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Toma de decisiones en Orientación Educativa. Texto para estudiantes de Prepa
PROLEGÓMENO
El presente trabajo, está redactado en primera persona y dirigido
directamente al estudiante de prepa, en el afán de convertirse en un
material que resulte úti l a su eventual lector. Me pareció que el tema
tratado sería más accesible presentado como una serie de
comentarios informales, antes que elaborado como una exposición
pretensiosa. Ojalá y haya logrado su propósito.
INTRODUCCIÓN
Muchas veces seguramente has experimentado esa extraña y
desagradable sensación que invade tu pecho cuando te preguntas ¿Y
ahora, qué es lo que voy a hacer? Lo has experimentado cuando
descubres que no eres tan popular como creías; cuando tus padres
deciden proporcionarte menos dinero o cuando te ves descubierto en
alguna mentir i l la.
Otro t ipo de situaciones que generan en ti la misma angustiante
pregunta, es cuando ante diversas opciones, debes elegir sólo una: ir
a las canchas con los amigos, o a la biblioteca con la novia; de
vacaciones con tus padres, o al paseo que organizaron en la escuela;
con esa inesperada cantidad de dinero que te l legó, comprar los tenis
que querías, el videojuego que acaba de salir... o el l ibro que te
permitirá aprobar la materia que l levas reprobada.
Las cosas por cierto, se están poniendo más complicadas, pues
ahora tienes un dilema mucho mayor ante t i : t ienes que elegir la
carrera que habrás de estudiar.
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Y verás, eso de elegir carrera, no es sólo decidir a qué escuela ir
saliendo de la prepa; es sobre todo elegir quién querrás ser los
próximos 40 años de tu vida; es elegir una vida.
No puedo pedirte que no te angusties, sobre todo porque de la
elección que tomes depende tu futuro, elección que se complica si
recordamos que además, es probable que pocas veces te hayan
permitido tomar decisiones trascendentales en tu vida, por lo que
haces bien en preguntarte ¿...qué es lo que voy a hacer?
Debo advertirte varias cosas antes de que prosigamos. En este texto
tengo que exponerte una serie de consideraciones respecto a las
variables que afectan la toma de decisiones, pero si yo te dijera que
eligiendo asertivamente la carrera a seguir, tus problemas han
terminado, estaría faltando a la verdad. Lo cierto es que el elegir
carrera es el inicio de una serie interminable de decisiones que
estarás tomando durante toda tu vida; y es sólo parte de las
decisiones que en el pasado has tomado. No se trata tampoco de una
decisión fatal y definit iva. Descubrirás que a veces tomamos
decisiones en un sentido, sólo para cambiarlas y optar por otra que
considerábamos poco conveniente, difíci l de lograr o descabellada.
Tampoco puedo decirte que el modelo de toma de decisiones que te
propondré, si lo sigues puntualmente y atendiendo de manera exacta
a lo que se te pida, te permitirá una elección exitosa. En verdad cada
individuo toma sus decisiones de manera diferente a como lo hacen
los demás. No existe una forma objetiva de tomar decisiones cuando
decidimos sobre nosotros, y cuando descubrimos que nos hemos
equivocado, en verdad es porque queríamos tomar una elección
diferente a la que tomamos.
Finalmente, lo importante no es elegir una opción, tomar una
decisión, sino decidir que la elección sea la opción. No, no pienses
que de repente me dio un infarto cerebral masivo, o algo parecido. Lo
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que quiero decirte es que más allá de tomar una decisión, lo que
sigue es asumir la convicción de que estamos en el viaje correcto. Es
un poco como ocurre con los niños pequeños que cursan el
preescolar y hacen sus primeros trabajos. Todos ellos son
básicamente similares, pero algunos niños consideran que el suyo es
el menos logrado de todos; que el de los demás –casi cualquiera- es
mejor que el de ellos, y puedo asegurarte que esa sensación los
acompañará toda la vida. Otros, por el contrario, con un trabajo
básicamente similar al de sus compañeros, se ufanan en decir que el
suyo es el más bonito, el que tiene más colores y el que se parece
más a lo que representa; puedo asegurarte que esta convicción los
acompañará toda la vida.
Como ves, en realidad la elección más importante de tu vida, a la
mejor ya la tomaste hace muchos años, cuando decidiste qué tipo de
niño ser. De los que se lamentan de su obra, o de los que sienten
orgullo de ella, de lo que pudieron hacer.
Cuando decidimos, debemos ser claros de que también decidimos
cómo sentirnos. Si decimos “he tomado la decisión correcta, porque
quiero que sea la decisión correcta...” habremos tomado la decisión
correcta.
Parece un trabalenguas para embaucar ingenuos, ¿verdad? Más
ingenuo me parece andar por la vida tomando decisiones para decidir
que esa no era la decisión que se quería.
Pero cuidado, también es cierto que una decisión no tiene que ser
siempre la misma. Muchas personas pueden ser exitosas –como
quiera que queramos entender el éxito- y decidir repentinamente que
ahora quieren ser otra cosa. No es una situación infrecuente, por
cierto y habla en todo caso de la riqueza de posibil idades que
acompaña siempre a toda persona.
Quiero a continuación exponerte las variables que afectan la toma de
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decisiones, exposición que iré adicionando de algunos comentarios y
observaciones.
VARIABLES QUE AFECTAN LA TOMA DE DECISIONES
Experiencia pasada
Motivación
Disposición
Temores
Factores de influencia
Mitos
Experiencia pasada.
A partir de nuestro nacimiento nos vemos sometidos a una serie
interminable de conocimientos que nos permiten subsistir en el medio
en el que nos desenvolvemos. Pautas de comportamiento,
prescripciones, prohibiciones, exigencias, valores, nos permiten
interpretar el mundo para actuar de manera tal, que nuestra conducta
no resulte discordante o francamente aberrante. Desde los recursos
proporcionados por los aprendizajes que nos son dados en sociedad,
tomamos todos los días una gran cantidad de decisiones; nada
ocurre de manera fortuita, toda nuestra conducta esta organizada a
partir de nuestros valores adquiridos durante la infancia y parte de la
adolescencia. Los valores, en tanto normas respecto a lo que
debemos considerar bueno y deseable, o malo e indeseable,
determinan las cosas que apreciamos en la vida. Los valores, que
abarcan una serie infinita de rubros, desde preferencias hasta
convicciones, son los que no te permiten, por ejemplo, dedicarte a
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robar siempre que tengas oportunidad de hacerlo, o a matar a
aquéllos que no te simpatizan.
Los seres humanos no pueden dejarse l levar sólo por sus gustos, ni
por sus inclinaciones instintivas. Las personas somos, por supuesto
l ibres hasta cierto punto, l ibres en el sentido de que podemos elegir
entre las diversas alternativas que se nos presenten. Pero
precisamente, por ser l ibres y sobre todo conscientes, es que
asumimos las responsabil idades de ordenar y dirigir racionalmente
nuestra conducta.
¿Me creerías si te digo que somos l ibres porque elegimos hacer lo
que debemos hacer, y no siempre lo que queremos hacer?
Veamos si no: esta mañana, al despertarte, lo que realmente querías
hacer era seguir durmiendo plácidamente en tu cama, no desperdiciar
tus esfuerzos y energía en l legar a la prepa, asistir a clases y todo lo
que ese trabajo representa. Pero en tanto el ser l ibre que eres,
elegiste levantarte, esforzarte, y aquí estás, leyendo sobre lo l ibre
que eres.
Este últ imo periodo de evaluaciones, querías seguir disfrutando de
tiempo l ibre en compañía de tus amigos, y entregarte sin
preocupaciones a la diversión más relajada; pero sin embargo
decidiste sumirte en los l ibros y apuntes para preparar esas materias
que te tenían preocupado.
Una decisión que estás próximo a tomar, es la decisión vocacional;
ya sé que es una decisión que preferirías no tomar. Quizá pienses
que sería mejor que alguien o algo –un test tal vez- te dijera qué
estudiar. Pero lo cierto es que tú debes decidir qué estudiar; Y sí,
muy probablemente como toda decisión importante, terminarás
decidiendo lo que debes estudiar, no lo que quieres. ¿Pero no que
éramos l ibres?
Como seres racionales y sociales que somos, no actuamos con lo
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primero que se nos ocurra; buscando la satisfacción inmediata del
primer instinto que se nos atraviesa, sino desde lo que somos, desde
lo que proviniendo de nuestro pasado nos hace ser, para poder
seguir siendo mejores nosotros. ¿Cómo somos mejores nosotros?
Nos lo dicta nuestro pasado, que nos brinda la pauta para
construirnos como queremos ser.
He aquí una interesante paradoja: Lo que hemos sido –nuestras
experiencias, valores, prescripciones, metas, prohibiciones, anhelos,
todos ellos producto de nuestro aprendizaje- nos señalan qué
queremos incorporar del futuro a nosotros, y qué no queremos
incorporar. Y como ves, eso de querer es más bien un deber que
nuestra experiencia nos demanda como querer ser lo que demos ser.
El procedimiento no siempre es claro; y seguramente conoces
muchas personas que andan dando tropezones en la vida, sin saber
qué es lo que quieren ser; mucho menos qué deben ser. Así de
importante es nuestro pasado en la determinación de nuestro futuro.
Para que nos resulte úti l , es decir para que nos pueda decir qué
queremos, debemos tenerlo claro.
Todo este casi trabalenguas rige también, por supuesto, para lo que
se refiere a las decisiones vocacionales.
Parte de ese conocer nuestro pasado, nos remite a conocer nuestra
personalidad, esa pauta de comportamiento y formas de reaccionar
ante los otros y ante los objetos sociales, que suele ser mas o menos
estable.
Se trata de una noción sumamente dinámica que conoce variaciones,
dentro de ciertos límites, expresándose de diversas maneras según
el momento y la situación de que se trate. En ciertas ocasiones
podemos ser sumisos y en otras rebeldes, a veces controlados o
impulsivos, sociables o retraídos, sensibles o indiferentes. Sin
embargo, existen ciertos rasgos que permanecen constantes a través
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de diversas situaciones y a través del t iempo. Una persona agresiva
actúa de manera hosti l en muchas ocasiones; otra busca tener poder
sobre los demás, y otra evita el contacto social también de manera
mas o menos constante.
Como se puede suponer, la cualidad de la personalidad puede l legar
a ser posit iva o negativa dependiendo de cómo y bajo que
condiciones se manifieste, o bien, del valor que se le dé. Por
ejemplo, ser muy introvertido puede ser frustrante si se pensara ser
un orador o un polít ico, pero seria de gran uti l idad si uno se dedicara
a la investigación en algún laboratorio o en cualquier otro ambiente
donde el interactuar social intenso resulte no sólo no necesario, sino
hasta pernicioso.
Existen varias maneras de evidenciar que lo que hemos sido, las
experiencias que nos han conformado tienen una fuerte
determinación en lo que seremos; en lo que habremos de elegir. Dos
conclusiones podemos extraer de esta situación: 1. Debemos tener
claras las influencias que desde nuestro pasado nos permitirán tomar
las decisiones que debemos tomar 2. No siempre nuestro pasado
nos permitirá tomar las que pudiesen ser nuestras mejores
decisiones. Clarif icarnos la diferencia, parece ser muy importante.
Motivación
En el momento en la que te encuentras, el aprender a ser uno mismo
y la responsabil idad de elegir una carrera universitaria son procesos
paralelos. La tarea consiste en descubrir en qué ocupación y con qué
se puede hacer aquello que más nos gusta y motiva para lograr un
tipo de vida que vaya más allá de la simple supervivencia inmediata.
Una carrera no se elige por ser una fuente de ingresos atractiva, sino
por ser una forma de vida que ocasionalmente puede ser
económicamente atractiva; lo que se elige es la posibil idad de tomar
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esa forma de vida.
Si bien se estudia una carrera para lograr beneficios económicos,
éstos suelen l legar sólo después de un considerable t iempo de
dedicación y de un arduo trabajo. En todo caso para que nuestra
carrera resulte atractiva económicamente, debe sernos lo
suficientemente motivante en sí misma, como para dedicarnos
seriamente a ella, para tener la fortaleza necesaria al enfrentar los
obstáculos que invariablemente se nos presentarán; después de un
tiempo, una vez alcanzados logros y experiencia, quizá nos brindará
beneficios económicos.
Las motivaciones son aquellos móviles internos muchas veces
inconscientes, que nos impulsan a hacer determinadas cosas con el
f in de satisfacer ciertas necesidades personales. En términos
generales la palabra motivos responde a una pregunta fundamental
¿por qué hacemos las cosas que hacemos?, o ¿por qué ante una
situación hacemos unas cosas en lugar de otras? Estos motivos
internos determinan muchas veces nuestros gustos y nuestras
aversiones.
Algunos de tus compañeros han respondido a la pregunta ¿para qué
estudias? señalando uno o más de los t ipos de motivaciones que se
enlistan ¿Con cuál estás de acuerdo tú?:
Para tener un buen empleo
Para ser diferente
Para saber
Para ganar dinero
Para ocupar el t iempo en algo
Para conocer y relacionarse con personas de todo tipo
Para aprender y crecer como persona
Para continuar con la profesión de alguien que admiro
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Para destacar en el medio famil iar y social
Invariablemente el interés que se manifiesta hacia las cosas encierra
a su vez motivaciones más profundas y a veces difíci les de
identif icar. Realizar una carrera profesional requiere una alta
motivación. Es un punto fundamental para quien se ha trazado su
futuro como una persona exitosa y deseosa de trascender.
Disposición
Hablamos de disposición para referirnos a la forma de arreglo,
distribución o preparación de los elementos que conforman una
acción a realizarse. La disposición de tomar decisiones –en este
caso para elegir una carrera- depende de tus creencias, las
opiniones que te has formado y de los hechos.
Las creencias se definen como formas de entendimiento de la
realidad, que suelen funcionar como guías de nuestras acciones,
pero que a veces constituyen obstáculos para el propio
entendimiento o las necesidades de una persona. En la creencia, yo
siempre tengo razón y usted siempre está equivocado, no se puede
hacer mucho para convencer a la persona de que está equivocada.
De la creencia, podemos decir que quien duda de todo o cree en
todo, t iene una muy conveniente estrategia para eliminar la
necesidad de pensar por sí mismo. Creer signif ica no querer
enterarse de los hechos, así que cuando las creencias sustituyen a
los hechos pueden ocurrir dos cosas: que las creencias coincidan
con los hechos –se trata de creencias verdaderas, entonces- o que
las creencias no coincidan con los hechos –son falsas creencias-.
Ahora bien, sólo los hechos son siempre verdaderos.
Si crees que no sirves para nada, creo que los hechos demostrarían
que te equivocas; sirves para más cosas de las que crees. En todo
caso lo que creas debe ser constantemente contrastado con los
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hechos.
Las opiniones son algo menos extremas que las creencias, quizá
porque son una suerte de creencias sistemáticas; sin embargo,
suelen ser dogmáticas. Una opinión signif ica que una persona tiene
determinadas visiones que supone correctas. Asimismo sabe que los
demás tienen derecho a tener sus propias opiniones. La gente
respeta las opiniones de los demás y a la vez espera lo mismo. En la
formación de nuestra propia opinión, las observaciones empíricas
obviamente se ven fuertemente afectadas por la actitud y la
percepción.
Los hechos son diferentes de las creencias y a las opiniones. Es en
los hechos donde se basan las decisiones. Un hecho es algo que es
correcto y puede probarse su veracidad con evidencia y argumentos
lógicos. Un hecho se puede uti l izar para auto convencerse,
convencer a los amigos y a los enemigos. Los hechos están
permanentemente sujetos a cambios; devienen en datos que se
transforman en información cuando son importantes para el di lema de
la decisión. La información se transforma en hechos cuando los datos
la respaldan. Los hechos se transforman en conocimiento cuando se
uti l izan en la concreción exitosa de un proceso estructurado de
decisión.
Temores
Aquellas cosas que producen temor o rechazo curiosamente t ienen a
veces el mismo poder para dirigir la conducta que los intereses, las
motivaciones y las metas. Los seres humanos tendemos a evitar por
naturaleza aquellas situaciones que pueden o se supone que pueden
provocar algún daño o malestar. Sólo que, cuando esos temores o
rechazos son exagerados o irracionales resultan malos consejeros a
la hora de tomar decisiones importantes.
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El miedo es un sentimiento natural ante eventos o cosas que resultan
desconocidas o amenazantes. No sentir miedo ante nada, puede
tomarse como evidencia de que hemos perdido el contacto con la
realidad. El miedo es un fiel acompañante de nuestra existencia, que
nos ha permitido sobrevivir al impedirnos actuar de manera
excesivamente imprudente o peligrosa, o al impelernos a alejarnos
de situaciones o condiciones que es mejor evitar. Todas las personas
sentimos miedo hacia muchas cosas, aunque socialmente hemos
aprendido que debemos realizar esfuerzos por ocultarlo.
La adolescencia es una etapa de la vida colmada de cambios y de
situaciones nuevas y es normal que se sienta miedo ante muchas
cosas, miedo ante las personas, ante la perdida de los privi legios de
la niñez, ante las responsabil idades de la vida adulta, ante los
cambios, ante los fracasos, a verse convertido en lo que detestamos,
ante el futuro laboral, etc. Sin embargo, es importante meditar acerca
de:
• Cual es el origen de estos temores
• Que tan reales o infundados son
• Que tan apropiados o exagerados son
• Que tanto obstaculizan el desempeño
• Que tanto pueden impulsar el alcanzar logros
Factores de influencia
Llamamos factores de influencia a ciertas situaciones sociales que
pueden repercutir –influir- en algún sentido tu elección de carrera. Se
trata básicamente de la propia famil ia, los amigos, f iguras públicas,
los maestros y los medios de comunicación. No necesariamente se
trata de influencias perniciosas que hay que evitar a toda costa, pero
sí sería conveniente que tuvieras claro cual es el impacto real que
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t ienen en tu manera de pensar.
La Familia.- Por lo general, los miembros de una famil ia manifiestan
de diversas maneras su opinión respecto a la carrera que deberías
estudiar. Es cierto que existen padres, hermanos o tíos que pueden
en un momento dado, orientar de manera posit iva. Sin embargo, en
un buen numero de casos, la famil ia constituye, por diversas
circunstancias, una influencia negativa, porque coartan la l ibertad de
elección y casi pareciera que pretenden o intentan manipular,
presionar, exigir, engañar o peor aun, imponer ciertos criterios
respecto a la elección.
Amigos y parejas.- Otro posible factor de influencia, es el temor a
desprenderse de los amigos y la pareja, al elegir un proyecto
diferente al de ellos. Si decidimos todos los amigos cursar la misma
carrera, quizá resolvamos nuestro temor a equivocarnos o a estar
solos; no dudo que exista el sincero deseo de constituirse en un
sólido equipo de trabajo académico para vencer a la mediocridad;
pero en la práctica la ayuda mutua solemnemente acordada tiene
poco valor, cuando la carrera así elegida no es acorde a nuestras
características y expectativas personales. Los amigos y la pareja, no
son la carrera. Por eso lo que hay que hacer, es conocer esas
características y expectativas, para después, con mucho ánimo y
entusiasmo, elegir una carrera.
Medios masivos de comunicación.- En la actualidad resulta imposible
sustraerse a la influencia de los medios masivos de comunicación
(televisión, radio, cine, internet, etc.). Suelen presentar a las
actividades profesionales como resultado de los valores que
fomentan, por lo general ponderando más aspectos físicos, la
atracción sexual, la suerte, la posición económica, el tr iunfo fácil, el
éxito inmediato, antes que la responsabil idad y la dedicación que
implica cualquier trabajo profesional.
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Es obvio que mucho de lo que ofrecen estos medios resulta tan
fantasioso o superficial, que resulta difíci l creer que muchos los
hayan elegido como modelos a seguir. Es importante distinguir el
aspecto idealizado de la problemática planteada por los modelos de
profesiones que presentan los medios masivos de comunicación.
Figuras publicas.- Es muy posible que te sientas particularmente
impresionado o influido por ciertas f iguras prominentes del ámbito
social, polít ico, científ ico, deportivo o artístico. Esto muchas veces
se debe a que sólo tenemos acceso al prestigio de dichas
personalidades, sin considerar todo el trabajo que han l levado a
cabo, sus relaciones o contactos personales, las circunstancias que
han rodeado su existencia, bajo que condiciones se han desenvuelto,
las etapas que han tenido que cubrir para lograr o aportar algo
signif icativo, entre otros importantes aspectos.
Maestros y profesionales cercanos.- En alguna ocasión tal vez hayas
sentido cierta admiración por algunos maestros o profesionales
cercanos a t i . Esto se debe fundamentalmente a la identif icación
afectiva que puede surgir con las f iguras que consideramos que
representan los atributos y valores que en un momento dado nos
agradarían poseer. Es importante considerar por un lado, las
características y trayectoria personal y profesional de este t ipo de
figuras y por el otro, las condiciones particulares en las que
normalmente desarrollan su trabajo.
Pero quizá deba hacer una aclaración: Quienes merecen nuestra
admiración tienen detrás de su prestigio, años de esfuerzo y
dedicación. Eso no signif ica que al conocer su historia, dejaremos de
admirarlos. En todo caso, saber que lo que admiramos es resultado
del esfuerzo y la dedicación denodada, nos brinda las herramientas
para saber cómo podemos l legar a sentirnos admirados por nosotros
mismos, el crít ico más implacable que pueda existir.
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Mitos
Entenderemos por mito, cierto discurso conformado por una serie de
creencias que se consideran como verdaderas. Por constituir un
auténtico prejuicio, una opinión acerca de una situación antes de
determinar la preponderancia de la evidencia, o la elaboración de un
juicio sin antes tener ninguna experiencia directa o real, lo que aquí
l lamamos mito respecto a ciertas profesiones, no puede ser más que
un elemento pernicioso en la toma decisión profesional.
Estos mitos respecto de ciertas profesiones se han ido formando a lo
largo del t iempo. Es obvio que resulta muy difíci l sustraerse a este
t ipo de mitos, debido principalmente a que algunos de ellos están
arraigados en nuestra sociedad o parecen tan lógicos que pueden
considerarse como ciertos. A continuación comentaremos algunos de
los mitos más comunes sobre las carreras que se estudian:
Existen carreras más importantes que otras.- Esta es una creencia
muy generalizada debido, en gran medida, al arraigo que en nuestra
sociedad tienden a l lamarlas "carreras tradicionales". La medicina,
derecho, ingeniería, contaduría, etc. son más importantes para
algunos padres que carreras como, la música, la f i losofía o la
optometría. Cada profesión tiene una uti l idad específica, un campo
de aplicación definido, por lo que no puede haber profesiones más
importantes que otras.
Existen carreras para hombres y otras para mujeres.- Este es L de
los mitos más infundados y superficiales que existen, debido
principalmente a los roles que culturalmente nos han sido asignado a
hombres y mujeres a lo largo del t iempo. Hay personas que tienen la
creencia de que una mujer no debe estudiar carreras tecnológicas o
que los hombres carreras como enfermería o trabajo social. La
profesión más adecuada es aquella que resulta más acorde al nivel
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de capacidad, interés o disposición de cada persona sin importar el
rol sexual.
Existen carreras más fáciles que otras.- Esta es otra creencia
infundada que proviene de percepciones equivocadas; por ejemplo,
algunas personas que han tenido una experiencia desafortunada con
las matemáticas, l legan a afirmar que las ingenierías son carreras
más difíci les y que por el contrario si les ha ido bien en la historia,
pensarán que las carreras de humanidades son más fáciles. Todas
las carreras t ienen aspectos que las pueden hacer sencil las o
difíci les, sin embargo, todas son complejas, sin que esto sea
tampoco un impedimento para su estudio.
Existen carreras que dan mas dinero que otras.- Este mito es de los
mas difundido y falso, ya que ninguna carrera da dinero por si misma
sólo por el simple hecho de estudiarla. El nivel de ingreso de una
profesión no depende de su titulo, sino de la uti l idad real que puede
tener para la sociedad. A pesar de que el dinero es un elemento
importante para la satisfacción de muchas necesidades, lo más
importante seguirá siendo la actividad que se realiza en sí para
conseguirlo. Lo realmente cierto es que no existen carreras exitosas,
sino profesionistas exitosos. El punto es entonces saber no cuál es la
carrera más exitosa, sino cómo podemos l legar a ser profesionistas
exitosos. Sobre esto últ imo, por supuesto que tienes elementos para
responder
Existen carreras que dan más prestigio.- La necesidad de
reconocimiento es inherente al ser humano; sin embargo, el prestigio
es, por l lamarlo de alguna manera, la recompensa que sólo reciben,
en cualquier ámbito, aquellos que desarrollaron una sólida profesión,
por lo que la creencia de que estudiar carreras reconocidas implica
que eso nos convertirá inmediatamente en personas prestigiadas, es
una creencia infundada. El estudiante de cualquier carrera logrará su
prestigio, cuando lo haya construido, y no por el simple hecho de ser
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estudiante.
Realizaremos ahora una serie de ejercicios de recapitulación, en los
que analizarás cada uno de los aspectos que hemos tratado. Realizar
los ejercicios que se te piden, quizá requiera que l leves a cabo una
nueva lectura de lo ya revisado.
VARIABLES QUE AFECTAN LA TOMA DE DECISIONES
Experiencia pasada
Solicitaré de ti ahora, un esfuerzo de imaginación, donde aceptando
por un momento que es posible viajar en el t iempo, te encuentras
frente a t i mismo, en una de esas extrañas paradojas espacio-
temporales. Así, el tú viajero se encuentra frente al tú del pasado;
Es el inicio del 5º año de prepa y observas que a el tú del pasado se
le solicita que eli ja en ese preciso momento, qué carrera estudiar.
Toma en cuenta que el tú del pasado no t iene la información,
todavía, que sobre la elección de carreras posees ya, y que
únicamente cuenta con su experiencia pasada. Bajo estas
circunstancias, anota la respuesta del tú del pasado.
¿Qué carrera estudiarás?
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Motivación
Has regresado de tu viaje al pasado. Ahora se te formula la pregunta
¿Para qué estudias? tratando de esclarecer cuál es la motivación que
te impulsa a estudiar. En la lectura se mencionaron las respuestas
que dieron algunos de tus compañeros; pero lo importante aquí es
saber cuál es tu motivación. Así que, ¿Para qué estudias?
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Viendo tu respuesta, ¿qué tipo de motivación observas?
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Disposición
Hemos presentado una argumentación en la que se sostiene que
debemos marginar creencias y opiniones en el proceso de toma de
decisión de la elección vocacional; que para esto debemos basarnos
sólo en los hechos. ¿De qué tipo de hechos requieres conocer para
tomar tu decisión vocacional?
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Temores
¿Qué temor te dif iculta tomar una decisión vocacional?
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¿Qué temor te impulsa a tomar una decisión vocacional?
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Factores de influencia
¿Qué tipo de factor de influencia podría ser un obstáculo para una
toma de decisión vocacional l ibre?
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__________________________________________________________________
¿Qué tipo de factor de influencia podría favorecer una toma de
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decisión vocacional l ibre?
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Mitos
A partir de haberse descrito los mitos respecto a las profesiones,
¿has identif icado a alguno de ellos que hubiese podido afectar tu
toma de decisión vocacional?
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Para que tomes tu decisión vocacional respecto a qué área estudiar
en 6º año, y qué carrera proseguir a nivel l icenciatura, hemos
examinado los factores que intervienen en la toma de decisiones. He
presentado estos antecedentes y continuaré acompañándote en el
proceso de toma de decisiones. La idea es que tomes una decisión
documentada, basada en hechos y alejada de soluciones al azar, de
influencias no controladas, de mitos y de prejuicios. Más aún, se
trata de que cotidianamente emplees tu decisión, como una
herramienta de construcción de tu futuro.
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Bibliografía
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Cázares, D. y A. Sil iceo (2003). Planeación de vida y carrera . México: Limusa.
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