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CAPÍTULO III
CARACTERIZACIÓN DEL ARTE DE LA LENGUA TEGÜIMA, VULGARMENTE LLAMADA ÓPATA DE NATAL LOMBARDO
El presente capítulo tiene como objetivo proporcionar una caracterización del Arte de la
lengua tegüima, vulgarmente llamada ópata. En primer lugar aborda el índice temático
basándose en los comentarios que Moreno de Alba (2002) hace al respecto. En segunda
instancia proporciona información relacionada con el apartado conceptual de este Arte o
gramática, en lo tocante a las categorías léxicas: nombre, nombre adjetivo y verbo,
incluyendo al infinitivo, gerundio y participio. Al final de este capítulo se presenta una
comparación entre la gramática de Lombardo y las gramáticas latinas y castellana de
Nebrija. Esta comparación resalta aquellas similitudes que presentan dichas gramáticas, en
cuanto a sus índices temáticos y a sus aparatos conceptuales, estos últimos en referencia a
las definiciones de nombre, nombre adjetivo y verbo solamente.
3.1. ARTE DE LA LENGUA TEGÜIMA VULGARMENTE LLAMADA ÓPATA (1702)
El Arte de la lengua tegüima fue escrita por el jesuita Natal Lombardo. No se sabe con
certeza el periodo exacto en el que esta gramática fue elaborada, sin embargo a partir del
año de su publicación en la ciudad de México, año de 1702, se ha propuesto (véase Moreno
de Alba, sf) como año de su elaboración el de 1698, lo que la situaría entre las gramáticas
que se elaboraron hacia finales del siglo XVII. No obstante, la versión que se revisa en esta
investigación de tesis es la que publicó Guzmán Betancourt en 2002.
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3.1.1. Índice temático
El Arte de la lengua tegüima se encuentra dividida en cinco libros, los tres primeros
dedicados al nombre (libro primero), y al verbo (libro segundo y tercero); este último se
ofrece de acuerdo con lo que el autor llama la activa y pasiva. En el libro cuarto se discute
el orden de las nueve partes de la oración, y finalmente el libro quinto consigna lo relativo a
las partículas que se ofrecen en el modo de hablar y algo más de explicación sobre ciertos
verbos (véase cuadro 8).
Libro primero
Este libro está dividido en cuatro capítulos. El primero trata sobre las declinaciones del
nombre, y el autor aborda el tema de las diez declinaciones que presentan los nombres en
tegüima u ópata. El capítulo segundo está dedicado al nombre adjetivo, el cual está dividido
de acuerdo con sus cuatro terminaciones, que son las vocales: a, e, i, o, u. El capítulo
tercero estudia el nombre comparativo, superlativo y de otros. Finalmente el capítulo cuarto
aborda el tema de los pronombres.
Número de libro Título del libro Libro primero Nombre Libro segundo Verbo y su explicación de todos sus tiempos de activa Libro tercero Verbo pasivo Libro cuarto Las nueve partes de la oración y modo de colocarlas entre sí Libro quinto Partículas que se ofrecen en el modo de hablar y explicación de
algunos verbos
Cuadro 8. Contenido del Arte de la lengua tegüima.20
20 Véase Medina 2003.
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Libro segundo
El libro segundo está conformado por ocho capítulos que están distribuidos de la siguiente
manera: capítulo primero de los atributos del verbo; capítulo segundo del modo infinitivo;
capítulo tercero de los gerundios en di y en dum; capítulo cuarto del gerundio en do y los
participios de presente y futuro; capítulo quinto de los participios nombres adjetivos;
capítulo sexto de los participios sustantivo; capítulo séptimo de las oraciones de subjuntivo
y capítulo octavo de las oraciones causales y tiempos de porque21.
Libro tercero
Este libro, al igual que el segundo, está integrado por ocho capítulos. Este capitulado está
ordenado como sigue: capítulo primero de la formación del verbo pasivo y de su
conjugación; capítulo segundo del infinitivo; capítulo tercero de los gerundios de pasiva;
capítulo cuarto de los gerundios en do de pasiva; capítulo quinto de los participios en
pasiva como nombres adjetivos; libro sexto de los participios pasivos. Nombres
sustantivos; libro séptimo de las oraciones pasivas de subjuntivo y capítulo octavo de las
oraciones causales y tiempos de porque de pasiva.
Libro cuarto
El libro cuarto presenta once capítulos en el orden siguiente. Capítulo primero de los
nombres derivativos; capítulo segundo de la variedad de nombre que tiene esta lengua;
capítulo tercero de los verbos derivativos, y primero del verbo recíproco; capítulo cuarto de
la manera que se componen verbos con verbos; capítulo quinto de la colocación de la
21
Estos tiempos están integrados por los Lombardo denomina: tiempos con que y tiempos de por que que ejemplifica con oraciones como eme ne nereco nac ‘quiero que tú ames’ y ne nerepa ‘por amar yo’ respectivamente.
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dicciones; capítulo sexto de las preposiciones y su correspondencia a las latinas; capítulo
séptimo de los adverbios locales; capítulo octavo de los adverbios de tiempo; capítulo
noveno de los adverbios pertenecientes a acciones y disposiciones de sitios; capítulo
décimo de los adverbios que significan cantidad, calidad y otros y capítulo undécimo de las
interjecciones y conjunciones.
Libro quinto
Este libro lo forman dos capítulos solamente: capítulo primero de las partículas de lengua
tegüima y capítulo segundo de la explicación de algunos verbos particulares.
3.2. APARATO CONCEPTUAL
El aparato conceptual de esta gramática está concentrado principalmente en los tres
primeros libros. En ellos se explica ampliamente el nombre, el nombre adjetivo y el verbo
activo y pasivo. Sin embargo el libro cuarto provee también información valiosa
concerniente a estas clases léxica. Los tres primeros libros de esta gramática son extensos,
por lo cual una revisión exhaustiva de su aparato conceptual estaría fuera del alcance de
este trabajo, sin embargo, se explicarán aquellas definiciones que presentan un concepto
general de las categorías nombre, nombre adjetivo y verbo; asimismo, se señalarán sus
clasificaciones o divisiones si las tiene y se resaltará aquella información que sea relevante
para el propósito de este capítulo.
Nombre y nombre adjetivo
En el libro primero del Arte de la lengua tegüima, Lombardo inicia su descripción de la
clase de palabra nombre basándose en el latín, de esta manera divide en seis tipos: propio,
apelativo, adjetivo, sustantivo, primitivo y derivativo. Inmediatamente después describe al
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nombre según su terminación fonética “Los nombres acaban en todas las vocales, y muchos
en la letra t, y algunos en la consonante c, aunque estas letras apenas se pronuncian”.
Enseguida atiende una serie de propiedades flexivas y morfológicas: “Los nombres, aunque
tienen casos, no tienen artículos ni géneros ni plural, exceptuados algunos apelativos [...]
que tienen plural, y también usan de los artículos relativos”.
En lo que se refiere al caso, Lombardo señala que para el nombre son cinco:
nominativo, genitivo, dativo, acusativo y ablativo. Da especial mención al vocativo, para el
que señala que solamente se usa con nombres propios de hombre como por ejemplo en
Francisco eh! ‘Oh! Francisco’ de modo que es la partícula o adverbio eh lo que considera
caso vocativo e incluso lo equipara al adverbio heus! del latín.
En las siguientes secciones se describirá, en lo general, las distintas clases de
palabras que según Lombardo pertenecen a la clase del nombre. Los criterios en los que
este autor fundamenta esta descripción son básicamente dos: el semántico y el de la
marcación de caso, sin embargo, implícitamente podría considerarse un tercer criterio el de
la conformación de los que ahora llamamos constituyentes de la frase nominal; un criterio
que atiende a la distribución de elementos y a su combinación. De esta manera se podrá
observar que para Lombardo, el nombre no es solamente una clase de palabras de tipo
léxica sino una categoría sintáctica que se define de acuerdo con sus propiedades
morfosintácticas y a sus posibilidades de combinación y con ello, su participación en la
formación de la frase, básicamente de la frase nominal, términos en aquel momento
totalmente ausentes. En el primer capítulo del libro primero, el autor da cuenta de lo que
será el primer criterio de descripción de la clase de palabra de los nombres. La desinencia a
la que el nombre pertenece es un criterio flexivo de carácter morfológico. Para cada una de
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las declinaciones el jesuita organiza también los nombres según su clasificación semántica:
nombres de árboles, de matas, hierbas y raíces, nombres de calabazas, nombres de animales
cuadrúpedos, nombres de pájaros, nombres de pescados, nombres de animales imperfectos
(por ej. víbora, escorpión, alacrán, araña ponzoñosa, ciempiés, avispa), nombres de piedras,
de parientes, etc.
En la descripción de las diez declinaciones, Lombardo utiliza como base la forma
del genitivo: terminado en –te, ri, si, gui, ni, tzi, qi, cu o chi, y finalmente pi. De igual
forma se percata de que el ablativo “Nunca se pone sin preposición”. En relación con el
dativo y acusativo, este autor señala que “son siempre los mismos”, pero más adelante
agrega: “El genitivo suele tener su final distinta de los demás casos [...] según se notará,
suele tener la misma final que el dativo y acusativo” (Guzmán 2002: 5). En este mismo
primer capítulo el jesuita además señala que las declinaciones de los nombres en tegüima se
diferencian atendiendo al caso oblicuo, tal y como sucede en la lengua latina; y proporciona
las terminaciones de cada declinación acompañadas de ejemplos, véase el cuadro 9.
Declinación Terminación Ejemplo Primera -te Nom. Naidoguat / el león
Gen. Naidoguate Segunda -ri Nom. Mava / el oso
Gen. Mavari Tercera -si Nom. Vatepi / el tejón
Gen. Vatepisi Cuarta -gui Nom. Churu / especie de tejón
Gen. Churugui Quinta -ni Nom. Husso / un pájaro
Gen. Hussoni Sexta -tzi Nom. Vattoro / la ardilla
Gen. Vattorotzi Séptima -qui Nom. Vio / el yeso
Gen. Vioqui Octava -cu con incremento Nom. Chi / el pájaro génerico
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Gen. Chimicu Novena - cu sin incremento Nom. Muri / la tortuga
Gen. Muricu Décima -pi Nom. Teho / un pájaro
Gen. Tehopi
Cuadro 9. Las diez declinaciones del sustantivo Después de proporcionar el resumen de terminaciones, Lombardo describe
ampliamente cada una de las diez declinaciones. Dentro del apartado que corresponde a
cada declinación enlista los nombres que pertenecen a esos paradigmas, clasificándolos,
principalmente, de nuevo de acuerdo con su contenido semántico. En (6) el ejemplo
corresponde a la primera declinación:
(6) Tat / el sol y el día
Nom. Tat, el sol. Gen. Tatte, del sol Dat. Tatta, a el sol Acu. Tatta el sol Abl. Tattade por el sol, Tattema o Tattevera con el sol
Antes de finalizar este capítulo el autor proporciona la declinación de lo que para él
son nombres anómalos, llamados así por suplir sus formas de acuerdo con el singular y
plural, ejemplos en (7):
(7) Singular Plural oqui ‘la mujer’ nau
uri ‘el varón’ urini tessa/tessachi ‘el muchacho’, ‘niño’ ussi/urini ussi
oquichi ‘la niña’ naumachi
También incluye un apartado denominado del nombre propio, en el que se explica
la forma como los hablantes de tegüima u ópata declinaban los nombres propios españoles,
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y señala que sólo aquellos en caso oblicuo forman el ablativo colocando la terminación
propia de este caso inmediatamente después del morfema de oblicuo, véase el caso ablativo
en (8):
(8) Ana
Nom. Ana Gen. Anate Dat. Anata Acu. Anata (oblicuo) Abl. Anatade
Por otra parte, en el capítulo segundo, Lombardo expone el tema del llamado
nombre adjetivo que no es otro que la parte de la oración que expresa atributos y
propiedades de objetos. La caracterización del nombre adjetivo se hace inicialmente de
acuerdo con un criterio fonológico, la posibilidad de terminar en las vocales a, e, i, o, y
solamente uno en u, y dos criterios morfosintácticos: la declinación en casos, aunque se
señala que muchos no se declinan, y la ausencia de marcación plural. Ejemplos de adjetivos
se proporcionan en (9):
(9) a. Nombres adjetivos en a.
buchŭca ‘pequeño, en cosa algo ancha’ buchŭpa ‘pequeño, en cosas largas y angostas’ tzaguissa ‘corto, como stana o mantilla quidotepora ‘cosa lisa’ recutza ‘solitario, solo’
b. Adjetivos en e.
denide ‘es lo mismo que lugar luminoso’ chuquide ‘lugar obscuro’ nehàude ‘lugar triste’ värade ‘lugar de sed’
c. Adjetivos en i.
auessòdi ‘significa lugar solitario y triste; de un hambriento’ cachîssodi ‘ruiseño’
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checomarïssi ‘zurdo’ orîcomïssi ‘de rostro tiznado’
d. Adjetivos en o.
chümǎtaco ‘muy cuitado22 y miserable’ cotzïco, cotzicor ‘dormilón’, ‘muy dormilón’ sëguitäco ‘muy medroso’
El concepto que Lombardo entiende por adjetivo en esta sección, se complementa
con las observaciones que más tarde realiza en el libro cuarto, donde al referirse a los
nombres que en español terminan en –on como dormilón o comilón, señala que en tegüima
muestran una partícula que se junta con los verbos (Guzmán 2002: 144), agregando que
dicha partícula –co o cor–, ocurre con algunos adjetivos –como los ilustrados en (9d). De
los ejemplos se concluye que dicha partícula nominaliza verbos habilitándolos en su
función adjetival. Véase el ejemplo en (10), donde se aprecia el origen verbal del adjetivo a
partir de la glosa.
(10) Cotzi-cor-ah ma
dormir-ADJV-ser 2SG.NOM ‘eres tú dormilón’ (tú eres dormilón)
Así, a lo largo del tratamiento de los nombres adjetivos, Lombardo hace referencia a
ellos basándose principalmente en sus aspectos semánticos, es decir, si denominan lugares,
colores, longitud, anchura o angostura; habla además de segundos adjetivos y de adjetivos
compuestos, criterios que fundamenta en la posibilidad que tienen algunos de ser
combinados con otras palabras, nombres o partículas. Lo que equivaldría a formar adjetivos
derivados y compuestos. De igual forma, en el capítulo tercero aborda el tema de los
22 Lombardo no aclara a qué se refiere con esta palabra.
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nombres comparativo, superlativo, y otros entre los cuales incluye peyorativos, esto es
nombres que indican menosprecio y numerales, donde se incluye a los cardinales,
ordinales, distributivos y colectivos. Destaca que los comparativos no rigen caso alguno, y
este criterio es retomado hasta más adelante en el apartado de los numerales. En su
descripción del comparativo, así como en otros apartados del arte, demuestra no sólo
conocimiento de la lengua latina, sino también de la francesa, castellana e italiana, ya que
señala la ausencia de grados de comparación en francés y su presencia en castellano e
italiano. Anota que el comparativo logra formarse con algunas partículas similares a las del
latín magis ‘más’ y minus ‘menos’ que en tegüima corresponden a nadeccăamu, nadë,
guanăme para ‘mayor’ y demŏua y vinăme guë para ‘menor’. Otras partículas como ena,
enĕssa, essa, otze, forman el superlativo, es decir, al ‘máximo’. Señala además la diferencia
de las partículas según se combinen con nombres o con verbos.
Más adelante, el autor del Arte de la lengua tegüima presenta información sobre los
nombres diminutivos y despectivos. Mientras para la primera clase de nombres no deja
claro cuáles son los sufijos –partículas según este autor–, que forman esta clase de nombres,
para los despectivos en cambio indica que la partícula sari permite formar nombres
compuestos. Véanse algunos diminutivos en (11) –varios sin traducción–, y en (12) los
despectivos.
(11) tapurucutzi, chunirucutzi, chunideni, pandini, y
votedeguissi/voramaccora ‘brazitos’ voteguadara ‘piernitas’ voraudura/voricatetzi/vorideguissi ‘arbolito’
(12) urissari ‘hombrecillo’
oquissari ‘mujercilla’ chittajari (sari > jari) ‘perro vil’
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Además observa que los sustantivos diminutivos se forman también mediante otros
nombres que se colocan inmediatamente al sustantivo para el cual se expresa el valor de
diminutivo; en (13) se ilustran algunos para los cuales el autor sólo menciona que sirven
para expresar tanto seres vivientes como cosas inanimadas. No presenta ninguna traducción
para ellos:
(13) demodeni
tavichuquideni naccudeni navedeni
Un ejemplo más explícito de la combinación de formas diminutivas más nombre se
proporciona en (14) donde el nombre diminutivo naccudeni se combina con el
sustantivo bonata ‘sombrero’ para dar como resultado final la formación de un nombre
diminutivo:
(14) Naccudeni bonata ma ne ma-ve
DIM sombrero 2SG.NOM 1SG.OBJ dar-PST.PRF ‘Me has dado un sombrerillo’ En la sección cuarta de este capítulo, el autor aborda el tema de los “nombres que
significan menosprecio”, los que por su significado se encuentran también entre aquéllos
que asignan propiedades o adjetivos. Asimismo, menciona el uso de la partícula sari como
“universal a todo nombre”, es decir, con ella se forman nombres como urîssäri
‘hombrecillo, öquisäri y oătzisäri ‘mujercilla’, tesâsäri ‘muchacho de nada’, ‘vil’, ‘ruin’.
Los nombres numerales, ordinales, distributivos y colectivos son descritos en las
últimas cuatro secciones del capítulo tercero. En lo relativo a ellos, solamente señala que
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los numerales alternan sus formas de acuerdo con la flexión de caso. En (10) se
proporcionan los únicos numerales declinables según este autor:
(15) Numeral Acusativo Glosa
se semi ‘uno’ quimacoi quimacoita ‘nueve’ macoi macoita ‘diez’ se uri seniurini ‘veinte’ godeurinî godeurinita ‘cuarenta’
Verbo
En el capítulo primero del libro segundo dedicado al verbo en activa, Lombardo presenta
una descripción general del verbo y menciona sus atributos, divisiones y conjugaciones.
Dentro de los atributos explica los accidentes verbales que son, al igual que la lengua latina,
los siguientes: modo, tiempo, persona, número y figura. Los modos de la lengua tegüima u
ópata son indicativo, imperativo, optativo, subjuntivo e infinitivo. Los tiempos son cinco:
presente, imperfecto, pretérito pluscuamperfecto, futuro imperfecto y futuro perfecto. Las
personas de los verbos en tegüima u ópata son tres, tanto en singular como en plural. Las
del singular son: primera, como ne ‘yo’; segunda, como ma ‘tú’ y tercera, como i ‘él’ y las
del plural: ta o tamido ‘nos’, emido ‘vos’ y me ‘ellos’.
Con respecto a los números del verbos de esta lengua Lombardo señala que son dos:
singular como ne hio ‘yo escribo’ y plural ta hio ‘nosotros escribimos’. Explica que el
número en el verbo está determinado por el pronombre, además de que existen algunos
verbos en cuyo significado ya lleva implícito el número y ejemplifica con los verbos da
‘irse muchos’ y ve ‘acostarse muchos’. Finalmente las figuras de los verbos son dos:
sencilla y compuesta.
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En lo relativo a la división de verbos el autor señala que en esta lengua, los verbos
pueden ser de cinco maneras: activo, pasivo, neutro, recíproco e impersonal. Explica
primeramente la diferencia que hay entre los verbos activos y los verbos neutros. Menciona
que las diferencia se dan en el significado, así los primeros (los activos) remiten a una
acción que pasa a otro, es decir, son transitivos, y los neutros, por su parte, evocan una
acción intransitiva. Con respecto a los verbos activos y neutros, también advierte que
pueden ser de tres tipos: regulares, anómalos y defectivos. La explicación que da para los
verbos regulares es semántica (número de agentes que realizan la acción) y morfológica.
Menciona en primer lugar que los verbos regulares son aquellos que se conjugan de igual
manera tanto con la personas del singular como las del plural, es decir, son verbos que no
poseen, lo que ahora se conoce como formas supletivas. En cuanto a lo morfológico explica
que estos verbos, los regulares, agregan una consonante (resaltada en el ejemplo) antes de
colocar la terminación –ia que corresponde al pretérito. Esta consonante, una vez que la
terminación de pretérito ha sido quitada, se mantiene y ayuda a formar otros tiempos como
el futuro23.
(16) Hio ‘escribir’
Hiosia ‘(yo) escribí’ Hiosea ‘(yo) escribiré’
Los verbos anómalos, en lo tocante a las formas supletivas, son lo contrario de los
verbos regulares, es decir, los anómalos son aquellos que presentan una forma singular,
como vo ‘acostarse uno’, y otra plural, como ve ‘acostarse muchos’. Los verbos anómalos 23 Esta explicación es en realidad una interpretación de lo que Lombardo señala con respecto a la consonante del pretérito que caracteriza a los verbos regulares. El texto original es algo confuso y requiere de la revisión de apartados posteriores para obtener la interpretación adecuada. La explicación que da Lombardo a este texto es la siguientes: “[…] y tienen consonante en la final de los pretéritos, la cual consonante guarda los tiempos que se derivan de ellos […]” (Guzmán 2002: 49).
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también se caracterizan por pérdidas o cambios de vocales en la formación de los pretéritos
y futuros. El siguiente ejemplo muestra cómo el futuro se forma quitando la última vocal de
la terminación del pretérito (-ia) y añadiendo la terminación –sac.
(17) Mah ‘asar el mezcal’
Mahia ‘(yo) asé el mezcal’ (pretérito) Mahisac ‘(yo) asaré el mezcal’ (futuro)
Los verbos defectivos, por su parte, son aquellos que utilizan la misma forma del
presente para el futuro, como los muestra el ejemplo (18).
(18) Tama ‘(yo) pido’ (presente)
Tamaia ‘(yo) pedí’ (pretérito) Tama ‘(yo) pediré’ (futuro)
Los verbos reflexivos los explica como aquellos cuya acción recae en el mismo
sujeto del verbo. Señala que los pronombres reflexivos del castellano se corresponden con
los pronombres de la lengua tegüima no, amo y are, respectivamente. Como ejemplos de
estos verbos presenta los siguientes: no vämico ‘me lavo las manos’; amo ö ‘tú te embija’ y
are vusïca ‘se lava el rostro’.
En relación con los verbos impersonales Lombardo menciona que se pueden dividir
en activo y pasivo, por ejemplo: ähra ‘llover’, para los verbos impersonales activo, más no
se extiende en su explicación. Sin embargo más adelante en el mismo capítulo primero de
este libro segundo, concretamente en el párrafo décimo tercero (§ XIII) señala que los
verbos impersonales sólo tienen las terceras personas. Ahora bien, sobre los impersonales
pasivos menciona que se forman a partir del participio pretérito de los verbos activos.
Señala también que el verbo pasivo propiamente, es el mismo pasivo impersonal. El tema
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del verbo pasivo lo desarrolla más ampliamente en el libro tercero, el cual está dedicado por
completo a este tipo de verbos. Por otra parte, respecto de las conjugaciones de los verbos
activos, Lombardo advierte que las conjugaciones en esta lengua no se pueden formar a
partir de los infinitivos, ya que es muy anómala en sus infinitivos. Por esta razón las
conjugaciones que propone, cuatro en total, las forma a partir del tipo de verbo: regular,
anómalos, defectivos e impersonales, así la primera conjugación corresponde a los verbos
regulares, la segunda a los anómalos, la tercera a los defectivos y la cuarta a los
impersonales. Véase el cuadro 10 para un concentrado de estas cuatro conjugaciones.
Infinitivo
El infinitivo es considerado por Lombardo como uno de los cinco modos del verbo, y a
juzgar por la explicación que proporciona, sólo puede ocurrir en construcciones en donde
existe un verbo regido (el infinitivo) y un verbo que rige (el auxiliar). El siguiente ejemplo
muestra en tegüima una construcción de este tipo:
(19) Ne guai-gua èra
1SG.NOM comer.PTCP-INF querer.PRS ‘Yo quiero comer’
Tal y como mencioné anteriormente, Lombardo advierte que la lengua tegüima u
ópata es anómala en la formación del infinitivo, sin embargo, aunque no lo explica
claramente, es el hecho de que esta lengua para formar el infinitivo debe atender a los
sujetos de los verbos de la oración: si es mismo sujeto o de un supuesto en palabras de
Lombardo o si es sujeto distinto o de dos supuestos. Esta distinción está fuertemente ligada
con el tipo de verbo y de partícula (-gua, –co, -cori, -accori, etc) que según el autor,
intervienen en la formación de esos tipos de oraciones donde ocurre el infinitivo.
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Número de conjugación Explicación Ejemplos
Primera conjugación Corresponde a los verbos cuyo pretérito acaba en –ia, con precedencia de consonante.
‘arrancar’ pö (presente) pönia (pretérito) ‘ver’ vitza (presente) vitzia (pretérito)
Segunda conjugación Corresponde a los verbos anómalos, los cuales o presentan formas supletivas o eliden o cambian la última vocal del pretérito (-ia) para forma otros tiempos como el futuro (-sac).
vö ‘acostarse uno’ vë ‘acostarse muchos’ ‘asar el mezcal’ mäh (presente) mähia (pretérito) mahisac (futuro)
Tercera conjugación Corresponde a los verbos cuyo pretérito acaba en –ve y usan la forma presente para el futuro.
‘resplandecer’ tätza (presente) tatzäve (pretérito) tätza (futuro) ‘guisar’ hima (presente) himäve (pretérito) hima (futurio)
Cuarta conjugación Corresponde a los verbos impersonales.
ähra ‘llover’ väh ‘relampaguear’
Cuadro 10. Las cuatro conjugaciones del verbo en tegüima u ópata
(adaptado de Guzmán 2002: 50)
Los verbos que intervienen en estas oraciones son: erá (un supuesto) y näc (dos
supuestos) ‘querer’; erà ‘juzgar, pensar, imaginar’; toa, thui, teda ‘decir’24; tane, doa, nedo,
nado ‘mandar’; theo ‘saber’ y cai ‘entender’. El verbo erá, como se ha señalado
anteriormente, es un verbo de un supuesto, lo que quiere decir que, en las construcciones
donde aparece, el sujeto del verbo en infinitivo y el sujeto del verbo conjugado son el
24 El significado de estos verbos entraña diferentes matices, los cuales no se abordarán en esta investigación. Por ejemplo toa significa ‘decir lo que se quiere hacer’ o teda ‘decir algo a otro’, etc. Lo mismo ocurre con los verbos con significado de ‘mandar’.
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mismo, y por lo tanto recibe la partícula –gua tal como lo muestra el ejemplo 19. El verbo
näc, por su parte, alude a una construcción donde se dan sujetos distintos, uno para el verbo
no conjugado (infinitivo) y otro para el verbo conjugado En este caso la partícula que se
agrega es –co y no –gua. La siguiente oración es un ejemplo de una construcción en la que
interviene el verbo näc.
(20) Eme ne hiò-co nàc
2SG.ACC 1SG.NOM escribir.PRS-INF querer.PRS ‘Yo quiero que tú escribas’ El infinitivo que ocurre con los verbos erà, toa, thui, teda, tane, doa, nedo, nada, se
construye de manera similar. No obstante cabe aclarar que cada uno de estos verbos puede
participar tanto en oraciones con un mismo sujeto como en oraciones con sujeto distinto.
Ahora bien, para finalizar esta sección sobre el infinitivo cabe destacar un último punto.
Lombardo a lo largo de su explicación sobre el infinitivo deja ver que el infinitivo es una
forma verbal que no presenta marcas de tiempo y modo.
Gerundio
En los apartados que Lombardo dedica al gerundio, aclara que éste se corresponde con los
gerundios latinos –(n)di, -(n)dum y –(n)do. Estos gerundios latinos se explican de la
siguiente manera: los gerundios en –(n)di corresponden al caso genitivo; los gerundios en –
(n)dum al caso acusativo y los gerundios en –(n)do a los casos dativo y ablativo (Schwörer
et al. 1971: 223). Otra aclaración que se da en este apartado es que el gerundio permanece
invariable en cuanto a tiempo, es decir, no presenta marcas de tiempo. Al inicio del
apartado que trata sobre el gerundio en –(n)di, Lombardo señala que el tegüima u ópata no
tiene una palabra que signifique tiempo (momento, época, temporada). Advierte que este
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significado puede percibirse en lo que llama “modos de hablar” que se corresponden con
construcciones como el gerundio en –(n)di. El gerundio en –(n)di se forma añadiéndole a
los participios de pretérito, la partícula –ca. El significado que aporta este tipo de gerundio
alude a la llegada o transcurso del tiempo (momento, época, temporada) de la acción del
verbo, tal como lo demuestra la siguiente oración:
(21) Ehtzi-ca vi heregui-de
Sembrar.PTCP-GRND ya llegar.PTCP-ABL ‘Ya es tiempo de sembrar’
Este tipo de gerundios, como lo ejemplifica la oración, nunca aparecen solos,
siempre van acompañados de los verbos here ‘llegar’ o aguat ah ‘ser cabal’. Los gerundios
en –(n)dum se forman de dos maneras, agregando la partícula –qui a los verbos en futuro o
agregando al participio pretérito la partícula –co. El primer gerundio (-qui), según
Lombardo (Guzmán 2002: 171) se romancea con la partícula por, para y a, es decir, se
traducen al castellano con la ayuda de esas preposiciones. Se presenta la siguiente oración
como ejemplo de este gerundio
(22) Tame dumitudar-ea-qui Iesu Christo vena-ue
1PL.GEN redimir-FUT-GRND Jesús Cristo venir.regresar-PST.PRF ‘Nuestro señor Jesucristo vino para redimirnos (y se regresó)’
Los gerundios que se forman con –qui, siempre se acompañan de un verbo de
movimiento tal como se aprecia en el ejemplo. Por su parte, aquellos que se forman con la
partícula –co ocurren en oraciones con verbos que poseen sujetos distintos, de manera
análoga a lo que ocurre con los infinitivos (véase el apartado anterior sobre infinitivo).
Estos gerundios se traducen al castellano con la ayuda del adverbio o conjunción mientras o
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por medio del adverbio antes. La oración que se muestra a continuación es un ejemplo de
este tipo de gerundios.
(23) Eme ne hicoa-co here-ue
2SG.ACC 1SG.NOM comer-GRND llegar- PST.PRF ‘llegué mientras comías’
Finalmente, con respecto a los gerundios en –(n)do, Lombardo señala que pueden
darse en tres tiempos verbales: presente, pretérito y futuro. Los gerundios del presente
añaden la terminación –pa o –ru al presente del verbo, esto si los verbos de la oración
comparten el sujeto. Por el contrario si se trata de sujetos distintos los gerundios agregan la
terminación –co al presente del verbo. Las oraciones (24) y (25) son ejemplo de estos dos
tipos de construcciones del gerundio presente.
(24) Hio-pa ne cotzi
escribir.PRS-GRND 1SG.NOM dormir.PRS ‘Estando yo actualmente escribiendo, me duermo’
(25) Ne hiò-co amo vo herè-ue
1SG.NOM escribir-GRND 2SG.GEN hermano menor llegar-PST.PRF ‘Estando yo actualmente escribiendo llegó tu hermano menor’
Los gerundios en –(n)do del pretérito se forman añadiendo la partícula –ru a los
pretéritos imperfectos, cuando los verbos de la oración comparten el sujeto. Si se trata de
sujetos distintos entonces se agrega la partícula –tzi a los participios pretéritos. Los
siguientes son ejemplos de estas construcciones.
(26) Missa ne vitza-ru nò-ue Misa 1SG.NOM mirar.PCTP-GRND regresar-PST.PRF ‘Habiendo oído misa, me volví’
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(27) Eme hiosi-tzi Tonitzi-gua ne dess-ia 2SG.ACC escribir.PCTP-GRND Tónichi-DIR 1SG.NOM ir.uno-PST.PRF ‘Habiendo tú escrito, me fui a Tónichi’
Los gerundio en –(n)do del futuro o remoto se forman agregando la partícula –co al
presente de los verbos. Esta partícula se utiliza tanto en las oraciones cuyos verbos
comparten el sujeto, como en oraciones con sujetos distintos. Las oraciones que se
proporcionan a continuación muestran estos dos tipos de construcciones: mismo sujeto y
sujeto distinto respectivamente.
(28) Ne hiò-co, eme ne hiosi-ta maqu-èa
1SG.NOM escribir.PRS-GRND 2SG.ACC 1SG.NOM carta-ACC dar-FUT ‘Después que hubiere escrito, te daré la carta’
(29) Ne eme veh-co, emido missa uitz-ea 1SG.NOM 2PL.ACC azotar.PRS-GRND 2PL.NOM misa ver-FUT ‘En azotándoos oiréis vosotros misa’
En el libro cuarto, Lombardo complementa esta descripción de los gerundios en –
(n)do diciendo que significan instrumento y acción, y que se traducen al castellano con la
ayuda de las siguientes preposiciones: en, con, sin, por y de o por medio de la siguientes
frases: en haber, con haber, sin haber, por haber y de haber.
Participio
El participio en tegüima u ópata, según Lombardo, es de dos tipos: nombres adjetivos y
nombres sustantivos, es decir, participios adjetivos y participios sustantivos. Ambos pueden
darse en presente, pretérito y futuro. El participio adjetivo se forma en presente, agregando
la partícula –came al presente de los verbos como: hio ‘escribir’ (presente), hiocameta ‘el
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que escribe’ o päc ‘barrer’ (presente), pàcameta ‘el que barre’. Estos participios adjetivos
pueden declinarse tal como se muestra en el cuadro 11.
Casos Ejemplos
Nominativo Hiocame ‘el que pinta, pintaba, pintó’ Genitivo Hiocamete ‘del que pinta, pintaba, pintó’ Dativo Hiocamèta ‘al que pinta, pintaba, pintó’ Acusativo Hiocameta ‘el que pinta, pintaba, pintó’ Ablativo 1 Hiocameta vera o hiocameta ma ‘con el que pinta,
pintaba, pintó’ Ablativo 2 Hiocametade o hiocame chiguadu ‘por el que pinta,
pintaba, pintó’
Cuadro 11. Declinación del participio adjetivo (adaptado de Guzmán 2002: 91)
Lombardo advierte que este tipo de participios, como se puede apreciar en el
cuadro, “tiene el romance no sólo en presente, sino también se romancea por el imperfecto
y por el pretérito” (Guzmán 2002: 91), es decir, estos participios se pueden traducir al
castellano no sólo como formas en presente sino también como formas flexionadas en
pretérito perfecto e imperfecto. Un ejemplo de este tipo de participios puede verse en la
siguiente oración:
(30) Idaqui tema-ta theopachi hio-came-ta üida
DEM pan-ACC iglesia escribir-PTCP-ACC ir.llevar.IMP ‘Llévale este pan al que pinta la iglesia’
El pretérito de los participios adjetivos se forma a partir del pretérito de los verbos.
Algunos eliminan la última vocal de la terminación del pretérito perfecto (-ia) como hio
‘escribir’ (presente), hiosia (pretérito perfecto) y hiosi ‘el que escribió o pintó’ (participio).
Otros eliden por completo la terminación del pretérito perfecto, por ejemplo: hiro
‘abstenerse’, hiroia (pretérito perfecto) y hiro ‘el que se abstuvo’ (participio). De igual
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forma señala que estos participios adjetivos, si no acompañan a otro nombre, se les debe
interpretar como participios sustantivos. Este señalamiento dejar ver que Lombardo
considera al adjetivo o al nombre adjetivo, por lo menos en su forma participial, como un
elemento que debe acompañar a otro nombre (sustantivo) para poder ser catalogado como
tal, es decir, como nombre adjetivo. Los participios adjetivos también pueden declinarse, tal
como se muestra en el siguiente cuadro.
Casos Ejemplos
Nominativo Hiosi ‘el que pintó’ Genitivo Hiosicu ‘del que pintó’ Dativo Hiosi‘al que pintó’ Acusativo Hiosi‘al que pintó’ Ablativo 1 Hiosicu vera ‘con el que pintó’ Ablativo 2 Hioside o hiosichiguadu ‘por el que
pintó’
Cuadro 12. Declinación del participio como nombre adjetivo (adaptado de Guzmán (2002: 92)
Un ejemplo de estos participios declinados se advierte en la siguiente oración:
(31) Qui(t)-ta patzi-de fiscal ne bèh-ue Casa-ACC barrer.PTCP-ABL fiscal 1SG.ACC azotar-PST.PRF ‘Por el que barrió la casa me azotó el fiscal’
El futuro de los participios adjetivos se forma añadiendo la partícula –came a los
futuros de los verbos y se declina como está indicado en el cuadro 13.
Casos Ejemplos
Nominativo Hioseacame ‘el que escribirá o ha de escribir’ Genitivo Hioseacamete ‘del que escribirá’ Dativo Hioseacameta ‘el que escribirá’ Acusativo Hioseacameta ‘el que escribirá’ Ablativo de compañia Hiosèacame verà ‘con el que escribirá’ Ablativo de causa Hioseacametade o hiòseacame chiguadu ‘por el que escribirá’
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Cuadro 13. Declinación de los participios adjetivo del futuro
(adaptado de Guzmán 2002:92))
El siguiente ejemplo muestra un participio de este tipo, inserto en una oración:
(32) No guessa mauuguar-ea-came-ta ma xunù(t)-ta maqu-ëa
1SG.GEN tierra barbechar.FUT-PTCP-ACC 2SG.NOM maíz-ACC dar.FUT ‘Darás maíz al que ha de barbechar mi tierra’
Ahora bien, con respecto a los participios sustantivos, Lombardo (Guzmán 2002:
94) indica que se declinan por caso y además significan tiempo (presente, pretérito y
futuro). Se colocan en lugar del verbo y denotan la misma acción que éste. Asimismo
señala que estos participios deben ir acompañados de un pronombre posesivo como el
ejemplo castellano: “mi entrada”. Los participios sustantivos del presente se forman
quitando la sílaba –me de la terminación –came de los participios adjetivos. De esta manera
se forma el participio sustantivo hioca ‘la escritura’ que se deriva de hiocameta ‘el que
escribe. Véase la siguiente oración:
(33) Tomico-tzi cai no missa vitza-ca
Domingo-LOC NEG 1SG.GEN misa oir.PTCP-EST ‘No oí misa el domingo’
Estos participios sustantivos presentan la siguiente declinación:
Casos Ejemplos
Nominativo No hioca ‘mi escritura que es, era, fue, etc.’ Genitivo No hiocate ‘de mi escritura que es, era, fue, etc.’ Dativo No hioca ‘mi escritura que es, era, fue, etc.’ Acusativo No hioca ‘mi escritura que es, era, fue, etc.’ Ablativo No hiocade o hiocatade ‘por mi escritura que es, era, fue, etc.’
Cuadro 14. Declinación del participio sustantivo en presente (adaptado de Guzmán (2002: 95))
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Como se puede ver en los ejemplos del cuadro 14, la traducción al español de estos
sustantivos, no sólo incluye las formas del presente sino también forma en pretérito y
pretérito imperfecto. Los participios sustantivos del pretérito se forman de la misma manera
que los participios adjetivos (véase en este mismo apartado los participios adjetivos del
pretérito). De manera esquemática Lombardo proporciona ejemplos de este tipo de
participios sustantivos en dos columnas: una con las formas en presente y pretérito de los
verbos y otra con sus respectivos participio pretérito. En el siguiente cuadro se reproducen
algunos de estos ejemplos y después se muestra una oración conteniendo un participio de
este tipo.
Presente y pretérito de los verbos Participio pretérito Hio, hiosia Hiosi ‘lo escrito’ Mauugua, mauuguaria Mauuguàri y mauugurara ‘lo barbechado’ Sci, sciuia Sciui ‘lo raspado’ Hichic, hichiquia Hichiqui ‘lo señalado’ Cossòa, cossöia Coso ‘lo quemado’
Cossói es presente pasivo
Cuadro 15. Participios sustantivos pretéritos y sus formas presente y pretérita (adaptado de Guzmán (2002: 96)
(34) Së cossòt-ah25 Todo quemar.PTCP-ser/estar ‘Todo está quemado’ Los participios sustantivos de futuro se forman eliminado el segmento –me de la
terminación de los participios adjetivos de futuro, tal como se advierte en el siguiente
25 La terminación -t, que no está presente en la información del cuadro 15, se agrega solamente cuando el participio va seguido del verbo ah ‘ser o estar’.
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ejemplo: de behgueacame26 se origina behgueaca ‘los azotes que se han de dar futuros’.
Estos participios futuros se declinan de la siguiente manera:
Casos Ejemplos
Nominativo No hioseaca ‘mi escritura o pintura que haré o he de hacer’ Genitivo No hioseacate (no da traducción) Dativo No hioseacata (no da traducción) Acusativo No hioseacata (no da traducción) Ablativo 1 No hioseacade o hioseacatade ‘por mi escritura o pintura que haré o he de
hacer’ Ablativo 2 No hioseacachiguadu (no da traducción)
Cuadro 16. Declinación de los participios sustantivos del futuro (adaptado de Guzmán (2002: 97))
Toda esta información del verbo activo es valida para el verbo pasivo, según lo
expuesto por Lombardo al inicio del libro tercero (del verbo pasivo): “[…] daré en el
presente libro noticia del [verbo] pasivo, y se alcanzará con facilidad atendiendo a lo que se
ha dicho en el precedente libro [libro segundo sobre el verbo en activa] de cuya inteligencia
depende todo lo que aquí se tratare” (Guzmán 2002: 106). Muchos temas de este libro
tercero Lombardo no los desarrolla porque ya han sido explicados en el libro segundo.
Obviamente gran parte de la morfología verbal de los verbos activos es diferente a la de los
verbos pasivos, sin embargo esa temática está fuera del alcance de este trabajo de tesis.
Algo que vale la pena resaltar del libro tercero es lo que señala Lombardo con
respecto a la lengua tegüima u ópata y tiene que ver con el significado del verbo pasivo. El
autor nota que esta lengua “[…] expresa la persona por quien se hace la acción” [del verbo]
(Guzmán 2002: 107).
26 El autor no proporciona la traducción, sin embargo podría interpretarse como: ‘el que azotará o ha de azotar’.
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El concepto de pasiva se clarifica aun más en el libro segundo (capítulo I, § XIII)
cuando se señala que dentro de los verbos impersonales activos existe uno: naire ‘ser
amado’ que, aunque su forma corresponde a la voz activa, su significado es pasivo. En este
mismo párrafo (§ XIII), Lombardo explica el uso de ese verbo diciendo que “la persona que
hace la acción, si se ha de expresar, se pondrá en genitivo” como se indica en el ejemplo
siguiente:
(35) Ne parä-cu nairë-caru
1SG.NOM padre-GEN ser.amado-PST.IPRF ‘Yo era amado por (mi) padre’
Lombardo concluye la explicación diciendo que “de otra manera se pondrá
absolutamente con el nominativo de la cosa amada” como:
(36) Naire ma
Ser.amado-PRS 2SG.NOM ‘Eres amado tú’
Esta explicación deja claro que el autor entiende a la pasiva como aquella
construcción en la que se omite al agente y se promueve al paciente.
Finalmente, y a manera de resumen, se advierte que esta gramática aborda las clases
léxicas: nombre, nombre adjetivo, pronombre, verbo activo y pasivo incluyendo al
infinitivo, gerundio y participio, adverbio, conjunción e interjección. También aborda
aspectos relacionados con la sintaxis y la morfología. Por otra parte, las definiciones que
proporciona para las clases léxicas nombre, nombre adjetivo y verbos se hace mayormente
desde un criterio morfosintáctico.
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3.3. COMPARACIÓN ENTRE LA GRAMÁTICA DE LOMBARDO Y LAS GRAMÁTICAS LATINAS Y CASTELLANA DE NEBRIJA La intención de este apartado es mostrar una comparación entre las gramáticas de Nebrija y
la gramática de Lombardo, en lo relativo a sus índices temáticos y a sus aparatos
conceptuales. Con esto no se pretende realizar una comparación exhaustiva, antes bien se
trata de mostrar al lector, de manera breve, cuáles son las similitudes entre los índices
temáticos y el aparato conceptual de las obras de cada autor atendiendo solamente a ciertos
aspectos del tratamiento del nombre, del adjetivo y del verbo.
3.3.1. Índice temático
Moreno de Alba (2002: iii), señala que “La estructura del Arte de la lengua tegüima,
vulgarmente llamada ópata está mayormente inspirada de las Introducciones [latinas] que
por la Gramática de la lengua castellana, aunque también, puede verse clara influencia de
esta última”. Este señalamiento está enfocado al índice temático de la gramática de
tegüima con respecto a las gramáticas latinas. Ahora bien, sobre el índice temático de la
Gramática de tegüima u ópata, Moreno de Alba (2002: iv) muestra la similitud que existe
entre éste y el índice temático de las Introducciones latinas. Dice este mismo autor que
“Tanto en las Introducciones [latinas] cuanto en el Arte [de la lengua tegüima u ópata] los
dos primeros libros se dedican a los nombres, verbos y pronombre y a sus declinaciones y
conjugaciones”. Aclara que el libro tercero de la gramática de tegüima u ópata “está
dedicado a un asunto particular: el verbo pasivo”. Con respecto a la influencia de la
gramática castellana, Moreno de Alba (2002: iv) menciona que Lombardo toma de esta
gramática “el colocar al principio, en la introducción, la ortografía y la pronunciación”, es
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decir, tanto la gramática de tegüima como la gramática castellana colocan al principio
información sobre ortografía y pronunciación.
3.3.2. Aparato conceptual
El aparato conceptual de estas tres gramáticas presenta muchas similitudes entre sí. De
estas similitudes cabe resaltar las concernientes a los nombres, especialmente su división en
nombre sustantivo y nombre adjetivo; a la definición del verbo activo y a los accidentes
verbales. Las tres gramáticas en mención consideran al nombre como una de las partes de la
oración que puede declinarse, aunque las declinaciones en la lengua castellana se reduzcan
a las marcas de plural –s o –es. Sólo las Introducciones latinas y la Gramática castellana
presentan de manera explícita definiciones para nombre, ambas coinciden en atribuirle al
nombre el significado de cuerpo o cosa. La gramática de tegüima u ópata no da definición
alguna para nombre, sin embargo los ejemplos que proporciona para las diez declinaciones
del mismo (libro primero, capítulo primero) corresponden a seres vivos y cosas. Estos se
pueden ligar al significado de cuerpo y cosa, respectivamente, mencionado anteriormente.
Otras de las semejanzas que comparten estas tres gramáticas es el hecho de considerar al
adjetivo dentro de la clase léxica nombre, como si fuera parte de él. A partir de esto hacen
la distinción entre nombre sustantivo y nombre adjetivo como dos integrantes de una clase
principal mayor llamada nombre.
En relación con el verbo cabe destacar que tanto la gramática de tegüima como las
latinas y la castellana coincide en otorgarle, al menos cinco accidentes: modo, tiempo,
persona, número y figura, aunque cada uno de estos difiere un poco en cada una de estas
lenguas. Finalmente, otra coincidencia es la definición que presenta, por lo menos, el Arte
de la lengua tegüima u ópata y la Gramática castellana con respecto al verbo activo.
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Ambas señalan a este verbo como aquel verbo cuya acción pasa a otra cosa. Esta
definición se corresponde, en las Introducciones latinas, con la definición de la
construcción transitiva en “la qual el que hacer, y el padecer del verbo se muestra pasar, ó
ser pasado de una persona á otra” (Nebrija 1773[1486]: 161).