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RESUMEN
La presente investigación intenta trazar en datos selectos socioculturales e históricos
aspectos de la constitución de las comunidades pewenche durante el siglo XX, en la zona
de Alto Bio Bio. Se trata de identificar en perspectiva histórico social prácticas
socioculturales y estrategias de relación con la sociedad chilena que permiten la mantención
del espacio comunitario y que puedan repercutir en la actuación de los grupos pewenche
durante coyunturas históricas, como el proceso de Reforma Agraria (1968 – 1973)
Universidad de Concepción
Departamento de Ciencias Históricas y Sociales
Facultad de Ciencias Históricas y Sociales
Magíster en Historia
“Bajando a Chile”. Comunidades Pewenche del Alto Bío Bío (1919 –
1973)
Fernando Riquelme Barrera
Profesor Guía: Ph.D Claudio González Parra.
Concepción, 2012
2
INDICE
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….4
1. PRIMER CAPITULO: DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN.
1.1 Estado de la cuestión…………………………………………………………….9
1.2 Marco teórico
1.2.1 Grupos étnicos y control cultural……..….…………………………….26
1.2.2 Reducciones y comunidades. Una breve descripción de la estructura de
los grupos pewenche………………………………………………….35
1.3 Hipótesis de trabajo y objetivos……………………………………………47
1.4 Metodología ……………………………………………………………….48
2. SEGUNDO CAPITULO: LOS PRIMEROS AÑOS DE LAS
“COMUNIDADES” PEWENCHE
2.1 El colapso de la sociedad del toldo …………………………………….……..53
2.2 La constitución de las comunidades reduccionales pewenche……………...…69
3. TERCER CAPITULO: ASPECTOS SOCIOCULTURALES PEWENCHE:
CAMBIOS; ESTRUCTURAS; RELACIONES DE LAS NACIENTES
COMUNIDADES (1920 – 1968)
3.1 El Cacique de Ralco…………..………………………………………………..89
3.2 Sobrevivir, producir, relacionarse…………………………………………….108
4. CUARTO CAPITULO: LOS “DUEÑOS Y PROPIETARIOS” DEL ALTO
BIO BIO
4.1 La elite provincial. Planes en Alto Bío Bío…………………………….......…138
5. QUINTO CAPITULO: REFORMA AGRARIA EN ALTO BIO BIO (1968 –
1973)
5.1 Conflictos de las comunidades pewenche en el periodo anterior a la Reforma
Agraria, una visión de conjunto………………………………………………155
5.2 Alcances al proceso de Reforma Agraria. Marco Legal, político, institucional y
estatal …………………………………………………………………..……..169
5.2.1 Ley de Reforma Agraria 15.020 de 1962……………………………..175
5.2.2 Ley de Reforma Agraria 16.640 de 1967……………………………..183
3
5.2.3 Ley 17.280 de 1970 y profundización de la Reforma Agraria durante el
gobierno de la unidad popular………………………………….……..192
5.3 Aplicación de la reforma agraria en Alto Bio Bio: Comunidades Pewenche y sus
luchas………………...….202
5.3.1 El conflicto del Valle de Trapa Trapa………………………...………204
5.3.2 Ralco, Callaqui y Maderas Ralco S.A…………………………..…….233
6. CONCLUSIONES……………………………………………………….………263
7. BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………….…….267
8. ANEXOS……..…………………………………………………………………..275
4
INTRODUCCIÓN
Una frase, muchas veces escuchada y leída en el transcurso de mis averiguaciones
sobre el espacio geohistórico de Alto Bío Bío era la de “Bajando a Chile” con la que los
pewenche expresan que viajan hacia el valle central. La leí en un documento de 1924,
expresada a través de un lenguaraz por el “cacique” Francisco Manquemilla de Callaqui,
voz que aun se oye actualmente en sectores alejados como Trapa Trapa1 y Butalelbun
2,
frase que expresa una lejanía: se está lejos de Chile en una entidad distinta; y a la vez una
cercanía: ya que se puede alcanzar “Chile” bajando, esta solo a un paso.
Esta singularidad hizo interesarme por comprender el sentido de esta frase,
sospechando que traía consigo mensajes de la mentalidad del pueblo pewenche,
sintetizando un modo de vida y una historicidad única, arraigada en los hombres y mujeres
pertenecientes a esta sociedad: para llegar a expresar esta sentencia debió pasar mucha agua
bajo el puente, y para seguir en uso mucha más aun. La frase junto con el contacto
cotidiano con el ambiente humano de Alto Bío Bío me hizo atisbar una interpretación: el
espacio comunitario de los pewenche era algo distinto, liminal, que se conservaba como
diferente respecto al espacio de los wingka una distinción que no solo era legal, sino que
operaba a niveles mucho más profundos, permeando el lenguaje y lo simbólico, marcando
un límite; una diferencia que poseía continuidad a través del tiempo y por tanto involucra
procesos históricos endógenos a la comunidad y afectos a la contingencia de la sociedad
dominante chilena, remitiendo a una interacción constante lo que hace que esta
“continuidad” - paradójicamente - siempre se esté re elaborando al transarse entre estos dos
polos de autonomía - heteronomía.
Para responder a esta inquietud y al revisar los estudios especializados existentes
desde la disciplina que manejo (o intento manejar) note una ausencia, una deuda; pues
existen escasos escritos que traten sobre la etnia pewenche durante el siglo XX. Se
cristalizaban dos tendencias.
1 Del chendungun: 1) Tapun Tapul, Encuentro de Cuatro Ríos 2) Trabpa, donde se juntan las cordilleras como
circulo 2 Del chedungun: Putralelbun, Vega grande
5
a) El estudio de grupos pewenche como sociedad relacionada a la conformación de una
frontera durante la Colonia:
En esta vertiente de trabajos se agrupan los rigurosos estudios de Sergio Villalobos3
Eduardo Téllez4, Mario Orellana
5, Leonardo León
6 que destacan especialmente por su
sistemático tratamiento de fuentes y por abrir conceptualmente la discusión historiográfica
hacia los grupos indígenas. Estos estudios problematizan sobre la aparición de la sociedad
pewenche como grupo definido, con áreas y territorios de influencia específicos: se
analizan sus formas políticas, sociales, económicas en relación con la dominación española
en el actual Chile y Argentina, haciendo énfasis en los procesos de interrelación entre
sociedades. La limitación de estos estudios para propósitos de nuestra investigación, tiene
que ver con el periodo cronológico que abarcan sus estudios pues los más extendidos solo
alcanzan inicios del siglo XIX culminando con la sujeción definitiva de del pueblo
Pewenche al Estado Chileno, lo que da pie a conclusiones extremas, como la de Sergio
Villalobos quien profetiza su “ocaso y final”7 y por tanto la conclusión de su historia como
pueblo.
b) Estudios del grupo pewenche como comunidades reduccionales:
Estos estudios tienen como característica tratar específicamente sobre el área de
Alto Bío Bío, por lo que entran en profundidad sobre el espacio geohistórico de nuestro
interés. Existen tres estudios destacados en esta tendencia. El primero (en cuanto a la
cronología de su investigación) es el de Rafael Bastías8 que aborda la invasión militar
decimonónica del Alto Bío Bío y su relación con la destrucción del espacio fronterizo
Pewenche, por tanto, es la “conclusión” de los estudios de la primera vertiente analizada. El
3 VILLALOBOS, S: Los Pehuenches en la vida fronteriza, Santiago, 1989.
4 TÉLLEZ, E: “La población pehuenche de la cordillera española en los tiempos de la dominación española”,
Revista de Estudios Históricos, N° 1 (2004) 5 ORELLANA, M: Historia y Antropología de la Isla de la Laja, Santiago, 1992
6 LEÓN, L.: Maloqueros y conchavadores en la Araucanía y las Pampas”, 1700 – 1800, Temuco, 1990. Los
señores de la cordillera y las pampas: los pehuenches de Malalhue, 1770 – 1800”, Santiago, 2005 7 VILLALOBOS, S; Los Pehuenches en la vida fronteriza…, p. 234
8 BASTIAS, R.: Pu Pewenche malongw tañi dungu: Ti wünnen fiu fiu. Caracterización eco etnográfica
pewenche y análisis de la ocupación militar en el Alto Bío Bío 1883 – 1885 Tesis de Grado, Universidad de
Concepción, 2007
6
segundo es el de Martin. Correa y Raúl Molina9 quienes elaboran una extensa cronología
(1890-1990) de cada comunidad del sector enfocándose en los cambios en el régimen de
propiedad y los conflictos con los privados que van emergiendo a lo largo de su devenir
como comunidad, siendo el único estudio histórico efectuado sobre el siglo XX pewenche.
Ahora bien, era menester de la disciplina histórica saldar la deuda contraída, respondiendo
el autor a la pregunta planteada al inicio. En el oficiar del historiador, en aquel proceso de
búsqueda de documentos, fuentes, archivos fueron emergiendo personajes, procesos,
lugares, conocimientos que estaban llamados a llenar el vacío existente, haciendo justicia al
pueblo pewenche y su rica historicidad muchas veces obviada por su condición aislada y
subalterna; alejados social y geográficamente de los centros del saber y del poder que
paradójicamente las veces que han intervenido a lo largo de la historia, han generado más
daños que beneficios. El aporte de este trabajo es dar forma a estos vacios, dentro de la
temporalidad abarcada entre 1919, año de las primeras radicaciones con titulo de merced,
hasta 1973 año de fin del proceso de Reforma Agraria, rescatando las huellas dejadas tanto
en la memoria de las comunidades como en los viejos papeles de las instituciones con que
se han relacionado las mismas, hilando un relato que sirva al público especializado (y
también al no especializado) para conocer y comprender de mejor manera la trayectoria
comunitaria de un pueblo que sigue vivo, sobreviviendo y resistiendo día a día, tal como
ayer, a las tentativas etnocidas de muchos agentes foráneos a su espacio ancestral.
En lo formal pretendo exhibir una investigación que intenta trazar en datos selectos
socioculturales e históricos aspectos de la constitución de las comunidades pewenche
durante el siglo XX, en la zona de Alto Bío Bío. Se trata de identificar en perspectiva
histórico social prácticas socioculturales y estrategias de relación con la sociedad chilena
que permiten la mantención del espacio comunitario y que puedan repercutir en la
actuación de los grupos pewenche durante coyunturas históricas, como el proceso de
Reforma Agraria (1968 – 1973). Aviso al lector que se pondrá énfasis en el actor
pewenche y su devenir histórico centrando toda la atención hermenéutica en él.
El planteamiento anterior se lograra estructurando de la siguiente manera el escrito:
en el primer capítulo se tratan aspectos del diseño metodológico de la investigación,
revisando una muestra de la amplia bibliografía existente sobre la temática mapuche,
9 CORREA, M; MOLINA, R.: Territorio y Comunidades Pehuenches del Alto Bío Bío., Temuco, 1996
7
comparándola con la escasa literatura sobre los pewenche postreduccionales. Luego
proponemos un marco teórico metodológico donde enfatizamos el concepto de etnia en sus
significaciones derivadas de las ciencias sociales, teoría que nos parece útil para
comprender a un grupo humano devenido minoría e inserto en una sociedad mayor que lo
contextualiza; para luego examinar como configuran su espacio social los grupos
pewenche. En este apartado también se encuentran las necesarias formalidades derivadas de
cualquier investigación: se señala la hipótesis y sus objetivos.
En el segundo capítulo haremos una sucinta revisión sobre la sociedad pewenche
autónoma, aquella que existió en el siglo XVII – XVIII y parte del XIX en el periodo que
la historiografía chilena denomina comúnmente “Colonia”. Se hará énfasis en los
testimonios existentes sobre esta sociedad en la etapa final, siglo XIX integrando el proceso
de colonización militar-legal efectuado sobre su espacio por los Estados Chileno y
Argentino. Se analizaran y describirán los cambios y reordenamientos provocados en el
seno del tejido social pewenche por la adaptación a este nuevo contexto: de constituir una
sociedad independiente a transformarse en un grupo indígena inmerso en un Estado Nación
mayor.
En el tercer capítulo revisaremos algunos aspectos estructurales de las comunidades
pewenche durante la temporalidad 1919 – 1973. Permitiéndome una aclaración, elegimos
estas fechas como marco temporal debido a que en 1919 algunas comunidades logran su
titulación de merced convirtiéndose legalmente en “reducciones”, y 1973 debido a que
finaliza el proceso de Reforma Agraria en Alto Bío Bío y a nivel país. Se trataran aspectos
económicos, simbólicos, sociales, condiciones de vida, destacando y resaltando algunas
estrategias de las comunidades para sobrevivir en un modo de vida marcado por la pobreza,
y también para conseguir medios que permitan desenvolverse de mejor manera en el
contexto subalterno del que son parte. Se exhibirán algunas relaciones con otros actores
chilenos del área, como inquilinos y dueños de grandes propiedades agrícolas. Creemos
necesario no destacar aquí que también se desarrolla la relación con el Estado, pues el
lector comprenderá que esta relación es transversal a toda nuestra investigación, siempre
está presente apareciendo en el desarrollo de todos los capítulos.
8
En el cuarto capítulo se ahondara en los dueños de las grandes propiedades agrícolas
forestales del área, en la estrategia de producción de las mismas y en los cambios de
modelos de explotación (y de dueños) que suceden durante nuestro marco temporal.
En el quinto capítulo y final, se detallan aspectos formales del proceso de Reforma
Agraria chileno: marco legal, político, institucional, para luego analizar y evaluar el
desarrollo y la participación de las comunidades pewenche en la misma, tomando como
referencia dos casos en particular: El del Valle de Trapa Trapa y el de Callaqui – Ralco,
pues son muy representativos de la dinámica general en el sector, además de encontrarse
mejor documentados y por ende posibilita una interpretación más profunda.
Se incluyen al final del estudio anexos útiles para su mejor comprensión y para el
futuro investigador de estas temáticas, como tablas de datos del censo indígena de 1965
efectuado en las comunidades de Alto Bío Bío y una serie de documentos que poseen
inscritas importantes impresiones y datos sobre la situación del pueblo pewenche a 1970.
9
PRIMER CAPITULO: DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN.
1.1. ESTADO DE LA CUESTIÓN / DISCUSIÓN BIBLIOGRÁFICA
Revisar la producción historiográfica referida al espacio del Alto Bío Bío10
durante el
siglo XX no es una tarea sencilla. No lo es por la abundancia o saturación de investigaciones,
artículos, tesinas o escritos referidos a la temática sino por su escasez. Si analizamos la
bibliografía solo con un criterio de delimitación espacial - geohistórica nos encontramos que
existe una tradición de estudios definidos por tratar a la etnia pewenche como grupo de
interacción colonial, relacionada con la conformación de una sociedad fronteriza o un espacio
de frontera. En esta vertiente de estudios se agrupan los eruditos y rigurosos trabajos de
Sergio Villalobos11
, Eduardo Téllez12
, Mario Orellana13
, Leonardo León14
que destacan
especialmente por su sistemático tratamiento de fuentes. Estos trabajos nos ofrecen una base
para problematizar sobre la aparición de la sociedad pewenche como grupo sociocultural
definido, con áreas y territorios de influencia específicos. La limitación de estos autores tiene
que ver con el periodo cronológico que abarcan sus estudios pues los más extendidos solo
alcanzan inicios del siglo XIX.
Ahora, si agregamos a la delimitación espacial de la temática una discriminación
cronológica: siglo XX; nos encontramos con un estudio particularmente fundante el de
10
El área de Alto Bío Bío es un sector geoespacialmente ubicado en la zona sur oriente de la Región del Bío
Bío, en la pre cordillera y cordillera de los Andes, a 220 kilómetros aproximadamente de la capital regional:
Concepción y a 50 kilómetros de Santa Bárbara. Su centro referencial se localiza en los 37º 54’ 42’’ latitud
sur y 71º 26’ 30’’, longitud oeste en el volcán Callaqui, espacio delimitado orográficamente como el abarcado
entre los ríos Queuco y Bío Bío, de su confluencia hasta la cordillera. 11
VILLALOBOS, S: Los Pehuenches en la vida fronteriza…, 1989. 12
TÉLLEZ, E: “La población pehuenche de la cordillera española en los tiempos de la dominación española”
Revista de Estudios Históricos, 1 (2004). 13
ORELLANA, M: Historia y Antropología de la Isla de la Laja, Santiago, 1992 14
LEÓN, L: Maloqueros y conchavadores en la Araucanía y las Pampas”, 1700 – 1800…, 1990. Los
señores de la cordillera y las pampas: los pehuenches de Malalhue 1770 – 1800…, 2005
10
Martin Correa y Raúl Molina: “Territorios y Comunidades Pehuenche del Alto Bío Bío”15
.
Este trabajo, elaborado en el marco de otras investigaciones similares agrupadas en la
colección: La propiedad indígena en Chile, ofrece un extenso análisis de la propiedad en el
área de investigación, desde fines del siglo XIX hasta 1990, señalando el devenir de las
propiedades indígenas (comunidades reduccionales) y privadas. Más específicamente ofrece
una extensa linealidad que inicia en la colonia para terminar a inicios de la década de 1990
con un desenlace trágico para el autor: la construcción megaproyectos hidroeléctricos en la
cuenca andina del Bío Bío
La fortaleza de este trabajo consiste en que analiza a las comunidades ya integradas en
la jurisdicción y hegemonía estatal chilena, o sea bajo las formas especiales de propiedad
comunitaria llamadas reducciones, expresadas en los títulos de merced entregados por el
Estado Chileno, proceso que ocurre en el sector entre 1919 - 1920. Nos relata cómo van
cambiando las relaciones de propiedad entre las comunidades y los privados, relaciones que
configuran las demandas y resistencias de las comunidades pewenche durante la trayectoria
del siglo XX, complementando el trabajo de fuentes documentales (principalmente archivos
de propiedad) con valiosos testimonios provenientes desde los actores.
Es necesario señalar que ya hemos efectuado anteriormente un acercamiento a la
temática, a través de una investigación enmarcada en el desarrollo de una tesis de grado. Este
trabajo fue referido a una coyuntura particular: el proceso de reforma agraria en el Alto Bío
Bío (1971 – 1973); lo que permitió familiarizarnos con las fuentes documentales, orales y con
los sujetos o actores sociales relevantes del sector16
. Respondimos algunas inquietudes, pero
nos quedaron planteadas muchas otras, las cuales motivan en parte la prosecución en la
indagación de la problemática que nos convoca.
Por lo expresado en los párrafos anteriores, se hizo necesario ampliar el radio de
revisión bibliográfica hacia estudios más generales que hacen referencia a la temática o a los
procesos mapuches durante el siglo XX. Hemos escogido tres publicaciones: i) Historia del
pueblo mapuche (siglos XIX y XX) de José Bengoa, “Los mapuche en la sociedad chilena
actual” de Alejandro Saavedra y “¡…Escucha Wingka…! Cuatro Ensayos de Historia
Nacional Mapuche y un epílogo sobre el futuro” del cual nos interesa el capitulo referente al
15
CORREA, M; MOLINA R.: Territorio y Comunidades Pehuenches del Alto Bío Bío. …, 1996 16
RIQUELME, F: Pehuenches, Colonos y Obreros. Reforma Agraria en Alto Bío Bío (1971 – 1973)Tesis de
grado, Universidad de Concepción, 2009
11
“Siglo XX en Gulumapu: De la fragmentación del WallMapu a la unidad nacional Mapuche
1880 a 1978” escrito por Sergio Caniuqueo. La intención es comenzar ahondando en estos
relatos generales, para contrastarlos con la bibliografía particular existente sobre nuestro
objeto de estudio. De este proceso surgirán críticas y preguntas que tenderán a especificar
nuestra problemática, justificando opciones metodológicas e interpretativas.
Nuestro primer paso será remarcar los procesos o datos que se pueden interpretar
como constituyentes del núcleo de la trayectoria del grupo mapuche que resaltan en las tramas
de estos autores como puntos fundamentales del devenir mapuche durante el siglo XX
El siglo XX inicia para los grupos mapuche ultra Bío Bío, con el proceso de
organización de la colonización y reparto de tierras recientemente adquiridas por el Estado
Chileno en sus campañas militares de 1861 – 1881 en la Araucanía17
. El Estado crea una
forma especial de organización de la propiedad y de la sociedad mapuche, amparada bajo
leyes especiales indígenas, o “títulos de merced” expresándose objetivamente en la radicación
de familias bajo la forma de “reducciones” que son porciones reducidas de terreno de dominio
comunitario. Se dispersan en unidades pequeñas y fragmentarias; determinadas por una
instancia burocrática denominada “Comisión Radicadora de Indígenas” que opera en virtud de
la ley de radicación de 1866, proceso que se extiende hasta 1920.
Esta reducción territorial, para autores como Bengoa - cuya argumentación
describiremos ahora - , transforma culturalmente a los mapuches, ya que recorta espacios de
producción y alimentación, destruyendo la comunidad tradicional expresada bajo la forma de
familias extendidas (linajes), reduciéndolas forzosamente a familias nucleares lo que hace
cambiar todo el sistema normativo tradicional por uno impuesto por el gobierno chileno. Las
radicaciones, conceden el titulo de merced de forma arbitraria, agrupando a personas que no
estaban relacionadas entre sí tradicionalmente: “La comisión radicadora otorgó títulos a jefes
de hogar considerados como caciques locales y radicó bajo ese título a todas las personas que
le pertenecían aunque formaban familias aparte”18
. Esto rompe la red de solidaridades, la red
de jerarquías tradicionales. Económicamente tuvieron que adaptarse a ejercer la agricultura en
los reducidos espacios de sus nuevas comunidades, oficio que no es propio de una sociedad
17
Un buena síntesis de los motivos de la ocupación de la Araucanía se encuentra en: AYLWIN, J: Estudio
sobre las tierras indígenas de la Araucanía: Antecedentes Histórico Legislativos (1850 – 1920), Temuco,
1995, pp. 8-9 18
BENGOA, J: Historia del Pueblo Mapuche (siglos XIX y XX), Santiago, 1985, p. 359
12
basada fundamentalmente en la ganadería extensiva, produciéndose una campesinización
forzada del mapuche, que redunda en pauperización minifundista y pobreza19
.
Estas enormes desestructuraciones hacen que la sociedad mapuche del siglo XX sea
distinta de la tradicional que se encontraba durante el siglo XIX, sus patrones cambian, se
adaptan a las condiciones que impone la sociedad chilena dominante:
La sociedad se campesinizó y asumió el hecho de vivir como campesinos pobres. Se
establecieron sistemas de herencias de tierras siguiendo la tradición patrilineal y patrilocal lo
cual permitía mantener la continuidad familiar sobre los terrenos de cultivo. Esta, es, sin duda,
como lo ha notado Faron, la base de la sociedad agrícola y campesina mapuche del siglo XX
[…] La sociedad mapuche se cerró sobre sí misma, la sociedad postreduccional se
endogamizó20
Bengoa nos señala que una de las consecuencias de este repliegue es la reducción de la
actividad mercantil, pues la comunidad debe producir para autoabastecerse a sí misma, por
tanto no produce excedentes y el nivel de intercambios con grupos contextuales (chilenos u
otras reducciones) disminuye. La economía se puede definir bajo un modelo “familiar de
subsistencia”21
Siguiendo la argumentación de nuestro autor, la comunidad mapuche rural es un
fenómeno ajeno a ella misma, una forma de agrupación forzada, una forma chilena, de la que
se va apropiando la sociedad mapuche, reformulando su identidad, transformándose en una
pléyade de micro sociedades de resistencia, que define a su otro en la sociedad chilena,
proceso que se desarrollara durante todo el siglo XX:
Las familias forman el centro de la actividad económica, siendo la comunidad reduccional un
espacio de reproducción cultural, reafirmación de la identidad, e intercambio de los principales
bienes de esta pauperizada sociedad: mujeres y tierras. Esta combinación de autosubsistencia y
cultura de resistencia es lo que le otorga a la sociedad mapuche postreduccional un equilibrio
muy estable, que impide que los procesos de desestructuración y desintegración violentos se
reproduzcan en su interior 22
19
Ibídem, p. 364 20
Ibídem, p. 367 21
Ídem 22
Ibídem, p. 368
13
Desde 1930 hasta 1960, las comunidades para inician un proceso de lucha contra la
usurpación de tierras, producidas por la constitución de las grandes propiedades latifundistas
en el área de la Araucanía, también por el accionar de colonos chilenos y extranjeros, lucha
que se da por instancias judiciales (Juzgado de Indios, Protector de Indios), lo que no quiere
decir que en lo cotidiano estos conflictos no alcanzaran formas violentas. En este espacio
cronológico Bengoa sitúa además la constitución de las organizaciones mapuche23
y de la
politización y conexión de estas organizaciones con los partidos políticos chilenos y también
con el gobierno (como lo señala la experiencia de la Corporación Araucana, aliada del
gobierno de Ibáñez). Esta etapa es analizada por Bengoa bajo la perspectiva de “movimiento
social político indígena” dejando de lado otro tipo de variables y deteniendo su argumentación
en este punto.
Para Sergio Caniuqueo, uno de los autores de la obra colectiva “¡…Escucha
Wingka…! Cuatro Ensayos de Historia Nacional Mapuche y un epílogo sobre el futuro” la
primera década del siglo XX correspondería a la articulación de una sociedad en un contexto
de posguerra, donde el Estado Chileno vencedor de la Guerra del Pacifico interviene
económica y políticamente los territorios y grupos mapuche, espacio físico y social en donde
múltiples proyectos derivados de sujetos sociales heterogéneos como mapuche, colonos
nacionales y extranjeros, misioneros católicos y protestantes, mestizos y campesinos pobres
no disciplinados aun “desde arriba” chocarían, dando por resultado un mundo caracterizado
por la violencia, y no por la paz social o armonía cívica24
. En este punto, Caniuqueo
comparte el análisis efectuado por Leonardo León quien en su trabajo: “Araucanía: la
violencia mestiza y el mito de la Pacificación, 1880–1900” muestra un tejido social cruzado
por la violencia, en donde a los perdedores tradicionales: los mapuche, se suman los mestizos
quienes hacen de la violencia su proyecto de vida y emancipación”25
23
Ibídem. p. 379 24
CANIUQUEO, S: “Siglo XX en Gulumapu: de la fragmentación del Wallmapu a la unidad nacional
Mapuche, 1880 a 1978”, ¡…Escucha Winka…! Cuatro ensayos de Historia Nacional Mapuche y un epilogo
sobre el futuro, Santiago 2006, p. 154 25
LEÓN, L.: “Araucanía, la violencia mestiza y el mito de la Pacificación, 1880 –1900”, Santiago, 2005, pp.
18, 19.
14
Esta violencia va a la par con el proceso jurisdiccional de radicación en comunidades
del pueblo mapuche, proceso entorpecido por la presión que ejercen los wingka por arrendar o
comprar tierras mapuches. La radicación hace gravitar el poder de decisión desde las
autoridades tradicionales (longkos) y las normativas consuetudinarias reflejadas en el Ad
Mapu hacia el Estado chileno, quien resuelve quien será reducido en tal o cual lugar, y bajo la
forma de familias nucleares, no extendidas. Esto según Caniuqueo:
Evidencia el quiebre de los Rayñma (familias extendidas) y la pérdida del küpalme (linaje) en
el sentido que existe otra fuerza que puede intervenir en las escisiones del lof. El colectivismo
dio paso a la realización de un individualismo que se fue desarrollando durante todo el siglo
XX, comenzando un lento resquebrajamiento de la territorialidad mapuche en unidades más
básicas26
Lo anterior es interesante, pues señala que no solo las leyes de división serian las
culpables de la atomización de las comunidades durante el siglo XX, sino que habría un
desarrollo de una tendencia individualista centrifuga al interior de las mismas comunidades.
La unidad cerrada y compacta, de resistencia que señalaba José Bengoa no sería tan así, pues
las modificaciones culturales serian más profundas, se evidencia según Caniuqueo un lento
cambio de patrones, adoptando variados elementos culturales chilenos.27
Seguidamente, Caniuqueo nos introduce en otro periodo (1900–1930), en donde las
denuncias en intendencias y juzgados de indios aumentan de manera significativa debido a las
ocupaciones ilegales de terrenos mapuche, periodo muy poco estudiado según el autor,
paradójicamente, tampoco abordado por él en esta obra, limitándose a señalar el vacío
existente allí28
. Luego comienza la argumentación tendiente a describir e interpretar el
desarrollo del movimiento mapuche destacando que desde 1939 deja su carácter defensivo
para transformarse en propositivo lo que no quiere decir que hubiese un movimiento
unificado, sino diversas organizaciones mapuche con planteamientos comunes y otros
divergentes29
.
Posteriormente se ahonda en la evolución del movimiento mapuche, el que en la
década del 60 (y ya asociado a algunos partidos políticos wingka), elaboraba propuestas de
26
CANIUQUEO S: op. cit, pp. 159, 160 27
Ibídem. p. 160 28
Ibídem. p. 170 29
Ibídem. pp. 174 - 180
15
Reforma Agraria, como la del Movimiento Indígena de Chile, la Sociedad Indígena Galvarino
y el grupo Universitario Indígena del colegio regional de Temuco (1965), lo que para el autor
da cuenta del afinamiento y la evolución del nivel de proposiciones30
. Se señala la
problemática de la reforma agraria, pero no se profundiza en la participación mapuche.
El próximo puntal argumentativo es el dedicado al análisis del accionar del gobierno
militar, del que se señala: a) retrotrajo los pequeños avances efectuados en cuanto a la
recuperación de territorios durante el periodo de Reforma Agraria, quitando la tierra y
rematando los medios de producción de la misma31
b) Promulga el decreto ley N° 2568 de
1978, que permite la división de las comunidades indígenas en propiedades individuales
particulares, perdiendo la calidad de “tierras indígenas”32
. Esto tiene como consecuencia la
revitalización del movimiento indígena, a nivel organizativo, donde adquiere participación
internacional (foros, etc.).33
Las argumentaciones de José Bengoa y Sergio Caniuqueo muestran un esquema
común para tratar el siglo XX. Inician con el trauma de la radicación, los cambios que este
acto trae aparejado en la sociedad tradicional mapuche. Bengoa enfoca su atención en la
campesinización del mapuche, punto ausente en Caniuqueo, quien sin embargo aporta una
visión de la cotidianidad de las relaciones interétnicas durante este periodo radicativo. Luego
de los alcances a estas décadas iniciales, sus análisis toman un matiz y un camino político,
haciendo referencia a los movimientos indígenas y la conformación de sus organizaciones de
resistencia y proposición ante el estado chileno y su sociedad civil. Bengoa termina
prematuramente su análisis en este punto, pues a su parecer:
La transformación del Estado Nacional en los años treinta y su presencia cada vez más activa
en la región modificaran las posiciones. Los partidos políticos y los gobiernos tendrán mayor
injerencia en la cuestión mapuche y por lo general, las tendencias indigenistas van a obedecer
a posiciones político partidarias. El marco analítico será diferente, lo que hace necesario
detener allí nuestro análisis histórico 34
30
Ibídem. p. 186 31
Ibídem. p. 208 32
Ibídem. p. 210 33
Ibídem. p. 213 34
BENGOA, J: Historia del Pueblo Mapuche (siglos XIX y XX)…, 1985. p. 332
16
Esta aclaración genera más dudas de las que aclara, pues si el autor conocía con
antelación que su análisis histórico iba a concluir hacia 1930, ¿Cuál es el motivo de titular su
libro con el ambicioso nombre de: “Historia del Pueblo Mapuche, siglos XIX y XX”?
Claramente, en cuanto al siglo XX, es un objetivo que no cumple dentro de esta obra, pues no
logra ni siquiera una visión de conjunto del periodo denotado por el título.
Caniuqueo extiende el análisis hasta la década del ochenta siguiendo la línea política
del movimiento mapuche, dando un tratamiento marginal al fenómeno de la Reforma Agraria
y a las implicancias que genera en las comunidades mapuche el modelo agrícola neoliberal y
la ley N° 2258. A su vez, ambas argumentaciones tratan al grupo mapuche desconectado del
contexto rural y económico de la Araucanía y el país, además en sus análisis marginan a las
comunidades mapuche de las múltiples conexiones que generan con la sociedad wingka con
campesinos, con los mercados locales, con las ciudades o polos de población chilena, etc.
Existe cierto idealismo, ciertos deseos de encontrar a las comunidades en estado culturalmente
puro, lo que es objetivamente imposible, pues desde el momento en que tuvieron que
adaptarse a un nuevo mosaico étnico, a una nueva institucionalidad, a una nueva cotidianidad,
la cultura tradicional también se transformó. Las culturas son dinámicas y cambiantes; no
estáticas y anquilosantes.
Alejandro Saavedra aporta algunas interesantes interpretaciones que ayudan a
clarificar este vacío dejado por los autores anteriores. Para este autor el siglo XX también
inicia con el periodo de radicación forzosa de la sociedad mapuche, proceso que en opinión
del autor implica: a) la derrota militar de la población mapuche, b) la apropiación política de
territorio ocupado por los mapuche, c) la formación de una red de fuertes y ciudades, de
latifundios privados con tierras entregadas por el Estado a colonos y particulares adquiridas
por estos, d) el ejercicio del poder político por el Estado, como soberanía sobre la población
mapuche derrotada e) la instalación de familias mapuche en tierras delimitadas otorgadas
como merced f) el traspaso de tierras a particulares35
.
El paso a campesino “reducido” y el posterior proceso constante de empobrecimiento
de la población mapuche, debe comprenderse según Saavedra entendiendo lo que significa ser
campesino mapuche en el contexto regional y nacional de los primeros sesenta años del siglo
XX. Señalaremos dos variables principales para nuestro autor:
35
Saavedra, A: Los Mapuche en la sociedad chilena actual LOM, Santiago, 2002, p. 59
17
a) Acceso de pocas tierras y recursos: Lo que redunda en un bajo potencial para
transformarse en campesinos exitosos, pues tras el continuo proceso de usurpación
desarrollado durante la primera mitad del siglo XX, las radicaciones originales se contraerán,
aumentado por el contrario la población. No poseen semillas de calidad, animales vacunos
(bueyes) para la actividad agrícola. Las consecuencias: menos tierras para más personas,
atomización de la posesión de tierras y deterioro de los recursos naturales. Esta situación a la
larga, coincidiendo con Bengoa, los transformara en minifundistas subordinados y
dependientes (Forzados a vender barato y comprar caro)
b) Migraciones: La población joven, en virtud de esta escasez de tierra se ve forzada a
migrar, proletarizándose o trabajando de forma informal dependiente (fundos, explotaciones
forestales) haciéndose trabajadores pobres.
El empobrecimiento debido a la usurpación de tierras, el poco potencial para
producirlas y la migración marcaran esta primera etapa. Saavedra continúa con su análisis de
las “condiciones objetivas de vida” de la población mapuche poniendo su mirada en la década
del 60’ lo que es relevante pues en los autores reseñados anteriormente este periodo quedaba
en la penumbra. Señala algunos datos de la organización de las comunidades mapuche:
La actividad económica de la población mapuche al interior de las reducciones y de las
comunidades sin título, no estaba organizada en base a unidades productivas multifamiliares
sino que en base al hogar (familia nuclear) y el trabajo familiar no remunerado. La posesión
de la tierra (no la propiedad) era individual y no colectiva. Las denominadas comunidades no
eran la unidad económica de la población mapuche36
Esto nos señala que las comunidades mapuche no eran mancomunidades económicas,
sino que esta actividad se segmentaba según familia, lo que no se diferencia mucho del
sistema de producción campesino de la época. Nos señala además los productos agrícolas en
los cuales sustentaban su vida:
36
Ibídem. p. 85
18
Productos agrícolas fundamentales eran el trigo, la avena, la papa y las hortalizas. Entre los
animales destacaban los ovinos, los vacunos y los cerdos. Solo en algunas aéreas tendían a ser
remplazados por los mariscos, el pehuén, los caprinos, la madera, el carbón y las artesanías37
Según esta afirmación, en la década de los sesenta, los mapuche eran pequeños
productores agropecuarios, que combinan esta actividad con productos de recolección. Aun
así, se señala el pewen como un producto característico de algunas aéreas, lo que es
coincidente con ciertas identidades territoriales que quizás aun mantengan ciertos rasgos
culturales distintivos, como las comunidades pewenche de Alto Bío Bío.
Otro aspecto que se destaca es que la producción está volcada hacia el autoconsumo y
la comercialización, comercialización que indica que los mapuche han adquirido pautas de
consumo ligadas al mercado, a necesidades que pueden ser suplidas allí. Ejemplos: azúcar,
yerba mate, vestuario, herramientas. Es imperativo generar dinero para suplir estas demandas,
es imposible una existencia autárquica. Como señala Saavedra:
La economía campesina de los mapuche era una economía de subsistencia incorporada al
mercado y en ningún caso puede considerarse autárquica o autonómica. En la década de 1960
los campesinos mapuche están incorporados a los mercados locales tanto en términos de
intercambio de bienes como en menor grado en ese tiempo, de venta de fuerza de trabajo38
A lo anterior se puede agregar el planteamiento de Jorge Pinto quien señala que ya en
la etapa comprendida entre 1900 – 1930, los mapuche están integrados a un mercado local e
internacional, debido a la expansión de circuitos de intercambio económico dentro de la
Araucanía y las nuevas conexiones con mercados externos. La expansión del Estado y de la
economía chilena, le permiten a las comunidades situar sus productos en esta red, lo que
según Pinto frenó la migración en las primeras décadas de siglo XX, acabando esto debido a
la usurpación de tierras, malas prácticas comerciales especialmente molinos que compran
muy por debajo del precio real, dinamitando el sistema y circuito productivo de las
comunidades mapuche, obligando a los sujetos a emplearse y migrar39
37
Ibídem. p. 86 38
Ibídem. p. 87 39
PINTO, J: “Expansión económica y conflicto mapuche. La Araucanía, 1900 – 1940”, Revista de Historia
Social y de las Mentalidades, 1 (2007), p. 9 - 13
19
Las comunidades mapuche por tanto están integradas al mercado y a la economía
chilena, bajo la forma de pequeños productores campesinos, que “producen hacia y reciben
desde”. Lo que no quiere decir que no posean identidad étnica, sino que es una parte más de
su identidad, la cual no puede ser reducida, según Saavedra, a solo la condición o el
determinante étnico. Constituyen una subcultura étnica de resistencia debido a:
a) Los mapuche ya no eran una cultura. Habían perdido su autonomía y ya no eran un
sistema cultural que permitiera la existencia y reproducción de la población mapuche sin la
cultura ajena que se les había impuesto. Dejaron de serlo porque fueron obligados a formar
parte de una sociedad y una cultura mayor, o más inclusiva, que los sobre determinaba. Con
ello perdieron el control cultural respecto a elementos culturales propios fundamentales.
b) A pesar de lo anterior los mapuche reconstituyeron un subsistema cultural, que incluía
la mantención de importantes prácticas culturales tradicionales, en base a la transformación
de sus reducciones en comunidades.
c) La reconstrucción de un subsistema cultural mapuche fue posible por la formación de
nuevas sociedades mapuche de carácter regional y local, a través de las comunidades y
filiaciones y relaciones de parentesco establecidas en las reducciones y entre varias
reducciones. Estas nuevas pequeñas sociedades permitieron el ejercicio de un control cultural
de importancia, por parte del mapuche, respecto a una cultura propia, formada por elementos
culturales propios y mucho y muy importantes elementos culturales ajenos.
d) Este subsistema cultural que denominamos subcultura, ya no era puramente mapuche,
era indígena mapuche
e) Un nuevo rasgo de este subsistema cultural es su resistencia étnica a la subordinación
respecto a los huincas y la sociedad chilena40
La lectura del texto de Alejandro Saavedra es de interés para esta investigación pues
nos propone poner atención no solo en las formas de organización política del movimiento
40
Saavedra, A.: Op. cit, p. 91
20
mapuche durante el siglo XX, sino en las condiciones materiales, objetivas de existencia de
las comunidades mapuche rurales durante este periodo; su enlace con los procesos amplios
económicos que ocurren a nivel macro y que determinan de cierta forma sus modos de
existencia. Es un llamado a no aislar sectores, grupos o sujetos sociales, interpretándolos
como trayectorias separadas, sino observar también las uniones, los solapamientos, y las
integraciones que ocurren en sus devenires. En este sentido, Saavedra comparte la postura de
Eric Wolf, en su libro “Europa y la gente sin historia”41
donde aboga por entender a las
comunidades “incluso las más remotas” bajo procesos de integración económico y social
creciente. Aun así, su concepto de subcultura mapuche nos parece confuso y poco
argumentado, con tendencia a identificar y asimilar al mapuche al campesino chileno,
identificando la pérdida de autonomía con pérdida cultural, un concepto de cultus muy
dicotómico: se pierde control y por ende se pierde el derecho a llamarse “cultura mapuche”.
Esto puede que constituya el ripio de una propuesta demasiado integrativa, que va
subsumiendo a los actores en procesos cada vez más grandes, hasta que la singularidad del
sujeto histórico pierde razón de ser, se diluye en la totalidad.
Por lo que hemos visto, en las producciones historiográficas cuya objeto lo constituye
el estudio de los procesos mapuche durante el siglo XX, hay una linealidad bastante clara: a)
Reducción b) Pauperización c) Lucha por el reconocimiento de tierras d) Movimiento
Mapuche organizativo e) Reforma Agraria f) Gobierno Militar. A lo que habría que agregar
una mirada macro y microeconómica de las condiciones de vida de las comunidades
mapuche. Es interesante además constatar que el fenómeno de la constitución de las
comunidades responde a una lógica estatal chilena, es una forma impuesta y no tradicional, a
la cual tuvieron que adaptarse las familias mapuches creando nuevas prácticas e
interpretaciones culturales, que nos hace pensar en que debemos re-construir el concepto de
comunidad, agregando además el concepto de resistencia, profundizando en como el grupo
étnico mapuche se ha mantenido como tal, como ha conservado y ha cambiado elementos y
bajo que estrategias.
La principal desventaja de los escritos historiográficos reseñados, descritos e
interpretados hasta acá, es que dejan de lado las territorialidades mapuche que existen fuera de
lo que actualmente se conoce como región de la Araucanía. Desaparecen del análisis las
41
WOLF, E: Europa y la gente sin historia, México, 2005
21
comunidades pewenche y en menor medida las comunidades Williche, que poseen otras
adaptaciones ecoculturales, otras formas de producción y otras historicidades42
. Se usa el
concepto Mapuche como homogeneizador de las diferencias y se le da el estatus de historia
común para todas las identidades, más coherente seria llamar a estos trabajos “Historias del
pueblo, sociedad, etnia o cultura mapuche de la Novena región”.
A pesar de la posición marginal que ocupa el estudio de las comunidades de Alto Bío
Bío en la historiografía especializada en la temática indígena, existe un estudio a estas alturas
clásico sobre este espacio y este grupo humano43
. Me refiero al efectuado por Raúl Molina:
Territorios y Comunidades Pehuenche del Alto Bío Bío de 1992. Este es un trabajo que
comienza en la sociedad y cultura pehuenche de la pre conquista y colonia44
hasta 1990, largo
periodo temporal que es tratado de manera descriptiva, guiado especialmente en lo que hace
referencia al siglo XX, por el análisis de los cambios en los títulos y regímenes de propiedad
privados e indígenas. En suma puede ser calificado como un análisis de la propiedad con
tratamiento histórico y antropológico.
En este análisis se hace referencia y se cumplen los procesos citados en el esquema
temático general de la bibliografía analizada como general: a) Reducción b) Pauperización c)
Lucha por el reconocimiento de tierras e) Reforma Agraria f) Gobierno Militar; proceso
general de los estudios de la Araucanía, que se constata, pero con algunas diferencias y
omisiones:
a) El proceso de reducción en el Alto Bío Bío es posterior a la formación legal de la
propiedad privada latifundista, correspondiendo al modelo de infiltración chilena, propuesto
por Arturo Leiva45
pero señalando el matiz de que los infiltrados no fueron peones o chilenos
pobres, sino en primera instancia la elite provincial, que se expande a través de compras
notariales de territorios.
42
No quiere decir que no existan procesos comunes, pero estas diferenciaciones que la temática exige no
están presentes en estos trabajos. 43
Por ejemplo, la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato, en su apartado referente a la historia del
pueblo pewenche durante el siglo XX, se sigue literalmente la argumentación de este libro, cito textual: Los
tres últimos acápites que siguen a continuación se estructuran sobre la base del texto de Raúl Molina:
“Territorios y Comunidades Pehuenches del Alto Bío Bío”. p. 467. 44
CORREA, M; MOLINA, R: Territorio y Comunidades Pehuenches del Alto Bío Bío…, 1996, pp. 9 - 11 45
Infiltración chilena se refiere al asentamiento de chilenos en el territorio mapuche en calidad de
arrendatarios de campos o bien como propietarios de tierras compradas fraudulentamente. En LEIVA, A.: El
primer avance de la frontera: Angol 1862, Temuco, 1984, p. 31
22
b) No se tratan los posibles movimientos u organizaciones en las cuales pudiesen haber
participado las comunidades pewenche, pero si se hace hincapié en los conflictos judiciales46
c) El tema de la Reforma agraria es analizado solo en lo atingente a la configuración de
las propiedades en el sector.
d) No existe una interpretación de los cambios sociales, económicos, culturales y
territoriales que provoca el proceso de radicación y conformación de propiedad privada.
Una de las fortalezas de esta investigación es el tratamiento particularizado de cada
comunidad en cuanto a su propiedad y conflictos de propiedad, ofreciendo abundante fuente
documental primaria, especialmente documentación del Conservador de Bienes Raíces de Los
Ángeles, que permite al lector seguir y trazar la trayectoria de compra y venta de inmuebles,
demostrando el autor con esta metodología las usurpaciones y concentraciones de propiedad
en los distintos sectores latifundistas.
Este análisis nos permite reconstruir e interpretar el cambio de matrices productivas
en el lugar, comenzando por la concentración de las tierras en latifundios a inicios del Siglo
XX y su posterior conversión bajo la acumulación de paños de terreno comprados por
sociedades forestales, que van monopolizando el mercado de la tierra del sector,
constituyendo enormes propiedades47
e iniciando actividades de extracción de maderas
nativas en cantidades industriales especialmente en el caso de los espacios demandadas por
las comunidades de Callaqui y Ralco, las cuales como demuestra el autor, no consiguieron el
titulo de merced48
, quedando con una posesión de hecho de sus terrenos. Este fenómeno de
reconversión productiva es interesante, pues nos obliga a plantearnos que sucede con la
actividad extractiva de recursos forestales, especialmente Araucarias que crecen en espacios
vitales para la sobrevivencia económica de los grupos pewenche: las veranadas, en las cuales
46
CORREA, M; MOLINA, R.: Territorio y Comunidades Pehuenches del Alto Bío Bío…, 1996, pp. 80–93.
Un ejemplo lo constituye el litigio entre la comunidad de Ralco y latifundistas (Franzeti, Anguita, Bunster)
por la petición de “amparo y titulo de Merced” Se siguen los antecedentes expresados en documentos legales
del juzgado de indios de Victoria y sus resoluciones; que terminan en una radicación fallida. 47
Correa, M; Molina R.: Op. cit, p. 48. Detallado y esquematizado en: Riquelme, F: op. cit , p. 26 48
Correa, M; Molina, R.: Op. cit, pp, 52, 81.
23
recolectan su fruto en verano, sirviendo de base además para la actividad ganadera (circuito
veranada – invernada)49
.
Si bien esta investigación es muy amplia temporalmente y permite hacer un mapa de
los conflictos por la propiedad durante el siglo XX, por otro lado es poco analítica, dejando
muchas interrogantes en los procesos en los que no ahonda. A modo de ejemplo, la Reforma
Agraria sucintó una investigación completa expresada en una tesis de grado, revelando
complejas interacciones entre los actores involucradas en ella, movilizaciones, tomas de
fundos e industrias, etc.
Falta una conceptualización de lo que se va a entender en el trabajo por “comunidad” y
“territorio” que no se encuentra presente y muy relacionado con esto: no se encuentra una
interpretación o aclaración sobre las prácticas culturales de los grupos pewenche: ¿Qué
significa una invernada? ¿Cuál es su valoración del espacio? ¿Cuál es el sistema agrícola de
los pewenche? ¿Cuál es el mundo simbólico que se encuentra oculto tras el hábitat y el
espacio? ¿Cómo influye la reducción en la reconstrucción del territorio pewenche? Otra
problema es subestimar las consecuencias de la conformación de un polo de colonización
chilena tardía (desde los 50’ que dará origen al actual poblado de Ralco) debido a la actividad
forestal que fuerza a nuevas interacciones a las comunidades del área, creando una frontera
étnica en donde se articulan relaciones en ciertos sectores y se prohíben en otros. ¿Qué sucede
con las comunidades en estas nuevas interacciones? ¿Cómo actúan estos trabajadores
forestales, que a 1969, según documentos de la Intendencia son “500 o más”?50
. Como último
punto, el nivel de fuentes documentales utilizadas es poco variado: muy abundante en cuanto
a textos de propiedad y testimonios orales que constituyen un aporte inestimable a la
historiografía, pero pobre en cuanto a archivos administrativos, prensa local, por lo que se
necesita una intensificación y ampliación en el uso de fuentes para construir una
interpretación más completa de este periodo.
49
El régimen de veranada corresponde a una ocupación estacional del territorio en base a los recursos
económicos que ofrecen durante el año, más específicamente la ocupación de pisos ecológicos, diferenciados
por altura. En invierno se permanece en “el bajo” (b’lom) que generalmente está ubicado en valles
cordilleranos relativamente protegidos para soportar el invierno. En verano se ocupan “los altos” (huechum),
donde se ubican pasturas para los animales y los bosques de araucarias 50
Archivo General de Asuntos Indígenas Temuco (Archivo AGAI), Carpeta Antonio Canío, “Intendencia de
Bío Bío Informe Nº 16 del Jefe Zonal, Manuel Araneda de la Oficina de Tierras y Bienes Nacionales de
Concepción, sobre problemas existentes en fundo Queuco y Ralco”. 1969
24
Existe otro estudio, expresado en un artículo publicado en “Revista de Geografía
Norte Grande”, llamado Los pehuenche y el espacio reduccional de Rodrigo Ugarte Palma,
quien analiza la adaptación de los grupos al espacio que surge luego de la sujeción estatal:
las reducciones. Como señala el autor el análisis se efectuara a través de dos vectores:
[…]En dos aspectos: primero, en cuanto a su extensión y segundo, en cuanto a lo que
significaba el cambio de un ambiente dinámico y complejo en lo humano y natural (donde
la presencia de una “frontera” permitía desarrollar una existencia basada en una ocupación
extensa del territorio) por un ambiente limitado, delimitado y reducido, que producen
profundos cambios estructurales en la sociedad pehuenche51
El estudio de este reacomodo o cambio se realiza a través del análisis de los
aspectos económicos (extensión de la propiedad, actividades económicas) y algunas
anotaciones respecto a estructuras familiares y simbólicas (grupos de linaje, simbología del
piñón o pewen)
Este breve artículo es importante por su enfoque de la problemática, ya que a grandes
rasgos, el autor propone la investigación historiográfica del fenómeno del paso de una
sociedad con cierta autonomía a una reducción indígena, fijando su atención en elementos
económicos y socioculturales que configuran la emergente “comunidad pewenche”.
Por todo este recorrido y discusión que hemos desarrollado, creemos que nuestra
propuesta de investigación tempralmente delimitada en el siglo XX (1919 – 1973),
geohistoricamente anclada en el espacio de Alto Bio Bio y procesualmente en la Reforma
Agraria, se justifica principalmente en función de:
a) La escasez de estudios historiográficos especializados sobre comunidades pewenche
durante el siglo XX, lo que provoca la generalización de las conclusiones de los estudios
efectuados para el área de la Araucanía hacia la particularidad del área del Alto Bío Bío,
proceso solo deductivo, que debe tener su correlato en un proceso inductivo, bajo la forma de
un estudio de caso que es lo que pretendemos efectuar ubicado cronológicamente desde el año
1919 a 1973. A grandes rasgos, insertar a estos sujetos históricos y sociales en el
51
Ibídem, p. 175
25
conocimiento historiográfico, con sus proyectos, estrategias, prácticas sociales y culturales:
resistencias, adaptaciones, políticas, formas de vida.
b) El tratamiento efectuado por los estudios existentes sobre la temática de investigación
debe ser profundizado. Necesitamos construir una interpretación historiográfica de los
fenómenos y procesos que afectan al grupo pewenche durante el siglo XX, a través de un
trabajo, que construya sus datos a través de metodologías, contrastadas y guiados por
conceptos. Esto hace que propongamos una perspectiva historiográfica de filiación 1)
histórico social en lo que hace referencia en la fijación por contar una historia desde abajo,
poniendo en el centro del análisis actores históricos no tratados por la historiografía
tradicional: sujetos subalternos 2) Historico local, en el sentido de produndizar el trabajo
historiografico en un caso acotado de estudio.
26
1.2 MARCO TEORICO
1.2.1 Grupos étnicos y control cultural
Hablar de minorías insertas en una sociedad mayor, de grupos sociales étnicos nos
obliga a echar mano a conceptos y teorizaciones provenientes de otras disciplinas sociales,
a solicitar ayuda interdisciplinaria para lograr aprehender el fenómeno a estudiar para lograr
una mejor interpretación histórica. Utilizaremos el concepto de “grupo étnico”, derivado
principalmente de la antropología, como recurso teórico en esta investigación.
“Grupo Étnico”, es un concepto que consta de dos partes. Grupo, en una definición
amplia y clásica es: “un número de personas que interactúan entre sí de acuerdo con
esquemas establecidos”52
. Ahora el adjetivo “Étnico” es más complejo, pues hace
referencia a la característica o características que le dan identidad a este agregado de
personas. En general, “étnico” se usa para designar a cualquier grupo cuyo criterio de
diversidad social no está primariamente definido en términos edad, sexo clase, social,
pudiendo englobar características tan diversas como, origen, ancestro, nacionalidad,
geografía, afiliación trivial, religión, lenguaje y costumbre53
. Para aclarar esta amplia
definición, efectuaremos un breve y general debate sobre aspectos fundacionales del
concepto – el paso del esencialismo/substancialismo al interaccionismo), señalando
tendencias que consideremos relevantes para ser operacionalizadas en nuestra
investigación.
En la antropología de comienzos del siglo XX este rasgo identitario se asocio a la
cultura, siendo definidos los grupos étnicos como: “agregados de personas que
esencialmente comparten una cultura común” 54
por lo que se comenzó a buscar en los
grupos estos contenidos culturales distintivos: lenguaje, religión, costumbres, artefactos
52
MERTON, R: Éléments de théorie et de méthode sociologique, 1965, París. Citado por GIMENEZ, G:
“Materiales para una teoría de las identidades sociales”. Decadencia y auge de las identidades, El Colegio de
la Frontera Norte. México, p. 6 53
FUKUMOTO, M: “Desarrollo de la teoría étnica en las ciencias sociales”. Revista Anthropologica N° 3
(1985), p. 26 54
BARTH, F: Los grupos étnicos y sus fronteras. La organización social de las diferencias culturales
México, 1976, p. 9
27
materiales, clasificándolos para determinar, pautas de comportamiento: la estructura y
limites del grupo étnico. Otra característica importante de estos primeros acercamientos
consiste en considerar a los grupos étnicos como aislados entre sí, por lo que la mantención
de la cultura dependía de la situación de insularidad. Con el contacto inter étnico, la
aculturación total era irremediable55
. Pero como señala Giménez, este procedimiento tiene
problemas:
Pero esta manera de plantear las cosas inducía a considerar las etnias como entidades
culturales discretas y pre-constituidas, que se podrían estudiar con un enfoque objetivista y
sistemático, ya que eran definibles en sí mismas a partir de las características intrínsecas de
los grupos y de las personas pertenecientes a esos grupos. Con otras palabras, se estimulaba
una concepción substancialista y culturalista de las etnias, como si existiera una
correspondencia predecible y sistemática entre rasgos culturales distintivos y grupo
étnico56
.
El inventario de rasgos construido unilateralmente por el investigador, no lleva a
develar la identidad del grupo, solo sus categorías sincrónicas, no siendo posible
universalizarlas a todo grupo étnico57
La clave de la diferencia étnica, estaba en lo
relacional, se pertenece a un grupo étnico cuando se es identificado por otros como tal.
En 1976, Frederik Barth, en su obra “Los grupos étnicos y sus fronteras”, presenta
a los grupos étnicos como principios de organización social antes de que como agregados
de personas culturalmente estables. Los grupos étnicos son percibidos como categorías de
55
FUKUTOMO, M: Op. Cit. p. 11 56
GIMENEZ, G: “El debate contemporáneo en torno al concepto etnicidad” Revista Identidades Étnicas N°
1 (2006), p. 132 57
Se plantean extensas propuestas de categorización de estas extensas taxonomías, quedando de manifiesto la
dificultad de universalización. Como señala Giménez, Ibídem, p. 132: “Un artículo de Isajiw publicado en la
revista Ethnicity en 1974 (pp. 111-124) refleja muy bien esta manera de plantear las cosas. Este autor
emprende una revisión bibliográfica de 65 investigaciones realizadas por antropólogos y sociólogos en torno a
la problemática de lo étnico, y selecciona 27 propuestas de definición espigadas en trabajos
fundamentalmente teóricos. A partir de estas definiciones Isajiw extrae 12 atributos que definirían la
naturaleza de la etnicidad. Si se toma en cuenta la frecuencia con que aparecen citados, los atributos
principales serían los siguientes: un origen ancestral común, una misma cultura, la religión, la raza y el
lenguaje. Con el propósito evidente de lograr un acuerdo entre los antropólogos y sociólogos, Isajiw propone
primero una definición “combinada” de la etnicidad que incorpora todos estos atributos, y luego la reformula
elegantemente en términos de género y diferencia específica, concluyendo que “la etnicidad se refiere a
grupos involuntarios de gentes que comparten una misma cultura”
28
identificación (adscripción, heteroadscripción) para los mismos actores sociales con el
propósito de regular interacciones:
Si nos concretamos a lo que es socialmente efectivo, los grupos étnicos son considerados
como una forma de organización social. De acuerdo con esto, el rasgo critico es el punto 4)
de la lista de la pagina 11 es decir la característica de auto adscripción y adscripción por
otros […] En la medida en que los actores utilizan las identidades étnicas para categorizarse
a sí mismos y a los otros, con fines de interacción, forman grupos étnicos en este sentido de
organización58
.
Ya no se percibe al grupo étnico como un listado taxonómico de categorías
culturales, sino como entidades que emergen de la diferenciación cultural entre grupos que
interactúan en un contexto de relaciones interétnicas, estas categorías detectadas son formas
organizacionales parecidas a “recipientes” que varían y adquieren importancia dependiendo
del grupo étnico: “En otras palabras, las categorías étnicas ofrecen un recipiente
organizacional capaz de recibir diversas proporciones y formas de contenido en los
diferentes sistemas socioculturales”59
Para Barth, las categorías étnicas orientan la vida social a través de la distinción
entre “miembros y extraños”, proporcionando prescripciones y prohibiciones para
situaciones de contacto; permitiendo articulaciones en algunas esferas y prohibiéndolas en
otras:
Las relaciones interétnicas estables presuponen una estructura de interacción semejante: por
un lado existe un conjunto de preceptos que regulan las situaciones de contacto y que
permiten una articulación en algunos dominios de la actividad, y por otro un conjunto de
sanciones que prohíben la interacción interétnica en otros sectores aislando así ciertos
segmentos de la cultura de posibles confrontaciones o modificaciones.60
Por tanto, existe un límite, una frontera que se articula y conserva en relación a los otros:
Cuando se les define como grupos adscriptivos y exclusivos, la naturaleza de la continuidad
de las unidades étnicas es evidente: depende de la conservación de un límite. Los aspectos
58
BARTH, F: op. Cit. p. 15 59
Ibídem., p. 16 60
Ibídem., p. 18
29
culturales que señalan este límite pueden cambiar, del mismo modo que se pueden
transformar las características culturales de los miembros, más aun, la misma forma de
organización del grupo puede cambiar; no obstante el hecho de que subsista la dicotomía
entre miembros y extraños nos permite investigar también la forma y el contenido culturales
que se modifican61
.
Las fronteras de lo étnico son mantenidas, según Barth, en cada sistema
sociocultural por un limitado conjunto de características culturales, reales o simbólicas
(categorías étnicas) que son determinadas y adscritas por los actores sociales.
Solamente los factores socialmente importantes pueden ser considerados diagnósticos para los
miembros no así las diferencias objetivas y manifiestas generadas por otros factores. Por
distintos que puedan parecer tales miembros en su conducta manifiesta, si afirman que son A,
en contraste con otra categoría análoga B, esperan ser tratados como tales y que su propia
conducta sea interpretada y juzgada como A’s y no como B’s, en otras palabras están
confirmando su adhesión a la cultura común de los A. Luego los efectos de esto comparados
con otros factores que influyen en la conducta pueden ser objeto de investigación62
.
Los rasgos que se constituyen en frontera a los que se debe prestar atención; tienden a
ser de dos tipos:
1. señales o signos manifiestos: los rasgos diacríticos que los individuos esperan descubrir y
exhiben para demostrar identidad y que son por lo general el vestido, el lenguaje, la forma
de vivienda o un general modo de vida., y 2. las orientaciones de valores básicos, las
normas de moralidad y excelencia por las que se juzga la actuación63
.
Al depender de la auto adscripción de los actores y al variar en la interacción
interétnica, la determinación de diacríticos no puede ser predicha a priori por parte del
investigador. Los rasgos considerados importantes por el grupo, solo se pueden dilucidar a
través de investigaciones empíricas con una fuerte dimensión “emic” en su planteamiento.
En conclusión: lo étnico está definido por características culturales organizadas. La
frontera de lo étnico consiste en la organización de las diferencias culturales. No importa la
cultura que los grupos tienen, sino la utilización social de las diferencias. Por ejemplo, en
61
Ibídem., p. 16 62
Ídem. 63
Ídem.
30
perspectiva histórica, un grupo étnico puede modificar los rasgos fundamentales de su
cultura, manteniendo al mismo tiempo sus fronteras, o sea, sin perder identidad. Puede
adoptar rasgos culturales de otros grupos, como la lengua, religión, y continuar
percibiéndose (y siendo percibido por otros) como diferente. La frontera étnica y la
capacidad de mantenerla en interacción con otros grupos es lo que define la identidad, no
los diacríticos seleccionados en un momento dado para marcar estas fronteras64
El enfoque barthesiano nos previene de esencialismos en la conceptualización de la
cultura y el grupo étnico, por tanto nos llama a considerar el proceso de mantención del
límite como centro de la dinámica de los grupos, proceso que se da a través de la
interacción dicotómica entre grupos que se consideran como un “Nosotros” con otros
considerados como “Ellos”. La atención hay que ponerla en la interacción, en las redes que
teje cada uno con su contexto humano. En Historiografía esto nos desafía a analizar como
los grupos mantienen sus fronteras a través de los cambios que jalonan su historia,
identificando como las categorías o practicas adscriptivas (autoadscriptivas o
heteroadscriptivas), los “diacríticos” que van usando como emblemas se abandonan,
transforman, cambian o permanecen a través del tiempo, determinando además los
espacios de interacción y las políticas de mantención de la frontera utilizadas por el grupo.
Esta fijación en la interacción enlaza con la actual propuesta de Guillaume Boccara
para una “antropología diacrónica”65
, donde remarca que los grupos indígenas no se pueden
analizar como “monadas culturales”. Lo que ha existido, desde tiempos prehispánicos es la
circulación e intercambio – interacción - entre grupos sociales diversos. Esto obliga al
investigador a abandonar los análisis en términos de sociedades aisladas y lo conduce a
considerar el sistema de relaciones entre complementariedades entre los distintos grupos.
Para Boccara, la lógica cultural de la etnia mapuche es la del mestizaje: desde siempre han
integrado elementos alógenos (personas wingka, trigo, caballo, cruz, etc.). Existe una lógica de
reelaboración permanente del admapu (usos y costumbres) para integrar el exterior, adaptándolo y
reelaborándolo, lo que va determinando una serie de cambios tanto a nivel objetivo en el campo de
la economía y las estructuras sociopolíticas como a nivel subjetivo de la definición identitaria. Esta
lógica social mestiza de apropiación de la alteridad, parafraseando a Barth, es la estrategia para
64
GIMENEZ, G: “Cultura, identidad y memoria” Revista Frontera Norte N° 41 (2009), p. 19 65
BOCCARA, G: “Antropología diacrónica. Dinámicas culturales, procesos históricos y poder político”
Revista Nuevo Mundo Mundos Nuevos. 2005. http://nuevomundo.revues.org/index589.html
31
mantener la frontera en la sociedad mapuche que a lo largo de su historia se ha adaptado a
situaciones novedosas66
, por ejemplo: el contacto con el español, la etapa “fronteriza”, el periodo
del arreduccionamiento.
En el caso del estudio de la sociedad mapuche como etnia sujeccionada al Estado
Nación Chileno luego del proceso de conquista militar decimonónico, se hace necesario
considerar la dimensión de dominación. El Estado se transforma en otro actor social, un
gran Leviatán clasificador y heteroadscriptor67
hacia los grupos mapuche (tal como lo es
hacia cualquier otro grupo presente en el espacio de su soberanía). Esto implica adaptarse,
lo que para Boccara significa: “que las culturas dominadas utilizan significantes de las
sociedades dominantes para producir otros significados”. Se repite el proceso de
incorporación de elementos, por lo que se deben desarrollar gramáticas para hacerse
entender por el Estado Nacional68
. Como señala Gallinier esto nos debe hacer resaltar: “el
carácter dinámico de la tradición como entidad sociológica y política cuyas modalidades de
evolución se inscriben en las relaciones de fuerza que vinculan a los distintos agentes
sociales: estado y sociedades coloniales, estado y sociedades nacionales, comunidades
campesinas, indígenas o no” 69
Hemos recalcado que debemos poner atención a la dimensión del poder en las
relaciones interétnicas. Para este fin me parece interesante la propuesta de Guillermo Bonfil
Batalla. Para este autor, el grupo étnico se define a partir de una cierta relación significativa
entre el grupo y una parte de su cultura que denomina cultura propia. Esta relación es
llamada control cultural. Podría pensarse que nuevamente estamos insertando un núcleo de
esencialismo en la definición, pero a mi parecer esto no es así, pues Batalla señala que el
núcleo de cultura propia puede modificarse, adaptarse, funcionando de manera similar a las
categorías demarcadoras de frontera en Barth, pudiendo absorber además a través de ciertos
mecanismos la alteridad que rodea al grupo, como en la lógica mestiza de Boccara. Propone
un modelo teórico de conservación de fronteras e inclusión de la diferencia, basado en dos
66
Ibídem, pp. 5 - 7 67
BRUBAKER, R; COOPER, F: “Mas allá de “Identidad” Revista Apuntes de Investigación del CECyP, N°
7 (2001), pp. 18 - 20 68
Este podría ser el caso del uso del nombre chileno occidental y la invención de “familias” para obtener
títulos de merced. 69
GALINIER, J.: Les moitié du monde: Le corps et le cosmos dans le rituel des Indiens otomí, 1997. Citado
en BOCCARA, G: “Antropología diacrónica. Dinámicas culturales, procesos históricos y poder político”
Revista Nuevo Mundo Mundos Nuevos. 2005 p. 29
32
ejes heurísticos: cultura propia – cultura ajena, de donde emergen las siguientes categorías,
las dos primeras relacionadas con la autonomía y las dos últimas con la heteronomía70
:
Cultura Autónoma: El grupo social posee el poder de decisión sobre sus propios elementos
culturales, es capaz de producirlos, usarlos y reproducirlos.
Cultura Apropiada: el grupo adquiere la capacidad de decisión sobre elementos culturales
ajenos y los usa en acciones que responden a decisiones propias.
Cultura Impuesta: Ni los elementos culturales ni las decisiones sobre ellos están bajo el
control social del grupo.
Cultura Enajenada: Aunque los elementos culturales siguen siendo propios, la decisión
sobre ellos es expropiada y puesta al servicio de fines ajenos.
En los procesos de interacción entre sociedades o grupos asimétricos, el autor
propone las siguientes formas o tipos71
: 1) Resistencia: El grupo dominante o subalterno
actúa en el sentido de preservar los contenidos concretos del ámbito de su cultura
autónoma. 2) Apropiación: el grupo adquiere capacidad de decisión sobre elementos
culturales ajenos 3) Innovación: A través de la innovación un grupo étnico crea nuevos
elementos culturales propios que en primera instancia pasan a formar parte de su cultura
autónoma. Estos procesos descritos parten desde el dominado y funcionan como políticas o
estrategias de mantención de identidad del grupo, existen otros tres procesos que parten
desde la sociedad dominante con la finalidad de lograr hegemonía: a) Imposición: el grupo
dominante introduce elementos culturales ajenos en el universo cultural del grupo étnico
considerado. B) Supresión: el grupo dominante prohíbe o elimina espacios de la cultura
propia del grupo subalterno c) Enajenación: el grupo dominante aumenta su control
cultural al obtener capacidad de decisión sobre elementos culturales propios del grupo
subalterno. No elimina ni prohíbe tales elementos únicamente desplaza al grupo dominado
como instancia de decisión y pone los elementos culturales al servicio de sus propios
proyectos e intereses. Cabe señalar que todas estas categorías son solo tipologías, por lo que
no son reificaciones, ni tampoco excluyentes entre sí, más bien la investigación empírica
70
BONFIL, G: “La teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos”. Anuario Antropológico N°
86, (1988), pp. 7 - 8 71
Ibídem., pp. 15,16
33
demostrara que están fuertemente imbricadas en procesos complejos, incluso
contradictorios.
Estos seis procesos permiten comprender las relaciones e interacciones entre grupos
sociales asimétricos en cuanto a poder, que podrían ser usados en nuestra investigación
como una tipología general de aproximación para comprender las dinámicas entre el
Estado, la sociedad chilena y los grupos pewenche de Alto Bío Bío.
En conclusión, adherimos a la reflexiones de Barth, quien entiende que los actores
utilizan las categorías étnicas para categorizarse a sí mismo y a los otros, estableciendo
zonas discretas y abiertas con fines de interacción. Se define a los grupos étnicos, no como
unidades que se auto perpetuán en aislamiento, sino como organizaciones sociales que se
entienden por su existencia relacionada no solo con grupos semejantes o equivalentes en su
dimensión social, sino también con un contexto mayor, como es el caso de minorías como
el pueblo pewenche, vinculadas de manera contrastante y contradictoria con una estructura
mayor dominante, como puede serlo la sociedad y el Estado Chileno. Por esto, las
reflexiones de Bonfil me parecen pertinentes, pues pone atención a las interacciones entre
grupos asimétricos, ofreciéndonos una caracterización en donde la vida material y
sociocultural está en constante reelaboración, producción, apropiación; bajo relaciones que
van desde la resistencia, pues los sujetos y grupos pewenche no son meros objetos de
dominación, cuerpos dóciles que reciben las constricciones del poder de forma pasiva, sino
que por el contrario ponen obstáculos a la dominación; hasta la enajenación.
Por todo lo anterior habrá que intentar interpretar y determinar historiográficamente:
A) prácticas o categorías socioculturales pewenche. B) estrategias y procesos de interacción
de las comunidades en relación a la sociedad chilena contextual, y relaciones con el Estado
chileno. Debemos recalcar en este punto que la comunidad pewenche surgida a inicios del
siglo XX involucra una relación con la sociedad mayor chilena. Por tanto hablar de
comunidad reduccional pewenche es hablar de una entidad relacional. Sugerimos no olvidar
este importante punto para comprender nuestra investigación, pues cuando utilizamos la
palabra subalterno lo haremos en este sentido, de una minoría étnica en relación con una
sociedad y Estado Nación mayor y dominante. Continuando con las aclaraciones, el
34
término “estrategia”72
lo utilizamos en ocasiones en el sentido de diferenciar “políticas”
propias del grupo pewenche para adaptarse, negociar, resistir en el contexto societal
chileno, y también para organizar la interacción con otras comunidades. Esto sería similar
con lo que Ranajit Guha denomina “políticas subalternas”. Este autor diferencia las
políticas definidas como pertenecientes a las clases subalternas” que son de índole
autónoma al dominio de la política de la elite (vertical, institucional, gubernamental, de
corte modernizador europeo). En el caso pewenche tienen que ver con formas propias de
organización de índole tradicional-comunitaria que se adaptan para resistir o movilizarse
hacia la sociedad chilena. Como nos aclara Dipesh Chakrabarty, respecto a estas formas:
“En el dominio de la política subalterna, la movilización para la intervención política
dependía de las afiliaciones horizontales tales como la organización tradicional, de
parentesco y territorialidad”73
Las comunidades indígenas pewenche constituirían uno de los lugares donde existe
esta política subalterna, debido a que constituyen espacios no hegemonizados totalmente en
un sentido gramsciano del concepto: “una construcción negociada de consenso ideológico
y político que asocia grupos dominantes y dominados”74
. Hegemonía a grandes rasgos son
las mediaciones a través de las que funciona la autoridad. Son las ideas y creencias
compartidas que soportan las alianzas entre grupos sociales, por tanto es la construcción de
poder a través de la conformidad de los dominados con los valores del orden social, es la
producción de una voluntad general consensual75
. Las comunidades pewenche en un
72
Utilizamos en esta investigación el termino estrategia en otros sentidos, como por ejemplo: estrategias
educativas, de sobrevivencia , económicas, de aprovechamiento de recursos 73
CHAKRABARTY, D: “Una pequeña historia de los estudios subalternos”. En Repensando la
Subalternidad. Miradas críticas desde/sobre América Latina Lima, p. 32. Esta disociación de la política entre
una propia de la elite gobernante, de índole europeízate y otra propia de la clase subalterna apoyada en la
organización tradicional propia de las comunidades campesinas, enlaza con el proyecto de Guha, de
demostrar que los sujetos y actores del “pueblo” tienen sus propias formas, sus propias lógicas de relación que
no son vestigios “pre” (pre-capitalistas, pre-políticos). Chakrabarty apunta a este argumento, refiriéndose al
campesino de la india: “La mentalidad del campesino no era retrograda – una mentalidad que viene del
pasado – ni estaba desconcertada por las economías e instituciones políticas y económicas modernas pero si
era resistente a ellas”. En el prefacio a una de sus obras. Guha, reafirma este compromiso con el devenir y las
formas propias socioculturales del subalterno: “De hecho nos oponemos a gran parte de la practica
académica en historiografía (…) por haber fallado en reconocer que el subalterno es el que hace su propio
destino. Esta posición crítica radica en el mismo corazón de nuestro proyecto” GUHA, R: “Sobre algunos
aspectos de la historia colonial de la India” p. 27. http://www.unc.edu/~restrepo/intro-eeccs/guha-prefacio-
1.pdf 74
MERLE, I: “Subaltern Studies: Regreso a los principios fundadores de un proyecto historiográfico de la
India Colonial”. Revista Estudios de Asia y Africa, Vol XLIII, N° 1, p. 220 75
MATTERLART, A; NEVEU, E. Introducción a los Estudios Culturales, 2004, p. 61
35
sentido territorial no entran en consenso con los sectores dominantes, pues siempre
levantaran reivindicaciones en este sentido, ni tampoco entran totalmente en el concepto
valorico, pues poseen normas y pautas de significados propias.
El espacio no hegemonizado que sustenta estas estrategias subalternas, en lectura
de Guha se debería a la incapacidad del régimen estatal debido a las contradicciones entre
sus elites (no olvidar que hablamos de las elites indias coloniales, divididas entre indígenas
y británicas) de lograr la adhesión al proyecto dominante en el conjunto de los estratos
sociales subordinados. En el caso que convoca esta investigación, podríamos agregar que el
régimen estatal no logra dominio hegemónico completo (identificación con el proyecto
ideológico cultural dominante) durante la temporalidad que enmarca nuestro trabajo debido
a las importantes fronteras étnicas que separan al grupo pewenche de su contexto chileno,
además de la propia inoperancia del Estado en extender su aparato cultural social a estos
geográficamente aislados (otra frontera) territorios, proceso que recién se verifica con la
construcción de caminos, internados, escuelas, destacamentos de carabineros, división de
propiedades comunitarias hacia fines de la década del 70’ e inicios de la década de los
ochenta, en pleno régimen militar; lo que denominaríamos un proceso tardío de expansión
del aparato estatal en nuestra el área de estudio.76
1.2.2 “Reducciones y comunidades” Una breve descripción de la
estructura de los grupos pewenche.
Hemos desarrollado hasta el momento alcances teóricos y conceptuales que
permitan responder a la pregunta étnica, que es la que se da cuando se inquiere por la
diferencia entre “ellos/nosotros”; es de cierto forma una pregunta externa que puede
entenderse como dirigida a las relaciones entre sociedad chilena y comunidades pewenche
Ahora debemos responder sucintamente una pregunta de índole más sociológica que hace
referencia al espacio social de las comunidades cómo interactúan y apropian de él. En
76
En contraste, en las comunidades mapuche de la Araucanía, este proceso de expansión del aparato del
Estado se inicio a principios del siglo XX. Vid. LEÓN, L: “Tradición y Modernidad: Vida cotidiana en la
Araucanía (1900 – 1935)” Revista Historia, N°40 (2007) pp. 333 - 378
36
resumen bajo que formas sociales propias desarrolla su existencia la sociedad mapuche-
pewenche reduccional
Para responder esto, debemos remitirnos en primer lugar a los estudios generales
pioneros del tema que versan sobre las reducciones mapuche de la provincia de Cautín,
como lo constituye el trabajo de Louis Faron, el cual plantea en su libro Los mapuche. Su
estructura social que los mapuche constituyen una sociedad en relación colonial con el
Estado chileno con instituciones propias y distintivas encontrándose en relativa
funcionalidad y equilibrio pese a la acción distorsionante y aculturativa de las instituciones
propias de la sociedad mayor chilena. Nos señala que la los mapuche debido al régimen
reduccional adoptaron una economía agrícola de sembrador de cereales, apacentador de
ganado, horticultor; complementado con fabricación de artesanías y otros productos;
orientados a la mantención y a la venta en mercados regionales. Un modo deficitario de
agricultura por falta de conocimientos técnicos, apoyo en créditos y condiciones del suelo
de las propiedades; en resumen una agricultura de subsistencia77
. Este modo de
aprovechamiento forja relaciones de trabajo comunitarias llamadas vuelta de mano,
mediería, mingaco78
. Pero lo realmente distintivo, la base de la integridad de la sociedad
mapuche de la Araucanía son las instituciones nombradas como: patrilinaje, matrimonio
matrilateral y la panoplia de la moralidad religiosa79
El patrilinaje es la base de la conformación de los grupos mapuche. La descendencia
lineal definida por consanguineidad a través de varones emparentados une a familias
extendidas (grupos domésticos), ubicados patrilocalmente conformando linajes, amplia
figura en que analíticamente se distinguen: linaje máximo: comprende un cuerpo de
parentesco relacionado a través de los varones quienes trazan la ascendencia hasta un
ancestro común, el fundador del linaje, incluyendo elementos vivos y muertos. El grupo de
77
“El termino economía de subsistencia (distinto al de autosubsistencia) designa la característica de no
obtener excedentes significativos y susceptibles de inversión en forma sistemática. Subsistencia en este
sentido quiere decir incapacidad de ahorro e inversión a partir de la producción por cuenta propia”
SAAVEDRA, A: op. Cit. p. 87 78
Para Alejandro Saavedra estas formas ya sean de trato individual como la mediería o de índole comunitaria
como el mingaco y la vuelta de mano no responden a instituciones particulares de la cultura mapuche sino
mas bien formas de trabajo propias de cualquier cultura campesina; por tanto rechaza la tesis de Faron que
afirma que estas formas son originariamente mapuche y luego adoptada por los campesinos pobres chilenos.
SAAVEDRA, A: op. Cit, p. 89 79
FARON, L: Los Mapuche. Su estructura social, México, 1969, p. 74.
37
linaje: comprende a todos los miembros vivos del linaje máximo El linaje localizado está
compuesto principalmente por un grupo de varones que abarcan el núcleo del grupo
residencial de parentesco. El sublinaje es una rama del linaje máximo de la descendencia a
un nivel inferior al de los hijos del fundador. Dicho en términos no generacionales: el
sublinaje es una rama de un linaje localizado. Es el grupo residencial de parentesco
inmediatamente más grande que la familia y es el que está más estrechamente integrado de
todos los segmentos del linaje.80
A nivel de agrupaciones familiares, Faron identifica: El grupo domestico:
Compuesto por familias elementales una unidad reproductiva formada por el padre, la
madre e hijos. El mismo individuo, después de casarse, casi siempre es miembro de un
grupo domestico compuesto de manera diferente, la unidad elemental en donde nació (su
familia de “orientación” o parte de ella), es un segmento entre otros, que ha llegado a unirse
y que incluye las familias de procreación de él y de sus hermanos. Esta constelación
familiar constituye una fase del ciclo de crecimiento del grupo domestico llamada “familia
extensa o unida-extensa. Familia elemental: núcleo conyugal base de la actividad
económica81
Se aprecia que constituyen grupos de parentesco relacionados que integran grupos
corporados cada vez mayores, partiendo del sublinaje que correspondería a un grupo
localizado de residencia hasta el linaje máximo, que contiene a toda la reducción. Hay que
señalar que estos patrilinajes son exógamos y buscan matrimonio en otras reducciones,
constituyendo esto la base de lo que Faron llama “matrimonio matrilateral” que relaciona
patrilinajes separados intercambiando mujeres (esposa). La regla matrimonial es la
patrilocalidad (la uroxilocalidad es rara y una desviación) por lo que la mujer es la que
arriba al grupo familiar del varón.
Tradicionalmente se busca esposa en la hija de los hermanos de la madre, pero es
una forma ideal debido a que como Faron comprueba en su trabajo etnográfico en
reducciones cercanas a Temuco, este patrón se respeta cada vez menos. Esta coherencia en
las relaciones sociales se corresponde con otra forma de integración moral que se exhibe en
las congregaciones rituales del nguillatun. Estos dos procesos, el matrimonio matrilateral y
80
Interpretado de FARON, L: op. Cit. pp. 88-91 81
Ibídem, pp. 148,168
38
las relaciones rituales conforman el nivel que se denomina “comunidad” uniendo a varias
reducciones o mejor dicho varios grupos de linaje de membrecía agnática en relaciones de
alianza, parentesco y amistad
Milán Stuchlik, antropólogo de origen checo que realiza trabajos etnográficos en la
Araucanía unos años después de Louis Faron, parte su análisis desde la interacción entre
individuos, en sus referencias situacionales y relacionales. Comparte el análisis económico
de Faron de una agricultura de subsistencia pobremente desarrollada integrada a un
mercado regional, con formas de trabajo distintivas, sistema económico cuya base consiste
principalmente en la familia nuclear, con lo que disminuye la frecuencia de las formas
colectivas de trabajo (mingaco, vuelta de mano, mediería) relaciones de complementación
laboral más allá del núcleo conyugal.
En cuanto a la organización del socius mapuche, Stuchlik plantea en función de la
interacción los siguientes niveles analíticos: 1) La sociedad mapuche como un todo: este
nivel aparece actualmente como una categoría amplia de individuos, que comparten una
serie de rasgos socioculturales y que presentan una identidad sociocultural definida. Es el
nivel propiamente étnico, donde opera la diferencia mapuche/wingka 2) Zona vital: área
dentro de la cual cualquier individuo vive la mayor parte de su vida es una zona más bien
indeterminada, que les sirve de orientación en lo que respecta a sus relaciones de
parentesco, económicas y sociales con otros habitantes. Es un todo egocéntrico típico,
puesto que sólo puede definirse con respecto a un individuo o un grupo particular. 3)
Comunidad: se trata esencialmente de un grupo local dentro del cual se dan múltiples lazos
de parentesco, y relaciones de proximidad y amistad. Los grupos componentes de una
comunidad tienen un carácter patrilineal predominante, pero la localización forzosa
derivada de la creación de las reducciones acentuó considerablemente la importancia de las
relaciones matrilaterales, que se expresan en el matrimonio y la obtención de tierras fuera
de la merced del padre. 4) Reducción: por una parte, es un grupo residencial de parentesco
organizado en torno a un núcleo de agnatos. Es también una unidad administrativa formada
arbitrariamente, un grupo de personas a las que se otorgó colectivamente el uso de un
determinado territorio. 5) Segmento de dos o tres generaciones: constituido comúnmente
por un padre y un hijo o dos hermanos. En términos espaciales, es una agrupación de dos o
tres casas dentro de una reducción, y su importancia ha ido disminuyendo gradualmente. 6)
39
grupo doméstico: miembros de un hogar que constituyen una unidad de producción y
consumo82
Se puede apreciar que se coincide en la centralidad de la línea agnática de
articulación de los grupos residenciales y en el matrimonio patrilocal. Esta
conceptualización o tipología como se puede deducir, supone una serie de círculos
concéntricos donde las interacciones cobran sentido, expandiendo su radio desde la
interacción familiar cara a cara hasta la interacción difusa y estereotipada con la sociedad
chilena. Stuchlik ubica en el centro de este círculo, como EGO, no a los patrilinajes o
linajes crecientemente corporados y localizados de Faron, ya que estos no ejercen ninguna
influencia sobre la conducta cotidiana de los sujetos, sino al grupo domestico (familia
nuclear, ruka)83
que constituye el único nivel realmente corporado y básico en la sociedad
comunitaria reduccional de la década del los sesenta, desplazando paulatinamente a otras
formas más extensas y abarcantes.
Stuchlik señala que la reducción va reestructurando el mundo social mapuche, las
nuevas interacciones con otras entidades van conformando nuevas formas sociales
(paulatina eliminación de las normas del admapu) económicas (familia productora), de
aprovechamiento del espacio (nuevos sistemas de herencia de tierras). Los vínculos de
filiación cada vez se definen menos por consanguineidad (reglas como tomar esposa en las
hijas de los hermanos de la madre) y cada vez más por el espacio efectivo de interacción
entre las familias.
Esta asimilación de la distancia física a la distancia social avizorada por el autor
checo, es profundizada y ampliada en la reflexión etnológica sociológica de José Isla84
Este
antropólogo aborda esta problemática, contextualizando sus reflexiones con estudios
etnográficos efectuados en comunidades pewenche (Cauñicu) lo que nos parece relevante,
pues su reflexión adquiere potencial particularizador y singularizador al basarse en
fenómenos propios de los actores pewenche de Alto Bío Bío.
82
STUCHLIK, M: La vida en mediería Mecanismos de reclutamiento social entre los mapuche. Chile, 1999,
pp. 85,86 83
Aunque no niega que el segmento de tres generaciones como grupo residencial tiene alguna influencia, da
preeminencia al grupo domestico 84
ISLA, J: “Un lugar en el mundo. Notas pewenche para una sociología de la distancia”
40
La primera distinción que hace el autor hace referencia a la identidad de los grupos
radicados en merced en Alto Bío Bío. Son grupos residenciales constituidos por un
conjunto de jefes de familia (o mejor dicho varios lovche) coligados desde antes de la
obtención de los títulos de merced en un grupo local endógamo de dimensiones variables.
El nivel que Stuchlik llamaba “Comunidad” coincide por tanto con el nivel “Reducción”
(titulo de merced), ya que en el valle central chileno generalmente los títulos de merced
fueron entregados a nombre de grupos residenciales exógamos: un grupo = una reducción;
por eso el “nivel comunitario” debía articular a varias reducciones en los trabajos de autores
como Faron y el mismo Milán Stuchlik.
El tradicional problema de la articulación de las familias en entidades llamadas
linajes, pasaría por “ pesquisar si existe un nivel de integración basado en el parentesco
operativo más allá del grupo residencial, es decir, si la filiación y la descendencia se
desacoplan en algún nivel de la residencia y se extienden fuera de la localidad”85
El linaje
debería ser una entidad corporada mas allá del grupo residencial patrilocal, del caserío de
rukas que ocupa el grupo dentro de una reducción, articulado bajo un patronímico distintivo
familiar, un emblema que agruparía a todos
La respuesta del autor es negativa, pues en el caso de Alto Bío Bío, la filiación es
recubierta por la distancia, y a su vez, la distancia social y física para los pewenche se
superponen: “En las comunidades “reduccionales” de Alto Bío Bío, los grupos domésticos
establecen sus rukas (viviendas) separadas unas de otras y de ser posible, mutuamente
invisibles. Entre grupos domésticos vecinos, prima generalmente una suerte de sempiterna
indiferencia y una desconfianza apenas disimulada… (Próximos pero no inmediatos)86
. La
membrecía se definiría antes por pertenencia a un espacio social-físico especial antes que a
un grupo consanguíneo. La importancia al linaje seria dada más bien por los estudiosos
(antropólogos, historiadores, etc.) más que por las propias comunidades, donde este tipo de
tipologías no existen.
Para aclarar lo anterior debemos señalar que la “distancia” surge del tratamiento del
concepto “territorio” del autor. Introduce la dimensión territorial en el análisis de la forma
social de los grupos pewenche. El territorio, siguiendo el argumento de Isla, es un proceso
85
Ibídem, p. 59 86
Ibídem, p. 28
41
de reordenamiento del espacio, es la constitución de un espacio informado por prácticas y
representaciones proceso por medio del cual son estructurados el universo de las relaciones
sociales y el cosmos, el espacio por tanto es colonizado por estas prácticas y
representaciones (simbólicas, rituales, de aprovechamiento del espacio, por ejemplo: la
trashumancia estacional, el viaje veraniego hacia el pewenentu); reactualizándolas
constantemente. Por tanto el territorio es siempre más que una combinación de elementos
físicos biológicos y/o ecológicos, pues todo elemento del territorio pasa previamente por el
tamiz practico - representacional87
. Es un espacio donde el orden social y el orden físico se
identifican. En este territorio apropiado, colonizado es lo que los actores perciben como el
espacio de lo familiar, de lo conocido, de lo seguro: “La tremenda importancia de esta
constatación se comprende al percibir que, fuera del territorio del grupo el mundo puede hacerse
extremadamente, contingente, aleatorio, peligroso. Si dentro de los límites del territorio del grupo el
medio natural deviene un mundo socializado, fuera de estos límites la naturaleza recupera sus
fueros rápidamente”88
.
El autor busca hacer una sociología de la distancia pewenche buscando el territorio
que se hace conocido, colonizado, propio, diferenciándolo de las “exterioridades”. Bajo la
premisa anterior, complementada con trabajo etnográfico, los niveles de agrupación de la
sociedad pewenche desde lo más “interno” y conocido hacia lo más “exterior” consistirían:
en primer lugar la ruka (casa) o grupo domestico conyugal compuesto por lo que se
denomina familia extensa o compuesta. Los integrantes constituirían la “gente de la ruka” o
rukache, unidad conyugal patrilocal y económicamente semiautónoma de índole agrícola
hortícola ganadera. Estos grupos domésticos se integran con otros grupos domésticos
“cercanos” encabezados por hombres que se reconocen entre sí como peñi, malle o laku
87
Hablar de prácticas y representaciones territoriales implica hablar de una mediación cultural. Practica es
equivalente a “formas objetivadas” y representación a formas “interiorizadas” de cultura, entre las que existe
una relación dialéctica: “En efecto, por una parte los significados culturales se objetivan en forma de
artefactos o comportamientos observables, llamados culturales; por ejemplo, obras de arte, ritos, danzas; y por
otra se interiorizan en forma de habitus, de esquemas cognitivos o de representaciones sociales (…) Por
supuesto hay una relación dialéctica entre ambas formas de cultura. Por una parte las formas interiorizadas
(representaciones) provienen de experiencias comunes y compartidas, mediadas por las formas objetivadas de
la cultura; y por otra, no se podría interpretar ni leer las formas culturales exteriorizadas sin los esquemas
cognitivos o habitus que nos habilitan para ello”. En GIMENEZ, G: “Cultura, identidad y memoria,
materiales para una sociología de los procesos culturales en las franjas fronterizas”. p. 9. Así, el “espacio
físico-social” es apropiado y objetivado para transformarse en “territorio”, según la conceptualización del
autor. 88
ISLA, J: Pewenche. Estudios sobre territorio y proceso social. Memoria para obtener el título de
Antropólogo Social, Universidad de Chile, 2001, p. 60
42
relaciones correspondientes en terminología chilena a hermanos, tíos y abuelos (no
importando si son en terminología chilena: directos-reales-biológicos, importa la ubicación
generacional). Estas relaciones fundan el denominado grupo residencial o lob y a la gente
conocida lovche
El grupo residencial se basa en los lazos parentales que unen a un conjunto de jefes
de grupos domésticos (ruka) llamados generalmente acaseraos (ngenruka). Este grupo de
hombres forma el núcleo “interior” del lob y se relacionan como peñi si pertenecen a la
misma generación, como malle si pertenecen a generaciones consecutivas o como laku si
pertenecen a generaciones alternadas. Este tipo de relaciones laku, malle y peñi configuran
el núcleo interno del grupo residencial. También los jefes de familia son los que
generalmente eligen a uno de ellos para situarlo en la posición de longko, para que articule
políticamente las relaciones con los otros grupos residenciales y con la sociedad chilena,
además de dirimir en ciertos conflictos sobre terrenos y otros de la vida cotidiana de los
ngenruka (acaserados o caserados).
La transmisión de la identidad en el nivel lob se realiza a través de la circulación del
nombre. El nombre (güi o chegui) circula alternadamente entre generaciones, generalmente
es transmitido por alguien perteneciente a la generación del abuelo del niño89
, uniéndolos
en alianza laku90
compartiendo el pullu (espíritu) asociado a ese nombre, constituido por
newen (energía) y kimun (conocimiento). Estas identidades sociales circulan en el espacio
del lob entre relaciones generacionales parentales alternadas: un padre no hereda su
identidad al hijo sino a alguien situado generacionalmente a la distancia de nieto (pudiendo
ser el hijo de un hermano, sea consanguíneo o no). Esto marca el espacio interno del lob.
El grupo residencial se constituye primeramente como el escenario de circulación de los
nombres propios e identidades personales masculinas. El espacio de las “cercanías”
corresponde en los hechos a un circuito de transmisión de nombres propios e identidades
masculinas cuyos nombres propios permanecen en el lugar, alternando las generaciones
aunque cambien los grupos domésticos (ruka) donde se emplazan. De esta manera este
stock de nombres propios se identifica con el lugar donde habita el grupo residencial
89
Rolf Foerster denomina a este modo de transmisión de nombres “modelo mecánico” Vid: FOERSTER, R:
“Acerca de los nombres de las personas (üy) entre los mapuches. Otra vuelta de tuerca” Revista Chilena de
Antropología, N°21 (2010) pp 81 – 110. 90
No se debe olvidar el carácter reciproco de la terminología de parentesco dentro de los mapuche. Chegüi
son nombres tradicionales pewenche, por ejemplo: nombres de varón: Kurrüman, Levipang, nombres de
mujer: Llancupi .
43
configurando una suerte de identidad social del territorio. Así mismo la temporalidad que la
circulación de nombres propios masculinos imprime al lob no es lineal sino reversible y
circular91
El lov corresponde al espacio de las “cercanías”, de lo familiar, lo conocido, donde
cualquier distancia no es válida. El lob es el espacio desde donde el pewenche traza las
distancias, constituye el lugar en donde se comparten corazones: kiñepiwkewen (un mismo
corazón compartido) y se comparte la vida (kiñemongen: una sola vida) lugar que se
reactualiza constantemente a través del ritual del lakutun92
, donde se traspasa el chegui o
nombre identitario pewenche.
El lov se relaciona con el espacio de las “proximidades” o sea con otros grupos
residenciales a través de alianzas matrimoniales y políticas. El grupo domestico es
exógamo, por tanto el intercambio de esposas debe realizarse fuera del interior marcado por
el mismo vinculándose por tanto a otros lob. Si anteriormente señalábamos que el espacio
interior de lob se configura por relaciones entre varones, la exterioridad se marca en el
carácter temporal de las mujeres, quienes migran a otros grupos llevándose su identidad con
ella. La identidad femenina también es marcada por el chegui que es transmitido en
terminología chilena de mujeres situadas en la generación de la abuela a la niña, entrando
en una relación kuku93
a través del katankawin (ceremonia femenina de transmisión de
nombre). Para ilustrar esta de mejor modo esta ceremonia, disponemos del recuerdo don
Carmelo Levi, longko de Quepuca Ralko.
Hacían ceremonias según los antiguos los katankawin que les decían. Se juntaban muchas
niñas jóvenes y les agujereaban las orejas para ponerles upul, un aro grande así, eran
redondos. Ese aro era más o menos como cantarito. Era una lata pero dibujado bien,
dibujado bonito. Y se hacía de plata. También las niñas se los colocaban eso. Según dicen a
una edad de diez años, doce años será más o menos. Entonces se hacia una gran fiesta y ahí
se juntaban todos. En ese lugar hacían toda esa ceremonia y después festejaban hacían su
fiesta ellos, la forma como festeaban anterior y se celebrara todo eso94
.
91
ISLA, J: “Un lugar en el mundo. Notas pewenche para una sociología de la distancia”. p. 40 92
Correspondería a una ceremonia masculina que implica la relación entre una persona ubicada en un nivel
generacional del abuelo con el niño 93
Correspondería a una relación entre una persona ubicada en un nivel generacional de la abuela con la niña 94
Testimonio de Carmelo Levi, Quepuca Ralco, 2007
44
Volviendo a la discusión previa, por tanto la circulación de nombres entre varones
es estática, atada indefectiblemente al espacio del lob; y la circulación del nombre femenino
es fluida circulando entre los grupos residenciales. Es impensable la trasmisión de chegüi
entre mujeres y hombres, lo que se ilustra ritualmente existiendo una dualidad ceremonial
(lakutun/katankawin) que remarca esta imposibilidad.
El espacio de las proximidades se funda en la relación de varios grupos
residenciales, conformando el grupo local endógamo que podríamos definir como
“comunidad”, desde donde se actualizan alianzas a través de ceremonias como el nguillatun
y actividades económicas como la mediería o el mingaco95
el espacio de los kiñeche (una
misma gente).
La comunidad reduccional pewenche representa actualmente el nivel de integración
superior desde el cual se define la inserción de las personas en la relación con otros
mapuche pewenche, con los colonos chilenos y la sociedad nacional. No existen en la
actualidad instancias de integración superiores a la comunidad reduccional y todos sus
miembros se integran en la personaría moral de la comunidad, al interior de la cual ejercen
derechos y deberes. El protagonismo de la comunidad en gran medida deriva del principio
de clausura que esta supone, esto es, los niveles inferiores de integración (ruka y lovche)
derivan sus prerrogativas desde la organización comunitaria y no existen niveles superiores
a la comunidad. La vida social transcurre básicamente dentro de la comunidad. La vida
social transcurre básicamente dentro de la comunidad y las relaciones exteriores son
mediadas por ella96
Más allá de este espacio, de lo “próximo” se encuentra el mundo de las otras
comunidades, con las cuales se mantienen contactos esporádicos, de los denominados
kakeche (otras gentes), espacio que Milán Stuchlik denominaba como zona vital. Aun más
allá, hay un espacio indiferenciado habitado por pwelche hacia el lado argentino y nguluche
hacia el lado chileno, con lo que se cierra la categoría de los “che” (gentes). Para denominar
a los wingka, los pewenche hacen una distinción-respuesta étnica, llamándolos ka mollvun
(otra sangre). Solo a este nivel, señala Isla, entra en operación la distinción
mapuche/wingka marcando un límite étnico claro, desarrollado durante siglos. En
95
Aunque el autor no niega que estas formas son cada vez más escasas, privilegiándose cada vez más una
economía familiar nuclear. 96
ISLA, J: Pewenche. Estudios sobre territorio y proceso social…, 2001, p. 89.
45
conclusión, el nivel realmente propio de la sociedad pewenche el articulado entre lob
(lovche) y grupo local (comunidad).
Podríamos agregar a lo anterior, como hipótesis, que el espacio de las cercanías y de
las proximidades constituyen la base de la defensa, resistencia y de la política de las
comunidades pewenche. Es desde aquí desde donde proyectan sus estrategias interétnicas,
sus alianzas, resistencias e interpelaciones a la sociedad dominante hegemónica; este
territorio colonizado social y simbólicamente es el que se defiende, el territorio por tanto
posee una dimensión “política” que no se puede obviar. Y no tan solo el espacio reconocido
por las leyes chilenas, sino también el espacio que habita en la memoria como recuerdo
ancestral, como espacio arrebatado. Autores como Víctor Toledo Llancaqueo, en un
análisis de las demandas del movimiento indígena, identifican este aspecto político del
concepto territorio97
con etnoterritorialidad: “Territorios simbólicos e históricos,
espacialidad socialmente construida, vinculada primordialmente a la identidad
colectiva”98
esta realidad vivida del territorio, sus usos y relaciones han dado sustrato y
fundamento a las resistencias indígenas cargándolas de sentido identitario.
Los procesos de reconstrucción de los espacios vividos, de marcajes de límites
simbólicos, de sacralización vitalización de una topología de lugares han permitido a los
indígenas sobreponerse a procesos de conquista y dominación99
El territorio es una de las
bases de la resistencia y articulación política de las comunidades indígenas. El autor nos
llama a no perder de vista el carácter subalterno del territorio, sujeto a una red de intereses
y discursos de la sociedad hegemónica, para no caer en el “refinamiento etnográfico” de
considerar a estas entidades como “zonas prístinas”:
97
Existen otras dimensiones del concepto territorio que implican demandas de parte de los movimientos
indígenas, y que han sido expresados en cartas de derechos de organismos internacionales (Declaración de
Quito 1990, Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, Conferencia de Rio 1992, etc.) y que
el autor define como: “Territorio como jurisdicción: Una zona geográfica (región, comarca, jurisdicción,
entidad, etc.) bajo control político de un colectivo indígena o reclamada como tal. Territorio como espacios
geográficos de tierras a demarcar y/o delimitar. Territorio como hábitat, según la definición del Convenio
169. Base Material, conjunto sistémico de recursos esenciales para la existencia colectiva (tierras, aguas,
bosques, subsuelo) Territorio como biodiversidad y conocimientos indígenas sobre la naturaleza, su expresión
en derechos de propiedad intelectual” TOLEDO, V: “Políticas Indígenas y derechos territoriales en América
Latina: 1990 – 2004 ¿Las fronteras indígenas de la globalización?” En Pueblos indígenas: Estado y
Democracia. Buenos Aires, CLACSO, 2005, p. 87 98
Ídem 99
Ibídem, p. 94
46
Sin embargo, el refinamiento de la mirada etnográfica nuevamente cae en el sesgo de
interpretar estas etnoterritorialidades como entidades aisladas, incluso “puras”, soslayando
su condición de espacios subalternos, que están insertos y enmarcados en estructuras y
discursos espaciales hegemónicos y multiescalares, con los cuales, en última instancia,
disputan100
Esta pequeña revisión pretendemos sirva como marco de comprensión de algunas
dinámicas de las comunidades pewenche, haciéndonos considerar su estructuración interna
para poder abordar algunas problemáticas referentes al funcionamiento de esta estructura en
procesos de interrelación étnica, en interacciones con otros actores, agrupaciones humanas
e instituciones chilenas que influyen en el área de estudio.
Teniendo en cuenta esta breve discusión teórica y por otro lado la escasez de
trabajos historiográficos que versen del área y sus grupos humanos durante el siglo veinte
como hemos recalcado en el apartado “Discusión Bibliográfica”, proponemos un estudio de
caso de carácter exploratorio, con tratamiento de etnohistoria e historia social; sobre los
grupos pewenche del Alto Bío Bío101
delimitado cronológicamente entre 1919 - 1973, bajo
la siguiente hipótesis de trabajo:
Los grupos pewenche de Alto Bío Bío desplegaron una serie de estrategias para adaptarse a
la situación reduccional, integrando nuevos elementos pertenecientes a la sociedad chilena y
manteniendo prácticas socioculturales propias, lo cual les permite configurarse como
comunidad, espacio desde donde se levantaran demandas reivindicativas de tipo territorial
hacia el Estado Chileno.
100
Ibídem, p. 95 101
El área de Alto Bío Bío considerada en esta investigación es un sector geoespacialmente ubicado en la
zona sur oriente de la Región del Bío Bío, en la pre cordillera y cordillera de los Andes, a 220 kilómetros
aproximadamente de la capital regional: Concepción y a 50 kilómetros de Santa Bárbara. Su centro
referencial se localiza en los 37º 54’ 42’’ latitud sur y 71º 26’ 30’’, longitud oeste en el volcán Callaqui,
espacio delimitado orográficamente como el abarcado entre los ríos Queuco y Bío Bío, de su confluencia
hasta su nacimiento en el caso del Rio Queuco; y desde la confluencia señalada hasta la confluencia de los
ríos Lomin y Bio Bio
47
1.3 HIPÓTESIS DE TRABAJO Y OBJETIVOS
HIPÓTESIS:
Los grupos pewenche de Alto Bío Bío desplegaron una serie de estrategias para adaptarse a
la situación reduccional, integrando nuevos elementos pertenecientes a la sociedad chilena
y manteniendo prácticas socioculturales propias, lo cual les permite configurarse como
comunidad, espacio desde donde se levantaran demandas reivindicativas de tipo territorial
hacia el Estado Chileno.
OBJETIVOS:
GENERAL:
Describir e identificar practicas socioculturales, estrategias y formas de interacción con
otros actores, de las comunidades pewenche reduccionales en el área del estudio.
ESPECIFICOS:
Describir la situación inmediatamente previa al momento de la reducción de los grupos
pewenche del Alto Bío Bío
Diferenciar conceptos de “reducción” y “comunidad” Pewenche
Identificar prácticas y elementos socioculturales del grupo pewenche
Interpretar las relaciones de los actores pewenche en función del contacto interétnico
describiendo sus estrategias
Evaluar e interpretar la participación de las comunidades durante el proceso de la Reforma
Agraria.
48
1.4. METODOLOGÍA
Proponemos un estudio de caso de carácter exploratorio, descriptivo sobre los
grupos pewenche del Alto Bío Bío delimitado cronológicamente entre 1919 – 1973,
espacialmente en el área definida como Alto Bío Bío, sociológicamente en las comunidades
de Trapa Trapa, Malla Malla, Cauñicu, Pitril, Callaqui, Ralco. Debido a la desigualdad en
la conservación de las fuentes primarias, que se expresa en que de algunas comunidades
pewenche se preserve gran cantidad y por el contrario otras presentan casi inexistencia de
archivos documentales; se optara por tratar los procesos a investigar de una manera
generalizante, global; intentando particularizar algunas situaciones que van a contrapelo de
las tendencias generales del devenir de las comunidades pewenche. En el caso procesual de
la Reforma Agraria, se analizaran los casos de Trapa Trapa y Callaqui – Ralco pues se
encuentran mejor documentados, existiendo una masa crítica de fuentes que permite una
interpretación más profunda.
Se trabajara, en función de los objetivos de nuestra investigación sobre dos tipos de
fuentes, una documental textual y otra de carácter oral testimonial. La documental estará
conformada por: a) Archivos Históricos de carácter regional, nacional, local b) Archivos de
Prensa. c) Trabajos historiográficos, sociológicos y antropológicos que versen sobre el área.
d) Material fotográfico y audiovisual que trate sobre el área de investigación. Las fuentes
orales testimoniales estarán conformadas por entrevistas estructuradas dirigidas; a
informantes claves de las comunidades pewenche del área (kimche). Se trabajaran además
registros efectuados por otros proyectos e investigaciones contenidos en el archivo del
museo de la comuna de Alto Bío Bío.
Profundizando y detallando en este asunto señalare que para la investigación de las
condiciones pre reduccionales del grupo pewenche utilizare principalmente dos diarios de
viajeros del siglo XIX: Un testigo en la alborada de Chile (1826 – 1929) de Eduard Poeppig
y Descripción de la naturaleza de los terrenos que se comprenden en los Andes, poseídos por
los peguenches: y los demás espacios hasta el rio Chadileubu de Luis de la Cruz. Ambos
viajeros describen de primera fuente las costumbres que pudieron observar en sus contactos
con pewenche en el sector cordillerano chileno (y además argentino en el caso de Luis de la
Cruz). Se utilizara la bibliografía especializada aportada por los estudios sociológicos y
49
antropológicos para discutir por un lado aspectos conceptuales, especialmente en lo referente
a clarificar la pertinencia de hablar de reducción o comunidad en el Alto Bío Bío pewenche,
dos conceptos que se prestan a menudo para confusiones. Estos estudios también aportaran
perspectivas para comprender algunas prácticas socioculturales particulares de los grupos
pewenche como la ceremonia del Nguillatun, y algunos simbolismos asociados su
cosmovisión.
Los documentos gubernamentales contenidos en el Archivo General de Asuntos
Indígenas, Temuco, Carpetas Comunidades de Trapa Trapa Expediente Nº 2874, “Titulo de
Merced Antonio Canío”, Cauñicu: Expediente Nº 2835, José “Titulo de Merced Anselmo
Pavián”, 1919, Malla Malla; Expediente N° 2834, “Titulo de Merced Antonio Marihuan y
Archivo Histórico Nacional Miraflores, Santiago. Documentación correspondiente a la
Intendencia del Bío Bío serán utilizados para construir datos precisos referentes a la
constitución de las comunidades en indicadores tales como: economía, actividades laborales,
composición de las familias. También aportan útiles referencias a los problemas territoriales
de las comunidades, señalando el tipo de demandas que estas levantan hacia el Estado
Chileno. Dentro de estos archivos también se encuentran documentos que toman la forma de
verdaderas descripciones cuasi-antropológicas debido a la situación de marginalidad y
aislamiento de las instituciones chilenas en que viven las comunidades pewenche durante el
lapso de nuestro estudio, por lo que los funcionarios procuran anotar bastantes detalles de la
vida cotidiana de las comunidades, que sirven también para conocer ciertas prácticas
socioculturales importantes aportando en la construcción de su forma y significado .
Importante es señalar que estos documentos además nos ofrecen la opinión o perspectiva
estatal sobre los conflictos surgidos en territorios pewenche.
Las fuentes periodísticas nos resultan útiles para marcar ciertos eventos importantes en
el acontecer de Alto Bío Bío, que por su gravedad, extrañeza o sencillamente en algunos casos
“exotismo” son seguidas e informadas diariamente. En particular han resultado útiles para
encontrar ciertas interacciones entre la sociedad chilena y las comunidades, presentes en estos
registros, que van desde las peticiones pacificas de las comunidades hasta la violencia
desatada.
50
Las fuentes orales complementaran el trabajo anterior, permitiéndonos comprender las
estrategias usadas por los actores pewenche, sus significados y también la percepción que
tienen de procesos vividos, marcados en la memoria comunitaria, como el de invasión militar
decimonónica y el de Reforma Agraria.
Volviendo al asunto de la división de fuentes en dos grandes grupos, podemos
plantear que la primera vertiente de fuentes es más sensible hacia la heteroadscripción del
grupo pewenche, pues hablan desde lo oficial: medios de comunicación, Estado, Academia,
similar a lo que Ranajit Guha clasificaba como discursos primarios, secundarios,
terciarios102
. Mientras la segunda vertiente de fuentes es más sensible hacia la auto
adscripción, pues involucra que el actor hable desde su “si mismo” hacia el investigador-
escuchador, clasificándose y clasificando a los demás.
Es tentador realizar el siguiente esquema de acercamiento a las fuentes:
Autoadscripción Heteroadscripción
Historia oral y de vida Documentos oficiales
Desde el actor subalterno Desde el poder (instituciones sociedad
chilena)
Emic103
Etic104
Es factible utilizar este pequeño cuadro como recurso heurístico que ayude a la
clasificación de la información y la construcción de datos, pero haciendo algunas
aclaraciones: La frontera auto y heteroadscripción no es tan estática como puede hacerlo
parecer esta tabla, pues el actor y su otro están relacionados, usan elementos de
clasificación utilizados por su contraparte, existe una imbricación. Por ejemplo, los actores
se sitúan usando procesos clasificatorios de la cultura dominante: “Cuando paso la Reforma
Agraria”, “Cuando Chile estaba en el mundial”, “En el año en que gano el general Ibáñez”.
También, por ejemplo los discursos oficiales clasifican al pewenche usando sus elementos:
“Celebraron Guillatún el día de San Juan” “El cacique fue elegido por los jefes de familia”,
102
GUHA, R: Las voces de la Historia y otros estudios subalternos. Barcelona, 2002 103
“La distinción emic hace referencia al mundo de los propósitos e intenciones de los actores” en GARCIA,
V: El concepto de persona, España, 1989, p. 48 104
“Significados creados que no dependen de los sentidos ni de las intenciones subjetivas de los actores.
Concepto con implicancias objetivistas, que expresa todo aquello que se puede aislar como estructura y orden
independiente de los protagonistas” Ídem.
51
“Para las comunidades, las pinalerias poseen ngen”. Además, si se tomamos las
distinciones emic/etic, ambas son necesarias para un análisis de carácter holístico, que tome
en cuenta un punto de vista estructural (desde fuera) y procesual (interno) de las intenciones
de los sujetos.
Hay que tener claro, parafraseando a Ranajit Guha, que el contenido de las fuentes
documentales escritas debe ser analizado tomando en cuenta lo que oculta, a lo que se
opone, la trama de significación discreta, para que especialmente desde la producción
oficial, también se nos haga “oíble” la “voz perdida” que se complementa con la “voz
manifiesta” del testimonio oral, lo que nos dará por resultado un acercamiento
comprensivo, dialógico, hacia el (los) actor (es), surgiendo desde estas fuentes de
información datos sobre algunas de sus estrategias y códigos, también de su identidad, lo
que nos orientara en la interpretación de procesos históricos coyunturales en el área.
El carácter exploratorio de la investigación se ve reflejado en el carácter general las
variables señaladas en la hipótesis. Esperamos que durante praxis investigativa el contacto
con el material empírico y su interpretación, haga emerger subcategorias más precisas,
flexibilidad que es propia de la investigación cualitativa. Categorías de trabajo inicial serán
algunas prácticas como: formas económicas, formas de aprovechamiento del territorio,
estructura de sociedad, economía, ceremonias. Estrategias políticas y de sobrevivencia que
serán pesquisadas inicialmente : formas institucionalizadas de interacción con colonos
chilenos, la demanda por educación, la división interna de las comunidades, adopción de
productos y técnicas de producción wingka, demandas territoriales, tomas de fundos
Por último, en cuanto a la trama argumentativa de la investigación, creemos
necesario tomar en cuenta la sugerencia de Guillaume Boccara: “Una lectura que
podríamos llamar estructural genética o estructural constructivista que tomara en cuenta
tanto la estática social como la dinámica de las comunidades”105
. Construiremos en primer
lugar una dimensión “sincrónica” en donde identificaremos elementos socioculturales y sus
formas, estrategias políticas derivadas de la dinámica propia comunitaria y de la
interacción con la sociedad chilena; luego en una dimensión “diacrónica” pondremos en
105
BOCCARA, G: “Antropología diacrónica. Dinámicas culturales, procesos históricos y poder político”
Revista Nuevo Mundo Mundos Nuevos. 2005. p. 4
52
movimiento estos elementos de significación sociocultural en un proceso coyuntural
Reforma Agraria (1968 – 1973).
A nuestra investigación sin seguir un canon rígido podríamos asignarle una filiación
de historia social en el sentido de preocuparse por actores tradicionalmente ignorados por la
historiografía oficial por su “marginalidad”. Otra filiación que podríamos dar es la de
historia local, pues se basa en un caso acotado a un territorio que se analiza de manera
intensa.
53
SEGUNDO CAPITULO: LOS PRIMEROS AÑOS DE LAS
“COMUNIDADES PEWENCHE”
2.1 El colapso de la sociedad del toldo
Antes del amanecer – señala el oficial argentino – habíamos descendido la cuesta del lado
de Trapatrapa, y a caballo, detrás de unas barrancas y bosques, arreglamos los últimos
detalles del asalto, bajo un copiosísimo aguacero, caminando desde el día antes de tiro, pero
en un clima que no les era favorable (…) Llegamos a unos toldos y caímos como una
bomba sobre todos sus habitantes, se mataron todos los hombres que hicieron armas, siete y
pude incorporarme aun con poco de retardo. Pero habíamos hecho buena presa, uno de los
muertos tenia la camiseta puesta del teniente Fernando Fernández, muerto en el valle del
Tilgui hacia pocos días, más un caballo del sargento Manuel Ibáñez, muerto en el asalto al
fuerte Guanacos, de muy reciente data. La tropa se dividió en dos fracciones, me toco seguir
por el valle de la izquierda con toda la caballería, debía llegar al punto denominado
Trolope, e incorporarme a las 3 p.m de ese mismo día para seguir al sud (distancia a
recorrer 15 kilómetros más o menos)106
Este pequeño documento nos permite introducir el tema que pretende esquematizar
el presente capítulo de la investigación. Hagamos un breve ejercicio hermenéutico; el
documento es una comunicación de un oficial argentino que comanda una columna que se
interna al Valle de Trapa trapa, ubicado en la vertiente occidental de la cordillera de los
Andes, buscando eliminar campamentos o núcleos de población indígena. Esto ocurre a
finales del siglo XIX, por tanto nos remite a la Campaña de “Conquista del Desierto”
efectuada por el naciente Estado Argentino con el fin de integrar territorios pampinos bajo
la egida de su hegemonía. La población indígena, según este documento, se agrupaba en
toldos ubicados en el valle de Trapa trapa. Esta forma sociocultural pertenece, según la
ubicación, a la sociedad pewenche habitante de estos valles cordilleranos o precordilleranos
en zonas correspondientes a las actuales provincias de Bío Bío y Neuquén. Decir “a las
actuales provincias de…” remarca el hecho de que anteriormente no pertenecían a
106
GONZALÉZ, T; TORREJÓN, F: La región del Bío Bío: un espacio y una historia. Santiago, 1993, p. 116
54
jurisdicciones estatales chileno-argentinas y por tanto estaban bajo otra soberanía, bajo
soberanía de la gente que habitaba esos toldos, bajo soberanía pewenche. El momento que
quiere ilustrar este apartado es el de esta violenta y abrupta transición.
La imagen del “toldo” nos permite prefigurar la estructura y características de una
sociedad, llamada Pewenche y la bélica imagen de la matanza nos permite esquematizar el
proceso de apropiación de estos territorios: Campaña del desierto (Argentina), Expedición a
los Andes (Chilena) en los estertores del siglo XIX.
El toldo descripto por el coronel pertenece, como ya hemos señalado, a los grupos
pewenche que poblaban el valle de Trapa Trapa. Estos grupos a fines del siglo que nos
convoca se ubicaban entre Antuco y Villarrica por el lado chileno, con núcleos
poblacionales fuertes en Antuco, Villucura, Queuco, Callaqui, Guayali, Rucalhue,
Lonquimay, Lolco en la vertiente occidental de la cordillera de los Andes107
El toldo es una construcción habitacional legada desde un horizonte cultural
pampeano108
fabricada con cueros curtidos de vacunos y caballares, sujetos por una
armazón de colihues que le confiere una forma cónica, con un radio aproximado a los
nueve metros, con una abertura superior para la salida de humo del fogón. Las tolderías
eran un conjunto de estas habitaciones ubicadas generalmente al lado de un rio, estero o
laguna, con una tienda principal y otras dispuestas de tal forma que dejen una zona de
pastura central, donde apacientan animales ungulados.
107
Al hablar de núcleos poblaciones no nos referimos asentamientos permanentes, pues el régimen
trashumante hacen que estos espacios roten; pero aun así los lugares señalados tienden a ser identificados
como “reducciones” por las autoridades del siglo XVIII. Vid. LEÓN, L: Los señores de la cordillera y las
pampas: los pehuenches de Malalhue 1770 – 1800. …, 2005, p. 26; TELLEZ, E: “La población pehuenche
de la cordillera chilena en tiempos de la dominación española” Revista de Estudios Históricos, Nº1 (2004) 108
Para Casamiquela, las formas de habitación de tipo toldo formativamente descienden de una figura
primaria cupoliforme, circunscrita al área pampeana tehuelche. El toldo pehuenche (en su acepción prístina)
adquiere su forma notoriamente cónica debido a los materiales disponibles en el bosque andino, derivando
posiblemente de una forma tehuelche septentrional, hipotetizando el autor con una conexión con los
habitantes del litoral de la Patagonia. Este toldo, a la época que nos remite nuestra investigación, había dejado
su forma “cónica – idealizada” para transformarse en una habitación de índole mas cuadrangular, transicional
a la forma de la ruca mapuche, lo que se puede deducir de las pinturas de Rugendas. Vid. CASAMIQUELA,
R: “Análisis etnográfico del toldo tehuelche y sus derivaciones etnológicas”. Hacia una retro etnología”
Intersecciones en antropología. N°1 (2000), pp. 15,25.
Al respecto cabe señalar que la etnogénesis del pueblo pewenche aquel encontrado a fines del siglo XIX se
produce entre los siglos XVII y XVIII, fruto de la posición liminal ocupada en la cordillera andina donde
reciben múltiples influencias (melting pot) de raíz huarpida (millcayac), tehuelche septentrional (gününa-
këna) y mapuche; constituyendo esta ultima la cultura dominante, no olvidando la apropiación de elementos
españoles como el caballo. Véase Bastías, R: Pu Pewenche malongw tañi dungu: ti wunnen fiu fiu.
Caracterización eco etnográfica pewenche y análisis de la ocupación militar en el Alto Bío Bío 1853 –
1885,… 2007, pp. 104 - 121
55
Son en dos paños, y cada uno se compone de seis u ocho. Para armarlos ponen las indias
unos horconcillos, clavados a sus fuerzas e menor a mayor; para que tengan descenso las
aguas sobre la horqueta de los horcones, algunas varilla o cañas de coliu atravesadas; y
sobre este armamento, tienden por una y otra parte el paño de pieles, que forman una carpa:
pero con la distinción , que estos quedan abiertos en la cumbrera para que salga el humo,
por cuyo abertor, que es de una cuarta de ancho, entre el yelo y el agua […] Estas
habitaciones o toldos están juntos tres, seis u ocho; por lo común el del cacique con sus
mocetones, sus establecimientos son en las orillas de los ríos y esteros y cerca de ellos
mantienen sus haciendas, que las ven todos los días.109
Su espacio social (lov) era organizado en función de la estructura familiar extensa
patrilineal con un longko elegido por los cabezas de familia, estatus social fuertemente
condicionado por estos, por tanto no necesariamente heredable, dependiente de las
características que la persona elegida posea110
. Existían también cacicazgos mayores (a
nivel de ayllarewe) ejercidos por hombres de gran fortuna llamados Ullmenes. Estamos
ante una sociedad segmentaria, políticamente fragmentaria como nos señala Eduardo
Téllez:
La fragmentación sociopolítica fue dictada por la primacía de unidades territoriales
cohesionadas esencialmente por el parentesco. A la cabeza de cada parcialidad
(probablemente patrilinajes, como supone Osvaldo Silva), aparecía un cacique que no
gozaba de autoridad irrestricta Solía suceder que la suya, a menudo, topaba con la autoridad
que otras unidades de parentesco reconocían como propia111
.
Cada toldo poseía una familia extensa con marcada predominancia de la figura
masculina: guerrero, pastor, comerciante, articulador de alianzas y paterfamilias,
109
DE LA CRUZ, L: Descripción de la naturaleza de los terrenos que se comprenden en los Andes, poseídos
por los peguenches: y los demás espacios hasta el rio Chadileubu, Concepción, 2004, p. 88 110
“Los más antiguos ancianos o los más ricos, son los que se titulan caciques o guilmenes. Este título, que se
granjean por sus hechos, si los de sus antepasados fueron también recomendables brilla más por el suto. Por
esta orden, el hijo del cacique que no es valeroso, que no se hace rico, que no ha hecho hazaña meritorias,
nada es, y se mira como un mocetón despreciable”. DE LA CRUZ, L: op. Cit p. 89 111
TELLEZ, E: La población pehuenche de la cordillera chilena en tiempos de la dominación española”
Revista de Estudios Históricos, Nº1 (2004)
http://www.estudioshistoricos.uchile.cl/CDA/est_hist_articulo/0,1473,SCID%253D11716%2526ISID%253D
491%2526PRT%253D11657,00.html
56
constituyendo núcleos familiares poligínicos en caso de permitirlo la fortuna del varón. La
división sexual del trabajo indica que la mujer ocupaba las labores domesticas, de crianza
de los hijos, de manufactura de productos (ponchos, cestería). La mujer es considerada
como un factor de riqueza pues es la fuerza laboral de la familia.
En ninguna nación son tan útiles las mujeres para las familias como en esta. En cada una de
ellas miran a los padres y parientes cierta parte de sus haciendas segura, al contrario de
nosotros que desde que nacen ya empezamos a trabajar para educarlas […] el indio que
tiene muchas hijas y parientes es rico, aunque no tuviese otra hacienda que esta, y por el
contrario pobre el que abunda en hijos y parientes varones, la razón se deduce del orden de
sus matrimonios […[ Las mujeres deben hilar, tejer para vestir al marido, vestirse ellas y a
sus hijos. También deben con sus labores comprar los trigos, maíz, ají, añil, y en fin cuanto
necesitan en su casa. Aunque las mujeres tienen el cuidado de barrer el toldo y patio todos
los días, como lo llevo expresado, y por esta atención se halla allí el suelo sin basura y
también a limpiar los herrajes, espuelas, pules y tupos112
.
Su aparato cultural es mapuche lo que se expresa en el animismo y el panteón de
divinidades113
, en instituciones como el lakutun114
, y el idioma mapudungun115
, apropiado
112
DE LA CRUZ, L: op. Cit. p. 114 113
“La lengua de los pehuenches posee solo determinadas palabras para expresar ciertos atributos de la
Divinidad: nguenlavquen es el dominador del mar, y ngentalca, el señor de los truenos. Todos creen en
espíritus; los parientes más cercanos son los más temidos por los supervivientes, atribuyéndoles la inclinación
a perturbar la paz terrestre por su regreso en formas que espantan” POEPPIG, E: Un testigo en la alborada de
Chile (1826 – 1929) Santiago, 1960, p. 405 114
“El hecho de ser capaces estos indios de considerar la amistad con un congénere como el bien más alto
valor se desprende una curiosa costumbre, que es común a todas las tribus parientes. Dos varones que se
tienen simpatía celebran con algunas ceremonias un pacto de amistad (lacutun, verbo derivado del substantivo
lacu, una pareja), el que se cumple concienzudamente y que no consiste - lo que es bastante extraño – en las
superficialidades a que estos pueblos atribuyen tanta importancia, sino que comprende todas las situaciones de
su vida. Dondequiera que se encuentren dos miembros del lacu están obligados a mantener preferentemente
relaciones entre ellos; duermen en el campamento en el mismo pellejo, y no se separan jamás en la guerra
para luchar en diferentes lugares. Se visitan con frecuencia, y corresponde entonces el anfitrión matar una
oveja y comer su corazón asado, como primer guiso, solo con su amigo. En la lucha, cada cual está obligado a
sacrificarse por el otro, y deben prestarse siempre la mayor ayuda en toda la necesidad, sin temor ni
consideraciones” Ibídem, p. 396 115
“Su lengua y religión no son diversas de las de los araucanos” MOLINA, J: Compendio de la historia civil
del reyno de Chile. p. 223. Versión online: www.memoriachilena.cl. Aunque rigurosamente, deberíamos
hablar un mapudungun dialectado, con diferencias fonéticas de las que algunos sagaces viajeros dan cuenta.
Eduard Poeppig diferencia el fonema /r/: “Su saludo es el mismo de los araucanos, consistiendo en las
palabras mari-mari, pero con una pronunciación menos precisa de la “r”, que es difícil para ellos y que usan
poco en su lengua” POEPPIG, E: op. Cit, p. 403. Así el saludo mari – mari resulta en “marri-marri”, kura
(piedra) en kurra, karu (verde) en karru, diferencias que se pueden apreciar incluso actualmente, contenidas en
el chedungun de Alto Bío Bío.
57
en un paulatino proceso de expansión de la influencia mapuche, que “araucanizaria” o
“mapuchizaria” el espacio pampeano y por tanto a sus grupos habitantes (tehuelche,
pewenche, pampas, etc.) a través del contacto, motivado por el intercambio o por la
amenaza bélica del invasor español116
. A la época de los periplos de viajeros como Luis de
la Cruz o Eduard Poeppig, este proceso había culminado.
A grandes rasgos esta es una sociedad pastoril, donde la mantención de rebaños es
una actividad económica importante. Grandes piños de ganados son mantenidos con el fin
de asegurar su manutención debido a la carencia de actividades agrícolas; y hacer tratos
comerciales tanto intra como interétnicos. Como se induce, el toldo es una forma de
vivienda hecha para ser trasladada en la constante trashumancia que la vida de pastor
impone a este grupo, en función de encontrar pasturas y talajes determinados
estacionalmente con zonas de parada tanto en el sector oriental como en el occidental de los
Andes.
La recolección de piñón o nguilliu les da su descriptor como gente de la araucaria,
identificación hecha por mapuche e hispanos117
, esto nos señala que siempre se ha visto a
este grupo como gente amparada bajo la sombra de las pinalerías en sus constantes viajes
por los valles intracordilleranos. Si bien la recolección de este fruto a fines del siglo
decimonónico es importante, no posee la trascendencia de épocas pasadas, de esos tiempos
en donde el pewenche se desplazaba bajo los avatares del cazador-recolector; ya que esta
actividad había sido opacada por un aumento de la actividad comercial, ya sea de ganado,
sal, manufacturas (ponchos, cestería), abasteciendo mercados y ferias hispanocriollas118
y a
otros grupos indígenas llanistas y de las pampas; ganando a través de esta forma acceso a
116
Es un paso de la heterogeneidad a la homogeneidad. 117
“La lengua aborigen mapudungun, doto a este sustantivo compuesto (pewen-che) de un significado
semántico claramente elíptico. Su imprecisión es justificadamente premeditada: el llanista no buscaba trazar
fronteras étnicas exactas, sino caracterizar un vínculo activo entre comunidades humanas y espacios eco
sistémicos peculiares” SILVA, O; TÉLLEZ, E: “Los pewenche: identidad y configuración de un mosaico
étnico colonial” Cuadernos de Historia, N° 13 (1993) p. 50. Este patronímico por tanto correspondería a una
identificación hecha del territorio ocupado antes que de un grupo humano especifico. 118
En los parlamentos donde participo la “nación pewenche” como Lonquilmo, Negrete, etc.; uno de los
puntos importantes de negociación era la reglamentación de este mercado. Así por ejemplo en el parlamento
de Lonquilmo de 1784, un articulo refiere a: “Que para inducir a los Indios vagantes de las cordilleras al trato
y comunicación amable con el español, se les permita tener comercio franco de todos los frutos que producen
sus tierras, que podrán libremente introducir por los boquetes de Villucura y Antuco, que caen sobre esta Isla
de la Laja. Por los de Alico y Renegado en la provincia de Chillan y por los caminos del cerro Colorado y
Curico en lo que hace el Partido del Maule” LEON, L: Los señores de la cordillera y las pampas: los
pehuenches de Malalhue 1770 – 1800…, 2005, p. 175
58
diversos productos: plata, productos de metal, alcohol, trigo, vegetales, etc. También existía
la posibilidad del malong a haciendas hispanas que dejaban ingentes ganancias y fama para
sus ejecutores119
. La vocación comercial surge del espacio privilegiado ocupado en las rutas
que existen entre el Puelmapu y el Ngulumapu, convirtiéndose en comunicadores de la
frontera, en bisagras comerciales y culturales120
.
Posición que no fue fácil de mantener, teniendo que soportar presiones mapuche-
huilliche e hispanas que casi, en palabras de Luis de la Cruz: hubiesen devorado esta
nación por los llanistas, güilliches y sus sublevados121
, si no mediara una gran capacidad
política de segmentos tribales pewenche los que a través de grandes longkos o caciques122
organizaron alianzas estratégicas para la defensa de sus territorios y espacios económicos y
sociales. Estas alianzas con hispanos se expresan en los grandes parlamentos del siglo
XVIII convocados por Gobernadores como Ambrosio O Higgins elevando por ejemplo a
Levian por el lado chileno, o Ancanamun en las pampas a grandes jefes y “capitanes”
pewenche, organizándose en estas reuniones el territorio pewenche en un Butamapu123
;
luego las alianzas se establecerían con las grandes confederaciones pampeanas y nguluche:
119
Vid. LEÓN, L: Los señores de la cordillera y las pampas: los pehuenches de Malalhue 1770 – 1800...,
2005 120
TORREJÓN, F: “Variables geohistóricas en la evolución del sistema económico pehuenche durante el
periodo colonial” Revista Universum, N° 16 (2001), p. 236. Puelmapu o Pwelmapu corresponde a los
territorios situados al oriente de la cordillera de los Andes, Ngulumapu los correspondientes al lado
occidental. 121
Las confederaciones huilliche – lelbunche penetran con gran fuerza hacia las pampas ante la posibilidad en
primera instancia de beneficiarse con la caza de la enorme cantidad de baguales existentes y después del
atractivo malón. El periplo hacia las pampas era un viaje para ganar riqueza y poder; lo que motiva a diversos
conas a cruzar los Andes. En este caso, Luis de la Cruz hace esta acotación debido al recuerdo los
enfrentamientos de los capitanes pewenche malarhuinos Ancan, Pichintur con el huilliche Llancatur en el
siglo XVIII 122
Si bien señalábamos la fragmentación del poder en la sociedad pewenche, esto no impide que surjan
“grandes hombres” avalados por riqueza o por alianzas con otros segmentos tribales fuertes o con autoridades
hispanas. Al respecto Téllez señala que: “a lo largo del siglo XVIII, se afianzaron varios jefes regionales
“fuertes” o caciques máximos que se hicieron obedecer por un apreciable número de parcialidades
conquistando el respeto, y aun el temor, de muchos mandatarios ibéricos” TÉLLEZ, E: La población
pehuenche de la cordillera chilena en tiempos de la dominación española” Revista de Estudios Históricos, Nº1
(2004 123
Así por ejemplo en el documento “Resumen de los indios de los cuatro Butalmapus calculado por las
observaciones del Lengua General, Capitán de Amigos Don Pedro Nolasco del Río y otros sujetos de
inteligencia con una breve relación o notas relativas a su quietud. Ángeles, Noviembre 20 de 1796” El
Butamapu pewenche aparece compuesto por nueve ayllarewe (Villucura, Rucalhue, Deymo, Chanco,
Guanbali, Caibuyaumal, Neuquén, Daguegue, Pino) con una población total de 10.188 personas
59
pampas de Salinas Grandes y mapuche lelbunche124
. Estos liderazgos, tuvieron expresión
propia bajo figuras como el Ñidol Longko, gran ulmén y longko reconocido por varios
grupos pewenche del butamapu, posición que ostenta en nuestra área de estudio a fines del
siglo XIX, Feliciano Purran125
.
Esta sucinta revisión permite bosquejar la situación de la sociedad pewenche a fines
del siglo XIX, y por tanto, comenzar a adentrarnos en el otro vector que nos convoca: el
tiempo de la gran guerra, del “gran aucan”.
Durante la temporalidad que transcurre entre 1860 y 1883, los Estados Nación de
Chile y Argentina deciden ocupar los territorios ocupados por distintos grupos étnicos,
avanzando militarmente sobre ellos con el fin de exterminar o reducir la población indígena
para incorporar estas nuevas jurisdicciones al desarrollo económico-social que podría
garantizar la luz redentora de la civilización, en resumidas cuentas: el discurso positivo del
bien de la Nación. Estas campañas militares denominadas “Pacificación de la Araucanía” y
“Guerra del Desierto” fueron motivadas por razones de diversa índole; geopolíticas y de
soberanía: asegurar el espacio vital nacional con el fin de no ser invadidas, económicas: con
el fin de sacar réditos de la inclusión de estas provincias vacías en el cada vez más
expansivo y globalizado sistema económico liberal capitalista mundial (especialmente
explotar el potencial minero, agrícola, forestal); ideológicas: el darwinismo social
imperante en la época impone arrebatar estos territorios a los oscuros barbaros, que ahora
son pálidas sombras de aquellos indios cantados por las epopeyas, tristes seres corrompidos
por el vicio y la inferioridad126
.
Estas expediciones militares avanzaron como una tijera que se cierra sobre el
territorio pewenche tradicional provocando un éxodo hacia Chile de los grupos ubicados
allende los Andes, buscando refugio en los valles andinos de los ríos Queuco y Bío Bío127
.
124
Por ejemplo, Feliciano Purran poseía como una de sus esposas a una hija del Ñidol Lonko Quilapan del
valle central, gesto que formalizaba su alianza. También poseía alianzas con Calfucura de las Salinas
Grandes. En BENGOA, J: Historia del pueblo Mapuche, S. XIX y XX…, 1985, p. 94 125
BASTIAS, R: óp. cit. p. 205 126
En cuanto al análisis de las causas de la ocupación e integración de territorios indígenas operada a fines
del Siglo XIX, la bibliografía es amplia. Algunas obras son: PINTO, J: La formación del Estado y la nación, y
el pueblo mapuche. De la inclusión a la exclusión, Santiago, 2000. BENGOA, J: Historia del pueblo
mapuche: siglo XIX y XX. LOM Ediciones, Santiago, 1985. 127
PARRA, C; VIVEROS, G: “Fuerzas externas y cambio social en la etnia pehuenche: Transformación
social y pobreza producto de una larga historia de transgresión y violación de derechos” Revista A
Contracorriente, N° 9 (2012) p. 177.
60
El Estado “moderno y civilizado” llegaba a imponerse a pueblos que nunca conocieron sus
ataduras movilizando la faceta, paradójicamente, más brutal y arcaica de su poder: el
monopolio de la violencia
Las incursiones del ejército argentino no se limitaban al lado oriental de la
cordillera, sino que como ilustra la cita que abre este capítulo, penetran frecuentemente en
territorio occidental dejando un registro de aniquilación que se graba en la memoria de las
comunidades:
Venia el aucan corriendo a la gente, con abusos, matando gente. El aucan decían que llego
hasta Cauñicu hasta ahí llego. El Aucan es la guerra, que está matando a la gente
exterminando a las familias. Hasta Cauñicu dijeron los antiguos que llego el Aucan y de ahí
volvió para atrás otra vez […] el finado de mi padre decía que mi abuelo, que tenía su casa
más abajo, lo vinieron a matar128
Los testimonios generalmente recalcan la abrupta migración desde Argentina: “Mi abuelo
se llamaba Valentín Porteño, ese nombre no era de él. El papa de mi abuelo se fue a la Argentina,
muy lejos, entonces allá era como una tribu no más. Después se vino para Cauñicu, porque los
españoles meta matar a los pobres mapuches”129
Es muy difícil establecer que todos los emigrados pertenecieran al grupo pewenche
decimonónico que habitaba estos lugares. Lo más probable es que pertenecieran a
múltiples entidades, pero como el espacio pampeano se encontraba unificado de cierta
manera bajo las costumbres mapuche (lengua, instituciones) la interacción se veía facilitada
por compartir un lenguaje común. Esto queda ilustrado en el relato de Manuel Jesús
Tranamil de Trapa Trapa, quien narra la historia de una pareja de emigrados desde
Puelmapu, cuyos nombres eran TäkTäk y Txipay cuya fonética no correspondería al
chedungun o mapudungun130
, posteriormente transformados en Manquepi ,
emparentándose quizás con dialectos tehuelche. Clementina Treca de Callaqui nos señala la
existencia de una familia Maripi emigrada desde “Mumulmapu” o Mamilmapu131
.
128
Sabino Salazar Piñaleo, 1992 129
José Basilio Porteño Paine 1992 130
PARRA, C; VIVEROS, G: op. Cit p. 180. 131
Testimonio de Clementina Treca, Callaqui, 2007
61
Penetraron familias extensas con todas las figuras sociales correspondientes: lonkos,
ullmenes, machis, werkenes por los pasos de Copahue, Coliqueo, Pucón Mawida132
. Los
testimonios también señalan desplazamientos de población desde territorios chilenos,
específicamente Quillaileo, Abanico (Antuco) y Loncopangue, hostigados por hacendados
chilenos devenidos propietarios “legales” debido a la contingencia, personajes que
anteriormente llevaban su ganado a pastar a estos lugares, arrendando talaje a pewenche.
Este es el inicio del de la ocupación chilena en Alto Bío Bío, cuya apropiación se inicia
poco antes de la campaña militar de fortificación de la cordillera del Bío Bío y la
Araucanía, llevada a cabo por privados que acumulan extensos lotes de tierras a través de
“compras de derechos”133
Antes se llamaba Panguilwenu, pero después llegaron los wingka, porque saben más, hasta
los Chenques era todo mapuche. Por allá por Lonkopangue lo mismo, de Ranguiñel para
acá era puro mapuche134
Los Pereira venimos del sector Toco o Abanico, los españoles corrieron a los pewenche
cada vez más a la cordillera, se fue ocupando Trapa y Butalelbun, era una vega grande y
había una pinalería donde se venía a recolectar piñones los veranos. Antiguos familiares
míos fueron engañados con alcohol por colonos y firmaron papeles que posteriormente
forzaron el desalojo y llegaron mis antepasados al sector Butalelbun desde Trapa Trapa.
También llegaron pewenche desde Argentina, correteados por el ejército argentino135
Los grupos que arribaban se acoplaban a los que estaban en los lugares tradicionales
ubicados en el lado occidental de la cordillera de Los Andes, formándose los núcleos
estables de población que darán origen a la configuración de los actuales grupos pewenche:
Claro, en ese momento se desparramaron. Ahí fue como que tiraron la semilla por todas
partes, tanto para Chile y tanto para entrada de Argentina, cuando fueron perseguidos,
cuando lo persiguieron a los pewenche. Que los pewenche o sea, como le dijera yo, el
ejercito pensaba que la familia que vivían aquí ellos pensaban que, ellos pensaban que no
eran ellos de esta tierra, que no era de este país. Pensaban que eran de la Argentina, que
habían venido a instalarse y no, no fue eso. Estos, en ese tiempo se conocían, se vinieron así
132
DE LA CRUZ, L: op. Cit, p. 16 133
MOLINA, R: “Modelos de Enajenación de territorios indígenas y el modelo de ocupación chilena del Alto
Bío Bío Pehuenche” Pentukun, N° 2 (1995) p. 49. 134
Testimonio Clementina Treca, Callaqui, 2007 135
Testimonio Felidor Pereira, Butalelbun, 2007
62
como así como caminando, como caminando también los argentinos se encontraron no se
en que parte del límite para él, límite para acá no sé. Pero ahí fue una conversación entre
pehuenche de argentina y pewenche de acá… y en conversa y en conversa y hasta la final,
se llegaron en ser amigos, ser de la sangre, ser de la raza. Y en esta conversación y en esa
amistad se invitaron para allá un tiempo y después esas personas que lo invitaron, invito
otro peñi de allá de la Argentina, y llegaron acá. De ahí es adonde que después lo
persiguieron y los argentinos también decían que eran los chilenos que se habían
aposentado allá y tampoco era así, los argentinos eran los argentinos pewenche y los
pewenche que estaban acá, eran los pewenche de Chile136
Mapa 1: Desplazamientos de poblaciones pewenche hacia Alto Bío Bío, fines siglo XIX
136
BASTIAS, R: op. Cit. p. 276. Al analizar las familias constituyentes de los títulos de merced se observa
frecuentemente la presencia de personas identificadas como “argentinas”. Cito un ejemplo, contenido en el
titulo Antonio Canío: “Sobrinos del Cacique, Antonio Crespo v., hijos: Manuel, Remijio, Roberto, Maria
Mercedes y Carlos: Miguel Crespo casado con Mercedes Cayuman, hijos: Mercedes, Isabel, Andres y
Valentin; Mercedes Crespo (casada con el argentino Venancio Epuleo)”. AGAI, Carpeta Antonio Canio,
Titulo de Merced, 1920
63
(1860 – 1885 aprox.)
La expedición chilena hacia estos territorios operada entre 1883 y 1885 cierra la
campaña araucana iniciada en el año 1861, asegurando los territorios fronterizos con
Argentina, delimitados y acordados en el año 1881137
. Con ese fin, en Alto Bío Bío se
instalaron una serie de fuertecillos para que evitaran el acoso y las cabalgadas constantes de
las fuerzas argentinas dentro de territorios chilenos, controlando los boquetes de pasada
manteniendo el orden en estas sierras. Se construyeron en Queuco (sector Trapa Trapa),
Nitrito (sector Contraco confluencia ríos Lomín y Bío Bío)138
No se debe olvidar, como ya hemos señalado, que el avance militar es posterior al
avance administrativo – jurídico efectuado por el Estado y a las compras fraudulentas
realizadas por fortunas locales para expandir sus fundos en un contexto económico liberal
favorable para la agricultura139
por lo que de cierta forma, la colonización chilena del Alto
Bío Bío responde primariamente a una iniciativa privada140
. Lo anterior se retrata en la
integración jurídica y administrativa de los “espacios vacíos” que conformaban la frontera
sur, integración de hecho o nominal pues no existía algún tipo de control sobre este. Ya
desde 1852 se redactan una serie de leyes tendientes a crear provincias, subdelegaciones,
dividiendo imaginariamente el territorio por conquistar, creándose en 1875 las
subdelegaciones de Queuco y Los Notros (Ralco Guayali) que se aplican al área de nuestro
estudio.
Surgen autoridades nominales, subdelegados en el caso de Alto Bío Bío, de estas
jurisdicciones, quienes trabajaran por la erradicación de poblaciones pewenche, para
137
“El límite entre Chile y la República Argentina es, de Norte a Sur, hasta el paralelo cincuenta y dos de
latitud, la Cordillera de los Andes. La línea fronteriza correrá en esa extensión por las cumbres más elevadas
de dicha Cordillera que dividan las aguas y pasará por entre las vertientes que se desprenden a un lado y otro” 138
Existían además fuertes ubicados en Lonquimay (el que dará origen al poblado actual) Lolco (donde
ocurrió el episodio más oscuro de esta expedición, la matanza de 21 pewenche: niños, adultos, mujeres; por
fuerzas chilenas) 139
“Los terrenos de Santa Bárbara, y todo el cordón fronterizo que llegaba hasta tierras lafkenche, fueron
reconvirtiéndose por el aumento de la demanda de productos agrícolas, especialmente de trigo y harina, de la
región minera y desértica del norte de Chile” BASTIAS, R: op. Cit. p. 214 140
“En noviembre de 1861. Connotados vecinos de la zona acuerdan un voto de Gracia al Supremo
Gobierno por haber iniciado el proyecto de adelantar la frontera y proteger en consecuencia las propiedades
españolas al sur y al norte del Bío Bío. ¿Qué se hará Excmo. Señor, de tantas propiedades abandonadas y sin
cultivo que se hallan del otro lado del Bío Bío” Esta carta era firmada entre otros, por Rafael Anguita (quien
fuera alcalde de los Ángeles) y Martín Bunster. Estos personajes compraran grandes paños de tierra en Alto
Bío Bío
64
allanar terreno a las enajenaciones privadas, provocando cabalgadas argentinas. Por
ejemplo, un parte militar a propósito de un robo de ganado dirigido a Martin Droully, en
plena expedición militar cordillerana señala:
Esta comandancia ponía lo sucedido en conocimiento del jefe argentino i habiendo sabido
de una escursion de tropas arjentinas en el valle del queuco, efectuaba según se decía, a
instigación del subdelegado de este punto, se mando al capitán Toro Herrera con 25
hombres para que reuniendo a los indijenas tratara de esclarecer lo ocurrido.
Saliendo definitivamente de la cordillera por Callaqui, se presento en el trayecto el cacique
Zuñiga con su jefe protestando de lo hecho por Colicheo asegurando que ese infelis había
sido inducido por el prófugo subdelegado del Queuco en efectuar el robo siendo que este
individuo había tratado siempre de fomentar el robo para que los arjentinos corriendo
definitivamente a los indios quedare el i su patrón dueño de todo el valle141
Con este tipo de servicios, mas los fraudes notariales: contratos en español,
traducciones ejecutadas por lenguaraces quienes alteraban el significado del contrato,
ventas por precios irrisorios, regalos en especies (ganado, trigo, cueros, harina) 142
en una
década (1870 – 1885) el Alto Bío Bío quedó convertido en un conjunto de grandes lotes
privados143
141
Droully, M: ANCH, CLAN; MGUE. 188209 – 188712; V1040 142
Para ver ejemplos del accionar de las notarias, además de los engaños para la venta de terrenos durante la
segunda mitad del siglo XIX, véase: CORREA, M; MOLINA, R; YAÑEZ, N: La Reforma Agraria y las
tierras mapuches. Chile 1962 – 1975, 2001. Para un resumen de las propiedades indígenas y privadas
formadas en Alto Bío Bío hasta 1920, véase el mapa contenido en el primer anexo de nuestra investigación. 143
CORREA, M, MOLINA, R: Territorio y Comunidades Pehuenches del Alto Bío Bío. p. 26
65
Cuadro 1. Primeras compras de terrenos en Alto Bío Bío
Fecha Lugar, Fuente Comprador Vendedor Escritura Precio
4/07/1
878
Notaria de Los
Ángeles.
José Miguel
Brito
Manquein,
Manquepi y
Manquemilla
“En propiedad y dominio
de una extesion de terreno
ad corpus ubicada en la
subdelegación de Queuco
de este departamento que
limita, al oriente con la
cordillera Guayali; por el
Sur tocando al Bio – Bio;
al norte el estero Pangui
hasta su confluencia con el
Bio Bio, al poniente con el
mismo estero Pangui.
Dos
mil
pesos
18/10/
1880
Notaria de Los
Ángeles.
José Miguel
Brito
Manuel
Raiman,
Innaiman,
Puñaleo,
Manquein,
Manuel Rapi;
Quentreman,
Maria Paine y
Purran Rapi.
“Norte, propiedad de don
Juan Nuñez Fernandez,
según sus escrituras,
separadas por una linea
que partiendo de la
desembocadura del Rio
Queuco en el Bio Bio,
sigue Queuco en el Bio
Bio, sigue Queuco arriba
hasta el punto donde se
junta este rio con el estero
Guaquimaleo que sale de
la Cordillera Queben, pasa
dicha linea por la Laguna
Larquen i sigue por el filo
de la Cordillera hasta el rio
Pangue; al oriente, hasta el
Rio Pangue; al Oriente,
Dos
mil
pesos
66
Este Rio Pangue; y por el
Sur i poniente el rio Bio
Bio”.
5/11/1
880
Notaria de Los
Ángeles
José Miguel
Brito y Pedro
Arias (en
sociedad)
Manquein,
Manquetu,
Luinaman,
Ñantriman,
Ñamiñel,
Luimeinan
“Un retazo de terreno
situado en la subdelegación
del Queuco de este
departamento que tiene los
siguientes limites: Norte i
Oriente, el estero Queuco;
sur: propiedad de los
compradores y poniente el
Rió Bio Bio”.
Mil
pesos
28/12/
1881
Notaria de Los
Ángeles
Juan José Salas Antonia; Juana
Llanquepi y
Piñaleo
“Un retazo de terreno
situado en la subdelegación
de Queuco de este
departamento que deslinda:
Al Norte y Oriente, con
propiedades de don José
Miguel Brito i don Pedro
Arias; Oriente, con el
comprador; Sur; el estero
Pangue en su
desembocadura al Bio –
Bio, sigue línea recta al
Norte hasta tomar la línea
recta al Norte hasta tomar
la línea del cerro del
Boque, cuya línea
pertenece a José Miguel
Brito i Pedro Arias”.
Sesent
a
pesos
25/4/1
881
Notaria de Mulchén Rafael Anguita Pedro Salvo,
Huenten,
Painaman;
Hayanao i a los
“Sur, Bio – Bio; Norte, de
las cabeceras de Rio
Pangue rectamente hasta
tocar con las cabeceras del
Mil
quinie
ntos
pesos
67
hijos del finado
Cacique
Huincaman,
Marro,
Paillaman,
Calbuman,
Levian,
Nautriman,
Huimeiman,
Lentuman
Rio Ralco; Oriente, el
estero Ralco i rio
Cheuquelauquen; i
poniente rio Pangue”
10/5/1
881
Notaria de Los
Ángeles
Rafael Anguita Manquenecul,
hermano de
Painaman, los
hijos del finado
Raiman,
Currilevu,
Quentreman,
Huequeman y
sus hermanos
Aquí o Alqui y
el hijo de la
finada Llillan
Canin.
Sin datos, regularización
de acciones y derechos.
Doscie
ntos
cincue
nta
pesos
23/05/
1881
Notaria de Los
Ángeles
Rafael Anguita Mainaman; Jose
Coliao
“Retazos de terreno
ubicado en subdelegación
Los Notros”
Tresci
entos
cincue
nta
pesos
1881
regula
do en
1890
Notaria de Los
Ángeles
Mariano
Palacios y Luís
Parada
Cuilipan, Canío,
Pedro Llancur,
Juan de Dios
Paine y Juana
Lluvia.
“Norte: Cordillera
Copalhue i el valle de
Campamento, por el Sur la
cordillera de Provine; por
el oriente, la cordillera de
Los Andes, en el sector
Sin
inform
ación
68
Copahue; y por el
poniente, el estero
Alguelan”.
1895 Notaria de Los
Ángeles.
Bernardo
Arriagada
Sin información “Sur Rio Queuco; Oriente,
la cordeillera llamada
Tricauco, pasando por la
cordillera Chinchintague
hasta llegar al rio Queuco
línea recta; norte desde
cordillera Tricauco hasta
llegar a las cabeceras de
Huequecura; línea recta al
sur, a la cordillera
Rañilgueña, tocando en el
rio Bío Bío”.
Sin
inform
ación
FUENTES: Fondo Conservador de Bienes Raíces de Los Ángeles, 1879 – 1895
Hacia 1891, la presencia militar efectiva se desvaneció, los antiguos fuertes fueron
paulatinamente desmontados por los recién llegados colonos y por comuneros pewenche
para hacerse de madera y zinc. El territorio de Alto Bío Bío ya se encontraba sujeto a la
“pax estatal” chilena, y a la capitalización de los privados, la vieja vida trashumante, el
transito constante entre Ngulumapu y Puelmapu había desaparecido, la sociedad tribal del
toldo junto con la centenaria frontera colapsa, la riqueza de los viejos pastores comerciantes
es expoliada, el butamapu pewenche está destrozado144
Comenzaban nuevos tiempos, con
144
El Ñidol Longko Feliciano Purran, cabeza del butamapu pewenche es asesinado en 1880 por fuerzas
argentinas en territorio chileno Según Juan Purrán Ancanao, antiguo Lonco de la comunidad de Ralco Lepoy,
su abuelo Juan Purrán Antecol y su bisabuela doña Carmen Cumilao Leipai relataron muchas veces la
tragedia del cacique Purrán en manos de los argentinos, precisando el lugar donde fue muerte que corresponde
al sector conocido actualmente como Matanza, a unos 1500 ó 2000 metros aguas abajo de la confluencia del
río Llanquén con el Bío-Bío, Comuna de Lonquimay, sector Colonia de Guayalí, frente a Contraco. El general
Julio Argentino Roca hace tiempo había puesto su interés en Purran. En una columna del diario la Republica
de Argentina, donde argumentaba los beneficios de la expedición militar a las Pampas señala en un párrafo:
“Casi todos los caciques de estas tribus acuden al llamado de las autoridades Chilenas, y el principal de ellos:
Feliciano Purran, que tiene su residencia en Campanario, doce leguas al sur de Neuquen, que se titula
Gobernador y General y, además muy rico, recibe sueldo del gobierno chileno, para hacer respetar sus
intereses y a la vida de sus ciudadanos” En: Paginas de Leopoldo Lugones, Revista Militar, N° 451, p. 283
69
nuevos desafíos y luchas para el grupo pewenche, ahora asentados y sedentarizados de
manera permanente en los cajones cordilleranos del rio Queuco y el Bío Bío.
2.2 La constitución de las comunidades reduccionales pewenche.
Después de la supresión de la trashumancia intercordillerana entre el Ngulu mapu y
el Puelmapu realizada por los Estados chileno y argentino y de la enajenación de jure del
territorio pewenche de asentamiento efectuada por fortunas regionales, los pewenche ven
desestructurada sus tradicionales formas socioculturales, políticas, económicas145
y deben
comenzar a buscar acomodo en la nueva situación saliendo de la disonancia146
ocasionada
por estos abruptos cambios. Es en este reordenamiento inicial no exento de dificultades y
contradicciones, el cual este apartado pretende examinar.
Había necesidad de organización de los asentamientos debido a las últimas
migraciones. Uno de los primeros pasos fue el nombrarse: hacerse de un nombre y un
apellido a la usanza chilena motivados por la posibilidad de legitimar la posesión de los
territorios a través de la legislación especial indígena utilizada para organizar a estas
poblaciones en propiedades comunitarias bajo titulación especial denominada “merced de
tierras” llamándose reducción el producto legal final147
. El “bautizo”148
una estrategia
145
El fin de los desplazamientos grupales fuera de las montañas, hacia los valles orientales y occidentales
pone fin a los contactos interétnicos, a los procesos de interrelación, intercambio, alianzas: económicas o de
parentesco. La integración a la sociedad mayor dominante chilena paradójicamente aísla geográfica y
socialmente a los pewenche, marginalizándolos. 146
Llamamos disonancia a la desestabilización de los marcos psicosocioculturales ocasionados por
desplazamientos involuntarios, que alteran la cultura rutinaria de un grupo humano, obligando a replantearla y
estabilizarla con nuevos elementos: “dissonant culture—a temporary reordering of space, time, relationships,
norms, and psycho-socio-cultural constructs” DOWNING, T; DOWNING, C: “Routine and Dissonant
Cultures”, 2009. 147
Detallamos a continuación algunas de las condiciones para otorgar titulo de merced: “1º Ocupación
efectiva y continuada por el tiempo que designe el inciso 2º del artículo anterior (un año) será titulo bastante
para que el indígena será considerado dueño; 2º Cuando varios indígenas pretendan derecho a un mismo
terreno, se considerara como dueño el que lo haya poseído los últimos cinco años; 3º Si varios indígenas
poseyesen un terreno sin que ninguno de ellos pueda establecer posesión exclusivas sobre una porción
determinada, se les considerara como comuneros y se les subdividirá por partes iguales; 4º Los derechos de
propiedad que deberán reconocerse a favor de los indígenas se extenderá siempre a favor del que sea cabeza
de familia, sea varón o mujer; 5º Cuando los indígenas que ocupan un terreno posean como individuos de una
reducción dependiente de un cacique, se les tendrá a todos como comuneros y se les deslindara el terreno
como propiedad común a todos ellos; 6º Si una octava parte de los indígenas cabezas de familia de la
reducción reconocida como propietaria de un terreno pidiese que se le asigne determinadamente lo que le
70
política forzada que permitía entrar en dialogo con el Estado y marcar un límite legal con la
naciente sociedad chilena circundante de peones e inquilinos de las grandes propiedades
agrícolas recientemente creadas. Había que hacerse entender, desarrollar una gramática
para comunicarse con el poder, correspondiendo a lo que teóricamente se denomina
aculturación antagónica, la adopción de los medios wingka, se hace con vista de resistir
sus fines o sea los procesos de aculturación o etnocidio, logrando que el limite étnico no se
derrumbe, sino que se fortalezca149
. Los relatos orales transmiten este momento, por lo que
me permito citar en extenso la siguiente narración:
A principios de siglo XX, las leyes de la civilización obligaron a los pehuenches a
nacionalizarse ciudadanos chilenos, para lo cual se les exigió a los indígenas dos nombres y
dos apellidos e inscribirse en el registro civil de la comuna correspondiente. Con traductores
o con intérpretes se les explico a la gente este deber, ya que el castellano no era entendido
en su totalidad.
Los pehuenche aceptaron sin mucha dificultad la normativa, ya que les había parecido bien
la idea de poseer sus documentos de identidad personal.
El problema comenzó cuando hubo que buscar nombres y apellidos jamás usados en la etnia
y no se sabía qué hacer con el único nombre pehuenche que poseía cada individuo. Fue
arduo y demoroso el trabajo para los funcionarios del registro, apostados en la misma
comunidad. Para resolverlo todo y a la brevedad se cuenta que los empleados tuvieron que
corresponda, los ingenieros procederán a hacer la división y demarcación de límites, asignando al cacique el
triple de la parte de terreno que se asigne a las cabezas de familia 7º Al fijar los linderos, sea en las posesiones
de indígenas particulares, sea en las de una reducción, se preferirán los limites naturales, cuando los
poseedores no presenten los límites precisos; y a fin de adoptar esos límites se podrán establecer
compensaciones de los terrenos colindantes, pero en ningún caso de aquellos en que los indígenas tuvieren
planteles o destinaren a siembras” 148
Con esto no queremos decir que el nombre tradicional “chegui” o “güi” (en Alto Bío Bío no se usa la
terminación “üy” del valle central, que expresa el mismo concepto) se enajene y olvide, sino que constituye
un marcador que se utiliza de forma interna entre los miembros de la comunidad, por esta característica
algunos lo señalarían como un marcador de “resistencia”. Al respecto, en entrevista a la educadora, doña
Miriam Cárcamo, que comenzó su labor en la década de los ochenta en villa Ralco, nos señalaba que
descubrió que sus educandos se denominaban de forma distinta cuando hacían actividades entre ellos (juegos,
etc.) por lo que decidió hacer un listado de esos nombres que luego identifico como “chegüi” o nombres
tradicionales pewenche. Para un análisis profundo de este tema basado en estudios antropológicos hechos en
Alto Bío Bío véase: Foerster, R: Estructura y Funciones del Parentesco Mapuche: Su pasado y su presente
Tesis para optar al grado de Licenciado en Antropología Social, Universidad de Chile, 1980; Isla, J. “Un
lugar en el mundo. Notas pewenche para una sociología de la distancia”. Para una discusión general sobre el
asunto de los “uy” y “kuga” véase: Foerster, R: “Acerca de los nombres de las personas (üy) entre los
mapuches. Otra vuelta de tuerca” Revista Chilena de Antropología, N°21 (2010) 149
FOERSTER, R, op. Cit. p 145
71
sugerir nombres españoles dictando largas listas para que los centenares de pehuenches
eligieran cada cual sus nombres que más les gustara.
“Yo me llamare Juan Carlos““Estos nombres me gustan – decían algunos”
“Y yo José Luis”
“Y yo Juana Rosa”
“Yo, Julia Ester
¿Y quién quiere llamarse Juan de Dios? Preguntaba el funcionario a la muchedumbre.
¡Yo! Contesta el anciano Lepiman. – “Entonces vamos a ser tocayos” agregaba riendo el
registrador
[…]La gente ya había elegido sus dos nombres españoles y se los memorizaba, practicando
la pronunciación; ahora les faltaba agregarse dos apellidos. Y el pueblo pehuenche sugirió
transformar su nombre indígena en apellido repetido, por ejemplo; José Luis Paine Paine.
El registro así lo hizo: apellidos que aun existen fueron nombres distinguidos en otra época,
tales como Lemonao, Huenteao, Ñaupai, Hueche, etc.150
Se organizaban los grupos residenciales, los: ngenruka o “acaserados”151
debían
elegir un longko, más claramente a uno de ellos, para iniciar la tramitación del título152
. Se
usaba esta forma política tradicional, lo que refleja que a pesar de la forzosa adaptación
efectuada para acomodarse a los estándares de la comisión de radicación, el lov como
forma de vida seguía vivo y movilizándose desde estos tempranos años para conseguir
150
AGUILERA, P; LAGOS, I: Raíz troncal Pehuenche. Cuentos de Ancianos Pehuenches de Cauñicú.
Concepción, 2003, p.66 151
Ngenruka= Ngen (el que vigila, el dueño) ruka (casa). Jefe del grupo domestico, jefe de una familia
extendida. Podemos señalar en forma hipotética que antes de la radicación existieron varios cabezas de
familia o longkos en los espacios de asentamiento, pero la necesidad de la comisión de radicación de agrupar
varios grupos patrilineales bajo un solo “cacique” para obtener título legal obligó a la elección de un solo
portador del cargo. 152
Era estratégicamente importante en este nuevo contexto subalterno, conseguir el título de merced. Así por
ejemplo en el caso de Malla Malla, Pedro María Suarez se presenta ante la intendencia del Bío Bío para exigir
radicación:
“Los Ángeles, 20 de Octubre de 1919. N° 1243
Se ha presentado en esta intendencia el indijena Pedro María Suarez, viviente en Malla, en subdelegación del
Queuco, de este departamento, solicitando se dirija una comunicación a la Comisión Radicadora de Indígenas
preguntando cuando podría venir una Comisión a Radicar a los indígenas de ese lugar, haciendo presente que
la que vino el año pasado les ofreció hacerlo en el presente año. Lo que tengo el agrado de poner en su
conocimiento, agradeciendo una contestación al respecto. Saluda Atentamente a Ud. Fortunato de la Maza”
En Archivo Histórico Nacional Miraflores (AHNM) Fondo de la Intendencia del Bío Bío, 1919, N°1243
72
objetivos estratégicos en la defensa de su recortado espacio territorial y social153
. El relato
de la constitución de la comunidad de Trapa Trapa nos ilustra este proceso:
Luego las familias crecieron y se eligió a un cacique fue Antonio Canío, habían doce jefes
de familia y de esos se nombra un cacique para negociar la tierra con una comisión que
estaba en Antuco, el camino que usted ve antes no existía y una de ellas nos llevaba derecho
a Antuco, hay muchos caminos ancestrales, mi abuelo era secretario de Antonio Canío,
sabía leer y escribir, el cacique no sabía hablar en castellano, mi abuelo si y él le traducía
[…] en esos tiempos había una familia llamada Nawelan, otra familia era Quintrinao,
Pichiwen se puso después Canío. Cuando vino el juez de paz muchos se cambiaron el
apellido para que fuesen más fáciles de escribir en castellano, para hacerlos más simples.
Nawelan se llamaba el cacique, pero cuando vino la radicación de tierras en 1920 para
hacerlo más fácil se puso Canío, le pusieron Antonio también y así quedo el titulo de
dominio. Ya en 1905 y 1910 vinieron aquí a inscribir a los pewenche para iniciar el proceso
de radicación y en 1920 o después se produjo la radicación pero durante diez o doce años
nos vinieron a corretear, a quitarnos territorio, vinieron los colonos y los fundos se
ampliaron con animales y muchas veces a balazos nos corrieron y después cuando nos
dieron títulos nos lo dieron a la pinta de ellos154
Manuel Tranamil además de recalcar la adopción de nombres hecha para entenderse
con la comisión de radicación, señala lo dificultoso del proceso en especial el constante
roce con los colonos (inquilinos de los fundos) y lo limitado de la extensión del título.
Podemos establecer una diferencia con casos de radicación de la zona de la Araucanía, aquí
la radicación de las familias fue efectuada en un lugar de cierta forma tradicional; no fueron
efectuadas en lugares desconocidos, y los grupos domésticos (lovche) tenían relaciones
entre sí, estaban coligados. De cierta forma, como hemos señalado anteriormente, el
espacio reduccional se corresponde con el espacio de la comunidad, el espacio físico tiene
correlato en el espacio social.
153
Se defiende la legitimación de este espacio, que aunque disminuido, recortado y volcado hacia adentro,
constituirá como señala Isla la base microsocial de la construcción de la territorialidad pewenche: “El
territorio de la reducción se convirtió progresivamente en el horizonte de casi la totalidad de las actividades
indígenas. En síntesis, el proceso de reducción del mundo indígena supuso una contracción drástica de la
perspectiva espacial sobre la que se asienta la territorialidad de los grupos pewenche” ISLA, J: Pewenche.
Estudios sobre territorio y proceso social..., 2001, p. 72 154
Testimonio de Manuel Jesús Tranamil, Trapa Trapa, 2007.
73
Lo anterior no quiere decir que taxativamente todos los radicados de cierta
comunidad pertenecieran a la misma como podríamos deducir de la afirmación de algunas
antropólogos155
. Las categorizaciones siempre nos exponen a rigidizar en demasía a los
grupos humanos, siendo necesario señalar que normalmente hay porosidades por donde
fluyen personas. Ya en el titulo de merced se puede detectar la presencia de personajes
especialmente mujeres (coincidente con la regla matrimonial patrilocal) pertenecientes a
otros grupos locales reduccionales, a “kakeche” o habitantes de más allá de las
proximidades: “Segundo Paine casado con dos mujeres (1ª, María Colipi radicada donde
Pavian, hijos: Eujenia, Manuel Antonio, Clorinda, José Antonio y Julia Rosa; la segunda
(Rosario Co…. Ya radicada), hijos: Julia Rosa y Pascual Paine”156
En este caso se trata de una familia compuesta poligínica de la reducción Antonio
Canío (Trapa Trapa), con una de las esposas de Segundo Paine, jefe de familia, radicada en
la reducción José Anselmo Pavian o Cauñicu. Hipotéticamente es posible que los hijos de
Segundo busquen matrimonio en la reducción de su madre, en las hijas de sus hermanos
siguiendo el ideal matrilineal, formando una alianza y una red de intercambios
intercomunitarios. Idéntico caso para José Quiñiñir y su hermano, radicados en Cauñicu
pero casados con mujeres de la comunidad de Pitril (Alabao Gallina): “José Anjel Quiñiñir
casado con Delfina Queleñanca de la reducción de Alabado Gallina, hijos: María Andrea,
Leandro, María, Eujenia, Transito y Domingo. Hermano, Evanjelista casado con Margarita
Vita también de la reducción de Gallina sin hijos”157
Aparecen incluso elementos wingka que se identifican como “no-indígenas”,
especialmente hombres, (matrimonio uxorilocal, una desviación dentro de las normas
matrimoniales pewenche) que en algunos casos tendrá consecuencias o mejor dicho:
contradicciones, que analizaremos posteriormente. Por el momento nos conformamos con
señalar esta situación: “Martina Quiñiñir (casada con el no indijena Jenaro Vásquez), hija
Francisca. Sobrinos: Santos Quiñiñir (casada con el no indígena Doroteo Muñoz), hijos:
Felicinda, Carlos, José, Pascuala y Rosendo”158
155
ISLA, J: “Un lugar en el mundo. Notas pewenche para una sociología de la distancia”. 156
Archivo General de Asuntos Indígenas (AGAI). Titulo de Merced “Antonio Canío” N°2814, 1920 157
AGAI. Titulo de Merced “José Anselmo Pavian” N° 2835, 1919 158
Ídem.
74
También quedan fuera de los deslindes del título de merced espacios económica y
simbólicamente importantes, como los ocupados durante la veranada (pinalerías,
pewenentu). El sistema de invernadas y veranadas (p’lom – huechum/mawida)159
, hace que
existan épocas del año en que no ocupan económicamente grandes extensiones de su
territorio, por lo que no fueron reconocidas algunas importantes veranadas, las que
concentran las pinalerías de araucarias o pewenentu. En resumen, como lo plantea Vidal:
“con esta medida [títulos de merced, leyes radicadoras] cada grupo mapuche perdió casi todo su
territorio, porque desde el punto de vista legal no podían demostrar la ocupación de todo su
territorio, es decir de los espacios y territorios que tenían en reserva, que tenían en uso móvil en el
tiempo, para mantener la reproducción del medio ambiente, para no agotar los recursos”160
Anterior a la privatización y reducción del territorio pewenche, el aprovechamiento
de los islotes de araucarias (pewenentu) no tenia restricciones más que las que podían
estructurarse entre el contacto entre diferentes grupos, cada grupo residencial familiar tenía
asignada consuetudinariamente ciertos bosques para realizar actividades recolectoras
(nguilliu)
Cuando el sistema reduccional aun no se implantaba, se recolectaban piñones en nueve
pinalerías. Para cada una de estas habían determinados linajes que las visitaban, sea en
forma esporádica o permanente, por ejemplo, a la pinalería llamada Wilbelonko lo hacían
los linajes Epuñam y Maripil, a Trilila los Pavian y Paine, etc.161
Este modo de asignación de pinalerías es testimoniado desde crónicas antiguas, del
periodo de dominación hispana:
Las casas de los mas son de cuero de vaca y yegua y las mudan tres veces al año, porque en
el invierno viven a las orillas del rio o de la laguna, que hay muchas, por ser donde se cuaja
menos la nieve; la primavera y parte del verano en las vegas al pie de la montaña, y el fin
159
El régimen de veranada corresponde a una ocupación estacional vertical del territorio en base a los
recursos económicos que ofrecen durante el año, más específicamente la ocupación de pisos ecológicos,
diferenciados por altura. En invierno se permanece en “el bajo” (b’lom) que generalmente está ubicado en
valles cordilleranos relativamente protegidos para soportar el invierno. En verano se ocupan “los altos”
(huechum - mawida), donde se ubican pasturas para los animales y los bosques de araucarias. 160
VIDAL, A. “Conocimiento antropológico sobre los mapuche de Chile. Efectos socioculturales y
económicos de su integración forzada a la nación chilena” En Acercamientos metodológicos hacia pueblos
indígenas. p. 84. 161
FOERSTER, R: Estructura y Funciones del Parentesco Mapuche: Su pasado y su presente Tesis para
optar al grado de Licenciado en Antropología Social, Universidad de Chile, 1980, p. 78
75
del verano y el otoño en los pinares en lo alto de la cordillera y cada uno de ellos tiene
como hacienda propia su pedazo de pinar”162
Después de la limitación de acceso a las pinalerías, al reducirse su disponibilidad a
tan solo las que quedan dentro de los límites del espacio reduccional, estas deben ocuparse
en función del grupo local total asentado en una comunidad. Las familias perdieron el rol
de administradores libres de su propio espacio de pewenentu163
. Adecuarse a este tipo de
constricciones era el costo de la solicitud del título de merced, proceso que quisieron
iniciar todas las comunidades pewenche del Alto Bío Bío durante la primera mitad del siglo
XX164
. Trapa Trapa, Malla Malla, Cauñicu, Pitril, Callaqui, Ralco iniciaron este proceso
con resultados dispares.
En algunos casos, como el de Trapa Trapa, el titulo de merced fue tramitado en el
año 1919, logrado en 1920, pero en la práctica entregado durante 1921. La Intendencia
desde 1919 solicitaba al subdelegado del Queuco amparar a la reducción Canío de los
particulares:
Bío Bío Los Ángeles, Octubre 16 de 1919. N°1272.
Sírvase Ud. tomar todas las medidas a su alcance a fin de que el cacique de Trapa Trapa,
Antonio Canío y su reducción de indígenas sea amparado y respetado en sus derechos y en
la posesión de sus terrenos en que viven, en conformidad a las leyes. Especialmente Ud.
Debe impedir que sean desalojados por particulares sin que medie orden judicial. De
cualquier novedad que ocurra a este respecto sírvase Ud. dar cuenta a esta intendencia.
Saluda A Ud. Fortunato de la Maza.
Al subdelegado de Queuco Don Luis Gatica González” 165
162
PIETAS J: Noticias sobre las costumbres de los Araucanos, 1729. www.memoriachilena.cl 163
“Actualmente por efecto del sistema reduccional, la gente puede ir solo a una (las otras ya no pertenecen al
dominio de la reducción) En cambio transformo el antiguo control relativo que tenia cada linaje de una o más
pinalerias en un control absoluto (colectivo) por parte de la reducción de la única que queda. Los linajes
perdieron este control y hoy en día no tienen ninguna injerencia en esta actividad” FOERSTER,R: Estructura
y Funciones del Parentesco Mapuche: Su pasado y su presente…, 1980 p. 78 164
Louis Faron señala la importancia de obtener radicación: “Sin la protección proporcionada por el sistema
de reducción, es poco probable que la sociedad mapuche hubiera sobrevivido como una entidad distintiva
cultural y socialmente, y es casi seguro que no se hubiera desarrollado como lo ha hecho desde principios de
siglo” FARON, L: Los mapuche su estructura social …, 1969, p. 115 165
AHNM. Fondo Intendencia del Bío Bío, 1921, N° 42, N° 1272
76
De la efectividad de tales medidas se puede dudar, ya que la presencia del Estado
era muy débil en el área limitándose a la mantención de resguardos aduaneros ubicados en
Trapa Trapa, Guayali, Coliqueo, con exiguo personal (generalmente 2 guardias) Incluso los
cargos de subdelegado, generalmente estaban vacíos. Es
un área geográficamente aislada, débilmente unida a lo que constituiría su centro comunal:
Santa Bárbara. Un viaje desde la capital provincial Los Ángeles hasta al sector más alejado
podía tomar más de 6 días por una senda irregular, sinuosa, con puentes en mal estado,
prácticamente intransitable en invierno. Las comunidades ribereñas de Queuco estaban más
volcadas al sector Antuco, y a Argentina; las del sector Bío Bío hacia Guayali -
Lonquimay.
En 1921 la Intendencia del Bío Bío ordena la ejecución del mandato legal a la
subdelegación de Queuco proceso no exento de dificultades, pues los administradores y
colonos de las grandes propiedades agrícolas circundantes no iban a poner las cosas fáciles.
Intendencia del Bío Bío. Los Ángeles, Setiembre 12 de 1921
Sírvase Ud. A disponer lo conveniente para poner en posesión de sus bienes, dentro de lo
que sea legal y de derecho y en conformidad al título de merced de terreno y plano, que se
adjunta, al Cacique Antonio Canío y demás personas de su familia y reducción, dando
inmediato aviso a esta Intendencia de cualquier entorpecimiento que encuentre en el
cumplimiento de esta comisión, como igualmente dando cuenta detallada al resultado de
ella.
Saluda A Ud.
Fortunato de la Maza.
En Queuco a 30 de Diciembre de 1921 me traslade a Trapa Trapa a dar cumplimiento al
oficio N°866 de la fecha 12 de Setiembre del presente año, a la entrega de sus bienes que le
correspondan al Casique (sic) Antonio Canío y demás personas de su familia y reducción en
conformidad al título de merced de terrenos y plano lo que no se pudo llevar a efecto por
no permitir entrar al campo el administrador Don Manuel Castillo y expuso que se oponía a
toda entrega que se pretendiera hacer al Casique (sic) Canío que lo hacía por orden de su
patrón: Mariano Palacios.
Lo que pongo en conocimiento de usted de acuerdo con las órdenes que se me impartieron
en el citado oficio.166
Dios Guie a Ud.
166
AHNM. Fondo Intendencia Bío Bío, 1921, N° 40. N° 886
77
Aun con este contratiempo, el titulo de merced estaba aprobado y su ejecución era
perentoria. Otras comunidades como Ralco o Callaqui no lograron obtener esta salvaguarda
legal e incluso en el primer caso la Comisión ni siquiera se pudo constituir por la resistencia
de los dueños y administradores de los grandes fundos.
Nueva Imperial, 4 de Marzo de 1908.
Sr Enrique Evans, Mulchén.
En Ralco tengo instrucciones para impedir cualquier radicación se lo aviso por si no desea
molestarse y perder el viaje.
Salúdalo, Héctor Anguita167
En 1920, El longko Ignacio Maripi de Ralco denuncia ante el Ministerio de
Relaciones Exteriores los intentos de desalojo efectuados por el nuevo dueño legal de estos
territorios, Martin Bunster, auxiliado por fuerzas públicas sin que exista orden al respecto.
El comportamiento de los escasos carabineros en el área muchas veces raya en la
ilegalidad, como se verá en apartados posteriores. El longko junto a su comitiva recalca que
intentan obtener titulo de merced o de dominio sobre esas tierras, apelando a juzgados
chilenos, por lo que solicita amparo al Estado chileno para detener el acoso de los
terratenientes.
Amparo a Indígenas
El señor ministro de Relaciones exteriores expresa lo que sigue:
Se ha presentado al Ministerio el Cacique Ignacio Maripi, y otros indígenas del lugar
llamado Ralco, departamento laja, Provincia Bío Bío, manifestando que el señor Martin
Bunster, con auxilio de la fuerza pública ha pretendido echarlos de los terrenos que ocupan
hace muchos años, invocando un titulo de dominio sobre esos suelos.
Afirman los espresados indígenas que en la actualidad tramitan ante la corte de concepción
una titulación propia en los referidos terrenos.
Si fuera efectiva la existencia de dominio, estima el ministerio no expulsar a los indígenas
mientras la corte de concepción determina fallo definitivo en este asunto, por lo que se debe
amparar a los indígenas en sus posesiones.
En constancia, sírvase usted a los indígenas conforme a la nota prescrita por el Ministerio.
167
CORREA, M; MOLINA, R: Territorios y Comunidades Pehuenche de Alto Bío Bío…., 1996. p. 80
78
Saluda a Ud.
G4: Enrique Manríquez.
G2: José Ruiz Muñoz
Al jefe tenencia de carabineros”168
Estos grupos locales pewenche seguirán insistiendo en la obtención del
reconocimiento legal desde el principio, como consta en los reclamos del longko Ignacio
Maripi de Ralco y Francisco Manquemilla de Callaqui quienes subrayan que sus títulos se
encuentran en mensura en Concepción y Temuco169
. Durante todo el siglo XX estos grupos
conservaran de facto la posesión de su territorio, posición legalmente inestable, pues la
radicación no llegara170
La memoria de la comunidad de Callaqui, recuerda de esta forma ese momento:”Yo
no sabría decirle en este momento, porque yo fui muy niña. Pero según como me cuenta mi
papa, había un cacique que se llamaba José Reiman. Ese era el primer Cacique, José
Reiman de Kallaki. Y ese cacique fue a Santiago, fue a firmar su titulo de dominio, pero ese
titulo de dominio se perdió”171
Un informe de la dirección de asuntos indígenas, reconoce la mensura hecha en
1920 del área de la reducción Callaqui: “No poseen titulo de dominio de ninguna especie.
El terreno en cuestión fue mensurado en 1920 por topógrafos de Temuco, presumiblemente
por la oficina de tierras. Según el plano levantado en ese entonces, del cual los indígenas
poseen una copia, la superficie ocupada por ellos es de 372 has”172
168
AHNM, Fondo de la Intendencia del Bío Bío, Vol. N° 52, 1920. N° 63, “Amparo a Indígenas” 169
AHNM, Fondo de la Intendencia del Bío Bío, Vol. N° 54, 1923 - 1924 “Cobro indebido peaje en el puente
Pangue” Incluso en 1889, bajo ocupación militar, el Cacique Lepiman en carta dirigida al ministerio de
relaciones exteriores pide que se deje tranquila a la comunidad en el goce de sus propiedades hasta que se
aperciba en el lugar la Comisión Radicadora de Indígenas. Los limites que el longko Lepiman defiende son:
“Oriente: con la Argentina y el Estero Lianquén que desemboca en el Bío-Bío; Sur: con el río de este nombre;
Poniente: con el Pangue; Norte con la cordillera de Malla-Malla hasta tocar con la Argentina”. Estos son
coincidentes con la Comunidad de Ralco, y también con el fundo formado por Octavio Anguita y M. Bunster,
quienes intentaran desalojar a los grupos pewenche a través de tribunales, solicitudes que son denegadas. Aun
así, la radicación, no llegara para estas comunidades. 170
En 1920 en la comunidad de Callaqui se efectuó una mensura de terrenos por parte de Topógrafos de
Temuco de parte de la Oficina de Tierras dando 372 has. Pero este levantamiento de información nunca llego
a transformarse en un Titulo de Merced. Para la situación de las comunidades de Callaqui y Ralco a inicios de
siglo XX véase: CORREA, M; MOLINA, R: Territorios y Comunidades Pehuenche del Alto Bío Bío, 1996 171
Testimonio de Clementina Treca, Callaqui, 2007. 172
AGAI, Carpeta Anselmo Pavian N° 2835, “Remite informe de censo indígena que indica, N° 379” 24 de
marzo de 1969:
79
Las comunidades pewenche de Alto Bío Bío quedan estructuradas de la siguiente
manera. Se puede apreciar que las comunidades de Callaqui y Pitril poseen derechos de
propiedad resguardados por el régimen civil común de propiedad chilena, constituyendo los
limitados centros de articulación de las nacientes comunidades. El caso de la comunidad de
Ralco es mucho más precario, pues no poseen resguardo legal valido para el derecho
positivo chileno, solo la apropiación sociocultural histórica, tradicional - consuetudinaria
de su territorio173
Cuadro 2: Trayectoria de la propiedad de las “comunidades” de Alto Bío Bío
Comunidad Tipo de Propiedad Descripción N° de Personas
Callaqui Sin título de Merced 1880: Manuel Raiman,
Inaiman, Puñaleo,
Manquein, Manuel Rapi;
Quentreman, María
Paine y Purran Rapi,
venden derechos y
acciones pero
asegurando una porción
del terreno para sus
familias, base de la
comunidad Callaqui.
1920: Radicación bajo
titulo de merced, fallida
1940 (Censo): 271
personas
Ralco Sin Titulo de Merced 1937: Inicio de proceso
de radicación, se abre
expediente con el Nº
2099.
1940: Se inician
mediciones y mensuras
de terreno.
1940 (Censo) : 302
personas
173
Esta inseguridad legal incide en el continuo hostigamiento efectuado por parte de los habitantes
(especialmente administradores y capataces) de los fundos aledaños como: Ralco, Guayali , lo que incide en
la hipotética participación de algunos grupos domésticos o elementos de estos en el alzamiento de Ranquil de
1934
80
Sucesión Bunster
Gómez se opone,
iniciándose un juicio, en
el cual se impugna la
competencia del juez de
indios para dictar
sentencia al norte del
Bío Bío bajo la ley
4.111. Se ofrecen 3000
hectáreas para
radicación, las cuales se
rechazan exigiéndose las
30.000 originales. Se
conserva de facto la
propiedad por parte de
los indígenas.
Pitril Sin Titulo de Merced 1905: Se divide el fundo
Pitriles formado por
enajenaciones hechas
por parte de privados a
indígenas, entre el
Lonko Alabao Gallina y
Claudio Rojas a través
de un juicio de
reivindicación. La
porción del Cacique
Gallina es la base de la
comunidad de Pitril
1940 (Censo): 135
personas
Malla Malla Titulo de Merced
“Antonio Marihuan”
3.444 hectáreas
1919: Se otorga Titulo
de Merced
Radicación: 179
personas
Trapa Trapa Titulo de Merced
“Antonio Canío”
1920: Se otorga Titulo
de Merced.
Radicación: 241
personas
81
8,430 hectáreas
Cauñicu Titulo de Merced
“José Anselmo Pavian”
4314 hectáreas
1919: Se otorga Titulo
de Merced.
Radicación: 240
personas
FUENTES: Fondo Conservador de Bienes Raíces de Los Ángeles; Molina, Raúl.
Territorio y Comunidades Pehuenches del Alto Bío Bío
Según Louis Faron, luego del proceso de radicación, la autoridad y prestigio del
longko figurado en el titulo de la merced y el de su grupo residencial tienden a reforzarse174
Este fenómeno no se puede generalizar a las comunidades de Alto Bio Bío, pues en algunas
como en Malla Malla (Titulo de Merced Antonio Marihuan) recién otorgado el documento
se dan conflictos entre el longko portador Antonio Marihuan y la familia Suarez, por tanto
es difícil concebir a la reducción o comunidad como unidad política homogénea o al longko
como portador de un poder que no sea difuso o limitado, ya que como hemos señalado
anteriormente, la elección del titular de la radicación fue efectuada por los acaseraos o
ngenruka de todos los grupos residenciales coligados, por lo que debe su legitimidad a estos
segmentos. Esto responde a una lógica similar a la explicitada en el caso del
aprovechamiento de los bosques de araucarias. Se pasa de una situación en donde los
grupos residenciales tenían cierta libertad territorial y una gran autonomía política; a otra
caracterizada por la limitación territorial, que fuerza a los grupos a derivar parte de los
asuntos políticos organizativos al nivel forzado de reducción (titulo de merced) o de
“comunidad”175
, para buscar acuerdos en asuntos tales como el reparto de tierras y
espacios. Este es un proceso de aprendizaje no exento de dificultades como ilustrara el caso
de Malla Malla
Pedro Suarez jefe de uno de los grupos familiares radicados en Malla Malla acusa a
Antonio Marihuan a la postre cacique detentor del título de merced, de no otorgar el
174
FARON, L: op. Cit, p. 117 175
Considerando la estructura de las nacientes comunidades pewenche, donde cada grupo residencial
patrilocal elegía su longko, hacer el tránsito hacia un longko elegido por todos los grupos residenciales o “lob”
pertenecientes a un grupo local o comunidad no debió haber estado exento de dificultades. Pasadas
investigaciones nos señalan que en estos primeros tiempos de vida reduccional, los longkos o mejor dicho
“jefes” de los grupos residenciales se denominaban unanlongko o cabeza secundaria; que se asociaban
políticamente con un jefe de varios grupos residenciales denominado lonko. Vid. GUNDERMANN, H:
Análisis Estructural de los ritos mapuche nguillatun y pintebun. Tesis de Licenciatura en Antropología
Social, Universidad de Chile, Santiago, 1981, p. 38. . El titulo de merced, la legalidad chilena concede
igualdad de derechos territoriales tanto a estos unanlonko como al longko, por lo que, como se verá, la
adaptación es problemática.
82
espacio necesario a su grupo familiar, arrendando inclusive parte del territorio comunitario,
por lo que no puede realizar sus actividades de forma satisfactoria. El caso será llevado a
las autoridades chilenas
Republica de Chile
Inspección Jeneral
De Colonización e Inmigración.
“Santiago, 20 de Abril de 1921. N° 668
Se ha presentado a esta Inspección General el indígena Pedro María Suarez, manifestando
que el cacique Antonio Marihuan, del lugar Malla, del departamento de la Laja no le
permite trabajar a él y a los de su familia en lo que le corresponde dentro de la reducción,
teniendo arrendada gran parte de la reserva.
Según el titulo de merced que aparece radicado el indígena reclamante le corresponde a él y
a seis personas más ciento setenta y siete (177) hectáreas setenta y tres (73) áreas, a razón
de 25 hectáreas treinta y nueve áreas por persona.
Como en esta provincia no hay protector de indígenas que pueda solucionar esta dificultad,
agradecería a US se sirviera ver modo de hacerlo comisionar para esto a otra autoridad que
US crea conveniente, bien pedir al señor promotor fiscal tome la defensa de estos indígenas.
Dios Guarde a Ud.176
Este documento revela otro quiebre, la justicia tradicional derivada del admapu es
superada en algunos casos, reemplazándose con aparatos judiciales de la sociedad
dominante chilena. Esto es notorio en el caso de disputas de propiedad dentro de la
comunidad que son considerados graves. Louis Faron al respecto nos explica que:
Los mapuche recurren a la ley para resolver pleitos que implican ciertas faltas y agravios
aunque dentro de la comunidad de la reducción las sanciones tradicionales resuelven
efectivamente otros actos de distinta naturaleza como son, dentro de los más importantes los
que se refieren a las brujerías, a los cuales rehúsa el tribunal chileno generalmente por
considerarlos poco serios. Pero en asuntos donde intervienen la propiedad y los derechos
personales que no sean capaces de resolver por medios tradicionales, generalmente los
resuelven recurriendo al sistema chileno de tribunales y cortes.177
176
AHNM, Fondo de la Intendencia del Bío Bío, 1921, N° 668 177
FARON, L: op. Cit. p. 123
83
La distorsión de las pautas comunitarias tradicionales se observa en la actuación del
Estado en estos conflictos, su influencia llega inclusive hasta estos aislados lugares,
ordenando y reglando en última instancia el límite de lo aceptable en las interacciones entre
grupos familiares pewenche; familias que tienen claro que este es un nuevo mecanismo
legitimo para enfrentar sus diferencias178
.
Para retratar lo anterior, transcribiremos la orden dada por la Intendencia del Bío
Bío mandando hacer cumplir los derechos de radicación del grupo de Pedro Suarez,
haciendo uso de la fuerza pública si es necesario.
Bío Bío – Los Ángeles, 26 de Abril de 1921 N° 416.
Reclamo del Indijena Pedro María Suarez contra el cacique Antonio Marihuan.
La Inspección General de Colonización e Inmigración, en nota N°668, de 20 de presente,
dice a esta intendencia lo que sigue:
Se ha presentado a esta Inspección General el indígena Pedro María Suarez, manifestando
que el cacique Antonio Marihuan, del lugar Malla, del departamento de la Laja no le
permite trabajar a él y a los de su familia en lo que le corresponde dentro de la reducción,
teniendo arrendada gran parte de la reserva.
Según el titulo de merced que aparece radicado el indígena reclamante le corresponde a él y
a seis personas más ciento setenta y siete (177) hectáreas setenta y tres (73) áreas, a razón
de 25 hectáreas treinta y nueve áreas por persona.
Como en esta provincia no hay protector de indígenas que pueda solucionar esta dificultad,
agradecería a US se sirviera ver modo de hacerlo comisionar para esto a otra autoridad que
US crea conveniente, bien pedir al señor promotor fiscal tome la defensa de estos indígenas.
(Firmado. B. Urrutia)
Con lo espuesto en la comunicación preinserta sírvase ud acceder a radicar en los terrenos
que les pertenece de 25 hectáreas treinta y nueve áreas por cada uno Pedro María Suarez y
demás miembros de su familia en conformidad con el titulo de merced que tienen en su
poder.
178
Stuchlik también da cuenta de este fenómeno y señala que: “Por lo tanto, todos los problemas
administrativos o legales que surjan en la comunidad, y que no son resueltos por acuerdo mutuo de las partes
involucradas o por presión de la opinión pública, quedan sin solución o tienen que someterse a las autoridades
chilenas, ya sea a los carabineros, la Dirección de Asuntos Indígenas, el Juzgado de Indios u otras. Sin
embargo, el recurso a las autoridades chilenas se considera una medida muy seria, por lo que se reserva para
casos extremos” La defensa del espacio ecológico del grupo familiar es uno de estos casos extremos, por tanto
entre grupos residentes en una misma comunidad existen límites claros y muy importantes en cuanto a la
tenencia de propiedad de cada uno.
84
Cualquiera dificultad que Ud. Encuentra en el desempeño de esta comisión, deberá hacerla
presente a esta intendencia para poner a su disposición la fuerza pública necesaria a fin de
hacer respetar esta disposición.
Saluda a Ud.
Fortunato de la Maza
Al subdelegado de Queuco.179
Hacia 1928 el conflicto Marihuan/Suarez, había cambiado de actores, ahora la
intendencia conminaba al cacique José del Carmen Marihuan al entendimiento y a respetar
el derecho a veranada de la familia de Juan de Dios Suarez. El conflicto por las veranadas
entre grupos domésticos continúa. Espacios que se encuentran limitados a las que quedan
dentro del título de merced, provocando por su escasez disputas de este tipo.
Bío Bío – Los Ángeles, 19 de Diciembre 1928. N° 778
Esta intendencia hace presente al cacique José del Carmen Marihuan la necesidad de hacer
respetar la veranada que tiene Juan de Dios Suarez en la Reducción Maya a fin de evitar
reclamaciones de otras personas.
Cualquier dificultad ponerla en conocimiento de la intendencia
Intendencia del Bío Bío
Al cacique José del Carmen Marihuan, Maya180
En un par de años más, la familia Suarez conseguiría que los acaserados o ngenruka
de Malla Malla nombraran a Pedro María Suarez como longko de la Reducción Antonio
Marihuan, removiendo a José del Carmen Marihuan, emparentado directamente con el
longko “reduccional”, del cargo. En este comunicado el nombramiento es ratificado por el
gobierno chileno
Cacique de la Reducción Malla.
Por oficio numero 585, el Intendente de la provincia don Fortunato de la Maza, ha dispuesto
que se reconozca cacique de la reducción “Malla” en Subdelegación Queuco del
departamento de la Laja al indígena comunero Pedro María Suarez, quien entrara a
179
AHNM. Fondo Intendencia del Bío Bío, 1921, N° 416 180
AHNM Fondo Intendencia de Bío Bío, 1923, N° 778
85
reemplazar al indígena comunero José del Carmen Marihuan, que queda removido del
cargo de caciquillo de la reducción, Antonio Marihuan del lugar Malla181
.
En la reducción Antonio Canío también suceden disputas entre grupos residenciales
por terrenos de veranada e invernada, conflictos entre la familia Salazar con la familia
Paine, grupos que son recordados como fundadores de la comunidad de Trapa Trapa,
habitantes del sector Trapa Alto (futuro Butalelbun).
Antiguamente no dejaban entrar al mapuche a vivir a los fundos, llego gente de Argentina y
gente que se encontró este lugar para instalarse, gente que venía de otros lados. Butalelbun
no se nombraba, solo se nombraba a Trapa Trapa. Era parte de la comunidad de Trapa
Trapa, Trapa Arriba y Trapa Abajo. Las familias antiguas eran los viejos antiguos, mi tío
Mauricio Pereira, Felidor Pereira, Vivanco, Huentemal, etc. Ahora los Manquepi, que
llegaron de Argentina, Salvador Manquepi, los Paine son antiguos también. Pedro Salazar,
Lucho Salazar también Vivian acá. Segundo Paine era cacique y era mi abuelo, desde los
años veinte, siete años estuvo de Cacique y murió182
El relato de don Estanislao Paine es muy claro en cuanto a los primeros grupos
fundadores y la línea de caciques, testimonio que encuentra confirmación en el siguiente
documento, que como hemos señalado refiere a conflictos de propiedad:
Traiguén, 12 de Diciembre de 1925
N° 1297.
Ante este protectorado de Indígenas, que tiene a cargo la atención de la provincia del Bío
Bío, se ha presentado. Juan de Dios Salazar, por si y en representación de sus parientes
Gabriel Salazar y familia, Bautista Flores y familia, Rosalba Canío viuda de Flores y
familia, Matilde Flores casada con Manuel Poveda y familia, José Ángel Tranamil y
familia, Segundo Tranamil, en total 55 personas radicadas todas en la reducción Antonio
Canío, del lugar Trapa Trapa, Subdelegación 23, Queuco del Depto. De la Laja de esa
provincia, reclamando contra el caciquillo Segundo Paine, quien pretende atropellarles las
posesiones que en conjunto y en común ocupan los citados reclamantes, haciendo arriendos
181
Diario el Siglo De Los Ángeles 30 de Octubre de1925 N° 6985 p. 3 182
Testimonio de Estanislao Paine, Butalelbun, 2007.
86
a particulares de una veranada que ellos tienen y que han gozado todos los años hasta la
fecha.
Agregan los reclamantes que además de la referida veranada ocupan una invernada que
tendrá una extensión de más o menos 200 has, en la cual trabajan todos ellos.
Según el titulo de merced expedido con fecha 10 de Enero del presente año, por la
Comisión Radicadora de indígenas previa aprobación de la radicación por el Supremo
Gobierno, la mencionada reducción Canío tiene una extensión de 8340 has, para 241
personas, o sea 34,97 para cada derecho radicado. Esto da para las 55 personas que se
presentan reclamando en contra del caciquillo derecho a ocupar hasta 1923.35 has.
En atención a lo expuesto el infraescrito en el reclamo N° 1142 del presente año y de fecha
de hoy ha resuelto oficiar a U.S a fin de que si lo tiene a bien, se sirva disponer de las
medidas que estime del caso a objeto de amparar a los referidos reclamantes contra los
atropellos del Caciquillo Segundo Paine y evitar que se entre a ocupar por particulares
arrendatarios o de cualquier otro título la veranada que ellos han gozado hasta la fecha;
sirviéndose usted encomendar este amparo en forma eficaz a las autoridades administrativas
más cercanas al lugar de ubicación de las reserva.
Debido a la distancia a que se halla dicha reducción se hace sumamente difícil para el
suscrito poder ir personalmente a verificar el reclamo o enviar personal de esta oficina, y
espera de esa Intendencia la mayor cooperación posible para la atención de este reclamo
indígena y el amparo de los derechos afectados.
Sírvase U.S. disponer se notifiquen al caciquillo, haciéndosele saber que debe abstenerse de
perjudicar a sus comuneros reclamantes y de arrendar terrenos sin autorización de esta
oficina
Dios guarde a U.S.
Protector de Indígenas
Al señor intendente del Bío Bío, Los Ángeles183
.
De este documento y de los anteriores se puede suponer que el longko de las
nacientes reducciones se arrogaba el derecho de arrendar talaje, quizás siguiendo la
tradición decimonónica de arriendo a wingka, que ahora por las nuevas circunstancias
encuentra resistencia de otros grupos residenciales temerosos de que particulares se
adueñen de las tierras pertenecientes a ellos. En particular, este texto refiere a grupos
183
AHN. Fondo Intendencia del Bío Bío, 1925. N° 1297
87
residenciales extensos (55 personas) que ocupan y trabajan espacios de “p’lom y mawida”
en común, por tanto ligados por lazos de proximidad (lov – lovche). Este grupo residencial
ligados por lazos de “cercanía” es la base de la sociedad pewenche, que articula
políticamente a sus miembros en pos de la defensa de los derechos del grupo. Al parecer, en
estos primeros años de vida en reducción, el nivel de comunidad no articula plenamente a la
micro sociedad reduccional pewenche- solo se agrupa en primer momento para obtener el
título – esto no debe extrañar pues aun se deben reordenar y reestructurar las relaciones (ya
sean políticas, de propiedad, económicas, rituales) entre grupos residenciales dentro de los
limitados lugares de asentamiento184
. Por lo que para el longko de estos nuevos tiempos, la
función de administrador de tierras se hace difícil, pues debe lograr repartirlas de manera
equitativa entre los fuertes núcleos de familias.
Esta independencia de los grupos residenciales se retrata en la existencia en estos
decenios iniciales del siglo XX – según investigaciones hechas en el área de Alto Bío
Bío185
– de un ritual especial efectuado en el espacio de las veranadas (mawida)
denominado pintebun.
Esta ceremonia celebraba el encuentro otoñal entre los grupos de hombres (lovche)
y los grupos de araucarias (lovpewen) a través de un ritual similar al nguillatun, pero
realizado en el huechum y solo por el grupo residencial o lob. Esta ceremonia irá
paulatinamente desapareciendo para dar pasó a un nguillatun general, a nivel comunitario
realizado en el espacio de las veranadas186
coincidiendo con la articulación del espacio de
las proximidades (comunidad) como nivel sociopolítico más consistente.
Hemos analizado el nacimiento de las comunidades pewenche reduccionales,
comprendiendo el dificultoso proceso de rearticulación de las relaciones: a) entre grupos
pewenche b) con el estado y sociedad chilena, lo que implica una serie de aprendizajes
políticos, socioculturales para adaptarse a un contexto de imposición subalterna sobre todo
184
Por ejemplo, en Cauñicu (Reducción José Anselmo Pavian) se testimonia que antes del régimen
reduccional, existían varios lovche bien diferenciados. Existía el lovche lavquenche (gente de la laguna)
ubicado en una vega al norte del rio Cauñicu, el lovche nomeche (gente del otro lado) y el lovche chenqueche
(gente de la cueva) compuestos cada uno de seis a siete grupos residenciales patrilocales. Cada uno
funcionaba con independencia en ritos comunitarios como el nguillatun. Vid. GUNDERMANN, H: Análisis
Estructural de los ritos mapuche nguillatun y pintebun…. 1980, p. 98 185
GUNDERMANN, H: Análisis Estructural de los ritos mapuche nguillatun y pintebun. Tesis de
Licenciatura en Antropología Social, Universidad de Chile, Santiago, 1981 186
ISLA, J: Pewenche. Estudios sobre territorio y proceso social…2001, p. 84
88
en lo territorial, adaptando estructuras propias, tarea como hemos visto no exenta de
contradicciones y conflictos.
Creemos necesario examinar ahora las estructuras y prácticas de índole sociocultural
y económica que despliegan estos grupos en su habitar y aprovechar este espacio, asunto
que comenzaremos a detallar en el capítulo que prosigue a continuación.
89
CAPITULO TERCERO: Aspectos socioculturales pewenche: Cambios,
estructuras, relaciones de las nacientes comunidades (1920 – 1968)
3.1 El Cacique de Ralco
El teniente del Regimiento Lautaro, don Zorobabel Villablanca, el Cacique de Ralco, J.
Ignacio Maripi y don Mariano del Villar visitaron ayer la Escuela Superior de Hombres.
Aun se hallaba engalanado el local con la bandera tricolor en homenaje al aniversario de la
batalla de Tarapacá, que celebra anualmente cual una hermosa lección cívica para los
alumnos, en que Eleuterio Ramírez se coloca entre Arturo Prat y Manuel Carrera Pinto ante
la gratitud de la posteridad.
El objeto de la visita era pedirle al director don E. Núñez Caviedes algunos útiles para que
el Cacique Maripi instale una Escuela para los araucanos de Ralco, la que abrirá sus
puertas en las regiones andinas de nuestro departamento.
Como la petición era autorizada por la inspección de Escuelas, el señor Núñez Caviedes y
los Profesores le proporcionaron los silabarios, libros de lectura y pizarrillas que se dan de
baja anualmente a lo que el Casique (sic) Maripi quedo muy agradecido y prometió retribuir
el servicio con una sorpresa que nos reserva para la instalación de la Plaza de juegos
infantiles.
Un villatun
En la mañana de ayer recibimos visita del cacique de Ralco, J. Ignacio Maripi, quien por
intermedio de su lenguaraz, nos manifestó que el día 10 o 12 del próximo mes de Febrero se
llevara a efecto en el estadio municipal de esta ciudad, un “villatun” que los araucanos de
Ralco darán en testimonio del agradecimiento por la ayuda que han recibido para fundar
una escuela en aquella reducción.
Nos agrego el cacique que en esta fiesta participaran cerca de doscientos araucanos de
ambos sexos.187
“Maripi”
187
El Siglo de Los Ángeles, 29 de Noviembre de 1924. p. 6, N: 6699.
90
Hemos visto al Cacique de Ralco, Maripi, acompañado de varios indígenas y de su
lenguaraz.
Maripi nos dice que pronto verificaran en esta ciudad un villatun. Para nosotros los que nos
titulamos de civilizados, esta palabra exótica nos recordara solo vulgares chibateos (sic) ya
vistos, porque ignoramos el significado completo que los araucanos le dan, significado que
no aprisionaremos nunca por cuanto tendríamos que poseer el alma india.
Mientras habla el cacique, nosotros vamos examinándolo y reflexionando. Maripi tiene en
su rostro chato y bronceado, de pómulos salientes, cabellera negra y enmarañada, de bigotes
ralos y caídos, la espresion triste de su raza.
Envuelto en su chamanto de colores vistosos, nos mira tristemente. Nosotros también lo
miramos tristes. Representa la agonía de una raza. El araucano indómito de ayer, piedra de
tope a la conquista española, es hoy una sombra. Practica la filosofía oriental. Todos los
vejámenes de que lo hace victima la civilización, impía y brutal, no logra arrancarle de su
mutismo y aislamiento. Ese congreso de araucanos, celebrado en el sur, hace poco no
significa otra cosa que nuestros aborígenes se incorporan a la vida nacional, ya civilizados,
es decir domesticados.
Ya no miramos su bravura, miramos el lado pintoresco de este autóctono, ayer tan temible,
que hacían huir, plenas de pavor, las huestes de don Alonso de Ercilla.
Hasta el último rincón de sus montañas feraces, donde floreciera otrora el copihue teñido en
la sangre de cien combates, llega el pulpo civilizador, con el aguardiente y el papel sellado.
Y la vieja raza sucumbe.
Cacique de Ralco, saludo en ti al representante de la briosa Araucanía y a tu tristeza
tradicional ya en tu gente – se une la mía para llorar – moderno Jeremías – sobre las ruinas
de una raza fuerte y no igualada como dijiera el cantor de sus glorias, el inmortal don
Alonso en su magna epopeya188
.
Me permito comenzar este capítulo citando una serie de dos artículos publicados en
la década del veinte en el periódico local de la joven jurisdicción del Bío Bío. En el
segundo texto está plasmada la mentalidad de una época, en donde se entrecruzan las
imágenes del glorioso pasado épico del mapuche con las del indígena sometido y
188
El Siglo de Los Ángeles, Jueves 15 de Enero de 1925. p. 4 N° 6739
91
pacificado, de fines del siglo XIX e inicios del XX189
. Civilizado a través de su integración
a la sociedad chilena como lo demuestra la realización del congreso de Araucanos y la
elección de gobernadores y diputados indígenas, la vieja vida india, de nguillatunes y
griterios incomprensibles, de exóticos conocimientos de índole asiático e incompatibles
con el impulso de lo moderno, estará destinada a desaparecer no encontrando más
resistencia que los llantos impotentes de una raza que se extingue190
. La modernidad, a
juicio del columnista, sino se domestican y civilizan les tiene reservado su lado más impío:
el engaño legal y el embotamiento eterno del alcohol.
Hemos destacado algunas unidades textuales: demanda por educación, realización
de nguillatun, chamantos de colores vistosos; para señalar algunos elementos interesantes
para ser analizados en estos corpus escritos, que permitirán profundizar en sus contextos,
pudiendo establecer relaciones interesantes entre las categorías involucradas. En suma,
estos interesantes documentos de prensa nos servirán como hebra principal para tejer este
capítulo.
No deja de tener algo de razón el columnista al señalar que los engaños y malas
prácticas continuarán si el indígena no se ilustra, pues remitiéndonos al primer artículo el
longko Ignacio Maripi de Ralco, cuya elección en el cargo podemos fechar en 1919 según
un documento de la Intendencia:
Esta Intendencia ha tomado nota de lo espuesto por los indíjenas de la reducción de “Ralco”
sobre el nombramiento de Don Ignacio Maripi como cacique de la citada reducción”
Fortunato de la Maza
Intendente del Bío Bío191
Efectúa un periplo a Los Ángeles, antes de iniciarse el periodo tradicional de
veranadas (diciembre – marzo), a concertar entrevistas con autoridades192
buscando
189
LEÓN, L: “Ngulan Mapu (Araucanía) La pacificación y su relato historiográfico, 1900 – 1973” Revista de
Historia social y de las mentalidades N°IX, Vol. 2 (2007) pp. 2,3 190
Esta imagen no solo circulaba entre el público lector de un diario, sino también en la intelectualidad y por
ende en los trabajos investigativos de la época. Así por ejemplo Tomas Guevara titula a una de sus obras “Las
ultimas familias Araucanas” 191
AHNM. Intendencia del Bío Bío, Los Ángeles, Diciembre 6 de 1919. N° 1478, p. 222 192
Podríamos creer que el longko adquiere nuevas funciones de negociador con las autoridades chilenas
debido al contexto reduccional, pero como señalábamos en el capitulo anterior; los jefes o lideres pewenche
tienen una tradición de parlamentar y lograr acuerdos con gobernadores, y jefes de ciudades desde la colonia.
Puede ser que esta función ahora se acentué y sea más valorada por las familias de la comunidad debido a la
pauperización territorial y social de los grupos pewenche.
92
implementos para instalar una escuela en la comunidad. Esto puede responder a una
necesidad de apropiación de la educación, especialmente del castellano, como estrategia y
herramienta para protegerse contra de los abusos de la cultura escrita en castellano, como
aquellos que se cometieron en las “compras” de terrenos efectuados por privados y
legalizadas por las notarias chilenas193
, e interactuar en mejor pie con la sociedad chilena
que los rodea, en el caso de Ralco, los inquilinos, administradores y patrones del Fundo del
mismo nombre dentro del cual la comunidad se encuentra enclavada. La “Escuela” no llega
en estos años como respuesta a una planificada acción aculturativa del gobierno a través de
la educación, sino como una petición hecha por los propios habitantes de las
comunidades194
Podemos identificar en nuestro caso algunas estrategias educativas destinadas a este
fin, en primer lugar la habilitación por iniciativa propia de escuelas para la enseñanza a
través de comuneros que había logrado aprender idioma wingka, por el trabajo en haciendas
chilenas o en las estancias de la provincia argentina de Neuquén (trabajo apatronado).
Mi papa fue el primero que hablo castellano, porque se fue a trabajar al fundo y se relacionó
con colonos chilenos, al comienzo se trabajaba así no mas a puro azadón, se daba bueno el
trigo. Mi padre también trabajó en fundos en el sector de los Ángeles y hubo un tiempo que
trabajo en Argentina, en los Ángeles aprendió el castellano195
Estas personas están presentes desde la formación de la comunidad reduccional
colaborando en la petición o los intentos de petición de títulos de merced y en los asuntos
reservados a las relaciones con autoridades chilenas, puesto que estos primeros longkos
generalmente eran solo hablantes principalmente del Chedungun, con conocimientos
193
Ejemplo de los abusos: Contratos en español, precios irrisorios (sacos de harina, vino, algunos caballos),
firmantes que no entendían el idioma castellano. Para profundizar en este asunto véase: CORREA; M;
MOLINA, R: Territorio y Comunidades Pehuenches del Alto Bío Bío. Temuco. 1996 194
Compartimos la hipótesis de María Poblete, quien en un estudio referido a la educación en comunidades
mapuche de Panguipulli durante las primeras décadas del siglo XX señala: “Los mapuches desplegaron una
serie de estrategias entre las cuales destacó una postura activa hacia el aprendizaje del castellano y otros
conocimientos básicos que, pensaron ellos, podrían ayudar a enfrentar la incorporación al Estado chileno en
mejores condiciones. Estas iniciativas no implicaron una asimilación a la sociedad chilena y un abandono de
su identificación como mapuches, sino por el contrario fueron un medio para conservar las diferencias”
POBLETE, M: “Comunidades Mapuches de Panguipulli y Educación: Las primeras décadas del siglo XX”.
Revista Austral de Ciencias Sociales, N° 5 (2001), p. 20 195
Testimonio de Felidor Pereira, Butalelbun, 2007
93
rudimentarios del castellano196
: “mi abuelo era secretario de Antonio Canío [primer longko
de la comunidad de Trapa Trapa] , sabía leer y escribir, el cacique no sabía hablar en
castellano, mi abuelo si y él le traducía”197
Se habilitaban espacios donde estos comuneros bilingües en primer instante o
posteriormente educadores de ciudad podrían transmitir estos conocimientos básicos y
necesarios para desenvolverse dentro de la sociedad chilena, bajo control directo de la
comunidad. Estas primeras “escuelas” eran apoyadas por la estructura de gobierno
provincial como nos mostraba la visita de Ignacio Maripi a los Ángeles y el testimonio de
don Ángel Ancanao reafirma: “La escuela entro antes a la comunidades altas del Bío Bío y
del Queuko, la educación informal entro en la década del 30, escuelas pilotos, las
comunidades pedían que alguien fuera a enseñar escribir o a leer, las comunidades decidían
que se aprendía (aunque era solo instrucción) por lo general eran adultos, yo me acuerdo
del gobernador que promovía esto”198
Estas primeras escuelas de tipo “informal” según don Ángel, funcionaban de forma
esporádica, dependiendo de las circunstancias climatológicas, disponibilidad y voluntad de
profesores para desplazarse a estos apartados sectores cordilleranos. Además las jornadas
estaban sujetas a la disponibilidad de los alumnos, pues los niños y jóvenes cumplen una
importante labor de ayuda en labores de trabajo, como cuidar animales, recolectar piñones
cuando la temporada lo permite, ayudar en las labores del hogar199
. Otros testimonios
reafirman lo dicho hasta el momento, señalando el contenido de las clases, el recorrido del
profesor para llegar hasta las comunidades del Alto Bío Bío:
La escuela antes no estaba donde está ahora, se arrendaba una casita por ahí. Hasta mi papa
pasaba algún lugarcito. Era particular. No pertenecía a ninguna iglesia. Era el profesor no
196
Por ejemplo, Francisco Manquemilla longko de Kallaki en las primeras décadas del siglo XX, debía
hacerse acompañar por lenguaraces en sus viajes a Temuco o Los Ángeles. Vid. “Reclamo de Indijena” El
Siglo de los Ángeles, 9 de Julio de 1923 197
Testimonio de Manuel Tranamil, 80 años, Trapa Trapa, 2007. Los paréntesis son míos. 198
Testimonio de Ángel Ancanao, Ralko Lepoy, 2007 199
“La educación no solo es irregular en los meses de invierno, pues al comenzar el año muchos de ellos van
para recibir materiales, pero luego dejan de ir, porque deben recoger piñones, y al cabo de un tiempo vuelven,
para dejar de ir nuevamente en el invierno y volver a la primavera. En conclusión, las clases están más
definidas por la madre naturaleza que por los planes de estudio del gobierno”. Este párrafo que señala lo
esporádico del régimen de asistencia a clases por razones laborales y climáticas pertenece a un estudio
elaborado en el año 2000. MIDEPLAN. Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío,
2000, p. 109
94
más que venía de Lonkimay. Era pagado por el Estado, era profesor recibido. Tenía que
enseñarles a los pewenche que no sabían. No les dejaba hablar el Chedungun, pues debían
aprender el castellano, debían aprender las letras.
Luego de esta etapa inicial referida básicamente solo a la alfabetización inicial, las
comunidades a través de sus longkos comenzaran a abogar por el establecimiento de
escuelas de índole más formal en la década de los sesenta, donde se superara la enseñanza
básica del castellano, dando lugar al aprendizaje de otras materias bajo un régimen de
enseñanza desarrollado por un educador con estudios formales. Pero esta formalización
según el relato oral involucra la intervención más fuerte del Estado, perdiendo las escuelas
el control comunitario, enajenándolas como estrategia de resistencia transformándolas en
una imposición estatal200
:
“Pero después entro el Estado y los caciques y las comunidades ya no tuvieron el control de
lo que se enseñaba, era solo instrucción, no eran necesariamente profesores y eran de
afuera. Con el Estado comienza la educación formal y de más cursos y con profesores de
Estado y con control estatal y no comunitario. La escuela de Ralko no era pewenche era de
colonos”
[…]
Hasta 1968 estuvo este sistema de enseñanza de mayores de 18 o 21 años. Neykuman
gestiono la instalación de las escuelas formales, con otros caciques como Atilio Pereira de
Butalelbun y Francisco Gallina de Pitril201
También existía la posibilidad de asistir a escuelas particulares establecidas en las
propiedades hacendales que rodeaban las comunidades pehuenches, como por ejemplo
Fundo Trapa, Fundo Queuco, Fundo Guayali, pequeños establecimientos dirigidos
principalmente a educar a los hijos de los inquilinos o colonos chilenos. Las interacciones
entre pehuenche y colonos en estos espacios no estaban exentas de dificultades debidas a la
diferencia étnica existente, que imponía una verticalidad en las relaciones, encontrándose
los inquilinos chilenos en la cima. Esta situación es constatada en una visita de un
200
El proceso de intervención educacional fuerte de instituciones foráneas o chilenas en las comunidades de
nuestro estudio comenzara en la segunda mitad de la década del setenta, con el arribo de escuelas
dependientes de congregaciones religiosas, y la construcción e instalación de internados por parte del
gobierno militar. 201
Testimonio de Ángel Ancanao, Ralko Lepoy, 2007
95
funcionario del Ministerio de Tierras y Colonización, ya en 1970, con respecto a la
situación de la escuela que funcionaba en el Fundo Trapa:
Al visitar esta región y mantener contacto con sus habitantes, pude comprobar que existen
entre mapuches y colonos chilenos diferencias que tienen características de antagonismos
de razas, dándose el caso que en las hijuelas la profesora me manifestó que para solicitar
ayuda para problemas relacionados con sus actividades docentes, tiene que hacerlo de
forma separada y que le ha sucedido que en una ocasión al citar al centro de Padres y
Apoderados de la escuela, los colonos chilenos le han manifestado que ellos no asisten si
van indígenas, y una igual situación se manifiesta en el trato despreciativo y la mas de las
veces prepotente que tiene el colono hacia el indígena. Esta situación indigno al informante
en tal forma, que en la reunión que mantuve con ellos los reconvine de forma enérgica por
este proceder, claro si que lo hice en mi calidad de representante del Intendente de la
Provincia202
.
A pesar de estos esfuerzos de los longko y otras figuras de las comunidades o de las
iniciativas de las escuelas de fundos, la alfabetización hacia 1965 era muy precaria,
existiendo unas altas tasas de analfabetismo:
Cuadro 3: Tasa Analfabetismo Comunidades Alto Bío Bío 1965.
Comunidad Porcentaje
Trapa Trapa 84 %
Malla Malla 83 %
Cauñicu 79,8%
Fuente: En base a Censo de la Dirección de Asuntos Indígenas (DASIN) 1965. No se
incluyen las comunidades sin título de merced.
En estos años, la demanda por una escuela permanente y estatal era repetitiva entre
los jefes de familia de Alto Bío Bío, que necesitaban de esta institución para la instrucción
de sus hijos, nietos, juventud203
.
202
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814. REF: Informa problemas existentes en el fundo Trapa Trapa y
Queuco. Provincia de Bío Bío
Oficio N° 51. Concepción, 26 de Enero de 1970 203
Existe un ítem en el censo de la dirección de asuntos indígenas de 1965 efectuado en Alto Bío Bío
dedicado a las “Necesidades más urgentes” donde los jefes de familia planteaban sus inquietudes. Cerca del
90% de los 145 grupos familiares muestreados en tres comunidades por este instrumento, expresaban como
necesidad una Escuela Fiscal.
96
Existían otros circuitos de transmisión de conocimientos de índole pewenche,
efectuados por los abuelos (laku) o los padres, al calor del kutralwe (lugar del fuego)
encendido al interior de la ruka, que hacen referencia a comportamientos morales, valores y
tradiciones que se traspasan desde “los antiguos” a las nuevas generaciones: “Yo vivía con
mis abuelos y ellos siempre me contaban historias alrededor del fogón, nos hablaban del
respeto de la humildad, de valores pewenche, sobre todo antes de dormirnos”204
Otros conocimientos referentes a los ciclos de la naturaleza, a las estrellas; a los
ritmos del wenumapu (tierra del cielo) y de la ñukemapu (madre tierra, dimensión de
existencia del hombre) también eran socializados dentro del aprendizaje del joven
pehuenche, adquiridos ya sea por transmisión en idioma chedungu o por constatación
practica del medioambiente.
Se iba tomando conciencia en la práctica a reconocer el poder de la naturaleza, del rio, de
los truenos, de la tierra, etc. Los seres vivos se comportan como nosotros y por ejemplo un
animal no nos incomoda que duerma en la casa, porque es algo natural, nosotros
aprendemos de las aves, cuando ellas bajaban era porque iba a hacer mucho frio cuando
había muchas cascaras en el bosque y pitiaban mucho iba a llover, uno tiende a entender en
el comportamiento de la naturaleza. Nadie tiene reloj, nadie lo apura a uno, es por procesos
o ciclos naturales, los ancianos decían que el cielo era el espejo de la tierra, mi papa me
mostro un eclipse y nos enseño una fuente de agua como se veía, yo no entendía (…). Vi un
observatorio astronómico y me recordé lo que mi padre me enseño respecto al eclipse y
esos dos espejos de agua, esa filtración de agua permanente lo veían los ancianos y
clarificaban lo que sucedía en el cielo para que lo que va a suceder en la tierra. Por ejemplo
en esta época de Julio, la primera luna del año, la llaman la luna mentirosa, es un ciclo de
inestabilidad en el tiempo, la gente espera harta lluvia, eso es algo bueno para con la tierra,
mientras más llueve o nieve, tormentas se debe estar feliz porque la tierra goza con eso, acá
es todo sano sin contaminación, el agua que cae es pura, la naturaleza manda acá205
.
Dentro de estos conocimientos, representaciones y prácticas tradicionales
transmitidos se encuentra el nguillatun: (el villatun del periódico angelino), y la confección
de textiles de lana de oveja, identificada como vistosos chamantos de colores. El
Nguillatun hace referencia a una práctica ceremonial religiosa de profundo significado
204
Testimonio de Pedro Pichinao, Pitril, 2007 205
Testimonio de Ángel Ancanao, Ralko Lepoy, 2007
97
simbólico, que articula a la comunidad reduccional dándole sentido; y el manejo de las
artes del tejido, una estrategia de sobrevivencia que permite vestir a la familia; y obtener
réditos económicos de su intercambio por dinero o por especies; representando
conocimientos profundos de la cultura pewenche, pues detrás de los vistosos adornos de
colores rojos, azules y amarillos, que para el chileno son solo figuras sin mayor sentido se
oculta toda una amplia gama de simbolismo mágico-religioso. A continuación revisaremos
estos dos aspectos de la sociedad pehuenche, comenzando por el Nguillatun.
Nguillatun es un término en chedungú que se descompone en nguillatu (pedir) y en
–n que denota acción206
. La palabra en su totalidad podría ser interpretada en castellano
como “acción o petición de ruego”. El longko de Ralko, Ignacio Maripi, pretendía
agradecer en 1924 por la ayuda prestada en cuanto a materiales educativos a través de esta
ceremonia, rogando al panteón de dioses pewenche por la comunidad angelina. No
podemos asegurar si realmente se verifico esta acción en la ciudad cabeza de la Intendencia
del Bío Bío; pues con su enunciación por parte del longko se ponen en movimiento
procesos religioso-simbólicos, que hacen referencias a espacios sagrados, símbolos
sagrados, formas organizacionales religioso familiares, en resumen: complejos significados
referentes a lo humano y lo divino que hacen parte de una cosmovisión especial de este
pueblos enclavados entre el Queuco y el Bío Bío, y ligados a este territorio. Tampoco
podemos comprobar documentalmente su realización, pues esta no es señalada en la serie
de fuentes periodísticas ocupadas por nuestro trabajo. No es nuestra pretensión actuar con
ambición extrema y aseverar que explicitaremos todos los aspectos o dimensiones
involucrados en esta ceremonia, sino que a través de preguntas básicas intentaremos
adentrarnos en alguno de estos variados significados, lo que se hace necesario pues esta
ceremonia es un claro marcador étnico de los grupos pehuenche
¿A quién o que se ruega o peticiona en una ceremonia nguillatun pewenche? Se
intenta religar o establecer una conexión con distintas entidades, las cuales son agrupadas
por los expertos en: “divinidades mayores”, “divinidades menores” y “antepasados”, las
tres en una relación de subordinación (las primeras controlan a las otras) y generalmente se
presentan en pares masculino-femeninos. En Alto Bío Bío la entidad apical es identificada
como Chachau (padre) o Ngenechen (tutor de los hombres). Como dualidad, este “Dios
206
GUNDERMANN, H: op. Cit, p. 11
98
Padre” es identificado con la pareja Antu Rei Vucha (Anciano Rey Sol) y Antu Rei Kuze
(Anciana Reina Madre) o también como Antu (sol) y Kuyen (luna); pareja superior que
domina en el wenumapu (tierra del cielo), siendo el Antu, en su identificación masculina la
divinidad superior del panteón, que se comprueba, según los informantes, día a día al
observar la posición central que ocupa en el cielo. Esta pareja es la creadora de la totalidad
del mundo, de la naturaleza, del orden social, de la mujer y del hombre, del bosque de
araucaria. Poderosos seres que inciden en: “la periodicidad lumínica, estacional, los ciclos
vegetativos, la reproducción, las aguas de lluvias, etc. (…) el orden social corresponde
realizarlo a los hombres y las divinidades operan sobre la realización de este orden,
sancionándolo o aprobándolo”207
Como divinidades subordinadas o menores, pero no por ello menos importantes, se
encuentran la pareja: Pewen Vuta y Pewen Kuze: anciano y anciana del pewen del los
cuales depende la producción y reproducción de las araucarias o pewen, la entidad
masculina tutela a los arboles machos, y la femenina a las hembras (la araucaria es una
especie diádica). Cuidan las relaciones de la “sociedad de los pewen” pues en sus
relaciones, estos árboles replican un lov, formando grupos o núcleos llamados lovpewen.
En los cerros y las montañas, donde se encuentran las pasturas de veranada y los
frutos de esta misma estación habita Mawizañechen (dueño de la montaña) y
Mawizañenemapun (dueño del terreno montañoso) pareja que controla las aguas que brotan
de las cumbres, los minerales, las hierbas, los bosques.
Como se puede deducir, el nguillatun está relacionado a peticiones por los ciclos y
elementos naturales que son del dominio de las divinidades mayores y menores, se intenta
conectar o incidir en sus decisiones, pidiendo por buena luz, buenas cosechas, buena
crianza de animales y pasturas: en definitiva que todo resulte de la mejor manera en los
ciclos productivos del ganado y la agricultura, también por la estabilidad y el bienestar de
la comunidad: vigor, fuerza, salud, inteligencia para todos. Como nos informa Manuel
Tranamil: “bueno ese día se da gracias a nuestro señor Nguchen por todo lo que nos da, por
nuestros hijos, por la lluvia por todo”208
207
GUNDERMANN, H: op. Cit, p. 31 208
Testimonio de Manuel Tranamil, Trapa Trapa, 2007
99
¿Quién y cómo se organiza el ruego? Las rogativas son organizadas por las comunidades
(grupos residenciales exógamos coligados) durante los meses de abril y diciembre, por un
par de patrocinadores: el longko y el inanlongko (lit. cabeza secundaria) figura que
generalmente coincide con el secretario del cacique, a quienes les corresponde disponer de
los animales del sacrificio, y organizar las invitaciones al resto de las familias o a otra
reducción cercana a través de un werken (mensajero). Toman estas figuras políticas el rol
de ñenlepun o ñenzunú (dueños del lepun y de la palabra respectivamente) durante el
desarrollo del rito, que dura tres días, efectuado tres veces al año, si agrega el rito del
Wetripantu209
.
También se practicaba la rogativa del We Triapantu, es una festividad que se realiza en la
víspera de un día al otro o sea se espera hasta las 12 de la noche y a esa hora se festeja “que
el sol volvió”, es un ciclo natural es como el inicio del año para sembrar y en donde vienen
las lluvias que le harán bien a la tierra para tener buenas cosechas y por el nacimiento de
nuevos animales. El nguillatun lo hacemos el 4 de Enero y después a principio de abril o sea
2 veces al año210
En la actualidad lo realizan algunos acaserados de mayor edad, debido a los
procesos de modernización e intervención religiosa (especialmente evangélica) actual:
“Aquí los que organizamos el nguillatun somos los ancianos, es decir yo y varias personas
más, somos 4 o 5, se contactan y se ponen de acuerdo y tal día se hace el nguillatun, no se
avisa a los religiosos que están más allá porque ellos siendo de la misma cultura, siendo
igual a nosotros protestan contra nuestra cultura”211
Las familias de la comunidad se organizan en torno a un espacio sagrado, hierofánico
denominado lepun, un espacio puro designado por cada comunidad el cual no se puede mancillar
sembrando sobre él o practicando juegos; en un semicírculo de ramadas (ñekumtu), donde cada una
209
Según algunas investigaciones, el nguillatun no tendría a inicios de siglo la marcada periodicidad que
posee actualmente, efectuándose cuando los patrocinadores así lo dispusiesen, pudiendo ser cualquier fecha
del año. Bajo esta hipótesis podría encontrar sentido la promesa de nguillatun en noviembre de 1924 de
Ignacio Maripi. 210
Testimonio de Manuel Tranamil, Trapa Trapa, 2007 211
Ídem.
100
posee su puesto con un fogón. “cuando hubo mundo hubo nguillatun, desde lo más antiguo
del está el nguillatun, la gente se junta en una vega para hacer ramadas”212
Dentro del espacio del semicírculo de ramadas, específicamente al centro, se ubica
el rewe (de re: puro, no contaminado; y we: lugar, espacio, causa de un efecto). Este altar es
señalado por un símbolo compuesto de varios elementos. Dos banderas, una amarilla y una
azul atada a un mástil de koliwe, simbolizando el wenumapu y el Chau. Un árbol pequeño
de pewen (araucaria) y otro del tipo frutal (lleuque, peral, guindo), cascabeles, dos kultrun y
plumas de choike (ñandú). El lector familiarizado con bibliografía sobre ceremonias
mapuche notara la diferencia existente en forma con el rewe tradicional mapuche del valle
central simbolizado por una estatua-escalera con forma antrópica; acá el simbolismo de
escalera o “eje de mundo” es logrado por los arboles en conjunción con los otros elementos
descriptos del rewe pewenche. En este lugar marcado por el semicírculo de ramadas y el
rewe se oficiara la ceremonia, consistente en bailes rituales: tregilpurun (danza del treile),
lonkomew y amupurun (danza caminando)213
; acompañados de canticos (tayelve)
efectuados por mujeres214
; para luego pasar a las ofrendas: chavid, mudai, trigo, ñol ñol; y
los corazones de los animales destinados a Chau, ofrecidos en una larga oración en
chedungun donde se pide a la divinidad por el bienestar natural y social comunitario. Luego
se continúa con una comida redistributiva, donde cada grupo familiar cocina y dispone de
alimentos hacia sus vecinos: catutos, carne cocida, carne asada, tortillas, etc.215
.
Ampliaremos lo anterior con una transcripción extensa de una descripción otorgada por un
informante de la comunidad de Trapa Trapa
212
Testimonio de Manuel Tranamil, Trapa Trapa, 2007 213
Estos bailes son únicos de la zona de Alto Bío Bío, encontrándose similitudes con bailes desarrollados en
Argentina más que con los mapuche del valle central. Esto reafirma el viejo contacto de estas poblaciones con
los indígenas pampinos. Vid: GUNDERMANN, H. op. Cit, p. 46 214
Como señala Doña Clementina Treca (Callaqui, 2007): “Para empezar el nguillatun tengo que cantarle a
dios porque soy mapuche tengo que cantar. Porque tenemos que ir a rogarle a Chachaw, Chachaw está arriba
nadie más. El ordena por donde tenemos que ir. El indica a todos, el es nuestro dios”. 215
En el nguillatun de los pewen o pintevun; el ritual es similar estructuralmente; solo con algunas
diferencias: No existe awin (jinetes rodeando el lepun) el rewe es simplificado a las dos banderas, pero
reemplazando el arbolillo de pewen por un pewen adulto; no hay sacrificio, solo ofrendas rituales de
productos (trigo, chavid, etc), tampoco hay bailes. Existe un registro audiovisual precioso y muy raro por las
prohibiciones existentes a la grabación de este tipo de ritos, efectuado por el programa de televisión “Al Sur
del Mundo” en la comunidad de Trapa Trapa. Se puede apreciar en esta grabación varios elementos descritos
en esta caracterización, por lo que se recomienda su observación:
http://www.youtube.com/watch?v=pIfC0JHX29U
101
Viene gente invitada, esto se hace en un lugar especial por ejemplo llega un invitado y el
pasa por allá, sale aquí la persona, saluda a la persona y manda saludos a Ngenpin, es
alguien antiguo, nosotros heredamos este nguillatun. Entonces hay que pronunciar todo lo
que es en Chedungun y ahí se invita a las ramadas algunas veces no nos entienden, las
rogativas son hechas en nuestra lengua, nadie habla castellano en el nguillatun todo es
nuestra lengua, mujeres, niñas que estudian y cantan en chedungun, cuando se baila
lonkomew, ahí es cuando la mujer canta, todo en chedungun ¿usted nunca ha estado en un
nguillatun? Toda la comunidad está invitada al nguillatun, hasta las guaguas”216
[…]
La gente participa como una manda, uno siempre comparte lo que la persona cosecha, se
pone el mejor chivo, el mejor cordero, lo mejor y eso es para compartir con toda la gente y
son bienvenidos. Se sirve una platada de comida, pan ese día se muestra todo lo que es la
cultura. Yo siempre he pensado que la gente indígena hace nguillatun para que no falte
nada217
Mención aparte merece la tropa de caballos y jinetes que rodea el espacio del lepun
emitiendo gritos (kavavan), ruidos de cornetas e incluso disparando armas de fuego para
espantar al kalku (brujos, fuerzas del mal) del espacio puro, verdadero y sagrado del rewe.
Estos jinetes recién el nombre de awin, reafirmando la vieja penetración y adopción del
caballo en rituales simbólicos: “Este año hubo dos nguillatun pero salieron muy bien toda la
gente estuvo llega gente de otros lugares, caballos por lo menos unos 100 caballos llegan
para sacar una bandera, o sea 100 jinetes”218
Existe cierta confusión en los testimonios respecto a la diferenciación entre el
nguillatun correspondiente a Wetripantu, y la festividad campesina de San Juan.
“Aquí hace nguillatun los caciques, ahora hacen una vez y después no, algunos se levantan
a hacer nguillatun, antes los caciques eran más comprometidos, con el nguillatun, mis
abuelos hacían nguillatun, nosotros bailábamos, y en el día de San Juan también bailábamos
en medio de la nieve, esta te quemaba los pies nos amanecíamos bailando y no nos pasaba
nada no se enfermaban, los antiguos no le temían al hielo. La fiesta de San Juan se llamaba,
216
Testimonio de Manuel Tranamil, Trapa Trapa, 2007 217
Ídem. 218
Ídem.
102
seis días antes de San Juan se hacia el nguillatun, participaba toda la familia, cada familia
tenía su propia ramada, nuestro grupo tenía su ramada”219
[…]
San Juan no lo celebran acá, el 24 de Junio no se celebra, no hay festividad en este mes,
antes se hacía alguna celebración pero después comenzó a hacer mucho frio y se dejó”220
Es probable que la festividad campesina de San Juan se celebrara antiguamente,
traspasada por los colonos inquilinos chilenos habitantes en las grandes propiedades
privadas formadas luego de la radicación, pero nunca tuvo la importancia o funcionalidad
que se le dio siempre al nguillatun del wetripantu, siendo posteriormente San Juan,
olvidado, enajenado de las festividades, el mismo testimonio anterior remarca que se
celebraban las dos fiestas, no asimilándose una a la otra. Este fenómeno no ocurre en todos
los grupos poblacionales de raigambre pewenche, pues en poblaciones radicadas
(inquilinizadas, mejor dicho) dentro de los fundos cercanos a la novena región por la
vertiente del rio Bío Bío (Guayali, Los Guindos), que contienen una gran población
apatronada chilena, la fiesta de San Juan era la principal, siendo proscrita las referencias al
Wetripantu (año nuevo pewenche) o al nguillatun, teniendo que ofrendar los iniciados
ocultamente, como resistencia al orden cultural hacendal impuesto.
Antiguamente se celebraba la fiesta de San Juan la que era acompañada con guitarras y
bastante chicha. Había incluso quienes llevaban vino, recuerda don Leoncio. Doña Elvira
recuerda también que su madre siempre hacia rogativas sola, cuando era San Juan, pero
siempre oculto ella no nos dejaba ir a mirar Y se iba pa detrás de la casa a rogar y nosotros
algo mirábamos. Cuenta que eso si la madre y su padre la llevaban junto a sus hermanas a
la vertiente y nos hacían lavarnos la cabeza antes de que aclarara la luna y tomar agua. Pero
aun y siendo niña no era mucho lo que entendía sobre estos rituales, ni tampoco preguntaba
a sus mayores de que se trataba”221
En las comunidades (reduccionales) no integradas a fundos existen normas
implícitas que prohíben la participación de wingka en ciertos momentos del ritual, no se le
permite ingresar al lepun cuando se está en plena rogativa, pudiendo solo ser invitado a
219
Testimonio de Estanislao Paine, Butalelbun, 2007 220
Testimonio de Felidor Pereira, Butalelbun, 2007 221
ADRIAZOLA, M; CANALES; J: La Cultura desde los Kimche “De la resistencia oral a la resistencia
escrita”. Fragmentos para una historia de las comunidades de Alto Bío Bio. Santiago, 2009. p. 65
103
comer durante el intercambio de alimentos que se realiza casi al cierre del nguillatun,
generalmente en la ramada de algún grupo familiar con el que mantenga relaciones
comerciales (mediería)222
. El colono o wingka puede contaminar el espacio puro con el
desprecio que tiene hacia este tipo de manifestaciones religiosas, que para un sujeto de
matriz católica-cristiana pueden resultar blasfemas o paganas.223
Este límite puede hacernos
dudar de la posibilidad de realización del nguillatun en Los Ángeles por parte del longko de
Ralco, Ignacio Maripi a inicios del siglo XX.
Ahora bien, ¿qué función cumple este ritual en el seno de las comunidades
pewenche? Primero, es clara la función de comunicación con las potencias benéficas del
cielo para influir en sus actuaciones, con tal que los ciclos naturales (y por ende
productivos) sean benéficos: que no falte lluvia, que los pewen produzcan abundante
nguilliu, que la luz no falte, que los animales paran varias crías. Su otra función es
reactualizar los lazos comunitarios, las alianzas que unen a las familias (grupos
residenciales y locales), expresando esto el orden social pewenche224
, en cierto sentido
también sirve para reafirmar la importancia de la existencia de ciertos cargos políticos (por
lo menos en estas décadas iniciales del siglo XX) como por ejemplo el longko y su
secretario (inanlongko) en su función patrocinadora. Este ritual marca una diferencia con el
espacio de los wingka cercanos: el espacio de la comunidad es también el espacio
“ideológico” del nguillatun; vedado en su significado vivido al colono chileno.
Cuando anteriormente nos referíamos a la transmisión de conocimientos
tradicionales, poníamos como ejemplo el “chamanto de vistosos colores” que tanto
impresiono a los cronistas del diario angelino. Ha llegado el momento de describir este
textil en lo que significa y sobre todo preguntarnos por las relaciones que podemos
desarrollar.
En un primer nivel podríamos preguntar: ¿Qué fue lo que observaron los angelinos
en los aperos de longko? Un chamanto (chamall: manta de lana) era un reboso que se hacía
con lana de ovejas de color, llevaba figuras cuadriculadas”225
, que contenía figuras de
222
GUNDERMANN, H. op. cit, p. 86 223
Ibídem, p. 87 224
Ibídem, p. 95 225
AGUILERA, P: Diseños de los textiles pehuenches, 2010, p. 10
104
cuadros de variados colores. Más allá de la explicación, es adecuado presentar una muestra
de este tipo de textiles:
Cuadro 4: Muestra de textiles pewenche.
Fin 1: Ojos de Chachao Fig. 2: Wekufe
Fig. 3: Pilmaiquen Fig. 4: Amupurun.
Fuente: Aguilera, Pedro: Diseños de los textiles pehuenches, 2010
Estos cuatro tejidos presentados como muestra nos revelan el colorido de los textiles
pewenche, formas de trabajo de cada pieza, y la presencia de símbolos bordados en las
mismas. Nos referiremos a estos aspectos.
El color para teñir las hebras obtenidas de los vellones de oveja se obtiene de
diferentes tintes naturales presentes en arboles, tierras, cenizas, hojas, a través de procesos
de hervido, secado. En este pequeño cuadro se resumen algunos de estos procedimientos.
105
Cuadro 5: Preparación de colores.
Color Material Procedimiento
Verde Hojas de Hualle Hervido
Verde claro Hojas de sauce Hervido
Negro Hojas de Radal Hervido
Rojo Oscuro Piedra Volcánica Mezcla
Café Oscuro Corteza de Hualle Hervido
Plomo Ceniza fina de desechos
volcánicos
Mezcla
Naranjo Zanahoria Hervido
Cuadro N° Procedimientos de tintura pewenche. En base a Aguilera, Pedro: Diseño
de los textiles pehuenches, 2010.
En cuanto a la forma de tejido e hilado, se usa para hilar el vellón bruto de lana una
rueca de madera y un aspa de colihue de un metro de diámetro con una cruz en la punta por
donde pasara el hilo para ser transformado en madeja. Se utiliza un telar vertical llamado
utral; hecho de dos palos que llevan unas siete perforaciones cada uno, en donde se
introducen pequeños palitos que sostienen dos palos atravesados que van en forma
horizontal amarrados el uno arriba y el otro abajo según en largo que le quiera dar al
producto que fábrica. La gama de productos manufacturados de esta forma es amplia, y será
detallada en el cuadro a continuación.
Cuadro 6: Descripción y funciones de los productos textiles.
Textil Descripción
Peleras Para la blandura de la montura o sobre el lomo del
caballo.
Lama Frazada rectangular delgada, con varias líneas de
colores
Manta o Poncho Por lo general el poncho es de color plomo con rayas
106
rectas con el mismo significado de lo anterior. Esta
manta sirve por toda la familia, la usa el hombre y la
mujer
Chamanto Manta hecha con lana de ovejas de color.
Prevenciones o Alforjas Sirve para colocarlo en la parte trasera de la montura
del cabo para llevar de viaje el “cocaví”. Pan,
charqui, harina tostada, yerba mate y azúcar
Pilken Era un telar de hilo muy delgadito de oveja negra o
de café oscuro que tejía cuadrado con el fin de
cubrirse la mujer con una envoltura especial que la
dejaba muy bien vestida desde los hombros hasta
los pies ayudada con prendedores, alfileres y otras
amarras en la cintura
Trariwe Faja, se uso de cuero antiguamente como un
cinturón. Después pase a construirse en el telar para
colocarle colores con hermosos bordados de gran
significancia. La faja sirve amarrarse a la cintura la
chiripa, hoy en el día en los pantalones
Fuente: En base a Aguilera, Pedro: Diseño de los textiles pehuenches, 2010
Se deban agregar los calcetines, gorros y chombas hechas de lana para soportar los
crudos inviernos de las serranías. En el caso de los ejemplos mostrados en paginas
anteriores, las figuras numero 1 y 2 corresponden a manta y chamanto; y las figuras dos y
tres a calcetines.
Las artesanas se encargan de imprimir a cada tejido algunos motivos, que no están
hechos a la azar, sino que forman parte del ñitrim: pictogramas pewenche con amplio
sentido simbólico, reflejan profundos conocimientos, generalmente la cosmovisión y la
estrecha relación con la naturaleza de las comunidades.
El ñitrim de la figura numero 1 se denomina “Ojo de Chachao” refiriendo a Chao
Ngenechen creador de los hombres y la naturaleza. Es el ojo grande de la divinidad con el
que todo lo ve, representando los complejos bordados internos de la figura el interior de la
107
pupila de Dios, las diversas formas representan la suma total de lo creado: rukas,
naturaleza, plantas, todo lo humano y lo divino. El ñitrim de la figura N° 2 representa a las
potencias negativas, a la mirada maligna del wekufe que habita en los volcanes. Las puntas
representan las laderas del volcán y el fondo rojo, al fuego. El tercer pictograma figurado es
representativo de una hierba medicinal muy apreciada por los pewenche, denominada
Pilmaiken, que crece en los mallín (pantanos) y no se puede transplantar de ahí, pues
necesita de aguas muy limpias, por lo que representa pureza. El cuarto Ñitrim es bastante
claro, se trata del baile Amupurun efectuado por mujeres en las rogativas del nguillatun,
representa el agradecimiento de la mujer y de la comunidad hacia Chachao.
Falta señalar un importante rol cumplido por la producción de estos textiles, pues
constituyen una estrategia de sobrevivencia, que permite obtener la vestimenta del grupo
familiar y también aportar económicamente al servir de bien de intercambio: entre personas
de la comunidad y con la sociedad chilena. En el caso de Callaqui, estas ventas se
efectuaban sobre todo a trabajadores de la Maderera Ralco, durante la década de los
sesenta: “Como la gente que venía del sur necesitaba calcetines nosotros como teníamos
lana, salíamos a vender. Tejíamos calcetines, chombones. La villa se había poblado.
Nosotros hacíamos pantalones de lana a los niños, salíamos a vender para conseguir
plata”226
Y también existe un acercamiento a Argentina, a pesar de las restricciones
fronterizas a través del comercio efectuado en pueblos allende los Andes como Copahue.
La siguiente cita referida a la comunidad de Butalelbun, de un informe actual nos muestra
que esta tradición de mercadeo trasandino aun se mantiene:
“Las mujeres elaboran su artesanía en tejido en sus comunidades, calcetas, fajas, cintillos,
prensiones (para caballos) y las transacciones que se llevan a cabo son principalmente la
venta de estas artesanías, además de castañas, piñones y algunas verduras pero en menor
grado. Se lleva una cierta cantidad de trabajo terminado para que valga la pena el viaje y el
pago que se debe hacer para poder vender allí, puesto que por el derecho a vente se debe
cancelar a una muchacha tres pesos argentinos, si no lo hacen y son sorprendidas
vendiendo, les quitan su mercancía. Se vende a precios que fluctúan entre los $3000 y
$5000 cada par de medias”227
226
Testimonio de Clementina Treca, Callaqui, 2007 227
MIDEPLAN. Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío, 2000, p. 146
108
La producción de estas vestimentas se realiza al interior de la ruka familiar por las
mujeres; necesitando tener acceso a ovejas para procesar su lana, la familia debe manejar
cierto recurso pecuario, lo que nos obliga a preguntarnos por la composición de los hogares
y la configuración económica de las familias agrupadas. Para este objetivo utilizaremos los
datos del Censo efectuado en el año 1965 por la Dirección de Asuntos indígenas, que es el
primer esfuerzo serio por parte del Estado para rasgar el velo de ignorancia existente en
cuanto a la composición (cantidad-cualidad) de las comunidades pewenche de Alto Bío
Bío228
.
3.2 Sobrevivir, producir, relacionarse.
En la bibliografía existe consenso en que las comunidades mapuche-pewenche
poseen una economía de subsistencia, enlazada subalternamente con las dinámicas mayores
de la economía a nivel país, supliendo el sistema económico comunal mapuche (herencias
de tierras, relaciones de trabajo como la mediería) las carencias que las familias más pobres
tienen, permaneciendo por ende “cierta igualdad en la pobreza”229
o manteniéndose una
estructura comunitaria de manera artificial debido a las restricciones a las ventas de tierra
impuestas por las legislaciones especiales indígenas y la ausencia de centros urbanos
industriales potentes cerca de las comunidades230
La primer argumentación es quizás muy idealista al suponer o enmascarar en la
narración la existencia de desigualdades en la posesión de ciertos bienes (animales de
labor) que en un sistema reduccional que garantiza el acceso a la tierra a la gran mayoría de
sus miembros debido a que estas se heredan entre patriparientes (hijos e hijas de un padre)
y no se compran son gravitantes y marcan la diferencia entre una familia más pobre o más
rica.
228
Aun así, solo se enfoca en las comunidades detentoras de un titulo de merced, que en este territorio son
solo 3. 229
BENGOA, J; VALENZUELA, E; Economía Mapuche. Pobreza y subsistencia en la sociedad mapuche
contemporánea, Santiago, 1983 230
BABAROVIC, I: Campesinado Mapuche y procesos socioeconómicos regionales Grupo de
Investigaciones Agrarias (GIA), Santiago, 1987
109
La segunda argumentación enfatiza en demasía la situación de las comunidades
reduccionales amparadas bajo titulo de merced, existiendo comunidades sin títulos que se
mantienen hasta el día de hoy, lo cual sería imposible de explicar solo argumentando con
las restricciones de las legislaciones especiales, que durante gran parte del siglo XX, rigen
solo en comunidades “tituladas”. Aun así, estas dos argumentaciones ponen hincapié en
importantes factores: 1) Los mecanismos de trabajo entre familias de una comunidad 2) La
importancia del factor tierra y las conexiones económicas con la sociedad chilena
circundante (local-regional) en el desarrollo de la economía mapuche.
Nosotros exhibimos estas argumentaciones generales de la discusión sobre la
economía mapuche, y algunas de sus problemáticas para ejemplificar las posiciones
existentes sobre ella en el tramo del siglo XX que nos convoca. Nuestra propósito es más
humilde, no deseamos elaborar una teoría general del sistema económico mapuche, sino
solo describir su funcionamiento en el caso pewenche, enfatizando en lo económico
productivo como estrategia de producción y de sobrevivencia. Aunque podríamos aseverar
que los dos planteamientos de los autores señalados párrafos atrás se pueden aplicar: por un
lado, existen formas o estrategias propias de las comunidades pewenche que ayudan a
suplir carencias (medierías) y por otro lado, el mantenimiento de la dinámica económica
comunitaria se ve favorecida por la situación extremadamente aislada de las comunidades
pewenche de nuestro estudio, lo que impide contactos fluidos y cercanos con polos urbanos
fuertes.
El hogar pewenche la ruka, la zona que ocupa en el sector de invernada y la
extensión que ocupa la familia en la veranada constituyen los núcleos de la actividad
económica. Esta actividad tiene una base familiar productiva que aporta la fuerza de trabajo
de sus integrantes; al año del desarrollo del Censo231
(1965) tiene un mayoritario carácter
nuclear, con presencia no menor de familias extensas.
231
El apartado referente a la economía, elementos materiales de subsistencia, formas de producción de las
comunidades pewenche se construirá en base a este Censo, que se puede encontrar en su total extensión en el
Archivo General de Asuntos Indígenas de Temuco (AGAI), Carpetas: Presentamos en anexos cuadros
sinópticos basados en este instrumento que recomendamos consultar.
110
Cuadro 7: Cantidad y Cualidad de las Familias Pewenche
Comunidad Familias
Nucleares
Familias
Extensas
Familias
Compuestas
Total
Familias
Total
personas
comunidad
Trapa Trapa 48. 14 1 63 436
Cauñicu 33. 15 48 313
Malla Malla 23 11 34 216
Fuente: En base a DASIN 1965.
Lo que nos interesa señalar es que los terrenos se reparten entre familias, ya sean
nucleares o extensas que van desde los 3 a los 12 miembros, no existen tierras articuladas
comunitariamente en la invernada, sino familiarmente, las que se constituyen como la
unidad productiva básica. Generalmente en las familias extensas se dan las siguientes
situaciones: hijos emparejados (con o sin hijos) viviendo con dentro de la casa del padre,
hijas separadas o enviudadas que vuelven a la casa del padre o hermano conservando su
derecho a tierras, sobrinos y nietos dejados en casas de hermanos, un abuelo o abuela
anciana que vive en casa de sus hijos. Nunca se ven en estas familias extensas núcleos de
más de dos familias viviendo juntos, y generalmente es la familia del padre más la familia
de uno de los hijos.
Se destaca además un importante crecimiento demográfico si se compara con el
número de habitantes radicados en 1919 – 1920, o contrastando los datos de los censos de
1940 con los de 1952, en el caso de las comunidades sin título de merced.
Cuadro 8: Numero de habitantes de las comunidades de Alto Bío Bío
Reducción 1919 - 1920 1965
Cauñicu 240 313
Malla Malla 179 216
Trapa Trapa 240 436
Comunidad 1940 1952
Callaqui 271 275
111
Ralco 302 599 (se sospecha que hay
parte de Callaqui anexado a
Ralco)
Pitril 135 152
Fuentes: Títulos de Merced Antonio Canío, Anselmo Pavian, Antonio Marihuan. DASIN,
1965. Censo 1940 y 1952
Las casas o ruka constituyen el espacio donde estas familias habitan, pueden ser una
en el caso de una familia nuclear o varias cercanas en el caso de familias extensas. Son
construcciones hechas con gruesas y resistentes tablas o canogas de maderas nativas
(hualle, raulí, pellín, etc.) organizadas en forma rectangular, con techo del mismo material.
Una vivienda, que en perspectiva histórica está adaptada para una vida sedentaria y
campesina, al contrario que el antiguo toldo de la vieja vida nómade pewenche. Se conserva
el kutralwe o fogón, siempre encendido (o se entierran los tizones en ceniza, para ser
avivados por la mañana). Esta vivienda es el núcleo de la interacción familiar, dentro de sus
habitaciones, se encuentran las camas o cueros de oveja para dormir, el utral (telar) y la
lana, la cocina: el fuego y sus productos de cocina, alimentos colgando en ristras: uchú
(ajo), sevolla (cebolla) trapi (ají), nguilliu (piñón). También se guarda poñi (papa), porotod
(porotos), wá (maíz). Existían también hogares con dos habitaciones, dedicando uno a la
cocina, concentrándose en este lugar la vida pública (interacciones con visitas) y otra
dedicada a las habitaciones de dormir, privadas y abiertas solo al grupo familiar. Este relato
nos aclara detalles de los materiales de su construcción y su utilidad: “antes las casas era de
pura madera. Nevaba en invierno las casas eran de madera y chicas, techo de viga grande,
alto, para que no lo rompa la nieve y el piso de suelo no mas y el fogón en el medio de la
pieza y así se vivía, la gente dormía sobre cuero de ovejas, no había camas”232
Fuera de la casa está el espacio para la huerta y los árboles frutales, también algunas
veces pesebreras, galpones para guardar animales ovinos, caprinos, porcinos y bovinos,
además de corrales para aves domesticas (gallinas, patos, pavos)
Más allá, está el espacio para el sembrado y los talajes para los animales ya sean
pasturas naturales (coirón) o empastadas de alfalfa, pasto ovillo, tréboles blancos; cercados
232
Testimonio de Felidor Pereira, Butalelbun, 2007
112
en ocasiones con piedras y ramas espinosas, conformando un malal (lit.: corral,
empalizada). La adopción de la agricultura es tardía en los grupos pewenche, de hecho se
recuerda la apropiación del trigo, avena y centeno, con semillas intercambiadas o
compradas a colonos. Se debía sobrevivir como sedentario, lo que equivale a hacerse
campesino. Incluso los árboles frutales que se encuentran plantados en la quinta, o en la
cercanía de las casas tienen este origen: “Otra gente que trabajaba dentro del fundo
comenzaron a atraer semillas, centeno, cebada y trigo comenzamos a producir los primeros
colonos trajeron frutales, que también aprovechamos manzanas, peras, ciruelas, etc.”233
.
Los retazos de invernada son grandes: 30 a 100 has, pero poco cultivables por
tratarse de pedregal de montaña con fuertes nevazones y heladas en las estaciones frías, no
existiendo la tecnología necesaria para producirlo, por lo que en cuanto a agricultura, la
superficie sembrada se ve reducida de 1,5 a 6 has en el caso más amplio. Se siembra trigo,
centeno, en forma extensiva con precarias técnicas y pocas herramientas. En las fichas se
constata solamente la existencia de algunos azadones de madera, hachas, hechonas, palas,
carretas.
En términos agrícolas lo que se produce actualmente es el alfalfa, el trébol, sembramos un
poco de trigo, avena también, esas son las actividades agrícolas. Lo demás es lo ganadero.
Algunos están acá en Trapa Trapa, otros están en la cordillera pues vamos a campear,
rodear a los animales grandes (bovinos y caballares) a forrajearlos y ver el campo igual
como esta, el pastoreo de los animales pequeños (caprinos y ovinos)234
El sistema tradicional de preparación de la tierra para la siembra en estas
comunidades de desarrollo agrícola incipiente es un tumba de arboles, roce y quema
Antiguamente se cultivaba bastante. Se hacía roce, se rozaba la tierra, se botaban los
arboles. Se plantaba el trigo, el centeno, también las papas. Todavía se cosechan algunas
cosas. Todo era para el autoconsumo, para el consumo familiar, y para guardar todo el año.
Y estaban los animales que había que cuidarlos. Los animales existían hacía mucho tiempo
y la comunidad se auto sustentaba cuidando sobre todo vacunos, chivos, ovejas, etc.
[…]
233
Ídem. 234
Testimonio de Domingo Tranamil, Trapa Trapa, 2007
113
Lo que se siembra acá es papa y huerteo, para consumir. Verdureo, arvejitas, tomate, papa y
maíz. Es que aquí nos privaron el roce, antes sembrábamos con roce, con animal y azadón y
ahora estamos parados en eso, sin arar. Varios años CONAF nos corto el roce. Es que se
limpiaba bien, se voltiaba la tierra y después se prendía fuego para preparar la tierra y ahora
hay que aguantar aquí donde vivimos no más. Cosechábamos trigo, ese se daba. Pero como
ya no tenemos donde rozar hasta ahí llegamos aquí hay muy poca tierra, alcanza para el
huerteo, para el animal pequeño235
.
Las actividades agrícolas y ganaderas eran efectuadas preferentemente por hombres,
el “huerteo” de hortalizas en la cercanía de los hogares por mujeres, pero esto no quiere
decir que existiese una división sexual del trabajo estricta, sino que existe una
complementación de roles236
, la mujer y los hijos pueden como en el siguiente caso, entrar
al trabajo de los sembrados de trigo, armando gavillas, haciendo comida en actividades de
tipo mingaco237
Y antes cuando hacían siembra iban todos a trabajar hombres y mujeres. Para el corte los
hombres le daban duro y para levantarla y armar la gavilla hombres y mujeres. Antes el
trabajo era más comunitario, más común, se ayudaban unos con otros entre familias y entre
vecinos. Ahora están más individuales ahora ya no se ayudan como antes. La mama se
encargaba de las comidas y la hermana mayor también. Durante las cosechas por ejemplo,
ellas hacían la comida para todos los trabajadores”238
El método de quemar o talar bosque para efectuar sembrado junto con el aumento
demográfico antes comentado, va paulatinamente abriendo nuevos terrenos, expandiendo la
acción antrópica y la comunidad misma dentro del territorio reduccional, estableciéndose
nuevos núcleos poblacionales donde antes existían solamente veranadas, como en el sector
Trapa Alto: “Antes no había gente aquí, esto era una veranada, me contaron mis padres,
veranada de Trapa”239
Donde por la señalada acción, los territorios de veranada con los de invernada
muchas veces coinciden. Este proceso de expansión demográfica, de apertura de nuevos
235
MIDEPLAN. Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío, 2000, Pitril, p 32 236
Ibídem, pp. 58, 102 237
Trabajo que se retribuye a los asistentes en comida y bebida 238
Testimonio de Juan Rosales Gallina, Ralco Lepoy, 2007 239
Testimonio de Felidor Pereira, Butalelbun, 2007
114
terrenos agrícolas, de creación de nuevos núcleos poblaciones provocara un alejamiento de
sectores de la comunidad del núcleo principal (Trapa Trapa) formando finalmente una
nueva comunidad, Trapa Alto se transformara en Butalelbun hacia 1950 aproximadamente,
con nguillatun, pewenentu (pinalerías) y longkos propios, elementos que remarcan los
informantes
La gente de esta vega grande o Butalelbun, en Trapa Trapa había mucho lleuque o uva
silvestre por eso le dicen Trapa Trapa y se comenzó a poblar el sector de Buta y se eligió a
un cacique y se inicio un nguillatun aparte de Trapa, la división no fue por peleas, sino
porque en un momento se fue poblando y se eligió un cacique240
[…]
También tenemos un sector de pinalería llamado Menukochenque, cada familia va a buscar
sus piñones, todos va a buscar sus piñones, los de Butalelbun tenemos tres pinalerías en
común, los de Trapa tienen sus propias pinalerías241
.
Esto se hace coherente con la argumentación de Isla, que equipara la cercanía física
con la social en la sociedad pewenche, por tanto un núcleo desprendido y alejado tendera a
formar una nueva organización, un nuevo espacio social comunitario, por tanto con
intereses políticos, económicos distintos.
Así también se podría explicar la división de la extensa comunidad de Ralco (Censo
1952: 599 personas), donde existían varios núcleos de lov, con cierta distancia entre sí, lo
que finalmente dada las dificultades de organización de tan vasto espacio, dio origen a
mediados de la década de los 50’, específicamente 1954, a dos comunidades: Quepuca
Ralco y Ralco Lepoy, cada una con sus propias formas organizacionales:
Una sola comunidad, una sola. Y después como era una comunidad muy grande no
teníamos, no tenían los caciques no tenían alcance como para gobernar ese sector tan
grande. Entonces se dividió por la mitad hasta aquí Ralco Lepoy, de aquí pa’ allá, Quepuka
Ralco. Fueron dos comunidades pero con un territorio común”242
240
Ídem. 241
Ídem. Debemos advertir que el Censo Indígena de 1965, el cual usamos intensivamente en este apartado,
no da cuenta de la separación de la comunidad original de Trapa Trapa en dos segmentos, sino que la toma
como un todo, por lo que los datos de Trapa Trapa son en realidad los datos de las comunidades de Trapa
Trapa y Butalelbun 242
Testimonio de Juan Rosales Gallina, Ralco Lepoy, 2007
115
Entonces había un cacique, que era Antonio Ancanao [longko que sucede a Ignacio Maripi,
siendo el ultimo longko de la totalidad de la comunidad de Ralko] que era el más conocido
de la comunidad esta. Entonces vieron, la gente de acá, que el cacique empezó a traer gente
de allá arriba a poblar acá, en este lugar porque había más espacio como para poblar la
gente. Entonces no le gustaba a la gente, las familias Levi, Curriao, no le gustaron y
quisieron dividirse mejor”243
Otros testimonios enfatizan, junto con lo anterior, la falta de coordinación y
comunicación entre los sectores de la gran comunidad Ralco:
Antes esta comunidad era una, esto ustede me lo va a escuchar muy bien porque yo estoy
con mis pensamientos y mis conocimientos muy sano, es la vista que me falta. Antes esta
comunidad mandaba el finado Maripi. ¿Eso se pregunta usted de la antigüedad? Después se
dividió esta comunidad, nunca se unieron a trabajar, nunca se hicieron consejos, no hacían
caso y así fue, discutiendo y discutiendo que se repartió esta comunidad244
Volviendo a los aspectos productivos, con el contacto con población colona chilena
llegaban también algunas tecnologías más avanzadas de molienda, heredadas de la
actividad agrícola campesina que los inquilinos efectuaban en los fundos: molinos de agua
que reemplazan a los manuales.
Los catutos son como una masa que se le da forma con la mano como si fuera longaniza. Se
prepara con huevo pero antes debe cocerse el trigo y se molerse en molinillos. Antes se
molía solo con piedra. Cuando aparecieron los molinos de agua para moler trigo, se hizo
mucho más fácil la moledura. Eso llego como el año sesenta. Como el sesenta y ocho recién
se estaba armando el primer molino con una turbina. Más facilidad para hacer el pan. Ahora
los molinos están botados, allá se hace poco pan y no se cultiva el trigo tampoco245
Existen también otras técnicas propias pewenche para guardar frutas y piñones
manteniéndolos relativamente frescos todo el año. El sistema para conservar piñones es
descrito en antiguas crónicas españolas, manteniéndose (cita):
243
Testimonio de Carmelo Levi, Quepuca Ralko, 2007 Los paréntesis son míos. 244
MIDEPLAN. Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío, 2000, Informante
Quepuca Ralko, p.159. 245
Testimonio de Juan Rosales Gallina, Ralco Lepoy, 2007
116
Teníamos un sistema de conservación de las manzanas, por ejemplo, se guardaban las
manzanas en cajones y se les envolvió con paja de trigo. Se echaba una capa de manzanas y
luego una capa de paja y así se conservaban hasta la primavera. El piñón también tenía su
sistema de conservación y que ya no se usa. Se hacia un hoyo, se llenaba con piñones y se
le echaba agua. Se conservaban con agua y duraban hasta por octubre”246
Para producir la tierra se necesita fuerza animal, utilizándose los bueyes para este
fin247
, animales que la gran mayoría no posee. Lo anterior aparece analizando los
siguientes datos, por un lado la existencia de bueyes en cada familia, y por el otro, su
constante necesidad, expresada por los comuneros en el Censo de la Dirección de Asuntos
Indígenas248
:
Cuadro 9: Numero de bueyes por comunidad.
Comunidad Cantidad de familias que
poseen Bueyes
Total de familias en la
comunidad
Trapa Trapa 11 63
Malla Malla 6 34
Cauñicu 4 48
Fuente: DASIN, 1965
246
Ídem. 247
Faron señalaba la preferencia del mapuche de valle central por el buey para arar, lo que le causaba
extrañeza porque se puede utilizar el caballo, un animal que tenían más familias, para el mismo fin,
encontrando que preferían los bueyes por su “mayor fuerza” y mayor utilidad para el apisonamiento 248
La necesidad de tierra, según el Censo Indígena, no es tan imperativa como la necesidad de la tecnología
para producirlo de alguna manera y transformarse en agricultor medianamente exitoso. Esto nos hace
hipotetizar que la gran mayoría de las familias poseían pedazos de tierra (aunque fuesen de mala calidad), ya
sea propios, ya sea en mediería (preferentemente con algún pariente)
Comunidad Cantidad de familias que expresan
necesidades de tierras (inv. o ver.)
Total de familias
Trapa Trapa 9 63
Malla Malla 5 34
Cauñicu 15 48
117
Cuadro 10: Necesidad de animales de labor en comunidades.
Comunidad Cantidad de familias que
expresan necesidades de
animales de labor.
Total de familias en la
comunidad
Trapa Trapa 45 63
Malla Malla 28 34
Cauñicu 41 48
Fuente: DASIN, 1965
Esta situación hace necesario conseguir de alguna forma la tracción animal
necesaria para un proceso como la agricultura, lo que se hace a través de las relaciones de
mediería y arriendo. Mediería es una estrategia de sobrevivencia en estas comunidades:
“una asociación entre productores en vistas a obtener los medios de producción que entre
ambos controlan, a fin de echar a andar un determinado proceso de trabajo”249
que aparenta
el compartir por “mitades” el proceso, en una relación 50% - 50%. (Por ejemplo Ego (x)
aporta con animales, Alter (y) con trabajo y tierras. Se repartirán en mitades los quintales
de trigo resultantes del proceso) Trabajos hechos en nuestra área de estudio revelan que en
un proceso productivo, sea agrícola, ganadero o textil, el que sale beneficiado es el mediero
que aporta con el animal de trabajo, de crianza, o con la lana. La riqueza por ende está
relacionada con la tenencia de animales, es una “cuestión de animales”, como sugiere un
autor250
, pues en resumen: el poner el medio de trabajo esencial lo deja libre de la mayoría
del trabajo restante que tiene que hacerse cargo la persona que recibe el factor productivo
principal (bueyes, animales para sacar crías o lana): siembra, cercado, corte, acarreo en el
caso de la agricultura cerealera; marca, cruce, soltar-cuidar, parición en el caso de los
animales para sacar cría; lavado, secado, hilado, y tejido en el caso de los textiles.. Esta
libertad de trabajo, junto con la posesión de los animales base de los procesos productivos,
249
GONZALEZ, H, Un siglo en la economía de una reducción mapuche cordillerana. Tesis para optar al
grado de Licenciado en Antropología Social, Universidad de Chile, Santiago, 1980, p. 90 250
Ídem
118
deja a su poseedor en condiciones de entrar en múltiples relaciones de mediería, solo
apareciendo a cobrar su parte, además de dedicarse con su familia al trabajo de sus propios
haberes. El producto final se reparte 50% y 50%, pero un mediero se ha llevado la casi
totalidad de la carga de trabajo251
Las medierías en Alto Bío Bío no están circunscritas solo a la agricultura
(animales+terreno y semillas), según los datos del censo multicitado, sino que incluyen a
otro tipo de procesos productivos como la ganadería y la elaboración de textiles.
Cuadro 11: Cantidad y Cualidad de Medierías en comunidades de Alto Bío Bío
TRAPA TRAPA/BUTALELBUN
Familia Mediería Tipo
1 Si Lana para hilado
2 Si Animales con colono
3 Si Tierra con pariente
4 si Animales en veranada
5 Si Tierra
6 Si Animales y tierra con
pewenche (por falta de
animales)
7 Si Tierra (siembra)
8 Si Siembra con colono en Fundo
Trapa
9 Si Siembra
10 Si Siembra con comunero (tío)
11 Si Siembra con un sobrino
(comunero)
Fuente: DASIN, 1965
Fuente: DASIN, 1965
251
GONZALEZ, H, op. Cit. p. 94
CAUÑICU
Familia Mediería
1 Si, siembra (con comunero)
2 Siembra
3 Si, siembra con comuneros
4 Si, siembra
5 Si, siembra y animales
MALLA MALLA
Familia Mediería
1 Si, terreno a comunero
119
Fuente: DASIN 1965
Los comuneros generalmente expresan que entran en mediería por falta de animales
También, como se puede apreciar, se entra en “medias” con colonos o poblaciones chilenas
cercanas, que generalmente aportan el factor productivo animal. Creemos además que este
Censo no detecta en su totalidad las relaciones de mediería, que para otros estudios resultan
abundantes252
o pueden estar enmascaradas en relaciones de arriendo. En el caso de
Cauñicu, a 1965, pueden declararse escasas agregando otro factor: el alto grado de
conflictos que poseen ciertas familias con colonos Chilenos del fundo Queuco o del sector
Chichintague hace que las posibles medierías con colonos se vean impedidas (Véase anexo:
tabla de necesidades)
Las medierías de ganado afectan directamente el espacio de las veranadas, espacio
que no todos poseen, por lo menos en las comunidades tratadas por el Censo Indígena de
1965, siendo limitados a un número escaso de familias, probablemente por la poca cantidad
aprovechable dejada por el proceso de arreduccionamiento, como también por la falta de
animales o trabajadores para producirla, no se debe olvidar que la temporada de siembra de
trigo es en otoño, coincidiendo con el periodo final de ocupación de los mawida/huechum,
lo que obliga a dividir a la familia entre los dos lugares o en su defecto pagar a alguien que
se quede en la veranada Alguno de estos espacios aparecen como “indeterminados” debido
que se encuentran en el mismo lugar de la “invernada”. Por el proceso de expansión
demográfica y de tierras producibles, señalado anteriormente tierras de altura son
colonizadas y habitadas por grupos familiares. Las veranadas se “invernizan”.
252
Ídem
2 Si, siembra
3 Si, siembra con colono
4 Si, siembra con comunero
5 Si, animales con comunero
6 Si, siembra con comunero
120
Cuadro 12: Cantidad y extensión de veranadas
Malla Malla Cauñicu Trapa Trapa -
Butalelbun253
Familia Veranada Familia Veranada Familia Veranada
1 20 has 1 30 has 1 150 has
2 40 has 2 40 has 2 Ind
(indeterminada)
3 15 has 3 180 has 3 40 has
4 40 has 4 100 has 4 ind
5 12 has 5 ind 5 Ind
6 25 has 6 ind 6 Ind)
7 70 has 7 Ind 7 Ind
8 70 has 8 50 has 8 Ind (arrendada)
9 20 has 9 300 has 9 20 has
10 60 has 10 40 has 10 10 has
11 30 has 11 40 has 11 20 has
12 25 has 12 12 has 12 4 has
Total 427 has 13 100 has 13 70 has
14 50 has 14 30 has
15 10 has 15 10 has
16 100 has 16 10 has
17 40 has 17 100 has
Total 1092 has 18 ind
19 20 has
20 15 has
21 10 has
22 20 has
253
No olvidar que hacia 1965, la reducción Antonio Canío (Trapa Trapa) se encontraba dividida en dos
comunidades: Trapa Trapa y Butalelbun, antecedente que los funcionarios del Censo Indígena de 1965 no
tomaron en cuenta, considerando ambas en sus datos como “Trapa Trapa” sin distinción.
121
23 Ind
24 20 has
25 ind
26 ind
27 ind
28 Ind
29 ind
30 ind
31 100 has
Total 649 has
Fuente: DASIN, 1965
Se visibilizan los arriendos de veranadas, no solo entre comuneros, sino también a
colonos chilenos habitantes de los fundos cercanos. Se arriendan además animales
pertenecientes a colonos, o de comunero a comunero, lo cual se complementa con la
mediería como sistema de acceso a recursos productivos esenciales. Inclusive existen
arriendos de terrenos efectuados por comuneros a colonos en algunos fundos
Cuadro 13: Arriendos
TRAPA TRAPA/BUTALELBUN
Familia Arriendo / Compra
1 Compra talaje
2 Arrienda Terreno a chileno
3 Arrienda su veranada a
chileno
4 Arrienda veranada a Chileno
5 Arrienda sus bueyes a
comuneros
6 Arrienda Terreno a
comuneros
7 Arrienda su terreno a chileno
8 Arrienda su terreno a chileno
9 Arrienda terreno a chileno
Fuente: DASIN, 1965
MALLA MALLA
Familia Arriendo
122
1 Si, animales de labor (bueyes)
2 Si, arrienda su veranada a
colono
3 Si, arrienda animales a colono
Fuente: DASIN, 1965
CAUÑICU
Familia Arriendo / Compra
1 Arrienda su talaje A Chileno
2 Arrienda terrenos A Chileno
3 Arrienda talaje A chileno
Fuente: DASIN, 1965
Los casos de medierías agrícolas de invernada con colonos chilenos, o en los de
mediería de ganado (de invernada o de veranada) o también en los arriendos de terrenos,
demuestran que existe una interacción económica-productiva entre estos sectores, si
tomamos en cuenta que quien pone la fuerza animal o los animales para criar dentro de la
mediería es el que más gana, tenemos que las medierías “interétnicas” tienen un gradiente
de ganancia hacia el sector colono. O en el caso de los arriendos, ocupan estos terrenos
suplementarios para reproducir mas ganado. Los testimonios colonos recuerdan estas
relaciones económicas: “Yo tendría como 12 a 13 años y mi papa trabajaba con indígenas
de Trapa, de Malla, de Cauñicu y sembraban a medias con los indígenas. Mi padre ponía
los bueyes, la comida la hacíamos nosotras mismas con una señora socia mapuche”254
Encontramos rastros de estas relaciones en un litigio de arriendo entre colonos por
un lado y comuneros pewenche de Trapa Trapa por el otro autorizado, como todo arriendo
en títulos de merced, por el juzgado de indios en este caso de Victoria, que ejercía
jurisdicción sobre el territorio de Alto Bío Bío, demostrando que el arriendo de porciones
de veranadas por parte de comuneros era una fuente complementaria de dinero, una vía de
entrada de metálico en el caso hipotético de que el pago se concretara:
En Victoria, a veinticuatro de febrero de mil novecientos sesenta y cuatro comparecen
Humberto Poblete, por una parte y Miguel Acuña por la otra y exhortados por el Juzgado a
lograr avenimiento en cuanto al aprovechamiento de las veranadas de Trapa Trapa, se llega
al siguiente acuerdo:
254
MIDEPLAN. Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío, 2000, Chichintague, p.
91
123
1°) Que el ocupante Acuña, habiendo disfrutado de la veranada por dos periodos
consecutivos y habiendo pagado el valor de 280,00 a los indígenas que indica el
instrumento que exhibe, se allana a hacer dejación del campo a fin de que lo aprovecha en
carácter similar al suyo el particular Humberto Poblete.
2°) Que para tal efecto Acuña retirara sus animales al termino de la temporada en
curso, es decir, en el mes de Abril próximo
3°) que en estas condiciones el particular Poblete queda facultado para iniciar por su parte
dos temporadas que se encuentran pendientes a su respecto: Noviembre Abril 1964 – 1965,
Noviembre Abril 1965 – 1966.
4°) Por este aprovechamiento el particular Poblete pagara a los indígenas de Trapa Trapa la
suma de 200,00 por cada temporada, mejorando de esta manera el pago que Acuña verifico
ascendente a 140,000 por temporadas.
5°) Con esta mejoría de precio el Juzgado en su oportunidad procederá a compensar a
Acuña en la suma que pudiere haber facilitado como anticipo a los indígenas para lo cual se
hará la retención correspondiente por el valor total que se determino.
6°) El particular Poblete deberá depositar el valor de cada temporada en el Juzgado,
aclarándose es este monto que, como él les anticipo a los indígenas el valor de una
temporada a razón de 145,00 lo que corresponde depositar como saldo por la primera de
ellas asciende a 55,00.
7°) El particular Acuña hace entrega de dos hojas de block en que se contiene los abonos o
anticipos que ha hecho a favor de los diversos comuneros y para que se tengan en cuenta en
los reembolsos que se la abran de verificar en el futuro.
8°) Las partes convienen en que de acuerdo con los intereses que se exhiban en el momento
oportuno por los comparecientes el Juzgado proceda a legalizar con los comuneros de Trapa
Trapa los futuros aprovechamientos de las veranadas, otorgándose al efecto las
autorizaciones y documentaciones competentes.
Leída se ratifican y firman con SS.
(Hay Firmas)”255
255
AGAI, Carpeta Anselmo Pavian N° 2835, “Juicio de Arriendo”1964
124
Algunas veces se rememoran de manera paternalista estas interacciones, denotando
cierta verticalidad en las relaciones, con resquemores a la forma de vida del comunero
pewenche:
Como yo lo vi y lo viví, el indígena siempre fue…. Mas dejado para vivir, vivía en cuanto a
su pobreza, mi padre siempre decía que el indígena teniendo que comer no se le daba por
trabajar y ahí empezaron los colonos a trabajar con ellos en siembra o lo que fuera y se
hacia el trato que trabajaban para los colonos. Ellos no sembraban teniendo sus animalitos,
pero sus tierras no las sembraban, no se les da por sembrar, ni en los últimos años256
.
Pero otros testimonios son de otro tipo, de un profundo agradecimiento: “Sergio Aminai
(pehuenche) me ayudaba y me vestía a los hijos, ellos eran socios del trigo y cuando
llegaban los indígenas a trabajar mi casa se llenaba de indígenas, antes era así, ahora ya no
se ve eso”257
El sector colono o chileno arriba al sector como ya hemos señalado en las primeras
décadas del siglo XX luego de la constitución de los fundos en el Alto Bío Bío. Se
concentran en lugares como Chichintawe, Fundo Queuco y Fundo Trapa (por el rio
Queuco) y Guayali, Los Guindos (por el rio Bío Bío). Provienen desde otras grandes
propiedades agrícolas del sector como el Fundo San Lorenzo; fueron desplazándose en
busca de mejores oportunidades, terrenos más amplios, trabajo apatronado con más
beneficios, etc. Llegaban generalmente arrendando un pedazo de terreno al administrador
dejado a cargo por el dueño nominal de la gran propiedad, y a su vez estos colonos traían a
familiares, subarrendándoles retazos. Esta situación es la de los nombrados fundo Queuco y
fundo Trapa que se detalla en este comunicado gubernamental:
Los señores Peretti entregaron la administración del Fundo Queuco al Sr. Erich
Westermeyer Khul, quien procedió a arrendar en diferentes lotes de dicho Fundo, lo que en
total suman 16 arrendatarios con contratos. Pero estos a su vez han traído parientes y
amigos, todo lo cual hace que el Fundo Queuco esté formado en la actualidad en pequeñas
unidades Agrícolas Ganaderas; igual cosa sucede con el predio de propiedad del Sr. Alberto
256
MIDEPLAN. Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío, 2000, Chichintague, p.
92 257
Ídem.
125
Rioseco, el que se encuentra en la actualidad en poder de sus ex inquilinos y diferentes
mapuches258
En este extracto de un informe, se mencionan las fuentes desde donde llegaron estos
colonos:
La localidad de Chichintague es completamente colona, en ella viven en su mayoría
personas de apellido Sandoval (alrededor del 90%) descendientes de los primeros inquilinos
provenientes del fundo San Lorenzo, contratados por un administrador del fundo [Queuco]
apellidado Ortega. Se menciona una señora fallecida hace pocos años, que murió de 101
años que recordaba cómo fue traída por la cordillera cuando tenía alrededor de nueve años,
amarrada en el anca del caballo. Ella fue madre de todos los Sandoval259
.
Adoptaron muchos elementos de la forma de vida pewenche: ocupación
trashumante del espacio (circuito veranada – invernada), recolección del piñón, juegos
como el palin (chueca), organización de la vivienda. La gran diferencia era el revestimiento
cultural, pues para el colono las veranadas no tenían el complejo simbolismo pewenche, ni
efectuaban nguillatun, ni utilizaban el idioma chedungú. Lo cual no es menor, pues según
teóricos como Frederik Barth, la identidad étnica, la cual se marca en estos diacríticos, es
imperativa y presente en todas las interacciones sociales:
En otras palabras, considerada como status, la identidad étnica esta sobrepuesta a la
mayoría de los demás status y define las constelaciones permisibles de status, es decir, de
personalidades sociales que puede asumir un individuo con tal identidad. En este respecto,
la identidad étnica es similar al sexo y al rango, en cuanto constriñe al sujeto en todas sus
actividades y no solo en algunas situaciones sociales definidas260
.
El sistema de cultivo y ganadero de este sector era similar al exhibido por los
comuneros pewenche, quizá con mejores rindes debido a la tradición campesina chilena
que cargan consigo estos colonos261
. Podemos hipotetizar también que hubo
258
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814, “Informa Comisión de Problemas indígenas existentes en Fundos
Queuco y Ralco, provincia de Bío Bío” 13 de Enero de 1969. N° 16 259
MIDEPLAN. Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío, 2000, Chichintague, p.
80. Los paréntesis son míos. 260
BARTH, F: op. Cit. p. 20 261
MIDEPLAN. Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío, 2000, p. 224
126
emparentamiento de este grupo con el pewenche a través de matrimonios. Presentamos a
continuación un pequeño cuadro basado en el Censo de 1952, para determinar la cantidad
aproximadas de colonos chilenos residentes en Alto Bío Bío en estas fechas.
Cuadro 14: Numero de Habitantes “colonos” en Alto Bío Bío
Lugar Habitantes
Fundo Trapa 135
Fundo San Pedro 216
Fundo San Miguel 16
Fundo Rañilbueno 7
Fundo Queuco 216
Fundo San Antonio 10
Fundo Pangue 62
Fundo Huallali 30
Fundo Pitril 16
Hijuela Pitril 19
Fundo Bío Bío 350
Total 1077
Fuente: XII Censo General de la Población y la Vivienda. 1952
Además de estas actividades, algunas personas se desempeñaban en actividades
fuera de las comunidades, creando migraciones estaciónales: trabajo apatronado en los
fundos cercanos en tiempo de cosechas, trabajo en las estancias argentinas, o trabajo en
propiedades y empresas madereras (Fundo San Pedro, Fundo San Lorenzo, Maderas Ralco)
que penetraran con fuerza en la década del sesenta, recibiendo salario en dinero o en
especies)262
. Este testimonio da una descripción del trabajo y la paga en los fundos:
Si tenía un caballito tenía que tenerlo amarrado al pie de la casa. Eran duros si po, eran
duros. Le trabajaban al patrón, al dueño del fundo y se trabajaba de sol a sol (…) El
alimento que daban era un kilo y medio de trigo al día, pa uno no mas y ese kilo y medio
262
AGAI, Dirección de Asuntos Indígenas, Jefatura Zonal Temuco. Remite Informe del Censo Indígena que
se indica, N° 379, 1969.
127
usted tenía que molerlo en unos molinos de agua que había, tenía que mantenerse uno y la
familia. Había que molerlo pa comer pan. Se comía piñones y pan. El que tenía comía carne
y algunas veces el poquito que a uno le pagaban iba a comprar. A veces compraban
chivitos, pero no le compraban al patrón263
Esta economía de subsistencia mayoritaria en las familias pewenche, que produce
solo para su reproducción mínima, reproduciendo su pobreza sin crear una gran
acumulación, se complementa con productos o vituallas perteneciente a las nuevas
necesidades estas familias, cambiadas o compradas tales como: fideos, yerba mate, harina,
velas, parafina, lámparas en Argentina (Copahue) o en Troyo (ubicado en la novena
región). En este circuito también se incluyen Santa Bárbara, Antuco y Mulchén264
.
Con mi papa, todavía existe mi papa, tiene noventa y cuatro años y anda paradito todavía.
Todavía nos da unos relatos de los antiguos como de los sesenta por ahí, lo que él hacía, el
buscaba comida así al hombro, al hombro y venia a buscar aquí a Ralco o sino a Troyo, por
el otro lado. Iba a buscar al hombro la comida para mantenernos. Harina, una bolsa de
harina, cuarenta kilos, mas la sal, la grasa, la azúcar, la yerba. Todo eso traía, juntaba más
de sesenta kilos y caminaba a ver como veinte kilómetros más o menos pero a pata, al
hombro.
[…]
Eso era lo que se tenía y lo demás, como la grasa se traía también de Kopawe. Kopawe era
un pueblo del lado argentino en el que vendían fideos por saco a granel que era lo que
compraban y con lo que se abastecían para todo el año.265
Existían otro tipo de relaciones entre wingka y comuneros pewenche, también
económicas, que hacen referencia al truque indiscriminado de madera por alcohol o
compras de este recurso a precios irrisorios hecho por sujetos chilenos venidos desde
centros urbanos (Los Ángeles, Antuco, Santa Bárbara). La venta de alcohol a granel, los
263
Testimonio de Leoncio Levio, Guayali, 2007 264
“Mucha gente trabajaba con el trigo, sobre todo en el fundo, cargaban sus caballos o caminaban con los
quintales de harina, la gente tenía que comprar se iba a Mulchén, el abastecimiento del hogar, también
comenzó a llegar el tren, existió hasta la década del 70 y 80 sobretodo para acarrear madera, luego Santa
Bárbara se comenzó a abastecer y comenzó a ser lugar de negocios, la gente se movía en balsa de Kallaki a
Santa Bárbara o a caballo” Testimonio de Antonio Ancanao, Ralko Lepoy, 2007 265
Juan Rosales Gallina, Ralko Lepoy, 2007
128
engaños a comuneros pewenche y la violencia cotidiana de las relaciones que ocurren en
estos espacios que aun son “fronterizos” son trajines habituales de la vida cordillerana266
Los contrabandistas, mercachifles y cuatreros aun pueblan estos alejados cajones
cordilleranos, aprovechando las oportunidades que les ofrece la porosa cordillera de los
Andes y las relaciones con las recién estructuradas comunidades pewenche. Esta nota de un
diario de la época, impreso y distribuido en Los Ángeles, relata la visita de Carabineros al
sector de Antuco – Trapa – Malla, asombrándose los uniformados por la forma de vida de
estos lugares, apartadas de casi toda ley o soberanía, y con la ilegalidad amparada por las
pocas autoridades presentes en el sector (subdelegado del Queuco, principalmente)267
. Cito
en extenso este interesante artículo.
Hemos tenido ocasión de conversar con el Teniente de Carabineros señor Osvaldo Artaza
Huerta, Jefe de la Tenencia de esta ciudad, que en cumplimiento de ciertas ordenes de la
Intendencia de la Provincia y en visita de inspección a los destacamentos acaba de realizar
un viaje por la región cordillerana de Trapa Trapa quien se sirvió proporcionarnos algunos
datos que consideramos de interés para nuestros lectores.
El Lunes 19 del actual a las 4 de la madrugada, nos dice el teniente señor Artaza; partí de
esta ciudad con cuatro carabineros en dirección a Antuco para seguir desde allí en la
266
Los juzgados de los Ángeles generalmente dictaban ordenes de apercibimiento contra estos “sujetos
fronterizos” En el siguiente se describen algunas vestimentas e implementos de uno de estos personajes: “Por
este primer edicto citase a Daniel Barrera, moreno, de cuerpo y estatura regular, cariredondo, bigotudo,
afeitado, más o menos 25 años, pelo negro, usa sombrero de paño negro y manta de castilla, pantalones
medios plomisos , monta caballo negro y puede encontrarse en Trapa (Trapa) , para que en el termino de
quince días comparezca a este juzgado a defenderse de los cargos que en contra arroja el proceso por hurto,
bajo apercibimiento de declararse revelde y pararle los perjuicios consiguientes”. Diario el Siglo de Los
Ángeles, “Edictos” 1 de Julio de 1924 267
En este documento, se conmina al subdelegado del Queuco a evitar persecuciones a los grupos pewenche,
en especifico a la comunidad Anselmo Pavian de Cauñicu:
“Bío Bío,
El intendente de la provincia del Bío Bío, que escribe, ordena a las autoridades de Queuco, especialmente al
subdelegado, reconozca como Cacique de la Reducción de “Cauñicu” a José Anselmo Pavian y que evite en
lo posible la persecución de los indios sin causa justificada
En caso de que cometan algún delito que caiga bajo la acción de leyes penales, el Juez de Subdelegación de
Queuco es llamado a instruir el sumario correspondiente, o en su lugar el Juez de subdelegación más cercano
a Queuco, pero bajo ningún motivo deberán ser maltratados y perseguidos por el funcionario sin que para ello
conste de orden escrita o de autoridad competente.
Fortunato de la Maza
Intendente del Bío Bío
A Las autoridades de la subdelegación de Queuco”
Vid: AHNM, Fondo Intendencia del Bío Bío, 1919, Vol. 35, N° 60
129
madrugada del día siguiente viaje directo a Trapa – Trapa con el objeto de investigar lo que
hubiere con respecto al crimen cometido en las persona de (espacio dejado en blanco),
mayordomo del fundo de don Hernán Vivanco que como se recordara, hace algún tiempo se
creyó que la victima de este asesinato, fuera el conocido caballero de esta ciudad señor
Gustavo Barrueto. Al mismo tiempo debía comprobar ciertos abusos que según denuncios
recibidos en la Intendencia, se cometía en la reducción indígena del cacique Segundo Paine.
A pocas horas del camino de Antuco frente al volcán del mismo nombre, empecé a darme
cuenta de los abusos que se cometen en la región que debido a la distancia que se
encuentran de los últimos destacamentos de carabineros y a la escasez de tropa es casi
imposible evitar. En efecto, como digo, poco antes de llegar al volcán sorprendimos a dos
individuos con un contrabando de licor, quienes al darse cuenta de nuestra presencia
emprendieron precipitadamente fuga con dirección a la Argentina, dejando abandonados
cuatro barriles de licor que, en la imposibilidad de poner a disposición de la autoridad
respectiva, hice vaciar en el camino.
Lo curioso es que al llegar a la bajada de Trapa Trapa, se me presento un sujeto llamado
Pedro Retamal, dueño de una cantina clandestina que hay en los Copahues chilenos,
reclamándome los cuatro barriles de licor. Como le pidiera la patente de su negocio, me
manifestó que la tenía en poder del juez de Subdelegación de los Notros, lo cual pude
comprobar que no era efectivo, pues a interrogar a este sobre el mismo particular, me
respondió que la patente de Retamal estaba en la tesorería municipal de Santa Bárbara…
Además según denuncios que me hicieron, el citado Retamal comercia en madera que lleva
a Argentina sin pagar los respectivos derechos consulares. Pude comprobar que esto era
efectivo, pues días antes, Retamal había llevado un cargamento de maderas y en los libros
del Resguardo no existía comprobante alguno… Por otra parte el mencionado Retamal es
un explotador de los indios; a quienes les compra al precio irrisorio de cincuenta centavos la
pieza de madera de ciprés que luego el vende en la cantidad de cinco nacionales argentinos
y muchas veces, según constate, en cambio de la madera les reparte licor a los indios que se
la suministran.
Como les decía una de las causas de mi viaje era investigar el asesinato de _______.
Allanamos la casa de Juan Antonio Retamal, hermano del sujeto a quien acabo de referirme
y a quien se sindicaba como autor del crimen, se encontró un par de polainas y otras
especies pertenecientes a la víctima. Interrogado sobre la procedencia de las especies,
Retamal no dio explicaciones satisfactorias, causa por la cual lo traje a esta ciudad para
130
ponerlo a disposición del Juzgado del Crimen junto con un caballo que también se encontró
en su poder, y que resulto ser del asesinado…
Inquiriendo datos respecto a los abusos que se cometen con los indígenas comprobé
también, que desgraciadamente aquello era efectivo. Valiéndose de la ignorancia de los
aborígenes, algunos individuos de mala fe se toman la representación de ellos y formulan en
su nombre peticiones encaminadas a desposeerlos de sus legítimos derechos. Lo más grave
es que algunas personas que ejercen cargos representativos dan facilidades a los autores de
estas tropelías.
Del resultado de mi viaje, concluye diciéndonos el Teniente señor Artaza, eleve un
detallado y minucioso informe al señor Intendente de la Provincia, quien se encuentra
vivamente empeñado en poner término a todos estos abusos”.268
Otros sujetos correspondían a personas argentinas que contrabandeaban productos:
ganado, trigo, vino y aguardiente por los boquetes del Alto Bío Bío, para comerciarlos en
ese lado de la cordillera. Ahora que la función de comerciante interandino está vedada por
lo menos en parte a los pewenche, este tipo de personajes cumplen este rol, ya sea de
manera legal o ilegal:
Al comandante de la tenencia de Carabineros, Los Ángeles.
Para comunicar que el cinco del presente se le detuvieron cuarenta sacos de trigo en el
boquete de Coliquen a Manuel San Martin, residente en la Argentina por llevarlo sin el
pago de derecho de Aduana o sea del derecho de esportacion del producto nacional que se
esplotaba.
También me permito comunicar que se ha tenido datos por vecinos que entra vino y
aguardiente de contrabando para la Republica Argentina, como así mismo que han salido
con ganado lanar, aprovechando la poca vijilancia que ahí en el resguardo por la escasez de
personal.
El trigo en referencia está detenido en el fundo Guayali en poder de Carmelo Pedrero hasta
que la superioridad estime conveniente
Bernardino Ulloa”269
268
Diario el Siglo 28 de Enero de 1926. N° 7062, p. 6 “Como se vive en la región cordillerana de Bío Bío” 269
AHNM, Fondo Intendencia del Bío Bío, “Comunica retención de trigo e infracción en resguardo de
Coliquen. Guayali”, 1921.
131
También existía el tráfico en sentido inverso, el abigeato o contrabando de animales
desde las pampas argentinas hacia el valle chileno, contactos sancionados ahora por los
incipientes puestos aduaneros fronterizos instalados en los pasos de montaña. Llama la
atención la facilidad de transito de los funcionarios policiales argentinos por los pasos que
conducen hacia Chile, buscando libremente a los cuatreros por “territorio nacional”, sin
asistencia o diligencia efectuada por efectivos chilenos, lo que da cuenta de la debilidad de
las instituciones encargadas de resguardar la frontera, como en el siguiente caso de
bandidaje conjunto chileno-argentino e informado por la prensa angelina:
Las 18 vacas gordas que Don Evangelista Montes tenía en Loncopué desaparecieron cierto
día de la fértil llanura argentina.
Y después de largos tragines (sic) a través de la abrupta cordillera andina se encuentran
algunas en los yermos campos de Queuco y Quilleco.
En la mañana de hoy estuvo en nuestras oficinas el estanciero argentino señor Evangelista
Montes, acompañado del hábil policía de la vecina Republica, don Eufemio Muñoz.
El objeto de esta visita fue poner en nuestro conocimiento un robo de animales de que ha
sido víctima el señor Montes en su fundo Loncopué, Departamento Ñorquín de la Republica
Argentina.
Según los espuesto (sic) por el señor Montes entre el 5 y el 8 de nobiembre (sic) ultimo
desaparecieron 18 vacas de su fundo, sin dejar la menor huella del rumbo que pudieran
haber seguido.
Tan pronto como el señor Montes se dio cuenta de la desaparición de los animales, se dio a
la tarea de buscarlos por todos los fundos vecinos al suyo y en vista del resultado negativo
de sus diligencias acompañado del policía señor Muñoz, enderezo rumbo a Chile
practicando durante el trayecto las averiguaciones del caso.
En Trolope supo que pocos días antes habían pasado con esa dirección tres individuos
arreando la misma cantidad de animales que él buscaba y en Trapa le fueron
proporcionados datos más exactos al respecto. En este último punto le dijeron que un tal
Segundo Hermosilla, acompañado de otros dos hombres había cruzado la cordillera con un
arreo de 18 vacas.
Siguiendo esta pista ya casi segura, el señor Montes llego al fundo de Queuco que
administra don Cantalicio Zúñiga en el cual encontró ocho de sus vacas que según lo
expuesto por el referido administrador habían sido puestas a talaje por el citado Hermosilla,
132
pudiendo averiguar además que los acompañantes de Hermosilla eran Albino Espinoza y
Arturo Hermosilla, ambos residentes en Ñorquín.
Avanzando en sus pesquisas y satisfecho del resultado obtenido hasta allí, el señor Montes
llego a Quilleco, punto en donde encontró otras cuatro vacas que había comprado un
caballero de apellido Montecinos.
Con todos estos antecedentes y acompañado siempre del policía señor Muñoz, a quien se
debe el feliz éxito de esta pesquisa , se traslado a esta ciudad a denunciar el hecho al señor
Juez del Crimen, quien impartió las ordenes del caso para que se aprehendiera a los autores
del robo y le fueran restituidos a su dueño los animales robados.
Aprehendido Hermosilla y uno de sus compañeros, Espinoza, después de prestar
declaración, el primero fue puesto en libertad por causas que el reclamante no acierta a
comprender, ingresando el segundo a la cárcel de esta ciudad.
Estrañados nosotros de que el arreo de animales hubiera podido transitar sin la
correspondiente guía nos manifestó el señor Montes que Hermosilla venia premunido de
una guía apócrifa, en la ciudad que había estampado, falsificada la firma del Juez suplente
de Loncopué”270
La vida cotidiana en estas épocas (1920 – 1960) en el sector de nuestro estudio no
estaba libre de roces y odiosidades constantes, situaciones injustas que marcan el diario
vivir de las personas “indígenas” en el territorio de sus comunidades. En el caso siguiente,
ilustramos el conflicto entre los administradores de un fundo (Ralco-Guayali) con
comuneros de los grupos pewenche, comunidades de Ralco y Callaqui, asentados en la
ribera del rio Bío Bío:
A nuestra oficina ha venido el cacique Manquemilla, acompañado de varios mocetones de
su reducción, a decirnos que viene a reclamar ante la autoridad departamental de un abuso
que con los vivientes en aquellas rejiones comete el Administrador del señor Luis Martin
Bunster, un señor Segundo Orrego.-
Según nos dice Manquemilla por intermedio de su “lenguaras” en el camino de Ralco al
Valle – (a Chile como ellos dicen) tienen que pasar por un puente sobre el rio Pangue. Este
puente es fiscal i el tal camino es viaducto público.
270
Diario el Siglo de Los Ángeles, 5 de Diciembre de 1925, N° 7016 p. 4.
133
El señor Orrego, Administrador del Señor Bunster, les cobra un derecho de porcentaje a los
que desean pasar. Así nos han exhibido un recibo por derechos cobrados a un señor Jara por
valor de $5.
Siendo este puente de propiedad fiscal, estos indijenas, a nombre de todos los vivientes de
Ralco, protestan de cobro indebido i han presentado su reclamo al señor Intendente de la
provincia.-
Según Manquemilla, el fin que perseguirían al ponerles trabas en su libre trafico es que
abandonen esas tierras del cacicazgo i aprovecharse de ellas el señor Orrego o alguien
interesado271
El longko Francisco Manquemilla de Callaqui, “baja a Chile” en representación de
su comunidad a denunciar el cobro de peaje en un puente tendido sobre el Rio Pangue,
fundamental para acceder tanto al valle chileno, como a las zonas más Altas de los cajones
del Bío Bío (veranadas). El administrador del fundo armado por Luis Bunster, cuyos paños:
Fundo Ralco, Fundo Guayali, Fundo Los Guindos, abarcan propiedades en lo que serian
dos actuales regiones del país: octava y novena, restringe monetariamente el acceso a esta
obra, efectuada en un camino público y en complicidad con la pareja de carabineros
asentada en un lugar cercano. No olvidemos que en el “Fundo Ralco” se encuentra la
comunidad del mismo nombre y parte de la comunidad de Callaqui, y mantienen su
posesión de hecho
Se ha denunciado a esta intendencia que Segundo Orrego, empleado de Don Martin
Bunster, cobra derechos de peaje por el transito en el Puente Pangue, sin tener para ello
facultad de ninguna especie, ya que se trata de un puente construido con fondos fiscales y
en un camino público.
Sobre este asunto el ingeniero de la provincia se ha informado al tenor de la propia copia
que adjunto en este oficio.
Como el citado denuncio constituye no solo un abuso, sino un delito, amparado según se
dice por los carabineros destacados en el fundo Ralco, sírvase Ud. A impartir a la brevedad
posible instrucciones terminantes en el sentido que los carabineros impidan la cobranza de
derecho de peaje en el puente referido y amparen el libre tránsito por esta vía de
comunicación.
271
Diario el Siglo, 9 de Julio de 1923: “Reclamo de indijena”.
134
Sírvase Ud. a la vez informar sobre lo que haya de verdad en el denuncio que se ha hecho y
sobre la actuación que le ha correspondido a carabineros en el asunto.
Saluda A Ud.
Fortunato de la Maza272
.
Al jefe de la tenencia de Carabineros de los Ángeles.
6 de Febrero de 1924
Al señor Intendente de la Provincia de Los Ángeles.
Es completamente efectivo que el empleado de don Martin Bunster llamado segundo
Orrego, cobra derecho de peaje por el transito en el puente pangue, interrogado por el
suscrito, el porqué lo hacía, este contesto que lo hacía en virtud que la construcción del
puente no había sido terminada por el fisco y él había solicitado concluirlo por su propia
cuenta y cobrar la pasada hasta concebir los gastos que fueron $300, y que solo había
sacado hasta la fecha la suma de $29.20
En vista de lo espuesto el infraescrito pide a Orrego los comprobantes oficiales o legales,
los que no pudo acceder por no poseerlos. Como viera que se trataba de un abuso, ordene a
la pareja de carabineros destacada muy cerca del puente nombrado, no permitir bajo ningún
pretesto el cobro de que se le hacía mención y al contrario dieran facilidades para el libre
tránsito, ya que se trata de un camino público.
Es cuanto puedo informar a esta intendencia
Hernando Tapia
Teniente 2 tenencia273
Segundo Orrego argumenta que la construcción del puente no había sido efectuada
o finiquitada por el Estado, sino por iniciativa privada, lo que luego es rebatido por el
ingeniero de la intendencia, quien informa que el puente se construyo con aporte público
mayoritario y una erogación privada efectuada por Luis Martin Bunster:
Sr. Intendente.
Hace algún tiempo esta oficina tuvo conocimiento de que el empleado de don Martin
Bunster, Segundo Orrego, cobraba derechos de peaje sobre el estero Pangue, en el camino
de Santa Barbará hacia el Alto Bío Bío. En dicha ocasión hice advertir al citado para que se
272
AHNM. Intendencia del Bío Bío, Los Ángeles, 22 de Enero de 1924. N° 38 “Cobro Peaje Puente Pangue” 273
AHNM. Intendencia del Bío Bío, Los Ángeles; 6 de Febrero de 1924, N° 7, “En cumplimiento de oficio
N° 38”
135
abstuviera de efectuar tal cobro, pero hoy (…) el señor Pradeñas Muñoz, me informa que
en un reciente viaje (…) ha podido comprobar y el mismo tuvo que pagarlo, que el cobro
se sigue efectuando y, lo que es más grave, amparado por los carabineros destacados en el
Fundo Ralco.
La construcción de ese puente se hizo con fondos concebidos por el supremo gobierno a
virtud del decreto N° 371 de 16 de Mayo de 1918, por $2000 y una erogación con don
Martin Bunster por $ 1000
Se trata pues de un puente construido con fondos fiscales en un camino público, por lo que
nadie tiene derecho de cobrar peaje, ni emolumento alguno a los que transitan
Como esta obra, por la gran distancia a la que está ubicada, no puede vijilarse con la
atención debida, se hace indispensable tomar una medida enérgica para poner término a
este abuso
Saluda atentamente a Ud. Fdo. G. Cristi274
Inclusive un parlamentario se hace parte de esta problemática, al sufrir el cobro en
un viaje al lugar, testimoniando por tanto el abuso. El intendente de la provincia, junto con
conminar a la justicia el problema, nombra también como testigos y denunciantes al longko
Manquemilla de Callaqui, y a nuestro conocido longko Ignacio Maripi de Ralco. Estas
figuras cumplen el papel de relacionarse con la sociedad chilena, representando las
demandas de las familias de la comunidad, de los lov que abarcan, utilizando para resolver
sus problemáticas, la justicia y a las autoridades chilenas; larga tradición en la sociedad
pewenche (desde el periodo colonial)
El H. diputado don Juan Pradenas Muñoz ha hecho el denuncio de que en el puente ubicado
sobre el estero Pangue, en el camino de Santa Bárbara al Alto Bío Bío, Segundo Orrego,
empleado de Martin Bunster cobra derechos de peaje sin tener para ello facultades de
ninguna especie.
Según me informa el Injeniero de la provincia, al tenor de la copia que le adjunto. Se trata
de un puente construido con fondos fiscales y en un camino publico por lo cual nadie tiene
derecho para cobrar peaje ni otra (…) los derechos a los que allí transitan.
274
AHNM. Intendencia del Bío Bío, Los Ángeles; 28 de Enero de 1924, “Informe del Ingeniero Fernando
Cristi”
136
Esta intendencia en el deseo de evitar este abuso que envuelve un delito ya que el citado
Orrego se toma atribuciones publicas que no tiene, se permita remitir a US. Afín de que se
sirva instaurar las acciones iniciales pertinentes en orden al denuncio que se ha hecho.
Los hechos espuestos según me informan constan al H. diputado señor pradeñas , a don
Armando Zúñiga, domiciliado en la hacienda Canteras , al cacique Ignacio Maripi,
residente en Ralco, y al Cacique Manquemilla, residente en el lugar denominado Callaqui.
Saluda A Us.
Fortunato de la Maza
Al señor Promotor Fiscal 275
Este es otro episodio de abuso que se recuerda, en la comunidad de Cauñicu en la
década del 50. Aun a esas alturas se intentaba inscribir y enajenar las reducidas tierras
pewenche a través del accionar fraudulento, intentos que seguramente muchas
comunidades de Alto Bío Bío soportaron durante todo el siglo XX. En este caso en
particular, ya no existía la ingenuidad de las primeras compras efectuadas, ya había un
aprendizaje de las herramientas wingka de despojo “legal” y también como veíamos
anteriormente, de su cultura escrita aunque fuese solo por algunos comuneros:
Asimismo se alude a la época en que se produjeron un sinnúmero de saqueos en la
comunidad. El más recordado es aquel que ocurrió en el 57, cuando llego un hombre rubio
vestido de teniente pidiendo al cacique de entonces, don José Pavian, todos los carné y las
libretas de familia. El longko se las entrego y un pehuenche de apellido Linai desconfiando
del hombre previa conversación con el longko fue a buscar a los carabineros. Este hombre
fue detenido276
.
Hemos analizado en este capítulo alguno aspectos estructurales de las comunidades
pewenche, en lo que hace relación a formas ceremoniales y económicas principalmente,
enfatizando las relaciones que se dan entre estas y los sectores chilenos. En cuanto a los
colonos, las relaciones se dan principalmente en el ámbito económico de producción.
Debido a la clara separación de los territorios de aprovechamiento y la presión por su uso
(sobre todo el crecimiento demográfico pewenche), entran en algunos casos en cooperación
275
AHNM. Intendencia del Bío Bío, Los Ángeles; 22 de Enero de 1924 N°39, “Cobro de Peaje en el puente
Pangue” 276
MIDEPLAN. Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío, 2000, Cauñicu, p. 50
137
económica (medierías o arriendos) que ocultan una competencia por los recursos del lugar.
El colono desea expandir sus retazos de producción por lo que entra en medierías o
arriendos en con pewenche para acceder a esos terrenos de las comunidades colindantes
con los suyos; el pewenche entra en medierías para producir en terrenos de mejor calidad,
y con fuerza animal asegurada: terrenos de fundos que corresponden a los sectores
productivos antiguos, usurpados por la privatización del espacio a fines del siglo XIX
(pinalerias, etc.), asunto que tensiona las relaciones entre los dos grupos, expresándose en
reclamaciones de territorios, acusaciones de engaños, odiosidades cotidianas, como las que
hemos visto. Todo esto permeado por la frontera o distancia étnica que persisten entre los
actores del área. Si bien el sector pewenche se ha acercado a la vida material y productiva
común de un campesino chileno o busca en forma activa conocimientos occidentales como
el castellano a través de la escuela, conserva un fuerte substrato ideológico, presente en por
ejemplo, el nguillatun que analizábamos, en el idioma chedungú o en la creencia en los
ngen que dominan los distintos espacios ecológicos de una comunidad (blom/mawida),
identidad que siempre marcara las interacciones de los actores del Alto Bío Bío.
Ahora deseamos introducir un nuevo actor de raigambre chilena en el área, me
refiero a los dueños de los fundos formados al alero de la invasión chilena al Ngulumapu
pertenecientes a la elite provincial-nacional. Examinaremos brevemente algunos de sus
planes y proyectos el área que nos incumbe.
138
CAPITULO CUARTO: LOS “DUEÑOS Y PROPIETARIOS” DEL
ALTO BÍO BÍO.
4.1 La elite provincial. Planes en el Alto Bío Bío
“A lo lejos se ve cerrando el paisaje cambiante de media estación la lumínica
Sierra Velluda por cuyos desfiladeros viven aun los aborígenes" Joaquín Edwards
Bello, Hacienda Los Mayos, Santa Bárbara277
Durante el siglo XIX, el contacto y apertura de la economía chilena liberalizada de
su atadura colonial, hace fluir los capitales necesarios (especialmente británicos), para
actividades lucrativas como la minería de Plata, Cobre y Salitre, a través de casas
comerciales instaladas en los puertos278
importantes del país desde 1830 (Valparaíso,
Copiapó). Estos grupos económicos de capitales simbióticos (británicos – chilenos)
orientan la inversión hacia la explotación de la riqueza minera del norte, de los desiertos;
estimulada por el boom de la plata de Chañarcillo, que provoca una de las primeras grandes
afluencias de dinero a las arcas fiscales de la joven Republica; luego el lugar de Chañarcillo
será ocupado por la explotación del salitre y del cobre en el erario nacional.
El sector agrícola orienta parte de su producción hacia la manutención del núcleo
minero del norte, hacia donde estaba el gran capital y por tanto el gran comprador de
productos agropecuarios de la época279
. Así, bajo este influjo, se fue reconvirtiendo la
propiedad y en la denominada antigua frontera esto significa que se fueron concentrando y
orientando las tierras hacia la producción del trigo y sus derivados, consolidándose este
fenómeno con la apertura de los puertos de Talcahuano, Tome y Lota, especialmente
durante los pocos años que duro la fiebre del oro en California y Australia (1848 – 1856),
polo que demando, por la inexistente producción en sus alrededores, derivados del trigo en
277
Diario el Siglo de Los Ángeles, Martes 3 de Junio de 1924. p, 1, N° 6546 278
Valparaíso se configura en este periodo como un importante puerto dentro del circuito marítimo del
hemisferio occidental 279
SALAZAR, G. PINTO, J. Historia Contemporánea de Chile. Vol. II. Actores, Identidad y Movimiento,
Santiago, p. 150
139
grandes cantidades. En suma, la orientación económica del país es la exportación de
materias primas, y el trigo se dirige hacia mercados latinoamericanos (Perú) y del
Hemisferio Norte (Australia – California). Además, como se ha señalado, parte de la
producción del valle central se destina al norte minero.
Para las zonas precordilleranas y costeras de la Provincia de Concepción, esta
creciente demanda agrícola presiona por la ocupación de tierras aun no puestas en
producción: “En la zona de Santa Bárbara, y todo el cordón fronterizo que llegaba hasta
tierras lafkenche, fueron reconvirtiéndose por el aumento de la demanda de productos
agrícolas, especialmente de trigo y harina, de la región minera y desértica del norte de
Chile”280
.
Comienza la formación de los grandes capitales regionales basados en la actividad
agrícola y sus derivados (especialmente molinos)
Esta activación económica y la posterior contracción de la economía agrícola de
1857 a 1861 producida por el cierre de los mercados de Australia y California281
, producen
en Chile como corolario, la apertura de nuevos territorios para el mercado de tierras con el
fin de aumentar la producción que exigía la demanda internacional en primera instancia,
para luego orientarse a inicios del siglo XX a satisfacer la demanda de los aun productivos
centros mineros nortinos, y hacia 1930, de la creciente población urbana, aumento
demográfico acicateado por la migración campo – ciudad y por la población migrante desde
los moribundos centros salitreros del norte; pues a esas alturas e internacionalmente la
agricultura chilena se encontraba sobrepasada por la producción cerealera australiana,
estadounidense, rusa y argentina, importándose incluso grano desde estos lugares.
Retornando a la primera crisis del modelo agrícola liberal (1857 – 1861) según algunos
autores, como Jorge Pinto en su artículo antes citado, hace que los “capitalistas agrarios
chilenos noten” la existencia de los territorios indígenas “vacíos” potencialmente
productivos, en donde radicaría la solución del problema agrícola: la “gran hacienda de la
280
BASTIAS, R: op. Cit. p. 214 281
La primera crisis del modelo exportador se da entre los años 1857 y 1861, y ocurre fundamentalmente a
partir de la brusca caída de los mercados californianos y australianos. El mercado californiano había alentado
fuertes especulaciones al interior de la economía chilena, con lo que surgieron enormes endeudamientos, pues
nadie dudaba en solicitar créditos con lo cual se fue creando una riqueza imaginaria que alentó gastos que una
economía como la chilena no pudo resistir. Después de la desaparición del mercado californiano, este se
transforma en competencia para la producción triguera chilena arrebatándole con ello los mercados del
Pacifico, tradicionalmente chilenos. Véase PINTO, J. “Crisis económica y expansión territorial: La
ocupación de la Araucanía en la segunda mitad del siglo XIX”, Estudios Sociales, Nº 72. (1992).
140
Araucanía, prodiga en riquezas”. Esta presión por nuevas tierras continúa adquiriendo
características militares y estratégicas con adelantamiento de fronteras y la eufemística
“Pacificación de la Araucanía”. Proceso iniciado en 1862 y concluido en 1881, con la
erección de los fuertes cordilleranos en Alto Bío Bío, y el redescubrimiento de Villarrica,
que provoca el despojo y enajenación de los territorios mapuches e instalación de
propietarios chilenos y extranjeros. Expedición que contribuye solucionar esta crisis
productiva de los grandes propietarios agrícolas decimonónicos, agregándose a la posterior
reapertura de un mercado comprador de grano en Inglaterra. La ocupación de la frontera
está íntimamente conectada con la expansión del capitalismo liberal en Chile.
Los primeros propietarios de las nuevas grandes propiedades agrícolas formadas en
el antiguo territorio pewenche de Alto Bío Bío se enmarcan en este contexto, agricultores
con la intención de producir cereal y ganado vacuno para satisfacer demanda interna y
externa según varíen los ciclos económicos. Invitamos a leer el siguiente cuadro que relata
la situación a 1920 de algunas de estas propiedades:
Cuadro 15: Fundos y Producción de la delegación de Queuco en 1920.
Subdelegación “Queuco”
Fundo “Guayeli” de Luis Martín Bunster, de 60.000 hectáreas. Tasado en $ 351.000. Dedicado a:
Crianza de Animales (vacunos, caballar, etc.) Muy buen suelo triguero. Montaña especial para
celulosa (papel) Araucaria estimada como la mejor del mundo.
Dirección: Mulchén
Fundo “Ralco” de Luis Martín Bunster, de 31.850 hectáreas. Tasado en $ 88.000. Dedicado a:
Maderas, crianza de vacunos y ovejunos. Montaña especial para celulosa (Araucaria). Buenos
suelos trigueros.
Dirección: Mulchén
Fundo “Queuco” de Esteban Ferrari y Otros de, 17.000 hectáreas. Tasado en 420.250. Dedicado
a: Siembra de Trigo, Avena, Arboleda frutal, Montaña, crianza de animales.
FUENTE: Valenzuela, Juvenal. “Álbum de la zona Austral de Chile”. 1920
Las tres grandes propiedades agrícolas citadas en el cuadro producen principalmente
trigo, ganado, y se destaca el potencial maderero. El cultivo del trigo en estos espacios es
muy dificultoso, como señalábamos en acápites anteriores debido a las nevazones y heladas
141
que configuran un medio muy hostil para los grandes sembradíos, por lo que el potencial
ganadero y sobretodo forestal constituirán desde la década del cincuenta la verdadera
actividad productiva de estos fundos cordilleranos.
Para articular la actividad agrícola y posteriormente forestal, con los mercados
regionales, nacionales e internacionales es necesario una vía de comunicación y transporte
eficiente, la que existe desde 1924 con la inauguración del ramal Santa Fe - Los Ángeles -
Santa Bárbara282
lo que permite la salida del producto agropecuario especialmente trigo y
maderas nativas en grandes cantidades y en menor tiempo.
Locomotora Ramal Santa Bárbara (1978)
Pero aun así, esto no era suficiente para la primera generación de dueños de estos
predios. Abogaran por la extensión del ramal Santa Bárbara hasta la cuenca del Queuco o
del Bío Bío, conectándolo con Argentina. Pugnaron por la construcción del proyectado
ferrocarril interandino por el sur con el proyecto existente por Curacautín - Lonquimay –
282
Alto Bío Bío perteneció a la comuna de Santa Bárbara hasta el 2004, año en el que se transformo en
comuna autónoma
142
Túnel las Raíces. Por ejemplo Mariano Palacios, uno de los primeros dueños del Fundo
Trapa, junto a Luis Martin Bunster dueño del fundo Ralco, Guayali, Los Guindos, además
de autoridades provinciales y otros agricultores destacados de los alrededores de Los
Ángeles, conforman en mayo de 1924 el comité pro trasandino por el Bío Bío:
En la reunión de hoy en la Intendencia quedo formado el Comité de Vecinos que impulsara
este proyecto.
Conforme veníamos anunciando en ediciones pasadas en la mañana de hoy se reunieron en
la sala de la intendencia numerosos vecinos invitados por el señor intendente con el objeto
de oír al señor Norberto Soto, redactor de “El sur” y proceder a constituir el comité de
vecinos que ha de impulsar el estudio del proyectado trasandino por el Bío Bío.
Presidio la reunión el señor Intendente de la provincia el señor Intendente de la Provincia
don Fortunato de la Maza, y actuó como secretario don Ramiro Segura Carter.
El señor Intendente da cuenta del objeto de la reunión cual es de pedir al supremo gobierno
que antes de tomar una resolución definitiva sobre el trasandino por Curacautín se estudien
los trazados de Trolope y del Alto Bío Bío, por el Departamento de la Laja. Hace presente
los agradecimientos de los concurrentes hacia el diario “EL SUR” que ha venido
preocupándose de esta materia y pide al señor Norberto Soto se haga intérprete ante la
dirección de “El Sur” de este sentir. El señor Soto agradeció esta delicada manifestación e
informo sobre los móviles que habían sugerido su viaje, que no eran otros que cooperar a
esta obra que tan de cerca interesa a todos.
Ofrecida la palabra, usaron de ella varios de los presentes, acordándose la formación de un
Comité de vecinos que quedo constituido en la siguiente forma: Presidente Honorario y
Miembro del comité don Mariano Palacios, Presidente, Intendente de la provincia, don
Fortunato de la Maza; Vices los señores Luis Martin Bunster y Ramón L. Laing, Secretario
don Ramiro Segura Carter; Directores, los señores Darío Barrueto, Víctor Ríos Ruiz, José
del Rosario Hermosilla, Eleodoro Larenas, Luis Echenique, Ramón Benítez, Domingo
Contreras Gómez, Ulises Barrueto, Federico Puelma Yunge, Juan Jara J. y Darío Poblete
Núñez (redactor de el siglo).
Reunido el comité acordó: Dirigirse a El Sur agradeciendo su campaña, Dirigirse al
Intendente de Concepción, dándole cuenta de la formación de este comité; enviar a la
representación parlamentaria un memorial, haciéndole ver la conveniencia que hay en
ordenar se hagan estudios de las rutas por el Bío Bío283
.
283
Diario el Siglo de Los Ángeles, 2 de Mayo de 1924 “Junta de Ferrocarril”
143
El ferrocarril como obra estatal, junto con el telégrafo, fue uno de los puntales del
avance de la frontera en el siglo XIX, el vehículo de la “civilización”. A inicios del siglo
XX aun era la única manera “eficiente” de conectar las economías regionales, además de
civilizar y modernizar con su obra los territorios aun rurales, por eso se hace entendible la
petición de los propietarios de las grandes haciendas del Alto Bío Bío. Se hacen gestiones
políticas de primer nivel para lograr el cometido, como demuestra la siguiente respuesta de
un importante personaje del Gobierno de aquellos años, en formato telegrama: “Con el
mayor gusto hare cuanto pueda por prolongar estudio ferrocarril Santa Bárbara hacia Alto
Bío Bío que ustedes me piden, les ruego que los detalles se pongan al habla con el director
de obras públicas ha quien he enviado su telegrama. Arturo Alessandri”.284
Estas diligencias se seguirían efectuando, movilizando a los parlamentarios de la provincia.
Se nombra al diputado señor Contreras Gómez para que se ponga en campaña
inmediatamente a fin de obtener la realización de los anhelos de esta región. Telegramas
enviados a los ministros del interior, vías de comunicación y al intendente de concepción.
Firman: Francisco Rioseco, Joaquín Díaz, Genaro Arriagada, Ramón Fernández, Ramón
Laing, Darío Barrueto, Domingo Contreras Gómez, Alberto Heck, Miguel Gacitúa, Ricardo
Schnaidt, Ramiro Segura, Carlos Cuevas, Vicente Stanforelli, Carlos Guillon, siguen como
cien firmas más”285
También se planteara al gobernante Carlos Ibáñez del Campo, ya en 1927, la
consideración de este asunto:
La delegación que concurrió al homenaje tributado hace poco al Vicepresidente
de la Republica Excmo. Señor Ibáñez del Campo, ha refundido en un memorial las diversas
peticiones verbales hechas en aquella oportunidad al Primer Mandatario de la Nación.
(Delegación: intendente de la provincia: René Reyes, Cura Párroco: Gonzalo Arteche)
[…]
2) Ferrocarril Trasandino por Bío Bío.- Es este un problema interesante que merece el
estudio y la atención gubernativa.
284
AHNM, Fondo Intendencia del Bío Bío. Vol. N° 47, Telegrama 7 de Abril de 1924 285
Diario el Siglo de Los Ángeles, 28 de Marzo de 1927, p.3. N°7425: “El trasandino por el alto Bío Bio.La
reunión de ayer en el club de la Unión”
144
Existen en el poder del gobierno diversos antecedentes que podrían completarse con nuevos
estudios practicados por alguna comisión especial designada al objeto.
Respetuosamente Saludamos a V.E.- René Reyes B, Gonzalo Arteche, Carlos Beytia, Darío
Barrueto M, Pedro Freeman C, Ernesto Manríquez, Ramón Laing, Heriberto Brito,
Edmundo Bordeu O; Miguel Gacitúa”286
Siempre desde un sector de la elite provincial hubo voces críticas a este proyecto,
quizás conscientes del auge de Argentina como potencia agrícola a nivel mundial y de la
competencia interna que la conexión trasandina significaría para los productos
agropecuarios chilenos. Chile no tendría la capacidad de copar el mercado argentino, sino
que ocurriría al revés; y también por los altos costos que se llevaría el Estado Chileno en
comparación con el argentino. Luis Martin Bunster se expresaba así del proyecto de
ferrocarril por el Alto Bío Bío, poco después de haber integrado la primera directiva del
comité pro ferrocarril. Esta nota también retrata claramente la competencia de las
alternativas existentes y se detallan las razones de costo de obra que justificarían su
construcción por los cajones del Bío Bío o del Queuco:
El diario la nación entrevisto al agricultor de Bío Bío, don Luis Martin Bunster sobre la
construcción del ferrocarril internacional por Lonquimay.
El señor Martin Bunster declaro que las opiniones estaban divididas respecto al trazado del
ferrocarril.
Unos opinan que se continuara el ramal Púa a Curacautín pasando por Lonquimay para
llegar a Zapala, Republica Argentina. Este trazado tiene sus dificultades debido a que los
túneles que habría que construir uno de los cuales costaría más de 9 millones de pesos.
Además dificultarían las gradientes, una de las cuales, tendría más de 29 kilómetros.
Agrego que esta cuestión vista por el lado comercial es menos importante que la
prolongación del ferrocarril Los Ángeles a Santa Bárbara y de ahí al interior de la
Republica Argentina. Este trazado agrado al ingeniero argentino señor Alexander, enviado
por la compañía anglo argentina para estudiar el asunto. Además es más económico no hay
túneles y si los hay son cortos, como tampoco existirán gradientes
286
Diario El Siglo de Los Ángeles, 8.Junio de 1927.N: 7487, p.3: “Memorial Elevado a S.E el Vicepresidente
de la Republica por la delegación que fue a Concepción”
145
Su opinión es que ninguno de esos trazados conviene a Chile, pues ambos benefician única
y exclusivamente a Argentina, que tendría grandes facilidades para prologar su ferrocarril
de Zapala al Norte por la orilla del rio Ñorquín hasta la capital de su territorio287
Todos estos años de gestiones no rindieron los frutos esperados, pues el general
Ibáñez del Campo decidió construir el ferrocarril por Curacautín – Lonquimay
terminándose en 1928 el Túnel las Raíces, zona de alta producción maderera
especialmente: roble, raulí, araucaria. Se calcula que ya en 1912 existían en el área de
Curacautín aproximadamente 200 aserraderos a vapor (locomóvil). Al ferrocarril de
Curacautín, inaugurado en 1913, llegaban cerca de 20 mil pulgadas diarias de madera, una
cifra considera altísima por los expertos para la época288
. Como señalan algunos estudios289
,
la explotación de la madera fue uno de los primeros motores de la colonización del área de
la Araucanía, sirviendo para la construcción de obras públicas (durmientes y oficinas de
ferrocarril, tendido telegráfico, eléctrico, etc.)
Pero la ansiada conexión con los productos y los mercados del otro lado de los
Andes, nunca se llevaría a cabo, pues Argentina nunca construyo su trayecto de
ferrocarril…
En un país que durante el siglo XIX y XX ha establecido como puntal clave de su
economía y sus modelos de desarrollo a la actividad minera (Plata, Salitre, Cobre) no era
de extrañar que las fortunas locales intentaran explotar o hacer prospecciones mineras en el
área del Alto Bío Bío. Esta intención se expresa en la gran cantidad de manifestaciones de
minería efectuadas en la zona durante las décadas del 20’ y del 30’, que abarcaban grandes
áreas montañosas del territorio:
En la ciudad de los ángeles a 16 de mayo de 1921, se me presento para su inscripción la
siguiente manifestación de mina.-
“certifico: que ante este Juzgado se ha presentado i proveido la siguiente solicitud sobre
manifestación de mina.- En lo principal pide una manifestación minera; en el otrosí se
prorrogue el plazo.- Señor Juez Letrado de Minas – Fidel Zúñiga Cerda, Corredor de
Comercio, domiciliado en la ciudad de Temuco, calle Manuel Montt, casa N° 1017, a US.
287
Diario El Siglo de Los Ángeles, 27 Junio de 1924 p. 3: “Un agricultor de Bío Bío da su opinión sobre el
ferrocarril por Lonquimay”. 288
OTERO L: La Huella del Fuego: historia de los bosques nativos, poblamiento y cambios en el paisaje del
sur de Chile, Santiago, 2006, p. 115 289
Ídem.
146
Respetuosamente digo: que en compañía de don Emeterio Salas, Mariano Arias, Emilio
Rojas, Adela Zúñiga Salazar; Petronila S. de Zúñiga, Sabina Salazar, Emma Lagos,
Marcelina Flores, Estanislada Candía, Malvina Didier i Guillermo Naas, hemos descubierto
un pozo de petróleo surgente i demás sustancias adherentes a esta clase de minerales en
terrenos fiscales.- El mencionado pozo se encuentra en el estero denominado “Quepuca” en
el derrumbe de la quebrada del mismo nombre del estero nombrado, donde hai carbón al
otro costado del estero, situado en la comuna de Santa Bárbara, de este departamento del
Laja, cuyo pozo esta de Sur a Norte. Deseando constituir propiedad minera a objeto de
proceder a su esplotacion, vengo a pedir para mi i para cada una de las personas nombradas
tres pertenencias de cincuenta hectáreas cada una de superficie i denomino a todo el mineral
en conjunto “Quepuca Trana” i cada pertenencia en el siguiente orden “Nahuelpan, Colipe i
Mañin”; “Mariluan, Conohepan i Quiriñire”; “San Mariano, Trana i Lautaro”; “San Emilio,
Troncoso y Santa Elena”; “Fresia, Guacolda i Tegualda”; “San Pedro, San Luis i San
Bernardo”; “Santa Sabina, Felicidad i Fortuna”; “Santa Marcelina, Santa Maria i Santa
Marta”; “Santa Ema, Huempe i Alavao”; “Santa Estanislada, Caupolican i Mauequepe”;
“Santa Malvina, Tucapel i Orompello” i “San Guillermo, Rengo i Tauquin” Señalamos
como deslindes jenerales sin perjuicio de rectificarlos en la ratificación i que son los
siguientes: Norte, el nacimiento del estero Otuve, Sur, el rio Bio Bio; Oriente el estero
Ralco i poniente el estero Pangue. – A US. Suplico se sirva tener como hecha esta
manifestación, mandarla a registrar i publicar en conformidad con el Art. 32 de Minas.-
Otrosi encontrándose actualmente i por toda la época del invierno los caminos
interrumpidos debido a los grandes creces de los ríos i esteros que bajan de la cordillera en
que hemos hecho este descubrimiento, vengo en pedir a US. Se sirva a prorrogar hasta el
mes de Agosto a Septiembre del presente año el comienzo del plazo en el que tenemos que
hacer las labores i el pozo de ordenanza en el supuesto caso de no hacerlo en el plazo legal.-
Fidel Zuñiga C.- Se me presento este escrito hoi a las diez ante meridiano. Los Angeles 16
de Mayo de 1921.- Bernardino Leighton secretario suplente.- Los Ángeles 16 de Mayo de
1921. A lo principal registrese i publíquese al otrosi como se pide.- Francisco Muñoz
Quezada – Bernardino Leighton secretario suplente.- Proveyo el defensor de menores por
subrogación legal Bernardino Leighton secretario suplente.-
En los angeles a 16 de mayo de 1921 notifiquese personalmente a las tres pasado
meriadiano a don Fidel Zuñiga el anterior decreto i firmó.= Fidel Zuñiga C.- Bernardino
Leighton secretario suplente.-Hai un sello.= Conforme con su orijinal que se agrega a este
147
rejistro.- Requiere i firma de esta inscripción don Luis Silva.- Doi Fe- Luis Silva. = Ante mi
Pedro Anibal Ruiz R. Notario Público y de Hacienda Conservador de comercio i minas290
.
Esta manifestación pedía un extenso triangulo para la posible explotación de
derivados del petróleo: kerosene y carbón, abarcando pedazos de lo que actualmente es
Quepuca Ralco, Ralco Lepoy y Pitrilon.
Existían compañías constituidas con la finalidad de explotación, recuerdo que aun
está presente en la memoria de las comunidades pewenche que rodeaban al antiguo fundo
Queuco: Cauñicu, Malla Malla291
. Podemos asegurar la existencia de estas firmas desde
1921:
En conformidad a lo prescrito en el Art. 23 de los estatutos se cita a Junta Jeneral de
Accionistas a los socios de la Compañía para las horas (3. P.M.) del día 17 del corriente, en
las Oficinas de la Compañía de Telefonos de esta ciudad, calle Tucapel N o 342, para tratar
los siguientes puntos:
1º) Elejir nuevo directorio;
2º) Acordar cobrar una pequeña cuota por acción a cada socio para sufragar el pago de
algunas cuentas pendientes;
3º) Prorrogar el plazo fijado a don Esteban Ferrari, o renovarle el poder que le ha conferido
la Compañía, para vender las pertenencias mineras de que es dueña, en las condiciones que
se acuerden
4º) U los demás asuntos que resuelva la Junta Jeneral
Los Angeles 6 de Mayo de 1921.
El secretario = Jerente”292
Otras manifestaciones mineras hacían referencia a vetas de oro, cobre y plata.
También reconocían la existencia de indígenas en el sector, en conflicto con los fundos
constituidos en el sector, en este caso el Fundo Queuco de Esteban Ferrari. Aun así, estas
personas se aventuraban en inscribir estas posibles vetas aunque estuviesen en posesión de
pewenche. Se intentaba ahora la apropiación de territorios indígenas ya no constituyéndolos
290
Diario el Siglo de Los Ángeles, 21 de Julio de 1920. 291
GONZALEZ, H. op. Cit. p. 34 292
Diario El Siglo de Los Ángeles, 7 de mayo de 1921: “Compañía minera del Queuco”
148
como fundos, sino como lugares de explotación minera, como demuestra la siguiente
inscripción:
CERTIFICO. – Que a fojas una bajo el número uno del Registro de Manifestaciones y
Ratificaciones de Minas correspondiente al presente año a mi cargo, se encuentra una
manifestación minera de dice asi.
En la ciudad de Los Ángeles a veinticinco de Julio de mil novecientos veinte cinco, se
presento para su inscripción la siguiente manifestación de mina “Certifico” que ante este
Juzgado se ha presentado la siguiente soliticitud minera; que con su provedo y demás dice
como sigue: Manifiesta el pedimento que expresa y pide las pertenencias que la ley les
concede = Señor Juez Letrado .- Armando Fressard C. Ingeniero de Minas a US.
Respetuosamente digo, que cateando en el departamento de La Laja, duodécima quinta
subdelegación de Queuco, en terrenos cuyo domicilio se disputa Don E. Ferrari y varios
indígenas, estando estos últimos en posesión de ellos, y en los cerros conocidos como “los
Maitenes” he descubierto unos placeres vírgenes de minerales de cobre, plata y otras
sustancias metalíferas, a las cuales doy el nombre de “Cobre Maitenes del Bio – Bio” cuyas
vistas son: al norte con el arroyo “Los Quilmahues” y terminación del segundo derrumbe de
los mismos cerros del mineral “Los Choiques” vengo a solicitar con el derecho que la ley
me concede tres partenencias que denomino “Primera” “Segunda” y “Tercera” y a las
cuales doy una extensión de cinco hectáreas a cada una.= Pido también tres pertenencias de
cinco hectáreas que también se denominaran “Primera” “Segunda” y “Tercera” para las
personas de las que enseguida enumero. Enrique Oyarzun M, Ruperto Alamos J, Arturo
Sandoval N, Germain Dominguez Rios, Camilo y Arturo Olavarria B, Carlos Lanus C.
Carlos Lemanor, Enrique Fressard C, Miguel Jabalquint S. S. Victor M., Miguel Juan E,
Elena y Elisa Jabalquinta, Francisco, Armando, Juan y Roberto Fressard R.- Estas últimas
pertenencias se desmarcaron y ubicaron después de las mias y en torno de ellas y en rumbo
que los yacimientos llevan. Por tanto, a Usia suplico: que teniendo en cuenta esta
manifestación la registre y publique de forma ordinaria – Armando Fressard C – Se
presento este escrito hoy a la una y media pasado meridiano – Los Angeles, veintidós de
Julio de mil novecientos veinte cinco.- A. Ramirez P, Secretario . Los Ángeles, veintitrés
de Julio de mil novecientos veinticinco – Por hecha la manifestación, regístrese y
publíquese en el registro – Constantino Muñoz E. – Ramirez P. Secretario. En Los Ángeles,
a veintitrés de Julio de mil novecientos veinticinco en la Secretaria Judicial, siendo las
cuatro pasado meridiano notifique personalmente de la resolución precedente a don
Armando Fressard C, le di copia y no firmo- A. Ramirez P. Secretario – Conforme con su
original - Los ángeles veinticuatro de Julio de mil novecientos veinticinco – A. Ramirez P.
149
– Secretario – Hay un sello – Conforme su original que se agrega al final del presente
Registro – Requiera y firma esta inscripción don Gregorio Jofre= Doy Fe – G. Jofre L.-
Pedro Anibal Ruiz R, Notario Público y de Hacienda, Conservador de Comercio y Minas.
Conforme.- Los Ángeles veinticinco de Julio de mil novecientos veinticinco293
.
Después de estas etapas iniciales, cuando el modelo de desarrollo del país cambio
hacia uno más orientado hacia adentro, basado en la industrialización del país con miras a
la producción de manufactura propia, (ISI) abastecimiento autónomo del mercado local y
la protección arancelaria de los productos del país todo bajo una fuerte orientación estatal,
debido a en primera instancia el fin de la producción de salitre en el norte ya que su
sustituyente sintético europeo lo destruyo como producto competitivo a nivel internacional
y sobre todo en la década del 30’ por los efectos de la gran depresión mundial (1929) que
llevo a la economía mundial a replantear el liberalismo “laisez faire” predominante hasta el
momento a través de nuevos modelos como el keynesiano post segunda guerra mundial.
Chile fue quizás uno de los países más afectados del mundo en esta crisis del sistema
económico mundial. En este nuevo plan de desarrollo, la agricultura hortícola – cerealera
cumple un rol de abastecedor barato de productos alimentarios debiendo sostener el proceso
de industrialización chileno, haciendo que la inflación en los productos básicos de la
canasta no fuera muy elevada para no perjudicar el salario del trabajador urbano, por tanto a
la actividad agrícola se le fijaron limites de precios y un poder comprador estatal con
capacidad de maniobra para abaratar los precios, ya sea comprando más barato o bien
reduciendo intereses a los productos importados294
.
Bajo la coyuntura de fomento estatal de la iniciativa industrial en el modelo de
desarrollo del país (substitución de importaciones), la economía de Alto Bío Bío se orienta
decididamente a la explotación forestal de carácter industrial con la instalación de
numerosos aserraderos y la concentración de grandes propiedades en firma madereras.
Estos nuevos dueños desplazaron a los antiguos detentores de latifundios agrícolas surgidos
bajo el contexto de bonanza de producción agrícola del siglo XIX quienes en estos nuevos
293
Diario el Siglo de Los Ángeles, 27 de Agosto de 1925, p. 2 N: 6931: “Inscripción y manifestación de
minas” 294
Vid. SANTANA, R: Agricultura Chilena en el siglo XX: contextos, actores y espacios agrícolas, Santiago,
2006
150
tiempos económicos paulatinamente van vendiendo o perdiendo pedazos de sus fundos.
Por ejemplo, ya en 1928, a Mariano Palacios dueño del Fundo Trapa le es rematado una
porción de sus propiedades cordilleranas por deudas con un banco regional. El tasador
recalca el valor maderable de la propiedad, anticipando los tiempos que se venían para el
Alto Bío Bío.
REMATE.
Por decreto del segundo juzgado de letras de chillan recaido en la ejecución seguida por la
sindicatura del Banco de Ñuble en contra de don Mariano Palacios por cobro de pesos se ha
señalada en el diez del entrante a las 3 P.M para que tenga lugar el remate de la propiedad
embargada ubicada en el departamento de la Laja, comprendida dentro de los siguientes
deslindes. Norte con la cordillera Cupulgue y el valle del Campamento. Sur con la
cordillera de Proviles. Oriente con la de los Andes y Poniente con el estero de Alquilon.
Este fundo cuenta con buenas casas de habitación, galpones y otras dependencias y con
estensos bosques en estado de esplotacion.
MINIMUM para las posturas los dos tercios del precio de tasación $12000000 o sean
$8000000.
Mas antecedentes en las oficinas de la sindicaturas del Banco Ñuble, Dieciocho 544 o bien
ante el secretario infraescrito.
Chillan 8 de Marso de 1928.
M. Alberto Escala295
.
Se impone como la actividad productiva por excelencia el tratamiento de maderas
nativas aprovechando las ventajas comparativas del territorio cordillerano en este aspecto,
sobre todo la existencia de bosques de Araucarias: comienza la agresión antrópica fuerte al
ecosistema situado entre los ríos Queuco y Bío Bío. Resumiremos el proceso de
construcción de los fundos forestales mostrando en el siguiente esquema el ejemplo de la
división y parcelización del fundo Callaqui constituido a fines del siglo XIX, y posterior
“síntesis” de territorios efectuada a inicios de la década del sesenta por la firma
perteneciente a Dionisio González, Maderas Ralco S.A abarcando amplios sectores
pertenecientes a Callaqui, Pitril, Ralco. Esta propiedad se mantendrá hasta la Reforma
295
Diario el Siglo, 21.Marzo.1928.N:7732.p. 2
151
agraria (1971) por lo que es un actor relevante dentro de ese proceso en el sector, ya que es
un gran concentrador de propiedad y por ende de conflicto con las comunidades pewenche.
Evolución de la propiedad del Fundo Callaqui 1880 - 1963
FUENTES: Fondo Conservador de Bienes Raíces de Los Ángeles
Fundo Callaqui
(Sociedad Brito - Arias
Disolución 1892:
Se divide el predio en dos
sucesiones Brito y Arias
San Miguel de Callaqui.
1937: José del Carmen Reyes,
compra predio a sucesión Brito
Callaqui.
1944 Pasa a Maclovia Arias,
por sucesión
1949: Es comprado por Sociedad
agrícola la Leonera.
1952: Sucesión Bunster Gómez
(Antiguos predios de Anguita) vende
fundo Ralco a Dionisio González,
miembro de la esta sociedad
1955. Es comprado por la
sociedad González,
integrada por Dionisio
González, Enrique
González, Ricardo
González, Francisco Fluxá
Guinart. “Fundo Bío Bío”
1962: Venta de una
porción del fundo Bío Bío
a DALLAS
INVESTMENT
CORPORATION:
“Porción de 2.200 has.
Del fundo Bío Bío Ex –
Callaqui”
1962: La sociedad González
conserva “porción poniente y
norponiente del fundo Bío Bío Ex
– Callaqui”. Se crea comunidad
forestal Ralco
1963: Se crea “MADERAS RALCO S.A” formada por Comunidad Forestal
Ralco y DALLAS INVESTMENT CORP. Predios de esta sociedad: “Porción de
2.200 has. Del fundo Bío Bío Ex – Callaqui, “porción poniente y norponiente
del fundo Bío Bío Ex – Callaqui”, “Pitrilon”,” Fundo Ralco” “Fundo Pitril”.
152
Aparte de los cambios en los patrones productivos de los sectores pertenecientes a la
gran propiedad agroforestal, el inicio de actividades de maderaje a gran escala provoca en
la década del 50’ aproximadamente el desarrollo de un importante polo chileno en
territorios de la comunidad pewenche de Callaqui, poblado por los trabajadores de los
aserraderos pertenecientes a Maderas Ralco S.A, que dará origen a la actual “Villa Ralco”.
Se recuerda en las comunidades el inicio de actividades de esta empresa en cerros
antiguamente llenos de vegetación y también la negativa impresión de la llegada de los
trabajadores chilenos:
González primero exploto acá abajo. El pueblo Ralco, era una montaña virgen, coigue,
roble, los cortó y desraizó. Después explotaron y terminaron el pehuen, hasta la laguna
Huacha […] y terminaron todo. Luego bajaron sus maquinas y se metieron por el Pangue,
empezaron por el Pitrilon”296
La población de Ralco era de puros trabajadores que llegaron con la empresa y quedaron
ahí, los que nacieron ahí está bien pero eran sus familias que llegaron de afuera, de otra
parte […] eso antes era todo comunidad, ahora ni lo saludan a uno porque se creen dueños,
vienen a robar, sacan animales de los mapuches y los venden, se adueñaban de ellos"297
En este testimonio se remarca la trayectoria que siguió la explotación de Maderas
Ralco S.A, iniciándose en Callaqui, y llegando finalmente a Ralco Lepoy pasando por
sectores reclamados por la comunidad de Pitril y otros pertenecientes a Quepuca Ralco.
Por aquí (Callaqui) estuvieron haciendo el camino, explotando toda la madera chilena, […]
Tepa, Laurel, Rauli, Coigue, Pellin, duró como un año de trabajo y ahí llegaron a los
primeros pinos araucarias que se llamaba la veranada Trahunco, después llegaron a
Huechulafquen. Después se iban por las quebradas hasta que llegaron a las veranadas de
Nepun, parte por parte hicieron ese seguimiento. Cuando terminaron aquí se fueron a
Lepoy, por 200 quintales de harina, a cortar para allá. Todavía queda madera, lo cortaron
todo”298
El traslado de la madera explotada en estos lugares se efectuaba a través de balsas,
debido a la inexistencia de caminos carreteros óptimos hasta el periodo del régimen militar,
296
Julia Piñaleo, 25 de Mayo de 1992 297
José Pedro Paine, Julio de 1992 298
Domingo Piñaleo, 25 de Mayo de 1992
153
las que navegaban con su carga vegetal por el rio Bío Bío siendo desembarcadas en un
trayecto inferior de su curso y llevadas al ferrocarril de Santa Bárbara: “(…) pero hasta los
años sesenta no había camino solo ruta a caballo o carreta, las maderas del aserradero se las
llevaban en balsa, 10 o 20 balsas por el rio Bío Bío. A principios de los años setenta se
comienza a construir el camino de Santa Bárbara a Ralko”299
Trozos de madera listos para ser transportados por el ferrocarril. Estación Santa
Bárbara (1978)
Durante el auge de la explotación de maderas nativas dado entre la década del
cincuenta y el setenta, llegan a la naciente Villa Ralco algunas instituciones como
Carabineros y una escuela destinada a principalmente a los hijos de los trabajadores.
La primera generación de propietarios: “generación agricultora”, la que se encargo
de privatizar el espacio sociocultural-territorial del pewenche de Alto Bío Bío, deja además
como herencia a núcleos de población chilena instalada en calidad de arrendatarios o
inquilinos de sus fundos. Aun cuando el abandono por parte de sus dueños chilenos o
argentinos como el caso del porteño Peretti, dueño del Fundo Queuco deje sin explotación
intensiva a las grandes propiedades aledañas el rio Queuco, quedaran instalados
299
Testimonio de Ángel Ancanao, Ralko Lepoy, 2007
154
permanentemente colonos chilenos en esas tierras, con relaciones de vecindad con las
comunidades pewenche amparadas bajo titulación de merced, como en el caso de Trapa
Trapa, Butalelbun, Malla Malla, Cauñicu; relaciones en que las interacciones no son del
todo prosperas como ya hemos visto y profundizaremos en el próximo capítulo. La
segunda generación de propietarios, los que basan la explotación de sus propiedades en
actividades forestales intensivas: “generación industrial maderera”, como es el caso de los
predios bajo administración de Maderas Ralco de Dionisio González, o de Enrique Richard,
en propiedades ribereñas al Bío Bío, entraran en conflicto con las comunidades pewenche
de Callaqui, Ralco Lepoy, Quepuca Ralco, por el avance de la explotación maderera con la
huella de destrucción de espacios ecológicos-culturales que conlleva y por el conflicto con
propiedades que estos grupos pewenche reclaman como suyas, aun no teniendo titulo de
merced.
Estas son las dos líneas de conflictividad que marcaran el proceso de Reforma
Agraria en Alto Bío Bío, problemáticas que analizaremos a fondo en el siguiente capítulo.
155
CAPITULO QUINTO: REFORMA AGRARIA EN ALTO BÍO BÍO
(1968 – 1973).
5.1 Conflictos de las comunidades pewenche en el periodo anterior a la
Reforma Agraria, una revisión de conjunto.
Nos parece necesario explicar en este apartado los conflictos acaecidos entre el
Estado y las comunidades ribereñas a los ríos Queuco y Bío Bío posterior al fin del periodo
de radicación (1920) y anteriores al periodo de Reforma Agraria (1968). En su gran
mayoría hacen referencia a conflictos territoriales dados entre dueños de las grandes
propiedades agrícola-forestal (fundos) o pequeños campesinos de raíz inquilina (colonos)
asentados desde inicios de siglo XX en estas mismas grandes propiedades y las
comunidades pewenche con o sin titulación de merced. Estos conflictos generalmente eran
resueltos por el Estado a través de las legislaciones especiales indígenas, destinadas más
que nada a normar las relaciones entre propiedades estatales, privadas e indígenas. En el
periodo anterior a la reforma agraria, la legislación indígena no poseía acápite alguno que
hiciera referencia a aspectos no referidos a las posibilidades de mantención, división o
pérdida de las comunidades indígenas, era un legislación enfocada privativamente a los
asuntos de propiedad no encontrándose planes o programas especiales de ayuda o
desarrollo indígena; pues como señalan investigaciones300
el objetivo fundamental era
acabar en el largo plazo con el problema indígena, desmontando paulatinamente las
protecciones garantizadas por la titulación de merced a los espacios comunitarios mapuche,
y en nuestro caso, pewenche, permitiendo la disgregación y fraccionamiento de estos
lugares en una miríada de pequeños propietarios individuales y sujetos a las variaciones del
mercado de tierras del país
El Estado derivaba este tipo de conflictos al aparato judicial, el cual resolvía a
través de juzgados especiales denominados “Juzgados de indios” creados por la ley N°
4.802 de 24 de Enero de 1930 destinados para resolver litigios de tierra y resolver
divisiones de títulos de merced, problemáticas manejadas por esta vía en el caso de Alto
300
Vid. ORTIZ, A: El derecho de dominio en la legislación indígena. Memoria de prueba para optar al grado
de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción, 2001
156
Bío Bío. Aun con lo anterior, no podemos dejar de mencionar la intervención militar-
policial directa del Estado bajo el segundo gobierno de Alessandri realizada en 1934
destinada a sofocar la violenta revuelta campesina301
iniciada en Troyo sector cordillerano
de la actual novena región, colindante con el área de Alto Bío Bío abarcada por nuestra
investigación conocida para la historiografía chilena como “Revuelta de Ranquil”. No
existe la certeza de la participación directa de comunidades netamente pewenche en este
suceso, existiendo algunas voces contenidas en la literatura302
o en algunas
investigaciones303
que no permiten acreditar actuación efectiva, incluso en la memoria
histórica de las comunidades más cercanas (Ralco Lepoy, Quepuca Ralco) se recuerda la
violencia del hecho y el reguero de cadáveres que flotaban en el rio Bío Bío, pero señalan
que si hubo participación pewenche esta debió ser de los grupos que habitaban en Lolco,
actual novena región
Ese fue como el año treinta y cinco, el año 1935, más o menos, fue la revuelta de Ranquil.
Fue un sistema de comunismo fue eso lo que sucedió. Quisieron tomarse todo. Había un
fundo que era el fundo Lolko y eran dueños los gringos. No sé de qué país eran, eran
extranjeros. Entonces llegaron un par de personas a involucrar la gente pewenche, ni sabían
que es lo que pasaba. Le dieron un consejo, que hoy día nosotros en Chile ya está tomado
todo, somos dueños nosotros de todas las cosas que hay que eliminarlos los últimos que
quedan acá. Hay que quitarle ese fundo a ese viejo, matarlo, echarlo que se vaiga y nosotros
quedarnos con todo eso. Eso fue en Lolko, en Ranquil, Toda esa forma se formo y fue como
un tipo político, así no sé cómo, porque yo no sabría cómo explicarla esa parte porque yo sé
poco la historia. Pero lo que me han contado fue así. Y empezaron a conquistar gente y
también conquistaron la gente pewenche. Mataron carabineros toda esa cuestión y después
301
Algunos cuestionan el carácter de espontaneidad que imprime el concepto “revuelta” en este caso al hecho,
señalando que existió cierto grado de manejo o participación del partido comunista en la organización, más
allá de un militante aislado como lo fue Segundo Leiva Tapia. Véase: TÉLLEZ, E: “El levantamiento del a
Alto Biobío y el Soviet y la República Araucana de 1934” Anales de la Universidad de Chile, N° 13 (2001),
ULIANOVA, O: “Levantamiento campesino en Lonquimay y la Internacional Comunista”. Centro de
Estudios Públicos, N°89 (2003) pp. 173 – 223. Para interpretaciones que comulgan con la hipótesis
“revuelta” véase: FLORES, J: Un Episodio en la Historia Social de Chile: 1934. Ranquil. Una Revuelta
Campesina. Tesis para obtener el grado de magíster artium en Historia, USACH, Santiago, 1993
BOHOSLAVSKY, E: Trabajadores rurales en la Araucanía, Chile: condiciones de vida, identidades y
resistencias (1930 – 1955), Tesis para obtener el Magister en Ciencias Sociales (Antropología e Historia) en
el Centro de Estudios Regionales Andinos “Bartolomé de las Casas” FLACSO, Perú. 2003. 302
MANNS, P: Memorial de la Noche. Santiago, 1998 303
Ulianova cita un texto donde se hace referencia a “los indígenas de la región de Remoto” que podría
tratarse de pewenche de Ralco, pero es solo una suposición. ULIANOVA, O: op. Cit. p. 195
157
la devolución fue fea para ellos. Entro el ejército y carabineros. Por el sur y por aquí, por
esta misma zona entraron y los encerraron. Y los verdaderos, los que hicieron todo ese
organismo los encabezadores se arrancaron y se fueron todos. Se corrieron y quedaron
pagando la gente de por acá, el pewenche y gente que eran lo mas. Ahí cayeron mucha
gente, pero yo no sabría mucho de las familias gente pewenche caer. Yo todavía ni siquiera
nacía. Mi mama estaba recién ese año nació. Ella me converso, pero ella tampoco recuerda
eso. Mi mama nació ese año, el año treinta y cinco. Los abuelos me contaron. Y fue muy
fea. Dicen que aquí pasaron el rio y de puro mirar dicen que había un cadáver muerto,
después cuando llegaron la fuerza de militares, los golpearon no mas a la gente304
.
Este es otro testimonio perteneciente a un habitante de Ralko Lepoy:
En 1934 hubo un levantamiento en el rio Bío Bío en la zona de Ranquil, Troyo, el señor de
Santiago Juan Leiva Tapia hubo una manifestación, el estudio en Santiago y acá se dieron a
conocer reformas para recuperar las tierras de los fundos, el estuvo bien metido, pero fue un
fracaso. Había mucha expectativa y la gente de acá lo vio como algo peligroso, que no
participara en esas tomas, se fue a hablar para allá para que no siguieran las tomas se
suponía que iba a correr sangre, los abuelos lo dijeron, muchos pewenche se vinieron a
Ralko Lepoy huyendo de la posible represión. Luego se produjo la represión y la matanza,
la matanza de Ranquil305.
Aun así, este hecho refuerza la desconfianza hacia el wingka, pues en el análisis se
señala que intentaron engañar a los pewenche instrumentalizándolos con fines políticos: “Y
ese fue el error más fuerte que hubo aquí. Por eso es que hoy día después la gente
pewenche empezaron a juntarse y no permitían gente que llegara hablando cosas así. Ellos
no no echándolos altiro. No vaya a ser lo mismo que paso para la revuelta”306
.
Las comunidades mestizas que habitaban fundos como Guayali o Los Guindos
guardan en su memoria histórica un relato extenso de estos hechos, de la participación de
sectores de las mismas en ellos y del partido comunista:
En 1934 vinieron personas de Santiago que decían que eran comunistas no querían salir y
querían pasar a la fuerza si no los tiraban al rio por ser comunistas, los carabineros los
304
Testimonio Carmelo Levi, 2007, Quepuca Ralko 305
Testimonio Ángel Ancanao, 2007, Ralko Lepoy 306
Testimonio Carmelo Levi, 2007, Quepuca Ralko
158
echaban al rio, gente que pillaban los iban a tirar al rio, por ser comunistas, los carabineros
los echaban al rio, porque eran comunistas, pero quien era comunista, nadie.
En 1934 se tomaron la gente del sur que no eran de aquí, eran los colonos del sur que nos
quisieron quitar la tierra desde Contraco hasta acá nos quisieron quitar hasta arriba. Pero no
era gente de aquí, eran comunistas que nos quisieron meter al trabajo que estaban haciendo
ellos, y había gente que no quería hacer eso y los tenían presos. Así unos se escaparon y
algunos no se escaparon na, al administrador lo cazaron y allá en Lolco también paso lo
mismo, lo caparon y lo colgaron, porque les quitaron las armas, así paso, esos eran los
comunistas. Entonces a los que no fueron sometidos no les paso nada, porque nunca se
sometieron a eso, pero igual lo pasaron mal por eso, porque querían a la mala se metieran,
pero la gente que algo comprendía, que era malo lo que estaban haciendo, no se metieron,
entonces cuando llegaron las fuerzas armadas, los carabineros, por todos lados, tanto de
Lonquimay como por el lado de la Octava región, entonces empezaron a atropellarnos. Así
que a todos los comunistas que pillaban y en las casas que sabían que eran comunistas los
carabineros llegaban y los mataban y si los encontraba siendo comunistas balas corrían, esa
fue la matanza grande que había y ahí mataron a un cacique con caballo y todo sepultado307
.
No ahondaremos en este asunto debido a que supera el marco geográfico - social
delimitado por nuestro problema de investigación, por lo que remito al lector a la
bibliografía existente sobre el tema de la problemática de Ranquil308
. En un futuro
planeamos dilucidar el confuso asunto de la participación pewenche en este suceso,
determinando actores y causas.
Retornando a los conflictos manejados vía juzgados de indios, existe uno en
particular que es emblemático (funcionando como “tipo ideal”), en el sentido que resumen
mucho de los mecanismos de restitución territorial desarrollados por las comunidades y por
307
MIDEPLAN, Línea base Sociocultural. Área de Desarrollo Indígena Alto Bío Bío, 2000, p. 216 308
FLORES, J: Un Episodio en la Historia Social de Chile: 1934. Ranquil. Una Revuelta Campesina. Tesis
para obtener el grado de magíster artium en Historia, USACH, Santiago, 1993. FAHRENKROG, H: La
Verdad Sobre la Revuelta de Ranquil. Santiago, 1985. ULIANOVA, O: “Levantamiento campesino en
Lonquimay y la Internacional Comunista”. Centro de Estudios Públicos, N°89 (2003), pp. 173 – 223.
TÉLLEZ, E: “El levantamiento del a Alto Biobío y el Soviet y la República Araucana de 1934” Anales de la
Universidad de Chile, N° 13 (2001). BOHOSLAVSKY, E: Trabajadores rurales en la Araucanía, Chile:
condiciones de vida, identidades y resistencias (1930 – 1955), Tesis para obtener el Magister en Ciencias
Sociales (Antropología e Historia) en el Centro de Estudios Regionales Andinos “Bartolomé de las Casas”
FLACSO, Perú. 2003.
159
otro lado, la actuación de los terratenientes en contra de los mismos, todo bajo el arbitrio
del Estado y sus juzgados especiales: me refiero al litigio entre la comunidad de Ralco y la
sucesión de Luis Bunster.
Corría el año 1937 cuando el longko Antonio Ancanao junto a su secretario
Domingo Huenteao, dupla de cargos que en todas las comunidades era el brazo político por
excelencia para relacionarse con la sociedad wingka, iniciaban los trámites para lograr
radicación de la extensa comunidad de Ralko, a estas fechas aun no dividida, interponiendo
recurso en el Juzgado de Indios de Victoria que entre 1937 y 1941 se dedico a reunir
antecedentes, catastrar la comunidad en terreno y construir topográficamente un plano de la
misma (30.000 has) , amparado en una interpretación de la Ley de Propiedad Austral. Esta
ley dictada en 1931 buscaba regular la tenencia de títulos particulares desde Malleco al sur,
saneando y entregando títulos de dominio a personas que demostraran ocupación de un
terreno que fuera considerado como “fiscal”.
Estas gestiones tuvieron la oposición de la Sucesión Bunster, pues para ellos estos
terrenos se encontraban inscritos por su sucesión bajo el nombre de “Fundo Ralco” desde
fines del siglo XIX. Los abogados de esta familia apelaron a que la ley de propiedad austral
no se puede aplicar a territorios al Norte del rio Bío Bío, que es donde se ubica la
comunidad, y por lo tanto solicitaron al tribunal declararse incompetente. En 1941, la
sucesión ofrece un pequeño territorio de radicación para liquidar extrajudicialmente la
causa, solicitud que no fue aceptada y el proceso de radicación continuo, haciéndose parte
del litigio el abogado procurador de indígenas Ernesto Manríquez Molina quien intenta
demostrar que los terrenos ocupados por la sucesión fueron comprados bajo títulos no
validos y por lo tanto legalmente fiscales ergo sujetos a saneamiento y entrega a las
comunidades pewenche con ocupación ancestral por la citada ley de propiedad austral.
Durante este año, el Juez de Indios de Victoria se declaro competente para revisar la causa,
a pesar del alegato que hace referencia a territorios ubicados el norte del Bío Bío. En 1942,
el juez de indios de Victoria, Gustavo Bisquert dicta sentencia, resumida en cinco puntos
fundamentales:
1) Que la comunidad Bunster Gómez no es dueña de las hijuelas: Lo Avellanos, La Malla,
Lepoy y Ralco propiamente tal.
160
2) Que no ha lugar a la oposición a fs. 14, 31, 57 y 69
3) Que en consecuencia tales hijuelas de acuerdo con lo expresado en el considerando 3°, son
terrenos fiscales disponibles, y concurriendo los demás requisitos legales señalados en el
considerando 2° procede la radicación en dichas hijuelas, o sea, en la superficie
aproximada de treinta mil quinientas cincuenta (30.550 has) hectáreas, deslindadas así;
Norte, Cordón de Trilila y Cordillera Malla Malla, ambas en sus filos; Oriente, rio Ralco,
desde su nacimiento en dicho cordón y cordillera, hasta desembocar en el Bío Bío, después
de recoger a sus afluentes, los ríos Lomin y Chalquivin; Sur, rio Bío Bío y oeste estero el
Moro o el Morro, desde su desembocadura en el Bío Bío, siguiendo hasta su nacimiento y
desde aquí por la línea divisoria de las aguas de la cordillera blanca y su continuación la
cordillera Baya, pasando por las cumbres denominadas las Mellizas, Punta Larga, Volcán
Callaqui y Rucachurrue, hasta llegar al cordón Trilila ya citado como deslinde norte.
4) Que debe inscribirse el presente fallo, conjuntamente con el decreto supremo que lo
aprobara, en el registro de conservador de bienes raíces de Los Ángeles, cancelando dicha
inscripción al corriente en el mismo registro, año mil novecientos treinta y tres, a fojas
trescientos treinta y tres, a fojas trescientos treinta bajo el numero cuatrocientos diez (Fundo
Ralco de Sucesión Bunster), o las que fueran sus derivadas, únicamente en cuanto
comprenden el terreno deslindado en la declaración precedente, o sea, no afectando esa
cancelación en forma alguna la inscripción relativa al terreno encerrado entre el rio Pangue
o el Hilotregua, el deslinde oeste señalado en la declaración que antecede y el rio Bío Bío;
y
5) Que las cuatro declaraciones anteriores se entenderán sin perjuicio alguno de las facultades
del supremo gobierno, para proceder, si lo estimare, previa consulta a la parte interesada y
por la vía legal que corresponda, a hacer efectiva en provecho de la Comunidad Bunster-
Gomes, el lucro a que se ha hecho referencia en el considerando °74, el que podía consistir
en otorgarle, sobre bases por determinar, una concesión para explotar maderas dentro de
algún sector comprendidos por los deslindes señalados en la declaración 3° satisfaciendo así
los propósitos que abrigaría esa comunidad en cuanto a formar una sociedad celulosa – y
sin perjuicio alguno, a su vez las extensiones que con miras a un interés superior y previo
informe de la autoridad competente, se estimare a destinar a reservas forestales309
309
CORREA, M; MOLINA, R: Territorios y comunidades pehuenche de Alto Bío Bío…, 1996. p. 86, 87
161
En los sustantivo, las tierras de Ralco quedaban disponibles para la radicación,
mención aparte del interés del juez por normar la explotación forestal, recurso que se
comenzaba a configurar como estratégico en el área. Este fallo fue apelado por lo afectados,
consiguiendo que en 1945, la Corte Suprema revirtiera la sentencia del Juez de Indios de
Victoria por considerar que estaba fuera de su jurisdicción aplicar la ley austral al norte del
Bío Bío, pues los jueces de indios no tienen jurisdicción fuera del territorio de indígenas
declarado por ley de 2 de Julio de 1852, que se extiende entre el rio Bío Bío y Toltén.
Luego de esta sentencia el longko Antonio Ancanao junto a otros dirigentes de la
comunidad, piden amparo formal al presidente Juan Antonio Ríos, quien se encarga de
repetir lo sancionado por la Corte Suprema.
Dentro de lo sancionado por la corte, la comunidad no logra radicación, pero el
tribunal aclara que no corren riesgo de desalojo pues no hay juicio en contra de ellos. Este
conflicto continuara su desarrollo, viniendo luego las ofertas de terrenos e intentos de
acuerdo entre los comuneros y la sucesión Bunster, que son rechazadas por los primeros
por considerar que las 5.000 hectáreas ofrecidas no son suficientes para dar cabida a todos
los grupos familiares, opinión compartida por el agrimensor del Ministerio de Tierras y
Colonización:
Aceptada esta unidad, para la radicación de 88 familias con sus respectivos descendientes,
se necesita una cabida mínima de 16.460 has. En esta condición y tomando como base el
ofrecimiento hecho por el Sr Ricardo Swett a nombre de la sucesión Bunster Gómez, de
donar al fisco 5000 has más o menos ellas darían margen, en mínimas condiciones, solo a la
radicación de la tercera parte de la población indígena viviente en Ralco310
Las acciones de reivindicación de las tierras de Ralco efectuada por la comunidad,
se reiniciaran cuando Dionisio González se haga dueño de las porciones o fundos
pertenecientes legalmente a la Sucesión Bunster y los integre a Maderas Ralco S.A.
La comunidad aun recuerda estas gestiones, un testimonio de un habitante de Ralco
Lepoy respecto a esta época de tensiones con latifundistas nos cuenta como su abuelo se
movilizaba a caballo y a pie para defender las tierras de Ralco:
Mi abuelo se llamaba Antonio Ancanao, esa gente [administradores y dueños de los fundos
de la sucesión Bunster] estaba armada, el que se tenía que ir y si no, lo perseguían a
310
Ibídem. p. 92
162
balazos. Otro cacique lo acogió a mi abuelo, lo encomendaron para defender las tierras,
desde Ralko Lepoy le dijieron a mi abuelo se quedara allí y lo ungieron como cacique de
Ralko Lepoy y alertar a los demás caciques comenzaron a organizarse los caciques de otras
comunidades, era tres las grandes: Kallaki, Trapa Trapa y Ralko Lepoy. Mi abuelo fue hasta
Santiago a defender las tierras le asigna se iban a caballo luego a pie hasta Victoria a
defender las tierras, crearon nuevas comunidades para estar más resguardados, aparecieron
otros caciques en alerta311
.
La situación de la comunidad de Ralco es ejemplificadora de las tensiones que
vivían los grupos pewenche no reconocidos con titulo de merced o algún otro tipo de
dominio: la sombra constante de una expulsión violenta de las tierras ocupadas desde que la
memoria recuerda ennegrece la vida cotidiana de los habitantes de estos lugares. Resume
también los mecanismos legales utilizados por las comunidades para revertir su situación, y
el accionar “judicializante” del Estado en estos casos. La vía legal es la única forma de
comunicación posible, el único canal abierto para entablar dialogo con la estructura de
poder, tal como lo definió desde un comienzo la Republica Chilena a través de las leyes
indígenas de inicios de siglo XX.
Las comunidades con titulo de merced poseen numerosos conflictos con colonos
habitantes de los fundos chilenos que los rodean y constriñen. Los colonos inquilinos
concentran bajo su control los espacios de veranadas y tierras de mejor calidad, y en
arriendos efectuados a comuneros inclusive van apoderándose de algunas tierras que se
encuentran dentro de las mercedes de tierra.
Incluso, este tipo de presiones se dan desde el interior de las comunidades, de
segmentos que se van transformando paulatinamente en “chilenos” abandonando su
identidad indígena pewenche, como en el caso de Cauñicu y la familia Quiñiñir.
La familia Quiñiñir como señalábamos en un capitulo anterior, aparece dentro de los
radicados originales consignados en el titulo de merced Anselmo Pavian o comunidad de
Cauñicu. Recordemos: “Martina Quiñiñir (casada con el no indijena Jenaro Vásquez), hija
Francisca. Sobrinos: Santos Quiñiñir (casada con el no indígena Doroteo Muñoz), hijos: Felicinda,
Carlos, José, Pascuala y Rosendo”.
311
Testimonio de Ángel Ancanao, Ralko Lepoy, 2007. Los paréntesis son míos.
163
La señora Martina y su sobrina están casadas según consigna el titulo de 1919, con
personas chilenas que paulatinamente irán heredando la hijuela correspondiente a los
Quiñiñir hasta prácticamente deslindarla de hecho de la comunidad de Cauñicu debido a los
sucesivos matrimonios wingka. Este documento de 1982, consigna la situación:
En relación a la ocupación del sector llamado Los Chenques por don Máximo Saavedra,
Segundo Álvarez y Alberto Ortega no Indígena, según la versión promedio esto
correspondería a un uso por herencia ya que la antigua dueña era Doña Martina Quiñiñir
quien tuvo una sola hija la que heredo las tierras. La señora Martina pertenecía a la
comunidad Anselmo Pavian y por ende en ese entonces le correspondía una parte del
terreno. La hija de la Sra. Martina, Doña Francisca, además tuvo varias hijas las que
posteriormente se casaron con las personas nombradas en la acusación. De acuerdo a las
declaraciones emanadas por ellos, el Juez de Indio de Temuco habría autorizado el uso de
estas tierras por las familias afectadas312
Este segmento deslindado de la comunidad, se “awingka” totalmente, y hacia la
década del 80’, según lo contenido en un informe respecto a los litigios de Cauñicu
efectuado por INDAP y que cuenta con entrevista a los actores, si bien reconoce la
radicación efectuada bajo el apellido Quiñiñir, no comparten la identidad o raíz pewenche,
asumiéndose como “chilenos”, diferenciándose étnicamente de los comuneros indígenas,
llamándolos por ejemplo: “paisanos”:
Declaración de Don Segundo Álvarez.
Preg: ¿Don Segundo, tiene Ud. Titulo que le acredite ser dueño de la tierra que ocupa?
No, no tengo, pero mi señora aparece en el plano de la comunidad. Yo tenía un titulo de
merced que me dio el Juez Indígena de Temuco, pero este quedo en el Banco del Estado de
Santa Bárbara una vez que pedí un crédito para animales
Preg: ¿Cuánto tiempo hace que Ud. vive aquí?
Del año 1945, mas de 30 años ya que me case con doña Audilia Lagos Vásquez quien
era nieta de Doña Martina Quiñiñir. Tengo 3 hijos, 2 casados y uno vive conmigo. Yo
vivo aquí por el derecho de mi señora.
DECLARACION DE DON ALBERTO ORTEGA.
312
AGAI, Memorándum Nº 121 AL Sr: Jefe de planificación regional del sr: jefe de área INDAP Santa
Bárbara, Mayo 24 de 1982.
164
Preg: ¿Don Alberto, tiene Ud. titulo que le acredite ser dueño de la tierra?
Resp: No.
PREG: Cuanto tiempo hace que Ud. vive aquí?
Desde 1936 con casa propia y desde 1920 trabajándole a la Sra. Martina Quiñiñir. El año
1936 me case con una nieta de la señora Martina Quiñiñir, forme mi hogar con mi señora
Susana Quiñiñir. Ellas están reconocidas en el Juzgado de Temuco del Juez de Indios por lo
que tenía derechos sobre esta tierra. Aquí nacieron todos mis hijos (7) y actualmente vivo
solo. Además mi hijo Héctor Ortega tiene una orden firmada por el Juez de Indios de
Temuco reconociendo y autorizando el uso de 70 cuadras, en esto estaba presente el cacique
de entonces Anselmo Pavian. La orden fue de 1955 y se me autorizo porque mi señora aun
vivía. Yo considero además como mi sector de casa aproximadamente 80 has fuera de las
veranadas
Preg; ¿Tiene algo más que agregar?
Lo que pasa que esto como comunidad Indígena no nos toman en cuenta a nosotros
pero en mi caso cuando fuimos a Temuco allí se le aclaro al cacique don Anselmo Pavian
que si yo estaba casado con una será de la comunidad indígena y como dueño de casa tenía
que hacer yo todos los papeles ya que también tenía derecho por parte de mi señora.
Además yo he plantado varios árboles porque aquí no había nada, era rustico y yo he sido
nacido y criado en el sector cordillerano
Además solicito que ojala me hicieran entrega de este sector por escrito.
Para constancia firman
Alberto Ortega
20 de Mayo de 1982.
Declaración de Doña Balbina Lagos Vásquez.
Preg: ¿Doña Balbina, su esposo tiene título que le acredite ser dueño de la tierra que ocupa?
Resp: no, nosotros vivimos por herencia de mi abuela Martina Quiñiñir, quien es madre de
doña Francisca Quiñiñir.
Preg: ¿Cuánto tiempo hace que Uds. viven aquí?
Yo soy nieta de doña Martina, quien al fallecer nos dejo como herencia las tierras ya
que ella se aparto de la comunidad de Cauñicu. Yo me case con don Maximiliano
Saavedra y al no tener separación de bienes mi esposo es tan dueño como yo de estas
tierras. Ahora último los paisanos se están metiendo en nuestro campo y se roban
continuamente animales.
165
Mi esposo no puede declarar porque está enfermo en cama. Aproximadamente ocupamos
unas 1000 cuadras. Yo tengo testamento de mi abuela cuando hereda a mi mama y ella nos
heredo a nosotros313
Este segmento no es reconocido por la comunidad pewenche como perteneciente al
grupo local. político y cultural considerándose a la familia Quiñiñir: “extinta” en un sentido
sociocultural: ya no son pewenche, siendo demandada la expulsión de sus chilenos
herederos al Tribunal de Indios de Victoria, teniendo además problemas de ocupación de
espacios agrícolas y veranadas con estos colonos individualizados como Máximo
Saavedra, Segundo Álvarez y Alberto Ortega como se noto anteriormente. Expondremos
dos litigios y demandas efectuadas por dos ngenruka o acaserados de la reducción: Juan
Rubio Llancao y José Felidor Queupil, demostrando que el conflicto por el espacio de los
antiguos Quiñiñir abarcaba a varios linajes de Cauñicu:
1.Que a (…) la comparecencia de los hermanos Juan y Julio Rubio Llancao
agricultores indígenas domiciliados en la Reducción “Anselmo Pavian”, del lugar
Cauñicu de Santa Bárbara, quienes exponen que muchos viven en un sector ubicado
al norte de la quebrada honda de la Reserva mencionada pero que dicho terreno lo
comparten con otros Jefes de Familia, por lo que se han sentido faltos de suelo,
debido a lo cual se constituyeron en otro sector de la comunidad, ubicado al lado sur
del estero el Molino
Lugar en que practicaron trabajos de roce, siendo impedidos de continuar sus faenas
agrícolas por Máximo Saavedra, residente en esa reducción. Agrega que reconocen
los derechos de este último en la reserva, pero no en los suelos ubicados al sur del
estero el molino ya que estos terrenos pertenecieron antiguamente a la familia
Quiñiñir, la que prácticamente se encuentra extinguida.
2. Que a fecha se resuelve ingresar al reclamo el rol contención con el Nº 800
1. Que a fecha 5 de autos, se ordeno oficiar a Carabineros del Reten Bío Bío, para que
investiguen los hechos expuestos por los hermanos Juan y Julio Rubio Llancao en su
comparecencia de fa.l. Lo que se cumple, al enviarse por este tribunal el oficio Nº 405, con
fecha 11 de Julio ultimo
Y considerando:
313
Ídem.
166
Que el informe Nº 146 de fecha 6 de Julio de 1971 del reten Bío Bío, señala que luego de
practicada la investigación se constato que tanto Máximo Saavedra como los indígenas Manuel
Linay, Antonio Linay, Francisco Linay, Pedro Curriao, Marcelo Quiñeñir y Fráncico Mellado,
solo le han impedido que pongan animales a talaje en el campo que antiguamente pertenecían a
los Quiñiñir, por cuanto los reclamantes se dedican a tomar animales que no son los propios a
talaje314
.
[…]
Se ha presentado a esta Defensoría el indígena José Felidor Queupil, domiciliado en la
Reducción Pavian, de Santa Bárbara prov. Bío Bío, reclamando que los particulares
Humberto Poblete domiciliado en el Fundo Queuco de Santa Bárbara Juan Ortiz Tariz del
mismo domicilio y Nicolás Vásquez Troncoso del mismo domicilio, habrían usurpado parte
Norte de la hijuela sin numero de que son poseedores según el titulo de merced que se
adjunta.
Que careciendo dichos particulares de todo derecho sobre la hijuela vengo por este () en
representación de los indígenas en deducir querella de restablecimiento, a fin de que US. En
definitiva se sirva disponer que se restablezcan derechos y se condene a los querellados a
restituir los terrenos usurpados dentro del tercer día de notificados de la sentencia.
Por tanto:
En merito de lo expuesto y lo dispuesto en los artículos 916 y en el C. Civil, 551 y sig. Del
C. de rec. Civil y disposiciones de la ley 14.511. A US. Con todo respeto pido se tenga por
interpuesta querella de restablecimiento contra los particulares, ya nombrados y en
definitiva condenarlos a restituir dentro del tercero día de notificados de la sentencia los
bienes inmuebles que ilegalmente ocupan en la reducción Pavian.
Otrosí: a fin de establecer concretamente la situación de las partes y sus pretensiones ruega
a Ud. cite las partes a comparendo.
Otrosí: provisoriamente y en tanto se define por sentencia definitiva la causa y con el objeto
de proteger los derechos de los indígenas demandantes ruego a US. Concederles amparo y
oficiar al reten de carabineros de Bío Bío, Santa Bárbara a fin de que se sirva impedir todo
trabajo por parte de los demandados en el Sector Norte de la Reducción Pavian.
Otrosí: mi parte solicita que esta demanda sea notificada por medio de carabineros a los
demandados, y se envíe citación a los demandantes para el comparendo intermedio los
Carabineros del reten Bío Bío.
314
AGAI, Carpeta José Anselmo Pavian N° 2835, “Reclamo comunidad de Cauñicu”, 19 de Agosto de 1961
167
Otrosí: mi parte se valdrá de todos los recursos probatorios en esta causa.315
El caso del conflicto con los herederos del linaje Quiñiñir demuestra lo complejo de
las relaciones entre los actores de índole inquilina-chilena y los pewenche, no importando
tanto la raíz biológica de estos sino como se definen culturalmente dentro de la relación,
como se va creando o acentuando una frontera o diferencia étnica, lo que se transforma en
un factor clave para interacción de estos dos grupos. Estas complejas relaciones además del
rasgo cultural que impulsa las desavenencias, poseen una clave material clara: el conflicto
por el aprovechamiento de espacios económicamente valiosos en maderas, talaje para
animales y suelo para siembra.
Al igual que los conflictos con los latifundistas, las problemáticas y diferencias con
colonos inquilinos eran resueltas a través de los tribunales especiales de indígenas. El
Estado, también impulsa la actuación de una institución mediadora316
en el área como lo es
la Dirección de Asuntos Indígenas (DASIN) creada en 1953. El DASIN nace como un
acuerdo entre la Corporación Araucana317
de Venancio Coñuepan, experimentado político y
líder mapuche que también fuera dirigente de la Sociedad Caupolicán y dos veces diputado,
y el gobierno del General Ibáñez del Campo (segundo periodo). Esta institución bajo el
lineamiento del DFL 17.950 de 1961 que: “fija dependencias, atribuciones y plantas de
personal de la DASIN, y que en su artículo 1 propone: “Investigar y estudiar las
condiciones sociales, jurídicas y económicas de todas las comunidades o agrupaciones
indígenas que hubiere dentro del territorio nacional y proponer las medidas conducentes al
mejoramiento de dichas condiciones”318
Comienza a rasgar el velo de ignorancia existente sobre la situación del pueblo
pewenche, efectuando en 1965 el primer análisis serio de estos grupos a través del censo
indígena319
, enviando funcionarios a catastrar las comunidades para construir datos sobre
315
AGAI, Carpeta José Anselmo Pavian N° 2835 , “Reclamo Reducción Pavian” 316
Las instituciones mediadoras son instrumentos políticos dirigidos a conducir la relación del Estado con los
pueblos indígenas 317
Para la Corporación Araucana ya no se trataba de esperar ayudas o iniciativas exteriores. Es a través del
desarrollo económico y de la ocupación de espacios dentro de las instituciones estatales y desde la antigua
tradición de los caciques gobernadores que se trataba de luchar para la igualdad de derechos y el progreso del
pueblo mapuche. Por lo que la alianza con el gobierno y la ocupación de puestos dentro de este es coherente
con la estrategia de la Corporación 318
VERGARA, J; FOERSTER, R, GUNDERMANN, H: “Instituciones mediadoras, legislación y
movimiento indígena: de DASIN A CONADI (1953 – 1994)” Revista Atenea N° 491 (2005) p. 75 319
Ese valioso material ha sido utilizado frecuentemente en el desarrollo de nuestra investigación.
168
pobreza, educación, litigios territoriales, edades, etc. Es la primera vez que el ojo del poder
estatal chileno inquiere “científicamente” a los habitantes del Alto Bío Bío. La actividad de
DASIN en el área por primera vez demuestra una voluntad seria del Estado de solucionar
conflictos pues envía a estos aislados terrenos comisiones complejas (DASIN – Juzgados
de Indios – Ministerio de Tierras y colonización) con Topógrafos, Abogados y otros
profesionales a intentar zanjar los asuntos de propiedad.
Hemos exhibido la situación en cuanto a conflictos y relaciones entre los actores
presentes en el área de Alto Bío Bío anterior al inicio del proceso de Reforma agraria. Se
mostraron dos casos tipo que resumen las problemáticas que se encuentran en el sector en
cuanto a conflictos de propiedad y dominio, acicateadas por la diferencia étnica. Existen
dos polos, uno que hace referencia a la relación entre comunidades sin título de merced
(Callaqui, Pitril, Ralco Lepoy, Quepuca Ralco) y grandes propietarios legales de las áreas
en que se encuentran insertas, y el otro a los problemas existentes entre los colono
inquilinos y comunidades con titulo de merced (Trapa, Malla Malla, Cauñicu). Bajo este
marco de conflictividad latente y cotidiana aparecerán en el horizonte los gobiernos de la
Democracia Cristiana y de la Unidad Popular con posibilidades reales para las comunidades
de corregir estas situaciones y obtener logros negados desde el ocaso del siglo
decimonónico.
169
5.2 Alcances al proceso de Reforma Agraria: Marco Legal, Institucional,
Político y Estatal.
La reforma agraria es un proceso que se inicia en el año 1962 en Chile, bajo el
gobierno de Jorge Alessandri, con la creación e implementación de la ley 15.020 sobre
Reforma Agraria, para luego ser continuada y extendida bajo el gobierno de Eduardo Frei
Montalva con la promulgación de la ley 16.640, concluyendo bajo el gobierno de Salvador
Allende, en 1973.
La definición de Reforma Agraria se puede conceptualizar como constituida por tres
niveles: territorial, económico, social. En el primer nivel, la reforma agraria implica
necesariamente una redistribución de la propiedad del territorio rural, de las grandes
propiedades, en beneficio generalmente de pequeños campesinos y trabajadores, los cuales
pueden acceder al dominio del terreno en cual trabaja, cultiva. El nivel económico se refiere
a incrementar producción y el rendimiento agrícola para fomentar y permitir el desarrollo
económico a nivel nacional, esto también exige asistencias técnicas, excepciones de
impuestos, créditos. En el tercer nivel, el nivel social se plantea la necesidad de la reforma
agraria como instrumento de justicia social: acabar con la antigua estructura hacendal que
existe en el campo, mejorar la condición del campesino permitiendo su acceso a la
educación, la salud, terminar con los abusos laborales a los que están sometidos.
La mayoría de las definiciones se enmarca bajo estos tres ejes320
lo que nos permite
plantear que la reforma agraria es la “redistribución de la gran propiedad territorial tanto
privada como publica, que beneficia a las capas pequeño campesinas rurales,
complementada con asistencia técnica y económica para mejorar el rendimiento agrícola,
con miras a lograr el desarrollo y seguridad económica del país, integrando además como
factor constituyente de estos planes la justicia social, al mejorar el nivel de vida de el
campesino y sus relaciones con otras clases sociales”.
Las motivaciones para la discusión, creación e implementación de estos planes, a
partir de 1962 expresados en legislaciones especiales, se debe a influencias externas e
320
Vid GARRIDO, J; GUERRERO, C; VALDÉS, M. Historia de la Reforma Agraria en Chile, Santiago,
1988, p.p 35 - 41, en donde se encuentra una amplia discusión conceptual sobre reforma agraria.
170
internas. En las del primer tipo existe desde 1950 el pensamiento económico estructuralista
del Centro de Estudios para América Latina (CEPAL), cuyo fin era lograr la
industrialización y modernización de América Latina objetivos que estarían obstaculizados
por el intercambio desigual del comercio internacional para estos países: “Los términos del
intercambio se estaban sistemáticamente deteriorando por los exportadores de materias
primas porque vendían sus productos a precios internacionales declinantes mientras que los
países centrales vendían sus productos a precios crecientes”321
Debido a esta situación, la
CEPAL propone a los países latinoamericanos: “Modernicen sus sociedades cambiando de
economías exportadoras de materias primas a economías industriales para disminuir su
dependencia de la demanda externa por materias primas y sustituirla por la demanda
interna”322
Proceso sustitutivo que debe ser guiado por el Estado.
Con estos antecedentes, en 1959 CEPAL publica un informe referido a la economía
Latinoamericana, dedicando un anexo a la situación de la agricultura de Chile323
donde se
le caracterizaba como poco diversificada, dedicada solo a los cereales y que provee pocas
materias primas a la industria324
. Se responsabiliza al poco interés de los agricultores por
diversificarse y especialmente a la tenencia de la tierra; la existencia del latifundio:
El régimen de la tierra en Chile y en las formas de su dominio ejercen marcado influjo en la
producción y en el desarrollo de la agricultura. Determinan, por una parte, el inadecuado
aprovechamiento de los recursos naturales; por otra parte, dificultan el mejorar las
condiciones técnicas y económicas en que ese aprovechamiento se realiza, finalmente,
originan bajos niveles de vida de la población campesina y su inarmónica estructura
social325
Además agrega como factor de ineficiencia productiva a la pequeña propiedad
agrícola que proliferaba catalogada como minifundio, incapaz de desarrollarse pues no
321
LARRAIN, J: Identidad Chilena p. Santiago, 2001, p. 115 322
Ibídem. p. 116. Estos discursos se inscriben dentro del paradigma de occidental de la modernidad, cuyo
imaginario se define en las dicotomías agrario /Industrial; Rural/Urbano; Conservadurismo/Emprendimiento;
Corrupto /Técnico; Conocimiento Mítico, oral / Razón, Ciencia 323
Estudio económico de América Latina, 1949, anexo C, Desarrollo Agrícola en Chile 324
ALMONACID, F. “La agricultura del sur de Chile (1910 – 1960) y la conformación del mercado
nacional” p. 20 325
CEPAL. “Estudio económico de América Latina, 1949, anexo C, Desarrollo Agrícola en Chile”. Citado en
Almonacid, F. Op. cit. p. 21
171
posee capital ni recursos. Se establece la dualidad latifundio – minifundio como la causa
del atraso agrario326
En 1951, la CEPAL publica un nuevo estudio en donde se diagnostica a la
agricultura como un sector que crece lentamente a menor ritmo que la población y a la
industria como un sector dinámico, en expansión con sectores modernos y de mayor
capital. La agricultura estaría estancada en su labor principal de ser el soporte de la
industria327
Otros estudios, esta vez dentro del país, se encuentran enmarcados en una
perspectiva teórica de la dependencia; teoría que se diferencia de la postura de CEPAL en
que:
Tanto CEPAL como la ortodoxia marxista desde 1928, habían creído en el carácter
progresista de las burguesías nacionales y habían considerado a la industrialización como
un proceso fundamentalmente entrabado y resistido por los centros imperialistas. Las
nuevas teorías de la dependencia son escépticas acerca del rol liberador de las burguesías
nacionales y proponen que los procesos de industrialización en la periferia son el vehículo
de la penetración imperialista y de una nueva clase de dependencia de las corporaciones
transnacionales”328
.
El estudio de Aníbal Pinto “Chile un caso de desarrollo frustrado” (1958) es un
caso de una variante estructuralista de esta teoría, que si bien no niega la dependencia, cree
necesario focalizar el análisis en obstáculos estructurales internos que en Chile llevan al
estancamiento329
. Dentro de este estudio, Pinto reconoce que en cuanto a los problemas
estructurales que llevan a la agricultura a la situación de rezago se distinguen tres
posiciones: “una de derecha; que culpaba a la acción estatal, particularmente su control de
precios agrícolas; una de Izquierda que ponía acento en lo estructural (tenencia de tierra e
inquilinaje); y una técnica, que destacaba la falta de inversiones, problemas de transporte y
comercialización y defectos productivos”330
326
ALMONACID, F: Op. cit. p. 22 327
Ibídem , p. 24 328
LARRAIN, J: Op.cit. p. 118 329
Ibídem, Op. Cit. P. 120 330
ALMONACID, F. Op. cit. p. 30
172
Dentro de estas posturas Pinto se decanta por la opción de Izquierda, al referirse
más a la estructura de la propiedad y relaciones sociales de producción. Es partidario
además de la realización de una Reforma Agraria como solución a los problemas agrarios y
como apoyo al desarrollo industrial331
Los planteamientos anteriores, tanto de la CEPAL como de Aníbal Pinto se
encuentran imbricados de una especie de presupuesto teórico en que la modernización de la
agricultura dependería de la rápida industrialización del país, diagnosticando como causas
del atraso agrícola: el régimen de propiedad, a las grandes propiedades que no hacen un
aprovechamiento intensivo de sus posibilidades productivas, por tanto desempeñándose
deficientemente no pudiendo soportar ni abastecer al mercado interno lo que fuerza a gastar
divisas en importaciones y reproducen un sistema desigual e injusto de relaciones sociales
en el campo332
.
Además de las discusiones a nivel teórico sobre el sector agrícola - de las que
analizamos dos casos a modo de ejemplo - que coinciden en la necesidad de una reforma
agraria; se encuentran algunos grupos e instituciones de la sociedad chilena, que presionan
en ese sentido: sectores urbanos medios y obreros e Iglesia Católica.
Los sectores urbanos medios, obreros canalizados a través de partidos políticos
presionan para la instauración de una reforma agraria, como medio de desmontar la base
política terrateniente que se ubica en la clientela cautiva que poseen los latifundistas en los
campos en forma de inquilinos, medieros, chacreros, etc. e impedir su reproducción en la
maquinaria estatal333
. Intentos que ya se venían realizando desde las promesas de
sindicalización campesina que ofreció el Frente Popular y que fueron anulados en una
negociación entre el gobierno y los agricultores latifundistas en una “comisión mixta” con
la venia de Socialistas y Comunistas334
.
En los últimos años de Ibáñez (del “General con la Escoba”), con la derogación de
la ley de defensa permanente de la democracia que permite la participación del partido
331
Ibídem. p. 56 332
Este es el diagnostico “tipo” o clásico de la agricultura a 1962, que justifica la necesidad de Reforma
Agraria. 333
BENGOA, J: “Acerca de la Reforma Agraria” Revista SUR (1982) p. 118. 334
Para profundizar este tema ver LOVEMAN, B: Struggle in the Countryside. Politics and Rural Labour in
Chile, 1919 - 1973 Capitulo 4. Sobre la ley de sindicalización campesina Nº 8811 de 1948, aprobada por
Gabriel González Videla se puede señalar que niega sindicalización a amplios sectores del campesinado pues
exige como requisito para la formación de uniones o sindicatos rurales: 20 trabajadores que puedan demostrar
haber estado un año como mínimo sirviendo en el mismo fundó, y diez de estos deben saber leer y escribir
173
comunista y la reforma electoral que incrementa las penas al fraude y el cohecho e integra
el voto emitido en el lugar de votación, a través de una papeleta entregada en el momento
de votar, impresa por el registro electoral335
; en las elecciones presidenciales de 1958, la
votación del partido Demócrata Cristiano y del Frente de Acción Popular aumenta
significativamente: “La hegemonía electoral de la Derecha en el Campo cedió su lugar a las
fuerzas que abogaban por un cambio social en las áreas rurales, particularmente el FRAP
(Socialistas y Comunistas) y los Demócrata Cristianos”336 Esto quedará de manifiesto en las
elecciones parlamentarias de Marzo 1961, donde la derecha (Conservadores y Liberales)
fallan al obtener menos de un tercio de los escaños, , el FRAP obtiene un 27, 5 por ciento
de la cámara de Diputados (40 diputados) y 13 senadores y el partido Demócrata Cristiano
obtiene más votos que los conservadores.
La derecha pierde el control del parlamento no obteniendo el veto (que requiere 1
tercio de quórum) quedando a merced de la oposición. Se busca urgentemente el apoyo del
Partido Radical. Los radicales, por el soporte parlamentario, exigen participación
ministerial: “deseando ganar apoyo popular para ganar la presidencia en 1964, los radicales
están ahora auspiciando reformas, incluido un plan de reforma agraria”337
. Loveman,
respecto del atractivo del voto rural y su emergencia nos señala:
La disponibilidad del voto campesino contribuye a una re-evaluación de la fuerza de los
trabajadores rurales por los partidos de clase media y la re-emergencia de la cuestión agraria
como punto central en las políticas nacionales. El sistema de partidos y el sistema electoral
que sirvieron como la base para la dominación de los terratenientes en el campo y las
políticas nacionales, después de 1958 se transforma en el principal instrumento para la
destrucción del sistema de propiedad en el territorio rural”338
El fenómeno anterior hace señalar a José Bengoa que la reforma agraria se enmarca
en una serie de estrategias, como la búsqueda de la ley de sindicalización campesina bajo
el Frente Popular, antes señalada; que buscan terminar con la base del poder de la
oligarquía tradicional agraria:
335
Anteriormente los votos eran emitidos por los partidos políticos (boletín) 336
LOVEMAN, B: “Struggle in the Countryside. Politics and Rural Labor in Chile, 1919 – 1973” Indiana,
p. 219 Traducción libre del autor 337
Ercilla, 15 de Abril de 1961, Citado en LOVEMAN, B. Op cit. p. 220. La posición del partido Radical en
cuanto a la situación agrícola estaba vinculada a la posición estadounidense de la Alianza para el progreso. 338
LOVEMAN, B. Op. Cit. p. 220 Traducción libre mía
174
Las clases medias urbanas, encabezando a los sectores de burguesía industrial surgidos al
amparo estatal y los obreros industriales modernizante, se plantean la necesidad de
“desmontar” el poder de la oligarquía nacional cuya base política está en el agro (…) la
modificación de la ley electoral (1958) es un duro golpe a las clientelas cautivas y permite
mayor intromisión de los sectores urbanos en el campo. Finalmente el proceso de reforma
agraria debiera ser leído como la ofensiva general de los sectores urbanos sobre el campo339
Otro grupo que presiona por una reforma agraria lo constituye la Iglesia Católica,
que desde 1962 comenzó con un plan para constituir cooperativas campesinas con el objeto
de reformar algunas de las propiedades rurales que estaban a su cargo, creando incluso un
Instituto de Promoción Agraria (INPROA), de carácter técnico y educativo:
El obispo de Talca, Manuel Larraín Errázuriz, inicio el proyecto de Los Silos en formando
una cooperativa Campesina el 26 de Julio de 1962. El Arzobispo de Santiago, Cardenal
Raúl Silva Henríquez anunció sendos proyectos en dos fundos de propiedad de su diócesis:
Las Pataguas y Alto Melipilla, luego seguirían los fundos Alto Las Cruces y San
Dionisio”340
La reforma agraria de la Iglesia Católica repartió un total de 2.983 hectáreas de
tierra regada y 2.477 de tierra de secano, lo que benefició a 193 familias341
A todos los factores internos anteriores se debe agregar la influencia de Estados
Unidos y el plan de Alianza del Progreso, el cual fue el principal detonante de la primera
ley de reforma agraria.
Estados Unidos, a través de las Actas de Bogotá y luego la Carta de Punta del este
fijaba una nueva política contrarrevolucionaria, debido al triunfo de la revolución
cubana342
, para América Latina bajo el contexto de Guerra Fría que se conocería como
“Alianza para el progreso” implementada en el gobierno de Kennedy. Esta exigía ciertos
cambios estructurales como condicionantes para la obtención de la ayuda monetaria
prometida por las instituciones internacionales estadounidenses, dentro de los cuales se
encuentra la necesidad de diseñar y efectuar planes de reforma agraria como lenitivo social,
339
BENGOA, J: “Acerca de la Reforma Agraria” Revista SUR (1982). p. 118 340
GARRIDO, J; GUERRERO, C; VALDÉS, M. Op. cit. p. 96 341
CORREA, M; MOLINA, R; YÁÑEZ N. Op. Cit. p. 79 342
Uno de los principales atractivos de la revolución cubana para el campesino de ese país era la promesa de
una reforma agraria radical.
175
para evitar que el comunismo encontrara apoyo para los planes revolucionarios en la
situación de pobreza, marginación y postergación del campesinado latinoamericano, Jorge
Alessandri participa de estas cumbres y cumple con el pacto, realiza leyes de reforma
agraria. El artículo Nº 6 del artículo primero de la Carta de Punta de Este (Objetivos de la
Alianza para el progreso) es claro con respecto a lo anterior, ya que propone como
objetivo:
“Impulsar, dentro de las particularidades de cada país, programas de Reforma Agraria
integral orientada a la efectiva transformación de las estructuras e injustos sistemas de
tenencia y explotación de la tierra, donde así se requiera, con miras a sustituir el régimen
del latifundio y minifundio por un sistema justo de propiedad, de tal manera que, mediante
el complemento del crédito oportuno y adecuado, la asistencia técnica y la comercialización
y distribución de los productos, la tierra constituya para el hombre que la trabaja, base de su
estabilidad económica, fundamento a su progresivo bienestar y garantía de su libertad y
dignidad”343
Luego de revisar el concepto de reforma agraria y algunas motivaciones para su
discusión en Chile, se agregara la variante legal del proceso, reflejada en las legislaciones
especiales o leyes de Reforma Agraria aprobadas para la implementación de la misma: Ley
15.020 de 1962 y Ley 16.640 de 1967.
5.2.1 Ley de Reforma Agraria 15.020 de 1962
El 27 de Noviembre de 1962 es promulgada la primera ley de Reforma Agraria
Chilena, bajo el gobierno de Jorge Alessandri, aunque durante la campaña electoral de
1958, la Reforma Agraria no constituyo motivo de debate: “el problema de la agricultura se
enfoca hacia los aspectos crediticios, de riego, o las dificultades de los pequeños agricultores”344.
Esto nos hace señalar el carácter decisivo de la exigencia estadounidense antes planteada,
que es en gran parte motivante de esta legislación en Chile.
343
The Charter of Punta del Este, Establishing an Alliance for Progress Within the Framework of Operation
Pan America, August 17, 1961. http://www.yale.edu/lawweb/avalon/major.htm 344
GARRIDO, J; GUERRERO, C; VALDÉS, M. Op. cit. p. 81
176
Formalmente esta reforma agraria consiste en la redistribución de los derechos de
propiedad en el territorio rural, aunque de manera limitada, para proveer mejores
condiciones de vida para los trabajadores rurales y aumentar la producción agrícola a través
de la modernización tecnológica como se infiere de algunos pasajes del discurso
pronunciado en 1960 por el ministro de agricultura Manuel Casanueva.
Persigue también la política agraria del gobierno, la incorporación de la población rural al
proceso de desarrollo nacional y cree oportuno poner en ello el acento, porque la población
campesina, colaboradora de la industria agrícola, precisa de la adecuada consideración para
que intervenga con mayor eficiencia en la producción. Alcanzar este objetivo es
fundamental, y con ello se conseguirá, además, que la población campesina intervenga
integrablemente en la vida del país y llegue a ser un consumidor importante345
Se contempla la liberación de toda clase de gravámenes y derechos a la importación de
semillas, abonos, repuestos y otros elementos básicos para la producción agrícola y un
sistema de bonificación sobre los precios de las semillas de ciertos cultivos346
.
Se contempla la formación de centros habitacionales rurales o villorrios agrícolas con todos
los servicios comunes, educacionales y otros, que la vida moderna exige.347
En cuanto a los terrenos a expropiar, Alessandri en 1960 deja en claro sus
intenciones al poner énfasis en terrenos estatales desaprovechados:
Toda verdadera reforma agraria debe empezar, a juicio del Gobierno, por incorporar al
dominio privado esta valiosa extensión de nuestro suelo (tierras pertenecientes al Estado y a
las diversas instituciones del sector publico) que no siempre están trabajadas de manera
conveniente y cuya incorporación al dominio privado habrá de traer positivos beneficios,
pues es evidente que el propietario particular, contando con la debida asistencia técnica,
sabrá explotarla de manera más útil para nuestro desenvolvimiento económico348
Anteriormente, en 1959, el también ministro de Agricultura de Alessandri, Saelzer, expone
el pensamiento gubernamental sobre el sector agrícola en discurso dirigido a los grandes
345
El Campesino, 1960. Fomento Agrícola y Reforma Agraria en la acción del Gobierno. Discurso del
Ministro de Agricultura señor Manuel Casanueva Ramírez en la inauguración de la Nonagésima Exposición
de Animales de la Quinta Normal. Vol. XCII (10): 19 – 24. Citado en GARRIDO, J. GUERRERO, C;
VALDÉS, M. Op. cit. p. 86 346
Ibídem p. 87 347
Ídem 348
GARRIDO, J. GUERRERO, C; VALDÉS, M. Op. cit p. 85
177
agricultores agrupados en la conservadora Sociedad Nacional de Agricultura (SNA);
destacando cuales serán los fines de una eventual reforma agraria, uno de ellos referido a la
tranquilidad y confianza en el cual se desarrollara (y buscara) el proceso:
Desea el gobierno expresar, una vez más, a la agricultura nacional que su política frente al
problema de la producción agropecuaria se basa fundamentalmente en la convicción de que
es necesario crear en torno a esta actividad un clima de confianza y tranquilidad que le
permita desarrollar su trabajo, en la seguridad que no será perturbado por factores adversos
que esté en manos del gobierno poder evitar349
Loveman afirma que la reforma agraria de Alessandri tiene por sobre todo el
objetivo de prevenir la revolución social y agrega: “La ley de reforma agraria de Alessandri
de 1962 está enmarcada en una serie de reformas Anti Marxistas, contrarrevolucionarias
con las que se pacificaría a los movimientos políticos de izquierda y a los activistas
campesinos sin alterar el dominio político del hacendado en el campo”350
Remitiéndonos al texto legal de la ley 15.020, las causas de expropiación
consideradas y que se encuentran en el artículo 15º fueron las siguientes:
a) Los predios abandonados como también aquellos que estén notoriamente mal explotados
y por debajo de los niveles adecuados de productividad en relación a las condiciones
económicas predominantes en la región para tierras de análogas posibilidades;
b) Hasta la mitad de los terrenos que se rieguen por medio de las obras que ejecute el Estado,
siempre que el predio sea superior a una unidad económica y que esta no sea dañada por
la expropiación;
c) Los que por razones de deudas insolutas se hayan adjudicado en remate publico a
instituciones de crédito;
d) Los predios que pertenezcan a personas jurídicas de derecho público o privado que los
exploten en cualquier forma que no sea directa;
e) Predios arrendados que no cumplan con lo establecido por la ley sobre arrendamiento;
f) Los predios que la Corporación de Reforma Agraria estime indispensables adquirir para
completar un determinado programa de división y que le hayan sido ofrecidos en venta, o
349
Ibidem, p. 82 350
Loveman, B. Op. Cit. p. 223, traducción libre del autor
178
que pertenezcan a alguna de las instituciones a que se refiere del D.F.L Nº 49, de 1959,
cuando tengan defectos graves en sus títulos de dominio;
g) Los terrenos de ñadis, vegas permanentemente inundadas, pantanos y terrenos salinos que
sean susceptibles de trabajo de desecamiento y mejoramiento como también aquellos que
hubieren sido seriamente dañados por erosión o por la formación de dunas. En estos
últimos casos será necesario el informe previo del ministerio de Agricultura;
h) Los predios rústicos declarados “minifundios” por el ministerio de agricultura para el solo
efecto de reagruparlos y redistribuirlos preferentemente entre los ex propietarios que
deseen asignar nuevas unidades;
i) Los terrenos ubicados en la zona de aplicación de la ley de propiedad austral donde se
hayan producido cuestiones legales relacionadas con el dominio o posesión de la tierra;
j) Los terrenos poblados de araucarias y de otras especies arbóreas naturales, como los
terrenos situados hasta un kilómetro de distancia del borde de lagos que constituyan
bienes nacionales de uso público, en los cuales sea indispensable proteger la vegetación
natural.
No podrán expropiarse en conformidad a lo dispuesto en esta letra terrenos destinados a
casas y a sus dependencias.
Los terrenos expropiados de acuerdo con lo dispuesto en esta letra, tendrán calidad de
Parques Nacionales de Turismo351
Se crean además organismos encargados de planificar, efectuar y asistir el proceso
de expropiación que se encuentran desde el artículo 4º al 12º. Estos fueron:
1) Corporación de Reforma Agraria (CORA): Antigua Caja de Colonización Agrícola, su
función es: Promover y efectuar la división de la propiedad rural, de acuerdo con las
necesidades económicas del país y de cada región, formar villorrios agrícolas y centros de
huertos familiares; crear centros especiales de producción agropecuaria, promover y
efectuar la colonización de nuevos territorios, proveer a los parceleros y asignatarios y a las
cooperativas formadas el crédito y asistencia técnica necesitada, durante el tiempo
necesario para asegurar buenos resultados.
351
La Reforma Agraria, Ley 15.020. CORA. pp. 26, 27
179
2) Consejo Superior de Fomento Agropecuario (CONSFA): Agencia encargada de la
planificación y coordinación en el sector agrario; las más importantes son: formular planes
generales y regionales de reforma agraria, coordinar y dirigir la acción de instituciones y
empresas del sector publico articulándolas con los planes de reforma agraria, efectuar
estudios, autorizar a CORA para crear centros especiales de producción.
3) Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP): Antiguo Consejo de Fomento e
Investigaciones Agrícolas. Sus funciones principales, consisten en ofrecer asistencia
técnica, créditos y ayuda en el mejoramiento del sistema de producción agrícola.
Un aspecto interesante de la legislación es la creación de la propiedad familiar,
introduciendo la noción de unidad económica definida como: “Superficie de tierra
necesaria para que dada la calidad de suelo, ubicación, topografía, clima y demás
características, trabajadas directamente por el parcelero y su familia, permita al grupo
familiar vivir y prosperar con el producto de su racional aprovechamiento, sin perjuicio del
empleo ocasional de mano de obra extraña a dicho grupo”352
Este nuevo tipo de propiedad es indivisible, pudiendo ser declarada propiedad
agrícola familiar por decreto presidencial lo que permite ayudas crediticias, excepciones de
impuestos, ayudas técnicas preferenciales, etc. Esta nueva forma de propiedad rural deja el
camino libre para definirla de forma novedosas especialmente comunitarias, como en el
futuro la constituirán, por ejemplo: los asentamientos y cooperativas
Los predios expropiados serian cancelados a su dueño basándose en el cálculo
efectuado por CORA, el cual se hacía en base del valor comercial de la propiedad, pagos
que se podían hacer con no más del 20 por ciento del valor en efectivo y el saldo en un
mínimo de 10 años, al 4 por ciento de interés anual más el reajuste anual por inflación,
igual al ajuste hecho en el precio de las parcelas que resulten de la subdivisión, esto en el
caso de los predios pobremente explotados o abandonados. Los predios que no cumplieran
la condición anterior deberían ser pagados totalmente en efectivo.
352
La Reforma Agraria, Ley 15.020. CORA. pp. 20, 21
180
El dueño del predio tiene derecho a apelar y escuchar razones en los Tribunales
especiales de expropiaciones agrarias, pero en caso de resolución adversa podía apelar a
tribunales regulares. Esto dilata el proceso de expropiación y toma de posesión, pues se
exige la sentencia de término del proceso.
En 1963 se aprueba una reforma constitucional para agilizar el proceso de toma de
posesión, fija las normas para efectuarla incluso antes de la indemnización, fijando el pago
diferido en un plazo de 15 años (comparados con los 10 anteriores), con un pago inicial del
10 por ciento (comparado con el 20 por ciento anterior), pero nuevamente cuando se trate
de: “predios rústicos abandonados o que estén manifiestamente mal explotados o por
debajo de las condiciones normales predominantes en la región para tierras de análogas
posibilidades”. Esta reforma reserva el derecho a reclamo de parte del propietario del
predio, por lo que puede seguir impugnando y dilatando las sentencias.
Debido a los altos precios a pagar por indemnización, que estaban calculados en
base al avalúo comercial del predio, la limitación de expropiación de predios pobremente
explotados y el trámite legal largo y engorroso, también a la tardía aprobación de la reforma
a la ley en 1963 aunado a la falta de voluntad política del gobierno para acelerar el
proceso, la cantidad de nuevos propietarios y hectáreas reformadas por Alessandri fue
ínfimo, dando pie para ser motejada como: “La reforma del macetero”. La superficie
expropiada asciende a las 60.000 hectáreas concentradas principalmente en terrenos de
instituciones estatales.
Respecto a la etnia mapuche, la ley no contempla su situación, no existiendo algún
artículo referente a ella, pues este problema se trataba a través de legislaciones especiales:
la ley indígena 14.411 de 1961, auspiciada igualmente por el gobierno Conservador.
El único terreno expropiado a favor de familias mapuche durante el gobierno de
Alessandri es el predio: “Dax, La Mañana y Buenos Aires” de 2.399 hectáreas, expropiado
el 31 de octubre de 1962, ubicado en la comuna de Freire, Región de la Araucanía y de
propiedad de la Corporación de Fomento, en donde se trasladaron familias mapuches de la
Costa debido al terremoto del 22 de Mayo de 1960353
353
Ibídem. p. 96
181
Luego de 1964, con la ascensión a la presidencia del Demócrata Cristiano Eduardo
Frei Montalva, se intensifica la expropiación354
, acelerando lo más posible el proceso hasta
que la ley de Reforma Agraria democratacristiana fuese aprobada, lo que ocurre en 1967.
Para intensificar el ritmo de expropiación se utilizan variados mecanismos355
, entre
los que esta la vigilancia estricta de las leyes laborales en los campos y el “estiramiento” de
la ley 15.020, a través de las instituciones coordinadoras del proceso (CORA, CONFSA)
que tienen la libertad para definir planes agrarios y declarar los predios expropiables,
además de definir la forma de organización del sector reformado, bajo un precepto
comunitario , que en este periodo toma la forma de una etapa transicional llamada
asentamiento: “Asentamiento es la etapa transitoria de la organización social y económica de los
campesinos, en la cual se explotan las tierras expropiadas por la Corporación de reforma agraria,
durante el periodo que media entre la toma de posesión material hasta que se las destina a formar
una unidad agrícola familiar”356
. En este periodo los beneficiados adquirirían las habilidades
administrativas y técnicas que los convertirían a futuro en propietarios.
Esta estructura transicional se debe a la división ideológica que existía en el seno de
la Democracia cristiana, entre los que deseaban la introducción de la propiedad
comunitaria para eliminar los antagonismos de clase derivados de la separación entre
capital y trabajo; y otros más moderados que estimaban conveniente la formación de
propietarios individuales. Se construye por tanto una salida media, de estadios: comunitario
derivando a privado. Como señala Loveman: “Al final de su primer año de gobierno (1965),
los Demócrata Cristianos seguían caminando en una cuerda floja entre reforma agraria (propiedades
individuales) y reforma agraria (propiedad comunitaria)357
Durante el periodo 1964 – 1967, o sea bajo la vigencia de la ley 15.020 en el
periodo democratacristiano, se expropiaron 472 predios, con una superficie total de
1.209.975 hectáreas, en beneficio de grupos mapuche de la novena región, los que no
fueron radicados bajo forma de comunidad, sino a través del asentamiento, ya que no
existía mayor planeamiento o políticas específicas y sistemáticas de recuperación o
354
En la campaña electoral de 1963, los candidatos Frei y Allende prometieron sendos programas de Reforma
Agraria, lo que creo inmensas expectativas en el campesinado, por lo que es lógico el aumento de la cantidad
de expropiaciones. 355
Estos mecanismos, para Loveman, tienen por objeto incrementar la “voluntad” de vender sus predios por
parte de los terratenientes. LOVEMAN, B: Op. Cit. p. 244 356
GARRIDO, J; GUERRERO, C; VALDÉS, M. Op. cit. p. 43 357
LOVEMAN, B. Op. Cit. p. 243, traducción libre mía
182
ampliación de territorios hacia la etnia mapuche por parte de los encargados de la Reforma
Agraria358
Cuadro N° 16: Expropiaciones Ley 15.020 a favor de mapuches Gobierno de Eduardo
Frei
Comuna Predio Expropiación Asentamiento Hás
Carahue Cuyinco
Larroulet
14/12/65 Coop. Cuyinco 616
Carahue Cuyinco Olea 14/12/65 Coop. Cuyinco 418,2
Carahue Pancul 14/04/66 Coop. Miraflor
de Pancul
1.438,1
Cunco Las Hortensias 01/01/65 Coop. Las
Hortensias
1.423
Cunco Sta. Ema 23/11/66 Coop. Las
Hortensias
144,8
Cunco Sta. Rosa 23/11/66 Coop. Las
Hortensias
122,4
Cunco Las Lagunas 23/11/66 Coop. Las
Hortensias
182,3
Freire El Carmen de
Colico
17/02/66 Coop. La
Esperanza
2.192,3
Freire El Ajial (Hij.
240)
17/02/66 S/I 385,4
Freire El Ajial (Hij.
240)
17/02/66 S/I 403,7
Freire Sta. Amalia 29/09/66 Coop. La
Esperanza
506
Freire Sta. Amalia del
Lago
29/09/66 Coop. La
Esperanza
257,1
N. Imperial Bellavista (Hij. 28/07/66 Coop. Las 382
358
CORREA, M; MOLINA, R; YAÑEZ, N. Op. Cit. p. 98
183
Nº 1) Violetas
N. Imperial Bellavista (Hij.
Nº 2)
28/07/66 Coop. Las
Violetas
711,9
N. Imperial Ranquilco (Hij.
Nº 1) Mitad
Poniente
07/12/66 El Toqui 146
N. Imperial Ranquilco (Hij.
Nº 1) Mitad
Oriente
07/12/66 El Toqui 261,8
N. Imperial Ranquilco (Hij
Nº 2)
07/12/66 El Toqui 203,5
N. Imperial Ranquilco (Hij.
Nº 3)
07/12/66 El Toqui 119
Total 18 predios 9.913,5
FUENTE: Archivo Departamento de Tenencia de Tierra, Servicio Agrícola y Ganadero (SAG),
Carpetas CORA, Expedientes de Expropiación (Extraído de CORREA, Martín; MOLINA, Raúl;
YAÑEZ, Nancy. “La Reforma Agraria y las tierras mapuches Chile 1962 – 1975” 1º edición.
Santiago. LOM Ediciones. 2005.)
5.2.2 Ley de Reforma Agraria 16.640 de 1967
Esta ley es diseñada por el gobierno de Eduardo Frei Montalva con el propósito de
ampliar y agilizar el proceso, para crear una clase media campesina, que se integrara
plenamente al mercado a través del aumento del consumo derivado de la mejora en su nivel
de ingresos; accediendo a las ventajas de la modernidad urbana . Interesante es señalar las
conclusiones del estudio desarrollado Terry McCoy, el que señala algunas causas de su
aprobación en el parlamento, aunque se tratase de un cuerpo legal mucho más radical que
su antecesor.
El sector agrícola no era crucial para el producto nacional bruto; además su pobre
comportamiento era percibido como un retraso para el desarrollo económico y por ende
había un consenso potencial en que la agricultura debía ser reformada. Segundo, el
pluralismo político chileno, caracterizado por un amplio espectro de grupos políticos,
estimulaba las discusiones y consideraciones políticas del problema agrícola. Tercero, los
184
democratacristianos, hábilmente, mezclaron una política amplia y un estilo incremental,
para avanzar de y hacia el desarrollo de la reforma agraria359
Anterior a la aprobación del cuerpo de legal de Reforma Agraria 16.640, se realizan
modificaciones tanto a la ley de Reforma Agraria como a la Constitución operante (1925);
funcionales a la puesta en operación de la futura ley de reforma agraria. Estas fueron la ley
Nº 16.465, del 26 de Abril de 1966 y la ley de Reforma Constitucional Nº 16.615 del 20
de Enero de 1967.
La ley Nº 16.465, prohíbe la división, parcelación o hijuelación de todo predio
rústico superior a las 80 hectáreas de riego básico360
, sin previa autorización del Consejo de
la Corporación de la Reforma Agraria, autorización condicionada a la transferencia del 40
por ciento del predio a los campesinos que vivían en el361
. Esta ley sirve para prevenir las
divisiones de fundos efectuadas con el objeto de eludir el accionar expropiativo de CORA.
La ley de Reforma Constitucional Nº 16.615 reforma el artículo Nº 10 de la constitución
vigente, que tiene por objetivo reformar el sistema de pagos de los predios expropiados,
hacer más efectiva la toma de posesión de los mismos y reformar el dominio de las aguas.
Con esta reforma se flexibilizan los criterios de la legislación de Reforma Agraria
15.020, al cancelar el avalúo fiscal no el comercial de los predios, y adoptando el pago
diferido como regla no como excepción, ahorrando tiempo debido a que la cadena de
trámites burocráticos legales se minimiza. La legislación además integra el concepto de
función social de la propiedad: la tradicional inviolabilidad de la propiedad particular, es
dejada a juicio y arbitrio de las leyes y el Estado. Esta nueva forma de interpretación legal
de la propiedad define la función social de esta, lo que según Silva Bascuñan:
Establecerá las limitaciones y obligaciones que permitan asegurar su función social y
hacerla accesible a todos. La función social de la propiedad comprende cuanto exijan los
intereses generales del estado, la utilidad y la salubridad pública, el mejor aprovechamiento
359
GARRIDO, J; GUERRERO, C; VALDÉS, M. Op. cit. p. 99 360
La hectárea de riego básico es la superficie equivalente a una hectárea de la mejor calidad en el centro del
país. 361
CORREA, M; MOLINA, R; YÁÑEZ, N. Op. Cit p. 80. GARRIDO, J; GUERRERO, C; VALDÉS, M. Op.
Cit. p. 240
185
de las fuentes y energías productivas en el servicio de la colectividad y la elevación de las
condiciones de vida del común de los habitantes362
Otra de las legislaciones anteriores e importantes para el proceso de Reforma agraria
la constituye la ley 16.625, que se enmarca en el programa de “promoción popular”363
del
gobierno, permitiendo la sindicalización campesina efectiva. Esta legislación garantizaba el
derecho de todos los trabajadores rurales de formar sindicatos, con el requisito de poseer
como mínimo 100 personas que trabajasen en un mismo o distinto fundo, empresa o
propiedad, con base territorial en la comuna, pudiendo el campesino asociarse libremente a
cualquier sindicato que en ella exista364
La ley 16.640 se aprueba el 28 de Julio de 1967. Para el gobierno las normas
contenidas en el cuerpo legal:
Pretenden promover en forma simultánea el aumento de la producción y la productividad
agrícola, mediante una mejor y más justa distribución de la propiedad de la tierra y de los
derechos de aguas, así como la transformación del campesinado en una fuerza social de
carácter dinámico que participe activamente en el progreso, económico, social y cívico del
país365
La nueva ley define los siguientes tipos de propiedad como susceptibles de
expropiación, en conformidad a su función social:
1) Todos los predios pertenecientes a una persona natural que aislada o conjunto tengan
una superficie que exceda las 80 hectáreas de riego básico,
2) Predios abandonados o pobremente explotados (no se aplica en el caso de las
propiedades de menos de 80 hectáreas de riego básico)
362
SILVA, M. “Derechos Humanos en la Constitución de 1925”. pp. 249 – 251. 363
“El programa de promoción popular está destinado a desarrollar organizaciones a fin de que el conjunto de
la población y no los tradicionales grupos de presión pudieran ejercer sus influencias en las políticas del
Estado. Las organizaciones populares iban a desempeñar un rol relevante en el proceso de planificación
económico – social, participando en el diseño y puesta en marcha del programa de desarrollo y estabilización,
al que quedarían subordinadas las decisiones públicas”. En: REBOLLEDO, R: “La crisis económica de 1967
en el contexto de la ruptura del sistema democrático”. Revista Universum Nº 20 (2005) p. 130 364
LOVEMAN, B: Op. Cit. p 259; GARRIDO, J; GUERRERO, C; VALDÉS, M. Op. cit.p. 106 365
Ministerio de Agricultura. Ley de Reforma Agraria Nº 16.640. 1967. Chile. p. 13.
186
3) Los predios que hubieren resultado de la división de un predio cuya superficie hubiere
sido superior a las 80 hectáreas de riego básico, cuando la división se hubiere efectuado
con posterioridad al 27 de Noviembre de 1962 y siempre que la división no haya sido
seguida de una efectiva explotación efectuada a título personal por el adjudicatario.
Esta causal tiene un periodo de vigencia de 3 años.
4) Los predios rústicos de personas jurídicas, de derecho público y privado, con la sola
excepción de las cooperativas campesinas y las sociedades de personas que tengan por
finalidad principal la explotación agrícola.
5) Los predios rústicos que se encuentren dados en arrendamiento o cedidos para su
explotación por terceros.
6) Los predios rústicos que sean dueños dos o más personas en común, respecto de los
cuales no se hubiere puesto termino al estado de indivisión, de acuerdo con lo
establecido en la ley.
7) Los predios rústicos ubicados en la zona de aplicación de la Ley de Propiedad Austral,
donde se hayan producido cuestiones legales relacionadas con el dominio o posesión de
la tierra.
8) Los predios necesarios para el programa de reforma agraria ofrecidos por sus dueños a
CORA.
9) Propiedades localizadas en una zona de ñadis, donde el estado realiza obras de
rehabilitación de la tierra para la producción
10) Minifundios, para él solo efecto de reagruparlos y reasignarlos. Tendrán preferencia en
la asignación los ex – propietarios que demuestren mayor capacidad de trabajo
11) Los predios rústicos que se encuentren comprendidos dentro de un área de riego366
Se incorpora el exceso de superficie como causa de expropiación y tiene efecto
retroactivo con los predios de más de 80 hectáreas de riego divididos desde 1962 en
adelante, esto pone a disposición de CORA los latifundios parcelados con el fin de evadir la
ley 15.020. Pero a su vez no se incluyen en la expropiación maquinarias, animales,
366
Interpretado de: Ley 16.640, 16 - 07 – 1967. Título I, Capitulo I. Artículos 2º a 14º Biblioteca Congreso
Nacional. Chile.
187
herramientas, equipos y otros bienes muebles, lo que obliga al sector reformado a rearmar
la infraestructura con la consecuente necesidad de capital.
Para el propietario expropiado en base a la causal de exceso de superficie se
conserva el derecho a una reserva de propiedad que no exceda las 80 hectáreas de riego
básico, El derecho de reserva no existe para los predios expropiados bajo la causal de
abandono o mala explotación367
. Esta reserva, al conservar la infraestructura del predio
original, permite una mayor capitalización y producción, al concentrarse todos los recursos
en un predio menor.
El mecanismo de indemnización y toma de posesión, ineficiente en la antigua ley,
ahora se flexibiliza y permite: a) pagar el valor fiscal no el comercial de la propiedad, más
las mejoras comprendidas en el avalúo. b) pago diferido, en cuotas (bonos de la reforma
agraria) a 25 o 30 años plazo, con pago inicial en efectivo en cual puede ser desde el 1 al 10
por ciento de la deuda c) una vez depositado el pago inicial, en el plazo de un año, el predio
puede ser tomado en posesión por CORA.368
Luego de efectuada la toma de posesión, se constituye un asentamiento, forma de
propiedad comunitaria transicional369
, el cual en un plazo de tres años, extendiéndose hasta
5 años en casos especiales, deberá ser dividido en propiedades individuales entre los
asignatarios. El asentamiento según la legislación tiene por objetivos para el campesinado,
promoción técnica, desarrollo económico y productivo e incremento del nivel de vida,
educacional e infraestructural de la comunidad:
1. “Explotar eficientemente las tierras que comprenda el asentamiento, mejorando la
producción mediante la asistencia que proporciona o aporta la Corporación de Reforma
Agraria;
2. Preparar y capacitar a los asentados para que asuman plenamente, al término del
asentamiento, las responsabilidades de propietarios y empresas agrícolas.
3. Orientar e impulsar el desarrollo de la comunidad, promoviendo la preparación, creación y
fortalecimiento de sus cooperativas y organizaciones de base.
4. Promover la capitalización de los asentados, procurando que el mayor ingreso que obtenga
sea destinado a ese objeto.
367
Ley 16.640, 16 – 07 – 1967. Título I. Capitulo II Articulo 16º 368
Ley 16.640, 16 – 07 – 1967. Título II. Capitulo III. Articulo 39º, Capitulo IV. Art. 42º, Art. 43º
188
5. Construir la infraestructura mínima necesaria para el desarrollo de la vida familiar y
comunitaria de los asentados y futuros asignatarios, así como la infraestructura necesaria
para normal para la normal explotación actual y futura del predio”370
El proceso “asentamiento – propiedad individual” no es obligatorio, pues en
algunos casos se puede mantener la propiedad comunitaria, tomando el nombre de
Cooperativa 371
, situación que CORA juzgara considerando razones: 1) técnicas como es el
caso de viñedos, terrenos con aptitud únicamente forestal, los terrenos de pastoreo y otros
terrenos que no sean susceptibles de dividirse sin deterioro del suelo o de sus posibilidades
de manejo económico 2) terrenos trabajadas por comuneros que al momento de la división
quedasen con muy poca tierra. Esta alternativa es interesante pues ofrece una forma de
penetración en el proceso a los pueblos indígenas pudiendo aumentar sus tierras divididas.
3) Bosques, los cuales pueden ser transferidos al fisco para integrar el patrimonio forestal
de estado, transferirse a instituciones o empresas del estado o a otras personas jurídicas que
no persigan fines de lucro para el cumplimiento de sus objetivos propios372
Estas
propiedades comunitarias sean organizadas bajo las formas de cooperativas de reforma
agraria de diversa índole: Mixtas, de Asignatarios, de Tierras, etc.
La etnia mapuche aparece considerada, de manera marginal, en el apartado de
preferencias para selección de asignatarios, en el Titulo IV, Capitulo I, Artículo 72, letra d):
d) Explotar personalmente terrenos de una superficie inferior a la de la unidad agrícola
económica familiar. Para el caso mapuche se contempla que en las provincias donde
existan comunidades indígenas mapuches formadas en virtud de un titulo de merced, los
indígenas que integren dichas comunidades gozaran de esta misma preferencia, siempre que
hayan estado explotando personalmente terrenos de la comunidad desde a lo menos, el 21
de Noviembre de 1965.
370
Ley 16.640, 16 – 07 – 1967. Título IV. Capitulo I. Art. 66º 371
Para efectos legales (Art. 1º letra r), propiedad comunitaria es: “Es aquella que pertenece en común a todos
los que trabajan personalmente, o a una cooperativa formada por estos, constituyendo una comunidad humana
y económica. Cada miembro contribuye con su esfuerzo personal al trabajo común y participa del producto
que se obtenga en función de la naturaleza y aporte del trabajo que realice”. 372
Ley 16.640, 16 – 07 – 1967. Título IV. Capitulo I. Art 67º El apartado referente a los bosques es de
especial importancia en al caso del Alto Bío Bío, pues se encuentran diversas especies de árboles nativos,
incluyendo una de las pocas poblaciones de araucarias de la actual octava región, junto con de la cordillera de
Nahuelbuta
189
La deficiencia de este apartado radica en que solo se refiere a las tierras reconocidas
bajo el titulo de merced, dejando fuera las que se encuentran usurpadas, o a las
comunidades que no poseen esa titulación especial.
Un aspecto normativo de interés para la investigación lo constituye el Titulo X:
“Disposiciones legales”. Capítulo III “Disposiciones generales”, Articulo 171º, que señala:
En caso de lockout patronal o de paralización ilegal que por cualquier motivo suspendan las
faenas de explotación de un predio rústico, el Presidente de la República podrá decretar la
reanudación de ellas, con intervención de las autoridades civiles, las que podrán requerir el
auxilio de la Fuerza Pública. El interventor tendrá todas las facultades necesarias para
continuar la explotación del predio.
En el mismo decreto se ordenará la constitución de un tribunal arbitral, compuesto de dos
representantes de los trabajadores en conflicto, dos representantes de la parte patronal y un
representante del Presidente de la República, quien lo presidirá. En el decreto se expresará
el nombre del representante del Presidente de la República.
El Presidente del Tribunal requerirá a las partes en conflicto para que, dentro del plazo de
48 horas, designen a sus representantes, bajo apercibimiento de constituir el tribunal con los
representantes que se designen. El tribunal podrá constituirse y funcionar sólo con el
Presidente, cuando las partes no hayan designado representantes o cuando éstos no asistan a
las audiencias.
Decretada la reanudación de faenas, el personal de obreros y empleados volverá al trabajo
en condiciones que no podrán ser inferiores a las que regían al tiempo de plantearse el
conflicto.
El decreto a que se refiere este artículo se cumplirá tan pronto sea dictado, sin perjuicio de
la tramitación legal que corresponda.
El tribunal arbitral emitirá su fallo por mayoría de votos y dentro del plazo de 30 días
después que se constituya. En todo caso, el Presidente del tribunal será responsable de la
dictación del fallo”.
Este artículo permite al presidente de la Republica, en caso de tomas o
paralizaciones ilegales, tanto del sector empleador como trabajador, ordenar la reanudación
de faenas por decreto. Se designa un interventor que deberá hacerse cargo de la
administración con el fin de mantener el predio en producción hasta el fin del conflicto.
También permite usar el aparato coactivo para reprimir la toma de predios privados,
190
pudiendo utilizarse para controlar con violencia las demandas campesinas por tierra. O en
otra lectura, puede usarse para aumentar la presión por la expropiación, ya que obliga al
Estado a tomar el control, lo que puede ser usado como una hábil maniobra por parte de los
sectores campesinos para forzarla, o del Estado para tomar posesión de un predio antes de
la evaluación CORA (esto sucederá de manera regular bajo el gobierno de Allende),
constituyendo una forma cuasi legal de expropiación373
.
En cuanto a la aplicación de esta normativa, importa para la investigación lo
sucedido en la zona de la Araucanía, pues comparte rasgos con el presente caso de estudio:
la existencia de la etnia Mapuche (en el caso del Alto Bío Bío: Pewenche), la usurpación
territorial, la reducción y la constitución de grandes fundos, la colonización chilena, las
condiciones de pobreza del sector pequeño campesino chileno y mapuche; y la
coexistencia de ambos grupos en un mismo espacio dominado por grandes propiedades.
Pensamos que la zona del Alto Bío Bío constituye una periferia del conflicto mayor que se
desarrolla en la zona de la Araucanía. Las leyes de reforma agraria no son aplicadas en el
área del Alto Bío Bío durante el gobierno de Frei Montalva, pero lo sucedido en su
aplicación en las provincias de Malleco y Cautín nos puede describir los conflictos y rasgos
generales del proceso que luego alcanzara nuestra área de estudio
Según el estudio de Correa y otros374
, las características más notables del proceso de
aplicación de la ley 16.640 en la Araucanía se pueden resumir en:
1. Las comunidades se movilizan en pos de la recuperación de tierras, logrando
expropiaciones a su favor, como en el caso de Lumaco.
2. La ocupación de los sectores reformados es a través del asentamiento, como forma
de instaurar la propiedad individual por sobre la comunitaria, compartiendo la
organización del sector reformado con inquilinos y otros sectores campesinos
chilenos. No existe por tanto políticas diferenciadas, primando el integracionismo.
3. Existe un conflicto de intereses entre mapuches e inquilinos, por la contradicción de
la demanda indígena de recuperar tierras ancestrales y el objetivo especifico de la
373
LOVEMAN, B: Op. cit. p. 271 374
CORREA, M, MOLINA, R; YAÑEZ; N: op. Cit. p. 276
191
reforma agraria, reestructurar la tenencia de la tierra, dando acceso a la propiedad de
la misma a quienes la trabajaban, es decir inquilinos y medieros.
4. Las movimientos cuentan con el apoyo de de partidos políticos, y organizaciones
obreras urbanas. Destaca la aparición del Movimiento Campesino Revolucionario
en el sector apoyando la recuperación de tierras usurpadas a través de las “corridas
de cercos” con el objeto de recuperar los antiguos deslindes; y la toma directa de los
fundos.
5. Se aplicaron leyes de excepción, debido a la masividad de los movimientos, como el
caso de Collipulli, donde la administración por un tiempo queda a cargo de
militares.
6. La voluntad del gobierno de resolver los conflictos territoriales mapuche a través de
la ley indígena y no a través de la legislación de reforma agraria, como lo demuestra
el interés exhibido por el gobierno democratacristiano por publicar una nueva
legislación indígena.
El balance general de la reforma agraria democratacristiana para las comunidades
mapuches y sus demandas, implicó: “Que los mapuches fuesen tratados como campesinos
pobres, sin que se aplicaran cambios importantes a la propiedad comunitaria de tierras”375
debido al criterio campesinista del plan de Reforma Agraria del gobierno, que no distingue
entre campesinos e indígenas.
La acción de la ley 16.640 a favor de comunidades mapuches durante el gobierno de
Eduardo Frei en la Araucanía se resume en el siguiente cuadro:
Cuadro N°17: Expropiaciones a favor de mapuches durante la aplicación de la Ley
16.640 durante el gobierno de Eduardo Frei.
Comuna Predio Propietario Expropiación Asentamiento Hás HRB
Nueva
Imperial
Resto fundo
Chol Chol
Carlos Pedro
Conus Crauzas
24/01/68 El Toqui 1354.1 163.09
Purén Hij. 2º o
Rapahue
Víctor Ormeño
González
17/07/69 La Esperanza 987.6 64.82
375
SAMANIEGO, A: “Mentalidades Políticas Wingkas ante la “comunidad agraria inalienable” y el pueblo
mapuche (de Ibáñez a Ibáñez, 1927 – 1958)” Revista de Historia social y de las Mentalidades, N° (año 2007)
p. 164
192
Lautaro Los Aromos
y Miraflores
Julio
Fernández
Gross
04/09/69 El Crucero 999.2 131.1
Lumaco Parte del
Fundo
Moyna
(Reñico y
Pililmapu)
Beatrice
Moyna Vda. de
Compton
16/10/69 Cooperativa
Lautaro
3200.8 146.17
Lumaco Parte del
Fundo
Moyna (San
Gerardo,
Hueico y el
Resto del
Fundo El
Peral
Beatrice
Moyna Vda. de
Compton
16/10/69 Cooperativa
Lautaro
1873.6 105.93
Villarrica Copihuelpe Víctor
Kunstmann
Hube y otros
30/10/69 s/i 1465.3 210
Angol Cutipay Comunidad
Soto Sanhueza
22/05/70 Poder Campesino 801.7 139.9
Total 7 predios 10682.3 961.31 Fuente: Servicio Agrícola y Ganadero SAG, Departamento de Tenencia de la Tierra, Expedientes
de Expropiación, Carpetas CORA, Santiago de Chile (Adaptado de Correa, Martín; Molina, Raúl;
Yáñez, Nancy. “La Reforma Agraria y las tierras mapuches Chile 1962 – 1975” 1º edición.
Santiago. LOM Ediciones. 2005.)
5.2.3 Ley 17.280 de 1970 y profundización de la Reforma Agraria
bajo el gobierno de la Unidad Popular
Esta ley publicada el día 17 de Enero de 1970, aun bajo el gobierno de Eduardo Frei
permite agilizar y profundizar radicalmente el proceso para eliminar dificultades
burocráticas y legales. La ley agrega nuevas normativas referentes a: la toma de posesión
de los predios y la subdivisión de los mismos; potenciales beneficiarios del proceso,
capitalización de los terrenos y organizaciones campesinas.
Con respecto a la toma de posesión, esta podía efectuarse una vez pagada la parte en
efectivo de la indemnización al dueño del predio, indemnización que se calcularía en base
al avalúo provisional que fije CORA no el Servicio de Impuestos Internos, que corresponde
193
al avalúo fiscal que debería realizarse con la anterior normativa. En resumen, permite
expropiar un predio solo con la venia de CORA, mientras el servicio de impuestos internos
calcula el avalúo real, cancelándose la diferencia si fuese necesario.
Se autorizaba la expropiación de predios rústicos, cualquiera sea su superficie,
cuando: “el predio hubiese sido parte de otro que al 21 de noviembre de 1965, o sea cinco
años antes, hubiera tenido más de 80 hectáreas de riego básica y la división se hubiera
efectuado entre esa fecha y el 28 de Julio de 1967”376
. La expropiación podía realizarse con
el auxilio de la fuerza pública, con facultades de allanamiento y descerrajamiento si fuese
necesario.
Los potenciales beneficiarios del proceso fueron ampliados integrándose los
trabajadores afuerinos o sea, que no habitan en el interior del predio. La disposición legal
permite que integren el asentamiento: “todos los campesinos que reuniendo los requisitos
para ser asignatarios, hayan trabajado en el predio expropiado a los menos tres años hasta
una fecha no anterior a ocho meses de la expropiación, hayan o no vivido al interior del
predio”377
Esto permite la integración de los trabajadores estacionales y también de los
mapuches que trabajan en predios circundantes a sus comunidades.
La capitalización de los predios se ve aumentada debido a que esta ley extiende la
expropiación a todos los bienes muebles e inmuebles comprendidos en su inventario, o sea
maquinarias, infraestructura, herramientas, animales, con el fin de mantener la producción
una vez expropiado el inmueble.
A las organizaciones campesinas se les estimula: “se faculta a los asentamientos a
formar Federaciones, impulsando la asociatividad de los primeros”378
Este nuevo marco legal será ocupado por el gobierno de Salvador Allende,
permitiendo intensificar el proceso, Allende como señala Loveman, destruye finalmente el
sistema hacendal, efectuando una rápida, masiva y drástica Reforma Agraria. Un objetivo
fundamental es, por tanto: “la necesidad de modificar la antigua estructura agraria, que
376
GARRIDO, J; GUERRERO, C; VALDÉS, M. Op. cit. p. 126 377
CORREA, M; MOLINA, R; YÁÑEZ, N. Op. Cit p. 88 378
Ibidem. p. 89
194
pesaba sobre el modelo económico imperante de tipo capitalista, y reemplazarla por una
estructura agrícola acorde a una sociedad socialista”379
Dentro los planteamientos del programa de gobierno de la Unidad Popular, en
cuanto a la Reforma agraria, se menciona lo siguiente:
La Reforma Agraria es concebida como un proceso simultaneo y complementario con las
transformaciones generales que se desea promover en la estructura social, política y
económica de país, de manera que su realización es inseparable del resto de la política
general. La experiencia ya existente en esta materia y los vacíos o inconsecuencias que de
ella se desprenden, conducen a reformular la política de distribución y organización de la
propiedad en base a las siguientes directivas:
1. Aceleración del proceso de Reforma Agraria expropiando los predios que excedan a la
cabida máxima establecida, según las condiciones en las distintas zonas, incluso los frutales
vitivinícolas y forestales, sin que el dueño tenga derecho preferencial a elegir reserva. La
expropiación podrá incluir la totalidad o parte de los activos de los predios expropiados
(maquinarias, herramientas, animales, etc.)
2. Incorporación inmediata al cultivo agrícola de las tierras abandonadas y mal explotadas de
la propiedad estatal.
3. Las tierras expropiadas se organizaran preferentemente en formas cooperativas de
propiedad. Los campesinos tendrán títulos de dominio que acrediten su propiedad sobre la
casa y el huerto que se les asigne y sobre los derechos correspondientes en el predio
indivisible de la cooperativa. Cuando las condiciones lo aconsejen, se asignaran tierras en
propiedad personal a los campesinos, impulsando la organización del trabajo y de la
comercialización mutua. También se destinaran tierras para crear empresas agrícolas
estatales con la tecnología moderna.
4. En casos calificados se asignaran tierras a los pequeños agricultores, arrendatarios,
medieros y empleados agrícolas capacitados para el trabajo agropecuario.
5. Reorganización de la propiedad minifundiaria a través de formas progresivamente
cooperativas agrícolas.
6. Incorporación de los pequeños y medianos campesinos a las ventajas y servicios de las
cooperativas que operen en su área geográfica.
379
BERDICHEWSKY. B: “Agrarian Reform in Chile and Its Impact in Araucarian Indian Communities,
Antropology and Social Change in Rural Areas. Citado en CORREA, M; MOLINA, R; YÁÑEZ, N. Op. Cit.
p. 138
195
7. Defensa de la integridad y ampliación y asegurar la dirección democrática de las
comunidades indígenas amenazadas por la usurpación, y que al pueblo mapuche y demás
indígenas se les asegure tierras suficientes y asistencia técnica y crediticia apropiadas380
El programa claramente aprovecha el marco legal heredado, especialmente la última
reforma hecha bajo la administración Frei (17.280), sobre todo en lo referente a la
ampliación de los beneficiarios y la agilización del proceso, fenómenos que la ley permite y
el programa de la Unidad Popular estimula. Se mantiene la propiedad comunitaria
(asentamiento) como forma transicional, pero dejando la posibilidad de formar empresas
agrícolas estatales. También cuanta con un acápite directamente relacionado con las
comunidades indígenas, haciéndose cargo de la defensa de sus espacios, la ampliación y la
tecnificación y concesión de créditos adecuados para su necesaria explotación, algo que en
los programas de reforma anteriores no estaba considerado.
El asentamiento se mantendrá como forma de propiedad comunitaria hasta Agosto
de 1971. En este mes, el ministro de Agricultura, Jacques Chonchol, informa que se
adoptará una nueva forma productiva, que evitara los problemas que a su juicio aquejaban a
la organizada hasta ese momento (asentamiento), llamada Centro de Reforma Agraria
(CERA), donde se fusionarán dos o más asentamientos vecinos o predios expropiados para
obtener grandes unidades productivas, gestionadas por campesinos.381
Luego se crearan los
“Centro de Producción” que se emplazarían en predios expropiados que constituyeran
empresas agrícolas de alta tecnología y cuando los campesinos, debido a su gran conciencia
social, así lo solicitasen.
Uno de los objetivos a cumplir por parte de esta forma de propiedad era el de
aumento de producción destinada a abastecimiento interno y externo (exportación) que
soportara la actividad industrial asegurando un abastecimiento barato de alimentación para
sus trabajadores que no repercutiera en el índice de inflación, necesidad derivada de la
380
Programa Básico de Gobierno de la Unidad Popular, aprobado por los Partidos Comunista, Socialista,
Radical y Social Demócrata, el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y la Acción Popular
Independiente, el 17 de diciembre de 1969, en Santiago de Chile, p.p 21 - 23 381
Garrido. Op. Cit p. 44. A su vez, Loveman señala que a los sectores intelectuales de los partidos de la
Unidad Popular no les agradaba el asentamiento y las cooperativas resultantes, las cuales no eran funcionales
a una estructura agrícola socialista, pues las divisiones y sectores privilegiados de clase se mantenían. De esto
se desprende una conclusión: en el proceso de reforma agraria de la Unidad Popular se tendera a la creación
de estructuras de propiedad comunitarias definitivas, minimizándose la entrega de títulos individuales. Vid.
LOVEMAN, B. Op. Cit. p. 283
196
temprana implantación del desarrollo hacia adentro en el país luego de la crisis económica
mundial de 1929, que por ejemplo llevo a los sucesivos gobiernos a imponer precios a los
grandes agricultores. . Lo anterior, en el caso de Allende, obedecía a dos motivos, que
tienen que ver con la intensiva política de redistribución de ingresos del gobierno y el gasto
excesivo en importaciones agrícolas:
1. Porque es imprescindible garantizar el desarrollo del país, a través de la superación de
los déficits nacionales que obligan a distraer cantidades apreciables de divisas en suplir
lo que el país no produce.
2. Porque la política de redistribución de ingresos que está haciendo el gobierno , significa
un incremento extraordinario en la demanda de productos agropecuarios por parte de
los sectores de bajos ingresos que son los mayoritarios382
Luego se integra a los campesinos como fuerza fundamental para alcanzar tales
objetivos: Para que estas metas se produzcan se hace necesario “una directa y activa
participación de los campesinos en el proceso de gestión, como elemento que garantice los
resultados que se quieren obtener.”.383
Una característica innovadora del programa de Reforma Agraria se refiere a un
problema no integrado (o rehuido) en los anteriores gobiernos, el de las etnias
especialmente la mapuche, el que es asumido, velando por la mantención de sus
comunidades y el reconocimiento de las usurpaciones a que han sido sometidas384
. En el
texto de Salvador Allende, de 1972, “Perspectivas de la Reforma Agraria” se hace explicita
esta postura, al señalar, bajo el subtitulo “El problema Mapuche” que:
La población mapuche ha sido discriminada. Son 600 mil a 700 mil personas que en
población de de 9 millones de habitantes representa un 5 o un 6 por ciento del país. A ellos
se les ha robado de una manera institucionalizada las tierras, las mismas que el Estado
Chileno les reconoció después de la pacificación de la Araucanía. Estas tierras están
fundamentalmente en las zonas de Cautín y Malleco. El Gobierno está decidido a
382
ALLENDE, S: Perspectivas de la Reforma Agraria. p. 14 383
Ídem 384
Ya en 1964, Allende formaliza el “Pacto de Cautín” con la directiva de los Araucanos Allendistas, en
donde se considera a los mapuches como “Pueblo”, existiendo además un compromiso de respeto a la
religión, lengua, cultura y propiedad agrícola; y la integración del dialogo para el diseño de políticas
interculturales como la Salud Publica. Véase: RUIZ, C: “Autonomismo Mapuche (1907 – 1992), Renuevos de
un Tronco Antiguo” Revista de Historia Social y de las Mentalidades, N° (año) p. 42
197
corregir a fondo este robo legalizado y por la vía administrativa, ya se han podido recuperar
30 mil hectáreas usurpadas385
No olvidemos que en 1972, luego de muchas resistencias de la oposición, se aprobó
una nueva ley indígena, que es la primera que me hace cargo del reconocimiento de las
etnias (sociedad pluralista), desarrollando además planes y programas integrales de apoyo a
su desarrollo. Piensa mucho más allá que las legislaciones anteriores (1927, primera ley de
división de comunidades – 1972 ley del gobierno de la unidad popular), que solo se
hicieron cargo del problema de la propiedad mapuche versus la privada-estatal; y de la
división de las comunidades con titulo de merced. Según Boccara la legislación aprobada
bajo el gobierno de la Unidad Popular es novedosa por lo menos en cuatro aspectos:
“reconocer la existencia en el territorio nacional de grupos culturalmente diferenciados,
hacer del asunto indígena un problema nacional, reconocer la deuda histórica, que tenía el
Estado para con los indígenas y el sacar a la luz el tema de la participación autónoma”386
En el primer punto, la legislación recoge la pluralidad cultural existente en el
territorio de la Republica de Chile, contando para la definición de la pertenencia cultural
con el apoyo de antropólogos, cientistas políticos, economistas, sociólogos, lo que marca
una diferencia con las legislaciones anteriores, redactadas por abogados; lo que demuestra
que existía la voluntad de enfocar el problema indígena como un asunto social y cultural,
no tan solo de propiedad; herencia que recogerá en el futuro las leyes indígenas redactadas
post dictadura militar (1990)
En el segundo punto y como se mostraba en la cita de la página anterior, el objetivo
expreso de la legislación era terminar con el “robo legalizado” y concluir con el proceso de
las divisiones de comunidades, fomentando la recuperación y devolución de tierras
mapuche.
En el tercer punto, el Estado se comprometía a prestar ayudas crediticias y técnicas
a los sectores devueltos y reformados bajo el proceso de Reforma, para elevar la calidad de
385
Ibídem. p. 22
386 BOCCARA, G; SEGUEL, I: “Políticas indígenas en Chile (siglos XIX y XX). De la asimilación al
pluralismo (el caso mapuche)” Revista de Indias, N° 217 (1999) p. 764
198
vida de las comunidades mapuche, lo que se lograría a través de formas comunitarias tipo
asentamiento y cooperativas.
En el cuarto punto, con la promulgación de la Ley 17.729 de 1972 que crea el
instituto de Desarrollo Indígena (IDI), la institución mediadora del gobierno de Allende, se
le da participación como representantes a siete campesinos mapuche, quienes estarán
íntimamente relacionados con la dirección que asumirán los asentamientos y las ayudas del
Estado, actuando como canalizadores de las demandas de las comunidades
En cuanto a la praxis concreta, el gobierno de la Unidad Popular con miras a
solucionar el problema mapuche, usó diversos mecanismos387
, que se detallan a
continuación
1) Expropiaciones de la Corporación de Reforma Agraria en beneficio directo, aunque
no exclusivo, de comunidades mapuche.
2) “El Ministerio de Agricultura Móvil” organismo que se instala en Temuco a
principios de 1971, con el fin de resolver rápidamente la situación campesina y
mapuche de las provincias de Cautín y Malleco, programa que será conocido como
el “Cautinazo”. En este periodo se intensifican las expropiaciones a favor de
mapuches debido a la gran presión efectuada por las comunidades, que se manifiesta
en múltiples tomas de predios.
3) Comisión de Restitución de Tierras usurpadas: Organismo especial creado a inicios
de 1971 y a cargo de la Dirección de Asuntos indígenas (DASIN) para hacerse cargo
de problemáticas relacionadas con la usurpación de tierras indígenas en títulos de
merced.
4) Convenio CORA DASIN: Acuerdo de Agosto de 1972, realizado de Temuco entre
las oficinas de la Corporación de la Reforma Agraria y el Departamento de Asuntos
Indígena que permite el traspaso de predios expropiados por la CORA, que hubiesen
sido formados con usurpaciones a indígenas, directamente a estas comunidades.
387
Interpretados de CORREA, M; MOLINA, R; YÁÑEZ, N. Op. cit. pp. 143 - 161
199
La política de restitución de tierras a favor de indígenas bajo el gobierno de Allende
es la más amplia efectuada durante los más de 10 años de Reforma Agraria en Chile (1962
– 1973) haciéndose cargo del problema mapuche, intentado solucionarlo a través de
diversos procedimientos encausados a través de las leyes de reforma agraria; e incluso
creando una ley indígena, aunque efímera, de gran profundidad y alcance388
.
Aun así, la crítica histórica enfatiza la instrumentalización del mapuche debido a la
óptica de análisis: de clase; y su subordinación a la estrategia preferentemente campesinista
del gobierno, quedando las demandas indígenas marginalizadas y periféricas con respecto
al centro donde apuntaban las medidas del gobierno de la Unidad Popular: el campesino
chileno. Al no aceptar asentamientos conjuntos con sectores chilenos, se tilda a las
comunidades mapuches de “sectores pequeños burgueses”. En esta línea el informe de la
Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato señala lo siguiente:
Sin embargo, al analizar este periodo con la perspectiva que da el tiempo, queda claro que las
acciones impulsadas por las autoridades de la época en este corto periodo estuvieron
orientadas a incorporar a los mapuches a un proyecto político – en este caso socialista –
basado en un análisis de clase y no en uno de tipo étnico cultural. Tal como algunos analistas
que apoyaron el proceso de reforma agraria han reconocido, los mapuches mostraron su
rechazo a las formas colectivas o cooperativas de tenencia de la tierra que siempre fueron
promovidas por el gobierno a través de dicho proceso. La voluntad de los mapuches no
siempre fue respetada cuando se tomaba decisiones sobre estas importantes materias.
Consecuentemente, las políticas que el gobierno de Allende aplico en especial a los mapuche
– de un carácter marcadamente campesinista y no indigenista – siguieron subordinadas a
proyectos que no eran definidos por ellos, tal como había ocurrido a lo largo de la historia
republicana389
El total de la superficie expropiada por la CORA en el centro del problema
territorial mapuche: las provincias de Malleco y Cautín; se sintetiza en el siguiente cuadro
388
Para un análisis profundo de esta legislación, véase Ortiz, Claudia. Op. Cit. pp. 66- 76 389
Informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato. “Informe Final del Grupo de Trabajo Legislación
e Institucionalidad” p. 44
200
Cuadro 17: Superficie total y número de predios expropiados a favor de mapuches
durante la Unidad Popular en las provincias de Malleco y Cautín (1971 – 1973)
Año Nº de Predios expropiados
a favor de mapuches
Superficie expropiada en
Hás.
1971 46 70.103,68
1972 81 51.687,70
1973 10 7.629,50
Total 137 129.420,88
Fuente: Elaborado en base a antecedentes de las Carpetas de Expropiación de la CORA,
Departamento de Tenencia de la Tierra, Servicio Agrícola y Ganadero SAG. (Adaptado de
CORREA, Martín; MOLINA, Raúl; YAÑEZ, Nancy. “La Reforma Agraria y las tierras mapuches
Chile 1962 – 1975” 1º edición. Santiago. LOM Ediciones. 2005.)
Como acápite final cabe señalar que el número de expropiaciones durante el
gobierno de Allende aumenta dramáticamente, por la enorme presión campesina que con
sus demandas desborda el programa de reforma del gobierno del periodo, siendo una de las
características fundamentales del proceso en este periodo390
. En su primer año de gobierno
expropia casi el número total de predios que el gobierno democratacristiano expropió en 6
años, para llegar a su tope en el año 1972 y luego disminuir en 1973. El siguiente cuadro
resume la situación nacional a 1973.
Cuadro N°18: Explotaciones, Superficie y Familias Beneficiadas por la Reforma
Agraria Chilena.
a) 1965 – 1970
Explotaciones
Afectadas
Superficie Explotada (Miles de Has) Familias
Beneficiadas De riego Secano
Arable
Secano no
Arable
Total
1.406 290.29 366.51 2.905,44 3.564,24 20.966
390
BENGOA, J: El campesinado chileno después de la Reforma Agraria. pp. 38, 39. Vid. LOVEMAN, B:
Op. cit. p. 280
201
b) 1970 – 1973
Año Nº Predios Has. Riego Has. Secano
Arable
Has. Secano
no Arable
Has.
Totales.
1971 1.378 177.481 604.349 1.773.676,0 2.555.50,0
1972 2.189 211.997 302.474 2.498.237,0 3.1012.688,0
1973 834 49.400,7 225.559,6 558.160,7 833.121,0
TOTAL 4.401 438.858,7 1.132.382,6 4.830.073,7 6.401.315,0
FUENTE: ICIRA, CORA, PPEA. Extraído de Bengoa, José. “El campesinado chileno después de
la reforma agraria”
202
5.3 Aplicación de la Reforma Agraria en el Alto Bío Bío: Comunidades
Pewenche y sus luchas.
Desde las primeras enajenaciones de terreno efectuadas luego de la mitad del Siglo
XIX, específicamente en la década de los mil ocho y setenta, hasta fines del siglo XX, en la
década de los mil novecientos 70’ existe una mediación temporal de un siglo. Un siglo de
oleadas colonizadoras chilenas en el Alto Bío Bío, territorio ya ocupado por poblaciones
indígenas. Colonización a todo nivel: humana a través de inquilinos a fines del siglo XIX e
inicios del XX, consolidando el sistema latifundista en el sector. Trabajadores forestales
desde mediados del siglo XX consolidando la explotación silvícola nativa y los fundos
forestales. Colonización jurídica: la instauración de la propiedad privada y el derecho civil
chileno.
Por tanto, existe un gran periodo de tiempo en donde las interacciones y conflictos
entre los actores se desarrollan, teniendo estos su génesis en la constitución de los
regímenes de propiedad indígena y privada en el sector, tema desarrollado en el primer
capítulo de la investigación.
Existe un margen temporal de desarrollo del problema, que fijamos hasta 1970,
que implica directamente a los grupos humanos asentados en el lugar, los que van
intentando marcar sus posiciones a través de acciones para obtener mejoras a nivel de su
diario vivir, intentando aprovechar las coyunturas históricas a nivel macro, creando
instituciones políticas nuevas como comités y asociaciones indígenas, como lo que sucede
bajo la coyuntura de la Reforma Agraria, cuya actuación en el sector es tempranamente
solicitada como en el caso de Cauñicu, quien a través del abogado defensor de indígenas
del DASIN, figura de amplia actuación en nuestra área de investigación, demandan su
aplicación al Ministerio de Tierras y Colonización a un año de asumido el Presidente
Eduardo Frei Montalva, cuyo gobierno no se dotaba siquiera de una ley de reforma agraria
propia:
Para los fines consiguientes me permito elevar a su consideración la solicitud adjunta
formulada por los comuneros de la reducción Anselmo Pavian del lugar Queuco, comuna de
Santa Bárbara, por la que piden amparo en el goce y aprovechamiento de sus tierras y la
expropiación del fundo “Queuco” de propiedad de los señores Luis y Carlos José Peretti.
203
En cuanto a la solicitud de amparo, cumplo el informar a Ud., que oportunamente se tramito
ante el Juez de Letras de Indios de Victoria el expediente Nº 95 por el cual se demando de
restablecimiento a los particulares Humberto Poblete, Juan Ortiz Tariz y Nicolás Vásquez
T. La demanda se produjo en Noviembre de 1961. Con fecha 30 de Octubre de 1964, y sin
que se evacuara diligencia pericial alguna por los funcionarios del Tribunal, el Juzgado
dispuso que la dirección de Asuntos Indígenas deberá emplear todos los medios que esa
organización posibilita para establecer fidedignamente ocupación por particulares dentro de
terrenos indígenas, terminando lo cual podrá ejercer las acciones de restitución en forma
cabal y dentro de los términos de la ley Nº14.511. Entretanto el Juez ha suspendido el curso
de la causa y ha ordenado su archivo. Se acompaña de una copia simple de la mencionada
sentencia.
Como esta oficina carece de Topógrafos Visitadores a quienes requerir la práctica de las
diligencias necesarias para dar cumplimiento a lo resuelto por el Tribunal, me permito hacer
llegar los antecedentes del caso al Señor Director a fin de que se sirva disponer lo que fuere
procedente.
Saluda Atte. A Ud.
Hugo Ormeño Melet.
Abogado391
.
Estas acciones, como ya hemos señalado en capítulos anteriores, pueden entrar en
conflicto con los intereses del otro grupo humano, por ejemplo en el documento anterior
serian los interpelados colonos – inquilinos habitantes del fundo Queuco, generando
interacciones de discriminación y violencia o por otro lado complementariedad de intereses.
Con esto, no es mi intención afirmar que son las únicas interacciones posibles, pues
claramente existen muchas interacciones intermedias entre estos dos polos, además de
demandas que coinciden en parte, con otras que son definitivamente excluyentes entre sí.
391
AGAI, Carpeta José Anselmo Pavian N° 2835, “Reducción: Anselmo Pavian. Amparo y Expropiación Nº
19” Victoria, 20 de Enero de 1965
204
Luego de esta breve introducción es menester comenzar el análisis especifico de
algunos casos extremos del eje al que se hace referencia: comenzando con la aplicación de
Reforma Agraria en el sector Trapa Trapa para luego examinar el caso del sector ocupado
en ese entonces por Maderas Ralco S.A.
5.3.1 El conflicto del Valle de Trapa Trapa.
Este sector se encuentra distante a 54 kilómetros del poblado de Ralco, ubicado en
el tramo superior del cajón del Río Queuco, conocido como el Valle de Trapa Trapa,
limitando con Argentina, ubicación distante y fronteriza. Si recordamos aquí se encuentra
una de las tres comunidades Pehuenche del Alto Bío Bío que poseen Titulo de Merced
otorgado por el estado chileno a inicios de siglo XX en virtud de las leyes de reducción.
Aquí además se forman grandes propiedades latifundiarias, como el Fundo Trapa y el
Fundo Queuco, que fueron poblados con inquilinos en calidad de colonos, produciéndose
los primeros conflictos territoriales
Se recordará que anteriormente observábamos el inicio de los conflictos por el
espacio de las veranadas, las cual no fueron incluidas en su totalidad dentro de los deslindes
del título de merced de la comunidad. Este espacio territorial es de vital importancia, pues,
para la comunidad constituye un espacio económico y cultural vital porque permite el
pastoreo de animales para la sobrevivencia. Además su ocupación es una práctica cultural
arraigada en el pueblo pewenche, concentrándose las pinalerias de araucarias en este sector,
cuyo valor simbólico – ritual y económico es trascendental para esta cultura.
Para el inquilino también constituía un área importante debido a que es el mejor
sector para cultivar cereales y criar ganado. Por tanto las interacciones conflictivas no
demoran en iniciar, debido a la presión ejercida por ambos grupos para explotar el mejor
espacio económico. Como recuerda la tradición oral de la comunidad, con respecto a la
llegada de los colonos:
El primer arrendatario que llego fue Daniel Mellado. Luego vino Juan Ortega, y ese estuvo
muchos años aquí, hizo amistad con los Caciques, ese caballero se portaba bien, en todo lo
facilitaba a los viejos, pasaba bueyes, novillos, para que trabajara la gente. Se murió Juan
Ortega y vinieron los otros, Eleodoro Larenas llego primero, y después llego con su
205
encargado también, que va a ser aquí encargado del fundo, Mario Sandoval. Entonces
empezó a pelear con los indígenas, acá nosotros no podíamos criar ninguna cosa392
La lucha por “enderezar las líneas” se activa con fuerza en la década de 1960,
constituyendo el sujeto activo de las reivindicaciones las comunidades indígenas393
que
inician una ofensiva a través de vías legales y de comunicación directa con el gobierno, a
través de cartas. En esta última forma va dirigida una misiva, en 1965, al presidente de la
Republica de ese entonces, Eduardo Frei Montalva, personaje en el cual haciendo un
paralelo, el campesinado chileno tenía grandes expectativas por sus proyectos de Reforma
Agraria. Las comunidades solicitan amparo, estableciendo un canal de comunicación que
ha sido utilizado frecuentemente: la comunicación directa con la burocracia estatal:
Excmo. Señor Presidente de la Republica Don, Eduardo Frei Montalva
Señor Ministerio de Tierras y Colonización.
Santiago.
Segundo Tranamil Salazar, Juan Tranamil Salazar, José Dolores Naupa Huenteao, Vicente
Tranamil Pereira, José María Tranamil Pereira, y en representación de la Comunidad
Antonio Canío, a V.E respetuosamente decimos:
Poseemos titulo de merced N° 2874 de la fecha 15 de Junio de 1920 a nombre del Cacique
Antonio Canío, hoy fallecido y además con 240 indígenas radicados en la hijuela s/n de
8340 has Ubicado en los faldeos de la cordillera de los andes, departamento de los Ángeles
Nuestro caso, es muy grave, pues de las 8.430 has nos tienen ocupadas más o menos 4000
has o sea la parte de nuestras invernadas en la parte central de nuestra comunidad donde el
terreno es productivo y la parte de veranadas también nos ocupan los enriquecidos
usurpadores por consiguiente más de 100 familias con una población superior a los 300
indígenas , estamos viviendo con suma pobreza , pero los usurpadores tienen a sus
inquilinos que cuidan sus haciendas y nosotros no podemos utilizar nuestras tierras.
LOS USURPADORES SON LOS SIGUIENTES:
1. Francisco Castillo Ceballos.- 2. Segundo Parada Escobar.- 3. Alberto Salgado.-
4. Rómulo Barrera Lillo.- 5. Pedro Ángel Jara.- 6. Joel Jara.- 7. Rosendo Pino.-
392
Vicente Tranamil, 2 de Junio de 1992 393
Desde 1950, la comunidad de Trapa Trapa se dividió en Trapa Bajo y Butalelbun
206
8. Laureano Ortiz.- 9. Eduardo Ruiz.- 10. Berto Sandoval.- 11. Alberto Ruiz.-
12. Pedro Castillo.- 13.Mario Sandoval.
Pedimos al supremo gobierno de la Republica que aplique también la justicia para nosotros
los abandonados indígenas de la cordillera, que con nuestras tierras y maderas se han
enriquecido los usurpadores y nuestros pastajes todos los ocupan ellos, porque no tenemos
ninguna autoridad que pudiera darnos camino para liberar nuestras tierras de estos malos
ciudadanos hoy día con dinero nos tienen hasta desprecio. Pedimos que vuestra excelencia
designe una comisión de Topógrafos justicieros y honrados, para que reconstituyan las
líneas divisorias con el particular Mariano Palacios, fallecido y sus sobrinos Manuel
Rioseco Vásquez y Alberto Rioseco Vásquez son los actuales, se nos informa que todos los
13 usurpadores anotados hacen contratos simulados en su fundo y llegan a nuestras
comunidades esos inquilinos o empleados usurpadores. Pedimos que esa comisión de
topógrafos sea asesorados por un visitador de Asuntos Indígenas, de la dirección de asuntos
indígenas, de la Dirección de Asuntos Indígenas, funcionario que respete a su raza y que
sepa hablar nuestro idioma, ya que nosotros los 300 indígenas somos analfabetos.
Queremos también que el gobierno nos construya una escuela primaria completa porque
ahora no existe ninguna escuela donde hay una población de unos CIEN NIÑOS, de
población escolar
Es Justicia
José María Tranamil Pereira
Delegado Representante de la Comunidad394
El argumento esgrimido contra los inquilinos mencionados consiste en: la
usurpación ilegal de tierras: espacios de talaje de animales y maderas, riquezas usurpadas a
la comunidad. Como se señalo en un acápite anterior tanto la venta de alcohol como la
compra indiscriminada de maderas a indígenas pewenche es un fenómeno que se remonta a
las primeras décadas del siglo XX, como lo demostramos exhibiendo un documento de
1920, situación que se remarca en este comunicado efectuado por la dirigencia de la
394
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814: “Solicitan urgente amparo al supremo gobierno”, por encontrarse
explotados y sus tierras robadas por particulares que más abajo indican. Comunidad de Antonio Canío, lugar
Trapa Trapa, comuna de Santa Bárbara, Provincia de Bío Bío. Limites con Argentina” 1965
207
comunidad de Trapa Trapa. Podemos señalar además la demanda por educación que existe
en las comunidades pewenche desde que se pueden nombrar de esa manera. Se hace patente
la voluntad de parte del sector pewenche de solucionar el conflicto con mediación del
Estado Chileno, a través de técnicos como topógrafos y con conocimientos de la
idiosincrasia pewenche, debido probablemente a la experiencia tenida anteriormente con
respecto a la mensura del título de merced, el cual es el único impedimento legal para evitar
la usurpación total de sus territorios.
Los firmantes del documento anterior “Segundo Tranamil Salazar, Juan Tranamil
Salazar, José Dolores Naupa Huenteao, Vicente Tranamil Pereira, José María Tranamil
Pereira” corresponden a dirigentes de la comunidad de Trapa Trapa, a la fecha del
documento encabezados por el longko José María Tranamil, quien heredo el cargo de su
padre, también figurado en el texto: Segundo Tranamil. Vicente Tranamil es hermano de
José. Ellos representan y son ngenruka o acaserados de las familias correspondientes a los
lov que fundan la comunidad de Trapa Trapa. No olvidemos que el titulo de Merced
Antonio Canío abarca también a la comunidad de Butalelbun surgida formalmente a
mediados del siglo XX. Don José María fue educado desde niño para asumir el cargo de
cabeza de comunidad, como tradicionalmente se hacía con los jóvenes destinados a este
puesto: “elegido desde su nacimiento para por los futuros ancianos, quienes auguraron el
destino y futuro que este niño traía consigo”395
Desde 1965, el mismo año en que es fechado este documento y siendo el mismo la
primera acción o demanda concreta al Estado Chileno, el longko de Trapa: José María
Tranamil inicia, apoyado por los doce acaserados constituyentes de la comunidad (cita.
Peguenches, 8), la lucha por la recuperación de las tierras en manos de fundos e inquilinos,
de recuerdo ancestral imborrable en la memoria de los pewenche. Es importante señalar que
para este tipo de iniciativas, el longko debe por obligación tener el apoyo de los segmentos
o familias que constituyen la base social del espacio comunitario postreduccional. En la
concepción política de los pewenche, los cargos de liderazgos son circunstanciales, pues
dependen de la voluntad de las familias constituyentes de los lov unidos en una comunidad.
Si se acaba la confianza del grupo comunitario es muy probable que la persona ocupante
del cargo deba dimitir. El longko está fuertemente atado a las decisiones de las bases
395
GONZALEZ, C. “Luis de la Cruz, de los terrenos poseídos en los andes por los peguenches”…, 2001, p. 7
208
representadas por los acaserados o ngenruka. Existe una manera horizontal, federada,
democracita de concebir y conceder el poder. Como indican González, Simon, Villegas:
La organización sociopolítica mapuche y su estructura dirigencial constituían un sistema
democrático, fundado en el respeto a la persona y en el principio del derecho, con una
cosmovisión horizontal de concebir el poder y donde la participación era circular. El cargo
del longko era comúnmente heredado, pero cuando no, se daba paso a una verdadera
elección de contienda electoral democrática absoluta, basada en determinados sistemas de
elección. Uno de estos consistía en que los “votantes” depositaban un puñado de tierra en
un wampo (especie de cajón)396
Este liderazgo tradicional es complementado con la creación el 15 de Mayo de
1968397
de una organización de corte occidental, similar a un comité campesino,
denominada comité indígena Aliwenkurra (piedra que asoma, destaca) la cual el longko
también es el líder. Bajo estos dos figuras las acciones reivindicativas en este periodo de
redefinición de la propiedad rural a nivel país serán organizadas, facilitadas además por la
colaboración del DASIN, de su abogado defensor de indígenas; y del apoyo de dos
abogados y políticos de la ciudad: Luis Tejeda Oliva y Pérez Palavecino398
La importancia del longko como organizador en las reducciones de Alto Bío Bío es
notada por los funcionarios de la Comisión de Restitución del DASIN, quienes culpan a la
segregación de estas aisladas comunidades de esta situación:
En relación a este punto [Problemas organizacionales], diremos que en forma general que la
mayoría de las comunidades visitadas carecen de organización por falta de información y
comunicación con las autoridades pertinentes; lo que trae como consecuencia un mayor
afianzamiento del cacique como autoridad en dichas reducciones399
.
Los funcionarios también notan que existen comunidades únicamente con
organización tradicional, otras con integración de cooperativas o comités en su
organización. En algunas existe una situación dual, donde existen organizaciones de índole
396
GONZALEZ, C; SIMON, J; VILLEGAS, K. “Respondiendo a un mundo globalizado. Cambios en la
estructura de autoridad de los pehuenche de Alto Bío Bío”, Chile. p. 6 397
AGAI, Carpeta Antonio Canío” Solicitud al Ministro de Agricultura, 27 de Enero de 1971. 398
GONZALEZ, C. “Luis de la Cruz: De los terrenos en los andes poseídos por los pehuenches”…
Concepción p. 8 399
AGAI, Carpeta Anselmo Pavian N°, “Informe sobre la visita al sector cordillerano mapuche comuna de
Santa Bárbara” 7 de Febrero de 1972.
209
occidental tomadas por un sector de la comunidad conviviendo con la organización
tradicional adoptada por otro sector. Notamos que los funcionarios reservan la categoría
comunidad organizada solo a las que poseen estructuras modernas (chilenas), denotando el
sesgo asimilador occidentalizante de los proyectos de reforma agraria:
A continuación daremos a conocer aquellas comunidades organizadas y aquellas que no lo
están.
a) Comunidades organizadas ( en comunidad pre – cooperativas)
1. Comunidad de Cayaqui
2. Comunidad de Trapa Trapa
3. Comunidad de Cauñicu.- Al respecto diremos que esta reducción está dividida, existe
un sector organizado (A) con más o menos treinta jefes de familia.
b) Comunidades no organizadas (Mantienen la tradición jerárquica del Cacique)
1. Comunidad de Pitril
2. Comunidad de Malla Malla
3. Comunidad de Ralco Quepuca
4. Comunidad de Ralco Lepoy
5. Comunidad de Cauñicu (Existe un sector B, de más o menos 45 familias)400
Desde este momento las comunidades deberán enfrentar el desafío de organizar y
organizarse bajo figuras o formas pertenecientes a la sociedad chilena (comités,
cooperativas, centros, etc.) para conseguir comunicarse con el Estado, obteniendo ayudas,
créditos, soluciones a sus demandas en general. Ahora bien, estas organizaciones no están
concebidas para lidiar con la especificidad cultural, étnica pewenche; por lo que será un
gran trabajo adaptarlas de manera eficiente, sin que provoquen fuertes fragmentaciones al
interior del tejido social de la comunidad, dividiendo las familias entre las que consiguen
comunicar al Estado y las que no, las que consiguen ayudas y las que no; las que se
pauperizan mas y las que no; que terminarían menoscabando el liderazgo tradicional del
longko, eliminándolo como institución; reemplazándolo por el líder de las organizaciones
no tradicionales401
.
400
Ídem 401
Es lo que sucede actualmente con la ley indígena, que distingue dos tipos de organizaciones, una
tradicional a cargo del longko y otra moderna y asociativa a cargo de un presidente de comunidad, la cual
consigue mas proyectos y ayudas, minando la autoridad tradicional y fragmentando a la comunidad en grupos
que reconocen uno u otro liderazgo.
210
En el caso de de Trapa Trapa, donde el longko es el líder de ambos tipos de
organizaciones, es conseguido y gestionado un crédito para la producción, figurando esta
situación en el informe citado párrafo anteriores402
Darle voz a la postura de los inquilinos – colonos es difícil debido a la poca
disponibilidad de fuentes, pero de una información publicada por un periódico local en
1973, se podría atisbar una respuesta:
El Sindicato Tierra y Libertad, formado recientemente denuncio que activistas de extrema
izquierda están influenciando a los araucanos que viven en los sectores cordilleranos, a la
interior de la comuna de Santa Bárbara, para que procedan a ocupar los terrenos de
propiedad de pequeños colonos que viven en condiciones precarias, en dicho sector
cordillerano. Los integrantes del recientemente creado sindicato que agrupa a los habitantes
del sector, señalaron que en la zona cordillerana los pequeños agricultores y campesinos
disponen de retazos de terrenos tan reducidos para sus cultivos que malamente les dan para
vivir; esto debido a la difícil topografía del terreno.
Los sectores planos son sumamente pequeños, mientras que el resto de sus pertenencias son
cerros improductivos.
Sin embargo según los denunciantes, los agitadores extremistas como forma de allegar
fuego a la hoguera incitan a los indígenas a tomarse los terrenos sin importar las
consecuencias de que esta acción pueda tener.403
Luego se la prensa cita como antecedente un acontecimiento al que nos referiremos
en párrafos siguientes. Lo importante a rescatar es el hecho de que las condiciones de vida
para los inquilinos colonos, al parecer, tampoco son de las mejores. Sus propiedades son
pequeñas, con escasos terrenos cultivables, siendo mayoritaria la porción ocupada por
montañas. Por tanto, la tierra productiva, como la de las veranadas, es de mucho interés
para este sector, como forma de ampliar sus ingresos de subsistencia.
402
Ídem. Es de notar que en este documento citado se consigna que las comunidades de Callaqui y Cauñicu
también consiguen créditos, y coincidentemente también son las que poseen comités o cooperativas. En el
caso de Callaqui: Nehuentaiñ Peñi y Cauñicu: Leche Koyam. Las comunidades que logren organizarse bajo
estas formas nuevas serán las que consigan comunicarse de mejor manera con el poder estatal recibiendo y
consiguiendo ayudas. 403
La Tribuna de Los Ángeles, Jueves 1 de Febrero de 1973. “Extremistas Agitan a los Mapuches”
211
Las disputas proseguían en la vida cotidiana, elevando su nivel de aspereza, como lo
señala la memoria de la comunidad:
Mario Sandoval empezó a pelear con los indígenas, él trabajaba para Argentina, sacaba
animales, y todo el novillaje que sacaba lo ponía en el cajón de Cochico. Aquí nosotros no
podíamos criar ninguna cosa, aquí mismo como hay mallines ellos se cuidaron pero sin
cerrarlo, cerraba por allá en un estero, y los animales de nosotros pasaban por aquí no ve
que el campo estaba abierto y los bueyes vacas lecheras, algunos caballitos que teníamos
tenían que pasar por aquí. Entonces el caballero salía antes que aclarase, rodeaba los bueyes
– todos los días – y ahí tenía un corral. Si no venia el dueño a reclamar el animal, los tenia
encerrados, y a los caballos los maltrataba404
Las comunidades de Trapa Trapa, continuaban presionando a las autoridades por
una solución a la cuestión territorial, específicamente a través de las leyes de reforma
agraria en donde se fijaran los límites usurpados de su reducción. Pero como se ha
demostrado, esta ley no disponía de artículos especiales para problemas indígenas, ni
existía bajo el gobierno de Frei Montalva otro tipo de políticas públicas especiales para
estos casos, a excepción de la ineficiente ley indígena 14.511, que a grandes rasgos es una
ley de división de comunidades, por lo que todo dependía de la voluntad de los funcionarios
SANTA BARBARA. El cacique de la reducción indígena de Trapa Trapa solicitó a las
autoridades la fijación de límites de la reducción. El subdelegado de Santa Bárbara,
Eduardo Toledo, se entrevisto con el intendente Guillermo Diez para darle los detalles de la
petición y a la vez solicitarle que se interceda ante el director zonal de la corporación de
reforma agraria para que este organismo envié funcionarios para que se visiten predios
adyacentes a la reducción indígena que son explotados por ese grupo humano.405
Desde inicios de los sesenta, el abogado defensor de indígenas de Victoria, Hugo
Ormeño Melet es el encargado de demandar restitución de los sitios y veranadas usurpadas
por colonos, como lo demuestran los numerosos juicios litigiosos levantados por este
profesional logrando los primeros trabajos de remensura del título de merced406
. Pero a
fines de 1968 la comunidad de Trapa Trapa decide presionar de una forma más directa,
404
Vicente Tranamil, 2 de Junio de 1992 405
La Tribuna de Los Ángeles, “Fijación de límites de la reducción piden los indígenas” 24 de Marzo de 1969 406
212
pues según registros de la comisión que envía en diciembre de ese año el Ministerio de
Tierras y Colonización para resolver: “situaciones litigiosas, ocupaciones arbitrarias, que en
este lugar se producen entre indígenas, elementos de colonos chilenos y firmas
madereras”407
en Alto Bío Bío, sectores del fundo Trapa (veranadas) y la escuela de este
mismo lugar se encontraban tomados por los comuneros, recordando las corridas de cerco
masivas realizadas por los nguluche en la Araucanía a esta misma altura:
Todo esto hace, que debido a la mala calidad del terreno y el aumento demográfico de la
Reducción, que los indígenas codicien suelos colindantes a ella, de mejores condiciones,
aumentando todo este problema por activistas políticos que han llevado a una invasión a
veces violenta del predio de Alberto Rioseco, llegando hasta el extremo que el cacique
Tranamir, se traslado a vivir a las mismas casas de la administración de dicho fundo y
haciendo parecido otros indígenas dirigidos por el, los cuales se han ubicado levantando sus
ranchas al lado de doce casas de ex – inquilinos ocupantes de Fundo.
De lo anteriormente informado puede Ud. colegir que se trata de una acción planificada y
que en ninguna forma es producto de una mera casualidad.
Al llegar la comisión, el problema más grave que existía en este sector era el cierre por
parte de los mapuches de una veranada existente en el arroyo de Cochico, donde los
indígenas en una angostura que da acceso a esta veranada, tienen establecido un puesto de
vigilancia, y no deja pasar a los colonos chilenos a pastar a los animales en estos suelos, la
que en ningún caso forman parte de la Reducción de Trapa Trapa, si no que eran terrenos
del fundo del señor Rioseco408
Otro registro de Carabineros para inicios del año 1969 señala algo similar.
4° El capitán señor Ravanal contesto fehacientemente que Vicente Tranamil Pereira y José
María Tranamil Salazar, con un grupo de indígenas usurpo el fundo Trapa ocupando
Vicente las casas y su hijo la escuela pública.
5° El señor Intendente de la Provincia, don Guillermo Diez Urzua, en conocimientos de
estos hechos, cito a su oficina a estos indígenas, comprometiéndose José María Tranamil
Salazar a desocupar la escuela por ser fiscal.409
407
AGAI. Carpeta Antonio Canío N° 2814, “REF: Informa Comisión de Problemas indígenas existentes en
Fundos Queuco y Ralco, provincia de Bío Bío N°16”, 13 de Enero de 1969 408
Ídem 409
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814, “Sobre Ocupación de terrenos de veranada en el sector de Trapa
Trapa”, 24 de Febrero de 1969
213
Bajo esta situación, los funcionarios del Ministerio de Tierras y Colonización logran
negociar un acuerdo provisional de repartición de la veranada de Cochico, siendo partida en
dos pedazos uno para el aprovechamiento de los colonos y otra para los comuneros. Los
comuneros logran que en una veranada totalmente ocupada por inquilinos se reconozcan
por parte del Estado parte de sus derechos ancestrales sobre el territorio del valle de Trapa
Trapa:
En una reunión que el suscrito tuvo con los colonos chilenos y los indígenas, el informante
en forma transitoria, y mientras la dirección de asuntos indígenas solucionaba el problema en forma
definitiva, propuesto que se dividiera el pastoreo de esta veranada, quedando la parte este ocupada
por los indígenas y la oeste ocupada por los colonos chilenos410
El Estado bajo gobierno democratacristiana aun intentaba solucionar el problema de
Alto Bío Bío bajo mecanismos de la mediadora Dirección de Asuntos Indígenas, estrategia
que para la época era insuficiente dado el surgimiento de la demanda de expropiación bajo
leyes de Reforma Agraria levantada por las comunidades.
La siguiente observación hecha por los funcionarios de esta comisión es interesante:
“3.- Dividir esta Reducción en dos sectores: uno a cargo de Pascual Paine Colipi y otra a cargo de
Segundo Tranamil, debido a que estos dos caciques dirigen dos grupos totalmente antagónicos entre
ellos”411
La burocracia estatal aun no estaba enterada del proceso de fragmentación
tradicional (en l en sentido de no forzado por el Estado Chileno respondiendo más bien a
dinámicas propias de los grupos pewenche reduccionales) que opero sobre los territorios
abarcados en la merced de Antonio Canío, lo que como explicábamos anteriormente,
sucedió a mediados de la década de los 50 por razones ya detalladas. Esto llevo a formar
dos comunidades de base grupal y política distinta con, espacios, ceremonias y estrategias
propias. Otro documento elaborado por topógrafos de la Dirección de Asuntos Indígenas
desplegados en terreno en 1970 reafirma esta situación, no notando los funcionarios que la
existencia de dos caciques no es la que provoca la dualidad de mando, sino que la
existencia anterior de dos comunidades es la que provoca a existencia de dos longko de
diferente potestad. Identifican y extrapolan el nivel de organización denominado
comunidad al espacio total del título de merced:
410
Ídem 411
Ídem
214
La comunidad actualmente tiene dos caciques, lo que quiere decir que entre ellos
están divididos, y como existe dualidad de mando en la comunidad se producen
diferentes opiniones, las que indudablemente afectan las peticiones y modalidad de
trabajo para sus problemas en conjunto. Un grupo pide el replanteo de la comunidad
de acuerdo con el Titulo de Merced y la otra parte de los comuneros y que es
mayoritaria solicitan la mensura total de la comunidad y los predios particulares que
tienen tomados, sin considerar los límites del título de Merced412
Las familias correspondientes a los lov agrupados bajo la comunidad de Butalelbun
decidieron no apoyar el movimiento hecho por sus vecinos de la comunidad de Trapa
Trapa413
, prefiriendo solo enderezar los límites y terrenos pertenecientes al título de merced
que se encontraban usurpados por colonos. Aun con esto, los comuneros de Trapa Trapa
igualmente disputan algunas veranadas y terrenos que benefician a la comunidad de
Butalelbun, como el famoso Cajón de Cochico, Cajón Quemado, Quebrada Honda y Fundo
Nuevo.
En el informe de Manuel Araneda anteriormente citado se menciona la presencia de
elementos políticos o agitadores que radicalizarían las demandas de los comuneros
pewenche de Alto Bío Bío. En la memoria de las comunidades hay pocos indicios de esta
situación, este testimonio ofrece algunos rastros: “Después cuando empezó la Democracia
Cristiana en Chile y la Unidad Popular comenzó a cambiar la situación, se dicto una ley
para que los carabineros no se metieran más acá o sea a allanarnos, años después vino un
abogado y nos dijo que nos tomemos la tierra, yo les dije que las tierras eran nuestras, se
vino la reforma agraria”414
Cuando en Chile comenzó la Reforma Agraria, dictándose las leyes, fueron
visitados por un abogado para tomarse las tierras, que puede haber sido el diputado Tejeda
o Pérez Palavecino, incluso el abogado de la Dirección de Asuntos Indígenas, Hugo
Ormeño, nunca se sabrá a ciencia cierta, pero en los informes Manuel Araneda recalca que
los agitadores eran incluso funcionarios del Gobierno de corte izquierdista. En el sector de
412
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814. Ministerio de Tierras y Colonización. Dirección de Asuntos
Indígenas. Jefatura Zonal Temuco. Expediente 10295, 15 de Abril de 1970. 413
GONZALEZ, C. op. Cit. p. 9 414
Manuel Tranamil, Trapa Trapa, 2007
215
Ralco – Callaqui existió la presencia de pequeños grupos del Movimiento Campesino
Revolucionario (MCR) según se deduce de la prensa provincial415
pertenecientes a los
jóvenes que cursaban estudios en la sede angelina de la Universidad de Concepción quienes
hacían trabajos de verano en el lugar y participaban de las tomas de los puentes y caminos.
Saliendo del área delimitada por este trabajo, en las comunidades mestizas o
champurrias de Guayali, Los Guindos se recuerda la activa participación de CORA y el
Partido Comunista en la organización de las personas que iban a recibir sitios de fundos
expropiados, firmando papeles que después traerían el destierro de algunas familias
Los antiguos de nosotros eran los Carrasco, los Purran, los Vidal, Vielma, que se fueron
porque quisieron irse, el 73 se fue mucha gente, porque hubo un engaño en el que estuvo
metido CORA y tuvieron problemas, porque fueron acusados de muchas cosas, mucha
gente trabajo en CORA y después de aquí los que trabajaban en CORA los empezó a
engañar los del partido comunista hay gente que no estaba metida y que nos dice nosotros
no tenimos idea, decían que tenían proyectos y se inscribían para que reciban y la gente se
inscribe y recibe, porque uno no sabe de partidos y no se preocupa de preguntarle a la gente,
porque como le va a preguntar de que partido son, y no puede y algunos firmaron416
Esto es todo lo que hemos podido comprobar en cuanto a la participación o
despliegue en terreno de partidos políticos o movimientos revolucionarios en el proceso de
Reforma Agraria en Alto Bío Bío. Claramente estas no son pruebas contundentes de su
existencia o de su ausencia, pero son huellas, hebras de una historia que en un futuro se
podrían investigar con mayor amplitud
Retornando al Valle de Trapa, para el año nuevo de 1969 – 1970, la cotidiana
tensión, aumentada por la toma y administración de parte del fundo Trapa (veranada de
Cochico) por parte de los comuneros de Trapa Trapa se transforma en violencia desatada.
415
La Tribuna de Los Ángeles, Lunes 5 Enero de 1971; La Tribuna de Los Ángeles, 21 de Enero de 1971 416
MIDEPLAN, Línea Base Sociocultural Área de Desarrollo Indígena de Alto Bío Bío, 200, Testimonio de
un informante de los Guindos, p. 219
216
Veranada de Cochico: Obsérvese la existencia de
pastura, vegetación y el recurso recolectivo
nguilliu (piñón).
Cajón de Cochico.
Veranada de Trapa Trapa. Se alcanza a observar
el ruko (puesto) en que se habita en la temporada
de huechum y el malal (corral) para los animales.
Veranada Cajón Quemado. La locomoción por
excelencia en estas serranías es el kawello
(caballo)
El diario “La Tribuna” de los Ángeles, el día 7 de Enero de 1970 informa el
siguiente acontecimiento ocurrido durante la realización de una carrera de caballos en la
comunidad:
Los sangrientos hechos producidos entre indígenas y blancos que pastorean su
ganado en las veranadas de Trapa Trapa mantienen en estado de gran tensión a los
217
habitantes del sector cordillerano de Bío Bío. Extraoficialmente se ha tenido
conocimiento que grupos de indígenas están en pie de guerra para no aceptar
nuevamente que en los incidentes que sostienen frecuentemente con los blancos del
sector pierdan la vida sus hermanos de raza. Por el contrario, indígenas de las
reducciones Malla y Callaqui están listos para dirigirse en salir en apoyo a los
mapuches de Trapa Trapa en su lucha con los blancos que llevan a pastar a su
ganado a terrenos que los aborígenes consideran suyos.
Tres indígenas muertos y numerosos heridos entre blancos y mapuches fue el saldo de la
reyerta ocurrida el primero de enero en la cancha de carreras del sector cordillerano de
Trapa Trapa, en el más serio enfrentamiento entre ambos bandos derivado de una
animosidad existente allí por el uso de terrenos de veranada.
Las consecuencias del enfrentamiento solo lograron conocerse oficialmente ayer, al regresar
desde el sector ubicado a 180 kilómetros de los Ángeles, las patrullas de carabineros e
investigaciones, quienes iniciaron su expedición al mediodía del sábado. Según la versión
de los indígenas los sangrientos incidentes se registraron el 1 de enero en los momentos que
varios blancos que participaban en las carreras a la chilena atacaron al cacique de Trapa
Trapa, José María Tranamil, quien acertó a pasar por el lugar llevando a la grupa de su
cabalgadura a su cónyuge Rosalina Manquepoa Tranamil, habría sido atacado y su esposa
habría caído del caballo quebrándose el antebrazo al ser pisoteada por la bestia.
Ante tal agresión habrían aparecido otros mapuches generalizándose una riña que dejo sin
vida y totalmente destrozados a piedras y palos a los indígenas José Flores Iliman, de 37
años, José Dolores Napahuentao, de 39 y Pedro Ángel Salazar, de 70 años, todos casados.
Según la versión de los blancos, a las 18 horas de ese día habrían aparecido alrededor de 40
indígenas armados de palos y piedras en el lugar en que veinte blancos participaban en
carreras a la chilena, con resultados ya señalados. Los cadáveres quedaron en el lugar de los
hechos hasta el domingo pasado cuando fueron levantados por la policía. Las patrullas
viajaron en medio de un gran temporal de viento y lluvia, solo una parte del trayecto pudo
hacerse en vehículos y el resto, unas dieciséis horas, debió ser realizado a caballo
[…]
Está en manos de la justicia determinar acerca de la culpabilidad de los participantes en la
reyerta y desentrañar como sucedieron los hechos, ya que cada uno de los bandos presentó
su propia versión. Por su parte el ministerio de interior ha ordenado a esta intendencia el
218
máximo de acuciosidad para determinar las causas remotas y próximas, y evitar en
definitiva la repetición de estos hechos de sangre.
La intendencia informa que en la próxima semana viajará hasta el sector de Trapa Trapa
funcionarios del Ministerio de Tierras y de la oficina de asuntos indígenas de Victoria417
.
El longko junto a su esposa, Rosa Manquepi fueron atacados y vejados por colonos
durante la reyerta, tres comuneros resultaron muertos. En cuanto a este tipo de
interacciones violentas entre grupos étnicos distintos, Frederick Barth desde una
perspectiva ecológica cultural sentencia que esto sería la norma, ya que grupos que
monopolizan territorios separados (nichos), como es el caso de los inquilinos y los
comuneros pewenche, entraran siempre en competencia por los recursos, y sus relaciones
tenderán a provocar pugnas políticas a lo largo de sus fronteras418
.
El Jefe Zonal de La Oficina de Tierras y Bienes Nacionales, Manuel Araneda, es el
funcionario del ministerio que viaja hacia el sector, con el fin de entregar tierras a través de
expropiaciones efectuadas por la Corporacion de la Reforma Agraria (CORA) y no bajo
soluciones únicamente mediadas por DASIN419
. La prensa señala este asunto:
Una estricta vigilancia policial como medida para solucionar en lo inmediato el problema
existente entre blancos e indígenas en el sector de Trapa trapa y Queuco, se determinó ayer
en una reunión sostenida en la intendencia por diversos servicios públicos y policiales.
Como solución de fondo se acordó en esta reunión, presidida por el intendente Guillermo
Díez, la expropiación de los fundos ubicados en el sector para entregar perfectamente
delimitadas esas tierras a quienes las trabajan y a los indígenas que allí viven. Con estas
propuestas viajaran en los primeros días de la próxima semana varios funcionarios de la
417
La Tribuna de Los Ángeles, “Los incidentes de Trapa Trapa “Miércoles 7 de Enero de 1970
418 “Pueden monopolizar territorios separados en cuyo caso se hallaran en franca competencia por los recursos
y su articulación provocara pugnas políticas a lo largo de sus fronteras, y posiblemente en otros sectores”. En
Barth, F. op. Cit p. 23 419
Los funcionarios del gobierno iban con el siguiente mandato: “efectuadas telefónicamente las
consiguientes consultas al señor Intendente, este manifestó que a última hora el provincial de la CORA, había
recibido órdenes del zonal de Chillan de no tomar parte de esta comisión a la zona de Trapa Trapa y que por
lo tanto yo en nombre de él (señor Intendente) le manifestara a los indígenas pobladores , que como solución
a sus problemas de tierras se iría a la expropiación de los fundos Queuco y Trapa Trapa, como así mismo de
otros fundos de los alrededores de Santa Bárbara, para trasladar a ellos a los colonos de Trapa Trapa”
219
CORA, INDAP, dirección de asuntos indígenas, del ministerio de tierras, encabezados por
el jefe zonal de tierras y bienes nacionales: Manuel Araneda.420
Manuel Araneda redacta un informe dirigido al ministerio de Tierras y
Colonización, de su visita iniciada el 13 de Enero de 1970, señalando las que para él
constituían las causas del conflicto, pudiendo dividirse, basados en el documento421
, en las
siguientes categorías:
1) Causas históricas:
“[…] La razón de estos sucesos no fue como se ha manifestado, producto de una borrachera o
de una reyerta incidental. La enemistad de estos dos grupos data desde hace varios años y sus
causas primitivas pueden son muy antiguas y bien pueden hacerse remontar a los tiempos de la
Pacificación de la Araucanía”
2) Causas demográficas:
“Debido al aumento demográfico, que ha experimentado la reducción indígena de Trapa Trapa,
y al mismo tiempo, deseo muy natural de vivir en mejores condiciones que en la época actual
ha imprimido a todos los sectores sociales en que los indígenas han aspirado a aumentar la
superficie de los terrenos que fueron concedidos primitivamente, sumándose esto a la mala
calidad de los terrenos que les fueron otorgados a titulo de merced que no permitía ya dar el
sustento al cada vez más creciente número de familiares”
Esta observación nos muestra que la comunidad es sustentable en cuanto a la
reproducción de sus integrantes y por tanto ejerce presión por los recursos, factor
señalado como principal en capítulos anteriores
3) Causas territoriales – económicas:
“Para el indígena [La veranada de Cochico] constituye la única fuente segura de ingresos por
cuanto él, pese a que no tiene animales propios se consigue animales en talaje, los cuales el
mismo se encarga de su cuidado cobrando por este trabajo un precio, cuyo dinero lo emplea
420
La Tribuna de Los Ángeles, “Entregaran tierras a blancos e indios”10 de Enero de 1970
421 AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814, Manuel Araneda S, Jefe Zonal Oficina de Tierras y Bienes
Nacionales, al Ministro de Tierras y Colonización, Oficio Nº 51, Concepción, 1970
220
para comprar los víveres para poder subsistir en invierno […] En lo que se refiere a los colonos
ellos emplean las veranadas para pastorear sus propios animales, los que alcanzan según datos
proporcionados al informante a la cantidad de 478 vacunos, 137 caballares, 1.157 lanares y
1809 cabríos aproximadamente”
A esta observación hecha de manera aproximada, superficial por Manuel Araneda
podríamos agregar la cantidad de animales que poseen los comuneros pewenche a 1965,
pues el funcionario se equivoca al señalar que no poseen animales propios.
Cuadro N° Total Animales Titulo de Merced Antonio Canío.
Bueyes Vacas Otros Vacunos (novillos, terneros,
vaquillas)
Equinos Ovejunos Cabríos Total
39 100 53 153 428 773 1546 Fuente: Censo Indígena DASIN 1965
Podríamos hipotetizar que el sector colono inquilino era más rico que el pewenche,
ocupando una posición superior en la estructura económica. Por su mayor producción,
pueden presionar por aumentar su superficie de ganadería, ya sea arrendando o entrando
ilícitamente en terrenos de la comunidad. Solo podemos hipotetizar, pues el cuadro del
ganado pewenche es de 1965 y el recuento hecho por Manuel Araneda es aproximado.
Pero anteriormente demostramos la existencia de medierías y arriendos de colonos a
pewenche por lo que parece una explicación plausible
4) Causas Raciales:
“Que existen entre mapuches y colonos chilenos diferencias, que tienen características de
antagonismos de razas […] la profesora debe reunirse con los padres y apoderados en forma
separada […] los colonos chilenos le han manifestado que ellos no asisten si van indígenas y
una igual situación se manifiesta en el trato despreciativo y las mas de las veces prepotente que
tiene el colono hacia el indígena”
El análisis de Araneda pone énfasis en la pobreza de los indígenas, su aumento y el
antagonismo racial, basado en una dicotomía blanco/ indio lo que podríamos asimilar a la
diferencia étnica, además hace hincapié en que los indígenas no posee animales o sea
recursos propios lo cual es falso. Por tanto es partidario de que la comunidad de Trapa Bajo
221
sea erradicada del lugar, no haciéndola participe de una posible expropiación del Fundo
Trapa, enviándola hacia otros lugares, como a la Comunidad de Butalelbun, basando sus
razones en: la necesidad de mantener el equilibrio entre indígenas y “colonos blancos” y
motivos geoestratégicos, por la situación limítrofe del sector:
El informante es partidario que debe ser erradicado de Trapa Trapa el grupo compuesto por
los indígenas que dirige José María Tranamil y las razones que hago valer para esto son:
1.-Que esta zona tiene necesidad que exista un equilibrio entre indígenas y colonos blancos,
equilibrio que se lograría al retirar a los indígenas del Cacique Tranamil, por cuanto los
colonos pese a sus diferencias de orden racial, no tienen problemas con los indígenas de
Trapa Trapa que dirige el Cacique Pascual Paine Colipil y,
2.- Otra de las razones que invoco es de orden de defensa nacional, por cuanto la reducción
de Trapa Trapa que tiene 8.340 has, se encuentra directa y colindante con la Republica
Argentina y constituye por su ubicación geográfica un excelente acceso a través de los
valles del rio Trapa Trapa y Queuco a la región del Bío Bío. Acceso que permitiría en un
caso espero improbable, la penetración a través de estos pasos fronterizos de un grupo
proveniente de la republica argentina sin ser detectado dado como dije a la ubicación
topográfica de esta zona hasta prácticamente la ciudad de Los Ángeles. Es por esto que
considero que es necesario contar en esta zona con un grupo de colonos ciento por ciento
chilenos , calidad que por desgracia no hemos sabido inculcarle al mapuche al cual lo
seguimos tratando como un pueblo conquistado sin que hasta la fecha logremos absorberlo
plenamente a nuestra nacionalidad422
.
Este planteamiento comulga con la visión “asimilacionista” de algunos sectores en
la época, adoptada por las instituciones mediadoras del Estado423
y parte de la
intelectualidad chilena desde mediados del siglo XX.
En cuanto a las versiones del hecho, la versión de los inquilinos colonos es recogida
por Araneda, la que señala que ellos iban a ser víctimas de un malón de los indígenas
422
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814, Manuel Araneda S, Jefe Zonal Oficina de Tierras y Bienes
Nacionales, al Ministro de Tierras y Colonización, Oficio Nº 51, Concepción, 1970 423
Recordemos que las Instituciones mediadoras son instrumentos políticos dirigidos a conducir la relación
del Estado con los pueblos indígenas, cuyo fin último es su asimilación al Estado nacional. Ejemplo: la
Dirección de Asuntos Indígenas (DASIN) creada en 1953. Vid. VERGARA, J; FOERSTER, R.
GUNDERMANN, H. “Instituciones mediadoras, legislación y movimiento indígena de DASIN a CONADI
(1953 – 1994)”. Revista Atenea. 1 Semestre (2005)
222
planeado por el longko José María Tranamil, agregando además que: “La diferencia de
bajas según ellos se debe a la mejor calidad y destreza de los combatientes y buena rienda
de sus caballos, por cuanto dicen que la pelea fue montada y que duró aproximadamente
dos horas a través de esporádicos enfrentamientos que iban dejando sus secuelas de heridos
y muertos”424
El discurso de los colonos está marcado por la diferencia étnica, se pretende dar
como justificación a los hechos una connotación racial: se habla de un presunto “malón”
planeado y orquestado por el longko José María Tranamil en contra del nosotros “chileno”.
Es un estereotipo aplicado a la existencia de estos vecinos culturalmente distantes,
expresado a partir de una imagen o analogía en este caso la del mapuche histórico, con el
fin de asimilar su diferencia y justificar la actuación425
. Esta connotación nos remonta a las
construcciones históricas del indígena efectuadas durante siglo XIX y gran parte del XX
que lo presentan como un “ave de rapiña” de las fronteras, saqueando, matando y robando
las estancias chilenas, por lo tanto un bárbaro al cual es válido aniquilar426
. Posturas que se
deslizan desde el ámbito académico hacia conocimiento común: el “indio” es flojo,
borracho, violento y ladrón y que legitiman el temor al “indio alzado” que exhiben sectores
latifundistas y campesinos chilenos; y si se profundiza, el discurso del funcionario Manuel
Araneda aunque reconozca actitudes racistas en los actores chilenos involucrados, también
esta permeado de esta mentalidad o prejuicio de época.
La versión de las comunidades pewenche pone énfasis en el origen del conflicto: las
veranadas, y la disputa que se vivía por estas tierras. El longko del sector Butalelbun en
esos años Pascual Paine recuerda: “A esos los mataron por la tierra, en la veranada de
Cochico. Quisieron meter a la fuerza, el wingka, Beto Ruiz. Ahí no nos admiten a nosotros,
424
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814, Manuel Araneda S, Jefe Zonal Oficina de Tierras y Bienes
Nacionales, al Ministro de Tierras y Colonización, Oficio Nº 51, Concepción, 1970 425
Para Burke, existen dos reacciones que presentan los grupos que enfrentan a otras culturas. La primera es:
“negar o ignorar la distancia cultural, asimilar el otro a nosotros o a nuestros vecinos utilizando la analogía,
tanto si el empleo es consciente o inconsciente. El otro es visto como el reflejo del yo. (…) La segunda
respuesta es justamente la contraria a la anterior. Consiste en la invención consciente o inconsciente de otra
cultura opuesta a la propia” En definitiva los grupos humanos, construyen estereotipos a partir de su sentido
común, disminuyendo o exagerando elementos de la realidad, ya sea de forma positiva o negativa, con el fin
de explicar la diferencia. Véase BURKE, P: Visto y no Visto p. 155. 156 426
En la prensa consultada, especialmente “La Tribuna de Los Ángeles”, esta connotación racial se hace
patente en la terminología usada para referirse a los acontecimientos del sector de Alto Bío Bío. Se habla
específicamente de dicotomías: indios / blancos”; colonos blancos / araucanos”.
223
todo está tomado, y hasta el día de hoy está gobernado por Beto Ruiz, ese se hace dueño
ahí. Lo tuvieron 3 meses preso por esa gente que mataron”427
En cuanto a las veranadas, el funcionario del Ministerio de Tierras y Colonización,
el delegado Manuel Araneda propone: “como única solución a los problemas indígenas y de
colonos existentes en la zona de Trapa Trapa, Queuco y Ralco, es indispensable ir a la expropiación
de los mismos: Fundos Queuco, Trapa Trapa, Los Chenques y Ralco” Mientras tanto, la
veranada continua dividida en dos sectores, como solución provisional. Esta sería la última
actuación del Estado bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva en el sector.
En los funerales de las víctimas de la muerte de Cochico, efectuados en la ciudad
de Los Ángeles y no en la comunidad de origen ya que: “Se logro convencerlos [a los
deudos] de que no podían regresar con los cadáveres ya que estos llevaban siete días
insepultos de modo que se destrozarían en las largas horas de viaje a caballo por el paso
cordillerano hasta Trapa Trapa”428
. Lo cual resulta muy difícil de asimilar, debido a la
fuerte relación que posee el pullu (alma) con su tierra de origen. Enterrarlos en lugar tan
distante es en cierta forma un desgarro a la tradición ritual de la cultura pewenche.
En la ciudad, la comunidad recibe el apoyo de de organizaciones campesinas y sindicales,
reiterando su demanda por soluciones al conflicto por tierras:
Fueron sepultados ayer en el cementerio general de los Ángeles los tres indígenas que
resultaron muertos en el primero del presente mes en el sector cordillerano de Trapa trapa.
Al sepelio concurrieron mapuches llegados de diversas reducciones entre ellos familiares y
amigos de la víctima de Trapa Trapa, aparte de indígenas que llegaron desde Malla y
Callaqui.
Dirigentes de la central única de trabajadores y organizaciones laborales campesinas
acompañaron a los deudos en los funerales efectuados en la tarde de ayer.
[…]
La Tribuna entrevisto a algunos de los indígenas que presenciaron los trágicos incidentes,
coincidiendo estos en que: “solo nos interesa que se haga pagar su por su culpa a los
autores, por eso nosotros vamos a dar todos los datos al juez para que gente como Alberto
Ruiz Mella que es uno de los principales autores de las muertes, pague también por estos
abusos y por los otros que han promovido el y otros blancos por allá”. Estos indígenas
427
Pascual Paine, 1 de Junio de 1992 428
La Tribuna de Los Ángeles, 7 de Enero de 1970
224
reiteraron de que “desean que de una vez por todas vayan a arreglar la situación que hay
allá arriba, ya que parte de los blancos nos han ido quitando poco a poco los terrenos de
nuestra reducción, cada vez se han puesto más abusivos.429
La comunidad de Trapa Bajo, reacciona, en primer lugar informando del caso a una
organización mapuche: La Confederación de sociedades Araucanas que a su vez
denunciaba la situación de las tierras en las comunidades de Malleco y Cautín. Como
relatan Correa, Molina y Yáñez:
Asimismo, recibieron [La Confederación de Sociedades Araucanas] una carta de mapuches
de Trapa Trapa que daban cuenta de la muerte de tres mapuches y de varios heridos por
problemas de tierras en el Alto Bío Bío, causadas por colonos o inquilinos del Fundo Trapa
a consecuencia de las disputas territoriales que mantenía desde muchos años en las
veranadas de Cochico”430
También se continúa con la estrategia de comunicación directa con las autoridades
estatales aprovechando el cambio de administración, ya que el 27 de Enero de 1971, bajo el
Gobierno de Allende, el comité indígena Aliwenkurra, en carta dirigida al Ministro de
Agricultura Jacques Chonchol pide la expropiación de los fundos colindantes. A estas
alturas y en paralelo el ministro estaba pendiente del conflicto que se desarrollaba en el
sector del Bío Bío: en los predios poseídos por Maderas Ralco, que involucra a otras
comunidades y otros actores. Me permito citar en extenso esta misiva en que se exhiben
como causas del conflicto las usurpaciones, y el crecimiento de los habitantes de la
comunidad
Señor Ministro de Agricultura
Santiago
Estimado Compañero Ministro:
En nombre de la Comunidad Indígena Trapa Trapa de Antonio Canío; ubicada a 190 kms al
este de la ciudad de los Angeles. Prov. del Bío Bío; tenemos el agrado de exponer a Ud. La
situación conflictiva de nuestra comunidad.
1. Resulta que en los terrenos de nuestra propiedad viven 12 familias que no
pertenecen a la reducción
429
La Tribuna de Los Ángeles, 8 de Enero de 1970 430
CORREA, M; MOLINA, R; YÁÑEZ, N. Op. cit. p. 125. Los paréntesis son míos.
225
2. Que el día 1 de Enero de 1970 hubo un tiroteo entre mapuches y chilenos por
problemas de tierra. Resultaron muertos 3 compañeros mapuches
3. Que esta situación se viene arrastrando desde hace ya 14 años.
4. Que la familia mapuche ha crecido bastante y está haciendo falta la tierra para
crecer y poder vivir
Razón por la cual venimos en solicitar al Sr. Ministro ordene la expropiación del
fundo Queuco de propiedad del Sr. Peretti residente en Argentina; para que los
compañeros que viven en nuestra comunidad tengan tierras en el fundo antes
mencionado. También se hace necesario expropiar el fundo los Chenques de
propiedad de Don Pablo Esquerre, por mala explotación en todo sentido.
Creemos sr ministro que esta es la mejor solución al problema. Le saludamos con todo
respeto. Esperamos se le dé el curso que merece con verdadera justicia
ES GRACIA
Representación comunidad indígena de Trapa Trapa
José María Tranamil Pereira.431
La posición anterior se reafirma con otra carta, dirigida al intendente Federico Wolff, donde
propone una solución al conflicto de Cochico:
“Señor Intendente de la Provincia de Bío Bío.
Respetado compañero: Por intermedio de la presente nos dirijimos a Ud. Para exponerle lo
siguiente: En entrevista anterior con Usted, le expusimos el problema de las veranadas. Ud.
Nos dio una tarjeta para carabineros, ellos fueron al terreno, nos dejaron en las mismas
condiciones en la que estábamos, o sea de la propia veranada nuestra nos repartieron la
mitad para los mapuche y la otra mitad para las once familias chilenas que viven en tierras
nuestras. Nosotros lo que reclamamos es que se nos entregue todo lo que nos corresponde y
esas 11 familias se les entregue tierras en el fundo Queuco o en el fundo Chenque que son
los más cercanos.
Esto lo venimos reclamado durante varios años, sin ningún resultado favorable, el año
pasado recibimos en respuesta por estos reclamos la muerte de dos compañeros mapuches,
de parte de esos malos chilenos que están instalados en nuestras tierras, consideramos que
ahora que tenemos un gobierno propio, y además como participantes de él, consideremos
431
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814, José María Tranamil Pereira, Cacique, Carta al Ministro de
Agricultura, Trapa Trapa, 27 de Enero de 1971.
226
que se nos hará justicia. Queremos más tierras y mas campos para sembrar y la crianza,
manera de vivir mejor con nuestras familias y así poder siquiera tener derecho a educarlos,
ya que nosotros no hemos tenido esa dicha de aprender a leer.
Por lo tanto solicitamos al compañero Intendente se nos envíe algún representante del
Ministerio, con el objeto vaya directamente al terreno, se nos fijen nuestros límites
definitivos para nuestra reducción y ubiquen en otras tierras a las 11 familias, ya que
tenemos divergencias con ellos en forma permanente, y no deseamos que se produzcan los
hechos acaecidos el primero de enero de 1970. Ellos se han enriquecido en las tierras
nuestras han hecho toda clase de abusos con nuestros hermanos mapuches, ya que la
mayoría se dedica a vender en forma permanente alcohol, y por ese intermedio abusan de
los aborígenes. Pedimos sean respetadas nuestras posiciones, para trabajar tranquilos y vivir
en paz. Saluda Atte. a Ud. Fdo. José María Tranamil Pereira, en representación de la
reducción de Trapa”.432
La comunidad propone para acabar con los conflictos de las veranadas y usurpaciones del
título de merced, la asignación de tierras a los colonos inquilinos en fundos colindantes,
pero no en el fundo Trapa, con cuyos deslindes colindan directamente, pues esta gran
propiedad engloba totalmente a la comunidad. Además sigue disputando las veranadas por
cauces administrativos, su importancia es fundamental, tanto económica como
culturalmente, por lo que no son transadas, y se puede apreciar que la solución provisoria
de Manuel Araneda, o sea la división entre los dos actores en conflicto, aun continúa. La
demanda por educación y las acusaciones de comercio ilegal por parte de colonos se
mantienen si se compara con la carta de 1965.
El Estado, a través del intendente de la provincia de Bío Bío Federico Wolff, intenta
solucionar el problema triangulando algunas instituciones: CORA, una Secretaría del
Ministerio de Tierras y Colonización, a cargo del conocido funcionario Manuel Araneda, y
una comisión de emergencia de la Dirección de Asuntos Indígenas (DASIN) conocida
también como de Restitución de Tierras usurpadas, demostrando el pragmatismo
institucional exhibido por el gobierno de Allende para tratar con los problemas de los
límites de las reducciones mapuches, intentando encauzarlo dentro de la ley de Reforma
Agraria ya que no tendrá implementada este gobierno su ley indígena hasta 1972 y de la
432
José María Tranamil Pereira, Cacique, Carta al Intendente de Bío Bío, Federico Wolff, 1971.
227
importancia del problema de Alto Bío Bío para la provincia. Esta respuesta gubernamental
se debe al nuevo enfoque adoptado por el gobierno de la Unidad Popular en lo referente a
problemáticas territoriales indígenas. Como señala Correa, refiriéndose a las provincias de
Malleco y Cautín:
Para las nuevas autoridades de gobierno las “corridas de cerco”, las recuperaciones de
tierras en el Titulo de Merced y las ocupaciones de fundos, eran una legitima expresión de
la demanda mapuche ante la inoperancia que durante décadas habían demostrado las Leyes
Indígenas y Los Juzgados de Indios en restablecer los derechos conculcados a las
comunidades. Sin embargo, también se tenía conciencia de que estas acciones requerían
necesariamente resolverse en base a los mecanismos legales existentes, los que presentaban
vacíos institucionales para restituir las tierras al dominio indígena433
La prensa provincial informa de la constitución de todos estos órganos, como se
demuestra a continuación:
Secretaria de Tierras los lunes en Bío Bío
El ministerio de tierras y colonización estará representado directamente desde hoy en los
Ángeles, por un representante especialmente designado por la cartera a cargo del ministro
Humberto Martones [sic] Morales. El delegado, Manuel Araneda, atenderá todos los lunes
de 10 a 12 horas en el edificio de la intendencia del Bío Bío.
Entre sus tareas figuraran el atender la falta de inscripción de títulos de dominios y detalles
pertinentes. Según se adelanto en la Intendencia también tendrá autoridad para atender
casos relacionados con las reducciones indígenas. Se dijo que a largo plazo existe la
posibilidad de que se instale en Los Ángeles una delegación del ministerio de tierras y
colonización434
.
“Una manito a indígenas del Queuco”
Está operando en la zona, una comisión del plan de emergencia de la dirección de asuntos
indígenas, dependiente del ministerio de tierras.
Esta comisión tiene por objeto estudiar los problemas de litigio de tierras de los indígenas y
restituir a estos sus predios y si corresponde la constitución de dominios pertinente.435
“Wolff estudiara el problema del Queuco”
433
CORREA, M; MOLINA, R; YÁÑEZ, N. Op. cit. p. 142 434
La Tribuna de Los Ángeles, 22 de Marzo de 1971 435
La Tribuna de Los Ángeles, Miércoles 12 de Mayo de 1971
228
Hoy se reunirán con el intendente Federico Wolff, el jefe de la corporación de la reforma
agraria, y el prefecto de Carabineros, para tratar los problemas que trajeron como corolario
los incidentes entre indígenas y colonos, incidentes que dejo como saldo varios heridos.
El problema viene desde atrás, ya que en el valle del Queuco existen varias reducciones
indígenas: Trapa Trapa, Pitril y otras.
Al mismo tiempo en este sector viven colonos que, en opinión de los indígenas, se han
posesionado de forma ilegal de estos terrenos.
A raíz de estos mismos problemas está operando en la zona la comisión del plan de
emergencia de la dirección de asuntos indígenas, dependiente del ministerio de tierras. La
mencionada comisión no estará presente en la reunión a nivel de intendencia, ya que está
abocada a los estudios del problema de litigio de tierras y en la constitución de dominios.436
Una constante de importancia que fomenta la lucha por las veranadas y la
expropiación de los fundos es la situación de pobreza, aislamiento y marginación que
padecen los grupos habitantes de este sector, que motiva en gran parte la ocupación de este
verdadero enclave estratégico que significan las veranadas, como único territorio que
garantiza cierto bienestar al grupo que lo domine. En una nueva carta dirigida al intendente
firmada por el comité indígena, la comunidad de Trapa Trapa plantea las difíciles
condiciones de subsistencia en la que se encuentran, falta de alimentación, aludiendo a la
promesa del “litro de leche de Allende” y de servicios como educación, atención de salud.
“Trapa Trapa. 5 de Mayo de 1971. Señores junta de auxilio escolar y becas, intendente de la
provincia de Bío Bío”.
Los comuneros de la reducción de Trapa Trapa, denunciamos ante las autoridades y a la
opinión pública el grave problema que nos aqueja en cuanto a educación, en que vivimos y
viven el resto de las otras comunidades, por falta de escuela, profesores y otros problemas
de atención medico. En estos no incluimos el resto de los problemas que ya las autoridades
se han enterado. Nosotros pensamos que los mapuches también tenemos derecho a la
educación al igual que cualquier otro chileno, por otro lado durante el gobierno se prometió
el mencionado medio litro de leche que hasta la fecha ni siquiera lo conocemos nosotros los
campesinos pobres que más necesidad tenemos de esto. Como último término los
comuneros de estas reducciones al no solucionarse ninguno de estos problemas, estamos
436
La Tribuna de Los Ángeles, 13 de Mayo de 1971
229
dispuestos a movilizarnos y luchar hasta las últimas consecuencias y estamos seguras que
son justas.
“Sin otro particular se despide el comité indígena de Trapa Trapa y firma”
Cacique José María Tranamil. Secretario, Vicente Tranamil.437
Las acciones efectuadas por los sujetos tanto las intencionadas como: solicitudes, y
cartas, y las sin intencionalidad que solo reflejan la histórica fractura decimonónica en la
constitución de la propiedad particular en territorios mapuche, como la violenta revuelta
entre colonos y pewenche; tienen su respuesta luego de 2 años de tramitación burocrática
entre las múltiples instituciones encargadas del asunto (CORA, DASIN, Ministerio de
Tierras y Colonización), dilatado periodo de tiempo quizás debido a la preponderancia del
conflicto paralelo en los predios del Complejo Maderero Ralco que eclipsa la problemática
de Trapa Trapa, en la expropiación de los fundos Queuco y Trapa por acuerdos de CORA
tomados el 27 de Marzo de 1973 y rotulados bajo los números 477 y 476.438
La respuesta del gobierno en cuanto a la organización de los predios expropiados en
el sector, no solo en Trapa Trapa sino en todo el Alto Bío Bío es integradora, ya que los
grupos pehuenches como inquilino colonos deberán formar cooperativas conjuntas.
Solución que niega la historia y cultura de ambos grupos, sus trayectorias históricas en el
sector, en pos de una integración en una nueva “comunidad imaginaria” o “clase popular
unida”, sesgo del proyecto socialista de Allende en cuanto al tratamiento de las etnias. Así
es señalada la decisión por la intendencia en conversación con las reducciones indígenas:
Ayer por la tarde, en la intendencia se dieron las bases para la solución del problema Ralco.
En una reunión a la que asistieron todos los jefes de las reducciones indígenas del sector
(solo falto el de Ralco Lepoy) además de los representantes de los colonos de Trapa Trapa,
Malla y de los obreros de la Industria Ralco, se persiguieron dos objetivos.
En primer lugar se dejo establecido que en Ralco no puede existir una solución individual o
de grupo. Esta tiene que ser en conjunto para mapuches y colonos.
[…]
437
La Tribuna de Los Ángeles, Viernes 14 de Mayo de 1971. “Carta al Intendente de lugareños de Trapa
Trapa” 438
CORREA, M, MOLINA, R. Op. cit. p. 198
230
El segundo objetivo de la reunión era dar solución a los constantes roces entre indígenas y
colonos, fue la de señalar que estos grupos tienen que integrarse en una sola cooperativa,
que abarque a todos los indígenas y colonos del sector.439
Los fundos expropiados en la etapa final del gobierno de la Unidad Popular fueron
hipotéticamente repartidos en conjunto entre colonos y pewenche de las comunidades de
Trapa Trapa (pues la expropiación y repartición efectiva no se alcanza a llevar a cabo), no
solucionando definitivamente el problema de las veranadas de Cochico y de las
usurpaciones de terrenos del Titulo de Merced, postergándose el nuevamente trágico
desenlace a un periodo que rebasa el de esta investigación440
Según lo anteriormente visto; en el área de Trapa Trapa existe ocupación territorial
efectuada por dos sectores o grupos humanos claramente identificables: colono inquilinos y
pehuenches, ambos en calidad de pequeños campesinos mas ganaderos que agricultores,
debido a que se trata de asentamientos cordilleranos La demanda de ambos es clara y
convergente: la ocupación y usufructo de tierras, una demanda de corte “campesino” con el
fin de mejorar la precaria economía casi de subsistencia que practican. Como lo hemos
mencionado en el capitulo anterior, la existencia del conflicto de intereses entre mapuches e
inquilinos “por la contradicción de la demanda indígena de recuperar tierras ancestrales y el
objetivo especifico de la reforma agraria, reestructurar la tenencia de la tierra, dando acceso
a la propiedad de la misma a quienes la trabajaban, es decir inquilinos y medieros” es un
fenómeno común a la implementación de la reforma agraria en territorios indígenas, pero
en el Valle de Trapa Trapa esta contradicción se llevo al límite siendo su estallido el
detonante de la aplicación de la misma en el sector, es decir las muertes de Cochico,
demostrando que estos roces no se originan ni se deben únicamente al proceso Reforma
439
La Tribuna de Los Ángeles, “A la vista solución de Ralco”27 de Mayo de 1971 440
Durante los primeros años del Gobierno Militar el longko José María Tranamil es detenido, asesinado y
hecho desaparecer en las cercanías de Santa Bárbara junto a otros dirigentes pewenche como Guillermo
Purran Treca de Callaqui quien participaba en la Cooperativa Nehuentaiñ Peñi y los Hermanos Rubio Llancao
de Cauñicu, como recuerdan las comunidades y consta en el informe de la Comisión de Verdad Histórica. El
gobierno militar descabezo y anulo a las organizaciones pewenche nombrando luego a través del alcalde
designado de Santa Bárbara longkos afines. En 1976 el gobierno revoca los acuerdos expropiatorios,
perdiendo el usufructo de las veranadas de Cochico la comunidad pewenche de Trapa Trapa siendo expulsada
por los colonos. Se recuerdan además las amenazas efectuadas directamente por militares. Vid González,
Claudio. “De los terrenos en los andes poseídos por los pehuenches”. Concepción, Ediciones Escaparate.
2003.
231
Agraria, sino que son anteriores y datan de la instauración de la propiedad privada chilena
de carácter latifundista en el área mapuche y la competencia total de dos grupos humanos
que se diferencian fuertemente en términos étnicos, lucha por el control de recursos
limitados y estratégicos
Para el caso de Trapa Trapa la tensión, lucha y demandas de los actores
diferenciados histórica y culturalmente, involucrados en el mismo objetivo: el control de
la tierra no permite alianzas o entendimiento ya que la necesidad de ella está al mismo
nivel: se explota de maneras parecidas: ganadería, recolección del piñón o nguilliu, por lo
que estos terrenos representan entradas económicas vitales para la subsistencia de ambos
grupos.
Se vive un estado conflictivo constante, una guerra todos contra todos, que el
Estado busca solucionar a través de la aplicación de la Reforma Agraria. La documentación
muestra que las demandas fueron efectuadas en su mayor parte por la comunidad pewenche
de Trapa Trapa, constituyendo el grupo de presión principal ante el Estado y la opinión
pública.
Aun así existen algunos matices en cuanto a la explotación de ambos grupos, que es
necesario resaltar. El grupo pewenche posee una matriz cultural para la cual el circuito
invernada – veranada es esencial como forma de vida y aprovechamiento sustentable de
espacios y recursos que alcanza la dimensión simbólica como en el caso del pewen, de la
mawida, de la miríada de ngen que pueblan el espacio vital de los pewenche, conformando
un tejido simbólico especial que está siempre presente en cada actividad; en este caso la
demanda campesina tradicional de tierras posee un componente étnico decisivo. Según la
documentación, el sector inquilino colono explotaría de manera más intensiva el producto
forestal nativo talando y vendiendo la madera. Además, la existencia de una frontera
cultural y legal (titulo de merced) junto con un grupo humano expoliado por una sociedad
mayor a fines del siglo XIX, pero reestructurado en forma de comunidad indígena, como el
pewenche con clara memoria y consciencia de los territorios ancestrales usurpados y
robados cuya demanda estará presente mientras exista la comunidad; este espacio – cerrado
- de resistencia a los embates de la sociedad chilena donde el “habitus” pewenche mantiene
y reproduce una base autónoma coherente, sin negar los cambios, adaptaciones ocurridos en
232
el transcurso de los años, será siempre el lugar desde donde se articularan las demandas y
reivindicaciones territoriales de los pewenche del valle del Queuco.
Se anticipa un conflicto entre el mundo simbólico cultural que ocupan las mawiza
(montañas) y los bosques, especialmente de Atem (araucarias) para la cultura pewenche; y
la esfera exclusivamente económica que simbolizan aquellos para los colonos chilenos.
Esto se ejemplificara de manera más clara en el siguiente apartado de la investigación, en
un sector donde la demanda por la Reforma Agraria involucra a las comunidades indígenas,
pero también a nuevos actores, el obrero forestal; y a un polo industrial: Maderas Ralco.
5.3.2. Ralco, Callaqui y Maderas Ralco S.A
233
La conformación de la Sociedad Anónima Maderas Ralco significa la
concentración de una gran cantidad de terreno bajo la propiedad de una empresa, Maderas
Ralco S.A, con un rubro y un plan claro de explotación: forestal – nativa. Esta empresa se
hace acreedora, a través de las donaciones hechas por sus socios, de los siguientes fundos
del sector: Porción de 2.200 has. Del fundo Bío Bío Ex – Callaqui, “porción poniente y
norponiente del fundo Bío Bío Ex – Callaqui”, “Pitrilon”,” Fundo Ralco” y Fundo Pitriles.
Estos predios pasan a ser volcados intensivamente a la actividad forestal y abarcan una
enorme extensión de territorio, comprendiendo prácticamente todos los antiguos deslindes
de las comunidades pewenche de Callaqui, Pitril y Ralco, esta última dividida desde 1954
en: Quepuca Ralco y Ralco Lepoy.
La explotación intensiva del recurso nativo por parte de Maderas Ralco comienza en
el área de Callaqui, que se encuentra ubicada en el contrafuerte occidental de las cordilleras
de Alto Bío Bío, a 45 kilómetros de Santa Bárbara. Este lugar desde tiempos coloniales fue
una frontera del territorio Pewenche, pasadizo por donde comerciantes, conchavadores
transitaban hacia la vertiente oriental de la cordillera de los Andes, siendo un enlace entre
Santa Bárbara – Los Ángeles y las comunidades ultracordilleranas. Esta característica de
mayor accesibilidad sumada a que uno de los accionistas (Comunidad Forestal Ralco o
Sociedad González) había efectuado sus primeras compras de predios en estos territorios,
hace comenzar la actividad de la sociedad anónima en este lugar.
La comunidad pehuenche residente de Callaqui no posee titulo de merced, solo una
reserva hecha en un contrato del siglo XIX que no abarca todas las tierras ocupadas de
facto por ella. Esta reserva constituye su único amparo legal ante una demanda o desalojo
que eventualmente podría ser interpuesto por quienes poseen el dominio legalizado de los
predios. Por ejemplo el particular José del Carmen Reyes, dueño del fundo “San Miguel de
Callaqui” en 1964 demanda la expulsión de comuneros de los terrenos en conflicto y
prohibición de todo tipo de actividades en ellos (recolección)
1. Don José del Carmen Reyes, propietario del fundo San Miguel de Callaqui,
estimando que los mencionados indígenas le ocupan indebidamente un retazo de
terreno de su propiedad, ha iniciado querella criminal contra Juan Ormeño
Manquileo y otros, por delito de usurpación, la que se tramita en el primer juzgado
234
del crimen de los Ángeles. En dicha causa se ha encargado reo a los cinco indígenas
querellados. A petición del querellante el Tribunal ha dispuesto diversas medidas de
tipo precautorio a favor del actor, como la prohibición de cortar leña, ganadería y el
desalojo de los terrenos a que se refiere la usurpación. Dicha resolución fue apelada
por los indígenas y el expediente se encuentra en la Ilma. Corte de Apelaciones de
Concepción. Por esta razón no fue posible consultar el expediente ni allegar
mayores antecedentes a los expuestos y que fueron proporcionados por el señor
Raúl López T.
2. Como queda expresado, los indígenas no han podido acreditar su derecho de
dominio sobre los terrenos cuestionados en atención a que no ha sido ubicado el
respectivo titulo de merced, si lo existe. De ahí que pueda estimarse con bastantes
fundamentos, que los indígenas de la reducción Callaqui carecen de titulo de
Merced al igual que las llamadas reducciones Antonio Ancanao y Piutril, ubicadas
en la misma zona, y respecto de las cuales se ha informado oportunamente a la
Dirección de Asuntos Indígenas441
.
Pero Maderas Ralco no entró en conflicto por el dominio de las tierras debido a que
su interés económico, como empresa, estaba puesto no en el aprovechamiento ganadero o
agrícola de ellas, sino en obtener réditos de la comercialización de maderas nativas. En
suma: no interesaba la tierra sino lo que estaba o crecía en ella. Esta visión empresarial se
utiliza como táctica o modelo a aplicar para la convivencia con las comunidades, no
interfiriendo en la ocupación de las veranadas (y su explotación ganadera – recolectora) por
parte de los grupos Pewenche. La memoria histórica de la comunidad de Callaqui da cuenta
del siguiente testimonio, que ejemplifica esta situación:
Cuando llegaron los González explotaban madera nativa desde la población hacia arriba
[…] él decía que no podían privarle de ninguna cosa porque el tenia un permiso otorgado
por el gobierno. También decía que le convenía a la gente y les voy a hacer buen camino
para que vayan a los piñones, entonces la gente quedo convencida u contenta porque había
un sendero no más. Decía también si tienen animalitos échenlos no mas para arriba, talaje
no prohibía en esos tiempos, pero después pasando los años, 4, 5, 10, 15 años que pasaron,
ya fue una inmensa población la que se hizo, con un motor de aserradero, ya por los 60
441
AGAI, Carpeta José Anselmo Pavian N° 2835, Reducción Callaqui Telegrama Intendencia del Bío Bío N°
175. 18 de Mayo de 1964
235
tenía una maquina eléctrica para la madera, una fabrica, […] se fue cuando exploto todos
los pinos, con la madera chilena, después siguió con los pinos, aserrados con un dinamo,
con un elemento más especial, más moderno, bajaba la madera en bruto y la elaboraba en
Ralco [Villa Ralco] donde tenía una fabrica inmensa después de 25 años, por eso ahora no
hay pinos araucarias, los acabó442
Este testimonio hace referencia a dos hechos importantes. En primer lugar a la
predilección por la explotación de la araucaria; dentro de la economía regional este era el
producto en que se especializaba el Alto Bío Bío, lo que puede remontarse, incluso, hasta
la colonia, donde era utilizado para la confección de elementos navieros: “Longkos
pewenche permitieron el paso de dos capitanes españoles para remover troncos nativos del
Alto Bío Bío (1780) Estos fueron transportados fluvialmente hasta la bahía de Concepción
para reparación náutica del Capitán Vacaro.”443
Dentro de los Parlamentos en los que
participaron las parcialidades pewenche la reglamentación de la explotación de la araucaria
y demás maderas nativas era un tema principal, como en el de 1781 realizado en la villa de
Los Ángeles, presidido por el maestre de campo Ambrosio O Higgins en el que solicita
autorización para explotar maderas y Araucarias en los Altos del Rio Bío Bío: Callaqui y
Rucalhue444
alegando que sufría interrupciones de Caciques de esos sectores:”Los
peguenches Ancan, Manquelevi y otros lo que le obligaba a entrar dos o tres mil hombres
de las milicias, que sabían tenían muy a mano, para sostener el corte y saca de maderas”445
La respuesta de los longkos pewenche a esta solicitud fue afirmativa: “diciendo que
los Butalmapus no tenían la culpa, que se hiciese este cargo a las reducciones inmediatas”.
Ofrecen su propia gente para la realización de la tala, para que no viniese milicia real: “sin
que fuese necesario la entrada de tropa española”446
Las características de su noble madera la hacen desde siempre muy apreciada
comercialmente debido a su durabilidad y resistencia a agresiones ambientales lo que le
otorga un alto precio en el mercado. En 1969 el valor de la madera de pino araucaria,
442
José Pedro Paine, 6 de Abril de 1992 443
BASTÍAS, R. Op. cit. p. 54 444
LEÓN, L. Los señores de la cordillera y las pampas: los pehuenches de Malalhue, 1770 – 1800…
Santiago, 2005, p. 115 445
Acta de la Junta de Los Ángeles, 28 de Noviembre de 1781 446
LEON, L: op. Cit, p. 116
236
puesta en aserradero (en bruto) fluctúa entre los 2,5 – 2,8 escudos y es vendida una vez
elaborada a 15° Escudos la pulgada447
En segundo lugar se hace referencia a la llegada de trabajadores a emplearse en la
explotación forestal. Cuando Maderas Ralco se instala en el sector, lo hace con un gran
complejo o industria forestal, como lo recuerda don José Pedro Paine. Este complejo
emplea a un gran número de trabajadores bajo un modo de producción industrial, con
división del trabajo y salario, además de tecnología nueva (aserraderos) movidos con
energía eléctrica conseguida con una turbina instalada en el rio pangue sector Pitrilon. Lo
del salario constituye una novedad en el área, pues es el arribo del obrero asalariado al Alto
Bío Bío448
, quienes serán la base, como se ha señalado en un capitulo anterior, del enclave
de Villa Ralco, lugar donde se instalo la obra maderera.
Mientras la actividad industrial y la población crecía, la extensión de la explotación
también, debido a que la explotación del bosque nativo en la época es una especie de
tumba, corta y avanza, llegando a mediados de la década del 60’, desde Callaqui, pasando
por Pitrilon hasta otro predio de su posesión el Fundo Ralco, donde se encuentran las
comunidades de Quepuca Ralco y Ralco Lepoy.
Estas comunidades se encuentran a 70 y 90 kilómetros de Santa Bárbara,
respectivamente por la ribera Norte del Rio Bío Bío. Estos grupos no poseen Titulo de
Merced, debido a un áspero proceso, en que particulares dueños de fundos evitaron la visita
de la Comisión Radicadora de Indígenas, y obstruyeron a través de juicios la concesión de
un territorio de radicación, por lo que ocupan de facto el terreno donde habitan.
La maderera orienta la explotación hacia las veranadas, en especial el sector La
Mula y Vegas de Ralco en donde se encuentran la mayoría del pewenentu o bosques de
araucarias. Las comunidades recuerdan la llegada e inmediata resistencia a la actividad
forestal y también a la propiedad particular constituida a través del derecho positivo
chileno, alegando su derecho consuetudinario por ser pehuenche a la propiedad:
447
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814, Oficina de Tierras y Bienes nacionales de Concepción, Informa
Comisión de Problemas indígenas existentes en Fundos Queuco y Ralco, provincia del Bío Bío, N° 16, 13 de
Enero de 1969 448
En otros fundos del área también se paga en dinero a los obreros agrícolas, pero su número es muy escaso.
Como ejemplo existe la toma del fundo Rañilhueno, que es realizada 7 obreros; protestando por el pago
atrasado del salario. Véase La Tribuna de Los Ángeles 24 de Marzo de 1972
237
Cuando llegaron los González lo hicieron a fuerza de amenaza cortando la madera.
Nosotros aquí nos opusimos, peleamos con los González, y les dijimos: de aquí van a tener
que salir. Nos matan a nosotros, algo tenemos que hacer defendiendo nuestros pinos
araucarias. Al final de tanto reclamo salieron amparados los indígenas y dejaron los
González 45.000 pulgadas de madera en la Cordillera Negra, botados y trozados, los que se
perdieron pues se pudrieron totalmente.
Los González tramitaron, fueron al juzgado de Indios y ahí les dijeron que no podía ser, que
esto era totalmente de los indígenas, porque González ¿a quién le había comprado?
González decía que a los Bunster, pero ¿Bunster a quien le había comprado? Esto era
ocupado antiguamente por indígenas” 449
Cuando alegamos con Dionisio González yo les dije: ustedes no son dueños, somos
nosotros ¿A quienes le han comprado esta tierra? A los señores Bunster ¿Los señores
Bunster a quien le comprarían? A los indígenas. Los indígenas jamás han vendido. Así que
no queremos que saque más madera y se vayan450
Este conflicto, que involucra al juzgado de indios de Victoria el que apoya a los
indígenas, condujo a la paralización de actividades por parte de la empresa en Enero de
1969. El Gobierno de la época envía al conocido funcionario del Ministerio de Tierras y
Colonización, Manuel Araneda, para notificarse y redactar un informe de la situación451
,
que se puede resumir en los siguientes puntos:
1) La firma maderada inicia explotaciones sobre territorios que las comunidades
definen como veranadas de su propiedad.
2) Los indígenas se oponen a toda actividad forestal en el área, debido a su ocupación
ancestral por parte de la comunidad:
Cuando se termino el camino a través del paso Callaqui, llegando a las Mulas, y se
quizo iniciar la explotación de bosque araucaria, los indígenas se opusieron y se
449
Antolín Curriao Pinchulef, Mayo de 1992 450
Manuel Necuiman, Mayo de 1992 451
AGAI, Carpeta Antonio Canío N° 2814, Oficina de Tierras y Bienes nacionales de Concepción, Informa
Comisión de Problemas indígenas existentes en Fundos Queuco y Ralco, provincia del Bío Bío, N° 16, 13 de
Enero de 1969
238
oponen en la actualidad a todo trabajo maderero dentro de lo que hoy ellos
consideran su reducción y por lo tanto los propietarios de estos suelos que ellos de
tiempo inmemorial ocupan452
.
3) Araneda propone una mediación, consistente en un “Fondo de Capitalización” que
sería obtenido en base a un impuesto en dinero por cada pulgada de madera puesta
en el aserradero, que es rechazada por Dionisio González, (que es uno de los socios
de Maderas Ralco S.A y figura visible de la empresa en el sector) ya que
significaría reconocer dominio a los pehuenches sobre el fundo Ralco
4) La empresa realiza una contra oferta, que consiste en la entrega de “dos quintales
de harina por familia, la prolongación del camino que recorre el paso del Volcán
Callaqui hasta las casas de la reducción y la construcción de una escuela”.
Intendencia rechaza esta fórmula por las siguientes razones:
- que Ralco S.A reconoce un derecho a los indígenas, a las tierras que ellos ocupan,
porque si no en base a que les ofrece estos beneficios.
- La escuela perfectamente la puede construir el Estado.
- Los dos quintales de harina por familia es un ofrecimiento paternalista.
- El camino a través del paso del volcán Callaqui solo es transitable única y
exclusivamente en los meses de verano o sea, que su construcción hasta las casas de la
Reducción prestaría solo un beneficio temporal y no en el invierno donde
prácticamente queda aislada teniendo como única salida, un camino de caballería por
la ribera del Bío Bío453
5) Araneda llega a la conclusión de que la situación está en un punto muerto: “por lo
tanto, la situación actual de este litigio maderero esta insoluble y es perjudicial
tanto para la firma explotadora de madera, como para los aproximados 500 obreros
de aserradero que por esta causa se encuentran cesantes”454
452
Ídem 453
Ídem 454
Ídem
239
Luego del fracaso de estas negociaciones, el gobierno de la Democracia Cristiana a
través del Ejecutivo decide intervenir en el asunto y para evitar problemas similares en
otros sectores y salvaguardar a la araucaria de la explotación maderera intensiva, dicta un
decreto supremo, que prohíbe su tala
SANTA BARBARA. Fue promulgado el decreto supremo gestionado por el ministerio de
agricultura que prohíbe terminantemente la explotación de pinos araucarias en la zona
cordillerana de Santa Bárbara. Así lo comunico el intendente a las autoridades de la zona a
raíz de las denuncias en el sentido de que en la cordillera de los andes se estaban cortando
centenares de araucarias el ministro de agricultura Hugo Trivelli sostuvo una conversación
telefónica con el intendente Díaz en la cual se acordó [¿?] de la explotación de estos árboles
mientras que el ministro gestiona un decreto supremo lo que fue conseguido a principios de
la semana.
De acuerdo con un estudio efectuado existen en el país 145.440 hectáreas de esta especie;
de ellas la mayor producción está en la provincia de Malleco con 71.744 hectáreas, mientras
que Cautín 1.292 hectáreas y en Bío Bío 14.369. En atención no solo al valor científico de
dicha especie y a la necesidad de preservarla el ministro de agricultura Hugo Trivelli ha
reiterado la decidida propuesta del gobierno de evitar su explotación irracional, por cual fue
redactado el reciente decreto supremo que prohíbe la explotación indiscriminada de estos
bosques.455
Esta situación de paralización se mantiene por un periodo, hasta que él en ese
momento Longko de Ralco Lepoy Pedro Marihuan Pino, permite la entrada de la maderera
a su sector lo que a esta altura es ilegal, situación que debió ocurrir durante el transcurso del
1969, ya que a inicios de 1970, la comunidad lo destituye de su cargo:
Fue destituido el cacique de la reducción indígena Ralco Lepoy bajo la acusación de
permitir la entrada de blancos que explotaban los pinos araucarias en ese sector
cordillerano. La tala de araucarias está prohibida por la ley debido a que el corte de esas
milenarias especies ha llevado a casi extinguirlas.
Para los indígenas el que su cacique Pedro Mariman (sic) Pino permitiera la entrada de los
blancos al territorio en el cual está situada la reducción indígena es violar una de las más
455
La Tribuna de Los Ángeles, “Dictado el decreto supremo sobre explotación de pino araucaria”, Jueves de
Marzo de 1969
240
valiosas riquezas que están a su custodia. Aparte de esa seria acusación que linda con la de
encubridor de una explotación forestal penada por la ley, los indígenas consideren que la
negligencia del cacique para conducir con acierto la comunidad de Ralco Lepoy, razón
fundamental del retraso en que se encuentran las familias del sector.
Ayer una comisión de representantes de la comunidad indígena se apersonaron en la
intendencia de Bío Bío para plantearle al jefe provincial subrogante Leandro Chand los
términos del acta de destitución del antiguo cacique y el nombramiento en esta función del
indígena Manuel Necuiman Curriao. Leandro Chand informo que el 10 de enero se
conocerá la confirmación definitiva de este cambio de liderazgo en Ralco Lepoy emanada
por el juzgado de indios del departamento de indígenas de Victoria.
Los indígenas están dispuestos a llevar adelante una estricta vigilancia para impedir que les
sigan talando araucarias señalando que así deberían hacerlo todas las comunidades que
sufren de esa irresponsable explotación.456
Esta acción revela el carácter del liderazgo y el poder en la sociedad pewenche, el
cual es circunstancial, segmentario y sujeto a la voluntad de la base comunitaria. En
cualquier momento la autoridad puede ser arrebatada si se considera que la actuación del
longko es deficiente o contraria al deseo de las familias del grupo local, llamándose a
votación para escoger a otro. En estas reuniones de elección de longko cada acaserado,
ngenruka o jefe de familia457
tiene derecho a un voto, cuando hay acuerdo por mayoría
simple la persona propuesta es elegida. Encontramos un documento fechado en 1976
perteneciente a la comunidad de Malla Malla, atestiguando este sistema:
Domingo, Junio de 1976
Lista de la persona, de la votación que esta favor del cacique Don José Teófilo Martínez
Pichun y el
El secretario don José Vicente Solar Huanque.
Las siguientes,
Nombre del caserado:
Juan Segundo Martínez Pichun
456
La Tribuna de Los Ángeles, “Indios en pugna por tala de araucarias”23 de Enero de 1970
457 Los acaserados pueden ser mujeres cuando el esposo ha fallecido. En el caso presentado de Malla Malla se
puede advertir la gran cantidad de acaserados si se compara con situaciones temporalmente anteriores. Eso se
debe a la paulatina transformación que experimenta la familia pewenche pasando de una configuración
extensa a otra predominantemente nuclear.
241
José Rosario Martinez Lingais
Juan Segundo Martinez Suarez
Jose Marcelino Pichun Suarez
Carlos Antonio Pichun Suarez
Jose Santos Pichun Suarez
Segundo Pichun
Jose del Carmen Suarez Huincaman
Jose Francisco Suarez Huincaman
Jose Rosales Humane
Juan Bautista Purran Poñan
Ramon Donato Solar Huanque
Segundo Purran Paine
Juan Purran Paine
Jose Antonio Purran Paine
Segundo Paine Maripil
Panfilo Suarez Pereira
Albarito Solar Poñan
José Transito Solar Huanque
Samuel Francisco Solar Huanque
Alberto Abraham Solar Huanque
José del Carmen Suarez Paillal
Juan Domingo Suarez Huincaman
José María Suarez Huincaman
Domingo Ernesto Suarez Pichun
Jose Dolores Suarez Canio
Jose Guillermo Suarez Pichun
Avelino Llancaqueo Vargas
Juan Llancaqueo Pereira
Jose David Marihuan Huenuleo
Arturo Marihuan Huenuleo
Jose Avel Llancaqueo
Segundo Enrique Huenuleo
Francisco Huenuleo Purran
Pedro Pablo Huenuleo Suarez
242
Jose Maria Maripil Huenuleo
Moises Rosario Umane Huincaman
Juan Amador Humane Huincaman
Juan Francisco Huincaman
Segundo Humane Huincaman
Vda señora Rosa Umane Huincaman
Luisa Martinez
Domingo Junio de 1976.
El señor Jose Teofilo Martinez Pichun
Fue eligido Jefe y cacique por la voluntad de la gente de la Reducción458
Para comprender la actitud de defensa que lleva a a las comunidades pewenche de
Ralco a movilizarse por el espacio del huechum (veranadas) y especialmente el pewenentu
que se encuentra allí, se debe hacer hincapié en algunos motivos económico - culturales,
generalizables a todas las comunidades Pehuenche del Alto Bío Bío:
1. Subsistencia: El nguilliu o piñón, fruto del pewen o araucaria, constituye una fuente de
calorías, especialmente carbohidratos, esencial para la alimentación de los pewenche, que
debido a su ubicación cordillerana no poseen un medio favorable para la agricultura de
cereales tradicionales como el trigo. El aporte nutricional se compara con respecto a otros
alimentos en el siguiente cuadro:
Cuadro N° 18: Valor Nutricional del piñón de Araucaria Araucana en relación a otros
productos energéticos tradicionales
Producto % Humedad Cal /
100g.
Gramos/100 gramos de peso seco
Proteína Lípido Fibra Ceniza ENN*
Piñón 43.1 232 9,6 2,3 4,7 2,3 81
Maíz 10.6 358 11,9 5,0 5,4 1,7 76,1
Papa 78.7 67 14,6 0,9 2,8 4,2 77,5
Trigo 11.6 321 10,4 2,5 4,2 1,6 81,3
*Extractivos no nitrogenado, por diferencia, asimilable a carbohidratos
Fuente: Schmidt – Hebel, 1990
458
AGAI, Carpeta Antonio Marihuan N° 2834, “Elección de Cacique”, 1976
243
2. Económicos: El piñón sirve de moneda de intercambio y como producto de
comercialización . Como expresa un testimonio de la comunidad: “(…) Pues los pinos
araucarias dan la cosecha más segura que tenemos en nuestra Comunidad, el piñón, este lo
intercambiamos por trigo y vendemos para comprar provisiones”459
. Este se recolecta en
dos periodos durante el año, en otoño y primavera460
siendo también comerciado en
Copahue (argentina) Santa Bárbara, Los Ángeles, ciudades donde los comuneros se
abastecen de abarrotes varios. También existe un comercio efectuado por mercaderes que
suben a los cajones del Queuco y el Bío Bío a vender productos a precio usurero, por lo que
se prefiere viajar a comprar. Un informe del DASIN informa de la existencia de estos
mercachifles:
Por ser una región inhóspita y contar con caminos de pésimas condiciones y tener los
centros de abastecimiento distancias sumamente considerables y discriminados por la
sencilla razón de que estos bienes son llevados por comerciantes inescrupulosos que cobran
su precio en oro, sin importarles el problema humano existente.
Ej.: Quintal de Harina Precio Oficial año 71: Eº: 75, 00
Quintal de Harina en la cordillera: 180.000
Kilo de Azúcar precio oficial. 5.00
Kilo de Azúcar en la cordillera 18.00461
3. Simbólicos: Dentro de la cosmovisión del pueblo pewenche, los bosques del pewen
están enlazados a divinidades, que reproducen a una familia o lov (Véase capítulo II). Las
dinámicas al interior de estas divinidades explican, la fertilización y producción del piñón.
Como es señalado en otros estudios:
Las comunidades cordilleranas establecen estudios émicos para las fitoasociaciones
y establecen ligas con ciertos poderes naturales que reforzarían su capacidad de
resistencia y por ende de reproducción. En el Pewento [espacio ecológico donde se
encuentra la araucaria] existe el lovpewen [o familia de la araucaria] tejiendo las
redes de convivencia de machos o wentropewen y las hembras o domopewen.
459
Antolin Curriao, Mayo de 1992 460
BASTÍAS, R: Op. cit. p. 169 461
AGAI, Dirección de Asuntos Indígenas, Comité de Restitución, Informe sobre visita sector cordillerano
mapuche, comuna de Santa Bárbara, 7 de Febrero de 1972
244
Algunos bisexuados reciben el nombre de rangidomopewen. Esta alianza
reproductiva se formaliza entre un macho y varias hembras fortaleciendo el
lovpewen por medio de sus raíces. El lovpewen cuenta con divinidades paritarias.
El abuelo del pewen o pewenvucha y la abuela del pewen o pewenkuze. La
dependencia divina va a promover la producción anual462
.
Por lo anterior, la araucaria adquiere un carácter sagrado, y significancia religiosa
para el pueblo pewenche.
Sector Vegas de Ralco – Laguna La Mula. Veranada de Ralko Lepoy, donde se iniciaron faenas
de corte de araucaria en 1968
El otro actor relevante - que comenzaremos a analizar - lo constituyen los “500 o
más obreros”, informados por el Jefe Zonal de Tierras Manuel Araneda. Para ellos esta
situación de paralización y disputa entre las comunidades y la administración de Maderas
Ralco afectaba su actividad laboral y por tanto sus ingresos. La paralización significaba una
pérdida de salario y por tanto, de parte importante de su mecanismo de subsistencia.
Además, según la documentación, la empresa se demoraba regularmente en el pago de
salarios o sencillamente no pagaba. Esta situación promueve que los trabajadores ocupen
462
BASTÍAS, R: Op. cit. 153, 154. Paréntesis míos
245
las herramientas y procesos que se daban en ese tiempo en los sectores campesinos y
obreros para mejorar su situación: la toma de predios y la exigencia de reforma agraria para
solucionar sus problemas. Así la fábrica aserradero es ocupada y tomada desde mediados de
1970, aprovechando la coyuntura de la llegada de la Unidad Popular al gobierno.
Las acciones que llevan a la toma del aserradero son gestadas y puestas en marcha
por dos actores relevantes del proceso, que se comunican y se alían, dejando fuera a la parte
patronal para un sector o gran propietaria para otro, negociando directamente con el
gobierno a través de la Intendencia. Me refiero a los obreros forestales ya mencionados en
unión con las comunidades pehuenches de Callaqui y Ralco (Lepoy y Quepuca)
El longko Manuel Necuiman recuerda las acciones efectuadas por las comunidades
con la intención de presionar por soluciones, buscando un entendimiento directo con los
trabajadores de la maderera, integrando además a la Comunidad de Callaqui en el
movimiento:
Los pinos que me botó González fueron como 200, nosotros los contamos. Ahí me sacaron
como Cacique, entonces hicimos la denuncia ante el señor intendente. También nos
pusimos de acuerdo con la Comunidad de Callaqui y los trabajadores de la fábrica Ralco,
para parar la corta de Araucarias. Los trabajadores se tomaron la fábrica463
El movimiento conjunto, especialmente los obreros que poseen una organización de
corte sindical, negocia con el intendente sus peticiones y demandas, quien trata
directamente con las partes, visitando el sector. La prensa de la época dedica su atención a
este asunto:
El ofrecimiento de una solución parcial hecho por el intendente a los ocupantes del fundo
de propiedad de la firma Bío Bío Ralco en el día de ayer se analizaba en asamblea general
de trabajadores, cuya fecha fijarían ellos mismos.
Dicho ofrecimiento comprende el envió de un funcionario fiscal los días de pagos de
salarios para que controlen estos mismos la ubicación de los obreros que en estos momentos
se encuentran cesantes al interior de predio. La prohibición de talaje de los bosques
existentes en las reducciones mapuches del lugar, el posible estudio técnico de CORA del
predio mismo el que comprendía la medición y estudio de la calidad de los terrenos esto
último tendiente a comprobar si son aptos para la agricultura.
463
Manuel Necuiman, Mayo de 1992
246
Los trabajadores estuvieron de acuerdo en principio con la forma entregada por el jefe
provincial, que les explico el porqué de la imposibilidad de realizar la expropiación
inmediata del fundo o su intervención.
El intendente Federico Wolff quien viajo en la mañana de ayer al fundo en conflicto
acompañado por el prefecto de carabineros Luís Jaque Villavencio se entrevisto con los
dirigentes y otros trabajadores quienes les expusieron sus peticiones. Estás dicen relación
con la solicitud de designación de un interventor que merezca la confianza de los
trabajadores y mapuches, que se paralice en forma inmediata la explotación del pino
araucaria, que mientras la intervención del fundo y sus instalaciones este seria trabajado en
comunidad por los obreros de la empresa y los mapuches de la reducción Callaqui y que la
lucha debe terminar necesariamente con la devolución de las tierras y la expropiación de la
industria.
Todos estos puntos fueron analizados en detalle por parte del intendente quien efectuó el
ofrecimiento antes mencionado el que se desarrollaría mientras el trata el problema con la
parte patronal y a nivel de gobierno. El asunto seria tratado en la asamblea de los
trabajadores la mayoría de los cuales realizaban guardias en lugares alejados de la
cordillera, de aceptar todos el arreglo devolver los terrenos que mantienen en su poder.464
El petitorio de los trabajadores integraba demandas obreras y pewenche que hacen
referencia a la solicitud de un administrador en forma de interventor que hiciese producir la
fábrica armonizando los intereses de las comunidades y de los trabajadores forestales. Esta
petición, como se analizaba en el capitulo anterior es derivada de una facultad que la ley de
Reforma Agraria 16.640 otorga al ejecutivo para intervenir y poner en inmediata
producción predios o fundos, que es usada generalmente por el gobierno de Allende para
allanar el camino a una expropiación.
Además se solicita el fin inmediato a la explotación de araucarias, que se realizaba
aun constituyendo una ilegalidad, poniéndose énfasis en la administración conjunta del
predio expropiado entre las comunidades y obreros, lucha que debe finalizar en la
obtención de las demandas reivindicativas: devolución de las tierras (demanda pewenche) y
la expropiación del centro productivo o sea la industria en si (demanda obreros forestales).
464
La Tribuna de Los Ángeles, “Ocupantes ven ofrecimiento de intendente. Deciden entrega de fundo Ralco
en una asamblea”. 2 de Diciembre de 1970
247
En un nuevo comunicado, efectuado el 4 de Diciembre de 1970, las partes reiteran
sus demandas expropiativas y reivindicativas, identificándose como “el comité sindical de
la empresa Ralco Bío Bío y el comité indígena de Callaqui”, para precisar el comité
indígena se denomina “Nehuentain Peñi”, las demandas anteriores, integrando esta vez el
apoyo y la presión de organizaciones sindicales urbanas y estudiantiles como la
Universidad de Concepción. Además se exige la expropiación del fundo San Miguel De
Callaqui, propiedad de José Segundo del Carmen Reyes, con el cual la comunidad de
Callaqui posee problemas de límites, como señalábamos a inicios de este apartado.
Los dirigentes de la comisión sindical de la empresa Ralco Bio Bio y del comité indígena de
Callaqui emitieron a la policía una declaración entre la cual entre otros puntos destacan: En
reunión de asamblea efectuada el martes primero de diciembre se acordó seguir
indefinidamente en posesión de los fundos Ralco y San Miguel mientras no se cumpla con
nuestra petición de intervenir ambos fundos con el fin de expropiarlos posteriormente y
restituir las tierras usurpadas a la comunidades indígenas. La misma declaración agrega:
“Los trabajadores de la empresa Ralco y mapuches hemos recibido el apoyo de los mayoría
de los gremios de la provincia, encabezado por la CUT, estudiantes de Universidad de
Concepción, sede los Ángeles y federación provincial de estudiantes de Bio Bio465
El Estado nombra para el caso un interventor, Hernán Chamorro, Ingeniero de la
Corporación de Reforma Agraria a través de un inciso publicado el sábado 9 de Enero en la
prensa local, notifica la reanudación de tareas en los predios en conflicto
Mediante el presente cartel y de conformidad con las facultades que me conceden el
artículo 171 de la ley 16.640 y el decreto Nº 882 del ministerio del trabajo y previsión
social, publicada en el diario oficial de fecha 31 de diciembre de 1970 notifico a los
propietarios y trabajadores de los fundos referidos lo siguiente:
Las labores en los dos fundos serán reanudadas el día lunes 11 de Enero de año en curso, a
las 14:00 horas con tal objeto (¿?) tantos los empresarios como los trabajadores a
presentarse el día y horas indicados en las puertas de ingreso principal de los respectivos
fundos.
Se advierte a los empresarios que su falta de presentación oportuna para reanudar las faenas
será considerada como negativa a asumir sus funciones patronales y autorizara al
interventor para asumir la administración personalmente.
465
La Tribuna de Los Ángeles 4 de Diciembre de 1970
248
Se advierte a los trabajadores que su no presentación a las labores como plazo máximo a las
8:00 horas del día miércoles 13 del presente mes, podrá ser considerada como motivo
suficiente para caducar sus respectivos contratos de trabajo.
Los Ángeles, 8 de Enero de 1971. Hernán Chamorro Gutiérrez, Ingeniero Agrónomo de
CORA e interventor466
Al parecer esta medida no satisface a los actores, quienes no deponen la paralización
y toma de los predios, por el contrario endurecen las medidas de presión. Si en las
provincias de Malleco y Cautín, y también el Trapa Trapa las corridas de cerco
constituyeron un mecanismo efectivo de presión, ese papel lo cumple en este sector de Alto
Bío Bío el bloqueo de las vías de comunicación a través de la toma de puentes, estratégicos
para el acceso de vehículos de transporte de pasajeros y de carga.
Un grupo de aproximadamente 40 obreros agrícolas del fundo Bío Bío procedieron en la
mañana de ayer a tomarse el puente Huequecura, ubicado a 25 kilómetros al este de Santa
Bárbara. Durante las horas que está en sus manos la vía solo permitieron el paso del
microbús del recorrido los Ángeles – Bío Bío. Según informaron fuentes policiales peatones
y vehículos particulares no pudieron atravesarlo. La intendencia de la provincia adoptara
una determinación al respecto cuando hoy reciba un informe de carabineros de Santa
Bárbara.467
Dejando de lado por un momento las causas territoriales, culturales y económicas
que motivan en gran parte el movimiento de estos actores, es necesario referirse a una
experiencia transversal a todos los grupos sociales del Alto Bío Bío, situación que
veníamos adelantando desde el análisis del caso del Valle de Trapa Trapa. Me refiero a la
pobreza y marginación que sufren estos sectores, que enfrentan duras condiciones de vida
en un paraje aislado del país.
Las enfermedades contagiosas, como el sarampión, la difteria y pulmonares causan
generalmente muertes, de las que dan cuenta las “misiones médicas” que de tanto en tanto
visitan el sector, comprobando en carne propia las difíciles condiciones de vida, derivados
466
La Tribuna de Los Ángeles, “Notifico reanudación de faenas en fundos Ralco y San Miguel de la comuna
de Santa Bárbara”. 09 de Enero de 1971 467
La Tribuna de Los Ángeles, “Se toman puente en camino público” Martes 6 de Enero de 1971
249
de los repetidos condicionamientos naturales: el factor climático y geográfico (aislamiento)
como sociales, la pobreza:
Cuatro fueron los muertos por la epidemia de una enfermedad no especificada que afecto la
zona cordillerana en Santa Bárbara. Así lo comprobó un equipo sanitario de esa localidad
que realizo durante siete días una expedición a la cordillera. Luego de dos días de viaje de
ida, en vehículo y a caballo llegaron hasta el lugar de la comunidad indígena de Ralco
Lepoy, donde había sido denunciada la existencia de una epidemia varios días atrás. En una
de las casas fueron informados que habían sido ya sepultados 3 hijas de los dueños de casa:
las víctimas tenían 16, 13 y 12 años; en otra casa había muerto un niño de nueve años.
Según los antecedentes recogidos todo parece indicar que se trataría de una epidemia de
difteria, pero ello no se pudo constatar ya que no era de la partida algún médico que pudiera
certificarlo. Sin embargo por una semana 3 funcionarios sanitarios y dos carabineros
procedieron a vacunar a todos los vecinos más inmediatos de estas casas. En todo caso solo
se vacuno a más de un centenar aun cuando en este sector hay 1500 personas. Según
manifestaron los padres de las victimas no quisieron bajar a Santa Bárbara cuando se
enfermaron porque los dos días de viaje y los 800 centímetros de nieve y las horas a caballo
era muy difícil que resistieran sus agónicos hijos. Los expedicionarios se mostraron
sorprendidos por las inhóspitas condiciones de vida y el hambre que afecta a estos
lugareños mientras sus animales carecen también de pastoreo por los grandes mantos de
nieve. La expedición sanitaria solo partió hacia el lugar afectado por la epidemia varios días
después de conocida la noticia de algunas muertes debido a la falta de vehículos y
caballos468
.
La prensa se refiere al equipo medico como “expedicionarios”, quienes hablan lisa y
llanamente de “hambre” por la falta de pastura para el ganado, recurso en que se basa en
gran parte la alimentación del lugar. Esta experiencia se repite, en la visita efectuada con el
fin de dialogar con los movilizados, por el Intendente Wolff; quien recibe un comunicado
del medico del sector: “Según informaciones del facultativo la casi mayoría de los
trabajadores del fundo Ralco padece de tuberculosis y desnutrición”.469
468
La Tribuna de Los Ángeles, “Fueron cuatro los muertos en Santa Bárbara” 12 de Agosto de 1970 469
La Tribuna de Los Ángeles, 2 de Diciembre de 1970
250
También se le informa de la situación de la Escuela, servicio que se encuentra en
situación precaria:
En relación a la escuela esta se encuentra en pésimas condiciones materiales, el piso de
madera esta prácticamente podrido, lo mismo ocurre con las dependencias de los profesores
que imparten clases en el lugar a alumnos de primero hasta sexto año básico. A su regreso
el Intendente visito el local del reten de carabineros cuyos policías prestan ayuda al medico
que los días martes atiende la posta.470
En Octubre de 1971 parte una nueva misión sanitaria al área, con el fin de detectar
una posible epidemia:
Dos brigadas sanitarias partieron ayer a las 6 horas, para estudiar las causas que provocaron
el foco de epidemia en la zona de Ralco, presumiblemente seria sarampión.
A cargo de las dos brigadas esta el funcionario del servicio nacional de salud, Erasmo
Zavala, quien dirigirá las operaciones sanitarias inherentes.
Las brigadas partieron desde el punto base ubicado en el Fundo San Pedro y la primera se
dirige a la zona de Ralco, que comprende cinco zonas: Queñelon, Chenqueco, Lepoy,
Quepuca y Malla. La segunda atravesara el Queuco y se demorara dos días en llegar a la
zona de Cauñico, ubicada en el cajón del queuco para continuar posteriormente a Trapa
Trapa, otro sector donde hay también brote de epidemia.
Los informes proporcionados al director del hospital de Santa Bárbara, señalan que no
menos de 300 personas están afectadas por el virus. Los síntomas que presentan los
afectados son alta temperatura, hemorragia buconasal.
Las brigadas van premunidas de todos los elementos médicos necesarios para impedir la
propagación del virus hacia otros sectores y a la vez cuantificar a los afectados471
.
La situación que encuentra el equipo médico no es auspiciosa, provocando su airada
reacción ante lo que califican de “situación inhumana”
Los practicantes que fueron enviados por el servicio nacional de salud a la zona donde se
había detectado un posible foco de sarampión acusaron ante carabineros de Ralco al
subdelegado de Santa Bárbara por su poca colaboración y por no cumplir compromiso
470
La Tribuna de Los Ángeles, 2 de Diciembre de 1970 471
La Tribuna de Los Ángeles, “Por foco de epidemia brigadas sanitarias a Ralco” Viernes 12 de Octubre de
1971
251
contraído de conseguirles animales para trasladarse a la zona afectada, a consecuencia de su
estado de ebriedad.
En el informe evacuado, los funcionarios piden que se denuncie el hecho del cual quedo
constancia en carabineros de Ralco, al propio intendente para que tome medidas
correspondientes.
En el informe se señala que solo un caso de sarampión fue detectado por los dos
practicantes en la zona de las reducciones indígenas de Ralco Lepoy, Malla, Pitril y Trapa
Trapa.
Pero los practicantes dejan en claro que comprobaron que 400 personas entre niños y
adultos tenían síntomas de fiebre, bronquitis y amigdalitis.
Además comprobaron que la atención sanitaria en la alimentación especialmente de leche,
es deficiente, por no decir nula. Desde 1969 que no se vacuna a la población de estos
sectores cordilleranos; existen en un solo sector niños en edad preescolar 95 indígenas y 65
chilenos.
Con la poca cantidad de elementos sanitarios que les entrego el S.N.S se hizo lo que mas se
pudo. Solo 50 unidades de penicilina y 200 aspirinas para la atención medica de la
población de la zona de reducciones indígenas.
En Pitril comprobaron que había fallecido un niño a consecuencia de una bronconeumonia.
Se señala en el informe que es necesario que se distribuya leche para todos los menores de
las reducciones y si es posible harina, ya que el pan que consume la población es solo es
una mazamorra hecha con maíz.
Señala el informe que las condiciones en que vive la población indígena es subhumana que
las autoridades deberían tomar cartas en el asunto ya que son tan chilenos los habitantes de
esa zona como los que viven en el sector urbano de cualquier comuna472
.
El equipo medico comprueba la postergación y pauperización del sector,
especialmente el indígena, informa del hambre, la falta de alimentación, especialmente para
los niños. Se habla de “condiciones subhumanas”. Todos los beneficios del Estado Chileno
especialmente sus aparatos de protección social no existen aquí, es un mundo inhóspito,
duro y fronterizo. La paradoja emergente es: el Estado una vez tomó las tierras de la
sociedad pewenche, para luego negarles todos los beneficios que esta integración a Chile
hubiese poder tenido.
472
La Tribuna de Los Ángeles, “Denuncian falta de colaboración: Situación sanitaria inhumana en Ralco”
6 de Noviembre de 1971
252
Estas experiencias de vida (pobreza, enfermedad, hambre, etc), compartidas por
todos los sujetos del sector, impulsan la articulación al movimiento social y político que se
da a nivel macro en el país o sea, la reforma agraria, como forma de elevar el nivel de vida,
accediendo a los beneficios sociales, económicos y territoriales prometidos por este
programa. En este contexto se comprende la carta de la comunidad de Trapa Trapa, citada
en el apartado anterior, pidiendo al Gobierno mayor presencia y preocupación por los
habitantes y las tierras cordilleranas.
A estas alturas, y en otro nivel, el Ministerio de Agricultura del Gobierno y su
ministro Jacques Chonchol se encontraban instalados en Temuco por órdenes expresas del
Presidente Salvador Allende, con el fin de resolver las demandas y conflictos mapuche, que
articulaban a campesinos chilenos y obreros pobres; que generaban tomas y ocupaciones de
fundos; a través de la acción expropiativa de la Corporación de Reforma Agraria, proceso
que se conoce como el “Cautinazo” (1970 – 1972)473
, debido al plan de emergencia
elaborado para la provincia de Cautín. Este plan está orientado en líneas generales a
mejorar la calidad de vida de sus habitantes, debido a que constituye una provincia
estratégica para el Gobierno de la Unidad Popular por su relevancia en la producción
triguera nacional, por su cantidad de habitantes y por sus inequidades en la distribución de
ingresos y de acceso a bienes de consumo.474
Bengoa, al explicar el estallido de este proceso reivindicativo (tomas de terrenos) y
la respuesta del Estado, señala:
La conjunción de dos elementos, como son: el activismo extraparlamentario [se refiere al
accionar del Movimiento Campesino Revolucionario] (…), [y] cierta permisividad, un
473
Es interesante señalar la observación de Bengoa con respecto a este hecho, que tiene vigencia en el caso de
Alto Bío Bío: “El Cautinazo fue quizá la última batalla de los mapuches junto a los chilenos. Es fuerte
decirlo, pero es mi convicción creciente. Ahí aun se aposto a la “alianza obrero – campesina”, a la lucha
conjunta entre los chilenos por la revolución y el socialismo y los mapuches por recuperar su comunidad
ancestral. En el inconsciente colectivo indígena había la convicción de que la izquierda era capaz de entregar
espacios a la recuperación de su sociedad. Esta idea sucumbió con el Golpe de Estado. A partir de allí los
mapuches no creen en la buena voluntad de sectores chilenos, cada vez tienen menos fe en las alianzas y
confían más en sus propias decisiones. El ideal utópico del Consejo Comunal de Cunco, “mapuches y huincas
pobres, venceremos”, se fue agotando poco a poco”. Vid. BENGOA, J: Historia de un Conflicto. El Estado y
los Mapuches en el siglo XX p. 153. Luego de la Reforma Agraria; las relaciones entre Estado y el pueblo
Pewenche será negativa. A saber: Represión de dirigentes, hijuelación de comunidades a través del sistema
de propiedad individual, Construcción de Megaproyectos: expropiación (con un viraje radical de la vieja
concepción de función social de la propiedad que operaba en la reforma agraria) de tierras pewenche y
relocalización de comunidades. 474
CORREA, M; MOLINA, R; YÁÑEZ, N. Op. cit. p. 143
253
reblandecimiento de los aparatos represivos del Estado, una inhibición de la fuerza pública,
un momento de paralogización de los terratenientes, etc. Esa conjunción permitió que en el
plazo de un mes los mapuches se tomaran alrededor de 300.000 hectáreas (…) Es decir, que
en esa conjunción de activistas y permisividad estatal, salieron a relucir las querellas, los
antiguos conflictos que allí existían. De este modo, la falta de política del Estado frente a
este sector puede traer como consecuencia estallidos de esa naturaleza475
En el plan de contingencia se incluyen una serie de medidas para lograr el fin
anteriormente expuesto, medidas como:
[…] el mejoramiento de caminos, construcción de bodegas para cereales, fabricas de
cecinas y otras construcciones. En lo referente al agro se abrieron poderes compradores de
madera, para poner en marcha 50 aserraderos, y se implemento el plan de forestación de
4.800 hectáreas en convenio entre la Corporación de Reforestación y la Corporación de
Reforma Agraria.476
La actividad forestal tenía una importancia capital para el Ministro en su plan de
desarrollo rural; la que debía ser fomentada a través de diversos mecanismos. Quizás
imbuido en estas ideas decide intervenir directamente en el conflicto de Maderas Ralco,
haciendo una rápida visita a terreno para de dialogar directamente con los movilizados, que
aún conservaban la toma del puente y lograr poner en producción lo antes posible la
industria maderera.
Los trabajadores que se encontraban en poder del puente colgante Huequecura al interior de
la comuna de Santa Bárbara pusieron término a la obstrucción del viaducto luego de
sostener una entrevista en el mismo lugar del hecho con el ministro de Agricultura: Jacques
Chonchol.
La rápida gira de Chonchol al lugar del suceso fue encargada por el gobierno para lograr
una solución al problema creado por la toma del puente que impedía el transito a una
extensa zona cordillerana. El secretario de estado viajo desde Temuco en helicóptero,
llegando a Santa Bárbara exactamente a las 20:18 horas de ayer
475
FOERSTER, R: “Entrevista a José Bengoa en torno al plebiscito”, NUTRAM; Nº 4, Santiago, 1988.
Citado en TOLEDO, V: “La memoria de las tierras antiguas tocando a las puertas del derecho”. Revista de
Historia Social y de las Mentalidades, N° 1 (2007). pp. 81, 82. 476
Ibídem. p. 144
254
El gobierno pidió al ministro Chonchol que como condición previa a cualquier
entendimiento con los trabajadores pidiera el desalojo del viaducto. Según habría expresado
en la capital el ministro del interior José Tohá de no acatarse la orden de su colega
Chonchol por parte de los campesinos se ordenaría la concurrencia de la fuerza pública. La
medida no hubo necesidad de ser aplicada ya que luego de las conversaciones en las cuales
los trabajadores expusieron sus peticiones entre otras la aceleración del proceso del reforma
agraria, se logro un acuerdo consistente en la devolución del puente Huequecura.
Logrado el acuerdo el ministro Jacques Chonchol regreso inmediatamente a Temuco.477
Como señala Correa, este tipo de medidas de diálogo, directo se encuentran
enmarcadas en una estrategia del gobierno, con el fin de mantener el orden en el proceso,
con miras a dos objetivos, pues aun no había sido aprobada la Ley Indígena del gobierno:
“Responder a la demanda mapuche dentro de la legalidad vigente y conforme a las
prioridades establecidas por la política gubernamental; y, además crear condiciones para
avanzar en el proceso de expropiación y lograr la puesta en producción de los campos del
sector reformado”.478
Para lo que se utilizaron acciones de disuasivas ante las comunidades mapuche
como el dialogo directo, estrategia que inaugura en el área de estudio el Intendente
Federico Wolff en visita antes citada y que es repetida por el ministro Chonchol quien
además amenaza con la utilización de la fuerza pública. Cabe destacar que el intendente
Wolff continuara con la estrategia de diálogo y recopilación de antecedentes de las
problemáticas de los sectores involucrados hasta la total expropiación de los bienes de
Maderas Ralco S.A
Chonchol, reforzando el diálogo, se reúne con la parte patronal y un representante
de los trabajadores con el fin de reanudar faenas a más tardar el 29 de Enero de 1971 479
La lucha por los predios de Maderas Ralco S.A tiene resultados positivos, ya que el
24 de Febrero de 1971, la Corporación de Reforma Agraria en sesión de consejo nacional
celebrada en la Intendencia de Bío Bío bajo la presidencia del ministro de Agricultura
Jacques Chonchol Chait, se expropian los predios: “Pitrilon o Bajo Pitrilon, Pitril, Porción
477
La Tribuna de Los Ángeles, “Entregaron puente Huequecura, Chonchol vino a Bío Bío” 27 de Enero de
1971 478
CORREA, M; MOLINA, R; YÁÑEZ, N. Op. cit. p. 153 479
La Tribuna de Los Ángeles, 29 de Enero de 1971
255
poniente y norponiente del fundo Bío Bío, Ex Callaqui y porción de aproximadamente
2.200 has que eran parte del fundo Bío Bío Ex Callaqui. De la comuna de Santa
Bárbara”480
Estos constituyen la mayoría de fundos bajo propiedad de Maderas Ralco S.A.,
exceptuando el fundo Ralco que no es expropiado. Estos acuerdos fueron individualizados
por la Corporación de Reforma Agraria en su consejo Nº 253, bajo la causal establecida por
el artículo 6º de la ley 16.640, inscritos el año 1964 a nombre de Maderas Ralco, Sociedad
Anónima.481
El artículo 6º de la ley 16.640 señala:
Son expropiables los predios rústicos de que sean propietarias o copropietarias personas
jurídicas de derecho público o privado, salvo las excepciones expresamente establecidas en
la presente ley. Exceptúense igualmente todos aquellos que pertenezcan a cooperativas
campesinas y de reforma agraria que cumplan los requisitos establecidos en el
Reglamento.482
En cuanto al predio San Miguel de Callaqui, demandado por la Comunidad del
mismo nombre este es expropiado el 6 de Mayo de 1971 en sesión realizada por el Consejo
de la Reforma Agraria en Osorno483
La causal es el artículo 4º de la ley 16.640: “Son
expropiables los predios rústicos que se encuentren abandonados y los que estén mal
explotados”.
Este extenso territorio es organizado en un asentamiento conjunto entre obreros y
pehuenches, que como se señalaba el acápite anterior de la investigación, es la medida
utilizada en el área por el Gobierno. El problema para los trabajadores de Maderas Ralco
consiste en que la industria en si (su maquinaria y recinto) aun no ha sido expropiada, solo
los predios explotados por el complejo maderero; lo que imposibilita su puesta en
producción. Para los obreros persisten los problemas económicos derivados del salario que
no reciben, lo cual los lleva a tomar la industria forestal y ponerla a producir por su cuenta.
86 obreros pertenecientes a la sociedad agrícola de la reforma agraria del proasentamiento
“Bío Bío” de la ex hacienda Ralco se apoderaron ayer según reza el parte policial de dos
camiones, dos tractores, una motosierra y un banco aserrador. La información oficial de este
hecho agrega que esta maquinaria fue puesta de inmediata al servicio por los citados
480
La Tribuna de Los Ángeles 25 de Febrero de 1971 481
CORREA, M, MOLINA, R. Op. cit. p. 57 482
Ley de Reforma Agraria 16.640. Articulo 6. p. 6 483
La Tribuna de Los Ángeles, 7 de Mayo de 1971
256
obreros con el objeto – según dijeron – de que se administre una inmediata solución a sus
problemas económicos.
La medida tomada por estos obreros fue hecha sin consultar previamente al representante de
la Corporación de la reforma agraria en Ralco, Alberto Saravia.484
El gobierno inicia gestiones de compra de la industria, para formar un complejo
mixto con CORFO, mientras tanto los obreros han tomado el predio donde esta se
encuentra instalada. Como informa la prensa:
Hoy es el día final para llegar a un acuerdo en la compra de la industria Ralco. Como se ha
informado, los obreros de esta industria se tomaron el fundo Bío Bío y ocuparon el
establecimiento industrial. El predio esta expropiado, pero no así la industria. Se pretende
formar una industria mixta con la CORFO para la explotación de la madera. La firma Ralco
cobraba precios subidos por los productos elaborados. La intendencia señala que Tomas
Balaguer del grupo forestal, manifestó que se está negociando para establecer un precio
conveniente para el Estado en la adquisición de la industria. De no llegarse a un acuerdo
racional por parte de Ralco, la Industria será intervenida. Según la intendencia, esta forma
de operar seria una solución provisoria al problema laboral de la provincia”.485
La solución a estas problemáticas será entregada por el Intendente Wolff en diálogo
directo con todos los actores involucrados en el conflicto. Reunión efectuada en Los
Ángeles, de la que se pueden extraer los siguientes acuerdos, que marcan la política estatal
hacia el área486
:
1. Solución Integrativa: todos los actores serán reunidos y participaran bajo la
misma estructura de propiedad en el sector reformado: Asentamientos y
Cooperativas, no se diferenciaran los actores en colonos, obreros o pewenches.
Esta solución es válida para todo el sector de Alto Bío Bío
2. Complejo Industrial Ralco: Se informa la compra efectuada de por el Gobierno
de Maderas Ralco S.A. La industria quedara bajo la planificación de la CORFO y
484
La Tribuna de Los Ángeles, “Toma en Ralco”, Martes 4 de Mayo de 1971 485
La Tribuna de Los Ángeles, Martes 11 de Mayo de 1971, “Día D para Ralco” 486
Esta reunión se encuentra reproducida en La Tribuna de Los Ángeles, Jueves 27 de Mayo de 1971, “A la
vista solución de Ralco”
257
el Instituto Forestal, obreros formarían cooperativa, la que se encargaría de la
operación de la planta.
3. La planta maderera no explotaría los bosques “ya que los indígenas tienen
potestad sobre ellos”. La aparente contradicción de una maderera que no posee
recursos para explotar se soluciona con la compra de madera directamente a las
comunidades.
4. Las cooperativas y asentamientos estarán orientados a la explotación forestal, con
reforestación y también a la ganadería.
Ante las dudas la comunidad de Ralco Lepoy, en lo referente a la explotación de
bosques de Araucarias, dudas legítimas debido a que el fundo Ralco, tierras por cuales la
comunidad se ha movilizado, no ha sido aun expropiado, el intendente debe explicar en
detalle el funcionamiento de la actividad:
Wolff manifestó que la CORA no tenia esas intenciones y que el planteamiento formulado a
los indígenas es distinto, (¿…?) manifestó que se (¿…?) a la formación de una cooperativa
conjunta entre indígenas y colonos, y dentro de las actividades de dicha Cooperativa,
también conectada con el complejo industrial, se seleccionarían determinados sectores de
pinos araucarias, previo acuerdo con los indígenas de la reducción ya que ellos tienen
potestad sobre estos bosques.
También se le solicitaría la autorización del servicio agrícola y ganadero, ya que está
vigente decreto emanado del ministerio de agricultura, en el año anterior en que se
estipulaba que se prohibía el corte indiscriminado de araucarias por encontrarse esta especie
autóctona en vías de extinguirse”487
Este plan de manejo de los bosques de araucarias sugerido por el Intendente nunca
se llevaría a cabo. El fundo Ralco, debido en gran parte a la resistencia de las comunidades
de Quepuca y Lepoy a cualquier tipo de explotación forestal del mismo, es declarado en
1972 Parque Nacional en virtud de la ley Nº 17.699488
, lo que detiene cualquier tipo de
actividad forestal en el lugar y permite a las comunidades el uso de las importantes
veranadas y pinalerias.
487
La Tribuna, Martes 10 de Agosto de 1971, “CORA no explotara los pinos en Ralco”. 488
CORREA, M; MOLINA, R. Op. cit. p. 102
258
Analizando en profundidad este caso de estudio referido a los grupos sociales que
ocupan los predios de Maderas Ralco S.A, los actores identificables corresponden al grupo
pewenche, con ocupación histórica ancestral y el grupo obrero forestal chileno, que arriba a
la zona desde mediados del siglo XX, debido al boom maderero; este grupo posee un
carácter más moderno en sus relaciones laborales, pues participan de un proceso productivo
industrial, con ciertos roles al interior de la fabrica e ingresos en salario. Esto no quiere
decir que la diferencia entre estos sectores fuese rígida, pues existen obreros que pertenecen
a comunidades como Callaqui o Ralco, que por tanto pueden haberse convertido en
vehículos de comunicación entre los dos grupos; aprendiendo además el discurso y las
demandas de corte obrero489
.
Si en las provincias de Malleco y Cautín, las comunidades mapuches participan del
trabajo de los fundos agrícolas en calidad de afuerinos o trabajadores estacionales, algo
similar puede haber ocurrido en Alto Bío Bío reemplazándose el latifundio agrícola por el
polo económico y laboral de la zona, el aserradero o Maderera Ralco
Los grupos mencionados, como se ha visto, poseen demandas divergentes que no
entran en contradicción y otras, comunes. Con la llegada de la explotación forestal nativa,
las comunidades pehuenches ribereñas del Bío Bío comienzan con el proceso de defensa,
tanto de la usurpación de tierras efectuada por Maderas Ralco, la que en primera instancia
promueve la separación del recurso tierra y el recurso forestal. Como señala la memoria
histórica de la Comunidad de Callaqui, Dionisio González, accionista de Maderas Ralco
S.A expresaba: “Yo no los he molestado a ustedes hermanos mapuches, yo necesito la pura
madera, el terreno va a quedar igual para ustedes”490
Esta división es imposible para las
comunidades pehuenches, quienes por motivos económicos, de subsistencia y simbólico
culturales, necesitan del pewenentu, concentrados en las veranadas, para reproducir su
forma de subsistencia, su modo de vida, en definitiva, su cultura. Esto lleva a los grupos
pewenche ribereños del Bío Bío, a luchar por sus tierras impulsados en esta coyuntura por
la posibilidad de corte total del pewen (pues desde inicios del siglo XX están luchando por
489
“Algunos jefes de familia trabajan como obreros en la Firma Maderera Ralco, los cuales quedan distantes
unos 3 km de la reducción Callaqui” En: AGAI. “Remite Informe de Censo Indígena que indica, N° 379” 24
de Marzo de 1969 490
José Pedro Paine, 6 de Abril de 1992
259
el reconocimiento de sus territorios y limites), comunicándose directamente con el Estado,
entrando en conflicto con la Empresa.
Para los obreros forestales, la industria y la actividad forestal constituyen la única
fuente segura y primaria de remuneración, quizás complementada con la crianza de
animales u otras actividades agrícolas. El conflicto entablado entre el empleador de los
obreros y las comunidades paraliza la actividad regularmente, lo que involucra el cese de
pagos, y según la documentación, la paga generalmente era atrasada. Esto sumando a la
constante situación de pobreza y marginación, experiencia transversal para todos los grupos
sociales en del área, en conjunción con el proceso mayor de Reforma Agraria, fomentado
desde arriba y desde abajo (tomas de fundos y de industrias en el país) los llevan a exigir la
aplicación de reforma agraria.
Este proceso de presión pro aplicación hace entrar en comunicación a los dos
actores, quienes ven en sus demandas complementariedad, por lo que convergen en el
objetivo de lograr mejoras a su situación a través de la movilización para conseguir la
expropiación, que beneficiaria, tanto al obrero como al indígena. Esto es posible debido a
que los dos actores poseen demandas con un grado de divergencia. Las comunidades
pewenche orientan sus demandas hacia la tierra, su usurpación, la explotación de los
bosques de araucarias de las veranadas. Tierra que constituye la base económica y cultural
de este grupo. Los obreros forestales orientan sus demandas hacia objetivos económicos,
específicamente salariales por lo que desean controlar la forma y el medio con el que se
produce (industria). Las demandas se encuentran a distintos niveles, no como en el caso de
Trapa Trapa, donde los actores orientan su demanda hacia el mismo objetivo, la tierra: El
inquilino colono debido a su condición pequeño campesina y no asalariada y el grupo
pewenche debido a su matriz económica, cultural y a la conciencia del despojo territorial.
La forma de movilización es a través de la toma del centro productivo: industrias y
predios; además existe la toma de puentes y caminos complementado con la forma
tradicional de protesta pewenche: la comunicación directa con la autoridad gubernamental.
La respuesta del gobierno es integrativa, asentamientos y cooperativas compartidas,
lográndose durante el periodo que abarca el estudio los objetivos de los actores
movilizados. El pueblo pewenche consigue mantener a salvo sus tierras y bosques de
araucarias; y los obreros expropiar la industria y los predios.
260
Esta forma de integración nunca queda del todo clara, pues en 1973 el comité
indígena Nehuenteain Peñi de Callaqui, transformado a esos años en cooperativa, informa
al IDI a través del consejero indígena, que los problemas de delimitación y demarcación de
tierras, de explotación de la riqueza forestal ahora con CONAF no han sido solucionados e
incluso se han profundizado. La organización de la cooperativa no ha logrado solucionar
los problemas que tenían la comunidad pewenche de Callaqui por falta de acción práctica
del gobierno, de apoyo a la puesta en marcha de los asentamientos y cooperativas. La
unidad popular no tendrá tiempo de seguir soportando este proceso pues a esta altura (1973)
se encontraba en su recta final como gobierno.
Los campesinos de la cooperativa de producción Nehuentain Peñi Ltda., de la Comuna de
Santa Bárbara vienen a solicitar y exponer lo sig.:
Nuestra cooperativa se formo con tierras que tenia nuestra Comunidad Callaqui y
posteriormente ampliada con tierras que nos entrego la Corporación de la Reforma Agraria,
haciendo un total de 2500 has. Aproximadamente.
Nuestras tierras siempre han tenido problemas jurídicos por no contar con títulos algunos y
en este momento nuestros problemas se han profundizado mayormente. Es por eso que nos
dirigimos a Ud. como Director y al Jefe del Programa de Ampliación y Ordenamiento de la
Propiedad Indígena para que nos den atención jurídica y ordene levantamientos
topográficos y fijación de límites, ya que tenemos problemas particulares e incluso con
CONAF, el que actualmente nos quiere arrebatar la mayor parte de nuestras riquezas
forestales.
Compañero Director no queremos tener respuesta negativa de parte de usted como ya las
hemos tenido con el Compañero Aucapan y Alcides Martínez, pues ellos han conocido
nuestros problemas en el terreno mismo y no han dado respuestas algunas. Es por eso que
nuevamente dirigimos a Ud. a través del compañero consejero Consejero Campesino del
IDI Pedro Pichinao, quien nos visito y nos entrego las orientaciones pertinentes.
Sin otro particular le saluda Atte.
Cooperativa Nehuenteain Peñi491
El logro de estos objetivos esta enlazado al interés específico del Gobierno de la
época en el fomento de la actividad silvícola, que queda de manifiesto en el plan para
491
AGAI, “Al señor director del instituto de desarrollo indígena sede Temuco” 7 de Julio de 1973
261
Cautín, por lo que las presiones efectuadas tienen pronta respuesta pues involucran un área
de gran potencial forestal, considerada sensible y estratégica económicamente.
El caso de las comunidades de Callaqui, Ralco y los obreros forestales nos remite a
otro extremo del eje, ejemplifica una relación de alianzas estratégicas y dialogo entre
actores de raigambre chilena y pewenche.
Para finalizar, se presenta un cuadro de la acción de la CORA y el gobierno de
Allende en cuanto a la expropiación de grandes propiedades en Alto Bío Bío, en el que se
aprecia que no aparecen los predios correspondientes al Fundo Queuco, Trapa y San
Miguel de Callaqui (en su totalidad) pues si bien fueron expropiados por la Unidad Popular,
su expropiación fue revocada posteriormente por el Gobierno Militar; las siguientes cifras
se basan en los predios que no fueron devueltos por la dictadura del general Augusto
Pinochet, entregándose en la década del 80 a ex trabajadores de la Firma Ralco , a
inquilinos de Guayali – Los Guindos y en hijuelas de propiedad individual a los jefes de
familia de las comunidades de Pitril, Callaqui y Ralco.
Cuadro N° 19: Expropiaciones Reforma Agraria en Alto Bío Bío
Nombre del Predio Superficie Há. Hijuelas N º Jefe Familia N º
Hijuela N º 1
Guayali
18.383,29 84 33
Fundo Pitrilon o
Bajo Pitrilon
487,21 21 20
Porción Poniente y
Norponiente Fundo
Bío Bío
969,31 183 149
Fundo Pitril 10.662,38 32 53
Andrés Gallina 2.479,91 31 48
Porción de Aprox.
2.200 hectáreas Fdo.
Bío Bío Ex Callaqui
2.083,00 51 50
San Miguel de
Callaqui Sector
Colluco
4.107,79 46 68
Fundo Ralco Sector
Lepoy (vega Ralco)
5.890,24 242 172
Fundo Ralco sector
Quepuca
11.710,07 175 135
TOTAL 56.773,20 815 728
262
Fuente: AGAI, Predios Fiscales traspasados al Instituto de Desarrollo Agropecuario, para
su división y adjudicación a Indígenas (Art. 25, Ley 17.729, modificados por los Decretos
Leyes N º s 2.568 y 2.750, ambos de 1979), 1990.
263
CONCLUSIONES.
En nuestro extenso seguimiento y análisis de la trayectoria de las comunidades
pewenche de Alto Bío Bío hemos podido dar cuenta de que cuentan con una identidad
clara, activa, rearticulada y sobrepuesta al abrupto quiebre de su sociedad autónoma.
Identidad que se expresa por ejemplo en la mantención del chedungu, la panoplia religiosa
del nguillatun, el panteón de divinidades que derivan de Chao Ngenechen, diversas técnicas
de producción de bienes y accesorios, el profundo mundo simbolico que se expresa en los
ñitrim de los textiles. Este proceso de rearticulación, de creación de un espacio comunitario
adaptado al lugar y la legalidad que concede el Estado chileno involucra adaptaciones en el
seno de la matriz sociocultural autónoma del grupo ahora indígena: étnico. Se adoptan
elementos que forman parte del aparato cultural campesino chileno como formas de cultivo,
semillas, festividades, formas de trabajo (medierías). Económicamente ahora se depende
más de los circuitos chilenos para la compra y la venta, pero por el aislamiento esta
situación es aminorada produciéndose más para subsistir en la pobreza que para vender.
Otras prácticas se suprimen en parte como la justicia derivada del lov, ahora desplazada a
los aparatos judiciales chilenos, la familia poligínica, y es posible que muchas otras no
detectadas por nuestro trabajo.
Algunas prácticas se adaptan como la vieja vida trashumante, ahora confinada a un
circuito de blom – mawida dentro de los límites de la reducción, algunas se mantienen
como la recolección del pewen. Estas dinámicas de cambios y continuidades son parte de la
trayectoria de cualquier grupo humano, pero a nuestro parecer lo que identifica a las
llamadas comunidades pewenche es la búsqueda activa de herramientas que les permitan
mantener o defender este espacio, esta manera de vida, el circulo interno donde la distancia
no importa: el kiñepiwkewen esta hermosa palabra que expresa: “un solo corazón
compartido”.
Por ejemplo, la búsqueda por educación de corte occidental expresa la necesidad de
conocer los códigos chilenos para poder comunicarse y relacionarse de mejor manera con la
gran sociedad que los engloba, los constantes esfuerzos por conseguir titulo de merced, una
defensa legal de este espacio que no todas las comunidades lograron, pero todas buscaron.
Lo anterior no quiere decir que los grupos pewenche articularon de manera
armónica, sin dificultades este nuevo espacio comunitario, porque como hemos visto:
264
generó una serie de roces y conflictos tanto internos entre familias: segmentos por el
reparto de los reducidos retazos de territorio; comunidades que se esciden y fragmentan en
otras más pequeñas; como externos con dueños de las grandes propiedades agrícolas y con
los inquilino colonos que fueron migrado paulatinamente durante el siglo XX hacia el
lugar. Si bien existieron relaciones entre estos actores: con el primero siempre adopto una
forma de resistencia legal, buscando y usando activamente los mecanismos derivados de las
sucesivas leyes indígenas enarboladas por los gobiernos chileno, con el segundo relaciones
de índole económica, de medierías, arriendos, siendo siempre la distancia étnica un
catalizador de las odiosidades y roces cotidianos.
Aunque el inquilino colono hubiese adoptado muchos elementos del aparato cultural
pewenche: recolección del pewen, ocupación estacional de sus predios (invernada –
veranada) juegos como el palin, el no compartir lo que podríamos denominar ideología
pewenche los partía dejándolos cada uno a un lado de una frontera cultural desarrollada
desde los primeros contactos492
. También la competencia entre grupos humanos por el
control de recursos escasos: lugares económicamente importantes: veranadas y las mejores
tierras para la siembra cumplían con aumentar la magnitud de los conflictos. Para el
pewenche siempre existió la conciencia del engaño y de la usurpación efectuada por los
ahora vecinos wingka, por lo que siempre esta latiendo aquel resquemor, canalizado
también bajo sucesivas demandas a los juzgados de indios. Desde este espacio de la
comunidad, desde este lugar seguro donde resiste el modo de vida pewenche, los
comuneros se lanzan a la recuperación del territorio ancestral, ocupando al brazo político
por excelencia: el longko y su secretario dupla que bajo el nuevo contexto subalterno debía
tener otras habilidades como conocer la institucionalidad chilena, el idioma español, tener
contacto con las ciudades.
492
Podemos agregar que el Estado tambien las concibe como distintas (legalmente a lo menos), aportanto a la
diferenciacion etnica. Me permito una reflexión desarrollada durante la investigación: Lo étnico es un
concepto relacional, depende de una red de relaciones en donde los grupos humanos son concebidos como
diferentes por otros grupos. Depende de cómo se describa internamente el grupo (autoadscripcion) pero
tambien como es considerado por los otros actores dentro de la red (heteroadscripción). Claramente existe en
nuestro caso una historicidad de que por si hace diferente a los grupos pewenche del resto procesos que se
cristalizan en la creación de la “comunidad pewenche indigena” indigena en el sentido de estar bajo soberanía
de un Estado y sociedad mayor. Esta diferencia se desarrolla y reafirma en las interacciones de estas con los
actores wingka (Estado, Dueños de grandes propiedades, inquilinos, obreros) durante el periodo de nuestro
estudio.
265
Bajo la coyuntura de Reforma Agraria y el arribo contemporáneo a este espacio de
otros actores como las empresas madereras que desplazan en parte a los viejos fundos
agrícolas, las comunidades estudiadas empreden acciones de defensa y recuperación directa
del espacio comunitario y del espacio considerado como usurpado. Estalló la situación
creada en el siglo XIX con el avance de las fronteras efectuado por los Estados Chileno -
Argentino. Las demandas eran claras: devolución de tierras usurpadas, educación, créditos
para producir, acceso a los beneficios sociales del Estado, fin a la explotación irracional del
Pewenentu, expulsión de los colonos inquilinos. Eran peticiones canalizadas a través de la
creación de nuevas organizaciones como los comités campesinos y las cooperativas,
expresándose a generalmente a través de cartas a las autoridades y periódico local: se pasa
del contacto directo, oral de los primeros longko con las autoridades: el tiempo de los
periplos hacia el Intendente, La Moneda, el juzgado de indios; al manejo de la
comunicación escrita, reflejo de la nueva época, iniciada en la década del sesenta.
Las estrategias para lograr estos objetivos fueron distintas por las razones ya
señaladas en el transcurso de nuestra investigación, algunos grupos entraron en choque
directo y violento con otros actores del área; otros buscaron o fueron buscados para una
política de alianzas estratégicas. El asunto importante es que se movilizaron fuertemente,
incluyendo tomas de caminos, faenas, fundos y escuelas. La respuesta del gobierno al cual
le toco solucionar esta problemática: La Unidad Popular presidida por Salvador Allende fue
favorable debido al nuevo trato implementado por su programa al “Problema Mapuche”, la
aprobación de una nueva ley indígena con la misión expresa de restituir territorios y a la
presión efectuada en la zona de la Araucanía por las comunidades nguluche, entonces no se
podía permitir abrir otro flanco de conflicto étnico en la serranía de las cabeceras del Bío
Bío, zona de larga conflictividad para el Estado Chileno, recordemos: Ranquil (1934).
Las comunidades pewenche consiguieron sus objetivos, fueron expropiadas la gran
mayoría de grandes propiedades silvoagropecuariasy se prohibió la tala de Pewen mediante
decreto supremo. Ahora, este proceso de reordenamiento de la propiedad en el área de
nuestro estudio, con la creación de asentamientos y otras formas para organizar su
producción quedo limitada debido a lo tardío de su puesta en práctica (1972), y ya en 1973
se vendría la “devolución” al decir de los actores, de la Dictadura militar, desmontando lo
logrado por el movimiento pewenche, e inaugurando una nueva etapa en las relaciones
266
entre Estado, sociedad chilena y comunidades indígenas del Alto Bío Bío. Este hecho
resalta que el pueblo pewenche y sus procesos están atados indefectiblemente al devenir del
Estado Nación en Chile, comentario que puede sonar de perogrullo, pero me parece
necesario reafirmar. La actuación activa de los grupos localizados pewenche durante el
proceso de Reforma Agraria nos demuestra que estas aisladas comunidades ya estaban
incluidas dentro del devenir general del país, aprovechando estas instancias conflictivas
para lograr reivindicaciones. A esta altura, la “comunidad” aquella forzada forma de
organización de origen decimonónico precipitada por la violenta interaccion con la
“Republica de Chile” esta activa, ya adoptada y adaptada al contexto de minoría étnica;
con muchos problemas (pauperización económica, social) pero con capacidad de accionar
político a través de sus longko y dirigentes de otras organizaciones novedosas (comités
indígenas).
Creemos haber logrado los objetivos planteados por nuestra investigación; y nuestra
hipótesis de trabajo: “Los grupos pewenche de Alto Bío Bío desplegaron una serie de
estrategias para adaptarse a la situación reduccional, integrando nuevos elementos
pertenecientes a la sociedad chilena y manteniendo prácticas socioculturales propias, lo
cual les permite configurarse como comunidad, espacio desde donde se levantaran
demandas reivindicativas de tipo territorial hacia el Estado Chileno” ha sido comprobada
por lo sintetizado en esta conclusión, y lo que hemos desarrollado durante el todo el
transcurso de nuestra investigación.
267
BIBLIOGRAFIA
TESTIMONIOS
- Juan Rosales, Ralco Lepoy
- Carmelo Levi, Quepuca Ralco
- Clementina Treca, Callaqui.
- Felidor Pereira, Butalelbun
- Manuel Jesús Tranamil, Trapa Trapa
- Domingo Tranamil, Trapa Trapa
- Ángel Ancanao, Ralko Lepoy
- Leoncio Levio, Guayali
ARCHIVOS Y FUENTES
Archivos:
AGAI (Archivo General de Asuntos Indígenas Temuco), Expediente Nº 2835, José “Titulo de Merced
Anselmo Pavian”, 1919
AGAI, Expediente N° 2834, “Titulo de Merced Antonio Marihuan”
AGAI, Expediente Nº 2874, “Titulo de Merced Antonio Canío”
AHNM (Archivo Histórico Nacional Miraflores. Santiago) Intendencia de Bío Bío, 1900 – 1945
BN (Biblioteca Nacional, Santiago) Periódicos de la ciudad de Los Ángeles.
Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Censo 1940
Instituto Nacional de Estadísticas (INE), XII Censo General de la Población y la Vivienda. 1952
Fuentes Hemerográficas / Periódicos y Revistas:
Periódico La Tribuna de los Ángeles, 1950-1980
Periódico El Siglo de los Ángeles, 1900 – 1936
Fuentes Impresas:
Adriazola, Marcelo; Canales José: La Cultura desde los Kimche “De la resistencia oral a la
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ANEXOS.
1. Distribución aproximada de las propiedades posterior a la incursión militar en Alto
Bío Bío (1880 – 1920)
Número Nombre Propiedad
1 Fundo Lengas de Trapa
2 Merced Indígena Antonio Canio, TrapaTrapa
3 Fundo Trapa
4 Merced Indígena Antonio Marihuan, MallaMalla
5 Fundo Queuco
6 Trompelhueno
7 Merced Indígena José Anselmo Pavian, Cauñicu
8 Fundo Queuco o Rañilhueno
9 Fundo Pitril
10 Agrupación Indígena Andrés Gallina
11 Fundo Callaqui
12 Fundo Quillaileo
13 Fundo Ralco
14 Fundo Guayalí
276
4. Documentos.
Informes del funcionario de Ministerio de Tierras y Colonización, Manuel Araneda
sobre la situación de Alto Bio Bio entre 1968 - 1970
Oficina de Tierras y Bienes Nacionales de Concepción.
REF: Informe comisión de problemas indígenas existentes en Fundos Queuco y Ralco,
provincia del Bío Bío.
N° 16.
Concepcion, 13 de Enero, 1969.
SEÑOR DIRECTOR:
En cumplimiento a lo ordenado por Ud y relación a lo solicitado por el señor Ministro de
Tierras y Colonización, en el sentido de que me trasladara a la zona denominado y Queuco
y Ralco de la comuna de Santa Barbara, departamento de la Laja, provincia del Bio Bio a
objeto de informar y solucionar cuando ello fuera posible situaciones litigiosas,
ocupaciones arbitrarias, que en este lugar se producen entre indígenas, elementos de
colonos chilenos y firmas madereras, cumplese informar a ud lo siguiente:
Por disposición del señor intendente de la provincia del bio bio, el suscrito en esta
oportunidad , presidió una delegación de funcionarios formada por: un Agrónomo del
servicio Agrícola Ganadero, un inspector de la dirección de Asuntos Indígenas, un
promotor de Indap, y el subdelegado de Santa Bárbara.
Esta comisión inicio su cometido en el Fundo Queuco.
FUNDO QUEUCO: Gran parte de los terrenos que forman el fundo Queuco, de una
superficie aproximada a las 140.000 has, son de propiedad de los ciudadanos argentinos
denominados Luis y Carlos Jose Peretti y se encuentran inscritos a su nombre en el
Conservador de Bienes Raices de Los Ángeles a fjs. 412 N° 572 del año 1954. El resto
serian de propiedad de don Alberto Rioseco y se encuentran colidantes a lareduccion de
Trapa Trapa y colindantes a estos terrenos existen bajo el titulo de merced tres reducciones
indígenas y ellas son:
REDUCCION INDIGENA DE TRAPA TRAPA: Titulo de Merced N° 2874, superficie
8.340 has: caciques Pascual Paine y Colepi y Segundo Tranamil. De 636 habitantes
REDUCCION ANTONIO MARIHUAN: Superficie N° 3.444, titulo de merced N° 2884,
800 habitantes.
REDUCCION JOSE ANSELMO PAVIAN: Superficie 4134 has, Titulo de Merced N°
2835, 313 habitantes.
Los señores Peretti entregaron la Administracion del Fundo Queuco al señor Erich
Westermeyer Kuhl, quien procedió a arrendar en diferentes lotes de dicho fundo, los que en
total suman 16 arrendatarios con contrato. Pero estos a su vez han traido parientes y
amigos, todo lo cual hace que el fundo Queuco esta formado en la actualidad por pequeñas
unidades agrícolas ganaderas, igual cosa sucede con el predio de propiedad de Alberto
Rioseco, el que se encuentra en la actualidad en poder de sus ex inquilinos y de diferentes
mapuches.
Tanto los campesinos que ocupan los sectores del Fundo Queuco , de propiedad de los
señores Peretti y Rioseco, solicitan que el estado expropie dichos terrenos, para que
posteriormente lo sea otorgado las hijuelas que ocupan a titulo gratuito.
Estima el suscrito, salvo superior resolución que este problema debe enfrentarlo CORA.
En lo referente a la situación litigiosa existente entre los mapuche y la reducción de Trapa
Trapa, y los ex inquilinos del señor Alberto Rioseco, esta por su gravedad y animosisdad
que se ha creado entre inquilinos y mapuche, hizo que el suscrito interveniera en forma
directa, buscando una solución transitoria por lo menos, mientras la dirección de asuntos
indígenas, estudia a fondo el problema para encontrarle una solución definitiva a este.
SITUACION LITIGIOSA ENTRE REDUCCION DE TRAPA TRAPA Y EX
INQUILINOS DEL SEÑOR ALBERTO RIOSECO.
Colindante a los suelos de don Alberto Rioseco se encuentra la reducción Antonio Canio o
de Trapa Trapa, la que abarca una superficie de 8340 has, la que se encuentra comprendida
dentro de los siguientes deslindes:
NORTE: Terrenos de la propiedad de Don Alberto Rioseco.
ESTE: Republica Argentina
SUR Y OESTE: Terrenos de la propiedad de Jose Peretti y Alberto Rioseco.
Los suelos que forman esta reducción son altos de veranadas, aptos por lo tanto solo para
pastoreo de animales durante los meses de verano, y en lo que se refiere a la agricultura ella
es muy restringida, por las mismas razones climatéricas anteriormente expuestas
Todo esto hace, que debido a la mala calidad del terreno y el aumento demográfico en la
reducción, que los indígenas codicien suelos colindantes a ella, de mejores condiciones,
aumentado todo este problema por activistas políticos, que han llevado a una invasión a
veces violenta del predio de Alberto Rioseco, llegando hasta el extremo que el cacique
Tranamir, se traslado a vivir a las mismas casas de la administración de dicho fundo y
haciendo algo parecido otros indígenas dirigidos por el de los cuales se han ubicado
levantando sus ranchas al lado de 12 casas de ex inquilinos ocupantes del fundo.
De lo anteriormente informado puede Ud. Colegir que se trata de una acción planificada y
que en ninguna forma es producto de una mera casualidad.
Al llegar la comisión el problema mas grave que existía en ese sector era el cierre por parte
de los mapuches, de una veranada existente en el arroyo de Cochico, donde los indígenas
en una angostura que da acceso a la veranada, tienen establecido un puesto de vigilancia y
no dejan pasar a los colonos chilenos a pastar a los animales en estos suelos, la que en
ningún caso forman parte de la reducción de Trapa Trapa, sino que eran terrenos del fundo
del señor Rioseco
En una reunión que el suscrito tuvo con los colonos chilenos y los indígenas, el informante
en forma transitoria, y mientras la dirección de asuntos indígenas solucionaba el problema
en forma definitiva, propuso que se dividiera el pastoreo de esta veranada, quedando la
parte Este ocupada por los indígenas y la este ocupada por los colonos chilenos, este
acuerdo fue aceptado inmediatamente por los colonos, pero no asi en un principio por los
indígenas, pero después de largas discusiones, el cacique Tranamir acepto este arreglo.
La situación entre indígenas y colonos es tensa en esta zona, y de no darle una rápida
solución en el sentido de ampliar y limitar en forma definitiva la superficie a ocupar por la
reducción indígena de Trapa Trapa, pueden suceder hechos de violencia lamentables, por
cuanto esta situación, esta siendo aprovechada por elementos extremistas , los que
encuentran dadas las condiciones reinantes, amplio campo para sus actividades
SOLUCIONES PROPUESTAS POR EL SUSCRITO
1. Que la dirección de asuntos indígenas envie un topógrafo a terminar el replanteo de
la Reduccion de Trapa Trapa, para determinar en el terreno mismo, los deslindes
señalados en el titulo de Merced.
2. Ir a un rápido estudio que permita ampliar la cabida de la reducción incorporando
suelos de mejor calidad agrícola ganadero
3. Dividir esta reducción en dos sectores: uno a cargo de Pascual Paine Colipi y otro a
cargo de Segundo Tranamil, debido a que estos dos caciques dirigen dos grupos
totalmente antagonicos entre ellos.
4. Recomiendo la conveniencia por razones de seguridad y soberanía que es
indispensable durante los meses de primavera y verano y parte de otoño se
establezca en la zona de Queuco una avanzada de Carabineros de Chile
En este informa no se refirió mayormente a las reducciones de Antonio Mariguan y
Anselmo Pavian, por cuanto ellos no tienen problemas graves, salvo en la primera
donde también es necesario hacer un replanteo de sus l ineas y estudiar asi mismo
una ampliación de cabida a objeto de dotarlas de terreno de mejor calidad.
FUNDO RALCO.
De la propiedad de la firma Ralco S.A inscrita a su nombre a fjs. 127 vta. N° 156 del
Registro de propiedades del año 1954, en el conservador de bienes raíces de los angeles,
plano protocolizado en esta misma notaria, conteniendo una superficie de 28.583 has.
Pasare a informar a usted los problemas que tiene la firma RALCO S.A, propietaria del
Fundo Ralco y Pitril, con las reducciones indígenas de Andres Gallina, sin titulo de merced
, y con la reducción indígena también sin titulo de merced, denominada Callaqui, y del
litigio que tiene esta misma firma con la reducción indígena denominada Ralco Pool (sic),
por la explotación de Bosques de Pino Araucaria existentes en terrenos de dicha reducción
indígena los considera de propiedad tanto por ocupación como por tradición.
RALCO- REDUCCION CALLAQUI Y REDUCCION GALLINA
La causa principal de los conflictos de estas reducciones con Ralco S.A se han debido al
pastoreo por parte de las primeras de las veranadas de propiedad de esta firma y
últimamente también porque los indígenas Andres Gallina no han permitido a la firma que
retire unos trozos de coigue que esta tiene cortado en la ribera del rio pangue, como
tampoco a continuar la explotación de la misma madera
El suscrito consiguió del señor Dionisio Gonzalez , Gerente de la firma que permitiera a los
indios de estas reducciones a pastorear a sus animales en los terrenos altos de veranadas
que se encuentran en los fundos “Pitril” y “Ralco”, de propiedad de esta ultima y estableció
en reunión con los indígenas, un limite de pastoreo entre ambas reducciones, que seria el
rio Pangue. Vale decir que la reducción de Andres Gallina, pastorearía sus animales al norte
del Rio Pangue y los de la reducción Callaqui, al Sur del Rio Pangue; este acuerdo fue
aceptado por los indígenas de la Reduccion callaqui , pero no asi por la reducción Gallina,
los cuales porfiadamente quieren pasar al otro lado del Pangue, en circunstancias que es
tradicionalmente este es el deslinde que ambas tribus tenían como zona de pastoreo.
En lo que respecta a la oposición de la explotación de madera coigue que hace la Reduccion
de Andres Gallina, considero que lo ya derribado y en calidad de trozo, debe permitírsele
ser elaborado a la firma. En lo que se refiere a la continuación de la explotación de árbol en
pie, esta debe ser controlada por la Direccion de Bosques, a objeto que ella indique que
arboles son suceptibles de ser derribados para su elaboración.
En cuanto al derecho de propiedad, que estos indígenas pueden tener a estos bosques que se
encuentran en la ribera Norte del Pangue, el suscrito estima que no tienen ninguno por
cuanto este sector se encuentra muy alejado de la reducción de Andres Gallina, tanto en
distancia como en acceso topográfico, debido a que los separa una cordillera que divide el
Valle del Queuco con el Valle del Pangue.
SOLUCIONES PROPUESTAS POR EL SUSCRITO.
1. Que en atención a la autorización otorgada por el señor Dionisio Gonzalez, Gerente
de la firma Ralco Petril, sus indígenas pastorean sus animales en la veranada de esta
firma, pero respetando los deslindes anteriormente expresados, o sea el rio Pangue
como deslinde entre ambas tribus.
2. Que se le preste a la firma la protección y la ayuda asi fuera necesaria de
carabineros para que pueda faenar los trozos de coigue que ya tiene cortados
3. Que la dirección de bosques efectue un estudio de bosques de coigue en ese sector
y determine en base a una marca de la del tipo martillo, que arboles son suceptibles
de ser explotados, única forma de proteger el bosque de una explotación
indiscriminada y solo con una finalidad de lucro.
RALCO Y REDUCCION INDIGENA SIN TITULO DE MERCED.
Para formarse un juicio critico de esta actualidad litigiosa, que vive la firma ralco con la
reducción indígena sin titulo de merced, Ralco Pool que se encuentra ubicada en terrenos
que ampara la inscripción de la propiedad del fundo Ralco , inscrito a fs. 127 vta. N° 126
del registro de propiedades del año 1954, hay que hacer un poco de historia.
El año 1881 en las postrimerías de la guerra araucana y posiblemente producto de ella
misma, don Rafael Anguita efectuo compras de terrenos a los caciques Huincaman, Marro,
Paillaman, Calbuman, Leica, Neutriman, Huinenman y Leuteman, según escritura otorgada
en Mulchen el 1 de Marzo de 1881, ante el notario don Pascual Segundo Figueroa, la cual
se encuentra inscrita en el conservador de bienes raíces de los Angeles a fs 38 N° 52 . La
segunda compra la efectuo el Señor Anguita el 2 deAbril del mismo año, comprando otras
acciones y derechos sobre los mismos terrenos de los indígenas caciques Manqueman y
otros. Cuya inscripción rola a fs 41 N° 56 del año 1881 del Registro del propiedad del
conservador de biens raíces . Ambas inscripciones se hicieron en conformidad al articulo 58
del reglamento de bienes raíces . Esta venta o cesion de derechos también fue efectuada en
Mulchen. Desde la fecha de esta compra 1881 hast a el año 1964, donde pasaron a
pertenecer a la firma Ralco S.A los indígenas vivieron tranquilos en terrenos que ellos
seguían considerándose dueños y únicos poseedores y todo ello debido a las siguientes
circunstancias.
La reducción indígena se encuentra ubicada dentro de los siguientes deslindes.
Norte: Estero Busy
Este: Rio Ralco.
Sur: rio Ralco y parte del Rio Bio Bio
Oeste: Volcan Callaqui y cerros que forman sus estribaciones.
Estos deslindes hacen que todo el sector donde se encuentra la Reduccion quedan
prácticamente aislados del resto de los terrenos de la Ralco S.A.
La firma maderera inicio su explotación primero donde era mas fácil extraer la madera y
recién en el año 1966 empezo a construir un camino que pasando por paso Callaqui, le dio
acceso a unos bosques de Araucarias, que se encuentran en el sector “Las Mulas” y dentro
de los terrenos que la reducción consideraban de su propiedad, por cuanto constituyen la
veranada de los suelos de invernada que se encuentran ubicados en la confluencia del Ralco
con el Bio Bio (se acompaña plano explicativo de la ubicación de la reducción dentro del
fundo Ralco como asi mismo el sector con pino Araucaria)
Cuando se termino el camino a través del paso Callaqui, llegando a las Mulas y se quizo
iniciar la explotación del bosque araucaria, los indígenas se opusieron y se oponen en la
actualidad a todo trabajo maderero dentro de los que hoy ellos consideran su reducción; y
por lo tanto, propietarios de estos suelos que ellos desde tiempo inmemorial ocupan.
Estima el suscrito, que si bien es cierto, que estos terrenos se encuentran separados, dentro
de los deslindes generales del Fundo Ralco y por lo tanto ellos son de acuerdo con las leyes
actuales propiedad de Ralco S.A, tampoco no se puede desconocer por las razones antes
expuestas que los indígenas también tienen un derecho indiscutible sobre ellos, tanto por
ocupación como por tradición y por tanto al contrario del criterio de algunos, considero que
tenemos el deber de corregir pasadas injusticias que hicieron posible, que debido a los
odios y espíritu revanchista producto de la guerra de la araucania, se haya dispuestos de
numeroso grupo de familias indígenas, permitiendo que un particular se hiciera propietario
de una gran extensión de terreno como a quien se le entrega una encomienda indígena del
tiempo de la colonia, con el agravante que al menos los encomenderos tenían ciertas
obligaciones para sus siervos.
Todas estas razones el suscrito se las dio a conocer al gerente de la firma don Dionisio
Gonzalez y en base a esto propuse una formula de arreglo que permitiría crear en base a la
explotación de madera un fondo de capitalización para ser invertido en la misma reducción
y poder asi mejorar las condiciones socioeconómicas y culturales de 122 familias que hacen
un total de 788 indigenas.
La proposición propuesta la firma Ralco era la siguiente:
1. Que la explotación maderera de pino araucaria sea controlada técnicamente por la
dirección de bosques, quien a través de sus técnicos forestales, indique en el terreno
mismo que especie forestal es suceptible de ser explotada obligándolo a su vez a
reemplazar a través de una reforestación, los arboles derribados . Estas medidas, que
debían aplicarse en todas las reducciones indígenas, con o sin titulo de merced,
lograran preservar las especies forestales existentes en ellas y en especial el pino
araucaria, que además de su madera tener un alto precio en el mercado , proporciona
a través del piñon un alimento muy apetecido por el elemento indígena por sus
cualidades nutritivas.
2. Que la firma pague X suma de dinero cuyo monto puede determinar por un grupo
de técnicos por cada pulgada de madera de pino araucaria puesta en aserradero. El
dinero obtenido podrá ser administrado por la DIreccion de Asuntos indígenas e
INDAP. Como antecedente puedo manifestar al señor ministro que el valor de la
madera de pino araucaria puesta en aserradero fluctua entre los 2,5 a 2,8 y es
vendida una vez elaborada en el comercio a E° 15 la pulgada.
3. En la última entrevista que tuve en Santiago con don Dionisio y su hijo reunión a la
cual me acompaño el Director de Asuntos Indígenas don Rene Algandoña; la firma
Ralco a través de su gerente rechazo esta proposición, la cual la presenté con
aprobación y visto bueno del Intendente de Los Ángeles y de toda la Comisión que
me acompaño a la zona del Queuco y Ralco.
Las razones alegadas para este rechazo fueron que de aceptar Ralco S.A, tácitamente
reconocería un derecho a los indígenas, quienes dado su carácter pedirían cada año mas
y mas a la firma; ante estos argumentos y otros mas, el suscrito se encontró solo, por
cuanto seguramente debido al mejor conocimiento de los asuntos indígenas que posee el
señor director de esta institución, no conto tampoco con el apoyo en lo que se refiere a
la proposición de arreglo informada por el informante.
El gerente de la firma propuso de que ellos estarían dispuestos a proporcionar a los
indígenas los siguientes beneficios:
1° Dos quintales de harina por familia.
2° La prolongación del camino que pasa por el paso del Volcán Callaqui, hasta las casas
de la reducción.
3° La construcción de una escuela en esta reducción.
Ante eso, el suscrito estima lo siguiente:
a) Que Ralco S.A reconoce un derecho a los indígenas, a las tierras que ellos ocupan
porque sino en base a que les ofrece estos beneficios.
b) La escuela perfectamente la puede construir el estado.
c) Los dos quintales de harina por familia es un ofrecimiento paternalista.
d) El camino a través del paso del Volcán Callaqui solo es transitable única y
exclusivamente en los meses de verano o sea, que su construccion hasta las casas de
la reducción solo prestaría un beneficio temporal
REF: Informa problemas existentes en el fundo Trapa Trapa y Queuco . Provincia de Bio
Bio
Oficio N° 51
CONCEPCION, 26 de ENERO de 1970
SEÑOR MINISTRO:
En cumplimiento a lo ordenado por Ud. Telefónicamente me puse en contacto con el
Intendente de Bio Bio, Don Guillermo Diez, a objeto de efectuar las diligencias pertinentes
que me permitieran trasladarme en representación del Ministerio de Tierras y Colonización,
a la zona de Queuco y Trapa Trapa, escenario de violentos sucesos acaecidos el 1°de Enero
debido a un enfrentamiento armado entre colonos chilenos y miembros de la reducción
indigena de Trapa Trapa, dirigidos por el cacique José María Tranamil.
Estos sucesos pese a que tuvieron como escenario una cancha de carreras de caballos, la
razón de ello no fue como se ha manifestado, producto de una borrachera o una reyerta
accidental. La enemistad entre estos dos grupos data desde hace varios años y sus causas
primitivas son muy antiguas y bien pueden hacerse remotar a los tiempos de la pacificacion
de la Araucanía.
La reducción de TrapaTrapa que tiene una superficie de 8.340 has, con titulo de merced N°
2874 se encuentra ubicada en una region alta de veranada, directamente colindante en una
extensión de x kilómetros, con la Republica Argentina , no me equivoco al decir que
cuando se instalo a los indígenas en estos suelos se hizo con el propósito de que dadas las
condiciones climatéricas que se dan en la region , debido a su altura sobre el nivel del mar,
los indios se verían obligados a emigrar hacia la republica argentina, donde existen tribus
hermanos de raza ,pero resulta que en esa misma epoca los Argentinos también estaban
dando termino a su propia guerra de pacificacion de las pampa, en la cual junto con los
indios pampa operaban varias tribus araucanas, esta situación impidió el éxodo hacia
Argentina de los mapuche de Trapa Trapa , como asi mismo posiblemente de Malla Malla
reducción que se encuentra colindante también con el fundo Trapa Trapa de Alberto
Rioseco
Debido al aumento demográfico, que ha experimentado la reducción indígena de Trapa
Trapa, y al mismo tiempo, deseo muy natural de vivir en mejores condiciones que en la
epoca actual ha imprimido a todos los sectores sociales en que los indígenas han aspirado a
aumentar la superficie de los terrenos que fueron concedidos primitivamente, sumándose
esto a la mala calidad de los terrenos que les fueron otorgados a titulo de merced que no
permitía ya dar el sustento al cada vez más creciente número de familiares.
En Diciembre de 1968 cumpliendo órdenes del señor director de tierras, quien a su vez
obedecía instrucciones suyas, me traslade por primera vez a la zona y en un amplio informe
cuya copia le acompaño y que tiene el N° 16 de fecha 13 de Enero de 1969. Informe a Ud.
De la situación conflictiva en que se encontraba esta zona, dandole a cada problema una
solución que propuse a su consideración pero por desgracia, por razones que escapan a mis
conocimientos, se dejo pasar todo el año 1969, y fue necesario que murieran 3 indígenas y
quedaran varios heridos, algunos de gravedad, para que nuevamente se actualizaran todas
las problemática que existían en esta amplia región cordillerana.
2-
La comisión efectuada este año en esa zona, salió de Santa Bárbara el dia 13 de Enero, y
fue presidida por el suscrito al cual se le había asegurado, que ella contaría con la presencia
de: CORA; SAG; INDAP y Dirección de Asuntos Indígenas; pero sucedió que al momento
de partir, acudieron al punto de salida, Pueblo de Santa Barbara, solo funcionarios de la
Dirección de Asuntos Indígenas y un funcionario de INDAP, efectuadas telefónicamente
las consiguientes consultas al señor Intendente, este manifestó que a última hora el
provincial de la CORA, había recibido órdenes del zonal de Chillan de no tomar parte de
esta comisión a la zona de Trapa Trapa y que por lo tanto yo en nombre de el (señor
Intendente) le manifestara a los indígenas pobladores , que como solución a sus problemas
de tierras se iria a la expropiación de los fundos Queuco y Trapa Trapa, como así mismo
de otros fundos de los alrededores de Santa Bárbara, para trasladar a ellos a los colonos de
Trapa Trapa . Por lo tanto previa consulta con usted me traslade a la región donde llegue el
14 de Enero del presente año. Sosteniendo con los interesados una amplia conversación la
que determino que era necesario mantener los deslindes dados el año anterior en las
veranadas, como única forma práctica de poner término a la situación de violencia en la
región, que era única y exclusivamente por el pastoreo de las veranadas.
Al respecto quiero explicar a Ud. Porque tiene tanta importancia para los colonos e
indígenas el pastoreo de veranada; para el indígena constituye la única fuente segura de
ingresos por cuanto el, pese a que no tiene animales propios se consigue animales en talaje,
los cuales el mismo se encarga de su cuidado cobrando por este trabajo un precio, cuyo
dinero lo emplea para comprar los víveres para poder subsistir el invierno, los colonos a
esto alegan que los indígenas no pastorean animales de ellos, eso es efectivo, el suscrito
esta consciente de esto, pero no podemos nosotros , por el solo hecho de que el indio no
pastoree animales propios, cerrarles esta fuente de ingreso. En lo referente a los colonos
ellos emplean las veranadas para pastorear sus propios animales, los que alcanzan según
datos proporcionados al informante la cantidad de cuatrocientos setenta y ocho vacunos,
137 caballares, 1.157 lanares y 1809 cabríos aproximadamente.
Con el propósito de tener plena seguridad de que las disposiciones referentes al pastoreo en
las veranadas y en especial la de Collico (Cochico) causante del incordio se cumpliría, se
suscribió una declaración, la que se materializo en un acta cuya copia le acompaño donde
se especifica principalmente lo siguiente:
1° El compromiso del Sr. Intendente en el sentido, que se iria a la expropiación de los
fundos Queuco y Trapa Trapa.
2° Que se iría a la expropiación de otros fundos en la zona de Santa Bárbara, para trasladar
a él a un grupo humano el que estará compuesto por mapuches y colonos, según determine
posteriormente la autoridad pertinente.
3° Y mientras se lleva a cabo la expropiación y distribución de los fundos en cuestión, y en
especial en el caso de Trapa Trapa, se respetaran como pastoreo de las veranadas , en el
caso del arroyo Collico (Cochico) la siguiente distribución:
El lado Este será ocupado para pastoreo de animales por los colonos chilenos, y
El lado Oeste, del mismo arroyo por los colonos indígenas. Acompaño a usted copia
fotográfica del acta
Al visitar esta región y mantener contacto con sus habitantes, pude comprobar que existen
entre mapuches y colonos chilenos diferencias que tienen características de antagonismos
de razas, dándose el caso que en las hijuelas la profesora me manifestó que para solicitar
ayuda para problemas relacionados con sus actividades docentes, tiene que hacerlo de
forma separada y que le ha sucedido que en una ocasión al citar al centro de Padres y
Apoderados de la escuela, los colonos chilenos le han manifestado que ellos no asisten
p.3
si van indígenas, y una igual situación se manifesta en el trato despreciativo y la mas de las
veces prepotente que tiene el colono hacia el indígena. Esta situación indigno al informante
en tal forma, que en la reunión que mantuve con ellos los reconvine de forma energica por
este proceder, claro si que lo hice en mi calidad de representante del Intendente de la
Provincia.
FOTOS DE LA REDUCCION INDIGENA Y FUNDO TRAPA TRAPA
Todos estos antagonismos, todos estos odios, agravados en la actualidad por el
enfrentamiento violento que por la situación que no me explico, costo la muerte a 3
indígenas, y digo que no me explico por cuanto cada grupo da una versión distinta. Al
preguntar a los indígenas ellos manifestaron que habían sido atacados sorpresivamente por
los colonos cuando transitaban de un lugar a otro y que el hecho de ir totalmente
desprevenidos se había debido la muerte de sus compañeros. Los colonos a su vez
manifiestan que fueron víctimas de un malón de los indígenas, que había sido planificado
por Jose Maria Tranamil para el 5 de Enero, pero por razones que se desconocen se
adelanto para el 1°
La diferencia de bajas según ellos se debe “A la mejor calidad y destreza de los
combatientes y buena rienda de sus caballos”, por cuanto dicen que la pelea fue montada y
que duro aproximadamente 2 horas a través de esporádicos enfrentamientos que iban
dejando sus secuelas de heridos y muertos
Todo lo anteriormente informado me lleva a la conclusión de que hay que erradicar de la
zona de Trapa Trapa a los indígenas que dirige Jose Maria Tranamil o en su defecto a los
22 colonos o ex inquilinos del fundo Trapa Trapa de Alberto Rioseco, por cuanto por
razones de orden público y de convivencia no es posible la armonía de estas dos
agrupaciones antagónicas.
El informante es partidario que debe ser erradicado de Trapa Trapa el grupo compuesto por
los indígenas que dirige Jose Maria Tranamil y las razones que hago valer para esto son:
1.-Que esta zona tiene necesidad que exista un equilibrio entre indígenas y colonos blancos,
equilibrio que se lograría al retirar a los indígenas del Cacique Tranamil, por cuanto los
colonos pese a sus diferencias de orden racial, no tienen problemas con los indígenas de
Trapa Trapa que dirige el Cacique Pascual Paine Colipil y,
2.- Otra de las razones que invoco es de orden de defensa nacional, por cuanto la reducción
de Trapa Trapa que tiene 8.340 has, se encuentra directa y colindante con la Republica
Argentina y constituye por su ubicación geográfica un excelente acceso a través de los
valles del rio Trapa Trapa y Queuco a la región del Bio Bio. Acceso que permitiría en un
caso espero improbable, la penetración a través de estos pasos fronterizos de un grupo
proveniente de la republica argentina sin ser detectado dado como dije a la ubicación
topográfica de esta zona hasta prácticamente la ciudad de Los Angeles.Es por esto que
considero que es necesario contar en esta zona con un grupo de colonos ciento porciento
chilenos , calidad que por desgracia no hemos sabido inculcarle al mapuche al cual lo
seguimos tratando como un pueblo conquistado sin que hasta la fecha logremos absorberlo
plenamente a nuestra nacionalidad.
OTROS PROBLEMAS INDIGENAS DE LA ZONA.
En esta comisión me acompañaron como dije anteriomente dos funcionarios de la
Direccion de Asuntos Indigenas, el señor Osvaldo Gracia Garay que representaba al zonal
Temuco y don Carlos Ziffen, topógrafo de este servicio. Estos funcionarios viajaban
4.
Con muy pocos antecedentes de la situación reinante en la zona, por la falta de los mismos
manifestaron no poder trabajar en la región ni menos quedarse, de todas maneras el
informante estima que es necesario realizar de forma urgente en la zona los siguientes
trabajos.
1° Hay que efectuar un nuevo replanteo de la reducción Trapa Trapa, en la parte
correspondientes a los esteros Halihuencura y estero Copulhue, por cuanto el trabajo
técnico efectuado anteriormente estaba malo porque no demuestra quien tiene la razón si
los indígenas o los colonos.
2° Replanteo de la reducción Malla Malla del cacique Agustin Marihuan, donde existen
problemas de esta reducción con los fundos Queuco y Trapa Trapa
3° Replanteo de los deslindes de la reducción Caunicu con el poblador Humberto Poblete
Nuñez
4° Problemas en la Reducción del Cacique Antonio Gallina Canio, con la firma Ralco,
propietaria de estos suelos
5° Estudio a objeto de dar una solución al problema de Ralco Lepoy del Cacique Pedro
Marihuan Pino, reducción que se encuentra ubicada dentro del fundo de la propiedad de la
firma Ralco
6° Por último el suscrito se permite insinuar que existiría la conveniencia que la dirección
de asuntos indígenas actualizara los antecedentes referentes al censo demográfico de las
reducciones indígenas, Queuco, Trapa Trapa y Ralco. Como asi mismo hiciera un estudio
socioeconómico y de la rentabilidad de las mismas. Estimo que es necesario este trabajo
por cuanto pude observar que los funcionarios de esta dirección carecían de informaciones
actualizadas en los rubros que he mencionado anteriormente.
CONCLUSION.
El informante estima como única solución a los problemas indígenas y de los colonos
existentes en la zona de Trapa Trapa, Queuco y Ralco, es indispensable ir a la expropiación
de los mismos.
QUEUCO: De propiedad de los argentinos srs. Luis y Carlos Peretti, tiene 22 mil has de
superficie, 8000 de secano y 14.000 de cordillerano no arable. Esta inscrito en el Registro
de Propiedades del año 1954 del Conservador de Bienes Raices en Los Angeles a fs. 412
con el N° 572
TRAPA TRAPA: De don Alberto Rioseco Vasquez rol de contribuciones 220-05, con 12
mil has de extensión que corresponde a 2.350 de secano y 9.650 de cordillera no arable y
un avaluo fiscal de E° 20.200
LOS CHENQUES: de don Francisco Esquerre Arias, de 4 mil hectáreas de extensión que
corresponden a 2400 de secano y a 1200 de cordillera no arable
RALCO: Con 33.932 has de suelos de distintas clases, parte con bosques naturales, rol de
contribuciones N° 219 -18 de Los Angeles, con un avaluo fiscal de E° 289.320.
Me permito reiterar que es indispensable proceder a estas expropiaciones como única forma
de solucionar los problemas que existen en la zona que menciono anteriormente en
atención a que cualquier otra solución que se quiera aplicar es solo transitoria.
Saluda Atentamente a Ud.
MANUEL ARANEDA SARMIENTO
2. Tablas de Necesidades comunidades de Alto Bío Bío en base al Censo Indígena de 1965
CAUÑICU
Familia Crédito Animales
de
Trabajo
(bueyes)
Escuela Camino Tierras
(veranada
–
invernada)
Semillas
y Abono
Herramientas
(carretas,
arados de
fierro)
Mensura
de límites
de la
propiedad
(conflictos)
Animales
para
crianza
Comité
campesino
1 x x
2 x x
3 x x
4 x x
5 x x
6 x x x
7 x x
8 x x
9 x x x
10 x x
11 x x x
12 x x
13 x x
14 x x
15 x x
16 x x
17 x
18 x x
19 x x x
20
21 x x
22 x x
23 x x
24 x x x x
25 x x
26 x x
27 x x
28 x x
29 x x
30 x x x
31 x
32 x x
33 x x
34 x x x
35 x x
36 x x
37 x x
38 x x
39 x x
40 x x x
41 x
42 x
43 x x x
44 x x x
45 x x x
46 x x x
47 x x x
48 x x x
49 x x
50 x x x
TRAPA TRAPA/BUTALELBUN
Familia Crédito Animales
de
Trabajo
(bueyes)
Escuela Camino Tierras
(veranada
–
invernada)
Semillas
y Abono
Herramientas
(carretas,
arados de
fierro)
Mensura
de límites
de la
propiedad
(conflictos)
Animales
para
crianza
Comité
campesino
1 x x x
2 x
3 x x
4 x x x
5 x x x
6 x x
7 x x
8 x x x
9 x x
10 x x
11 x x x x x
12 x x x x x
13 x x x x
14 x x x x
15 x x x x
16 x x x x x
17 x
18 x x x
19 x x x
20 x x x
21 x x
22 x x
23 x x x
24 x
25 x x
26 x
27 x x x x
28 x x
29 x x x
30 x
31 x
32 x
33 x x x x
34 x x
35 x x
36 x x x
37 x x x
38 x x
39 x x x
40 x x x
41 x x x
42 x x x
43 x x x x
44 x x x
45 x x x x
46 x x x x x
47 x x x x x
48 x x x x x x
49 x x x x x
50 x x x x x
51 x x x x x x
52 x x x
53 x x x
54 x x x x x x
55 x x x
56 x x
57 x x x x
58 x
59 x x x
60 x x x x
61 x x x x
62 15
MALLA MALLA.
Familia Crédito Animales
de
Trabajo
(bueyes)
Escuela Camino Tierras
(veranada
–
invernada)
Semillas
y Abono
Herramientas
(carretas,
arados de
fierro)
Mensura
de límites
de la
propiedad
(conflictos)
Animales
para
crianza
Comité
campesino
1 x x x
2 x
3 x x
4 x x
5 x x
6 x
7 x x x
8 x x
9 x
10 x x
11 x
12 x
13 x x
14 x
15 x x
16 x
17 x x
18 x x
19 x x
20 x x x
21 x x x
22 x x x ****
23 x x
24 x x x
25 x x
26 x x
27 x x
28 x x x x
29 x x x x
30 x x x
31 x x x
32 x x
33 x x
34 x x
35 x x
36 x x x
3. Tabla de producción y terrenos comunidades Alto Bio Bio en base al Censo Indígena de 1965
TRAPA TRAPA
Familia Terrenos Terrenos
producidos
Trigo Avena Cebad
a
Papas Vacunos Ovinos Caprinos Equinos Bueyes
1 100 has 5 has 10 sacos
(800 kg)
8 qq
3
sacos
(2,4qq
)
2
sacos
(1,6)
8 9
2 150 has 3 has 5 sacos
(4 qq)
400 kg
3 (med) 70 has 2,25 has 14 sacos
(11,2 qq)
1120 kg
Vacas: 2
Terneros: 3
(6 en medias)
20 10 2
4 30 has 6 has 10 sacos
(8 qq)
800 kg
1 saco
(0,8
qq)
1
5 50 has 2 has 12 sacos
(9,6 qq)
960 kg
½ saco
(0,4
qq)
2
6 100 has 2 has 7 sacos
(5,6 qq)
560 kg
3
7 10 has 2 has 7,5 sacos
6 qq
600 k
½ saco
(0,4
qq)
Vaca: 1
Ternero: 2
2
8 10 has 2,25 has 6 sacos
(4,8 qq)
480 kg
Vacas: 6
Terneros: 2
Novillos: 2
5 70 5 2
9 30 has 1 has 5 sacos 10 7 2
(4 qq)
400 kg
10 50 has 1 has 20 sacos
(16 qq)
1600 k
1
11 10 has 4 has 5 sacos
(4qq)
400 k
1 saco
(0,8 qq)
12 100 has 4 has 12 sacos
(9,6 qq)
1 saco
(0,8 qq)
Vacas: 2 6 18 2
13 200 has 4 has 20 sacos
(16 qq)
Vacas: 16
Terneros: 10
42 75 12 10
14 50 has 20 has 20 sacos
16 qq
3 sacos
2,4 qq
Vacas: 4
Terneros: 1
2 2
15 arrienda 4 has 40 sacos
32 qq
5
sacos
4 qq
1
16 70 has 2 has 10 sacos
(8 qq)
Vacas: 2
Terneros: 1
5
17 60 has 4 has 30 sacos
24 qq
6
sacos
4,8 qq
3
sacos
2,4
7 2 3
18 30 has 1,5 has 8 sacos
6,4 qq
5 sacos
4 qq
26 2
19 40 has 1,5 has 3 sacos
2,4 qq
20 160 has 4 has 10 sacos
8 qq
2
sacos
1,6 qq
1 saco
0, 8 qq
1 qq 5 1
21 200 has 2 has 7 sacos
5,6 qq
3
22 60 has 3 has 25 sacos 2 2 sacos Vacas: 3 11 2
20 qq sacos
1,6 qq
160 kg Terneros: 2
23 8 has 1,5 has 8 sacos
6,4 qq
640 kg
Terneros: 1 5 5
24 40 has 2 has 6 sacos
480 kg
4,8 qq
2
25 60 has 4 has 10 sacos
8 qq
800 k
Vacas: 2 3
26 9 has 1, 5 has 10 sacos
8 qq
800 k
100 kg
1 qq
Vacas: 1 2
27 10 has 3 has 5 sacos
400 kg
4 qq
10 2
28 50 has 1 has 15 sacos
1200 kg
12 qq
Vacas: 3
Terneros: 2
Vaquilla: 1
60 115 4 2
29 159 has 3 has 20 sacos
1600 kg
16 qq
50 kg
0,5 qq
1 saco
80 kg
0,8 qq
Vacas: 8
Terneros: 2
20 3 2
30 Familia
extensa de
21 (hijos
casados)
personas,
compuesta
(2 esposas)
100 has 3 has 30 sacos
2400 kg
24 qq
Vacas: 24
Terneros: 4
170 240 25 6
31
(hijos en
argentina
envían
6 has no
ayuda)
32 5 has 1 has 12 sacos
960 kg.
9,6 qq
Vacas: 2
Terneros: 2
12 10 6
33 50 has 1 has 5 sacos
400 kg
4 qq
Vacas: 4
Terneros: 2
15 2 2
34 Recién
llegado
35 Trabaja
en medias
con su
padre
Vacas: 2
Terneros: 1
3
36 30 has 3 has 5 sacos
(400 kg)
4 qq
Vacas: 4
Terneros: 3
3
37 40 has 1,7 has 3 sacos
(240 kg
2,4 qq)
Vacas: 1
Terneros: 1
Novillos: 1
1 1
38 Vive con su
hermano de la
ficha 38 en la
misma casa
2 has 2 sacos
160 qq
1,6 qq
1
39 200 has 2 has 15 sacos
1200 kg
12 qq
100 kg
1 qq
Vacas: 3 en
media
8 1 2 en arriendo
40 30 has 2 has 18 sacos
1440 kg
14,4 qq
25 a medias
con Fracisco
Castillo
41 20 has 2 has 10 sacos
800 k
8 qq
42 5 has 2 has 7 sacos 4
560 k
5,6 qq
43 150 has 3 has 2
44 100 has 3 has 18 sacos
1440 kg
14,4 qq
8
sacos
640 kg
6,4 qq
1 saco
80 kg
0, 8 qq
1
45 100 has 1 has 18 sacos
1440 kg
14,4 qq
8
sacos
640 kg
6,4 qq
50 kg
0,5 qq
3
46 150 has 1 has 18 sacos
1440 kg
14,4 qq
5
sacos
400 kg
4 qq
25 kg
0,25
150 kg
1,5 qq
7 2
47 150 has 3 has 10 sacos
800 k
8 qq
3
sacos
240 kg
2,4 qq
1 saco 1 4
48 150 has 1.5 has 4 sacos
320 k
3,2 qq
1 saco
80 k
0,8 qq
4
49 150 has 3 has 4 sacos
320 kg
3,2 qq
50 kg
0,5 qq
4
50 150 has 3 has 10 qq
1000 k
2 qq
200 kg
2 qq
200 kg
4
51 10 has 1 has 200 kg
2 qq.
3 1 3
52 25 has 1 has 2 sacos
160 kg
1,6 qq
10 20 2
53 4 has 1.5 has 10 sacos
800 k
5 10 2
8 qq
54 8 has 1 has 7 sacos
560 k
5,6 qq
0,5
sacos
40 k
0,4 qq
Vacas: 1
Terneros: 1
Novillos: 1
3 2
55 50 has 2.25 has 15 sacos
1200 kg
12 qq
Vacas: 4
Terneros: 1
3 3 3 5
56 150 has 4 has 15 sacos
1200 kg
12 qq
Vaca: 1
Ternero: 1
4 2
57 50 has 2 has 100 kg
1 qq
40 kg
0,4 qq
58 100 has 1 has 12 sacos
960 kg
9,6 qq
1 saco
80 kg
0,8 qq
Vacas: 1 1
59 80 has 1 has 12 sacos
960 kg
9,6 qq
60 200 has 5 has 40 sacos
3200 kg
32 qq
200
kgs
2 qq
Vacas: 1 8 27 4
61 50 has 3 has 25 sacos
2000 kg
20 qq
3
sacos
240 kg
2,4 qq
Vacas: 3
Terneros: 1
Novillos: 2
6 40
62 150 has 3 has 15 sacos
1200 kg
12 qq
50 kg
0,5 qq
30 kg
0,3 qq
8 3
63 200 has 3 has 8 sacos
640 kg
6,4 qq
100 kg
1 qq
Vacas: 3
Terneros: 2
2
64 60 has 3 has 12 sacos
960 kg
3
sacos
5 sacos
400
9,6 qq 240 kg
2,4 qq
4 qq
65 150 has 3 has 13 sacos
1040 kg
10,4
150 kg
1,5 qq
25 kg
0,25
150 kg
1,5 qq
15
MALLA MALLA
Familia Terrenos Terrenos
producidos
Trigo Avena Cebad
a
Papas Vacunos Ovinos Caprinos Equinos Bueyes
1 80 has
20 has Ver
4 has 158,8
kg
1,58
3 sacos
240 kg
2,4 qq
5
2 30 has 2 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
300 kg
3 qq
8 2
3 30 has 3 has 400
kg
4 qq
500 k
0,5 qq
Vacas: 10
Terneros: 4
14 40 5 2
4 70 has
V: 12 has
2 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
4 sacos
320 kg
3,2 qq
Vacas: 3
Terneros:2
Vaquillas:
1
4
5 40 has 3 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
3 sacos
240 kg
2,4 qq
Vacas: 3
Vaquillas:
1
10 20 y 15
nuevos
6 y 3 chicos 4
(arrendados
a prospero
cea)
6 45 has 3 has 16
sacos
1280
kg
12,8
2 sacos
160 kg
1,6 qq
7 38 has 2 has 7
sacos
1 saco
80 kg
2 5 3
560
kg
5,6 qq
0,8 qq
8 20 has 2 has
9 39 has 3 has 10
sacos
800
kg
8 qq
2 sacos
160 kg
1,6 qq
Vacas: 1
Terneros: 1
2 9 2
10 30 has 2 has 40
sacos
3200
kg
32 qq
11 40 has 2 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
10 2
12 30 has 1,5 has 7
sacos
560
kg
5,6 qq
1 saco
80 kg
0,8 qq
13 70 has 3 has 18
sacos
1440
kg
14,4
2 sacos
160 kg
1,6 qq
Vacas: 6
Terneros: 2
8 8
14 60 has 4 has 25
sacos
2000
kg
2 sacos
160 kg
1,6 qq
25 5
20 qq
15 70 has 2 ½ has 36
sacos
2880
kg
28,8
50 kg
0,5 qq
6 3
16 50 has 2 has 7
sacos
560
kg
5,6 qq
1
17 60 has 3 has 8
sacos
640
kg
6,4 qq
50 kg
0,5 qq
4
18 60 has 4 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
15
sacos
1200
kg
12 qq
5 6
19 120 has 9 has 30
sacos
2400
kg
24 qq
3 sacos
240 kg
2,4 qq
2
20 60 has 3 has 15 qq
1500
kg
20 1
21 60 has 2 has 12
sacos
960
kg
2 sacos
160 kg
1,6 qq
5
9,6
22 150 has 3 has 6
sacos
480
kg
4,8 qq
4
23 30 has 4 has 30
sacos
2400
kg
24 qq
7 sacos
560 kg
5,6 qq
4
24 30 has 4 has 10
sacos
800
kg
8 qq
1 saco
80 kg
0,8
2
25 20 has 1 has
(semb. X
herm)
8
sacos
640
kg
6,4 qq
20 sacos
1600 kg
16 qq
26 30 has 0, 50 c 3
sacos
240
kg
2,4 qq
3 4 2
27 70 has 3 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
100 kg
1 q
28 50 has 1, 5 has 10
sacos
150 kg
1,5 qq
800
kg
8 qq
29 60 has 3 has 15
sacos
1200
kg
12 qq
50 kg
0,5 qq
4
30 15 has 1,5 has 15
sacos
1200
kg
12 qq
50 kg
0,5 qq
300 kg
3 qq
Vacas: 2
Terneros: 2
Novillos: 1
8 5 5 2
31 30 has 3 has 33
sacos
2640
26,4
2 sacos
160 k
1,6 qq
2
32 30 has 2 has 10
sacos
800
kg
8 qq
50 kg
0.5 qq
15 2 2
33 70 has 6 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
3 sacos
240 kg
2,4 qq
Vacas: 3
Terneros: 3
Novillos: 1
Vaquillas:
3
30 25 6 2
34 70 has
(hermano)
6 has 15
sacos
1200
kg
12 qq
1 saco
80 kg
0,8
Vacas: 3
Terneros: 1
Vaquillas:
1
3 2
35 22 has 2,5 has 19 qq
1900k
g
2 qq
200 kg
9 qq
900 kg
3 1 4
CAUÑICU
Familia Terrenos Terrenos
producidos
Trigo Avena Cebada Papas Vacunos Ovinos Caprinos Equinos Bueyes
1 45 has 3 has 3
sacos
240
kg
2,4 qq
50 kg
0,5 qq
7
2 55 has 3 has 15
sacos
1200
kg
12 qq
2 sacos
160 kg
1,6 qq
25 30 4 2
3 25 has 1,5 has (en
medias)
12
sacos
960
kg
9,6 qq
200 kg
2 qq
2 8 3
4 60 has 1,5 has 7
sacos
560
kg
5,6 qq
6 sacos
480 kg
4,8 qq
14 (35 a
medias
con su
hermano)
5
5 20 has 1 has 10
sacos
800
kg
8 qq
2 sacos
160 kg
1,6 qq
4 6
6 80 has 1,5 has 33
sacos
2640
kg
26,4
7 200 has 3 has 5
sacos
400
kg
4 qq
3 1
8 15 has 1,5 has 8
sacos
640
kg
6,4 qq
3
sacos
640 kg
6,4 qq
500 kg
0,5 qq
18 10 4
9 37 has 1,5 has 6
sacos
480
kg
4,8 qq
10
sacos
800 kg
8 qq
9 en
medieria
1
10 150 has 3 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
1 saco
80 k
0,8 qq
60 kg
0,6 qq
Vacas: 3
Terneros:
2
10 3
11 150 has 3 has 1 saco
80 kg
0,8 qq
1 saco
80 kg
0,8 qq
2
12 15 has 1,5 has 6
sacos
480
kg
4,8 qq
8 sacos
640 kg
6,4 qq
40 1
13 30 has 4 has 4
sacos
320
2 sacos
160 kg
1,6 qq
kg
3,2 qq
14 80 has 1 has 5
sacos
400
kg
4 qq
4 4 1
15 90 has 1 has 12
sacos
960
kg
9,6 qq
300 kg
0,3 qq
7 25 2
16 50 has 3 has 10
sacos
800
kg
8 qq
8
sacos
640 kg
6,4 qq
50 kg
0,5 qq
Vacas: 1
Terneros:
1
45 60 3
17 300 has 4,5 has 18
sacos
1440
kg
14,4
2
sacos
160 qq
1,6 qq
20 sacos
1600 kg
16 qq
Vacas: 2
Terneros:
5
26 110 7 2
18 0,5 has 1 has (en
media)
10
sacos
800
kg
8 qq
19 1 has 0, 5 has 800
kgs
8 qq
100 kg
1 qq
6 3
20 200 has 1, 5 has 5
sacos
4 sacos
320 kg
10 20
400
kg
4 qq
3,2 qq
21 200 has 1,5 has 36
sacos
2880
kg
28,8
8 15 1
22 150 has 2, 25 has 10
sacos
800
kg
8 qq
50 kg
0,5 qq
10 3
23 200 has 2 has 10
sacos
800
kg
8 qq
3 sacos
240 kg
2,4 qq
1
24 50 has 2, 25 has 15
sacos
1200
kg
12 qq
1 saco
80 kg
0,8 qq
4 sacos
320 kg
3,2 qq
Vacas: 13
Terneros:
2
Vaquillas:
1
24 50 5 2
25
(problemas
)
60 has 1,5 has 5
sacos
400
kg
4 qq
2 sacos
160 kg
1,6 qq
26 (probl) 40 has 1 has
27 (probl) 40 has 1 has 4
sacos
320
300 kg
3 qq
kg
3,2 qq
28 70 has 1,5 has 15
sacos
1200
kg
12 qq
5
sacos
400 kg
4 qq
200 kg
2 qq
25 2
29 40 has 1,5 has 10
sacos
800
kg
8 qq
2 sacos
160 k
1,6 qq
30 100 has 1,5 has 10
sacos
800
kg
8 qq
Vacas: 1
Terneros:
1
31 40 has 1, 5 has 200 k
2 qq
600 kg
6 qq
32 40 has 1,5 has 8
sacos
640
kg
6,4 qq
100 kg
1 qq
12
(medias)
17
(medias)
2
33 12 has 800
kg
8 qq
80 kg
0,8 qq
10 (m) 2
34 25 has ½ has 3
sacos
240
kg
2,4 qq
1 saco
80 kg
0,8 qq
35 50 has ½ has 12
sacos
3 sacos
240 kg
9
960
kg
9,6 qq
2,4 qq
36 60 has 1,5 has 1 saco
80 kg
0,8 qq
2 10 1
37 100 has 1,5 has 500
kg
5 qq
600 kg
6 qq
400 k
4 qq
12
38 60 has 1,5 has 13
sacos
1040
kg
10, 4
50 kg
0,5 qq
4 35 2
39 60 has 1,5 has 15
sacos
1200
kg
12 qq
2 sacos
160 kg
1,6 qq
5 48 2
40 50 has 2 has 10
sacos
800
kg
8 qq
2 2 2
41 3 has 0, 5 has 1 saco
80 k
42 500 has 3 has 30
sacos
2400
kg
24 qq
10 sacos
800 kg
8 qq
Vacas: 70
Terneros:
25
Novillos:
15
Vaquillas:
20
70 300 15 6
43 30 has V: 20
has
1 has 500
kilos
5 qq
100 kg
1 qq
6 3 1
44 160 has 1 has 350
kg
3,5 qq
2 sacos
160 k
1,6 qq
2
45 100 has V:
100 has
3 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
7 18 1
46 60 has V: 40
has
2 has
47 1 has Siembra
con
vecinos
10
sacos
800
kg
8 qq
48 80 has 2 has 10
sacos
800
kg
8 qq
2 sacos
160 k
1,6 qq
3 11 1
49. 120 has 1 has 300
kg
3 qq
50 kg
0,5 qq
4 1
50 200 has 4 has 20
sacos
1600
kg
16 qq
600 kg
6 qq
2 2
5
5. Comunidad de Callaqui, distribución de familias, 1965