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Textos movimientos sociales

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Page 1: Textos movimientos sociales

1. Texto: Una investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las Naciones

“Todo sistema, o de preferencia extraordinaria, o de restricción se debe mirar como

proscrito, para que de su propio movimiento se establezca el simple y obvio de la libertad en la

actividad agrícola, mercantil y manufacturante. Todo hombre con tal que no viole las leyes de la

justicia, debe quedar perfectamente libre para abrazar el medio que mejor le parezca para buscar

su modo de vivir, y sus intereses; y que puedan salir sus producciones a competir con las de

cualquier otro individuo de la naturaleza humana (...).

Según el sistema de la libertad de negocios, al soberano sólo le quedan tres obligaciones

principales a que atender: (...) la primera, proteger a la sociedad de la violencia e invasión de

otras sociedades independientes, la segunda, en poner en lo posible a cubierto de la injusticia y

opresión de un miembro de la república a otro que lo sea de la misma; o la obligación de

establecer una exacta justicia entre sus pueblos; la tercera, la de mantener y erigir ciertas obras y

establecimientos públicos necesarios para la sociedad pero que no son rentables si los hiciese un

particular”.

Adam Smith, La naturaleza y las causa de la riqueza de las Naciones (1776).

2. Texto: El socialismo marxista.

"El socialismo moderno es, esencialmente, el resultado directo de reconocer, por un lado,

que en la sociedad de hoy existe un antagonismo de clase, entre propietarios y no propietarios,

entre capitalistas y asalariados; y, por otro lado, que existe una anarquía en la producción."

“El proletariado conquista el poder político, y la utiliza para transformar los medios de

producción en propiedad pública, arrebatándoselos a la burguesía. (...) A partir de entonces

resulta posible una producción socializada, basada en un plan previo.”

“Hasta ahora la sociedad, al basarse en los antagonismos de clase, ha tenido necesidad

del estado. Es decir de una organización (...) de la clase explotadora (...) con el propósito de

mantener por la fuerza a las clases explotadas en condiciones de opresión (...). Tan pronto como

el dominio de clase y la lucha individual por la existencia que resulta de la actual anarquía en la

producción (...) desaparezcan (...) no será ya necesaria una fuerza represiva especial, un Estado.

(...) El Estado no será abolido, sino que se extinguirá.”

F. Engels, Socialismo utópico y socialismo científico.

3. Texto: La lucha de clases.

“La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia

de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos,

maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre

mantuvieron una lucha constante veladas unas veces y otras franca y abierta; lucha que

terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de

las clases beligerantes.

Page 2: Textos movimientos sociales

... La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad

feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases,

las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas.”

Marx y F. Engels, Manifiesto comunista.

4. Texto: La dictadura del proletariado y sociedad sin clases.

“La clase trabajadora sustituirá, en el curso de su desarrollo a la antigua sociedad civil por

una asociación que excluirá a las clases y su antagonismo; y no habrá ya poder político

propiamente dicho, puesto que el poder político es precisamente el resumen oficial del

antagonismo en la sociedad civil.

Marx, Miseria de la filosofía.

5. Texto: Manifiesto inaugural de la Asociación Internacional de Trabajadores.

(...)La experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que

deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben incitarles a sostenerse

unos a otros en todas sus luchas por la emancipación, es castigado con la derrota común de sus

esfuerzos aislados. Guiados por este pensamiento, los trabajadores de los diferentes países, que

se reunieron en un mitin público en Saint Martin's Hall el 28 de septiembre de 1864, han resuelto

fundar la Asociación Internacional. Otra convicción ha inspirado también este mitin. Si la

emancipación de la clase obrera exige su fraternal unión y colaboración, ¿cómo van a poder

cumplir esta gran misión con una política exterior que persigue designios criminales, que pone en

juego prejuicios nacionales y dilapida en guerras de piratería la sangre y las riquezas del pueblo?

No ha sido la prudencia de las clases dominantes, sino la heroica resistencia de la clase obrera de

Inglaterra a la criminal locura de aquéllas, la que ha evitado a la Europa Occidental el verse

precipitada a una infame cruzada para perpetuar y propagar la esclavitud allende el océano

Atlántico. La aprobación impúdica, la falsa simpatía o la indiferencia idiota con que las clases

superiores de Europa han visto a Rusia apoderarse del baluarte montañoso del Cáucaso y

asesinar a la heroica Polonia; las inmensas usurpaciones realizadas sin obstáculo por esa

potencia bárbara, cuya cabeza está en San Petersburgo y cuya mano se encuentra en todos los

gabinetes de Europa, han enseñado a los trabajadores el deber de iniciarse en los misterios de la

política internacional, de vigilar la actividad diplomática de sus gobiernos respectivos, de

combatirla, en caso necesario, por todos los medios de que dispongan; y cuando no se pueda

impedir, unirse para lanzar una protesta común y reivindicar que las sencillas leyes de la moral y

de la justicia, que deben presidir las relaciones entre los individuos, sean las leyes supremas de

las relaciones entre las naciones. La lucha por una política exterior de este género forma parte de

la lucha general por la emancipación de la clase obrera.

¡Proletarios de todos los países, uníos!.

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Karl Marx, Manifiesto inaugural de la Asociación Internacional de Trabajadores, octubre de 1864

6. Texto: Las ideas de anarquismo contra puestas a las del marxismo o comunismo.

"Detesto el comunismo, porque es la negación de la libertad y porque no concibo la

humanidad si la libertad. No soy comunista, porque el comunismo concentra y engulle en

beneficio del estado, todas las esfuerzas de la sociedad; porque conduce inevitablemente a la

concentración de la propiedad en manos del estado, mientras yo propugno la abolición del estado,

el desarraigo definitivo del principio mismo de autoridad y tutela propios del Estado, el cual con el

pretexto de moralizar y civilizar a los hombres, lo único que hasta ahora ha hecho ha sido

esclavizarlos, perseguirlos, y corromperlos. Quiero que la sociedad y la propiedad colectiva o

social, estén organizadas desde abajo hacía arriba por media de la libre a asociación y no desde

arriba hacía abajo mediante la autoridad, sea de la clase que sea. Propugnando la abolición del

Estado, propugno al mismo tiempo, la abolición de la propiedad personal recibida en herencia, la

cual no es sino una institución del Estado, una consecuencia directa de los principios del Estado.

He aquí por qué, señores, yo soy colectivista, pero no comunista."

Bakunin, Segundo congreso de la I Internacional. Berna, septiembre de 1868.

7. Preámbulo de la A.I.T de 1871.

“Considerando:

que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la propia clase obrera: que la lucha por

la emancipación de la clase obrera no es una lucha por los privilegios y monopolios de clase, sino

por el establecimiento de derechos y deberes iguales y por la abolición de todo dominio de clase

que el sometimiento económico del trabajador a los monopolizadores de los medios de trabajo,

es decir, de las fuentes de vida, es la base de la servidumbre en todas sus formas, de toda

miseria social, degradación intelectual y dependencia política; que la emancipación económica de

la clase obrera es, por tanto, el gran fin al que todo movimiento político debe ser subordinado

como medio; que todos los esfuerzos dirigidos a este fin han fracasado por falta de solidaridad

entre

los obreros de las diferentes ramas del trabajo en cada país y de la unión fraternal entre las clases

obreras de los diversos países; que la emancipación del trabajo no es un problema nacional o

local, sino un problema social que comprende a todos los países en los que existe la sociedad

moderna y necesita para su solución el concurso práctico y teórico de los países más avanzados.

que el movimiento que acaba de renacer de la clase obrera de los países más industriales de

Europa, a la vez que despierta nuevas esperanzas, da una solemne advertencia para no recaer

en los viejos errores y combinar inmediatamente los movimientos todavía aislados:

Por todas estas razones ha sido fundada la Asociación Internacional de Trabajadores. Este

Congreso proclamará las aspiraciones comunes de la clase obrera, tomará las medidas

necesarias

para el éxito de las actividades de la Asociación Internacional y elegirá su Consejo General...

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A.I.T. Preámbulo de la A.I.T., Londres, 24 de octubre de 1871.

8. MANIFIESTO COMUNISTA

1.Toda la historia de la sociedad humana, hasta el día, es una historia de luchas de

clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y

oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una

lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce

en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de

ambas clases beligerantes.

2. En los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por doquier

en una serie de estamentos, dentro de cada uno de los cuales reina, a su vez, una nueva

jerarquía social de grados y posiciones. En la Roma antigua son los patricios, los équites, los

plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los vasallos, los maestros y

los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases

todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones.

3. La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal

no ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases,

nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a

las antiguas.

Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber

simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez

más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la

burguesía y el proletariado.

De los siervos de la gleba de la Edad Media surgieron los "villanos" de las primeras

ciudades; y estos villanos fueron el germen de donde brotaron los primeros elementos de la

burguesía.

4.El descubrimiento de América, la circunnavegación de África, abrieron nuevos

horizontes e imprimieron nuevo impulso a la burguesía. El mercado de China y de las Indias

orientales, la colonización de América, el intercambio con las colonias, el incremento de los

medios de cambio y de las mercaderías en general, dieron al comercio, a la navegación, a la

industria, un empuje jamás conocido, atizando con ello el elemento revolucionario que se

escondía en el seno de la sociedad feudal en descomposición.

El régimen feudal o gremial de producción que seguía imperando no bastaba ya para

cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la

manufactura. Los maestros de los gremios viéronse desplazados por la clase media

industrial, y la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la

división del trabajo dentro de cada taller.

5. Pero los mercados seguían dilatándose, las necesidades seguían creciendo. Ya no

bastaba tampoco la manufactura. El invento del vapor y la maquinaria vinieron a revolucionar

Page 5: Textos movimientos sociales

el régimen industrial de producción. La manufactura cedió el puesto a la gran industria

moderna, y la clase media industrial hubo de dejar paso a los magnates de la industria, jefes

de grandes ejércitos industriales, a los burgueses modernos.

La gran industria creó el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de

América. El mercado mundial imprimió un gigantesco impulso al comercio, a la navegación, a

las comunicaciones por tierra. A su vez, estos progresos redundaron considerablemente en

provecho de la industria, y en la misma proporción en que se dilataban la industria, el

comercio, la navegación, los ferrocarriles, desarrollábase la burguesía, crecían sus capitales,

iba desplazando y esfumando a todas las clases heredadas de la Edad Media.

6.Vemos, pues, que la moderna burguesía es, como lo fueron en su tiempo las otras

clases, producto de un largo proceso histórico, fruto de una serie de transformaciones

radicales operadas en el régimen de cambio y de producción.

A cada etapa de avance recorrida por la burguesía corresponde una nueva etapa de

progreso político. Clase oprimida bajo el mando de los señores feudales, la burguesía forma

en la "comuna" una asociación autónoma y armada para la defensa de sus intereses; en

unos sitios se organiza en repúblicas municipales independientes; en otros, forma el tercer

estado tributario de las monarquías; en la época de la manufactura es el contrapeso de la

nobleza dentro de la monarquía feudal o absoluta y el fundamento de las grandes

monarquías en general, hasta que, por último, implantada la gran industria y abiertos los

cauces del mercado mundial, se conquista la hegemonía política y crea el moderno Estado

representativo. Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de

administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.

La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel

verdaderamente revolucionario.

Marx, Engels, El manifiesto comunista, l, 1848