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Grupos del TFG válidos para el Grado en Filosofía, Doble Grado en Derecho-Filosofía y Doble Grado en Ciencias Políticas-Filosofía. TFG Filosofía INFORMACIÓN A LOS ESTUDIANTES Cada grupo está compuesto por un tema de ensayo y un texto para su comentario. Toda la información sobre el TFG figura en la página del Campus Virtual de Coordinación General del TFG: normativa vigente sobre el TFG, el buzón de entrega de trabajos, las convocatorias, plazos de entrega, etc. Asegúrese de que puede acceder; si no le aparece dicha página en su Campus Virtual, póngase en contacto con el Coordinador de Grado ([email protected]) o de los Dobles Grados ([email protected]) para solicitar acceso. Los trámites para solicitar la convocatoria extraordinaria de enero se realizan en Secretaría de Alumnos. Los cambios de grupo deben solicitarse a la mayor brevedad y requieren la previa autorización del Coordinador. A comienzos de curso, los Coordinadores convocarán una reunión informativa general sobre el TFG. Quienes se matriculen posteriormente, deben contactar con los Coordinadores para obtener acceso al campus Virtual de Coordinación General del TFG. Trabajo Fin de Grado Curso 2021-2022

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Grupos del TFG válidos para el Grado en Filosofía, Doble Grado en Derecho-Filosofía y Doble Grado en Ciencias Políticas-Filosofía.

TFG Filosofía

INFORMACIÓN A LOS ESTUDIANTES

• Cada grupo está compuesto por un tema de ensayo y un texto para su comentario. • Toda la información sobre el TFG figura en la página del Campus Virtual de Coordinación

General del TFG: normativa vigente sobre el TFG, el buzón de entrega de trabajos, las convocatorias, plazos de entrega, etc. Asegúrese de que puede acceder; si no le aparece dicha página en su Campus Virtual, póngase en contacto con el Coordinador de Grado ([email protected]) o de los Dobles Grados ([email protected]) para solicitar acceso.

• Los trámites para solicitar la convocatoria extraordinaria de enero se realizan en Secretaría de Alumnos.

• Los cambios de grupo deben solicitarse a la mayor brevedad y requieren la previa autorización del Coordinador.

• A comienzos de curso, los Coordinadores convocarán una reunión informativa general sobre el TFG. Quienes se matriculen posteriormente, deben contactar con los Coordinadores para obtener acceso al campus Virtual de Coordinación General del TFG.

Trabajo Fin de Grado Curso 2021-2022

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GRUPO 1 Profª Pilar Fernández Beites Tema: Lo bueno y lo correcto. Profª. Paloma Martínez Matías «Del mismo modo que el astrólogo considera a las estrellas al servicio de los hombres y en conexión con su felicidad y con su desgracia, así también un investigador tal considera que el mundo en su totalidad está ligado a los hombres; como el eco infinitamente repetido de un sonido original, el hombre; como la imagen multiplicada de un arquetipo, el hombre. Su procedimiento consiste en tomar al hombre como medida de todas las cosas; pero entonces parte del error de creer que tiene estas cosas ante sí de manera inmediata, como objetos puros. Por tanto, olvida que las metáforas intuitivas originales no son más que metáforas y las toma por las cosas mismas. Sólo mediante el olvido de este mundo primitivo de metáforas, sólo mediante el endurecimiento y petrificación de un fogoso torrente primordial compuesto por una masa de imágenes que surgen de la capacidad originaria de la fantasía humana, sólo mediante la invencible creencia en que este sol, esta ventana, esta mesa son una verdad en sí, en resumen: solamente gracias al hecho de que el hombre se olvida de sí mismo como sujeto y, por cierto, como sujeto artísticamente creador, vive con cierta calma, seguridad y consecuencia; si pudiera salir, aunque sólo fuese un instante, fuera de los muros de esa creencia que lo tiene prisionero, se terminaría en el acto su “conciencia de sí mismo”. Le cuesta trabajo reconocer ante sí mismo que el insecto o el pájaro perciben otro mundo completamente diferente al del hombre y que la cuestión de cuál de las dos percepciones del mundo es la correcta carece totalmente de sentido, ya que para decidir sobre ello tendríamos que medir con la medida de la percepción correcta, es decir, con una medida de la que no se dispone. Pero, por lo demás, la “percepción correcta” –es decir, la expresión adecuada de un objeto en el sujeto– me parece un absurdo lleno de contradicciones, puesto que entre dos esferas absolutamente distintas, como lo son el sujeto y el objeto, no hay ninguna causalidad, ninguna exactitud, ninguna expresión, sino, a lo sumo, una conducta estética, quiero decir: un extrapolar alusivo, un traducir balbuciente a un lenguaje completamente extraño, para lo que, en todo caso, se necesita una esfera intermedia y una fuerza mediadora, libres ambas para poetizar e inventar.(…). Un pintor que careciese de manos y quisiera expresar por medio del canto el cuadro que ha concebido, revelará siempre, en ese paso de una esfera a otra, mucho más sobre la esencia de las cosas que el mundo empírico.» Nietzsche, F., “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”, en Sobre verdad y mentira en sentido extramoral y otros fragmentos de filosofía del conocimiento, Madrid, Tecnos, 2012..

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GRUPO 2 Profª. Paloma Martínez Matías Tema: Sujeto y capitalismo.

Bibliografía1 Marx, Karl, Manuscritos de economía y filosofía, Madrid, Alianza, 2013. Benjamin, Walter, Iluminaciones, Madrid, Taurus, 2018. Horkheimer, Max – Adorno, Theodor W., Dialéctica de la Ilustración, Madrid, Trotta, 2018. Han, Byung-Chul, Psicopolítica. Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder, Barcelona, Herder, 2014. Foucault, Michel, Nacimiento de la biopolítica, Madrid, Akal, 2011.

Prof. Leonardo Rodríguez Duplá “Estaremos de acuerdo, sin duda, en que importa muchísimo saber si la moral nos embauca. La lucidez –apertura del espíritu sobre lo verdadero–, ¿no consiste en entrever la posibilidad permanente de la guerra? El estado de guerra suspende la moral; despoja a las instituciones y a las obligaciones eternas de su eternidad, y anula entonces en lo provisional los imperativos incondicionales. Proyecta de antemano su sombra sobre los actos de los hombres. La guerra no es sólo una más –la mayor– entre las pruebas de que vive la moral. Lo que hace es volver la moral irrisoria. El arte de prever y de ganar por todos los medios la guerra –la política– se impone entonces como el ejercicio mismo de la razón. La política se opone a la moral como la filosofía a la ingenuidad. No hay necesidad de mostrar con oscuros fragmentos de Heráclito que el ser se revela como guerra al pensamiento filosófico; que la guerra no afecta a éste únicamente como el hecho más patente, sino como la patencia misma –o la verdad– de lo real. En la guerra, la realidad desgarra las palabras y las imágenes que la disimula, para imponerse en su desnudez y su dureza. Dura realidad (¡suena a pleonasmo!), dura lección de las cosas: la guerra se produce como la experiencia pura del ser puro en el instante mismo de su fulgor, en el que se abrasan las oriflamas de la ilusión. El acontecimiento ontológico que se esboza en esta negra claridad es una movilización de los seres, anclados hasta entonces en su identidad; una movilización de los absolutos por un orden objetivo al que no cabe sustraerse. La prueba de fuerza es la prueba de lo real. Pero la violencia no consiste tanto en herir y aniquilar cuanto en interrumpir la continuidad de las personas; en hacerles representar papeles en los que no se reconocen; en hacerles traicionar no sólo sus compromisos, sino su propia sustancia; en hacerles llevar a cabo actos que destruirán toda posibilidad de actos. Como la guerra moderna, toda guerra utiliza ya armas que se vuelven contra el que las empuña. Instaura un orden respecto del cual nadie puede tomar distancia. Ya nada es entonces exterior. La guerra no manifiesta la exterioridad y a lo otro como otro; la guerra destruye la identidad de Mismo. La cara del ser que se muestra en la guerra se fija en el concepto de totalidad que domina la filosofía occidental. En ella, los individuos se reducen a portadores de fuerzas que los gobiernan sin que lo sepan. Los individuos toman prestado a esta totalidad su sentido (invisible fuera de esta totalidad). La unicidad de cada presente se sacrifica sin cesar a un porvenir llamado a extraerle su sentido objetivo. Porque lo único que cuenta es el sentido último; lo único que transforma a los seres en ellos mismos es el último acto. Los seres son tales como aparecerán en las formas, ya plásticas, de la epopeya. La conciencia moral no puede soportar la mirada burlona de lo político más que si la certeza de la paz domina a la evidencia de la guerra. Esta evidencia no se obtiene por simple juego de antítesis. La paz de los imperios salidos de la guerra reposa en la guerra. No devuelve ésta a los seres alienados su identidad perdida. Para ello se precisa una relación original y originaria con el ser.” (Ex: Emmanuel LEVINAS, Totalidad e infinito, trad. M. García-Baró, Sígueme, Salamanca, 2016, pp. 13s.)

Bibliografía: Emmanuel LEVINAS, Ética e infinito, Visor, Madrid, 1991. Catherine CHALIER, Levinas. La utopía de lo humano, Riopiedras, Barcelona, 1993.

1 La bibliografía que se presenta sólo es orientativa de algunos de los autores y obras que han abordado bajo algún aspecto y desde su particular perspectiva el tema propuesto. El listado no es, por tanto, excluyente, ya que el tratamiento de este tema puede ser enfocado desde otros autores y obras.

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GRUPO 3 Prof. Antonio Valdecantos Alcaide Tema: Metáfora y filosofía

Bibliografía: Hans Blumenberg, Paradigmas para una metaforología, Madrid, Trotta, 2003. Donald Davidson, “Qué significan las metáforas”, en De la verdad y de la

interpretación, Barcelona, Gedisa, 1990. Georges Lakoff y Mark Johnson, Metáforas de la vida cotidiana, Madrid, Cátedra, 1986. Michel Le Guern, La metáfora y la metonimia, Madrid, Cátedra, 1984. Paul Ricoeur, La metáfora viva, Madrid, Trotta, 2001.

Prof. Ignacio de los Reyes Melero “§14. Caracterización provisional y meramente indicativa del objetivismo y del trascendentalismo. El combate entre estas dos ideas como sentido de la historia espiritual moderna.

Lo característico del objetivismo es que se mueve sobre el suelo del mundo previamente dado ya como obvio por la experiencia y se interroga por su «verdad objetiva», por lo que para él y para todo ser humano racional es incondicionalmente válido, por lo que es en-sí el mundo. La realización universal de esto incumbe a la episteme, a la ratio, o sea, a la filosofía. Con ello quedará alcanzado el ser último, lo que es y existe en un sentido último, más allá de lo que cualquier posible indagación carecería de sentido racional. El transcendentalismo, por el contrario, dice: el sentido de ser del mundo de vida previamente dado es una configuración subjetiva, es producto de la vida de la experiencia, de la vida precientífica. En ella se construye el sentido y la validez de ser del mundo, y en cada caso del mundo que vale realmente para el que en cada caso lo experimenta. En cuanto al mundo «objetivamente verdadero», el de la ciencia, es una creación de más alto grado, fundada sobre la experiencia y el pensamiento precientíficos, o lo que es igual, sobre sus rendimientos de validez. Sólo una retroindagación radical de la subjetividad, de la subjetividad que es precisamente la que en última instancia hace posible toda validez del mundo con su contenido y en todas las modalidades científicas y precientíficas, así como una indagación del qué y el cómo de los rendimientos de la razón, puede hacer inteligible la verdad objetiva y alcanzar el sentido de ser último del mundo. Por consiguiente, no es el ser del mundo en su obviedad incuestionada lo en-sí primero, ni se trata de plantear la nuda interrogación sobre lo que objetivamente le pertenece; sino que lo en-sí primero es la subjetividad y, precisamente, en cuanto instancia que pre-da ingenuamente el ser del mundo y seguidamente lo racionaliza. O lo que es igual: lo objetiva.”

E. Husserl, La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental, Crítica, Barcelona 1991, p. 72.

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GRUPO 4 Prof. Ignacio de los Reyes Melero Tema: Fenomenología de la intersubjetividad

Bibliografía E. Husserl, Meditaciones cartesianas, Fondo de Cultura Económica, México, 2005. E. Husserl, La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental, Crítica,

Barcelona 1991. Husserliana, Vol XV: Zur Phänomenologie der Intersubjektivität, Den Haag, Martinus

Nijhoff 1973. J. Ortega y Gasset, El hombre y la gente, Biblioteca Nueva, Madrid 2016. S. R. S. Finke, Husserl y las aporías de la intersubjetividad, Anuario filosófico (26), 1993,

pp. 327-359. Profª. Carmen Segura Peraita “La expresión ‘algo que es’ se dice en muchos sentidos, pero en relación con una sola cosa y una sola naturaleza y no por mera homonimia, sino que, al igual que ‘sano’ se dice en todos los casos en relación con la salud –de lo uno porque la conserva, de lo otros porque la produce, de lo otro, porque es signo de salud, de lo otro porque ésta se da en ello– y ‘médico’ [se dice] en relación con la ciencia médica (se llama médico a lo uno porque posee la ciencia médica a lo otro porque sus propiedades naturales son adecuadas a ella, a lo otro porque es el resultado de la ciencia médica), podríamos encontrar cosas que se dicen de modo semejante a éstas, así también ‘algo que es’ se dice en muchos sentidos, pero en todos los casos en relación con un único principio: de unas cosas [se dice que son] por ser entidades, de otras por ser afecciones de la entidad, de otras por ser un proceso hacia la entidad, o bien corrupciones o privaciones o cualidades o agentes productivos o agentes generadores ya de la entidad ya de aquellas cosas que se dicen en relación con la entidad, o bien por ser negaciones ya de alguna de estas cosas ya de la entidad. Y de ahí que, incluso de lo que no es, digamos que es ‘algo que no es’. Así pues, del mismo modo que de todas las cosas sanas se ocupa una sola ciencia, igualmente ocurre esto en los demás casos. Corresponde en efecto a una única ciencia estudiar, no solamente aquellas cosas que se denominan según un solo significado, sino también las que se denominan en relación con una sola naturaleza: y es que se denominan también, en cierto modo, según un solo significado. Es, pues, evidente, que el estudio de las cosas que son, en tanto que cosas que son, corresponde también a una sola [ciencia].

Ahora bien, en todos los casos la ciencia se ocupa fundamentalmente de lo primero, es decir, de aquello de que las demás cosas dependen y en virtud de lo cual reciben la denominación (correspondiente). Por tanto, si esto es la entidad, el filósofo deberá hallarse en posesión de los principios y las causas de las entidades”

Aristóteles, Metafísica 1003 a 34-1003b 18.

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GRUPO 5 Profª. Carmen Segura Peraita Tema: Aristóteles: el principio de no contradicción.

1) Punto de partida y despliegue, aciertos y limitaciones, consecuencias ético-políticas y ontológicas.

2) Actualidad filosófica de este principio a la vista de la discusión del estagirita con sus coetáneos.

Bibliografía Calvo Martínez, Tomás M. (1988). El principio de no-contradicción en Aristóteles: sus

presupuestos e implicaciones de carácter ontológico. Méthexis, 53-70. Segura Peraita, Carmen (2002). Fracasos de la razón. Gatoverde. (pp. 88-92). Segura Peraita, Carmen (2012). El principio de no contradicción. En Materiales docentes

para el estudio de la Metafísica de Aristóteles. “Naturaleza y constitución de la Filosofía Primera” (pp. 13-19). E-prints UCM.

Prof. Agapito Maestre Sánchez “España, evangelizadora de la mitad del orbe, España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; esa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los Arévacos y de los Vectones, o de los reyes de Taifas. A este término vamos caminando más o menos apresuradamente, y ciego será quien no lo vea. Dos siglos de incesante y sistemática labor para producir artificialmente la revolución, aquí donde nunca podía ser orgánica, han conseguido, no renovar el modo de ser nacional, sino viciarle, desconcertarle y pervertirle. Todo lo malo, todo lo anárquico, todo lo desbocado de nuestro carácter se conserva ileso, y sale a la superficie, cada día con más pujanza. Todo elemento de fuerza intelectual se pierde en infecunda soledad, o sólo aprovecha para el mal. No nos queda ni ciencia indígena, ni política nacional, ni, a duras penas, arte y literatura propia. Cuanto hacemos es remedo y trasunto débil de lo que en otras partes vemos aclamado. Somos incrédulos por moda y por parecer hombres de mucha fortaleza intelectual. Cuando nos ponemos a racionalistas o a positivistas, lo hacemos pésimamente, sin originalidad alguna, como no sea en lo estrafalario y en lo grotesco. No hay doctrina que arraigue aquí: todas nacen y mueren entre cuatro paredes, sin más efecto que avivar estériles y enervadoras vanidades, y servir de pábulo a dos o tres discusiones pedantescas. Con la continua propaganda irreligiosa, el espíritu católico, vivo aún en la muchedumbre de los campos, ha ido desfalleciendo en las ciudades; y aunque no sean muchos los librepensadores españoles, bien puede afirmarse de ellos que son de la peor casta de impíos que se conocen en el mundo, porque, a no estar dementado como los sofistas de cátedra, el español que ha dejado de ser católico es incapaz de creer en cosa ninguna, como no sea en la omnipotencia de un cierto sentido común y práctico, las más veces burdo, egoísta y groserísimo. De esta escuela utilitaria suelen salir los aventureros políticos y económicos, los arbitristas y regeneradores de la Hacienda, y los salteadores literarios de la baja prensa, que, en España, como en todas partes, es un cenagal fétido y pestilente. Sólo algún aumento de riqueza, algún adelanto material, nos indica a veces que estamos en Europa, y que seguimos, aunque a remolque, el movimiento general". Menéndez y Pelayo, Marcelino (1856-1912). “Historia de los heterodoxos españoles”. (Epílogo, 7 de junio de 1882).

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GRUPO 6 Prof. Ignacio Pajón Leyra Tema: El criterio epistemológico en la filosofía de época helenística y romana.

Bibliografía Sexto Empírico. Esbozos pirrónicos. Gredos, 2002. Marco Tulio Cicerón. Cuestiones académicas. Austral, 1971. Epicuro. Obras completas. Cátedra, 1995. J. M. Rist. La filosofía estoica. Ariel, 2017.

Prof. François Jaran Duquette “El fundamento de este estado de cosas está en que la ciencia no piensa. No piensa porque, según el modo de su proceder y de los medios de los que se vale, no puede pensar nunca; pensar, según el modo de los pensadores. El hecho de que la ciencia no pueda pensar no es una carencia sino una ventaja. Esta ventaja le asegura a la ciencia la posibilidad de introducirse en cada zona de objetos según el modo de la investigación y de instalarse en aquélla. La ciencia no piensa. Para el modo habitual de representarse las cosas, ésta es una proposición chocante. Dejemos a la proposición su carácter chocante, aun cuando le siga esta proposición: que la ciencia, como todo hacer y dejar de hacer del hombre, está encomendada al pensar. Ahora bien, la relación entre la ciencia y el pensar sólo es auténtica y fructífera si el abismo que hay entre las ciencias y el pensar se hace visible, y además como un abismo sobre el que no se puede tender ningún puente. Desde las ciencias al pensar no hay puente alguno sino sólo el salto. El lugar al que éste nos lleva no es sólo el otro lado sino una localidad completamente distinta. Lo que se abre con ella no se deja nunca demostrar, si demostrar significa esto: deducir proposiciones sobre un estado de cosas desde presupuestos adecuados y por medio de una cadena de conclusiones. (…) Demostrar, es decir, deducir de presupuestos adecuados, se puede demostrar todo. Pero señalar, franquear el advenimiento por medio de una indicación, es algo que sólo puede hacerse con pocas cosas y con estas pocas cosas además raras veces.” Heidegger, Martin (1952/1994). ¿Qué quiere decir pensar? En Ensayos y conferencias. Serbal, pp. 117-118.

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GRUPO 7 Prof. François Jaran Duquette Tema: El carácter histórico de la actividad filosófica.

Bibliografía: M. Heidegger, Ser y tiempo (1927), trad. J. E. Rivera, Madrid, Trotta, 2020. P. Ricœur, “Hacia una hermenéutica de la conciencia histórica”, trad. A. Neira,

Tiempo y narración III: El tiempo narrado (1985), Madrid, Siglo XXI, 1996. R. Rorty, J. B. Schneewind y Q. Skinner (eds.), Philosophy in History. Essays on the

Historiography of Philosophy, Cambridge University Press, 1984. M. S. C. Schuback y H. Ruin, The Past’s Presence. Essays on the Historicity of Philosophical

Thinking, Huddinge, Södertörns högskola, 2005. T. Sorell y G. A. J. Rogers (eds.), Analytic Philosophy and History of Philosophy, Oxford,

Clarendon Press, 2005. Prof. Ignacio Pajón Leyra “Aclarado esto, es preciso que pase a iniciar mi defensa para intentar extirpar de vuestras mentes esa difamación que durante tanto tiempo os han alimentado, y debo hacerlo en tan poco tiempo como se me ha concedido. Esto es lo que pretendo con mi defensa, confiado en que redunde en beneficio mío y en el vuestro, pero no se me escapa la dificultad de la tarea. Sin embargo, que la causa tome los derroteros que sean gratos a los dieses. Lo mío es obedecer a la ley y abogar por mi causa. Remontémonos, pues, desde el principio para ver qué acusación dio origen a esta mala fama de que gozo y que ha dado pie a Meleto para iniciar este proceso contra mí. Imaginémonos que se tratara de una acusación formal y pública y oímos recitarla delante del tribunal: "Sócrates es culpable porque se mete donde no le importa, investigando en los cielos y bajo la tierra. Practica hacer fuerte el argumento más débil e induce a muchos otros para que actúen como él". Algo parecido encontraréis en la comedia de Aristófanes, donde un tal Sócrates se pasea por la escena, vanagloriándose de que flotaba por los aires, soltando mil tonterías sobre asuntos de los que yo no entiendo ni poco ni nada. Y no digo eso con ánimo de menosprecio, no sea que entre los presentes haya algún aficionado hacia tales materias y lo aproveche Meleto para entablar nuevo proceso contra mí, por tan grave crimen. La verdad es, ¡oh atenienses!, que no tengo nada que ver con tales cuestiones. Y reto a la inmensa mayoría para que recordéis si en mis conversaciones me habéis oído discutir o examinar sobre tales asuntos; incluso, que os informéis los unos de los otros, entre todos los que me hayan oído alguna vez, publiquéis vuestras averiguaciones. Y así podréis comprobar que el resto de las acusaciones que sobre mí se han propalado son de la misma calaña. Pero nada de cierto hay en todo esto, ni tampoco si os han contado que yo soy de los que intentan educar a las gentes y que cobran por ello; también puedo probar que esto no es verdad. Y no es que no encuentre hermoso el que alguien sepa dar lecciones a los otros, si lo hacen como Gorgias de Leontinos o Pródicos de Ceos o Hipias de Hélide, que van de ciudad en ciudad, fascinando a la mayoría de los jóvenes y a muchos otros ciudadanos, que podrían escoger libremente y gratis la compañía de muchos otros ciudadanos y que, sin embargo, prefieren abandonarles para escogerles a ellos para recibir sus lecciones, por las que deben pagar y, aun más, quedarles agradecidos.” Platón, Apología de Sócrates, 19a-20a.

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GRUPO 8 Profª. Ana Carrasco Conde Tema: El pensamiento antiguo en la filosofía contemporánea.2

Bibliografía Butler, J.: El grito de Antígona, El Roure, Barcelona, 2001. Cassin, B. (ed.): Nuestros griegos y sus modernos. Estrategias contemporáneas de

apropiación de la Antigüedad, Ediciones Manantial, Buenos Aires, 1994. Finley, M.: Esclavitud antigua e ideología moderna, Crítica, Barcelona, 1982. Mariño Sánchez, D.: Injertando a Dioniso. Las interpretaciones del dios de nuestros días a la

Antigüedad, Madrid, Siglo XXI. Mas, S.: Alemania y el mundo clásico (1896-1945), Plaza y Valdés, Madrid, 2014. Thibodeau, M.: Hegel y la tragedia griega, Prometeo, Buenos Aires, 2014.

Prof. Jordi Massó Castilla “El sentimiento de lo sublime es, pues, un sentimiento de dolor que nace de la inadecuación de la imaginación, en la apreciación estética de las magnitudes, con la apreciación mediante la razón; y es, al mismo tiempo, un placer despertado por la concordancia que tiene justamente ese juicio de inadecuación de la mayor facultad sensible con ideas de la razón, en cuanto el esfuerzo hacia éstas es para nosotros una ley; es, a saber, para nosotros, ley (de la razón), y encuentra en nuestra determinación el apreciar como pequeño, en comparación con ideas de la razón, todo lo que la naturaleza, como objeto sensible, encierra para nosotros de grande, y lo que en nosotros excita el sentimiento de esa determinación suprasensible concuerda con aquella ley. Ahora bien: el mayor esfuerzo de la imaginación en la exposición de la unidad para la apreciación de la magnitud es una referencia a algo absolutamente grande, consiguientemente una referencia a la ley de la razón de admitir sólo eso como medida suprema de magnitudes”. KANT, I., Crítica del Juicio, § 27, trad. cast. M. García Morente, Madrid, ed. Tecnos, 2007, p. 177.

2 Desde Hegel hasta Hannah Arendt, Martha Nussbaum o Judith Butler pasando por Marx o Adorno, la línea de investigación de los TFG se centrará en un análisis crítico del uso (apropiaciones, rendimientos y deformaciones) del pensamiento antiguo en las propuestas filosóficas que parten del idealismo alemán hasta el presente con énfasis en la historia de los conceptos.

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GRUPO 9 Prof. Jordi Massó Castilla Tema: La cuestión de lo irrepresentable en el arte. Prof. Guillermo Villaverde López “Por lo que se refiere al método, he creído que no bastaba el utilizar un estilo directo y evidente en lo que tenía que ofrecer, sino que había de comenzar por la materia misma del gobierno civil, para pasar después a su generación, a su forma y al origen primero de la justicia. Porque toda cosa se conoce mejor a partir de aquello que la constituye. Ya que como sucede en un reloj mecánico o en cualquier otra máquina algo más complicada, que solo se puede conocer cuál es la función de cada pieza y de cada rueda si se desmonta y se examina por separado la materia, la forma y el movimiento de cada parte, de igual manera, al investigar el derecho del Estado y los deberes de los ciudadanos, es necesario no desde luego desmontar el Estado pero sí considerarlo como si lo estuviese, es decir, que se comprenda cuál es la naturaleza humana, en qué es apta o inepta para constituir un gobierno civil, y cómo se deben poner de acuerdo entre sí los que quieren aliarse y formar un Estado bien fundado”. T. Hobbes, Tratado sobre el ciudadano [De Cive], traducción de J. Rodríguez Feo (ligeramente modificada), Gredos, Madrid, 2012, p. 10.

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GRUPO 10 Profª. Saleta de Salvador Agra Tema: Cuestiones de la filosofía del lenguaje ordinario.

Bibliografía (orientativa) Anscombe, Elisabeth (1991). Intención. Paidós. Austin, John (1998). Cómo hacer cosas con palabras. Paidós. Chappell, Vere Claiborne (comp.) (1971). El lenguaje común. Ensayos de filosofía analítica.

Tecnos. Hornsby, Jennifer (2001). El feminismo en la filosofía del lenguaje: los actos de habla

comunicativos. En Feminismo y Filosofía. Idea Books. Wittgenstein, Ludwig (1998). Investigaciones Filosóficas. Crítica.

Profª. Ana Carrasco Conde “Platón, en su famosa lucha con los antiguos sofistas, descubrió que su «arte universal de hechizar la mente con argumentos» (Fedro, 261) nada tiene que ver con la verdad, sino que apunta a opiniones que por su propia naturaleza son mudables, y que son válidas sólo «en el momento del acuerdo y en tanto que el acuerdo dura» (Teeteto, 172). También descubrió la muy insegura posición de la verdad en el mundo, puesto que «la persuasión surge de las opiniones y no de la verdad» (Fedro, 260). La diferencia mayor entre los antiguos y los modernos sofistas está en que los antiguos se mostraban satisfechos con una pasajera victoria del argumento a expensas de la verdad, mientras que los modernos desean una victoria más duradera a expensas de la realidad. En otras palabras, aquéllos destruían la dignidad del pensamiento humano, mientras que éstos destruyen la dignidad de la acción humana. Los antiguos manipuladores de la lógica eran motivo de preocupación para el filósofo, mientras que los modernos manipuladores de los hechos obstaculizan la tarea del historiador. Porque la misma historia es destruida y su comprensión -que se basa en el hecho de que la hacen los hombres y, por lo tanto, puede ser comprendida por los hombres- se encuentra en peligro siempre que los hechos ya no sean considerados como parte del mundo pasado y del actual y se manipulen para demostrar esta o aquella opinión.” Arendt, H.: Los orígenes del totalitarismo, Alianza Editorial, Madrid, 2016, pp. 72-73.

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GRUPO 11 Prof. Guillermo Villaverde López Tema: Kant y el pensamiento político moderno. Profª. Saleta de Salvador Agra “Pero, ¿qué es para alguien querer decir algo mediante lo que dice, y qué es para algo tener un significado? Para responder a la primera de estas preguntas propongo tomar prestadas y revisar algunas ideas de Paul Grice. En un artículo titulado «Meaning», Grice proporciona el siguiente análisis de la noción de «significado no-natural» . Decir que un hablante H quiere decir algo mediante X, equivale a decir que H intentó que la emisión de X produjese algún efecto en un oyente O, por medio del reconocimiento de esta intención. Aunque no creo que esta sea una explicación adecuada, por razones que se harán claras más adelante, pienso, sin embargo, que se trata de un punto de partida muy útil para una explicación del significado; en primer lugar, porque conecta significado e intención, y en segundo lugar, porque captura la siguiente característica esencial de la comunicación lingüística. Al hablar intento comunicar ciertas cosas a mi oyente, haciéndole que reconozca mi intención de comunicar precisamente esas cosas. Logro el efecto pretendido en el oyente haciéndole que reconozca mi intención de lograr ese efecto, y tan pronto como el oyente reconoce qué es lo que intento lograr, se logra, en general, el efecto que se pretendía. El oyente comprende lo que estoy diciendo tan pronto como reconoce que mi intención, al emitir lo que emito, es una intención de decir esa cosa”. Searle, John (1969/1994). Actos de Habla. Ensayo de filosofía del lenguaje. (Luis M. Valdés Villanueva, Trad.). Cátedra, cap. II, p. 52.

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GRUPO 12 Prof. Ricardo Parellada Redondo Tema: Interpretaciones filosóficas del pecado original

Bibliografía: San Agustín de Hipona, La ciudad de Dios, libros XII-XIV. Madrid: BAC. Santo Tomás de Aquino, Suma teológica, I, q. 97; I-II, q. 82; II-II, qq. 105, 161-163.

Madrid: BAC. Kant, “Probable inicio de la historia humana” (1786), en I. K., Ideas para una historia

universal en clave cosmopolita y otros escritos sobre Filosofía de la Historia. Madrid: Tecnos, 2006.

Weithman, Paul. 1996. “Thomistic Pride and Liberal Vice.” Thomist: A Speculative Quarterly Review 60: 241-74.

Prof. Antonio Miguel López Molina “Porque no es el mundo por sí junto a mí y yo por mi lado aquí, junto a él -sino que el mundo es lo que está siendo para mí, en dinámico ser frente y contra mí, y yo soy el que actúo sobre él, el que lo mira y lo sueña y lo sufre y lo ama o lo detesta. El ser estático queda declarado cesante -ya veremos cuál es su subalterno papel- y ha de ser sustituido por un ser actuante. El ser del mundo ante mí es -diríamos- un funcionar sobre mí, y, parejamente el mío sobre él. Pero esto -una realidad que consiste en que un yo vea un mundo, lo piense, lo toque, lo ame o deteste, le entusiasme o lo acongoje, lo transforme y aguante y sufra, es lo que desde siempre se llama “vivir”, “mi vida”, “nuestra vida”, la de cada cual. Retorceremos, pues, el pescuezo a los venerables y consagrados vocablos existir, coexistir y ser, para, en vez de ellos, decir: lo primario que hay en el Universo es mi “vivir” y todo lo demás lo hay, o no lo hay, en mi vida, dentro de ella. Ahora no resulta inconveniente decir que las cosas que el Universo, que Dios mismo son contenidos de mi vida -porque “mi vida” no soy yo solo, yo sujeto, sino que vivir es también mundo. Hemos superado el subjetivismo de siglos -el yo se ha liberado de su prisión íntima, ya no es lo único que hay, ya no padece esa soledad que es unicidad, con la cual tomamos contacto un día anterior. Nos hemos evadido de la reclusión hacia dentro en que vivíamos como modernos, reclusión tenebrosa, sin luz, sin luz del mundo, y sin espacio donde holgar las alas del afán y el apetito.” (¿Qué es filosofía?, Capítulo X, Editorial Revista de Occidente, Madrid, 1971, pp. 220-221.)

Bibliografía Ortega y Gasset, J., ¿Qué es filosofía?; Lecciones de metafísica; Historia como sistema.

En: Obras Completas, 10 Vols., Taurus, 2004-2010. Marías, J., Ortega y Gasset. Circunstancia y vocación, Alianza Universidad, Madrid, 1983. –––– Ortega y Gasset. Las trayectorias, Alianza Universidad, Madrid, 1983. Rodríguez Huéscar, A., La innovación metafísica de Ortega. Crítica y superación del idealismo,

MEC, Madrid, 1982.

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GRUPO 13 Prof. Antonio Miguel López Molina Tema: Filosofía española contemporánea. Bibliografía

Ortega y Gasset, J., Obras Completas, 10 Vols., Taurus, 2004-2010. Zambrano, M., Obras Completas, Madrid: Galaxia Gutenberg, 2014-2020. Unamuno, M., Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos, Edición de

A. M. López Molina, Biblioteca Nueva, 1999. Nivolas: Niebla, Amor y pedagogía, Abel Sánchez, La tía Tula, San Manuel Bueno, mártir,

etc. Prof. Ricardo Parellada Redondo “Nada de lo que en la tierra se ha hecho contra «los nobles», «los violentos», «los señores», «los poderosos», merece ser mencionado si se lo compara con lo que los judíos han hecho contra ellos: los judíos, ese pueblo sacerdotal, que no ha sabido tomar satisfacción de sus enemigos y dominadores más que con una radical transvaloración de los valores propios de estos, es decir, por un acto de la más espiritual venganza. Esto es lo único que resultaba adecuado precisamente a un pueblo sacerdotal, al pueblo de la más refrenada ansia de venganza sacerdotal. Han sido los judíos los que, con una consecuencia lógica aterradora, se han atrevido a invertir la identificación aristocrática de los valores (bueno = noble = poderoso = bello = feliz = amado de Dios) y han mantenido con los dientes del odio más abismal (el odio de la impotencia) esa inversión, a saber, «¡los miserables son los buenos; los pobres, los impotentes, los bajos son los únicos buenos; los que sufren, los indigentes, los enfermos, los deformes son también los únicos piadosos, los únicos benditos de Dios, únicamente para ellos existe bienaventuranza, en cambio vosotros, vosotros los nobles y violentos, vosotros sois, por toda la eternidad, los malvados, los crueles, los lascivos, los insaciables, los ateos, y vosotros seréis también eternamente los desventurados, los malditos y condenados!...» Se sabe quién ha recogido la herencia de esa transvaloración judía.”

F. Nietzsche, La genealogía de la moral (1887). Trad. A. Sánchez Pascual. Madrid: Alianza, 1972, reimpr. 1991, I, 7-8.

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GRUPO 14 Prof. Pedro Lomba Falcón Tema: La recuperación de la filosofía antigua (estoicismo, escepticismo, epicureísmo) en la primera Modernidad. Prof. Luis Alegre Zahonero “El filósofo quiere lo uno, porque lo quiere todo, hemos dicho. Y el poeta no quiere propiamente todo, porque teme que en ese todo no esté en efecto cada una de las cosas y sus matices; el poeta quiere una, cada una de las cosas sin restricción, sin abstracción ni renuncia alguna. Quiere un todo desde el cual se posea cada cosa, mas no entendiendo por cosa esa unidad hecha de sustracciones. La cosa del poeta no es jamás la cosa conceptual del pensamiento, sino la cosa completísima y real, la cosa fantasmagórica y soñada, la inventada, la que hubo y la que no habrá jamás. Quiere la realidad, pero la realidad poética no es sólo la que hay, la que es; sino la que no es; abarca el ser y el no ser en admirable justicia caritativa, pues todo, todo tiene derecho a ser hasta lo que no ha podido ser jamás. El poeta saca de la humillación del no ser a lo que en él gime, saca de la nada a la nada misma y le da nombre y rostro. El poeta no se afana para que de las cosas que hay, unas sean y otras no lleguen a este privilegio, sino que trabaja para que todo lo que hay y lo que no hay, llegue a ser”.

Zambrano, María (2019). Filosofía y poesía. Fondo de Cultura Económica, p.23.

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GRUPO 15 Prof. Luis Alegre Zahonero Tema: Experiencia estética y vida cotidiana. Prof. Pedro Lomba Falcón "Lo que un determinado país es para determinados dioses extranjeros, esto es el país de la razón para Dios en general; es una región donde su existencia cesa" (K. Marx, Escritos doctorales, en K. Marx, Sobre la religión. De la alienación religiosa al fetichismo de la mercancía, Trotta, Madrid, 2018, pp. 114 - 115).