94
Tiempo Latinoamericano Nº 96 Año 31 - Octubre de 2013 EDITORIAL 30 años de Democracia UN CAMINO CON MÁS DESAFÍOS DOSSIER Causa Angelelli • JUSTICIA: tarde pero llega Doctorado a GUSTAVO GUTIÉRREZ DOCUMENTO “Nos sumamos a la lucha por la LIBERACIÓN” 40 Años Centro Ecuménico Cristiano de Córdoba El compromiso con los POBRES y sus consecuencias • NO OLVIDEMOS al “Teniente Milani” Experiencias • Creatividad, Arte y Salud ANGELELLI en el diario personal de BONAMÍN 30 años de Democracia en Argentina

Tiempo Latinoamericano 96

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Revista de temas religiosos y sociales

Citation preview

Page 1: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo LatinoamericanoNº 96 Año 31 - Octubre de 2013

EDITORIAL30 años de Democracia

UN CAMINO CONMÁS DESAFÍOS

DOSSIER

Causa Angelelli • JUSTICIA: tarde pero llega• Doctorado a GUSTAVO GUTIÉRREZ

DOCUMENTO • “Nos sumamos a la lucha por la LIBERACIÓN”40 Años • Centro Ecuménico Cristiano de Córdoba

• El compromiso con los POBRES y sus consecuencias• NO OLVIDEMOS al “Teniente Milani”

Experiencias • Creatividad, Arte y SaludANGELELLI en el diario personal de BONAMÍN

30 años de Democracia en Argentina

Page 2: Tiempo Latinoamericano 96

DirectorLuis Miguel Baronetto

Consejo de RedacciónValdemar Saires, Gabriel Pereyra, Gustavo Julio Gómez, Hugo N. Mamani, Sandra Pereyra, Andrea Ruiz,Carlos Asselborn, Guillermo Galíndez, Gustavo Leunda,Alberto Vanden Panhuysen, Esteban Carranza, Alejandro Rossi, Emilio J. Ana, Norma San Nicolás

Consejo Asesor EditorialLic. Oscar Pablo PachecoAb. Nelda Carmen Rivas Pastor Lic. Pablo G. OviedoLic. Eduardo González OlguínDr. Gabriel TostoP. Víctor Saulo AchaGustavo Morello sj Lic. Hno. Fernando Kuhn cmfLic. Alberto Parisi

Colaboran en este númeroRafael Velasco, Alberto Parisí, Pablo Oviedo, Víctor Acha, Ariel Lede,Lucas Bilbao, Cristian E. Isa, Sebatián Cannizzo, Sebastián Ágreda, Carmen Elena Villacorta

Editor GráficoHugo Néstor Mamani

Centro Tiempo Latinoamericano - CTL Presidente: Gustavo J. GómezSede: Casa Mons. Angelelli, Belgrano 715, Córdoba.Tel. 54 0351 4609769Correo: [email protected] Angelelli, Belgrano 715 C.P. X5000JQO - Córdoba, Argentina.www.casaangelelli.org.ar

Reproducción permitida, citando la fuente, enviando 2 ejemplares a la Redacción. Propiedad intelectual en trámite.

Tiempo LatinoamericanoNº 96 - Año 31 - Octubre de 2013 ISSN 2313-9978

Page 3: Tiempo Latinoamericano 96

25811172123

33

44526364

67

71788084879092

Sumario nº 96

América renace de sus raíces

y el caribe se incendia de viento y sol,

el sueño de Bolívar levanta vuelo

y San Martín lo alienta con su pasión.

no mas sangre en imperios y  tiranías,

ni destinos frustrados por la opresión.

Somos, negros y blancos,

somos indios, mestizos,

somos inmigrantes de toda lengua y color;

“Otro mundo es posible”, gritó el profeta,

y el continente vibra con su visión.

América renace: mayas y aztecas,

con guaraníes y andinos, de cara al sol,

pregonan a otros pueblos y otras regiones,

con sus manos unidas, nueva nación.

No más culto al dinero bañado en muerte:

América respira resurrección.

América renace

Tiempo Latinoamericano • 1

• Editorial. 30 años de Democracia: Un camino con más desafíos• Análisis Político: Elecciones, entre Deudas y Porotos-No olvidemos al “Teniente Milani”• Causa Angelelli: Justicia: tarde pero llega• Entrega del Doctorado Honoris Causa al Padre Gustavo Gutiérrez• DOSSIER PARA LA REFLEXIÓN: 30 años de Democracia en Argentina-La Iglesia Católica en Democracia-El aporte de la religión a la construcción democrática. Derechos Humanos y fe cristiana en los desafíos actuales-Militantes por la Justicia Social.Aportes para nuevas construcciones políticas-A 30 años de Democracia en la Argentina: Mirando hacia la región• Cátedra Angeleli: IVº Seminario Taller• Documento: Nos sumamos a la lucha por la Liberación• 40 años del Centro Ecuménico Cristiano de Córdoba: “Unidad hacia el Reino de Dios”• Actividades CTL: Homenaje a Mons. Angelelli -El compromiso con los pobres y sus consecuencias-Celebración del Martirio en la Ruta• Investigación: Angelelli en el diario personal de Bonamìn• Experiencias: Creatividad, Arte y Salud-El Malón celebra a la Pachamama• Libros. Alborada de Esperanza-Estatuto de Casa Particulares / Homenaje a Atilio López

Federico Pagura - letra Pablo Sosa - música

Page 4: Tiempo Latinoamericano 96

El 30 de octubre de 1983 el pueblo argentino pudo expresarseen las urnas. Las opciones principales fueron Raúl Alfonsín, delradicalismo e Italo Luder, del justicialismo. El resultado indicóuna revalorización de la democracia, siempre vapuleada por gol-pes militares o proscripciones que le quitaban legitimidad. En 1983 las Fuerzas Armadas que pretendían eternizarse en el

poder con una “cría del proceso” en manos de partidos provincia-les conservadores y grupos concentrados de la economía, queda-ron desarmados después de la estrepitosa derrota en lairresponsable guerra de Malvinas. Para esa época el movimientoobrero encabezaba algunas movilizaciones procurando cambiosde rumbo en la gestión económica del modelo neoliberal iniciadopor quien fuera presidente de la Sociedad Rural, Alfredo Martínezde Hoz.La salida democrática fue una mezcla entre la incapacidad mi-

litar para conducir la política y los reclamos de la civilidad quecomenzaron a asumir algunas reivindicaciones sectoriales que seinstalaron en la agenda pública: las violaciones a los derechos hu-manos, con el conflictivo tema de los desaparecidos; y las deman-das económicas que incluyeron a trabajadores y empresariosafectados por el proceso de concentración, el desmantelamientode la industria nacional y la hegemonía financiera externa.Aún con debilidades se llegó al 30 de octubre y el triunfo fue

para Raúl Alfonsín. La ciudadanía priorizó sus aspiraciones devida y libertad, que mejor expresaba la UCR, por sobre un pero-nismo derechizado, que además de no asumir la defensa de mu-chos de sus militantes víctimas de la represión, había quedado enel imaginario popular como el que le abrió las puertas a la irrup-

2 • Tiempo Latinoamericano

30 años de Democracia:Un camino con más desafíos

Editorial

Page 5: Tiempo Latinoamericano 96

ción militar en 1976, con la excusa de “aniquilar” la subversión.El presidente electo Raúl Alfonsín levantó en su campaña elec-

toral la consigna de que “con la democracia se come, se educa, sevive...”. Y este aspecto que pretendía cubrir la histórica banderade justicia social del peronismo, no llegó a concretarse. El fuertepoder económico más concentrado al calor de la dictadura boico-teó las medidas que pretendían una economía más nacional ymenos dependiente. El modelo neoliberal siguió y encontró enCarlos Menem - con su apariencia de caudillo popular - un mejoralumno, que lo profundizó con el desmantelamiento del estado,las privatizaciones, la desocupación, la precarización laboral y elabandono de las políticas sociales que habían caracterizado al pe-ronismo. Fue el peronismo neoliberal que terminó por frustrar todaexpectativa de participación política. La política se farandulizó,las burocracias sindicales se unieron a las patronales en sus nego-cios de privatizaciones y obras sociales; los sectores popularesbuscaron sobrevivir por sus propios medios generando embrionesde nuevas organizaciones de solidaridad, alejadas de los partidospolíticos.Comunidades cristianas, grupos de mujeres, colectivos de jó-

venes optaron por la militancia social. Esas nuevas prácticas re-crearon en parte el sentimiento de lo comunitario, que creció enarticulación y llegó a expresar una fuerte protesta social en el2001. “Que se vayan todos” fue la consigna que indicaba el har-tazgo, pero también la necesidad de nuevas expresiones políticas.No se fueron todos, pero los que vinieron pusieron el oído a algu-nas demandas sociales más visibles. Con Néstor Kirchner los de-rechos humanos se instalaron como políticas de Estado y el Estadomismo retomó un rol preponderante en el diseño de políticas deindustrialización, ocupación y distribución. No alcanzó la movi-lización generada, especialmente con el nuevo entusiasmo de losjóvenes, para experimentar nuevas herramientas políticas. Latransversalidad quedó a mitad camino y el kirchnerismo en el go-bierno cerró la tranquera, acosado por los “barones” del cono ur-bano bonaerense y los “feudales” de las provincias.

El resumen del balance indica pasos positivos y alentadores.No es poco haber reposicionado el estado después de tanto em-peño en imponer el neoliberalismo no sólo en lo económico, sino

Tiempo Latinoamericano • 3

30 años de Democracia

Page 6: Tiempo Latinoamericano 96

fundamentalmente en lo cultural, que es lo más difícil de revertir.Después del recorrido de 30 años de democracia es legítimo y ne-cesario ambicionar que las deudas pendientes sean saldadas.Desde la política, como corresponde, todavía queda pasar de lademocracia a la laocracia. De las formalidades a los nuevos me-canismos concretos de participación de las multitudes populares.El voto debe completarse con organizaciones sociales en espaciosdemocráticos de planificación y decisión. La nueva realidad de los procesos populares latinomericanos,

que posibilitaron una positiva integración regional, en lo político,económico y cultural, también ayuda al interior de los paísesmiembros a fortalecer la conciencia de soberanía latinoamericana.Hacerse respetar en el concierto internacional cuando los pode-rosos sienten en su propio cuero los efectos negativos de sus po-líticas globalizadoras, debe asumirse como enseñanza sobre todopor parte de esa clase dirigente acostumbrada a mirar más paraafuera, que hacia el propio interior que sigue reclamando mayorintegración federal en un país extenso y diverso en sus economíasy sus culturas.

Desde las creencias religiosas tan arraigadas en los sectorespopulares, las iglesias deben retomar su aporte de acompaña-miento a las demandas actuales. El fervor expresado en las mul-titudes que se concentran en festividades religiosas y culturalesdebería orientarse hacia una acción organizada solidariamente pormayor justicia social. El ejemplo de una “vida pobre y entregada”como la del Cura Brochero puede animar en este sentido. Y el ini-cio del juicio por el asesinato del obispo Enrique Angelelli seráuna extraordinaria oportunidad para rescatar esa memoria socialy eclesial de compromiso junto al pueblo, ayudando así a encon-trar hoy nuevos caminos para ser consecuentes y fieles a las con-vicciones y demandas de la fe en el mensaje liberador de Jesús.

Córdoba, octubre de 2013Equipo Tiempo Latinoamericano

4 • Tiempo Latinoamericano

Editorial

Fe de erratas: En la página 16 del número anterior, donde dice “Cuando la oferta laboralbaja lleva al salario por debajo de la canasta” debe decir: “Cuando la oferta laboral subelleva al salario por debajo de la canasta”.

Page 7: Tiempo Latinoamericano 96

Octubre estará dominado por cam-pañas electorales para diputados nacio-nales. El último domingo del mes severá si se ratifica la tendencia señaladaen las primarias que se realizaron enagosto, donde algunos resultados pro-vocaron cierta preocupación en el go-bierno nacional al irrumpir con fuerzaconsiderable Sergio Massa intendentede Tigre del gran Buenos Aires, quelogró reunir a varios intendentes bo-naerenses en el llamado Frente Reno-vador, mayoritariamente de identidadjusticialista. En buena medida su éxitotambién se corresponde con la debili-dad carismática del candidato delkirchnerismo Martín Insaurralde inten-dente de Lomas de Zamora, al que lamisma Presidenta Cristiana ha paseadopor todos los actos oficiales, inclu-yendo la visita del Papa Francisco aBrasil, sin lograr instalarlo en el prin-cipal distrito electoral del país. La ma-crocefalía del país hace que los dostercios de la población estén concen-trados en Buenos Aires, siendo el dis-trito que define las eleccionesnacionales. Han sido puestos en primerplano temas sensibles: la inseguridad,

con propuestas que priorizan lo repre-sivo por sobre las políticas sociales ypreventivas. La baja de la edad de im-putabilidad, que demoniza a los jóve-nes cuando los porcentajes delictivosno los ubican en primera fila, es una delas históricas propuestas que ya ensayósin éxito el ingeniero trucho Blumberg,promotor de la “tolerancia 0” que diorienda suelta al “gatillo fácil”, aumen-tando la violencia institucional en losgrandes centros urbanos. Para los bo-naerenses otra deuda es el transporte,que en el caso ferroviario ha provocadomuchas muertes, por el descontrol y lafalta de inversiones de quienes se be-neficiaron con su privatización. Lo hareconocido el Ministro del InteriorRandazzo al firmar importantes conve-nios con China para la compra de loco-motoras y vagones.La realidad, sin embargo pareciera

más compleja que la contienda y lasdeudas en el centro político del país.No pueden negarse algunas preocupa-ciones provocadas por la inflación, quedeteriora el poder adquisitivo y nopuede taparse con índices arbitrarios.El común de la gente lo palpa en los

Tiempo Latinoamericano • 5

Elecciones, entre Deudas y Porotos

Análisis Político

Page 8: Tiempo Latinoamericano 96

bolsillos y eso vale más que cualquierdiscurso. Si a esto se le añade la impo-sibilidad o incapacidad para generaruna fuerza política capaz de contener yencauzar importantes reivindicacionesque han logrado extender la distribu-ción de la renta y recuperar el rol dina-mizador del estado, hay motivos parala preocupación. Porque el esquemapolítico del país en toda su extensiónsigue siendo el de siempre. Es quizásuna de las principales deudas de estostreinta años de democracia. Los diri-gentes de las provincias que mayor de-pendencia tienen del gobierno centralque antes apostaron al menemismo,hoy lo hacen por el kirchnerismo. Ma-ñana seguro que mirarán para dondecaliente el sol. Y los de las provinciascon economías relativamente consoli-dadas como las del cinturón medio delpaís siguen su propia pelea, que es másdura según sea mayor la distancia conel poder central. Esa superestructurapolítica no siempre se corresponde conlas realidades sociales propias, dondelos más empobrecidos reciben o espe-ran la asistencia social de uno u otrolado. Allí radica uno de los principalesproblemas políticos. Porque sin salirdel esquema clientelista es difícil avan-zar en organización popular con capa-cidad para discernir criterios de justiciasocial. Esta carencia que arrastramoscomo sociedad alcanza a todas las fuer-zas políticas. Los principales partidosy sus variados armados electorales nohan sido capaces de revertir aún la cul-

tura neoliberal que domina la sensibi-lidad popular. Y eso provoca los vaive-nes del voto. No de otro modo seexplican importantes sumas de votos ala antipolítica, como en Santa Fe conel cómico Miguel Del Sel en las elec-ciones pasadas o el árbitro de futbolBaldassi ahora en Córdoba. Con estarealidad ganan los que no quieren elavance y el progreso de los sectorespopulares. Serían menos graves lasperspectivas si en el horizonte se per-filara alguna alternativa favorable, conposibilidades concretas de ganar espa-cios de poder. Pero por el momento loque se avizora es un preocupante retro-ceso político para las reivindicacionespopulares y un amenazante retorno apolíticas neoliberales ya experimenta-das. Se sabe que atrás están poderososintereses privados deseosos de agran-dar sus márgenes de ganancias. De allíla mayor responsabilidad de los quegobiernan en avanzar sobre el trabajoen negro - que hoy alcanza al 38 % -con empleo genuino, y diseñar pro-puestas políticas de mayor diálogo consectores opositores cercanos en objeti-vos, abandonando la práctica exclu-yente y avanzando paralelamente enarticulaciones sociales y políticas, másallá del uso circunstancial, muchasveces mezquino, del aparato del es-tado. Esto debe computarse comodeuda del gobierno. Se necesita claroestá, que esos sectores opositores ocu-pen su lugar sin especulación electora-lera. El gobierno nacional debe abrir

6 • Tiempo Latinoamericano

Análisis Político

Page 9: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 7

Elecciones, entre Deudas y Porotos

las puertas y la oposición constructivadiscernir con responsabilidad de cara alas necesidades populares. Por su-puesto que no es fácil, porque ademásde capacidad política se requiere gran-deza de corazón, que muchas veces noabunda en las construcciones partida-rias. Algunos grupos políticos que pre-servan sus objetivos de mayordemocratización y mejor distribuciónde la riqueza, quedan reducidos a mi-norías que apenas le hacen cosquillas alos concentrados grupos económicosque no han dejado de tener fuerte in-fluencia en determinados aspectos dela política estatal. Aunque el gobiernoha dado sus razones de convenienciapara el país, el convenio de YPF conChevron despertó importantes sospe-chas, más aún con los antecedentes dela firma en Ecuador. Con la megami-nería, algo parecido. Igual que Mon-santo al amparo del gobierno deCórdoba.

Aún con las críticas señaladas yotras que se le podrían sumar (leer “Noolvidemos al teniente Milani”), los re-sultados electorales adversos para elgobierno son más preocupantes si lamirada es internacional, donde más hasumado porotos. La integración latino-americana lograda por los gobiernospopulares de esta parte del continenteha señalado la posibilidad cierta quesoñaron los patriotas fundadores siem-pre boicoteados por los imperios deturno. Fue unánime y rápida la reac-ción ante el maltrato sufrido por el pre-

sidente de Bolivia Evo Morales al pre-tender requisar su avión y demorar suvuelo, por parte de países europeos quealardean de democracia y soberanía.Las actitudes asumidas por algunos go-biernos en los foros internacionaleshan plantado un fuerte mojón de digni-dad. Por primera vez la otrora naciónintocable del norte ha sufrido el desen-mascaramiento de su hipocresía en elconcierto mundial. Tanto el rechazo dela visita a Obama por parte de Dilma,la presidenta de Brasil, por el espionajenorteamericano a su gobierno y a laempresa estatal Petrobras, como el dis-curso de nuestra presidenta Cristina enla sede de la ONU que señaló la res-ponsabilidad de las grandes potenciasen las violaciones a los derechos huma-nos y de los pueblos, con el fomento yla generación de las guerras en elmedio oriente por el negocio de lasarmas, así como la invasión de EEUUa países menores con argumentacionesnunca verificadas de “armas químicas”o “nucleares”, marcan una postura co-lectiva enmancipatoria, compartida ensilencio por muchos otros países de-pendientes. En honor a la memoria his-tórica deben mencionarse los grandespasos dados en este sentido por el co-mandante Hugo Chávez, así como lasdenuncias al imperialismo hechas ensoledad durante muchos años por la di-minuta Cuba de Fidel.

Córdoba, 30 de Septiembre de 2013Luis Miguel Baronetto

Page 10: Tiempo Latinoamericano 96

Derechos Humanos

8 • Tiempo Latinoamericano

Cuando estaba a punto de ser ascen-dido y designado como Jefe máximodel Ejército Argentino, el generalCésar Milani fue cuestionado por suvinculación con violaciones a los de-rechos humanos en 1976, cuando re-vistaba como subteniente. A raiz deestos cuestionamientos la PresidentaCristina Fernández retiró del senadolos pliegos, postergando la deciciónhasta después de las elecciones en elpróximo mes de octubre.

Que el bosque de la politiquería nonos tape el árbol de los derechos huma-nos. El furor eleccionario opacó la tras-cendencia del tema “Milani”.Marginando lo importante, unos lo agi-gantaron y otros lo ocultaron, hasta quela decisión presidencial postergó la re-solución. El manoseo mezquino yoportunista de unos extendió el peli-groso manto protector de otros, mal-versando la transparencia de la políticade derechos humanos. Demasiada gra-

NO OLVIDEMOS al “Teniente Milani”

Page 11: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 9

No olvidemos al “Teniente Milani”

vedad tiene el hecho en sí para que sebanalice. De algunas voces de la polí-tica, quizás, no podría haberse espe-rado otra cosa que una utilizaciónespeculadora, al fin beneficiosa aleventual acusado por provocar reaccio-nes que eludieron el núcleo del árbolpara quedarse en las ramas. Así, lasotras voces, de quienes se esperaba unamayor coherencia en consonancia conuna larga conducta de reclamos y exi-gencias de justicia, quedaron enmara-ñadas en esas ramas, despilfarrando lasfuertes referencias que tanto costaroninstalarse para promover las causas porviolaciones a los derechos humanos.Aún así hay tiempo para el remedio. Han sido probados con documentaciónfehaciente dos hechos concretos en losque intervino el entonces subtenienteCésar Milani:

1- En su declaración de 1984 antela Comisión Provincial de DerechosHumanos de La Rioja, Alfredo RamónOlivera, ex preso político, denuncióque el “Teniente Milani” fue quien es-tuvo al mando de los efectivos milita-res que allanaron su casa y se llevarona su padre, a quien pocos días despuésabandonaron en la vereda del domiciliocon un ataque de hemiplejía, derivadode las torturas recibidas y su precariasalud. Agregó que supo el nombre del“Teniente” cuando éste lo llevó a lostribunales federales y el secretariopenal Dr. Armatti le preguntó su ascen-dencia. En la conversación dijo su ape-llido, y el preso lo retuvo en sumemoria por muchos años. Dijo tam-bién que ese “Teniente” lo hostigó con

menciones al PRT y ERP mientras seredactaba la declaración judicial que leharían firmar. Cabe añadir que otros expresos políticos de La Rioja, en esemismo período, también declararonque fueron llevados por un “Teniente”para la declaración judicial, aunque enestos casos no se dio el hecho fortuitode la conversación entre el secretariopenal y el militar. Los secuestros, de-tenciones y torturas sufridas por lospresos políticos de La Rioja se investi-gan actualmente en la fiscalía a cargodel Dr. Darío Illanes, en los tribunalesfederales de esa provincia. Muchos delos autores de esas violaciones a los de-rechos humanos – mencionados en lostestimonios de los ex presos - ya se en-cuentran con prisión preventiva, in-cluido el entonces Juez FederalRoberto Catalán, no así su secretarioArmatti, que ha fallecido. La participa-ción del entonces subteniente Milanien los hechos represivos de ese períodoen La Rioja fue denunciada en 1984, yconsta desde entonces como documen-tación oficial. Su conocimiento deberíahaber bastado para retirar los pliegosdel ascenso y nombramiento propuestopor el Poder Ejecutivo Nacional.

2- El otro hecho, no menos grave,es el “sumario por deserción” al sol-dado Agapito Alfredo Ledo que, porencargo del capitán Esteban Sangui-netti, instruyó el subteniente César Mi-lani. La desaparición el 17 de junio de1976 en Tucumán del soldado Ledofue denunciada por su madre. En esaprovincia se inició una causa judicialque tardó más de cinco años en indagar

Page 12: Tiempo Latinoamericano 96

10 • Tiempo Latinoamericano

al denunciado capitán Sanguinetti. La“deserción”, según el CELS y el in-forme del Ministerio de Defensa, fuela figura elegida para encubrir el se-cuestro, desaparición y asesinato desoldados. Ya el “Nunca más” habíadicho que los sumarios por “deserción”fueron la “excusa fácil” tendiente alocultamiento de los hechos. Tanto elcapitán Sanguinetti como su subordi-nado Milani se escudaron en las tareas“sociales” desempeñadas en Tucumán:reparación de caminos y escuelas. Enla “escuelita” de Famaillá funcionóuno de los principales campos de con-centración de secuestrados, torturadosy asesinados de Tucumán. En eselugar, según el legajo, inició Milani el“sumario” a Ledo. La pertenencia alBatallón de ingenieros constructorescon asiento en La Rioja ha pretendidoser usada tanto por el ahora detenidoSanguinetti como por el todavía libreMilani para ocultarse en supuestas ta-reas sociales. Pero consta en todas lasdenuncias y causas judiciales de LaRioja que la represión en esta provinciaestuvo a cargo de este batallón militarde “ingenieros constructores”. Quedóen evidencia que sus tareas fueronmucho más que reparar caminos y es-cuelas. Dijo el ahora general César Mi-lani que le tocó “por azar” realizar esesumario, cuya autoría no puede negarporque varias veces quedó registradasu firma. Con esto quiso esconderse enla “obediencia debida” que ya fue anu-lada por las leyes argentinas. Tambiénintentó justificarse en su “juventud”.Pero fueron precisamente los jóvenessubtenientes o tenientes los más fero-

ces en las palizas a los presos en lascárceles. Lo sufrimos en carne propia.Y así lo atestiguamos en la Justicia.

La Justicia tiene importantes evi-dencias para actuar. No dejan de preo-cupar sin embargo las manifestacionesrecientes de la hermana del soldadoLedo: fue convocada a declarar en Tu-cumán; pero no por la causa larga-mente demorada que tiene pordenunciante a su madre, sino por lapresentación de los legisladores radi-cales. Y no hace falta mucha perspica-cia política para sospechar en estaactuación judicial un ardid para salvaral cuestionado Milani montados en eloportunismo electoralero de la denun-cia. “El juez y el fiscal que intervienendeberían haber hecho lo que corres-ponde hace tiempo”, manifestó a laprensa Graciela Ledo. Se espera queestas actuaciones sean agregadas a lacausa principal iniciada en el 2006.Más allá de esto, esperar un fallo ju-

dicial para recién resolver sobre el as-censo y designación del generalMilani, cuando el Poder Judicial vienesiendo severamente cuestionado, y noson pocos los funcionarios investiga-dos por su complicidad con el pasado,es retroceder en la calidad de las deci-siones políticas y administrativas quehan permitido hasta ahora desafectarde las funciones públicas a quienes dedistinto modo han participado o cola-borado con el terrorismo de estado. Elgeneral César Milani no debería ser laexcepción.

Córdoba, 27 de agosto de 2013Luis Miguel Baronetto

Derechos Humanos

Page 13: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 11

Asesinato de Mons. Angelelli

El lunes 4 de noviembre de 2013,después de 37 años, - si no se oponeninguna nueva dilación - se iniciará eljuicio por el homicidio del obispo En-rique Angelelli y la tentativa de homi-cidio a su acompañante el P. ArturoPinto. El Tribunal Oral Federal de LaRioja presidido por el Juez José Ca-milo Quiroga Uriburu e integrado porlos jueces Carlos Lascano, de Córdobay Juan Carlos Reynaga, de Catamarca,dará comienzo a las audiencias del jui-cio más esperado por la comunidad rio-jana y quienes venimos reclamandodesde hace treinta años, apenas recupe-rada la democracia, por la condena alos asesinos de nuestro Pastor y Mártir.Después de la larga etapa de investiga-ción del Juez Daniel Herrera Piedra-buena, de La Rioja, - que reinició lasactuaciones después de la anulación lasleyes de impunidad, en el 2006 – el 6de diciembre de 2012 elevó al TribunalOral la causa para que fueran juzgadoslos militares y policías que quedaronimputados por estos delitos. La demora

de un año, desde esa fecha hasta la ini-ciación del juicio, hizo que tres de losimputados: el ex presidente de factoJorge Rafael Videla, el ex ministro delInterior general Albano Harguindeguyy últimamente Juan Carlos “La Bruja”Romero, jefe de Inteligencia de la po-licía de La Rioja murieran sin condena.Quedan dos imputados: Luciano B.Menéndez, jefe del Ejército con juris-dicción en La Rioja y Luis FernandoEstrella, de la Base Aérea de Chamical.El militar Edilio Cristóbal Di Césare,ex jefe de policía, fue declarado insanoy quedó excluido del proceso. Tam-poco llegarán a ser juzgados otros acu-sados que fallecieron antes: los extenientes coroneles Osvaldo Pérez Bat-taglia y Pedro Malagamba, el ex vice-comodoro Lázaro Aguirre y otros demenor jerarquía militar. La muerte dejóen la impunidad la autoría criminal deestos militares; y la vigencia las leyesde impunidad impidieron las investiga-ciones sobre los autores inmediatos oejecutores directos del atentado crimi-

JUSTICIA: tarde pero llega

Luis Miguel Baronetto *

* Querellante en la causa por el asesinato de Mons. Angelelli y Director de la revista Tiempo Latinoameri-cano.

Page 14: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano12

nal. Hubo intereses sectoriales queobstaculizaron la causa judicial, ya seacon infundios que pretendían desviarla investigación o mezquinando docu-mentación archivada. Serán juzgadosalgunos de los principales responsablesde la ejecución del crimen. Pero segui-rán en la sombra cómplices civiles oeclesiásticos, que coadyuvaron con susdifamaciones o sus silencios y se bene-ficiaron con la eliminación del obispo.Este será un juicio molesto, incómodo.Pretenderá ser acallado porque muchosde los testigos volverán a relatar he-chos y circunstancias que abonaron elcrimen. Allí se pondrán en el tapetemuchas de las complicidades de pode-rosos aún presentes en la sociedad rio-jana.

Esa historia de persecuciones acausa de una pastoral diocesana com-prometida con los pobres quedó sinte-tizada en el Informe final de laComisión Provincial de Derechos Hu-manos de La Rioja, de 1984: “Demodo sistemático y avieso, toda mili-tancia política se la relacionó directa oindirectamente, con las orientacionesdiocesanas, convirtiendo de por sí en‘ilícitas’ o ‘sospechosas’ toda vincula-ción con la Iglesia riojana... La obracomunitaria alentada por MonseñorAngelelli es equívocamente asimiladaa una filosofía ‘comunista’, valiéndolepor ello ser catalogado de ‘subver-sivo’...”. Los testimonios recogidos poresta Comisión fueron contundentes.Ramón Alfredo Olivera, el ex preso

Causa Angelelli

Page 15: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 13

político que entonces denunció el hos-tigamiento del “teniente Milani”, dijo:“En lo relacionado de una manera di-recta con la Iglesia del obispo Angele-lli, me preguntan en un momento si élapoyaba a CODETRAL (cooperativade trabajo), dije que era público queapoyaba esa inquietud. En la declara-ción que me harían firmar bajo ame-naza pondrían que yo había dicho queAngelelli apoyaba ‘incondicional-mente’ a CODETRAL; es no obstanteen mi relación con las monjas del Di-vino Maestro y con el sacerdote Anto-nio Gil, párroco de la Vicaría delEspíritu Santo, donde ponen mayor in-terés en que diga que son guerrilleros”.(Testimonio 21). Evaristo Carlos Eleu-terio Brizuela, detenido durante variosaños igual que sus hermanos, declaróque integraba un grupo de laicos y que“guiados por nuestro recordado Mons.E. Angelelli, tratamos de formar unacooperativa de trabajadores y produc-tores rurales en mi Departamento”.(Testimonio 3). Teresa E. de Maza de-claró que un oficial de gendarmería ledijo: “Contésteme sólo con una pala-bra: A la iglesia de Angelelli dónde lacoloca, ¿a la izquierda o a la derecha?”.La detenida al responder: “en la doc-trina de Cristo”, es amenazada paraque responda sólo con “izquierda o de-recha”. (Testimonio 121). Estos y otrosrelatos contenidos en el Informe de de-rechos humanos, incorporado al expe-diente por el asesinato de Mons.Angelelli, amplían el panorama de di-famación y amenazas que lo fueroncercando hasta que la dictadura militarconsumó el crimen.

Decisión de alto nivel

En 1976 el obispo Jerónimo Po-destá, sancionado entonces por el Va-ticano, escribió al Cardenal RaúlPrimatesta: “Amigos de todo orden,pero sobretodo altos oficiales biencompenetrados de la situación políticay militar, me anunciaron un sombríorecrudecimiento de la represión irra-cional, arbitraria y me aconsejaron queme cuidara muchísimo pues podríanpasar cosas muy desagradables. Esdecir que en el alto nivel militar se co-nocían perfectamente ciertos planesque muy lamentablemente se han idocumpliendo... En la mitad de Julio,ellos me informaron que la irracionali-dad represiva tendría a partir de fin demes un nuevo pico con episodios muygraves. Eso dio mi presente salida delpaís, pero formé antes el proyecto depasar por Santa Fe y Córdoba, paraconversar con vos y con Zaspe. La-mentablemente la penuria de medioseconómicos demoró y finalmente im-pidió el cumplimiento de este propó-sito... Lamento no haber llegado hastaUds. pues quería advertirles del peligroque podía correr algún representante dela Jerarquía. Un amigo militar me dijoque yo podría ser un excelente candi-dato para provocar terror y miedo,otros pensarán que Zaspe o vos podríanser objeto de algún hecho intimidato-rio. Pero otro vocero militar dijo a unosamigos, que no sería yo- pues me con-sideran fuera de la Iglesia- sino que elcandidato de elección era Angelelli yque le quedaban pocos días.”A menos de un mes, el 1 de setiem-

Justicia: tarde pero llega

Page 16: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano

Causa Angelelli

14

bre de 1976, el Departamento de Es-tado de los EEUU fue informado en uncable secreto por uno de sus agentesque “el obispo Angelelli habría sidoasesinado por un escuadrón de lamuerte derechista”. Abundan los testimonios y las prue-

bas de este “homicidio provocado porla intervención intencional y voluntariade un automóvil marca Peugeot, colorblanco, que habiendo embestido e in-terponiéndose en la línea de marcha dela camioneta Fiat Multicarga que con-ducía Angelelli, provocó el accidentedel cual resultare la muerte de Angele-lli y las lesiones del testigo Pinto”,según la resolución del juez Daniel He-rrera Piedrabuena del 6 de diciembrede 2012.

La carta del Pastor a Lola

El 7 de mayo de 1976, después dela Pascua y antes del viaje a BuenosAires para participar de la última reu-nión del episcopado, del 10 al 15 demayo, Mons. Enrique Angelelli envióa la Hermana Lola una carta, tecleadaen su máquina de escribir, con ciertapremura, confianza y prudencia, hastaconsignar con su letra manuscrita una“firma”: “Pascualino Corqueliano”.

Luego de temas particulares elobispo se extendió en compartir la durarealidad represiva y de persecución deesos momentos, dándole el sentidoteológico al sufrimiento colectivo queacarreaba. Este testimonio personal nosólo revela el conocimiento directo delo que padecía como responsable má-ximo de la pastoral diocesana, sino

también las reflexiones y propuestaspara enfrentar las adversidades que al-canzaba a buena parte, o la mayoría desus agentes pastorales.Mons. Angelelli escribió: “Por aquí

sacudiditos; parece un hecho que lamisa radial no podrá ser más trasmi-tida; sí la harán desde el Regimiento;estos son los datos que tenemos, muyserios; esperamos qué sucede.” Estainformación que ya manejaba el obispose confirmó en los hechos a los pocosdías cuando el capellán castrense Fe-lipe Pelanda López, lo reemplazó en lamisa transmitida por radio LV14 de LaRioja por disposición del Coronel Os-valdo Pérez Battaglia. La tradicionalmisa radial, de las 8 en la Catedral ce-lebrada por Mons. Angelelli, fue su-plantada por la del capellán a la mismahora en el Casino de Suboficiales delBatallón de Ingenieros de Construccio-nes N° 141, de La Rioja. Desde el 14de junio la predicación del capellán mi-litar reemplazó también la publicaciónde la palabra dominical del obispo enel diario cooperativo El Independiente,que fue intervenido.

“Eduardo aún adentro; sin nove-dad”, escribió el Pastor. El PadreEduardo Ruiz, capuchino, párroco deOlta había sido detenido el 24 demarzo, el mismo día del golpe militar;y estaba en el Instituto de Rehabilita-ción, la cárcel donde eran ubicados lospresos políticos de La Rioja. Allí es-tuvo hasta su liberación el 28 de julio,diez días después del asesinato de lossacerdotes Gabriel Longueville y Car-los Murias, a tres días del crimen dellaico Wenceslao Pedernera; y siete días

Page 17: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 15

antes del atentado criminal contra elobispo, el 4 de agosto de 1976.

La carta continuaba: “Siguen po-niendo a otros en la sombra; cada vezmás claro el panorama de supervigi-lancia a la Iglesia”. Revelaba la plenaconciencia que el obispo tenía del con-texto de persecución a su pastoral dio-cesana, que se intensificó con el pasode los días y en cuyo vértice estaba sumisma persona. “La ceguera que tie-nen no les hace ver la luz; pobrecitos:hay que pedir que vean para que nohagan sufrir tanto a la gente y a estepueblo que ya lleva un centenar deaños con la vara del sufrimiento.”A lapobreza se le sumaba la represión.

El segundo párrafo, más extenso,contiene una reflexión teológica dehonda espiritualidad, que el obispoquiere contagiar a sus agentes pastora-les: “Es hora, (gracia estupenda deDios), de asumir interiormente, unaactitud interior catacumbal. Dios nosregala esta aparente inactividad paraque nos metamos adentro del MISTE-RIO DE LA VIDA para que luego loshombres nos vean que hablamos, obra-mos y vivimos la experiencia contem-plativa del contacto con la VIDA. Noshace mucho bien; no saben el beneficioque nos hacen; es un regalo. Por másrequisas y vigilancias, no podránmatar nunca la fuerza del ESPIRITUSANTO que obra en el corazón decada hombre. Si se dieran cuenta detodo esto, no cometerían estas barba-ridades que hacen!”. La espiritualidadque el obispo pretende fortalecer seafirmaba en la realidad de los hechos,que a la vez explicitaba como denun-

cia. Señalaba con precisión las “requi-sas”, “vigilancias” y “barbaridades”de los ejecutores del terrorismo de es-tado, porque ante esa persecución eranecesario reafirmarse en las propiasmotivaciones de la fe cristiana.El párrafo siguiente es muy impor-

tante porque anticipó parte de la pro-puesta que llevó al seno de laAsamblea del episcopado pocos díasdespués: “El fortalecimiento de la uni-dad eclesial es el único y verdadero ca-mino para responder en estosmomentos con eficacia evangélica.”Consciente de la realidad del episco-pado argentino, que ya lo había dejadosólo en 1971-1972 cuando le prohibie-ron por primera vez la misa radial y en1973 con el grave conflicto de los te-rratenientes de Anillaco, Mons. Ange-lelli repitió varias veces estapreocupación en cartas al episcopado.Pero en la misma Asamblea de mayointentó exponer los treinta y siete pun-tos que resumían las distintas situacio-nes de persecución que sufrían susagentes pastorales. Su apelación a la“unidad eclesial” estaba fundamentadaen las distintas y contradictorias postu-ras de los miembros del episcopado ydel mismo representante papal, en sumayoría apoyando la dictadura militarrecién instaurada. Las declaraciones públicas del en-

tonces Vicario Castrense y presidentedel Episcopado, Adolfo Tortolo, arzo-bispo de Paraná, justificando la repre-sión ahondaron esta preocupación deMons. Angelelli. Al día siguiente delgolpe militar, el Vicario Tortolo con-vocó a “cooperar positivamente” y

Justicia: tarde pero llega

Page 18: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano

Causa Angelelli

16

añadió que en la misión de la Iglesia“hay circunstancias, en las cuales nopuede dejar de participar, aún cuandose trate de problemas que hacen alorden específicamente del estado”.1Días después dijo: “Ha comenzado lahora de los grandes sacrificios, por esoha comenzado la hora de un gran rena-cer de la Nación”.2 En la misma línea,pero más explícito y grave para la “uni-dad eclesial” reclamada por Mons. An-gelelli, fue el Nuncio Apostólico PioLaghi, en su visita a los militares enTucumán, el 26 de junio: “La causa dela violencia existente en el país es deorigen ideológico. El país tiene unaideología tradicional y cuando alguienpretende imponer otro ideario diferentey extraño, la Nación reacciona comoun organismo, generándose así la vio-lencia”... “Hay invasión de ideas queponen en peligro los valores funda-mentales.”...“En ciertas situaciones laautodefensa exige tomar determinadasactitudes y, en este caso, habrá de res-petarse el derecho hasta donde sepuede”.3 Estas y otras voces destacadasde la jerarquía eclesiástica, más allá delos ambivalentes documentos colecti-vos de la Asamblea Episcopal, fueronlas que más sirvieron de justificativo alterrorismo de estado que implementa-ron las fuerzas militares. Mons. Angelelli, fiel a la perspectiva

conciliar, insistirá con su reclamo de“unidad eclesial” para la “eficaciaevangélica” en esos duros momentos.La propuesta señalaba un desafío difí-cil de lograr en el contexto de la reali-dad intraeclesial. Y esa falta de unidadse hizo más grave en el transcurso delos meses siguientes, hasta dejar en ab-soluta soledad al obispo riojano, quedespejó el camino para que fuera al-canzado por las manos criminales queterminaron con su vida el 4 de agostode ese año.El último párrafo, cálido y personal,

revela la profunda humanidad del pas-tor que quiere estar cerca de los queparticipan con él en la tarea evangeli-zadora. “...para que sepas que no estássola, como choco ladrándole a laluna.” Y terminaba porque “se meacaba el papel”...con “un saludo delos lindos”, prometiendo volver.El obispo martirizado volverá en la

voz de los testigos que darán cuenta delcompromiso sin mezquindad ni espe-culaciones. La última palabra de la Jus-ticia será pronunciada para condena desus asesinos y vergüenza de sus cóm-plices. La sentencia demorada pondráel sello judicial a la verdad proclamadapor el pueblo desde el mismo 4 deagosto de 1976.

Córdoba, 1 de octubre de 2013

1 Diario El Independiente, viernes 26 de marzo de1976, p. 7: “Mons. Tortolo exhortó a una “coopera-ción positiva”.”2 Diario El Independiente, domingo 4 de abril de1976, p. 6: “Tortolo: ha comenzado a renacer la Na-

ción”.3 Diario El Independiente, domingo 27 de junio de1976, p. 3: “A la violencia se refirió el representantedel Papa”.

Page 19: Tiempo Latinoamericano 96

Córdoba

Tiempo Latinoamericano • 17

El 31 de diciembre de 1971 aparecíael más famoso libro de Gustavo Gutié-rrez “Teología de la Liberación. Pers-pectivas”, que dio nombre a unacorriente teológica surgida en Latino-américa al fragor de Medellín y delmétodo teológico empleado por elConcilio Vaticano II en su Constituciónpastoral Gaudium et Spes. Un métodoque incorpora el proceso inductivo,partiendo desde la realidad más quedesde las nociones teológicas en abs-tracto, e iluminando la realidad con laEscritura y dejando que la realidad ilu-mine a la fe. Este nuevo método inaugurado por

Gaudium et Spes ha significado undesafío para la teología católica poste-rior: hacer teología de las cosas tempo-rales desde la historia y en diálogo conotras disciplinas científicas evitandopartir desde principios universales des-encarnados que se aplican a toda situa-ción y época.1

Toda teología es un acto segundo:una reflexión sobre el acto de Fe; “unahermenéutica de la esperanza vividacomo un don del Señor”2en palabrasdel padre Gutiérrez. Y la Teología dela Liberación afirma que el lugar teo-lógico ya no son sólo los textos sagra-

dos sino también que hay lugares par-ticulares en los que se manifiesta Dios.Y ese lugar teológico refiere a la reali-dad. Es un lugar histórico, cultural, so-cial, político.

Y en Latinoamérica -el continentemás injusto en cuanto a distribución delas riquezas- la realidad desde la quedebe leerse la Escritura es la del pueblocrucificado; “un pueblo históricamentecrucificado” decía Ignacio Ellacuría.Un pueblo crucificado en otras épocaspor regímenes militares antidemocráti-cos y represivos, y luego por el neoli-beralismo salvaje, y actualmente por elcapitalismo financiero que los excluyey por los abusos ambientales y unalarga lista de penosos etcéteras. Esepueblo pobre es el lugar desde el quela Teología de la Liberación elige leerla Escritura.

La razón más fuerte que sostieneesta opción es que a lo largo de la His-toria de la Salvación reflejada en la Bi-blia, Dios se revela tomando partidopor el pobre, el huérfano y la viuda; yen el Nuevo Testamento el mismoJesús manifestó que en los pobres élmismo se hace presente al afirmar: “Loque hicieron a uno de mis hermanosmás pequeños, lo hicieron conmigo”.

Entrega del Doctorado Honoris Causa al Padre Gustavo Gutiérrez

Rafael Velasco sj

Page 20: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano

Doctorado a Gustavo Gutiérrez

18

Desde los pobres, que suelen habitarel reverso de la historia, la periferia dela sociedad, y conforman las grandesmayorías sufrientes; se comprende demanera diferente el Evangelio.Los pobres, los crucificados, son Signode los tiempos; entendiendo Signocomo realidad que refiere a la presen-cia de Dios. Para la Teología de la Li-beración, así como hay Signos de laPresencia de Dios, hay realidades que

lo rechazan y en los que Dios no ha-bita.El texto de José María Arguedas, to-

mado de “Todas las sangres”, que estáen la portada del libro de Gutiérrezhabla a las claras de esto. El viejo sa-cristán de San Pedro le dice al cura delpueblo vecino: “Dios hay aquí en La-huaymarca. De San Pedro se ha ido,creo para siempre”. El cura le res-ponde que está muy equivocado “Diosestá en todas partes, en todas par-tes...” Pero el viejo sacristán moviendola cabeza negativamente le responde:“¿Había Dios en los que rompieron elcuerpo del inocente maestro Bellido?¿Dios está en el cuerpo de los ingenie-ros que están matando “La Esme-ralda”? ¿de señor autoridad que quitóa sus dueños ese maizal donde jugabala Virgen con su Hijito cada cosecha?No me hagas llorar padrecito...”En el origen de la Teología de la Libe-ración hay un dejarse impactar y afec-tar por la realidad verdadera: por larealidad del pobre, de la injusticia e in-equidad. Es una teología sustancial-mente histórica. Una Teología urgente.Hugo Asmann acusaba de cinismo auna teología que no se preocupase porlos millones de muertos de hambre. Elmismo Gustavo Gutiérrez afirma que“La Teología de la Liberación naciódel reto que para la fe representa lamasiva e inhumana pobreza existenteen América Latina y el Caribe”3

Esta lectura contextualizada y desdeun lugar teológico (la perspectiva delos pobres) afecta los conceptos teoló-gicos. Porque refleja la fe creída desdeAmérica Latina. Ya no se plantean sólo

“Nos compromete a seguir in-tentando ser una universidadcuyo centro esté fuera de la uni-versidad: en la realidad a la quenos debemos. Una realidad he-rida por la injusticia, y la inequi-dad y a la que los universitarios-en particular los que estamosanimados por el espíritu delEvangelio- tenemos la misiónde comprender, interpretar, in-terpelar y ayudar a transfor-mar”.

Page 21: Tiempo Latinoamericano 96

Rafael Velasco UCC

Tiempo Latinoamericano • 19

los conceptos de la teología como no-ciones a-históricas, sino teniendo encuenta su significación existencialdesde el lugar en el que son creídos.Así por ejemplo, el concepto de Sal-

vación, leído desde la realidad de po-breza, inequidad y exclusión ya no seentiende sólo como una experiencia ín-tima personal de perdón de los pecados(algo meramente “espiritual”) sino quees sinónimo de liberación, social, polí-tica, económica y cultural... justamenteporque es un concepto profundamenteespiritual. Este método de reflexión teológica

es un fuerte interrogante para el modotradicional de comprender las cienciasy su pretendida neutralidad. La teolo-gía no es neutral, porque es histórica:toma partido, interpreta la realidaddesde las víctimas y por lo tanto tieneuna palabra muy crítica con los verdu-gos y los que los amparan. Esta teolo-gía comprometida –digo- genera nopocas preguntas a las ciencias y su pre-tendida objetividad neutral. ¿Se puedehacer ciencia sin tener en cuenta elcontexto de injusticia e inequidad? Poreso es bueno que la teología tenga unlugar en la universidad para dialogarcon las demás disciplinas académicasy plantearles sus preguntas a favor delos pobres y desfavorecidos. Por esoenseñamos teología en la UCC.

El padre Gustavo Gutiérrez repre-senta un modo de hacer teología desdela realidad, que para nosotros universi-tarios es aliento para hacer cienciadesde la realidad; desde el reverso dela historia, desde las grandes mayorías,desde los márgenes…desde los pobres.

Y esta es una cuestión central porque –como lo afirma nuestro invitado en sulibro ¿Dónde dormirán los pobres?-“lo que está en juego en el asunto dela pobreza (es) la vida y la muerte delas personas.”4

La distinción al Padre Gustavo Gu-tiérrez significa, entonces, un recono-cimiento a su fecunda vida teológica yde compromiso con los pobres; perotambién un acicate a la academia paradejarse afectar por su método teoló-gico; y de este modo animarnos a hacerciencia que sea capaz en palabras deEllacuría “ ser ciencia de los que notienen voz, el respaldo intelectual delos que en su realidad misma tienen laverdad y la razón, aunque sea a vecesa modo de despojo, pero que no cuen-tan con las razones académicas quejustifiquen su verdad y su razón”.Por esta causa nos honra y nos com-

promete esta distinción que otorgamosal padre Gutiérrez. Nos honra por la ca-lidad de su compromiso y de su obra.Y nos compromete como Universidadde la Iglesia Católica a dejarnos afectarpor la realidad de los pobres y vulne-rables en nuestro modo de ser univer-sitarios. Nos compromete a seguirintentando ser una universidad cuyocentro esté fuera de la universidad: enla realidad a la que nos debemos. Unarealidad herida por la injusticia, y la in-equidad y a la que los universitarios –en particular los que estamos animadospor el espíritu del Evangelio- tenemosla misión de comprender, interpretar,interpelar y ayudar a transformar.

Esta distinción señala de algúnmodo lo que aspiramos a ser como uni-

Page 22: Tiempo Latinoamericano 96

20 • Tiempo Latinoamericano

Doctorado a Gustavo Gutiérrez

versidad. Una universidad de calidadacadémica (como son los textos delpadre Gutiérrez) y comprometida so-cialmente (como es la vida de nuestrodoctorando) desde la fe en Jesucristosiempre crucificado en nuestros pue-blos sufrientes y siempre resucitandoen sus Alegrías y Esperanzas; en lalucha de nuestros pueblos por la libe-ración.Tal vez el problema de la fe en nues-

tros pueblos no proviene tanto de la in-creencia en Cristo, sino de lo que lasreligiones hacemos –o dejamos dehacer- en nombre de Cristo. En estesentido, la teología de Gustavo Gutié-rrez significa un llamado profético nosólo a la universidad, sino tambiénhacia la institución eclesial para quenuestra fe en Cristo no sea una coar-tada para justificar la convivencia conlos ídolos de este mundo (plata, presti-gio y poder). En nombre de Cristo nose puede aceptar, ni menos justificar, lacoexistencia de la miseria y la injusti-cia con la fe cristiana. La fe en Cristono es un analgésico para el dolor, ni unopiáceo para evadirnos de la realidadhacia un reino ultramundano. Es, porel contrario, una fuente de inspiracióny aliento para nuestro compromiso uni-versitario.

El objetivo último de nuestra actividaduniversitaria es el cambio de las estruc-turas. Es decir que trabajamos con lafuerza de las palabras en la cultura, crí-ticamente, para transformar las con-ciencias desde una mirada más humanay más cristiana; pero también tenemoscomo horizonte último la intención detransformar la sociedad desde sus es-tructuras. Y la teología; en particular lavisión teológica que encarna el padreGustavo Gutiérrez tiene una impor-tante misión. Esta es –en palabras delmismo autor- “dar sentido a la existen-cia humana…profundizar en la fe enun Dios no del temor, sino como diceA. Camus, ‘que ríe con el hombre enlos juegos calurosos del mar y del sol’.Un Dios de la vida y la alegría.”5

A esto nos dedicamos en la Univer-sidad Católica de Córdoba. Este esnuestro proyecto y nuestro intento ani-mados por esta mirada teológica querepresenta claramente Gustavo Gutié-rrez. Esta universidad es la que se honra

en recibirlo en su claustro, padre Gus-tavo Gutiérrez. Le agradecemos pro-fundamente su presencia hoy entrenosotros y le damos la bienvenida a laUniversidad Católica de Córdoba.

1 Sobre el particular se puede consultar: CarlosSchickndantz, “Una elipse de dos focos. Haciaun nuevo método teológico a partir de Gaudiumet Spes”. Ponencia presentada en las jornadasinterdisciplinares de la Facultad de Filosofía yHumanidades de la Universidad Católica deCórdoba, 24 de agosto de 2012 (aún inédito).

2 Gutiérrez, Gustavo; ¿Dónde dormirán lospobres?; Instituto Bartolomé de las Casas –Rímac; Lima, 2002. Segunda edición; p. 65. 3 Op. Cit. p 284 Op. Cit. p 315 Op. Cit. p 64

Page 23: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 21

Dossier para la Reflexión

30 añosde Democracia en Argentina

PresentaciónEl presente Dossier contiene cuatro valiosos aportes que toman como

eje articulador los 30 años de democracia en Argentina. Charlas, debates,conferencias, programas televisivos y radiales y una vasta bibliografía sehan sucedido a lo largo del presente año en torno a este importante ani-versario para la historia de nuestro país. No quisimos estar ausentes en laconmemoración, y lo hacemos desde la reflexión crítica, modesta por su-puesto, pero motivada siempre por las exigencias del presente, especial-mente de aquellas que brotan de los sectores sociales que con mayorcrudeza sufren las desigualdades socioeconómicas y el atropello a los de-rechos humanos.

El Presbítero Víctor Acha presenta una mirada panorámica a la palabraoficial de la Iglesia Católica a lo largo de las tres décadas de democracia,expresada en diversos documentos y declaraciones. Persiste en éstos unexámen que va desde declaraciones apocalípticas y amonestadoras hasta“una razonable valoración de logros y realizaciones”. Llama la atencióncómo aún en la actualidad y durante los treinta años de democracia la Igle-sia se presenta aún como la reserva moral de la “Nación” y “alma” de lapatria que tiene el deber de conducir, ahora de manera imperceptible, losvaivenes terrenales del “cuerpo” estatal.

El Pastor Metodista Pablo Oviedo, recuperando la tradición teológicaprotestante liberacionista, propone que uno de los aportes de la religión a

Page 24: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano22

la democracia y los derechos humanos lo constituiría una profunda y seriateología de la vida que permita a los creyentes fundamentar y alentar prác-ticas sociales, políticas, culturales y religiosas a favor de la vida humana yde la naturaleza. Un discurso de la fe, asentado en el concepto de vida yen el Dios de la vida puede servir para articular fe, derechos humanos y de-mocracia.

Por su parte, Luis Miguel Baronetto señala las contradicciones que hatenido, en las acciones de diversas organizaciones y en la sociedad en ge-neral, la denuncia de violaciones a los derechos humanos que en no pocoscasos contribuyó a ocultar la vida militante de quienes aparecían “mayori-tariamente como víctimas del terrorismo de estado” hasta el punto de juz-gar “políticamente conveniente no hacer referencia a ella porque seconsideraba que debilitaba las argumentaciones condenatorias de las vio-laciones.” De este modo, el haber profundizado en la consideración de“víctimas” permitió la anulación del sujeto político de la transformación so-cial. Recuperar a aquellos sujetos políticos y sus horizontes utópicos colec-tivos es una tarea ineludible para profundizar la democracia con justiciasocial.

Por último, pero por ello no menor, presentamos las reflexiones del Pro-fesor Alberto Parisí quien nos propone una hipótesis sobre los procesos so-ciopolíticos latinoamericanos adjetivados como “populistas”. Para Parisí,“los nuevos populismos o populismos radicales constituyen los regímenespolíticos en Latinoamérica que, lejos de ser anomalías o rémoras incom-prensibles del pasado, son los que más están haciendo crecer la hegemoníapopular en la región”. En este sentido, dichos procesos estarían poniendoen crisis el concepto republicanista y liberal de la democracia aunque sinnegar algunas de las dimensiones propuestas por éstos: división de pode-res, competencia electoral y un conjunto de libertades fundamentales: pen-samiento, reunión, prensa, desplazamiento entre otras. Para finalizar dejaplanteadas dos interesantes preguntas que pueden servir para repensar lademocracia a partir de los treinta años transcurridos: “¿cuáles son los ele-mentos necesarios e imprescindibles que el socialismo crítico debe aportara los populismos radicales, para poder pensar en procesos de cambio sociala más largo plazo y en transformaciones estructurales que, por ahora, lospopulismos radicales solo intuyen de manera débil? Y por otro lado, el so-cialismo crítico ¿qué debe aprender de los populismos radicales, para irmás allá de una etapa solamente de crítica ideológica?”.

30 añosde Democracia en Argentina

Page 25: Tiempo Latinoamericano 96

No es esta una investigación histó-rica, ni un análisis sistemático de Do-cumentos del Episcopado, que cuentacon valiosas páginas en teología y otrasdisciplinas. Presentaré citas de solo al-gunos Documentos publicados por laConferencia Episcopal Argentina enlas tres décadas de democracia, mar-cando algunos acentos. El lector podráampliar esta mirada con su análisis.

Se ha escrito bastante señalandocomplicidades de la Jerarquía católicacon el nefasto período autodenomi-nado “proceso de reorganización na-cional”. En los extractos que presentoa veces hay afirmaciones que no con-dicen con las opciones y acciones de laJerarquía en general y de muchos sec-tores del catolicismo y otras veces sonextemporáneas.Hablo desde el interior de la Iglesia

como que soy parte de ella, pero dadoel tenor de muchos documentos,afirmo que la Iglesia no puede preten-der que el conjunto de la sociedad sediscipline según sus criterios y opcio-nes, como en el catolicismo medieval

o en el “nacional catolicismo” de la Es-paña franquista, con el cual la Jerarquíaargentina y muchos laicos, se han sen-tido consustanciados. La Iglesia tiene derecho a proponer

para el conjunto de sus fieles normas,criterios y opciones en todos los órde-nes que crea necesario, pero ya no esposible pretender que otros sectores,actores sociales, o la Nación, adhieransin más a los postulados de la fe y prác-ticas católicas. Esto no funciona en lasociedad contemporánea que, comoexpresión de su evolución y creci-miento se expresa pluralista y secula-rizada.

El origen de una opción: poder, privilegios y dinero

Con el Edicto de Milán de Constan-tino en el 313, que se presentó comodefensor de la Iglesia cristiana y la be-nefició con numerosos favores “tem-porales”, se inicia un largo proceso detransformación del espíritu que ani-maba a las comunidades del tiempo

Tiempo Latinoamericano • 23

La Iglesia Católica en Democracia

Víctor Saulo Acha *

* Ex Párroco y Docente. Colabora en el Departamento de Educación a distancia del CEFYT

Page 26: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano24

apostólico y los siglos marcados porpersecuciones. De la fe transparente enJesús y su Evangelio, se pasa a conso-lidar una religión con estructuras depoder, privilegios, muchos bienes ma-teriales y ese insanable maridaje conlos poderosos del mundo, que acompa-ñará hasta nuestros días a la Institu-ción.

La trilogía, poder, privilegio y di-nero, no corrompió el ethos cristianoque se consolidó y desarrolló en el pue-blo creyente, pero contaminó hasta susraíces el ejercicio del poder. De la mi-sión centrada en el Reino, se pasa a lapreocupación por la expansión, el cui-dado de las estructuras y la ortodoxia,y el interés por los privilegios del Im-perio. Se ha escindido la comunidad–Iglesia por esa irreversible, al menoshasta hoy, distancia entre jerarquía ypueblo.Está en la genética de la Institución,

el uso absoluto del poder. Actualmentees una de las poquísimas monarquíasabsolutas del planeta y aunque la Igle-sia se define como Pueblo de Dios,muchas veces quienes tienen autoridadejercen el poder al margen de las bús-quedas y del sentir de los creyentes yno como servidores según el evangelio. En su diversidad está la miseria y lagrandeza de la Iglesia, que engendró laInquisición medieval y en el siglo XXlas CEBs y en la concreta experienciade los 70 tuvo a un Von Wernich conlos victimarios represores y a un Ange-lelli mártir entre las víctimas.Si tiene en sus “genes instituciona-

les” esta condición de absolutismo¿cómo se liberaría tan fácilmente de

sus prácticas por el hecho de que unanación pase de una dictadura con terro-rismo de estado a la democracia? Aña-diendo que para muchos la jerarquíafue complaciente y aun cómplice, delos métodos del “proceso”. Por ese in-veterado apego al poder, la Jerarquía sesintió cómoda con el proceso militar ypor este condicionamiento, su palabrano pudo ser genuinamente comprome-tida con la democracia, ya que en estano encaja ningún poder absoluto.

Contexto amplio del golpe militar de1976

Para hablar del lugar de la Iglesiacatólica en los años de democracia, esnecesaria una referencia a lo que acon-teció en el período inmediatamente an-terior (1976-1983), ya que se trata deun mismo actor (la Jerarquía) y unmismo escenario (nuestro país).“Que el árbol no nos impida ver el

bosque”, las prácticas genocidas no co-mienzan en 1976: la “Campaña deldesierto” del siglo XIX, a cargo delGeneral Roca, dejó “desierta” de habi-tantes nuestra Patagonia y en el sigloXX, teniendo por protagonistas a fuer-zas del Estado y otros actores econó-micos y políticos se sumaron gravesgenocidios: “La Argentina del Cente-nario (1910) ya muestra rasgos de in-tolerancia que se concretan conmatanzas a fines de esa década: más de700 muertos en la Semana trágica(1919), más de 300 en La Forestal(1921) y 1.500 en la Patagonia Trágica(1922)... En 1924 la Matanza de Na-palpí (Chaco) deja entre 300 y 500

30 años de Democracia en Argentina

Page 27: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 25

muertos pilagás... El de la Plaza deMayo en 1955 fue el primer y únicobombardeo de una ciudad abierta porparte de sus propias fuerzas armadas,sin que mediara guerra civil o conven-cional”.1

En el “proceso” iniciado en el 76participó la Jerarquía, pero a solo cincodías de producido el golpe se consti-tuyó un elenco de civiles, muchos dereconocida raigambre católica, queocuparon cargos en ministerios y se-cretarías. ¡Coincidencias de la historia!Los militares entregan la “clave” de suproyecto, es decir la economía, a“...José Alfredo Martínez de Hoz, esta-tua viviente del conservadurismo libe-ral, descendiente de hacendadosbeneficiados con aproximadamente2.500.000 hectáreas cedidas por el ge-neral Julio Argentino Roca luego de laCampaña del Desierto. Este personaje,gran empresario y como político pro-motor de la democracia cristiana du-rante el peronismo, ...sintetizaba un

poder económico entramado con el Es-tado que venía desde el fondo de lostiempos, simbolizaba a las clases do-minantes que se asimilaban plástica-mente a la “patria”...” 2

Los Documentos Episcopales du-rante aquel período condenaron, en ge-neral, las torturas, los procedimientosrepresivos, etc., pero a veces con eufe-mismos daban un guiño complacientea estos métodos. Una carta pastoral asolo dos meses del golpe militar se-ñala: “Hay hechos que son ... un pe-cado..., los condenamos sin matices,sea quien fuere su autor... es el asesi-nar, con secuestro previo o sin él ycualquiera sea el bando del asesinado...Pero…sería fácil errar con buena vo-luntad contra el bien común si se pre-tendiera...que los organismos deseguridad actuaran con pureza químicade tiempo de paz, mientras corre san-gre cada día; que se arreglaran desór-denes… sin aceptar los cortes drásticosque la situación exige; o no aceptar el

Víctor Saulo Acha

Foto: Hugo Mamani

Page 28: Tiempo Latinoamericano 96

26 • Tiempo Latinoamericano

sacrificio en aras del bien común deaquella cuota de libertad que la coyun-tura pide; o que se buscara con preten-didas razones evangélicas implantarsoluciones marxistas”.3Aberrante justificación del actuar de

“los organismos de seguridad”, paraponer “cortes drásticos” y para impe-dir “soluciones marxistas”. La Jerar-quía respaldó el accionar represivo,causante del último genocidio en Ar-gentina. Constan cerca de 40 nombresde Arzobispos, Obispos y Sacerdotescomprobadamente aliados al proyectomilitar. 4

Ante la vuelta a la democracia

En 1981 la Jerarquía, en un Docu-mento ampliamente difundido y pon-derado, que va a incidir en todo sudiscurso y su actuar posterior, se ade-lanta a los hechos presentándose comodefensora y promotora de la democra-cia: “Sólo en el marco del estado de de-recho, se podrá construir la nación.Una nación se define como tal, por suestilo de vida, por sus verdades y valo-res, por sus hábitos e instituciones, queconfiguran su cultura. Esta origina laidentidad y la soberanía fundamentalde un pueblo.” 5¿Por qué no se esgrimieron estas pa-

labras en defensa de la vida, de los de-rechos, de la cultura, de lasinstituciones, etc., cuando estos valoreseran cercenados y pisoteados por aquelrégimen de facto?El documento justifica la inacepta-

ble teoría de los dos demonios, tan caraa sus autores: “…La violencia guerri-

llera enlutó a la Patria. Son demasiadaslas heridas infligidas por ella…Resultaimprescindible el discernimiento sobrelas fuentes que la alimentaron…paraevitar su resurgimiento, con su conse-cuente caudal de muerte, atropello e in-justicia…También se debe discernirentre la justificación de la lucha contrala guerrilla, y la de los métodos em-pleados en esa lucha. La represión ile-gítima también enlutó a la Patria. Sibien en caso de emergencia puedenverse restringidos los derechos huma-nos, estos jamás caducan y es misiónde la autoridad, reconociendo el funda-mento de todo derecho, no escatimaresfuerzos para devolverles la plena vi-gencia…” 6

La Jerarquía, como un observadorexterno, condena por igual a la guerri-lla y al accionar represivo, olvidandoque aquella fue un movimiento subver-sivo y este una acción del Estado na-cional, (además un régimenusurpador). Nunca un Estado puede re-currir a la muerte sin juicio a los cul-pables; ni respaldar violaciones,torturas, robos de bebés, secuestros ydesapariciones, en nombre de restituirel orden social; o frenar por la violen-cia lo que considera perjudicial para elbien común.

Ha irritado su invitación final a lareconciliación fundada en la verdad, lajusticia y el amor, omitiendo que paraacceder a ella es preciso el arrepenti-miento y la reparación de la culpa. Estacuestión que merece un tratamientomás profundo, en 1981 fue una pro-puesta decididamente inoportuna.

30 años de Democracia en Argentina

Page 29: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 27

Algunos documentos del Episcopadoen democracia

CEA7: Consolidar la patria con liber-tad y justicia, Mayo 1985.

LA DEMOCRACIA: “Consolidarnuestra patria en la libertad y la justiciaes tarea de todos. En 1981, en el docu-mento “Iglesia y Comunidad Nacio-nal”, propusimos la democracia comoel camino hacia la convivencia pacíficay legal en la Argentina; y hoy, a dos se-manas de la fiesta patria, lo repetimoscon mayor vigor, con el gozo de quie-nes se sienten recorriendo esa víaardua, que el pueblo supo elegir”(N°1).

¿Recién en 1981, después de seisaños de proscripción de la democracia,el Episcopado propone “la democraciacomo el camino hacia la convivenciapacífica y legal”? Suena a burla, comotambién que en 1985 digan “defende-mos la democracia…y en nombre de“el carácter sagrado de nuestra misiónde pastores”. La democracia no se hade defender en nombre de lo sagrado,sino por ser una conquista de la huma-nidad en su búsqueda de organizaciónsocial. También en el 85 esta reivindi-cación llega tarde.LOGROS: “La historia nos enseña

que muchas veces las grandes crisis delos pueblos han sido también sus gran-des oportunidades”. (N° 2)¿Acaso el pueblo desató la crisis del

76? ¿Cuándo el pueblo aprobó el usode crímenes de lesa humanidad: la tor-tura, las desapariciones, los robos depersonas, las cárceles clandestinas,etc.? ¿Qué significa hablar de “un cre-

ciente protagonismo del pueblo”, si laviolencia y el miedo impidieron eseprotagonismo y la Jerarquía no supodefenderlo?

Comisión Ejecutiva CEA, Los sucesosde Semana Santa, abril de 1987

Leemos: “Decíamos el 7 de mayode 1977: “La ley es el refugio y protec-ción de los débiles y desposeídos, ymetro para medir la actuación detodos” (N° 2).¿Cómo se condice esta afirmación

citada en 1987 pero pronunciada a unaño del golpe militar, siendo que la Je-rarquía aprobó a quienes suspendieronel legítimo ejercicio del gobierno y lanormal aplicación de las leyes? No escuestionable esta afirmación ante lossucesos del 87, pero es lamentable queno se haya obrado en consecuencia alpronunciar estas palabras una décadaatrás.Añade el Documento: “Consecuen-

tes con la doctrina de la Iglesia, y conla aspiración común del pueblo argen-tino, nos permitimos exhortar a quie-nes perseveren en una posturaincompatible con el legítimo orden,que recapaciten y sepan encontrar elcauce para el retorno a la normalidad…Reiteramos nuestro apoyo al ordenconstitucional del país, dentro del cualse deben buscar las soluciones para lasdistintas situaciones que preocupan yafectan la vida de grupos, sean grandeso pequeños, o de los problemas que elpaís todo debe enfrentar” (N° 3-4).

Estas palabras, diez años despuésdel golpe militar suenan a falta de co-herencia en una Institución que dice

Víctor Saulo Acha

Page 30: Tiempo Latinoamericano 96

28 • Tiempo Latinoamericano

tener una palabra imprescriptible.Suena a doble discurso dar ahora“apoyo al orden constitucional”, yhaber aprobado (o sido cómplice) delpensamiento y la actuación de los mi-litares.

Comisión Ejecutiva de la CEA. Lanueva ley de divorcio vincular, junio de1987La ley de divorcio fue aprobada por

el Senado en junio de 1987. Previa-mente la Jerarquía, representada por elobispo Ogñenovich inició una agresivacampaña con anuncios apocalípticossobre la destrucción de la familia, com-prometiendo en manifestaciones públi-cas a las instituciones religiosas ylaicales incluyendo alumnos de cole-gios católicos. Con posterioridad a laaprobación de la ley el Episcopado se-ñala: “… (recordando la convicción)de la Iglesia sobre el divorcio vincularestablecido en la nueva ley de matri-monio civil... expresamos hoy el pro-fundo dolor y tristeza queexperimentamos ante una ley quecreemos comprometerá seriamente elfuturo de la familia en la República Ar-gentina... (y como señala Juan PabloII)...la difusión del divorcio en una so-ciedad (irá) acompañada de una dismi-nución de la moralidad pública entodos los sectores”.Primero la Jerarquía ejerce presiónpara que no se apruebe la ley y luegosaca conclusiones difícilmente com-probables sobre la desestabilización dela familia y la disminución de la mora-lidad. El mensaje y las actitudes no sehacen cargo de que se vive en una so-

ciedad pluralista, donde se legisla nopara y desde una determinada posturaideológico-dogmática, que la Iglesiatiene derecho a mantener, sino para elconjunto de la sociedad. Tampoco setiene en cuenta la realidad de la familiaen la sociedad actual, sus nuevas for-mas de composición, otros criteriosrespecto a su estabilidad, etc. Y la dis-minución de la moralidad pública,también debe ser objeto de un serioanálisis que requiere mucho más queuna afirmación al paso, atribuyéndolaa la promulgación de una ley.

Mensaje con motivo de la finalizacióndel congreso pedagógico nacional,1988“... nuestro agradecimiento a todos losque de una u otra manera han tomadoparte en el Congreso Pedagógico Na-cional haciendo visible la presencia dela Iglesia, no tanto para defender sus

30 años de Democracia en Argentina

La trilogía, poder, privilegio y di-nero, no corrompió el ethos cris-tiano que se consolidó ydesarrolló en el pueblo cre-yente, pero contaminó hasta susraíces el ejercicio del poder. Dela misión centrada en el Reino,se pasa a la preocupación por laexpansión, el cuidado de las es-tructuras y la ortodoxia, y el in-terés por los privilegios delImperio.

Page 31: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 29

Víctor Saulo Acha

propias escuelas y posiciones, sinosobre todo para aportar propuestas cla-ras y coherentes en vistas al mejora-miento de la educación en laArgentina... queremos ratificar nuestrocompromiso de impulsar la pastoraleducativa en nuestras respectivas dió-cesis y regiones... (sin olvidar) a los ca-tólicos que frecuentan las escuelasoficiales y especialmente a los docen-tes que en ellas son testigos de su fe”.A diferencia de lo sucedido con la leyde divorcio, la Jerarquía alentó la par-ticipación activa y masiva de sus do-centes y colegios en el CongresoPedagógico. Elaboró nuevos documen-tos sobre la cuestión y se involucró enlas discusiones en todo el país.

Comisión Permanente de la CEA:CAMBIEMOS EL CORAZÓN, marzode 1990Dice al finalizar el Documento (N° 8)esta reflexión propia de una homilía enun Templo y no de un mensaje al pue-blo argentino en su conjunto (en elcuerpo del documento se dirige a losdiversos actores sociales del país):“Volvamos a Dios con nuestra oraciónfervorosa y confiada, acompañada deprivaciones voluntarias que nos permi-tan ayudar mejor a nuestros hermanos.Los días viernes han de recobrar parael pueblo cristiano, su carácter especialde penitencia, oración y solidaridadfraterna”.

Reitero, si en otro momento la Je-rarquía se equivocó (al menos) al res-paldar una dictadura genocida, en los90 se equivoca al pretender que unmensaje que es válido para su feligre-

sía, tenga que ser dirigido al conjuntode la sociedad. Sumado a esto, el do-cumento insiste en propuestas de cam-bio intimistas para solucionar losproblemas sociales que mencionacomo graves: crisis de dirigencia; ava-ricia, ambición desmedida, especula-ción, baja oferta de oportunidades detrabajo, ineficacia o falta de laborio-sidad; circunstancias económicas gra-ves; mujeres, niños y ancianos ensituación límite.Semejantes cuestiones necesitan un

más claro análisis político: ¿en quésectores de la sociedad se visualizanlos males, cuáles son sus causas, quie-nes los responsables de los mismos,etc.? Señalando que “la crisis es fun-damentalmente moral”, proponen “undefinido espíritu de conversión acom-pañado de una firme disposición al sa-crificio y al trabajo… (y) cambiar elcorazón…”. Nuevamente una pro-puesta para la feligresía y nuevamenteun recurso a la interioridad individual,sin análisis de las causas y de las con-secuencias sociales y políticas.

Comisión Permanente CEA.DIOSFUENTE Y SEÑOR DE LA VIDA,agosto 1990“La Iglesia, Pueblo de Dios y servi-

dora de los hombres, defiende en lavida el derecho fundamental del serhumano, sin el cual los otros derechosno existen…vuelve hoy a ser objeto dedebate la despenalización del abortovoluntario para casos determinados. LaIglesia entera quiere, una vez más,hacer oír su voz para defender la vidadesde el primer instante de la concep-

Page 32: Tiempo Latinoamericano 96

30 • Tiempo Latinoamericano

ción y afirmar, sin ninguna vacilación,que el aborto voluntario es un homici-dio. El ordenamiento jurídico no puededeclarar honesto aquello que se oponeal primordial derecho a vivir de todoser inocente”.

Comisión Permanente CEA. ENFAVOR DE LA VIDA, agosto 1994

“El tiempo en que vivimos…estádejándose invadir, sin embargo, pormodos de pensar y actuar que van con-figurando lo que llamamos una “cul-tura de la muerte”… varios países delllamado primer mundo han producidouna legislación favorable al aborto y ala eutanasia; la próxima ConferenciaInternacional sobre Población y Des-arrollo en El Cairo…prepara medidasdrásticas que atentan contra la dignidady la misma vida de las personas; yentre nosotros, alrededor de los debatespor la Reforma de la Constitución Na-cional, se escuchan voces a favor de lalegalización del aborto, en nombre deuna mal entendida libertad y defensade la mujer…(el no al aborto se fundaen) un principio de derecho natural, ac-cesible a la razón, fundado en la reali-dad del hombre y su dignidad, y que enconsecuencia, no es una verdad depen-diente de solas convicciones religio-sas”

No es posible en este espacio pro-fundizar sobre temas tan complejosmencionados en los dos documentosprecedentes. Solo digo que me parecenal menos simplistas hacer algunas afir-maciones sobre las cuales no se incluyeuna adecuada fundamentación y quehoy son motivo de profundos análisis.

Me refiero a expresiones como: elaborto voluntario es homicidio, la cul-tura de la muerte, el derecho natural yotras.

Los aportes desde el año 2000

En este nuevo siglo hay numerososDocumentos Episcopales, que no esposible comentar ahora. Solo una men-ción sobre “matrimonio igualitario” yluego citaré un documento sobre “ladoctrina social”. Obispos y diversos espacios católi-

cos se pronunciaron rechazando las ini-ciativas sobre el matrimonioigualitario, antes y durante el procesode tratamiento en la Legislatura. Lasargumentaciones se referían a que estaley contraría el “derecho natural”;mina las bases del matrimonio que esla formación de la “familia”; estasuniones carecen de “elementos bioló-gicos y antropológicos” para ser matri-monio; la institución matrimonial lofue en todas “las grandes culturas “;esta nueva institución mina “los pilaresbásicos” de la sociedad; y sería el de-sastre total que estas parejas puedan“adoptar hijos”.Una vez más, la Iglesia partió de sus

postulados dogmáticos sin profundizaradecuadamente en los elementos antro-pológicos, culturales, etc., en los quese ha avanzado últimamente. Nueva-mente no ha asumido que una cosa esel derecho de la Iglesia a proponer yhacer públicas sus iniciativas para susfieles y la pretensión de que el Estadolegisle desde sus postulados. Las unio-nes homosexuales existen, la homose-

30 años de Democracia en Argentina

Page 33: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 31

Víctor Saulo Acha

xualidad no es una enfermedad comose llegó a decir y los derechos de losciudadanos de esa condición deben seratendidos por las leyes nacionales.

Más allá de las consecuencias ne-fastas que se anunciaron, la ley está vi-gente, muchas parejas formalizanlegalmente su unión y nada extraño hasucedido.El documento Una luz para recons-

truir la Nación tiene 3 partes y señalaque la doctrina social se remonta aJesús y los Apóstoles. (Quiere) “mos-trar... los principios y valores (de) estadoctrina… (para) aplicarla al momentopresente”.

CEA. UNA LUZ PARA RECONS-TRUIR LA NACIÓN, noviembre 2005El origen de la Doctrina social de laIglesia

“…el anuncio del Evangelio apli-cado a la vida social… es lo que sellama Doctrina Social de la Iglesia. Di-mana del Evangelio, pero no es un de-rivado menor del mismo. Es elEvangelio de Jesucristo aplicado...”.

II. Cinco Principios Básicos de laDoctrina Social

1° El bien común: “De la dignidad,unidad e igualdad de todas las perso-nas, deriva, en primer lugar, el princi-pio del bien común, al que debereferirse todo aspecto de la vida socialpara encontrar plenitud de sentido…”

2° El destino universal de losbienes: “…del bien común, deviene elprincipio del destino universal de losbienes:

“… (Ante) la crisis del…2001...:cuál es la responsabilidad que les cabe

a las autoridades políticas... a losdemás sectores de la sociedad,…a losempresarios y sindicalistas,…a los quese profesan cristianos, por no haberpercibido suficientemente el empobre-cimiento (que hirió) gravemente la dig-nidad de tantos hermanos yhermanas… (como)…la ausencia deun trabajo digno y estable… el difícilacceso a la tierra…

3° La subsidiaridad: “todas las so-ciedades de orden superior deben po-nerse en una actitud de ayuda…respecto de las menores... Este princi-pio... ha sido abandonado muchasveces… (por) un estatismo creciente…un voraz liberalismo…”

4° La participación: “Es una con-secuencia característica de la subsidia-ridad,... ¿Cómo luchar paratransformar la pasividad... en partici-pación democrática?...”

5° La Solidaridad: “La solidaridadconfiere particular relieve a la… socia-bilidad…a la igualdad de todos…al ca-mino común… hacia una unidad cadavez más convencida…

Señala formas de insolidaridad:…el crecimiento… de la desigualdad…el debilitamiento de la cultura del tra-bajo…los reclamos no atendidos yhuelgas desproporcionadas…”

III. Cuatro Valores Fundamentales“...La relación entre principios y valo-res es… (y estos) Son esencialmente:la verdad, la libertad, la justicia, elamor”

La DSI comienza con la EncíclicaRerum Novarum de León XIII en1981. Aborda la “cuestión obrera” ydesde entonces esta enseñanza tomó

Page 34: Tiempo Latinoamericano 96

32 • Tiempo Latinoamericano

diversas cuestiones referidas a lo eco-nómico, político, social, cultural.Para algunos analistas8, la DSI pre-

tende resolver las problemáticas de lahumanidad, colocándose por encima ypor fuera de toda otra opinión, ape-lando a su doctrina “inmutable”, pro-nunciándose contra el comunismo y elsocialismo y solo recientemente obje-tando al capitalismo.

El presente documento aborda demanera sistemática la problemática Ar-gentina del 2000. ¿Fue en el 2005 “unaluz para reconstruir la Nación”?

Una breve reflexión final

Advertencias, expresiones casi apo-calípticas, amonestaciones, afirmacio-nes cuestionadoras, posturasintransigentes y una razonable valora-ción de logros y realizaciones, son algodel eco que en general producen losdocumentos en los años de la democra-cia. En una lectura completa de losmismos encontramos aportes valiosospara el creyente, para las comunidadescatólicas y aún para cualquier lector. Es claro su fuerte acento confesional

lo cual no es objetable, pero aten-

diendo a la totalidad de estudiosos ca-tólicos teólogos, biblistas, moralistas,filósofos, sociólogos, politólogos,tanto laicos como eclesiásticos, es le-gítimo reclamar a la Jerarquía miradasmás amplias que las publicadas desdelos 80; más apertura al diálogo con lacultura actual; mayor escucha de otrosinterlocutores.

Decía Pablo VI “La ruptura entreEvangelio y cultura es sin duda algunael drama de nuestro tiempo” 9 y la Igle-sia, para un diálogo sano, debe aban-donar su postura de hablar siempredesde arriba y desde afuera, y escucharlas preguntas antes que ofrecer siempresus respuestas.

Pero “Iglesia” no es solo la Jerar-quía, y en estos 30 años de democraciahan continuado creciendo en las basescatólicas nuevos espacios y colectivoscomprometidos seriamente con diver-sas problemáticas y muchos, desde susconvicciones creyentes, se han inte-grado con otros actores sociales porfuera de las estructuras. Una realidad yuna esperanza que “crece desde el pie”.Esperamos el día en que también susvoces sean escuchadas sin condiciona-mientos ni censuras.

30 años de Democracia en Argentina

1 Ver Saravia Mariano, Genocidios argentinosdel siglo XX, Raíz de Dos, Córdoba 2011.2 Muleiro Vicente, 1976. El Golpe civil, Planeta,Bs. As. 2011, pg. 24-25 (el resaltado es mío)3 CEA Carta Pastoral, mayo 1976.4 Ver Muleiro Vicente, op cit., pg. 42-43. Vertambién Mignone Emilio F., Iglesia y dictadura.El papel de la Iglesia a la luz de sus relacionescon el régimen militar, Ed. del Pensamiento Na-

cional, Bs. As., 1986.5 CEA Iglesia y Comunidad Nacional, mayo de1981, N° 79.6 Ibíd., N° 33.7 CEA: Conferencia Episcopal Argentina8 Ver Ezcurra, Ana María La doctrina social dela Iglesia. Un reformismo antisocial, Ed. Nue-vomar, México 1986.9 Evangelii Nuntiandi (EN) 20.

Page 35: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 33

I) Introducción

Hablar sobre Democracia, Religióny Derechos Humanos (en adelanteDDHH) - en nuestro caso específica-mente desde la tradición cristianaevangélica y/o protestante metodista enArgentina- es un tema que creemos ne-cesita ser debatido y revisado en la ac-tualidad. En primer lugar, porque frente a éste

tema las iglesias cristianas1 aún no handesarrollado una profunda reflexión.Por el momento existen más reaccio-nes intuitivas que una comprensiónamplia y fundamentada del mismo. In-cluso reconociendo como muchos lohan hecho desde la sociedad civil, queun gran aporte de tradiciones religio-sas, de algunas iglesias cristianas y sec-

tores dentro de ellas, ha sido su com-promiso con los DDHH durante la úl-tima dictadura militar y en lareconstrucción democrática. En se-gundo lugar, porque en nuestro con-texto latinoamericano signado por elneoliberalismo y sus nefastas conse-cuencias, mal se puede hablar de de-mocracia y de política sin referirse a lalucha por los DDHH. Por último, losDDHH definidos en un número de de-claraciones, acuerdos y convenios in-ternacionales que la mayoría denuestros países latinoamericanos hansuscrito, son a la vez testimonio de unaconciencia humana universal que seabrió y abre paso y desafía al Estado ensus estructuras política, social y econó-mica. El presente ensayo se inscribedentro de la necesidad de que las tradi-

El aporte de la religióna la construcción democrática. Derechos Humanos y Fe cristiana en los desafíos actuales.

Pablo Guillermo Oviedo *

* Presbítero de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina en Córdoba. Licenciado en Teología por el ISEDET(Bs. As.), estudió Historia en la Universidad Nacional de Córdoba y enseña Teología en diversos espaciosecuménicos.

Page 36: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano34

30 años de Democracia en Argentina

ciones religiosas presentes en nuestraquerida Córdoba, reflexionemos sobresu responsabilidad y participación po-lítica-social y es un modesto aporte enla búsqueda de la fundamentación yclarificación teológica de esa defensade la vida que Dios ha regalado almundo desde la mañana de la creación.Y responde a la visión que algunoscristianos, compañeros de este camino,venimos planteando: “Tal vez sea éste uno de los desafíos

más importantes a encarar: buscar de-finir el perfil del servicio al que lasiglesias y religiones son llamadas a daren esta nueva etapa de la conformacióndel mundo social y económico, y co-menzar a generar pensamiento y análi-sis teológico sobre los datos de estanueva realidad”.2

Esperamos que estas modestas re-flexiones teológicas contribuyan enestos 30 años de democracia en Argen-tina, al debate que necesitamos comoreligiones en diálogo por la paz y lavida en plenitud en nuestro país.

II) Hacia una teología de la Vidacomo aporte a la democracia

Desde la tradición protestante a laque pertenezco, se hace una distinciónentre el ámbito de la comunidad reli-giosa y la sociedad civil, tratando derespetar la libertad de la sociedad paraorganizarse y tomar sus propias deci-siones. A estos ámbitos -aunque funcionan

en forma diferente- los entendemoscomo incluidos en el propósito creadory redentor de Dios. Y el cristiano, tiene

no sólo el derecho, sino la responsabi-lidad de expresar, dentro de la socie-dad, ese propósito de amor, de justicia,de verdad, de solidaridad que es laesencia misma de la fe. Por otro lado,la pretensión de cualquier ideología,doctrina, política o interpretación eco-nómica de declararse absoluta, defini-tiva e inmutable y exigir ser aceptaday obedecida como tal no puede menosque aparecer a los ojos del creyentecomo soberbia que se atribuye un de-recho que sólo a Dios le corresponde ouna idolatría que pretende ocupar ellugar de Dios. Por otra parte, sería muy fácil mos-

trar, partiendo de la misma Biblia he-brea y cristiana que tratamos de seguir,que la preocupación por la dignidaddel trabajo, por la solidaridad humana,por la condición del pobre, lejos de seruna intromisión en “territorio” ajenoson de la trama misma de la fe, derivandel propósito creador y redentor deDios y forman parte inseparable de lafe, y que estaríamos traicionándola silo negáramos o descuidáramos. Casicada página de la Biblia nos convoca aconsiderar el tema. Si sólo miramos lostres primeros capítulos, ya encontra-mos nuestro tema: Génesis 1, la crea-ción, la dignidad del ser humanocreado a la imagen de Dios para admi-nistrar y desarrollar la totalidad de loque Dios ha creado; Génesis 2, el serhumano convocado a trabajar, a produ-cir, a cuidar la tierra y Génesis 3, la cri-sis cuando el “ganadero” Caín quierecompetir con el “agricultor” Abel paraconquistar el favor de Dios. ¡Y terminaasesinando al hermano! La dignidad

Page 37: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 35

Pablo Guillermo Oviedo

del ser humano, la solidaridad, el cri-terio de la justicia al pobre como me-dida de un buen gobierno recorre laspáginas de la Biblia desde la creación,la ley dada por Dios, la protesta de losprofetas contra la injusticia, la obra yel mensaje de Jesús. Dos criterios evalúan a los reyes en

el Libro de Reyes y Crónicas: el pri-mero de orden religioso -si ha mante-nido la fe en Dios-. Y el otro es deorden social: si ha protegido a los másdébiles: “el huérfano, la viuda, el ex-tranjero, el pobre”. Si lo ha hecho, fueun buen gobierno, un gobierno “segúnel corazón de Dios”. No sería un malcriterio para juzgar a un gobierno altérmino de su mandato: “¿Cómo le fueal pobre, al desprotegido, al débil, bajoeste gobierno?”! Así sabríamos másclaramente si debemos o no reelegirlo. Defender la vida es la tarea que algu-nas iglesias han ido comprendiendo ymadurando- con resistencias y ambi-güedades- como parte fundamental desu vida y misión en estas tierras. Pero ¿qué es la vida? Las respuestas

no son obvias ni insignificantes ysegún entendamos la vida, entendere-mos nuestra responsabilidad y nuestratarea. Hablar de una teología de la vida no

puede reducirse a una moda o panfletoteológico, más cuando gran parte delprotestantismo latinoamericano- desdedonde hablamos- en sus interpretacio-nes en relación a ella han sido confu-sas, reductivas o parciales y han tenidograves consecuencias en nuestra doc-trina y en nuestra práctica3.

Por otro lado, de ninguna manera

puede confundirse una teología cris-tiana de la vida con todo tipo de filo-sofías y teologías vitalistas que hanaparecido en diferentes épocas, y másteniendo en cuenta que la Vida es unanoción polisémica que puede ser com-prendida y utilizada con diferentes ni-veles de significado y diferentespropósitos

Para comenzar a articular un dis-curso de la fe en defensa de la vida yde los derechos humanos son necesa-rias algunas pistas bíblicas4, a saber:-La vida es siempre un don de Dios.

Esto lo vemos claramente en la crea-ción. Es interesante que los relatos delGénesis, a diferencia de otras historiasreligiosas, no ofrecen gran especula-ción acerca de cómo fue creada la vida,pero sí muestran una permanente afir-mación de que toda la vida proviene deDios. Y esto no significa solamenteque la vida se origina en Dios sino queDios es una permanente fuente y crea-dor de vida, un re-creador y restaura-dor de la vida.

-La vida abarca la totalidad de lacreación: humana, animal, vegetal, eimplícitamente toda la creación comosostén de la vida. Es por esto que, undiscurso teológico de la vida no puedeen manera alguna descuidar, subordi-nar o pasar por alto la estructura mate-rial que sostiene toda la vida. Lovemos en las instrucciones sobre el usode la tierra que debe descansar, no debeser abusada y el respeto por el pobre,cuya vida debe ser defendida, las cua-les vienen de la mano. Estas leyes deljubileo proveen un marco para com-prender la relación entre ecología y

Page 38: Tiempo Latinoamericano 96

36 • Tiempo Latinoamericano

economía, que resulta significativa yrelevante en la actualidad. -La vida humana no debe ser enten-

dida como una simple subsistenciasino como una plenitud en la que se in-tegran todas las dimensiones; como unproceso permanente, una tensión entrelas diversas formas de amenaza de lavida y el propósito de Dios que siem-pre es de bendición y salud. Esta con-cepción prohíbe toda separación entreuna vida “inferior” material y una “su-perior” espiritual.

-Esta plenitud de vida, que abarcatodas sus dimensiones, no se ve nuncaen la Biblia, como una adquisición in-dividual sino que las personas hallansu plenitud en la salud, en el bienestarde la comunidad.

-La vida es un don de Dios en elcontexto de un pacto que comprometeal ser humano como socio o colabora-dor de Dios con la paz y la justicia. Enel Antiguo Testamento es significativala conexión entre los conceptos de jus-ticia con los de paz y misericordia, enel sentido de que no puede haber paz yvida plena-shalom- sino se da concre-tamente en las relaciones y actitudes demisericordia y justicia. El pobre y des-protegido, los pequeños del pueblo sonla medida de salud, de desarrollo de lanación; era el anuncio de los profetas-que Jesús asumió y radicalizó en suvida y mensaje.-Ya en el Nuevo Testamento, encon-

tramos que en Jesucristo, la promesa yel don de la vida, a la vez que conser-van la totalidad de todo el testimoniobíblico, se les agrega una dimensiónuniversal y eterna. La enseñanza y

práctica de Jesús deja muy en claro quela vida -o vida del Reino- que él pre-dica y ofrece mantiene la misma uni-dad de persona y comunidad, espiritualy material, presente y eterna que se ex-plicita en el AT. Toda su vida y su mi-nisterio han inaugurado un nuevotiempo de vida abundante para todos ypara siempre.-Por último, en este breve recorrido

bíblico podemos afirmar que tanto lateología paulina como la juanina hansido frecuentemente utilizadas parajustificar las dicotomías, que en la pro-clamación del evangelio especialmenteen América Latina, desde el siglo XV,han hecho del evangelio una aliado dela explotación y la muerte. La vida ad-jetivada como cristiana, eterna y ver-dadera debía entenderse comoindividual-en contra de lo social-, es-piritual-opuesto a lo material-, y eterna-en contraposición a la vida presente-.Los argumentos venían y vienen vesti-dos de los ropajes de la ortodoxia, fun-damentalismo, pietismo, liberalismo oexistencialismo, teniendo el mismoefecto alienante. Existe una amplia in-vestigación bíblica5 que afirma quetanto Pablo como Juan son testigos deuna novedad fundamental, introducidapor Jesús: las buenas nuevas de que lavida plena que Dios quiso para suscriaturas desde la fundación del mundoestá ahora disponible en este nuevo díainaugurado por la muerte y resurrec-ción de Jesucristo. Para Pablo esto esposible por la obra del Espíritu Santoque Dios nos ha enviado sobre toda lacreación para hacer nuevas todas lascosas: un poder que puede y debe verse

30 años de Democracia en Argentina

Page 39: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 37

Pablo Guillermo Oviedo

obrar anticipadamente en la comuni-dad de fe, en la iglesia. Los frutos y losdones de ese Espíritu generan una cua-lidad de vida, una comunión cuyosigno visible es la mutua solidaridadque abarca la totalidad de la vida y su-pera todas las barreras de cultura, raza,condición social y género. Es ciertoque Pablo, por razones históricas yteológicas no ve las estructuras histó-ricas por medio de las cuales los anti-cipos de esa vida pueden serorganizados para todos. Pero es claroque la “lógica de la nueva vida enCristo” es incompatible con la lógicade poder, dominación e injusticia delmundo, del exclusivismo legalistajudío o del imperio romano.Y para Juan la vida es el tema centralde sus escritos. La vida abundante(Jn.10:10) es la vida de Jesús a la cualsomos incorporados. Creer es afe-rrarse a esa vida, la vida misma deDios que ha tomado carne humana enel mundo, a fin de destruir las obras delmundo de las tinieblas, de la mentira yla muerte. El centro de esa nueva vidaen la que somos asumidos es el amorcomo dinámica que se hace carne en lavida comunitaria, en hacernos próji-mos del otro en humilde servicio,siendo el nuevo mandamiento: el amarcomo EL nos ha amado (Juan 15:12).Porque según las enseñanzas de Jesús,a los que decimos ser religiosos, lo quese nos preguntará en el juicio final serási nos ocupamos de los presos (que enese entonces lo eran mayormente pordeudas), si dimos de comer al ham-briento, si vestimos al desnudo. Y si nolo hicimos, por más hermoso que haya

sido nuestro culto y por más cuidadosaque haya sido nuestra doctrina, la sen-tencia es: ¡No os conozco, fuera deaquí malvados! Cuando los “religio-sos” nos metemos en estos temas, noestamos alejándonos de las cosas espi-rituales: por el contrario, no hay “espi-ritualidad” sin amor, sin compromisohumano, sin justicia.

III) Fe cristiana y Derechos Huma-nos

Si tenemos en cuenta que lo nodal queextraemos del testimonio bíblico es elllamado a la responsabilidad por lavida, éste toma como uno de sus nú-cleos centrales el tema de los derechoshumanos. Allí donde hay vida humanahay un derecho inapelable a la vida yno por ser meramente una ley humanasino un mandato del Dios del pacto quenos invita a ser sus colaboradores en lapromoción de la vida. Lo que Dios nos

La dignidad del ser humano, lasolidaridad, el criterio de la jus-ticia al pobre como medida deun buen gobierno recorre laspáginas de la Biblia desde lacreación, la ley dada por Dios,la protesta de los profetas con-tra la injusticia, la obra y el men-saje de Jesús.

Page 40: Tiempo Latinoamericano 96

encarga es la defensa y responsabilidadhistórica- con medios históricos- de la“plenitud de vida”, su acceso a la ri-queza del mundo, a la posibilidad decrecimiento integral en forma personaly comunitaria; que responda a la dig-nidad de su imagen divina.

Ahora bien, cuando analizamoscómo se ha relacionado históricamentela fe cristiana con el desarrollo de laconciencia de los derechos humanos,podemos afirmar que las iglesias nosiempre han cumplido un papel posi-tivo. Lo que hoy llamamos derechoshumanos- como fueron definidos hacemedio siglo por la ONU- es el resul-tado de un largo proceso, desarrolladoprincipalmente en Occidente, dondehan operado diversas fuerzas económi-cas, políticas, culturales, ideológicas,etc. O como lo entiende el Dr. W. Vi-llalpando: “De las crisis del siglo XX,y luego de la peor de todas que produ-jeran las grandes potencias, la sociedadhumana produjo una suerte de testa-mento, fundado en la toma de concien-

cia adquirida luego de la crisis de la se-gunda guerra mundial, voluntad que seha comenzado a ejecutar y que debeproseguir ejecutándose en el SigloXXI. Frente al desbarrancamiento devalores, la Declaración formula unaética coherente, producto de la expe-riencia traumática de miles de años, ex-periencia que debe ahora servirnosporque por algo los seres humanos es-tamos dotados de memoria”.6

En esta línea de considerar la De-claración como un logro de la humani-dad en su recorrido histórico, NorbertoBobbio reconoce que la misma “repre-senta la conciencia histórica que la hu-manidad tiene de sus propios valoresfundamentales en la segunda mitad delsiglo XX. Es una síntesis del pasado yuna inspiración para el porvenir, perosus tablas no han sido esculpidas deuna vez para siempre”.7

Los derechos humanos como con-ciencia moral del siglo XX no necesa-riamente son derivados exclusivos dela fe cristiana y menos aún que se

• Tiempo Latinoamericano38

30 años de Democracia en Argentina

Foto: Hugo Mamani

Page 41: Tiempo Latinoamericano 96

Pablo Guillermo Oviedo

Tiempo Latinoamericano • 39

deben al pensamiento y la práctica delos cristianos, sino que la comprensiónque hoy tenemos como cristianos es re-sultado de ese proceso histórico am-plio de occidente, donde el aporte dela fe cristiana -entre otros - colaboróen la formación de esa conciencia. Así las cosas, la primera vez que los

cristianos se confrontaron en formapráctica y existencial con el problemade los derechos humanos fue en eltema de la libertad religiosa. Desde elcristianismo primitivo se defendió laautonomía de la esfera religiosa frentea las demandas de los poderes políticosdominantes. Luego de ser, primero per-seguida por el Imperio Romano, pasóa ser permitida, oficializada y final-mente exclusiva. Pero la tensión entrela imposición de la religión políticacon el carácter eminentemente libre delacto de fe, llevó a la solución de lateología medieval en el concepto deTolerancia, tal como Tomás de Aquinolo define. Así y todo, a pesar de las am-bigüedades y contradicciones debemosregistrar estas dos contribuciones bási-cas a la historia de la libertad: la liber-tad del acto de fe y la limitación de lacompetencia del Estado en temas reli-giosos.

Por otro lado, cuando examinamosen el siglo XIX la lucha por los dere-chos del ciudadano, vemos claramentetanto en la Revolución Francesa y suDeclaración de los derechos del Hom-bre y del ciudadano (27 de agosto de1789) como en la Declaración de Inde-pendencia de los EE UU trece añosantes, los cuerpos políticos no otorgan

esos derechos sino que los reconoceny proclaman. ¿Cuál es la fuente de losmismos? En la primera, la naturaleza,pero el trasfondo religioso se hace ex-plícito cuando se dice que esos dere-chos son sagrados; en la segunda(EEUU) el origen divino es explícito:los derechos son dados por el Creador.Cuando comparamos los dos docu-mentos una cosa se hace clara: la inter-penetración de dos interpretacionesideológicas, que a veces corrieron pa-ralelas, a veces juntas, desde el se-gundo siglo: un humanismo idealistade origen griego y la tradición profé-tica hebreo-cristiana. Estas dos tradi-ciones influyeron para generar unanueva conciencia, una nueva auto-comprensión del ser humano. Aunquelos derechos humanos se definen enese momento desde la perspectiva delindividualismo del pensamiento mo-derno con una primacía de la dimen-sión económica, las libertadesmodernas son hijas del matrimonio dela fe cristiana y el humanismo helénicoclásico. Y aunque a las iglesias no lesfue fácil reconocerlas como tales, hayuna cierta continuidad entre el reclamocristiano de la libertad del acto de fe yel moderno de la libertad de concien-cia. Por ello, el protestantismo desde laReforma participó en el proceso histó-rico que dio a luz a la sociedad mo-derna con sus libertades. En AméricaLatina esto fue decisivo: la lucha porla libertad religiosa y por consiguienteel apoyo a las fuerzas que luchaban porlas libertades modernas fue caracterís-tico de los evangélicos latinoamerica-nos desde el comienzo. Por otra parte,

Page 42: Tiempo Latinoamericano 96

40 • Tiempo Latinoamericano

el catolicismo romano a partir del Va-ticano II comenzó a reconciliarse conlas libertades modernas y sus valores,y comenzó a articular desde su pers-pectiva, los derechos humanos. Asíhemos tenido en América Latina y enArgentina sectores proféticos, que ani-mados por la teología de la liberaciónhan hecho grandes contribuciones a laconstrucción de ciudadanía y en de-fensa de los DDHH.9 Cuando recono-cemos este origen común de laslibertades modernas podemos explorarel elemento cristiano en ellas, lo quehace una base firme para que el cristia-nismo continúe defendiendo los dere-chos humanos.

IV) El desafío actual: ´´Los derechosdel pobre y de la Tierra como ejes deuna nueva ciudadanía democrática”.

Hay un tercer momento en la luchapor los derechos y que varios sectoresdel cristianismo han enriquecido yapoyado y es el de la libertad o dere-chos de los pobres. Serían los derechoseconómicos, sociales y culturales delos arts. 22 a 27 de la Declaración Uni-versal. Responde a las masas ham-brientas, explotadas y discriminadasdel Tercer Mundo. La relación de loscristianos y las iglesias a esta nuevafase de la búsqueda humana tambiénha sido diversa y no exenta de ambi-güedades. En ciertos sectores del pri-mer mundo hubo resistencias y enmuchos casos la lucha por los derechosde los pobres se llevó a cabo bajo elimpulso de ideologías que rechazabany denunciaban a la religión como me-

canismo de dominación social y eco-nómica. También, muchos cristianoshan descubierto en su fe una basecomún para esa lucha, donde llevó aldescubrimiento entre otras cosas, de latradición profética de la fe judeo-cris-tiana tan proclamada por la teología la-tinoamericana de liberación. Estadimensión de la fe cristiana caló hondoen la conciencia de muchísimos cris-tianos-católicos y protestantes- en losúltimos cuarenta años, cuando desper-taron a la situación socio-política yeconómica de nuestros pueblos.

Por eso, la búsqueda de una baseteológica se ha movido en la direcciónde asegurar una plataforma firme parala universalidad de la dignidad y el de-recho humano. Como lo hemos visto,las doctrinas de la creación y la reden-ción cristianas han sido la base de este

30 años de Democracia en Argentina

...la posibilidad de la democra-cia y una nueva ciudadaníaemerge hoy por primera vez aescala global. Aunque amena-zada por la voracidad del impe-rio neoliberal, algunos filósofospolíticos proponen recuperar alamor- en el entendimiento de latradición judía y cristiana-,como el poder constituyente dela multitud, de la nueva ciuda-danía democrática global.

Page 43: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 41

Pablo Guillermo Oviedo

pensamiento teológico. El ser humanocomo creación e imagen de Dios tienedignidad como administrador y defen-sor designado por Dios; la unidad de laraza humana constituye un trampolínpara afirmar el derecho de todos (luchacontra el apartheid, racismo, ma-chismo, etc.). Por otro lado, la Encar-nación, el amor universal de Dios enJesucristo indica un compromiso defi-nitivo de Dios mismo con la humani-dad, con cada ser humano y con todala creación. Afirma Leonardo Boff :“La Tierra es el gran pobre que debeser liberado junto a sus hijos e hijascondenados.” 9Este significado universal de la obra

de Jesucristo es resignificado deacuerdo a la interpretación de los dere-chos del pobre, no restringido a ellos,pero sí definido e ilustrado en la prio-ridad concreta de los “ausentes de lahistoria”-como gusta decir a GustavoGutiérrez-, de los pobres, protagonistaspreferidos de su Reino. Pero hay quedecir que esta herencia de la fe cris-tiana los cristianos y las iglesias reciéncomienzan a redescubrirla y a recla-marla en esta nueva etapa de la histo-ria, cuando son impulsados a ello pormovimientos que no siempre acompa-ñaron.

Es interesante que varios autoresafirmen que la posibilidad de la demo-cracia y una nueva ciudadanía emergehoy por primera vez a escala global.Aunque amenazada por la voracidaddel imperio neoliberal, algunos filóso-fos políticos proponen recuperar alamor- en el entendimiento de la tradi-ción judía y cristiana-, como el poder

constituyente de la multitud, de lanueva ciudadanía democrática global.Dicen: “Necesitamos recuperar la con-cepción pública y política del amor,común a las tradiciones premodernas.El cristianismo y el judaísmo, porejemplo, conciben el amor como unacto político que construye la multi-tud”.10 Pero si el rescate del amor comobase de la acción democrática y polí-tica es auténtico, no podrá dejar de ladola tensión unidad-diversidad, las rela-ciones intersubjetivas de los ciudada-nos, pero por sobre todo deberáatender el reclamo del excluido, de lano persona, en esta democracia globalregida hoy por el capitalismo finan-ciero. Ese es el desafío, lo que está enjuego es la construcción de una nuevademocracia, no funcional al capita-lismo financiero de libre mercado (fo-mentado por sus medios decomunicación aliados).Una nueva de-mocracia que necesita consolidarsecon la incorporación y participaciónde todos, de las minorías y de las ma-yorías. Como gusta decir al teólogoNéstor Míguez, “pasar de la democra-cia a la laocracia”. Del pueblo libre,culto y urbano de la tradición griegaal pueblo-multitud de las afueras, delos esclavos, los necesitados que avan-zan socialmente en el reclamo por susnecesidades hasta apoderarse de he-rramientas políticas que les permitandisputar la distribución de las rique-zas.

V) Conclusión

Si este breve itinerario del desarrollo

Page 44: Tiempo Latinoamericano 96

42 • Tiempo Latinoamericano

de los derechos humanos como basepara el fortalecimiento de la democra-cia sirve para algo, me parece que espara tomar conciencia de la relaciónentre la búsqueda humana por la liber-tad, la justicia y en este caso la fe cris-tiana. Y es por esto que no podemoshablar de una “doctrina cristiana de losderechos humanos”11 sino más bien deun desarrollo en el que la experienciade la humanidad estimula a los cristia-nos a explorar las fuentes de su fe y re-descubrir en ella una riqueza para elcompromiso con la vida. Este procesono es independiente de las condicionessociales, económicas, culturales de loscristianos, por ello se comprenden enparte las tensiones, ambigüedades yhasta contradicciones en la doctrina yespecialmente en la práctica de losmismos en relación a los derechos hu-manos.12Pero, por otra parte, es posible dis-

cernir en todo este proceso, un ethoscultural que tiene que ver con la mani-festación de Dios en su acción y su lla-mado, que nos mueve en la direcciónde la lucha por una mejor vida humanay de la creación toda13, por la búsquedade las mejores posibilidades materialesy espirituales para la persona humanay la sociedad. Esa conciencia, debe se-guir siendo un factor positivo que ofre-cemos como religiones, en nuestraparticipación política y social madura;que continúa siendo una materia pen-diente en nuestros pueblos latinoame-ricanos. Ya que como plantea elteólogo católico Hans Küng: “Sin diá-logo entre las religiones no habrá pazen la Tierra”14. Y creo que el esfuerzo

de valorar el aporte de cada religión esfundamental a los fines de motivar a lasociedad a vivir en el diálogo, el res-peto y el pluralismo. Esto es lo primeroque ofrecemos a la sociedad en materiade DDHH: respetarnos mutuamente. En medio de los dolorosos procesos

de exclusión generados por el neolibe-ralismo global, Dios está llevando acabo su gran obra de transformación dela vida en cada rincón de nuestras so-ciedades, y desde allí nos sigue lla-mando a ser parte de esa obra. Lacomunidad religiosa tiene una concep-ción de las relaciones humanas, nacidade la fe, que se realiza en la participa-ción, la solidaridad y el bien común. Esesa concepción la que puede y debeofrecer a la sociedad, no como imposi-ción, sino como contribución a la for-mación de una ‘conciencia social’.Como algunos han llamado el rol ‘pre-político’ de la comunidad religiosa:participar en el fortalecimiento de unasociedad civil -que creará sus propiasorganizaciones y formas de expresión-, consciente, activa, que integre y po-tencie los sectores desprotegidos de lasociedad y cree conciencia en otrossectores que asuman también la bús-queda de los necesarios cambios. Asíanticiparemos el nuevo cielo y lanueva tierra (Apocalipsis 21:1-5) queesperamos activamente, porque otravida es posible.

¿Qué podemos proponernos comotradiciones religiosas?- En primerlugar realizar una autocrítica sobrenuestro papel histórico en el país y serhumildes en reconocer nuestras ambi-güedades y faltas en la defensa de la

30 años de Democracia en Argentina

Page 45: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 43

vida y de la democracia. Promover ycapacitar para la defensa de los Dere-chos Humanos y la democracia desdeuna perspectiva ecuménica, interreli-giosa, solidaria e integral. Y ejercer unafunción crítica y profética en la socie-dad, y ante el Estado denunciando y re-sistiendo todo atropello al ser humano,junto a otros movimientos, trabajandode este modo en la construcción de unademocracia real y no solo formal.

OTRA VIDA y otra democracia ESPOSIBLE... Él sigue diciendo como laparábola del juicio final (Mateo 25:31-46) cuando le preguntan “Señorcuándo te vimos hambriento, des-nudo..., y Él afirma. “Cuando lo hicie-ron con algunos de estos mis hermanospequeños, a mi me lo hicieron” Mateo25: 40.

1 Me concentraré en el aporte de las iglesias cristia-nas, no porque no sea importante el aporte de lasdemás tradiciones religiosas en Argentina, sino por-que excede a mi conocimiento profundo de las mis-mas y por obvias razones de espacio. 2 ANDIÑACH Pablo - BRUNO Daniel, Iglesias Evan-gélicas y Derechos Humanos en la Argentina, Ed. LaAurora, Bs. As., 2001.p.110. Pero ya en la décadadel 80 se sistematizaba sobre DDHH, en ANDIÑACHPablo “Derechos Humanos. Meditaciones desde latarea”, en Fe, compromiso y teología. Isedet, Bs. As.,1985.p.53.3 Ver MÍGUEZ BONINO José, Rostros del protestan-tismo latinoamericano, NC, Bs. As., 1995, p. 46.4 Ver MEZZACASSA Florencio, Una visión Bíblica delos Derechos Humanos, Ed. MEDH, Bs. As., 1985(un material sintético y didáctico). 5 Ver MÍGUEZ Néstor y MÍGUEZ BONINO José,Para que tengan vida, Encuentros con Jesús en elevangelio de Juan, IMU, New York, 1990. Y RevistaRIBLA nº 20: Pablo de Tarso. Militante de la fe, variosartículos, Quito, RECU-DEI, 1995.6 VILLALPANDO Waldo, De los Derechos Humanosal Derecho Internacional Penal, Ed. UCES, Bs. As.,2000.p. 87-88.7 VILLALPANDO, op.cit., p. 37.8 Mencionamos como ejemplo las comunidades debase, el movimiento de sacerdotes por el tercermundo y los sectores liderados por Mons. Romero

en el Salvador, el Obispo Angelelli y tantos otros enArgentina. 9 BOFF, Leonardo, Ecología: grito de la tierra, gritode los pobres, Lumen, Bs. As., 1996, p. 6. 10 HARDTMichael, NEGRI Antonio, Multitud. Guerray democracia en la era del Imperio, Debate, Bs. As.,2004, p.399.11 Esta visión modera aquella que anuncia que losderechos humanos han sido establecidos directa-mente por la Biblia, y fueron aplicados y reconocidosdesde la misma escritura de la Biblia. Ver MÍGUEZBONINO José, Poder del Evangelio y poder Político.La participación de los evangélicos en la política enAmérica Latina, Kairós, Bs. As., 1999. p. 110. 12 ANDIÑACH Pablo - BRUNO Daniel, Iglesias Evan-gélicas y Derechos Humanos en la Argentina, Ed. LaAurora, Bs. As., 2001, p.155.13 La dimensión ecológica es ya otro gran tema teo-lógico que debe madurar en la defensa de la vida.El tema del desmonte y el uso de los agrotóxicos ennuestra provincia y ciudad es un tema desafianteentre nosotros. 14 Ver: KÜNG Hans, Lo que yo creo, Trotta, Madrid,2011, p. 231: “No habrá paz entre las naciones sinpaz y diálogo entre las religiones, para ello es nece-sario criterios éticos globales para nuevas relacionesinternacionales, si no nuestro planeta no sobrevi-virá.”

Pablo Guillermo Oviedo

Page 46: Tiempo Latinoamericano 96

44 • Tiempo Latinoamericano

Las graves violaciones a los dere-chos humanos durante el terrorismo deestado generaron múltiples iniciativasde acciones resistentes, ya durante lamisma dictadura, para defender la viday la libertad severamente afectadas, endesaparecidos, fusilados, torturados,presos y perseguidos en general. Laexigencia coyuntural obligó a centrarel reclamo en aquellos derechos bási-cos, arrasados por la dictadura.Esa lucha, ya en democracia, siguió

en el mismo tono ante la necesidad dereclamar la aparición con vida, y el jui-cio y castigo a los asesinos.

Como todo proceso histórico, lalucha por los derechos humanos tuvo ytiene sus contradicciones y limitacio-nes. Reivindicados primero desde loafectivo por los familiares, se fueronconstituyendo las asociaciones que re-presentarían esas primeras experien-cias. Las madres y abuelas de Plaza deMayo quedaron como el símbolo má-ximo.Pero no todo el espectro político y

social que asumió aquella lucha tuvo ytiene la misma visión. Siempre desdela solidaridad estuvieron presentes di-

rigentes políticos, sociales y religiosos– aunque no en forma mayoritaria -que, sin haber compartido y en muchoscasos habiendo estado en contra de lamilitancia concreta de asesinados, des-aparecidos y presos, se sumaron yhasta encabezaron manifestaciones dereclamos por verdad y justicia.

La demonización de los militantesrevolucionarios

El momento político, desde 1983 yaún antes, no hizo posible instalarjunto a ello la participación de quienesvenían luchando contra las violacionesa los derechos humanos, primero desdelas campañas internacionales y luegodel retorno al país, desde los mismosorganismos de derechos humanos quehabían contribuido a consolidar, hastacon aportes financieros, porque habíancreado una estructura internacional atales fines, como parte de su política dedesgaste de la dictadura.Continuaba la demonización de los

llamados “subversivos”, desde sectoresinteresados, mucho más amplios quesólo las fuerzas militares y de seguri-

Militantes por la Justicia SocialAportes para nuevas construcciones políticas

Luis Miguel Baronetto

30 años de Democracia en Argentina

Page 47: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 45

dad ejecutoras del terrorismo de es-tado, con los grandes medios de prensacomo sus principales difusores. Estademonización se perfeccionó cuando elproceso político evolucionó favorable-mente hacia la democracia. En esta de-monización se encontraron las fuerzaspolíticas de cuño liberal, que nuncacompartieron el cuestionamiento afondo del sistema capitalista. Y coinci-dieron con los sectores económicos,sociales y clericales que se sintieronamenazados en la disputa por la hege-monía del poder. El gobierno del Pre-sidente Raúl Alfonsín emitió decretospara que se procesara a las cúpulas delas Fuerzas Armadas como ejecutorasdel terrorismo de estado; y a los prin-cipales dirigentes de las organizacionesrevolucionarias Montoneros y PRT-ERP, que encarnaron la lucha armada.De ese modo se institucionalizaron losdos demonios, cuya doctrina quedaríamejor expuesta por el presidente de laCONADEP Ernesto Sábato en el pró-logo del Nunca Más en 1984. Sin atri-buirle la autoría exclusiva al eximioescritor, ya que fueron varios los pro-nunciamientos políticos y sociales,antes y después del golpe militar del 24de marzo de 1976, que equipararon las“violencias de diversos signos”, sinasumir ninguna responsabilidad polí-tica en su génesis.No es propósito de estas breves re-

flexiones desarrollar dicha doctrina,sino avanzar en sus consecuenciastanto a nivel de la lucha por los dere-chos humanos como en las posibilida-des de reconstitución política para elproyecto de las grandes mayorías po-

pulares. Las grandes limitaciones paraesto durante estos largos años de de-mocracia, nos desafían – más allá de lologrado – a profundizar en los variadosaspectos que como resabios del terro-rismo de estado todavía influyen comoobstáculos al desarrollo de construc-ciones políticas capaces de generarnuevas condiciones objetivas y subje-tivas para las transformaciones exigi-das por las realidades de injusticiassociales.Partimos de afirmar y reconocer que

aquella valiosa lucha de los primerosaños de los organismos de derechoshumanos, que incluyó la participaciónde algunos dirigentes políticos, socia-les y religiosos, sirvió para difundir einstalar en buena parte de la sociedadla gravedad de las violaciones a los de-rechos humanos. Sin embargo al pre-dominar en aquella reivindicación losderechos a la vida y a la libertad, quedóacotada a una concepción liberal de losderechos humanos, cuya manifestaciónmás evidente fue la abstracción o elocultamiento de la vida militante dequienes aparecían mayoritariamentecomo víctimas del terrorismo de es-tado. Más aún, se juzgaba política-mente conveniente no hacer referenciaa ella porque se consideraba que debi-litaba las argumentaciones condenato-rias de las violaciones. De buena partede los familiares tampoco se creíaoportuno destapar aquello, que en mu-chos casos, ellos mismos habían igno-rado o no compartido: la pertenencia aorganizaciones revolucionarias arma-das. Muy poco lo hacían los allegadosa militantes de las izquierdas tradicio-

Luis M. Baronetto

Page 48: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano46

nales, que desde su postura política ne-gaban la validez de la lucha armada;quienes de todos modos en el marco dela doctrina de seguridad nacional apli-cada por los militares, quedaban igual-mente sospechados de “subversivos”.Esto posibilitó la instalación conmayor fuerza de la teoría de los dos de-monios, que fue ampliamente acogidapor los principales protagonistas de losprimeros períodos democráticos.De este modo, y sin pretender hacer

un desarrollo minucioso de los proce-sos de formación y actuación de losprincipales organismos de derechoshumanos, se fue afianzando el reclamode justicia, con sus idas y venidas,hasta que pudo encauzarse con mayorestabilidad y eficacia, a partir de laanulación de las leyes de impunidad,en el 2006, con una reivindicación po-lítica más integral de las víctimas delas violaciones a los derechos huma-nos, desde la asunción del PresidenteNéstor Kirchner en el 2003.

El camuflaje de los coautores

Se manifestarían sin embargo nue-vas limitaciones con sus consecuenciaspolíticas. La urgencia de reencauzar elreclamo de justicia conllevaba la deci-sión política de anular las leyes de im-punidad, retomando las denuncias y losprocesos paralizados en 1987 por lasleyes de obediencia debida y puntofinal del presidente Raúl Alfonsín y losdecretos de indultos del PresidenteCarlos Menem. Pero este reclamoquedó centrado, prácticamente enforma excluyente, en los ejecutores di-

rectos del terrorismo de estado: los mi-litares y las fuerzas de seguridad. Esteaspecto venía favorecido por el trans-curso de veinte años de vida democrá-tica en el país (de 1983 al 2003) conplena vigencia del neoliberalismo, quebenefició a los sectores económicosconcentrados, igual que durante el te-rrorismo de estado. Estos y otros sec-tores se reciclaron en los partidospolíticos tradicionales y factores depoder como la mayoría del poder judi-cial que se mantuvo intacto, la cúpulaeclesiástica, las usinas económicas consus Institutos técnicos financiados porlas corporaciones nacionales e interna-cionales y los grandes medios masivosde comunicación social. También la di-rigencia sindical burocratizada, que seintegró a los negocios de las reformasprivatizadoras del neoliberalismo, am-paró aquella vigencia de la impunidaddel amplio espectro social, cuya com-plicidad recién empezaría a visibili-zarse al calor de los juicios de lesahumanidad. La sensibilidad social que despertó

el conocimiento de los horrores come-tidos por el terrorismo de estado tuvosu efecto positivo al extender unanueva conciencia y valorización de losderechos humanos y la convivencia de-mocrática. El impacto fue especial-mente en los sectores medios; y seexpresó y expresa en las marchas con-memorativas de cada 24 de marzo o 10de diciembre. No alcanzó sin embargopara penetrar en amplios sectores po-pulares, más urgidos por las necesida-des inmediatas que le generaba lacrueldad del modelo neoliberal, con

30 años de Democracia en Argentina

Page 49: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 47

desocupación, desatención de salud,desmantelamiento de la legislación la-boral y previsional, etc., a lo que debeañadírsele la cooptación por la culturaneoliberal. Por efectos de la mismafragmentación social no se logró quelas organizaciones sindicales, porejemplo, asumieran la reivindicaciónde sus trabajadores desaparecidos.Salvo la CTA (Central de TrabajadoresArgentinos) que en algunos casos tam-bién realizó presentaciones judiciales.E incluyó, como novedad desde unaorganización de los trabajadores, unapolítica para incluir a los miles de des-ocupados que generaba el neolibera-lismo. Pero no se pudo avanzar en larecuperación de todo el contenido po-lítico para movilizar hacia nuevas he-rramientas que pudieran mantener elhorizonte de cambios sociales que que-daron inconclusos con la represión delterrorismo de estado.

Víctimas o sujetos políticos

Un elemento fundamental en estalimitación fue y sigue siendo la predo-minancia del concepto de “víctimas”del terrorismo de estado. Al imponerseesta perspectiva se cierran las posibili-dades a la reivindicación de las vícti-mas como militantes. Y no conmilitancia de cualquier tipo, sino pre-dominantemente en organizaciones re-volucionarias armadas, que, ya seantrabajadores, estudiantes o profesiona-les, constituyen la mayoría de las víc-timas.

Para evitar interpretaciones inco-rrectas es necesario precisar que desde

el punto de vista jurídico y humano,ciertamente las víctimas deben ser con-sideradas como víctimas, tanto por eldelito cometido contra ellas como porla arbitrariedad de los métodos inhu-manos e inmorales que se les aplica-ron. Pero desde la óptica política, yabarcando al conjunto social que inte-gran secuestrados, fusilados, presos yexiliados, compuesto por trabajadores,estudiantes y otros sectores popularesorganizados políticamente, reducirse aesa apreciación significa asumirse enuna sensibilidad social de someti-miento bajo los pies de un victimario.Aceptar este dominio, que es precisa-mente la anulación de la personalidadindividual y política buscada por losrepresores, significa coartar la capaci-dad y la iniciativa política para retomarun rol de sujeto histórico en los nece-sarios procesos de cambio social. Y porlo tanto, limitaciones en la concepcióny construcción de las nuevas herra-

Luis M. Baronetto

Partimos de afirmar y recono-cer que aquella valiosa lucha delos primeros años de los orga-nismos de derechos humanos,que incluyó la participación dealgunos dirigentes políticos,sociales y religiosos, sirvió paradifundir e instalar en buenaparte de la sociedad la grave-dad de las violaciones a los de-rechos humanos.

Page 50: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano48

30 años de Democracia en Argentina

mientas políticas que requiere la situa-ción actual. La desaparición de loscuerpos, con el entierro clandestino enfosas comunes o lugares deliberada-mente ocultados, simboliza no sólo lapretensión de borrar la memoria dequienes encarnaron la lucha por unasociedad justa e igualitaria como suje-tos individuales y colectivos, sino deborrar también el proyecto que repre-sentaron. Sin memoria de los que cor-porizan los proyectos históricos, haymenos posibilidades de recrear aque-llos que quedaron inconclusos. Esta despolitización desde los dere-

chos humanos se ha venido expresandomás en lenguajes simbólicos que polí-ticos, aunque la política requiera tam-bién de lo simbólico que incide en lasensibilidad social. Por ejemplo, hablarde que “fueron perseguidos porque te-nían ideas diferentes” o “lucharon porun sueño”, y expresiones similares queeluden especificar “las ideas diferen-tes” o se evaden en “sueños” (que porlo general nunca se realizan) para nomencionar el proyecto revolucionarioque encarnaban y los métodos adopta-dos para concretarlo, significa licuar elcontenido de la lucha de la mayoría denuestros muertos y desaparecidos, queestaba estrechamente vinculado a lamemoria de la historia del movimientopopular y sus luchas de resistencias ala opresión oligárquica. Tampoco se trata de mencionar pro-

yectos en el aire, sino los que fueronencarnados por organizaciones concre-tas (político-militares, sindicales y so-ciales), visualizadas como “peligro”potencialmente real en la disputa del

poder. Y que en las resistencias pero-nistas reconocen un largo camino deconstrucción política. Por cierto queesto debe hacerse señalando aciertos yerrores como contribución positiva alas nuevas situaciones. Y en este pro-ceso ciertamente que corresponde unaprofunda reflexión valorativa, de crí-tica y autocrítica, sobre la violencia po-lítica, su origen, sus diferentesmanifestaciones, su desarrollo, sus im-plicancias, sus consecuencias. Pero nodesde “asépticas” disquisiciones aca-démicas que descontextualizan las di-ferentes situaciones, sino asumiéndosecomo parte de un pueblo que lucha porsu dignidad, con sus contradicciones,con sus avances y retrocesos, sus ex-periencias de resistencia activa y suspadecimientos represivos, desde elbarro de la realidad cotidiana, que hacehistoria y es siempre compleja impo-niendo continuos aprendizajes.

Impunidad y construcción política

El vaciamiento del contenido polí-tico hizo más potable la extensión delreclamo de justicia por las violacionessufridas. Considerando positiva esa ex-tensión a variados sectores de la socie-dad, no podemos dejar de señalar lapérdida en profundidad. Porque a lavez quedaron limitados los logros cul-turales de ese objetivo, al considerarque con la condena jurídica de los ase-sinos se había obtenido justicia. Claroque son pasos fundamentales e impres-cindibles para avanzar. Eso no está encuestión. Sólo pretendemos afirmarque allí no acaba la impunidad.

Page 51: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 49

Luis M. Baronetto

La impunidad, más allá del fallocondenatorio de la justicia, sigue por-que sigue el dominio de los victima-rios, que incluye a los que conservanbuena parte del poder dominante, antela anulación del carácter militante delas víctimas. Más aún, éstas, despoja-das de su identidad política, no sólo re-sultan inofensivas para el sistema, sinoque son utilizadas para darle transpa-rencia elevando el carácter plural yparticipativo de la democracia. No hayposibilidad alguna que aquellas vícti-mas vuelvan a ningún escenario queponga en riesgo el orden del sistemaestablecido. Son parte del pasado queno debe volver “nunca más”. Aquellosmilitantes y lo que representaron tam-poco, por supuesto. Permanece elefecto de la impunidad, como objetivode la imposición del miedo por imperiodel terror, que es represivo de la vida y

la libertad pero también privativo deotros derechos (trabajo, salud, vi-vienda, tierra, educación, etc.). No escasual que con el rescate de las luchascontra las violaciones de los derechoshumanos durante la dictadura, no apa-rezcan las múltiples y aún dispersas re-sistencias obreras a las políticasneoliberales de Martínez de Hoz. Muypocos recuperan la primera JornadaNacional de Protesta en abril de 1979convocada por la “Comisión de los25”, que conllevó el encarcelamientode varios dirigentes sindicales peronis-tas.La impunidad del terrorismo de es-

tado, que tiene manifestaciones en de-mocracia especialmente contra los másempobrecidos, domina el escenario po-lítico cuando imposibilita, demora uobstaculiza la constitución de nuevossujetos políticos, con capacidad de

Foto: Hugo Mamani

Page 52: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano50

cuestionar y disputar el poder.Avanzar en logros culturales implica

revertir la cosmovisión neoliberal do-minante para recuperar la perspectivacomunitaria, base fundamental para unproyecto político de cambio social.Las dificultades evidenciadas para

acompañar e incluso promover la in-vestigación judicial a funcionarios ju-diciales, clericales, empresariales osindicales, indican que no se ha puestoel mismo énfasis que en la persecucióna los ejecutores inmediatos de la repre-sión. Es fácil percibir que avanzarsobre aquellos coautores y cómplicesdel terrorismo de estado encontrarámás resistencia social en los sectoresde poder que han seguido acumulandoespacios políticos durante los años de-mocráticos. La vigencia de la corpora-ción judicial es una muestra. Lanecesidad de preservar las inversionesde las multinacionales es otra. Aunquese tenga en ambos casos, elementosconcretos para enjuiciar la coautoríacivil.No hace tanto tiempo que se habla

de golpe cívico-militar. Y hay que re-cordar que fueron muy criticadas lasacciones de resistencia activa, que pre-tendían acompañar las luchas obrerasdurante la dictadura, contra el núcleoduro que era el equipo económico deJosé Alfredo Martinez de Hoz.

Los pasos dados en la actualidadpara la persecución penal de algunos,como el caso de Pedro Blaquier del In-genio Ledesma en Jujuy, señalan unrumbo que es necesario profundizar,conscientes que las dificultades seránmás arduas que el enjuiciamiento a los

militares y fuerzas de seguridad, queya perdieron el consenso social; peroque podrían ser rehabilitados por lospropulsores de “reconciliaciones”,como la propuesta por el gobernadorde Córdoba José Manuel De la Sota,para reinstaurar la hegemonía de unmodelo elitista y conservador. Esto,junto a la defensa corporativa a PedroBlaquier que realizaron destacados ex-ponentes de los poderes económicos yel diario La Nación en Buenos Aires ola invitación de un prominente funcio-nario vaticano para que asistiera a laasunción del Papa Francisco, son ape-nas signos de que las presiones seránfuertes y no cejarán. Igualmente suce-dió en Córdoba, con actuales funciona-rios judiciales que salieron en defensapública de magistrados imputados por

30 años de Democracia en Argentina

Un elemento fundamental enesta limitación fue y siguesiendo la predominancia delconcepto de “víctimas” del te-rrorismo de estado. Al impo-nerse esta perspectiva secierran las posibilidades a la rei-vindicación de las víctimascomo militantes. Y no con mili-tancia de cualquier tipo, sinopredominantemente en organi-zaciones revolucionarias arma-das, que, ya sean trabajadores,estudiantes o profesionales,constituyen la mayoría de lasvíctimas.

Page 53: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 51

Luis M. Baronetto

delitos de lesa humanidad, como el exjuez Carlos Otero Álvarez. Las inves-tigaciones en torno a Papel Prensa yotros despojos económicos sufridospor empresarios alientan la esperanzade acabar con los maridajes de la im-punidad. Y para esto sin duda se nece-sita una justicia más cercana a lasociedad.Esta realidad nos lleva al núcleo del

planteo. Pasar de “víctimas” a “sujetospolíticos” es imprescindible para lasposibilidades de construir nuevas he-rramientas políticas, capaces de forta-lecerse en organización como paracuestionar las bases del poder explota-dor, que sigue en manos de corporacio-nes económicas, con sustento eninstituciones políticas, religiosas y cul-turales. Pero hace falta que las propias víc-

timas, que ciertamente lo fueron, comonuestros hijos o los que han crecido enesa lógica, puedan dar ese paso quepermitirá asumirse como protagonistasy no actores de reparto en un nuevoproceso. Para eso también hay que per-derle miedo a las experiencias pasadas.No temer en nombrarlas con nombrepropio, rescatando lo positivo y descar-tando lo negativo. Analizarlas sin lasanteojeras construidas en el marco deldiscurso de los demonios, que se niegaen las palabras pero pareciera estar in-corporado en la sensibilidad, incluso decomunicadores sociales visualizadoscomo progresistas. Se requiere analizaraquellas prácticas con la referenciafundamental del pueblo y el rol jugadoentonces en su relación con las organi-zaciones revolucionarias. Eso aportará

pautas para la nueva etapa.No podemos ignorar que a la mayo-

ría del espectro político, con su multi-plicidad de partidos o alianzas, queocupa la escena nacional y las disgre-gadas realidades provinciales, le esmás funcional una política de derechoshumanos restringida al pasado y lavadaen el contenido político revolucionario.No deben volver los malos ejemplos.No hay por qué cuestionar el sistema.Es mejor petrificar la memoria en elpasado. Este pareciera ser el discursopolíticamente “correcto”, que no su-pera el condicionante del posibilismo. Sin embargo las políticas distributi-

vas avanzarán en justicia social en lamedida que exista fuerza popular orga-nizada, capaz de acompañar y sostenermedidas de profundización del repartode las riquezas. Y también de proponery participar en la ejecución de esas po-líticas. Eso sería una manifestación dela democracia que necesita el puebloargentino, que valora los logros deestos treinta años pero a la vez sienteen su bolsillo, en su corazón y en su ca-beza todo lo que le falta para una vidaen dignidad y justicia. A treinta años yaes tiempo de pasar de la democracia li-beral, que coloca las formas por sobresu contenido, a la democracia popularcon justicia, que implica transforma-ciones profundas no sólo del ordena-miento político y jurídico, sinotambién el económico, para una nuevacultura que sostenga en el tiempo lastransformaciones sociales necesarias.

Córdoba, 11 de septiembre de 2013

Page 54: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano52

1. Introducción

Que nuestro país vaya a cumplir endiciembre próximo treinta años conse-cutivos de democracia estable, es unhecho inédito y por demás auspicioso;es la primera vez en nuestra historiaque ello sucede. Se puede argumentarque hubo un largo período de “rela-tiva” estabilidad, entre finales del sigloXIX y comienzos del XX; pero en rea-lidad los cincuenta años que transcu-rrieron desde la primera presidencia deRoca (1880) hasta el golpe contra Iri-goyen (1930) estuvieron llenos de tras-piés e intentos de desestabilización,vgr: la salida anticipada del presidenteJuárez Celman en 1890, por la “Revo-lución del Parque” (Leandro Alem), oel golpe de estado intentado por Irigo-yen en 1905; además, permanentes de-nuncias de fraude electoral (bandera debatalla del ascendente radicalismo), co-rrupción muy generalizada, estados desitio, leyes marciales, etc. Hacia atrás

o hacia delante de la “estabilidad oli-gárquica”, no volveremos a encontrarun lapso tan extenso de democraciasustentable y de calidad creciente,como el período 1983-2013 en los dos-cientos años de vida nacional.Desde el ascenso de Raúl Alfonsín

a la presidencia, comenzaron a saldarsetímidamente viejas y nuevas deudas dela vida argentina: por lo pronto el juicioa la junta militar genocida, algo jamásvisto, a pesar de que posteriormente seretrocediera dramáticamente sobreaquella conquista. Otro aspecto deci-sivo fue el intento alfonsinista de recu-perar la autoridad y el rol del Estado,en un país que había vivido desqui-ciado desde la muerte de Perón (1974).Si bien se lograron avances en aquellosdifíciles años que van de 1983 hasta lasalida anticipada de Alfonsín, la hipe-rinflación y el boicot que lo peor deljusticialismo le jugó al debilitado pre-sidente radical mostraron que nueva-mente las corporaciones no aceptaban

30 años de Democracia en Argentina

A 30 años de Democracia en la Argentina:

Mirando hacia la región*

Alberto Parisí **

* Este trabajo asume gran parte de un artículo publicado en la revista venezolana Utopía y praxis latinoa-mericana; año 17, Nº 58, 2012, pp. 77-83. Lo hago con autorización del editor.** Profesor de la UNC, Córdoba.

Page 55: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 53

Alberto Parisí

el poder regulador del Estado y solo leotorgarían un rol secundario, al servi-cio de sus intereses. Así se inició elneoliberalismo en la década de los ́ 90,de la mano de Carlos Menem y ennombre del partido justicialista, el máspopular de nuestra historia; con ello, sehabía consumado una enorme traiciónal voto popular y una gigantesca invo-lución respecto a los logros modestosdel trunco período radical.La experiencia de la Alianza cons-

tituyó un pavoroso equívoco y un fra-caso que hizo estallar los desaciertosincubados durante la “segunda décadainfame”; el gobierno de la Alianza, asu vez, le había sumado errores pro-pios, como por ejemplo y entre otros,convocar nuevamente a Domingo Ca-vallo (¡¡) al Ministerio de Economía.El trágico período que va desde di-ciembre de 2001 al 25 de mayo de2003, nos mostró desnudos comonunca y como si no hubiéramos apren-dido nada de nuestra historia.Pero había reservas morales que nos

podían salvar: la ética gestada por lasMadres de Plaza de Mayo, la fuerte in-dignación social, la presión de los gru-pos de base e intermedios y nuevosactores políticos.Esto comenzó a expresarse paulati-

namente desde el ascenso de NéstorKirchner a la presidencia, el 25 demayo de 2003. Su gobierno, como losque le siguieron de Cristina Fernándezretomaron varias cuestiones esencialespara la vida social y política de nuestropaís: volver a instaurar la autoridadpresidencial (en un país fuertementepresidencialista) y rescatar el rol cen-

tral del Estado, como interventor, ges-tor y contenedor, ligado a las necesida-des de los más carenciados. Conaciertos y errores, logros y deudas pen-dientes, estos últimos diez años de losúltimos treinta de democracia, han sig-nificado avances sustantivos, respectode los cuales queremos hacer dos se-ñalamientos: 1) que han constituido un“modelo” (por usar la palabreja enboga) que se inscribe en una nueva di-námica regional, progresista y nove-dosa; 2) que el carácter de este modeloy el de un conjunto de países de la re-gión, como Ecuador, Bolivia, Vene-zuela, Brasil, Uruguay y Nicaragua, seinscriben en lo que llamaremos “popu-lismos radicales” o neopopulismos,como han adjetivado otros autores.Somos conscientes de las similitu-

des y diferencias de estos procesos re-gionales; también, de que el Chile deBachelet estuvo cerca del ideario deestos neopopulismos, aunque no lo in-tegremos al conjunto (veremos quéplantea Bachelet en su casi seguro se-gundo período presidencial, a fin deeste año). Lo mismo podemos decir deUruguay, especialmente en el períodode gobierno de Mujica, mucho máscerca de los sectores populares y de laregión. Sabemos que Lula y Dilmaaceptarían a regañadientes el adjetivode “populismo radical” (o lo rechaza-rían); también, que Venezuela o Ecua-dor se sentirían más cercanos de laexpresión “Socialismo del siglo XXI”.Dejando para otra ocasión qué puedesignificar eso de Socialismo del sigloXXI, digamos que existen característi-cas generales que se expresan en estos

Page 56: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano54

países y en esta época: el liderazgo in-tenso de sus jefes/as de Estado; laorientación dada al rol del Estado; losprogramas de asistencia a los sectoresmás desfavorecidos; la creación de em-pleo e intentos de reindustrialización;los intentos decisivos de fortalecer losorganismos regionales como el Merco-sur, ya existente, o la creación de laUnasur, el Alba y la Celac. En otras pa-labras, intentos intensos de fortalecerla región y un declarado antiimperia-lismo. Esto último es muy importante,porque los EEUU han introducido lacuña de la “liga del Pacífico”, quecomo Caballo de Troya involucra apaíses como México, Panamá, Colom-bia, Perú y el Chile de Piñera. Pero nohay que olvidarse que el ALCA murióaquí, en Mar del Plata, gracias a la in-teligente interacción entre Kirchner,Lula y Chávez; aquí, a la vista delmundo y ante la presencia del propio J.Bush. Es en este marco o contexto donde des-arrollaremos a continuación algunasreflexiones sobre los neopopulismos opopulismos radicales; años más o añosmenos, estos años de democracia ar-gentina son parte de un contexto regio-nal, al margen del cual seríanininteligibles.

2. Hipótesis

En el corto espacio de las líneas queseguirán desarrollaremos la hipótesisde que los nuevos populismos o popu-lismos radicales (de los que acabamosde hablar), constituyen los regímenespolíticos en Latinoamérica que, lejos

de ser anomalías o rémoras incompren-sibles del pasado, son los que másestán haciendo crecer la hegemoníapopular en la región; la afirmación an-terior, que requiere precisiones quedesarrollaremos, es más contundente sitenemos en cuenta la gigantesca crisisde las llamadas democracias liberales[presidencialistas o parlamentarias],desde los EUA hasta la Unión europeay Japón. Asimismo, si tenemos encuenta también a los países de la regiónque no se inscriben en la denominaciónque hemos utilizado, como Chile, Co-lombia, México, Panamá o los mismospaíses que hoy transitan una etapa depopulismo radical, cuando hace algomás de una década los mismos sufríanlos últimos estertores del neolibera-lismo salvaje.1 En primer término de-bemos dejar en claro que nuestrareferencia es al presente Latinoameri-cano; esto no implica desconocer quela denominación de “populista” seaplicó a anteriores experiencias en la

30 años de Democracia en Argentina

...tampoco se puede desconocerque existen líneas de parentescohistórico entre aquellas experien-cias y las actuales, que se relacio-nan con la existencia de políticastendientes a la distribución delingreso favorables a los sectorespopulares, relación de los lide-razgos políticos con los movi-mientos sociales, controles de losrecursos naturales y de los mer-cados y alianzas regionales.

Page 57: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 55

Alberto Parisí

región, como el Brasil de Vargas, la Ar-gentina de Perón, el México de Cárde-nas, Velazco Ibarra en Ecuador, Arbenzen Guatemala, el APRA en el Perú yotras; tampoco se puede desconocerque existen líneas de parentesco histó-rico entre aquellas experiencias y lasactuales, que se relacionan con la exis-tencia de políticas tendientes a la dis-tribución del ingreso favorables a lossectores populares, relación de los li-derazgos políticos con los movimien-tos sociales, controles de los recursosnaturales y de los mercados y alianzasregionales. Estas características hoy,con nuevas perspectivas y en un con-texto regional e internacional diferente,es visible en países como Bolivia,Ecuador, Argentina, Brasil, Venezuela,Nicaragua, Uruguay, etc; el caso pe-ruano se aleja cada vez más, Paraguayha involucionado y el Chile de la Con-certación tuvo una visible cercaníaideológica y política con las experien-cias mencionadas.En segundo lugar, el término popu-

lista se aplicó históricamente a un con-junto de experiencias sociales,comenzando por la Rusia zarista, en lacual surgió hacia la década de los ´70del siglo XIX el movimiento que se au-todesignó como “ir hacia el pueblo”,de donde surgió la denominación de“populismo”2; asimismo, gobiernospopulares en un sentido similar a lavieja denominación populista los huboen África y Asia, Nerhú en la India,Nasser en Egipto, Sukarno en Indone-sia, el kemalismo en Turquía, etc; y ex-periencias sociales con estadenominación en diversos lugares del

mundo, incluso en los Estados Unidosde finales del siglo XIX .Finalmente, para cerrar este primer

acercamiento, digamos que estas pre-cisiones historiográficas mínimas noson lo que más nos importa ni el obje-tivo de este escrito; lo que más nos in-teresa en torno al populismo radical esla hipótesis que enunciamos al co-mienzo; para entrar en ella haremos al-gunas consideraciones conceptualesprevias y trabajaremos posteriormentelas relaciones de los populismos radi-cales con la democracia, la política y laeconomía.

3. La mala fortuna de los populismoslatinoamericanos

El término populismo fue una malapalabra en nuestras tierras, desde la lle-gada de la Teoría de la modernización,proveniente de los EEUU y Europa, enla década de los ´50 del siglo XX; si-nónimo de demagogia política, perso-nalismo autoritario, dictaduraencubierta, etc. Fue condenado por elmarxismo ortodoxo y uno puede en-contrar, aun en obras de un progre-sismo inteligente como el Diccionariode Política de Bobbio y Matteucci, unavisión más bien peyorativa del popu-lismo, que se mantiene en la línea deldiscurso corriente sobre el tema3.

En realidad aun antes de la Teoríade la Modernización, la visión negativade todo proceso que implicara una rei-vindicación de lo plebeyo, de las ma-yorías sociales ancestralmenteestigmatizadas se encuentra en la tra-dición sociológica conservadora

Page 58: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano56

(Burke, Tarde, etc.), el ensayismo psi-cológico-pesimista de Le Bon (Psico-logía de las masas, 1895), elpensamiento de Ortega y Gasset (Larebelión de las masas , 1930] y el en-sayismo argentino del tipo de J. RamosMejía (Psicología de las masas,1899).4 Creo que todas estas tradicio-nes teóricas y doctrinarias están con-ceptualmente, sin establecer unacorrelación lineal, en la base de laTeoría de la modernización, hija delFuncionalismo sociológico que tuvofuerte influencia en Latinoaméricadesde mediados de los ´50 del sigloXX, hasta al menos la década de los´80. En la Argentina el representantemás original y brillante de esa corrientefue el reconocido sociólogo Gino Ger-mani; su libro Política y sociedad enuna época de transición es una obrafundamental para entender cómo ela-boró el funcionalismo sociológicolocal su comprensión del fenómenopopulista en nuestro país. Vale la penapara el lector interesado, detenerse ensu capítulo noveno, punto cuatro, titu-lado “La irracionalidad de las masas enel nazifascismo y en el peronismo”; allíGermani demuestra sus enormes capa-cidades analíticas y sus severos límitesteóricos e ideológicos, cuando describela mayor irracionalidad de la pequeñaburguesía europea que adhirió a losfascismos, en comparación con la delas masas populares que lo hicieronrespecto del peronismo; pero los térmi-nos clave son “irracionalidad” de lasmasas -el pueblo que mayoritariamentese volcó al peronismo- y la mención deeste último como “dictadura”; y eso

que el libro apareció en 1965, cuandohacían 10 años que Perón había sidodepuesto por un golpe militar; además,teniendo en cuenta que accedió alpoder en dos oportunidades, a través deelecciones inobjetables, en 1946 y1952.5La “mala fortuna” que menciona el

30 años de Democracia en Argentina

Foto: Hugo Mamani

Page 59: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 57

Alberto Parisí

titulillo de este punto residió, pues, enel estereotipo que coaguló en las cien-cias sociales y políticas, al hablarse depopulismo; como dijimos más atrás,como sinónimo de política demagó-gica, autoritaria, despótica, tiránica,clientelar y manipuladora del “pue-blo”. Entre autores argentinos en estecaso, excepto tal vez el debate al res-pecto entre Laclau por un lado y DeIpola y Portantiero, por otro, no hubodiscusiones sustantivas al respecto.6 Loanterior no significa que desaparecierala producción teórica sobre el popu-lismo, como lo demuestran los trabajosde De Ipola, Torcuato Di Tella, AboyCarlés, Enrique Dussel y muchos otros,desde mediados de los ´80 hasta co-mienzos del siglo XXI.7Pero será probablemente el trabajo

de Ernesto Laclau publicado en el20058 el que relanzará la discusiónsobre el populismo latinoamericano, alcalor de las experiencias que se vivenen la región; asimismo generará unanueva oleada de disputas teóricas y po-líticas y la aparición de una crecientebibliografía sobre el tema. No es nues-tra intención detenernos en el libro deLaclau para discutir sus posiciones yhacer un balance acerca de su pro-puesta9, sino indicar que su libro impri-mió una suerte de aceleración en losdebates sobre el tema y generó más es-pacios de reconocimiento para que seimpugnen las viejas adjetivaciones ne-gativas sobre el populismo (con esenombre u otros similares) y se deba-tiera, ahora abiertamente, sobre su le-gitimación. A ello nos dispondremosen los siguientes apartados.

4. Populismos radicales, democracia,política y mercado

Pareciera que las democracias repu-blicanas liberales han expropiado todoel significado de “democracia” en fun-ción de sí mismas y los populismos,(en cualesquiera de sus denominacio-nes) aparecen como regímenes anóma-los, de excepción (o momentos detransición, al estilo de Germani), quedeben ser extirpados o superados, por-que atentan contra la democracia y larepública. En realidad, los regímenes populis-

tas radicales latinoamericanos tienendimensiones de acuerdo y desacuerdocon el republicanismo liberal; poseenacuerdos en la división de poderes, lacompetencia electoral y un conjunto delibertades fundamentales (pensa-miento, reunión, prensa, desplaza-miento, etc.); por lo cual afirmar queno son regímenes democráticos es unliso y llano ideologismo.Respecto a sus desacuerdos y con-

flictos es donde se juegan las cuestio-nes esenciales. Es el sentido y alcancede la democracia lo que está en juegoy, por ello, en qué consiste la prácticapolítica. Al respecto, recordemos loscuatro modelos de democracia liberalque elaboró el clásico libro del cana-diense C.B. Mcpherson10: a) la demo-cracia como protección (del hombre demercado), b) la democracia como des-arrollo, c)la democracia como equili-brio; hasta aquí, el debate que presentael sociólogo canadiense, que va de J.Mills en el siglo XIX hasta mediadosdel siglo XX, recorre los avatares por

Page 60: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano58

articular dos tradiciones que no debenconfundirse: la democrática y la liberal(me refiero al liberalismo económico,claro está); y la cuestión que se juegaen el fondo es cómo conciliar la de-manda democrática con las exigenciasdel mercado capitalista. Puede decirseque el modelo tercero, del equilibrio,representa el acuerdo entre ambas tra-diciones y sus respectivas exigenciasque se dio en el Estado Benefactor. Elcuarto de siglo que va de la segundaposguerra hasta la crisis petrolera delos ´70 del siglo XX fue expresión delmayor éxito articulatorio logrado entreambas tradiciones, lo que reforzó laidea de que democracia y liberalismoeran sinónimos. Pero la crisis que seinició ya en esa época comenzó a sem-brar dudas.En Latinoamérica o, en buena parte

de la misma, el “Estado benefactorcriollo” cumplió parcialmente esamisma tarea, hasta que el mismo fuederrumbándose por efectos de la crisisque ya era global.El cuarto modelo de Macpherson se

denomina “la democracia como parti-cipación”; el autor se hace una intere-sante pregunta: “¿La democraciaparticipativa [puede denominarse,A.P.] como democracia liberal?”; y sibien su respuesta es positiva, añadeque para que este modelo sea posibley crezca, es necesario “…que se reba-jen o abandonen los supuestos de mer-cado acerca del hombre y la sociedad ,que se abandone la imagen del hombrecomo consumidor maximixador y quese reduzcan mucho las desigualdades

económicas y sociales actuales”11 Estees el nudo de la cuestión, donde Mac-pherson ya no avanza más y concluyesu libro. Pero el problema sigueabierto: ¿en qué medida democraciaparticipativa-inclusiva y capitalismoson compatibles? En los últimos 180años del mundo occidental, sólo 25años mostraron una alianza que hizocrecer tanto al capital como al trabajoy fue un período donde las institucio-nes de la democracia liberal funciona-ron en la mejor forma que hemosconocido; pero el otro siglo y medio hasido de crisis permanentes y, estos úl-timos años, de un colapso que pone envilo la paz del mundo entero.Los liberales más lúcidos intentaron

forzar una articulación entre democra-cia y liberalismo, como podemos ob-servar en la tan conocida conferenciade Thomas H. Marshall, dictada en1949, que se titula “Ciudadanía y clasesocial”12. Allí, este pensador ingléspropone la conocida idea de que, den-tro de sociedades desiguales y de cla-ses, como las occidentales, hanavanzado no obstante derechos “igua-ladores”, tales como los civiles, los po-líticos y los sociales o de ciudadaníaque fueron objeto de debate durante elsiglo XX; si bien hay una cierta corres-pondencia entre esta secuencia y los si-glos XVIII, XIX y XX, el planteo deMarshall ha sido objeto de fuertes crí-ticas; básicamente, que dicha secuen-cia no tiene en cuenta que si se realizanplenamente los derechos sociales, elloentraría en contradicción sistémica conlos derechos de propiedad privada,

30 años de Democracia en Argentina

Page 61: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 59

Alberto Parisí

producto de los primigenios derechosciviles13.

Dentro de la amplia bibliografíaexistente, Adam Przeworski y MichaelWallerstein, en un artículo titulado “Elcapitalismo democrático en la encruci-jada”14 hacen un excelente planteo,mostrando la extremada contingenciade la relación entre capitalismo y de-mocracia; para ellos fue Keynes quiendio los fundamentos políticos e ideoló-gicos para el “compromiso” entre ca-pitalismo y democracia. Y señalan: “Elcontrol democrático del nivel de des-empleo y de la distribución del ingresofueron los términos del compromisoque hizo posible el capitalismo demo-crático”15. Los autores analizan losavatares del período keynesiano hastala crisis de los ´70 del siglo XX, paraindicar que “el momento actual es elprimero desde los años ´20 en que losdueños del capital han rechazado abier-tamente un compromiso que implica lainjerencia pública sobre la inversión yla distribución del ingreso. Por pri-mera vez en varias décadas, la derechatiene un proyecto histórico propio: li-berar a la acumulación de todas lastrabas que le ha impuesto la democra-cia.”16

¿No se hallan aquí las mayores ymás profundas diferencias entre el re-publicanismo liberal y los populismosradicales? Tengamos en cuenta que lacita de los autores mencionados es de1982; a partir de allí la crisis global fueaumentando; respecto de nuestros paí-ses periféricos, el Consenso de Was-hington intentó generar un “orden”

peculiar, es decir, una actualización delas formas de subordinación geopolí-tica, que abrió el camino al más salvajecapitalismo que hemos sufrido. De sufracaso estrepitoso (pensemos en el2001 argentino) surgió el proceso quecomenzó a regenerar a países de la re-gión desde comienzos del nuevo siglo;y a nuestro país desde el 25 de mayode 2003. Analicémoslo un poco.Mencionamos anteriormente que las

democracias neopopulistas y el repu-blicanismo liberal acuerdan en cuestio-nes básicas que hacen a lo que debe seruna república; señalemos ahora que noacuerdan y tienen diferencias impor-tantes en relación a otros aspectos sus-tantivos: el rol del Estado comoinstancia de recomposición de los con-flictos sociales, sus estrategias para po-tenciar la inclusión y la construcciónde ciudadanía social; asimismo, unamanera diferente de concebir el rol delos mercados de trabajo, económico yfinanciero; por último, el carácter y lí-mites de los medios de comunicaciónmasiva y finalmente los modos de in-serción geopolítica de los países, regio-nal e internacionalmente.

Estos sustantivos acuerdos y des-acuerdos repercuten directamentesobre la forma de entender la democra-cia, la política y la relación entre socie-dad, mercado y Estado. Respecto deeste último punto, la regulación de losmercados que los populismos radicalesprofesan, desacatando las “formas” li-berales (someterse o no al CIADI,aceptar el monitoreo del FMI; expro-piar inversiones extranjeras, etc.) se

Page 62: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano60

orientan hacia un tema central: la de-mocracia y la práctica política liberalsiempre han estado en tensión e ines-tabilidad dentro del modo de produc-ción capitalista; vimos cómo loindicaba el texto de Adam Przeworskiy Michael Wallerstein, citado anterior-mente; señalaría que hoy , la crisis quese inició en 2008 en el “mundo des-arrollado” muestra la probable invia-bilidad de su articulación, en funciónde pensar sociedades que promuevanlo que Macpherson llamó “democraciaparticipativa”, vale decir, sociedadesproactivas en miras hacia mayor liber-tad, justicia, solidaridad y ciudadanía.Creo que al contrario, los populismosradicales tendencialmente se orientanhacia nuevas formas de democratiza-ción de la esfera productiva, control delos mercados y generación de nuevasformas de inclusión y participación. Esdecir, veo mayor posibilidades de estosúltimos para construir democracias demayor densidad, que las viejas demo-cracias liberales que parecieran haberentrado en un atolladero sin salida, alno poder discernir en estas épocas decrisis, hacia dónde deben dirigirse los“salvatajes”: si a sus bancos o hacia suspueblos; mejor dicho, al haber optadopor el capital financiero hiperespecu-lativo, en detrimento del bienestar po-pular.

5. A modo de conclusión provisoria:populismos radicales y hegemonía

La paradoja y el peligro de la de-mocracia liberal de nuestro tiempo re-side en su carácter retórico, en el

formalismo tendencialmente vacío desus instituciones republicanas, todo locual conspira contra la substancia de lademocracia: la equidad, la solidaridad,la justicia, la inclusión, la participacióny la autonomía. Si pensamos en Lati-noamérica, donde la desigualdad es to-davía alta, el ideario de sus populismosradicales se orienta en función de lascaracterísticas de la democracia quehemos mencionado; quiero decir: ten-dencialmente constituyen el horizontede su ideología y su praxis política, quese relaciona con los requerimientos delas mayorías, que habitualmente deno-minamos con el substantivo “pueblo”(populus o plebs,). No es mi intencióndesarrollar en las discusiones de cómose constituye el pueblo y las cuestionesrelativas a la representación política;haré solamente dos señalamientos queme parecen fundamentales: por unaparte, cuando hablamos de “pueblo”,no nos referimos a un sujeto socialesencialista o preconstituido; pensarloasí sería desconocer el rol de la políticay la historización de los procesos so-ciales. ¿Qué clase o tipo de categoríaes, entonces, lo que denominamos“pueblo”? Dentro de las múltiples dis-cusiones al respecto, diremos, si-guiendo a Dussel en este punto17 quese trata de una categoría estrictamentepolítica, no sociológica o económica;el autor habla de la aparente ambigüe-dad del término (pero en un sentidodistinto al que lo plantea Laclau, en elcitado La razón populista), pero enrealidad la remite a su complejidad. Ydescribe dicho plano político desde elcual hay que comprender al “pueblo”,

30 años de Democracia en Argentina

Page 63: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 61

citando una parte del famosos texto“La historia me absolverá” de FidelCastro, que comienza con estas pala-bras: “Entendemos por pueblo, cuandohablamos de lucha, la gran masa irre-denta […] la que ansía grandes y sa-bias transformaciones de todos losórdenes y está dispuesta a lograrlo,cuando crea en algo y en alguien, sobretodo cuando crea suficientemente en símisma…”.18

El plano político es el de la lucha,el de la conflictualidad social, dondeuna parte mayoritaria de la sociedad, elpueblo, “establece una frontera o frac-tura interna en la comunidad polí-tica”19, en función de transformar suscondiciones de existencia y las condi-ciones de existencia “de todos los ór-denes”; y para poder hacerlo deberácreer en alguien, pero por sobre todo,en sí mismo”.

La segunda observación, íntima-mente relacionada con el punto ante-rior, es que desde esta concepción delpueblo, la política y la democracia, po-demos comprender los complejos pro-cesos de construcción de hegemoníapopular; la constitución de dicha hege-monía es paralela al crecimiento de laidentidad popular y a los sujetos que laintegran; ello será esencial para poderpensar en la capacidad transformadorade dicha hegemonía; en su capacidadde respuesta a las demandas materialesy simbólicas de los sujetos sociales que

denominamos “el pueblo”. En el apar-tado núm. 4, cuando se trató la cues-tión de la democracia según lasconcepciones liberales o populistas ra-dicales, se intentó dejar en claro quetendencialmente los populismos radi-cales avanzan al interior de núcleosduros no discutidos del democratismoliberal, al poner en cuestión la viabili-dad de las relaciones entre liberalismoeconómico y democracia sustantiva.Creemos que esto es una parte esencialde las tareas de una hegemonía popu-lar, por un lado; y por otro, sería unpunto de partida básico para comenzarun proceso de relegitimación de los po-pulismos radicales, más allá de los dis-cursos neoliberales que intentaninvisibilizar estas nuevas experienciasy lógicas de lo social y lo político.

Por último y para concluir, quedaabierta una pregunta sobre la cual noavanzaremos, pero que creemos esen-cial: ¿cuáles son los elementos necesa-rios e imprescindibles que elsocialismo crítico debe aportar a lospopulismos radicales, para poder pen-sar en procesos de cambio social a máslargo plazo y en transformaciones es-tructurales que, por ahora, los populis-mos radicales solo intuyen de maneradébil? Y por otro lado, el socialismocrítico ¿qué debe aprender de los po-pulismos radicales, para ir más allá deuna etapa solamente de crítica ideoló-gica?

Notas1Ernesto LACLAU habla de “populismo” simple-mente, en su último libro La razón populista, Bs. As.

2005; Roberto FOLLARI los denomina “neopopulis-mos”, en su libro La alternativa neopopulista: el retolatinoamericano al republicanismo liberal, Homo Sa-

Alberto Parisí

Page 64: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano62

piens, Rosario 2010; Enrique DUSSEL acepta el tér-mino populismo para las experiencias clásicas de ladécada de los ´30 y ´40 del siglo XX, pero lo rechazapara las nuevas experiencias que llamamos “popu-lismo radicales”, pues señala que el término haadoptado un sesgo negativo, a partir del Consensode Washington y las ciencias sociales que le son fun-cionales; cfr. DUSSEL Enrique, “Cinco tesis sobre elpopulismo”, México DF, s/d 2 Véase el tratamiento de este tema en CLAUDIN,F., en la Introducción al libro de Lenin ¿Quiénes sonlos amigos del pueblo?, Siglo XXI, Madrid 1974; tam-bién desarrolla un muy importante análisis al res-pecto, el libro de DUSSEL E., El último Marx(1863-1882) y la liberación latinoamericana, SigloXXI, México DF ., 1990, cap. 7, pp. 238-292; allí elautor trabaja detenidamente la “cuestión popular” enel Marx de 1877, cuando produce un viraje funda-mental en su concepción de la historia, discutiendocon los populistas rusos y, además, remite esta te-mática posteriormente a Latinoamérica.3 BOBBIO, N. y MATTEUCCI, N., Diccionario de po-lítica, Siglo XXI, México DF, 1982; tomo 2, p. 1280 yss.).4 Véase el excelente estudio de Horacio GONZALEZy Eduardo RINESI, propuesto como Prólogo al núm.4 de la Revista Milenio, dedicado a las “Multitudesargentinas”; asimismo, cfr. GONZALEZ, H., Historiacrítica de la sociología argentina, Colihue, Bs. AS.,2000.5 GERMANI, Gino., Política y sociedad en una épocade transición: de la sociedad tradicional a la socie-dad de masas, Paidós, Bs. AS, 1965; véase el inte-resante análisis que hace de esta temática ErnestoLACLAU, en su libro Política e ideología en la teoríamarxista: capitalismo, fascismo, populismo, SigloXXI, México DF, 1978 pp. 165sgs.6 Véanse los términos de esta polémica en RETA-MOZO, M., “Populismo y teoría política: de una teo-ría hacia una epistemología del populismo paraAmérica Latina”, en Revista venezolana de econo-mía y ciencias sociales, v.12, núm. 2, Caracas,agosto de 2006.7 De IPOLA, E., Ideología y discurso populista, Foliosedic. Bs. AS, 1983 (2da.edic.); Di TELLA, Torcuato,Sociología de los procesos políticos, Grupo EditorLatinoamericano, Bs. As., 1985; DUSSEL, Enrique,

Hacia una filosofía política crítica, Desclée de Brou-wer, Bilbao, 2001; véase el excelente capítulo 10,“”Pueblo y hegemonía. Una conversación con Er-nesto Laclau”, pp. 183-219. ABOY CARLÉS, Ge-rardo, “Repensando el populismo”, ponenciapresentada en el XXIII congreso de LASA, Washing-ton DC, 2001.8 La razón populista, Fondo de Cultura Económica,Bs. As., 2005,9 Esto lo han hecho diversos autores, entre ellos Ro-berto FOLLARI en su trabajo La alternativa neopo-pulista: el reto latinoamericano al republicanismoliberal, Homo Sapiens, Rosario 2010, y el texto deRETAMOZO, citado anteriormente; asimismo,BALSA, Javier, “Las dos lógicas del populismo, sudisruptividad y la estrategia socialista”, en la Revistade Ciencias Sociales: segunda época, año 2, nú-mero 17, otoño de 2010; en este número se pre-senta un amplio dossier sobre “Populismo ydemocracia”; cfr. también el libro compilado por RI-NESI y otros: Si este no es el pueblo. Hegemonía,populismo y democracia en Argentina, Ed. UNGS,Bs. As., 2010. Un texto crítico fundamental sobre elconcepto de hegemonía en el autor argentino es elde VELTMEYER, Henry: “El proyecto pos-marxista:aporte y crítica a Ernesto Laclau”, en línea enhtpp:/www.revista_theomai.unq.edu.ar/numero14/ArtVeltmeyer.pdf10 Ver su libro clásico La democracia liberal y suépoca, Alianza Editorial, Madrid 1982.11 Op. cit. P. 13712 Ver en REIS, Revista española de investigacionessociológicas, 79, julio-septiembre de 1997.13 Véase la crítica que lleva a cabo al respectoRubén Lo VUOLO en el libro que compila tituladoContra la exclusión: la propuesta del ingreso ciuda-dano, Bs. As., 1995, pp.23 y ss.14 En la revista Punto de Vista, año XII, núm 34,julio/sept. de 1989, p. 36-4415 Op.cit. p. 37.16 Op.cit. p. 44.17Cfr. el libro 20 tesis de política,Siglo XXI, MéxicoDF, 2006, p. 90-9118 DUSSEL, E., Op. cit. P. 90.19 DUSSEL, Op.cit. p. 91.

30 años de Democracia en Argentina

Page 65: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 63

La Cátedra Libre “Monseñor Angelelli, organizada por la Universidad Católicade Córdoba y el Centro Tiempo Latinoamericano, inició 4 de septiembre el IV Se-minario-Taller. Las actividades del segundo ciclo del año 2013 giraron en torno ala temática: “A 30 años de Democracia: Con un oído en el pueblo y otro en elevangelio”.

Todos los miércoles de septiembre y octubre fueron la oportunidad para refle-xionar sobre temas sociales, culturales, políticos y religiosos con motivo de cum-plirse los 30 años de vigencia de sistema democrático en nuestro país. Las clases,abiertas a todo público y gratuitas, se dictaron en la sede Centro de la U.C.C., enObispo Trejo 323, de la Ciudad de Córdoba.

Temario y expositores:1- El impacto de la deuda interna y externa en los sectores populares en los úl-timos 30 años en Argentina, Julio Vargas, docente UCC.2- La relación entre distribución del ingreso y sectores populares en Democracia,Eduardo González Olguin, docente UNC3- Formas de organización y participación social y política en Democracia, Gus-tavo Gómez, Hugo Mamani, Gabriel Pereyra (CTL)4- Estado, partidos políticos y crisis de representación, Luis Baronetto (CTL),Ivana Fantín (Lic. en Historia)5- La influencia política de lo religioso en Democracia, Pastor Pablo Oviedo (Igle-sia Metodista)6- La Iglesia Católica, la Democracia y los pobres, José Alessio (UCC)7- El impacto cultural del neoliberalismo, Carlos Asselborn (CTL-UCC)

Este año a las jornadas se le asignaron especial importancia ya que las reflexio-nes se dieron en el contexto previo al inicio del juicio - el próximo 4 de noviembreen La Rioja - por el asesinato de Mons. Angelelli, que en su pastoreo promovió elcompromiso y la lucha por los derechos de los más empobrecidos, desde una pers-pectiva amplia y ecuménica.

Directores:Prof. José Alessio - Universidad Católica de CórdobaLic. Carlos Asselborn - Centro Tiempo Latinoamericano

Cátedra Libre Mons. Angelelli 2013

IVº Seminario Taller “A 30 años de Democracia”

Page 66: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano64

Nos sumamos a la lucha por la LIBERACIÓN

“Inspirados en el EVANGELIO defenderemos los derechos de lospobres y marginados a la vez urgimos a los cristianos y a todos los hom-bres de buena voluntad a cooperar con su OPINIÓN Y SU ACCIÓN aeliminar todo cuanto amenaza la paz social: INJUSTICIAS, MARGINA-CIONES, OPRESIONES DE GRUPOS O SECTORES DOMINANTES, IN-SENSIBILIDAD AL CAMBIO SOCIAL, ABUSO DE CUALQUIER PODERO FUERZA, DESIGUALDADES EXCESIVAS EN LA DISTRIBUCIÓN DELOS BIENES Y TODA OTRA FORMA DE OPRESIÓN.” (Declaración delEpiscopado Argentino, San Miguel, Abril de 1969).

Ante la gravedad del momento histórico que nos toca vivir, comocristianos, como jóvenes y como argentinos nos vemos en la obligaciónde denunciar el régimen de opresión que nos toca vivir y manifestarnuestro formal compromiso de sumarnos a la lucha por la LIBERACIÓNY DIGNIDAD DEL HOMBRE.

Nuestra denuncia se dirige contra el régimen de violencia impuestopor la estructura capitalista y liberal, que sólo reconoce como valorespropios el LUCRO, el ATROPELLO, el NEGOCIADO, la ENTREGA, laTORTURA, la REPRESIÓN, la CÁRCEL.

Régimen sustentado con leyes arbitrarias que sólo favorecen a mi-norías privilegiadas y mantenido por las armas compradas a precio delhambre del Pueblo.

Nuestro compromiso cristiano está claramente exigido por el Evan-gelio: “Felices los que tienen hambre y sed de JUSTICIA porque seránsaciados…Felices los que trabajan por la PAZ porque serán llamadoshijos de Dios...Felices los que son perseguidos por practicar la justiciaporque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos...Felices Uds.cuando sean insultados y perseguidos y cuando los calumnien a causade Mi...” (Mateo, 5,1-10).

“La obra de la justicia es la Paz” (Isaías 32, 17).Somos conscientes de que ser cristianos implica luchar por la libe-

ración y dignidad del hombre, contra la injusticia opresora, constru-yendo la AUTÉNTICA PAZ que es resultado y logro de la JUSTICIA y

LA MEMORIA EN DOCUMENTOSNos proponemos en esta sección recuperar documentos quehicieron historia, marcaron rumbos y animaron compromisosde vida en la lucha por la justicia y la liberación.

Page 67: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 65

nunca pasividad e indiferencia.Muchos son los que sacrificadamente están luchando y aun dando

su vida por un mundo donde desaparezcan el hambre y la miseria, laguerra y la esclavitud, la dominación y la prostitución, la desocupacióny los sin-techo, los privilegios y la explotación; por un mundo de jus-ticia-paz-libertad, para un hombre libre:

en lo SOCIALen lo POLÍTICOen lo ECONÓMICOen lo CULTURAL

capaz de transformar el universo y ponerlo al servicio de TODOS loshombres y de TODO el hombre.

Este compromiso lo vemos manifestado en numerosos cristianos,entre ellos Obispos y Sacerdotes como los del “TERCER MUNDO”que interpretando las ansias liberadoras del Pueblo Latinoamericanoentienden este compromiso como una participación en la ACCIÓNLIBERADORA DE DIOS EN NUESTRA HISTORIA.

“Amense unos a otros como YO los he amado, no hay amor másgrande que dar la VIDA por los amigos” (Juan 15,12-13).

Morir por el Pueblo es la máxima opción del cristiano y justamenteel anuncio sin hipocresía del Evangelio y la acción por la justicia quese gesta en el seno de nuestro Pueblo tienen como consecuencia unaentrega total.

Como seminaristas llamados por JESUCRISTO a ejercer un minis-terio al SERVICIO DEL PUEBLO entendemos nuestro futuro Sacerdo-cio inscripto en una línea de compromiso y DESDE YA nosidentificamos con los objetivos planteados por todos los que han co-menzado a recorrer este camino de LIBERACIÓN.

Córdoba, 20 de Julio de 1970

FIRMADO. Por un grupo de seminaristas:

CARLOS DUBOIS, DIEGO DULCE, ALFREDO BARONTINI, FELIPEOSCAR GONZÁLEZ, HUGO BUSTOS, ANDRES CAMUSSO, CARLOSMARTINEZ, PABLO ACOSTA, CESAR LLANOS, PEDRO BADO, JUANPABLO AMARILLA, ROBERTO QUIROGA, MIGUEL ÁNGEL MOZÉ,OSCAR RIQUELME, HUGO BORGET, ROBERTO VIDAÑA, ENRIQUECHELI, GERVASIO MECCA, SALVADOR BELCASTRO, LUIS MIGUELBARONETTO, JORGE DI ROCCO, EFRÉN AGRETTI, J. C. MOLINA,M. A. CENTENO.

Nos sumamos a la lucha por la Liberación

Page 68: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano66

Este Comunicado para la prensa fuepublicado integramente en los diariosCórdoba (de la ciudad de Córdoba) yLa Razón (de Buenos Aires). Comonoticia tuvo eco en radios locales.También fue enviado a la revista chi-lena Pastoral Popular por Gervasio“Cacho”Mecca con esta introducción:“Atentos a la sensibilidad Pastoralcon que una Revista como PASTORALPOPULAR recoge, analiza y proyectatodas las experiencias y búsquedas deesta tierra latinoamericana y de sushombres en el objetivo de una LIBE-RACIÓN en la LIBERTAD – JUSTI-CIA y AMOR y teniendo en cuenta laacogida favorable y auspiciosa quedicha publicación tiene en Argentina,le hacemos llegar el siguiente COMU-NICADO (dado a la opinión públicapor los periódicos y radios en Cór-doba), fruto y signo de esa BÚS-QUEDA-COMPROMISO en queestamos empeñados. En Argentinatambién se vive y se piensa por quienesqueremos y aspiramos a un Sacerdocioal servicio del Pueblo y de la Libera-ción.” 24 Seminaristas de Córdoba.

La Revista Pastoral Popular, deChile, lo publicó en su edición N° 122del año 1970.La iniciativa de un pronunciamiento

público surgió después de la muerte deEmilio Maza, un joven laico pertene-ciente a grupos cristianos, varios de los

cuales dieron origen en Córdoba aMontoneros. Emilio Maza integró loscomandos que “tomaron” el pueblo LaCalera, cercano a la ciudad de Cór-doba, el 1 de julio de 1970, dondeMontoneros hizo por primera vez suaparición pública. Luego de este hechoy la detención de algunos, la policíahirió gravemente a Emilio Maza enuna vivienda de barrio Los Naranjos,falleciendo poco después.La propuesta fue hecha por algunos

seminaristas que estaban relacionadoscon estudiantes de la Universidad Ca-tólica de Córdoba. En base a un textoborrador se debatió en el SeminarioMayor de Córdoba. Los que aprobaronla redacción final lo firmaron. El hechotuvo importante repercusión pública yel entonces Arzobispo Raúl F. Prima-testa, que participaba de una reunióndel Episcopado al momento de la pu-blicación, al regresar a la arquidiócesisreaccionó desfavorablemente plante-ando la expulsión de los firmantes. Laintervención de varios sacerdotes per-tenecientes al Movimiento del TercerMundo, que plantearon renunciar a susparroquias si se consumaba la decisióndel Arzobispo hizo retrotraer la me-dida. Pero después pidió a los obisposde otras diócesis que retiraran a los se-minaristas de cada jurisdicción, que-dando sólo los tres pertenecientes a laarquidiócesis de Córdoba.

LA MEMORIA EN DOCUMENTOS

Nos sumamos a la lucha por la LIBERACIÓN

-Viene de página 65-

Page 69: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 67

Córdoba

Breve historia

El Centro Ecuménico Cristiano deCórdoba (CECC) tiene una larga tra-yectoria en el trabajo ecuménico , enespecial con los jóvenes, mujeres yadultos de las iglesias que la confor-man. Este año 2013 estamos cele-brando los 40 años de vida y misióncomo espacio explícitamente ecumé-nico.Los primeros encuentros ecuméni-

cos en la ciudad de Córdoba (Argen-tina) se realizaron durante los años1971 a 1973, bajo el nombre de AteneoCristiano de Estudios Sociales, con laparticipación de diferentes comunida-des cristianas, para testimoniar juntosmediante la Palabra y el servicio a losseres humanos.En octubre de 1973 se promovieron

actividades de reflexión y culto, de ora-ción común y servicio a la comunidad,como así también el proyecto de Mi-sión Urbana, que fue la primera acciónecuménica de servicio organizada en laciudad, con el fin de la promoción hu-mana y brindar ayuda a personas nece-

sitadas del centro urbano de Córdoba. El 24 de octubre de 1978 se constituyóla primera Junta Directiva y el actaconstitutiva de lo que sería el CECC,participando las iglesias: Metodista,Anglicana, Ortodoxa del Patriarcadode Antioquía, el Ejército de Salvación,La Congregación Evangélica Alemanade Córdoba(IERP) y la Iglesia CatólicaRomana como miembro observador,para la búsqueda conjunta de formascomunes de testimonio, evangelizacióny servicio cristiano.El CECC fue un espacio pionero de

encuentro, diálogo, testimonio ecumé-nico y reflexión. Intentaba ser el rostrodel Consejo Mundial de Iglesias yluego del Consejo Latinoamericano deIglesias –creado en 1982- en “la docta”y un sueño hecho realidad para quie-nes estaban comprometidos con unecumenismo en la práctica. Era un es-pacio y un hogar para sectores de dis-tintas iglesias que intentaban respondercon fidelidad al mandamiento de “seruno” en Cristo.Podríamos mencionar muchas tareas

en que el CECC fue pionero o trabajó

40 años del Centro Ecuménico Cristiano de Córdoba:

“Unidad hacia el Reino de Dios”

Pablo Oviedo *

* Presbítero de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina en Córdoba. Es el asesor pastoral y miembro dela Junta directiva del CECC .

Page 70: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano68

junto otros organismos. Para poner unejemplo , y en relación al trabajo en elárea de Derechos Humanos, podemosafirmar que en la década del 70 y 80,muchas personas cristianas compren-dieron su fidelidad al Evangelio comoun verdadero compromiso con la de-fensa de la vida y la búsqueda de laverdad y justicia. Fue el CECC un es-pacio de encuentro de familiares de de-tenidos por razones políticas yfamiliares de desaparecidos. Sacerdo-tes y pastoras/es ejercieron una impor-tante tarea de contención llamadaPastoral de Consolación. Cuandodesde el gobierno democrático elegidoen el año 83, se creó la CONADEP,Córdoba fue una de las ciudades dondese creó un anexo y el Centro Ecumé-nico facilitó las instalaciones de uno delos Hogares Estudiantiles (tarea ya dis-continuada en ese año) para el funcio-namiento del anexo de la CONADEPCórdoba. Este fue un claro testimoniohacia la Iglesia y la comunidad toda delcompromiso del CECC en la búsquedade la verdad con justicia.

Iglesias que participan actualmente-Iglesia Anglicana-Iglesia Evangélica Metodista Argen-tina-Iglesia Evangélica del Río de la Plata-Iglesia Católica Ortodoxa del Patriar-cado de Antioquia-Iglesia Católica Apostólica Romana yotras Iglesias cristianas que participancomo adherentes.

Nuestro Objetivo principal es for-mar Conciencia Ecuménica, “Contri-

buyendo a la unidad de los cristianos,respetando su diversidad”. Siempre alos fines de crecer en nuestro servicioa nuestro pueblo de Córdoba, a travésdel testimonio cristiano”.

Anhelamos el acercamiento de toda co-munidad que confiese la fe trinitaria,participando y aportando sus dones yvirtudes para juntos vivir la oración denuestro Señor Jesucristo, para el mutuoenriquecimiento espiritual.Anhelamos que todas las personas

que se confiesan como cristianas pue-dan sumarse a la causa ecuménica yunidos en la alabanza, la oración y elservicio, busquemos luchar por unmundo de Paz y Justicia.

Motivados por el crecimiento queha significado el compartir ecuménico,anhelamos fortalecer nuestros vínculoscon Iglesias cristianas de distintas de-nominaciones sabiendo que a través desu presencia y participación seremosbendecidos.

“Que TODOS sean UNOcomo Tú, Padreestás en mí y Yo en Ti.Sean también uno en nosotros:así el mundo creerá que túme has enviado” Juan 17:21

Visión general del CECC hoy: Ecumenismo dinámico en el Espíritu

En relación a la situación ecuménicaestamos en un tiempo de transiciónluego de dos décadas de fervor ecumé-nico(1970-80) , para luego pasar a uninvierno ecuménico institucional

Centro Ecuménico de Córdoba

Page 71: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 69

Córdoba

(1990) que ha derivado en un presentede reconfiguración dinámica de lo ecu-ménico donde en especial los desafíoséticos actuales, marcan y articulan di-ferentes relaciones entre los cristianosy las iglesias más allá del ecumenismoinstitucional. Ante esta situación lascomunidades cristianas abiertas al diá-logo y a la misión en común, pueden ydeben hacer un aporte fundamentaldesde su identidad ecuménica, siempreabierta al mundo y a sus problemáticas.Creemos que un tiempo signado por laviolencia y descalificación mutua, losdesafíos que vienen del ecumenismo ydel mundo secular – distribución de lariqueza, cultura democrática y partici-pación social y política y la búsquedade espiritualidades sanas – son temasfundamentales y urgentes para leer teo-lógicamente y actuar desde la misiónde las iglesias hoy.En ese sentido el diálogo y la coo-

peración ecuménicos es un signo de lostiempos hacia una cultura de la paz conjusticia, en consonancia con la bús-queda prioritaria del reino de Dios ennuestro tiempo.Es necesario tomar conciencia de la

relación entre la búsqueda humana porla libertad, la justicia y en este caso lafe cristiana y el movimiento ecumé-nico. Y es por esto, que no podemoshablar del movimiento ecuménico sinmencionar la defensa de los derechoshumanos, en la cual el mismo ha tenidoum rol fundamental em Argentinajunto a otros movimientos sociales .Este avance sobre los DDHH, en el quela experiencia de la humanidad esti-mula a los cristianos y a todo creyente

a explorar las fuentes de su fe y redes-cubrir en ella una riqueza que respondea esa búsqueda y que, a su vez inspiraa comprometerse más con ella. Pero,por otra parte, es posible discernir entodo este proceso, un ethos, un marcocultural que tiene que ver con la mani-festación de Dios en su acción y su lla-mado en la historia. Un ethos que nosmueve en la dirección de la lucha poruna mejor vida humana y de la crea-ción toda1, por la búsqueda dentro delas condiciones históricas actuales delas mejores posibilidades materiales yespirituales para la persona humana yla sociedad. Esa conciencia, que comohemos visto, se ha ido abriendo pasoentre idas y vueltas en iglesias y diver-sas tradiciones religiosas, ha sido ydebe seguir siendo un factor positivoque ofrecemos como religiones, ennuestra participación política y socialmadura; que continúa siendo una ma-teria pendiente en nuestros pueblos la-tinoamericanos. Ya que como planteael teólogo católico Hans Küng “Sindiálogo entre las religiones no habrápaz en la Tierra”2. Y creemos que esteesfuerzo de escucharnos y debatir, va-lorando el aporte de cada religión esfundamental a los fines de motivar a lasociedad a vivir en el diálogo, el res-peto y el pluralismo. Esto es lo pri-mero-no lo único- que ofrecemos a lasociedad en materia de DDHH: respe-tarnos mutuamente. En medio de los dolorosos procesos

de exclusión generados por el neolibe-ralismo y los profundos cambios de laglobalización, Dios está llevando acabo su gran obra de transformación y

Page 72: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano70

de restauración de la vida en cada rin-cón de nuestras sociedades, y desde allínos sigue llamando a ser parte de esaobra , en nuestra práctica y en la refle-xión teológica que clarifique, forta-lezca y corrija la misma. Esperamosque esta modesta semilla ecuménicacolabore a nuestro compromiso con lavida y con la anticipación del nuevocielo y la nueva tierra (Apocalipsis21:1-5) que esperamos activamente,porque otra vida es posible .

Creemos que a diferencia de la mi-sión que el CECC tuvo en los años 70hasta fines de los 90 -un compromisoecuménico social que permitía un in-volucramiento en la sociedad de Cór-doba con los mas vulnerables- , desdehace unos siete años el mismo ha redi-mensionado su visión y misión más li-gada a ser un espacio de encuentro yformación ecuménicos desde las cele-braciones o actos litúrgicos, o los reti-ros o encuentros, y talleres que brinda.Su lema actual es” Contribuyendo a launidad de los cristianos respetando sudiversidad”. Pero no entendemos launidad como algo meramente institu-

cional o como un fín en sí mismo sinosiempre en función de la misión de lasiglesias de anticipar los valores delReino de Dios: misericordia, justicia ypaz en la creación toda . Más cuandoen algunas de las iglesias cristianas seadvierte un repliegue hacia adentropara replantearse su vida y misión.Esto vale como una estrategia coyun-tural pero no olvidar nunca que su mi-sión es hacia fuera , es estar al serviciode la humanidad y de los que más su-fren. Eso nos ensenó el Maestro Jesúsque no vino a este mundo a fundar sólouna nueva manera de re-ligarnos conDios sino a instaurar su Reino en lahistoria. Por ello, celebramos estos 40 años devida del CECC y esperamos seguirsiendo un espacio de encuentro y co-munión para enriquecer a las comuni-dades. En especial en la búsqueda delreino de Dios, que a través de su Espí-ritu, nos sigue desafiando a unirnos enla misión de anunciar y testimoniar in-tegralmente el Evangelio a un mundoglobalizado y fragmentado, que nece-sita del Amor de Dios, de más justicia,fraternidad y paz.

1 La dimensión ecológica es ya otro gran tema teo-lógico que debe madurar en la defensa de la vida.El tema del desmonte y el uso de los agrotóxicos ennuestra provincia y ciudad –y sus consecuencias -es un tema desafiante entre nosotros. 2 Ver Hans Küng Lo que yo creo, Trotta, Madrid,

2011, p. 231 .El plantea “No habrá paz entre las na-ciones sin paz y diálogo entre las religiones, paraello es necesario criterios éticos globales para nue-vas relaciones internacionales, si no nuestro planetano sobrevivirá.”

Centro Ecuménico de Córdoba

Page 73: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 71

Centro Tiempo Latinoamericano

El título fue la consigna que reflexio-namos en grupos a 37 años del marti-rio, manteniendo nuestro reclamo deJusticia para que se fijara fecha de ini-cio del juicio a los asesinos de Mons.Angelelli. Nuestro Centro Tiempo Latinoameri-cano organizó una Jornada de Refle-xión el sábado 3 de agosto en la sedede la calle Belgrano en la ciudad deCórdoba. Gustavo Gómez, nuestro pre-sidente, dio la bienvenida y explicó lametodología grupal para reflexionar laconsigna elegida. Los diversos gruposdebatieron en torno a estos ejes y pre-guntas:a) Señalar lo que impulsó el com-promiso con los pobres a nivel per-sonal o grupal, en lo social, lopolítico, lo bíblico/religioso.b) Ese compromiso ¿fue efectivo?¿Tuvo consecuencias? ¿Transformórealidades?c) ¿Qué organización y medios nosdábamos en el compromiso y lalucha?

Presentamos a continuación algunosfragmentos desgrabados de las refle-xiones grupales:

Grupo A: Muchas veces hacemos mucho sin

saber si sirve o no sirve. No nos fija-mos en el interés del otro, sino en nues-tro esfuerzo; y un poco la tensión esentre la utopía y la vida cotidiana. Lascosas que están allá más lejos las bus-camos; pero mientras tanto tenemosque hacer cosas para resolver los pro-blemas de la vida de todos los días. Sehizo referencia también a la tensiónentre las fuerzas de las organizacionesen el cambio de las realidades sociales,la importancia de los grupos, de laciencia, de la tecnología. Y también laimportancia de la relación personal, elvínculo con la otra persona que salva,más allá del cambio de las cuestionessociales, la relación entre lo personal ylo institucional. Aunque algunos testi-monios pusieron más fuerza en unoque en otro, parece que lo importantees que todos reconocimos, que no esuna u otra cosa; sino lo personal y losocial; lo pequeño y lo estructural. Sur-gió cómo muchas veces en la nomina-ción del otro como pobre se crea unabrecha, y sobre todo que el nombrar alotro como pobre también opera paradiscriminación y para que el otro nopueda resolver muchas cosas. La importancia de la espiritualidadcomo aquel lugar en el que nos ubica-mos para hacer las cosas como hombre

Homenaje a Mons. AngelelliEl compromiso con los pobres y sus consecuencias

Page 74: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano72

nuevo, la conciencia de lo que somosy de lo que tenemos. También se hablóde la iglesia de pobres para pobres mu-chas veces con construcciones que sir-ven a algunos para sostener sectoressubalternos.

Grupo B:Nosotros expusimos muy brevementelas experiencias según las edades, la di-versidad de los contextos en los quecada uno tuvo aproximaciones par-tiendo de la experiencia personal o ins-titucional arraigadas fuertemente en loeducativo y el compromiso político. Enla conversación nos detuvimos muchocontando las experiencias y motivacio-nes que nos impulsan a transformar,compromisos que aparecen en las ex-periencias de cada uno: políticas, cul-turales, religiosas, sociales, educativas,sindicales.Frente a la pregunta sobre las transfor-maciones en los ámbitos concretos y enla vida personal, el compromiso fuetotal, tuvo consecuencias y transformórealidades. No veíamos tanto lo de laefectividad. Hacíamos, sin estar mi-diendo que efectividad tenía. Pero lastrasformaciones se experimentabanmás en nuestras propias vidas, o seacon el paso de la experiencia. Un ejem-plo: Verónica manifiesta lo que signi-ficó para ella que en un proyecto deeducación, de alfabetización en Río IV,mujeres mayores, abuelas en algúncaso, planteaban con una mucha ale-gría poder leer su número de docu-mento y su nombre en un documentode identidad, para enseñarle a los hijos.Esa experiencia es de una gran riqueza.

En ese sentido parecía que las expe-riencias marcaban más trasformacionesen nosotros mismos. Algunos con ex-periencias mucho más intensas. Lo dePatricia fue muy interesante, desde elcontacto personal con el Pelado Ange-lelli, su tarea institucional, en todo loque significó el área del Ministerio deEducación. El aporte de Nelda quehizo una referencia muy fuerte desdelo político. Y puso de relieve el soporteespiritual que tienen los procesos detransformación.

Grupo C:En nuestro grupo también hubo expe-riencias variadas que venían de lasONG, de la docencia o de la actividadmilitante; gente agnóstica, que estuvoen la Rioja y en contacto con Angelelli.A través de asistir en la cátedra libre enla UCC sigue percibiendo que la Igle-sia tiene una idea de resignación. Otrotema que hablamos fue la violencia enel pobre: en los medios de comunica-ción siguen manteniendo la idea de queel pobre es violento, que Jesús era pa-cífico. También desde distintas experienciasparroquiales se constata que la teologíade la liberación que Angelelli sosteníase va aislando; va prevaleciendo el ca-tolicismo conservador. Marilé comentóque en cierta manera Francisco está te-niendo actitudes que tenía su tío, nosabe cuáles serán los resultados finales.Añadió Valdemar: el compromiso conlos pobres tuvo su consecuencia en miparroquia, hemos experimentado unenfrentamiento entre los conservadoresy los que veníamos con la opción por

Centro Tiempo Latinoamericano

Page 75: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 73

los pobres; que nos había marcado elpadre Marcelo, ese aislamiento de lacomunidad. Los conservadores nos til-daron de comunistas, más que todo enlos procesos anteriores que fueron muydifíciles con la falta de trabajo de loscompañeros, ahí se puso en práctica lasolidaridad haciendo compras comuni-tarias y eso nos marcó más todavía.

En base a lo expuesto por los grupos,Vitín como moderador destacó algu-nos aspectos relevantes, abriendo elplenario general:El pobre evidentemente es un pro-blema hasta para hablar, porque cadauno entiende una cosa diferente o condiversos matices, lo cual a su vez ge-nera actitudes diferentes. Pero ahí estáel pobre, más bien como una pregunta.Me parece importante el punto dondedice: pobres violentos, Jesús pacífico.Porque en realidad expresa una ideasobre los pobres, culturalmente gene-ralizada, como los que son el pro-blema. Eso lleva a que estemoshablando, por ejemplo hoy, que a An-gelelli lo hayan matado, el compro-miso por trasformar la realidad generaconflictos Acá hay algunos compañe-ros que han compartido también la cár-cel por un proyecto de transformaciónsocial. Hemos vivido la persecución deotra manera. Es decir los pobres son unproblema. Lo cual nos viene muy bienpara poder cuestionarnos si nuestravida en el mundo tiene algún sentido osi nos rascamos el pupo o andamoscomo una ameba hasta que se nosacabe el aire. El sentido de la vida. Hayuna contradicción o tensión o comple-

mentación. Tensión es parecido a con-flicto, es parecido a problema entre lautopía de buscar hacia adelante y elpiso, la realidad, lo que pasa hoy. Ten-sión entre lo que debe ser y lo que es.El ya pero el todavía no. Pero en esecaminito ¿qué es lo más importante: lopersonal o la organización? CuandoVilma hacía su aporte, en realidad es-taba marcando la necesidad de la espi-ritualidad, que nosotros debemoscargar como la energía necesaria parallevar adelante cualquier emprendi-miento de esta naturaleza desde laperspectiva cristiana o no cristiana.Porque si tiene que ver con la suertedel otro, sin hombre nuevo - repitiendoa San Pablo o al Che Guevara - latransformación será puro aparato, in-consistente. Y sin organización sólo unesfuerzo individual, a lo mejor merito-rio pero ineficaz o de corto tiempo. De la diversidad de experiencias y decontextos expuestos debemos apren-der. Porque muchas veces somos dog-máticos. Nuestra formación cristianacontribuía a ser sectarios porque “laverdad” la teníamos nosotros, así nosenseñaron en el catecismo desde chi-quitos. Y no valoramos en su dimen-sión cosas que el tiempo nos fueindicando: la verdad está también en elque piensa diferente, que todos tene-mos un poquito y aceptar al otro comodistinto, como diverso. Afortunada-mente se va avanzado en ese sentido.Hoy es más fácil entender esto de la di-versidad porque la realidad es así, nosirven las experiencias únicas, el par-tido único, la organización única.Vilma decía, de cómo van surgiendo a

Homenaje a Mons. Angelelli 2013

Page 76: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano74

veces no con tanto nombre pero si vanllevando adelante en los barrios, en laalfabetización, el apoyo escolar, en di-versas experiencias de este tipo, queparece que están poniendo un parche.Antes decíamos que con el parche nose iba al fondo del problema; y hoyvemos que esos parches son pasos quevan ayudando a tener experiencias deorganización, de conciencia de la dig-nidad propia. Y son pasos necesariospara avanzar en mayores niveles dejusticia social, de fraternidad y de todasesas cosas que están en el fondo de lasutopías. También parece bueno hablar sobre

la eficacia. Un valor del neolibera-lismo; lo único positivo que pude en-contrar en él es este criterio de laeficacia, porque en nuestra formación,la cuestión era el hacer. Nos compro-metíamos generosamente sin pregun-tarnos si servía o no lo que hacíamos,si ayudaba a alguien o no; si modifi-caba algo de la realidad o no. Nosotrosquedábamos satisfechos y creíamoshaber hecho pasos hacia la santidad;con hacerlo bastaba. La idea era: yoavancé hacia la santidad; sin cuestio-narme si efectivamente mejoró la vidao contribuí a mejorar la vida de losotros. S no soy efectivo en el camino,es una autosatisfacción. Otro grupo hapuesto más el acento en referencia a laIglesia, con una connotación especialen relación a algo que parece persistir:Iglesia, pobre y resignación. IntervieneCarlos: rescatábamos lo que dijo Gus-tavo Gutiérrez cuando hablaba de laopción por los pobres, que no era unaopción específicamente centrada en lo

moral, sino que era una opción por lospobres porque hay falta de dignidad.No están las condiciones básicas paraseguir subsistiendo como ser humanodigno. A veces en ciertos sectores de laIglesia se termina moralizando esa op-ción al decir: nosotros vamos a hacerla opción pero por los pobres buenos,los que no chupan, los pobres que noles pegan a sus mujeres, esos son elmodelo. La opción por los pobres su-pera esa interpretación moralizante quetermina echándole agua a la opción porlos pobres. En mis clases cuando toca-mos este tema el 90% de los alumnosdice: no estamos de acuerdo, porquelos pobres no son merecedores porqueellos tampoco han hecho nada paramerecer esa dádiva. El tema de los po-bres sigue molestando. No es sola-mente dentro de la Iglesia, es elimaginario social que se respira, unoescucha la radio, habla con el vecino,da clases y esta concepción aparecemuy fuerte. Dice Vitin: hay tantas ex-presiones que estigmatizan al pobrepara liberarse del compromiso de ocu-parse del que menos tiene, porque sonmolestos, son hediondos, no se lavan.Nadie piensa por ejemplo que no tie-nen agua o que el agua que les llega espodrida; y qué hicimos para que tenganel agua. Esas preguntas no entran. Enrealidad es una visión de la sociedad yde la Iglesia como parte de esa socie-dad, de los medios de comunicaciónque nos está mostrando un modelo quees el pacifista, el diálogo. Y no se tratade estar en contra del dialogo y delconsenso. Pero debo mirar quién es elque me lo dice. Si me lo dice el presi-

Centro Tiempo Latinoamericano

Page 77: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 75

Homenaje a Mons. Angelelli 2013

dente de la sociedad rural por ejemplo,es probable que el planteo venga mal.Este modelo pacífico de sociedad tieneque ver con que se han estigmatizadoalgunas violencias. Hoy pareciera quesi los pobres van con los bastones a lamarcha es necesariamente porque vana matar un policía, mientras la violen-cia de los policías que todos los díasapalean a los chicos en los barrios, noes violencia. Hay también una discri-minación racista: los pobres blancospueden resistir pero a los Qom los ma-tamos, ellos no pueden protestar.Agrega Alberto: pero no tan sólo estáen ese sentido. El decreto que ha fir-mado hace dos semanas el gobernadorDe La Sota con la creación de los DOP(Departamento de Ocupación Territo-rial), en donde ha nombrado 15 barriosdonde van a operar los policías, en de-finitiva es llevar a los chicos morochos.Todo ese tema de zona roja es terribley discriminatorio. Y toda la sociedad loaceptó muy bien, está trabajando por laseguridad. Aporta Vilma: Hoy en díano sólo se está persiguiendo a los po-bres. También cuando uno toca elpoder. Tenemos el caso con el perio-dista Vaca Narvaja: se metió a tocar ala “crema” de Río Cuarto y lo quere-llaron. Jesús dijo en el Evangelio queel poder que se mantenía en la sociedadnosotros lo debemos revertir como ser-vicio. Digo, el poder político, el podereconómico, el poder social; sólo bastaver las cárceles y uno ve claramenteque las cárceles no son para los ricos.Interviene Alicia:Me parece que es ahídonde coincidimos en que el tema delpobre es un término viejo que ayuda

hoy a justificar muchas diferencias deestrategias y de discriminaciones. Estoque dice Carlos, los pobres merecedo-res. Ha sido una categoría que ha atra-vesado toda la política social parajustificar estrategias de discriminación,y que sigue estando hoy. Solo eso jus-tifica que hay otra forma de hacer lascosas para no resolver las causas de lapobreza. Nos atraviesa esto de que nos-otros hacemos el bien porque somosbuenos y no porque el otro tiene dere-chos. La insistencia en la dignidad delotro y en el derecho del otro. Dijo Gus-tavo Gutiérrez en relación a ese tema,en realidad el prójimo no era el heridoque estaba ahí, en el camino; sino queese herido me posibilita a mí que yosea ese prójimo. Participa Carlos:Cuando estábamos pensando en estadinámica y las preguntas, siempre salela cuestión de los pobres. Insistimos enlos pobres porque creemos que es lavara, el metro para medir cómo esta-mos viviendo como sociedad, y entranen discusión las instituciones, la polí-tica, las creencias, la iglesia, el estado,las ONGs. El eje central son los pobresporque muestran lo que no está funcio-nando en la sociedad. Y por supuestoesto supone la tensión entre utopía y larealidad. Pero es un criterio para eva-luar, discernir, criticar. Y voy a ir unpoquito más allá de aquellos que pien-san su acción desde la identidad cris-tiana. Decimos a veces porque es Jesúsel que nos dice los criterios para decirlo que está y lo que falta. En realidades la práctica de Jesús. Alguna vez es-cuche o leí a un teólogo que dice: esta-mos habituados, hemos sido educados

Page 78: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano76

a tener fe en Jesús; y lo que tenemosque aprender es a tener la fe de Jesús,con qué criterios se manejó. Y ese es elcriterio que uno tiene que recuperar.No significa que hay que ser creyentepara hacer uso de dicho criterio, atra-viesa la sociedad desde un partido po-lítico, desde una ONG, una religión,una orientación dentro de la Iglesia. Esun criterio bastante concreto comopara darse cuenta lo que está en la so-ciedad y lo que falta, lo que atenta con-tra la dignidad del ser humano. Y ahíse ve como con mayor explicitación lasituación de los pobres. Interviene Ali-cia: Me parece mucho más amplio elconcepto del pobre; es la huérfana, elhuérfano, la viuda, aquel que en su ca-rencia nos interpela en lo que nosotrostenemos. Esa es una visión más am-plia, en la sociedad marcan diferenciasde clases, que muchas veces sin darnoscuenta las seguimos sosteniendo. Par-ticipa Gabriel: Vinculado con lo queustedes dicen la palabra conflicto esparte de esta situación, no hay formade aislarlo, el conflicto está ahí. DiceVilma: La fe de Jesús muchas veces vamucho más allá de lo que es la Iglesiacatólica, en esta tensión de lo organi-zacional y lo personal y el compro-miso. Decían antes que en su época secentraban más en el hacer sin ver si eraefectivo o no. Pero en el fondo habíauna intención de organizarse para des-organizar la estructura vigente en esemomento, hay que golpear para que sedesestructure y poder organizarnos deotra manera. Somos muchos ciudada-nos los que nos sentimos identificadoscon lo que está diciendo por ejemplo

este periodista de Río Cuarto. ParticipaPepe: Siguiendo un poco el planteo deVitin: decía que el pobre es un pro-blema hasta para hablar llegaste adecir, un problema para nombrar, con-ceptualizar. Yo añadiría el pobre esmoda también y a veces se lo utiliza, elpobre es un negocio, en la iglesia lospobres parecen ser funcionales. En loque respecta a lo de hablar me acordéde lo que decía Gutiérrez: que la pala-bra es el acto segundo en la teología yahí están las ciencias, la sociología, lapedagogía, la economía. Creo que hayun desafío enorme al trabajo y tambiéna la inteligencia, un desafío perma-nente porque en esto hay siempre al-guien que quiere captar, y despuésvincular esta relación pobre - pobreza.Si luchamos contra la pobreza estamostrabajando por los pobres y esto im-plica definir qué es la pobreza. Creoque las ciencias deberían contribuir, ysi hay ciencia tiene que haber efectivi-dad, tiene que haber exigencias, dondehay demanda hay una exigencia de lacaridad y de la justicia, la efectividadno es patrimonio de un lenguaje pura-mente liberal, lo es como concepto decalidad en los procesos. Hay que recu-perar la efectividad como una exigen-cia de la caridad cristiana y de lajusticia cristiana, o sea sin ningúntemor hay que encontrar la manera in-cluso para desarmar las manipulacio-nes que los medios, las estructurashacen de la pobreza y de los pobres. Eltema de la violencia en el pobre, y enrealidad habría que decir del pobre,porque el pobre ahí es victimario, elpobre es sujeto de la violencia. Pero en

Centro Tiempo Latinoamericano

Page 79: Tiempo Latinoamericano 96

realidad la pobreza es violencia y elpobre en esos términos pasa a ser víc-tima, no victimario. Habría que traba-jar más el tema de la violencia y comodesarmar la estructura que tiene deter-minado que los pobres son violentos yfijar en el lenguaje, en los medios, entoda la sociedad el tema de la pobreza.

Finalizamos la Jornada con una ce-lebración: La Palabra y los gestos:

“Haremos todo lo posible para que losresponsables de nuestro gobierno y denuestros servicios públicos decidan ypongan en práctica las leyes, estructu-ras e instituciones sociales que son ne-cesarias para la justicia, la igualdad yel desarrollo armónico y total de todoel hombre y de todos los hombres y, asípara el advenimiento de un orden so-cial, nuevo, digno de hijos de hombresy de hijos de Dios”. (Pacto de las Ca-tacumbas firmado en 1965 por 42Obispos de diversos países entre ellos2 Argentinos, Mons. Alberto Devoto yMons. Enrique Angelelli.

Invitamos a Marilé y Vitin, quere-llantes en la causa, a traer a la mesa los26 Expedientes judiciales por el marti-rio de Angelelli. De allí rescatamosparte del escrito por los fiscales:

“entre 1976 y diciembre de 1983, lasfuerzas armadas empoderadas porsectores que veían con recelo cómoamplios sectores de la población inten-taban disputar espacios de discusiónpolítica/económica/social ejercieronun control absoluto sobre las institu-ciones del país, anulando la vigencia

del estado de derecho… para llevaradelante este esquema las FFAA per-geñaron un curso de acción secreto…ejecutando sus acciones de modo clan-destino cuyo exclusivo propósito eraaniquilar lo se llamó “la subversión”sosteniendo que estaba enquistada enla sociedad civil… En la provincia deLa Rioja ese plan contemplaba la per-secución de la Iglesia Católica afin alMovimiento de Curas del TercerMundo cuyos miembros sufrieron re-presión, secuestros, torturas y ejecu-ciones. Los hechos de esta causaprecisamente tratan de la muerte me-ticulosamente provocada a un Obispo,un alto dignatario de la fe católica, aquien se le reprochaban vínculos conla denominada subversión, por haberhecho de su profesión de fe una praxisen favor de los pobres, particularmentede Los llanos de la Pcia. de la Rioja,denunciando a través de sus homilíasradiales desde su llegada a la provin-cia en 1968, las profundas injusticiashechas padecer a estas gentes: falta detrabajo, de cobertura en salud, educa-ción y hasta el insumo básico para susubsistencia, el agua”.

Solicitamos a los secretarios de losgrupos reunidos durante la mañana, enrepresentación de todos, que dejensobre la mesa, este altar compartido,los trabajos elaborados, como signo denuestra organización y lucha de ayer yde hoy.

“la lucha por la promoción del Hom-bre le da a la Historia su verdaderosentido, vale la vida personal y de los

Homenaje a Mons. Angelelli 2013

Tiempo Latinoamericano • 77

Page 80: Tiempo Latinoamericano 96

pueblos en este objetivo” (CamelRubén Layún 21/10/2004 a Alcira Bur-gos – SINPECAF)

Para concluir, decíamos en nuestra úl-tima revista: “ni vanguardias ni mino-rías proféticas”, sí son necesarios hoygrupos y organizaciones que dinami-cen los procesos sociales a la par de los

movimientos populares y del desarro-llo político de la clase trabajadora. Esteproceso/caminata en todos los casosdebe tener como punto de referencia alos pobres, ya que ellos son el hori-zonte para transitar ese camino hacia lajusticia social.

Gabriel Pereyra y Alberto Vanden Panhuysen / CTL

Centro Tiempo Latinoamericano

Los peregrinantes de Córdoba al lugardel martirio en Punta de Los Llanos,participaron el 4 de agosto en la cele-bración de las 15 hs. sobre la ruta,ofrendando copias del expediente judi-cial. Valdemar “el Turco” Saires yGustavo Gómez, de Tiempo Latinoa-mericano, explicaron el sentido delgesto leyendo lo que sigue:

Llegamos a los 37 años de reclamo deJusticia, largamente demorada. Perofirmes en la esperanza. Este será, a par-

tir de noviembre, el año en que se juz-gará a los acusados por el asesinato deMons. Angelelli. Desde aquel 4 de agosto en que estemismo lugar quedó impregándose consu sangre en aquel fatídico atentado,las comunidades riojanas y el puebloque lo conoció y supo de su compro-miso y fidelidad al mensaje de Jesús,dieron su veredicto: LO MATARON.En medio del terror imperante esta cer-tidumbre se extendió como una imbo-rrable mancha de aceite, que llegó a

CELEBRACIÓN DEL MARTIRIO EN LA RUTA

• Tiempo Latinoamericano78

Foto: Hugo Mamani

Page 81: Tiempo Latinoamericano 96

nuestros días. Desde Córdoba, desde el CentroTiempo Latinoamericano, los peregri-nantes que todos los años nos encon-tramos en esta celebración, hoytraemos al lugar del martirio este abul-tado expediente judicial, de 26 cuer-pos, como testimonio de la largahistoria que fue construyendo el ca-mino de la justicia. Aunque demorado,el juicio llega indefectiblemente seña-lando a los ejecutores y responsablesdel asesinato de nuestro querido Pas-tor.Aquí están expresadas en lenguaje ju-rídico las vivencias de una comunidadanimada desde la fe en Jesús para com-prometerse en el esfuerzo y la luchapor una vida digna para los empobre-cidos. Ese fue el “delito” de Mons. An-gelelli, sus sacerdotes, religiosas ylaicos/as. Por eso lo mataron, como dosmil años antes lo hicieron con Jesús.Nadie podría haber matado a un obisposin contar con la impunidad del poderdictatorial de las armas y las complici-dades de los poderosos explotadoresdel pueblo riojano, tantas veces denun-ciadas por este obispo profeta; ademásdel silencio y abandono con el que locondenaron sus hermanos de báculo ymitra.Sin embargo “nada hay oculto, que novaya a ser develado” dice el Evangelio.Y en estos años, con tantas y tantos queparticiparon reclamando justicia, aquí,en nuestra Córdoba, en el país y enotras latitudes latinoamericanas, fueemergiendo la verdad hasta imponerse.Muchos de los que la negaron, hoy sevan sumando ante la evidencia de las

pruebas y los testimonios brindadoscon generosidad. Venciendo los mie-dos fueron aportaron su imprescindiblegranito de arena que ha quedado es-crito en estos abultados libros de lasactuaciones judiciales. Aquí en estasmás de 6000 páginas quedará grabadapara la historia el compromiso de unpueblo, que fiel a las enseñanzas delpastor martirizado, tuvo la valentía decontribuir al relato de aquella rica vidade la pastoral diocesana comprometidacon los pobres, que fue tan dura y fe-rozmente perseguida, difamada, se-cuestrada, torturada y asesinada.Con palabra de profeta, el Pastor Enri-que Angelelli, en mayo de 1976, escri-bió a una de las religiosas azules deAimogasta: “La ceguera que tienen noles hace ver la luz; pobrecitos: hay quepedir que vean para que no hagan su-frir tanto a la gente y a este pueblo quelleva un centenar de años con la varadel sufrimiento…Por más requisas yvigilancias, no podrán matar nunca lafuerza del ESPIRITU SANTO que obraen el corazón de cada hombre. Si sedieran cuenta de todo esto, no comete-rían estas barbaridades que hacen!...El fortalecimiento de la unidad eclesiales el único y verdadero camino pararesponder en estos momentos con efi-cacia evangélica.”Las páginas de este expediente judicialserán la memoria de la lucha por ver-dad y justicia de un pueblo que se man-tuvo en la esperanza. Por eso tambiéneste año acompañaremos el juicio a losasesinos de nuestro mártir, que se ini-ciará el 4 de noviembre de este 2013.

Homenaje a Mons. Angelelli en La Rioja

Tiempo Latinoamericano • 79

Page 82: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano80

El conflicto de Angelelli con los jefesmilitares de Chamical en 1976 y elpapel del vicariato castrense en su agu-dización. Los diarios personales delprovicario castrense y un aporte al jui-cio oral por el asesinato del obispo rio-jano.

Conflicto ideológico y territorialEl 28 de junio de 1957 la Santa Sede

y el gobierno dictatorial del generalPedro Eugenio Aramburu firmaron elAcuerdo sobre Jurisdicción castrense yasistencia religiosa de las fuerzas arma-das, erigiendo en Argentina un Vica-riato Castrense “para atender el cuidadoespiritual de los militares de Tierra, Mary Aire”. La jurisdicción de este vica-riato quedó ordenada por dos artículosdel Acuerdo. El art. X determina que es“personal” y no “territorial”, es decirque su feligresía se extiende a todos losmilitares independientemente de la dió-cesis donde se encuentren. Y el XII dis-pone que en las “zonas militares” lajurisdicción del vicariato es “acumula-tiva con la de los Ordinarios diocesa-nos”, aunque el vicario y los capellanesmilitares la ejercen “primaria y princi-palmente”. De este modo la nueva ins-titución generó un doble movimientorespecto de los obispos territoriales: sesuperpuso al tiempo que se independizóde ellos. Este ordenamiento territorialse convirtió en uno de los motivos deconflicto entre el vicariato y los obispos

diocesanos del ala renovadora. La otrarazón era doctrinaria y política. Desdelos inicios de la década de 1970 se pro-dujeron conflictos con los obisposJaime De Nevares (Neuquén), AlbertoDevoto (Goya, Corrientes), José Ma-rozzi (Resistencia, Chaco), Carlos Ho-racio Ponce de León (San Nicolás,Bs.As.) y Enrique Angelelli (La Rioja).Este último es el caso que nos ocupa,dada la inminencia del juicio oral por suasesinato.Desde su llegada a La Rioja en 1968,

Angelelli sufrió hostigamiento y perse-cución por parte de las fuerzas armadasa causa de su trabajo pastoral en favorde los campesinos, la promoción delMovimiento Rural Diocesano y su en-frentamiento con la elite terrateniente.Para 1976 el “espiral de violencia”había alcanzado su punto más agudo,entonces escribió al resto de los obis-pos: “Entiendo que el asunto va másallá de La Rioja, nos incumbe a todos...solicito a mis hermanos obispos, porqueurge, una evaluación más profunda...Necesitamos urgentemente clarificar lamisión que nos corresponde a las Dió-cesis y a la Vicaría Castrense... Es horaque abramos los ojos y no dejemos queGenerales del Ejército usurpen la mi-sión de velar por la Fe Católica... No escasualidad querer contraponer la Iglesiade Pío XII a la de Juan y Pablo... Hoycae un Vicario General [el 12 de febrerohabía sido detenido Esteban Inestal por

ANGELELLI en el diario personal de BONAMÍN

Ariel Lede y Lucas Bilbao *

* Autores de la investigación sobre los diarios de Bonamín.

Page 83: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 81

orden del Ejército]; mañana (muy pró-ximo) caerá un Obispo. Por ahí se mecruza por la cabeza el pensamiento deque el Señor anda necesitando la cárcelo la vida de algún Obispo para despertary vivir más profundamente nuestra co-legialidad episcopal”.1 El provicariocastrense Victorio Bonamín, segundoen la escala jerárquica a cargo de másde 200 capellanes militares, registró ensu diario personal el 5 de marzo de1976 una conversación con el vicarioAdolfo Tortolo. El tema: “una carta des-orbitada de Angelelli contra los milita-res de La Rioja por las detenciones”.2

27 de junio de 1976Como respuesta a las persecuciones,

al rechazo del párroco Gabriel Longue-ville como capellán de la base aérea deChamical (por parte de los jefes milita-res), y a la inacción del Episcopado,Angelelli ensayó un intento defensivo:declaró la pena de entredicho, un tipode censura eclesiástica (Derecho Canó-nico 2268 a 2277) mediante la que pro-hibió al clero riojano oficiar misa en labase aérea denominada Centro de Ex-perimentación y Lanzamiento de Pro-yectiles Autopropulsados (CELPA). Elhecho adquirió un significado político.Al quedar afuera de la distribución de

los bienes religiosos, los militares recu-rrieron al provicario castrense, quien el27 de junio asistió al quince aniversariodel CELPA invitado por el EstadoMayor “en vista de la triste situación es-piritual de nuestra gente, sobre la cualpesa la pena de 'entredicho' -práctico-sancionada por el obispo diocesano”,según anotó en su diario. En la homilíaBonamín desafió a Angelelli, diciendoa los soldados: “Por deficiencia nuestra,tal vez por deficiencia del VicariatoCastrense que yo represento, carecéisde una asistencia espiritual a la que te-néis derecho y a la que todos deberemosvenir en auxilio. (…) El veneno quepueda haber en algunas criaturas no estádispuesto por Dios para el mal del hom-bre. Todo ello ha entrado por las argu-cias del demonio, y de quienes están desu parte. Son trabajadores de la muertey han de sufrir sus consecuencias”3. Bo-namín concelebró la misa con el cape-llán Felipe Pelanda López, quiencolaboraba en los interrogatorios y jus-tificaba la aplicación de tormentos a losdetenidos4, y con el sacerdote JulioCésar Goyochea, antiguo opositor deAngelelli a quien el diario riojano pre-sentó amablemente como “ayudante dela vicaría castrense”. Bonamín anotó ensu diario respecto de Goyochea: “posi-

Investigación

Page 84: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano82

ble candidato a Capellán de Celpa, si lodeja el obispo...”. La intención de An-gelelli era que la asistencia religiosa enla base aérea estuviera a cargo del pá-rroco de Chamical, Gabriel Longuevi-lle, pero Bonamín tejía una estrategiapara ubicar allí a un sacerdote ligadoideológicamente al vicariato.

“¿Un tiro en la cabeza?”Ese día Bonamín almorzó con los

jefes militares Lázaro Antonio Aguirrey Luis Fernando Estrella, este últimomiembro de Falange de Fe, un despren-dimiento del grupo integrista CiudadCatólica que logró cierta adhesión en laFuerza Aérea. Apenas 21 días después,el 18 de julio, Estrella participó del ho-micidio de los sacerdotes Carlos deDios Murias y Gabriel Rogelio Longue-ville. Como expuso el Tribunal de LaRioja en la sentencia que lo condenó aprisión perpetua, estos asesinatos nofueron hechos aislados, “deben inter-pretarse y comprenderse precisamenteen el contexto de un plan sistemático deeliminación de opositores políticos. [...]Murias y Longueville formaban partede un grupo de la Iglesia, de un sectorde la misma, considerados “enemigo” y“blanco” [...], por tanto un elementosubversivo a eliminar” (TOF La Rioja,07/12/2012). El 4 de agosto asesinarona Angelelli en un simulado accidenteautomovilístico. Les había advertido alos obispos que sería “el próximo”. Lacaracterización de Angelelli como ene-migo político, la indiferencia cómplicedel Episcopado y la exacerbación de laviolencia militar por parte del vicariatocastrense son los elementos que confor-

man el contexto del asesinato.La complicidad pasiva y activa de la

jerarquía eclesiástica es inocultable. ElEpiscopado sostuvo desde un comienzo-y hasta la actualidad- la versión oficialdel “accidente”, aun cuando el propioórgano de prensa del Vaticano puso enduda las circunstancias de la muerte:dieciocho días después publicó que elfallecimiento se produjo “en un miste-rioso accidente automovilístico”.5 Su-gestivamente, el 18 de agosto se reunióla Comisión Ejecutiva del Episcopadoy emitió un comunicado en “fraternasolidaridad” con Vicente Zazpe, dete-nido en Ecuador el 12 de agosto en elmarco de una reunión de cristianos la-tinoamericanos6. Nada dijo sobre lamuerte de Angelelli, ocurrida catorcedías antes. Veinticinco años después, en2001, los obispos argentinos se vieronobligados a hablar de Angelelli, aunquecuidándose de no mencionar la palabra“asesinato”. Según concluyeron des-pués de largas meditaciones, al obisporiojano “la muerte lo encontró”.7¿Cómo define un obispo argentino lamuerte que cuenta con servicios de in-teligencia, planificación, sicarios y ben-dición episcopal?El papel del vicariato castrense fue

todavía más activo. Utilizando su in-fluencia sobre los militares, participó enla construcción de una imagen negativadel obispo riojano y socavó la legitimi-dad de su ministerio episcopal y pasto-ral. Tanto el aspecto político-ideológicocomo el jurisdiccional son factores ex-plicativos de un conflicto que derivó encrimen. El vicariato debe ser conside-rado un actor funcional a la estrategia

Investigación

Page 85: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 83

de los militares de ir cercando y qui-tando apoyos a Angelelli. Tal afirma-ción está avalada por lasconversaciones, posteriores al asesi-nato, que Bonamín revela en su diario(02/09/1976): “en reunión de Obisposme involucraban a mí por la homilía deCELPA!”. Se refiere a una de las reu-niones que los miembros de la Comi-sión Ejecutiva del Episcopado(arzobispos Primatesta, Zazpe y Aram-buru) mantuvieron con Videla y el nun-cio Pío Laghi el 22 de julio de 1976.Allí los arzobispos atribuyeron a Bona-mín responsabilidad en la acentuaciónde la hostilidad de los militares hacia elclero riojano. Fue el mismo Zazpequien se lo insinuó por carta a Angelellipoco antes de su muerte: “Con respectoa Mons. Bonamín, creo que las cosaspueden tomar un cariz desagradablepara él, ya que la actuación en Chamicalfue descabelladamente desacertada”.8Bonamín estaba en Europa el día del

asesinato. Y el 2 de septiembre, a pocosdías de su regreso al país, anotó en sudiario: “Mons. Angelelli: ¿un tiro en lacabeza?”. El interrogante de Bonamínes contundente al confirmar que Ange-

lelli era uno de los “asesinables” y for-talece la hipótesis del homicidio, si pen-samos que se trata de un funcionarioreligioso que ocupaba una importanteposición en el entramado castrense, conacceso al tráfico y circulación de infor-mación confidencial (hecho que quedaconfirmado con la lectura de sus diariospersonales). Y, lo que es más sugerente,guarda cierta relación con los resultadosde la necropsia practicada por los peri-tos forenses de la Suprema Corte deJusticia de la Nación en 2009: “Lacausa del fallecimiento está en relacióndirecta a fracturas múltiples de crá-neo...”.9 Si bien no murió por disparo dearma de fuego, “existe hundimiento dezona occipital con desprendimiento desustancia ósea que se encuentra despla-zada hacia el interior del cráneo”. 10Testigos directos de una época y de

una complicidad institucional, los dia-rios de Bonamín esperan en la estante-ría a ser llamados a declarar. En lamemoria colectiva parece estar cadavez más clara la idea de que la últimadictadura fue cívico-militar-religiosa.Resta aun que sea citada por los tribu-nales.

1 Carta del 25/02/1976, en Baronetto, Luis Miguel.Vida y Martirio de Mons. Angelelli, Obispo de la Igle-sia Católica. Córdoba, Ediciones Tiempo Latinoame-ricano, 2006, p. 180.2 Los diarios de Bonamín correspondientes a losaños 1975, 1976 y 1978 están resguardados en elCentro de Documentación de la Comisión Provincialpor la Memoria, La Plata, Buenos Aires.3 Diario El Independiente, 28/06/1976, p. 3; Baro-netto op. cit., p. 183.4 CONADEP. Informe Nunca Más, Bs. As., Eudeba,1985, p. 262.5 “Han fallecido”, L'Osservatore Romano Nº 399,22/08/1976, p. 5, edición en lengua española.

6 Documentos del Episcopado Argentino 1965-1982,Bs. As., Claretiana, 1982, p. 294.7 “Mons. Enrique Angelelli vivió y murió como pas-tor”, Declaración de la Conferencia Episcopal al cum-plirse 25 años de la muerte del obispo de La Rioja,San Miguel, 12 de mayo de 2001.8 Baronetto, Luis Miguel. “Una iglesia perseguida”,en revista Tiempo Latinoamericano, Nº 25, julio-agosto 1986, pp. 4-6.9 Expediente Judicial. Angelelli Enrique Ángel s/ ho-micidio. Cuerpo 15.10 Expediente Judicial. Angelelli Enrique Ángel s/ho-micidio. Cuerpo 16.

ANGELELLI en el diario personal de BONAMÍN

Page 86: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano84

Experiencias

En la calle León Morra 172 de barrio Juniors de la ciudad de Córdoba, se encuentra elHospital Neurosiquiátrico Provincial. Se realizan en el mismo diversos talleres, artísticos,terapéuticos y comunitarios que coordina la Fundación Abracadabra Creatividad, Arte ySalud, conjuntamente con el Área de Rehabilitación del Hospital. A continuación unabreve síntesis de uno de ellos, el Taller de Periodismo Gráfico que se reúne los viernesde 17 a 19 hs. con los testimonios de tres talleristas que participan del mismo.*

Hospital Neuropsiquiátrico Provincial

Creatividad, Arte y Salud

ESCRITOFRÉNICOSEl Taller de Periodismo GráficoPor Cristian Esteban Isa

El Hospital Neuropsiquiátrico Pro-vincial (HNP) de Córdoba, al igual quemuchas otras instituciones que trabaja-ban dentro del campo de la salud men-tal, fue durante muchos años un sitiocerrado a la comunidad, donde los pa-cientes vivían recluidos y separadossegún su género, sin posibilidad de re-lacionarse, ni comunicarse.

Desde hace 25 años el HNP co-mienza a trabajar talleres artísticoscomo una práctica de rehabilitación delos pacientes del hospital.En el año2006, con el claro objetivo de brindar unespacio de salud, abierto a la comuni-dad, para lograr una mejor calidad devida de las personas, nació la asociacióncivil sin fines de lucro ‘AbracadabraCreatividad, arte y Salud’. Desde sus inicios, y acorde a sus ob-

jetivos, Abracadabra se encargaría degestionar, de manera conjunta con elÁrea de Rehabilitación del HNP, pro-yectos relacionados a la cultura, el artey la salud mental.La intervención de la asociación civil

dentro del Área posibilita, entre otrascosas, el trabajo voluntario de todos

aquellos actores sociales que -sin serempleados del hospital, ni del Estado-se involucran en el proceso de favorecerel desarrollo individual y grupal de laspersonas usuarias de los servicios desalud mental del hospital. Este trabajoconjunto promovió un mayor impulso alas actividades dentro del HNP.Nacen así los ‘Talleres artísticos-te-

rapéuticos-comunitarios’, los cualesabren las puertas del Hospital para todala comunidad y se comienza a trabajarfuertemente con el arte como una ma-nera más de expresión y de liberación.Es en este proceso en donde la comuni-cación comienza a tomar un rol prota-gónico, y se comienza a visibilizar undiálogo entre el adentro y el afuera.En mayo de 2012, tras un extenso es-

tudio de campo, estudiantes de la Es-cuela de Ciencias de La Informaciónpresentaron, al Área de Rehabilitación,un proyecto que proponía la creación deun ‘Taller de Periodismo Gráfico’.El taller propuesto tenía en claro que

Page 87: Tiempo Latinoamericano 96

Tiempo Latinoamericano • 85

Talleres en el Hospital Neuropsiquiátrico Provincial

existía un trayecto recorrido. El pro-yecto, entonces, tuvo como principalobjetivo fortalecer este proceso de co-municación, creando un espacio dentrodel hospital en donde brindar las herra-mientas técnicas del periodismo gráficoy fomentar su utilización en textos pe-riodísticos.

Así, llegó el 1 de junio, día en quearrancó oficialmente el taller, el mismoque más adelante sería rebautizado -porsus mismos integrantes- como ‘Escrito-frénicos’.‘A priori’ las barreras etarias y las di-

ferencias sociales, producto de la diver-sidad en la población con la que setrabaja, se presentaban como unas de lasprincipales dificultades al momento degenerar el clima buscado. Sin embargo,esto que podía ser un problema, nuncase evidenció realmente; quizás productodel hábito de los miembros del taller (ta-lleristas) de compartir otros espacios endiversidad o, tal vez, por la búsquedaconstante de la horizontalidad y desaber valorizar las diferencias paraaprender de las experiencias de cadauno.Lo cierto, es que estas barreras fue-

ron derrumbadas desde el primer mo-mento. Se crearon fuertes vínculosinterrelacionales entre talleristas, lo quele generó al taller una identidad propiay particular. En el transcurso de la ex-periencia, el taller reafirma esta identi-dad con cada encuentro de viernes,pensando asonante y conjuntamente, vi-sibilizando un horizonte en común:nuestra revista.

La revista ‘Escritofrénicos’ se pre-sentó por primera vez, el 13 de diciem-

bre de 2012, en el auditorio ‘NestorKirchner’ de Radio Nacional. Desdeesta primera aparición la revista alcanzómucha visibilización y reconocimientoa nivel local y nacional. Esto último,motivó de gran manera a los integrantesdel taller para la producción de unnuevo ejemplar.Estamos convencidos que Escritofré-

nicos es una de esas ricas experienciasque movilizan, humanizan y generanvínculos y, sobre todo, afectos. Así locreemos y lo vivimos todos los miem-bros de ella.

DEJAR ATRÁS AL CUARTO PATIOPor Sebastián Cannizzo

Desmanicomialización una palabradifícil de comprender, para nosotros unobjetivo a alcanzar y de mucha impor-tancia, siempre que hablamos de salud,lo es y mucho más si es de salud mental,nada fácil esta empresa, es un caminoplagado de piedras y piedras que sonculturales y de difícil resolución, es algoque esta institucionalizado socialmente,hablar de la locura asusta, no se racio-naliza, no se piensa en un ser humano,se lo considera un objeto molesto y devergüenza, por lo cual de ello no sehabla. Recordar el cuarto patio y cono-cer el cuarto patio o que es lo que fuenos da la pauta de lo molesto que resultatener en la familia a una persona con en-fermedad metal. El cuarto patio era esoun lugar para esconder la vergüenza quesignificaba tener a una persona con pro-blemas de salud mental. Hoy esta situa-ción si bien no resuelta, ya no está tan

Page 88: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano86

Talleres en el Hospital Neuropsiquiátrico Provincial

oculta, esto es producto de muchos añosde lucha encarado por asociaciones so-lidarias y la creación de los talleres dearte y salud mental, política de saludmental implementada por el gobiernodel Presidente Raúl Alfonsín, aplicadaen las tres provincias por ellos gober-nada, Río Negro fue la más avanzada,es aquí donde se hace desaparecer elmanicomio, pero obvio no la atenciónde la salud mental. En esta denodadalucha, en la que se han logrado avancessignificativos (leyes nacional y provin-cial de salud mental), todavía es muchoel camino a transitar y es en este marcodonde la aparición de los talleres de artey salud mental (1984 en Córdoba) cum-plen una función de mucha importancia,ya que queda demostrado que la labor-terapia, es mucho más eficaz que lasrejas y salas de contención. Nosotrosdesde el taller de periodismo gráfico,estamos dando un gran paso en publicarestas tareas, para que esta situaciónsalga de los muros del manicomio pordos motivos fundamentales: el primeroes que demostramos que los talleristas,que son pacientes psiquiátricos, son per-sonas capaces y están muy lejos de serpeligrosos y molestos, y por otro lado,no se puede eludir su atención por tra-tarse de seres humanos. Por estas razo-nes agradecemos mucho a TiempoLatinoamericano la publicación deestas notas.

NADIE SE SALVA SOLOPor Sebastian Ágreda

En el taller de Periodismo Gráficodel Hospital Neurosiquiátrico Provin-

cial, escribimos. Lo hacemos sobre todoy a pesar de todo. Escribimos porquedicen que la escritura nos libera de losmiedos y de los fantasmas interiores.Escribimos porque la escritura a su vezcontagia los buenos sentimientos, losdeseos y el amor. Por eso escribimos:para que las voces que nos habitandigan lo que tienen para decir. Princi-palmente, para que sea una sola voz co-lectiva.

En Escritofrénicos también nosacompañamos. El calor humano de loscompañeros y compañeras talleristaslucha contra la frialdad del aislamientoy la pura medicalización. Como sabe-mos, la industria farmacéutica es hege-mónica y poderosa actualmente. Estepoder sin rostro pretende que -dineromediante- la gente sea más obediente yentre en la razón capitalista. El “chalecoquímico” es la prenda de moda. La so-cialización y el trabajo grupal entonceses una estrategia terapéutica más contrala exclusión y estigmatización que pre-gona esta sociedad individualista.

En eso andamos: escribiendo e in-tentando visibilizar una problemáticadesde el periodismo. Desde el perio-dismo que brota como musgo en la hie-dra de los muros intrahospitalarios.Haciendo y diciendo. Entre el equilibrioy el delirio. Si sienten frío o soledad,vengan a visitarnos.

“Si no creyera en la balanzaen la razón del equilibriosi no creyera en el delirio

si no creyera en la esperanza”La maza. Silvio Rodríguez.

*En Face: Abracadabra Creatividad.

Page 89: Tiempo Latinoamericano 96

Pueblos Originarios

El 18 de agosto de 2013 asistí porprimera vez a la celebración de la Pa-chamama, invitada por la agrupaciónde jóvenes indígenas universitarios ElMalón Vive. El Malón toma su nombrede la gesta de los hombres y mujeresque en 1947 marchó desde el noroesteargentino (en la frontera con Bolivia)hasta Buenos Aires, con el objetivo deentrevistarse con Juan Domingo Peróny exponerle su acuciante situación res-pecto de la tenencia de tierras en laprovincia. “El Malón de la Paz” se de-nominó a ese grupo de kollas campesi-nos que, tras un largo recorrido a pie yun único acto público en Buenos Aires,fue obligado a subir a los vagones deltren que los llevó de regreso a su lugarde origen. El nombre “El Malón Vive”es, pues, una consigna en sí mismo.Se trata de estudiantes de diferentes

carreras en la Universidad Nacional deCórdoba, que allí mismo, en la ciudaduniversitaria, han conquistado un espa-cio, construido una apacheta1 y reali-zan allí sus almuerzos comunitarios ylas celebraciones por medio de las cua-les retoman las costumbres del pueblokolla, se apropian de sus raíces indias,

afianzan su hermandad y espíritu decomunidad y abren un lugar simbólicopara el norte argentino y para el serindio en la Argentina. Además de susencuentros en ese espacio, otras activi-dades como un ciclo de cine, participa-ción en radios comunitarias o presenciaen marchas, da visibilidad al Malón. Laceremonia para la Pacha Mama es,entre todas las actividades que se vie-nen desarrollando por cuatro años,quizá, la más significativa y sentida,como lo expresaban reiteradamente laschicas del Malón.Como colombiana-salvadoreña, ex

residente en el Distrito Federal y lati-noamericana en Córdoba fue un privi-legio haber podido vivir por primeravez ese ritual tan especial, de la manode los maloneros. Me encantó que setratara de una ceremonia de gratitud enla que se honra a la Madre Tierra portodo lo que nos provee, ofrendandoviandas y bebidas. Para empezar, nosubicamos en un gran círculo, de modoque todos pudiéramos vernos y, a peti-ción de los chicos y las chicas delMalón, saludamos y nos presentamos.Éramos unas 50 personas de diferentes

Tiempo Latinoamericano • 87

El Malón celebra a la Pachamama

Carmen Elena Villacorta *

* Lic. en Filosofía, realiza sus estudios de posgrado en estudios latinoamericanos.

Page 90: Tiempo Latinoamericano 96

procedencias. Al final de la ronda depresentaciones, Blanca, luchadora ma-puche, propuso que intercambiáramosenergía por medio de un abrazo. Nosabrazamos fraternal y solidariamente,cruzamos miradas, sonrisas y buenosdeseos de “feliz Pacha”.También el bebé, fruto del amor de

la pareja encargada de oficiar la cere-monia, contribuyó a sacar la tierra y acavar. Fue emocionante ver caer losgranos de maíz, de arroz, de quinoa, laspapas, el pan, la fruta y varios litros devino y agua sobre la boca abierta, ex-pectante y sagrada de la tierra. Unalarga fila de parejas esperaba su turnopara dar de comer a la Pacha, agrade-cerle por todo lo que nos provee y porla vida que nos da y encender un ciga-rro que permanece enterrado, mientrassu humo viaja hacia el cielo. Tal comonos lo deseamos al inicio, fue una feliz

Pacha. La víspera, los maloneros se ha-bían dedicado a cocinar una olla gigan-tesca de guiso de trigo, una de lastantas y exquisitas comidas típicas desus pagos. La fila para honrar a laPacha se hizo tan larga, que temimosquedarnos sin guiso, pero era imposi-ble, porque la olla era enorme. Des-pués de ofrendar, cada pareja podíaacercarse a comer. También el tacho desangría era gigantesco y se acabópronto. El Malón pensó en todo y llevósonido, de manera que la comida es-tuvo amenizada por los sonidos delnorte.De ahí en adelante empezó la fiesta,

porque norteños, cordobeses, bolivia-nos y todos los músicos tomaron susguitarras, afinaron sus voces, soplaronsus zampoñas y quenas e hicieron de latarde una inolvidable peña con aires denorte argentino. Las danzas folclóricas

Experiencias

• Tiempo Latinoamericano88

Foto: Hugo Mamani

Page 91: Tiempo Latinoamericano 96

se hicieron presentes por medio de untaller de unas cinco parejas que se pre-sentaba en público por primera vez,bailando el mundialmente conocido ElHumahuaqueño y un par de chacare-ras. Una representación del grupo deCaporales Universitarios de Córdobahizo una hermosa muestra de saya. Losnorteños llevan el arte en la sangre yasí lo vivimos también después,cuando niños, mujeres, hombres, jóve-nes y ancianos se unieron en la pistaimprovisada para disfrutar de la Pacha,del sol, del viento que levantaba peque-ñas tormentas de polvo y de la amistadque se contagiaba por doquier. Nuncadejan de impresionarme las manerastan diversas de nuestra latinoamerica-nidad. La fiesta andina, tan distinta a lafiesta tropical, en sus ritmos, en sus tra-jes y en sus bailes, posee, sin embargo,la misma chispa, las mismas ganas, lamisma alegría de estar vivos y presen-tes.Tratándose de una remembranza de

la tierra kolla, no podían faltar las co-plas. Un grupo de chicas que parecíancordobesas tomaron sus cajas y empe-zaron a deleitarnos con sus cantos.Nuevos amigos que iban llegando seacercaban a hacer la ofrenda. La fila noterminaba. Tampoco terminaban la co-mida, el vino ni el baile. Hacia el finalde la tarde debe taparse el pozo donde

se ha alimentado a la Pacha. La cere-monia termina con la puesta del sol.Fue entonces cuando copleras experi-mentadas, hermosas abuelas con polle-ras que meneaban al ritmo de lamúsica, tocaron sus cajas y entonaronsus coplas. “A mí me dicen peruana,cubana o boliviana. A mí me dicen pe-ruana, cubana o boliviana. Yo soy de laMadre Tierra, soy de la Pachamama.Yo soy de la Madre Tierra. Soy de laPachamama”.El sol se puso en un horizonte ana-

ranjado mientras yo, un “bicho de ciu-dad”, pensaba en lo lejos que nosencontramos de lo más esencial, de lomás nutritivo, de la fuente de la vida:la Madre Tierra. Y pensaba en las ma-neras en las que esa distancia endurecenuestros corazones, enferma nuestrasalmas, confunde nuestras mentes, ge-nera miedos y barreras entre hermanosy hermanas. Sentí inmensas ganas dellorar mientras daba las gracias a laPacha y le pedía perdón por mi indife-rencia, por mi inconciencia, por mi ol-vido. Y le daba las gracias también alMalón por generar ese encuentro, porpromover la vida, por abrir un canal dereconciliación con nuestra esencia, conla Madre de la que todos provenimos.Gracias Pacha. Gracias Malón.

¡Qué vivan los pueblos indios ar-gentinos!

Pueblos Originarios

Tiempo Latinoamericano • 89

1 Montículo de piedras, a manera de altar, erigido enhonor a la Pacha Mama. Se lo encuentra común-mente en el noroeste argentino y en Perú y Bolivia.En este último país le denominan apachita y son pre-ferentemente de color blanco. Ante la apacheta losindios dejan sus ofrendas y piden que se aparten las

desgracias (chiknis) de su camino y salud para se-guir el viaje. Tomado de: Diccionario de Mitos y Leyendas,http://www.cuco.com.ar/apacheta.htm [agosto de2013].

Page 92: Tiempo Latinoamericano 96

El pasado 5 de septiembre en laIglesia Metodista del Centro de Cór-doba se presentó el libro sobre la viday testimonio del Obispo Federico Pa-gura. Uno de sus autores, el pastor me-todista Carlos Sintado presentó unasíntesis del mismo y el teólogo católicorosarino Lupori destaco aspectos de suvida y compromiso ante un auditorioplural y expectante por honrar la vidade este profeta argentino. Pagura a sus90 años de edad estuvo presente y nosregaló distintas perlas acerca de los ca-minos andados en estos últimos añosde testimonio cristiano, ecuménico y afavor de los pobres. Grata fue su sor-presa cuando el director de Culto de laMunicipalidad le otorgó el titulo de vi-sitante ilustre de la ciudad de Córdobapor su compromiso en materia de De-rechos Humanos y del diálogo interre-ligioso y ecuménico. Fue una fiesta enla que este Obispo cristiano nos siguiódesafiando con sus palabras pero espe-cialmente con su vida, a seguir traba-jando por otro mundo posible, enconsonancia con el reino de Dios y sujusticia. A continuación una breve síntesis dellibro, presentada por el Pastor meto-dista Carlos Sintado, uno de los auto-res.

P. Pablo G. Oviedo.

“El libro “Alborada de Esperanza”nace por dos motivos fundamentales:El primero se inscribe en el peregrinajepor la recuperación de la memoria his-tórica. Es un tributo que se quieretransmitir a las nuevas generaciones,para que puedan comprender más ca-balmente el notable aporte que hanhecho aquellos que nos precedieron enla lucha por la justicia y por la vigenciade los derechos humanos, esto es, en elintento de ser fieles al mensaje delEvangelio de Jesucristo. Es una invita-ción a seguir en la tarea de construir lapaz con justicia, como lo recordaba elcantautor argentino “si queremos ayu-

LIBROS

• Tiempo Latinoamericano90

ALBORADA DE ESPERANZAVida y testimonio de un profeta latinoamericano:el Obispo metodista FEDERICO PAGURA.

Page 93: Tiempo Latinoamericano 96

dar a construir la paz, un ladrillo hayque llevar, una flor, un corazón, unaporción de sol y estas ganas de vivir...”El libro intenta dar a conocer la ex-traordinaria contribución que ha hechoel obispo (emérito) de la Iglesia Evan-gélica Metodista Argentina, dentro yfuera de nuestra patria, en nuestra Pa-tria Grande latinoamericana y tambiéna nivel mundial.Se podría decir que Pa-gura es un tipo globalizado, mundiali-zado, y que sus aportes constituyen unhito importante en la historia del mo-vimiento ecuménico. Así lo han reco-nocido varias instancias que lo hancondecorado.

El segundo motivo es rendirle unhumilde homenaje y reconocimiento aeste hombre hoy nonagenario, poeta ycantor, rosarino de adopción y ciuda-dano ilustre de la ciudad de Rosario yde su natal Arroyo Seco. Es reconocersu vida y testimonio como uno de losprofetas latinoamericanos contemporá-neos.

El libro consta de dos partes. La pri-mera es una reseña histórica que semueve entre el Friuli natal de don Na-talio Pagura, su abuelo, organista y sa-cristán, pasando por la juventud deFederico y llegando hasta el año 2012.Lo llamamos, haciendo eco de aquelloque Antonio Machado advirtiera haceya 100 años, “libro Primero”. Son 15capítulos mechados con encuentros,anécdotas, viñetas, textos, mensajes ycartas que Federico escribiera o reci-biera y momentos claves. Nos move-mos por Argentina, por AméricaLatina y el mundo. Vemos desfilar

tanto a los “grandes” de este mundo(presidentes, obispos, ministros de es-tado, patriarcas, etc.) cuanto a los máspequeños, a los pobres y marginados,a quienes se les ha prometido el Reino,es decir a hombres y mujeres, a los in-dígenas, a aquellos que han sufrido poraños de opresión en la Patria Grande.

La segunda parte, el “libro Se-gundo”, se centra en lo que se podríadefinir como la singularidad de esteobispo: su poética, o sea, el arte decomponer obras poéticas. Porque Fe-derico Pagura no sólo ha sido un lucha-dor, un profeta, un maestro ypredicador, sino que también ha sido yes un poeta, alguien que ha sabido plas-mar en versos la realidad que vive, lasalegrías y el dolor que siente, la angus-tia que comparte y sobre todo la espe-ranza en un mañana radiante, en una“alborada de esperanza” para todo uncontinente que sigue en la búsquedadel camino de justicia. Son otros 10 ca-pítulos divididos por temas que in-cluyen una cincuentana de poemas, enlos que el autor/obispo/poeta expresasus vivencias y sentires. Se incluyenpoesías amorosas, íntimas, de profundoalcance social, de solidaridad y alegría,de dolor, que como un dolor de parto,anuncia la alegría de una nueva vida.Sabemos que “aunque la poesía nopuede cambiar el mundo, sípuede enriquecer espiritualmente aquienes alguna vez lo harán.”Una serie de fotografías ilustran dis-

tintos momentos de la vida del obispo,de su familia, de sus amigos y de susvisitas por este mundo de Dios.

Alborada de Esperanza

Tiempo Latinoamericano • 91

Page 94: Tiempo Latinoamericano 96

• Tiempo Latinoamericano92

Corría el año 1974, cuando Atilio López y Juan José Varas viajaron a laCapital Federal, donde fueron secuestrados por la Triple A. En esa con-dición fueron transladados al kilómetro 171 de la ruta provincial 6,donde fueron salvajemente asesinados.Según el informe forense el cuerpo de Atilio López presentaba 130 ba-lazos, calibre 9 mm. Tras largos años de olvido la militancia de pero-nistas de Exaltación de la Cruz (Buenos Aires) decidió colocar una placaen el lugar del asesinato.Para participar del acto llegaron desde Córdoba, Atilio López, hijo deldirigente, Jorge Kaplan, Pedro Gaetan, Alberto Rodríguez y EstebanCarranza.Más tarde se sumaron Mario Burgos, Marcelo Duhalde y Carlos Girottide la CTA y referente de Carta Abierta.

El pasado 19 de setiembre se realizó la presentación del libro y confe-rencia del Dr. Raúl Ojeda dedicado al Dr. Rubén Layún, en la Asociaciónde Magistrados de Córdoba.La presentación del libro “Estatuto de Casas Particulares”y la conferen-cia del Dr. Raúl Ojeda dedicada a Camel Rubén Layún, trató sobre eltema Contrato de Empleadas de Casas Particulares.Estuvieron presentes el Dr. Gabriel Tosto, Camarista laboral y profesorde la UCC; Alcira Burgos del Sindicato de Casas Particulares; Inés Gra-figna, sus hijos, familiares de Rubén Layún y público en general.

ESTATUTO DE CASAS PARTICULARESNuevo Régimen de Personal deCasas ParticularesLey 26.844

LIBROS

Emocionante homenaje a los dirigentes Atilio López y Juan JoséVaras, asesinados en el districto Exaltación de la Cruz, el 16 de setiembre de 1974.

Textos: Esteban Carranza / CTL