta que Junio de 1883 ofrece en el Teatro San Ildefonso su primer concierto de música culta. Igualmente surge por esas fechas el Centro Filarmónico de Linares, formado a partir de los integrantes de la banda municipal y varios aficionados a la música, y que llegó a actuar en diferentes localidades de las provincias andaluzas.

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Tras la desaparición del Ateneo, toma el relevo el llamado Liceo Artístico y Literario de Linares, presidido en 1894 por José María Yangüas Jiménez, quien a su vez también organizó importantes concursos y certámenes literarios, llegando a invitar a alguno de ellos a Marcelino Menéndez Pelayo, el cual excusó de forma elegante su asistencia. Por su parte el Partido Federal abrió un Centro Instructivo y Recreativo Republicano, en la Plaza de Bermejal nº 10, que contaba con una biblioteca bastante nutrida de libros y periódicos locales y nacionales.

Otros Foros importantes en nuestra ciudad eran los Círculos o Casinos, donde en interminables tertulias se debatían todo tipo de temas sociopolíticos, culturales o económicos. Existían en Linares alrededor de 1886 cuatro círculos: El Círculo de la Unión, que reunía a ciudadanos de ideología republicana moderada, y que estaba situado en la calle Echagüe, junto al Café Industrial. El Círculo Minero se encontraba en la calle Rosario y convocaba al elemento ideológico más avanzado, se podría decir al republicanismo extremo. Un tercer Círculo de Obreros Católicos tenía su sede en la calle Iglesia. Finalmente los obreros se reunían en el llamado Café Minero, que era también círculo y café cantante, emplazado en la Plaza de San Francisco nº 9.

Asimismo la Masonería y los masones desempeñaron un papel de no escasa relevancia tanto en la Historia de España como en la Historia de Andalucía, y por supuesto de nuestra ciudad. Lejos de ser una “secta” al servicio de oscuros “poderes secretos”, como las calificó el franquismo, las Logias masónicas fueron desde su creación verdaderas escuelas de formación de ciudadanos, espacios de libertad donde fue germinando y desarrollándose una peculiar forma de sociabilidad y fraternidad, basada en la defensa del librepensamiento, el laicismo y los valores progresistas, modernizadores y democráticos. En Linares hubo hasta seis Logias Masónicas, “El Porvenir” fundada en 1882, “Industria”, 1882, “Legalidad española”, 1885, “Obreros del Porvenir”, 1888, “Cosmopolita”, 1888, y “Palmera” en 1892.

Por último en 1914 vuelve a reaparecer el Ateneo Linarense, presidido en esta ocasión por don Raimundo Linares Muñoz. Este nuevo Ateneo apareció con motivo de una escisión de los componentes de la Federación Escolar de Linares, y tuvo como presidente de honor a don José María Yanguas Messias.

No podemos olvidar el papel relevante ejercido por las revistas o periódicos literarios locales como elementos de divulgación de la cultura en nuestra ciudad. Entre ellos, recordamos La Crónica, iniciado en Septiembre de 1882, dedicado a “literatura e intereses morales y materiales”. Antes de que acabe el año se reconvertirá en periódico político. Estaba dirigido por José María Andujar; El Pensamiento, revista literaria científica editada en 1886 con un carácter progresista y periodicidad semanal. Fundada y dirigida por Adriano Navarro Polidano; El Estudio, se publicó en 1893, y al parecer se trata de una revista literaria de tantas de las que se publican en Linares y que tendrán corta vida; El Duende, periódico surgido a mediados de 1897, se trataba de un semanario ilustrado de literatura, ciencias y artes; su director será Benigno Linares; El Eco Escolar, revista pedagógica de corta duración, creada y clausurada en 1898, y que era editada por los estudiantes del Ateneo Científico y Literario; Los Literatos, revista de carácter literario de 1904; Álbum Literario, revista semanal, comenzó a editarse en diciembre de 1904 y apenas llega a publicar 3 ó 4 números; Oro y Azul, primera revista ilustrada que tuvo Linares. Aparecida en 1904, publicará 22 números entre Abril y Septiembre de 1904, con periodicidad semanal, aunque con irregularidades. El director

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de la publicación era Juan Molina Mendoza; La Revista, aparecida en 1905, debió de tener una corta duración; fue dirigida por Jerónimo Delgado Infante; Linares Ilustrado, revista editada en 1908. Semanario de literatura y espectáculos, que apenas duraría desde Enero a Abril de ese año; Juventud, revista literaria y de temas educativos editada por la Federación Escolar de Linares. Su publicación sería quincenal. El número 1 es de 10 de Diciembre de 1913 y llegaría hasta el número 36 el día 25 de Julio de 1915. Su redactor jefe era González Garay y su director Francisco Garrido Escobar. Para terminar recordar Linares Gráfico, revista ilustrada editada en 1913. Su periodicidad era mensual, sobreviviendo apenas unos meses.

Como vemos no era nada desdeñable el número de publicaciones literarias en nuestra ciudad, aunque por el contrario el número de libros publicados, (a pesar de contar Linares con un número importante de imprentas), es prácticamente inexistente, y así durante el periodo 1870-1900, solamente se contabiliza una única edición de la obra “Guia de Linares y su provincia, Jaén, 1880”, de Julián Martos Morillo y una pequeña novela del mismo autor titulada “La Magdalena de Castro”, muy poco en proporción a la población existente a finales de siglo, (alrededor de 40.000 habitantes), y del peso económico a nivel de Andalucía y de España.

Pudiera parecer con todo lo expuesto anteriormente que, Linares tenía en aquellos años un prestigio y una categoría como ciudad humanística a nivel nacional, y aunque si bien es cierto que el número de publicaciones y asociaciones de todo tipo era importante, la realidad a nivel general era muy diferente, tal como y como aparece en el “Informe Naranjo”, elaborado por el ingeniero de minas don Enrique Naranjo de la Garza, entre los años 1885-86, para la Comisión de Reformas Sociales, (creada por Gumersindo de Azcárate, presidente del Instituto de Reformas Sociales), y que en sus artículos 50 y 51 dice que: “la mayoría de la masa laboral de nuestra ciudad, minera o agrícola, es completamente analfabeta, con un porcentaje del 90% que no sabe leer ni escribir, y además tampoco consta la existencia de alguna Escuela o Sociedad para su instrucción”. Por tanto, es de suponer que la mayoría de los componentes de los distintos foros, asociaciones y publicaciones mencionados, serían ciudadanos linarenses de una determinada categoría social y posición económica, y con unos mínimos de formación humanística.

FUENTES: WIKIPEDIA. La Enciclopedia libre ARTEHISTORIA. Historia de España. (www.artehistoria.jcyl.es/histesp/contextos/6960.htm) LORENZO MARTINEZ AGUILAR. La Literatura en Linares (siglos XV-XX). REVISTA DEL CENTRO DE ESTUDIOS LINARENSES. El Informe “Naranjo” 7esquinas. FLAVIO PAZ VELÁZQUEZ. Raices Linarenses. MASONERÍA EN JAÉN .(masoneriajaen.blogspot.com/./listado-de-masones-linares-iv.html) PRENSA DE LINARES. (www.prensadelinares.es/?p=470)

Linares 17 de Febrero del 2011. Jorge Andujar Escobar

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