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BIBLIOTECA IBEROAMERICANA «OCTAVIO PAZ» UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA AÑO II / NÚMERO 7 / NOVIEMBRE- DICIEMBRE DE 2005 E n 1953 cuando Octavio Paz regresó a México luego de nueve años de ausen cia se encontró varias sorpresas literarias; entre ellas las obras maestras de Juan Rulfo y los primeros textos de Tomás Segovia, Elena Poniatowska y Carlos Fuentes. Cinco décadas después Tomás Segovia continúa presente en la lite- ratura mexicana e iberoamericana. En reconocimiento a su obra ha sido galardonado con varios premios, entre ellos: el Xavier Villaurrutia, en 1973; el Octavio Paz en el año 2000 y ahora en 2005 el Juan Rulfo que recibirá en la edición 19 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Nacido en Valencia, España, en 1927, llega a vivir a México a los 13 años de edad por lo que se le considera también mexicano. Estudió filosofía y participó en la vida cultural a través de escritos y tareas de promoción cultu- ral en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A partir de 1957 ingresa como maestro en la misma Universidad. Dirigió la Revista Mexicana de Literatura y la Casa del Lago donde impartió un curso para actores sobre la estructura del verso. Lo acompañan en esa tarea: Héctor Mendoza, Juan José Gurrola y José Luis Ibáñez. Tomás Segovia ha publicado más de 20 li- bros de crítica, dramaturgia, ensayo, narrativa y poesía. Algunos de ellos son: Figura y secuen- cias, Lapso, Orden del día, Otro invierno, Parti- ción, Personario, Poética y profética, Salir con vida y Trizadero. Desde joven cultivó su afición por la lectura de grandes escritores y filósofos. Entonces lo acompañaron las obras de Juan Ramón Jiménez, Ungaretti y Rilke. Octavio Paz escribió: «Segovia es el poe- ta que busca la claridad y presiente que Tomás Segovia, poeta de Iberoamérica, premio Juan Rulfo 2005 en Guadalajara [continúa en la pág. 7] Editorial 2 Paisaje de palabras 3 El protagonista y su obra 11 Tú la traes 14 Adquisiciones recientes 15 Fotografía: Silvia González de León

tomás segovia fragmento anagnórisis

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BIBLIOTECA IBEROAMERICANA «OCTAVIO PAZ» UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA AÑO II / NÚMERO 7 / NOVIEMBRE-DICIEMBRE DE 2005

En 1953 cuando Octavio Paz regresó a México luego de nueve años de ausen

cia se encontró varias sorpresas literarias; entre ellas las obras maestras

de Juan Rulfo y los primeros textos de Tomás Segovia, Elena Poniatowska

y Carlos Fuentes.

Cinco décadas después Tomás Segovia continúa presente en la lite-

ratura mexicana e iberoamericana. En reconocimiento a su obra ha sido

galardonado con varios premios, entre ellos: el Xavier Villaurrutia, en

1973; el Octavio Paz en el año 2000 y ahora en 2005 el Juan Rulfo que

recibirá en la edición 19 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Nacido en Valencia, España, en 1927, llega a vivir a México a los 13 años

de edad por lo que se le considera también mexicano. Estudió filosofía y

participó en la vida cultural a través de escritos y tareas de promoción cultu-

ral en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A partir

de 1957 ingresa como maestro en la misma Universidad.

Dirigió la Revista Mexicana de Literatura y la Casa del

Lago donde impartió un curso para actores sobre la

estructura del verso. Lo acompañan en esa tarea:

Héctor Mendoza, Juan José Gurrola y José Luis

Ibáñez.

Tomás Segovia ha publicado más de 20 li-

bros de crítica, dramaturgia, ensayo, narrativa y

poesía. Algunos de ellos son: Figura y secuen-

cias, Lapso, Orden del día, Otro invierno, Parti-

ción, Personario, Poética y profética, Salir con

vida y Trizadero.

Desde joven cultivó su afición por la

lectura de grandes escritores y filósofos.

Entonces lo acompañaron las obras de

Juan Ramón Jiménez, Ungaretti y Rilke.

Octavio Paz escribió: «Segovia es el poe-

ta que busca la claridad y presiente que

Tomás Segovia, poeta de Iberoamérica,premio Juan Rulfo 2005 en Guadalajara

[continúa en la pág. 7]

Editorial 2

Paisaje de palabras 3

El protagonista y su obra 11

Tú la traes 14

Adquisiciones recientes 15

Fotografía: Silvia González de León

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Tomás Segovia y los escritores peruanosen la XIX Feria Internacional del Libro de Guadalajara

Durante cinco décadas Tomás Segovia ha realizado innumerables aportes a la

literatura de México e Iberoamérica. En la próxima edición de la Feria Inter-

nacional del Libro de Guadalajara, la número 19, visitará nuestra ciudad donde

recibirá el Premio Juan Rulfo. En esta ocasión se encontrará también con colegas

peruanos, editores, libreros y lectores del país andino, invitado de honor a la

fiesta de las publicaciones.

Segovia está presente en su obra que se divulga en libros y revistas, así como

en nuestra Biblioteca Iberoamericana «Octavio Paz», la cual se suma a los home-

najes al autor español naturalizado mexicano. Publicamos en este boletín un frag-

mento de Anagnórisis (poesía) y su ensayo Periodistas y escritores que apareciera

en la Revista Universidad de México en junio de 1959.

El también autor de Trizadero hace poesía sobre el amor, la amistad, el paisa-

je, pero «no sobre el exilio». Le apasiona también la crítica y la dramaturgia. Los

integrantes del jurado del Premio Juan Rulfo destacaron «la riqueza y el rigor de

su obra ensayística que, desde hace medio siglo, enriquece e ilumina el problema

de las relaciones entre el lenguaje y la sociedad, la poesía y el tiempo».

Sobre Perú, país invitado a la FIL, nos acercamos a la vida y obra de Fernando

de Szyszlo quien cumple su promesa de regresar a Guadalajara y traer una mues-

tra de sus pinturas. Este artista plástico, que contó con la amistad de Octavio Paz

desde que lo conoció en París, tiene gran admiración por Tamayo y considera que

el estilo del mexicano le abrió puertas a sus continuas búsquedas.

De Szyszlo ha sido reconocido en países de nuestra América y Europa donde

se han exhibido muchos de sus cuadros. Considera que Picasso le inspiró en su

determinación por dedicarse a la pintura, una disciplina y vocación que no tiene

fin. Ha realizado más de dos mil quinientos cuadros. Una parte de ellos estará

expuesta en el Museo de las Artes de nuestra Casa de Estudios durante el mes de

noviembre. Entre la gran cantidad de libros de autores peruanos que tenemos en

la biblioteca nos encontramos con El maromero del escritor Jorge Eslava, ganador

del Premio Internacional IBBY de Literatura Infantil en 1999. De esta obra pre-

sentamos un fragmento a los niños en la sección túlatraes.

editorialUNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

Lic. Trinidad Padilla López

Rector General

Mtro. Tonatiuh Bravo Padilla

Vicerrector Ejecutivo

Mtro. Carlos Jorge Briseño Torres

Secretario General

Q.F.B. Ruth Padilla Muñoz

Coordinadora General Académica

Mtro. Sergio López Ruelas

Coordinador de Bibliotecas

BIBLIOTECA IBEROAMERICANA

«OCTAVIO PAZ»

Fernando del Paso

Director

Mtra. Luz Elena Martínez Rocha

Administradora General

Ángel Ortuño S.

Fernando Acosta Riveros

Editores

Tú tienes la palabra [año II, número 7,

noviembre-diciembre de 2005] es el bole-

tín informativo de la Biblioteca Iberoame-

ricana «Octavio Paz» de la Universidad de

Guadalajara. Colón esquina Pedro More-

no, Plaza Universidad, Zona Centro,

44100 Guadalajara, Jalisco, México. Dise-

ño, composición tipográfica, digitalización

y retoque de imágenes y negativos: ASV/

RAYUELA, DISEÑO EDITORIAL. Impresión:

Editorial Pandora, S.A. de C.V., Caña 3657,

Colonia La Nogalera, 46170 Guadalajara,

Jalisco, México.

www.udg.mx/iberoamericana

Page 3: tomás segovia fragmento anagnórisis

número7noviembre2005 * 3

La ciudad amanece entre los brazos de la niebla

apenas insinúa en un difuso ahogo

el día su remota fuerza

duerme aún entre roces de pálidas caricias

se agita bajo un soplo de besos fatigados

la lluvia a ratos con secreto acento

desciende en la tibieza unida

o se queda en suspenso absorta en brumas

dichosa de su errancia

y otra vez la rezuma el aire saturado

y cae de nuevo ociosa y pura

jirones del lenguaje entrecortado

de unos borrosos labios indecisos

conmovido susurro sin sentido

sentencia de suspiros soñolientos

todo está confundido difundido fundido

en el fondo lacustre de la atmósfera

seres bultos y voces duermen juntos

todos son grises en lo gris sin bordes

todos son de una misma estilizada raza

velos se rasgan sin dolor y sin ruido

y lentas y solemnes surgen formas

desde un húmedo fondo maternal condensadas

cerrado cielo hospitalario casa de grisura

gran manto respirable

intemperie hecha abrigo

atmósfera bañada escudo navegable

la lluvia de exquisita arritmia se desgrana

cruzan el aire de agua gotas de agua

todo chorrea una igual dicha insípida

hinchados de una misma húmeda hartura

todos con una misma sed dócil bebemos

se asienta el mundo con peso perezoso

de esponja bajo el agua

(¿necesita imbibirse

para encontrar la perfección de su despliegue

como la capa del torero en las tardes de viento

AnagnórisisPRELUDIO CON CANCIONES

(fragmento)

Tomás Segovia

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4 *

y dejar de ser vano como una esponja seca

roída de vacío?)

el río de las horas

se encharca y se desborda

¿estamos al principio o en el fin de los tiempos?

las aguas difuminan los trazados

velan los lechos embrollan los decursos

todo ya marcha ahora sin moverse

todo es fuente y caudal y estuario a un tiempo

es hora de salir

¡de entrar! ¡de entrar!

el río de la vida se remansa y me espera

voy a un dentro

sólo de un fuera salgo

hora de abrir la puerta y que se empape

este puño de polvo rojizo el corazón

disuélvelo fusión dilúyete memoria

entra en las aguas lávate flota

bebe memoria ablándate respira

la niebla me sepulta en su ceguera blanca

carne en su carne

aún no he nacido

tierna ignorancia

carne en la carne de lo gris continuo

que borra toda disidencia

sosiégate memoria

atrévete a mirar ya pasó todo

o nada ha sucedido o era un sueño

o duerme todo aún entre la niebla

puedes ya abrir los ojos

no te va a herir la vida nuestra

con su mirada abrupta

avanza sin temor que ya no hay nadie

estamos todos otra vez pero no hay nadie

puedes tocar tranquila el montón perezoso

estás donde querías no te arredres

lo vamos a soñar otra vez todo

* * *

“para acordarme de por qué he vivido”

entro en las aguas de un blanco Leteo

es la luciente confusión del tiempo

es la pura sustancia transcursiva

el peso de presencia evaporable de las horas

el agua temporal vuelta a su lecho

¿fue todo un sueño? los días sin su cáscara

su eternidad de instantes sin fracaso

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número7noviembre2005 * 5

siempre supimos que eran de otro sitio

la marea del tiempo se derrama

se hincha se eleva al fin se precipita

arriba al otro lado inversa catarata

en la entraña del tiempo aquí no hay nada

un manantial de tiempo sin historia

un limbo temporal una memoria

vaciada que sueña que recuerda

pero es preciso bañarse en este olvido

desnuda la memoria aún es hermosa

la emoción no caduca

eternamente es virgen su relámpago ciego

afectuosa niebla

niebla de paz que pone en tregua

al fanático azul

no es esto lo que busco pero es bueno

escondo en este seno protegido

todo lo que en la luz me abrasaría

lo vivo otra vez todo ya nonato

aún no he nacido la vida no me mata

esta última piedad

lúcida tierra

antes de caminar tus cegadoras rocas

no caigáis todavía amados velos

borradme aún perdedme de mí mismo

laguna fantasmal el sol se ahoga

en tus humos acuáticos

pastoso

se desfleca en melosas vetas pálidas

sol diluido

sangriento baño de dulzura

con que la niebla

ingrávida entraña

se enriquece

(¿en una entraña grávida bebí un riego de sangre

que esperanzado empuja otro latido?

¿me besabas entonces fértil mía

con el cálido beso de tu sangre

y tu incendio de amor dulcificabas

para latir en mí calladamente?)

hundirme hundirme deshacer mis rasgos

volver a ser el nunca visto el ciego

el anunciado virgen de memoria

(así cuando fui tú tuve que hundirme

atravesando empurpuradas brumas

en un bosque amoroso de latidos

y por lo oscuro de esa carne vine al aire

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cuando era el caldeado el protegido

el fundido al amor el entrañado)

y por esta penumbra iré a mi honor

encubridora niebla

no

no sé nada

nada he visto ni nadie me ha mirado

ni nunca nadie se negó a mirarme

ni de mí indiferente desvió unos ojos

en cuyo fondo pude hecho esplendor beberme

soy carne de otra carne nadie me ha despojado

de todos los tesoros de amor que no he tenido

desbordado y clemente me sumerge

este preñado embalse de la vida

no corre el agua no ha empezado nada

no esperó de mí nada nadie nunca

que con mi sola anunciación no se colmara

nada he robado

a nadie he defraudado

no tiene todavía nombre amar

ni ser amado

soy el amor mismo

* * *

la niebla borradora de preguntas

sus propios límites esfuma

y sin embargo

sin embargo también por estas brumas vagan

velados y dolientes los recuerdos

la memoria es un sueño del que no hay despertar

ah alborada alborada

ni aun cerrado el amor es inmortal

el horror de nacer allá me espera

supérstite en un mundo en cuyas duras playas

naufragó aquella cuna de sangre que me trajo

y por donde irá siempre junto a mí la nostalgia

de aquel febril desastre que no habré compartido

pues la niebla es también un blando cementerio

donde lenta se pudre la memoria

con sus espectros de caducos ojos

desde aquel primer día no he cesado

de ser sobreviviente de saltar de mi vida

y no hundirme con ella

para añorar después cada vez ese fondo

el silencio indudable de una sima ya única

la firmeza de un ancla de muerte contra el tiempo

la verdad de una hora sepultada

que nunca más renacería

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número7noviembre2005 * 7

Periodistas y escritores

Tomás Segovia

esa claridad es idéntica al vacío e idéntica a la realidad. Por

eso su transparencia es aterradora».

También se ha destacado como traductor de la obra de

Nerval, Víctor Hugo, Breton y Rilke. Sobre la traducción que

realizó de Hamlet, comentó: «La decisión tenía que tener

sentido común para transportar los referentes culturales a

la propia cultura, cuando en realidad un traductor debe lle-

var al lector a una diferente a la propia, para así ayudar al

entendimiento de otras formas de pensamiento y de vida.

La fidelidad en la traducción literaria es un intento por cap-

tar del original lo que se dice. No se traduce frase por frase,

sino que el sentido se encuentre en el contexto».

Vinculado a los exiliados españoles, ha mantenido tam-

bién una crítica a varios de sus representantes políticos. Re-

cuerda Tomás Segovia: «A los veinte años hice una lectura

de poemas en el Ateneo Español de México, y no sólo estaba

llena la sala sino los pasillos y la escalera. Creí que esto era

natural para un escritor que se iniciaba; que uno escribía y

era casi al mismo tiempo reconocido. No

me había dado cuenta de que el mundo

no es así. La explicación que encuentro

ahora es que ese mundo de refugiados

(que aún creían que iban a derrotar a

Franco) era un ambiente muy cerrado donde impor-

taba mucho la continuidad, es decir que hubiera una nueva

generación, que todo siguiera. Así que cada vez que un mu-

chacho empezaba a escribir le hacían un caso enorme, todos

se enteraban. Había una especie de solidaridad extrema».

Premio Juan Rulfo

El lunes primero de agosto del año en curso se informó que

el jurado del Premio Juan Rulfo decidió otorgar el galardón

a Tomás Segovia por «la riqueza y el rigor de su obra

ensayística que, desde hace medio siglo, enriquece e ilumi-

na el problema de las relaciones entre el lenguaje, la socie-

dad, la poesía y el tiempo». Integraron el jurado: Steven Boldy

(Gran Bretaña), Christopher Domínguez, Lucía Melgar (Méxi-

co), Cecilia García-Huidobro (Chile), Seymour Menton (Es-

tados Unidos), Matilde Sánchez (Argentina) y Jorge Urrutia

(España).

Al enterarse de la noticia, Tomás Segovia, comentó:

«Soy un poeta como otro cualquiera, de más corto

alcance, más modesto y realista que muchos.

Hago poesía sobre el amor, la amistad, el

paisaje, pero no sobre el exilio. Me da un

poco de miedo pensar en que ya estoy en

la edad en la que uno empieza a recibir

premios».

Tomás Segovia,poeta de Iberoamérica…

[viene de la pág. 1]

[continúa en la pág. 8]

Desde hace algún tiempo está saliendo a la superficie, con

mayor o menor claridad, un debate sordo entre periodis-

tas y escritores, que sin duda viene de lejos, pero que hasta

ahora quedaba relativamente enmascarado por una mutua cor-

tesía o una mutua indiferencia. Los periodistas invaden la no-

vela, el teatro y el cuento, y los invaden a su manera: ruidosa-

mente.

Esta situación tiene algo de anormal. Que los escritores in-

vadan el periodismo no tiene nada de extraño, ha sucedido siem-

pre y seguramente seguirá sucediendo. Pero lo contrario resulta

una especie de contrasentido o de paradoja, por una razón muy

sencilla: que los periodistas deberían ser también, ante todo,

escritores. Lo ruidoso de esta irrupción nos hace ver, por el con-

trario, que no lo son, y sobre todo que no quieren serlo.

Y en efecto, así lo manifiestan de mil maneras: dirigen a los

hombres de letras epítetos despectivos (aunque luego citen a

Unamuno o aspiren al Premio Nobel), o más sencillamente de-

claran que los escritores «literarios» (llamémoslos así) no tienen

contacto con el público y escriben tan solo para las capillas de

que forman parte. Pero aunque no declaren nada, el desprecio

absoluto que muestran en sus páginas hacia el estilo, la lengua

y el oficio de escribir en general da prueba suficiente de que no

se juzgan ni quieren juzgarse escritores literarios.

Resulta un poco sorprendente que unas personas que vi-

ven de escribir (ellos sí), no abriguen ningún deseo de conocer

a fondo el oficio que practican diariamente y de perfeccionar-

se en él. Pero el hecho es que así sucede, y nadie que se haya

asomado a la redacción de un periódico ignora que casi siem-

pre saber o no escribir es lo único que no cuenta para nada en

esos extraños y rituales recintos. Sin embargo, no siempre ha

sido así. En el siglo XIX, el periodismo mexicano tenía una gran

calidad literaria. Claro que entonces no se hablaba de «publici-

dad» de «lo» periodístico y de «llegar» al público.

Pero incluso hoy, en que se habla de estas cosas, basta

echar un vistazo a los mejores periódicos del mundo para ver

que casi todos los grandes reportajes y artículos están hechos

por personas muy bien preparadas, que saben perfectamente

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8 *

escribir y hasta co-

nocen sus clásicos

al dedillo. Acaso

algunos de los que

han convertido el

periodismo mexi-

cano en esa pre-

tendida realidad

sui generis, hecha

de improvisación

y falta de escrúpu-

los, sientan un

gran desprecio por

esos escritores que hacen un periodismo laborioso y de cali-

dad. Sin embargo, puesto que ellos no han logrado impedir

que México sea uno de los países de América donde menos

periódicos se leen por habitante, tal vez deberían meditar so-

bre la responsabilidad que les cabe en esta situación.

Porque en el fondo de esa despreocupada suficiencia que

adoptan lo mismo ante el periodismo que ante la literatura,

acaso haya más desprecio del que imaginan, no sólo hacia la

profesión de escritor, sino hacia ese público que dicen cono-

cer. Es cierto que muchas veces los escritores se alejan del pú-

blico, y que en algunos pocos casos este alejamiento es volun-

tario o por lo menos aceptado de buena gana. Pero, por una

Acercamientosa Tomás Segovia.

Premio Juan Rulfo 2005José Brú

Primicia editorial: ofrecemos a

nuestros lectores un adelanto

del libro dedicado a Tomás Se-

govia, ganador del premio Juan

Rulfo 2005.

E l Centro Universitario de

Ciencias Sociales y Hu-

manidades (CUCSH), de la

Universidad de Guadalajara

inició, desde 1998, la publi-

cación de una serie dedica-

da a los ganadores del Premio

de Literatura Latinoamericana

y del Caribe Juan Rulfo. En

aquella oportunidad, el libro

fue dedicado a la escritora ar-

gentina Olga Orozco, seguido de los libros dedicados al mexi-

cano Sergio Pitol, en 1999; al argentino Juan Gelman, en

2000; al mexicano Juan García Ponce, en 2001; al cubano

Cintio Vitier, en 2002; al brasileño Rubem Fonseca, en 2003;

y al español Juan Goytisolo, en 2004.

En esta ocasión, al igual que en los siete volúmenes an-

teriores de los ensayos que integrarán la compilación, que

aparecerá en la próxima Feria Internacional del Libro de Gua-

dalajara, permitirán al lector profundizar en la producción

literaria de Tomás Segovia, desde diferentes perspectivas, y

ofrecer un acercamiento de

su obra y de su trayectoria.

Acercamientos a Tomás

Segovia. Premio Juan Rulfo

2005 contará con los ensayos,

entre otros, de investigado-

res, profesores, alumnos y

exalumnos de la Universidad

de Guadalajara, así como de

otras universidades, como la

Universidad Panamericana

de esta ciudad, y la Universi-

dad de Otago (Nueva Zelan-

da). Colaborarán destacados

escritores del país y del ex-

tranjero, como Jorge Oren-

dáin, Mauricio Ramírez, Ro-

gelio Guedea, Miguel Manríquez, Juan Francisco Padilla y

Juan Pablo Flores. Además, se incluye una entrevista, reali-

zada por Daniel González Dueñas y Alejandro Toledo al poe-

ta mexicano–español, en 1988 —pero con actual vigencia—,

lo que permitirá al lector contar con la propia voz del poeta

premiado. Por último, el volumen ofrecerá una selección de

textos del escritor premiado, así como el Acta Resolutiva del

Jurado del Premio Juan Rulfo 2005.

Los títulos de los ensayos acerca de Tomás Segovia son

los siguientes: Tomás Segovia: Los ojos abiertos a la noche,

parte, tal actitud es cada vez menos frecuente: nadie (salvo

algunos casos de fariseismo) se jacta hoy de escribir para no

ser comprendido; y por otra parte, ni hoy ni nunca ha buscado

de veras la literatura un alejamiento, sino que en todo caso lo

ha aceptado cuando no ha tenido más remedio. Porque para el

escritor el problema del público se plantea siempre como un

problema moral. Su responsabilidad primera es para con la au-

tenticidad, ya sea que la llame verdad objetiva, o ley estética, o

sentimiento, o incluso religión, historia o filosofía. Esta res-

ponsabilidad tiene en él tanta prioridad, que pasa incluso an-

tes que la consideración de las necesidades manifiestas del pú-

blico. Pero por poco que se la analice, deja ver que la autentici-

dad se funda siempre en la coexistencia, es decir en el recono-

cimiento, dando a esta palabra su sentido más profundo, de la

existencia de los otros, reconocimiento que es la verdadera es-

tructura de todo público posible. Así, el escritor y el artista en

general, sólo se aleja de las necesidades manifiestas del públi-

co para responder a las que le parecen, aun a riesgo de equivo-

carse, necesidades profundas, y si no «pensara» en el lector, no

tendría ningún motivo para sentirse o no auténtico: en arte,

como en lo demás, si no hay prójimo «todo está permitido». Y

en primer lugar la persecución del éxito por sí mismo.

La práctica de la literatura (y también, digan lo que digan,

la del periodismo) se mueve entre los dos polos de la autentici-

dad y el éxito. Polos que alguna vez pueden coincidir, pero que

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número7noviembre2005 * 9

no por eso dejan de serlo. Vamos a suponer, aunque no es del

todo exacto, que a quien el periodismo se propone gustar es de

veras al público (por lo menos es más exacto en lo que se refie-

re a esta literatura hecha por periodistas, y también a esos pe-

riódicos secundarios que necesitan ganar primero un público

para ser luego «cotizables»). Entonces se plantea el eterno pro-

blema del éxito, que es el de «hablar en necio» para gustar.

Este problema, por supuesto, se le plantea también al es-

critor y, según todos los indicios, lo que ahora de repente se

ponen a reprocharle es haber escogido la autenticidad antes

que el éxito. No se trata, claro, del caso hipotético de un perio-

dista que hubiera escrito un buen libro, porque cuando esto

sucede el autor es por ello mismo un escritor como los demás,

y no siente ninguna necesidad de despreciar a sus colegas. Se

trata de unos periodistas que han escrito mala literatura pero

con éxito (de lo cual, por otra parte, el que más y el que menos

tienen ellos mismos conciencia), y que por eso plantean la

disyuntiva.

Es un razonamiento que conocemos de antiguo, y mucho

más en este siglo. El éxito se considera como valor supremo y

prueba última de superioridad. Pero no se necesita encerrarse

en torres de marfil ni hablar de valores eternos o de metafísi-

ca para sentir repugnancia por tal razonamiento. Basta saber

la idea del hombre que se esconde detrás de esa lógica. Es una

idea muy poco halagadora. Quienes se jactan de saber mane-

entrevista de Daniel González Dueñas y Alejandro Toledo;

Tomas Segovia: teurgia, revelación y memoria, de Miguel

Manríquez; La espiritualidad inteligente en Segovia, de Jorge

Orendáin; La agnición de T. S., de Mauricio Ramírez; Tomás

Segovia: el amoroso incorruptible, de Rogelio Guedea; Fractu-

ra de la poesía para la unificación de sus partes, de Juan Pablo

Flores Barajas; y Tomás Segovia: del exilio a la vocación uni-

versalista, de Juan Francisco Padilla.

Nacido en 1927 en Valencia, Tomás Segovia llegó a Méxi-

co en la adolescencia, como parte de la comunidad española

que emigró durante la dictadura franquista y que nutrió a la

cultura mexicana. A los 16 años comenzó a escribir poesía y

a los 18 publicó, por primera vez, en revistas. Desde los pri-

meros poemas, Segovia se presentó con una voz poética que

dialogaba, entre la poesía pura y el tono elegíaco. Su primer

volumen de poesía, La luz provisional, se publicó en 1950 y,

desde entonces, se presentó como un poeta en diálogo con

la tradición europea, línea que mantuvo a lo largo de su obra

poética, centrada fundamentalmente en el tema amoroso.

El joven poeta se convirtió en una presencia constante

en la literatura mexicana, a través de revistas como Diálo-

gos, Plural, Revista Mexicana de Literatura y Vuelta, de las que

fue activo protagonista, y a través de las cuales mantuvo un

vínculo constante con el panorama de las letras mexicanas.

Entre su obra narrativa se cuenta Primavera muda (1954),

Trizadero (1974), y Personajes mirando una nube (1981); en la

poética, La luz provisional (1950), Luz de aquí. Poesías 1951–

1955 (1958), Anagnórisis (1967), Historias y poemas (1968), y

Cantata a solas (1983); y, en ensayo, Poética y profética (1985),

Páginas de ida y vuelta (1994), Alegatorio (1996), Otro invierno

(1999), Resistencia (2000), y Misma juventud, (2000), por men-

cionar algunas.

Su obra poética está recogida, en su mayoría, en Poesía

1943–1997 (1998), y su obra narrativa, en Personario (2000).

Casi todos sus artículos y ensayos publicados en diversas

revistas y periódicos, hasta 1988, se recogen en tres volúme-

nes de la Universidad Autónoma Metropolitana, (1988–1991):

Ensayo I: Actitudes. Contracorrientes; Ensayo II: Trulla de asun-

tos; y Ensayo III: Sextante.

Tomás Segovia también ha sido traductor fundamental

del pensamiento francés de la segunda mitad del siglo XX, y

de poetas como Gérard de Nerval, Víctor Hugo, André Breton,

y Rainer María Rilke. Muchas de sus traducciones poéticas

se han publicado sólo en revistas o están inéditas; entre ellas,

las relacionadas con la música. Esta faceta suya de traduc-

tor, tanto del francés como del inglés, ha llegado a ser muy

productiva. Como él mismo afirma, «He tratado de ganarme

la vida sin utilizar la literatura» Por su carrera como escritor

de poesía y ensayo, y de traductor, ha sido nombrado profe-

sor universitario, aun sin estar titulado: «Hice mi carrera li-

teraria contra viento y marea».

Ha colaborado en diversos niveles con editoriales y re-

vistas, sobre todo con el Fondo de Cultura Económica. En

[continúa en la pág. 10]

[continúa en la pág. 10]

jar los resortes del público confiesan por ello mismo que lo

consideran como un conjunto de resortes. La libertad del hom-

bre es, a su juicio, una ilusión para ojos ingenuos: basta saber

tirar de los hilos para moverlo como un títere o como una

máquina. No se es responsable ante un títere o ante un mon-

tón de resortes.

Todo el mundo, hasta un periodista, está al tanto de que el

escritor más ejemplar acepta y hasta busca una u otra clase de

éxito. Sólo que no lo busca incondicionalmente y ni siquiera,

si de veras es ejemplar, lo acepta incondicionalmente. Pero hay

más: un periodista ejemplar tampoco acepta el éxito incondi-

cionalmente. Tampoco en un reportaje la calidad y el éxito son

necesariamente idénticos, y esos escritores que sin echar la

moral por la borda llegan al periodismo lo hacen porque ven

en él otra forma de responder al mismo compromiso que han

contraído con el prójimo reconocido. Ese al que también res-

ponde el periodista ejemplar, a quien no se le ocurriría despre-

ciar a nadie porque no idolatre el éxito.

Nuestros semicolegas plantean, pues, muy claramente la

cuestión. Cuando una persona, en una actividad cualquiera, se

niega a ser juzgado con criterio de calidad, alegando que no le

hace falta para obtener mejor éxito, esta persona está manifes-

tando una moral bien definida, aplicable lo mismo a la literatu-

ra que al periodismo o al tráfico de estupefacientes. Está mani-

Page 10: tomás segovia fragmento anagnórisis

10 *

1948, participó en la forma-

ción de una revistas de jóve-

nes exiliados. De 1957 a 1960,

fue editor en la Universidad

Nacional de México; en 1958,

fue codirector de la Revista

Mexicana de Literatura y, des-

de 1959 a 1966, fue director

de Nueva Época; en 1966, fue

director adjunto de Mundo

Nuevo (París); en 1972, fue el primer jefe de redacción de

Plural, dirigido por Octavio Paz. También fue redactor de Vuel-

ta, dirigida asimismo por Octavio Paz.

Desde 1970, se integró al Colegio de México, hasta su

jubilación, en 1984. Allí desarrolló una intensa actividad

cultural: cursos de literatura, lingüística, teoría literaria, y

traducción, así como organizador y primer director de un

proyecto de investigación y enseñanza de la traducción. Fue

miembro del consejo consultivo del Diccionario de Español

de México.

Ha recibido diversos premios y distinciones, como el

Premio Villaurrutia de Poesía, en 1972, por Terceto; el Pre-

mio Magda Donato, en 1974, por Trizadero; el Premio Nacio-

nal de Traducción Alfonso X, en 1982, 1983 y 1984; y el Pre-

mio Octavio Paz de Poesía y Ensayo, en 2000. Es Miembro

de la Orden de la Cultura del

gobierno francés, desde 1982;

y, actualmente, es «Creador

Emérito» del Fondo Nacional

para la Cultura y las Artes de

México. Desde 1985, fijó su

residencia entre Madrid y el

sur de Francia, dedicado a la

traducción, así como a im-

partir cursos, seminarios, y

conferencias.

Termino con las palabras del Jurado del Premio Juan

Rulfo 2005:

Si la voz poética de Tomás Segovia se cuenta entre las más origina-

les y perseverantes de la lengua, el jurado también ha decidido

llamar la atención sobre la riqueza y el rigor de su obra ensayística

que, desde hace medio siglo, enriquece e ilumina el problema de

las relaciones entre el lenguaje y la sociedad, la poesía y el tiempo.

En este sentido, un libro como Poética y profética (1985) forma par-

te ya de la gran tradición ensayística en castellano.[...] Por todo

ello, Tomás Segovia es un poeta indispensable y una voz del huma-

nismo central hispanoamericano.

festando que busca el éxito incondicionalmente, y que ese pú-

blico que aduce en testimonio es sólo el medio de alcanzarlo y

no tiene más valor que ser prueba de este éxito.

Sabemos, por desgracia, y la civilización moderna nos ha

dado bastantes pruebas de ello, hasta qué punto es posible me-

canizar y manejar al hombre, hasta qué punto es posible desna-

turalizar su voluntad hasta traficar con ella como si fuera una

cosa: un resorte. Ante esta realidad, se puede pensar que la li-

bertad humana persiste, adormecida, en las peores circunstan-

cias y que sólo necesita verse a sí misma para renacer; o que

muere efectivamente y es preciso volverla a inventar y a crear

arriesgadamente, cada día. En ambos casos se quiere, ante todo,

no renunciar a ella. Pero se puede también querer lo contrario,

Acercamientos a Tomás Segovia.Premio Juan Rulfo 2005

[viene de la pág. 9]

ahogarla si está dormida, no volverla a inventar si está muerta,

y poner en su lugar unos slogans, unas drogas o un mecanismo

literario que no habla a la libertad del lector, sino que mueve

precisamente las piezas de que está hecha su esclavitud.

Ante esta disyuntiva hay que escoger. Hay que saber, cuan-

do se escribe un libro, cuando se hace un periódico, si el éxito

deseado se busca sin condiciones, si «todo está permitido», o si

por el contrario no aceptamos ser escogidos por unos lectores

en quienes previamente hemos asfixiado, o corrompido, la fa-

cultad de escoger.

Revista Universidad de México, volumen XIII, número 10, pági-

na 28, junio de 1959, Ciudad de México.

Una colección de libros con obra de Tomás Segovia se encuentra ubicada en la sala general de la Biblioteca Ibero-

americana «Octavio Paz». Te invitamos a conocerla.

Ficha de clasificación

Anagnórisis [M861.44 SEG]

Casa del nómada [M861.44 SEG]

Cuaderno inoportuno [M864.44 SEG]

Ensayos I (Actitudes/contracorrientes) [M864.44 SEG]

Noticia natural [M861.44 SEG]

Ficha de clasificación

Personario [M864.44 SEG]

Poesía (1943-1997) [861.64 SEG]

Poética y profética [M864.44 SEG]

Trizadero [M863.01 SEG]

Page 11: tomás segovia fragmento anagnórisis

número7noviembre2005 * 11

« La obra de un pintor es la suma de todas las derrotas. Es

una carrera que no tiene fin», expresó Fernando de

Szyszlo durante una entrevista realizada en Lima, su ciudad

natal, al cumplir 80 años. Con motivo

de la XIX edición de la Feria Interna-

cional del Libro de Guadalajara, el ar-

tista ha confirmado su visita a Jalisco

en este 2005, año en que Perú es el país

invitado de honor al encuentro del li-

bro, los autores y las palabras, por lo

que parte de su obra será expuesta en

el Museo de las Artes de nuestra Casa

de Estudios.

En Perú, De Szyszlo es considera-

do el mejor representante del arte abstracto y ha recibido

reconocimientos como promotor de la cultura en general.

Se formó en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad

Católica de Lima. A los 24 años viajó a Europa donde estu-

dió las obras de los grandes maestros, en particular de Rem-

brandt, Tiziano y Tintoretto. Absorbió las variadas influen-

cias del cubismo, surrealismo, informa-

lismo y abstraccionismo. En París co-

noció al mexicano Octavio Paz quien le

presentó a André Breton. Frecuentó al

grupo de intelectuales que se daba cita

en el café Flore organizando tertulias

para decidir cómo participar en el mo-

vimiento moderno internacional al

tiempo que preservaban su identidad la-

tinoamericana.

Con México y su cultura tiene una

relación profunda. «Seguramente tiene que ver con la histo-

ria de nuestros dos países, con esa herencia no occidental

Fernando de Szyszlo pinta y sueña

[continúa en la pág. 13]

«…Uno es el mejor juezde lo que produce;

entonces unodebe darse cuenta

hasta qué punto es de malolo que uno hace…»

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Page 12: tomás segovia fragmento anagnórisis

12 *

«…Mi vocación es la de pintor, es decir, busco el color, la luz y la sombra en una superficie dedos dimensiones. En el grabado y la escultura no invento nada, sólo aprovecho los frutos de mibúsqueda en pintura, del alfabeto de formas que he desarrollado con el tiempo. En la décadade 1960 empecé a vislumbrarlo y se ha ido enriqueciendo…»

* * *

«…Si yo no hubiera sido pintor no sé cómo hubiera podido tolerar algunas cosas que me hanpasado, no tendría explicación, no podría haberlas aceptado, ni haber sobrevivido…»

Page 13: tomás segovia fragmento anagnórisis

número7noviembre2005 * 13

que tenemos y de la que los conscien-

tes nos sentimos tan orgullosos», co-

mentó De Szyszlo al escritor jaliscien-

se Mariño González a propósito de la

presencia peruana en México.

El arte de Fernando de Szyszlo re-

fleja una amplia cultura que bebe de

diversas fuentes, desde la filosofía y la

ciencia hasta la literatura. Montó su pri-

mera exposición en Lima en 1927. Ha

participado en bienales internaciona-

les en Sao Paulo y Venecia.

En 1947 realizó su primera exposi-

ción de influencia cubista. Fue monta-

da en la galería del Instituto Cultural

Peruano-Norteamericano en Lima. Se

desempeñó como profesor de pintura

entre 1957 y 1976. Fue asesor de la División

de Artes Visuales de la Unión Panamericana

de Washington. La década de los cincuenta del

siglo pasado fue para el artista un tiempo de

grandes emociones, creaciones y viajes dentro

de Perú, el continente americano y países euro-

peos. Las series Apu Inca, Atawallpaman (1963) y

Paisaje (1969) fueron bien recibidas por la crítica

de arte.

Hasta el año 2003 tenía pintados dos mil

«…Soy un liberal.Pertenezco a eso que

el escritor estadounidense Henry David Thoreau

llamaba la mayoría de uno.Es decir, soy completamente

independiente. Quiero sermoderno en el sentido de queno acepto las supersticiones

o las manifestacionesde una manera de pensar

obsoleta…»

quinientos cuadros y decidió continuar

porque todavía no logra la calidad que

desea y sueña. Reconoce la influencia

de Picasso y Tamayo en su obra: Pica-

sso le abrió las puertas del arte moder-

no y Tamayo le enseñó un lenguaje

muy libre para expresar el orgullo por

los valores de nuestra América.

Sobre sus inicios en la pintura re-

cuerda con aprecio al maestro Adolfo

Winternitz quien le impartía clases en

Lima. En aquella época se dio cuenta

que además de los caminos profesiona-

les en el arte, están los caminos espiri-

tuales en los que el artista «se realiza

no solamente a través de sus cuadros,

sino a través de la búsqueda de su pro-

pia identidad».

Escritores, artistas e historiadores de toda

América se han acercado a la obra de Fernando

de Szyszlo y a su personalidad. Su paisano Mario

Vargas Llosa ha dicho: «Como en los cuentos de

Borges, los poemas de César Vallejo o de Octavio

Paz, los cuadros de Tamayo o de Matta, nos ocurre

también con la pintura de Szyszlo: eso es América

Latina en su más alta expresión; en ella está lo me-

jor que somos y tenemos».

Un pintor peruano: Fernando de Szyszlo

Después de muchos años he vuelto a ver al pintor Fer-

nando de Szyzslo. Hace unos días expuso en una gale-

ría de la ciudad algunos de sus últimos cuadros. De Szyszlo

es el mejor pintor peruano o, al menos, el más conocido

en el extranjero. Fue uno de los iniciadores de la pintura

abstracta en Hispanoamérica. Aunque la crítica cerró los

ojos —¿los tuvo alguna vez abiertos?— ante su exposición,

me dio alegría ver que la noche de la inauguración esta-

ban presentes algunos de nuestros pintores (Soriano, Co-

ronel, Felguérez, Lilia Carrillo). La exposición era para ellos

y unos cuantos más. De Szyszlo no ha cambiado mucho.

Guardo de nuestros años en París —allá logró conquistar

la difícil estimación de Hartung— una serie de grabados:

Homenaje a César Vallejo. Al compararlos con los óleos re-

cientes, encuentro que es más dueño de sí, más libre y

osado, pero que sigue siendo el mismo: difícil, austero, vio-

lencia y lirismo a un tiempo. Una pintura que no se entre-

ga, replegada sobre su propia intimidad, que desdeña la

complicidad sensual y exige al espectador una contempla-

ción más ascética. En México su polo opuesto sería Soria-

no, todo impulso y efusión, gran surtidor de colores y for-

mas delirantes. No quiero decir que la pintura de De Szyszlo

sea una pura construcción intelectual, sino que es una

lucha entre rigor y espontaneidad. No es sólo un pintor

inteligente: es una sensibilidad reflexiva, lúcida. Sus for-

mas, tensas y veloces, a veces son agresivas, crueles; otras,

sus colores reconcentrados tienen destellos de salvaje en-

tusiasmo. Vuelo fijo, explosión y reserva. Muchos pinto-

res —estimulados por el ejemplo de Picasso— cambian con

frecuencia de manera; De Szyszlo no cambia: madura.

Avanza hacia dentro de sí mismo [Octavio Paz, 1959].

Los privilegios de la vista I, Octavio Paz, Obras completas [M864.44

PAZ V. 6]

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Page 14: tomás segovia fragmento anagnórisis

14 *

Soy Joaquín, pero mi papá me dice

«muñeco» porque a los dos nos en-

canta jugar. A veces peleamos —de

mentira— y nos revolcamos en la cama

y nos caemos al suelo. A él no le im-

porta ni michi arras-

trarse, si está conmigo.

Mis juguetes están

siempre desordenados

(qué quieres, si sólo tengo

ocho años). Pero mira la co-

lección de juguetes de mi papá.

Todos son de madera y bien anti-

guos. Tiene caballos, trompos, pája-

ros, muñecos, carros y un maromero.

Todos los ha comprado en sus via-

jes a la sierra, porque esos juguetes no

hay en la ciudad. Mi papá sabe todo.

Me ha contado de qué árbol sacaban la

madera, cómo los hacían y cómo los

coloreaban con tintes de las flores.

Mi papá sí me deja jugar con ellos,

pero tengo que ponerlos después en su

sitio. A mí me gustan más los muñe-

cos, porque parecen monstruos y son

bien duros para pelear con mis héroes

de plástico.

Pero para mi papá el maromero es

su preferido, porque dice que es el más

grande y ágil de todos los maromeros.

El maromero(fragmento)

Desde Perú, Jorge Eslava

—¡Párate de cabeza!

—¡Da vueltas como un remolino!

—¡Tuerce tus brazos bien atrás!

Así le manda mi papá y el maro-

mero hace todo perfecto.

A mí antes me gustaba esa actua-

ción y festejaba ¡Yeee!, ¡Yuppii! y aplau-

día. Pero un día me quedé callado pen-

sando.

—Pa’ —le dije—, tú pareces un do-

mador de circo.

—¿Un domador? —me preguntó.

—Sí, porque le mandas gritando.

—¿Al maromero? dudó mi papá—.

¿Acaso él siente?

—Sí siente pa’, porque yo —casi le

digo «lo he visto triste», pero hubiera

sido una mentira—… porque yo sé que

a nadie le gusta que le griten.

—Pero él es de madera—, contestó

mi papá.

—Para mí es igualito –dije yo un

poco molesto y le pregunté—. Si es de

madera, ¿entonces por qué quieres que

te obedezca?

—Bueno —aceptó mi papá—, se lo

voy a pedir «por favor».

Así fue como mi papá empezó a

tratar distinto a su maromero. Todas las

piruetas se las pedía de lo más educa-

do. Le decía por ejemplo: «tenga usted

la bondad de hacer siete volantines se-

guidos»…

Si deseas continuar la lectura de este libro es-

crito por Jorge Eslava, autor de Perú, el país

invitado a la Feria Internacional del Libro de

Guadalajara de este año, puedes hacerlo en el

área infantil de la Biblioteca Iberoamericana

«Octavio Paz» donde podrás pedirlo con la cla-

sificación: [323.352 DER V. 9]

En 1961 el niño Jorge Eslava jugaba y estudiaba en su casa de Lima, la

capital peruana. Tenía entonces ocho años. Después fue al bachillerato y

continuó sus estudios superiores en la Universidad de San Marcos, una de las

casas de estudios más antiguas de América. Se recibió de sociólogo y licencia-

do en letras. Ahora que es adulto continúa jugando con las palabras, mientras

escribe cuentos y novelas para niños y jóvenes. Algunos de sus libros son:

Florentino, super cochino; Las torres del castillo; Cuentos horribles y Leyendas

primitivas, entre otros.

Ilus

trac

ión

de A

ldo

Shir

oma

Page 15: tomás segovia fragmento anagnórisis

número7noviembre2005 * 15

Miguel Donoso Pareja

La garganta del diablo

Paradiso editores

Quito, Ecuador, 2004

Miguel Donoso Pareja es sin lugar a

duda, una de las voces fundamentales

de la narrativa hispanoamericana con-

temporánea. El texto es intenso, una

invitación a ser cómplice de una fusión

gozosa de todas las instancias narrati-

vas. El lector cree penetrar en el ámbi-

to reflexivo del ensayo para de pronto

encontrarse en medio del vértigo de un

relato, que se transformará en la crónica de una vida, en el

testimonio de un viajero, en el de un lector infatigable o el

de un insaciable gourmet, para de repente descubrirse des-

lumbrado entre los versos de un poema inesperado.

José Antonio Lorenzo Acosta

Palomas rumbo al sol

Editora Política

La Habana, Cuba, 1998

Novela histórica en la que se recrean

pasajes de las guerras cubanas por la

independencia, la república mediatiza-

da, el machadato y la etapa del triunfo

revolucionario. Julio, hilo conductor de

la obra, es un personaje que deviene

símbolo del revolucionario, lleno de an-

helos, coraje, tenacidad, amor; del sol-

dado de la guerra de 1868, de 1895, del

Ejército Rebelde en la Sierra Maestra en

1957 y del internacionalista que va a países africanos y asiáti-

cos a entregar su solidaridad con los pueblos.

Enrique Gay-Calbó

Los símbolos de la nación cubana

Ediciones Boloña

La Habana, Cuba, 1999

Historia de las banderas, los escudos y

los himnos de la República de Cuba a

partir de una investigación que se rea-

liza desde 1958 cuya primera edición

la realizó la Sociedad Colombista Pa-

namericana. Después del triunfo revo-

lucionario en 1959, han sido numero-

sos los estudios realizados sobre la de-

finición de la bandera cubana, los sím-

bolos de las provincias, los escudos y también la letra y

música de los himnos patrios. Enrique Gay-Calbó nació en

la provincia de Holguín en 1889 y murió en 1977. Fundó la

revista Renacimiento y fue director del diario El Comercio en

la ciudad de Cienfuegos. Sobre la actual bandera cubana re-

lata: «La inventó el general Narciso López en 1849 cuando

vivía en la casa marcada con el número 39 de la calle de

Howard, cerca de Broadway en la residencia de Clara Levis.

La primera bandera la cosió Emilia Tolón, mujer entusiasta

y hermosa».

Elena Gallegos

La Jornada 1984-2004 (portadas)

DEMOS

Ciudad de México, 2004

Al cumplir 20 años el diario La

Jornada, editado en la capital mexi-

cana y con amplia circulación en 35

ciudades de la república, además de

tener presencia en muchos países del

continente americano y España, presentó

una colección de portadas informativas don-

de destacan sucesos trascendentes relacionados

con la política, la economía, el arte y la cultura, la

ciencia, el deporte, acontecidos en México y fuera de sus

fronteras. Del año 1989 se destaca aquella portada donde

textualmente se informó: Estalló el Challenger; sus siete tri-

pulantes, muertos, correspondiente a la edición número 490

que circuló el miércoles 29 de enero de 1986. Un recorrido

por noticias que ahora pertenecen a la historia.

Lourdes Galaz Ramírez, coordinadora

La Jornada / el rostro de un país

DEMOS

Ciudad de México, 2004

Publicada en ocasión del 20 aniversa-

rio del periódico se despliega la convo-

catoria del 29 de febrero de 1984 para

un diario nuevo, plural y democrático;

se cuenta quiénes, cómo y con qué co-

menzó la aventura de editar La Jorna-

da. Contiene ensayos sobre la realidad

nacional de las últimas dos décadas,

escritos para la edición conmemorativa. Marcos: la crisis, puer-

ta al fascismo, escrito por Carmen Lira donde hace un re-

cuento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y la ad-

vertencia que hizo el subcomandante en una entrevista dada

en 1995, después de que la Procuraduría General de la Re-

pública revelara su supuesta identidad y lo declarara el hom-

bre más perseguido de la nación.

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