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PIÑERA Y EL GABINETE: HACIÉNDOLE EL QUITE A LONGUEIRA ADELANTO DEL LIBRO SOBRE KARADIMA DE MARÍA OLIVIA MÖNCKEBERG CÓMO NEGOCIÓ EL SERVIU CON KODAMA: LO QUE DICEN LAS ACTAS NUEVOS ABUSOS DE SACERDOTES EN VALDIVIA MALA CUEA, DIJO EL CONEJO RECARGO AÉREO $ 200 $ 800 JUEVES 21 DE ABRIL DE 2011 · AÑO 12· Nº 390 PUBLICACIÓN SEMANAL TENGO LOS HUEVOS HINCHADOS

The Clinic 390

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PIÑERA Y EL GABINETE: HACIÉNDOLE EL QUITE A LONGUEIRAADELANTO DEL LIBRO SOBRE KARADIMA DE MARÍA OLIVIA MÖNCKEBERG

CÓMO NEGOCIÓ EL SERVIU CON KODAMA: LO QUE DICEN LAS ACTASNUEVOS ABUSOS DE SACERDOTES EN VALDIVIA

MALA CUEA,DIJO EL CONEJO

RECARGO AÉREO $ 200

$ 800

JUEVES 21 DE ABRIL DE 2011 · AÑO 12· Nº 390 PUBLICACIÓN SEMANAL

TENGO LOS HUEVOS HINCHADOS

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Más malas noticias para la cadena de supermercados.

ENCUENTRAN RATAS EN DEPARTAMENTO

DE GERENCIA DE MONSERRAT

Kodama amenaza al Minvu:

“LA VAN A PAGAR CARO”

Mañalich preocupado por la ley del cinturón

“¡¡NINGUNO ME CRUZA!!”

Llama a la austeridad.

EZZATI PIDE A LOS SACERDOTES NO SALIR A BUSCAR HUEVITOS ESTA SEMANA SANTA

sabía usted que: ...La ley del Súper 8 la pararon de Golpe. 2

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3sabía usted que: ...Una asiática sucia es una co-china

Madre Paula rechaza carne este viernes santo:

“SÓLO ME VOY A COMER UNOS CHORITOS”

Nuevo escándalo

HIJA DE LA EX MINISTRA MATTE SERÍA UN CHEQUE

A FECHA

Aprovechando los resultados de la prueba Inicia

MEGA PREPARA “¿SABES MÁS

QUE UN PROFESOR DE QUINTO BÁSICO?”

“Es un programa donde gana cualquiera”, explicó Viñuela.

Piñera pide dar vuelta la página en caso Kodama:

“BUENO, EN VIVIENDA YA PASÓ LA VIEJA”

Matte explica su abrupta salida:

“FIRMÉ MI RENUNCIA SIN CACHAR LO QUE ERA”

IrresponsablePILLAN A KARADIMA COMIENDO

CARNE FRESCA EN PLENO VIERNES SANTO

Pancho Puelma ya no soporta estar internado:

“ESTOY ANGUSTIADO”

Marcela Sabat opina de actualidad:

“ESPERO QUE EL VATICANO SE

PRONUNCIE SOBRE EL CASO DEL

PADRE KODAMA”

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4 sabía usted que: …Los velocistas precoces antes de la partida ya acabaron.

EDITORIAL

POR PATRICIO FERNÁNDEZ

Algo de pena me da la ex ministra Matte, pero no tanta. Ella llegó al gobierno formando parte de una camada presuntuosa, autopercibida como impoluta, mejor formada, menos maquinera, libre de los vicios de la política. Digámoslo francamente, se trataba de un grupo que entre sus supuestos valores agregados, se encontraría el no necesitar de este trabajo para comer. Muy por el contrario, la mayoría de ellos se encargó de que entendiéramos que

esto lo hacían exclusivamente por generosidad, porque si de enriquecimiento personal se tratara, no había mejores negocios que esos en los que estaban metidos antes. Gerentes, directores de empresa, profesionales del círculo de la riqueza. Efectivamente, para este lote –como confesó Ximena Ossan-dón, desatando la furia de los “resentidos”–, un sueldo de aproximadamente 4 millones de pesos, es reguleque no más. Con ellos, los desinteresados, llegaría “una nueva forma de gobernar”. Menos rasca, sin picanterías, desprovista de esos bichos grises denominados “operadores”. Lo suyo era la efi-ciencia, el actuar veloz, saltando burocracias si las circunstancias lo exigían, así como acostumbraban hacer en sus antiguos empleos. La idea era llevar la lógica rentable y exitosa de la empresa privada, al Estado, ese monstruo deformado por una larga historia de ineficiencias, flojeras y otras malas costumbres, como el cultivo de parcelas de poder. Hay que recordar que la derecha se dedicó durante años a denostar la administración concertacionista con un tono que supuraba desprecio y que daba a entender, cuando no lo decían sus palabras de manera literal, que estábamos ante una manga de corruptos. “Otra cosa es con guitarra”, advirtieron algunos de los acusados, y hoy, la ex ministra, así como muchos otros de su sector, murmuran la máxima en voz baja cuando no se atreven a decirla fuerte. Aunque cambiaron las caras, permanecieron los comportamientos, y en varios casos empeo-raron. El mundo de la política no es igual al de la empresa. Desde ya, porque en las empresas privadas hay un dueño, o unos cuantos, mientras que acá el boliche les pertenece a todos por igual, o así creen. Son demasiados los intereses que se barajan en su interior. Magdalena Matte lo debe haber pasado pésimo durante su administración. Supo lo que era convivir con socios de cuchillos afilados. Tuvo enemigos al interior de la Udi, su propio partido, que por largo tiempo confabularon en su contra. Lo mismo en RN, el supuesto aliado. La exintendenta de Concepción (crecen los ex en este cuento), fue una espina en la nariz. Su exhombre de confianza, el abogado Álvaro Baeza (por ahí le llaman Álvaro Bajeza), la terminó metiendo en un tete insostenible. Policías de la PDI entraban y salían de su oficina como si se tratara de una cueva de ladrones. Tipos a los que juraba sus amigos, filtraron informacio-nes o lisa y llanamente la acusaron si esto les redituaba. Nada nuevo bajo el sol. En una entrevista el domingo pasado, antes de renunciar, aseguró que si dejaba el servicio público, era para no volver. Son muy peligrosas las plazas comparadas con un jardín. Por ellas se pasean animales vagos, niños, mendigos, extraños, y así como se dan las escenas más preciosas allí donde los hombres se encuen-tran con los hombres, también acontece la violencia y un mayor grado de descontrol. Los políticos de fuste lo saben perfectamente. Lo suyo no es la prédica de la bondad, ni el andarse presentando como modelos de virtud. (Ese es vicio de populistas, demagogos o ingenuos). Nunca actúan solos, porque conocen en ese mundo el valor de la complicidad. Y estar ahí, no es un favor, sino un orgullo. Una manera de ser protagonista en una historia harto más grande que la de una familia. Yo apostaría que la ministra renunció motu proprio, quizás tras conversar con su marido. No he oído de nadie que la sospeche autora de anomalías, aunque las fue viendo aparecer en torno suyo. ¿Abandonó el barco por responsabilidad política? En parte supongo que sí, y bien por eso. Pero intuyo que estaba hasta la coronilla. La Nueva Forma de Gobernar, así como antaño lo fue la idea de El Hombre Nuevo, está condenada a terminar convertida en una frase hueca. Nada se cambia así como así de un día para otro, y menos todavía en la selva humana.

COMO UNAMAGDALENA

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sabía usted que... Los guarenes celebran la semana hanta. 5

¡¡QUEMA!!

DEVUÉLVEME EL LÁPIZ

DEVUÉLVEMELA BILLETERA

TOUCHÉ

¡POBRE LONGUEIRA!

¿Y? ¿CUÁNDO VOLVEMOS A LA COPA DAVIS?

YA LE ENSEÑÉ AL MAGO YA LA COTÉ, AHORA TE

VOY A ENSEÑARA TI CÓMO SE HACE UN NIÑITO

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sabía usted que: … Muchos de los actores de TVN cayeron en El Cuento del Tío.

1 971. Recuerdo mi primer día de clases. Había que atravesar un inmenso bosque hasta llegar a las salas de kínder. Mi mamá pensó que iba a llorar, pero me despedí con un beso. El es-cenario del colegio era perfecto para las aven-

turas de una niña. Estaba rodeado de una naturaleza maravillosa; de una chacra con viñedos donde podías correr y jugar; de jardines con flores de colores... Y más encima en primero básico teníamos clases al lado del gallinero. Estábamos cerca del convento de las monjas y las veíamos a menudo; vestidas de negro impecable, haciendo sus labores domésticas. Sexto básico llegó rá-pido. Por esas épocas, era clásico viajar al refugio de Lo Ermita en el Arrayán. Viajábamos todos los años con apoderados y profesores; Sor Paula en muchas ocasio-nes nos acompañó. La semana en la Ermita se dividía entre el retiro espiritual y el contacto con la naturaleza. Lo mejor eran las caminatas matutinas por la cascada y el calor de la fogata por las noches. Eran los ochenta y la dictadura ya estaba consolidada. Tenía amigas fuera del colegio con ideas políticas muy diferentes a las que se apoyaban ahí. Así empecé a tomar conciencia sobre el país y sobre la burbuja en la que estaba. Hasta que un día le dije a mi mamá: ¡Estas monjas quieren que yo sea santa!, ¡Me quiero cambiar!...

Pero tuve que esperar dos años. Y en ese intertan-to fui elegida presidenta de curso en séptimo básico. Nuestra profesora jefe era sor Paula. Según ella, éramos un curso “difícil”: desordenadas, flojas e indisciplina-

das. Pero, en realidad, éramos sólo alumnas con ideas propias, a las que ella creía que se les debía “acallar”. A menudo, como presidenta asistía a la sala de profesores a discutir con sor Paula para transmitirle que el curso no estaba de acuerdo con algunas de sus “ideas”. Yo era la voz del curso, pero ella me ignoraba. La dictadura no sólo estaba instalada fuera, sino que dentro del colegio. Sor Paula me parecía fría y calculadora. Tenía una mi-rada dura y podía manipular fácilmente a las que eran débiles, o a quienes buscaban apoyo emocional. En mi caso, fue lo contrario. Yo era- soy- una mujer tan o más fuerte que ella; pero en ese entonces ella podía hacer uso de su poder hacia mí como profesora de curso y monja respetada de la congregación.

Luego de las discusiones me cambié al Liceo N1 de niñas en octavo básico y hoy, a más de 30 años de aquel primer día de clases, y desde los Países Bajos escribo estas líneas sobre sor Paula. No pertenezco a ese grupo de personas; a "sus elegidas y abusadas sexualmente" sino que más bien soy parte de las que fuimos vícti-mas de sus abusos mentales y, aunque parezca menos

importante, es un punto crucial para hacer justicia, puesto que se trata de un número amplio de mujeres que hasta el día de hoy comparten el mismo tipo de vi-vencias y sentimientos. Educadas en un colegio con una disciplina vetusta, con ideas de arribismo y moralidad chabacana, donde te inculcaban un sentimiento terrible de “mea culpa” y de excesivos valores. Cada una de noso-tras, con todo esto que está pasando, hoy nos enfrenta-mos a la verdad: lo farsante que fue “la educación moral” que el colegio Santa Úrsula nos entregó. ¿Cómo pudo un manojo de mujeres, y en especial, sor Paula controlar la mente de muchas de sus alumnas? Esto es serio, grave y apunta a evaluar la educación del Chile de hoy. Como sociedad sufrimos de un arribismo peligrosísimo, que atenta contra nosotros mismos y hace peligrar la educa-ción de las actuales y futuras generaciones.

Recuerdo a mi querida compañera de curso Bernar-dita Aracena, hija de unos trabajadores del colegio, a quien sor Paula en innumerables ocasiones discriminó porque sus recursos económicos eran bajos o porque, simplemente, no pertenecía a su grupo de “elegidas”. En un colegio donde las hijas de trabajadores de clase

media se mezclaban con las hijas de dueños de fun-dos, sufrimos el arribismo creado por sor Paula. Para ella éramos el colegio pagado, más caro de Maipú, sólo posible de cancelar por una “élite”, cosa que el colegio nos inculcaba día a día. Pero todo eso era una farsa; la mayoría de nosotras éramos de clase media y nues-tros padres se sacrificaban enormemente para pagar la mensualidad. Acá hubo manipulación de la conciencia moral, en variadas formas y tintes. Desde inculcarnos que era pecado hacer fiestas con las luces apagadas has-ta darle un beso a tu novio. ¿Qué derecho tenía esta congregación y esta señora Paula en particular de ha-cernos partícipes de sus propias falencias emocionales? Ninguna, por supuesto. Lamentablemente, no hubo na-die que dijo algo, no hubo control de ningún tipo sobre la educación que se nos entregaba.

Ideas antipedagógicas como cuando llegábamos tar-de al colegio y nos enviaban a “la ratonera”: una pe-queña sala sin calefacción en los inviernos donde de-bíamos permanecer la primera hora de clases haciendo tareas, o castigos por llegar tarde. O las humillaciones que muchas sentimos cuando llegaba una mujer de la administración y nombraba a las alumnas morosas quienes debían desalojar la sala de clase por no haber pagado la mensualidad. O la injusticia que sufrió la señora Juanita, quien vendía dulces a las afueras del colegio para pagar la educación de sus hijos y en reite-radas ocasiones sor Paula intentó echarla de la puerta del colegio porque se veía mal su presencia ahí; mien-tras nosotras contemplábamos una vez más lo injusta que fue esta mujer. ¿Era esta su forma de expresar la caridad con los pobres?

Pero claro para guardarnos “un lugar en el cielo” cada martes debíamos llevar desde nuestro hogar una cebo-lla, zanahoria o papa, la cual santamente arrojábamos al entrar al colegio en un saco. Este saco iba a parar a un comedor de niños de Maipú y así ayudábamos a la comunidad local, y cumplíamos con nuestra vocación de “hijas de Dios”. Podría seguir contando historias, sin embargo, prefiero dejarlos con el siguiente pensamiento: no tengo claro para que sirvieron todos los “Avemarías” y “Padrenuestros” que tuve que rezar; tampoco tengo cla-ro para qué sirvieron las semanales misas obligadas y la siempre presente misa general del colegio. Yo, no me arrepiento de nada de lo que he hecho a lo largo de todos mis años. Pecados, probablemente, para el gusto de sor Paula; para mí, opciones personales.

Soy una mujer feliz y plenamente liberada de aquella moral malformada que esta señora nos quiso inculcar. Espero que su Dios, o cualquiera que sea, la perdoné. Yo no, yo sólo quiero justicia para quienes hoy la denun-cian; y espero que el colegio Santa Úrsula evolucione hacia lo que siempre debió ser: un colegio que forme alumnas con conocimientos críticos y valores huma-nos basados en la realidad de este siglo.

Los Países Bajos, Abril 2011

POR CAROLINA BARRíA MARMOLEjO, Ex ALUMNA DEL COLEGIO SANTA ÚRSULA DE MAIPÚ

Cada una de nosotras, con todo esto que está pasando, hoy nos enfrentamos a la verdad: lo farsante que fue “la educación moral” que el colegio Santa Úrsula nos entregó.

Dedicado a todas las Ursulinas Ilu

stra

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sabía usted que... 7

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sabía usted que: …A sor Paula se le fue la mano.8

Las esquinas más peligrosas de

El 2010 se registraron 1.373 accidentes de tránsito con participación de bicicletas.El 2010, 30 personas murieron en accidentes de tránsito con bicicletas involucradas.

Américo Vespucio /Gran Avda. josé Miguel Carrera

Américo Vespucio /Vicuña Mackenna

Américo Vespucio / Froilán Roa

Trinidad / Vicuña Mackenna

Concha y Toro / San Carlos

Departamental / Vicuña Mackenna

Gabriela / Santa Rosa

Américo Vespucio/ Los Pajaritos

Américo Vespucio/ Pedro Fontova

Concha y Toro / Domingo Tocornal

Carrascal / Walker Martinez

Américo Vespucio / Santa Rosa

La Florida / Rojas Magallanes

Neptuno / San Pablo

Américo Vespucio / Independencia

Alameda B.O`Higgins / Manuel Rodríguez

Grecia / Pedro de Valdivia

Américo Vespucio / Vicuña Mackenna Poniente

Vicente Valdés / Vicuña Mackenna

Gral. Velásquez / Alameda B.O’Higgins

FUENTE: Sistema Integrado Estadístico de Carabineros de Chile (SIEC 2)

ACCIDENTES

ACCIDENTES

POR PEDRO CAyUqUEO

C ada vez que escribo “mapuche” en Word, el correc-tor automático de ortografía me pregunta si tal vez no quise escribir “mapache”. Y no me deja tranqui-lo hasta que selecciono la opción “Omitir”, porque por más que “Agrego al diccionario” la opción co-

rrecta, un complot microsoftniano antimapuche la hace des-aparecer al instante. Y tan solo minutos después, dale Word con el “mapache”. Algo por el estilo es lo que pretende hacer el INE, Instituto Nacional de Estadísticas, con nuestro pueblo en el próximo censo 2012. Específicamente en lo que se refiere a la “adscripción étnica” de los encuestados. Si bien el INE se encuentra promocionando una consulta nacional para recibir “sugerencias” respecto del tenor de las preguntas censales – en cumplimiento a regañadientes del Convenio 169-, lo cierto es que ya pareciera estar claro el derrotero de la principal. Así se desprende al menos de la propuesta del gobierno.

“Pregunta 22. ¿A cuál de los siguientes pueblos indígenas pertenece?. 1.1 Mapuche. 1.2 Pehuenche. 1.3 Lafkenche. 1.4 Huilliche. 1.5 Huilliche – Chilote. 2. Aimara. 3. Rapa Nui o Pascuense. 4. Atacameño. 5. Quechua. 6. Colla. 7. Diaguita. 8. Kawashkar. 9. Yámana o Yagán. 10. Ninguno de los anterio-res”. Nada que opinar de las opciones 2 a la 9. Sin embargo, en el caso mapuche la pregunta no puede ser calificada sino

como un pésimo chiste. ¿Qué es eso de pueblo indígena “Pe-huenche”, “Lafkenche”, “Huilliche”… ¡“Huilliche-Chilote”!? Para quienes, ya sea por ignorancia o por haber leído demasiado los libros de Sergio Villalobos, no lo sepan, tales denominaciones en absoluto dan cuenta de pueblos distintos del mapuche. Ha-blamos de identidades territoriales, gentilicios que dan cuen-ta de miembros de un mismo pueblo pero que habitan en la cordillera (pehuenche), en la costa (lafkenche) o en la zona sur (huilliche). Es decir, denominaciones geográficas que si bien implican variaciones lingüísticas y particularidades culturales, no dejan de tener como matriz una identidad mapuche tan obvia como el merkén.

¿Quién les dijo a las luminarias del INE que se trataba de pueblos indígenas diferentes al mapuche? Sospecho que na-die. Pero la oportunidad resultaba demasiado tentadora. Ya el Censo del 2002, vía pregunta igualmente capciosa, había elimi-nado de un plumazo más de 300 mil mapuches (Censo 1991: 932.000 mapuches / Censo 2002: 604.349 mapuches). ¿Por qué entonces no repetir y sobre todo, mejorar la fórmula? En lo personal y porque nací en la costa de la mal llamada Arauca-nía, ¿debería optar el 2012 por la opción “lafkenche”? Ridícu-lo para mí. ¿Pero será igualmente ridículo para los miles de mapuches que viven por esos lados y que –de buena fe- pue-den no captar el trasfondo político de la pregunta censal? ¿O aquellos que viven en la zona cordillerana? Mientras menos población mapuche exista, menos pesaremos en las políticas

públicas y en la agenda de las élites. Esa es una verdad del porte de un buque. Y en un gobierno adicto a las encuestas y los “datos duros”, el panorama se vis-lumbra negrísimo.

El año 2002, tras conocerse los resul-tados del polémico censo, voces mapu-ches denunciaron un “genocidio esta-dístico”. Si aquello fue un genocidio, lo que se viene bien puede ser catalogado como un “holocausto”. Ojo. Aún esta-mos a tiempo. ¿Por qué no salir al paso convocando a una “Campaña virtual de autoafirmación mapuche”? Dicen que twitter ha derribado gobiernos en Me-dio Oriente y expulsado intendentas y ministras en Chile. ¿Cómo no va a ser capaz de detener el holocausto censal que se nos viene como Katrina? Todos invitados. Mapuches, chilenos mestizos, caras pálidas y no tan pálidas, europeos residentes engrupidos con “Danza con Lobos”, hermanos peruanos emigrantes, también los mapaches, por cierto. Todos a twittear para el censo 2012, #yotam-biensoymapuche

¿Mapuche o mapache?

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sabía usted que... Los satánicos celebran la semana Satán. 9

E l informe de la Policía de Investigaciones llegó al despacho de la fiscal Ximena Valen-zuela a mediados de la semana pasada, seis meses después de que el abogado Marcelo Vargas denunciara al Ministerio Público

haber sido víctima de abusos sexuales por parte del sacerdote Salesiano Rimsky Rojas, cuando era alumno del Instituto Salesiano de Valdivia, entre los años 1985 y 1987.

-Lo que puedo decir, a la luz de los antecedentes, es que podrían haber más jóvenes que fueron víctimas -fue la escueta respuesta de la fiscal al ser requerida por los resultados de la indagatoria.

Versión que fue ampliada por el abogado de Vargas, Franklin Gallegos, quien asegura que “hay antecedentes de que no sólo mi representado sufrió este tipo de actos, sino también varios compañeros perteneciente al Movi-miento Juvenil Salesiano (MJS), liderado por el cura Rim-sky Rojas, quien era el encargado de elegir a las personas

que ingresaban al grupo”.-Uno de los testigos relató, con detención, que habría

sido víctima de tocaciones por parte de este sacerdote y que conocería al menos dos casos de personas que habrían pasado por lo mismo -agrega Gallegos.

Antiguos apoderados del establecimiento confirma-ron en la investigación que las autoridades del colegio, además, habrían estado al tanto de las denuncias. “Una testigo que fue apoderada acudió, junto a otros padres, y puso en conocimiento a las autoridades del estable-cimiento que algo estaba pasando”, cuenta la fiscal Va-lenzuela.

Lamentablemente, las declaraciones que hizo a los detectives el sacerdote Alfonso Horn, en ese entonces director del Instituto Salesiano, aún no han sido entre-gadas al Ministerio Público de Valdivia. Tampoco las realizadas al actual Arzobispo de Santiago, Ricardo Ez-zati, quien durante los años en que Rimsky Rojas estu-vo en el colegio, fue inspector provincial de los Salesia-

nos, o sea, la máxima autoridad en la región. Ha trascendido, sin embargo, que Ezatti habría nega-

do estar al tanto de los hechos y que eso contendría el informe policial.

Situación que tiene desconcertados a los abogados de Vargas. Franklin Gallegos sostiene poco probable que “un jefe de una congregación no sepa lo que está pasando en ella, sobre todo cuando el número de sacer-dotes que tiene a su cargo no es tan alto”. Agrega: “de ser así, manejó de manera pésima la institución”.

Las palabras de Gallegos se verían refrendadas por el posterior traslado de Rimsky Rojas a un establecimien-to de la Congregación en Punta Arenas, el Liceo Sale-siano San José, lugar donde el sacerdote se desempeñó como director durante los años 1994 y 2002. Su paso por la ciudad austral tampoco estuvo exento de polé-micas debido a su sorpresivo retiro tras la desaparición del joven Ricardo Hárex –estudiante muy cercano a Rojas-, el 19 de octubre del año 2001.

Escándalo en Valdivia:

Informe de Investigaciones detalla no sólo más abusos del sacerdote, quien se suicidó en febrero de este año, sino también ratifica que las autoridades del Instituto Salesiano de Valdivia estaban al tanto de lo sucedido. En la indagatoria declaró el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati que, en aquellos años, era Inspector Provincial de los Salesianos.

Policía confirma nuevas víctimasde abuso de sacerdote Rimsky Rojas

POR CLAUDIO PIZARRO

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10 sabía usted que: … Robarse un cajero automático es muy efectivo.

L a escena del martes, la de la ex ministra Magdalena Matte renunciando y diciendo que lo hacía “por amor a Chile, como testimonio de humil-

dad y homenaje a las miles de personas sin hogar que todavía esperan”, fue rara. El que tuviera de guardaespaldas a casi la mitad del gabinete aplaudiéndola -Laurence Golborne, Evelyn Matthei, Ca-rolina Schmidt- lo fue más aún. La pues-ta en escena daba la sensación de que quien se iba no era una ministra cuestio-nada, sino que una prócer a la que inclu-so se le calificó, en palabras del ministro Felipe Kast, como la mejor ministra que ha pasado por el MINVU. Un título de-masiado grande para alguien que sólo alcanzó a estar un año en un ministerio que tiene 45 años de existencia. Ese día, un político de la Alianza, puso las cosas en su contexto: “por mucho menos, Yas-na Provoste fue devorada en el Congre-so en el 2008”.

Pero Matte supo salir jugando, más en tono de prédica que defendiendo su po-lítica. Apeló al amor de Dios, sin el cual -dijo- “nada podemos construir”. De las irregularidades de las que se le acusa, sin embargo, sólo mencionó que se iba por transparencia, para asumir las res-ponsabilidades políticas por el caso Ko-dama. Pero lo cierto es que hoy, tanto la justicia como la Contraloría, investigan algo más que temas políticos.

Para entender cómo es que el caso Kodama le ha traído tantos problemas al gobierno, hay que situarse en el año 2006, bajo la administración de la pre-sidenta Michelle Bachelet. Y revisar las actas de la negociación entre el Serviu y la empresa, que revelan que en noviem-bre del año pasado los funcionarios pú-blicos ya le daban la razón a Kodama.

Así de simple.

La ObRaKodama se adjudicó la construcción

del Corredor de Transporte Público Pe-dro Aguirre Cerda el 29 de diciembre de 2006, en la víspera de la entrada en vigencia del TranSantiago. Kodama pre-sentó la tercera mejor oferta, luego de que las dos primeras no pudieran conti-nuar con el proceso porque habían sido seleccionadas en otras licitaciones. El proyecto contemplaba trabajos por 336 días para construir 13,8 kilómetros de vías, que atravesarían cinco comunas. Los planos, eso sí, incluían pequeñas zonas donde el Estado debía expropiar y se comprometió a tener el terreno lim-pio para la construcción a más tardar en marzo de 2007. Sin embargo, apenas la empresa inició los trabajos la cosa se complicó.

-Cuando debería haber estado todo ex-propiado, no sólo no se había avanzado nada, menos del 1% del contrato, sino que todo el largo del ex aeropuerto de Cerrillos resultó ser de la Fach, que dijo que no tenía idea del proyecto -cuenta Rodrigo Alcaíno, abogado de Kodama.

La cosa no mejoró en los meses si-guientes. Un año después de la licita-

Por Jorge roJas g. • foto: aleJandro olivares

El escándalo del caso Kodama comenzó a fines de 2006, cuando la empresa comenzó la construcción del corredor del TranSantiago Pedro Aguirre Cerda. Debían demorarse once meses, pero problemas con las expropiaciones, con los traslados de los servicios y obras adicionales terminaron por aplazar la entrega en casi dos años y medio. En el camino, la empresa gastó mucha plata y desde junio del año pasado que tratan de recuperarla. En enero de este año el Estado aceptó pagarles $17.000 millones, pero muchas irregularidades en la negociación terminaron por objetar el pago. El martes pasado este escándalo le cortó al cabeza a la ministra de Vivienda, quien hasta la semana pasada gozaba de ser una de las intocables del gobierno. ¿Cómo fue que esto le costó el cargo? Lea.

Así negoció el Serviu con Kodama: lo que dicen las actas

Por qué se fue la ministra Matte

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11sabía usted que... La planta de Fukushima hay que cortarla de raíz.

ción, el corredor no solo no estaba listo para entregarse, sino que salvo peque-ños tramos, la mayor parte de la obra no había comenzado y el Serviu aún no expropiaba los terrenos. Fue ahí, según cuenta Alcaíno, que la empresa decidió comprar por su cuenta:

-Fuimos nosotros los que liberamos fajas de terrenos para avanzar. Compra-mos terrenos y le arrendamos casas a la gente que vivía en la zona de expro-piación del corredor, para que se fuera a otro lado a vivir mientras duraba el proceso legal de la expropiación. Les de-cíamos: “váyase, yo le pago el arriendo, mientras dura su proceso”. Liberamos así el 28% de la faja. Lo hicimos porque nuestro negocio era construir y retirar-nos y acá habían 800 personas paradas.

Paralelamente, en el Serviu se las arre-glaron para justificar con nuevas obras el alargamiento de la obra principal. El primer trabajo extra fue la construcción del paso inferior Lonquén. Este debía demorar seis meses, pero la duración se infló en un año. El plazo se venció y nue-vamente le encargaron otra obra. Esta vez fue la construcción de un colector que unió el ex aeropuerto Los Cerrillos, lugar donde se construyó el Parque Bi-centenario, con el Zanjón de la Aguada. El proyecto raya en lo absurdo por don-de se lo mire: se pensó para un proyecto inmobiliario que aún no se construye, por lo tanto el colector no lleva agua de ninguna parte, y pese a ser una obra que demoraba 3 meses, fue concebida con un plazo máximo de 250 días. Todo esto -se-gún el abogado de Kodama- para evitar los sumarios de la Contraloría por algo que llevaba más del tiempo pactado.

La razón de por qué Kodama aceptó ju-gar bajo estas reglas y no tirar el mantel antes, fue -cuentan en la empresa- porque veían en este negocio la posibilidad de competir en las grandes ligas. Si hacían un buen trabajo, el corredor de PAC sería su futura carta de presentación.

Entremedio y dado el apuro que vivía el gobierno por la crisis del TranSantia-go, el proyecto que había sido concebido como un todo, fue inaugurándose por tramos. Unos meses antes de la primera inauguración, en septiembre de 2008, la ex presidenta Michelle Bachelet usó las obras del corredor para llamar a los par-lamentarios a analizar con “seriedad y de-tención” el proyecto de ley que buscaba fi-nanciamiento para el TranSantiago. Pese a que la mayor cantidad de tramos fueron inaugurados por la ex administración, la obra concluyó en mayo de 2010. La em-presa Kodama, sin embargo, comenzó a cobrar los dineros que se le adeudaban a partir de septiembre de 2009.

Las aCtas de NeGOCIaCIÓNA fines de 2009 Kodama llegó a las

oficinas del Serviu, en ese tiempo diri-gido por Andrés Silva, a cobrar $7.000 millones por gastos generales derivados de los constantes problemas en la cons-trucción del corredor. En el organismo, sin embargo, determinaron que sólo se le debían $950 millones. El 16 de febrero de 2010 se autorizó a pagarle a la empre-sa dicha suma, previa toma de razón de la Contraloría. Ocho meses después, sin

embargo, la Contraloría autorizó cance-lar sólo $95 millones. En Kodama hoy asumen que el cálculo está correcto, pero que sólo corresponde al pago extra de gastos de la obra del colector que une el Parque Bicentenario con el Zanjón, y no del proyecto total. Fue por eso que el 8 junio de 2010, luego de entregar la obra completa, la empresa fue has-ta el ministerio y en una reunión con la ministra le explicaron el problema. Magdalena Matte les pidió un reclamo oficial y a partir de eso se acordó una nueva reunión. Allí la ministra hizo co-rrer la pelota y dejó a cargo del tema al controvertido abogado Álvaro Baeza, asesor a honorarios de su exclusiva con-fianza, quien a su vez dejó a cargo del tema a Antonio Llompart, director del Serviu, que finalmente mandó al sub-director jurídico, Rafael Marambio, y al subdirector de pavimentación, Franz Greve, a negociar con Kodama.

Según cuenta un abogado que conoce el caso, fue Kodama la que le puso pre-sión a Llompart para llegar a un acuerdo. Le habrían dicho que el endeudamien-to bancario tenía en números rojos a los japoneses. La idea de la ministra no era muy distinta a la de la empresa. Ella -cuenta gente ligada a la negociación- quería solucionar lo antes posible el en-tuerto. Por eso la comisión acordó jun-

tarse una vez por semana para sacarlo en un plazo máximo de 90 días.

Durante las primeras reuniones, el Serviu negó la deuda y no fue hasta el 10 de noviembre del año pasado, duran-te una visita en terreno al corredor, que reconocieron los errores del contrato.

The Clinic tuvo acceso a las actas que se dejaron de las reuniones, las que lue-go de un tiempo se dejaron de hacer porque ningún representante quería fir-marlas. Ellas son la cronología de cómo el Serviu fue cediendo ante Kodama.

En la que corresponde al 10 de no-viembre se reconocen cuatro grandes problemas: expropiaciones, traslado de servicios, falta de definición de proyec-tos y obras adicionales.

-El Serviu plantea que es evidente el error cometido en este contrato. De este modo se deben verificar aquellos temas que se deben haber previsto partida por partida -dice el papel.

Deciden juntarse el 18 de noviembre. Ese día, los abogados de Kodama, con el informe que habían solicitado al Dictuc en mano, se sentaron a negociar. El in-forme determinaba que el ministerio de-bía $9.700 millones en gastos generales y $7.600 millones desglosados en gastos como costos de oportunidad, de aumen-to de obra, de aceleración, de arriendos, de ingeniería, de subcontratistas, boletas de garantía, entre otros. En total pedían la devolución de $17.313 millones.

-El Dictuc determinó un retraso de 910 días en la entrega del terreno. Esta

empresa tuvo muchas pérdidas. Tan-tas que nos obligaron a pagar la luz del alumbrado público del corredor de cin-co comunas porque las municipalidades no estaban al tanto de esta obra y no la asumían como suya -cuenta el abogado Rodrigo Alcaíno.

En el acta de la tercera reunión, el Ser-viu reconoció la deuda. El papel dice:

“-Kenji Kodama plantea que si un au-mento de presupuesto supera el 100% ya se puede hablar de algo impredecible y fuera de lo normal para una empresa experimentada. En este caso el presu-puesto original superó el 2000%. Franz Greve concuerda con que el contrato ha sido un desastre (...) Franz Greve dice que del total de 900 días en discusión se definió reconocer el pago de gastos ge-nerales del contrato original de 300 días como piso”.

El resto de los días se fueron negocian-do y acreditando uno por uno.

El 15 de diciembre de 2010 y puesto que, según la empresa, el plazo para de-mandar al Serviu estaba por vencer, de-ciden meterle al organismo público un juicio para exigirle el pago de $41.550 millones. La cifra -según Kodama- in-cluía los $17.313 millones, el IVA, las uti-lidades y los costos de un juicio. 35 días después, el ministerio -en un decreto fir-mado por el subsecretario (s) Guillermo

Rolando, y la ministra Magdalena Mat-te- aceptó un acuerdo judicial y pagarle a Kodama los $17 mil millones, previa sentencia de un juez. Sin embargo, cuan-do el subsecretario Andrés Iacobelli lle-gó de sus vacaciones, objetó el pago.

La historia en adelante tiene al menos dos versiones. Una dice relación con que Andrés Iacobelli le pasó la cuenta a la ministra por conflictos de poder en el ministerio y que cuando la mandamás de Vivienda andaba de vacaciones, este

la acusó en La Moneda. Entremedio, Baeza dejó el ministerio.

-Iacobelli paró el pago porque no ha-bía plata para pagar el acuerdo, porque esto se hizo sin el conocimiento de la Di-rección de Presupuesto -cuenta un alto dirigente político de la Alianza.

Iacobelli además cree -según este di-rigente- que Rafael Marambio y Álvaro Baeza querían sacar rápidamente un acuerdo. Por eso el nuevo asesor jurídi-co, Pedro Pablo Gutiérrez, le recomendó a la ministra mandar los antecedentes al Ministerio Público. Según el mismo diri-gente político, en ese momento la minis-tra se disparó en los pies:

-Al mandar a la justicia los anteceden-tes se dejó entrever que acá hubo un de-lito y lo más seguro es que acá haya sólo una imprudencia o faltas administrati-vas. Sin embargo, pasara lo que pasara, la ministra iba a caer porque era la única responsable por la firma. Iacobelli hizo esto para cagarse a la ministra, porque él sabía que la única que jodía con esta denuncia era ella.

La otra versión dice que esto no fue nada más que un error de procedimien-to del Ministerio de Vivienda y del Ser-viu. Según un abogado de la empresa Kodama, lo que hubo acá claramente fue una mala negociación de parte del Min-vu, causada por la inexperiencia de los funcionarios que estaban a cargo.

-Baeza no tiene idea de administra-ción pública. Él es un abogado de la em-presa privada y los tiempos en el sector público son diferentes -dice.

De hecho -según cuenta el abogado- en una de las reuniones fueron ellos mis-mos quienes le preguntaron si conocían el procedimiento. Del Serviu respondie-ron que sí, que había sido la ministra quien lo había visado.

Por estos errores fue que Magdalena Matte terminó renunciando. Extraña-mente salió entre vítores. Para esta sema-na se espera el informe de la Contraloría, que según ha trascendido, recomienda la destitución de los funcionarios del Ser-viu que participaron de la negociación y de su director Antonio Llompart. Esta vez no habrá aplausos.

Según un abogado de Kodama, lo que hubo fue una mala negociación del Minvu, causada por la inexperiencia de los funcionarios que estaban a cargo.

En la tercera reunión, Franz Greve, subdirector de pavimentación del Serviu, concuerda con Kodama que el contrato ha sido “un desastre”.

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carmiento».—¿En qué consistió?—Llamó a una reunión a los semina-

ristas de El Bosque y puso mi caso de ejemplo: manifestó que cómo se me ocurría hacer esto, desobedecerlo e ir a contarle cosas personales a otro cura que no tenía nada que meterse.

—¿Ante quiénes hizo ese «escar-miento»?

—Ante todos los seminaristas de El Bosque, compañeros míos: estaban Andrés Arteaga, Cristóbal Lira, Juan Barros, Horacio Valenzuela, Tommy Koljatic, Jaime Tocornal y Rodrigo Po-lanco. Algunos estaban un poco más abajo en el Seminario.

—¿Dónde ocurrió, en la misma parro-quia?

—Sí, en esa sala grande de El Bosque. Fue espantoso.

—¿Lo sentiste como un juicio?—Sí… Yo me quebré ahí, me puse a

llorar, fue una cosa terrible. Y después me invitó a almorzar a su casa con su mamá. Y mientras yo sollozaba frente a un plato de no sé qué cosa, ellos dos comían como heliogábalos.

—¿Tu llanto era de vergüenza por ha-ber sido expuesto ante los demás?

—De impotencia. Me preguntaba angustiado cómo resolver mi problema si el camino que me estaba indicando mi director espiritual y el que yo había optado se contraponían. ¿Qué hacer? Entonces era un callejón sin salida. No tenía opción de discernir si no era bajo su dirección espiritual.

—¿Qué sentías tú frente a él en ese momento?

—Mucho respeto, desde luego.—¿Todavía mucho respeto?—Sí, mucho respeto.—¿Y la mamá, cómo era, además de

comer como heliogábalo?—Era una señora espantosa. Muy do-

minante, muy arribista. Nunca me cayó bien, la encontré siempre muy cínica, de mucha sonrisita, y bien feucona la pobre.

—¿Se metía en la vida de ustedes?—Sí, claro. Y había que hacerle reve-

rencias. Era una cosa horrible.

tOqueteO ReveLadORUn año después, cuando estaba en

cuarto año del Seminario —en total son siete más el diaconado—, Luis Lira vivió una experiencia que marcó su punto de quiebre definitivo —aunque no instan-táneo— con Karadima. «Me pasó algo bastante extraño que me da vergüenza contártelo, pero ya se lo conté al fiscal y al tribunal eclesiástico. Y fue a partir de eso que se me cayó Karadima.»

Pese a su pudor, relata el episodio: «El asunto es que un día se me ocurrió, por alguna razón que no me explico bien, afeitarme los vellos púbicos. Debe haber

12 sabía usted que: … Los diabéticos no se pueden tirar al dulce con las mujeres.

Cada vez que el seminarista Luis Lira Campino ma-nifestaba sus dudas sobre el celibato y la incerti-dumbre respecto de su vocación a su director es-piritual Fernando Karadima, el cura le increpaba: «¡Son cosas del demonio!».

El joven quedaba aterrado. Plantearse las dudas significaba que «el demonio me estaba

tentando y confundiendo». Hoy, le parece una afirmación sin pies ni cabeza, pero en ese tiempo lo angustiaba y lo sumía en la confusión: «Uno quiere hacer luz en su vida personal y se entrega sin condiciones a una persona para que lo oriente y no entendía cómo podía haber una manifestación demoníaca tan espantosa».

La inquietud sin respuesta continuaba para el joven. Sus sueños de ser monje habían quedado atrás, por consejo de Ka-radima, pero en el Seminario no se sentía convencido de su vocación sacerdotal.

Estaba ya en tercer año, en 1981, cuando hubo un retiro. «Ter-minaba la fase de filosofía, que son tres años, y pasábamos a la etapa de estudios de teología. Y como Dios es grande conmigo, resulta que hizo el retiro un padre jesuita», dice Luis Lira.

Ese sacerdote era Fernando Montes, el actual rector de la Universidad Alberto Hurtado. Los seminaristas efectuaron los ejercicios de San Ignacio en la sede de los jesuitas, en Calera de Tango. «Una casa antigua colonial preciosa, en un ambien-te muy grato, muy campesino, muy agradable. Al empezar el retiro, estaba sumamente preocupado porque no podía con-centrarme en lo que nos decía el padre Montes para que medi-

táramos. Fui a hablar con él y le expliqué lo que me ocurría.» —¿Qué te pasa, tienes algún problema? —le preguntó el

jesuita.—En realidad sí, padre, tengo dudas sobre mi vocación —le

respondió Luis Lira, un tanto complicado.—Mira, lo único que tienes que hacer es concentrarte en eso,

y a la luz de lo que yo vaya diciendo, tú vas a ir discerniendo —le indicó el sacerdote.

Esas palabras aportaron una cuota de optimismo al confun-dido seminarista. «¡Imagínate lo distinto y lo alentador que fue para mí eso!», comenta.

Lira siguió el consejo del padre Montes. «En una primera ins-tancia discerní que no tenía vocación.» Pero todavía estaba un tanto dudoso. «Por eso, le hice caso a San Ignacio que dice que en tiempos de confusión no hay que hacer mudanzas. Y seguí en el Seminario un año más para hacer la prueba y ver mi formación, mi dirección espiritual y todo desde este punto de vista.»

esCaRmIeNtO púbLICOEl seminarista siguió yendo a El Bosque dos veces a la sema-

na, los miércoles y los domingos, como otros de sus compañe-ros. Pero cuando le contó a Karadima que había hablado con el padre Montes «le bajó el berrinche más espantoso. Nos te-nía prohibido hablar con otros sacerdotes. Me dijo que cómo se me ocurría “ir a contarle mis cosas personales a otro cura cuando él era mi director espiritual y solo tenía que hacerle caso a él”. “Yo soy el que decide las cosas, y si no me haces caso a mí, estás endemoniado”, me reiteró. Y me hizo un es-

EL DEMONIO Y María Olivia Monckeberg, periodista y Premio Nacional 2009, investigó en los últimos meses el Caso Karadima para su último libro, "Karadima el señor de los infiernos". Este es un adelanto de la obra.

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EL SEMINARIOtas Paula Coddou y Cristián Rodríguez.

—Sí… sí. Cuando se despedía siempre se acercaba mucho. Empezaba a hablar-te en secreto. «Ya m’hijito, cuídese, rece» y ahí empezaba a correr la cara. Esto iba acompañado con que metía los dedos en el cinturón, por dentro del pantalón y muchas veces los metía bien abajo. Y corregía cuando le quedaban los dedos por fuera del calzoncillo, los sacaba un poco y los volvía a meter.

Contó también Gómez en esa entre-vista que le llamaba la atención que ese tipo de cosas no causaran extrañeza en los otros jóvenes. «Ya pasados los cuatro meses, tenía claro que había un tema de desviaciones de él y me seguí pregun-tando, hasta el día en que me fui, por qué los demás no hacían nada, por qué nadie miraba raro.»

—¿Nunca lo comentó? —le pregunta-ron los periodistas.

—Nunca. Dentro de la gente que ha-bía, los que eran regalones permanentes de Karadima, había uno de una familia muy importante, cuyo hermano era se-minarista. Karadima tenía una debili-dad por el ombligo de él y ¡era una cosa vergonzosa! Le pedía que le mostrara el ombligo y el cura se lo tocaba. Los de-más se reían. Pero esto no era de repen-te. Era siempre. Si no, agarraba un palo o una antena y le abría con eso la cami-sa, y todos muertos de la risa.

«Pero lo que definitivamente me col-mó» —dice Francisco Javier Gómez en su declaración en la Fiscalía— ocurrió un fin de semana, en marzo de 1982, después de que fue a la casa de una niña de El Bosque y se estuvieron bañando en la piscina. «Algo totalmente inocente, e incluso rezamos el rosario. Cuando Ka-radima se enteró, tuvo una actitud muy brusca, me tomó del brazo y me dijo que me tenía que alejar de esa niña, que ella tenía al diablo adentro.» Ante esa situa-ción, «le dije que esto tomaba un rumbo que no me gustaba y me fui del recinto. Lo dejé hablando solo. Ya no volví».

Cuenta Francisco Javier Gómez que la gente que había conocido en El Bosque lo dejó de saludar. Pero la cosa no termi-nó ahí. Un par de semanas después, Ka-radima fue a la Cepal3, donde trabajaba su mamá, y habló con ella. «Le dijo que se me había metido el demonio.»

«paNtaLLa humaNa»En octubre de 1979, poco antes de

que Francisco Javier Gómez llegara a la parroquia El Bosque, se acercó también Juan Luis Edwards Velasco, en ese en-tonces un joven de dieciséis años.

Ingeniero y músico, Edwards compa-reció también ante el fiscal Armendáriz, a quien explicó: «Empecé a acercarme, porque fui a una charla dada por Kara-dima y me gustó su discurso espiritual,

13sabía usted que... El cetáceo más caliente es el cachalote.

sido por el ambiente muy erotizado en general que se percibía. Y quedé muy confundido; fui donde el padre Karadima y me confesé con él por eso. De una cosa que ni siquiera es pecado. Imagínate, afeitarse… Pero no me dijo nada, absolutamente nada. Solo me indicó que rezara un Ave María».

Eso —recuerda con nitidez Luis Lira— fue a las siete de la tarde en un confesionario de la sacristía de la parroquia. En la noche, el joven se fue a despedir del cura a su pieza, como acostumbraba hacerlo, antes de volver al Seminario. «Deben haber sido las diez u once de la noche de un día miércoles o domingo, que era los días que iba.»

Lo que ocurrió al entrar en la habitación de Karadima lo tomó totalmente desprevenido: «Resulta que sin decir “agua va”, él me metió la mano por el pantalón para adentro, debajo del calzoncillo, y me tocó la zona púbica, queriendo corroborar seguramente lo que yo le había contado en confesión. Quizá se habría excitado con eso. Yo no tenía idea de que él fuera ho-mosexual, ni me “cayó la teja” en ese momento. No sé por qué razón no me di cuenta altiro. Pero salté como con un elástico para atrás, me despedí y me fui».

Señala que «en ese instante el respeto que tenía por él em-pezó a decaer. Me preguntaba ¿para qué vengo para acá, para discernir mi vocación o para que me manosee el cura?».

Para Lucho Lira ese episodio fue decisivo. «El poder que te-

nía sobre mí empezó a desaparecer. Fue revelador. El 82 yo me alejé de Karadima… pero estuve un año de chicle entre dimes y diretes hasta salirme de El Bosque en 1983».

—¿Antes del episodio que viviste, no te habías percatado de toqueteos por parte de Karadima?

—No, nunca me tocó el traste ni nada. Lo que sí me llamaba la atención es que había gente que se quedaba con él en la pieza por largas horas en la noche.

—¿Quiénes se quedaban más?—Jorge Álvarez, el médico, es uno de ellos. —¿El que apareció defendiendo a Karadima al comienzo? —Sí, el médico que apareció «sacándose el pillo». Y otra

gente que pensaba yo que estaban en dirección espiritual… Al-gunos de mis otros compañeros y gente del redil.

—¿Hasta el momento que estuviste, alcanzaste a percibir si tenía algún preferido?

—Sí, claro que tenía preferidos, por supuesto. El presidente de la Acción Católica de entonces, Gonzalo Tocornal, era uno de sus preferidos sin ningún disimulo. Pero no recuerdo haber visto cosas raras de besuqueos o toqueteos, aparte de lo que me tocó vivir.

—¿Quiénes otros constituían su séquito más cercano en esos años?

—Entre los superpoderosos, en su séquito de yes men en ese tiempo, estaban Sergio Morales Mena, ingeniero, hermano de Juan Esteban, el actual párroco de El Bosque… Sergio es un año mayor que yo, es casado y tiene una bonita familia. Juan Este-ban es mucho menor, debe tener cuarenta y cinco o cuarenta y seis, como la edad de Juan Carlos Cruz y de Jimmy Hamilton. Eran puros hombres, siempre.

Luis Lira menciona también a los Bulnes Cerda. «Este abo-gado que lo defiende ahora, y el otro, Juan Luis, que estuvo vinculado al caso Schneider. Tiene bastante asidero esa ver-sión que dice que Karadima lo escondió en el campanario. La deuda que tiene la familia Bulnes con él es de por vida.»

GOLpeCItOs y besOs «CuNeteadOs»Francisco Javier Gómez Barroilhet, publicista, de cuarenta y

ocho años, tenía dieciocho en 1980. Su padre sufría una grave enfermedad y se acercó a la parroquia de El Bosque, «pues sentía la necesidad de rezar por él», explicó al fiscal Xavier Armendáriz. No se alcanzó a topar en la parroquia con Jimmy Hamilton ni con Juan Carlos Cruz. «Sí conocí a Luis Lira, una muy buena persona, pero lo dejé de ver al salir de El Bosque y nunca más hasta hoy hemos hablado»1 .

A Gómez nadie lo invitó ni lo presentó en la parroquia. Asis-tió a una reunión un día miércoles, en la que había unos ciento cincuenta jóvenes. Fernando Karadima presidía el encuentro. «Recuerdo que estando yo al final del recinto, de pie, el padre Karadima me hizo un gesto para que lo esperara después de la reunión. Al terminar nos juntamos y me preguntó quién era y quién me había invitado. Le respondí y me señaló que quería que yo fuera de su grupo y que empezara a venir a la parro-quia», relata en el documento firmado ante el fiscal.

Incluso le dijo que volviera el sábado. «Al poco tiempo —continúa Gómez en su testimonio—, me pidió que yo fuera su secretario, lo que acepté, aunque lo cierto es que nunca tuve tareas concretas en esa calidad, fue solo como darme un cargo o un título.»

Señala Francisco Javier Gómez en su declaración que como al mes y medio de estar asistiendo a la parroquia se empezó a dar cuenta de que «había algo como inconsistente en el padre Karadima». Él lo ilustra así: «Por una parte, se mostraba en las reuniones públicas como un fiel seguidor de Dios y, ya más en privado, en su grupo más cercano, hacía burlas de alguno de los jóvenes o personas que asistían al recinto». Decía cosas hirientes —cuenta— y «además tenía una franca competencia con el párroco de la época, el padre Daniel Iglesias y con los demás sacerdotes».

Define a Karadima como «carismático», «muy influyente en las personas» y señala que «trataba de que la gente lo siguie-ra solo a él». Confirma que el sacerdote «trataba de controlar todos los aspectos de la vida de las personas y siempre estaba enterado de lo que hacía cada cual». Y que de los ajenos al grupo o de quienes estaban en contradicción con «él decía que estaban con el diablo o que tenían el diablo en el cuerpo».

Su labor sacerdotal, según Francisco Javier Gómez, «no era ni muy organizada ni profunda» y recuerda que cuando le co-mentó que quería explorar su vocación lo integró con otras tres personas que estaban con la misma inquietud, pero que «no hacían nada especial».

De todo lo visto y vivido en El Bosque, «lo que más me des-concertaba era su actitud física», anota. «Tenía la costumbre habitual de dar golpecitos en la zona genital, como a la pasada, pero solo en esa zona; eso lo vi muchas veces, era corriente y también lo hacía conmigo. No recuerdo que me haya tocado el hombro, se iba a esa parte del cuerpo y también daba besos en la cara muy cerca de la boca, había que corrérsela, y a veces los besos quedaban “cuneteados”».

«Algunos de los jóvenes —relata Gómez— eran como exper-tos en esquivar la situación, como Horacio Valenzuela, el obispo de Talca, que era maestro. Sin embargo, de esto no se hablaba formalmente, aunque, obvio, todos los veíamos», agrega.

debILIdad pOR uN OmbLIGOEn una entrevista en El Mercurio que apareció dos días des-

pués de que el arzobispo Ezzati diera a conocer el fallo del Va-ticano, Francisco Javier Gómez amplió su relato2. Cuenta que, poco después de estar en El Bosque, se dio cuenta de que «los cariños de él no eran de padre ni tampoco de cura. Si te daba un beso no era en la mano o aquí [muestra la mejilla], sino por aquí [muestra la comisura de la boca]. Y había que correrse, porque si no te plantaba un beso en la boca».

—¿Y estando todos presentes? —le preguntaron los periodis-

EL DEMONIO Y

POR MARÚA OLIVIA MöNCkEBERG

"Sin decir ‘agua va’, él me metió la mano por el pantalón para adentro, debajo del calzoncillo, y me tocó la zona púbica”.

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nos pupilos de Fernando Karadima. Él se había preocupado personalmente de situar a Barros Madrid en esa posición desde el comienzo del mandato de Fres-no, incluso antes de que fuera ordena-do sacerdote. El obispo Barros, que ha dicho en todos los tonos que jamás vio nada extraño en El Bosque y nada tiene que ocultar, podría tener una explica-ción sobre el destino de esa carta.

1Declaración de Francisco Javier Gómez Barroilhet, nacido el 6 de junio de 1962, chi-leno, publicista, ante el fiscal regional Xavier Armendáriz, Santiago, 12 de mayo de 2010.

2El Mercurio, 19 de febrero de 2011. «El protagonista de la primera denuncia contra Karadima cuenta su historia.» Entrevista efectuada por Paula Coddou y Cristián Ro-dríguez.

3Cepal es la sigla de la Comisión Económi-ca para América Latina de Naciones Unidas, con sede en Santiago.

4Declaración de Juan Luis Edwards Velas-co, nacido el 24 de mayo de 1984, ingeniero civil, ante el fiscal regional Xavier Armendá-riz, 24 de mayo de 2010.

5En la entrevista de El Mercurio, del 19 de febrero de 2011, identifica al periodista Juan Helsell, quien trabajó en el Arzobispado de Santiago en ese período.

14 sabía usted que: …Los esclavos celebran el domingo de amos.

como que me deslumbró»4 . Juan Luis Edwards fue a la parroquia durante cinco años,

aunque asegura que nunca fue del círculo más íntimo. Sin em-bargo, el cura le detectó vocación: «Karadima es muy posesivo y muy persuasivo en su discurso; al poco tiempo me dijo que yo debía ser sacerdote, lo cual me trajo grandes conflictos per-sonales, pues (…) en ese entonces la religión católica era para mí muy importante; pero al mismo tiempo, no me sentía para nada capaz de asumir el sacerdocio, no sentía vocación de ce-libato, por lo que me sentía no obedeciendo o no siguiendo a Dios», dijo ante el fiscal.

Ante la consulta sobre «actitudes impropias», señaló que no era mucho lo que podía decir, pero recordó que «unas tres ve-ces, conversando con él, como a la pasada, me tocó el trasero, lo que me hacía reaccionar de inmediato con rechazo, lo cual pasó dentro del claustro de los sacerdotes».

Edwards agrega en su declaración: «Lo que sí tengo memo-ria es que alrededor de 1982 le bajó la costumbre de dar gol-pecitos en la zona genital a los jóvenes de su entorno más cer-cano; no recuerdo que me lo haya hecho a mí, además, como dije, yo jamás fui de los que tenía más cercanía, pero sí lo hacía y ello sucedía con frecuencia con Guillermo Ovalle».

Y relata un hecho curioso: «Incluso esto era tan frecuente que recuerdo haberme puesto de pantalla entre Karadima y señoras que pasaban por la sacristía, para que estas no se percataran y escandalizaran de los gestos de Karadima hacia los jóvenes».

Juan Luis Edwards se alejó de El Bosque en 1984, según consta en su declaración, pese a las insistencias de Karadima sobre su supuesta vocación sacerdotal.

Una carta a la basuraDespués de dejar la parroquia, Francisco Javier Gómez Ba-

rroilhet se sentía muy confundido. En ese estado, llamó al sa-cerdote José Miguel Ibáñez Langlois, el primer sacerdote chi-leno del Opus Dei, que según indicó Gómez en El Mercurio, es primo de su madre. «Le conté todo lo que había vivido» y le pidió consejo.

—¿Le planteó denunciarlo? —preguntaron los periodistas. —Me dijo que no volviera. Me preguntó si tenía cercanía

con algún otro cura que tuviera parroquia, le nombré uno, y me dijo «haz el apostolado ligado a esa parroquia».

Poco tiempo después de dejar de participar en El Bosque, a fines de 1982, Francisco Javier Gómez se trasladó a vivir a Concepción. Y en 1984, en un viaje a Santiago, supo por una hermana que un grupo de personas, entre los que estaba Juan Luis Edwards, quería advertir lo que estaba sucediendo con Karadima al entonces cardenal arzobispo de Santiago, Francis-co Fresno. Lo invitaron a firmar y aceptó.

«Era un reclamo muy genérico que decía que había una con-ducta impropia, pero sin nombres ni detalles», señala Gómez. «La firmé y lo curioso es que supe su destino, pues un amigo mío de Concepción, periodista, que se fue al poco tiempo a tra-bajar con Fresno, averiguó, a pedido mío, que Fresno rompió la carta y la tiró a la basura 5.»

El secretario del arzobispo Fresno era, desde 1983, el actual obispo castrense Juan Barros Madrid, uno de los más cerca-

kARADIMA EL SEÑOR DE LOS INFIERNOS

María Olivia MönckebergEditorial Debate, 2011

María Olivia Mönckeberg

S omos humanos, débiles en consecuencia. Desde el existencialista más convencido de la responsabilidad en la construcción del ser hasta el católico más devoto que re-cuerda justamente esta semana que Jesús

se sacrifica por esta condición humana. Debemos ser fuertes entonces.

Tenemos que vencer la tentación de ceder al populis-mo penal buscando en la propuesta de endurecimiento del sistema la respuesta a todo. Tenemos que vencer la tentación de recurrir al orden y el control excesivo para evitar el disenso o la crítica, criminalizando la protes-ta. Tenemos que vencer la tentación de rendirnos a los flashes y las luces, con parafernalia, efectismo y falta de rigor, para lograr consistencia entre lo que señalamos y lo que podemos probar. Tenemos que resistirnos al impulso de caricaturizar a ciertos grupos sociales, sim-plificando la estigmatización en el rechazo al otro, el extraño, el anormal.

Sobrellevar esa fragilidad nos obliga a resistirnos al impulso de construir un relato desde el lenguaje fan-tasioso, aquel que construye “verdades” desde la ima-ginación fecunda y no desde lo fáctico. El relato satí-rico que, como en el llamado caso “bombas”, pretende hacernos creer que hay financiamiento externo a una organización criminal por un depósito desde el extran-jero de 800 euros (poco más de 600 mil pesos que no deben alcanzar para la manutención de quince días de

cualquiera de los fiscales a cargo de la investigación) o que las casas okupas en las que viven algunos de los acusados son “centros de poder”, cuando en el mejor de los casos poseen agua potable, y que en otros casos funcionan como bibliotecas y centros de esparcimiento de jóvenes.

Superar la inclinación irresistible por pretender san-cionar a quien piensa diferente, con la osadía de reclu-tar, adoctrinar y capacitar a personas en la ideología del anarquismo, una filosofía que pretende el cambio social y “una forma de gobierno sin amo ni soberano”, como predica Proudhon, que pueda poner en jaque a la

sociedad tal cual la concebimos en mayoría.Necesitamos superar el impulso de pavimentar el ca-

mino hacia la realidad desde la quimera dorada de una evidencia que pretende, en la acusación de la fiscalía, atribuir actividad terrorista por poseer discos de Los Ramones, literatura que incluye UN libro titulado “Se-verino di Giovanni”, 1 folleto con la leyenda “ni intelec-tualismo, ni estupidez”, 9 libros de temática socialista, 1

libro titulado “Los mapuches ante la justicia”, 3 libros de distintos autores y temas” (¿?¿¿¿, sí, sic), una copia del dvd La Batalla de Chile, una boleta Museo del Prado.

¿Y por qué no hacer un esfuerzo por ir más allá de nuestra flaqueza y exigirnos rigor en nuestras afirma-ciones, sin acusaciones generalizadoras, con pretensio-nes de nuevas teorías que atribuyen delitos, colocación de bombas en este caso, a “la organización” sin deter-minar específicamente qué persona habría realizado el hecho?

¿Será demasiado pretender finalmente desterrar de nuestra debilidad mortal la indiferencia frente a una

huelga de hambre que ya supera los 50 días, y que no es noticia porque no es posible dar cobertura a una presión tan ilegítima de los acusados por visibi-lizar situaciones que consideran de abuso y de exceso y preocuparnos por su salud que arriesgan por ideas, anarquistas atrapados en su ideología?

No hay duda. La carne es débil. Y no es fácil superar la condición y fragilidad humana.

El relato satírico que, como en el llamado caso “bombas”, pretende hacernos creer que hay financiamiento externo a una organización criminal por un depósito desde el extranjero de 800 euros

La carne es débilPOR PAULA VIAL REyNAL

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15sabía usted que...

Afines del 2006, el recién estrenado fiscal de la IX re-gión, Francisco Ljubetic enfrentó las críticas de diez diputados de la zona que pidieron su remoción acu-sándolo de “negligencia” en el conflicto mapuche, poniendo en tela de juicio su capacidad resolutiva.

Ljubetic no lo olvidaría, y demostraría que a la hora de hacer el trabajo él era el mejor.

Para ello -desde que es fiscal regional de la Araucanía- ha sostenido que la CAM es una organización insurreccional, con entrenamiento paramilitar, que renueva sus cuadros políticos, se divide en liderazgos y tiene apoyos financieros y logísticos. Una organización que se “asocia” para cometer delitos, pero que al ser integrada por mapuche, estos adquieren la dimen-sión de ser “ilícitos terroristas”. Bajo esa idea, en el 2009 anun-ció que buscaría a los “violentistas” en la zona “con tecnología militar. Incluso con fotografías satelitales”.

Si hay alguien a quien se puede culpar del ambiente de “in-seguridad” que vive La Araucanía, es a este fiscal, que ha acusa-do de terrorista la actuación mapuche, impuesto detenciones preventivas de casi dos años, justificado allanamientos bruta-les en las comunidades e inventado nexos internacionales con la guerrilla FARC-EP y ETA vasca. Ljubetic ha generado un ambiente de existencia de terrorismo que hasta ha sido moti-vo de burla de la inteligencia norteamericana, cosa de la que nos enteramos gracias a Wikileaks.

Con la huelga de hambre, el rostro temible que las fiscalías han creado en torno a los mapuche se vio en crisis porque la sociedad se dio cuenta que eran gente humilde y campesinos y que sus demandas y objetivos, justas. En el peor de los casos, la gente se planteó la existencia de una deuda histórica por las tierras arrebatadas. La huelga de hambre fue una derrota total

para el paladín de la lucha antiterrorista, quien desapareció de la escena publica y no habló más. Hasta hoy.

En el último tiempo, Ljubetic, viendo que los mapuche es-taban saliendo con detenciones domiciliarias y firmas men-suales, se acordó que en el año 2003 algunos miembros de la CAM decidieron pasar a la clandestinidad para no presentarse en el juicio Poluco-Pidenco, y razonó que los actuales imputa-dos “podrían realizar lo mismo”. Y volvió con el discurso de los nexos con la FARC, reafirmando que para los juicios que se avecinan, arribarán ex guerrilleros como testigos sin rostro.

Con ese argumento, se puede observa el rol claramente polí-tico que están asumiendo las fiscalías. Cuando finalizó la huel-ga de hambre, uno de los compromisos era la no aplicación de la Ley Antiterrorista, no obstante, el Ministerio Publico plan-teó que persistiría con ella, desconociendo los acuerdos firma-dos por los mapuche, el Ejecutivo y la Iglesia como mediadora. Incluso Sabas Chahuán en una reciente entrevista dejó entre-ver “que mientras no se modificara esa ley, los fiscales la iban a aplicar”. Haciendo hincapié en la autonomía de los poderes, los fiscales encubren su actuación política, no obstante como lo ha mostrado el caso Eliodoro Matte y el ingreso de Peña al Ministerio del Interior, su independencia es bastante relativa.

El Ministerio Público se ha obstinado en mantener una es-trategia de persecución política a pesar que Chahuán lo nie-gue, Ljubetic parece ser un eje no menor de eso en La Arau-canía, ya que si existe algo que “venda” allí y atraiga votos es el discurso de la seguridad ciudadana y la mano dura contra la delincuencia-terrorista. No debería extrañar, por ende, que al finalizar su mandato, el fiscal postule a algún cupo en el gobierno o comience una carrera política (como Harboe) o de lobysta.

El fiscal ljubEtic y los MapuchE: un caso dE ascEnso político

POR F.P.

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16 sabía usted que: … En los matrimonios el novio se viste de negro porque a la noche tiene un entierro.

La renuncia de la ministra Matte le sacó los choros del canasto a la seremi de Vivienda de la Araucanía, Paz Serra. Indignada, sin aguan-tarse más, los dedos la traicionaron y lanzó un twitt invocando al pue-blo de Chile a salvar a los funcionarios públicos de las garras de la fiscalización. Fue inútil, claro.

http://twitpic.com/4mw0j5

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Nino Baltolu:“La verdad, no sé por qué, de hecho hoy le voy a preguntar a él. Al parecer él

quiere llevar las relaciones como representante de los senadores, como una especie de asesoría”.

Marisol Turres:“Porque actualmente es senador de la República”.

Edmundo Eluchans:“Pregúnteselo a Piñera, si él es el presidente”.

Eugenio Bauer:“Yo creo que podría haber sido un gran ministro pero no se dieron las circunstan-

cias. No creo que el presidente quiera sacar más senadores al gabinete, el cuarto de hora ya pasó”.

Claudia Nogueira:“Creo que es porque tiene un liderazgo demasiado fuerte, no sé si le temen, pero

claramente es fuerte, es un gallo potente”.

El martes, tras la renuncia de Mag-dalena Matte, el senador UDI Pablo Longueira no se contuvo. Ser mi-nistro de la Vivienda, dijo, “era el sueño de mi vida, pero hoy no es

el momento”.Longueira recalcó lo del momento -dijo “la

vida me jugó una mala pasada”-, refiriéndo-se al duro trance por el que pasa el Ministe-rio de la Vivienda en medio del escándalo Kodama. Pero en su entorno se reconoce que el puesto era el indicado para el UDI y que podía haberse transformado en la plata-forma perfecta para ungirlo definitivamente como presidenciable 2014. Si no fuera un ministerio tan inflamable hoy por hoy, claro.

Pero el diseño de Piñera, dicen en la dere-cha, no ha contemplado nunca a Longueira como ministro.

El martes al mediodía, en los altos círculos UDI se daba por imposible que Longueira lle-gara a jurar como secretario de Estado. Lo mis-mo él, al parecer. La noche del martes, fuentes

gremialistas contaban que el mismo Longuei-ra alcanzó a llamar al presidente del partido, Juan Antonio Coloma, para decirle que su nombre no estaba disponible para el cargo.

Como sea, Longueira fue uno de los focos de atención durante la larga y sentida renuncia de Matte al cargo, junto al elenco de ministros que fue a Vivienda. Cuando la ex ministra ter-minó su conferencia de prensa, el senador se fue con Matte a conversar en privado.

Su presencia -y la de la larga comitiva de rostros de gobierno- se explica. La caída de Matte en algunos círculos era impensable. Había logrado sortear la pelea con la exin-tendenta de Concepción y su nombre, como decía un gremialista el martes, lo blindaban por lo que representaba para la UDI y para la derecha en general. Su forma de salir de este escándalo, además, sólo mancha su bre-ve gestión y termina de dejar al ministerio en la picota.

Un ministerio que Longueira -por opción suya o de Piñera, o ambas- no va a dirigir.

POR C.P. y P.V.

HACIéNDOLE EL qUITE A LONGUEIRA

Piñera y el gabinete:

¿Por qué Longueira no tiene cargo con Piñera?

DIPUTADOS UDI

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17sabía usted que... A los curas les das la mano y te agarran el coco.

POR MACARENA GALLO • FOTOS: ALEjANDRO OLIVARES

Pediatra Claude Godard trabaja en el INTA:

EL HERMANO DE GODARD QUE LUCHA CONTRA LA OBESIDAD INFANTIL EN CHILE

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18 sabía usted que: … El mago Valdivia sacó su varita para echar la meá.

A pesar de que viven a miles de kilómetros, Claude siem-pre está al tanto de lo que sucede con su hermano Jean Luc. Se entera a tra-

vés de la prensa de sus últimos pasos y muchas veces ha guardado recortes de diarios con críticas hacia él. “Mi herma-no evolucionó de historias pésimamente mal contadas a un cine de autor mejor narrado... Sus películas eran horribles. No había conclusión. Y como tengo algo de músico, no comparto la masacre que hace de la obra de Beethoven en sus fil-mes, la corta en pedazos. Es una carni-cería la que hace. A mí me encantaría tomar alguna de sus películas y armarla a mi manera”, dice Claude Godard (77), un pediatra que hace diez años se estableció en Chile y que encontró en el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) un nicho para desarrollar su voca-ción y desprenderse, de paso, del estigma de ser el hermano de Jean Luc Godard (80), el cineasta franco-suizo padre de la Nouvelle Vague cuyos más recientes trabajos, aclara Claude, valora mucho más: “Últimamente su cine se ha puesto muy interesante, como 'Elogio del Amor' (2001) y 'Nuestra Música' (2004)”.

Hoy, el contacto entre ambos es espo-rádico: “Somos a la antigua. No somos de andar mandándonos mails. Además que Jean Luc le temía a la internet. En un momento pensó que la llegada de esta acabaría con el cine… Obviamente ahora reconoce que fue un error”. La relación se limita a un intercambio epistolar más o menos fluido y a esporádicas llamadas telefónicas, pero no para hablar cosas personales, sino del estado de salud de ambos. “Somos viejos y esos temas nos rondan”, cuenta Claude, recordando jus-tamente que la última vez que se vieron -hace diez años, por casualidad, en el aeropuerto de Ginebra-, Jean Luc le pre-guntó si existía algún test clínico para detectar el alzheimer. No hablaron de

nada más. Y siguieron su camino. Hoy, Claude se entiende perfectamente a la distancia con su hermano: “Deben exis-tir átomos que nos acercan”, dice.

LOs GOdaRdClaude creció en una familia de pa-

dres protestantes, muy estrictos en la moral y la educación. Es el tercero de cuatro hijos del médico gastroenterólo-go Paul Godard y de Odile Monod, hija de un prominente banquero.

Los niños no podían hablar en la mesa, a menos que sus padres se lo pi-dieran, y si no acataban los mandaban a comer solos a la cocina. Los padres ha-blaban en inglés cuando discutían temas no aptos para niños. Pese a esas severi-dades, Claude tuvo una infancia tranqui-la y muy feliz. “Como eran tiempos de guerra y la situación era complicada, nos

poníamos contentos cuando recibíamos un regalo de navidad como chocolates y guantes para el frío”. Y la rigidez fami-liar se compensaba con las visitas a la orilla del Leman, un gran lago ubicado en la costa norte de Suiza y la orilla sur de Francia. Su mamá, aficionada a la fotografía, era la encargada de retratar al clan Godard disfrutando en la playa. “Éramos muy felices. Me acuerdo de niño de haber visto a Winston Churchill desfilando por la calle cuando lo habían echado de Inglaterra. Fue una tarde que nos dieron el día libre en el colegio para ir a aplaudirlo”. También era común que fueran a visitar a su abuelo Julien-Pierre Monod, íntimo amigo y secretario priva-

do de Paul Valéry. Claude no conoció en persona al poeta y pensador francés. Sin embargo, guarda dos libros que le dedi-có Valéry en su biblioteca. “Me los au-tografió personalmente, pero nunca los leí. A pesar que me aprendí de memoria sus poesías cuando niño, prefería leer a Miguel de Unamuno. No recuerdo qué dicen sus dedicatorias ni los libros, pero los tengo ahí”, cuenta.

Claude fue el único de los hijos que siguió los pasos de su padre y terminó estudiando medicina en la Universidad de Lausanne, en Suiza, mientras el resto se dedicó a la pintura, la fotografía y el cine. Él optó por la medicina porque -a diferencia del piano, su primera voca-ción- le daba la posibilidad de viajar por el mundo haciendo misiones. “La fama de Albert Schweitzer en África y otros pioneros de la medicina en países subde-

sarrollados me cautivó. Quería ser como ellos. Y viajar. Estudiando piano no lo iba a conseguir nunca”, dice.

Jean Luc, en tanto, a los 16 años se distanció de su familia. Su padre no en-tendió que dejara de lado la etnología para dedicarse a un “arte menor” como era el cine, que no le daría de comer. En esa época, Jean Luc se la pasaba viendo películas día y noche con sus amigos Claude Chabrol, Francois Truffaut y Eric Rohmer, con quienes más tarde forma-ría el núcleo de la Nouvelle Vague fran-cesa. Como le fue mal en los estudios, su padre le cortó la mesada y tuvo que re-gresar a regañadientes a la casa familiar, de donde robaba lo que hallaba para él o

para dárselo a su amigo Jacques Rivette para su primera película. “Pero esas co-sas fueron de chico, después, con todo lo que ganó, recompensó esos robos”, cuen-ta hoy su hermano Claude. La relación entre padre e hijo, pues, no era la mejor. Pasaban discutiendo hasta que Jean-Luc terminó yéndose de la casa definitiva-mente. “La familia de mi mamá se encar-gó de él, pero tampoco funcionó. A los 20 años se independizó y se metió en su cine. No le interesaba reanudar sus lazos familiares. Mi padre nunca entendió ese alejamiento. Como no sabía nada de psi-cología y se burlaba de Freud, nunca lo iba a entender”.

Recién a fines de los 70, cuando Jean Luc y Claude bordeaban los 50 y sus padres habían muerto hace años, se reu-nieron los cuatro hermanos y limaron asperezas, descongelando las relaciones.

La ChupaLLaLos carabineros vestidos de blanco se

veían tan elegantes que se le ocurrió di-bujarlos en su libreta de apuntes. Hizo lo mismo con un trolebús y un huaso gordo que vio en Plaza Egaña. Anda-ba sin cámara, pero quería llevárselos aunque fuera dibujados de recuerdo a Suiza. Esa tarde aún la recuerda nítida-mente Claude Godard. Corresponde a su primer viaje a Chile en 1951, cuando tenía sólo 17 años.

La única manera de escaparse del servicio militar en Suiza era viajando, saliendo del país. “Siempre he sido anti-militarista, no me gusta ese tipo de obli-gaciones”, dice Claude, que rehuyó su turno viniendo a Chile a visitar a su que-rida tía Helen, la hermana de su padre, que estaba casada con un emprendedor británico avecindado en Chile hace dos años como representante de ELNA, la primera y exitosa máquina de coser eléc-trica del mundo.

En Chile, al joven Claude lo invitaron a un sinfín de eventos sociales. “Acá

Conoció Chile a los 17 años, escapando del servicio militar en Suiza, pero sólo hace una década está radicado en nuestro país, donde colabora en el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), investigando y proponiendo soluciones para la obesidad infantil. Desde que dejó definitivamente su natal Suiza, Claude Godard no ve a su hermano Jean Luc, el padre de la Nouvelle Vague, pero se escriben cartas. A continuación, la singular historia de este pediatra -primo también del ex candidato a la presidencia del Perú Pedro Pablo Kuszynski- a quien en su infancia Paul Valéry le autografió dos de sus libros.

“Todos mis compañeros se iban a EEUU, pero yo sabía que acá la medicina era buena y no me equivoqué. Me tildaron hasta de bizarro, porque para los europeos Chile era sinónimo de carnaval”.

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19sabía usted que... Antes de fumar pasta, fume pasto.

“Prohibir por ley la comida chatarra y las golosinas en los colegios me molesta. Una ley no soluciona la obesidad”.

era el sueño de los europeos: baile y entretención. Era el encanto del subde-sarrollo. Me invitaban a todas partes. Lo pasé increíble”.

Las tres semanas se le hicieron cortas. Tanto, que prometió a todo el mundo que regresaría. Y lo cumplió años más tarde. Apenas pudo, no lo pensó dos ve-ces, compró un ticket de avión y partió a Chile a perfeccionar sus estudios aprove-chando que su tía vivía acá. Sus profeso-res le dijeron que estaba loco por venir a probar suerte al tercer mundo. “Todos mis compañeros se iban a Estados Uni-dos, pero yo sabía que acá la medicina era buena y no me equivoqué. Me tilda-ron hasta de bizarro, porque para los eu-ropeos Chile era sinónimo de carnaval. En ese sentido, fui pionero. Porque me atreví a venir a estas tierras ”, dice. Lo cierto es que Claude llegó a fines de 1958

a realizar una pasantía en la Unidad de Pediatría del Hospital Calvo Mackenna, donde fue recibido por el profesor Aní-bal Ariztía, que lo trató muy bien. Fue en ese lugar, en el Centro de Prematu-ros, donde tres años después conoció al amor de su vida, una matrona chilena que se transformaría al poco tiempo en su esposa. “Ella estaba mirando una in-cubadora y yo al otro lado… Me enamoré inmediatamente. El uniforme blanco le quedaba tan bien. Era muy bonita”.

Se casaron a los seis meses y para la fiesta de matrimonio invitaron a los Huasos Quincheros. “Eran bien buenos y bailamos harto”. No vinieron los Go-dard ni los Monod, que se excusaron por la lejanía del país. Poco después, Claude escaló la sierra peruana con su primo Pedro Pablo Kuczynski Godard, el candi-dato presidencial de Perú que acaba de perder las primarias. “Varias veces me vino a ver y lo fui a ver también. Tenía-mos mucho en común. Las caminatas y el gusto por la música”, dice hoy de su primo, respecto a cuya postulación pre-sidencial es lapidario: “Yo siempre supe que no iba a salir presidente del Perú, porque empezó su campaña electoral muy tarde y actuó siempre solo”.

Después a Claude se le terminó la beca y volvió con esposa incluida a Suiza, donde vivieron más de 15 años, trabajando y haciendo clases en la Uni-versidad de Lousanne, hasta que un día la Cruz Roja Internacional lo mandó como delegado médico a Cochabamba, Bolivia. En esa localidad, habilitó un hos-pital abandonado para atender a niños desnutridos. “La tasa de desnutrición y la mortandad en los hospitales era tremenda y estaban muy atrasados en cuanto a la medicina. Mi paso por allá fue toda una aventura. Los médicos no me querían ahí. Ellos querían hacer del hospital una clínica de cirugías para vol-

verse ricos, pero yo estaba preocupado del futuro de esos niños. Pese a todo, lo-gré sacar adelante mi proyecto”.

Durante ese período en Bolivia, Clau-de se las arreglaba para viajar continua-mente a Santiago. Venía a coloquios y congresos, y también a hacer misiones de la Cruz Roja Internacional a las cárce-les durante la dictadura. “Quise ir a Isla Dawson, pero me fue imposible. Visité muchas cárceles de norte a sur viendo la

salud de los presos políticos. Muchas ve-ces me invitaron a compartir con ellos. Incluso, una vez tomé once. Yo terminé siendo un enlace entre ellos y sus fami-liares. Porque la información que salía de las cárceles con respecto a ellos no era la más correcta. Lo único malo es que no podíamos criticar nada, porque si no después no nos dejaban ingresar nuevamente. Eso me aburría”, cuenta. Después de pulular entre Bolivia y Chile,

Claude y su esposa volvieron nuevamen-te a Suiza.

Hasta que en el año 2002 decidió re-gresar a Chile con camas y petacas. La oportunidad se le presentó cuando ju-biló. Se vino por motivos económicos y familiares. “Siempre me gustó Sudamé-rica. Santiago es de las pocas capitales de Latinoamérica que funciona bien a ojos de los europeos: es organizada y ordena-da. No creo que en Chile sean los ingle-ses de Sudamérica, sino los alemanes de Sudamérica. Pues les gusta la disciplina y el trabajo bien hecho”, dice.

Claude cree que nos parecemos tam-bién a los andaluces. “La chupalla es muy andaluz. Los chilenos hablan pare-cido a los andaluces, tragándose las con-sonantes. Me cuesta entenderlos, porque no pronuncian la ese, las te y la erre. Sin embargo, igual hablo de repente como ustedes, usando el poh”. Lo único que no dice son garabatos chilenos: “Se ve mal que un extranjero diga insolencias. Pre-fiero garabatear en francés y gritar ¡mer-de, merde!”.

Ley súpeR 8Claude Godard hace diez años colabo-

ra en el departamento de Metabolismo Energético del INTA. No le pagan un peso por su trabajo. Pero no se queja. Pues tiene un espacio donde hacer sus investigaciones científicas y un equipo de profesionales a su disposición. Eso sí, está molesto con el cuerpo médico chileno. Desde que está en el país ha tratado por todos los medios de reva-lidar su título, pero no lo han pescado. “Mi experiencia en Suiza acá ha sido poco aprovechada. No quiero robar di-nero a ningún médico practicando sin mi título validado. Tengo muy buenas recomendaciones. Pero me tratan como cualquier persona. Eso es lo que no me gusta en Chile, la burocracia. Te mandan de un lado a otro. El papeleo se presta para abusos. Es horrible. Eso es lo malo en Chile. Al final me terminé aburriendo de tanto trámite”.

No obstante, en el INTA elabora carti-llas médicas para que sean implementa-das en las clases de educación física en los colegios. Su idea es aportar con un grano de arena en la disminución de la obesidad infantil. Un trabajo sencillo para alguien que se inició en las ciencias combatiendo la desnutrición aguda de los lactantes. “Después de 50 años estoy estudiando bien la actividad física, por-que antes no se consideraba un tema, so-bre todo acá que recién se habla de todo esto a causa de la obesidad”.

¿qué piensa de la polémica Ley Súper 8?-Prohibir por ley la comida chatarra y

las golosinas en los colegios me molesta un poco. Uno no puede poner leyes en todo. Siempre cuando sale una ley, me acuerdo de la película “La Isla del Doctor Moreau”, que tiene una escena fantástica donde el tipo dice “ésta es la ley” y sus esclavos tienen que obedecerla. Una ley no soluciona la obesidad. Tampoco sir-ve esta ley si no se educa a los niños en el colegio sobre cómo alimentarse. Y a eso habría que sumarle, obviamente, au-mentar las clases de educación física a la semana.

Fotografía familiar de los Godard- Monod.

Fotografía sacada por Odile Monod a sus hijos Raquel, Veronique, jean Luc y Claude.

JeaN LuC eN ChILeA los 20 años, Jean Luc Godard hizo un viaje similar al que hizo su herma-

no Claude a los 17. Pero no tenía en mente conocer Chile. Sin embargo, un inconveniente lo trajo imprevistamente a nuestro país. “Él andaba viajando por Sudamérica sin mucho dinero. Estuvo en Perú y pasó por Bolivia sin grandes sobresaltos. Se suponía que su viaje concluía en Río de Janeiro. Pero tuvo problemas”, cuenta Claude aludiendo a que Jean Luc se quedó sin plata. “Habló con el cónsul de Francia en Brasil que, en vez de mandarlo en avión a Francia, lo mandó a Santiago, a la casa de mis tíos para que ellos le compra-ran el pasaje de retorno. Fue una idiotez, una mezquindad”.

El cineasta estuvo un par de semanas en suelo chileno y trabajó en la fábri-ca de su tío. No visitó ningún lugar ni le interesó nada en especial. “Se la pasó encerrado. De regreso tampoco dijo nada de su visita. Yo creo que no le gustó Chile, porque nunca volvió. Si le hubiese gustado habría creado un lazo con los chilenos. No fue por influencia su pao por Sudamérica. Ni si quiera sabía ni sabe quién es Raúl Ruiz. Pero él es así. Nunca ha viajado como turista. Nunca fue curioso ni aventurero”.

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20 sabía usted que: …Los curados celebran la semana Santa Rita.

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go

LunesNo tiene objeto seguir, dijo mi madre. Ninguna re-

signación. No tiene objeto. Como si ella pudiera decidir el momento. La casa de los abuelos tenía su nombre y su nombre fue lo primero que aprendí a leer. “Ida, ¿ves?”, decía ella y me señalaba las letras en el portal. Llevaba un vestido azul. Su imagen en el recuerdo es más nítida que la luz de esta lámpara. Siempre estaba alegre. Al final leves delirios, divagaba. Preguntó “¿Qué dice usted?” y sonrió, antes de morir. Yo no estaba ahí. Oh, madre…

MiércolesTengo que llamar a mi madre, pienso de pronto. Pen-

samientos sueltos, pesadillas. (Sueño que soy un perro ciego. Pequeños movimientos aterrados, el hocico en el aire.)

DomingoEl Gato Barbieri tocó anoche en Blue Note. Mucha

gente, todo muy íntimo. No lo escuchaba desde el 77 cuando lo vi en un concierto en San Diego en el que presentó Ruby Ruby. Quiero hacer con algunos ami-gos un documental sobre el jazz en Buenos Aires. El Gato en los orígenes del free jazz; a mediados de los 60 grabó Symphony for Improvisers, pura improvisa-ción casi sin standard. Steve Lacy se quedó varado y sin plata en Buenos Aires en 1965 o 66 y tocó en Ja-maica, donde también tocaban Salgán y De Lio. Me acuerdo que fuimos a escucharlo con Néstor Sánchez, que en aquel tiempo quería llevar la improvisación a la prosa: Siberia Blues. Curiosamente, en literatura el jazz siempre estuvo ligado al estilo oral (Kerouac, Boris Vian, Cortázar, etc).

MartesElla tiene la facultad de hacer amistades, como quien

dice hago una obra. Cada una de sus amigas, definida por una cualidad específica, tiene un leve toque dife-rencial. La muchacha húngara que dirige cursos para dejar de fumar a funcionarios de las Naciones Unidas; la joven brasileña que se dedica a descubrir inespera-das galerías de arte en el Bowery a coleccionistas que le pagan el tour; la mujer de mediana edad, ex tenista profesional, que sólo se acuesta con negros.

La amistad entre mujeres tiene la forma de una so-ciedad cerrada donde no hay secretos. Claro que no hay secretos, me dice ella, ni secretos ni vida privada. Hay que vivir en tercera persona. Mira por la ventana. Aquí abundan las ardillas porque no hay perros sueltos, dice. Habría que importar perros callejeros, etc.

ViernesLarga conversación en el bar de Lahiere's con James

Irby, legendario traductor de Borges al inglés, extraor-dinario profesor de poesía en Princeton. Discutimos algunos poemas de Lezama Lima, entre ellos “Oda a Julián del Casal”, sobre el que Jim ha escrito un largo ensayo al que todavía considera incompleto. Tendrías que hacer un libro sobre ese poema, le digo. ¿Hay al-gún libro dedicado a un solo poema? Recordamos el libro de Butor sobre un sueño de Baudelaire. Los versos son como el resto diurno del sueño, un tejido de imá-genes rotas, de recuerdos y palabras perdidas. Calasso ha publicado ahora un libro sobre el mismo sueño de Baudelaire, me dice Jim, pero sin citar a Butor. La clave del trabajo de Jim es que analiza poemas escritos en lengua extranjera. La lectura es siempre incierta, las pa-labras parecen piedras en un muro: el sentido depende del peso, de la posición. Llamamos a ese modo de leer,

crítica concreta. En la misma dirección, me hace notar que el final de “Blanco nocturno” alude a la anáfora del poema “Metempsicosis” de Rubén Darío, que yo he leí-do muchas veces a lo largo del tiempo pero en el que no pensé mientras escribía la novela. Jim lo recita, con aire irónico, marcando la suave escansión de los ende-casílabos y el corte de la estrofa: “Yo fui un soldado que durmió en el lecho/ de Cleopatra la reina. Su blancura/ y su mirada astral y omnipotente./ Eso fue todo// Y cru-jió su espinazo por mi brazo;/ y yo, liberto, hice olvidar a Antonio./ (¡Oh el lecho y la mirada y la blancura!)/ Eso fue todo”. Y luego de una pausa, poniendo ahora énfa-sis en el ritmo metálico del verso, dice la última estrofa: “Yo fui llevado a Egipto. La cadena/ tuve al pescuezo. Fui comido un día/ por los perros. / Mi nombre, Rufo Galo./ Eso fue todo”. Me olvidé un par de estrofas, dice mientras salimos a la calle. A veces uno olvida para me-jorar los poemas, le digo. No fue este el caso, sonríe Jim. Afuera, ya es de noche. Sabes que van a cerrar este bar, ¿no?, me dice.

Mientras tomaba nota de la conversación de hace un rato con Irby, recordé que la metempsicosis –la palabra que Molly no comprende al empezar la novela– está en el origen del Ulises de Joyce. Bloom es la reencarnación del héroe griego. Esa concepción define la intriga.

Tiene razón Auden cuando señala que los artistas cambian de visión del mundo para renovar su poética. Explicaba así su adhesión al marxismo y también la pasión tardía de Yeats por el espiritismo o la conver-sión al catolicismo de Eliot o el populismo de Tolstoi. El escritor no inventa la ideología, la encuentra hecha y la utiliza como material de trabajo. Antes de criticar los pensamientos de un escritor, hay que analizar su función técnica. Las dudas de Hamlet sirven para re-tardar la acción.

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Una película como “03.34” funciona en buena parte sobre la base de las re-sonancias que el hecho retratado en sí mismo tiene para el público. Sin embar-go, al final queda la sensación de que, tratados con algo más de solidez na-rrativa y vuelo autoral, el terremoto y sus consecuencias daban para explorar temas como el destino, la redención e incluso la presencia de Dios. Por ahí va la cosa: hagamos industria y películas con las leyes de Hollywood, pero sa-quémosle todo el partido y profundi-dad que poseen las buenas historias de la vida real.

21sabía usted que... Los psicópatas 2.0 siguen a sus víctimas por Twitter.

LunesHabía ido a la inauguración de una muestra de León

Ferrari en Filo, y cuando salía se encontró con Miguel, un amigo de toda la vida, y se quedó con él. Empezaron a beber en distintos bares y primero Julia y después la chica que estaba con Miguel los dejaron solos. Los dos eran –o habían sido– buenos escritores pero ya no publicaban y los recuerdos de la juventud los ayuda-ban a seguir. Sobreentendidos, bromas sangrientas, referencias equívocas. Conversaciones errantes, difíci-les de transmitir: sesgadas por la doble temporalidad de la ironía, por su captación diferida. Terminaron al amanecer en uno de los últimos bares abiertos de la ciudad, atrás de la Recoleta, y se despidieron como si ya nunca se volvieran a encontrar. Emilio volvió a su departamento, Julia no estaba, se había hartado de esas historias de borrachos. Se sentía mareado, desvelado; buscó una botella de agua en la heladera; después bajó a comprar cigarrillos y cuando cruzaba Ayacucho hacia Santa Fe vio la iglesia. ¿Hacía cuántos años que no en-traba en una iglesia? La quietud, las mujeres sentadas en los bancos de madera, el pilar de agua bendita, un sacerdote atrás de los visillos de la celda, palabras en latín, murmullos. Entonces va hacia el confesionario, se arrodilla. El cuento ¿termina ahí? ¿O incluye lo que dice al confesarse?

ViernesDavid Simon, el creador de la serie The Whire, es un

gran narrador social. Incorpora a la intriga policial los hechos del presente (la economía de ajuste de Bush, la manipulación de las campañas políticas, la legalización de la droga). En el capítulo-piloto de Treme, su nueva serie de televisión que vi la otra noche, el marco es Nue-va Orleans después de Katrina: nunca los desastres son naturales, esa es la poética de Simon.

La narración social se ha desplazado de la novela al cine y luego del cine a las series y ahora está pasando de las series a los facebooks y a los twitter y a las redes de Internet. Lo que envejece y pierde vigencia queda suelto y más libre: cuando el público de la novela del siglo XIX se desplazó hacia el cine, fueron posibles las obras de Joyce, de Musil y de Proust. Cuando el cine es relegado como medio masivo por la televisión, los cineastas de Cahier du Cinema rescatan a los viejos artesanos de Hollywood como grandes artistas; aho-ra que la televisión comienza a ser sustituida masiva-mente por la web, se valoran las series como forma de arte. Pronto, con el avance de las nuevas tecnologías, los blogs y los viejísimos emails y los mensajes de tex-to serán exhibidos en los museos. ¿Qué lógica es esta? Sólo se vuelve artístico –y se politiza– lo que caduca y está “atrasado”.

MartesEn la esquina de Witherspoon y Paul Robeson, un

hombre, con jeans y campera de franela a cuadros, alza un cartel de apoyo al candidato republicano en las elec-ciones legislativas. Le agregó una banderita norteameri-cana, señal de que pertenece a la derecha nacionalista. Hace propaganda aprovechando el semáforo largo. Nun-ca había visto un acto proselitista de un solo hombre.

Acá todo se individualiza. Así funcionan también los atentados políticos. Lee Harvey Oswald; el asesino de Martin Luther King; el que disparó contra la congresis-ta demócrata en Arizona. Son sólo actos de un indivi-duo perturbado, singular. Esa personalización extrema es “la apariencia puramente estética” del mundo social, como decía Marx hablando de Robinson Crusoe. No se ven las luchas sociales, pero su ausencia se expresa alegóricamente: un empleado de correos, en Ohio, des-pedido de su empleo, se sube a una torre y mata a los que pasan por la calle.

Otro ejemplo es el fallo de la Corte Suprema de Justi-cia de los Estados Unidos que aprobó (caso Citizens Uni-ted) la ley que obliga a considerar ciudadanos individua-les a las poderosas corporaciones económicas. La utopía del capitalismo norteamericano es que los grupos de poder y las fuerzas sociales sean considerados personas aisladas. Todos los individuos serían iguales, cada uno de ellos un Robinson que lee la Biblia en su isla desierta.

El cine chileno tiene un claro mandamiento este 2011: hacer industria. Esto es, generar películas que se mue-van dentro de los códigos convencionales del cine de género (comedia, terror, catástrofes, etc) para atraer a un público masivo que le resulta cada vez más esqui-

vo. Así, a las dos películas estrenadas este año, que apostaban decididamente por estructuras bien conocidas y reglas narrati-vas sin sutilezas (“Baby Shower” y “El limpiapiscinas”), se suma ahora “03.34”, dedicada a revisar lo que fue la trágica experiencia del terremoto del 2010 en la zona centro-sur del país.

Es elogiable que los realizadores de esta cinta se atrevan a llevar a la pantalla un suceso histórico reciente en una cinema-tografía que suele hacerle el quite a la coyuntura. La película del debutante director Juan Pablo Ternicier busca representar lo sucedido la madrugada del 27-F a través de tres historias situadas en la región del Biobío: la de un padre (Marcelo Alon-so) que pasa sus vacaciones en Dichato junto a sus dos hijos, mientras la madre (Andrea Freund) está lejos de ahí; la de un par de presidiarios (Fernando Gómez Rovira y Roberto Farías, muy bien ambos) que logran escapar entre las ruinas de la cár-

cel de Chillán para partir rumbo a Concepción; y un grupo de jóvenes, encabezados por Loreto Aravena y Eduardo Paxeco, que van a ver cómo su paseo de fin de semana se complica hasta lo impensable.

Es evidente que los desvelos de la producción se centraron, a nivel logístico, en la eficacia para filmar con celeridad en los lu-gares reales destruidos por el terremoto y el tsunami, en el rea-lismo de los efectos especiales, y a nivel artístico, en el guión de Mateo Irribarren, que funciona con la necesaria fluidez a pesar de ciertas licencias a nivel espacio-temporal.

Mucho menos pareja es la dirección de Ternicier, que se maneja entre logrados planos-secuencia, como el que sigue la llegada del temible personaje de Roberto Farías a la cárcel, y soluciones cursi de escasa originalidad y efecto. Cierto es que a Ternicier no se le puede exigir mucho más, al ser este su pri-mer largometraje, pero la narración a tres bandas requiere un oficio y una coherencia de estilo y tono cinematográfico que aquí se echa de menos.

Un desafío interesante para el director era cómo plasmar en la pantalla el momento mismo del terremoto. Ahí lo que tiene potencia es la escena de la discotheque penquista, don-de Ternicier opta por mostrar el creciente movimiento de las copas que cuelgan del techo del bar. Luego, cuando la acción se traslada a los escombros del edificio Alto Río, la película adquiere un carácter de mayor verdad fílmica. Es allí donde están varios de los mejores pasajes del filme, en este abismo de escombros y cadáveres entre cuyos fierros los protagonis-tas buscan a sus seres queridos. Y la emoción aparece con la actuación del veterano Hugo Medina, que intuye la pérdida de su esposa y entrega una escena memorable.

“03.34” funciona en buena parte sobre la base de las resonancias que el hecho retratado tiene para el público. Pero se echa de menos una coherencia de estilo y tono.

ESCOMBROS y CADÁVERES POR RENé NARANjO

“03.34”Director juan Pablo Ternicier

Chile, 2011

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22 sabía usted que: …A la ministra de vivienda le están quitando el piso.

MOMENTOS

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23sabía usted que... El ministro más drogo es Luciano Cruz coca.

PERAS Y MANZANASPOR DIAMELA ELTIT

“T iempos Modernos”, la lúcida y creativa película de Charles Chaplin, puso de manifi esto el alie-

nante tiempo del trabajador entregado a la industria. Un motor que una y otra vez repetía su incesante rutina hasta que terminaba por capturar, en su estructu-ra maquínica, al trabajador mismo. Un asalariado que se transformaba en un segmento secundario y repetitivo in-crustado en el proceso productivo. Una máquina que se multiplicaba de fábrica en fábrica para convertir a sus trabajado-res en multitudinarias y monótonas ex-tensiones humanas, donde cada uno de ellos era una de las piezas técnicas que sostenían la trama de un sistema racio-nal, objetivista y anodino.

Chaplin vio a ese obrero industrial profusamente intervenido por las disci-plinas más rígidas de la moral produc-tiva. Lo mostró alienado y expropiado de sí mismo, sumido en un tiempo de trabajo verdaderamente totalitario. Un sujeto seriado por la máquina y su fun-ción, despojado de todo atisbo de subje-tividad, sin singularidad posible, inmer-so en un modelo infi nito y escolarizado de trabajo.

Pocas creaciones fílmicas han conse-guido mostrar con un grado tan alto de efi cacia el trabajo como mercancía. Pero fue esa misma efi cacia la que expulsó a Chaplin del rentable entretenimiento “light” hollywoodense y lo incluyó en la lista de artistas “comunistas”, enemigos defi nitivos de la libertad y de la demo-cracia incansablemente denunciados por el macarthismo. Y, entonces, el mí-tico actor-director tuvo que abandonar Estados Unidos para zafar de la mediá-tica y paranoica persecución nacional, promovida por los sectores más reaccio-narios de la política estadounidense. La misma que terminó por destruir a una serie de personajes del mundo cultural y cinematográfi co de la época.

¨Tiempos Modernos¨ quizás se per-dió en el ocaso de su propio tiempo.

Ahora, en este período posindustrial, el fantasma aterrador del proletariado obrero, como un monstruoso Frankens-tein que se iba a levantar contra su padre capitalista, ya ha cesado.

Hoy no acecha, en las fronteras del capital el mundo proletario cuya misión era arruinar el benefi cio que otorgan los bienes. Ya es memoria histórica, en el interior del sistema social, el peligro del obrero rebelde, ese mismo trabajador que iba a liquidar la propiedad privada, a socavar los privilegios de clase, para así interrumpir la regla más común de la historia.

El obrero se ha empequeñecido hasta perder su aura y su magia amenazante. Ese obrero que se iba en picada contra la propiedad privada para proclamar la propiedad del Estado ya ha sido borrado de la lista exclusiva de los sujetos más peligrosos para el buen curso del capital y para la tranquilidad de las elites.

Sin embargo, hoy, cuando el obrero perdió su viso amenazante debido al desalojo técnico de la máquina, los pode-res del siglo XXI ya han construido otro enemigo masifi cado y multitudinario que va a profanar el universo de los bie-nes: el delincuente.

Sí, porque el delincuente parece ocu-par hoy ese lugar temible que antaño, en los “tiempos modernos”, le pertenecía al obrero listo para atacar y expropiar al industrial. La masifi cación de este mundo lumpen, despreciado por Marx y despreciado también por el mismo obrero por su emergencia inorgánica y rapaz, hoy es el espectáculo (de terror) que más atrae a las multitudes, porque el crimen sube la adrenalina colectiva y cumple una a una las fantasías desola-doras de pérdidas de bienes en una so-ciedad eminentemente objetualista.

El delincuente (convenientemente espectacularizado) puebla las pantallas televisivas chilenas, gana las inestima-bles portadas de los periódicos, alimenta los monótonos discursos políticos con promesas de redención total del delito. Sin embargo, en un lugar inesperado y paradójico, se puede pensar que el deli-to es, en último término, necesario para el sistema. Lo es, porque el delincuente carga con todos y cada uno de los ilícitos y libera a las elites no sólo de la culpa de una extrema riqueza (en uno de los países más desiguales del mundo) sino que especialmente disimula y minimiza los frecuentes, millonarios y ascenden-

tes delitos económicos de las empresas, los agudos confl ictos de intereses entre gobernantes y empresarios, el tejido tenebroso de las infl uencias que se ex-tienden por las redes más apretadas del poder y del dinero que se entrecruzan con las decisiones legislativas del mun-do político.

El delincuente, elaborado como un su-jeto primitivo y salvaje, encubre la gran maquinación económica que libera los fl ujos de dinero que circulan apasiona-damente por las cúpulas sociales donde impera el lujo y la prestigiosa disposi-ción de los cuerpos en los espacios pú-blicos y privados.

Desde esta perspectiva –la del delito como velo y suplemento social– resulta interesante la conversión estrafalaria del fi scal Alejandro Peña, el más farandule-ro de los fi scales, que jugando el juego modernizado del lejano oeste, actuó el rol del pequeño “sheriff” correteando con la prensa y las cámaras para detener a narcos y a anarquistas, escamoteando o escapando de las acusaciones que lo ligaban a violencia intrafamiliar, persi-guiendo, con la misma fi ebre mediática, delitos comunes y un ensoñado y aca-so deseado terrorismo, mostrando sus victorias en los (NO)noticiarios, denun-ciando, sin cesar, las asociaciones ilícitas, hasta que nos enteramos, de un minuto a otro, que nuestro fi scal más popular, el pequeño gigante de la ley, su miniatura más leonina, se había asociado él mismo ¿ilícitamente? al gobierno, porque mien-tras todavía era fi scal y vulnerando la independencia del poder judicial, había pactado un sueldo, un cargo y un grado y después sencillamente renunció y se pasó para el otro lado de la mesa.

Se ubicó en un lado bien complejo y hasta confuso porque el funcionario mi-nisterial Peña, el ex fi scal que tanto nos entretuvo en las horas truculentas de los (NO)noticiarios, ahora va a trabajar no sólo sobreinterviniendo la maltratada población La Legua sino, además, “vigi-lando huelgas y confl ictos sociales”. Qué tal la dualidad de sus funciones.

Alejandro Peña, el más farandulero de los fiscales, jugando el juego modernizado del lejano oeste actuó el rol del pequeño “sheriff” hasta que nos enteramos que se había asocia-do ¿ilícitamente? al gobierno, porque siendo todavía fiscal pactó un sueldo y un cargo.

El pequeño gigante de la ley

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COMANDADO POR PUNKS FRENÉTICOS”

y que hay una comunidad aparte que se mueve sola durante todo el año.

Luego de haber leído “Planet”, “Chi-cos” y “Son de África” de Sergio Bizzio, publicadas en otras editoriales, quedé tan fascinado con ese autor que conse-guí “Aiwa”, una de sus novelas publica-das por Mansalva, que es una historia de amor en una aldea idílica, páginas que se merecen con justicia la precisa, anglófila y borgiana palabra: ficción. De esos libros hay muchos en esta editorial. En una ocasión llegó un dibujante me-dio angustiado por problemas judicia-les, porque le querían embargar su casa. Y Garamona hizo un llamado de inme-diato a su abogado para concertar una reunión y sacar de aprietos al dibujante, y de paso le dio un trabajo para ilustrar “Cecil Taylor”, un relato de César Aira.

Garamona es, además, poeta, con más de veinte libros publicados en Latinoa-mérica, cantante, músico y artista plás-tico. Dicen sus detractores que también supo ganarse la vida como falsificador de arte, dealer de drogas de diseño, la-drón de libros, etc.

¿Cómo empezaste la librería y la editorial?-Soy librero desde los 15 años, suce-

dió que necesitaba trabajar y como me encantaban los libros fui a ofrecerme a una librería anticuaria, donde aprendí el oficio. Fue algo alucinante poder des-cubrir a esa edad toda la gran literatura mundial perfectamente alineada en esos anaqueles polvorientos. Años después puse mi primera librería, también de usados y rarezas, mucha poesía. La idea de la editorial es algo casi parelelo, pero tuvieron que pasar unos cuantos años para poder concretarla. Antes de eso yo estaba vinculado con otras editoriales, donde a veces ayudaba. Deldiego, Eloísa Cartonera, etc. Editoriales muy intere-santes pero que se quedaban en la cosa artesanal y los libros no llegaban a salir de un pequeño nicho de conocedores. Con Mansalva lo que quise hacer fue que esa literatura underground llegara a las librerías de forma más masiva, sin que el lector para acceder a ella tuviera que participar de algún clan determina-do. En el momento en que empezamos a editar con Javier Barilaro, mi socio en la editorial, había muchos libros que considerábamos imprescindibles para entender la época, como “El mendigo chupapijas” de Pablo Pérez o las nove-litas de Dalia Rosetti, entre otras cosas, y que eran obras que venían circulando de mano en mano, en fotocopias y que había que darles otra presentación, sa-carlas un poco a la luz, para ayudarlas a encontrar a sus lectores.

Háblame del criterio editorial.-Está basado en el gusto. Se publica se-

gún la primera impresión: releer nunca, rendirse jamás. Aunque es una exagera-ción. Queremos publicar nueva literatu-ra y también a los autores latinoameri-canos que nos formaron, como Fogwill, Aira, Emar, Bizzio, Bellatin, Gerardo Deniz, Perlongher, Lorenzo García Vega,

24 sabía usted que: … Para la esposa de del fiscal Peña, el tamaño no importa.

L a librería La Internacional Argentina es un punto clave de Buenos Aires, en donde siempre hay una botellita de whisky abierta y cosas para fumar, so-fás, una guitarra y hasta un corral para los que tie-nen bebés. Siempre hay algún escritor o escritora

en esa librería, o algún ilustrador o cineasta, pero todo súper relajado, fumando algo o tomando mate o algo rico en uno de los barrios más taquilla (pero piola, el chic no agresivo) de Bue-nos Aires. Muy a la argentina: cálidos, y hábiles en el anecdo-tario y las historias plagadas de mentiras blancas y exageracio-

nes, intimidantemente cultos en su marxismo, psicoanálisis y literatura. En La Internacional Argentina, la librería del editor de Mansalva, Francico Garamona, jamás van a encontrar una novela mainstream ni miradas incómodas, ni aire de cortarlo con navaja. Uno de los rasgos de la literatura argentina es que no están preocupados de lo que dice Granta, de a qué escrito-res seleccionaron en no sé qué antología europea, de si fulano publicó en Tusquets o Anagrama, de quién publicó en Babelia o fue traducido al mandarín, etc. Hasta su Feria del Libro les importa un carajo, porque saben que eso es un supermercado

POR GERMÁN CARRASCO

Garamona es el director de Mansalva, editorial argentina que ha alcanzado visibilidad por publicar a autores sin gran visibilidad pero de primera categoría: desde Ricardo Coluatti y Raúl Escari hasta Juan Emar y Sergio Bizzio, incluyendo también a pesos pesados como Fogwill, Bellatin y Aira. El centro de operaciones de Mansalva es La Internacional Argentina, la librería que también comanda Garamona, cuyos padres fueron guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo y desaparecieron, jovencísimos, a los pocos meses del nacimiento de su hijo.

Algunos libros de Mansalva, cuyas portadas están a cargo del artista javier Barilaro.

“MANSALVA ES UN BARCO PIRATA

Francisco Garamona y Mansalva, la editorial que refresca la literatura latinoamericana:

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25sabía usted que... Einstein era muy era un hombre muy calculador.

etc. (Hace años que le vengo pidiendo al gran Pedro Lemebel que nos dé algo, ojalá esta nota sirva para convencerlo.) Y también redescubrir gemas perdi-das, como hicimos con la obra completa de Ricardo Colautti, que fue un escritor excéntrico y millonario que publicó tres novelas geniales entre los años 70 y 80, pero como eran pagadas por él, que además esta-ba completamente ajeno a los círculos de consagra-ción literaria, sus libros pasaron desapercibidos. Y cuando nosotros volvimos a publicar su obra, muy breve, en un volumen, se volvió un clásico instan-táneo. Nuestra relación con los escritores es la de la amistad, porque como somos súper independientes no nos queda otra, aquí no hay grandes sumas de di-nero ni nada parecido. Mansalva es como un barco pirata comandado por punks frenéticos.

¿Por qué no justificas -alineas- los libros a la derecha? Tie-nen ese aspecto de desorden o naturalidad que a nosotros nos resulta atractivo, hay un gesto ahí?

-Es puro gesto, y es algo que hemos definido con Barilaro como Diseño Lírico. Aunque hablando más en profundo, cuando empezamos a diseñar nues-tros libros no teníamos un diccionario de español que cortara las palabras, y un poco por eso y otro por punks, decidimos hacerlo a nuestro modo, un poco por no saber y otro poco sabiendo.

¿Independencia contra la industria editorial y su uniformi-dad de todo tipo?

-Y sí, nos parecía que haciéndolo de esa forma, íbamos a encontrar rápidamente un estilo que nos diferenciara. Y te digo que ese simple aspecto gráfi-co es algo que les quita el sueño a muchos.

¿qué personajes curiosos te han llegado a la librería? –Vos, y todos tus amigos chilenos. A los que adoro.

Esta librería, y esta editorial, son como una trinchera pero con amigos y amigas, comida y bebida, calor y frío, igual que en un hotel 5 estrellas, pero gratis.

sIN FOGWILL¿Cómo reclutaste para Mansalva a Raúl Escari? ¿De quién

es difícil conseguir los derechos? -A Raúl Escari cuando lo conocimos era puro pres-

tigio. Jamás había publicado una línea, más allá de su trabajo como periodista. Pero era claramente un escri-tor, como ya lo venían diciendo Marguerite Duras, Vi-la-Matas, Copi, Ullán y muchos más. Él fue uno de los creadores del arte conceptual mundial, y escucharlo hablar sobre su vida, que es un encadenado de anéc-dotas demenciales, era como leer un libro abierto. Pura magia de la oralidad que cuando le encargamos su primer libro, él convirtió en tinta y papel. Ningún autor para nosotros es difícil de publicar, porque to-dos conocen nuestra épica y son fans de la editorial y rápidamente nos hacemos amigos porque de lo con-trario nunca serán publicados. Y además a todos les gusta estar en la editorial más salvaje, y todos quieren tener una tapa del gran Barilaro.

El problema para algunos parece ser lo no oficial, lo que va a contramano, la literatura del desacuerdo,

-Para nosotros el único programa es el no progra-

ma. Mansalva es una editorial que se autoaniquila porque se renueva, porque decae y ese giro donde lo alto y lo bajo intercambian sus posiciones, es nuestro trampolín para el infinito. ¿Qué es el infinito? Rim-baud dijo que era el mar mezclado con el sol. Aunque esa metáfora hoy habría que ponerla al día: entonces mejor una negra albina sumergida en sangría.

Cuando estuve en Buenos Aires estabas tremendamente tris-te por la muerte de Fogwill, quien me dijiste se había incluso despedido de alguna manera. ¿Cómo fue trabajar con él?

-Trabajar con Fogwill fue igual que ir a la escuela, pero mejor. Con su muerte la literatura argentina ya no es la misma. Ahora todo es más serio y lúgubre, nos falta su dinamismo, su inteligencia sobrenatu-ral, su risa. Él era un hombre tímido, que tuvo que construirse un personaje sarcástico y casi cruel para imponerse al mundo, para brillar con su mente súper alerta. Ahora que ya no está entre nosotros vamos a tener que escribir mejor, y ser mejores personas y me-jores artistas para homenajearlo y poder decir todo lo que aprendimos de él. Fogwill quiso hacerle creer al mundo que el suyo era un mensaje de guerra, pero no: era un mensaje de amor y amistad total.

padRe RetROspeCtIvOHáblame un poco de tu historia familiar -La izquierda me interesa en su sentido liberador,

pero lejos de las burocracias totalitarias. Siempre me consideré un anarquista, aunque mi amigo Barilaro quiere convencerme de que siempre fui un pero-nista sin saberlo. Mis padres fueron guerrilleros del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), y cuando nací, a los pocos meses ellos desaparecieron. Cuan-do era adolescente, los policías de mi barrio, que era el mismo barrio donde ellos militaban, me decían "tus padres mataron a muchos policías". Mi padre fue uno de los líderes del ERP de Rosario. Pero en el fondo cuando pienso en esa época violenta creo que a los jóvenes de esa generación no les quedó otra que tomar las armas. Cuando desaparecieron, mi madre tenía 24 años y mi padre 28, y a veces pienso que en el curso de nuestra historia, yo que ahora ten-go 34 años, terminaré siendo más que su hijo, algo así como una especie de padre retrospectivo, que los mira diciendo "mirá que locos eran estos chicos"...

¿qué piensas del perdón, de las amnistías, en Chile se están abriendo caminos para amnistiar a los milicos que cometieron delitos?

-No hay perdón para quien no se arrepiente. Ade-más uno no es nadie para perdonar. Si hablamos de crímenes de lesa humanidad no hay prescripción. Y yo estoy por las condenas más duras y por la cárcel común para los represores y asesinos.

En Chile, Garamona publicó “Un gabinete móvil y

otros poemas” (Editorial Cuneta, 2010) y la antología de narradoras jóvenes argentinas “Volveré y seré la misma” (La Calabaza del Diablo, 2010). El catálogo de su editorial, en tanto, puede verse en www.man-salva.com.ar

“Mis padres fueron guerrilleros del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), y cuando nací, a los pocos meses ellos desaparecieron... Yo estoy por las condenas más duras y por la cárcel común para los represores y asesinos”.

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27sabía usted que... Los periodistas cesantes van a entrevistas de trabajo.

POR MACARENA GALLO

TINTIN RACISTAQuién iba a pensar que este ino-

cente personaje encarnaría el im-perialismo personifi cado. Así lo cree un ciudadano congoleño quien reclama la retirada del cómic "Tin-tín en el Congo" por considerarlo racista. Para conseguirlo, irá a juicio en septiembre próximo con la so-ciedad gestora de los derechos de la obra, Moulinsart.

DIARIOS DE BICICLETADesde hace décadas, el ex líder de

Talking Heads, David Byrne, reco-rre en bicicleta todas las ciudades que visita. Después de años de to-mar notas y apuntes, en 2009 pu-blicó sus recorridos y observacio-nes en “Diarios de bicicleta”, libro que acaba de publicarse en español y que recoge sus aventuras sobre dos ruedas. Excelente lectura para estos días en que parlamentarios de la UDI proponen una absurda ley que prohibiría su uso en nues-tras calles. HERZOG COMIENDO ZAPATOS

Herzog se comió sus zapatos por una apuesta hecha con el cineasta Errol Morris en 1970. Pero no se los comió “cru-dos: los coció en grasa de pato con un poco de romero y los rellenó con especias, tabasco y cebolla morada. Renunció a la suela aduciendo que no se come el hueso del pollo. El patache quedó registrado en un documental del mismo Morris que circula en youtube.

HUSBANDSGus, Harry y Archie son tres amigos

que asisten al entierro de otro amigo. El funeral es el pretexto perfecto para es-caparse un fi n de semana de sus aburri-das esposas, de sus suegras metiches y de sus insoportables hijos, y entregarse al carrete, las mujeres y el juego. Todo esto ocurre en “Husbands” (1970), un desenfrenado fi lm de John Cassavetes que se exhibe en el Centro de Extensión UC el sábado 30, a las 19 y 21.30, en el imperdible ciclo dedicado al padre del cine independiente gringo.

TODO POR LADY GAGAQuería imitar un vestido de Lady Gaga: Una mujer estadounidense ahogó y muti-

ló a su gato de 15 años. Angelina Barnes fue hallada por sus padres en su casa con un vestido de gala y cubierta de sangre, lista para ir al concierto. El animal fue primero ahogado en el baño, luego despellejado para obtener su sangre y sus ojos también fueron mutilados. La mujer obviamente no asistió al recital y fue internada en un hospital, donde amenazó a un enfermero con un pedazo de vidrio. Esa onda.

PIÑERICOSAS INTERNACIONALLa diputada kirchnerista Diana

Conti dijo en la TV argentina que Vargas Llosa es “una persona re-fractaria con sus principios”, pero luego dijo leerlo, e incluyó entre sus libros favoritos del peruano a "Las venas abiertas de América Latina", que en realidad es del uru-guayo Eduardo Galeano.

NO DICEN CHAOLo que más molesta a los espectadores, según un dudoso estudio de una

revista gringa, es que los actores terminen una conversación telefónica sin despedirse de su interlocutor.

PISS CHRISTUn grupo de fanáticos católicos franceses

destruyó a martillazos las polémicas imá-genes del fotógrafo neoyorkino Andrés Se-rrano: "Piss Christ", un crucifi jo sumergido en un bote de orina; y "The Church-Soeur Jeanne Myriam". Serrano, que suele utilizar esperma o leche maternal para sus obras, después del atentado en el museo de Avig-non se declaró un "artista cristiano" y asegu-ró que sueña con "trabajar en el Vaticano".

LA ISLA“La Isla, archivos de una tragedia”

es el documental del mes del Centro Arte Alameda. Trata sobre una violen-ta explosión ocurrida en Guatemala, en 2005, que deja al descubierto 80 millones de documentos secretos de los temidos comandos de la policía nacional. Más información en www.centroartealameda.cl

EL CUADRO DE CHURCHILLUna sola afi ción unió a dos fi guras

históricamente tan antagónicas como Churchill y Hitler: la pintura. Ambos pintaron idílicos paisajes sin una gota de violencia mientras se desataba la guerra en sus narices. En ambos casos las pinturas tienen valor más por quien las hizo que en sí mismas. Por estos días un cuadro de Churchill pintado en 1945 será subastado al mejor postor en Lon-dres en una suma estratosférica.

BORGES SE CAMBIA DE CASAA 25 años de su muerte

POR JOHNNY LEO

E n la Feria de Frankfurt del año pasado, de-dicada no a los lectores sino a los editores, el agente literario Andy Wylie -alias "El Cha-cal"-, María Kodama, viuda de Borges, y el grupo Mondadori sellaron un acuerdo que

dejó, mediante una millonaria transacción, en manos de este grupo editorial los derechos de publicación de los 54 libros que Jorge Luis Borges (1899-1986) escri-bió: cuentos, ensayos, poemas, prólogos y esa montone-ra de textos en colaboración que publicó en vida.

La primera expresión de este acuerdo -que le arrebató Borges al sello Emecé y a la Editorial Alianza- es una doble jugada a la segura: la publicación, en colección de bolsillo,

de los dos libros clave de Borges: "Ficciones" y "El Aleph", de cada uno de los cuales se imprimieron, en Argentina, 8.500 ejemplares. O sea, la apuesta es a la masifi cación de Borges en el continente que lo vio nacer difundiendo sus más contundentes relatos, como “El milagro secreto”, “Pierre Menard, autor del 'Quijote'”, “Examen de la obra de Herbert Quain”, “Las ruinas circulares”, “El muerto”, “Deutsches Requiem”, “Emma Zunz” y, bueno, en fi n, tan-tos otros. Es justamente en “Ficciones” donde Borges se despachó esa convincente máxima que explica su inclina-ción por la brevedad: “Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en

pocos minutos. Mejor procedimiento es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resumen, un comentario”.

FICCIONESJorge Luis BorgesDeBolsillo, 2011

222 páginas.

EL ALEPHJorge Luis BorgesDeBolsillo, 2011

214 páginas.

CIUDADANOS ILUSTRES DE VALPARAISO“L a condición de ciudadano entraña

un sentido de pertenencia y de participación que enaltece a quien se la reconocen. Y cuando esas condiciones se refi eren a Valparaíso -la única ciudad de Chile capaz de despertar auténticas pa-siones-, su otorgamiento no puede sino producir una honda agitación en lo más profundo de nuestros corazones”, dijo el abogado, académico y Premio Nacional de Humanidades Agustín Squella al mo-

mento de ser declarado recientemente como Ciudadano Ilustre de Valparaíso por la Municipalidad porteña, ocasión en la que también fueron reconocidos Oriele Zencovich (matrona y dirigente gremial), Carlos Cruz (dirigente deportivo playan-chino), Francisco Valenzuela (ex basquet-bolista), Enrique Angiani (empresario turístico), David Dahma (a cargo del Aula Magna de la U. Santa María), Payo Gron-dona (cantautor) y Patricia Beltrán (Her-

mana de las monjas adoratrices).En su discurso, leído a nombre de to-

dos los reconocidos, Squella homenajeó al poeta Gonzalo Rojas, y dijo: "Valparaí-so es una invitación, un estímulo, un gui-ño, ante el cual no queda más alternativa que rendirse y retribuirle lo que él mis-mo se encarga de sembrar y cultivar en sus hijos y en sus ciudadanos", y termi-nó comprometiéndose a seguir siendo de utilidad pública para la ciudad.

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28 sabía usted que: …A los ludópatas les atrae el sexo apuesto.

Demoliéndole, destruyéndole, carcomiéndole, basureándole, asesinándole, expoliándole, en grande, a la Iglesia (habrá oblatos macanu-dos en el padrenuestro, no cuervos de la peor miseria) hasta convertirla en un montón de

mierda, el Tata se lo tiró en Venda Sexy, al otro lo abu-saron dándole de comer fresas de boca en boca en el patio del recreo, llevarla al patíbulo, crucificándola, y quiénes son los cabrones, con qué ropa manifiestan sus intenciones de sacar de circulación a la curia apostó-lica, católica y romana, mutilándole, desprestigiándo-le, los sacrílegos haciéndose el pino, cagándose de la risa, ven doblegados a los pastores, pisando el palito, se imputan todas las atrocidades y la basílica no se pone los pantalones, los obispos vilipendiados lanzan las sotanas a las cloacas de estos vándalos, no se hacen respetar, a la Iglesia la transforman en el chivo expia-torio de sus remordimientos de conciencia, agravian al Cordero de Dios, lo emputecen, sodomizándolo, lo amenazan, denunciándolo con injurias y calumnias, depredando a la Iglesia, acechando en el morbo, son criminales, la idea fija de estos hijos de puta es ver a la iglesia sumida en el dolor, violentarla, menospreciarla, los blasfemos, los herejes, jodiéndose a la iglesia, incri-minándola, fastidiándola, no hay Santo Oficio, no hay Principio de Autoridad, el ataque a mansalva a la figu-ra del padre llega a límites intolerables, denigran a la iglesia condenándola a las penas del infierno, felices de verla de rodillas, de presenciarla desangrándose en la parroquia, estos engreídos a mí no me vienen con la chiva de estar amparando a los cabros chicos, por dios santo si supieran cómo tratan a sus efebos en los apo-sentos íntimos, ahí no hay sacramento, el beso negro, no el beso negro de Judas, no es un caviar, esa mugre de manjar por luca, el caluga del dedo índice en la ma-quinaria de escribir no se inició con los colas de Av. Vivaceta, hizo la primera comunión el chiporro con un curita degenerado que le había echado el ojo (no habrá perdón de dios en el camposanto o en el Parque del Recuerdo) y usted maestro se acuerda de La Matriz en Valparaíso, los diáconos del Roland Bar se lo hacían de hoyito, todos los curas maricones a la vela, pervertidos sin dios ni ley, a la iglesia estos canallas ultrajándola a todo ritmo, la pobre iglesia sufre lo indecible, están conculcándole los derechos, ganancia de descastados aflorando por todos lados, la comunión de todos los santos a la cresta, derriban a la catedral, maldicen a la

Virgen del Carmen, abrirse camino a costa de defecar los báculos, chantajean estos miserables, desaforarse con total desparpajo, ver abortar a la madre de Cristo, quién les obstaculiza el camino, son malignos, endemo-niados, destructores de las grutas, hostiles a la hostia, trizándole las casullas, defecándole los tabernáculos, burlándose a destajo, desmoralizando a los seguidores de Cristo, humillándolos, son los mafiosos maleantes enquistados en cúpulas corruptas, vándalos, a otros pe-rros con esos huesos, ustedes son patotas de maléficos atacando a mansalva a la iglesia, están aprovechándose del pánico, golpean a los vicarios de Cristo, se vengan, le ha hecho algo malo la iglesia, háganse cargo de sus escrúpulos, háganse hombres por su propia cuenta, no a costa de la iglesia humilde, de la obra, de la cas-tidad, de la obediencia, de la pobreza, no levanten sus alegatos perniciosos moliendo a palos a un seminarista buena persona perteneciente a la orden, reconozcan la responsabilidad, no tiren la primera piedra a la maleta, son ustedes los apóstatas, no vacilen entre estar afuera o dentro de sus pecaminosas lujurias, pásense por el aro al magisterio de la iglesia, el papazote me quitó la mesada, el padre me metía la puntita en el culito de 17 años: mariquita insolente haciendo valer la coartada del empedrado: asume porquería, tus cómplices de la misma calaña ejerzan su derecho de martirizarla, no los enfrentará la cruzada, la iglesia débil mariconea-da en los vitrales no ofrece ni débil resistencia, hasta el curita del Colegio Manquehue regalando puchos mentolados en los recreos se sube por el chorro, veo la paja en el colega no la viga en mi maldita porquería de pastor de contar ovejitas castas, quedaste picado por-que el pontífice de los regimientos te dio coscachos bien dados, Dios mío los prefectos de la fe son pusilánimes, son amedrentados en masa, vamos a contar que tienes sida, no paran la maquinaria pesada a estos chacales del orden temporal. Hasta el jesuita mayor se saca los pillos y bosnia, te acuerdas de ese miembro viril que procreó a Pedro Juan y Diego en el retiro espiritual de San Igna-cio de Loyola, fea la actitud compadre. Habrá ofrenda, habrá sacrificio de la santa misa, habrá fieles, habrá pan ázimo, habrá respeto, habrá apóstoles, habrá virtudes militantes, habrá inciensos, habrá un recital de Gonzalo de Berceo, habrá fiesta de Pentecostés, habrá escándalo al por mayor, habrá Punta de Tralca, habrá ágape de puta madre. La iglesia volverá a las comuniones, a la última cena, la iglesia invicta, la iglesia de la Santísima Trinidad

regresará los Nuevos Testamentos y a Ustedes cabrones de las sórdidas reclamaciones, a Ustedes infames del pe-cado, sectarios, la iglesia de los tiempos resucitándolos por misericordia, los conducirá por los altares y la Iglesia encabezada por María redimida los someterá con nom-bres de judíos y apellidos de gentiles, a los Mandatos de Dios, saben lo que hacen, se les da tribuna, se les aviva el sensacionalismo, se les ovaciona, al pobre cristiano lo obligaron a suscribir una epístola, son santas palomas tratando de destronar al Espíritu Santo, ellos no son pe-derastas, ellos no son arribistas, ellos no son parásitos en el cuerpo social, ellos no son abusadores, ellos no venden la pomada, ellos no tienen discípulos, ellos no sueltan las trenzas, ellos no se abanican en el poder, ellos son san-tos de la devoción liberal, ellos no coaccionan al pupilo, habrá una contraofensiva, habrá milagros, habrá hechos de los apóstoles, habrá retiro espiritual, habrá nodrizas del Niño Jesús, habrá ayunos, habrá otra eucaristía ante la muerte, habrá primeros cristianos en las catacumbas del Gran Santiago: Estamos en el mundo para cono-cer a Dios, amarle, servirle y llegar al cielo. ¿Por qué algunos sodomitas mal intencionados se solazan en las sombras por ver al padre matriculándose en la legión de los pervertidos? ¿Por qué el esnob de pacotilla no pudiendo codearse con la oligarquía busca desquite en la podredumbre moral de un prójimo evangélico? ¿Por qué quieren minar al buen padre de familia? ¿Por qué hacen leña del árbol caído con tanto ahínco en el chisme, en la tolerancia cero, en la editorial, en la columna domi-nical? ¿Por qué la Casa de mi Padre no es una vanidad de vanidades? ¿Cómo explicar la deserción enorme de sacerdotes en el mundo entero? ¿ Por qué el célibe cono-ce la virginidad en la Diócesis?¿Por qué el mercedario no se alza?¿Por qué el dominicano no subvierte? Por qué el franciscano se enriquece? ¿Por qué tocar a la Iglesia con el pétalo de una rosa? ¿ Por qué golpear a la iglesia en los testículos eunucos? Habrá Bautismo, Pascua. Y habrá, si los creyentes queremos, un Cristo absolutamente inma-culado en el reino de este mundo.¿Por qué todos contra la iglesia? Y curioso, son los mismos no moviendo un dedo por la suerte de los pobres del campo y la ciudad. Vale la pena rezar en la misa diaria. Vale la pena derra-mar sangre en Semana Santa. Vale la pena la iglesia llena de gracia. Y habrá gólgota en la cristiana sepultura.

Y habrá un misionero acuartelado en la Catedral Me-tropolitana.

Y habrá señal de la cruz.

Detalle de “Crucifijo”, Diego de Velázquez.

¿QUÉ CULPA TIENE EL CUERPO MíSTICO DE CRISTO?

a los réprobos secuaces.POR BRUNO VIDAL

LA VIDA ESUN SUEÑO

LONGUEIRA:

13 ENERO

17 ABRIL

14 ENERO

19 ABRIL

¿ME ESTAI’ LESEANDO? ¡¡¿RENUNCIÓ RAVINET?!!

ME VOY AL TIRO A HACER MI PLAN DE DEFENSA.

¿ME ESTAI’ LESEANDO? ¡¿RENUNCIÓ LA COCA?!BUENO, PEOR ES NADA, VOY POR MIS COSAS.

¿ME ESTAI’ LESEANDO? ¡¡¿CAMBIO DE GABINETE?!!ME VOY AL TIRO A HACER

MI CURRÍCULUM.

¿ME ESTAI’ LESEANDO? ¡¡¿RENUNCIÓ MATTE?!!

ME VOY AL TIRO A HACER MI PLAN DE VIVIENDA.

... Y POR ESO ES QUE EL NUEVO MINISTRO

INTERINO ES LAURENCE GOLBORNE...

... Y POR ESO ES QUE EL NUEVO INTENDENTE

DEL BIO BÍO ES VÍCTOR LOBOS.

... Y POR ESO ES QUE LOS NUEVOS MINISTROSSON: EVELYN MATTHEI Y ANDRÉS ALLAMAND.

... Y POR ESO ES QUE EL NUEVO MINISTROES RODRIGO PÉREZ MACKENNA...

20 MINUTOS DESPUÉS

20 MINUTOS DESPUÉS

20 MINUTOS DESPUÉS

20 MINUTOS DESPUÉS

Page 29: The Clinic 390

29sabía usted que...Este domingo Michelle Obama buscará los huevitos de chocolate.

LA VIDA ESUN SUEÑO

LONGUEIRA:

13 ENERO

17 ABRIL

14 ENERO

19 ABRIL

¿ME ESTAI’ LESEANDO? ¡¡¿RENUNCIÓ RAVINET?!!

ME VOY AL TIRO A HACER MI PLAN DE DEFENSA.

¿ME ESTAI’ LESEANDO? ¡¿RENUNCIÓ LA COCA?!BUENO, PEOR ES NADA, VOY POR MIS COSAS.

¿ME ESTAI’ LESEANDO? ¡¡¿CAMBIO DE GABINETE?!!ME VOY AL TIRO A HACER

MI CURRÍCULUM.

¿ME ESTAI’ LESEANDO? ¡¡¿RENUNCIÓ MATTE?!!

ME VOY AL TIRO A HACER MI PLAN DE VIVIENDA.

... Y POR ESO ES QUE EL NUEVO MINISTRO

INTERINO ES LAURENCE GOLBORNE...

... Y POR ESO ES QUE EL NUEVO INTENDENTE

DEL BIO BÍO ES VÍCTOR LOBOS.

... Y POR ESO ES QUE LOS NUEVOS MINISTROSSON: EVELYN MATTHEI Y ANDRÉS ALLAMAND.

... Y POR ESO ES QUE EL NUEVO MINISTROES RODRIGO PÉREZ MACKENNA...

20 MINUTOS DESPUÉS

20 MINUTOS DESPUÉS

20 MINUTOS DESPUÉS

20 MINUTOS DESPUÉS

Page 30: The Clinic 390

30 sabía usted que: … En viernes santo, comer carne es pecado y comer merluza es pescado.

Envíe sus cartas por e-mail a: [email protected]

Around The World

Foto enviada por Nico Bain.

bOda ReaLRecuerdo que era un púber provin-

ciano cuando en pleno apagón cultural y máximo aislamiento en el plano inter-nacional, resultó atractivo despertarse temprano a una hora inusual para pren-der el televisor en blanco y negro y ver el matrimonio real de los padres del novio William. Aparentemente treinta años no es nada. Aunque la globalización nos acerca al resto del mundo, seguimos con el apagón cultural donde la televisión abierta chilena, principal vía de penetra-ción cultural de mucha gente, puede dar cátedra en materia de cómo copiar pro-gramas de escaso horizonte intelectual para ofertarlos al populacho. Les deseo a la pareja que tengan un matrimonio más feliz que el de sus padres y nos de-seo a todos nosotros que ojalá no tengan que pasar 30 años más para que nuestra TV deje de considerar los eventos de la farándula internacional como objetos de coberturas noticiosas, ya que atentan de manera alegre y simpática contra el mentado desarrollo al que nuestro pai-sito aspira.

Marcelo Saavedra P.

KaRadIma y CIa. IIConcuerdo plenamente con sus plan-

teamientos sobre los curitas y el celibato y sin duda alguna muchos de los princi-pios fundamentales de las iglesias están obsoletos. Si sólo falta que nos digan que la tierra es el centro del universo y que Copérnico y Galileo estaban equivo-cados, y los que digan lo contrario serán quemados en el loby del parque Arauco con transmisión en directo por TVN

Sin embargo, no concuerdo con iniciar una campaña para desactivar el celibato, (el cual comenzó para que los curitas no tuvieran descendencia y así las iglesias podrían quedarse con sus bienes, dine-ros y tierras).

Lo que deberíamos hacer, todos los seres humanos de libre pensamiento, es iniciar una RADICAL campaña para eli-minar y erradicar de la tierra a todas las religiones. Por lo menos separarlas de los procesos de toma de decisión de los gobiernos. Relegarlas a lo que realmen-te son, un grupito que todavía cree en demonios y ángeles, casi como el peso político y moral que tiene hoy el Fans Club de Faloon o Karol Dance, es decir, menos que un paquete de cabritas.

No es posible que en el siglo 21, con todos los descubrimientos y avances en la ciencia y la investigación, los gober-nantes sigan pidiéndole el parecer a esta tropa de viejos recalcitrantes, quienes tienen una visión sesgada, retrograda, ocultista de lo que realmente es la vida.

¿Cómo puedo aquilatar y sopesar la opinión de un tipo que sigue una re-ligión que aún cree en la creación, el barro y la costilla y desecha el evolucio-nismo, la física y la biología (los testigos de Jehová, por ejemplo), o la opinión de un hombre vestido con faldas burdeos, coronas y oro, que dice que el demonio

metió la cola en el caso Karadima?.En estricto rigor, predican moral con

su pene entre las manos (no quiero decir pichula).

Qué pensaríamos si Piñera se reunie-ra con Zulma o Ayún para revisar tal o cual ley, o en un discurso dijera "Vamos a aumentar la tasa de encaje del Central por que hoy Mercurio esta en conjun-ción con Marte", o que tenga una mesa de negociación en donde apliquen psico-magia en sus ministerios.

Históricamente, las religiones han tra-tado de manipular y manejar a las masas basándose en el miedo y en la ignoran-cia de los pueblos, robándoles su dinero, su alma y su pensamiento.

Insisto, no necesitamos las religiones y todos sus soldados. Los creyentes en Dios, no deberían tener un "partido" y sólo dedicarse a ser buenos seres hu-manos y los que no creemos en ningún diosito o diablito, simplemente dejarnos llevar por el hermoso caos que nos brin-da el universo segundo a segundo.

Andrei Acosta Zambra

hIdROaysÉNYo rechazo el proyecto de HidroAy-

sén. ¡¿A alguien le importa mi opinión?! Se supone de que sí debería importarle a quienes nos representan. Entonces que lo demuestren.

Parlamentarios: hagan su labor en to-mar en cuenta la opinión y hacer prio-ridad la voluntad de los ciudadanos chi-lenos. Cuiden a Chile evitando que sea destruido en nombre de riquezas mone-

tarias. La riqueza es ser capaz de cuidar Chile para que nuestra descendencia lo pueda disfrutar igual o mejor que noso-tros. La Patagonia chilena es única en el mundo. Miles de turistas vienen a visi-tarla justamente porque es única, mara-villosa y CUIDADA! Me enorgullezco de tener lugares así en Chile. ¿Cómo no van a ser capaces de ser creativos e innovar en energías sustentables y limpias sin tener que destruir lo bueno de nuestro país? Destáquense por lograr eso en vez de destacarse por ser un país que destru-ye sus riquezas.

Me da vergüenza el hecho de que perturbar definitivamente la Patagonia chile sea algo siquiera pensable en Chile. Me da rabia que la idea de instalar re-presas allí sea siquiera considerada en Chile. Me da rabia que aún sea tema y que Chile aún no haya resuelto de una vez por todas de que la Patagonia chile-na es un tesoro que se debe cuidar, ¡NO DAÑAR!

En las tiendas comerciales, el cliente es rey.

En el Parlamento, la opinión de los ciudadanos debería ser ley.

Tatiana Garrido M.

La aRauCaNaCon profundo pesar escribo esta carta

pública para dar testimonio de algunas anomalías que están ocurriendo en mi querida Caja de Compensación La Arau-cana. Pertenezco a ella como socia hace 11 años, de los cuales 5 hago práctica de yoga, la profesora que tenemos es un 7,

una verdadera "joyita" que ya se la qui-sieran en otra parte por su profesiona-lismo y calidad humana. Resulta que por un buen tiempo funcionamos a la perfección, vino una reestructuración de personal hace poco tiempo y ahí todo se echó a perder. Yo voy a hablar por mí aunque creo que interpreto el pensa-miento de mis compañeras. Señor direc-tor, cada vez que llega fin de mes y hay que pagar yo estoy como "el loro en el alambre": nuestra profesora hace clases en un mismo día a 3 grupos en distintos horarios, se supone que en el grupo don-de yo estoy estamos los alumnos más avanzados pero resulta que el 1 de cada mes hay que correr un verdadera mara-tón, ya que a los que llegan primero se les guardan los cupos, los que viven cer-ca no tienen problemas pero habemos alumnos que vivimos más lejos. Hasta el mes pasado no teníamos problemas ya que le entregábamos el dinero a una compañera y nos lo pagaba, pero ahora sólo aceptan el pago individual. ¿O sea que para que otras personas no se nos adelanten tenemos que hacer cuenta que estamos pujando por una entrada para un partido de futbol? Irrisorio por decir lo menos. Yo pertenezco a la ter-cera edad (76 años) y nosotros tenemos un edificio para nosotros que se llama Tiempo Pleno y que es donde tendría-mos que pagar y no en las cajas de los socios activos. Señor director, yo soy una persona de muy buen carácter y nunca me enojo pero ante un caso así y ya que quedé sin poder asistir a clases debo de-cirle que "NO HAY SALUD" y que estoy muy enojada, muchas gracias.

HELENA ROJAS

amORHola, mi nombre es Nicolás Pérez

Sánchez y quiero pedirle que publiquen este mensaje, que es para alguien tan importante para mí y que la perdí. Soy fiel lector del The Clinic, todas las sema-nas lo compro, y la persona a quien va este mensaje también lo es. Les pido por favor que la publique, para así poder de-mostrarle todo lo que la amo y que me comprometo a cambiar, pido una opor-tunidad a un hombre con el corazón roto en mil pedazos. Por favor, estaré agradecido por siempre si la publican.

Este mensaje es para la persona que amo y siempre amaré me siento muy tris-te por perderte y solo quiero recuperarte, con este mensaje te quiero demostrar a ti y al mundo lo tanto que te amo ade-lante de todos los lectores. Te pido otra oportunidad, te juro, te prometo adelante de todas las personas que leen esto que cambiaré. Voy a avanzar para poder estar contigo; te amo, eres el amor de mi vida te amare hasta mi ultimo segundo de vida que me quede en este mundo. Szz zolo te pido otra oportunidad para poder volver contigo no quiero perder a alguien tan espectacular como tú, tan perfecta en todo. Te extraño.

Nicolás Ignacio Pérez Sánchez

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Director :PATRICIO FERNÁNDEZ (@patofdez) Editor General: PABLO VERGARA (@pablovergarae) Editor Cultura: VICENTE uNDuRRAGA Editor Crónica: CLAuDIO PIZARRO Dirección de arte y diseño: LEO CAMuS, MARCELO CALQuÍN Editor Fotográfico: ALEJANDRO OLIVARES Editor Humorístico: FRANCISCO CASTILLO Editor general web: PABLO BASADRE Secretaria: ALEJANDRA FIERRO Corrector de estilo: HuMBERTO AHuMADA Gerente general: PABLO DITTBORN Gerente comercial: CARMEN BuRGOS (@carmenburgos) Asistente comercial: XIMENA RIVAS Colaboradores: MÓNICA GONZÁLEZ, RAFAEL GuMuCIO, CLAuDIO BERTONI, MARTÍN HOPENHAYN, NICANOR PARRA, MATÍAS RIVAS, RENÉ NARANJO, JuAN PABLO ABALO, TAL PINTO, RASMuS SONDERRIIS, ALEN LAuZÁN, ALEJANDRO ZAMBRA, PEDRO CAYuQuEO, VERÓNICA TORRES, JORGE ROJAS, MACARENA GALLO, ANA RODRÍGuEZ, CRISTÓBAL OLIVARES, MARCELO MELLADO, GERMÁN CARRASCO, ALFREDO JOCELYN - HOLT, RICARDO PIGLIA, DIAMELA ELTIT, PAuLA VIAL, BRuNO VIDAL, ÁLVARO DÍAZ, JuAN PABLO BARROS, GuILLERMO MACHuCA, PATRICIO MIRANDA Diseñador en práctica: TOMÁS PAVÉZ Practicante humor: JAVIER ALVARADO

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Page 32: The Clinic 390

APLASTANTE CRÍTICA DE DIAMELA ELTIT A EX FISCAL PEÑAPARTICIPAN: FRANCISCO GARAMONA, PEDRO CAYUQUEO,

PAULA VIAL, BRUNO VIDAL Y RICARDO PIGLIA

EL HERMANO DE

GODARD QUE LUCHA CONTRA LA OBESIDAD INFANTIL EN CHILE

RECARGO AÉREO $ 200

$ 800

JUEVES 21 DE ABRIL DE 2011 · AÑO 12· Nº 390 PUBLICACIÓN SEMANAL

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