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Tiempo, clima y seguridad alimentaria

Tiempo, clima y seguridad alimentaria - uncclearn.org · OMM-Nº 933 Tiempo, clima y seguridad alimentaria Oficina de Información y Relaciones Pú blicas Organización Meteorológica

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Tiempo, clima y seguridad alimentariaOMM-Nº 933

Oficina de Información y Relaciones PúblicasOrganización Meteorológica Mundial

7 bis, avenue de la PaixCasilla de correo 2300�

CH-1211 Ginebra 2, Suiza✆: (+41-22) 730 83 80

Fax: (+41-22) 730 80 42 E-mail : [email protected]://www.wmo.int

Para obtener más información dirigirse a:

OMM–Nº 933

Tiempo, clima y seguridad alimentaria

ORGANIZACIÓNMETEOROLÓGICA

MUNDIAL

Ginebra, Suiza

Tapa: El Valle de Garm, en la cordillera de Alai (Tayikistán), es un ejemplo de la coexistenciade diversos climas en una extensión limitada y de su influencia en la producciónalimentaria del valle. (Foto: FAO/A. Proto)

OMM–Nº 933© 2001, Organización Meteorológica Mundial

ISBN 92-63-30933–8

NOTA

Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en queaparecen presentados los datos que contiene no implican, de parte dela Secretaría de la Organización Meteorológica Mundial, juicio algunosobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios,ciudades o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la deli-mitación de sus fronteras o límites.

PRÓLOGO

Se calcula que para 2020 la población mundialse elevará a 7,5 mil millones de personas, un au-mento que, según estos cálculos se producirá engran parte en el mundo en desarrollo. Ello signi-ficará, por ejemplo, que para satisfacer la cre-ciente demanda de cereales los agricultores ten-drán que producir un 40% más de granos en2020. A pesar de que entre 1986 y 1998 se re-gistró un incremento de la producción y del ren-dimiento de cereales a escala mundial, la pro-ducción media de cereales por habitante se man-tuvo estacionaria durante ese período, y dehecho disminuyó en África y Oriente Medio.Estas inquietantes tendencias que se observanen algunas partes del mundo repercuten negati-vamente en la seguridad alimentaria y el alivio dela pobreza, sobre todo si se tiene en cuenta quecoinciden con una frecuencia cada vez mayor defenómenos climáticos extremos.

Entre los años 1996 y 2000 el número depaíses afectados por los desastres naturales au-mentó en forma alarmante, pasando de 28 a 46,la mayoría de ellos en el mundo en desarrollo.Esos desastres agravaron las dificultades inheren-tes a la seguridad alimentaria, la pobreza y la de-gradación del suelo. Así, por ejemplo, fuertes tor-mentas e inundaciones azotaron en años recientesa Bangladesh, Camboya, el Caribe, AméricaCentral, China, India, el sur de África, Venezuelay Viet Nam. Los costos directos e indirectos deri-vados de las inundaciones en Mozambique queprovocaron las tormentas tropicales Elyne yGloria en febrero y marzo de 2000 se calcularonen mil millones de dólares de EE.UU., cifra quecontrasta con la correspondiente a ingresos delpaís por concepto de exportación, que fueron de300 millones de dólares de EE.UU en 1999.Por otra parte, las graves sequías producidasentre 1999 y 2001 afectaron a gran parte de Asia

occidental, Asia central y Oriente Medio causan-do grandes pérdidas de cultivos.

Se ha comprobado que la aplicación sensatade la información y conocimientos meteorológi-cos, incluidos los datos sobre el clima y los recur-sos hídricos, así como las predicciones esta-cionales y de largo plazo, pueden ayudar sustan-cialmente a la comunidad agrícola a crear y utili-zar sistemas agrícolas sostenibles y aumentar suproducción de manera ambientalmente sosteni-ble. No obstante, los países en desarrollo son losmás vulnerables y los menos capacitados paraadoptar tecnología y técnicas perfeccionadasque contrarresten los efectos adversos de las va-riaciones del medio ambiente y las fluctuacionesdel clima, factores que impiden la provisión y dis-ponibilidad de alimentos en forma regular.

Por estos motivos, la Organización Meteoro-lógica Mundial (OMM) aporta su coordinación yapoyo a los Servicios Meteorológicos e Hidrológi-cos Nacionales (SMHN) de sus países Miembrosen sus respectivas misiones de observar y com-prender el tiempo y el clima, y de proporcionarservicios meteorológicos y conexos en respaldode sus programas nacionales de desarrollo socio-económico. Como integrantes de la red mundialque dirige la OMM, los SMHN brindan serviciosde predicción y de aviso sobre bases científicas,que permiten a todos los países advertir y prote-ger a sus comunidades nacionales del peligro deciclones tropicales, fuertes tormentas, inundacio-nes, sequías, incendios forestales y otros desas-tres naturales inducidos por las condicionesmeteorológicas y, a la vez, aumentar la eficacia yproductividad de los sectores agrícola y forestal.

En la esfera de la seguridad alimentaria, lasactividades y programas científicos de la OMM –incluidos el Programa de Meteorología Agrícola,el proyecto de los Servicios de Información y

Predicción del Clima (SIPC) y el Programa deHidrología y Recursos Hídricos, se ocupan deasuntos importantes relativos al tiempo, el clima yel agua, en colaboración con otras organizacionesdel sistema de las Naciones Unidas, como la Orga-nización de las Naciones Unidas para la Agri-cultura y la Alimentación (FAO) y la Organizaciónde las Naciones Unidas para la Educación, laCiencia y la Cultura (UNESCO), así como otrosorganismos regionales e internacionales pertinen-tes. Esta publicación, dedicada a la “CumbreMundial de la Alimentación – 5 años después",

describe la manera en que la OMM contribuye aque se logre la meta de la seguridad alimentariapara todas las naciones. Esperamos que ayudetambién a comprender mejor las actividades y elcompromiso que las comunidades meteorológicaa hidrológica han asumido de apoyar el Plan deAcción de la Cumbre Mundial de la Alimentación.

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ASUNTOS VINCULADOS AL CLIMA EN EL PLAN DE ACCIÓNDE LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE LA ALIMENTACIÓN

La Cumbre Mundial sobre la Alimentación elaboró siete Compromisos, de los cuales el Compromiso tercero –políticas y prácticas sostenibles, fundamentales para asegurar un suministro de alimentos suficiente y fiable ypara combatir las plagas, la sequía y la desertificación – y, en menor medida, el Compromiso quinto – preveniry estar preparados para afrontar las catástrofes naturales y emergencias de origen humano – incumbenplenamente a la comunidad del clima en la perspectiva del desarrollo sostenible.

El Compromiso tercero reitera las referencias al clima y a sus cambios (incluida la Convención Marco sobreel Cambio Climático (CMCC) de las Naciones Unidas) y a los problemas conexos, como la desertificación, lapérdida de la diversidad biológica y el agotamiento de la capa de ozono. Todos ellos están vinculados, por lomenos en forma indirecta, al uso no sostenible de los recursos del clima. Este Compromiso insiste en la necesi-dad de promover las investigaciones necesarias para que prosigan los esfuerzos internacionales de elaborar,difundir y aplicar información relativa a las predicciones climáticas que permita acrecentar la productividadagrícola, pesquera y forestal sostenible, y redunde especialmente en beneficio de los países en desarrollo.

El Compromiso quinto hace hincapié en la necesidad de mantener, promover y establecer las estrategias ymecanismos de preparación, incluidos la elaboración y utilización de información sobre predicción climáticacon miras a la vigilancia y alerta temprana en casos de sequías, inundaciones, otras catástrofes naturales,plagas y enfermedades. Subraya, asimismo, la necesidad de respaldar los esfuerzos internacionales enca-minados a recoger y aplicar la información sobre las predicciones climáticas a fin de aumentar la eficacia yeficiencia de la preparación ante las emergencias así como las actividades de respuesta, desplegandoesfuerzos especiales para crear sinergia y evitar la duplicación.

(G.O.P. Obasi)Secretario Generall

En el mundo en desarrollo el crecimiento anualde la producción de alimentos disminuyó, de un4,2% en el período 1991-1995 al 3,5% entre 1996y 2000. Uno de los motivos de ese descenso fueel alarmante incremento del número de paísesafectados por desastres naturales, que pasaronde 28 en 1996 a 46 en 2000. En años recientes,fuertes tormentas e inundaciones azotaronBangladesh, Camboya, el Caribe, AméricaCentral, China, India, África meridional,Venezuela y Viet Nam. En abril de 2001, unos 60millones de personas en 36 países padecierondiversos grados de escasez de alimentos.

La variabilidad climática que se ha registrado enaños recientes no constituye una novedad. Ha sido,

y seguirá siendo, la causa principal de fluctuaciónde la producción alimentaria mundial, particular-mente en los países tropicales semiáridos del mun-do en desarrollo. Al combinarse con otros factoresfísicos, sociales y politico-económicos, la variabili-dad climática acrecienta la vulnerabilidad a las pér-didas económicas, al hambre y a la hambruna, asícomo a la perturbación social. En los países en de-sarrollo, en los que la adopción de tecnología avan-zada sigue un ritmo demasiado lento para contra-rrestar los efectos adversos de las condiciones am-bientales variables, las fluctuaciones del clima sonlos factores principales que impiden la disponibilidady provisión de alimentos en forma regular, elementosclave de la seguridad alimentaria. Es imprescindible,por lo tanto, que se comprendan bien los aspectosrelativos al tiempo y a la variabilidad climática pa-ra que se puedan formular, de manera más soste-nible, políticas y estrategias que fomenten la pro-ducción de alimentos y la seguridad alimentaria.

Desde la perspectiva de la seguridad alimenta-ria mundial, los debates sobre el clima se refierensobre todo a los riesgos climáticos y a sus efectosen la producción mundial de alimentos. Sinembargo, es importante reconocer que el climainterviene en la seguridad alimentaria no solamentecomo factor de riesgo, sino también como unrecurso que ofrece la naturaleza. El clima es unrecurso renovable, pero variable en el tiempo y elespacio. Por lo que respecta al uso adecuado yeficaz de los otros dos recursos naturales (el sueloy el material genético vegetal y animal), es esencialconocer el papel que desempeña el clima para quelas actividades agrícolas sean sostenibles. Dehecho, debería considerarse al clima como el motorque impulsa la explotación de los recursos vegeta-les, animales y de la tierra ya que muchas de lasrepercusiones ecológicas del desarrollo agrícolaexigen un mejor conocimiento de la interacciónentre los elementos físicos, biológicos y climáticos.

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La utilización eficaz delos recursos naturales esindispensable para que

prosperen los cultivos desecano, entre ellos los

cultivos intercalados demijo perlado y caupí en

África occidental(OMM/M.V.K. Sivakumar)

INTRODUCCIÓN

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Desastres naturales degran magnitud queocasionaron mucho másde 100 víctimas y/oreclamaciones por unvalor superior a 100millones de dólares deEE.UU. (1950-2000)(Münchener Rück/Munich Re)

El tiempo y el clima intervienen en más del 70%de los desastres naturales que ocurren en todo elmundo. Pero en algunos países y regiones sonresponsables de la totalidad de los desastres deese tipo. Las principales catástrofes naturalesincluyen huracanes, ciclones tropicales o tifones,inundaciones, sequías, tormentas extratropi-cales, tsunamis y mareas de tempestad, torna-dos, tormentas de arena y de polvo, temperatu-ras extremas, incendios provocados por las con-diciones meteorológicas, así como plagas y en-fermedades de cultivos y ganados. Estos desas-tres ocasionan muchas muertes, además de pér-didas económicas por valor de miles de millonesde dólares cada año. En los últimos dos decenioslos desastres naturales causaron más de tresmillones de muertos e incontables heridos, de-vastaron tierras arables, contribuyeron a la trans-misión de enfermedades y provocaron el despla-zamiento de más de mil millones de personas. Seha calculado que el costo económico anual delos desastres naturales se sitúa entre los 50 y 100mil millones de dólares de EE.UU.. En realidad,hay años en los que las pérdidas económicas enel plano mundial son mucho más elevadas, hastaalcanzar a veces los 440.000 millones de dólaresde EE.UU.. Por otra parte, se calcula que todoslos años mueren unas 250.000 personas en todoel mundo como consecuencia directa o indirectade los desastres naturales.

Los factores climáticos están inexorable-mente unidos a los elementos esenciales de lavida humana, como la disponibilidad de alimen-tos, las fuentes seguras de agua potable y lahigiene. La destrucción de las reservas dealimentos, la disminución o pérdida de suminis-tros hídricos ocasionados por la sequía o la con-taminación de fuentes de agua naturales durante

las inundaciones, y la mayor incidencia de enfer-medades virales u otras enfermedades infeccio-sas, son algunas de las repercusiones quepueden tener los acontecimientos meteorológi-cos o hidrológicos extremos.

En décadas recientes aumentó en todo elmundo el temor a las catástrofes naturales, queson cada vez más frecuentes y destructivas.Hasta ahora el ser humano no ha sido capaz decontrolar las fuerzas de la naturaleza. No puedeimpedir la formación de un ciclón tropical, ni evi-tar sequías, inundaciones, terremotos o la erup-ción de volcanes. No obstante, el ser humanopuede contener ríos, frenar las mareas y construirestructuras que opongan resistencia – aunqueésta no sea total – a las fuerzas de la naturaleza.Dado que los fenómenos naturales seguirán ocu-rriendo, no queda más remedio que hacer frentea los problemas que plantean, sin dejar de darprioridad a las políticas de planificación, prepara-ción y prevención de desastres.

FENÓMENOS METEOROLÓGICOS E HIDROLÓGICOS EXTREMOS

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01950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995

Otros

Inundación

Tormenta

Terremoto

Núm

ero

Ciclones tropicales

Los ciclones tropicales, conocidos también comohuracanes, tifones o ciclones, representan unflagelo para la mayoría de los países situados enlas zonas tropicales y subtropicales, donde confrecuencia sus efectos son devastadores. Puededecirse que se cuentan entre los riesgos naturalescon mayor poder de destrucción. Su potencialpara causar estragos con vientos violentos,lluvias torrenciales y mareas de tempestadconcomitantes, subida del nivel del mar en laszonas costeras, inundaciones, tornados y desliza-mientos de lodo, se ve agravado por la intensi-dad, el alcance y la frecuencia con que se mani-fiestan estos fenómenos, así como por la vulnera-bilidad de las extensas regiones que atraviesan.

Los ciclones tropicales tienen efectos muynegativos para la agricultura y la seguridad ali-mentaria, los recursos hídricos y otros sectoresclave de la sociedad y la economía. Así, porejemplo, se ha calculado que los efectos de tansólo los ciclones tropicales causan anualmente, anivel mundial, un promedio de 20.000 víctimas ydaños por valor de 6.000 millones de dólares deEE.UU.. En 1992 el huracán Andrew, el más

destructivo de los ciclones tropicales, ocasionópérdidas en Estados Unidos por valor de alrede-dor de unos 16.000 millones de dólares deEE.UU.. Entre otros ciclones tropicales de granintensidad, que causaron o contribuyeron aprovocar grandes desastres, figuran el tifónWinnie que, entre otros estragos, devastó más de400.000 hectáreas de tierras de cultivo en Chinaen 1997, y el huracán Mitch, que en 1998 azotóNicaragua, Honduras y Guatemala obligando adesplazarse a unos dos millones de personas.

El Niño y La Niña

El Niño y La Niña constituyen los ejemplos mássignificativos de variaciones climáticas conamplias repercusiones económicas y sociales. ElNiño es un fenómeno natural del clima queocurre a intervalos de dos a siete años y tiene unaduración de entre tres y seis estaciones, carac-terizadas por un extendido calentamiento de lasuperficie del agua en la zona tropical central yoriental del Pacífico. La fase negativa o de enfri-amiento de El Niño, que hace que la temperaturade las aguas del Pacífico oriental disminuya pordebajo de lo normal, recibe el nombre de LaNiña.

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Ángulo superiorderecho: El huracánMitch causó graves

daños a los cultivos enCholuteca, Honduras

(Paul Jeffrey/CCD)

Las inundaciones y laerosión del suelo

provocados por El Niñoafectan la seguridad

alimentaria y laagricultura sostenible en

algunos países endesarrollo (ISDR)

Por lo general, El Niño está asociado conanomalías a nivel mundial de las pautas de preci-pitación y temperatura, así como de las pautasde tormentas tropicales y actividad de huraca-nes, del comportamiento de las corrientes dechorro subtropicales, y muchos otros aspectosde la circulación general en distintas partes delmundo. Se ha comprobado que los episodios deEl Niño producen patrones climáticos constan-tes. Un episodio intenso de El Niño estuvo unidoa sequías en el sudeste de África, el norte deAustralia, el norte del Brasil, Indonesia yFilipinas. Tiende a producirse un aumento de lahumedad en la parte tropical de África oriental, alo largo de la costa tropical de América del Sur yen las regiones subtropicales de América delNorte (Costa del Golfo) y de América del Sur (surdel Brasil y parte central de la Argentina).

El episodio de El Niño correspondiente a1997-1998 ha sido considerado como probable-mente el más intenso del siglo XX. Ese episodioy el de La Niña de 1998-1999 impusieron unagran carga socioeconómica y provocaron un re-troceso del desarrollo en muchas partes del mun-do. Entre esos notables efectos de alcance mun-dial se cuentan las graves sequías y los incendiosforestales en Indonesia y el noreste del Brasil, asícomo las graves crecidas en la zona tropical deÁfrica oriental. Por otra parte, América Latina y elCaribe sufrieron, en mayor o menor magnitud,las múltiples consecuencias socioeconómicas delpaso del huracán Mitch durante el episodio de LaNiña, que incluyeron pérdidas de vidas, destruc-ción de bienes materiales y trastornos de la pro-ducción de alimentos, reservas alimenticias y sis-temas de transporte, además de un aumento delos riesgos para la salud humana. La carga máspesada de los desastres naturales la soportó elmundo en desarrollo. Se calcula que los dañoscausados por el episodio de El Niño de 1997-1998 en todo el mundo varían entre 14.000 mi-llones de dólares de EE.UU. si se toman en cuen-ta solamente los daños materiales, y 33.000

millones de dólares de EE.UU., si se incluyen lasotras pérdidas de carácter socioeconómico.

Sequías

La sequía es un riesgo natural derivado de unadeficiencia de precipitaciones que ocasionaescasez de agua para algunas actividades o algu-nos grupos. Es la consecuencia de una dis-minución del volumen de las precipitaciones du-rante un período prolongado, por lo general unao más estaciones; este fenómeno suele estar aso-ciado a otros factores climáticos – por ejemplo,temperaturas elevadas, vientos de gran altitud eíndice de humedad relativamente bajo – que pue-den agravar la intensidad del fenómeno. Debidoa que la sequía afecta a múltiples sectores eco-nómicos y sociales, abundan las definiciones ela-boradas por disciplinas muy diversas. Esas de-finiciones pueden agruparse por categorías:

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En los frágiles ecosis-temas de las regionesáridas y semiáridas lasintensas sequías dificul-tan la gestión de losrecursos vegetales yanimales(FAO/R. Faidutti)

meteorológicas, hidrológicas, agrícolas y socioe-conómicas.

No se puede dejar de reconocer la aflicciónque causaron las sequías recurrentes de losdecenios de 1970 y 1980 en extensas regionesdel Sahel y en zonas de África oriental y meri-dional. En 2001, gran parte de Asia occidental,Asia central y el Oriente Medio padecieron untercer año de sequía continua que redujo drásti-camente el rendimiento de los cultivos enmuchos países. Se calculaba que entre junio de2000 y junio de 2001, la mitad de los 12 millonesde habitantes de Afganistán sufrió las conse-cuencias de la sequía, que tuvo consecuenciasgraves para unos 3 a 4 millones de personas. Elnivel extremadamente bajo de las precipitacionescausó la destrucción de casi todos los cultivos desecano y diezmó el ganado. El déficit cerealerosobrepasó los 2,3 millones de toneladas, más deldoble del año anterior. En la República Islámica

del Irán, a una intensa sequía que se produjo en1999 le siguió otra sequía extrema en 2000, lacual se repitió en 2001. Estas sequías pusieronen peligro más de 2,5 millones de hectáreas deexplotaciones agrícolas de regadío, 4 millones dehectáreas de tierras de secano y 1 millón dehectáreas de huertos. Los daños a la agriculturaen todo el país se calcularon en más de 2.600millones de dólares de EE.UU..

Tormentas de viento y tormentasde polvo

Uno de los efectos más nocivos del viento enmuchas partes del mundo es la erosión eólica, oerosión del suelo causada por el viento. Se tratade un problema importante que afecta a lasregiones con una estación anual seca muydefinida, en las que el viento se convierte por lo

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La erosión eólica ensuelos arenosos ligeros

puede provocar unadegradación grave del

terreno (izquierda), y losdepósitos de arena en las

plántulas pueden perju-dicar el arraigo de los

cultivos (derecha)(OMM/M.V.K. Sivakumar)

tanto en riesgo potencial para las zonas secas. Laerosión eólica ocurre debido a la interacción delos fenómenos meteorológicos con la gestión delsuelo y la tierra mediante el efecto del viento enla estructura del suelo, la capa de tierra delabranza y la cubierta vegetal. Es poca la aten-ción que se ha prestado a esta degradaciónambiental que afecta a las tierras secas – unaextensión que equivale aproximadamente a unatercera parte de la zona continental del planeta –debido a que la erosión eólica constituye unproceso menor, de carácter acumulativo, queaparece de manera insidiosa y se consolida conel tiempo. Como ocurre con la erosión causadapor el agua, la forma más grave de erosión eólicaproviene de fenómenos de gran intensidad, rela-tivamente raros.

Conforme a los datos de la Fundación de lasNaciones Unidas, del total de 850 catástrofes deorigen natural que se notificaron en 2000, másde 300 se debieron a tormentas de viento quecausaron el 73% de las pérdidas de bienesasegurados.

Inundaciones

Dos de los principales fenómenos hidrometeo-rológicos que a menudo tienen consecuenciascalamitosas para la agricultura son las inunda-ciones y las fuertes lluvias. Las inundacionestienen también características temporales: lasque ocurren en un período breve, o llegan súbi-tamente, se denominan crecidas repentinas. Lainteracción entre las escalas temporales y espa-ciales es importante para determinar las con-secuencias. Una lluvia muy intensa (extrema)puede ocasionar inundaciones catastróficasaunque sea de poca duración si ocurre en unsitio y en un momento determinados del año.Las crecidas repentinas y los deslizamientos detierra ocurridos en Venezuela en diciembre de

1999 causaron la muerte a 30.000 personas.En Mozambique, el costo directo o indirecto delas inundaciones provocadas por las tormentastropicales Elyne y Gloria en febrero y marzode 2000 se calculó en 1.000 millones de dóla-res de EE.UU., cifra que contrasta con los300 millones de dólares de EE.UU. que ingre-saron al país en 1999 por concepto de exporta-ciones.

Los efectos de las inundaciones en la agri-cultura pueden clasificarse en directos e indi-rectos. Los efectos directos son los que se rela-cionan con bienes materiales e ingresos de indi-viduos, empresas y sector público. Los efectosindirectos aparecen más lentamente y confrecuencia tienen un alcance más amplio(geográfica o económicamente, por ejemplo);son la consecuencia de una disminución en losingresos, la degradación ambiental u otrosfactores. Por lo general, resulta mucho másfácil cuantificar los efectos directos, ya que lacomplejidad de los efectos indirectos en elconjunto de la sociedad hace que a menudo nose los pueda evaluar en forma completa.

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En el Sahel, las crecidasrepentinas en suelosarenosos pueden causarla degradación de latierra y perjudicar laproductividad de loscultivos(OMM/M.V.K. Sivakumar)

Pocos países o comunidades están a salvo de losfenómenos meteorológicos y climáticos extremos,pero algunas comunidades son más vulnerables adeterminados sucesos y sufren con mayor frecuen-cia que otras. Más allá de la importancia del riesgoclimatológico relacionado con la geografía, elhecho de que un fenómeno meteorológico extremose convierta en desastre natural depende en granmedida de la planificación, la alerta temprana, lasmedidas de protección que se adopten y la ca-

pacidad de resistencia de la comunidad, incluidassus posibilidades de recuperación después delepisodio.

La OMM es el organismo especializado delsistema de las Naciones Unidas con responsabili-dad en los campos de la meteorología y la hidro-logía operativa. La OMM brinda apoyo a losServicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacio-nales (SMHN) de sus 185 países y territoriosMiembros en sus respectivas misiones de obser-var y entender el tiempo y el clima y de propor-cionar servicios meteorológicos y conexos con-forme a las necesidades del país. Esas necesida-des se refieren especialmente a la protección dela vida y los bienes materiales, la preservacióndel medio ambiente y la contribución al desarro-llo sostenible.

Los programas científicos de la OMM hancumplido una función esencial en lo que atañe adifundir los conocimientos sobre el sistema delclima. Las observaciones sistemáticas realizadascon métodos normalizados han proporcionado da-tos a escala mundial para fines de análisis, inves-tigación y modelización de la atmósfera y sus pau-tas cambiantes de sistemas meteorológicos. Losprogramas de observación especializados, inclui-dos los que se ocupan de los componentes quí-micos de la atmósfera y de las características delos océanos y sus circulaciones, han llevado a unamejor comprensión de las interacciones entre losdistintos ámbitos del sistema climático (atmós-fera, océanos, superficie terrestre y criosfera) asícomo la variabilidad y el cambio climático.

Sistemas de alerta temprana

La aplicación perfeccionada de la ciencia y latecnología, incluidas la predicción y la alerta

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La información sobre elagua que aportan los

avisos agrometeorológi-cos es esencial para

tomar decisiones sobrela gestión de los cultivos(Oficina Meteorológica,

Australia)

LOS VÍNCULOS DEL TIEMPO Y EL CLIMA CON LA SEGURIDADALIMENTARIA: CONTRIBUCIÓN DE LA OMM

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La predicción a escalas estacional y de más largo plazo comobase para la preparación de alertas es un servicio a la comu-nidad en plena evolución. La OMM está convencida de que, se-gún proceda, los adelantos alcanzados en las investigacionessobre el clima deben conducir a la adopción de medidas prác-ticas que contribuyan al mayor bienestar de la humanidad.En 1995, el Duodécimo Congreso Meteorológico Mundial de laOMM dio su respaldo al proyecto de los Servicios deInformación y Predicción del Clima (SIPC), a fin de aplicar loslogros de la investigación y proporcionar información, incluidaslas expectativas de las condiciones futuras, con el fin de poderadoptar decisiones económicas y sociales más adecuadas.Estas iniciativas coinciden con una época de creciente sensibi-lización del público en general a los cambios climáticos quepuedan originarse en actividades humanas, y a los efectos en lasociedad de variaciones climáticas como las provocadas porEl Niño. Un aspecto importante de la actividad de los SIPC es elanálisis del clima pasado y presente y su integración en laspredicciones climáticas para el futuro cercano.

Una de las tareas inmediatas del proyecto de los SIPC fueayudar a los SMHN a crear la capacidad necesaria para recibir yutilizar los productos de información y predicción mundial sobreel clima que preparan actualmente varios centros importantesdel clima en todo el mundo. Los servicios de predicción e infor-mación sobre el clima suelen tener por finalidad mitigar losefectos negativos de las anomalías o condiciones climáticasextremas, así como aprovechar cualquier efecto positivo. Desdehace varios años, distintos países han utilizado las prediccionesrelativas a El Niño para proporcionar alertas tempranas y tomarmedidas de preparación contra los desastres. La OMM ha coor-dinado las actividades de diversos grupos interesados medianteel copatrocinio de talleres, seminarios y conferencias, y ha orga-nizado actividades de formación profesional sobre el tema de ElNiño.

En colaboración con instituciones asociadas, la OMM ha orga-nizado varios Foros regionales sobre la evolución probable delclima en muchas partes del mundo. Esos Foros han permitido alos investigadores de diversos centros avanzados de predicciónclimática, centros operativos regionales sobre el clima y expertos

de los SMHN desarrollar productos por consenso o unificados deorientación sobre la evolución probable del clima, incluidas direc-trices sobre interpretación, para difundirlos entre los usuarios.Los Foros demostraron ser un mecanismo muy eficaz para acre-centar la capacidad de los SMHN en cuanto a la transferencia deconocimientos sobre la situación actual y las limitaciones de laciencia de predicción estacional del clima. Por consiguiente, serecurrió a los Foros para alcanzar mayor precisión en cuanto a laevolución probable del clima regional y de las proyecciones delos efectos concomitantes durante los episodios de El Niño.

Algunos ejemplos ilustran el uso de las predicciones de ElNiño en la preparación de alertas tempranas:• En el Perú la información sobre El Niño se aplicó a la produc-

ción agrícola sostenible, lo que significó alternar los cultivos– por ejemplo, arroz y algodón – durante los años secos;

• En el Brasil se obtuvo una mejor producción agrícola alhaberse recurrido a la información sobre El Niño paraadoptar decisiones específicas en la agricultura durante losepisodios de El Niño de los últimos dos decenios;

• En Colombia se pudo establecer una relación entre El Niñoy los casos de malaria. Se ha comprobado que existerelación entre las lluvias excesivas o muy escasas – que

Servicios de Información y Predicción del Clima (SIPC)

Cuadro de costos/pérdidas correspondiente a un fenómeno meteorológico adverso

¿OC

URR

IÓ E

L FE

MEN

O?

¿SE PREDIJO EL FENÓMENO?

SÍ NO

ACIERTOSe producen pérdidas financieras, atenuadas

por medidas de protección adecuadas

FALSA ALARMASe incurre en gastos

de protección, pero la protección no es necesaria

RECHAZO CORRECTONo hay pérdidas ni costos; el resultado corresponde a las actividades normales en ausencia del fenómeno

ERRORSe registran pérdidas totales porque no setomaron medidas

de prevenciónSÍ

NO

(Basado en Foresight, Departamento de Industria y Comercio, GB)

temprana con suficiente antelación en los casosde riesgos meteorológicos y climáticos enciernes, constituyen la mejor solución parareducir al mínimo la pérdida de vidas y los dañosmateriales ocasionados por los desastres natu-rales. La información y los productos relaciona-dos con la predicción y la alerta temprana sonindispensables para mejorar la producción agrí-cola y alimentaria, y para la utilización y gestióndel agua dulce, la energía y otros recursos natu-rales sensibles a los fenómenos meteorológicos yclimáticos extremos.

Para aumentar el plazo de los pronósticos yde la detección temprana de los fenómenos me-teorológicos e hidrológicos extremos, la variabili-dad del clima y los cambios climáticos, es nece-sario comprender debidamente los procesos quecontrolan los sistemas mundiales del tiempo y elclima. Esos procesos abarcan la investigaciónmeteorológica en todas las escalas temporales yla capacidad de modelización, en especial la posi-bilidad de mejorar la predicción de la variabilidaddel clima o los cambios climáticos en los planoslocal y regional. La OMM brinda un marco inter-nacional para la colaboración en todos los camposde la investigación meteorológica e hidrológicaque sean de interés nacional, regional y mundial.

En el curso de las últimas décadas se haavanzado mucho en materia de predicción mete-orológica, pudiendo ya hacerse predicciones conuna semana de anticipación para las latitudesmedias; sin embargo, la comprensión del fenó-meno de El Niño representa el primer gran logroen lo que atañe a la predicción climática a máslargo plazo. En la última década comenzó unanueva era para la predicción climática. Ahora esposible disponer de una nueva generación demodelos climáticos acoplados, que puedencombinarse con los modelos regionales de altaresolución. Algunos de esos modelos acopladosse pueden utilizar en la actualidad para suminis-trar perspectivas climáticas en escalas tempora-les desde multiestacional a interanual. Así, por

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Perth

Adelaide Sydney

Brisbane

Melbourne

Canberra

Hobart

Darwin

GraveIntensoExtremo

suelen producirse en algunas regiones durantelas fases cálida y fría de El Niño – y diversasenfermedades transmitidas por vectores ovinculadas a los alimentos.Un componente importante del proyecto SIPC

está dedicado a la formación profesional y a latransferencia de tecnología. El objetivo es asegu-rar que los SMHN tengan acceso a los productosde vigilancia mundial y regional del clima queprepara en forma regular el Programa Mundialsobre el Clima (PMC) y que el personal de losSMHN cuente con la formación profesional que lepermita brindar servicios de apoyo a las deci-siones de la comunidad. El proyecto SIPC sevincula de manera estrecha con los programas deMeteorología Agrícola y de Hidrología y RecursosHídricos de la OMM a fin de extraer el mayorbeneficio posible de los lazos que existen con lasautoridades de las diversas comunidades en lasesferas de los recursos hídricos y terrestres.

El Servicio de Vigilanciade Sequías de la

Oficina Meteorológicade Australia propor-

ciona información sobrela intensidad de El Niño

(Oficina Meteorológicade Australia)

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El Programa de Meteorología Agrícola de la OMM tiene por fina-lidad apoyar las actividades de la producción agrícola y alimen-taria. Sus principales objetivos a largo plazo son:• Impulsar una producción económicamente viable y de

calidad elevada, que sea sostenible y respetuosa del medioambiente. Ese objetivo se persigue reforzando la capacidadpropia de cada país Miembro de proporcionar servicios mete-orológicos adecuados a la agricultura y a otros sectoresvinculados a ella.

• Fomentar una mejor comprensión, por parte de los agricul-tores y de otros usuarios finales de los sectores de la agricul-tura, la silvicultura y actividades conexas, del valor y elempleo de la información meteorológica (incluida la clima-tológica) para planificar y llevar a cabo sus actividades.Los proyectos que el Programa de Meteorología agrícola

tiene en ejecución para el período 2000-2003 son:

Aplicaciones de la agrometeorología

Su finalidad es fomentar el mayor desarrollo y aplicación de losconocimientos básicos sobre las relaciones entre los factoresmeteorológicos y la producción agrícola. Se incluye en ello lacalidad de la producción agrícola y la protección de los recursosbásicos de la agricultura, así como las aportaciones a la gestiónsostenible de los sistemas agrícola, silvícola y pecuario, enconsonancia con el Plan de Acción de la Cumbre Mundial parala Alimentación.

Utilización de predicciones del clima en agriculturaoperativa

Se propone fomentar la utilización activa de las predicciones aescalas de estacional a interanual y de avisos sobre el estadopresente de la atmósfera en la planificación y actividades de laagricultura, en colaboración activa con el proyecto SIPC.

Gestión de datos agrometeorológicos

Tiene por finalidad proporcionar a los Miembros las técnicas ylos métodos para observar, registrar, concentrar, gestionar,almacenar y explotar los datos meteorológicos, climatológicos yagronómicos obtenidos en tierra, por radar y por teledetecciónde la manera más oportuna y eficaz desde el punto de vista derecursos de personal.

Difusión de información agrometeorológica

Su finalidad es desarrollar métodos, procedimientos y técnicaspara difundir la información agrometeorológica con plenaparticipación de los usuarios.

Agrometeorología para fenómenos extremos

Se concentra en los estudios y aplicaciones de la informaciónagrometeorológica que se necesita para hacer frente en mejorescondiciones a las sequías y a la desertificación, así como a lasinundaciones, los ciclones tropicales, las mareas de tempestad,las invasiones de langostas y otros riesgos ambientales que seintensifican y propagan cada vez más.

Estrategias agrometeorológicas de adaptación a lavariabilidad del clima y al cambio climático

Se propone elaborar estrategias agrometeorológicas deadaptación a la variabilidad del clima y al cambio climático,especialmente en las regiones vulnerables en las que la produc-ción de alimentos y fibras muestra la mayor sensibilidad a lasfluctuaciones del clima

Programa de Meteorología Agrícola de la OMM

ejemplo, existe ahora la posibilidad de predecirlas anomalías de temperatura de la superficie delmar vinculadas a El Niño con una antelación queva desde varias estaciones hasta más de un año.Las investigaciones recientes también han mos-trado anomalías mundiales constantes en los epi-sodios de inundaciones, huracanes, actividadesde tormenta intensas, y muchas otras anomalíasmeteorológicas extremas vinculadas a El Niño.Por otra parte, la alerta temprana – con una o dossemanas de antelación – de cualquier episodio enciernes de El Niño, contribuye a la preparaciónpara los desastres en las regiones del mundo enlas que las señales de El Niño son intensas.

El uso de predicciones de El Niño con un añoo más de antelación, como la alerta temprana depautas inhabituales de lluvias o sequías redunda,por lo tanto, en beneficios económicos significati-vos en diversas partes del mundo. La pérdidas so-cioeconómicas no pueden evitarse por completo,pero es indudable que habrá menos consecuencias

si se adoptan medidas de mitigación en formaoportuna y adecuada. De hecho, la informaciónanticipada sobre los episodios de El Niño permiteplanificar anticipadamente las medidas de carácternacional, con ventajas considerables para muchossectores de la economía, como la producción agrí-cola, la gestión de los recursos hídricos y la pesque-ría. En ocasión del episodio El Niño de 1997/1998,los avances logrados en la ciencia relacionada coneste fenómeno en particular, así como en lo refe-rente a la vigilancia de las temperaturas de lasuperficie del mar en el Océano Pacífico, permitie-ron a los científicos de los SMHN predecir su forma-ción mucho antes que en todos los episodios ante-riores. Gracias a los recientes avances de la tec-nología de la comunicación, entre ellos el uso deInternet, la información relativa a El Niño se difun-dió de manera rápida y oportuna por todo elmundo. Estas circunstancias facilitaron a muchosgobiernos la adopción de medidas adecuadas, esti-mularon la cooperación internacional y sirvieronpara integrar los esfuerzos encaminados a hacerfrente a los efectos asociados al fenómeno.

Todos los años se forman unos 80 ciclones tro-picales sobre los océanos en las zonas tropicales. Suduración varía entre algunos días y una o dos sema-nas, a veces más. Un aspecto importante de los ci-clones tropicales que los distingue de otros riesgosnaturales, es que existen, a escala mundial, sistemasde alerta temprana que permiten adoptar medidasde preparación y, por lo tanto, de mitigación del de-sastre. Como resultado de la cooperación y coordi-nación internacionales, y con la ayuda de la meteo-rología y la tecnología moderna, como los satélites,radares meteorológicos y computadoras, ahora sevigilan todos los ciclones tropicales del planeta des-de la etapa de formación hasta su desaparición. Estatarea la realizan centros designados, como losCentros Meteorológicos Regionales Especializados(CMRE)situados en Miami, Nadi (Fiji), Nueva Delhi,Tokio y La Reunión, así como otros centros de losSMHN. Todos ellos suministran pronósticos del com-portamiento, evolución y cambios de intensidad de

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Alentar a los usuarios aapreciar el valor de la

información meteorológi-ca redunda en una mejoraplicación práctica de losdatos sobre el tiempo y el

clima (OMM/M.V.K.Sivakumar)

los ciclones tropicales y fenómenos concomitantes,especialmente mareas de tempestad e inundacio-nes. También envían avisos puntuales a los lugaresque corren peligro. La OMM coordina las activida-des de los centros en los planos mundial y regionalmediante el Programa de Vigilancia MeteorológicaMundial y el Programa de Ciclones Tropicales.

Bangladesh constituye un buen ejemplo decómo un sistema adecuado de alerta tempranasatelital puede ayudar a los países a reducir laspérdidas humanas y económicas. Después de losciclones devastadores de 1971 (300.000 vícti-mas y 1,3 millones de personas sin hogar) y de1991 (138.000 víctimas muertas), el gobiernopuso en práctica un sistema de alerta temprana.Al producirse en 1994 otro ciclón de intensidadequivalente, los efectos ulteriores – 250 muertosy 0,5 personas sin hogar – fueron de una magni-tud muy inferior a los estragos de 1971 y 1991.

Reducir la vulnerabilidad

La mundialización, las presiones demográficas yla urbanización han obligado a muchos agricul-tores, particularmente en los países en desarro-llo, a abandonar los sistemas tradicionales decultivo y a adoptar sistemas y variedades quepresuntamente darán mayor rendimiento y esta-rán en consonancia con las economías de mer-cado. Por otra parte, los cultivos y el pastoreo sehan extendido a tierras marginales con el fin deaumentar aún más el rendimiento total. El resul-tado es un aumento de la vulnerabilidad econó-mica de muchos agricultores que utilizan mé-todos tradicionales y de subsistencia, sobre tododebido a la introducción de técnicas agrícolas ycultivos poco conocidos, al hecho de estar ex-puestos a las fuerzas del mercado, a la utilizaciónde tierras poco productivas y a los efectos de lavariabilidad del clima mundial y regional.

En algunas regiones, las nuevas pautas de usode la tierra han tenido consecuencias inesperadas,que conllevan una reducción de la sostenibilidad

del sistema a largo plazo. El anegamiento y unasalinidad cada vez mayor de los suelos son proble-mas vinculados tanto a la deforestación destinada arecuperar tierras secas para el cultivo como a laintroducción de la agricultura de regadío. La expan-sión o intensificación del pastoreo y de los cultivosen tierras secas pueden aumentar la susceptibilidadde los suelos a la erosión causada por el viento.

Existe una variedad de servicios agrometeoro-lógicos que pueden servir de ayuda para evaluarlas nuevas estrategias de cultivo y la sostenibilidadde los nuevos sistemas agrícolas en el contexto delclima local. Mediante su Programa de MeteorologíaAgrícola, la OMM comparte tareas con la Organi-zación de las Naciones Unidas para la Agriculturay la Alimentación (FAO) con miras a solucionarlos problemas regionales de uso de la tierra y aasistir a los SMHN a introducir servicios que pro-muevan prácticas sostenibles de uso de la tierra.

Comprender los cambios del climay sus efectosEl clima es motivo de preocupación en muchascomunidades de todo el mundo. Una vez adaptadasal clima local, las comunidades son sensibles a susvariaciones y suelen verse amenazadas por elcambio climático. Las evaluaciones del IPCC, elGrupo Intergubernamental de Expertos sobreCambio Climático, establecido por la OMM y elPNUMA, han mostrado que los aumentos de gasesde efecto invernadero que se han observado en laatmósfera pueden conducir a un calentamientoglobal, la elevación del nivel del mar y cambiostemporales y espaciales de las pautas normales delos parámetros hidrometeorológicos. Sobre la basede la evidencia aportada por los modelos climáti-cos, a la que se suman las observaciones instru-mentales y otros registros disponibles, el Informe dela Tercera Evaluación del IPCC (2001) llega a laconclusión de que: “Hay indicaciones nuevas y másclaras de que la mayor parte del calentamientoobservado durante los últimos 50 años es atribuible

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a las actividades humanas". La influencia de laactividad humana seguirá induciendo cambios enla composición de la atmósfera a lo largo de todo elsiglo XXI. Hacia 2100, se calcula que la con-centración de CO2 aumentará, de los actuales 370ppm, a 540-970 ppm. La proyección para elperíodo 1990 a 2100 indica que la temperaturamedia de la atmósfera global experimentará unaumento de entre 1,4°C y 5,8°C, y el nivel mediodel nivel del mar en todo el mundo aumentará entre9 cm y 88 cm. Las evaluaciones del IPCC indicanque los recientes cambios regionales del clima, enespecial los aumentos de temperatura, ya han afec-tado a muchos sistemas físicos y biológicos.

La investigación experimental indica que lasreacciones al cambio climático que se observanen el rendimiento de los cultivos difieren muchoen función de las especies y variedades de culti-vo, las propiedades del suelo, las plagas y agen-tes patógenos, los efectos directos del dióxido decarbono en las plantas y las interacciones entreCO2, la temperatura del aire, el déficit hídrico, lanutrición mineral, la calidad del aire y las res-puestas de adaptación. Cabe señalar que los paí-ses que cuentan con menos recursos están me-nos capacitados para adaptarse al cambio climá-tico y son, por ese motivo, los más vulnerables.

Así, por ejemplo, la capacidad de adaptaciónde los sistemas humanos en África es baja, de-bido a la falta de recursos económicos y de tec-nología, y a un mayor grado de vulnerabilidadcomo resultado de las frecuentes sequías e inun-daciones, la pobreza y la gran dependencia de laagricultura de secano. Las proyecciones indicanque disminuirá el rendimiento de los cereales,con la consiguiente reducción de la seguridadalimentaria, en particular en los pequeños paísesimportadores de alimentos. La desertificación severá exacerbada por la disminución del índicemedio anual de lluvia, la escorrentía y la hume-dad del suelo. Se prevé asimismo una importanteextinción de especies vegetales y animales queafectará el sustento de las zonas rurales.

En Asia, la capacidad de adaptación de lossistemas humanos también es baja y hay un ín-dice elevado de vulnerabilidad en los países endesarrollo de la región. Los fenómenos extremos,incluidas las inundaciones, sequías, incendiosforestales y ciclones tropicales, se han vueltomás frecuentes en las regiones templadas y tro-picales del continente. Una disminución de laproductividad de la agricultura y la acuicultura,ocasionada por las tensiones hídricas y térmicas,la elevación del nivel del mar y los fenómenosextremos, bajaría el nivel de seguridad alimenta-ria en muchos países. El cambio climático exa-cerbaría las amenazas a la diversidad biológicaque plantean el uso de la tierra y la variación dela cubierta vegetal, así como la presión demo-gráfica que se experimenta en Asia.

América Latina se halla en circunstanciassimilares, con escasa capacidad de adaptaciónde los sistemas humanos, especialmente en loque se refiere a los fenómenos meteorológicosextremos, y un alto índice de vulnerabilidad. Estáprevisto que el rendimiento de cultivos impor-tantes disminuirá en muchas zonas. La agricul-tura de subsistencia de algunas regiones podríaestar en peligro. Por otra parte, podría acelerarseel ritmo de pérdida de la diversidad biológica.

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Observaciones mundia-les realizadas ,desde1860 a 2000, de las

temperaturas anualescombinadas del aire dela superficie terrestre y

de la superficie del mar.Relación con el período

1961–1990(Servicio de investiga-ciones del clima de la

Universidad de EastAnglia y Centro Hadley

de la OficinaMeteorológica del Reino

Unido)

1860 1880 1900 1920 1940 1960 1980 2000

-0.4

-0.6

-0.8

-0.2

0

0.2

0.4

0.6

0.8

Dife

renc

ia d

e 19

61 a

199

0 (°

C)

Anomalía de la temperaturaAlisada con un filtro binominal

La comunidad agrícola tiene la posibilidad debeneficiarse de la valiosa ayuda de los agrome-teorólogos en la elaboración de estrategias deadaptación a la variabilidad del clima y loscambios climáticos; esas estrategias deberáncomprobarse en la práctica, con los agriculto-res, para que puedan servir en la preparaciónde advertencias más eficaces. Se señala a me-nudo que el futuro clima del mundo podría ca-racterizarse por la mayor frecuencia e intensidadde los fenómenos extremos. Incluso los cam-bios más pequeños en la frecuencia de esosfenómenos tienen un efecto desproporcionado.Así, por ejemplo, el ciclo vital de las plantas pe-rennes se modifica de manera drástica si au-menta la frecuencia de los episodios extremos,ya que el arraigo de la plántula y el índice demortalidad de esas plantas se ven fácilmenteafectados por los extremos climáticos. Por otraparte, la estabilidad de la provisión de forraje yel equilibrio entre la temperatura y las especiessubtropicales dependen en gran medida de lafrecuencia de los fenómenos extremos y, por lotanto, son muy susceptibles al cambio en unentorno de cambio climático debido al calen-tamiento a causa del CO2. Cabe destacar queuna característica importante de los fenómenosextremos de corta duración es que se presentanen forma aparentemente azarosa y repentina.

El sector agrícola debe responder a la exigen-cia de limitar su contribución al posible calenta-miento global, lo que significa modificar los mé-todos de producción y estar mejor preparado parareaccionar ante la creciente variabilidad y lascondiciones extremas; debe, asimismo, prever laposibilidad de que el cambio sea permanente. Lanaturaleza de esta necesidad de adaptación estádeterminada en principio por factores cada vez

más restrictivos de la producción agrícola y por lavulnerabilidad de los sistemas agrícolas. Serápreciso tener en cuenta el ritmo que demandarála necesaria adaptación a la variabilidad del climay al cambio climático, así como las repercusionesde otros cambios socioeconómicos o ambienta-les. El acceso fácil a una tecnología de avanzadacon resultados comprobados es importante paramuchos países, pero no significa que debarestarse valor a las innovaciones locales.

La agrosilvicultura desempeña una funcióndestacada al igual que otras técnicas de foresta-ción y al mismo tiempo sirve de sumidero deCO2. Son muchas las medidas de adaptación alas sequías, desde efectuar la plantación en elmomento oportuno, recurrir a técnicas deconservación del agua y utilizar cultivos conraíces muy extensas y profundas, hasta plantarvariedades resistentes a la sequía. Existen técni-cas agrometeorológicas simples para mejorar laabsorción de agua de los cultivos en tierra seca,como la labranza en el período del barbecho, lacobertura del suelo con residuos orgánicos, elaprovechamiento de la humedad del suelomediante fertilizantes adecuados, la rotación decultivos y los cultivos múltiples.

A fin de poder garantizar la seguridad ali-mentaria, una estrategia adecuada de respuestaa la variabilidad y el cambio climáticos debeprestar atención a las posibilidades de vincularlas opciones de reacción con las respuestas a fe-nómenos socioeconómicos transitorios. Entre lasactividades que responden a las estrategias agro-meteorológicas de adaptación figuran:• preparar en forma regular avisos meteo-

rológicos relativos a los sistemas de cultivo yproducción, conforme a las posibilidades deadaptación de las distintas comunidades

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ESTRATEGIAS AGROMETEOROLÓGICAS DE ADAPTACIÓN A LACRECIENTE VARIABILIDAD DEL CLIMA Y AL CAMBIO CLIMÁTICO Por cambio climá-

tico se entiendeuna variaciónestadísticamentesignificativa, yasea de las condi-ciones climáticasmedias o de suvariabilidad, quese mantiene du-rante un períodoprolongado (gene-ralmente durantedecenios o pormás tiempo). Lavariabilidad delclima se refiere avariaciones en lascondiciones cli-máticas medias yotras estadísticasdel clima (comodesviacionestípicas, fenómenosextremos, etc.) entodas las escalastemporales yespaciales que seextienden másallá de la escalade un fenómenometeorológicoparticular.

(IPCC, 2001)

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Suiza: un pronóstico con cinco días deantelación llega a los agricultores portelefax

En 1994, el Instituto Suizo de Meteorología prepa-ró una predicción para un período de cinco días,especialmente destinada a los establecimientosagrícolas, las empresas de producción primaria yfinal conexas, y otras actividades que se realizan alaire libre. Ese tipo de predicción se viene elabo-rando diariamente desde el 1º de marzo de 1995.Los clientes la solicitan por telefax cuando así lo de-sean y la reciben mediante el pago correspondien-te. La predicción de cinco días para la agriculturaconsta de una parte dedicada al pronóstico, queincluye un texto y "particularidades" como reco-mendaciones (por ejemplo, sobre las condicionesdel tiempo para la cosecha del heno), avisos(alertas de heladas, etc.) y valores climáticos (co-mo la información relativa a décadas, meses o es-taciones). Además, se incluye una lista de laboresagrícolas que pueden planificarse y ejecutarsemejor gracias a la predicción (preparación del terre-no para la siembra, medidas de protección contralas heladas, gestión del riego, optimización de lasmedidas de protección de las plantas, perfeccio-namiento del transporte de ganado, o aprovecha-miento máximo de los cultivos (fecha o período),adquisiciones, ventas, cantidades y calidades).

China: relación entre el tiempo y laalimentación del ganado ovino

En la región de Mongolia Interior, en China, la efi-ciencia en la cría de ganado deja que desear. La difi-cultad principal reside en que el rigor extremo del in-vierno hace que se sequen todos los pastos. El creci-miento de los animales se produce solamente en lamitad más cálida del año, mientras que en el invier-

no los animales pierden peso. Hay años en los quelos animales débiles mueren incluso en la primavera.Por consiguiente, los pastores suelen preparar elheno en el verano, entre el 10 de julio y el 20 deagosto, y alimentar a las ovejas durante el invierno.Sin embargo, la estación del heno coincide con la es-tación de las lluvias, razón por la cual el servicio depredicción meteorológica reviste gran importanciapara los pastores. Los agrometeorólogos deMongolia Interior han estudiado la relación que exis-te entre las condiciones del tiempo y la recoleccióndel heno y han elaborado un índice de los períodosmás favorables para la siega del heno: la ausenciade lluvia durante tres días significa que la humedaddiaria es inferior al 75%, que la temperatura mediadel aire es superior a 20° C y que la velocidad delviento es superior a 3 m/s. En esas condiciones, elcontenido de agua del heno disminuirá, y en el plazode dos a tres días sobrepasará el índice de seguridaddel 18,5%. Los agrometeorólogos determinarontambién la cantidad de heno (en kg) que se necesitapara alimentar al rebaño en función del peso delanimal (kg) y de la temperatura media diaria (°C).Esta técnica ha ganado popularidad en muchaspartes de Mongolia Interior, donde los pastores vie-ron aumentar sus ganancias en 14 yuan por oveja.

Ejemplos de aplicaciones agrometeorológicas

FAO

/A. O

doul

agrícolas. Esto abarca técnicas de empleode insumos, condiciones del suelo y densi-dad de plantación, selección de sistemas decultivo y de variedades, aplicación de mejo-res estrategias de protección en las cerca-nías del árbol o cultivo, y aplicación de otrastécnicas de manipulación y gestión de culti-vos múltiples en microclimas;

• difundir información en línea medianteavisos vigentes, en escalas temporales yespaciales conforme a las necesidades. Setrataría, por ejemplo, de predicciones mete-orológicas y climáticas, y de asesoramientooportuno respecto de actividades agrícolas,como las fechas de siembra, o relativas a laescardadura, aplicación de fertilizantes,fumigación, gestión integrada de luchacontra las plagas, cosecha y secado;

• fomentar una mayor utilización en la planifi-cación y las actividades agrícolas de laspredicciones a escala estacional a interanualy de los boletines sobre el clima presente.

Gestión de las crecidas

La gestión de las crecidas es un concepto ampliocentrado en los métodos para hacer frente a lospeligros de inundaciones mediante una combina-ción de políticas y medidas institucionales, nor-mativas y de carácter físico, como la repoblaciónforestal de las cuencas receptoras de aguas arriba.Cabe reconocer, sin embargo, que jamás se ga-nará totalmente la batalla contra las inundaciones.

Las actividades que la OMM viene realizandodesde hace mucho tiempo en lo referente a laevaluación de los riesgos de inundaciones y lapredicción de las inundaciones han recibido re-cientemente el respaldo de una iniciativa em-prendida en forma conjunta con la AsociaciónMundial del Agua, concretamente, el ProgramaAsociado sobre la gestión de crecidas, cuya co-ordinación mundial corre a cargo de un servicio

de apoyo técnico situado en la sede de la OMM.El Grupo de expertos sobre observaciones

terrestres para el estudio del clima (GEOTC),patrocinado por el Sistema Mundial deObservación del Clima (SMOC) y el SistemaMundial de Observación Terrestre (SMOT), hareconocido la necesidad crucial de mejorar ladisponibilidad y accesibilidad de datos, informa-ción y productos hidrológicos mundiales parallevar a cabo investigaciones y aplicaciones quepermitan cuantificar los procesos fundamentalesdel cambio medioambiental, identificar lastendencias significativas, evaluar la variabilidad yelaborar estrategias de respuesta.

Mediante un esfuerzo conjunto, la OMM y laUNESCO han reestructurado el Programa Mun-dial sobre el Clima – Agua (PMC-Agua). Ambasorganizaciones definieron tres esferas principalesde actividad: variabilidad y tendencias en cuantoa la disponibilidad de recursos hídricos; agua, cli-ma y salud; así como agua, clima y agricultura.Se espera ahora que distintos organismos yorganizaciones demuestren claramente su interéspor contribuir al Programa.

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Comprender la reacciónde los cultivos a lastemperaturas máselevadas es fundamentalpara la evolución de laagrometeorología (OMM/M.V.K. Sivakumar)

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Aunque todos estamos de acuerdo en que el agua dulce consti-tuye un recurso indispensable, es mucho lo que resta por hacerpara garantizar el acceso equitativo de toda la población mundiala la cantidad de agua que necesita para satisfacer por lo menossus necesidades básicas. En el informe "Evaluación General de losRecursos de Agua Dulce del Mundo" se llega a la conclusión deque el 40% de la población mundial vive en países que padecenun déficit hídrico de gravedad entre media y alta, y se calcula quepara 2025 dos tercios de la población mundial estarán en esasituación. Evidente-mente, la demanda deagua irá en aumento,pero una contamina-ción cada vez mayorreducirá probablementela cantidad de agua ap-ta para el consumo. Enel ámbito nacional, laagricultura de regadío yla generación de ener-gía hidráulica compitencon otros usos por re-cursos hídricos limita-dos. Al mismo tiempo,aumenta el reconoci-miento de que es fun-damental mantenerel equilibrio de los eco-sistemas acuáticos.Existen alrededor de 300 cuencas fluviales y numerosos acuíferoscompartidos por dos o más naciones; la rivalidad a causa del aguapodría convertirse en fuente de conflictos.

Disponer de información adecuada es esencial para llevar acabo una gestión sensata de los recursos hídricos. Lamenta-blemente, a escala mundial está disminuyendo la capacidad deproporcionar información acerca del estado y tendencias de losrecursos hídricos. Muchos países en desarrollo carecen de lacapacidad de mantener sus sistemas de adquisición de datosrelativos al agua, y de difundir esos datos entre los responsables

de políticas, los ingenieros, los administradores de recursos y elpúblico en general. Para contrarrestar esta situación, una de lasmetas fundamentales de la OMM consiste en ayudar a susMiembros a mantener y mejorar sus sistemas de información.Con tal fin, la Organización recurre a la transferencia de tec-nología, la formación profesional, la colaboración de los Ser-vicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales y el intercam-bio internacional de datos e información.

El Sistema Mundial de Observación del Ciclo Hidrológico(WHYCOS) ha sidoconcebido para contri-buir al logro de esameta. WHYCOS, com-puesto de sistemas re-gionales (HYCOS) ad-ministrados por las na-ciones participantes,complementa los es-fuerzos que se realizanen el plano nacionalpara proporcionar lainformación necesariapara una gestión sen-sata de los recursoshídricos. Creado sobreel modelo de la Vigi-lancia MeteorológicaMundial de la OMM, ydotado de la misma

tecnología de la información y las telecomunicaciones,WHYCOS representa un vehículo no sólo para difundir informa-ción de gran calidad, sino también para fomentar la colabo-ración internacional. WHYCOS reforzará la capacidad de losServicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) demanera que puedan responder a las exigencias que plantea elsiglo XXI. La comunidad internacional contará con un valiosorecurso para vigilar con mayor precisión los recursos hídricosen todo el mundo y para comprender el ciclo hidrológicomundial.

Sistema Mundial de Observación del Ciclo Hidrológico (WHYCOS)

Satélite meteorológico

Centro regional

Servicio Meteorológico Nacional

Línea especializada

Servicio Hidrológico Nacional

Usuariosfinales

Estación hidrológica

WHYCOS

Estación hidrológica

WHYCOS

Otros centros

CMDE

Servicio Hidrológico Nacional

Red nacional

SMTINTERNET

LÍMITE LÍIM

ITE

WHYCOS: Esquema general de la red de recopilacióny difusión de datos

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A medida que el aumento de la producción fruto de la revolu-ción verde pierde impulso, los efectos de la variabilidad inter-anual provocada por el clima en la producción agrícola se vuel-ven significativos para la economía en general de ese sector. Lavariabilidad interanual fue objeto de investigación por elPrograma sobre los Océanos Tropicales y la Atmósfera Mundial(TOGA), establecido hace 15 años por el Programa Mundial deInvestigaciones Climáticas (PMIC) aprovechando la asociaciónexistente entre meteorólogos y oceanógrafos. Desde todo puntode vista, TOGA es uno de los programas internacionales quemás éxito ha tenido. No solamente ha contribuido enormementea que se comprenda de manera científica la variabilidad inter-anual, sino que también ha establecido el sistema de obser-vación capaz de servir de apoyo a la predicción operativa de lavariabilidad estacional. Es probable que la contribución másimportante del TOGA es haber influido para que se modificarala manera en que la sociedad percibía el clima. En la mayoríade los países se reconoce que el fenómeno El Niño/OscilaciónAustral (ENOA) es una de las causas de la variabilidadinteranual del clima. Actualmente el programa del CLIVAR so-bre variabilidad y predecibilidad del clima continúa la misión delTOGA.

Los importantes logros en relación con la capacidad depredecir la variabilidad interanual del clima, particularmente enlas regiones afectadas por el fenómeno El Niño, sugieren que laproductividad de los establecimientos agrícolas se incremen-taría si se adoptaran decisiones de gestión agrícola másadecuadas sobre la base de un mejor conocimiento del clima delas estaciones venideras. En marzo de 1996, el Comité MixtoCientífico del PMIC dio comienzo a un programa de cooperacióncon el Programa Internacional Geosfera-Biosfera (PIGB), elPrograma Internacional sobre las Dimensiones Humanas delCambio Global en el Medio Ambiente (PIDH) y el Sistema deAnálisis, Investigación y Capacitación (START) para el CambioGlobal, con la finalidad de aplicar los beneficios potenciales dela predicción estacional a la producción agrícola.En un cursilloconjunto que se llevó a cabo en Bogor (Indonesia) en febrero de1997, se definieron las metas básicas y la orientación de unprograma sobre predicción del clima y agricultura (CLIMAG).

Un Grupo especial establecido por START elaboró una estrate-gia de ejecución para el CLIMAG. Siguiendo las recomenda-ciones del Grupo especial, en septiembre de 1999 se llevó acabo un Cursillo internacional sobre el CLIMAG en la sede de laOMM. En el cursillo se convino que, a partir de las actividadesya existentes, se podían llevar a cabo proyectos de demos-tración del principio al fin en África, Asia y el Pacífico y lasAméricas. Actualmente el CLIMAG tiene proyectos en marchaen el sur de Asia y en África occidental, ejecutados por equiposmultidisciplinarios (expertos en ciencias naturales y sociales)que concentran los conocimientos prácticos en materia de mo-delización climática, agrícola y económica, así como en materiade agronomía. Los proyectos del CLIMAG abarcan diversasactividades:• definir la relación básica entre la variabilidad del clima y la

producción agrícola en una región determinada;• sensibilizar a la región con respecto a las posibilidades de

utilización de las predicciones climáticas para mejorar elrendimiento de los cultivos;

• identificar las prácticas agrícolas de la región que deberánmodificarse en función del conocimiento de las variacionesfuturas del clima;

• realizar experimentos durante varios años con los agricul-tores que hayan recurrido a la información sobre el climapara modificar las prácticas agrícolas;

• cuantificar los efectos de la modificación de las prácticasagrícolas mediante metodologías apropiadas;

• analizar y difundir los resultados de los experimentos.El Equipo especial del CLIMAG, creado para coordinar la

planificación y ejecución de los proyectos de demostración,también vela por que los programas de investigación a escalamundial (PMIC, PIGB, PIDH) respondan a los retos en materiade investigación estratégica que plantea el CLIMAG. Es unhecho reconocido que se necesita avanzar en el conocimientoestratégico científico para que las predicciones climáticaspuedan aplicarse de manera regular a las decisiones en materiade agricultura. Habrá que perfeccionar, por otra parte, losmodelos tanto del clima como de los cultivos, y lograr mejorestécnicas para establecer los vínculos entre esos modelos.

Predicción del clima y agricultura (CLIMAG)

La información y los servicios relativos al tiempo,el agua y el clima que proporcionan los SMHNpara satisfacer las necesidades del ámbitonacional y cumplir con los compromisos interna-cionales han dependido y seguirán dependiendode la cooperación internacional. En el siglo XX laOMM, como ya lo hiciera su antecesora, laOrganización Meteorológica Internacional (OMI),ha fomentado y facilitado la cooperación mundialen las esferas de la meteorología, la hidrología ylas ciencias conexas, para el beneficio y laseguridad de la humanidad.

Con la dirección de la OMM y en el marco delos programas de la Organización, los SMHN handesempeñado y continuarán desempeñando unafunción cada vez más importante al servicio de lahumanidad. La creación de SMHN encargados de

la vigilancia sistemática de las condicionesatmosféricas y ambientales conexas, y de laprovisión de servicios de predicción y de alertasobre una base científica, ha permitido a losgobiernos de prácticamente todos los países delmundo preparar avisos y tomar medidas paraproteger a sus comunidades nacionales contra laamenaza de ciclones tropicales, inundaciones,sequías, incendios forestales, fuertes tormentas yotros desastres naturales de origen meteoroló-gico; aumentar la fiabilidad y productividad de laagricultura y la disponibilidad de alimentos yfibras; gestionar de manera eficaz sus recursoshídricos, energéticos y de otra índole; reforzar laseguridad y la eficiencia de los viajes por aire,tierra y mar; y actuar con anticipación paraprevenir o mitigar los efectos de la desertifica-ción, el agotamiento de la capa de ozono, lalluvia ácida y el cambio climático, y otros peli-gros que amenazan al medio ambiente general.

Éstos y otros beneficios que la sociedadmoderna obtiene de las ciencias y serviciosmeteorológicos, hidrológicos y afines han sidoposibles gracias a un sistema excepcional decooperación entre las naciones que se remonta alsiglo XIX. A nivel internacional, la OMM colaboracon varias organizaciones e instituciones en acti-vidades relativas al clima, la seguridad alimenta-ria, los recursos hídricos y la mitigación dedesastres. Esos organismos incluyen, entre otros,la FAO, el Consejo Internacional para la Ciencia(CIUC), el Programa de las Naciones Unidas parael Medio Ambiente (PNUMA), la ComisiónOceanográfica Intergubernamental (COI) de laUNESCO, la Organización Mundial de la Salud(OMS), el Banco Mundial, el Programa de lasNaciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y laEstrategia Internacional para la Reducción de losDesastres (EIRD). La información y el asesora-

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El profesor G.O.P. Obasi,Secretario General de la

OrganizaciónMeteorológica Mundial

(izquierda), y el profesorPeter Tyson, presidentedel Comité director del

START, inaugurando eltaller CLIMAG en

Ginebra

COLABORACIÓN Y ASOCIACIÓN

miento científico brindados por la OMM handesempeñado un papel fundamental en las nego-ciaciones y la ejecución de diversos convenios yprotocolos concebidos para proteger el medioambiente. Entre ellos figuran la ConvenciónMarco sobre el Cambio Climático (CMCC), de lasNaciones Unidas, la Convención sobre Diversi-dad Biológica (CDB) y la Convención de lasNaciones Unidas de Lucha contra laDesertificación (CNULD).

La OMM también promueve la colaboraciónen el plano regional y ha establecido, en formaconjunta con los países Miembros, un organismoregional para el estudio de los ciclones en cadauna de las cinco cuencas oceánicas donde seregistran ciclones tropicales, además de varioscentros de vigilancia del clima y las sequías.Entre estos últimos figuran el Centro Africano deAplicaciones de la Meteorología al Desarrollo(ACMAD), el Centro Meteorológico Especializado

de Singapur de la Asociación de Naciones deAsia Sudoriental (ANASO), el Centro Europeo dePredicción Meteorológica a Medio Plazo(CEPMMP) con sede en Bracknell (Reino Unido)y el Instituto Nacional de InvestigacionesEspaciales (INPE) del Brasil.

Uno de los retos más importantes a los quese enfrenta la humanidad en el siglo XXI es prote-ger y gestionar de manera sostenible los recursosbásicos naturales de los que depende la produc-ción de alimentos y fibras y, al mismo tiempo,proveer de alimento y vivienda a una poblaciónen constante aumento. El fortalecimiento de lasactividades agrometeorológicas continuarásiendo una exigencia a la que deberán responderlos SMHN y la OMM, obrando en estrecha cola-boración con la FAO, los institutos del Grupoconsultivo sobre investigación agrícola interna-cional (GCIAI) y las organizaciones nacionales yregionales pertinentes.

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Tiempo, clima y seguridad alimentariaOMM-Nº 933

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