TEXTO PRESENTADO AL XXIV CONGRESO DE ARQUITECTOS DE CHILE, REALIZADO EN PUCÓN (CHILE) ENTRE EL 30 DE SEPTIEMBRE Y EL 2 DE

OCTUBRE)

GIAN PIERO CHERUBINI ZANETEL I.C.A.4980

Puerto Montt - Octubre 2016

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EL SER DE LA ARQUITECTURA, SER DEL PATRIMONIO 1

Gian Piero Cherubini Zanetel

I.C.A.4980 gcherubz@uc.cl

Puerto Montt, Octubre 2016

INTRODUCCIÓN

En este último tiempo hemos sido testigos de diversas acciones sobre el patrimonio arquitectónico. Como estas han sido denominadas, nos motivan a cuestionar si ¿es lo mismo la acción de restaurar que la de reconstruir? o en qué medida estas palabras pueden ser usadas como sinónimos.

Para poder calificar estas acciones es necesario examinar el ser del patrimonio y las causas en las que este se asienta. Para esto haremos algunas consideraciones preliminares, para después preguntarnos: ¿En que radica el ser de la arquitectura?2, y ¿qué es lo que permanece en ella después de materializada?. Estas respuestas traerán claridad al planteamiento de este texto sobre la acción en los edificios patrimoniales, lo que permitirá distinguir cuan profundamente afectan al patrimonio arquitectónico, valioso componente de nuestra identidad.

PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO.

El patrimonio abarca gran cantidad de actividades culturales (Figura 1). Aquí trataremos del patrimonio cultural inmueble, en específico, de la arquitectura patrimonial.

1 Este texto no pregunta sobre la definición de la palabra arquitectura, sino que lo hace sobre las

causas que la provocan. 2 Nos referimos a la arquitectura en cuanto obra, por lo tanto hecho objetivo y concreto, haciendo

salvedad que su valor existencial (Heidegger 1956, Morales 1966), surge de la relación del usuario con la obra.

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FIGURA 1. LA COMPLEJIDAD DEL PATRIMONIO Resulta ser que la arquitectura patrimonial es un accidente 3 del ser arquitectura

que no limita lo arquitectónico de un objeto, sino que lo califica dentro de lo que consideramos patrimonial. Lo mismo ocurre con la designación de arquitectura romanticista, arquitectura en madera o arquitectura de la colonización del sur. Estas cualidades no son excluyentes entre sí, como por ejemplo al decir la arquitectura en madera de la colonización del sur, la que se refiere a una particular forma de ser arquitectura, con un determinado material y en un lugar específico.

Esto nos lleva a afirmar que el ser de la arquitectura es también el ser de la arquitectura patrimonial, la cual tiene una connotación especial, como es su permanencia en el tiempo, como un testimonio de algo que ya no está4.

EL SER DE LA ARQUITECTURA

Entonces: ¿En qué radica el ser de la arquitectura? La condición de existencia del ser de las cosas, entre estas de la arquitectura,

se da en dos niveles. El primero es el de la abstracción, por lo cual podemos decir que algo existe en

la medida que puede ser pensado, y por lo tanto su existencia está limitada por la imaginación, como sucede con los pueblos y castillos de los cuentos infantiles.

El otro nivel, es el de la realidad, en el cual, la existencia está definida por las propiedades físicas y químicas de la materia, entre estas a sus dimensiones y geometrías, así como a su resistencia y cohesión, por lo tanto en cuanto objeto, es dependiente de la permanencia de estas propiedades en el tiempo.

El ser de la arquitectura, como realidad material, se produce por la acción de cuatro principios o causas, las que orientan su comprensión. 5

La primera de ellas es que la arquitectura se origina a partir de la necesidad humana de habitar, en toda su magnitud, un territorio dado6. Paradojalmente, este es el fin último de la arquitectura, a la vez que es la razón que le da sentido y la orienta7. El habitar es la manera como el hombre es y está en la tierra 8, en la cual es y está siempre ocupado haciendo algo. Este estar ocupado haciendo algo define las diversas formas en que se expresa el habitar, en el cual el hombre desarrolla actividades que complementan sus necesidades básicas con otras afines como el trabajo, la reflexión, el cuidado de la salud o el aprendizaje.

3 Por accidente se entiende aquello que no existe en sí mismo, sino que lo hace por otro (Arellano

sd: 25) 4 Según Vaisman (2015: 117) la arquitectura “objetiva en un objeto significante…el modo histórico

del ser hombre espacialmente en el mundo, y el modo de ser el mundo espacio de su…espacialidad”. 5 Por causa se entiende “todo principio de donde proviene la existencia de un ser” (Arellano sd: 27).

La teoría de Aristóteles de las Cuatro Causas del Ser ayuda a comprender como la arquitectura como objeto, necesita de estas para existir como realidad, así como para explicar su substancia. 6 Según Vaisman (2015), es la condición de habitar la que diferencia la arquitectura del resto de las

obras u objetos producidos por el hombre. Para Heidegger (1951) habitar es la manera que tiene el hombre de ser y estar en la tierra, con sus diversas actividades y creaciones. 7Vaisman 2015: 31.

8 Cfr. Heidegger 1951. Es importante señalar que en alemán, así como en otras leguas sajonas,

en italiano y francés, el ser (esencia) y estar (existencia) se expresan en un mismo verbo, lo que difiere del castellano.

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El segundo principio es la forma. Esta es la parte del espacio que ocupa un objeto, el cual queda determinado por su límite exterior. Es un concepto abstracto, que no hace referencia a las propiedades de la materia. En arquitectura constituye la envolvente que recibe el habitar en todo su despliegue, y debe ser adecuada a las actividades que se desarrollen en su interior 9, en función de la necesidad que tiene el grupo humano que la requiere, así como al tiempo y al espacio en que estará.

La forma para que sea habitable tiene que estar hecha de algo, constituida por uno o más materiales, que la vuelven cuerpo geométrico y físico. Es por medio del material por el cual la forma se vuelve apariencia sensible10. Este es el tercer principio. El material es a la vez estructura y terminación, las que no siempre coinciden (Figura N°2). También hace referencia al lugar en donde se emplaza la obra y su orientación, ya que las condiciones climáticas inciden, no solo en la conservación, sino que también en la percepción de la forma 11, lo que la liga irremediablemente al lugar en que esta se construyó.

FIGURA 2. LA MATERIA: ESTRUCTURA Y TERMINACIÓN En arquitectura, la forma y la materia están unidas de madera indisoluble, a tal

grado que la forma requiere una materia, y la materia a su vez tiene una forma, como por ejemplo los elementos de una casa de madera, que tienen formas que son diferentes de la de la casa, pero que permiten y definen su configuración. 12

El cuarto principio establece que para hacer realidad la forma hay que construirla. Este hacer tiene dos tiempos, temporalmente separados, e íntimamente ligados 13. El primero es el del pensamiento, el que se desarrolla como una posibilidad, y por lo tanto es infinito en sus opciones. El segundo es el

9 La relación entre forma y función es un tema de gran interés que ha iluminado el debate

arquitectónico a partir de mediados del siglo XIX en adelante. 10

Para Brandi (1963), “el material es la epifanía de la obra de arte”, y por extensión, a través de él, se revela la arquitectura. 11

Brandi 1963; 9 a 12. 12

En arquitectura, la relación entre la forma y la materia propone una interesante cuestión como es el de la subordinación entre ambas, y como una requiere de mayor incorporación de tecnología que la otra. Como sucede con la madera laminada, que requiere incorporar energía para curvar las piezas, más allá de las características propias del material. 13

Valery 1928: 59.

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de la acción, que, limitado por la realidad, conduce a la creación de un objeto único.

En el segundo momento, lo pensado es construido, por lo que pasa a pertenecer al universo de los objetos creados por el hombre que llamamos obras de arquitectura14. Esto quiere decir que los materiales se deben transformar en acto de una manera determinada previamente por la forma, y realizada por un hacer, el que podemos llamar con propiedad un hacer técnico, porque es parte de un arte, cual es el de construir 15. Los materiales se buscan, se preparan y se colocan en la obra, en el lugar en donde quedarán. La arquitectura se fabrica en un momento preciso de la historia, y en el lugar en que quedará definitivamente.

FIGURA 3. CUATRO PRINCIPIOS DEFINEN EL SER DE LA ARQUITECTURA La forma y la materia, por medio del hacer técnico hecho por el hombre, se

transforma en un hecho arquitectónico que pertenece a un momento preciso de la historia, y no a otro, lo que la hace un objeto único, sea por su configuración, así como por la relación que establece con quienes la fabricaron, y con su entorno.

Esta transformación es movimiento. Sin embargo para que el espacio pueda acoger una determinada actividad es necesario que esté en relativo reposo. Es entonces, que la necesidad que originó la obra es recibida por esta, alcanzando ambas la plenitud del ser, en cuanto ser arquitectónico.

En resumen podemos escribir que la arquitectura es la forma que contiene el material, corporeizado por un hacer técnico, orientado por el habitar del hombre. (Figura 3).

LO PERMANENTE EN ARQUITECTURA

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Vaisman 2015: 19. 15

Arte no únicamente en sentido estético, sino que en el del término griego techné, o sea en sentido de técnica.

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En lo que permanece radica la esencia o el ser de la arquitectura. Entonces conviene preguntarse ¿Qué permanece después que la arquitectura se materializa?

La actividad acogida que origina la forma puede cambiar, sea porque cambió la manera de desarrollarla, o porque cambió la necesidad que le dio origen. En ambos casos la forma puede ser dada de baja para crear una nueva, adecuada a la nueva actividad.

A pesar de los cambios en el uso, la forma y el material, la arquitectura permanece, en la medida que el material es capaz de resistir la degradación producida por los factores ambientales. También la materia permanece en el tiempo, en el sentido de quedar donde fueron puestos los materiales con una forma determinada. Este permanecer se constituye en memoria de una manera de hacer en un lugar y en un momento específico de la historia.

FIGURA 4. LO QUE SE VE Y LO QUE PODRÍA SER. Producir arquitectura es el resultado de un hacer que está sometido al arte de

construir. Es un hacer técnico que pre-ve en que se convertirán los materiales 16, los manipula y transforma de acuerdo a los conocimientos propios del momento histórico en que se realiza17. Este hacer técnico es por una vez ya que transforma los materiales y los coloca en el lugar en donde quedarán, contenidos por la forma que los modela. La expresión en donde quedarán se refiere a una posición específica, prevista en la composición, y por lo tanto pensada con anterioridad, como lo es por ejemplo un pie derecho, o una ubicación en el espacio geográfico, o una dirección en la ciudad. A su vez, la forma que los modela se refiere a la forma específica que se le da al material, como por ejemplo las necesarias para la unión entre dos piezas de madera (Figura 4). De esta manera, el hacer técnico y el conocimiento que lo produjo queda contenido en la obra, como forma y material.

En este sentido, la obra de arquitectura es un documento técnico de un saber hacer que fija un conocimiento en un lugar y en un momento específico, el que corresponde a como se hacía y a lo que se sabía al respecto sobre esa materia.

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Para Fedro, Eupalinos, el arquitecto de Megara, “predecía el porvenir monumental de los montones informes de piedras y vigas que yacían alrededor, estos materiales, a sus palabras parecían consagrados al lugar único que los destinos favorables a la diosa les hubieron asignado”. Valery 1928:7. 17

Cfr. Choay 1992: 124.

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Este saber técnico también permanece. No siempre es aparente. Muchas veces queda oculto a la mirada por los mismos materiales y sus formas propias (Figura 4). Este saber técnico, que permanece, también es parte del ser de la arquitectura.

ACCIÓN SOBRE LA OBRA DE ARQUITECTURA

La obra concluida, sometida al uso y al paso del tiempo, está sujeta al cambio, lo que tiene como consecuencia que se realicen diversas acciones, las que actúan sobre la forma y el material con diferente intensidad. Están motivadas por el cambio en las necesidades que le dieron origen, para proteger la construcción del deterioro, o por ambas a la vez.

La obra nueva actualiza la forma por medio del material. Coloca el objeto en un lugar específico de la manera en que la forma lo define. A partir de este hecho arquitectónico es posible realizar una serie de operaciones, diversas en su naturaleza y efecto sobre el bien físico. Estas operaciones actúan sobre la forma y el material de diferentes maneras.

FIGURA 5. LAS DISTINTAS ACCIONES SOBRE EL OBJETO ARQUITECTÓNICO, UNA VEZ QUE SE HA CONSTITUIDO COMO TAL.

La reconstrucción reemplaza el material por otro similar o distinto, replicando o no los métodos usados, pero en un momento temporal posterior, copiando la forma original. En este proceso se pierde la calidad única de la obra como documento técnico de un saber hacer. Es asimilable a una obra nueva.

El traslado es una forma de reconstrucción, en donde se pierde la relación íntima que la obra establece con el lugar 18. En este caso, la obra es mutilada de uno de los valores que la explica 19.

La ampliación actualiza la forma ya constituida, dándole una mayor extensión, con características similares o diferentes a la existente.

La alteración modifica la forma en su totalidad o en parte de ella conservando sus valores espaciales generales. Implica desarmar, o retirar partes como el revestimiento, perdiéndose parte de la historia contenida en la distribución interior, en la apariencia, así como en la colocación de los materiales.

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Como la reconstrucción, esta debe ser considerada como una opción excepcional (Brandi 1968: 46). 19

Choay 1992: 83.

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La restauración se opone a la corrupción reemplazando piezas que han perdido su condición de servicio 20, las que deben quedar marcadas para ser reconocidas posteriormente.

El repristino que trata de llevar a la obra a su condición original 21. La mantención se opone a la corrupción protegiendo y conservando el material,

y por lo tanto la forma en el estado en que está. Finalmente, el reciclaje es la única acción que solo actúa sobre la finalidad de la

arquitectura actualizándola, al incorporar un uso distinto al que le dio origen, al quedar obsoleto el espacio, sea porque aumento su requerimiento o porque la actividad cambió en su manera de ser realizada. (Figuras 5 y 6)

Todas estas acciones, que forman parte de la puesta en valor del patrimonio, transforman con distinta intensidad las causas del ser de la arquitectura, desde lo más superfluo, como puede ser la restitución del color original, hasta el reemplazo de algunas piezas, o de toda la obra.

FIGURA 6. ACCIONES SOBRE EL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO Y SUS EFECTOS SOBRE LAS CAUSAS DEL SER.

CONCLUSIONES

El ser de la arquitectura es la forma que contiene el material, corporeizado por un hacer técnico, orientado por el habitar del hombre.

La actividad que deriva del habitar, que define una necesidad de espacio, cambia con el tiempo, por lo que resulta oportuno adaptar cada vez la actividad a la arquitectura, o la arquitectura a la actividad. En ambos casos hay acciones posibles de llevar a cabo, las que afectan de manera diversa el ser del objeto arquitectónico, sea en su parte formal, material o en cómo se colocan los materiales para lograr la forma prevista, por lo cual cada una de estas acciones define un hacer con características propias. Esa es la razón por la que reciben un nombre diferente.

20

La restauración constituye el momento metodológico del reconocimiento de la obra de arte, en su constitución física y en su doble polaridad estética e histórica, en vista de su trasmisión al futuro. (Brandi 1963: 6). La restauración está regulada por la Carta de Venecia de 1964. 21

La restauración de repristino busca eliminar el lapso de tiempo transcurrido entre la concreción de la obra y el presente (Brandi 1963: 26)

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El sentido que tiene nombrar las cosas o las acciones que hace el hombre es el de distinguirla de entre otras similares. Evidentemente similar no significa idéntico, por lo que, en un ámbito técnico, usar los términos como sinónimos genera confusión, distorsionando la realidad del hecho arquitectónico original, haciendo creer que se hace lo que en realidad no se está haciendo.

Estas acciones corresponden a decisiones en las que se evalúan factores que muchas veces son ajenos al origen de estas notas, como son el estado de conservación, el costo económico de una acción sobre la otra, o el desarrollo cultural de un grupo social determinado. Aún así no justifica el uso inadecuado de los términos.

Esto deja en evidencia que hemos sido incapaces como sociedad, y como profesionales, de asumir y hacer propia una historia de más de dos milenios de conceptualización y de más de trescientos años de acción sobre los monumentos y los monumentos históricos 22, de manera tal de poder construir un camino propio a partir de lo ya sabido –que por sabido se calla y por callado se olvida23- así como no hemos sido capaces de entender que el patrimonio arquitectónico es irremplazable, así como su pérdida no se puede remediar 24.

BIBLIOGRAFIA

ARELLANO G: JAIME: Sine Data. Apuntes de introducción a la filosofía. Universidad Católica de Chile. Temuco.

BRANDI, CESARE. 1963. Teoria del restauro. Cuarta edizione. 1977. Giuglio Einaudi editore S.P.A. Turín.

CHOAY, FRANCOISE. 1992. Alegoría del patrimonio. Versión en castellano editada el 2007 por Editorial Gustavo Gili SL. Bacelona.

CRUZ COVARRUBIAS, CARLOS ALBERTO. Sine data. Los entendidos. Disponible en: http://www.arqchile.cl/critica.htm. [Consulta: 2016.03.10]

HEIDEGGER, MARTÍN. 1951. Construir, habitar, pensar. Disponible en http://www.promateriales.com/pdf/pm0511.pdf. [Consulta: 2016.07.12]

VAISMAN ABRAHAMSON, LUIS. 2015. Hacia Una Teoría de la Arquitectura. Antropología arquitectónica. LOM Ediciones. Santiago de Chile.

VALERY; PAUL. 1928. Eupalinos o el arquitecto. 2° edición, versión traducida por el arquitecto Mario Pani. Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México., 1991. México D.F.

22

En relación a esto ver los primeros capítulos del libro de Francoise Choay, Alegoría del Patrimonio. 23

Paráfrasis de una frase de Carlos Alberto Cruz, del texto Los entendidos. 24

Choay 1992: .

9

10

GIAN PIERO CHERUBINI ZANETEL, estudioso e

investigador de la historia de la arquitectura,

urbanismo y construcción del sur de Chile,

particularmente de la Región de Los Lagos, es

Arquitecto titulado en la Pontificia Universidad

Católica de Chile y en la Universidad de Génova,

donde además obtuvo la Especialización en Arquitecto

del Paisaje. Ha impartido conferencias y ha sido

profesor en diversas universidades chilenas. Entre sus

publicaciones destaca el Libro Ocupación, Arquitectura y

Paisaje, Región de Los Lagos. 15.000 Años de Historia (2009,

Editorial Universitaria), en coautoría con Lorenzo Berg

Costa y el libro La Escuela de Carpinteros Alemanes de

Puerto Montt, Su Origen e Influencia Más Allá De Las

Fronteras (2016, Editorial Universitaria), además de

diversos artículos sobre historia de la arquitectura y

patrimonio local. Actualmente es vicecónsul de Italia

en Puerto Montt.