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BIBLIOTECA IBEROAMERICANA «OCTAVIO PAZ» UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA AÑO II / NÚMERO 7 / NOVIEMBRE-DICIEMBRE DE 2005
En 1953 cuando Octavio Paz regresó a México luego de nueve años de ausen
cia se encontró varias sorpresas literarias; entre ellas las obras maestras
de Juan Rulfo y los primeros textos de Tomás Segovia, Elena Poniatowska
y Carlos Fuentes.
Cinco décadas después Tomás Segovia continúa presente en la lite-
ratura mexicana e iberoamericana. En reconocimiento a su obra ha sido
galardonado con varios premios, entre ellos: el Xavier Villaurrutia, en
1973; el Octavio Paz en el año 2000 y ahora en 2005 el Juan Rulfo que
recibirá en la edición 19 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Nacido en Valencia, España, en 1927, llega a vivir a México a los 13 años
de edad por lo que se le considera también mexicano. Estudió filosofía y
participó en la vida cultural a través de escritos y tareas de promoción cultu-
ral en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A partir
de 1957 ingresa como maestro en la misma Universidad.
Dirigió la Revista Mexicana de Literatura y la Casa del
Lago donde impartió un curso para actores sobre la
estructura del verso. Lo acompañan en esa tarea:
Héctor Mendoza, Juan José Gurrola y José Luis
Ibáñez.
Tomás Segovia ha publicado más de 20 li-
bros de crítica, dramaturgia, ensayo, narrativa y
poesía. Algunos de ellos son: Figura y secuen-
cias, Lapso, Orden del día, Otro invierno, Parti-
ción, Personario, Poética y profética, Salir con
vida y Trizadero.
Desde joven cultivó su afición por la
lectura de grandes escritores y filósofos.
Entonces lo acompañaron las obras de
Juan Ramón Jiménez, Ungaretti y Rilke.
Octavio Paz escribió: «Segovia es el poe-
ta que busca la claridad y presiente que
Tomás Segovia, poeta de Iberoamérica,premio Juan Rulfo 2005 en Guadalajara
[continúa en la pág. 7]
Editorial 2
Paisaje de palabras 3
El protagonista y su obra 11
Tú la traes 14
Adquisiciones recientes 15
Fotografía: Silvia González de León
2 *
Tomás Segovia y los escritores peruanosen la XIX Feria Internacional del Libro de Guadalajara
Durante cinco décadas Tomás Segovia ha realizado innumerables aportes a la
literatura de México e Iberoamérica. En la próxima edición de la Feria Inter-
nacional del Libro de Guadalajara, la número 19, visitará nuestra ciudad donde
recibirá el Premio Juan Rulfo. En esta ocasión se encontrará también con colegas
peruanos, editores, libreros y lectores del país andino, invitado de honor a la
fiesta de las publicaciones.
Segovia está presente en su obra que se divulga en libros y revistas, así como
en nuestra Biblioteca Iberoamericana «Octavio Paz», la cual se suma a los home-
najes al autor español naturalizado mexicano. Publicamos en este boletín un frag-
mento de Anagnórisis (poesía) y su ensayo Periodistas y escritores que apareciera
en la Revista Universidad de México en junio de 1959.
El también autor de Trizadero hace poesía sobre el amor, la amistad, el paisa-
je, pero «no sobre el exilio». Le apasiona también la crítica y la dramaturgia. Los
integrantes del jurado del Premio Juan Rulfo destacaron «la riqueza y el rigor de
su obra ensayística que, desde hace medio siglo, enriquece e ilumina el problema
de las relaciones entre el lenguaje y la sociedad, la poesía y el tiempo».
Sobre Perú, país invitado a la FIL, nos acercamos a la vida y obra de Fernando
de Szyszlo quien cumple su promesa de regresar a Guadalajara y traer una mues-
tra de sus pinturas. Este artista plástico, que contó con la amistad de Octavio Paz
desde que lo conoció en París, tiene gran admiración por Tamayo y considera que
el estilo del mexicano le abrió puertas a sus continuas búsquedas.
De Szyszlo ha sido reconocido en países de nuestra América y Europa donde
se han exhibido muchos de sus cuadros. Considera que Picasso le inspiró en su
determinación por dedicarse a la pintura, una disciplina y vocación que no tiene
fin. Ha realizado más de dos mil quinientos cuadros. Una parte de ellos estará
expuesta en el Museo de las Artes de nuestra Casa de Estudios durante el mes de
noviembre. Entre la gran cantidad de libros de autores peruanos que tenemos en
la biblioteca nos encontramos con El maromero del escritor Jorge Eslava, ganador
del Premio Internacional IBBY de Literatura Infantil en 1999. De esta obra pre-
sentamos un fragmento a los niños en la sección túlatraes.
editorialUNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
Lic. Trinidad Padilla López
Rector General
Mtro. Tonatiuh Bravo Padilla
Vicerrector Ejecutivo
Mtro. Carlos Jorge Briseño Torres
Secretario General
Q.F.B. Ruth Padilla Muñoz
Coordinadora General Académica
Mtro. Sergio López Ruelas
Coordinador de Bibliotecas
BIBLIOTECA IBEROAMERICANA
«OCTAVIO PAZ»
Fernando del Paso
Director
Mtra. Luz Elena Martínez Rocha
Administradora General
Ángel Ortuño S.
Fernando Acosta Riveros
Editores
Tú tienes la palabra [año II, número 7,
noviembre-diciembre de 2005] es el bole-
tín informativo de la Biblioteca Iberoame-
ricana «Octavio Paz» de la Universidad de
Guadalajara. Colón esquina Pedro More-
no, Plaza Universidad, Zona Centro,
44100 Guadalajara, Jalisco, México. Dise-
ño, composición tipográfica, digitalización
y retoque de imágenes y negativos: ASV/
RAYUELA, DISEÑO EDITORIAL. Impresión:
Editorial Pandora, S.A. de C.V., Caña 3657,
Colonia La Nogalera, 46170 Guadalajara,
Jalisco, México.
www.udg.mx/iberoamericana
número7noviembre2005 * 3
La ciudad amanece entre los brazos de la niebla
apenas insinúa en un difuso ahogo
el día su remota fuerza
duerme aún entre roces de pálidas caricias
se agita bajo un soplo de besos fatigados
la lluvia a ratos con secreto acento
desciende en la tibieza unida
o se queda en suspenso absorta en brumas
dichosa de su errancia
y otra vez la rezuma el aire saturado
y cae de nuevo ociosa y pura
jirones del lenguaje entrecortado
de unos borrosos labios indecisos
conmovido susurro sin sentido
sentencia de suspiros soñolientos
todo está confundido difundido fundido
en el fondo lacustre de la atmósfera
seres bultos y voces duermen juntos
todos son grises en lo gris sin bordes
todos son de una misma estilizada raza
velos se rasgan sin dolor y sin ruido
y lentas y solemnes surgen formas
desde un húmedo fondo maternal condensadas
cerrado cielo hospitalario casa de grisura
gran manto respirable
intemperie hecha abrigo
atmósfera bañada escudo navegable
la lluvia de exquisita arritmia se desgrana
cruzan el aire de agua gotas de agua
todo chorrea una igual dicha insípida
hinchados de una misma húmeda hartura
todos con una misma sed dócil bebemos
se asienta el mundo con peso perezoso
de esponja bajo el agua
(¿necesita imbibirse
para encontrar la perfección de su despliegue
como la capa del torero en las tardes de viento
AnagnórisisPRELUDIO CON CANCIONES
(fragmento)
Tomás Segovia
4 *
y dejar de ser vano como una esponja seca
roída de vacío?)
el río de las horas
se encharca y se desborda
¿estamos al principio o en el fin de los tiempos?
las aguas difuminan los trazados
velan los lechos embrollan los decursos
todo ya marcha ahora sin moverse
todo es fuente y caudal y estuario a un tiempo
es hora de salir
¡de entrar! ¡de entrar!
el río de la vida se remansa y me espera
voy a un dentro
sólo de un fuera salgo
hora de abrir la puerta y que se empape
este puño de polvo rojizo el corazón
disuélvelo fusión dilúyete memoria
entra en las aguas lávate flota
bebe memoria ablándate respira
la niebla me sepulta en su ceguera blanca
carne en su carne
aún no he nacido
tierna ignorancia
carne en la carne de lo gris continuo
que borra toda disidencia
sosiégate memoria
atrévete a mirar ya pasó todo
o nada ha sucedido o era un sueño
o duerme todo aún entre la niebla
puedes ya abrir los ojos
no te va a herir la vida nuestra
con su mirada abrupta
avanza sin temor que ya no hay nadie
estamos todos otra vez pero no hay nadie
puedes tocar tranquila el montón perezoso
estás donde querías no te arredres
lo vamos a soñar otra vez todo
* * *
“para acordarme de por qué he vivido”
entro en las aguas de un blanco Leteo
es la luciente confusión del tiempo
es la pura sustancia transcursiva
el peso de presencia evaporable de las horas
el agua temporal vuelta a su lecho
¿fue todo un sueño? los días sin su cáscara
su eternidad de instantes sin fracaso
número7noviembre2005 * 5
siempre supimos que eran de otro sitio
la marea del tiempo se derrama
se hincha se eleva al fin se precipita
arriba al otro lado inversa catarata
en la entraña del tiempo aquí no hay nada
un manantial de tiempo sin historia
un limbo temporal una memoria
vaciada que sueña que recuerda
pero es preciso bañarse en este olvido
desnuda la memoria aún es hermosa
la emoción no caduca
eternamente es virgen su relámpago ciego
afectuosa niebla
niebla de paz que pone en tregua
al fanático azul
no es esto lo que busco pero es bueno
escondo en este seno protegido
todo lo que en la luz me abrasaría
lo vivo otra vez todo ya nonato
aún no he nacido la vida no me mata
esta última piedad
lúcida tierra
antes de caminar tus cegadoras rocas
no caigáis todavía amados velos
borradme aún perdedme de mí mismo
laguna fantasmal el sol se ahoga
en tus humos acuáticos
pastoso
se desfleca en melosas vetas pálidas
sol diluido
sangriento baño de dulzura
con que la niebla
ingrávida entraña
se enriquece
(¿en una entraña grávida bebí un riego de sangre
que esperanzado empuja otro latido?
¿me besabas entonces fértil mía
con el cálido beso de tu sangre
y tu incendio de amor dulcificabas
para latir en mí calladamente?)
hundirme hundirme deshacer mis rasgos
volver a ser el nunca visto el ciego
el anunciado virgen de memoria
(así cuando fui tú tuve que hundirme
atravesando empurpuradas brumas
en un bosque amoroso de latidos
y por lo oscuro de esa carne vine al aire
6 *
cuando era el caldeado el protegido
el fundido al amor el entrañado)
y por esta penumbra iré a mi honor
encubridora niebla
no
no sé nada
nada he visto ni nadie me ha mirado
ni nunca nadie se negó a mirarme
ni de mí indiferente desvió unos ojos
en cuyo fondo pude hecho esplendor beberme
soy carne de otra carne nadie me ha despojado
de todos los tesoros de amor que no he tenido
desbordado y clemente me sumerge
este preñado embalse de la vida
no corre el agua no ha empezado nada
no esperó de mí nada nadie nunca
que con mi sola anunciación no se colmara
nada he robado
a nadie he defraudado
no tiene todavía nombre amar
ni ser amado
soy el amor mismo
* * *
la niebla borradora de preguntas
sus propios límites esfuma
y sin embargo
sin embargo también por estas brumas vagan
velados y dolientes los recuerdos
la memoria es un sueño del que no hay despertar
ah alborada alborada
ni aun cerrado el amor es inmortal
el horror de nacer allá me espera
supérstite en un mundo en cuyas duras playas
naufragó aquella cuna de sangre que me trajo
y por donde irá siempre junto a mí la nostalgia
de aquel febril desastre que no habré compartido
pues la niebla es también un blando cementerio
donde lenta se pudre la memoria
con sus espectros de caducos ojos
desde aquel primer día no he cesado
de ser sobreviviente de saltar de mi vida
y no hundirme con ella
para añorar después cada vez ese fondo
el silencio indudable de una sima ya única
la firmeza de un ancla de muerte contra el tiempo
la verdad de una hora sepultada
que nunca más renacería
número7noviembre2005 * 7
Periodistas y escritores
Tomás Segovia
esa claridad es idéntica al vacío e idéntica a la realidad. Por
eso su transparencia es aterradora».
También se ha destacado como traductor de la obra de
Nerval, Víctor Hugo, Breton y Rilke. Sobre la traducción que
realizó de Hamlet, comentó: «La decisión tenía que tener
sentido común para transportar los referentes culturales a
la propia cultura, cuando en realidad un traductor debe lle-
var al lector a una diferente a la propia, para así ayudar al
entendimiento de otras formas de pensamiento y de vida.
La fidelidad en la traducción literaria es un intento por cap-
tar del original lo que se dice. No se traduce frase por frase,
sino que el sentido se encuentre en el contexto».
Vinculado a los exiliados españoles, ha mantenido tam-
bién una crítica a varios de sus representantes políticos. Re-
cuerda Tomás Segovia: «A los veinte años hice una lectura
de poemas en el Ateneo Español de México, y no sólo estaba
llena la sala sino los pasillos y la escalera. Creí que esto era
natural para un escritor que se iniciaba; que uno escribía y
era casi al mismo tiempo reconocido. No
me había dado cuenta de que el mundo
no es así. La explicación que encuentro
ahora es que ese mundo de refugiados
(que aún creían que iban a derrotar a
Franco) era un ambiente muy cerrado donde impor-
taba mucho la continuidad, es decir que hubiera una nueva
generación, que todo siguiera. Así que cada vez que un mu-
chacho empezaba a escribir le hacían un caso enorme, todos
se enteraban. Había una especie de solidaridad extrema».
Premio Juan Rulfo
El lunes primero de agosto del año en curso se informó que
el jurado del Premio Juan Rulfo decidió otorgar el galardón
a Tomás Segovia por «la riqueza y el rigor de su obra
ensayística que, desde hace medio siglo, enriquece e ilumi-
na el problema de las relaciones entre el lenguaje, la socie-
dad, la poesía y el tiempo». Integraron el jurado: Steven Boldy
(Gran Bretaña), Christopher Domínguez, Lucía Melgar (Méxi-
co), Cecilia García-Huidobro (Chile), Seymour Menton (Es-
tados Unidos), Matilde Sánchez (Argentina) y Jorge Urrutia
(España).
Al enterarse de la noticia, Tomás Segovia, comentó:
«Soy un poeta como otro cualquiera, de más corto
alcance, más modesto y realista que muchos.
Hago poesía sobre el amor, la amistad, el
paisaje, pero no sobre el exilio. Me da un
poco de miedo pensar en que ya estoy en
la edad en la que uno empieza a recibir
premios».
Tomás Segovia,poeta de Iberoamérica…
[viene de la pág. 1]
[continúa en la pág. 8]
Desde hace algún tiempo está saliendo a la superficie, con
mayor o menor claridad, un debate sordo entre periodis-
tas y escritores, que sin duda viene de lejos, pero que hasta
ahora quedaba relativamente enmascarado por una mutua cor-
tesía o una mutua indiferencia. Los periodistas invaden la no-
vela, el teatro y el cuento, y los invaden a su manera: ruidosa-
mente.
Esta situación tiene algo de anormal. Que los escritores in-
vadan el periodismo no tiene nada de extraño, ha sucedido siem-
pre y seguramente seguirá sucediendo. Pero lo contrario resulta
una especie de contrasentido o de paradoja, por una razón muy
sencilla: que los periodistas deberían ser también, ante todo,
escritores. Lo ruidoso de esta irrupción nos hace ver, por el con-
trario, que no lo son, y sobre todo que no quieren serlo.
Y en efecto, así lo manifiestan de mil maneras: dirigen a los
hombres de letras epítetos despectivos (aunque luego citen a
Unamuno o aspiren al Premio Nobel), o más sencillamente de-
claran que los escritores «literarios» (llamémoslos así) no tienen
contacto con el público y escriben tan solo para las capillas de
que forman parte. Pero aunque no declaren nada, el desprecio
absoluto que muestran en sus páginas hacia el estilo, la lengua
y el oficio de escribir en general da prueba suficiente de que no
se juzgan ni quieren juzgarse escritores literarios.
Resulta un poco sorprendente que unas personas que vi-
ven de escribir (ellos sí), no abriguen ningún deseo de conocer
a fondo el oficio que practican diariamente y de perfeccionar-
se en él. Pero el hecho es que así sucede, y nadie que se haya
asomado a la redacción de un periódico ignora que casi siem-
pre saber o no escribir es lo único que no cuenta para nada en
esos extraños y rituales recintos. Sin embargo, no siempre ha
sido así. En el siglo XIX, el periodismo mexicano tenía una gran
calidad literaria. Claro que entonces no se hablaba de «publici-
dad» de «lo» periodístico y de «llegar» al público.
Pero incluso hoy, en que se habla de estas cosas, basta
echar un vistazo a los mejores periódicos del mundo para ver
que casi todos los grandes reportajes y artículos están hechos
por personas muy bien preparadas, que saben perfectamente
8 *
escribir y hasta co-
nocen sus clásicos
al dedillo. Acaso
algunos de los que
han convertido el
periodismo mexi-
cano en esa pre-
tendida realidad
sui generis, hecha
de improvisación
y falta de escrúpu-
los, sientan un
gran desprecio por
esos escritores que hacen un periodismo laborioso y de cali-
dad. Sin embargo, puesto que ellos no han logrado impedir
que México sea uno de los países de América donde menos
periódicos se leen por habitante, tal vez deberían meditar so-
bre la responsabilidad que les cabe en esta situación.
Porque en el fondo de esa despreocupada suficiencia que
adoptan lo mismo ante el periodismo que ante la literatura,
acaso haya más desprecio del que imaginan, no sólo hacia la
profesión de escritor, sino hacia ese público que dicen cono-
cer. Es cierto que muchas veces los escritores se alejan del pú-
blico, y que en algunos pocos casos este alejamiento es volun-
tario o por lo menos aceptado de buena gana. Pero, por una
Acercamientosa Tomás Segovia.
Premio Juan Rulfo 2005José Brú
Primicia editorial: ofrecemos a
nuestros lectores un adelanto
del libro dedicado a Tomás Se-
govia, ganador del premio Juan
Rulfo 2005.
E l Centro Universitario de
Ciencias Sociales y Hu-
manidades (CUCSH), de la
Universidad de Guadalajara
inició, desde 1998, la publi-
cación de una serie dedica-
da a los ganadores del Premio
de Literatura Latinoamericana
y del Caribe Juan Rulfo. En
aquella oportunidad, el libro
fue dedicado a la escritora ar-
gentina Olga Orozco, seguido de los libros dedicados al mexi-
cano Sergio Pitol, en 1999; al argentino Juan Gelman, en
2000; al mexicano Juan García Ponce, en 2001; al cubano
Cintio Vitier, en 2002; al brasileño Rubem Fonseca, en 2003;
y al español Juan Goytisolo, en 2004.
En esta ocasión, al igual que en los siete volúmenes an-
teriores de los ensayos que integrarán la compilación, que
aparecerá en la próxima Feria Internacional del Libro de Gua-
dalajara, permitirán al lector profundizar en la producción
literaria de Tomás Segovia, desde diferentes perspectivas, y
ofrecer un acercamiento de
su obra y de su trayectoria.
Acercamientos a Tomás
Segovia. Premio Juan Rulfo
2005 contará con los ensayos,
entre otros, de investigado-
res, profesores, alumnos y
exalumnos de la Universidad
de Guadalajara, así como de
otras universidades, como la
Universidad Panamericana
de esta ciudad, y la Universi-
dad de Otago (Nueva Zelan-
da). Colaborarán destacados
escritores del país y del ex-
tranjero, como Jorge Oren-
dáin, Mauricio Ramírez, Ro-
gelio Guedea, Miguel Manríquez, Juan Francisco Padilla y
Juan Pablo Flores. Además, se incluye una entrevista, reali-
zada por Daniel González Dueñas y Alejandro Toledo al poe-
ta mexicano–español, en 1988 —pero con actual vigencia—,
lo que permitirá al lector contar con la propia voz del poeta
premiado. Por último, el volumen ofrecerá una selección de
textos del escritor premiado, así como el Acta Resolutiva del
Jurado del Premio Juan Rulfo 2005.
Los títulos de los ensayos acerca de Tomás Segovia son
los siguientes: Tomás Segovia: Los ojos abiertos a la noche,
parte, tal actitud es cada vez menos frecuente: nadie (salvo
algunos casos de fariseismo) se jacta hoy de escribir para no
ser comprendido; y por otra parte, ni hoy ni nunca ha buscado
de veras la literatura un alejamiento, sino que en todo caso lo
ha aceptado cuando no ha tenido más remedio. Porque para el
escritor el problema del público se plantea siempre como un
problema moral. Su responsabilidad primera es para con la au-
tenticidad, ya sea que la llame verdad objetiva, o ley estética, o
sentimiento, o incluso religión, historia o filosofía. Esta res-
ponsabilidad tiene en él tanta prioridad, que pasa incluso an-
tes que la consideración de las necesidades manifiestas del pú-
blico. Pero por poco que se la analice, deja ver que la autentici-
dad se funda siempre en la coexistencia, es decir en el recono-
cimiento, dando a esta palabra su sentido más profundo, de la
existencia de los otros, reconocimiento que es la verdadera es-
tructura de todo público posible. Así, el escritor y el artista en
general, sólo se aleja de las necesidades manifiestas del públi-
co para responder a las que le parecen, aun a riesgo de equivo-
carse, necesidades profundas, y si no «pensara» en el lector, no
tendría ningún motivo para sentirse o no auténtico: en arte,
como en lo demás, si no hay prójimo «todo está permitido». Y
en primer lugar la persecución del éxito por sí mismo.
La práctica de la literatura (y también, digan lo que digan,
la del periodismo) se mueve entre los dos polos de la autentici-
dad y el éxito. Polos que alguna vez pueden coincidir, pero que
Foto
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Leó
n
número7noviembre2005 * 9
no por eso dejan de serlo. Vamos a suponer, aunque no es del
todo exacto, que a quien el periodismo se propone gustar es de
veras al público (por lo menos es más exacto en lo que se refie-
re a esta literatura hecha por periodistas, y también a esos pe-
riódicos secundarios que necesitan ganar primero un público
para ser luego «cotizables»). Entonces se plantea el eterno pro-
blema del éxito, que es el de «hablar en necio» para gustar.
Este problema, por supuesto, se le plantea también al es-
critor y, según todos los indicios, lo que ahora de repente se
ponen a reprocharle es haber escogido la autenticidad antes
que el éxito. No se trata, claro, del caso hipotético de un perio-
dista que hubiera escrito un buen libro, porque cuando esto
sucede el autor es por ello mismo un escritor como los demás,
y no siente ninguna necesidad de despreciar a sus colegas. Se
trata de unos periodistas que han escrito mala literatura pero
con éxito (de lo cual, por otra parte, el que más y el que menos
tienen ellos mismos conciencia), y que por eso plantean la
disyuntiva.
Es un razonamiento que conocemos de antiguo, y mucho
más en este siglo. El éxito se considera como valor supremo y
prueba última de superioridad. Pero no se necesita encerrarse
en torres de marfil ni hablar de valores eternos o de metafísi-
ca para sentir repugnancia por tal razonamiento. Basta saber
la idea del hombre que se esconde detrás de esa lógica. Es una
idea muy poco halagadora. Quienes se jactan de saber mane-
entrevista de Daniel González Dueñas y Alejandro Toledo;
Tomas Segovia: teurgia, revelación y memoria, de Miguel
Manríquez; La espiritualidad inteligente en Segovia, de Jorge
Orendáin; La agnición de T. S., de Mauricio Ramírez; Tomás
Segovia: el amoroso incorruptible, de Rogelio Guedea; Fractu-
ra de la poesía para la unificación de sus partes, de Juan Pablo
Flores Barajas; y Tomás Segovia: del exilio a la vocación uni-
versalista, de Juan Francisco Padilla.
Nacido en 1927 en Valencia, Tomás Segovia llegó a Méxi-
co en la adolescencia, como parte de la comunidad española
que emigró durante la dictadura franquista y que nutrió a la
cultura mexicana. A los 16 años comenzó a escribir poesía y
a los 18 publicó, por primera vez, en revistas. Desde los pri-
meros poemas, Segovia se presentó con una voz poética que
dialogaba, entre la poesía pura y el tono elegíaco. Su primer
volumen de poesía, La luz provisional, se publicó en 1950 y,
desde entonces, se presentó como un poeta en diálogo con
la tradición europea, línea que mantuvo a lo largo de su obra
poética, centrada fundamentalmente en el tema amoroso.
El joven poeta se convirtió en una presencia constante
en la literatura mexicana, a través de revistas como Diálo-
gos, Plural, Revista Mexicana de Literatura y Vuelta, de las que
fue activo protagonista, y a través de las cuales mantuvo un
vínculo constante con el panorama de las letras mexicanas.
Entre su obra narrativa se cuenta Primavera muda (1954),
Trizadero (1974), y Personajes mirando una nube (1981); en la
poética, La luz provisional (1950), Luz de aquí. Poesías 1951–
1955 (1958), Anagnórisis (1967), Historias y poemas (1968), y
Cantata a solas (1983); y, en ensayo, Poética y profética (1985),
Páginas de ida y vuelta (1994), Alegatorio (1996), Otro invierno
(1999), Resistencia (2000), y Misma juventud, (2000), por men-
cionar algunas.
Su obra poética está recogida, en su mayoría, en Poesía
1943–1997 (1998), y su obra narrativa, en Personario (2000).
Casi todos sus artículos y ensayos publicados en diversas
revistas y periódicos, hasta 1988, se recogen en tres volúme-
nes de la Universidad Autónoma Metropolitana, (1988–1991):
Ensayo I: Actitudes. Contracorrientes; Ensayo II: Trulla de asun-
tos; y Ensayo III: Sextante.
Tomás Segovia también ha sido traductor fundamental
del pensamiento francés de la segunda mitad del siglo XX, y
de poetas como Gérard de Nerval, Víctor Hugo, André Breton,
y Rainer María Rilke. Muchas de sus traducciones poéticas
se han publicado sólo en revistas o están inéditas; entre ellas,
las relacionadas con la música. Esta faceta suya de traduc-
tor, tanto del francés como del inglés, ha llegado a ser muy
productiva. Como él mismo afirma, «He tratado de ganarme
la vida sin utilizar la literatura» Por su carrera como escritor
de poesía y ensayo, y de traductor, ha sido nombrado profe-
sor universitario, aun sin estar titulado: «Hice mi carrera li-
teraria contra viento y marea».
Ha colaborado en diversos niveles con editoriales y re-
vistas, sobre todo con el Fondo de Cultura Económica. En
[continúa en la pág. 10]
[continúa en la pág. 10]
jar los resortes del público confiesan por ello mismo que lo
consideran como un conjunto de resortes. La libertad del hom-
bre es, a su juicio, una ilusión para ojos ingenuos: basta saber
tirar de los hilos para moverlo como un títere o como una
máquina. No se es responsable ante un títere o ante un mon-
tón de resortes.
Todo el mundo, hasta un periodista, está al tanto de que el
escritor más ejemplar acepta y hasta busca una u otra clase de
éxito. Sólo que no lo busca incondicionalmente y ni siquiera,
si de veras es ejemplar, lo acepta incondicionalmente. Pero hay
más: un periodista ejemplar tampoco acepta el éxito incondi-
cionalmente. Tampoco en un reportaje la calidad y el éxito son
necesariamente idénticos, y esos escritores que sin echar la
moral por la borda llegan al periodismo lo hacen porque ven
en él otra forma de responder al mismo compromiso que han
contraído con el prójimo reconocido. Ese al que también res-
ponde el periodista ejemplar, a quien no se le ocurriría despre-
ciar a nadie porque no idolatre el éxito.
Nuestros semicolegas plantean, pues, muy claramente la
cuestión. Cuando una persona, en una actividad cualquiera, se
niega a ser juzgado con criterio de calidad, alegando que no le
hace falta para obtener mejor éxito, esta persona está manifes-
tando una moral bien definida, aplicable lo mismo a la literatu-
ra que al periodismo o al tráfico de estupefacientes. Está mani-
10 *
1948, participó en la forma-
ción de una revistas de jóve-
nes exiliados. De 1957 a 1960,
fue editor en la Universidad
Nacional de México; en 1958,
fue codirector de la Revista
Mexicana de Literatura y, des-
de 1959 a 1966, fue director
de Nueva Época; en 1966, fue
director adjunto de Mundo
Nuevo (París); en 1972, fue el primer jefe de redacción de
Plural, dirigido por Octavio Paz. También fue redactor de Vuel-
ta, dirigida asimismo por Octavio Paz.
Desde 1970, se integró al Colegio de México, hasta su
jubilación, en 1984. Allí desarrolló una intensa actividad
cultural: cursos de literatura, lingüística, teoría literaria, y
traducción, así como organizador y primer director de un
proyecto de investigación y enseñanza de la traducción. Fue
miembro del consejo consultivo del Diccionario de Español
de México.
Ha recibido diversos premios y distinciones, como el
Premio Villaurrutia de Poesía, en 1972, por Terceto; el Pre-
mio Magda Donato, en 1974, por Trizadero; el Premio Nacio-
nal de Traducción Alfonso X, en 1982, 1983 y 1984; y el Pre-
mio Octavio Paz de Poesía y Ensayo, en 2000. Es Miembro
de la Orden de la Cultura del
gobierno francés, desde 1982;
y, actualmente, es «Creador
Emérito» del Fondo Nacional
para la Cultura y las Artes de
México. Desde 1985, fijó su
residencia entre Madrid y el
sur de Francia, dedicado a la
traducción, así como a im-
partir cursos, seminarios, y
conferencias.
Termino con las palabras del Jurado del Premio Juan
Rulfo 2005:
Si la voz poética de Tomás Segovia se cuenta entre las más origina-
les y perseverantes de la lengua, el jurado también ha decidido
llamar la atención sobre la riqueza y el rigor de su obra ensayística
que, desde hace medio siglo, enriquece e ilumina el problema de
las relaciones entre el lenguaje y la sociedad, la poesía y el tiempo.
En este sentido, un libro como Poética y profética (1985) forma par-
te ya de la gran tradición ensayística en castellano.[...] Por todo
ello, Tomás Segovia es un poeta indispensable y una voz del huma-
nismo central hispanoamericano.
festando que busca el éxito incondicionalmente, y que ese pú-
blico que aduce en testimonio es sólo el medio de alcanzarlo y
no tiene más valor que ser prueba de este éxito.
Sabemos, por desgracia, y la civilización moderna nos ha
dado bastantes pruebas de ello, hasta qué punto es posible me-
canizar y manejar al hombre, hasta qué punto es posible desna-
turalizar su voluntad hasta traficar con ella como si fuera una
cosa: un resorte. Ante esta realidad, se puede pensar que la li-
bertad humana persiste, adormecida, en las peores circunstan-
cias y que sólo necesita verse a sí misma para renacer; o que
muere efectivamente y es preciso volverla a inventar y a crear
arriesgadamente, cada día. En ambos casos se quiere, ante todo,
no renunciar a ella. Pero se puede también querer lo contrario,
Acercamientos a Tomás Segovia.Premio Juan Rulfo 2005
[viene de la pág. 9]
ahogarla si está dormida, no volverla a inventar si está muerta,
y poner en su lugar unos slogans, unas drogas o un mecanismo
literario que no habla a la libertad del lector, sino que mueve
precisamente las piezas de que está hecha su esclavitud.
Ante esta disyuntiva hay que escoger. Hay que saber, cuan-
do se escribe un libro, cuando se hace un periódico, si el éxito
deseado se busca sin condiciones, si «todo está permitido», o si
por el contrario no aceptamos ser escogidos por unos lectores
en quienes previamente hemos asfixiado, o corrompido, la fa-
cultad de escoger.
Revista Universidad de México, volumen XIII, número 10, pági-
na 28, junio de 1959, Ciudad de México.
Una colección de libros con obra de Tomás Segovia se encuentra ubicada en la sala general de la Biblioteca Ibero-
americana «Octavio Paz». Te invitamos a conocerla.
Ficha de clasificación
Anagnórisis [M861.44 SEG]
Casa del nómada [M861.44 SEG]
Cuaderno inoportuno [M864.44 SEG]
Ensayos I (Actitudes/contracorrientes) [M864.44 SEG]
Noticia natural [M861.44 SEG]
Ficha de clasificación
Personario [M864.44 SEG]
Poesía (1943-1997) [861.64 SEG]
Poética y profética [M864.44 SEG]
Trizadero [M863.01 SEG]
número7noviembre2005 * 11
« La obra de un pintor es la suma de todas las derrotas. Es
una carrera que no tiene fin», expresó Fernando de
Szyszlo durante una entrevista realizada en Lima, su ciudad
natal, al cumplir 80 años. Con motivo
de la XIX edición de la Feria Interna-
cional del Libro de Guadalajara, el ar-
tista ha confirmado su visita a Jalisco
en este 2005, año en que Perú es el país
invitado de honor al encuentro del li-
bro, los autores y las palabras, por lo
que parte de su obra será expuesta en
el Museo de las Artes de nuestra Casa
de Estudios.
En Perú, De Szyszlo es considera-
do el mejor representante del arte abstracto y ha recibido
reconocimientos como promotor de la cultura en general.
Se formó en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad
Católica de Lima. A los 24 años viajó a Europa donde estu-
dió las obras de los grandes maestros, en particular de Rem-
brandt, Tiziano y Tintoretto. Absorbió las variadas influen-
cias del cubismo, surrealismo, informa-
lismo y abstraccionismo. En París co-
noció al mexicano Octavio Paz quien le
presentó a André Breton. Frecuentó al
grupo de intelectuales que se daba cita
en el café Flore organizando tertulias
para decidir cómo participar en el mo-
vimiento moderno internacional al
tiempo que preservaban su identidad la-
tinoamericana.
Con México y su cultura tiene una
relación profunda. «Seguramente tiene que ver con la histo-
ria de nuestros dos países, con esa herencia no occidental
Fernando de Szyszlo pinta y sueña
[continúa en la pág. 13]
«…Uno es el mejor juezde lo que produce;
entonces unodebe darse cuenta
hasta qué punto es de malolo que uno hace…»
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«…Mi vocación es la de pintor, es decir, busco el color, la luz y la sombra en una superficie dedos dimensiones. En el grabado y la escultura no invento nada, sólo aprovecho los frutos de mibúsqueda en pintura, del alfabeto de formas que he desarrollado con el tiempo. En la décadade 1960 empecé a vislumbrarlo y se ha ido enriqueciendo…»
* * *
«…Si yo no hubiera sido pintor no sé cómo hubiera podido tolerar algunas cosas que me hanpasado, no tendría explicación, no podría haberlas aceptado, ni haber sobrevivido…»
número7noviembre2005 * 13
que tenemos y de la que los conscien-
tes nos sentimos tan orgullosos», co-
mentó De Szyszlo al escritor jaliscien-
se Mariño González a propósito de la
presencia peruana en México.
El arte de Fernando de Szyszlo re-
fleja una amplia cultura que bebe de
diversas fuentes, desde la filosofía y la
ciencia hasta la literatura. Montó su pri-
mera exposición en Lima en 1927. Ha
participado en bienales internaciona-
les en Sao Paulo y Venecia.
En 1947 realizó su primera exposi-
ción de influencia cubista. Fue monta-
da en la galería del Instituto Cultural
Peruano-Norteamericano en Lima. Se
desempeñó como profesor de pintura
entre 1957 y 1976. Fue asesor de la División
de Artes Visuales de la Unión Panamericana
de Washington. La década de los cincuenta del
siglo pasado fue para el artista un tiempo de
grandes emociones, creaciones y viajes dentro
de Perú, el continente americano y países euro-
peos. Las series Apu Inca, Atawallpaman (1963) y
Paisaje (1969) fueron bien recibidas por la crítica
de arte.
Hasta el año 2003 tenía pintados dos mil
«…Soy un liberal.Pertenezco a eso que
el escritor estadounidense Henry David Thoreau
llamaba la mayoría de uno.Es decir, soy completamente
independiente. Quiero sermoderno en el sentido de queno acepto las supersticiones
o las manifestacionesde una manera de pensar
obsoleta…»
quinientos cuadros y decidió continuar
porque todavía no logra la calidad que
desea y sueña. Reconoce la influencia
de Picasso y Tamayo en su obra: Pica-
sso le abrió las puertas del arte moder-
no y Tamayo le enseñó un lenguaje
muy libre para expresar el orgullo por
los valores de nuestra América.
Sobre sus inicios en la pintura re-
cuerda con aprecio al maestro Adolfo
Winternitz quien le impartía clases en
Lima. En aquella época se dio cuenta
que además de los caminos profesiona-
les en el arte, están los caminos espiri-
tuales en los que el artista «se realiza
no solamente a través de sus cuadros,
sino a través de la búsqueda de su pro-
pia identidad».
Escritores, artistas e historiadores de toda
América se han acercado a la obra de Fernando
de Szyszlo y a su personalidad. Su paisano Mario
Vargas Llosa ha dicho: «Como en los cuentos de
Borges, los poemas de César Vallejo o de Octavio
Paz, los cuadros de Tamayo o de Matta, nos ocurre
también con la pintura de Szyszlo: eso es América
Latina en su más alta expresión; en ella está lo me-
jor que somos y tenemos».
Un pintor peruano: Fernando de Szyszlo
Después de muchos años he vuelto a ver al pintor Fer-
nando de Szyzslo. Hace unos días expuso en una gale-
ría de la ciudad algunos de sus últimos cuadros. De Szyszlo
es el mejor pintor peruano o, al menos, el más conocido
en el extranjero. Fue uno de los iniciadores de la pintura
abstracta en Hispanoamérica. Aunque la crítica cerró los
ojos —¿los tuvo alguna vez abiertos?— ante su exposición,
me dio alegría ver que la noche de la inauguración esta-
ban presentes algunos de nuestros pintores (Soriano, Co-
ronel, Felguérez, Lilia Carrillo). La exposición era para ellos
y unos cuantos más. De Szyszlo no ha cambiado mucho.
Guardo de nuestros años en París —allá logró conquistar
la difícil estimación de Hartung— una serie de grabados:
Homenaje a César Vallejo. Al compararlos con los óleos re-
cientes, encuentro que es más dueño de sí, más libre y
osado, pero que sigue siendo el mismo: difícil, austero, vio-
lencia y lirismo a un tiempo. Una pintura que no se entre-
ga, replegada sobre su propia intimidad, que desdeña la
complicidad sensual y exige al espectador una contempla-
ción más ascética. En México su polo opuesto sería Soria-
no, todo impulso y efusión, gran surtidor de colores y for-
mas delirantes. No quiero decir que la pintura de De Szyszlo
sea una pura construcción intelectual, sino que es una
lucha entre rigor y espontaneidad. No es sólo un pintor
inteligente: es una sensibilidad reflexiva, lúcida. Sus for-
mas, tensas y veloces, a veces son agresivas, crueles; otras,
sus colores reconcentrados tienen destellos de salvaje en-
tusiasmo. Vuelo fijo, explosión y reserva. Muchos pinto-
res —estimulados por el ejemplo de Picasso— cambian con
frecuencia de manera; De Szyszlo no cambia: madura.
Avanza hacia dentro de sí mismo [Octavio Paz, 1959].
Los privilegios de la vista I, Octavio Paz, Obras completas [M864.44
PAZ V. 6]
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14 *
Soy Joaquín, pero mi papá me dice
«muñeco» porque a los dos nos en-
canta jugar. A veces peleamos —de
mentira— y nos revolcamos en la cama
y nos caemos al suelo. A él no le im-
porta ni michi arras-
trarse, si está conmigo.
Mis juguetes están
siempre desordenados
(qué quieres, si sólo tengo
ocho años). Pero mira la co-
lección de juguetes de mi papá.
Todos son de madera y bien anti-
guos. Tiene caballos, trompos, pája-
ros, muñecos, carros y un maromero.
Todos los ha comprado en sus via-
jes a la sierra, porque esos juguetes no
hay en la ciudad. Mi papá sabe todo.
Me ha contado de qué árbol sacaban la
madera, cómo los hacían y cómo los
coloreaban con tintes de las flores.
Mi papá sí me deja jugar con ellos,
pero tengo que ponerlos después en su
sitio. A mí me gustan más los muñe-
cos, porque parecen monstruos y son
bien duros para pelear con mis héroes
de plástico.
Pero para mi papá el maromero es
su preferido, porque dice que es el más
grande y ágil de todos los maromeros.
El maromero(fragmento)
Desde Perú, Jorge Eslava
—¡Párate de cabeza!
—¡Da vueltas como un remolino!
—¡Tuerce tus brazos bien atrás!
Así le manda mi papá y el maro-
mero hace todo perfecto.
A mí antes me gustaba esa actua-
ción y festejaba ¡Yeee!, ¡Yuppii! y aplau-
día. Pero un día me quedé callado pen-
sando.
—Pa’ —le dije—, tú pareces un do-
mador de circo.
—¿Un domador? —me preguntó.
—Sí, porque le mandas gritando.
—¿Al maromero? dudó mi papá—.
¿Acaso él siente?
—Sí siente pa’, porque yo —casi le
digo «lo he visto triste», pero hubiera
sido una mentira—… porque yo sé que
a nadie le gusta que le griten.
—Pero él es de madera—, contestó
mi papá.
—Para mí es igualito –dije yo un
poco molesto y le pregunté—. Si es de
madera, ¿entonces por qué quieres que
te obedezca?
—Bueno —aceptó mi papá—, se lo
voy a pedir «por favor».
Así fue como mi papá empezó a
tratar distinto a su maromero. Todas las
piruetas se las pedía de lo más educa-
do. Le decía por ejemplo: «tenga usted
la bondad de hacer siete volantines se-
guidos»…
Si deseas continuar la lectura de este libro es-
crito por Jorge Eslava, autor de Perú, el país
invitado a la Feria Internacional del Libro de
Guadalajara de este año, puedes hacerlo en el
área infantil de la Biblioteca Iberoamericana
«Octavio Paz» donde podrás pedirlo con la cla-
sificación: [323.352 DER V. 9]
En 1961 el niño Jorge Eslava jugaba y estudiaba en su casa de Lima, la
capital peruana. Tenía entonces ocho años. Después fue al bachillerato y
continuó sus estudios superiores en la Universidad de San Marcos, una de las
casas de estudios más antiguas de América. Se recibió de sociólogo y licencia-
do en letras. Ahora que es adulto continúa jugando con las palabras, mientras
escribe cuentos y novelas para niños y jóvenes. Algunos de sus libros son:
Florentino, super cochino; Las torres del castillo; Cuentos horribles y Leyendas
primitivas, entre otros.
Ilus
trac
ión
de A
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Shir
oma
número7noviembre2005 * 15
Miguel Donoso Pareja
La garganta del diablo
Paradiso editores
Quito, Ecuador, 2004
Miguel Donoso Pareja es sin lugar a
duda, una de las voces fundamentales
de la narrativa hispanoamericana con-
temporánea. El texto es intenso, una
invitación a ser cómplice de una fusión
gozosa de todas las instancias narrati-
vas. El lector cree penetrar en el ámbi-
to reflexivo del ensayo para de pronto
encontrarse en medio del vértigo de un
relato, que se transformará en la crónica de una vida, en el
testimonio de un viajero, en el de un lector infatigable o el
de un insaciable gourmet, para de repente descubrirse des-
lumbrado entre los versos de un poema inesperado.
José Antonio Lorenzo Acosta
Palomas rumbo al sol
Editora Política
La Habana, Cuba, 1998
Novela histórica en la que se recrean
pasajes de las guerras cubanas por la
independencia, la república mediatiza-
da, el machadato y la etapa del triunfo
revolucionario. Julio, hilo conductor de
la obra, es un personaje que deviene
símbolo del revolucionario, lleno de an-
helos, coraje, tenacidad, amor; del sol-
dado de la guerra de 1868, de 1895, del
Ejército Rebelde en la Sierra Maestra en
1957 y del internacionalista que va a países africanos y asiáti-
cos a entregar su solidaridad con los pueblos.
Enrique Gay-Calbó
Los símbolos de la nación cubana
Ediciones Boloña
La Habana, Cuba, 1999
Historia de las banderas, los escudos y
los himnos de la República de Cuba a
partir de una investigación que se rea-
liza desde 1958 cuya primera edición
la realizó la Sociedad Colombista Pa-
namericana. Después del triunfo revo-
lucionario en 1959, han sido numero-
sos los estudios realizados sobre la de-
finición de la bandera cubana, los sím-
bolos de las provincias, los escudos y también la letra y
música de los himnos patrios. Enrique Gay-Calbó nació en
la provincia de Holguín en 1889 y murió en 1977. Fundó la
revista Renacimiento y fue director del diario El Comercio en
la ciudad de Cienfuegos. Sobre la actual bandera cubana re-
lata: «La inventó el general Narciso López en 1849 cuando
vivía en la casa marcada con el número 39 de la calle de
Howard, cerca de Broadway en la residencia de Clara Levis.
La primera bandera la cosió Emilia Tolón, mujer entusiasta
y hermosa».
Elena Gallegos
La Jornada 1984-2004 (portadas)
DEMOS
Ciudad de México, 2004
Al cumplir 20 años el diario La
Jornada, editado en la capital mexi-
cana y con amplia circulación en 35
ciudades de la república, además de
tener presencia en muchos países del
continente americano y España, presentó
una colección de portadas informativas don-
de destacan sucesos trascendentes relacionados
con la política, la economía, el arte y la cultura, la
ciencia, el deporte, acontecidos en México y fuera de sus
fronteras. Del año 1989 se destaca aquella portada donde
textualmente se informó: Estalló el Challenger; sus siete tri-
pulantes, muertos, correspondiente a la edición número 490
que circuló el miércoles 29 de enero de 1986. Un recorrido
por noticias que ahora pertenecen a la historia.
Lourdes Galaz Ramírez, coordinadora
La Jornada / el rostro de un país
DEMOS
Ciudad de México, 2004
Publicada en ocasión del 20 aniversa-
rio del periódico se despliega la convo-
catoria del 29 de febrero de 1984 para
un diario nuevo, plural y democrático;
se cuenta quiénes, cómo y con qué co-
menzó la aventura de editar La Jorna-
da. Contiene ensayos sobre la realidad
nacional de las últimas dos décadas,
escritos para la edición conmemorativa. Marcos: la crisis, puer-
ta al fascismo, escrito por Carmen Lira donde hace un re-
cuento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y la ad-
vertencia que hizo el subcomandante en una entrevista dada
en 1995, después de que la Procuraduría General de la Re-
pública revelara su supuesta identidad y lo declarara el hom-
bre más perseguido de la nación.
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