Upload
others
View
1
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SONORA DEPARTAMENTO DE BIOTECNOLOGÍA Y CIENCIAS ALIMENTARIAS
PREVALENCIA DE OBESIDAD Y PATRÓN DE ALIMENTACIÓN DE ESCOLARES DEL MUNICIPIO DE GUAYMAS EN EL PERIODO MAYO-JUNIO DEL 2006.
TITULACIÓN POR TESIS
QUE PARA OBTEN R EL TÍTULO DE: E
LICENCIADO EN TECNOLOGÍA DE ALIMENTOS
PRESENTAN
Leonor III Borbón González Melissa María Gaxiola Román
Nidia Liliana Luna Lastra
CD. OBREGÓN, SONORA FEBRERO 2008
ÍNDICE
DEDICATORIA…………………………………………..................................... i
AGRADECIMIENTOS………………………………………………………..… iv
ÍNDICE DE TABLAS………………………………………………………….. xi
ÍNDICE DE FIGURAS………………………………………………….…......... xii
RESÚMEN………………………………………………………………………. xiii
I. INTRODUCCIÓN………………………………………..…………….…… 1
1.1 Antecedentes………………………………………………………… 1 1.2 Planteamiento del problema………………………………...…… 4 1.3 Justificación……………………………………………………….… 4 1.4 Objetivos……………………………………………………………… 7 1.4.1 Objetivo general……………………………………………. 7
1.4.2 Objetivos específicos……………………………………… 7
II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN………………………………… 8 2.1 Conducta alimentaria del escolar………… …………………… 8 2.2 El desayuno……………………………………………………… 10 2.3 Colaciones y cooperativas escolares…………………………… 12 2.4 Golosinas, botanas y refrescos…………………………………..… 14 2.5 Factores que influyen en la alimentación de los escolares……. 15
2.5.1 Horarios y comidas en familia…………………………… 18 2.5.2 Comidas rápidas…………………………………………… 19
2.6 Buenos hábitos de alimentación en escolares………………… 20 2.7 Malos hábitos de alimentación en escolares……………………. 22
III. MATERIALES Y MÉTODO…………………………………………………. 23 3.1 Implicaciones éticas de la investigación………………………………. 23
3.2 Participantes……………………………………………………………. 23 3.3 Tamaño de la muestra……………………………………………..… 23
3.4 Cálculo de índice de mesa corporal…………………………….… 24 3.5 Consumo de nutrimentos………………………………………….. 27 3.6 Análisis estadístico…………………………………………………… 28
IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN…………………………………… 29 4.1 Descripción de la muestra………………………………………… 29 4.2 Evaluación antropométrica………………………………………… 31 4.3 Evaluación de IMC…………………………………………………………… 33 4.4 Patrón de consumo de alimentos………….……………………… 36 4.5 Preferencia de alimentos………………………………………..…… 39 4.6 Consumo de energía y nutrimentos……………………………..… 41
V. CONCLUSIONES…………………………………………………..…………. 46
LITERATURA CITADA………………………………………………………… 48
ANEXOS………………………………………………………………………. 59
INSTITUTO TECNOLOGICO DE SONORA Departamento de Biotecnología y Ciencias Alimentarias
El presente trabajo se realizó en el departamento de Biotecnología y Ciencias Alimentarias bajo la dirección de la M. en C. Ana Maria Renteria Mexía y con la co-dirección de la M. en C. Laura E. Gassós Ortega. Además la asesoría metodológica y estadística proporcionada por el M. en C. José de Jesús Balderas Corté.
Este trabajo de investigación formó parte del proyecto financiado por el CONACYT Sonora denominado “Evaluación del potencial deportivo y su formación en edades escolares del sur de Sonora” clave SON-2004-CO2-023
COMITÉ REVISOR
Asesor:
M. en C. Laura Elisa Gassós Ortega
Revisores
Dra. María Isabel Estrada Alvarado
M. en C. Ana María Rentería Mexía
M. en C. José de Jesús Balderas Cortés
xiii
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla Pág. 1
Criterios de clasificación del percentil de índice de masa corporal (IMC) para niños y adolescentes, ajustados por sexo y edad…………………………………………………………..............
25
2 Características antropométricas en escolares mujeres del municipio de Guaymas (n = 38)……………………………………
32
3 Características antropométricas de escolares hombres del municipio de Guaymas (n = 40)……………………………………
32
4 Patrón de consumo de alimentos de escolares del municipio de Guaymas (n=78). ……………………………………………………
37
5 Patrón de consumo de alimentos por escuela……………………
38
6 Consumo promedio de energía y macronutrimentos de escolares de Guaymas, Sonora…………………………………...
42
7 Consumo promedio de micronutrimentos de escolares de Guaymas, Sonora……………………………………………………
44
xiv
ÍNDICE DE FIGURAS
Tabla Pág. 1
Distribución total por edades de los niños del Municipio de Guaymas participantes del estudio...........................................................................................
29 2 Distribución por edades de las niñas del Municipio de Guaymas
participantes del estudio…………………………………………….
30
3 Distribución por edades de los niños del Municipio de Guaymas participantes del estudio…………………………………………….
30
4 Distribución de los escolares de 9 a 14 años del Municipio de Guaymas según el IMC………………………………………….
33
5 Distribución de los escolares de 9 a 14 años del Municipio de Guaymas según su IMC por sexo. …………………………….
35
6 Preferencia promedio por grupo de alimentos de escolares del municipio de Guaymas, Sonora(n=46)…………………………...
40
7 Alimentos con mayor preferencia de cada grupo de alimento en
los escolares del municipio de Guaymas, Sonora (n=46)….
40
8 Alimentos con menor preferencia de cada grupo alimento en los escolares del municipio de Guaymas, Sonora (n=46)……..
41
9 Adecuación de energía consumida proporcionada por macronutrimentos en escolares mujeres de Guaymas, Sonora..
43
10
Adecuación de energía consumida proporcionada por macronutrimentos en escolares hombres de Guaymas, Sonora.
43
RESUMEN
Se evaluó la prevalencia de obesidad y el patrón de alimentación de escolares del
municipio de Guaymas, Sonora, a través de indicadores antropométricos y dietarios,
con la finalidad de establecer programas de orientación. Participaron 124 sujetos:
50.80% mujeres y 49.19% hombres de edades entre 6 y 14 años. Se midió peso,
talla y se calculó el índice de masa corporal (IMC) ajustado por sexo y edad y se
aplicó el recordatorio de 24 horas para establecer el patrón de consumo de
alimentos, macro y micronutrimentos. El porcentaje de normalidad según el IMC fue
65.78% y 60.52%; sobrepeso 23.68% y 18.42%, obesidad 7.89% y 18.4% y obesidad
grave 2.63% y 2.63% para hombres y mujeres respectivamente. Los alimentos de
mayor consumo fueron: refresco (78.20%), tortillas de maíz (61.53%), huevo
(33.33%), agua natural (30.76%) y agua fresca (24.35%). Para las preferencias
alimentarias fueron: cereales 4.58, alimento de origen animal 4.57, dulces 4 .54,
frutas y verduras 3.88 y leguminosas 3.58 puntos. El porcentaje promedio consumido
del valor energético total por hidratos de carbono 54% y 53%, proteínas 14% y 12%,
y lípidos 32% y 35% en mujeres y hombres, respectivamente. En los
micronutrimentos evaluados se presentaron deficiencias tanto en el promedio de
vitamina A y E para ambos sexos y en vitamina C las mujeres estuvieron por debajo
y los hombres ligeramente por encima de la IDR. Por lo cual recomendamos realizar
estrategias en las que la sociedad participe y se interese en una correcta
alimentación y actividad física.
CAPITULO I
I. INTRODUCCIÓN
1.1 Antecedentes. La niñez es una etapa en la que es factible cambiar conductas. Es el momento en
que se conforman los hábitos, se estructura la personalidad y se pueden establecer
patrones que en el futuro será más difícil cambiar. Por ello es importante que todo
aquel que esté involucrado en la educación de un niño, su familia en primer lugar,
concentre esfuerzos en promocionar un estilo de vida saludable (dieta equilibrada,
práctica regular de ejercicio). No se trata sólo de ordenar una conducta, sino de que
en el entorno familiar del niño se practiquen hábitos correctos (Anónimo., 2005;
Busdiecker, Catillo, et al. 2000).
Los actuales cambios en el estilo de vida incluyen la modificación en los hábitos
alimentarios, donde la dieta se caracteriza por ser desequilibrada e hipercalórica. En
general, los niños toman más cantidad de alimentos de la que precisan y su
alimentación es rica en grasas, azúcares sencillos, comida chatarra (frituras, pizza,
hot dog), exceso de refrescos y en consecuencia en calorías, con un predominio de
la carne, los precocinados, los dulces y un consumo insuficiente de verduras,
legumbres, frutas y pescado. Esto es causa frecuente de obesidad, factor de riesgo
para que se desarrollen diabetes mellitus tipo II, enfermedad que antes era exclusiva
de los adultos. A esta circunstancia, se une el hecho generalizado de que muchos
niños y adolescentes omiten el desayuno, una de las comidas más importantes del
día, directamente implicada en la regulación del peso (Anónimo., 2005).
2
CAPITULO I. INTRODUCCIÓN
Información procedente tanto de países desarrollados como en desarrollo, indica que
el riesgo de sufrir obesidad no es homogéneo entre los distintos estratos
socioeconómicos y educativos de la población. En los Estados Unidos, hasta antes
de 1980, la prevalencia de obesidad en niños era mayor entre estratos
socioeconómicos altos. Sin embargo, recientemente se ha detectado un aumento en
la prevalencia en preescolares de bajos ingresos. Del mismo modo, se han
encontrado prevalencias más altas entre niños de bajos ingresos, hispanos o indios
americanos, en comparación con las de otros grupos étnicos (Hernández, Peterson.,
1996).
Esta situación es especialmente grave entre la población latina que radica en
Estados Unidos. Investigaciones de la Asociación Americana del Corazón (AHA)
indican que hay más niños latinos gordos que de otros grupos raciales, como blancos
y afroamericanos. Los niños latinos obesos alcanzan un 17.4% y un 13.7% las niñas
de esa misma raza de entre 6 y 11 años. Los adolescentes también superan a los
grupos raciales mencionados en las edades de 12 a 17 años. Los muchachos
alcanzaron un porcentaje de 14.6% y la jovencitas un 13.7% (Chávez., 2003).
Existen diferentes factores que propician la obesidad entre los latinos. En primer
lugar, se ha comprobado que su dieta se modifica al llegar a E.U. Tienden a
consumir grandes cantidades de pan dulce, galletas saturadas de grasa,
hamburguesas, papas, cebollas, tortillas fritas, así como muchas bebidas gaseosas.
Son pocos los latinos que consultan las etiquetas de los alimentos para elegir los que
contienen menos grasas y calorías (Chávez., 2003).
En los últimos años ha aumentado la preocupación acerca del rol que las golosinas y
la comida chatarra juegan en la alimentación infantil (Jackson y col.,
2004).Investigaciones realizadas por Chávez (2003) en la Región Metropolitana en
Santiago de chile, por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA);
3
CAPITULO I. INTRODUCCIÓN
determinó que el 66% de los menores come papas fritas o chocolates durante los
recreos, y sólo un 6,9% prefiere los productos lácteos.
Según estableció un estudio efectuado en diciembre de 1999, en la Región
Metropolitana por el (INTA), el 80% de 786 escolares, en ambos sexos, que
cursaban el primer ciclo de enseñanza básica de primero a cuarto y que pertenecían
a todos los estratos socioeconómicos recordó al menos un comercial de alimentos o
bebidas que le agradaba especialmente, mientras que el 70% expresó su interés en
probar nuevos productos que eran avisados por la televisión.
A todos ellos se les consultó sobre los principales productos que ingerían en la
colación, si estaban acostumbrados a comer a deshora, qué productos les gustaba
más y cuáles eran sus comerciales preferidos. Al preguntarles a los niños qué
alimentos adquirían con su dinero, el 66% dijo preferir las papas fritas, galletas,
souflés, chocolates, helados y otros alimentos ricos en grasas saturadas. Luego
venían las bebidas gaseosas y jugos con un 14,5%, y recién en tercer lugar estaban
el yogurt y la leche, con apenas un 6,9%. Estos datos ayudan a explicar la creciente
epidemia de obesidad infantil (Chávez., 2003).
El consumo de frutas es cada vez menos frecuente, por lo que creemos que en
pocos años más tendremos niños con problemas de articulaciones y columna.
Además, se adelantará la edad de aparición de las enfermedades cardiovasculares,
respiratorias, diabetes mellitus y subirán los niveles de colesterol (Chávez., 2003; y
Hernández, et al. 1996).
Una investigación del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, del ISSSTE,
revela que el problema es de tal magnitud y se estima que para el año 2020 las
enfermedades del corazón serán la causa de la mitad de los decesos que ocurran en
el país. Este padecimiento es ocasionado por malos hábitos alimenticios y
sedentarismo (Borunda., 2006).
4
CAPITULO I. INTRODUCCIÓN
En México se han incrementado las cifras de obesidad y sobrepeso, hasta en un
46% en los últimos diez años. Dicha epidemia parece ser consecuencia de la vida
moderna y el acceso a grandes cantidades de alimentos altos en calorías (Dávila.,
Córtes., 2004).
Huesca (2006) afirma que en Baja California y Sonora se disputan el lugar número
uno en enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y colesterol por la
alimentación rica en carbohidratos, cárnicos y grasas que predomina en la zona norte
del país. El sobrepeso y la obesidad están detonando la aparición de diversas
enfermedades que anteriormente sólo se veían en la población adulta como la
hipertensión, diabetes, altos índices de colesterol, triglicéridos y ácido úrico.
En un estudio realizado por Beltrán y Arroyo (2004) en el Seminarios Internacional
Antropología y Nutrición, con el objetivo de describir significados culturales de los
alimentos en la ciudad de México, se observo que en un punto importante en las
decisiones alimentarias en los estratos bajos tienen que ver con la búsqueda de
alimentos que proporcionen saciedad y que quiten el hambre considerando así que
se esta dando una alimentación saludable. También se vio que, en la medida de lo
posible, se busca satisfacer los caprichos alimentarios de los hijos, de darles lo mejor
pero esto favorece la sobrealimentación, especialmente en poblaciones que como los
estratos bajos de la ciudad de México pasaron épocas de escasez, ya sea en la
ciudad o en la zona de origen de donde migraron.
1.2 Planteamiento del problema. ¿Cuál es la prevalencia de obesidad y el patrón de alimentación de escolares de 6 a
14 años de Guaymas, Sonora?
1.3 Justificación.
En la actualidad, la relación existente entre alimentación y salud es admitida de
forma generalizada, y son muchos los datos epidemiológicos que asocian la dieta
5
CAPITULO I. INTRODUCCIÓN
con la aparición o prevención de algunas enfermedades de alta prevalencía y
mortalidad, como son la cardiopatía isquémica, los accidentes cerebrovasculares, el
cáncer, la obesidad, la diabetes, la hipertensión, entre otros.
Es importante evaluar la alimentación en los escolares en esta etapa ya que durante
ésta se forman los hábitos y actitudes que predominarán al largo de toda la vida. De
ahí la importancia de obtener una orientación adecuada del médico, el nutríologo y,
en general, de los miembros del equipo de salud (Cuervo y Santiago., 2001).
El problema de los malos hábitos de alimentación puede ser resuelto a medida en
que se busquen alternativas adecuadas a la población, como pláticas de orientación
a padres e hijos, así como implementar programas de orientación alimentaría, para
fomentar una alimentación adecuada y saludable.
Casado., 1999 aseguran que es necesario realizar actividades educativas en la edad
escolar respecto a la composición de los alimentos y dieta adecuada, enseñando a
mantener una actitud crítica frente a la publicidad de alimentos. Debe recomendarse
una disminución de la ingesta de carnes y dulces, y un incremento del consumo de
hidratos de carbono complejos y pescado.
Riva (1998) recomienda ofrecer información como integrar una alimentación
“saludable”, Hacer hincapié en la dieta y no en platillos aislados y evaluar la
realización de una fuerte campaña orientada a divulgar recetas y formas de preparar
alimentos saludables.
Beltrán (2005) comenta que se debe tener en cuenta el importante aspecto de
aportar una orientación alimentaria como parte integral de modificar un estilo de vida.
Difundiendo contenidos sobre el papel de la comida en el organismo, entre ellos, los
beneficios del consumo de frutas y verduras, los perjuicios de las grasas y los
azúcares simples en exceso, las repercusiones indeseables de la mala nutrición
como el sobrepeso y la obesidad, entre otras.
6
CAPITULO I. INTRODUCCIÓN
En la región es un problema que se presenta comúnmente en niños y adolescentes
que asisten a la escuela, es conveniente enfocarse a este tipo de incidentes, ya que
de no prestarle atención durante esta etapa de la vida se acarrean múltiples
padecimientos que en un futuro como en la edad adulta son difíciles de controlar, una
manera de prevenir estos padecimientos seria brindar información en nutrición por
parte de profesores y padres de familia, materiales educativos apropiados y ayuda
por parte de personal especializado en nutrición.
El impacto de este problema en la sociedad sería que de no obtenerse una solución
adecuada y oportuna, se tendría como consecuencia que los niños y adolescentes
en un futuro, llegaran a tener un alto grado de posibilidades de adquirir
enfermedades crónicas degenerativas en su adultez.
El aporte que se brinda con ese trabajo es el de detectar cuales son los alimentos
que los niños y adolescentes consumen con mas frecuencia y en mayor proporción y
cuales eliminan de su dieta, para así obtener un patrón de consumo que nos ayude a
identificar, si están llevando buenos hábitos de alimentación, y con esto obtener que
tipo de calidad de vida tendrán en un futuro, para así proponer alternativas de
solución y prevención a este problema.
Este tipo de investigación es relevante, ya que aporta un poco de la situación actual
que se vive en nuestra región. Además colaborara proporcionando información con
investigaciones de la misma índole que se realicen en Sonora. Para así prevenir
enfermedades futuras causadas por la falta de interés por la educación nutricional.
Este trabajo de investigación es un proyecto multidisciplinario del Instituto
Tecnológico de Sonora denominado “Evaluación del potencial deportivo y su
formación en edades escolares en el sur de Sonora” el cual es de
factibilidad económica por estar aprobado por el CONACYT con Clave SON-2004-
C02-023" . También es de factibilidad social y de pertinencia en la comunidad ya que
incide tanto en los padres como en los mismos escolares debido a que una buena
7
CAPITULO I. INTRODUCCIÓN
alimentación incide de cierta manera en el desarrollo de múltiples padecimientos,
aunque cabe aclarar que estos se pueden deber a otras razones, pero la
alimentación es un factor decisivo para controlarlos
1.4 Objetivos. 1.4.1 Objetivo general.
Describir la prevalencia de obesidad y el patrón de alimentos de escolares de 6 a 14
años de Guaymas, Sonora a través de métodos antropométricos y técnicas de
evaluación dietaría sentando las bases para los programas de orientación.
1.4.2 Objetivos específicos.
• Obtener el tamaño de la muestra utilizando el método estratificado y selección
de los alumnos al azar para establecer diferencias entre sexos y edad.
• Calcular el Índice de Masa Corporal (IMC) de los escolares, mediante
indicadores antropométricos (peso y talla) para diagnosticar si los niños están
dentro del peso normal de acuerdo a su edad.
• Calcular la ingesta de energía, hidratos de carbono, lípidos y proteínas
consumidas mediante el software Nutrisys para conocer si están dentro de la
Ingesta Diaria Recomendada (IDR).
• Establecer el patrón de consumo de alimentos mediante la técnica de
recordatorio de 24 horas para identificar el tipo de alimentos de mayor
consumo.
• Establecer las preferencias alimentarias a menores de 8 años por medio de un
cuestionario, para detectar los alimentos de mayor agrado.
• Estimar la cantidad de macronutrimentos y micronutrimentos consumidos por
medio de un software de nutrición para compararlo con la IDR.
CAPÍTULO II
MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
2.1 Conducta alimentaría del escolar. Según Plazas (2001) en la etapa escolar es donde sigue vigente la división de
responsabilidades: los encargados (padres, abuelos, maestros, equipo de salud,
cooperativa escolar) son responsables de que comida se ofrece y como se hace
esto. Los niños, por su parte, son responsables de cuanto comen y, de hecho, de
comer o no hacerlo. En la edad escolar es necesario hacer algunos ajustes a esta
división, pues en esta etapa se suma un objetivo básico, que es lograr una mayor
participación del pequeño de modo que a medida que madure asuma poco a poco la
responsabilidad de su propia alimentación.
Barja (2005) al igual que Plazas (2001), concuerdan que los niños pasan un
porcentaje importante de su tiempo en el colegio, calle y amigos ampliándose su
mundo y las oportunidades de comer fuera del ambiente familiar. Se expone a
diferentes alimentos y diversas formas de prepararlos, con distintos horarios y
lugares. El qué comer, cómo y dónde hacerlo, ahora depende en ocasiones de una
comunidad más extensa que la familia.
Desde el punto de vista nutricional no solamente tienen la oportunidad de ingerir
alimentos para satisfacción de una necesidad, sino que también desde una
dimensión social comparten, adquieren e imitan hábitos de alimentación de sus
padres.
9 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
En esta etapa es muy importante proporcionar al niño un marco de referencia. Al
mismo tiempo, se le debe ofrecer orientación para que maneje las comidas fuera de
la casa de manera que no sólo contribuyan a integrar una dieta correcta, sino que
además lo ayuden a desenvolverse en su mundo (Plazas, 2001)
Respecto a la conducta alimentaria de los adolescentes mexicanos, se conoce poco.
Un estudio realizado por Villanueva y Ramírez en estudiantes de Estados Unidos
concluyó que los adolescentes ingieren pocas frutas y verduras; consumen grandes
cantidades de grasas; prefieren alimentos no convencionales o comida rápida, y
sustituyen determinados alimentos, como refrescos por jugos y leche.
Se han elaborado teorías que ayudan a explicar e incidir sobre la conducta
alimentaria en este grupo. En estas propuestas se acentúa la existencia de factores
cognoscitivos y ambientales en distintos niveles de interacción que orientan la
conducta. La conducta individual esta determinada básicamente por las percepciones
o ideas que tiene un sujeto de si mismo, del entorno o de sus interacciones
(Villanueva y Ramírez, 2004)
2.2 El desayuno. Se puede definir el desayuno como aquella comida sólida tomada antes de asistir al
colegio durante la jornada escolar, o antes de las 11.00 horas. El desayuno es la
primera comida importante y, de alguna manera, condiciona la ingesta de alimentos y
de nutrientes en el equilibrio nutricional diario (Plazas, 2001; Lozano y Ballesteros,
2006).
Plazas (2001) observo que los niños y adolescentes que asisten a clases suelen
saltarse con mayor frecuencia el desayuno desarrollando hábitos alimenticios
irregulares, comportándose apáticos, manifestando dificultades para mantener la
10 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
atención, o bien son inquietos y molestos, lo que provoca un pobre desempeño
escolar.
Pese a su importancia, en la actualidad pocas familias conceden atención a esta
primera comida del día. Entre las razones que se arguyen para eliminarla están la
falta de apetito, la escasez de tiempo para preparar y consumir el desayuno y, sobre
todo, que los niños prefieren aprovechar el tiempo para dormir un poco más. Incluso
en niveles socioeconómicos altos se presenta esta omisión. Si eso ocurre entre los
niños bien alimentados y con posibilidades económicas, cabe suponer que la
situación sea mas seria en estratos de menores recursos económicos o entre
aquellos con un consumo marginal de alimentos (Plazas, 2001)
Diversos estudios ponen de manifiesto desde hace tiempo la influencia que el
desayuno tiene sobre el rendimiento físico e intelectual en las actividades realizadas
durante la mañana ya que proporciona la energía y los nutrientes necesarios
después del ayuno nocturno, y que contribuye a una mayor concentración y
rendimiento en el colegio (Anónimo, 2006; Plazas , 2001; Lozano y Ballesteros,
2006).
Se afirma también que los escolares que desayunan tienen más probabilidades de
integrar una alimentación correcta que aquellos que suprimen esta primera comida
del día (Plazas 2001).
Se realizó una investigación, en 68 escolares de entre 9 y 10 años de edad, en 30
niñas y 34 niños que cursaban el quinto grado (1998-1999) en Valencia, Edo
Venezuela. En esta investigación se evaluó la capacidad intelectual observándose
que en condiciones de post desayuno la mayoría de los niños se encontraba en un
rango superior intelectual por el contrario en ayuno el mayor porcentaje estuvo
intelectualmente en el termino medio, detectándose también casos nuevos en la
capacidad intelectual inferior (Márquez , 2001).
11 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
Se encontraron datos similares en un estudio realizado en España en 141 alumnos
(70 varones y 71 mujeres) con edades comprendidas entre 12 y 13 años, de 1º de
Educación Secundaria mediante el recordatorio del desayuno del día anterior
manifestando que el desayuno si tiene influencia en el estado nutricional, el
expediente académico y en la asistencia a clase (Lozano y Ballesteros, 2006).
Datos recopilados en el 2004 en Barcelona en 270 escolares entre 9 y 13 años en un
ámbito urbano, arrojaron que el 73% de los sujetos desayunaba cada día, el 4,1%
nunca desayunaba, del cual el 5, 4% representa a las niñas. El motivo de no
desayunar es la falta de tiempo en un 48,2% y el de no almorzar es la falta de
hambre en un 24,1%. En la preadolescencia las niñas representan el grupo que
menos desayuna cada día y más omisión del desayuno comete (Huerta, Sánchez,
2006).
2.3 Colaciones y cooperativas escolares. Se conoce por colación o refrigerio a una porción de alimentos proporcionalmente
más pequeña que las comidas mayores. La colación desempeña un papel importante
en los hábitos alimenticios de los niños y adolescentes. Estos no son capaces de
comer grandes cantidades de una sola vez, así que normalmente tienen hambre
mucho antes de que llegue la siguiente hora establecida para la comida. La cantidad
de alimento en la colación debe de ser suficiente para proveerles la energía
necesaria, pero no tanta que les impida tener apetito para la siguiente comida
(Plazas, 2001; Anónimo, 2006).
La colación del niño pequeño suele estar controlada por los adultos tanto en su casa
como en la estancia infantil, por lo que comerá aquello que se le dé. Muy distinto es
el caso de los niños mayores que asisten a la escuela y llevan dinero para comprar
alimentos en el recreo o a la salida de clases. En estos casos, la influencia de la casa
disminuye y aumenta la de los compañeros y la publicidad.
12 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
En múltiples ocasiones los alimentos que se expenden en las escuelas distan de ser
los más indicados para lograr una dieta correcta; la variedad es muy limitada y con
frecuencia las condiciones de higiene poco satisfactorias. Es evidente que las
cooperativas escolares no son lugares donde se presta un servicio alimentario, sino
también sitios de aprendizaje que complementan una educación integral (Plazas,
2001).
La cooperativa y la escuela deben formar parte del programa educativo en materia
de alimentación y ser congruente con él, ya que es ahí donde se llevan a efecto las
enseñanzas del programa. Pocas materias afectan de manera tan directa la salud de
los niños como el aprendizaje de hábitos alimentarios a través de las cooperativas
escolares. La escuela se convierte así en un lugar donde el niño adquiere y pone en
práctica conocimientos, hábitos y actitudes alimentarías adecuados con respecto a la
alimentación (Plazas, 2001; Restrepo y Gallego, 2005). En un estudio realizado en 340 niños con edad promedio de 7 años se encontró que
cerca de la mitad de los niños lleva regularmente colación al colegio, siendo más
común los productos dulces (chocolates y galletas), frutas, jugos, sándwich y
productos salados como papas fritas esos alimentos entregan al cuerpo muchas
grasas y calorías, que a la larga pueden producir obesidad, hipertensión arterial,
colesterol alto y arteriosclerosis (Atalah, 1999).
Arranceta, B., Pérez, R (2004) realizaron un estudio en España, en niños y jóvenes
(13-16 años) sobre hábitos alimenticios y la calidad del servicio en las cooperativas
escolares; la información obtenida indico que el 45% solía hacer un bocado a media
mañana y el grupo de 12 a 16 informó comer solo la mitad de porción. El 81% de los
niños refirió llevar a cabo un tentempié después de la escuela por la tarde,
consistiendo en un sándwich (65%); los productos de la panadería (20%); el pan y
chocolate (20%); yoghurt o fruta (20%).
13 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
Las comidas escolares proporcionan una oportunidad maravillosa de ensanchar la
variedad de comidas en la dieta diaria de niños. Las recomendaciones sobre las
comidas escolares deben dirigirse a la calidad y variedad de las comidas servidas
para una dieta saludable y deben enfatizar la dimensión educativa. Una colación
ideal, debe estar compuesta por productos lácteos, frutas naturales, ensaladas de
frutas, cereales y frutos secos. (Arranceta, Pérez, 2004).
2.4 Golosinas, botanas y refrescos. La dieta es uno de los componentes de los estilos de vida que ejerce una mayor
influencia sobre la salud, determinando de forma decisiva el desarrollo físico y el
crecimiento, la reproducción y el rendimiento físico e intelectual. Diversos estudios
realizados en las últimas décadas sobre hábitos alimentarios y el estado nutricional
de la población, han permitido poner de relieve cambios significativos en la forma de
alimentarse de la población (Plazas, 2001). En el mercado prolifera una amplia variedad de comestibles cuyo precio es
desproporcionado con respecto a su aporte de nutrimentos. Entre ellos se
encuentran las botanas, los refrescos, las golosinas, los polvos azucarados o salados
y los pastelillos industrializados. Ello se manifiesta a través de un excesivo consumo
de estos alimentos, mientras que otros alimentos esenciales para conseguir una
dieta que cubra las necesidades nutritivas (Plazas, 2001; Torres., Morcillo., 1998).
El consumo de estos productos se ha elevado en forma notoria debido al gran
despliegue publicitario que los respalda ya que están disponibles casi en cualquier
lugar. Además, se les suele emplear de manera errónea como premios o para
entretener a los niños. Cabe recordar que su consumo frecuente puede atentar
contra la salud bucal, desplazar la ingestión de otros alimentos y deteriorar el
presupuesto familiar (Plazas, 2001).
14 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
Estudios realizados en Santiago (Jackson y col., 2004) y en Cordoba (Torres.,
Morcillo., 1998) en escolares demuestran que el índice de consumo de golosinas,
dulces y refrescos es tan elevado que se puede considerar como preocupante, ya
que seis de cada diez alumnos los consumen diariamente.
En los últimos 50 años, la tasa de consumo de bebidas gaseosas en Estados Unidos
ha aumentado en 500% por cápita, siendo la principal fuente de azúcar extra en la
dieta de adolescentes. Se hace imprescindible una educación que enseñe a comer
más cereales, frutas y verduras (Jackson, Romo., 2004).
Cabe suponer que estos cambios en las conductas alimentarias se deben de estar
produciendo de manera todavía más patente en la población infantil, debido a que
constituye un grupo vulnerable a la agresiva publicidad que les rodea, lo que junto a
la actitud permisiva de los padres, puede conducir a que arraiguen definitivamente en
la edad adulta (Torres y Ruiz, 1998)
Por las razones anteriores es conveniente restringir su consumo. Pero esto no
significa eliminarlo, cosa que además de imposible resulta innecesaria. Si se priva el
niño de los productos que comen sus compañeros, esos alimentos se volverán muy
importantes para él y los deseará aún más. Lo mejor es que este tipo de comestible
se incluya en su alimentación de manera ocasional, sin darles mayor importancia
(Plazas, 2001
2.5 Factores que influyen en la alimentación de los escolares. En esta etapa de la vida se establecen las preferencias alimentarias individuales, que
tradicionalmente estaban determinadas casi exclusivamente por los hábitos
familiares (Plazas 2001)
15 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
Estos hábitos se transmiten de padres a hijos y están influidos por varios factores
entre los que destacan: el lugar geográfico, el clima, la vegetación, la disponibilidad
de la región, costumbres familiares y experiencias, por supuesto que también tienen
que ver la accesibilidad a los alimentos dependiendo del costo de los mismos y de
los ingresos familiares, la forma de selección y preparación de los alimentos y la
forma de consumirlos como horarios y la compañía, observándose muchas
diferencias entre diversos países, culturas o religiones dentro del mismo país, así
como entre las familias de diverso poder adquisitivo o socioeconómico. (Anónimo,
2004; Comité de Nutrición de la Sociedad Uruguaya de Pediatría, 2004).
No hay dudas de que los patrones socioculturales juegan un papel crítico en la
determinación de los hábitos alimentarios de una población. Los condicionamientos y
actitudes de la familia, sus características y su entorno van a ejercer una marcada
influencia, positiva o negativa, sobre las respuestas en cualquier edad de la infancia
y muy especialmente durante la pubertad y adolescencia, y determinarán su peculiar
estilo de vida (Cazorla, s.f).
Estudios realizados en 110 personas sobre el análisis de la influencia de un
programa de educación en nutrición de escolares sobre el conocimiento y la
conducta nutritiva de sus padres llevándose antes y después del programa educativo
en la escuela, declaró que los cambios del comportamiento nutricional de los padres
esta asociado con los materiales educativos por los niños, por ejemplo el alto
consumo de vegetales, frutas y leche y sus subproductos. La educación de los niños
y jóvenes puede ser uno de los métodos efectivos educacionales de sus padres
(Kozłowska., Uramowska., 2002).
Actualmente, la socialización del niño que asiste a escuelas, a lo que se agrega la
propaganda de alimentos a través de los medios de comunicación, especialmente la
televisión, influyen directamente en los niños y ha sido un factor generador de
impactos que han condicionado enormes variaciones en los hábitos de vida y
16 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
repercusiones, unas veces positivas y otras negativas, sobre las respuestas
emocionales a lo largo de la infancia influenciando en parte algunos aspectos del
estilo de vida y de los hábitos alimentarios (Arcas, 2006).
En una investigación realizada recientemente por la universidad de la Rioja
(Santibáñez, s.f) en un colegio de la capital sobre la asociación que existe entre el
consumo de golosinas con el número de horas que el alumno permanece viendo la
televisión. Se encontró que el 22% y 23% de alumnos y alumnas respectivamente de
223 alumnos ven la televisión más de tres horas los sábados y domingos, superando
a los colegios de pueblos que oscilan entre un 14% y 19%. Al igual superó el número
de horas que ven televisión de lunes a viernes los colegios de la capital con un 15%
y 19%, mientras que en los de pueblo únicamente con un 12% en alumnos y 13% en
alumnas.
En un estudio muy similar al anterior (Fernández, 2006) realizado en Chile,
reportaron ver la televisión de 13 a 24 horas semanales en un 36% y más de 25
horas semanales en un 33%, podemos observar que estos datos superan a los
obtenidos en el caso anterior (Santibáñez, s.f).
Otra investigación realizada en la isla de Tenerife sobre los hábitos individuales y
familiares de ver televisión en una muestra de niños y adolescentes de 8, 11 y 14
años arrojó datos que señalan que la televisión constituye un meta contexto en el
ambiente familiar de los niños y adolescentes estudiados, además afectan otras
actividades familiares y los padres no regulan el consumo diario o los contenidos
(Torres y Ruiz, 1998)
17 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
2.5.1 Horarios y comidas en familia.
El horario de las comidas se ajusta a las actividades familiares y escolares. Aunque
al final de la etapa escolar el niño prefiere tomar sus alimentos en compañía de sus
amigos y pierde interés por las comidas en familia, éstas aún son muy importantes,
pues les proporcionan la seguridad de que hay comida y de que alguien se ocupa de
el. Además, aumentan las probabilidades de que consuma una alimentación
correcta, que aprende a comportarse de acuerdo con lo socialmente aceptado y que
asimile los hábitos y costumbres de la familia y el grupo social al que pertenece.
Para inculcar buenos hábitos alimentarios no hay nada mejor que comer en familia,
ya que es la principal influencia que el niño tiene a la hora de elegir alimentos y
asentar preferencias. Los niños que comen con sus padres adquieren hábitos
alimentarios más saludables que los que no practican esta costumbre. Las familias
con mejores hábitos alimentarios no son las de los padres controladores sino
aquellas en las que estos comparten la comida en la mesa, lo que da a los hijos la
idea de que en ese espacio tienen cosas mas saludables para elegir y comer
(Restrepo y Gallego, 2005; Lozano, 2003).
El apetito en esta edad varia mucho; incluso, puede cambiar de un día para otro o
entre una comida y otra. De cualquier manera, el chico se debe presentar a las
comidas aunque no tenga apetito. Si esta situación se vuelve frecuente, es necesario
verificar que las colaciones no estén interfiriendo con su apetito para las comidas
mayores.
Durante los últimos años de la etapa escolar el apetito mejora debido a que la
velocidad de crecimiento va en aumento, en especial en las mujeres, lo que facilita la
aceptación de la dieta familiar y la introducción de nuevos alimentos.
En ocasiones algún alimento o platillo resulta desagradable para el niño, y sus padre
con tal de que no se quede sin comer le ofrecen un alimento alternativo (Plazas
18 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
2001); o por el contrario forzan al niño para que consuma un determinado alimento a
un que no sea de su agrado (Restrepo y Gallego, 2005)
El manejo de horarios, las condiciones de cocción de los alimentos y las cantidades
inciden negativamente sobre la alimentación del escolar. Algunas madres por
razones de trabajo, dejan la función nutricional a miembros menores de la familia que
no están preparados para cumplir con dicha función. Por otra parte, otros niños no
comen por que la mama no esta a su cuidado y ellos deben preparar sus propios
alimentos.
El momento de comer debe convertirse en un punto de encuentro, esparcimiento y
dialogo, además de ser un espacio de aprendizaje de hábitos alimentarios (Restrepo
y Gallego, 2005)
2.5.2 Comidas rápidas
Como ya se menciono en los últimos años de la etapa escolar el niño pasa más
tiempo fuera de su casa en compañía de sus compañeros quienes adquieren una
gran influencia sobre él. Comer con los amigos es una forma de recreación y
sociabilidad importante en esta edad. El grupo define que alimentos se comen,
dónde y cómo se ingieren. Por lo general están muy influidos por la publicidad y
tienden a copiar modelos foráneos.
Los lugares de comidas rápidas, se caracterizan por tener una disponibilidad
permanente y una decoración atractiva, además de que ofrecen servicio inmediato y
están apoyados por intensas campañas publicitarias (Plazas, 2001).
Los hábitos de vida marcan fácilmente la ingesta de alimentos hasta el punto que
recientemente se ha probado que el consumo de alimentos vegetales y frutas esta
claramente marcado por el consumo o no de comida rápida y el hacer las comidas en
19 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
familia o no, incluso en un estudio reciente realizado en Chicago se estima un
restaurante de comida rápida a una distancia máxima de 0,52 Km de cada colegio
(Befort ; kaur., 2006; Kosmider y col., 2005; Austin ; Steven ., 2005).
Por lo general las comidas que se ofrecen en estos sitios tienden a ser pobres en
calcio y en vitamina A y abundantes en sodio y lípidos. También se ha encontrado
que su contenido de azúcar es muy elevado, mientras que el de fibra y vitamina C es
escaso. Cuando las comidas rápidas se consumen con moderación y como parte de
una dieta correcta, no ponen en riesgo el estado de nutrición del niño, pero si se
convierten en parte principal de la dieta, deben ser motivo de preocupación (Plazas,
2001).
Una revisión de la literatura en los hábitos dietarios, consumo de comida y estado
nutritivo de adolescentes en países europeos del sur indicaron que la frecuencia de
comer fuera en restaurantes de comida rápida es más bajo que en EE.UU. y en
algunos Países Nórdicos (Cruz, 2000).
Una encuesta sobre hábitos alimentarios realizada en Cataluña por el departamento
de Sanidad, donde se integraba un grupo de 280 adolescentes, indico que 17,1% de
estos adolescentes tomaban comidas rápidas una vez por semana (Arcas, 2006)
2.6 Buenos hábitos de alimentación en escolares.
Los alimentos proveen sustancias que denominamos nutrientes los cuales
necesitamos para el mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades.
Cuando hablamos de hábitos alimenticios, nos referimos a la forma en la cual
comemos y nos alimentamos diariamente. Esta es influenciada por nuestra cultura,
religión, etc. (Plazas, 2001)
20 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
La estructuración de los hábitos infantiles no responde a un simple acto reflejo: estos
empiezan a tener significancia a través de una estructura integrada de percepciones,
imágenes, recuerdos, ideas, emociones y necesidades (Restrepo y Gallego, 2005).
Los buenos hábitos de alimentación son fundamentales desde el comienzo de su
edad. Alimentar adecuadamente a los niños desde su nacimiento y durante los
primeros años de vida, es la mejor forma de impedir que aparezca la obesidad.
Desde los primeros meses de la vida se identifican los sabores, se conocen los
alimentos, sus texturas, se adquieren los hábitos de alimentación, se marcan los
gustos y las preferencias por los alimentos. De ésta manera en años posteriores
como en la niñez y adolescencia se es más fácil orientarlos sobre su educación
alimentaría (Plazas, 2001).
La infancia es un periodo clave en la vida de una persona y es de suma importancia
una alimentación completa para el desarrollo y crecimiento del organismo. Durante
toda nuestra vida escuchamos hablar acerca de los beneficios de una buena
alimentación. En el colegio se nos informa acerca de todos los nutrientes que
nuestro cuerpo necesita para poder crecer y desarrollarse sanamente; para tener
energía y fuerzas para los estudios.
Hoy en día y a pesar de toda esta información que tenemos y que podemos acceder
en cualquier momento dada la nueva tecnología, y a través de los pediatras,
médicos, nutricionistas, etc. tenemos a nivel mundial, problemas de obesidad tanto
en niños como en adolescentes, reflejándose incluso en problemas psicológicos.
(González, 2005)
Los buenos hábitos alimentarios se pueden controlar evitando las actividades que
condicionan el consumo de alimentos fuera de los horarios de comida, como el ir de
compras al supermercado antes de haber comido, tener botanas, consumir alimentos
21 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
que por costumbre se acompañen de otros hipercalóricos, especialmente lo que se
conoce como "comida rápida". Comprometer al niño en la observación de su dieta y
actividad física, lo hará más responsable y consciente de su problema (Serrano y
Prieto).
Una revisión de los hábitos alimentarios realizada recientemente en 35 países de
Europa y América del norte ha demostrado diferencias importantes en la frecuencia
de consumo de alimentos en adolescentes con edades comprendidas entre 11 y 15
años. En el caso del consumo de frutas la ingesta va de 2 a 5 veces por semana,
esta misma frecuencia aparece para consumo de hortalizas o bebidas refrescantes
(Vereecken y Tood., 2006)
2.7 Malos hábitos de alimentación en escolares.
La nutrición afecta la salud a lo largo del ciclo de vida, y es mejor empezar a prevenir
el daño a edad temprana. Se forman los hábitos tempranamente y estos son un
determinante de la opción de comida en la vida mas tarde. Dos tendencias son en
particular dignas de mención: la globalización progresiva de la comida y el aumento
de consumo de comida como snacks, gaseosas y comida rápida
Estudios realizados en España constatan que los jóvenes están abandonando la
“dieta mediterránea” a favor de los productos industriales, lleno de calorías y con
ácidos grasos saturados pero pobre en nutrientes (Fernández, 2006).
En la actualidad en la mayoría de la población infantil en edad escolar es palpable el
desarrollo de una serie de malos hábitos alimenticios: como el aumento en el
consumo de comida chatarra y procesada, mientras que la comida casera y los
alimentos de origen natural parecen estar siendo erradicados de nuestras mesas.
22 CAPITULO II. MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
Con respecto a los alimentos que los niños consumen en el recreo son en primer
lugar los productos elaborados industrialmente (dulces y golosinas) con un 51% y en
segundo lugar, productos caseros (frutas y bocadillos) con un 36% y 19% de niños
que no toman nada (Burgos, 2007).
Por su parte, los adolescentes, además de estar expuestos a modas alimenticias
pasajeras y a las tendencias a adelgazar, suelen saltarse comidas y desarrollar
hábitos alimenticios irregulares (Plazas, 2001)
Estudios realizados en Suiza, Ucrania y Europa determinaron la relación entre ver la
televisión y el consumo de dulces, refrescos, frutas y verduras; observándose
grandes diferencias entre Suiza (2 h) y Ucrania (3.7h) encontrándose que
probablemente son jóvenes y de bajo estado socioeconómico los que consumen mas
dulces y bebidas gaseosas diariamente y menos frutas y verduras (Vereecken y
Tood., 2006).
En otra investigación realizada (2001-2006) en Europa, Israel, Canadá y EE.UU, en
alumnos de 11, 13 y 15 años arrojó grandes diferencias en hábitos de alimentación
debido a que la frecuencia de consumo de fruta varió en un promedio de 2.8 a 5, el
de verduras vario de 2.4 a 5.5, las bebidas gaseosas de 2.1 a 5 y el de dulces de 2.6
a 5, indicando la necesidad de mejorar los hábitos de alimentación en adolescentes
(Vereecken y Tood., 2006).
CAPÍTULO III
MATERIALES Y MÉTODOS
3.1 Implicaciones éticas de la investigación. Atendiendo los principios éticos sobre trabajos de investigación con seres humanos
se diseñó un documento donde los participantes del presente estudio firmaron un
consentimiento escrito según los principios de la declaración de Helsinki.
3.2 Participantes. Esta investigación es de tipo transversal, descriptiva y se llevó a cabo en niños
escolares de 6 a 14 años, inscritos en las primarias públicas del Municipio de
Guaymas Primaria Lázaro Cárdenas (matutino y vespertino) y Niños Héroes
seleccionándose sujetos de los ambos sexos.
3.3 Tamaño de la muestra. Se llevó a cabo la recopilación de los nombres de los alumnos inscritos en las
escuelas primarias del municipio de Guaymas del ciclo escolar 2005-2006. Con la
información recopilada se formó una base de datos la cual se utilizó para determinar
el tamaño de la muestra en este proyecto de investigación.
24
CAPITULO III. MATÉRIALES Y MÉTODOS
Debido a las diferencias de las características físicas que pudieron existir entre los
alumnos de los diversos grados (por la diferencia de edades), sexos se utilizó un
muestreo estratificado de acuerdo a los siguientes factores.
Escuelas primarias:
Grado de primero a sexto.
Sexo, masculino y femenino.
Clasificación: estatal normal
Adicionalmente, debido a las facilidades que representaba el obtener las mediciones
de un grupo completo de estudiantes, se consideró que las unidades de muestreo
fueron los grupos de estudiantes de 1ro a 6to, dentro de una escuela, de tal forma
que se tuvo un muestreo estratificado con conglomerados.
A través del muestreo establecido el estudio estuvo conformado por 17 sujetos de 6
años representando el 13.70%, 24 de 7 años con 19.35%, 5 de 8 años con 4.03%,
18 de 9 años con 14.51%, 20 de 10 años con el 16.12%, 20 de 11 años con
16.12%, 18 de 12 años con 14.51%, 1 sujeto de 13 años con 0.80%, 1 sujeto de 14
años representando el 0.80%/ (124 sujetos de la muestra para la sección nutrición
del CONACYT), La muestra estuvo formada por 61 niños (49.19%) y 63 niñas
(50.80%) todos ellos estudiantes de 1ro. a 6to. grado.
3.4 Cálculo del índice de masa corporal.
Se evaluó el estado nutricio de 124 niños de los cuales 46 fueron de las edades entre
6,7 y 8 años estos sujetos no fueron medidos ni pesados por lo tanto no se calculo el
IMC para ellos. Para los 78 niños restantes se calculo por medio del indicador índice
de masa corporal (IMC) anexo 1, el cual fue calculado dividiendo el peso actual en
Kg entre estatura en m2 (SSA, 2000). El diagnóstico fue clasificado por tablas de
percentiles de la OMS (WHO, 1995) ajustadas por edad y género, según los criterios
de los Estados Unidos, utilizando las tablas del National Center for Health Statistics y
25
CAPITULO III. MATÉRIALES Y MÉTODOS
de la National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion (2000).
Las tablas se pueden consultar en las siguientes URL:
Boy Age 2-20
http://www.cdc.gov/nchs/data/nhanes/growthcharts/set2clinical/cj41l073.pdf
Girl, Age 2-20
http://www.cdc.gov/nchs/data/nhanes/growthcharts/set1clinical/cj41l024.pdf
Con el paquete computacional Epi-Info Versión 3.2, 2004, que utiliza los estándares
internacionales del NCHS (2000) y con la fecha de nacimiento, fecha de medición,
sexo (F/M), peso y estatura se calculó el IMC y el valor del percentil del IMC, ambos
ajustados por sexo y edad. Se consideraron los siguientes criterios según los
percentiles correspondientes en la tabla 2 (Academia Mexicana de Pediatría, 2002,
citado en Barrón, 2003).
Tabla 1. Criterios de clasificación del percentil de índice de masa corporal (IMC) para niños y adolescentes, ajustados por sexo y edad.
Valor de corte del percentil Categoría del estado nutricio
Valor debajo del percentil 3 (< a 3) Bajo peso
Valor igual o superior al centil 3 e igual o menor al centil 75 (> 3 y < 75)
Normal
Valor superior al percentil 75 (>75) Sobrepeso
Valor superior al percentil 85 (>85) Obesidad
Valor superior al percentil 97 (>97) Obesidad grave
Academia Mexicana de Pediatría (2002), citada en Barrón (2003).
La medición de peso y talla fue realizada siguiendo las técnicas de procedimientos
recomendados por la OMS que a continuación se describen.
26
CAPITULO III. MATÉRIALES Y MÉTODOS
Peso corporal. Para el peso se utilizó una báscula portátil marca AND weighing
modelo FG-150KB con capacidad máxima de 150 kg y precisión de 0.1 g. Cada día
antes de comenzar las mediciones se verificaba la precisión de la báscula. Durante la
medición la báscula se encontraba en una superficie plana, horizontal y firme para
ser equilibrada y nivelada en cada lugar donde se colocaba. Las mediciones se
realizaron teniendo al sujeto con el mínimo de ropa, y sin cintos, lentes, suéter,
chamarras u otras prendas diferentes al pantalón o falda, blusa o camisa y ropa
interior, además de prestar un cuidado especial para evitar objetos en los bolsillos.
Los sujetos se pesaron sin zapatos o tenis y cuidando que los pies estuvieran en una
posición central y simétrica con la plataforma de la báscula, manteniendo además las
manos a los costados.
Talla. Para la medición de la talla, se utilizó una cinta métrica metálica graduada en
cm la cual se instrumentó como equipo de medición el estadiómetro. Los sujetos se
colocaron de pie de manera que los talones estuvieran ligeramente unidos y
guardando un ángulo de 45º. Los brazos se mantuvieron a los costados y colgando
libre y naturalmente a lo largo del cuerpo, mientras que la cabeza permaneció en el
plano de Frankfort (paralela al piso). Los talones, glúteos, espalda y parte posterior
de la cabeza se posicionaron en contacto con el instrumento, haciendo coincidir la
línea mediosagital del cuerpo con la línea media del instrumento. En el caso de
niñas, fueron despojadas momentáneamente de los accesorios que sujetaban el
cabello, así como de peinados que obstruían la medición.
3.5 Consumo de nutrimentos. Para el estudio de consumo de nutrimentos se utilizó como instrumento de medida la
encuesta dietaria recordatorio de 24 h (Sanjur y Rodríguez, 1997). Este instrumento
es considerado eficaz para determinar el patrón de ingesta de alimentos en estudios
poblacionales. (Ver anexo 3)
27
CAPITULO III. MATÉRIALES Y MÉTODOS
Los niños fueron entrevistados por alumnos de la carrera de alimentos previamente
entrenados en la aplicación de la encuesta y quienes preguntaron sobre el consumo
de alimentos en las 24 h previas a la entrevista. Un día de la semana se seleccionó
al azar entre martes a viernes. La descripción de los alimentos consumidos incluía
también aquellos que comúnmente se ingieren entre horas como frituras, bocadillos y
bebidas, además de los ingredientes principales de algunos platillos que se preparan
en forma particular. Para obtener las porciones consumidas, la entrevista se apoyó
con fotografías y modelos de alimentos. Asimismo se mostraron vasos, tazas y
cucharas previamente calibradas según las recomendaciones de Sanjur y Rodríguez
(1997).
Los datos colectados fueron introducidos en el software escolar Nutrisys que
contiene la base de datos de las Tablas de Composición de Alimentos en el Noroeste
de México, proporcionadas por el Centro de Investigación en Alimentación y
Desarrollo, A.C. de Hermosillo, Sonora (Juvera et al., 1990). Con ello se calculó el
consumo de energía (en Kcal/d) y macronutrimentos (hidratos de carbono, lípidos y
proteínas).
Se establecieron preferencias alimentarias aplicando un cuestionario a niños
menores de 8 años, conformado por grupo de alimentos (cereales, leguminosas,
frutas y verduras, alimentos de origen animal, bebidas, dulces y postres) cada
respuesta estaba basada a caritas que significaban me disgusta mucho, me disgusta
poco, ni me gusta ni me desagrada, me gusta poco, me gusta mucho, para así
detectar los alimentos con mayor agrado. (Ver anexo 2)
Los macronutrimentos se reportaron como el porcentaje de consumo en referencia al
porcentaje que representaron del valor energético total, %VET. Para esto se
multiplicó los gramos de proteína, hidratos de carbono y grasa consumidos por 4, 4 y
9 Kcal/g, respectivamente; posteriormente se dividió entre el consumo energético
total y se multiplicó por 100, como se muestra a continuación.
28
CAPITULO III. MATÉRIALES Y MÉTODOS
% VET = (g macronutrimento x kcal/g x 100
Energía total consumida
Se calculó el porcentaje de adecuación (%A) con respecto a las Ingestiones Diarias
Recomendadas (IDR) para población mexicana publicadas por el Instituto Nacional
de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (2001). El cálculo se realizó con el
consumo promedio de cada nutrimento específico dividido entre el valor de la IDR y
posteriormente se multiplicó por 100.
3.6 Análisis estadístico.
Se llevó a cabo un análisis estadístico descriptivo de las variables antropométricas
estudiadas, para lo cual se creó una base de datos en el programa Microsoft Excel
2000, y se calcularon porcentajes, medias y desviaciones estándar. Además se
analizaron las diferencias significativas de las variables entre mujeres y hombres de
escuelas primarias. También se estableció el coeficiente de correlación entre el IMC
y la ingestión energética de los escolares considerando un nivel de significancia de
0.05 y 95% de confianza. Los datos fueron procesados en el software
STATGRAPHICS plus para Windows ver. 4.0.
CAPTULO IV
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1 Descripción de la muestra. Se trabajó con 124 alumnos de edades entre 6 y 14 años de los cuales 63 (50.80%)
eran mujeres y 61 (49.19%) eran hombres; la totalidad de niños procedían de
escuelas públicas del Municipio de Guaymas cursando de 1ro. a 6to. grado. La
figura 1 muestra la distribución de los 124 niños por edades y las figuras 2 y 3
resumen la distribución de los sujetos en estudio por edad y sexo.
Figura 1. Distribución total por edades de los niños del Municipio de Guaymas participantes del estudio.
Con formato: Derecha: 70.9pto, Arriba: 70.9 pto, Abajo: 70.9 pto, Ancho: 612.1 pto,Alto: 792.1 pto, Distancia delencabezado desde el borde: 35.45 pto, Distancia del pie depágina desde el borde: 35.45pto, Primera página diferente
Eliminado: ¶
Eliminado: <sp>
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶
30
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Figura 2. Distribución por edades de las niñas del Municipio de Guaymas participantes del estudio.
Figura 3. Distribución por edades de los niños del Municipio de Guaymas participantes del estudio.
Eliminado: ¶¶¶¶
31
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.2 Evaluación antropométrica. En la tabla 2 se presentan las características antropométricas femeninas divididas
por edad, mientras que en la tabla 3 se presentan las características masculinas.
Comparando dichas tablas, éstas muestran que en las edades 9, 10, 12, y 13 años
en mujeres, se presentaron valores más altos en cuanto a peso y estatura; mientras
que el IMC fue mayor en las edades de 10, 12 y 13 años.
En las escolares femeninas (tabla 2), el grupo de edades 9 y 11 años, en promedio
se clasificaron en el estado de la nutrición normal. En cambio se observó que en las
edades 10, 12 y 13 años en promedio se presentó el sobrepeso. En los escolares
masculinos (tabla 3), en los grupos de edad de 11, 12 y 14 años, según la categoría
de IMC, en promedio se presentaron en estado normal, mientras que en las edades
de 9 y 10 años se encontró en la categoría de sobrepeso.
Según la OMS, la prevalencia de niños obesos entre los 6 y 11 años se ha duplicado
desde los años 60's. En los Estados Unidos, la prevalencia de obesidad en jóvenes
entre 12 y 17 años ha aumentado dramáticamente de 5 a 13% en niños y de 5 a 9%
en niñas. De los países de América Latina, México se encuentra entre los de más
alta prevalencia de exceso de peso en niños que en niñas (Sánchez y col. 2004).
Contrario a lo obtenido en los sujetos evaluados en el municipio de Guaymas.
Toussaint (2000) afirma que el incremento de peso y altura es similar en mujeres y
hombres desde el nacimiento hasta el comienzo del desarrollo puberal,
presentándose en las niñas en promedio dos años antes (9.5-12 años en niñas y
11.5-14 años en niños). A partir de este momento los incrementos ponderales no
guardan relación con la edad, sino con el estadio de desarrollo puberal y difieren
entre niños y niñas.
32
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Tabla 2. Características antropométricas en escolares mujeres del municipio de Guaymas n = 38 (Media y desviación estándar).
Variable Mujeres
Edad 9 10 11 12 13
n 7 11 9 10 1
% 18.42 28.94 23.68 26.31 2.6 Edad (años) 9.63 ± 0.29 10.52 ± 0.18 11.53 ± 0.33 12.40 ± 0.22 13.24
Edad (meses) 115.60 ± 3.49 126.19 ± 2.24 138.37 ± 4.02 148.81 ± 2.71 158.88
Peso (kg) 31.97 ± 9.71 40.56 ± 9.16 37.58 ± 6.55 46.70 ± 13.15 38.21
Estatura (m) 1.32 ± 0.10 1.40 ± 0.092 1.45 ± 0.059 1.47 ± 0.12 1.31 IMC (kg/m2) 17.99 ± 2.44 20.56 ± 2.99 17.83 ± 2.20 21.12 ± 3.55 22.7
Tabla 3. Características antropométricas de escolares hombres del municipio de Guaymas n = 40 (Media y desviación estándar).
Variable Hombres
Edad 9 10 11 12 14
n 11 9 11 8 1
% 27.5 22.5 27.5 20 2.5 Edad (años) 9.49 ± 0.26 10.56 ± 0.27 11.61 ± 0.27 12.32 ± 0.21 14.15
Edad (meses) 113.82 ± 3.155 126.69 ± 3.29 139.29 ± 3.30 147.87 ± 2.58 169.80
Peso (kg) 32.90 ± 5.96 33.46 ± 4.22 38.00 ± 6.71 38.18 ± 1.81 37.5
Estatura (m) 1.32 ± 0.039 1.38 ± 0.039 1.42 ± 0.08 1.45 ± 0.06 1.30 IMC (kg/m2) 18.68 ± 3.02 17.56 ± 1.54 18.73 ± 2.69 18.36 ± 1.50 22.12
Existe un incremento en el depósito de grasa, que comienza a aumentar en
magnitud, de forma más temprana y en mayor proporción en las niñas que en los
niños y se le considera un momento crítico para el desarrollo de la obesidad. Hecho
atribuido a los cambios hormonales característicos de la edad, debido a los altos
índices de testosterona los niños tienden a generar masa muscular y fortalecer
estructura ósea, según Parker (1984), Guyton (1987) y Toussaint (2000). Este
comportamiento se demuestra en los resultados obtenidos en los escolares de
Guaymas en donde las mujeres mostraron un peso en kg superior al de los hombres
con excepción de la edad de 9 años. Esto implica que los diferentes compartimientos
Con formato: Izquierda
Tabla con formato
Con formato: Fuente: 9 pt
Con formato: Fuente: 9 pt
Con formato: Fuente: 9 pt
Con formato: Fuente: 9 pt
Con formato: Fuente: 9 pt
Con formato: Fuente: 9 pt
Con formato: Fuente: 9 pt
Con formato: Fuente: 9 pt
Con formato: Fuente: 9 pt
Con formato: Izquierda
Tabla con formato
Con formato: Fuente: 9 pt
Eliminado: ¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶¶¶¶
Eliminado:
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶ 0.26
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶
33
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
corporales no se incrementan de manera proporcional, ni simultánea o lineal, y por
tanto a estas edades la composición corporal de un niño varía mucho (Toussaint,
2000).
4.3 Evaluación de IMC. Los resultados arrojados por la evaluación del IMC de 78 niños de 9 a 14 años,
demostraron que existe una gran parte de la población en la categoría normal, siendo
del 63.15%; asimismo se observó una prevalencia de sobrepeso, obesidad y
obesidad grave, con 21.05, 13.15 y 2.63% respectivamente; y un bajo peso de 0%
(ver figura 4).
Figura 4. Distribución de los escolares de 9 a 14 años del Municipio de Guaymas según el IMC.
En otro estudio realizado en escolares de la primaria Vicente Guerrero de Ciudad
Obregón, Sonora (Gassós y Rentería, 2003) se encontró que de 325 niños en edad
escolar, el 51.8% presentó estado nutricional normal, mientras que el 29.6% y 18.6%
mostraron desnutrición y obesidad, respectivamente. En comparación con lo
Con formato: Centrado
Eliminado:
% de niños yniñas
34
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
encontrado en este trabajo es similar el IMC normal y obesidad, pero no se encontró
ningún porcentaje de bajo peso en niños de Guaymas.
Con fundamento en los datos reportados por la Encuesta Nacional de Nutrición de
1999 (Cossio y col., 1999) y en encuestas clínicas realizadas en Yucatán (1998) se
observó un elevado porcentaje de obesidad en escolares y una de las entidades con
mayor porcentaje de obesidad infantil (25.9%) es el estado de Sonora (Pardío, 2005).
Un IMC entre el percentil 85 y el percentil 97 por sexo y edad (obesidad) requiere de
una evaluación exhaustiva, especialmente buscando complicaciones secundarias, y
si esta igual o mayor al percentil 97 (obesidad grave) requiere tratamiento. Ya que
este valor define riesgo de persistencia de obesidad hacia la adultez, y en
adolescentes se asocia a hiperlipidemia, hipertensión y mayor morbi mortalidad por
enfermedades asociadas a obesidad (Sánchez y col. 2004, Janezic, s.f).
En la figura 5 se observa la distribución del IMC comparando por sexo. Los
resultados para los niños fueron de 65.78% en clasificación normal, 7.89% en
obesidad, 2.63 % en obesidad grave, 23.68% con sobrepeso. En cuanto a las niñas
se obtuvo que el 60.52% estuvieron en la clasificación normal, 18.42% en obesidad,
2.63% obesidad grave, 18.42% con sobrepeso. Finalmente ninguno presentó bajo
peso.
En la encuesta “National Health and Nutrition Examination Survery” (NHANES,
1994), se encontró que de 1964 a 1994, la obesidad en adolescentes de entre 13 y
17 años aumentó de 5 a 11%. Así mismo en Argentina se evaluaron 1743 niños y
niñas de 6 a 14 años, presentando un grado de obesidad del 13% de la población
estudiada.
Debido a que durante los primeros años de vida la nutrición actual depende del
estado de nutrición previo, resulta trascendente monitorizar el crecimiento físico
35
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
mediante la medición secuencial del peso y talla (Flores-Huerta, 2006). Las medidas
antropométricas son indicadores indirectos de la composición corporal y por tanto se
utilizan como medida del desarrollo desde la concepción hasta la edad adulta
(Gracia, 2003).
Figura 5. Distribución de los escolares de 9 a 14 años del Municipio de Guaymas según su IMC por sexo. En un estudio realizado en niños uruguayos de 9-12 años (Pisabarro y col., 2002) se
encontró que el 17% de niños y niñas tienen sobrepeso, cifra similar al porcentaje
encontrado en mujeres en esta investigación (18.42%), pero difiere un poco de el
porcentaje de los niños (23.68%). En lo que respecta a obesidad se encontró un
mayor porcentaje en mujeres (18.42%) que en hombres (7.89%), en cuanto al
estudio de los niños uruguayos se encontró un 9%, siendo este muy inferior en los
niños y adolescentes de Guaymas.
Comparando con un estudio realizado por Briones y Cántu (2003), ellos observaron
6% de mujeres y 12% de hombres con bajo peso; se encontró que en ambos los
Con formato: Centrado
Eliminado: ¶
Eliminado: ¶¶¶
36
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
hombres obtuvieron mayor porcentaje, pero en cambio en los sujetos de estudio de
Guaymas no se encontró ningún porcentaje de bajo peso en ambos sexos en
comparación con los encontrados por Briones y Cántu . (2003)
Valdez y Orduño (2006) en su investigación en escolares de Cajeme obtuvieron
porcentajes de desnutrición de 1.33% en mujeres y de 0.76% en hombres lo cual
contradice a los obtenidos en esta investigación en la cual no se presentaron
porcentajes de bajo peso en el caso de las mujeres y en hombres en comparación
con los del municipio de Cajeme.
La categoría de normal se encontró en todas las edades tanto en mujeres como en
hombres siendo el porcentaje mayor en niñas de 11 años. A diferencia de Cossio y
col. (2004) que obtuvieron un 22.6% de obesidad en niñas de 11 años a nivel
nacional.
La obesidad grave se presentó únicamente en mujeres de 12 años (100%) y en
hombres de 9 años (100%) solamente. En un estudio llevado a cabo por Gassós y
Renteria, (2003) en Ciudad Obregón Sonora en 318 niños de 9 años procedentes de
51 escuelas estatales y federales, se encontró que el 4.8% siendo un 1.3% en niñas
y 3.5% en niños presentaron obesidad grave. Comparando los escolares de Cd.
Obregón con los de Guaymas da como resultado que estos últimos contrastan
debido a que fue mayor en ambos sexos.
4.4 Patrón de consumo de alimentos. El patrón de alimentos de los 78 niños del municipio de Guaymas se muestra en la
tabla 4. Se observó que los alimentos con más frecuencia de consumo fueron
refresco, tortilla de maíz, huevo, agua natural y agua fresca, con un porcentaje de
78.20, 61.53, 33.33, 39.70, 24.35, respectivamente. El consumo alto de refresco,
agua natural y agua fresca se justifica ya que en los meses de mayo –junio se
realizaron las mediciones y son los meses más calurosos, donde se toma un alto
consumo de líquidos.
37
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Tabla 4. Patrón de consumo de alimentos de escolares del municipio de Guaymas (78).
Alimento Frecuencia de consumo (%)
Alimento Frecuencia de consumo (%)
Refresco 78,20 Cereal 8,97
Tortillas maíz 61,53 Pollo 7,69
Huevo 33,33 Pasta 7,69
Agua natural 30,76 Frutas 6,41
Agua fresca 24,35 Café 6,41
Caldo 23,07 Pastel 5,12
Tortillas harina 21,79 Carne 5,12
Papas 17,94 Tostadas 3,84
Leche 16,66 Chocolate 3,84
Frituras 16,66 Quesadillas 2,56
Pasta 11,53 Cacahuate 2,56
Frijol 10,25 Jamón 1,28
Jugos 8,97 Arroz 1,28
Por otro lado en la tabla 5 se muestra una comparación de los patrones de alimentos
de las tres escuelas evaluadas en Guaymas, Sonora. La tortilla de maíz y el refresco
fueron los alimentos de mayor consumo en las tres escuelas. En la escuela primaria “Lázaro cárdenas 1” se observó que las frutas se consumieron
en 40% al igual que los caldo (pollo, carne, queso); cabe destacar que la tortilla de
maíz que es un alimento de la canasta básica la consumieron el 88% de los niños.
Con formato: Fuente:
Con formato: Fuente:
Tabla con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Con formato
Eliminado: .
... [7]
... [1]
... [8]
... [2]
... [9]
... [3]
... [10]
... [4]
... [11]
... [5]
... [12]
... [6]
... [13]
38
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Tabla 5. Patrón de consumo de alimentos por escuela.
Primaria "Lázaro cárdenas 1"
(n=23)
Primaria "Lázaro cárdenas 2"
(n=25)
Primaria "Niños Héroes"
(n=30) Alimento % Alimento % Alimento % Tortillas maíz 88 refresco 82,60 refresco 76,66
Agua natural 80 tortilla de maíz 65,21 tortillas harina 50
Refresco 76 huevo 43,47 Tortilla maíz 36,66
Frutas 40 frituras 34,78 Leche 30
caldos 40 tortillas de harina 26,08 Agua fresca 26,66
Papas 36 leche 21,73 Frijol 20
Agua fresca 32 cereal 17,39 huevo 16,66
Huevo 28 agua natural 17,39 pastel 13,33
Pasta 20 pasta 17,39 Pollo 13,33
Pollo 16 caldos 17,39 jugos artificiales 13,33
Vegetales 16 agua fresca 13,04 cereal 10
Tortillas harina 16 papa 13,04 tostadas 10
Leche 8 pollo 13,04 chocolate 10
Quesadillas 8 jugos artificiales 13,04 frituras 10
Frituras 8 frijol 13,04 Café 10
En la escuela primaria “Lázaro cárdenas 2”se observó que el refresco es el alimento
de mayor consumo con un 82.60%, la tortilla de maíz con un 65.21% y el huevo con
43.47%. Para la escuela primaria “Niños Héroes” al igual que las otras dos escuelas
el refresco y la tortilla de maíz están en los primeros lugares de consumo con 76.66 y
36.66% respectivamente.
Los resultados de la investigación realizado por Valencia (1998) los niños estudiados
consumían en su mayoría, arepa (de harina de maíz precocida) rellena con queso
blanco y margarina. Luego se presentaron algunas variaciones en el patrón, con un
39
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
mayor número de niños pequeños que consumen leche completa y un consumo
similar en ambos grupos para los tomates y para dos alimentos farináceos típicos de
la dieta venezolana: el arroz y la pasta. También se observó que los preescolares
tuvieron un consumo más frecuente de leguminosas y galletas dulces y que un
mayor número de escolares consumió carne de res y embutidos.
En otro estudio realizado por Gassos y Rentería (2003) el 100% de los niños
consumieron frituras y refrescos; el 60.6% de los niños consumió frijoles, 52.9%
leche, 45.8% dulces y 43.4% tortilla de maíz. De igual manera menos del 40%
consumieron huevo, carne, productos cárnicos, pan y fruta. Al menos en cinco años
el patrón de alimentación ha variado en el consumo de algunos alimentos como el
frijol que ahora se consume menos.
4.5 Preferencia de alimentos Se realizó la encuesta de preferencia de alimentos a 46 alumnos con edades entre 6
y 8 años del municipio de Guaymas, Sonora. En la figura 6 se muestra el promedio
de preferencia de cada grupo de alimentos, siendo el grupo de cereales el de
mayor preferencia con 4.58 puntos, le siguen los dulces con 4.54 y alimentos de
origen animal con 4.27; los de menor preferencia fueron las frutas y verduras y
leguminosas con 3.88 y 3.58, respectivamente. Es importante mencionar que el
grado promedio de mayor preferencia para los escolares fue de 5 puntos.
40
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Figura 6. Preferencia promedio por grupo de alimentos de escolares del municipio de Guaymas, Sonora(n=46)
Figura 7. Alimentos con mayor preferencia de cada grupo de alimento en los escolares del municipio de Guaymas, Sonora (n=46)
41
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Para los alimentos de mayor preferencia de cada grupo mostrado en la figura 7 cabe
destacar que el pastel perteneciente al grupo de cereales fue el de mayor preferencia
con 223 puntos, seguido de la gelatina del grupo de dulces con 220, jugo de frutas
con 210, tortas con 208 y por ultimo cacahuates con 193 puntos.
En cuanto a los alimentos con menor preferencia destacan la chamoyada con 173
puntos y el pescado con 158, seguidos de sopa de pasta con 15, chícharo y apio con
un puntaje de 115 (ver figura 8).
Figura 8. Alimentos con menor preferencia de cada grupo alimento en los escolares del municipio de Guaymas, Sonora (n=46) 4.6 Consumo de energía y nutrimentos. En niños de Guaymas valorados se encontró que en el caso de las mujeres
(99.58+51.37) el por ciento de adecuación de energía es mayor al de los
adolescentes de Cajeme y superior en hombres (105.61+39.25); en el por ciento de
adecuación de proteína en mujeres y hombres de Guaymas (144.42+89.74 y
Eliminado: 5
Eliminado: Ingesta de
Eliminado: energía y macronutrimentos
Comentario [LG1]: En esta primera parte primero deben describir los resultados antes de dar juicios de valor, mayor que o menor que o igual que…hagan una mejor descripción de los resultados que se indican en la tabla 6.
42
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
165.19+96.38) de igual manera fue un poco mas elevado en las mujeres pero
superior al valor reportado por Valdez y Orduño, 2006. (ver tabla 6).
Tabla 6. Consumo promedio de energía y macronutrimentos media de escolares de Guaymas, Sonora. (Media y desviación estándar)
Nutrimento Mujeres N = 38
Hombres n = 40
Energía (Kcal/d)
% Adecuación de energía
1861.75+ 45.06
99.58+51.37 2218+71.40
105.61+39.25 Hidratos de carbono (g/d) 239.03+102.09 308.04+119.75
Fibra (g/d) 20.08+11.50 22.27+14.28 Fibra soluble (g/d) 5.04+4.65 5.78+4.81 Fibra insoluble (g/d) 10.40+9.15 12.65+10.44 Proteína (g/d)
% Adecuación de proteína
66.60+42.78
144.42+89.74 72.56+40.77
165.19+96.38 Grasa (g/d) 74.50+54.84 94.49+43.72 Grasa saturada (g/d) 24.35+23.14 28.44+20.95 Grasa monoinsaturada (g/d) 24.85+21.87 39.83+17.56 Grasa poliinsaturada (g/d) 10.73+8.94 17.27+6.14
El estudio realizado por Valdez y Orduño (2006) en adolescentes de 13 años del
municipio de Cajeme se observó que la adecuación de energía fue de 83.52+27.30
en mujeres y 70.66+19.75 en hombres. Por otro lado, en cuanto a la adecuación de
proteínas ellos observaron que un 94.05% en mujeres y 95.53% en hombres,
mientras en los sujetos de Guaymas es de 99.58+51.37 para mujeres y
105.61+39.25 para hombres, en cuanto a adecuación de proteína se observa que
14% en hombres y 12% en mujeres.
La distribución de la energía total (% VET) de los nutrimentos en mujeres y hombres,
de acuerdo a la distribución energética que deben aportar cada uno de estos se
muestran en las figuras 9 y 10. resultando los hidratos de carbono los de mayor
43
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
porcentaje para mujeres con 54% y para hombres con un 53%; en cuanto a las
proteínas 14 % para mujeres y hombres 12%; por último las grasas con 32 % en
mujeres y 35% para hombres.
Figura 9. Adecuación de energía consumida proporcionada por macronutrimentos en escolares mujeres de Guaymas, Sonora.
Figura 10. Adecuación de energía consumida proporcionada por macronutrimentos en escolares hombres de Guaymas, Sonora.
Con formato: Centrado
Eliminado:
Eliminado:
44
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.7 Consumo promedio de micronutrimentos. Tabla 7. Consumo promedio de micronutrimentos en escolares de Guaymas, Sonora. (Media y desviación estándar)
Nutrimento Mujeres n = 38
Hombres n = 40
Colesterol (mg/d) 349.45+226.76 344.81+237.74
Calcio (mg/d) 1008.30+1194.72 835.94 +799.61
Hierro (mg/d) 11.57+5.74 14.41+5.87
Potasio (mg/d) 1503.62+ 961.36 1662.85+981.20
Sodio (mg/d) 2435.99+2114.91 4117.43+2313.47
Vitamina A (µg/d) 516.48+357.03 395.71+386.44
Vitamina C (mg/d) 66.53+83.02 67.16+50.78
Vitamina E (mg/d) 7.22+6.74 4.56+4.11
Folato (µg/d) 108.45+84.69 95.83+86.99
Zinc (mg/d) 7.02+5.37 9.79+11.02
Al realizar un análisis del promedio de consumo de vitaminas se observaron
deficiencias en consumo tanto de la vitamina A como de la vitamina E tanto en
hombres como en mujeres (IDR de vitamina A es 1000 µg y de vitamina E 10 mg).
En cuanto a la vitamina C (IDR 60mg) tanto en mujeres y hombres estuvieron
ligeramente por encima. En lo referente a los minerales analizados se encontró que
todos estuvieron por debajo del consumo recomendado (IDR de calcio, 1000 mg, de
hierro, 15 mg y de zinc, 15mg).
La deficiencia de hierro frecuentemente está asociada con la carencia de otros
nutrimentos, entre ellos la deficiencia de vitamina A. En estudios realizados en la
Unidad de Investigación en Nutrición de la Universidad de Carabobo, se encontraron
altas prevalencias de déficit de vitamina A en escolares de estratos sociales bajos de
Valencia (Edo. Carabobo) (Macias y col, s.f).
Eliminado: 5
45
CAPITULO IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la actualidad se reconoce la importancia de las deficiencias de micronutrimentos
en la etiología de procesos infecciosos y en las enfermedades crónicas no
transmisibles, pues son esenciales para mantener defensas adecuadas contra las
infecciones y para muchas otras funciones metabólicas y fisiológicas. La deficiencia
de hierro y su consecuencia inmediata la anemia nutricional es de alta prevalencia a
nivel mundial y ha sido la más elusiva para su prevención y control (Hernández y col.,
2001).
Hernández y col. (1997) estudiaron a 293 escolares de 5 a 14 años de la Habana
Cuba, encontrando también una deficiencia de vitaminas A y C y en hierro, zinc por
el contrario el calcio solo cubrió las recomendaciones en pocos escolares. Así
mismo, un estudio realizado por Rodríguez y col. (2000) en adolescentes de 14 a 18
años en la Habana Cuba, encontraron un 8.7 + 4.01 mg de Vitamina E existiendo
deficiencia de esta, lo cual coincide con lo encontrado en esta investigación.
Página 37: [1] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [1] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [2] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [2] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [2] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [2] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [3] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [3] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [3] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [3] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [4] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [4] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [4] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [4] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [5] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [5] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [5] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [5] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [6] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [6] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [6] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [6] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [7] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [7] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [7] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [7] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [8] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [8] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [8] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [8] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [9] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [9] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [9] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [9] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [10] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [10] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [10] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [10] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [11] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [11] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [11] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [11] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [12] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [12] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [12] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [12] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [13] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [13] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
Página 37: [13] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt
Página 37: [13] Con formato marco antonio 06/01/2008 19:54:00
Fuente: (Predeterminado) Arial, 12 pt, Sin Negrita
CAPIÌTULO V
CONCLUSIONES
Respecto a la evaluación realizada a 124 niños y adolescentes de ambos sexos con
edades de 6 a 14 años del municipio de Guaymas, Sonora, el 100% asistían a
escuelas primarias públicas. Los indicadores antropométricos permitieron observar
que la mayoría de la muestra de ambos sexos están en un rango normal de índice de
masa corporal, aunque existe también un 21.05% de sobrepeso y 13.15% de
obesidad. Al comparar estos resultados por sexo, los hombres y mujeres presentan
valores similares de sobrepeso y obesidad.
El patrón de consumo de alimentos presento entre las principales fuentes
nutrimentales alimentos con alta densidad energética como son el refresco y frituras
estando entre los primero diez lugares de mayor consumo. Estos alimentos
reemplazan el consumo habitual de otros que pueden aportar nutrimentos de mayor
importancia para niños y adolescentes.
En cuanto a preferencias alimentarias los de mayor preferencia fueron el grupo de
cereales (4.58 puntos), le sigue los dulces (4.54), alimentos de origen animal (4.27);
los de menor preferencia son frutas y verduras y leguminosas con 3.88 y 3.58
respectivamente.
47
CAPITULO V. CONCLUSIÓN
Por otro lado, la ingestión de energía total fue de 2218+71.40 Kcal/d en hombres y de
1861.75+ 45.06Kcal/d en mujeres; mientras que en general para ambos sexos el
porcentaje de valor energético total por hidratos de carbono 54 y 53% fue un poco
menor de lo establecido en la IDR, sin embargo, se presentó un elevado aporte
energético por grasa 32 y 35%. Este consumo de energía podría estar balanceado
aumentando el aporte de hidratos de carbono específicamente complejos y
disminuyendo el de lípidos.
Con respecto a los micronutrimentos evaluados se presentaron deficiencias en el
consumo de algunos que son importantes en la etapa de desarrollo, como la vitamina
A y la E para ambos sexos, y para vitamina C las mujeres estuvieron por debajo y los
hombres ligeramente por encima.
Y finalmente para concluir este proyecto de investigación se observa que en los
hábitos de alimentación de los escolares del municipio de Guaymas ha reflejado el
estado nutricio en el que se encuentra y que pueden poner en riesgo la calidad de
vida, así como también la salud de los niños y adolescentes, pudiendo manifestarse
problemáticas en un futuro.
LITERATURA CITADA
Acosta, M., y Naranjo, S., 2001. Influencia del desayuno sobre la función
cognoscitiva de escolares de una zona urbana de Valencia, Venezuela.
Archivos latinoamericanos de nutrición. 51(1): 59-62. Anónimo. 2005. Obesidad infantil. (Ver:
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/infa
ncia_y_adolescencia/2005/11/23/147229.php) Anónimo. 2006. Nutrición en niños y adolescentes. (Ver
http://www.eufic.org/article/es/page/BARCHIVE/expid/basics-nutricion-
ninos-adolescentes/). (01/08/2007).
Arranceta, B. y Perez, R., 2004. Food habits of students using school dining rooms
in Spain. "Tell Me How You Eat" Study. Pubmed. 33(3):131-9.
Atalha, E., Urtega, C., Rebolledo, A., Delfín, S. y Ramos, R., 1999. Patrones
alimentarios y de actividad física en escolares de la región de Aysén. Revista Chilena de pediatría. 70(6):483-490. Ver
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S037041061999000600005&script=sci_artte
xt (01/08/2007).
Austin, S. y Steven, 2005. Clustering of Fast-Food Restaurants Around Schools: A
Novel Application of Spatial Statistics to the Study of Food
Environments. American Journal of Public Health. 95(9): 1575-1581.
Barja, S. 2005. Alimentación en el colegio. Revista Chilena de pediatría. 76(1):
84-85. (Ver http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0370-
41062005000100011&script=sci_arttext). (01/08/2007).
49 LITERATURA CITADA
Befort, C. y kaur, H. 2006. Fruit, vegetable, and fat intake among non-Hispanic
black and non-Hispanic white adolescents: associations with home
availability and food consumption settings. 106(3): 367-373.
Beltrán, M., 2005, Comer en la ciudad de México: ideología y hábitos, nutrición hoy,
2, 4.
Borunda, R., “De corazón a corazón, oportunidad de vida para muchos
veracruzanos”. El universal.com.mx, Mayo, 2006.
Briones, N., y Cantú, P. 2003. Estado nutricional de adolescentes: riesgo de
sobrepeso y sobrepeso en una escuela secundaria pública de
Guadalupe, N.L. México. Revista Salud Pública Y Nutrición. Ver:
http://w3.dsi.uanl.mx/publicaciones/respyn/iv/1/articulos/sobrepeso.html
(13/09/2007).
Burgos, N. 2007. Alimentación y nutrición en edad escolar. Revista Digital Universitaria. 8(4): 1-7.
Busdiecker, S. y Catillo, C., 2000. Cambios en los hábitos de alimentación durante
la infancia: una visión antropológica. (Ver:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-
41062000000100003&lng=es&nrm=iso&tlng=es )
Casado, M., 1999. La alimentación de los escolares de trece años del municipio de
Zaragoza.
Cazorla, M. Factores que influyen en la desnutrición de los escolares que cursan la
educación básica en Venezuela. (Ver:
http://servicio.cid.uc.edu.ve/educacion/revista/a8n16/8-16-2.pdf).
50 LITERATURA CITADA
Chávez, E., 2003. (Ver: alimentación sana vs comida chatarra)
Comité de nutrición de la sociedad Uruguaya de pediatría. 2004. Guías de
alimentación del niño preescolar y escolar. Archivos de Pediatría del Uruguay. 75(2):159-163. (Ver
http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?pid=S0004-
05842004000200010&script=sci_arttext&tlng=es). (01/08/2007).
Cruz. 2000. Dietary habits and nutritional status in adolescents over Europe--
Southern Europe. 54(1): 29-35. (Ver
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/sites/entrez?Db=pubmed&Cmd=ShowDetail
View&TermToSearch=10805035&ordinalpos=1&itool=EntrezSystem2.P
Entrez.Pubmed.Pubmed_ResultsPanel.Pubmed_RVAbstractPlus).
(07/08/2007).
Dávila, M., y Córtes, E., 2004. Genética de la obesidad en el noreste de México.
Búsqueda de familias nucleares informativas. (Ver:
http://www.respyn.uanl.mx/especiales/ee-3-2004/07.htm
DETALLE_NOTA?p_id_nota=4367. Fernández, S. 2006. Dietary habits and nutritional status of school aged children in
Spain. 21(3): 374-378. (Ver
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/sites/entrez?Db=pubmed&Cmd=ShowDetail
View&TermToSearch=16771121&ordinalpos=5&itool=EntrezSystem2.P
Entrez.Pubmed.Pubmed_ResultsPanel.Pubmed_RVDocSum).
(07/08/2007).
Flores-Huerta, Samuel ; Martínez-Andrade, Gloria ; Toussaint, y Georgina ; Adell-
Gras, Amapola ; Copto-García, 2006 Alfonso; alimentación
Complementaria en los Niños Mayores de Seis Meses de Edad. Bases
Técnicas
51 LITERATURA CITADA
129-144 p. Asoc Boletín Médico del Hospital Infantil de México v. 63,
no. 2 2006-03-04
Garbayo, J., Craviotto, R., Abelló, M., Gómez, C., Oliver, M., Marimón, L.,
Samaranch, J., Armengol, A., Soler, L., y Vidal, J. 2000. Consumo de
nutrientes y hábitos alimentarios de adolescentes en Balaguer. Revista Pediátrica de Atención Primaria. 3(7): 47-58.
Gassós, L., y Rentería, A. 2003. Valoración de hábitos alimentarios de escolares de
la primaria Vicente Guerrero de Ciudad Obregón, Sonora. Presentado
en el XII congreso Latinoamericano de Nutrición. Acapulco, México, 9-
13 noviembre. Instituto Tecnológico de Sonora.
González, L. 2005. Hábitos alimenticios. (s.d.). (Ver
http://www.prensa.com/Actualidad/Psicologia/2005/08/10/index.htm).
(07/08/2007).
González-Cossío T, Sanín LH, Hernández-Avila M, y Rivera J, Hu H. Longitud y
peso al nacer: el papel de la nutrición materna. Salud Pública Mex
1998; 40:119-126.
GUYTON A.C. The circulation. In: Guyton A.C. (Ed.), Textbook of Medical
Physiology. W.B.
GUYTON AC. Textbook of medical physiology. Elsevevier Saunders. 2006. p. 1104
Hernán, C., D, M., Sc, M., H, M. 2001. Malnutrición de micronutrientes. Estrategias
de prevención y control. Revista Colombia Médica. 32(2): 95-98. Ver:
http://www.bioline.org.br/request?rc01017 (27/09/2007).
52 LITERATURA CITADA
Hernández, B. y Peterson, K., 1996. Sobrepeso en mujeres de 12 a 49 años y
niños menores de cinco años en México. (Ver:
http://www.insp.mx/rsp/articulos/articulo.php?id=000909 )
Hernández, M., Novelo, D., Rodríguez, A., Fuillerat, R., y Toledo, E. 1997.
Evaluación nutricional de escolares de primaria y su posible relación
con el desarrollo intelectual. Rev Cubana Aliment Nutr.11 (1):35-39.
Huerta, M. y Sánchez, V., 2006. Estudio descriptivo sobre hábitos alimentarios en
el desayuno y almuerzo de los preadolescentes de viladecans
(Barcelona). Revista Científica de Enfermería. 23 (Ver
http://www.fuden.es/originales_detalle.cfm?id_original=100
(01/08/2007).
Huesca P., 2006, En México niños obesos de 4 años son hipertensos y diabéticos
(Ver: http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=223430)
Jackson, P. y Romo, Marcela., 2004. Las golosinas en la alimentación infantil.
Análisis antropológico nutricional. Revista médica de Chile.
132(10):1235-1242. (Ver http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0034-
98872004001000012&script=sci_arttext&tlng=es). (01/08/2007).
Janezic, M., Bazán, N., Llicic, A., Candia, L., Sosa, G. y Troccoli, L. (s.f).
Comparación del estado nutricional entre escolares de instituciones
públicas y privadas.
Kośmider, A., y Gronowska-Senger, A. 2005. Popularity of "fast-food" products
consumption by school youth in urban and country secondary schools
from Mazowsze area. 56(2): 139-148.
53 LITERATURA CITADA
Kozłowska, W. y Uramowska, B., 2002. Impact of school children's nutrition
education program on the knowledge and nutritional behavior of their
parents. 53(3):253-258.
López, L., y Román, V. 2007. Prevalencia de obesidad y consumo de nutrimentos
en escolares de 11 años del municipio de Cajeme, durante el periodo
Octubre 2005 – Julio 2006. Tesis de Licenciado en Tecnología de
Alimentos. Instituto Tecnológico de Sonora, Cd. Obregón, Sonora,
México. pp. 53.
López, T., Estivariz, C., Martínez, P., Jaunsolo, M., Olmo, D., y Vázquez, C. 1997.
Consumo de alimentos del grupo «dulces y golosinas» en la población
infantil escolarizada de la Comunidad Autónoma de Madrid. Revista de Medicina Clínica. 109: 88-91.
Lozano, M. 2003. Condicionantes socioeconómicos de los hábitos alimentarios e
ingesta de energía y nutrientes en escolares de la población española.
Tesis Doctoral en nutrición. Universidad complutense de Madrid. pp.
245
Lozano, R., y Ballesteros, J.C. 2006. Estudio sobre el desayuno y el rendimiento
escolar en un grupo de adolescentes. Nutrición hospitalaria. 21(3):
346-352.
MA de los Angeles Beltrán Buendía, Mª del Carmen Torres López, Mª Josefa del
Sol Arroyo, Ana Domínguez Maeso, y José Chamorro Quiroz Nutrición enteral domiciliaria Seminario médico, ISSN 0488-2571, Vol. 56, Nº. 3,
2004, pags. 47-52
54 LITERATURA CITADA
Macías, C., Landaeta, M., Nieves, M., Hevia, P., Layrisse, M., y Méndez, H. 1999.
Crecimiento físico y estado nutricional antropométrico de hierro y
vitamina A en escolares de Venezuela. Arch Venez Puer Pedriat.
Mariscal, D. 2006. Nutrición y actividad física en niños y adolescentes españoles.
Memoria para aspirar al grado de doctorado. Universidad de Granada
de D. Miguel Mariscal Arcas. pp. 200.
Márquez, M., Sutil, R., Rivas, C., Rincón, M., Torres, M., Darío, R. y Portillo, Z.
2001. Influencia del desayuno sobre la función cognoscitiva de
escolares de una zona urbana de Valencia, Venezuela. Archivos latinoamericanos de nutrición. 51 (1): 59-62.
Mauro E. Valencia, Ph.D; Heliodoro Alemán-Mateo, Lic. En Nutr. y Julián Esparza-
Romero, M.C. Antropometría y composición corporal en niños y
adolescentes. Importancia de la actividad física. Salud pública
Méx vol.41 n.4 Cuernavaca July/Aug. 1998.
Miriam B., 2005, El análisis antropológico de hábitos es imperativo antes de una
intervención alimentaria, Nutrición Hoy.
Pardío, E, María Isabel Grijalva-Haro, José Antonio Ponce y Mauro E. Valencia
División de Nutrición, Centro de Investigación en Alimentación y
Desarrollo, A.C. Yucatán 1998.
PARKER J.D. y LANDZBERG J.S., BITTL J.A., MIRSKY I., COLUCCI W.S. Effects
of betaadrenergi stimulation with dobutamine on isovolumic relaxation in
the normal and failing human left ventricle. Circulation. 1991, 84, 1040-
1048.
Pisabarro, R., Recalde, A., Irrazábal, E., y Yenica Chaftare, Y. 2002.. ENSO niños
1: Primera encuesta nacional de sobrepeso y obesidad en niños
55 LITERATURA CITADA
uruguayos. Revista Médica del Uruguay. 18(3): 244-250. Ver:
http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?pid=S030332952002000300008&sc
ript=sci_arttext&tlng=es (13/09/2007).
Plazas, M., Evaluación del estado nutricional. En: Casanueva E, Kaufer-Horwitz M,
Pérez-Lizaur AB, Arroyo P editores. Nutriología Médica. 2da ed. México:
Edit. Médica Panamericana, Fundación Mexicana para la salud; 2001.
p. 57-119.
Restrepo, S., y Gallego, M. 2005. La familia y su papel en la formación de los
hábitos alimentarios en el escolar. Un acercamiento a la cotidianidad. Boletín de antropología. 19(36): 127-148.
Ríos, M., y Mendoza, J. 2007. Evaluación nutrimental de adolescentes escolares
de 12 años del municipio de Cajeme, Sonora, en el periodo Agosto
2005 a Mayo 2006. Tesis de Licenciado en Tecnología de Alimentos.
Instituto Tecnológico de Sonora, Cd. Obregón, Sonora, México. pp. 52.
Riva G., 1998, ¿Por qué como lo que come la población de Mérida?, cuadernos de nutrición, 21(5): 36-46.
Rodríguez, G., Cabrera, A. Serrano, G., Macías, G., y Hernández, M. 2000.
Vitaminas y antioxidantes en un grupo de adolescentes como factor de
enfermedades cardiovasculares. Rev Cub Aliment Nutr. 14(2): 74-85.
Sánchez, C., Pichardo, E., y López, P. 2004. Epidemiología de la obesidad. Gac Méd Méx. 140(2).
Santibáñez, J. Ética en la publicidad de golosinas ante los efectos de algunos de
sus aditivos en la salud humana. Universidad de la Rioja. (s.d.).
Saunders: Philadelphia. 1991, 149-177.
56 LITERATURA CITADA
Seguel, E., y Arteaga, C. 1999. Patrones alimentarios y de actividad física en
escolares de la Región de Aysén. Revista Chilena de pediatría. 70(6):483-490. (Ver http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0370-
41061999000600005&script=sci_arttext). (01/08/2007).
Serrano, A., y Prieto, G. (s.f.). Obesidad en los niños. (s.d.). (Ver
http://www.mipediatra.com/infantil/obesidad-serrano.htm). (07/08/2007).
Sifonte, M., Zulia, M., Bauce, G., y Mata, E. 2000. Consumo energético de macro
nutrientes en niños y adolescentes de Caracas de 4 a 17 años.
Torres, E., y Ruiz, C. 1998. Hábitos de ver televisión, conocimiento del medio e
identificación social en niños de Tenerife. Comunicación y cultura.
2(2): 23-36. (Ver
http://www.ingentaconnect.com/content/fias/cyc/1998/00000002/000000
02/art00003). (07/08/2007).
Torres, L. y Morcillo, E., 1998. Hábitos alimentarios de los escolares de una zona
básica de salud de Córdoba. Revista Española de Salud Pública.
72(2):147-150. (Ver
http://www.scielosp.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-
57271998000200008). (01/08/2007).
Toussaint, G. 2000. Patrones de dieta y actividad física en la patogénesis de la
obesidad en el escolar urbano. Bol Med Hosp Infant Mex. 57(11): 650-
661. Pardío, J. 2005. Prevención de la obesidad infantil. Nutrición Hoy.
Valdez, N., y Orduño, R. 2006. Diagnostico de obesidad y consumo de nutrimentos
en adolescentes de 13 años de edad, de Cajeme, Sonora de Noviembre
57 LITERATURA CITADA
2005 a Enero 2006. Tesis de Químico. Instituto Tecnológico de Sonora,
Cd. Obregón, Sonora, México. pp. 96.
Vereecken, C. y Tood, J., 2006. Television viewing behaviour and associations with
food habits in different countries. PubMed. 9(2): 244-250. (Ver
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/sites/entrez?Db=pubmed&Cmd=ShowDetail
View&TermToSearch=16571179&ordinalpos=2&itool=EntrezSystem2.P
Entrez.Pubmed.Pubmed_ResultsPanel.Pubmed_RVDocSum).
(07/08/2007).
Villanueva, J., y Ramírez, E. 2004. Factores asociados al sobrepeso en estudiantes
de 8 a 18 años de áreas suburbanas, hidalgo, México. Revista salud pública y nutrición. 5(3).
ANEXOS
59
ANEXO 1
PUNTOS DE CORTE PARA IMC EN NIÑOS Y ADOLESCENTES (FEMENINO Y MASCULINO)
Hombres edad Percentil 3 Percentil 75 Percentil 85 Percentil 97 6.5 13.5 16.4 17.2 19.8 7.5 13.6 16.8 17.6 20.6 8.5 13.6 17.3 18.2 21.8 9.5 13.9 17.9 18.9 23.1 10.5 14.1 18.6 19.8 24.3 11.5 14.4 19.3 20.6 25.4 12.5 14.9 20.0 21.4 26.5 13.5 15.4 20.8 22.2 27.4 14.5 15.9 21.6 23.0 28.2 15.5 16.5 22.3 23.8 28.9
Mujeres
edad Percentil 3 Percentil 75 Percentil 85 Percentil 97 6.5 13.2 16.5 17.9 20.2 7.5 13.2 17.1 17.9 21.3 8.5 13.4 17.6 18.7 22.6 9.5 13.6 18.3 19.5 23.8
10.5 13.9 19.0 20.4 25.2 11.5 14.2 19.8 21.3 26.4 12.5 14.7 20.6 22.1 27.7 13.5 15.2 21.3 22.9 28.8 14.5 15.7 22.0 23.7 29.8 15.5 16.2 22.6 24.3 30.8
Tablas de referencia Centro Nacional de Estadísticas en Salud en colaboración con el Centro Nacional para la prevención de Enfermedades Crónicas y promoción de Salud (2000) http://www.cdc.gov/growthcharts Puntos de Corte Bajo peso: debajo del centil 3 Normal: valor igual o superior al centil 3 Valor igual o menor al centil 75 Sobrepeso: valor superior al centil 75 Obesidad: valor por arriba del centil 85 Obesidad grave: valor por arriba del centil 97
ANEXOS
60
ANEXO 2
CUESTIONARIO DE PREFERENCIAS ALIMENTARIAS EN NIÑOS
Nombre del niño: _____________________________ Número ______ Escuela: _____________________________Grado y grupo: _______ Marca con una X la carita que tu pones cuando comes el alimento que se muestra.
Mi gusto es:
CEREALES
Pan con mantequilla
Cereal de desayuno
Galletas
Pan de dulce
ANEXOS
61
Tortilla de harina
Tortillas de maíz
Pastel
Sopa de pasta
papas
pizza
LEGUMINOSAS
frijoles
nueces
ANEXOS
62
cacahuates
chícharos
FRUTAS Y VERDURAS
naranja
manzana
sandia
fresas
plátano
papaya
ANEXOS
63
Jugo de frutas
zanahorias
tomate
brócoli
lechuga
pepino
apio
ALIMENTOS DE ORIGEN ANIMAL
ANEXOS
64
leche
nieve
queso
carne
Salchichas
tortas
sandwiches
Hot dog
Jamón
ANEXOS
65
pescado
huevos
BEBIDAS, DULCES Y POSTRES
dulces
gelatina
soda
palomitas
Frituras (papitas, duritos)
chamoyada
ANEXOS
66
chocolates
ANEXO 4
ANEXOS
67
ANEXO 3
INGESTA DE ALIMENTOS EN 24 HORAS Nombre __________________________________Sexo: __F __M Edad ___ Peso ____
Estatura_______ Nombre de la escuela___________________________________ Grado_____Grupo______
INGESTA DE ALIMENTOS Hora del
día Cantidad alimento observaciones
¿fue un día normal? ___si ___ no ¿por qué?______________________________________
¿lleva alguna dieta especial? ___________________________________________________ ¿dónde
comió? ____________________
¿toma algún suplemento? ___si ___no ¿cuál? _______________________________. Encuestó
________________________________________
ANEXOS
68
ANEXO 4
Normas para la utilización de la información aquí presentada • No está permitido el uso de esta información para fines comerciales • No está permitida la reproducción total o parcial de esta información en páginas web o cualquier otro servicio de Internet • No está permitida la reproducción total o parcial de esta información en ningún medio digital, magnético, impreso o publicación de cualquier tipo, excepto publicaciones científicas como se señala en el punto siguiente. • La utilización de esta información para fines científicos y/o de investigación está permitida siempre que no se modifique el contenido y se cite la fuente tal como se indica a continuación Fuente: Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Ingestión diaria recomendada (IDR) de energía para la población mexicana, 2001. • Por derivarse mediante cálculos estadísticos, las IDR son aplicables a grupos de población, pero no a individuos aislados. • El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán puede modificar las IDR cuando lo considere necesario.
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS MÉDICAS Y NUTRICIÓN SALVADOR ZUBIRÁN DIRECCIÓN DE NUTRICIÓN
INGESTION DIARIA RECOMENDADA (IDR) DE ENERGIA PARA LA POBLACION MEXICANA
(2001)
Advertencia: Los requerimientos son variables biológicas personales; difieren de una persona a otra y, a veces de un día a otro. Por ello, los requerimientos de un individuo dado se desconocen en tanto no se midan precisamente en ese individuo. Para fines tales como planificar el abasto alimentario de un país o región, evaluar la ingestión media de un grupo, estimar el tamaño de las raciones en servicios de alimentación y como elemento en el
ANEXOS
69
diseño de productos o de ciertas estrategias educativas se calcula lo que se conoce como IDR; dicho cálculo se hace a partir de datos publicados sobre requerimientos y, como se pretende cubrir las necesidades de la mayoría de la población, se suele usar el promedio más dos desviaciones típicas. Por tratarse de cálculos grupales, su aplicación es colectiva y no permiten valorar la dieta de un individuo dado ya que sus requerimientos se desconocen. En particular las IDR de energía se calculan con base en el promedio de datos obtenidos de la literatura y por lo tanto no incluyen el margen de seguridad para cubrir las necesidades de toda la población como se hace en el cálculo deotras IDR Por otra parte, en el caso de la energía la ingestión debe ser exactamente igual al requerimiento y como éste es tan personal y cambiante las IDR de energía deben tomarse con mucha reserva y usarse sólo con propósitos generales. Notas 1) La edad está en años cumplidos. Por ejemplo, 7.0 a 9.9 significa desde que se cumplen siete años hasta un dia antes de cumplir diez y 0.5 a 9.9 significa desde que se cumplen 6 meses (medio año) hasta un día antes de cumplir el año. 2) Las IDR de energía se expresan en kJ (kilojoule) y en kcal (kilocaloría) por kg. de peso teórico para la edad, independientemente de cual es el peso real. 3) En los valores para diez años en adelante se supone una actividad física moderada. Las necesidades son menores si la actividad es ligera o mayores si es intensa y se necesitaría ajustarlas. 4) Los valores para el embarazo se refieren al segundo y tercer trimestres. En el primer trimestre no es necesario aumentar la ingestión. 5) Las proporciones deseables de las fuentes de energía son: a) En el adulto Hidratos de carbono 60 a 63% (sacarosa no más de 10%), Lípidos 25% y proteínas 12 a 15%, b) En infantes y niños: Hidratos de carbono 55% (hasta 15% de sacarosa), lípidos 30% y proteínas 15%. 6) Lípidos: La composición deseable por cada 100g de ácidos grasos es: 26% AG Saturados, 47% AG Mono insaturados, 20% AG Poliinsaturados n-6 y 7% AG Poliinsaturados n-3 (si es posible, la mitad de los AG poliinsaturados n-3 debe provenir de alimentos marinos).
ANEXOS
70
ANEXO 5
Normas para la utilización de la información aquí presentada • No está permitido el uso de esta información para fines comerciales • No está permitida la reproducción total o parcial de esta información en páginas web o cualquier otro servicio de Internet • No está permitida la reproducción total o parcial de esta información en ningún medio digital, magnético, impreso o publicación de cualquier tipo, excepto publicaciones científicas como se señala en el punto siguiente. • La utilización de esta información para fines científicos y/o de investigación está permitida siempre que no se modifique el contenido y se cite la fuente tal como se indica a continuación Fuente: Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Ingestión diaria recomendada (IDR) de proteínas, vitaminas y nutrimentos inorgánicos para la población mexicana, 2001. • Por derivarse mediante cálculos estadísticos, las IDR son aplicables a grupos de población, pero no a individuos aislados. • El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán puede modificar las IDR cuando lo considere necesario.
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS MÉDICAS Y NUTRICIÓN SALVADOR ZUBIRÁN DIRECCION DE NUTRICION
INGESTIÓN DIARIA RECOMENDADA (IDR) DE PROTEÍNAS, VITAMINAS Y NUTRIMENTOS INORGÁNICOS PARA LA POBLACIÓN MEXICANA
(2001)
Las edades se dan en meses o años cumplidos Proteínas: La cifra para infantes se refiere a proteína de alta conversión; para los demás grupos se refiere a la proteína de una dieta mixta en la que 70% es de origen vegetal.
ANEXOS
71
En la práctica la ingestión de proteínas suele ser mucho más alta (12 A 15% del aporte energético) que la IDR señalada. Lípidos: La composición deseable por cada 100g de ácidos grasos es: 26% AG Saturados, 47% AG Mono insaturados, 20% AG Poliinsaturados n-6 y 7% AG Poliinsaturados n-3 (si es posible, la mitad de los AG poliinsaturados n-3 debe provenir de alimentos marinos). Fibras: 15 g/1000 kcal (por lo menos 7g/1000 kcal de fibras solubles) Sacarosa: No mas del 10% de la ingestión de energía en adultos y en niños no mas del 15% a) Debido al grado de exposición al sol no se dan valores de vitamina D para niños mayores, púberes y adultos, pero se recomiendan 10 μg para adultos de más de 65 años de edad. b) Sí la actividad física es intensa considerar 0.5 mg de tiamina, 0.6 mg de riboflavina y 8 mg eq de niacina por cada 1000 kcal de gasto energético. c) Para los grupos de 7 a 18 años y para adultos los valores son: 15 mg en las mujeres y 10 mg en los hombres.