76
MANUAL DE REFERENCIA PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO ORIENTADO A LA RESPUESTA DE DESASTRES Y EMERGENCIAS DIRECCIÓN REGIONAL DE GESTIÓN DEL RIESGO COMITÉ REGIONAL ARAUCANÍA

Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Ayuda básica para la inducción a la gestión del riesgo - borrador

Citation preview

Page 1: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 1

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA

GESTIÓN DEL RIESGO ORIENTADO A LA

RESPUESTA DE DESASTRES Y EMERGENCIAS

DIRECCIÓN REGIONAL DE GESTIÓN DEL RIESGO COMITÉ REGIONAL ARAUCANÍA

Page 2: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias
Page 3: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 1

DIRECCIÓN REGIONAL DE GESTIÓN DEL RIESGO COMITÉ REGIONAL ARAUCANÍA

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA

GESTIÓN DEL RIESGO ORIENTADO A LA

RESPUESTA DE DESASTRES Y EMERGENCIAS

Page 4: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias
Page 5: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Comité Regional Araucanía Cruz Roja Chilena

Avda. Prieto Norte 340, Temuco Región de La Araucanía

Teléfono – Fax: 452-216715

Page 6: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias
Page 7: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 1

CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN

1. EL MOVIMIENTO INTERNACIONAL ............... 3

2. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL MOVIMIENTO INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA Y DE LA MEDIA LUNA ROJA ............... 4

3. POLÍTICA NACIONAL DE GESTIÓN DEL RIESGO............................................................. 5

4. CÓDIGO DE CONDUCTA INSTITUCIONAL .... 6

CAPÍTULO II. ASPECTOS CONCEPTUALES DE LA GESTIÓN DEL RIESGO

1. Evento adverso .............................................. 14

2. Amenaza ......................................................... 14

3. Vulnerabilidad ................................................ 15

4. Riesgo............................................................. 15

5. Desastre ......................................................... 15

6. Emergencia .................................................... 16

7. Recurso .......................................................... 16

8. Capacidad ...................................................... 16

9. Alarma ............................................................ 16

10. Alerta .............................................................. 16

11. Resiliencia ...................................................... 16

12. Sistema de alerta temprana .......................... 16

13. Gestión del Riesgo ........................................ 16

14. Reducción del riesgo .................................... 17

15. Sala de Crisis ................................................. 17

16. Centro de Operaciones en Emergencia ....... 17

CAPÍTULO III. SEGURIDAD DEL VOLUNTARIADO EN

EMERGENCIA

1. ACCESO MÁS SEGURO ................................ 18

2. NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA ...................... 32

CAPÍTULO IV. ASPECTOS CLAVES PARA LA

INTERVENCIÓN EN DESASTRES

1. ACTIVACIÓN INTERNA DE EMERGENCIA (CRUZ ROJA CHILENA) ................................ 43

2. GRADOS DE ALERTA ................................... 44

3. ACTIVACIÓN ESCALONADA DE LOS RECURSOS (CRUZ ROJA CHILENA) ........... 46

4. TELECOMUNICACIONES .............................. 47

5. SALA DE CRISIS O CENTRO DE OPERACIONES EN EMERGENCIA (COE) ... 48

6. ACTIVACIÓN DEL EQUIPO NACIONAL DE INTERVENCIÓN EN DESASTRES (ENI). ...... 51

7. MANEJO DE DESASTRES ............................ 54

8. EL PROYECTO ESFERA ............................... 55

9. LA CARTA HUMANITARIA. ........................... 58

SISMOS ................................................................... 63

TSUNAMI ................................................................ 64

ERUPCIONES VOLCÁNICAS ................................ 65

DESLIZAMIENTOS ................................................. 66

SEQUÍA ................................................................... 66

INUNDACIONES ..................................................... 67

LISTADO DE ACRÓNIMOS ........................................68

DOCUMENTOS DE REFERENCIA ..............................69

BIBLIOGRAFÍA ..……………………………………….70

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO ORIENTADO EN LA RESPUESTA DE DESASTRES Y EMERGENCIAS

TABLA DE CONTENIDO

Dirección Regional de Gestión del Riesgo

Page 8: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 2

CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN

“Es mejor estar preparados para algo que no va a suceder, a que suceda algo para lo que no estamos preparados”

Las emergencias y desastres se presentan en cualquier momento y lugar, las poblaciones

se ven afectadas de acuerdo a la magnitud del evento adverso y el nivel de vulnerabilidad de sus comunidades.

La Gestión del Riesgo/Manejo de Desastres es un conjunto de decisiones políticas, administrativas, técnicas y operativas desarrolladas por la Cruz Roja con las

comunidades para fortalecer sus capacidades a fin de reducir el impacto de amenazas naturales, de desastres ambientales y tecnológicos consecuentes, así como proveer

asistencia e intervención durante o inmediatamente después de eventos adversos, buscando preservar la vida y garantizar las necesidades básicas para la subsistencia de las personas afectadas.

La Sociedad Nacional de Cruz Roja Chilena, en su rol de auxiliar de los poderes públicos, debe tener la capacidad de participar activamente en los procesos de identificación y

análisis de riesgos, reducción de los riesgos identificados, preparación para desastres, alerta, respuesta oportuna y recuperación de las comunidades frente a los desastres,

dentro del marco de la Asistencia Humanitaria, Gestión del Riesgo y Desarrollo Comunitario, con un enfoque Perspectiva de Género, Principios y Valores Humanitarios e Institucionales.

Dirección Regional de Gestión del Riesgo

Comité Regional de La Araucanía Cruz Roja Chilena

Es mejor prevenir

Page 9: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 3

1. EL MOVIMIENTO INTERNACIONAL

A continuación se describen algunas funciones básicas de los tres componentes del

Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Comprender los roles de

cada componente también contribuye con un accionar seguro en nuestro quehacer

cotidiano, orientando la intervención hacia aquellas actividades definidas en nuestro

Plan Estratégico.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)

Vela por el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario (DIH) procurando garantizar protección y asistencia a las víctimas de los conflictos

armados internos o internacionales y de sus consecuencias directas. Actúa como

intermediario neutral ante las partes y presta asistencia en forma imparcial a los prisioneros, los heridos, los enfermos y los civiles afectados por los conflictos.

Desde sus Delegaciones Regionales apoya a las Sociedades Nacionales brindando lineamientos de trabajo, recursos y capacitación para su fortalecimiento.

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

Apoya el fortalecimiento de las Sociedades Nacionales en el desarrollo de su organización y favorece la comunicación entre Sociedades Nacionales de distintos países.

Organiza, coordina y dirige las acciones internacionales de socorro, de prevención de catástrofes y de protección de la salud y, en caso de ser necesario frente a una catástrofe

que supere los recursos de una Sociedad Nacional, coordina las operaciones en terreno. En tiempo de guerra, presta asistencia a los refugiados fuera de las zonas de conflicto

armado.

Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

Actúan como auxiliares de los poderes públicos de su país en el campo humanitario y ofrecen una serie de servicios entre los que se incluye el socorro en casos de desastre, los programas sanitarios y sociales, entre otros. En casos de conflicto armado, prestan

asistencia sanitaria a los afectados, sin tomar partido por ninguna de las partes involucradas.

Como Sociedad Nacional, Cruz Roja Chilena pretende ser una organización moderna y productiva, con una imagen de calidad, autosustentable económicamente y con un

voluntariado capacitado. Siempre consciente de sus metas y capaz de adaptarse a una realidad siempre cambiante.

Cada uno de los componentes del Movimiento vela por el cumplimiento de la misión de Prevenir y aliviar, en todas las circunstancias, los sufrimientos humanos y para ello se

rigen por los Principios Fundamentales de Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Voluntariado, Unidad y Universalidad.

Page 10: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 4

2. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL MOVIMIENTO INTERNACIONAL

DE LA CRUZ ROJA Y DE LA MEDIA LUNA ROJA

Humanidad

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional en prevenir

y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión

mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos. Imparcialidad

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja no hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción con los sufrimientos remediando

sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes. Neutralidad

Con el fin de conservar la confianza de todos, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo

tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.

Independencia

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es independiente. Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las

leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios del Movimiento.

Voluntariado

Es un movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado. Unidad

En cada país solo puede existir una Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, que debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio.

Universalidad

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente, es universal.

Page 11: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 5

3. POLÍTICA NACIONAL DE GESTIÓN DEL RIESGO

ÁMBITO DE APLICACIÓN

La presente política sienta las bases para las actividades en gestión del riesgo de desastres de Cruz Roja Chilena y se aplica a todas las acciones antes, durante y después de los eventos adversos que comprometen a las comunidades, en los niveles nacional,

regional y local.

DECLARACIÓN Las Filiales, Comités Regionales y Sede Central de Cruz Roja Chilena deberán:

1. Determinar con la comunidad la probabilidad de ocurrencia de algún evento adverso, así como la magnitud de sus posibles consecuencias, mediante el levantamiento y uso sistemático de la información y el análisis conjunto de sus

peligros, vulnerabilidades y capacidades.

2. Desarrollar actividades encaminadas a reducir los riesgos de las comunidades, articulando medidas y acciones con entidades públicas, organismos privados y organizaciones comunitarias, nacionales e internacionales, enfocadas a evitar

(prevención) y limitar (mitigación) el impacto adverso de sus amenazas dentro del amplio contexto del desarrollo sostenible.

3. Preveer con la comunidad cómo enfrentar de mejor manera el impacto de los eventos, el cambio climático y sus efectos, motivando la organización comunitaria,

las actividades y medidas anticipadas para asegurar una respuesta eficaz ante el impacto de sus amenazas (incluyendo la implementación oportuna y efectiva de sistemas de alerta temprana y la evacuación temporal de la población en el área

amenazada) y aumentando la capacidad de adaptación, reacción y recuperación (resiliencia) en las comunidades que potencialmente pueden padecer un desastre.

4. Atender oportunamente a los afectados en las situaciones de emergencia que se presentan, brindando asistencia humanitaria de manera eficaz y eficiente,

respetando la cultura y la dignidad de las personas, sentando las bases para las actividades de recuperación temprana y movilizando los recursos necesarios para cubrir las necesidades básicas de los afectados.

5. Contribuir con la restitución de las condiciones normales de vida de los

afectados; en el corto plazo, mediante acciones transitorias de restitución de servicios básicos indispensables e inicio de la reparación del daño físico, social y económico (rehabilitación); y en el medio y largo plazo, mediante acciones de restitución de una

mejor calidad de vida (reconstrucción) adoptando medidas preventivas y correctivas para evitar, por una parte, que se genere el riesgo nuevamente a futuro y, por la otra,

para disminuir y controlar el riesgo que aún se mantiene después del desastre.

Page 12: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 6

4. CÓDIGO DE CONDUCTA INSTITUCIONAL

Normas de conducta para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las organizaciones no gubernamentales en programas motivados por

catástrofes.

1. Lo primero es el deber humanitario.

El derecho a recibir y a brindar asistencia humanitaria constituye un principio humanitario fundamental que asiste a todo ciudadano en todo país. En calidad de

miembros de la comunidad internacional reconocemos nuestra obligación de prestar asistencia humanitaria donde sea necesaria. De ahí, la trascendental importancia del

libre acceso a las poblaciones afectadas en el cumplimiento de esa responsabilidad. La principal motivación de nuestra intervención a raíz de catástrofes es aliviar el

sufrimiento humano entre quienes están menos preparados para soportar las consecuencias de una catástrofe. La ayuda humanitaria que prestamos no responde a

intereses partidistas ni políticos y no debe interpretarse en ese sentido.

2. La ayuda prestada no está condicionada por la raza, el credo o la nacionalidad de los beneficiarios ni ninguna otra distinción de índole adversa. El orden de

prioridad de la asistencia se establece únicamente en función de las necesidades. Siempre que sea posible, la prestación de socorro deberá fundamentarse en una

estimación minuciosa de las necesidades de las víctimas de las catástrofes y de la capacidad de hacer frente a esas necesidades con los medios disponibles localmente.

En la totalidad de nuestros programas reflejaremos las consideraciones pertinentes respecto a la proporcionalidad. El sufrimiento humano debe aliviarse en donde quiera

que exista; la vida tiene tanto valor en una parte del país, como en cualquier otra. Por consiguiente, la asistencia que prestemos guardará consonancia con el sufrimiento que se propone mitigar.

Al aplicar este enfoque, reconocemos la función capital que desempeñan las mujeres en

las comunidades expuestas a catástrofes y velaremos porque en nuestros programas de ayuda se apoye esa función, sin restarle importancia.

La puesta en práctica de esta política universal, imparcial e independiente sólo será efectiva si nosotros y nuestros asociados podemos disponer de los recursos necesarios

para proporcionar esa ayuda equitativa y tener igual acceso a todas las víctimas de catástrofes.

Page 13: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 7

3. La ayuda no se utilizará para favorecer una determinada opinión política o religiosa.

La ayuda humanitaria se brindará de acuerdo con las necesidades de los individuos, las familias y las comunidades. Independientemente del derecho de filiación política o

religiosa que asiste a toda organización no gubernamental de carácter humanitario, afirmamos que la ayuda que prestemos no obliga en modo alguno a los beneficiarios a

suscribir esos puntos de vista. No supeditaremos la promesa, la prestación o la distribución de ayuda al hecho de

abrazar o aceptar una determinada doctrina política o religiosa. 4. Nos empeñaremos en no actuar como instrumentos de política exterior

gubernamental.

Las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario son organizaciones que actúan con independencia de los gobiernos. Así, formulamos nuestras propias políticas y estrategias para la ejecución de actividades y no tratamos de poner en práctica la

política de ningún gobierno, que sólo aceptamos en la medida en que coincida con nuestra propia política independiente.

Ni nosotros ni nuestros empleados aceptaremos nunca, a sabiendas -o por negligencia• -ser utilizados para recoger información de carácter político, militar o económico que

interese particularmente a los gobiernos o a otros órganos y que pueda servir para fines distintos de los estrictamente humanitarios, ni actuaremos como instrumentos de la política exterior de gobiernos donantes.

Utilizaremos la asistencia que recibamos para atender las necesidades existentes, sin

que la motivación para suministrarla sea la voluntad de deshacerse de productos excedentarios ni la intención de servir los intereses políticos de un determinado donante.

Apreciamos y alentamos la donación voluntaria de fondos y servicios por parte de personas interesadas en apoyar nuestro trabajo y reconocemos la independencia de

acción promovida mediante la motivación voluntaria de esa índole. Con el fin de proteger nuestra independencia, trataremos de no depender de una sola fuente de financiamiento.

5. Respetaremos la cultura y las costumbres locales. Nos empeñaremos en respetar la cultura, las estructuras y las costumbres de las

comunidades y los países en donde ejecutemos actividades.

Page 14: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 8

6. Trataremos de fomentar la capacidad para hacer frente a catástrofes utilizando las aptitudes y los medios disponibles a nivel local.

Incluso en una situación de desastre, todas las personas y las comunidades poseen aptitudes no obstante su vulnerabilidad. Siempre que sea posible, trataremos de

fortalecer esos medios y aptitudes empleando a personal local, comprando materiales sobre el terreno y negociando con empresas nacionales. Siempre que sea posible, la

asociación con organizaciones no gubernamentales locales de carácter humanitario en la planificación y la ejecución de actividades y, siempre que proceda, cooperaremos con las estructuras gubernamentales.

Concederemos alta prioridad a la adecuada coordinación de nuestras intervenciones motivadas por emergencias. Desempeñarán esta función de manera idónea en los

distintos países afectados quienes más directamente participen en las operaciones de socorro, incluidos los representantes de organismos competentes del sistema de las

Naciones Unidas. 7. Se buscará la forma de hacer participar a los beneficiarios de programas en la

administración de la ayuda de socorro.

Nunca debe imponerse a los beneficiarios la asistencia motivada por un desastre. El socorro será más eficaz y la rehabilitación duradera podrá lograrse en mejores condiciones cuando los destinatarios participen plenamente en la elaboración, la gestión

y la ejecución del programa de asistencia. Nos esforzaremos para obtener la plena participación de la comunidad en nuestros programas de socorro y de rehabilitación.

8. La ayuda de socorro tendrá por finalidad satisfacer las necesidades básicas y, además, tratar de reducir en el futuro la vulnerabilidad ante los desastres.

Todas las operaciones de socorro influyen en el desarrollo a largo plazo, ya sea en sentido positivo o negativo. Teniendo esto presente, trataremos de llevar a cabo programas de

socorro que reduzcan de modo concreto la vulnerabilidad de los beneficiarios ante futuros desastres y contribuyan a crear modos de vida sostenibles. Prestaremos

particular atención a los problemas ambientales en la elaboración y la gestión de programas de socorro. Nos empeñaremos, asimismo, en reducir a un mínimo las repercusiones perjudiciales de la asistencia humanitaria, evitando suscitar la

dependencia a largo plazo de los beneficiarios en la ayuda externa. 9. Somos responsables ante aquellos a quienes tratamos de ayudar y ante las

personas o las instituciones de las que aceptamos recursos.

A menudo funcionamos como vínculo institucional entre quienes desean prestar asistencia y quienes la necesitan durante los desastres. Por consiguiente, somos responsables ante los unos y los otros.

En nuestras relaciones con los donantes y con los beneficiarios hemos de observar siempre una actitud orientada hacia la apertura y la transparencia.

Page 15: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 9

Reconocemos la necesidad de informar acerca de nuestras actividades, tanto desde el punto de vista financiero como en lo que se refiere a la eficacia.

Reconocemos la obligación de velar por la adecuada supervisión de la distribución de la asistencia y la realización de evaluaciones regulares sobre las consecuencias asociadas

al socorro.

Nos esforzaremos también por informar de manera veraz acerca de las repercusiones de nuestra labor y de los factores que las limitan o acentúan.

Nuestros programas reposarán sobre la base de elevadas normas de conducta profesional y pericia, de manera que sea mínimo el desperdicio de valiosos recursos.

10. En nuestras actividades de información, publicidad y propaganda, reconoceremos a las víctimas de desastres como seres humanos dignos y no como

objetos que inspiran compasión. Nunca debe perderse el respeto por las víctimas de los desastres, que deben ser

consideradas como asociados en pie de igualdad. Al informar al público, deberemos presentar una imagen objetiva de la situación de desastre y poner de relieve las aptitudes

y aspiraciones de las víctimas y no sencillamente su vulnerabilidad y sus temores. Si bien cooperaremos con los medios de información para suscitar un mayor respaldo

público, en modo alguno permitiremos que las exigencias internas o externas de publicidad se antepongan al principio de lograr una máxima afluencia de la asistencia humanitaria.

Evitaremos competir con otras organizaciones de socorro para captar la atención de los

medios informativos en situaciones en las que ello pueda ir en detrimento del servicio prestado a los beneficiarios o perjudique su seguridad y la de nuestro personal.

EL ENTORNO DE TRABAJO

Habiendo convenido unilateralmente respetar el código de conducta antes expuesto, presentamos a continuación algunas líneas directrices indicativas que describen el entorno de trabajo que apreciaríamos propiciasen los gobiernos donantes y beneficiarios,

las organizaciones intergubernamentales -principalmente los organismos del sistema de las Naciones Unidas -a fin de facilitar la eficaz participación de las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario en los esfuerzos de socorro motivados por

catástrofes.

Estas pautas se formulan a título de orientación. No revisten carácter jurídico obligatorio, ni esperamos que los estados y las organizaciones intergubernamentales expresen su aceptación de las mismas mediante la firma de un documento aunque cabría concebir

ésta como una meta futura. Presentamos estas directrices animados por un espíritu de apertura y cooperación de manera que nuestros asociados sepan cual es el tipo de relación idónea que deseamos establecer con ellos.

Page 16: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 10

Anexo I: Recomendaciones a los gobiernos de países en los que ocurran desastres.

1. Los gobiernos deberán reconocer y respetar el carácter independiente, humanitario e imparcial de las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario.

Las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario son organismos

independientes. Los gobiernos de países beneficiarios deberán respetar su independencia y su imparcialidad.

2. Los gobiernos de países beneficiarios deberán facilitar el acceso rápido de las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario a las víctimas de los desastres.

Para que las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario puedan actuar

plenamente de acuerdo con sus principios humanitarios, deberá facilitárseles el acceso rápido e imparcial a las víctimas con el fin de que puedan prestar asistencia humanitaria. En el marco del ejercicio de su responsabilidad soberana, el gobierno receptor no deberá

bloquear esa asistencia y habrá de aceptar el carácter imparcial y apolítico de la labor de las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario.

Los gobiernos de los países beneficiarios deberán facilitar la rápida entrada del personal de socorro, en particular mediante la derogación de requisitos para la concesión de

visados de tránsito, ingreso y salida, o la simplificación del procedimiento para su expedita obtención.

Los Gobiernos deberán conceder permiso para que las aeronaves que transporten suministros y personal de socorro internacional puedan sobrevolar su territorio y

aterrizar en él durante la fase de urgencia de la operación de socorro. 3. Los gobiernos deberán facilitar el movimiento oportuno de los artículos de

socorro y la circulación de las informaciones durante los desastres.

Los suministros y el equipo de socorro llegan al país únicamente con el fin de aliviar el sufrimiento humano y no para obtener beneficios o ganancias comerciales. En condiciones normales, esos suministros deberán circular libremente y sin restricciones

y no estarán sujetos a la presentación de facturas o certificados de origen refrendados por consulados, ni de licencias de importación y exportación, o cualquier otra restricción, ni a derechos de importación ni de aterrizaje ni a derechos portuarios.

El gobierno del país afectado deberá facilitar la importación transitoria del equipo de

socorro necesario, incluidos vehículos, aviones ligeros y equipo de telecomunicaciones, mediante la supresión transitoria de restricciones en materia de autorizaciones o certificaciones. Asimismo, una vez finalizada una operación de socorro, los gobiernos no

deberán imponer restricciones para la salida del equipo importado.

Page 17: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 11

Con el fin de facilitar las comunicaciones en una situación de emergencia, convendrá que el gobierno del país afectado designe ciertas radiofrecuencias que las organizaciones

de socorro puedan utilizar para las comunicaciones nacionales e internacionales que atañan al desastre, y den a conocer previamente esas frecuencias a la comunidad que trabaja en esa esfera de actividad. Deberá autorizarse al personal de socorro a utilizar

todos los medios de comunicación que convenga a las operaciones de asistencia.

4. Los gobiernos tratarán de proporcionar un servicio coordinado de información y planificación.

La planificación general y la coordinación de los esfuerzos de socorro incumben, en definitiva, al gobierno del país afectado. La planificación y la coordinación pueden mejorarse de manera significativa si se facilita a las organizaciones no gubernamentales

de carácter humanitario la información oportuna sobre las necesidades de socorro, así como sobre los sistemas establecidos por el gobierno para la planificación y el desarrollo

de las operaciones de socorro y sobre los posibles riesgos en materia de seguridad. Se insta a los gobiernos a que proporcionen esa información a las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario.

Con el fin de facilitar la coordinación y la utilización eficaces de los esfuerzos en materia

de socorro, se insta igualmente a los gobiernos a que, antes de que ocurra un desastre, designen un cauce especial de contacto a través del cual las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario que acudan para prestar ayuda puedan

comunicarse con las autoridades nacionales. 5. Socorro motivado por catástrofes, en caso de conflicto armado.

En caso de conflicto armado, las operaciones de socorro se regirán con arreglo a las disposiciones del derecho internacional humanitario.

Anexo II: Recomendaciones a los Gobiernos donantes.

1. Los gobiernos donantes deberán reconocer y respetar la labor independiente humanitaria e imparcial de las organizaciones no gubernamentales de carácter

humanitario. Las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario son organismos

independientes cuya independencia e imparcialidad deben respetar los gobiernos donantes. Estos no deberán servirse de las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario para promover objetivos políticos ni ideológicos.

Page 18: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 12

2. Los gobiernos donantes deberán proporcionar fondos con la garantía de que respetarán la independencia de las operaciones.

Las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario aceptan fondos y asistencia material de los gobiernos donantes conforme a los mismos principios por los

que se rigen para entregarlos a las víctimas de los desastres, es decir, basándose para su acción únicamente en los criterios de humanidad e independencia. En lo que se refiere

a su ejecución, las actividades de socorro incumben, en última instancia, a la organización no gubernamental de carácter humanitario, y se llevarán a cabo de acuerdo con la política de esa organización.

3. Los gobiernos donantes deberán emplear sus buenos oficios para ayudar a las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario a lograr el acceso a

las víctimas de catástrofes.

Los gobiernos donantes deberán reconocer cuán importante es aceptar cierto nivel de responsabilidad en cuanto a la seguridad y la libertad de acceso del personal de la organización no gubernamental de carácter humanitario a las zonas siniestradas.

Deberán estar dispuestos a interceder por vía diplomática si es necesario, ante los gobiernos beneficiarios con respecto a esas cuestiones.

Anexo III: Recomendaciones a las organizaciones internacionales.

1. Las organizaciones intergubernamentales admitirán a las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario nacionales y extranjeras como asociadas valiosas.

Las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario están dispuestas a

trabajar con las Naciones Unidas y con otras organizaciones intergubernamentales para aportar mejor asistencia a raíz de catástrofes. Obedecen a un espíritu de asociación que respeta la integridad y la independencia de todos los asociados. Las organizaciones

intergubernamentales deben respetar la independencia y la imparcialidad de las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario. Los organismos del

sistema de las Naciones Unidas deberán consultar a las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario en la preparación de planes de socorro.

2. Las organizaciones intergubernamentales ayudarán a los gobiernos de países afectados a establecer un sistema general de coordinación para el socorro nacional e internacional en los casos de desastre.

Según su mandato, no suele incumbir a las organizaciones no gubernamentales de

carácter humanitario encargarse de la coordinación general que requiere la intervención internacional motivada por una catástrofe. Esa responsabilidad corresponde al gobierno del país afectado ya las autoridades competentes de las Naciones Unidas. Se exhorta a

éstas a que proporcionen ese servicio en el momento oportuno y de manera eficaz a fin de ayudar a l Estado afectado ya la comunidad nacional e internacional a hacer frente al desastre. De cualquier manera, las organizaciones no gubernamentales de carácter

Page 19: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 13

humanitario desplegarán todos los esfuerzos necesarios para velar por la eficaz coordinación de sus propios servicios.

En caso de conflicto, las actividades de socorro se regirán de conformidad con las disposiciones que convenga del derecho internacional humanitario.

3. Las organizaciones intergubernamentales aplicarán a las organizaciones no

gubernamentales de carácter humanitario las mismas medidas de protección de su seguridad que a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas.

Siempre que se prevean servicios de seguridad para las organizaciones intergubernamentales, se extenderá su alcance, si es necesario, a las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario que actúen como asociadas suyas para las

operaciones, siempre que se lo solicite.

4. Las organizaciones intergubernamentales facilitarán a las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario el mismo acceso a la información pertinente que a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas.

Se insta a las organizaciones intergubernamentales a que compartan toda la información

oportuna para la respuesta efectiva al desastre, con las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario que actúen como asociadas suyas en las operaciones de socorro.

Page 20: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 14

CAPÍTULO II. ASPECTOS CONCEPTUALES DE LA GESTIÓN DEL

RIESGO AMENAZAS Y DESASTRES: ALGUNAS DEFINICIONES BÁSICAS

Suceden desastres de todo tipo cuando las amenazas afectan seriamente a las comunidades y a los hogares y destruyen, temporalmente o por muchos años, la

seguridad de los modos de vida de sus miembros. Un desastre es el resultado de una combinación de condiciones de riesgo, vulnerabilidad social, y las limitadas capacidades de los hogares o comunidades para reducir los potenciales impactos negativos de la

amenaza. El reconocimiento de la vulnerabilidad como un elemento clave en el contexto del riesgo también se ha visto acompañado por el creciente interés por entender y

fortalecer las capacidades positivas de las personas para afrontar el impacto de los riesgos. La existencia o la ausencia de sistemas institucionales y socioeconómicos adecuados para mitigar o responder rápidamente frente a los peligros determinan la

susceptibilidad o resiliencia de una sociedad o una comunidad frente a los impactos de las amenazas. En otras palabras, las capacidades de afrontamiento aseguradas por estos sistemas se traducen directamente en resiliencia fortalecida.

1. Evento adverso: se puede definir como el fenómeno que produce cambios

desfavorables en las personas, la economía, los sistemas sociales o el medio

ambiente; puede ser de origen natural, generado por la actividad humana o de origen mixto y puede causar una emergencia o un desastre.

En una emergencia, las acciones de respuesta se pueden manejar con los recursos disponibles localmente. En cambio un desastre supera la capacidad de respuesta

de la comunidad afectada.

Para que se presente un daño de cualquier magnitud, se necesita que interactúen

la amenaza y la vulnerabilidad en un contexto dado, lo cual configura el riesgo de que se produzca efectivamente el daño en un determinado nivel de afectación.

2. Amenaza: se define como el factor externo de riesgo, representado por la posibilidad de que ocurra un fenómeno o un evento adverso que podría generar

daño en las personas o su entorno, derivado de la naturaleza, de la actividad humana o de una combinación de ambos, y que puede manifestarse en un momento y un lugar específicos con una magnitud determinada.

Las amenazas se clasifican, según su origen, en tres categorías:

a) Amenazas de origen natural: la mayoría de las amenazas se encuentra en esta categoría y son las que generalmente ocasionan daños de gran magnitud

e intensidad. Entre otros, tenemos los terremotos, los maremotos, las erupciones volcánicas, los huracanes, los tornados y los deslizamientos espontáneos, que no requieren de la actividad humana para que se presenten.

Page 21: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 15

b) Amenazas derivadas de la actividad humana: son las relacionadas con actividades de desarrollo, urbanización, manejo del medio ambiente y de

recursos. En esta categoría se incluyen los accidentes de tránsito, aéreos y acuáticos, el colapso de obras civiles, el derrame de sustancias químicas, las guerras, la contaminación ambiental, los incendios, las explosiones, etc.

c) Amenazas derivadas de la interacción de la actividad humana y la

naturaleza: son provocadas por el abuso y el descuido de la acción humana en su relación con el medio ambiente, por ejemplo, deslizamientos, sequías e inundaciones.

3. Vulnerabilidad: se define como la susceptibilidad o la predisposición intrínseca de

un elemento o de un sistema de ser afectado gravemente. Es el factor interno del

riesgo, debido a que esta situación depende de la actividad humana.

La vulnerabilidad no es general, sino que debe entenderse en función de cada tipo de amenaza. Por ejemplo, una vivienda o cualquier otro tipo de construcción pueden ser vulnerables a los terremotos si no cuenta con un diseño adecuado o

puede ser vulnerable a los deslizamientos si su ubicación es inadecuada, etc.

La interacción de la amenaza y la vulnerabilidad en determinado momento y circunstancia genera un riesgo, es decir, la probabilidad de la generación de daños por la presentación del fenómeno esperado, en un lugar específico y con una

magnitud determinada. 4. Riesgo: el riesgo es una probabilidad calculada de generación de daños, cuyos

factores intervienen en diverso grado y que se puede estimar si se conocen las características de la amenaza (la magnitud de presentación) y las características

de la vulnerabilidad (de infraestructura, social, económica, de liderazgo, etc.), por lo que se podría manejar de acuerdo con los intereses de la comunidad.

Existe el riesgo aceptable, el cual implica que la comunidad conoce el daño que puede generar la presentación de tal o cual fenómeno esperado y se prepara para

la respuesta cuando se presente. Esta aceptación del riesgo se relaciona con el análisis costo-beneficio o costo-oportunidad que se haya realizado.

Sin embargo, existe el riesgo de desastre, el cual implica que los daños que se presenten pueden exceder las posibilidades de la comunidad para atenderlos y asumirlos, ya que demandarían una respuesta superior a los recursos y alterarían

su desarrollo de manera significativa.

5. Desastre: es una seria interrupción en el funcionamiento de una comunidad o sociedad que ocasiona una gran cantidad de muertes al igual que pérdidas e impactos materiales, económicos y ambientales que exceden la capacidad de la

comunidad o la sociedad afectada para hacer frente a la situación mediante el uso de sus propios recursos.

Page 22: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 16

6. Emergencia: es cualquier suceso capaz de afectar el funcionamiento cotidiano de una comunidad, pudiendo generar víctimas o daños materiales, afectando la

estructura social y económica de la comunidad involucrada y que puede ser atendido eficazmente con los recursos propios de los organismos de atención primaria o de emergencias de la localidad.

7. Recurso: son todos los objetos y/o los elementos que tiene una persona,

organización, comunidad, estado o país para afrontar cualquier situación de emergencia o desastre.

8. Capacidad: es la combinación de todas las fortalezas, los atributos y los recursos disponibles dentro de una comunidad, sociedad u organización que pueden utilizarse para la consecución de los objetivos acordados.

9. Alarma: es el aviso o señal que se hace cuando es inminente o está ocurriendo un

evento se debe seguir las instrucciones, que formen parte del plan de emergencia.

10. Alerta: estado declarado con el fin de realizar acciones específicas debido a la

probable o real ocurrencia de un evento que puede ocasionar daños y pérdidas tanto humanas como materiales.

11. Resiliencia: la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a una

amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de manera

oportuna y eficaz, lo que incluye la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas.

12. Sistema de alerta temprana: el conjunto de capacidades necesarias para generar y difundir información de alerta que sea oportuna y significativa, con el fin de

permitir que las personas, las comunidades y las organizaciones amenazadas por una amenaza se preparen y actúen de forma apropiada y con suficiente tiempo de anticipación para reducir la posibilidad de que se produzcan pérdidas o daños.

13. Gestión del Riesgo: los desastres no son más que la materialización de unas

condiciones de riesgo existentes, las cuales dependen no sólo de la posibilidad de que se presenten eventos o fenómenos intensos, sino también de que existan condiciones de vulnerabilidad que son los agentes que favorecen o facilitan la

manifestación del desastre ante la presencia de los fenómenos. La vulnerabilidad en sus diferentes modalidades implica falta de desarrollo y

debilidades ambientales, hacia los cuales se deben dirigir los esfuerzos de la planificación del desarrollo con el fin de reducir o evitar las consecuencias sociales,

económicas y ambientales. La degradación del medio ambiente, el empobrecimiento y la presentación de desastres están ligadas íntimamente.

Paulatinamente se ha llegado a la conclusión de que el riesgo en sí es el problema fundamental y que el desastre es un problema derivado. El riesgo y los factores de riesgo se han convertido en los conceptos y las nociones fundamentales en el

estudio y la práctica en torno a la problemática de los desastres.

Page 23: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 17

Se entiende por gestión del riesgo el proceso eficiente de planificación, organización, dirección y control dirigido a fortalecer las capacidades de respuesta

y de resiliencia de las comunidades al fin de reducir el impacto de amenazas y de eventos adversos consecuentes. Comprende actividades de análisis y reducción de riesgos, el manejo de eventos adversos y la recuperación ante los ya ocurridos.

14. Reducción del riesgo: las actividades que se realizan en esta área están dirigidas

a eliminar el riesgo o a disminuirlo, en un esfuerzo claro y explícito por evitar la presentación de desastres. La reducción de los riesgos no se puede dejar exclusivamente en manos de unos pocos especialistas, sino que hay que abordar

el tema de una manera proactiva e integral.

Dentro de esta fase, se pueden distinguir dos componentes:

a) Prevención: comprende las acciones dirigidas a eliminar el riesgo, ya sea evitando la presentación del evento o impidiendo los daños, por ejemplo, al

evitar o limitar la exposición del sujeto a la amenaza. Es difícil implementar medidas que neutralicen completamente un riesgo, sobre todo si es una amenaza de origen natural, como huracanes, terremotos, erupciones

volcánicas y tsunamis. La prevención adquiere su mayor importancia y máxima aplicación en los procesos de desarrollo futuro, cuando se plantea, por ejemplo, un área de expansión de una ciudad o un cambio en el uso de la tierra,

circunstancias en las cuales se puede incluir el concepto de prevención como una variable más en los criterios para la toma de decisiones.

b) Mitigación: es el conjunto de acciones dirigidas a reducir los efectos generados

por la presentación de un evento. Busca implementar acciones que disminuyan

la magnitud del evento y, por ende, disminuir al máximo los daños. Algunas de sus actividades son la instrumentación y la investigación de fenómenos potencialmente peligrosos, la identificación de zonas de riesgo, la identificación

de los elementos en peligro, la elaboración de normas sobre el manejo de los recursos naturales, la confección de códigos de construcción y la

implementación de medidas para reforzar las estructuras y mejorar la protección de los bienes.

15. Sala de Crisis: lugar físico en donde se constituyen las áreas operativas de la filial para conformar un Centro de Operaciones en Emergencia (COE) y se realiza un

continuo monitoreo de la contingencia en emergencia y desastre.

16. Centro de Operaciones en Emergencia (COE): componente del sistema nacional para emergencias y desastres responsable de promover, planear, organizar y coordinar la operación conjunta en la respuesta ante desastres de CRCh,

estableciendo los contactos con las distintas instituciones de protección civil y las organizaciones no gubernamentales (ONG) como la red humanitaria de ayuda

Chilena.

Page 24: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 18

CAPÍTULO III. SEGURIDAD DEL VOLUNTARIADO EN EMERGENCIA

1. ACCESO MÁS SEGURO El deterioro social, económico y político que ha afectado a nuestro país en los últimos

años ha aumentado la vulnerabilidad de las personas y su capacidad de hacer frente a acontecimientos adversos, propiciando en muchos casos escenarios de tensión,

disturbios y violencia que afectan de forma cotidiana el contexto en que desarrollamos nuestras actividades desde Cruz Roja Chilena. Por eso, aplicar la metodología de Acceso Más Seguro es hoy indispensable para:

Trabajar junto a las comunidades a través de actividades relacionadas con

nuestros ejes de salud comunitaria, reducción de riesgos y gestión de desastres, VIH/SIDA, etc.

Promover espacios de participación comunitaria.

Promover conductas no discriminatorias y no estigmatizantes ya sea por cuestiones de género, raza, grupo social, salud, etc.

Generar y fortalecer contacto y alianzas entre Cruz Roja Chilena y otras OGs y

ONGs para trabajar en red en cumplimiento de nuestra misión.

Desarrollar actividades de sensibilización y capacitación sobre los ejes de trabajo de Cruz Roja Chilena en todos los ámbitos.

Participar en la definición de políticas públicas relacionadas con el trabajo de Cruz

Roja Chilena.

Comunicar por cualquier medio las acciones desarrolladas de forma cotidiana o excepcional por nuestros grupos de trabajo.

Incorporar y generar sentido de pertenencia en voluntarios y personal rentado

durante el tiempo que permanezcan en la institución.

Este listado incluye solamente algunos ejemplos que cada estructura operativa podrá,

de acuerdo a su realidad local, completar con las acciones que realiza de forma cotidiana

y en base a las necesidades de la comunidad con la que se relaciona.

La terminología utilizada por el Derecho Internacional Humanitario1 (DIH) nos ayuda a

describir correctamente los contextos en los que podemos trabajar y a comprender el

modelo de Acceso más seguro. Posiblemente te resulte familiar el término “conflicto

armado”, ya sea internacional (cuando se oponen fuerzas armadas de al menos dos

estados) o no internacional (cuando el enfrentamiento es en un mismo país contra el

ejército o entre grupos armados). En estos casos se aplica plenamente el DIH y

posiblemente frente a estas circunstancias nuestra Sociedad Nacional desarrolle

actividades de asistencia a los afectados con intervención del CICR.

1 Para mayor detalle sobre el Derecho Internacional Humanitario ir a www.icrc/es/guerra-y-derecho

Page 25: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 19

Por otra parte, podemos distinguir ciertas “situaciones de violencia” en las que no se

aplica formalmente el DIH pero encienden una señal de alerta por tratarse de

acontecimientos que, además de causar daños físicos, psíquicos y materiales crean un

ámbito de confusión y rompen y debilitan las normas y estructuras sociales. Muchas

situaciones de violencia son, lamentablemente, frecuentes en nuestro contexto actual.

Según sus características podemos clasificarlas en:

Disturbios interiores: uno o varios enfrentamientos dentro de un estado que presenten cierta gravedad o duración e impliquen actos de violencia. Pueden ser desde actos espontáneos de rebelión hasta la lucha de grupos más o menos

organizados entre sí o contra las autoridades que están en el poder, sin que la oposición se declare abiertamente.

Tensiones internas: en un nivel inferior con respecto a los Disturbios interiores, no implican enfrentamientos violentos. Son toda situación de intranquilidad latente en un estado de origen político, religioso, racial, social, económico, etc.

Pueden darse también como secuela de un conflicto armado o de disturbios interiores que hayan afectado al territorio de un estado, con gran número de personas arrestadas, detenidos políticos, posibles malos tratos, suspensión de las

garantías judiciales fundamentales, desapariciones de personas, etc.

Otras situaciones de violencia: se incluyen aquí acontecimientos como

desórdenes, motines, tumultos, actos de vandalismo o altos índices de

criminalidad. Estas situaciones afectan a la sociedad aumentando la

vulnerabilidad de sus miembros y limitando su capacidad para recuperarse.

El modelo de Acceso más seguro que nos propone el CICR consta de tres elementos: el

análisis correcto del contexto, un conocimiento de las bases legales y los 7 pilares de

seguridad. A continuación repasaremos cada uno de ellos.

A. Análisis de contexto

No siempre estamos acostumbrados a observar con detalle las situaciones que vivimos

día a día. Un “análisis del contexto” no es nada más (ni nada menos) que una observación

minuciosa de las variables que inciden en la situación en que se desarrollan o

desarrollarán nuestras actividades. En un entorno cambiante como en el que vivimos,

todo aquello que no hayamos contemplado antes de comenzar nuestras tareas nos puede

sorprender desprevenidos durante el desarrollo de las mismas. Posiblemente estés

familiarizado con la palabra “diagnóstico”, referida por ejemplo a la revisación de una

persona accidentada, o al análisis previo al desarrollo de un trabajo comunitario. De eso

se trata este paso del modelo de Acceso más seguro.

A continuación, una lista de los aspectos imprescindibles a tomar en cuenta para que

ese “mirar antes de actuar” nos permita decidir si es seguro o no que intervengamos en

un determinado contexto con cualquiera de las actividades que desarrollamos desde

Cruz Roja Chilena. Los mismos también deberán ser tenidos en cuenta durante la

actividad a fines de reevaluarlos y ajustar nuestro accionar.

Page 26: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 20

El escenario: aunque parezca sencillo, describir minuciosamente el lugar en

donde se realiza o realizaría la acción. Se puede incluir desde direcciones postales

y vías de acceso hasta situación geográfica y climática, si éstas últimas son

importantes en relación a la actividad.

Los actores: analizar qué agrupaciones más o menos formales o individuos están

presentes en la situación, si no accesibles, cómo se identifican, si se reconoce un

líder que los represente, cómo se relacionan entre ellas, etc. Esto puede involucrar

muchos participantes o “partes”, entre las que Cruz Roja será una más, así como

otras organizaciones que estén trabajando en el mismo contexto.

El “guión”: esta es quizás la parte más difícil. Se trata de desentrañar “qué pasa”

con respecto a la situación que se analiza, ya sea una emergencia o desastre, el

brote de una enfermedad, la necesidad de concientización o capacitación sobre

una temática, o cualquier otra. Ya identificado el problema deberemos analizar la

relación de cada actor con el mismo (si lo reconoce, lo padece, lo generó, etc.).

La información recabada en relación con estos tres aspectos a partir de la

observación y nuestro conocimiento previo deberá complementarse con otras

fuentes. Para ello es óptimo realizar un seguimiento de los documentos

disponibles y de los medios de comunicación, que son los que (cada uno desde

su punto de vista) nos aportarán visiones parciales de esa realidad, nos

permitirán saber qué información circula en la comunidad y también identificar

aspectos no detectables a simple vista. Posiblemente hasta la situación más local

existen fuentes que pueden ampliar nuestro análisis del contexto. Esto puede ser

desde el último censo realizado hasta un acta municipal. Internet también es

actualmente un importante recurso para acceder a información. En los casos de

mayor trascendencia seguramente podremos realizar un seguimiento de medios

tanto gráficos (diarios, revistas, boletines, etc.) como radiales y televisivos. Para

esta tarea, que debería ser previa a la decisión de intervenir en el escenario que

se analiza y reiterarse durante la actividad, se sugiere dividir el seguimiento en

un equipo de trabajo que acuerde un tiempo de análisis y puesta en común.

Una vez reunida toda la información debemos realizar un documento que la

resuma. Suele ser de utilidad que este documento sea:

Corto y de fácil lectura, comprensible para todos los voluntarios

involucrados en el trabajo. Si hay noticias periodísticas u otros documentos

valiosos para su lectura es preferible adjuntarlos en un anexo. La

información más importante debe ser de fácil y rápido acceso.

Formal, para su estandarización y comparación en otros casos y su

presentación ante las autoridades de Cruz Roja Correspondientes a nivel

local o nacional si correspondiera.

Page 27: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 21

Objetivo, incluyendo los resultados de la observación y eventualmente un

análisis de los mismos pero sin emitir juicios de valor.

Práctico, en tanto debe concluir con una recomendación acerca de la

posibilidad de realizar o no la actividad que Cruz Roja se había propuesto en

base al escenario relevado, o bien la sugerencia de ampliar la información

antes de definir la acción.

Pertinente, analizando los aspectos del contexto que influencien sobre la

actividad a desarrollar, la cual deberá estar justificada dentro de los marcos

estratégicos de trabajo de la Cruz Roja Chilena.

Confidencial, puesto que incluye información sobre actores que pueden

tener intereses en conflicto y una recomendación de acción que incluso

puede ser negativa si se entiende que la seguridad para los voluntarios no

está garantizada.

Siguiendo estas pautas, junto con otras que resulten efectivas en cada caso, lograrás que

el análisis de contexto sea una verdadera herramienta para una toma de decisiones

adecuada.

B. Base jurídica

Todos los voluntarios y personal de Cruz Roja Chilena, sin diferencia de antigüedad,

experiencia, ni función, deben desempeñarse en el marco de las leyes que rigen en

nuestro país. Esta misma especificación es válida para Cruz Roja Chilena como

institución, de lo cual se desprende que el primer marco normativo ineludible a tener en

cuenta en toda acción que llevamos a cabo es la Constitución Nacional, seguida por las

leyes y reglamentaciones nacionales, provinciales y locales.

C. Los 7 pilares de seguridad

Este es el componente del modelo de Acceso más seguro cuya explicación puede resultar

más extensa, pero esto no debe restarle importancia al Análisis del contexto y a las Bases

jurídicas. Cada uno de los 7 pilares te permitirá revisar desde diferentes perspectivas los

aspectos más importantes involucrados en toda actividad para desarrollarla sin riesgos.

1) Aceptación institucional: para una intervención segura es necesario que todas las partes interesadas conozcan y acepten nuestra participación. Para ello es imprescindible un trabajo de contacto permanente con los actores y tareas de

difusión institucional, así como mantenernos neutrales e imparciales en nuestro accionar.

2) Aceptación individual: quienes desarrollamos actividades en el marco del

Movimiento debemos percibirnos realmente como medios de la organización, para ellos es fundamental comprender y aceptar las normativas y los principios, al tiempo que debemos sentirnos cómodos y seguros con las tareas que realizamos.

No dudes en transmitirle a tu referente si no te sientes así con las funciones que se te asignan, esto constituye una parte importante de tu seguridad.

Page 28: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 22

3) Identificación: el uso y la protección inadecuados de los emblemas de Cruz Roja y de Media Luna Roja en tiempo de paz pueden menoscabar seriamente la imagen

y la aceptación de la Sociedad Nacional y de los demás componentes del Movimiento durante una situación de violencia. Por eso es que en todo momento debe preocuparnos su correcta utilización. En situaciones de violencia

especialmente es indispensable una adecuada e inequívoca identificación y visibilidad de los miembros de Cruz Roja Chilena.

4) Comunicaciones externas: debemos evitar cualquier uso abusivo de la

información de la que disponemos en el marco de nuestro trabajo. Toda la información que transmitamos debe tener coherencia con los objetivos de la institución y con nuestra labor y siempre mantener la confidencialidad con

aquellos datos que obtengamos en condición de reservados.

5) Comunicaciones internas: la recopilación de información, el análisis y los sistemas de gestión adecuados son fundamentales para que la acción de respuesta

humanitaria sea eficaz, para determinar las acciones que son necesarias y para facilitar un acceso más seguro en todas nuestras actividades. Garantizar en todo momento mecanismos de comunicación interna eficientes facilitará el flujo de la

comunicación durante nuestras actividades.

6) Normas de seguridad: son aquellas medidas de seguridad desarrolladas para proteger a los voluntarios y personal de la institución y sus bienes. Entre ellas se

encuentran los códigos de conducta, protocolos de actuación, pautas de trabajo, etc.

7) Medidas de protección: son otro medio de seguridad para proteger a las personas, los bienes o los lugares contra amenazas o peligros pero físicamente. Entre ellas

se encuentran los guantes de látex, el cinturón de seguridad en los vehículos, los lentes especiales de protección, los cascos adecuados al tipo de situación en la que trabajamos, etc.

PRINCIPIOS DE ACTUACIÓN PARA UN ACCESO MÁS SEGURO

Todas las actividades que desarrollamos en el marco de nuestro trabajo en Cruz Roja

Chilena implican, en mayor o menor medida, riesgos de diversa índole:

Porque nuestra vida o integridad puede correr peligro.

Porque la credibilidad de nuestra institución puede verse afectada y esto perjudicar

nuestro trabajo a corto o largo plazo.

Porque las personas involucradas en el contexto en que estamos trabajando no

conocen nuestra misión y funciones.

Porque, al igual que todos los seres humanos, a los voluntarios nos afecta lo que

sucede en nuestro entorno.

Es por esto que el modelo de Acceso más seguro propone principios básicos de actuación,

aplicables a todas las actividades que hoy se desarrollan desde Cruz Roja Chilena. A

continuación encontrarás las normas básicas para desarrollar tu actividad de forma

segura, minimizando la posibilidad de imprevistos.

Page 29: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 23

Si bien es el coordinador de una actividad quien tiene la mayor responsabilidad por la

seguridad de todos quienes participamos en ella, todos los voluntarios debemos estar

atentos antes, durante y después del desarrollo de la misma para:

Evaluar la situación y determinar los riesgos posibles, los caminos de acceso y salida, los puntos seguros de reagrupación en caso de que se deba evacuar el lugar y un plan básico de actuación ante imprevistos.

Prestar asistencia o primeros auxilios de manera segura. Esto involucra tanto el lugar donde se realizará la atención como la capacidad de los voluntarios y la

disponibilidad de elementos.

Mantener una actitud de observación y escucha, que nos permitirá decidir de manera rápida sobre la posibilidad de actuar con calma y seguridad.

Propiciar la comunicación en el equipo de trabajo para que todos dispongamos de la mejor información sobre el contexto y la actividad y actuemos en consecuencia.

Reclamar la capacitación necesaria para desempeñar las tareas que se nos asignan.

Actuar en base a nuestros propios límites, ya que en el tipo de actividades que desarrollamos desde Cruz Roja es fundamental nuestra capacidad para decidir

cuando no entrar en acción y qué tipo de responsabilidades estamos preparados para asumir.

A continuación se enumeran las pautas cuyo cumplimiento se consideran indispensable

para trabajar en condiciones de seguridad.

1) Seguridad

La seguridad es una situación compuesta por múltiples factores. En el marco de

nuestro trabajo en Cruz Roja, podemos definirla como un estado en el cual no se

vea amenazada de ninguna forma nuestra integridad ni la de nuestros

compañeros, como así tampoco la de los bienes y la imagen de la institución. Al

respecto es importante destacar que la seguridad es un concepto dinámico, que

puede variar repentinamente y nunca se alcanza de forma permanente y que no es

un fin en sí misma si no una condición para alcanzar nuestros objetivos. La

seguridad es un estado de percepción, es decir, que “nos sentimos” (o no) seguros,

y esto se relaciona de forma directa con aspectos culturales, históricos y

particulares de la comunidad en la que nos insertamos.

El principio básico e ineludible para un Acceso más seguro es que NINGUNA

actividad de la institución debe realizarse si la seguridad de los voluntarios y bienes

de la institución no está garantizada. Muchas veces cuando pensamos en estos

parámetros los relacionamos de forma directa con una situación de tensión y

violencia, o bien con una intervención sanitaria en caso de desastre. Sin embargo,

este ejercicio de observación (que se relaciona con el análisis del contexto

anteriormente detallado) es fundamental para TODAS las actividades, desde una

capacitación hasta una intervención comunitaria; desde la ejecución de una

campaña de difusión hasta la implementación de un programa de salud.

Page 30: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 24

El mismo principio rige para actividades que estén en desarrollo. En caso de

detectar factores que puedan comprometer nuestra seguridad debemos reportarlos

con la persona responsable de la actividad y evaluar inmediatamente la posibilidad

de suspender la participación de nuestro equipo en la misma.

El desconocimiento de los factores involucrados es la principal causa de

inseguridad, por lo tanto, la mejor medida de prevención es un buen análisis del

contexto y la herramienta de protección más eficiente es prestar atención

permanente a todos los factores en juego en el desarrollo de la actividad.

Asimismo, los representantes de Cruz Roja Chilena nunca debemos intervenir en

una situación en la cual nuestra participación no sea aceptada por todas las partes

involucradas.

Por último, todos los voluntarios de Cruz Roja Chilena debemos contar de forma

obligatoria con un seguro de accidentes personales, que deberá contemplar los

diferentes tipos de actividades en los que participamos.

2) Actitud y comportamiento

El principal documento de referencia para nuestro accionar en el marco de las

actividades de Cruz Roja Chilena lo basaremos en el Código de ética de la Cruz

Roja Argentina. A continuación resumimos algunos de los puntos fundamentales

del mismo, pero es recomendable leer y comprender el Código de ética en su

totalidad para un óptimo desempeño en el trabajo.

Todos los que desarrollamos una actividad en nombre de Cruz Roja debemos

actuar de acuerdo a los principios fundamentales de la institución y respetando el objetivo determinado para la misma en dicha ocasión. Más allá

de nuestra individualidad, cuando desarrollamos una actividad en nombre de Cruz Roja tenemos que tener presente que nuestra actitud es para

quienes nos observan el reflejo de la institución y actuar en consecuencia.

Nuestro trabajo es mucho más difícil (o hasta imposible) si no generamos un clima de empatía y respeto con aquellas personas e instituciones con las que

estamos trabajando. Para ello debemos mantener la cortesía en nuestro trato y la discreción en nuestro accionar.

En caso de presentarse un incidente entre las partes involucradas, o bien

en nuestro grupo de trabajo, se debe reportar al responsable de la actividad

para que esté informado y, en caso de que corresponda, tome las medidas

necesarias.

Es válido aclarar que, aparte de las pautas especificadas en el Código de

ética, será obligatorio el respeto de aquellas pautas acordadas para el

desarrollo de la actividad en curso y las normas de conducta establecidas a

tales efectos.

Page 31: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 25

3) Comunicación y manejo de la información

Una comunicación transparente, segura y eficiente es la base para trabajar en

condiciones de seguridad. Para ello debemos seguir las siguientes pautas:

Confidencialidad en cuanto a lo que nos informan las partes involucradas

en la situación (ya sean manifestantes, agrupaciones políticas o sociales, otras instituciones, individuos, etc.). Una de las bases más sólida de nuestro trabajo es la confianza que generamos como institución, no podemos ponerla

en riesgo por compartir la información que nos fue confiada.

Prestar especial atención a aquellos documentos, informes, correos

electrónicos y cualquier otro material escrito que se genere a raíz de la actividad que estamos desarrollando. Toda esta información nos representa como institución, por lo cual deberá mantener una formalidad básica pero a

la vez ser clara, no exponer opiniones personales ni tomas de posturas individuales y adecuarse al canal por el que será transmitida.

Muchas veces hemos implementado códigos y abreviaturas que agilizan la

comunicación por radio, sin embargo, estos lenguajes pueden confundirse

con los utilizados por las fueras de seguridad, al igual que otras referencias

para identificarnos (como por ejemplo hablar de “patrullas”, “operativo”,

etc.). Por este motivo, desde el modelo de Acceso más seguro se establece

que las comunicaciones deben hacerse en un lenguaje claro y simple,

familiar y comprensible para todo el que pueda oírlas aún sin pertenecer a

la institución y recordando no utilizar vías públicas de comunicación para

la transmisión de información confidencial.

4) Vínculo con otras instituciones

Cruz Roja puede trabajar de forma asociada presentando o recibiendo colaboración de y a otras organizaciones de la sociedad civil o gubernamentales. Sin embargo, no podemos asumir, por este trabajo conjunto, compromisos que puedan

comprometer la neutralidad e imparcialidad de nuestra tarea.

El principio de voluntariado de nuestra institución avala que los miembros de Cruz Roja podamos pertenecer también a otros organismos o instituciones. Sin embargo, en los casos en que un voluntario pertenezca a alguna de las partes

involucradas con la situación en la que se está interviniendo, se deberá evaluar las consecuencias de su participación en la actividad en contacto directo con los actores y beneficiarios, pudiendo colaborar en tareas de planificación o

administrativas. Especialmente en estos casos, se recuerda que toda persona trabajando en el marco de una actividad de Cruz Roja debe mantener la

confidencialidad con respecto a la información que maneja.

A fines de no ver comprometida la imparcialidad y neutralidad de nuestras

actividades, Cruz Roja no solicitará ni aceptará escolta armada, militar o policial, salvo que esto sea consensuado, aprobado y reconocido sin conflictos por todas las partes involucradas.

Page 32: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 26

5) Identificación y vestimenta

El ser reconocidos como miembros de la institución en la actividad que estamos

realizando es un aspecto fundamental para un Acceso más seguro. Para ello,

sumado a la tarea de dar a conocer previamente y durante el accionar nuestra

misión y principios, es fundamental respetar pautas básicas de identificación.

Algunas de ellas se describen en esta sección.

En cuanto a la documentación básica, todo participante en una actividad de Cruz

Roja debe llevar consigo:

D.N.I o Cédula de identidad.

Credencial vigente que lo acredite como miembro de la institución.

En los casos que por la actividad se requiera, nota, credencial o equivalente

que valide la presencia de esa persona en el lugar de la actividad.

Otro aspecto sumamente importante a tener en cuenta es nuestra vestimenta.

Para cada actividad se debe determinar cómo nos identificaremos, ya sea por

la indumentaria, por elementos de visibilidad provistos por la institución u otro atuendo establecido según la actividad.

El peto es recomendado como elemento de identificación y visibilidad para

desarrollar nuestras actividades en escenarios de alta conflictividad.

Para las intervenciones sanitarias también se sugiere el uso de peto y/o

chaleco y casco protector o gorra, polera y/o chaqueta debidamente

identificados. Los elementos de identificación oficiales deben ser provistos

por la institución y ser utilizados solamente cuando corresponda.

Como pauta general, la indumentaria que utilicemos durante el desarrollo de

actividades en Cruz Roja debe ser:

Cómoda: ni demasiado ajustada ni demasiado floja.

Apropiada para las condiciones climáticas del lugar en que se realizará la actividad.

Segura: sin partes sobresalientes que puedan engancharse o rasgarse, preferentemente que proteja todo el cuerpo, etc.

Prolija: limpia, sin roturas y en las condiciones de higiene en las que deberíamos trabajar.

Que no pueda confundirse con los uniformes o vestimenta de ninguno de los

grupos involucrados, especialmente en escenarios de tensión y violencia.

Page 33: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 27

La ropa es posiblemente uno de los elementos relacionados con un Acceso más

seguro que se vinculan de forma estrecha con la comunidad en la que se trabajará

y tiene un fuerte vínculo cultural. Es por eso que las decisiones sobre este punto

debemos realizarlas en base al conocimiento de nuestros beneficiarios, respetando

sus costumbres y creencias pero sin perder la autonomía de nuestra función y

teniendo siempre presente que el criterio más importante para tomar decisiones

sobre la vestimenta es priorizar nuestra seguridad y visibilidad.

Otros aspectos importantes a considerar en este punto es el uso de distintos tipos

de accesorios mientras participamos en una actividad.

Debemos limitar el uso de aros, cadenas, piercings, prendedores y otros

elementos que puedan engancharse con nuestra propia ropa o con algún elemento del entorno pudiendo provocarnos algún daño. Asimismo, como este tipo de elementos pueden relacionarse con pertenencia o simpatía por

alguna de las partes, debemos evitarlos para no comprometer nuestra imparcialidad.

Ningún miembro de Cruz Roja debe portar armas y objetos que puedan ser

interpretados como tales (navajas multiuso, herramientas, etc.). Recordemos que nuestra función nunca será la de oficiar como fuerzas de seguridad ni mantener el orden en una situación de tensión, así como nunca debemos

intervenir en una situación en la que nuestra integridad pueda correr riesgo.

Si se permite el uso de elementos de protección y bioseguridad, tales como antiparras, barbijos, máscaras antigás, etc. El exceso de accesorios

complicará nuestra movilidad, comodidad y, por lo tanto nuestra seguridad. Por ello es preferible que, en escenarios en los que se evalúe la posibilidad de uso de los mismos, estos estén reservados en puntos estratégicos a los

que se pueda recurrir en caso de necesidad.

Debemos prestar atención al uso de cámaras fotográficas u otros elementos

de registro que podamos utilizar durante la actividad, no solamente por

cuestiones de seguridad frente a un posible hurto o pérdida de los mismos

sino también para respetar, como institución, la privacidad de las personas

con las que trabajamos (aunque participemos en una actividad masiva y

pública). Por estos motivos es conveniente que este tipo de registro se reserve

a un responsable especialmente dedicado a tal función quien solicite la

autorización correspondiente antes de fotografiar o registrar a las personas

participantes y/o beneficiarias de nuestra acción.

Page 34: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 28

6) Uso de vehículos

En muchas de nuestras actividades pueden verse afectados vehículos destinados

al traslado de personal, de materiales o provisiones. Si bien por lo general la referencia a vehículos se asocia con automóviles o camiones, se incluyen también en este apartado normas aplicables a embarcaciones y otros medios de transporte.

Estos vehículos, sus conductores y ocupantes deben respetar en todo momento las reglas de tránsito y normas vigentes, contando con:

Licencia de conducir acorde al vehículo que se conduzca.

Cédula del vehículo, o documento equivalente.

Seguro al día del vehículo.

En caso de que el vehículo pertenezca a Cruz Roja: autorización por parte de

la institución para conducirlo.

Elementos de seguridad requeridos (cinturones de seguridad, chalecos salvavidas, balizas, extintores, botiquín, etc.).

Descontando como norma fundamental que dichos vehículos deben ser revisados

periódicamente y estar en buenas condiciones de mantenimiento y

funcionamiento, a continuación se detallan las normas generales para su uso en

el marco de actividades de nuestra institución.

No está permitido el traslado de personas heridas en vehículos de la institución, salvo en aquellos especialmente autorizados, habilitados y

destinados para ello.

A fines de no comprometer la neutralidad e imparcialidad de nuestra tarea no está permitido el traslado de personas pertenecientes a ninguna de los grupos involucrados, salvo que esto sea consensuado, aprobado y

reconocido sin conflictos por todas las partes.

Todos los vehículos deben contar con al menos una forma de comunicación con el resto del equipo (radio, teléfono celular, etc.). Por este medio se debe

mantener reporte periódico para notificar la situación, desplazamientos del equipo, noticias, riesgos, inconvenientes, etc.

Los vehículos deberán estar provistos de al menos un emblema indicativo bien visible. En caso de ser vehículos particulares afectados a una actividad

de Cruz Roja, dicho emblema no podrá ser permanente si no removible al finalizar su función.

Se debe prever el conocimiento del lugar a transitar previamente y, de ser

posible, contar con mapas de la zona que permitan una fácil ubicación, así como las vías de acceso y salida más seguras a la zona de trabajo. Siempre es recomendable que el equipo conozca el itinerario que tiene previsto

realizar el móvil por cualquier inconveniente que se presente.

En caso de que se deba estacionar o dejar fijo el móvil durante la actividad, debemos hacerlo en un lugar accesible pero que no dificulte la realización de

nuestras tareas y siempre listo para una rápida partida en caso de que esto sea imperioso por cuestiones de seguridad.

Page 35: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 29

Está prohibido infringir las normas de tránsito e indicaciones dadas por la autoridad de aplicación correspondiente. En caso de que el vehículo sea

detenido en un control militar o policial se procederá a explicar la función que estamos cumpliendo en el marco de la institución y, en caso de que sea requerido, se permitirá la requisa del vehículo evitando siempre que sea

posible que se lean documentos de trabajo con información confidencial sobre los actores.

En caso de un accidente que afecte a un móvil que está presentado servicio

a una de nuestras actividades debemos reportarlo a la coordinación, evaluar y atender a los heridos si los hubiera y desafectar de la actividad programada hasta que la situación se normalice.

Por último a modo de recomendación, es ideal que cada móvil se desplace con dos

personas que puedan conducirlo, ante cualquier inconveniente. Asimismo, el uso de

balizas y otras señales lumínicas y sonoras de identificación debe restringirse a

aquellos casos en que sea necesario por cuestiones de visibilidad, contemplando la

legislación local sobre su utilización y evaluando siempre que esto no favorezca a que

nuestros vehículos sean confundidos con los de las fuerzas de seguridad o alguna de

las partes involucradas.

EL APOYO PSICOSOCIAL EN EL MODELO DE ACCESO MÁS SEGURO

Las situaciones en las que trabajamos cotidianamente en Cruz Roja Chilena pueden

tener un impacto tanto físico como psíquico en nuestros beneficiarios por la pérdida de:

Relaciones personales y de bienes materiales.

Oportunidades de generar ingresos.

Cohesión social.

Dignidad, confianza y seguridad.

Una imagen personal positiva.

Confianza en el futuro.

Es por ello que nuestra institución ha desarrollado un importante trabajo en lo que se

refiere al apoyo psicosocial basado en la comunidad, en el que todos los voluntarios

debemos capacitarnos para poder brindar una asistencia humanitaria integral a los

destinatarios de nuestras acciones. En este aspecto, es importante considerar que el

desgaste psicológico no es privativo de las personas beneficiarias de nuestras

actividades, sino que también nosotros como voluntarios y como personas somos

permeables a los cambios, situaciones adversas y de tensión y nuestro organismo genera

el estrés como reacción de defensa. Si todavía no recibiste formación sobre esta

metodología de abordaje es importante que la solicites a los responsables de la estructura

operativa en la que estás trabajando o al Equipo Técnico del Comité Regional.

Page 36: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 30

Para trabajar en un marco de seguridad es imprescindible que prestemos atención a las

señales de alarma del estrés y a las situaciones que lo generan, siendo conscientes en

todo momento de nuestras capacidades y limitaciones y solicitando ayuda en caso de ser

necesario Para ello identificamos a continuación algunas pautas a tener en cuenta antes,

durante y después de cada actividad.

A. La preparación previa

Debemos participar activamente en las instancias de preparación e

información sobre la actividad, ya que conocer los detalles de la misma y cómo

se inserta en el marco de nuestra misión institucional nos permitirá reforzar la

aceptación individual que debemos tener como miembros de la institución.

Como voluntarios debemos encarar cualquiera de las actividades en las que

participemos en buenas condiciones de salud, entendiéndola como un

concepto integral, que abarca no solamente el aspecto físico sino también el

psicológico y emocional.

Junto con el conocimiento de los detalles del contexto sobre el que

trabajaremos debemos pensar como grupo los posibles escenarios y situaciones

a las que podríamos enfrentarnos en el desarrollo de la actividad. Si no nos

consideramos en condiciones de afrontar alguna de estas situaciones será

preferible que nos dediquemos a tareas de menor exposición. Recordemos que

no todos estamos preparados siempre para lidiar con el sufrimiento del prójimo

y esto no debe ser un motivo de vergüenza.

B. Durante la actividad

Solamente podemos trabajar correctamente respetando los tiempos lógicos de

descanso. Contemplemos esto al momento de ofrecernos para cumplir una

función y no dejemos de avisar a nuestro referente en caso de sentirnos

agotados durante el desarrollo de la misma.

Si bien cada voluntario debe tener una actitud responsable con respecto a sus

capacidades y limitaciones, el responsable de cada actividad tiene que prestar

especial atención a la situación y reacciones de las personas a su cargo,

disponiendo su relevo o conversando con ellas en caso de detectar situaciones

estresantes que puedan resultar perjudiciales.

La calma y la seguridad en nuestras acciones son buenas consejeras para

evitar sobrecarga de estrés. Sin embargo, también es factible que frente a

ciertas situaciones nuestra capacidad de resistencia se vea sobrepasada.

Estemos atentos a esto para poder pedir apoyo, relevo o bien alejarnos junto

con nuestro equipo de la situación que nos afecta si lo consideramos necesario.

La palabra es una de las mejores herramientas para liberar nuestro estrés.

Aprovechemos los momentos de distensión, charla y contacto con nuestros

compañeros y coordinadores y/o con referentes de Apoyo psicosocial basado

en la comunidad a los que podamos acceder.

Page 37: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 31

C. Después del trabajo

Propiciemos espacios para hablar acerca de las sensaciones y sentimientos generados por la actividad. Esto es una parte de la evaluación tan importante

como puede ser el análisis de los resultados obtenidos.

Evaluemos nuestra situación con respecto a participar nuevamente en una actividad con las mismas características. Incluso el profesional más preparado

puede necesitar alejarse de una determinada actividad durante un tiempo para volver a desarrollarla de la mejor manera.

Prestemos atención a los factores de estrés pos traumático que pueden requerir apoyo profesional:

Fatiga intensa, a menudo asociada con una hiperactividad extenuante.

Tristeza, desaliento e ideas depresivas.

Sentimiento de culpa y remordimiento.

Incapacidad para admitir un estado de agotamiento psicológico y

pérdida de eficacia en la acción.

Desatender las reacciones emocionales puede resultar un grave riesgo, tanto

para los beneficiarios como para nosotros como voluntarios, ya que estamos en una línea de permanente desgaste emocional. El apoyo psicosocial brindando adecuadamente en una instancia temprana luego del impacto,

puede evitar que la angustia y el sufrimiento evolucionen en algo más grave.

Page 38: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 32

2. NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA

En los últimos años, el voluntariado, como expresión del altruismo y la solidaridad entre los pueblos y las personas, se han incrementado considerablemente en todo el mundo y,

particularmente, el voluntariado en emergencias y recuperación temprana, tanto a lo interno de los países como en su dimensión internacional. Motivado, sobre todo, por el

incremento de la frecuencia de los desastres, mayor acceso y globalización de la información y mayores posibilidades y medios de desplazamiento, el voluntariado en emergencias es una realidad que mueve miles de personas en diferentes continentes,

países y contextos A. El concepto de voluntariado.

Existen diversos conceptos sobre el voluntario y voluntariado. A continuación, se

menciona dos ejemplos aplicados por las organizaciones de voluntariado más reconocidas.

Conceptos de las principales organizaciones de voluntariado destacados:

Federación internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja: “Voluntariado es una actividad que se funda en el libre albedrío de la persona que presta servicios de voluntariado y no es el deseo de obtener un beneficio material o pecuniario, ni en presiones sociales, económicas o políticas externas (1); tiene por objeto ayudar a las personas vulnerables y a sus comunidades, de conformidad con los Principios Fundamentales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (2); su organización corre a cargo de representantes reconocidos de la Sociedades Nacionales de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja (3)”2

Cáritas Internacional: “Voluntariado es el que además de sus propias labores profesionales, de un modo continuo, desinteresado y responsable dedica parte de su tiempo a actividades no en favor de sí mismo ni de los asociados (a diferencia del asociacionismo), sino en favor de los demás o de intereses sociales colectivos, según un proyecto que no se agota en la intervención misma (a diferencia de la beneficencia), sino que tiene a erradicar o modificar las causas de la necesidad o marginación social.”

Los conceptos arriba detallados, aunque cada uno con sus matices, contienen

elementos denominadores comunes que definen las características básicas de la acción voluntaria. En este sentido, los investigadores Cnaan, Handy y Wadswoth (1996) identificaron cuatro elementos fundamentales que caracterizan la acción

voluntaria3:

2 Política de Voluntariado 1999, Federación Internacional de sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. 3 CNAAN, R, HANDY, F. y WADSWORTH, M: “Definind who is a volunteer: conecptual and empirical considerations”. En:

“Non-profit and voluntary sector quarterly#. 1996, p.25.

Page 39: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 33

La naturaleza de sus acciones: siempre voluntaria, no forzada ni obligada.

El tipo de recompensa: sin recompensa esperada, o sólo compensación de gastos.

El contexto: asociado formalmente a alguna organización.

Objeto de la ayuda: desconocidos, conocidos, autoayuda.

Finalmente, merecen ser mencionados los principios fundamentales del voluntariado

que fueron proclamados en la Declaración Universal sobre el Voluntariado en 1990, según sigue:

Se reconoce el derecho de asociación de todo hombre, mujer, niño, niña,

cualquiera sea su raza o condición religiosa, su condición física, económica,

social y cultural.

Se garantiza la dignidad de todo ser humano y su cultura.

Ofrecer ayuda mutua desinteresada y participar individualmente o en asociaciones con espíritu de compañerismo y de fraternidad.

Estar vigilantes a las necesidades de las comunidades y propiciar con ellas la

solución de sus propios problemas.

Se busca que el voluntariado se constituya en un elemento de desarrollo personal, de adquisición de conocimientos nuevos de ampliación de

capacidades, favoreciendo la iniciativa y la creatividad.

Estimular la responsabilidad social y motivar la solidaridad familiar,

comunitaria e internacional.

B. Voluntariado para Emergencias y Recuperación Temprana (VpERT)

Dentro de la acción voluntaria, el voluntariado para Emergencias y Recuperación Temprana es muy específico tanto por la naturaleza de las tareas y misiones como

por la preparación y competencias necesarias y el contexto donde se desarrollan.

Una de las principales diferencias con otro tipo de acciones voluntarias es que ésta se desarrolla siempre en situaciones especiales donde el equilibrio y la normalidad de un contexto y comunidad se han visto gravemente alterados por

un factor externo, es decir, un desastre o emergencia Esto lleva a que la acción voluntaria normalmente se tenga que desarrollar bajo estrés y presión de tiempo,

limitación de medios y en un contexto adverso e inseguro. Estas condiciones obligan, sin duda a una mayor preparación y responsabilidad por parte de las personas en el desarrollo de sus labores, ya que la posibilidad de salvar la vida de las personas

afectadas por desastres o reducir el impacto negativo depende en gran medida de la oportunidad y calidad de la acción.

Page 40: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 34

Tomando en cuenta lo anterior, el Voluntariado para Emergencias y Recuperación Temprana como:

Una acción voluntaria desinteresada, colectiva proveniente de la sociedad civil, el sector público y el sector privado que ponen a disposición de la

comunidad, competencias, habilidades y destrezas orientadas a desarrollar acciones humanitarias, independientes, documentadas y responsables, que

cumplan rigurosamente las normas humanitarias internacionalmente reconocidas y que normalmente se desarrolla en un contexto de emergencia y/o desastre donde las condiciones normales de la población se han visto

afectadas.

La acción voluntaria, como su nombre indica, incluye tanto la fase de primera

respuesta como la de recuperación temprana. A nivel conceptual, aunque existen diferentes enfoques sobre la duración de las fases, en general, se entiende que la fase

de primera respuesta está centrada en salvar vidas y prevenir daños mayores como consecuencia directa del evento y puede durar entre uno y tres meses posteriores al evento, dependiendo de la magnitud del mismo.

La recuperación temprana está focalizada en desarrollar las condiciones y medios

para restablecer, y en lo posible, mejorar la situación en las poblaciones afectadas con una visión de largo plazo y sostenible. Suele tener una duración de varios meses y se inicia inmediatamente después de concluir la fase de primera respuesta y, en

algunos casos, de forma simultánea, si bien se debe planificar desde el primer día posterior al desastre.

C. Normas mínimas comunes regionales para el voluntariado para emergencias y recuperación temprana.

a) Grupo 1: Marco Normativo e Institucional.

Está directamente relacionado con el rol y responsabilidad del Estado y las instituciones públicas rectoras en materia de acción humanitaria y voluntariado

(específicamente VpERT), con el fin de garantizar y facilitar un marco mínimo de entendimiento y coordinación, en el que existan unas normas, orientaciones y liderazgo claros para que las organizaciones que gestionan VpERT puedan

desarrollar su trabajo con responsabilidad y calidad. En este grupo, las tres normas están relacionadas con los instrumentos legales y políticas para el voluntariado (norma 1), con los protocolos y procedimientos para tener

instrumentos válidos (norma 2) y con el reconocimiento y respeto a los principios y acuerdos internacionales (norma 3).

En conclusión, se puede decir que este grupo de normas está directamente relacionado con la responsabilidad del Estado.

Page 41: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 35

Norma 1: El país cuenta con un marco legal y políticas formalmente aprobadas que permiten una gestión del voluntariado eficiente, transparente y no

discriminatoria. Esta norma está relacionada con la necesidad de formalizar y organizar el marco en

el cual se desarrolla la acción voluntaria en situaciones de emergencia y recuperación temprana para que existan unos parámetros y mecanismos de

actuación conocidos y respetados, tanto por los/as voluntarios/as que desarrollan las acciones como las instituciones y organizaciones responsables de su accionar.

Si bien, en general, la actividad voluntaria no debe ser dirigida o controlada sino, más bien, incentivada y motivada, las experiencias previas de voluntariado en situaciones de emergencia y desastres nos han enseñado que es necesario que dicha

actividad voluntaria se desarrolle dentro de un marco institucional y organizativo mínimo, que si bien será diferente en función del contexto y funcionamiento de cada

país, debe garantizar un desarrollo de las acciones coordinado, eficiente y respetuoso con todos los actores involucrados y, especialmente, con las personas afectadas por los desastres que son la razón de ser de las acciones.

Norma 2: Existe protocolos, procedimientos y mecanismos que regulan y

facilitan la articulación entre los diferentes niveles del Estado y las organizaciones de voluntariado en los procesos de Atención de Emergencias y Recuperación Temprana y que son conocidos y respetados tanto por las

instituciones públicas como por los voluntarios y voluntarias. Esta norma tiene como objetivo principal facilitar la existencia de mecanismos de

coordinación, relacionamiento y trabajo conjunto entre los diferentes actores que permitan una acción voluntaria más eficaz y eficiente. Para ello se deben desarrollar

herramientas concretas que permitan asignar y diferenciar los roles y responsabilidades de cada actor. En algunos contextos estos mecanismos tomarán forma de reglamentación de instrumentos legales o procedimientos de obligado

cumplimiento y, en otros serán acuerdos entre iguales resultado de un diálogo entre los diferentes actores relacionados con el VpERT. En cualquiera de los casos, estos

instrumentos deberían existir para prevenir y minimizar el riesgo de descoordinación, duplicación de esfuerzos o acciones por fuera de las prioridades y necesidades identificadas de manera conjunta.

Estos mecanismos de coordinación y colaboración podrán formalizarse y celebrarse de acuerdo con los diferentes niveles descentralizados de los marcos legales y

sistemas de respuesta de cada país, si bien debe existir una mínima coherencia entre los acuerdos y mecanismos acordados en estos niveles. Finalmente, es

necesario mencionar la importancia de contar con los mencionados mecanismos y que éstos sean conocidos y respetados por los actores involucrados. Para ello deben ser publicados y divulgados para su conocimiento, así como puestos en práctica a

través de entrenamientos o ejercicios de simulación y/o simulacros a diferentes niveles y con la participación de las principales instituciones públicas y organizaciones de voluntariado especializadas en diferentes disciplinas.

Page 42: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 36

Norma 3: Las instituciones públicas y organizaciones privadas responsables de la gestión de VpERT a diferentes niveles conocen, promueven y respetan las

políticas, convenios, acuerdos, códigos y cualquier otro instrumento internacionalmente acordado y reconocido en relación con el voluntariado para emergencias y recuperación temprana (VpERT).

El principal objetivo es garantizar que la acción voluntaria de emergencias y

recuperación temprana se desarrolle acorde con los principios y acuerdos internacionalmente reconocidos independientemente del país o contexto donde se lleve a cabo.

Se entiende que, independientemente de las obligaciones individuales de cada voluntario/a, existe, también, una responsabilidad institucional y organizacional de

las entidades relacionadas con la gestión del VpERT para que los citados principios y códigos existentes sean tomados en cuenta y respetados. Por esta razón, la norma

hace énfasis en la necesidad del conocimiento de los instrumentos como paso previo a su promoción y respeto. De los principios y códigos existentes e internacionalmente reconocidos relacionados con las emergencias y recuperación

temprana, merecen ser destacados el “Código de Conducta relativo al socorro en casos de desastre para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media

Luna Roja y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG)”, “La Carta Humanitaria” y “Las normas mínimas Esfera”. En referencia a principios de voluntariado, merecen ser destacados la “Declaración Universal del Voluntariado”

(1990) que incluye los principios internacionales del voluntariado más importantes. Un paso fundamental para el cumplimiento de la norma sería facilitar espacios de capacitación y divulgación, o refrescamiento donde ya exista un camino recorrido,

sobre los principales instrumentos arriba mencionados, destinados tanto a tomadores de decisiones como a gestores, funcionarios, técnicos y voluntarios/as

de las instituciones y organizaciones relacionadas con el VpERT.

b) Grupo 2: Gestión Organizativa del Voluntariado.

Este grupo de normas se refiere a lo que deben hacer las organizaciones que

gestionan VpERT para garantizar una adecuada gestión de los/as Voluntarios/as y un desempeño de la organización en armonía y respeto con el marco normativo e institucional de cada país o región. Las tres normas planteadas están relacionadas

con la aplicación de un ciclo de gestión de voluntariado de calidad (norma 4), el respeto al marco de actuación existente en el país (norma 5) y el garantizar procesos apropiados de formación y especialización del voluntariado (norma 6).

Este grupo de normas apunta directamente a la responsabilidad de las

organizaciones gestoras del VpERT.

Page 43: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 37

Norma 4: Lar organizaciones que gestionan el voluntariado de emergencias y recuperación temprana cuentan con procedimientos establecidos para la

gestión del voluntariado, garantizando una adecuada organización y administración del talento humano voluntario.

Esta norma está directamente relacionada con la responsabilidad que las organizaciones tienen de realizar una gestión del voluntariado profesional, lo que

implica contar con herramientas y mecanismos apropiados para tal fin. Dicha gestión debe realizarse en las diferentes fases o etapas de lo que se conoce

como “ciclo de gestión del voluntariado”4. Si bien este concepto y enfoque ha sido acuñado por la Federación Internacional tiene total validez en cualquier organización de voluntariado. El ciclo de gestión del voluntariado determina la forma

en que se organiza y administra el recurso humano voluntario a través de diferentes etapas del proceso donde la organización debe contar con pasos y acciones

oportunas que permitan a los voluntarios y voluntarias tener una ocupación y actividad dentro de la organización al mismo tiempo que sus expectativas y necesidades de formación están cubiertas. Las principales etapas del ciclo son: la

planificación, incorporación, inducción y capacitación, participación, evaluación y reconocimiento.

Es importante que la organización que gestiona el VpERT tenga una estrategia bien definida para cada una de las etapas del ciclo, así como flexibilidad para gestionar

y canalizar el “voluntariado espontáneo” que suele aparecer en momentos de emergencia y que normalmente representa una oportunidad para las organizaciones de captar y retener nuevos voluntarios y voluntarias. Si bien todas las etapas del

ciclo son importantes en la gestión de cualquier talento humano, la etapa de “reconocimiento” tiene especial relevancia cuando se trata del voluntariado ya que

al no existir una remuneración económica se debe contar con otros mecanismos de reconocimiento intrínsecos que mantengan e incrementen el espíritu y motivación de los voluntarios y voluntarias.

Norma 5: Las organizaciones que gestionan VpERT desarrollan sus actividades

dentro del marco legal, institucional y procedimental acordado con las instituciones públicas responsables de la acción humanitaria y el voluntariado VpERT en el ámbito territorial donde están constituidas y donde los/as

voluntarios/as desarrollan sus acciones. Esta norma es especialmente relevante para garantizar que la acción voluntaria de

emergencias y recuperación temprana esté mínimamente regulada y se desarrolle dentro del marco institucional definido por las autoridades estatales responsables

de las acciones de gestión del riesgo y gestión de desastres. El objetivo es evitar acciones voluntarias realizadas fuera de control y sin el conocimiento de las autoridades competentes que pudieran ser contraproducentes y generar mayor caos

y confusión especialmente en contextos y emergencias particularmente complejos.

4 Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja / Centro Regional de Referencia en

Preparación para Desastres (CREPD). Guía de Voluntariado. San Salvador, El Salvador Centro América. 2008.

Page 44: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 38

En ningún caso la norma estaría dirigida a limitar la autonomía de acción e independencia de las organizaciones que gestiona VpERT, sino que se espera que

éstas realicen sus actividades como parte de un sistema organizado y sustentado bajo los principios de legalidad, coordinación y complementariedad. Existen diversas formas de llevar a buen fin esta norma pero algunas de las más prácticas

y efectivas es la firma de acuerdos/convenios interinstitucionales tanto bilaterales como multilaterales y la elaboración de planes de respuesta y contingencia

compartidos (territoriales y/o sectoriales), donde los roles, responsabilidades, recursos y valor agregado de cada organización queden bien definidos antes de cualquier evento.

Norma 6: Los voluntarios y voluntarias reciben una formación y entrenamiento integral apropiado y actualizado permanentemente para el desarrollo de su

acción voluntaria con profesionalismo y seguridad.

Una las etapas del ciclo de gestión del voluntariado mencionado en la norma 4 es la de “inducción y capacitación”. Por su importancia y transcendencia en el desarrollo de la acción voluntaria, la capacitación y/o formación merece una atención especial

a través de la presente norma.

Es obligación y responsabilidad de las instituciones y organizaciones que gestionan el VpERT asegurar que los/as voluntarios/as están debidamente capacitados para las tareas que deben desempeñar y conocen perfectamente el alcance y

responsabilidad de sus acciones. Normalmente, esta formación debe ser integral, es decir, debe incluir aspectos generales de la acción humanitaria, de la propia organización, sus valores y misión; así como elementos técnicos y específicos del

área de desempeño de cada voluntario/a. De igual forma, la formación debe adecuarse periódicamente a las necesidades de cada persona. Para lograr lo anterior

las organizaciones deberían contar con currículos formativos en función de cada contexto e integrar temas de interés general recomendados por las instituciones responsables de la reducción de riesgos en un ámbito territorial dado. En cualquier

caso, no se puede olvidar el carácter dinámico de la formación y entrenamiento de los/as voluntarios/as y su valor agregado como incentivo y reconocimiento de la

labor que desempeñan para la organización. En la medida de lo posible, se debe abogar por que exista temas formativos básicos comunes a todas las organizaciones independientemente de su especialización, ya que ello va a mejorar el entendimiento

y comunicación entre los/as voluntarios/as de las diferentes organizaciones.

Page 45: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 39

c) Grupo 3: La Acción del Voluntariado

El último grupo de normas se relaciona con la oportunidad, calidad y responsabilidad de la acción voluntaria; es decir, las condiciones existentes para que los voluntarios y las voluntarias puedan realizar su labor y, también, cómo

deben actuar y comportarse.

Las tres normas de este grupo están referidas al perfil y preparación para realizar sus tareas (norma 7), el comportamiento y respeto necesarios durante el desempeño (norma 8) y, por último, a las condiciones de trabajo y medios puestos a disposición

(norma 9). Este grupo de normas se refiere a la responsabilidad individual de cada voluntario/a

y su forma de actuar junto con la responsabilidad de la organización o institución, dependiendo de cada caso, de facilitar las condiciones necesarias.

Norma 7: Los voluntarios y voluntarias aceptan y realizan misiones y tareas adecuadas a sus competencias, destreza y capacidades para las cuales han

recibido entrenamiento y formación integral, gradual y actualizada.

Esta norma apunta tanto a la responsabilidad individual, es decir de cada voluntario/a, así como organizativa con el fin que las misiones y tareas desarrolladas por el voluntariado sean acordes con sus capacidades, habilidades y

formación recibida. Aquí, se estaría hablando de una responsabilidad compartida en dos vías, por un lado la de cada voluntario/a de aceptar y asumir tareas y misiones para las cuales se encuentra mínimamente preparado/a y por otro la de

la organización para no asignar responsabilidades o tareas por encima de las capacidades y formación de la persona. La importancia y cumplimiento de esta

norma toma especial relevancia en el contexto de acciones de emergencia y recuperación temprana donde normalmente las necesidades superan los recursos disponibles y la necesidad y tentación de extender y sobre utilizar el talento humano

disponible está siempre presente. No se puede olvidar que en situaciones de desastre donde el estrés y tensión son altos el riesgo de traumas y efectos

secundarios para los voluntarios y voluntarias se incrementa considerablemente especialmente si los voluntarios y voluntarias no cuentan con el entrenamiento y preparación adecuados para la situación. Por este motivo, las organizaciones deben

ser especialmente cuidadosas a la hora de seleccionar voluntarios/as y asignar misiones y tareas.

Page 46: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 40

Norma 8: Los voluntarios y voluntarias desarrollan sus acciones desde el respeto a los derechos humanos, principios humanitarios, cultura y

costumbres del contexto donde desarrollan su acción voluntaria.

Con frecuencia los voluntarios y voluntarias deben desarrollar sus acciones en contextos culturalmente diferentes, aún dentro de sus propios países y, por esta

razón, su actuación debe desarrollarse en función de aptitudes y actitudes apropiadas, que les permitan desarrollar sus actividades en armonía con el contexto

y las personas a las que están ayudando. Todo ello no puede improvisarse, sino que debe ser considerado con anterioridad en las fases de inducción y capacitación del voluntariado, ofreciendo una información del contexto adecuada antes de cada

nueva misión y tarea y, sobre todo, una formación en principios y valores de la mano de herramientas prácticas para poder actuar en contextos culturalmente diferentes.

Aquí, nuevamente estaríamos hablando de una responsabilidad compartida entre

el los voluntarios y voluntarias y la organización; ya que por un lado, está la obligación de la persona de actuar de forma respetuosa con el entorno en el que desempeña su acción; y por otro la responsabilidad organizativa de ofrecer

información y formación oportuna previamente a una nueva misión. No es extraño encontrar personas que perciben la acción voluntaria desde el activismo; es decir, excesivamente concentradas en lo que van a hacer, en la tarea, sin prestar atención

al cómo van a desarrollarla o acerca de las implicaciones tiene su accionar. En algunos casos, los voluntarios y voluntarias no valoran si a través de su acción

voluntaria y actitud se influye negativamente ante las personas que se desea ayudar. Es cada vez más necesario que las instituciones y organizaciones gestoras del VpERT y los voluntarios y voluntarias presten atención a los aspectos culturales,

y a los de principios y derechos humanitarios. Norma 9: La organización que gestiona VpERT facilita durante las misiones las

condiciones y medios necesarios para que los voluntarios y voluntarias realicen sus tareas con un mínimo de calidad, eficacia y en un ambiente seguro

tanto para ellos/as como para las personas y comunidades con las que trabajan y son beneficiarias de sus acciones.

La presente norma tiene como objetivo que todo/a voluntario/a pueda desarrollar su tarea voluntaria con dignidad y cuente con el equipo y medios mínimos

necesarios para la misma. Se entiende que esta norma debe ser debidamente contextualizada reconociendo las condiciones de precariedad y limitaciones de los contextos donde normalmente se deben desarrollar las acciones de voluntariado de

emergencia. No obstante, cada institución y organización gestora de VpERT, dentro de sus limitaciones de medios, debe establecer y garantizar unos mínimos por debajo de los cuales el desarrollo de la acción voluntaria debería considerarse no

segura o no viable, aun entendiendo que este mínimo puede ser diferente de un lugar a otro y de una emergencia a otra. En esta norma, toma especial relevancia

todo lo relativo a la seguridad, ya que tan importante es la vida de las personas a las que se presta una ayuda, como la integridad de los/as voluntarios/as. Previo a cualquier misión, debe realizarse un mínimo análisis de riesgo para determinar el

riesgo máximo aceptable que un/a voluntario/a debe asumir y establecer las necesarias medidas de seguridad.

Page 47: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 41

CAPÍTULO IV. ASPECTOS CLAVES PARA LA INTERVENCIÓN EN

DESASTRES

El valor de este ciclo es su capacidad de promover un enfoque holístico para la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) y demostrar las relaciones entre amenazas de riesgos

(desastres y desarrollo). Por ejemplo, las actividades sobre mitigación y prevención comprenden un componente de desarrollo, mientras que el socorro y la recuperación comprenden un componente de ayuda humanitaria, con la preparación que vincula

ambos tipos de esfuerzos.

Más aún, el ciclo proporciona la base para abordar el compromiso público y los sistemas institucionales, incluyendo capacidades organizacionales, políticas, legislación y acción comunitaria, al igual que el manejo del medio ambiente, ordenamiento territorial,

planificación urbana, protección de instalaciones fundamentales, aplicación de ciencias y tecnologías asociaciones y trabajo en red e instrumentos financieros. El ciclo también proporciona el espacio para valorar positivamente el incluir de manera constructiva las

capacidades tradicionales de supervivencia de las comunidades y los hogares, reconociendo la importancia de su propiedad del procedo de la GRD, disminuyendo así

la dependencia (pasiva) generada típicamente por el socorro ofrecido desde afuera. Los elementos clave del ciclo de la GRD se ven reflejados en el Marco de Acción de Hyogo

2005-2015: Construyendo la Resiliencia de las Naciones y Comunidades frente a Desastres (MAH), que elabora las cinco prioridades para la acción adoptadas por la

Conferencia Mundial sobre reducción de Desastres para alcanzar sus objetivos estratégicos para el 20155.

5 Para mayores detalles, ver Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015, Aumento de la Resiliencia de las Naciones y las

Comunidades ante los Desastres. (disponible en www.unisdr.org/eng/hfa/hfa.htm o

http://www.comunidadandina.org/predecan/doc/ext/hyogo.pdf)

Page 48: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 42

ELEMENTOS PARA EL CICLO DE LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES

Pre-Desastre

Actividades de desarrollo en curso: aspectos vigentes de la GRD en los

programas de desarrollo.

Evaluación de riesgo: proceso de diagnóstico para identificar los riesgos que

enfrenta una comunidad.

Prevención: actividades para evitar el impacto adverso de las amenazas.

Mitigación: medidas estructurales/no-estructurales adoptadas para limitar

el impacto adverso.

Preparación: actividades y medidas adoptadas con anticipación para asegurar una respuesta efectiva.

Alerta temprana: provisión efectiva y oportuna de información para evitar o reducir el riesgo.

Respuesta frente al Desastre

Evacuación: partida masiva temporal de personas y propiedad desde los

lugares amenazados.

Salvar personas y medios de vida: protección de personas y medios de vida

durante la emergencia.

Socorro inmediato: provisión de ayuda durante o inmediatamente después del desastre.

Evaluación del daño y las pérdidas: información sobre el impacto en los bienes y pérdida de la producción.

Post-Desastre

Ayuda en curso: ayuda continúa hasta un cierto nivel de recuperación.

Recuperación: acciones tomadas después de un desastre con el objetivo de restablecer la infraestructura y los servicios.

Reconstrucción: acciones tomadas después de un desastre para asegurar la reubicación/reasentamiento.

Recuperación económica y social: medidas tomadas para normalizar la economía y la vida social.

Actividades de desarrollo en curso: acciones continuas de programas de

desarrollo.

Evaluación del riesgo: proceso de diagnóstico para identificar nuevos riesgos que pueda enfrentar nuevamente las comunidades.

Page 49: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 43

1. ACTIVACIÓN INTERNA DE EMERGENCIA (CRUZ ROJA CHILENA)

Los eventos naturales extremos son parte de la historia de Chile.

Los terremotos, las erupciones volcánicas, las sequías, y las intensas y concentradas

precipitaciones que desencadenan inundaciones y deslizamientos son los eventos más recurrentes en el país. De acuerdo al documento “Análisis de Riesgos de Desastres en Chile”, considerando su magnitud y su impacto, los terremotos y tsunamis son los más

importantes en términos de víctimas y pérdidas económicas. En segundo lugar, las amenazas hidrometeorológicas son relevantes principalmente por sus consecuencias

económicas y número de afectados, hecho derivado de su mayor frecuencia.

También se consideran los desastres tecnológicos o provocados por el hombre como una

amenaza.

El Plan de Respuesta debe enfocarse entonces en cómo Cruz Roja Chilena enfrenta las

eventuales emergencias y/o desastres a partir de sus capacidades y recursos. Dado que nuestra geografía es muy variada y propensa a sufrir eventos adversos, es que todas las

Regiones deben contar con un Plan de Respuesta y de Contingencias, teniendo conocimiento de sus capacidades reales (humanas y materiales), para dar una respuesta rápida y eficiente.

Para todos los eventos naturales o provocados por el hombre que afecten directamente al ser humano en sus condiciones normales de vida, y que su evolución sea inminente

para transformarse en un evento adverso, se han creado protocolos para hacer seguimiento, monitoreo y establecer comunicaciones con las localidades que pudieran

ser afectadas, estableciendo las alertas correspondientes a los Comités Regionales y Filiales de Cruz Roja más cercanas al evento.

El Programa de Intervención en Desastre (ID) de la dirección nacional de gestión del

riesgo, tiene la función de realizar todo el proceso antes mencionado, emitiendo las

alertas según correspondan al tipo de evento y la evolución de este, de la misma forma

deberán actuar los comités regionales, con sus respectivas filiales:

1. Alerta Preliminar (información general).

2. Alerta Informativa (información detallada).

3. Alerta Constituida (Amarilla, Roja).

4. Alerta de Desactivación.

Nota: No se contempla la Alerta Verde ya que esta debiera estar siempre activada.

Emitida una alerta, esta debe ser fidedigna, precisa, clara, bajo un formato establecido y emitido por la Dirección de Gestión del Riesgo o el Programa de Intervención en Desastres en la cual se detalle las características, las acciones preventivas y preparativas

según el tipo de evento.

Una vez instaurada la emergencia, el flujo de información debe ser constante entre

Filiales y Comités Regionales (teléfono, radio VHF, correo electrónico). Si la emergencia sobrepasa las capacidades de los Comités Regionales y éstas solicitan apoyo de Sede

Central, éste deberá recibir toda la información disponible del caso, con el fin de realizar las coordinaciones correspondientes y una acción efectiva.

Page 50: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 44

Si la emergencia es a nivel Nacional, la Dirección Nacional de Gestión del Riesgo y su

Programa Nacional de ID (en Sede Central) serán quienes declaren el tipo de alerta y las

medidas a seguir estableciendo contacto con los Comités Regionales y Filiales

involucrados.

2. GRADOS DE ALERTA

El Sistema Nacional de Protección Civil, en todos sus niveles se mantiene en estado de Alerta VERDE – que es un estado permanente – que implica la vigilancia continua de la situación general del país, en cada área geográfica, para advertir con la máxima prontitud toda situación de riesgo, que pudiera desencadenar un evento destructivo. Para el Sistema Nacional de Protección Civil, en sus distintos niveles – regional, provincial o comunal – el primer grado corresponde a: Alerta Temprana: Constituye un estado de reforzamiento de las condiciones de vigilancia y atención, mediante el monitoreo preciso y riguroso de las condiciones de riesgo, como también de una amenaza en particular y las respectivas condiciones de vulnerabilidad asociadas a esta amenaza, para actuar con la máxima oportunidad en caso de derivar en un evento destructivo.

Constatada una situación de riesgo, de inminente derivación en una emergencia o desastre, se emite la señal de alerta respectiva, en uno de los dos siguientes grados. Alerta AMARILLA o Alerta ROJA.

Alerta Amarilla: Se establece cuando un evento amenaza crecer en extensión y

severidad, permitiendo suponer que no podrá ser controlado con los recursos locales

normales o habituales dispuestos para estos efectos y/o amenace la vida, salud, bienes y ambiente, debiendo alistarse los recursos necesarios, para intervenir de acuerdo a la evolución del evento. (Cuando se advierte que una emergencia puede hacerse más

compleja o grave).

Alerta Roja: Se establece cuando el evento crece en extensión y severidad y, por tanto,

amenaza la vida, salud, bienes y ambiente, requiriendo de una movilización total de los recursos y disponibilidad para actuar y mantener el control de la situación. (Cuando se advierte que una emergencia grave puede derivar en desastre).

Extensión de una alerta: los recursos comprometidos y área de aplicación de una

Alerta se definen por amplitud y cobertura.

La amplitud de una alerta puede abarcar a todos los servicios y organizaciones del

Sistema de Protección Civil o limitarse sólo a aquellos más directamente involucrados en el evento.

Page 51: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 45

La cobertura de una alerta puede abarcar una o más comunas, una o más provincias,

una o más regiones.

Corresponde a la autoridad de gobierno calificar, establecer y declarar la alerta con la amplitud y cobertura necesarias, de acuerdo a las evaluaciones presentadas por el director de protección civil y emergencia correspondiente (ONEMI).

Según sea la situación, la alerta roja se puede establecer de inmediato con la amplitud y cobertura necesarias, sin que medie previamente una alerta amarilla.

Frente a variables de riesgo específicas, como las de carácter volcánico, existen sistemas de alerta puntuales, que si bien mantienen los grados generales de amarillo y rojo, establecen grados intermedios, con una mayor precisión de procedimientos para cada

uno de ellos.

Asimismo, frente a la variable de incendios forestales, la alerta roja se aplica desde el momento en que existe amenaza para zonas pobladas y por lo tanto, se requiere movilizar

el máximo de recursos posibles.

Page 52: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 46

3. ACTIVACIÓN ESCALONADA DE LOS RECURSOS (CRUZ ROJA CHILENA)

En el país la Sociedad Nacional cuenta con 151 Filiales locales, 11 Comités Regionales y una Sede Central. Ocurrido un evento adverso, será la Filial más cercana la que evaluará la situación y activará la primera respuesta, informando a su respectivo Comité Regional. Si la Filial que respondió se ve sobrepasada por la magnitud del evento, ésta se coordinará con las Filiales más cercanas para enfrentar en conjunto la situación, manteniendo la información con su Comité Regional. Dado el caso que el evento sea

superior, será el Comité Regional quien tomará parte de la operación, informando constantemente a la Sede Central.

Una vez evaluada y analizada la situación, y siendo sobrepasada la capacidad de respuesta del Comité Regional, la coordinación se eleva con la Sede Central y los Comités Regionales más cercanos.

La Sede Central, a través del Programa Nacional de Intervención en Desastres (ID) pondrá

todos sus recursos a disposición de la respuesta, dirigiendo y coordinando las

maniobras. Corresponde a la Sede Central decidir la activación de ENI y/o solicitud de

RIT, fondo DREF u otro apoyo internacional.

Dependiendo de las características de la emergencia, el Programa de ID procederá a

realizar un Disaster Management Information System (DMIS) o Sistema de

Información de Gestión de Desastres.

El DMIS es un Portal hacia la información operativa de la Cruz Roja y la Media Luna

Roja, el que ofrece un monitoreo constante de las acciones en el campo y la preparación

de la Sociedad Nacional. Esta herramienta también cubre un flujo de información

eficiente durante la respuesta a desastres.

Activación de los Comités Regionales

La activación Regional dependerá de la magnitud de la emergencia o desastre y las

características de éste. Será obligación de las Direcciones Regionales de Gestión del

Riesgo preparar sus Planes de Respuesta y de Contingencias, para saber cuáles son sus

capacidades de respuesta en emergencia y cuáles son las amenazas y riesgos latentes en

sus unidades regionales.

El Comité Regional debe tener en cuenta las capacidades cualitativas y cuantitativas de

sus recursos, disponibles para la primera respuesta en situaciones de crisis. Es

obligación de la Dirección Regional de Gestión del Riesgo contar con toda la información

actualizada de sus voluntarios (cuantitativa: cantidad; y cualitativa: cuáles son sus

especializaciones).

Page 53: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 47

NOTA: En la Región Metropolitana, la Sede Central realizará las funciones de un

Comité Regional.

Los Comités Regionales deben monitorear la evolución del evento, evaluar la respuesta e

informar constantemente a la Sede Central. La información será recibida por el Programa

Nacional de Intervención en Desastres a través de la “Sala de Crisis”.

Corresponde al Programa de Intervención en Desastres (en el nivel local, regional o

nacional, de acuerdo a la activación escalonada de los recursos) coordinar la respuesta y

dirigir las acciones con el voluntariado de las distintas áreas operativas de Cruz Roja

(juventud, gestión del riesgo, bienestar social y salud).

4. TELECOMUNICACIONES

En eventos adversos, las Filiales de Cruz Roja involucradas en la

evaluación de la situación y en la activación de la primera respuesta

deberán mantener contacto con su Comité Regional respectivo a través de

las estaciones de radio VHF. Las estaciones de radio autorizadas por Sede

Central para comunicarse con ONEMI deberán mantener una

comunicación estrecha con este organismo, teniendo el cuidado para que

la información sea fidedigna, evitando así la dualidad o entrega de

información inexacta que se pudiera procesar en forma equívoca.

En cuanto a las estaciones HF regionales, éstas se mantendrán en

escucha en los canales propios de Cruz Roja, sin distinción, haciendo

contactos aún con las estaciones más alejadas ya que en algún momento

pudieran no salir en forma normal (sistema de puente). Estas estaciones

activarán el generador auxiliar solamente para cargar las baterías del

sistema de respaldo.

Page 54: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 48

5. SALA DE CRISIS O CENTRO DE OPERACIONES EN EMERGENCIA (COE)

La sala de crisis es el conjunto de: (1) área de información (recepción y captura de

información de los acontecimientos), (2) área de operaciones (procesamiento y toma de decisiones operativas) y (3) área de decisiones políticas (decisiones políticas de alto nivel estratégico); que ante un estado de emergencia seguirán determinando protocolos de

acción y respuesta, en conjunto con la presidencia nacional y direcciones nacionales involucradas.

El COE tiene como propósito organizar y coordinar la respuesta de CRCh ante situaciones de emergencia y/o desastre. Permite, además, una mejor coordinación con

las distintas instituciones que hacen parte del sistema de protección civil, otras organizaciones y redes de respuesta.

A. Área de información (comunicaciones)

Conformada por uno o más monitores de información, encargados de recibir, condensar y organizar la información recibida por los medios de comunicación

oficiales, transmisiones radiales (VHF), transmisiones telefónicas, Internet, emails, etc.

Verificación de la información recibida, mediante una o más fuentes de información

fiable o autoridades locales.

Además, redactarán boletines con información recopilada por los diferentes medios, con la frecuencia que amerite la emergencia; mediante los cuales, se pretende

mantener informada a las Direcciones de la Sociedad Nacional, sobre el desarrollo y evolución del evento adverso.

Este departamento se encargará también del monitoreo y desarrollo de los acontecimientos por medio de fuentes de información fiable (ONEMI – USGS – DGFUCH, entre otros).

Toda la información recibida y redactada deberá ser almacenada y clasificada por orden de importancia u orden secuencial de los acontecimientos, según se necesite.

Serán registradas también todas las decisiones tomadas por las áreas de Operaciones y de Decisiones Políticas.

B. Área de Operaciones

Está Conformada por el Coordinador Nacional de Intervención en Desastre y su equipo de apoyo (Logística, salud, Comunicaciones, Telecomunicaciones).

De acuerdo al registro de información recibido del Área de Información, su función

será priorizar los servicios necesitados por las comunidades afectadas (Primeros auxilios psicológicos, evacuación, búsqueda y rescate, salud en emergencias,

restablecimiento de lazos familiares -RCF etc.), los recursos destinados a los mismos, y los tiempos requeridos para la respuesta.

De acuerdo a esto, y tomando en cuenta las capacidades logísticas de la institución

al momento de la emergencia (evaluando la posibilidad de solicitar apoyo a otra agencia / institución para este cometido) esta área procederá a tomar las decisiones

necesarias para la operación de la respuesta en terreno.

Page 55: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 49

C. Área de Decisiones Políticas

Conformada por los Directores Nacionales y la Presidencia Nacional de CRCH.

Esta área, una vez conforme y al tanto de los comunicados y las decisiones derivadas

de los Departamentos de Informaciones y Operaciones, tomará las decisiones político – estratégicas para la Institución, agencias relacionadas y programas a seguir post emergencia.

Determinará el lineamiento institucional para efectos de la posición ante la emergencia y las respuestas a nivel país de la institución, con respecto a los pasos a

seguir post emergencia.

FLUJO DE INFORMACIÓN SALA DE CRISIS EN EMERGENCIA

Page 56: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 50

El Centro Nacional de Operaciones en Emergencia (COE) tiene como propósito contribuir

al manejo de la respuesta institucional ante situaciones de crisis y/o emergencias. Para

tal efecto hay dos actividades fundamentales que deben ser coordinadas desde el COE:

a) Monitoreo constante de la situación, a fin de mantener informados de manera confiable a quienes manejan y controlan las operaciones de respuesta humanitaria.

b) Solución de problemas, a través de la toma de decisiones a partir del análisis y la interpretación de la información.

Procedimientos de monitoreo

a) Subproceso de monitoreo

El subproceso de monitoreo enfoca sus actividades en la observación de la

probabilidad de ocurrencia de eventos, así como la recepción de la información de eventos emergentes suscitados a nivel nacional.

Al iniciar la jornada el responsable de turno: 1-Establece comunicación con los

centros Regionales de Telecomunicaciones, solicitando información sobre la probabilidad de ocurrencia de emergencias y/o desastres, o bien el desarrollo de

los mismos. 2- Da revisión a los medios electrónicos de prensa, en busca de información de sucesos referentes a una actual o posible emergencia. 3-Verifica los medios de alerta de las siguientes agencias: de control hidrometeorológico,

institutos geofísicos (actividad sísmica), direcciones de hidrografía y navegación (alerta de tsunamis provenientes del pacífico), etc.

Ante la identificación de una emergencia o desastre, las estaciones de Telecomunicaciones contactan con la Sede Central emitiendo un reporte de lo ocurrido.

b) Subproceso de información

El Subproceso de información desarrolla las actividades de complementar y consolidar la información contenida en los reportes recibidos por las filiales, o ante

la no existencia de la misma, a la búsqueda y consolidación de la información con los referentes de ONEMI, MINSAL, SHOA, gobiernos regionales, organizaciones no

gubernamentales (ONG) u otros.

El Comité Regional recibirá el reporte emitido por la Filial más cercana a la emergencia o desastre, a su vez la Central de Telecomunicaciones recibirá los

reportes de los Comités Regionales afectados.

Una vez recibido el reporte por parte del Comité Regional, las actividades estarán

dirigidas al complemento de la información; para esto el Centro de Alerta Temprana (CAT) solicitará la misma a los referentes del gobierno regional, ONG u otros según sea necesario.

De no contar con un reporte inmediato por parte del Comité Regional, se procederá a la búsqueda de la información con los referentes, de manera tal de poder preparar la alerta interna.

Page 57: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 51

c) Subproceso de publicación de alerta/actualización

El subproceso de publicación de alerta/actualización enfoca sus actividades a la publicación de la misma, difundiéndola entre las oficinas de la Sede Central, Comités Regionales, Filiales, ENI y Estaciones de Telecomunicaciones;

identificando si la emergencia y/o desastre viene o no está siendo atendida. A su vez este proceso ejecuta la publicación de reportes de las actividades de la Cruz

Roja Chilena, a los agentes externos de atención a la emergencia y/o desastre.

Al contar con la consolidación de la información de la emergencia y/o desastre, se hará la publicación inmediata de la alerta interna.

El área de telecomunicaciones publicará un reporte de actividades para ser emitida a las agencias externas involucradas en el evento (ONEMI, MINSAL, Gob. Regionales, ONG, etc.) logrando así evitar duplicar esfuerzos en la atención de la

emergencia y/o desastre.

La coordinación de telecomunicaciones verificará el desarrollo de las actividades a

favor de la atención a la emergencia y/o desastre, cruzando información tanto con agentes internos, como con agentes externos involucrados en el evento.

En caso de que la emergencia y/o desastre ya venga siendo eficientemente asistida,

se emitirá una publicación de cierre de alerta interna. De no estar controlada la situación de emergencia y/o desastre, se procederá a la actualización de la

información, retornando así al subproceso de monitoreo.

6. ACTIVACIÓN DEL EQUIPO NACIONAL DE INTERVENCIÓN EN DESASTRES

(ENI).

Este protocolo tiene por objeto asegurar que las actividades desarrolladas por los integrantes del Equipo Nacional de Intervención (ENI) en Emergencias y Desastres, se ajusten a la Base Legal de Cruz Roja Chilena y sea coherente con el Plan Nacional de

Respuesta, el Sistema de Respuesta de la Federación Internacional de Sociedades de Cruz Roja y Media Luna Roja, entendiendo también que se debe mantener una

coherencia con los planes oficiales del Gobierno de Chile.

Protocolo de activación ENI

En base a la magnitud del desastre y la ubicación geográfica se activará el protocolo de

activación ENI. Este consiste en primera instancia en evaluar las competencias de los voluntarios ENI que se encuentren activos y sus capacidades para el manejo de la

situación ante el desastre que se enfrenta, así como su ubicación cercana al lugar del acontecimiento.

Los miembros del Equipo Nacional de Intervención que se desplieguen, deberán conocer los Planes de Contingencia locales y estar coordinados con la Dirección de GdR a cargo de la respuesta (filial, regional o nacional).

Page 58: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 52

El responsable de la activación y desactivación de ENI es el Coordinador Nacional de Intervención en Desastres, el cual alertará a los ENI y se coordinará con la o las Sedes

Regionales involucradas.

Los voluntarios ENI recibirán una notificación mediante mensaje de texto (SMS) y correo electrónico, el cual será corto y preciso, para que esté disponible y se contacte con el

área de Intervención en Desastre de manera inmediata. El tipo de mensaje de texto puede ser:

Informativo: da las características y magnitud del evento.

De monitoreo: reporta la evolución del evento.

De activación: activa a los voluntarios ENI (esperando recibir confirmación de

disponibilidad).

De desactivación: desactiva el llamado durante el proceso (que no sea necesario intervenir en la emergencia porque ya fue solucionada) o al final cuando el proceso de

intervención y evaluación haya finalizado.

Nota: No siempre es posible monitorear con anticipación un desastre, por ejemplo:

un Terremoto.

De no recibir ningún mensaje por problemas técnicos (como el colapso total de telefonía celular) los voluntarios ENI deberán evaluar la situación, y si el desastre lo amerita,

deberán acudir a su Filial o Comité Regional más cercano y/o contactar a la Coordinación Nacional de Intervención en Desastres directamente (por teléfono fijo, teléfono móvil o

radio).

Recibida la notificación en forma oficial conforme a los procedimientos institucionales establecidos, se debe manejar la siguiente información básica:

1. Tipo de incidente, nombre, lugar. 2. Ubicación del punto de registro. 3. Hora de presentación.

4. Instrucciones para el viaje. 5. Instrucciones sobre las comunicaciones (canales y frecuencias).

Registro: Todos los recursos que intervienen en un incidente u operación requerirán ser registrados.

Asignación: En el momento de ser registrado, el personal recibirá su asignación y los

siguientes datos:

1. Lugar y hora de presentación.

2. Persona a quién debe reportarse. 3. Asignación o posición en el incidente. 4. Responsabilidad específica de su trabajo.

5. Subordinados que deben reportarle. 6. Tiempo aproximado que durará su incorporación. 7. Mecanismo de comunicación con su supervisor inmediato.

8. Como podrá su familia contactarlo en caso de necesidad. 9. Es importante presentarse en el lugar asignado lo antes posible.

Page 59: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 53

Nota: Los ENI activados y seleccionados recibirán la notificación directamente desde el Área de I.D. pero deberán contar con el permiso correspondiente por parte

de la Presidenta de su Filial o Regional (autorización firmada).

Ocurrido el desastre: La coordinación de I.D. activa voluntarios ENI de acuerdo a la

magnitud del evento y en la medida que la situación sobrepase las capacidades de respuesta de los Comités Regionales involucrados.

El voluntario ENI activo deberá presentarse en Sede Central en un tiempo no superior a 12 horas de su activación. Una vez presentado en la sala de crisis, recibirá un informe preliminar de la situación, las instrucciones correspondientes y un kit ENI, inventariado,

para facilitar su trabajo en campo.

El informe preliminar de lo sucedido servirá para formarse una idea del tipo de desastre, su magnitud y las medidas de seguridad que se deberán adoptar en la intervención.

El Kit ENI consiste de una maleta con materiales de oficina y de comunicación. Éstas están a la custodia del área de Logística en Sede Central y a disposición de la dirección

nacional de gestión del riesgo. El voluntario ENI será el responsable de dar un correcto uso a los materiales y llevará un exhaustivo control de lo utilizado.

Una vez informado y equipado, el voluntario ENI se desplazará a la zona cero, poniéndose

a disposición del director o directora de gestión del riesgo a cargo del operativo de respuesta.

Del Rol del ENI Activarse rápidamente de acuerdo a las políticas establecidas por la Sociedad Nacional o

local.

Incorporarse a un equipo de respuesta multidisciplinario.

Aplicar las herramientas de evaluación rápida en terreno, según el evento.

Actuar como contraparte ante organismos institucionales en su área de intervención.

Cumplir con los contenidos de la carta humanitaria y los principios fundamentales de la Cruz Roja y Media Luna Roja.

Actuar bajo los códigos de conducta y Acceso más Seguro establecidos por FICR.

Presentar los requerimientos, resultados de la evaluación a la autoridad local correspondiente (Cruz Roja, Dirección de Salud, Ministerio de Salud, ONEMI).

Elaborar un informe de situación sobre el evento.

Elaborar un plan de acción y apoyar a las autoridades locales de Cruz Roja.

Page 60: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 54

7. MANEJO DE DESASTRES

El programa de Intervención en Desastres se enfoca en la atención oportuna y eficaz a los afectados (respuesta). Además, contribuye en los procesos de restablecimiento de

las condiciones normales de vida de una comunidad afectada por un desastre. El programa de intervención en Desastres tiende a restablecer, en el corto plazo y en

forma transitoria, los servicios básicos indispensables e inicio de la preparación del daño físico, social y económico (rehabilitación); y a mediano y largo plazo, se busca restituir las condiciones normales de vida de la comunidad afectada, en lo posible, a un

nivel superior al existente antes del evento (reconstrucción).

En esta etapa se prevé cómo enfrentar de la mejor manera el impacto de los desastres y sus efectos; abarca también la ejecución de aquellas acciones necesarias para una

respuesta oportuna, como la atención de los afectados, la evacuación y la reducción de las pérdidas en las propiedades.

El manejo de desastres contempla tres componentes, a saber:

Preparación: Es el conjunto de medidas y acciones encaminadas a reducir al mínimo la pérdida de vidas humanas y otros daños. Comprende actividades tales como la

elaboración de planes para la búsqueda, el rescate, el socorro y la asistencia de las víctimas, así como el desarrollo de planes de contingencias o de procedimientos según

la naturaleza del riesgo y su grado de afectación.

Alerta: Es el estado generado por la declaración formal de la presentación cercana o inminente de un desastre. No sólo se divulga la proximidad del desastre, sino que se determinan las acciones que deben realizar tanto las instituciones como la población.

Respuesta: Comprende las acciones llevadas a cabo ante un evento adverso y que

tienen por objeto salvar vidas, reducir el sufrimiento humano y disminuir las pérdidas en la propiedad. Algunos ejemplos de actividades típicas de esta etapa son la búsqueda

y el rescate de personas afectadas, la asistencia médica, la evaluación de los daños, el alojamiento temporal y el suministro de alimentos y vestidos.

Recuperación: En esta etapa se instauran las medidas que inician el proceso de restablecimiento de las condiciones de vida normales de una comunidad afectada por

un desastre. Abarca dos grandes aspectos: el primero tiende a restablecer en un corto plazo y en forma transitoria los servicios básicos indispensables y, el segundo se

orienta hacia una solución permanente y a largo plazo, con la cual se busca restituir las condiciones de vida normales de la comunidad afectada. En esta etapa se identifican claramente dos componentes:

Rehabilitación: Comprende el período de transición que se inicia al final de la

respuesta, en el que se restablecen, a corto plazo, los servicios básicos indispensables.

Reconstrucción: Es el proceso mediante el cual se repara la infraestructura, se restaura el sistema de producción y se recupera el patrón de vida de los pobladores.

La fase de recuperación es una oportunidad para superar el nivel de desarrollo previo

al desastre con la incorporación y la adopción de medidas de prevención y mitigación.

Page 61: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 55

8. EL PROYECTO ESFERA6

La filosofía del Proyecto Esfera: el derecho a vivir con dignidad

El Proyecto Esfera, o simplemente “Esfera”, fue iniciado en 1997 por un grupo de organizaciones no gubernamentales (ONG) humanitarias y el Movimiento Internacional

de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Su objetivo era mejorar la calidad de sus acciones durante las respuestas en casos de desastres y rendir cuentas acerca de ellas.

La filosofía de Esfera se funda en dos convicciones esenciales: primero, que las personas afectadas por un desastre o un conflicto armado tienen derecho a vivir con dignidad y, por lo tanto, a recibir asistencia; y segundo, que se deben tomar todas las

medidas posibles para aliviar el sufrimiento humano ocasionado por los desastres y los conflictos armados.

Con el fin de plasmar estas dos convicciones esenciales, el Proyecto Esfera redactó la Carta Humanitaria y elaboró un conjunto de normas mínimas en algunos sectores calve

para salvar vidas. Dichas normas se exponen en los cuatro capítulos técnicos del Manual: abastecimiento de agua, saneamiento y promoción de la higiene: seguridad

alimentarios y acción de salud. Las normas esenciales versan sobre los procesos y se aplican a todos los capítulos técnicos.

Las normas mínimas se basan en la evidencia empírica y representan un consenso predominante en cada sector sobre las mejores prácticas para las respuestas en casos

de desastres. Casa norma va acompañada de acciones clave, indicadores clave y notas de orientación que guían al lector sobre la manera de cumplirla de acuerdo con las

circunstancias locales.

Las normas mínimas describen las condiciones que hay que lograr en cualquier respuesta humanitaria para que las poblaciones afectadas por un desastre puedan sobrevivir y recuperar condiciones de vida estables con dignidad. La participación de

las poblaciones afectadas en el proceso de consulta está en el corazón de la filosofía de Esfera. El Proyecto Esfera fue, por consiguiente, la primera de una serie de iniciativas

que hoy se conocen como calidad y rendición de cuentas.

El Manual esfera fue concebido para servir en la planificación, la implementación, el seguimiento y la evaluación de las respuestas humanitarias. También es una herramienta eficaz de promoción para negociar con las autoridades el ámbito de la acción

humanitaria y la asignación de recursos. Además, es útil para las actividades de preparación para desastres y la elaboración de planes de contingencia, ya que los

donantes piden con cada vez mayor frecuencia que se haga referencia a las normas de Esfera en los informes que exigen.

El Manual no ha sido elaborado por ninguna organización en particular, de ahí que goce de gran aceptación en todo el sector humanitario. Se ha convertido en una de las

compilaciones de normas para las respuestas humanitarias más difundidas y reconocidas a nivel internacional y es utilizado como herramienta de comunicación y coordinación entre las organizaciones.

6 Carta humanitaria y normas mínimas de respuesta humanitaria en caso de desastres. Proyecto Esfera, 2004.

(http://www.sphereproject.org/sphere/es/manual)

Page 62: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 56

El lugar de Esfera en el ámbito de la acción humanitaria

El Manual de Esfera está diseñado para ser utilizado durante las respuestas humanitarias en una serie de situaciones, que incluyen los desastres naturales, los

conflictos armados, los fenómenos de evolución lenta o rápida, los entornos rurales y urbanos, así como las emergencias políticas complejas, en cualquier país. El término “desastre” abarca todas esas situaciones y, si corresponde, se utiliza el término “conflicto

armado”. “Población” hace referencia a individuos, familias, comunidades y grupos en sentido amplio. En consecuencia, utilizamos en general el término “población afectada

por el desastre”.

Cuándo utilizar el Manual

Centradas en el período de la respuesta humanitaria, las normas mínimas de Esfera cubren las actividades destinadas a satisfacer las necesidades urgentes para la supervivencia de las poblaciones afectadas por el desastre. Esta fase puede durar desde

unos pocos días o semanas hasta varios meses o incluso años, especialmente si las circunstancias incluyen la inseguridad o el desplazamiento persistentes. Es imposible,

pues, afirmar que la utilidad de las normas de Esfera se limita a un determinado período de tiempo.

No obstante, el Manual ocupa un lugar específico dentro del ámbito general de la acción humanitaria, que va más allá del socorro inmediato y abarca una gama de actividades

que comienzan con la preparación para desastres, siguen con la respuesta humanitaria y se extienden a la recuperación inicial. Como herramienta de referencia, el Manual es

útil tanto en la fase de preparación para desastres como en la fase de recuperación inicial, que “encuadran” conceptualmente la respuesta humanitaria pero en realidad han de considerarse simultáneamente.

La preparación para desastres requiere que los actores –gobiernos, organizaciones

humanitarias, organizaciones de la sociedad civil, comunidades e individuos en el terreno- tengan la capacidad, las relaciones y los conocimientos necesarios para

prepararse y actuar eficazmente ante un desastre o un conflicto armado. Antes y durante la respuesta, deben proceder a adoptar medidas que mejoren el nivel de preparación y reduzcan los riesgos para el futuro. Es necesario que estén preparados, al menos, para

cumplir las normas mínimas de Esfera durante un futuro desastre.

La recuperación inicial es el proceso que sigue a la operación de socorro y conduce a la recuperación a largo plazo. Es sumamente eficaz si se la anticipa y facilita desde el

comienzo de una respuesta humanitaria. El Manual Esfera reconoce la importancia de la recuperación inicial y hace referencia a ella de manera continua, según proceda.

Page 63: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 57

Entender el contexto durante la respuesta humanitaria

Una respuesta humanitaria eficaz se basa en un diagnóstico exhaustivo y contextualizado (evaluación inicial, seguimiento y evaluación posterior) a fin de analizar

las necesidades, vulnerabilidades y capacidades en cada situación.

El Manual Esfera está diseñado esencialmente como una herramienta para reconocer los diferentes contextos y adaptar a ellos los programas de respuesta: sirve para guiar a

quienes los ejecutan en sus reflexiones sobre la manera de alcanzar el nivel de na norma universalmente aplicable en una situación o contexto concreto, poniendo especial énfasis en las vulnerabilidades y capacidades específicas.

No todos los integrantes de una población afectada por un desastre controlan de la

misma manera sus recursos y posibilidades. Por ello, el efecto del desastre será diferente según el origen étnico y la afiliación religiosa o política. Un desplazamiento puede hacer vulnerables a ciertas personas que una situación normal no hubieran estado expuestas

a riesgos. Puede ocurrir que se niegue asistencia vital o no se dé oportunidad de ser escuchados a mujeres, niños, personas de edad, personas con discapacidad personas

que viven con el VIH, en razón de barreras física, culturales y/o sociales. La experiencia demuestra que el tratar a estas personas como una larga lista de “grupos vulnerables” puede llevar a respuestas fragmentarias e ineficaces, que pasan por alto la conjunción

de vulnerabilidades, así como el hecho de que las vulnerabilidades van cambiando con el tiempo, incluso durante una crisis específica.

La labor de socorro y recuperación debe tener en cuenta también los peligros

vulnerabilidades futuros, a fin de reconstruir comunidades más seguras y promover una mayor resiliencia. En muchas partes del mundo, el cambio climático ya está empezando a repercutir en los patrones de riesgo; es necesario complementar el conocimiento

tradicional sobre los peligros, las vulnerabilidades y las capacidades con estimaciones sobre los riesgos climáticos del futuro.

A fin de hacer justicia al carácter singular de cada situación de desastres y a las

vulnerabilidades y capacidades particulares de la población afectada, el Manual trata varios temas transversales. Algunos de estos temas versan sobre las vulnerabilidades de personas y subgrupos: niños, género, personas de edad, VIH y SIDA, personas con

discapacidad y apoyo psicosocial. Otros temas como la reducción del riesgo de desastres (incluido el cambio climático) y el medio ambiente, abordan factores de vulnerabilidad que atañen al conjunto de la población afectada.

Page 64: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 58

9. LA CARTA HUMANITARIA.

La Carta Humanitaria sienta el fundamento ético y jurídico para los principios de protección, las normas esenciales y las normas mínimas presentadas en el Manual.

Constituye tanto la expresión de los derechos y obligaciones jurídicos establecidos, como la expresión de convicciones compartidas.

En lo que atañe a los derechos y obligaciones jurídicos, resume los principios jurídicos

esenciales que más inciden en el bienestar de las personas afectadas por situaciones de

desastre o de conflicto armado. Con respecto a las convicciones compartidas, procura

expresar el consenso existente entre las organizaciones humanitarias sobre los principios

por los que se deben regir las respuestas en casos de desastre o de conflicto armado, y

definir las funciones y responsabilidades de los diversos actores involucrados.La Carta

Humanitaria es la piedra angular del compromiso asumido por las organizaciones

humanitarias que se adhieren al Proyecto Esfera y una invitación a todos quienes

participan en la acción humanitaria para que adopten dichos principios.

Nuestras convicciones

1. La Carta Humanitaria expresa nuestra convicción común, como

organizaciones humanitarias, de que todas las personas afectadas por un desastre

o un conflicto armado tienen derecho a recibir la protección y la asistencia que garanticen

las condiciones básicas para vivir con dignidad. Creemos que los principios descritos

en la Carta Humanitaria son universales y se aplican a todas las personas afectadas por

un desastre o un conflicto armado, dondequiera que se encuentren, así como a quienes

procuran asistirles y brindarles seguridad. Estos principios están incorporados en el

derecho internacional, pero su fuerza dimana, en última instancia, del principio moral

fundamental de humanidad, que establece que todos los seres humanos nacen libres

e iguales en dignidad y derechos. Fundándonos en este principio, afirmamos la

primacía del imperativo humanitario: hay que actuar para prevenir y aliviar el

sufrimiento humano causado por los desastres o los conflictos armados y nada puede

prevalecer sobre este principio.

Como organizaciones humanitarias locales, nacionales e internacionales, nos

comprometemos a promover y respetar los principios de esta Carta, y a observar las

normas mínimas en la labor que desempeñamos para prestar asistencia y protección a

las personas afectadas por un desastre o un conflicto armado. Invitamos a todos

los que participan en actividades humanitarias, incluidos los actores gubernamentales

y del sector privado, a que se adhieran a los principios, derechos y deberes comunes

enunciados más adelante como la expresión de nuestras convicciones humanitarias

compartidas.

Page 65: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 59

Nuestra función

2. Reconocemos que las personas afectadas por desastres o conflictos armados subvienen a sus necesidades básicas ante todo gracias a su propio esfuerzo, así como al apoyo de las instituciones comunitarias y locales. Reconocemos que es primordialmente

la función y la responsabilidad del Estado afectado brindar asistencia oportuna a las personas afectadas, asegurar su protección y su seguridad, y prestarles la ayuda necesaria para que puedan recuperarse. Creemos que es primordial conjugar las

acciones de las autoridades oficiales y de los voluntarios con miras a lograr una prevención y respuesta eficaces y, en este sentido, las Sociedades Nacionales de la Cruz

Roja y de la Media Luna Roja y otros actores de la sociedad civil tienen una función esencial que desempeñar en apoyo de las autoridades públicas. Afirmamos el cometido que puede asumir la comunidad internacional en su conjunto, incluidos los gobiernos

donantes y las organizaciones regionales, a fin de ayudar a los Estados a cumplir sus responsabilidades cuando la capacidad nacional es insuficiente. Reconocemos y

respaldamos las funciones especiales que desempeñan los organismos bajo mandato de las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja.

3. Como organizaciones humanitarias, definimos nuestra función en relación con las

necesidades y capacidades de las poblaciones afectadas y las responsabilidades de sus

gobiernos o de las potencias bajo cuyo control se encuentran. Nuestro cometido, al

prestar asistencia, pone en evidencia el hecho de que a quienes incumbe en

primer término esa responsabilidad no siempre tienen la capacidad para asumir esa

función o no desean asumirla. En la medida de lo posible, y de conformidad con el

imperativo humanitario y otros principios enunciados en la presente Carta,

apoyaremos los esfuerzos de las autoridades competentes para proteger y asistir a

las personas afectadas. Exhortamos a todos los actores estatales y no estatales a que

respeten el cometido imparcial, independiente y sin partidismos de las organizaciones

humanitarias y a que faciliten su labor suprimiendo las barreras innecesarias a nivel

jurídico y práctico, velando por su seguridad y permitiéndoles un acceso oportuno y

constante a las poblaciones afectadas.

Principios, derechos y obligaciones comunes

4. Ofrecemos nuestros servicios como organizaciones humanitarias sobre la base del principio de humanidad y del imperativo humanitario, reconociendo los derechos de

todas las personas afectadas por un desastre o un conflicto armado —mujeres, hombres, niños y niñas—. Éstos incluyen los derechos a la protección y a la asistencia recogidos

en las disposiciones del derecho internacional humanitario, los derechos humanos y el derecho de los refugiados. A los fines de la presente Carta, resumimos estos derechos de la siguiente manera:

El derecho a vivir con dignidad.

El derecho a recibir asistencia humanitaria.

El derecho a la protección y a la seguridad.

Aunque estos derechos no están formulados en los mismos términos en el derecho

internacional, reflejan toda una serie de derechos jurídicos aceptados y concretizan el

imperativo humanitario.

Page 66: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 60

5. El derecho a vivir con dignidad se recoge en las disposiciones del derecho internacional, particularmente en las que atañen a los derechos humanos relativos al

derecho a la vida, al derecho a un nivel de vida adecuado y al derecho a no ser sometido a tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. El derecho a la vida conlleva el deber de preservar la vida si ésta se ve amenazada, lo que lleva implícito el

deber de no rehusar ni impedir que se preste la asistencia necesaria para salvar vidas. La dignidad va más allá del bienestar físico; exige el respeto de la persona, con inclusión

de los valores y las creencias de los individuos y las comunidades, y el respeto de los derechos humanos que les corresponden, entre ellos la libertad, la libertad de conciencia y las prácticas religiosas.

6. El derecho a recibir asistencia humanitaria es un elemento indispensable del

derecho a vivir con dignidad. Abarca el derecho a un nivel de vida adecuado, lo que incluye alimentos y agua en calidad y cantidad suficiente y una vivienda adecuada, así

como los medios necesarios para mantener la salud, todos ellos elementos que se garantizan expresamente en el derecho internacional. Las normas esenciales y las normas mínimas de Esfera reflejan esos derechos y los trasponen a la práctica,

específicamente en relación con la asistencia que se presta a las personas afectadas por un desastre o un conflicto armado. Cuando el Estado o los actores no estatales no aportan directamente esa asistencia, deben permitir que otros lo hagan. Esta asistencia

debe brindarse conforme al principio de imparcialidad, lo que significa que ha de proporcionarse únicamente según las necesidades y en proporción a éstas. Ello se deriva

del principio más general de no discriminación: nadie debe ser discriminado por motivos de edad, género, raza, color, etnia, orientación sexual, idioma, religión, discapacidad, estado de salud, opiniones políticas o de otra índole, ni por su nacionalidad

u origen social.

7. El derecho a la protección y a la seguridad está anclado en las disposiciones del derecho internacional, en las resoluciones de las Naciones Unidas y otras organizaciones

intergubernamentales, y en la responsabilidad soberana de los Estados de proteger a toda persona que se encuentre bajo su jurisdicción. La seguridad de las personas en situaciones de desastre o de conflicto armado, como la protección de los refugiados y de

los desplazados internos, es un motivo de particular preocupación para las organizaciones humanitarias. El derecho reconoce que ciertas personas pueden ser particularmente vulnerables a los abusos y a la discriminación debido, por ejemplo, a su

edad, género o raza, y pueden requerir medidas especiales de protección y asistencia. Si un Estado carece de la capacidad para proteger a las personas en tales circunstancias,

creemos que debe solicitar asistencia internacional para hacerlo.

El derecho aplicable a la protección de los civiles y las personas desplazadas requiere aquí particular atención.

(i) Durante un conflicto armado, tal como se define en el derecho internacional humanitario, se toman disposiciones jurídicas específicas relativas a la

protección y a la asistencia que debe conferirse a las personas que no participan en las hostilidades. En particular, los Convenios de Ginebra de 1949 y sus

Protocolos adicionales de 1977, imponen obligaciones a las partes en los conflictos armados internacionales y no internacionales. Hemos de subrayar la inmunidad general contra los ataques y las represalias de la que goza la

Page 67: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 61

población civil, y en particular la importancia del principio de distinción entre civiles y combatientes y entre bienes de carácter civil y objetivos militares;

los principios de proporcionalidad en el uso de la fuerza y de precaución en los ataques (la obligación de abstenerse de utilizar armas de efectos indiscriminados o que, por su naturaleza, causen males superfluos o

sufrimientos innecesarios), así como la obligación de permitir que se preste socorro de manera imparcial. Gran parte de los sufrimientos evitables causados

a los civiles en los conflictos armados se derivan de la inobservancia de esos principios básicos.

(ii) El derecho a buscar asilo o refugio sigue siendo vital para la protección de las personas que son objeto de persecución o violencia. Con frecuencia las personas afectadas por un desastre o por un conflicto armado se ven forzadas a huir de

sus hogares en busca de seguridad y de medios de subsistencia. Las disposiciones de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951

(enmendada) y de otros tratados internacionales y regionales contienen salvaguardas fundamentales para las personas que no pueden obtener protección del Estado de su nacionalidad o residencia y se ven forzadas a buscar

refugio en otro país. Entre ellas se destaca el principio de no devolución, por el cual ninguna persona puede ser devuelta a un país donde su vida, su libertad o su seguridad física puedan verse amenazadas, o donde exista la

probabilidad de que sea sometida a tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. El mismo principio se aplica, por extensión, a los

desplazados internos, tal como se prevé en el derecho internacional de los derechos humanos y se explica en mayor detalle en los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos de 1998 y en la legislación regional y nacional al

respecto.

Nuestro compromiso

8. Ofrecemos nuestros servicios con la convicción de que las poblaciones afectadas

están en el centro de la acción humanitaria, y reconocemos que su participación activa es esencial para que podamos prestarles asistencia de la manera que mejor se adapte a sus necesidades, incluidas las necesidades de las personas vulnerables y de aquellas que

están socialmente excluidas. Procuraremos apoyar los esfuerzos locales para prevenir los desastres y los efectos de los conflictos, estar preparados para cuando ocurren y responder a ellos, así como para fortalecer la capacidad de los actores locales a todos los

niveles.

9. Somos conscientes de que los esfuerzos por brindar asistencia humanitaria pueden ocasionalmente tener efectos adversos involuntarios. En colaboración con las

autoridades y las comunidades afectadas, procuramos reducir al mínimo cualquier efecto negativo de la acción humanitaria sobre las comunidades locales o sobre el medio ambiente. Con respecto a los conflictos armados, reconocemos que la manera en

que se presta la asistencia humanitaria puede hacer que los civiles sean más vulnerables a los ataques o, en ocasiones, acarrear ventajas no deseadas a una o

varias de las partes en el conflicto. Nos comprometemos a reducir a un mínimo ese tipo de efectos adversos, ateniéndonos en todo momento a los principios antes enunciados.

Page 68: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 62

10. Actuaremos de acuerdo con los principios de la acción humanitaria expuestos en la presente Carta y siguiendo específicamente el Código de conducta relativo al socorro

en casos de desastre para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las organizaciones no gubernamentales(1994).

11. Las normas esenciales y las normas mínimas de Esfera concretizan en la práctica los principios comunes de la presente Carta, sobre la base de lo que las organizaciones

consideran necesidades mínimas para vivir con dignidad y de la experiencia que han adquirido en la prestación de asistencia humanitaria. Aunque el cumplimiento de las normas depende de una serie de factores, muchos de los cuales pueden escapar a

nuestro control, nos comprometemos a tratar de alcanzarlas sistemáticamente y esperamos rendir cuentas al respecto. Invitamos a todas las partes, entre ellas a los gobiernos afectados, los gobiernos donantes, las organizaciones internacionales, los

actores privados y no estatales, a que adopten las normas esenciales y las normas mínimas de Esfera como normas consagradas.

12. Al adherirse a las normas esenciales y a las normas mínimas nos comprometemos

a hacer todo lo posible por que las personas afectadas por un desastre o un conflicto

armado puedan gozar al menos de condiciones mínimas para vivir con dignidad y

seguridad, entre éstas cabe destacar el acceso a una cantidad suficiente de agua, al

saneamiento, a los alimentos, a la nutrición, al alojamiento y a la atención de salud.

Con este fin, seguiremos abogando para que los Estados y los demás actores cumplan

las obligaciones morales y jurídicas que les incumben con respecto a las poblaciones

afectadas. Por nuestra parte, nos comprometemos a hacer que nuestras respuestas y

acciones sean más eficaces, apropiadas y responsables mediante evaluaciones sólidas y

el seguimiento de la evolución del contexto local; mediante la transparencia de la

información y la toma de decisiones, y mediante la coordinación y la colaboración más

eficaces con otros actores pertinentes a todos los niveles, como se expone en la normas

esenciales y las normas mínimas. Nos comprometemos, en particular, a trabajar en

asociación con las poblaciones afectadas, poniendo énfasis en su participación en las

respuestas. Reconocemos que debemos rendir cuentas principalmente a todas las

personas a las que procuramos prestar asistencia.

Page 69: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 63

SISMOS

Escala de medición Richter (Magnitud sísmica)

Los sismos o movimientos telúricos son movimientos vibratorios en la corteza terrestre,

provocados mayormente en nuestro país por deslizamiento de las placas tectónicas. Cada sismo genera una liberación de energía única en el hipocentro (lugar donde se genera el deslizamiento de las placas), la cual se mide con instrumentos en la escala de Richter

los cuales registran la magnitud del sismo, expresada en números decimales, y que parte de 0, sin límites máximos.

Escala medición Mercalli (Intensidad sísmica)

La Escala de Mercalli, se basa en la percepción u observación de los daños provocados por el sismo, este es diferente en cada lugar. La Intensidad depende de la distancia del epicentro, tipo de construcción, calidad del suelo o roca de la localidad. Generalmente,

mientras más distante del epicentro, menos efectos tendrá, por lo que un sismo puede tener varias intensidades de Mercalli, pero solo una magnitud en Richter. La intensidad

se da en números romanos del I al XII.

Categoría Descripción

I Percibido tan sólo por muy pocas personas bajo circunstancias especialmente favorables.

II Percibido tan sólo por pocas personas en reposo, especialmente en pisos altos de las

edificaciones. Pueden mecerse objetos suspendidos.

III Se percibe muy notoriamente adentro. Puede mecerse levemente estando en un vehículo

automotor. La vibración se siente semejante al paso de un camión.

IV Se percibe adentro por muchos y afuera por unos pocos. En la noche, algunos se

despiertan. Traquetean la losa, la cristalería, las ventanas y las puertas.

V Se percibe por casi todos; el daño de los contenidos y las estructuras es raro pero posible.

VI Se percibe por todos; muchos se asustan y corren fuera; daños leves.

VII Todos corren fuera; daños sin importancia para edificaciones sismorresistentes bien

diseñadas y construidas; daños leves a moderados para estructuras ordinarias;

considerables daños ara estructuras pobremente diseñadas o construidas.

VIII Daños leves en estructuras bien diseñadas, considerables en las ordinarias y grandes en

las pobres; caen chimeneas, monumentos, muros, etc.

IX Daño considerable para las estructuras bien diseñadas e inmenso (incluso colapso parcial

o completo) en otras edificaciones; las edificaciones se desplazan de sus cimientos; las

tuberías subterráneas se rompen.

X Algunas estructuras de madera bien construidas se destruyen; la mayor parte de la

mampostería y de las estructuras ordinarias es destruida; las carrilleras se tuercen; son

comunes los deslizamientos, el agua se derrama sobre los bancos de diques y lagos, etc.

XI Pocas, si alguna, estructuras de mampostería permanecen en pie; los puentes se

destruyen, se abren grandes grietas en el terreno; la tubería subterránea está

completamente fuera de servicio; la tierra se hunde.

XII El daño es total; se ve la propagación de las ondas a lo lago de la superficie del terreno; es

casi imposible permanecer de pie; los objetos son arrojados al aire.

Page 70: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 64

Efectos sobre la salud

1. Mortalidad: el número de muertos es significativo debido a la rapidez y la violencia

del impacto y a la destrucción de la infraestructura, básicamente en áreas urbanas y de alta densidad de población.

2. Morbilidad: también se registra un elevado número de heridos por las causas

señaladas. Las principales condiciones encontradas son: politraumatismos, heridas, quemaduras, intoxicaciones y secuelas de salud mental. Para efectos de

planificación de los insumos logísticos y la ayuda humanitaria, la experiencia nos señala que aproximadamente el 10% de la población afectada puede considerarse como heridos, y de ellos, del 10% al 15% puede requerir apoyo institucional mayor

o de mayor complejidad, es decir, hospitalización, cirugía, anestesia y otros.

3. Infraestructura de salud: los daños en los establecimientos de salud afectan, además de su infraestructura, a los recursos humanos, el equipamiento, los

servicios básicos y el mobiliario. Es importante destacar que muchas veces los servicios de salud, por la pérdida de función, se interrumpen justamente cuando

tienen mayor demanda de la población.

4. Escasez de alimentos: contrario a lo que se piensa, no debería existir escasez de alimentos. Si esto ocurre puede deberse a la dificultad en el acceso, acaparamiento

u ocultamiento por parte de los proveedores.

5. Movimientos de población: según la magnitud del evento, la población afectada

tiende a quedarse cerca de sus casas o pertenencias, y se interesan rápidamente por iniciar la recuperación

TSUNAMI

Es una serie de grandes olas marinas generadas por el desplazamiento repentino de masas de agua como consecuencia de terremotos, erupciones volcánicas o deslizamientos submarinos, capaces de propagarse a miles de kilómetros.

Efecto sobre la salud

1. Mortalidad: el número de muertos es significativamente alto si no existe un aviso

previo de alerta, por la destrucción de la infraestructura o por inundación, y depende de la vulnerabilidad de las comunidades.

2. Morbilidad: se pueden presentar politraumatizados, heridos y ahogados.

3. Infraestructura de salud: según el tipo de materiales empleados, los establecimientos de salud de las zonas costeras se afectan, se interrumpen sus

funciones normales y se perjudican principalmente el recurso humano, el equipamiento y el mobiliario.

4. Escasez de alimentos: puede existir escasez de alimentos por daños en los

almacenes y pérdida de cultivos, contaminación y dificultades de acceso.

5. Movimientos de población: según la magnitud del evento, la población afectada se puede reubicar provisionalmente; sin embargo, generalmente tiende a quedarse

cerca de sus casas o pertenencias, interesándose rápidamente por iniciar la reconstrucción.

Page 71: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 65

ERUPCIONES VOLCÁNICAS

Es la salida de material (magma), cenizas y gases del interior de la tierra a la superficie.

Una erupción volcánica es un proceso muy complejo que genera diversos elementos:

lluvia de cenizas, que puede alcanzar a varios kilómetros a la redonda; flujo piroclástico, que es material incandescente que cae ladera abajo a gran velocidad; flujos de lodo, si el cono tiene hielo; ríos de lava, de diversa densidad y a diferentes velocidades, así como

gases tóxicos.

La lluvia de cenizas puede formar una capa de algunos centímetros de espesor sobre el suelo y los techos de las construcciones, lo que provoca un peso extra que puede causar

su colapso; el flujo piroclástico es considerado el fenómeno más peligroso y puede afectar a los centros poblados en su recorrido; los flujos de lodo, en volcanes con cono de nieve, tienen el efecto destructor de un deslizamiento; los flujos de lava pueden deslizarse por

la ladera del volcán y recorrer varios kilómetros destruyendo todo lo que encuentran a su paso.

Efectos sobre la salud

1. Mortalidad: cuando no hay un aviso de alerta previo, la mortalidad es alta al presentarse flujos piroclásticos y, en menor escala, flujos de lava.

2. Morbilidad: las cenizas, cuyas partículas pequeñas son inhalables, pueden ocasionar graves enfermedades respiratorias, dérmicas y oftálmicas. La contaminación del agua, que se acidifica con la ceniza, puede causar enfermedades

del sistema digestivo. Los flujos piroclásticos y la lava producen lesiones de tipo traumático y quemaduras; los gases pueden generar graves cuadros respiratorios

y de intoxicación.

3. Infraestructura de salud: los establecimientos de salud pueden llegar a colapsar a consecuencia de los flujos y de las cenizas. Si se afectan las líneas vitales en la

comunidad, el establecimiento también sufrirá deficiencias a menos que cuente con sistemas alternos para un adecuado funcionamiento. El peso delas cenizas

puede provocar el colapso de algunas estructuras, efecto que se agrava si existen lluvias simultáneas.

4. Escasez de alimentos: los almacenes de alimentos no se afectan, a menos que se

hallen en la zona de influencia directa de los flujos; sin embargo, los cultivos pueden dañarse por la lluvia de ceniza. Puede existir escasez de alimentos si se interrumpen las vías de acceso.

5. Movimientos de población: según los sistemas de alerta, las poblaciones en riesgo pueden ser reubicadas en las zonas de seguridad previamente identificadas.

Page 72: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 66

DESLIZAMIENTOS

Se refiere al movimiento descendente de tierra, agua, flujos de lodo y otros componentes

en un terreno en declive, con desprendimientos de rocas y otros materiales. Suele ser el resultado de cambios repentinos o graduales en la composición y la estructura del suelo, la hidrología o la vegetación. Este suceso es frecuente en las corrientes de agua

interandinas, debido al incremento estacional de las lluvias que arrastran los sólidos que encuentran a su paso, así como también por la deforestación y el manejo inadecuado de

las corrientes de agua, el uso indebido de los suelos, las excavaciones y la sobrecarga del terreno producida por el peso de agua, de hielo, de nieve o de granizo y la acumulación de rocas o material volcánico.

Efectos sobre la salud

1. Mortalidad: según las características del fenómeno, el número de muertes es elevado ante lo súbito de su presentación, básicamente en zonas de alta densidad

de población y por efecto directo sobre la infraestructura.

2. Morbilidad. los efectos son limitados; se producen politraumatismos y heridas

leves, que es lo más común.

3. Infraestructura de salud: los establecimientos sufren íntegramente si se encuentran en la zona de paso del deslizamiento; se producen graves daños en la

infraestructura, el equipamiento y el mobiliario.

4. Escasez de alimentos: por lo limitado del evento, generalmente no se presentan

problemas con la producción y el abastecimiento de los alimentos.

5. Movimientos de población: según las características del evento, la población afectada puede ser reubicada, inclusive de manera definitiva.

SEQUÍA

Es la ausencia de precipitaciones que produce un desequilibrio hidrológico grave. El nivel de la sequía se calibra por el grado de humedad, su duración y la superficie del área afectada. Se desarrolla lentamente y puede tardar mucho tiempo en desaparecer.

Efectos sobre la salud

1. Mortalidad: en casos extremos, pueden presentarse algunos casos de muerte

como consecuencia de la falta de agua y alimentos.

2. Morbilidad: pueden aparecer enfermedades derivadas de la desnutrición y la deshidratación, así como otras por el mal uso del escaso recurso hídrico.

3. Infraestructura de salud: su función se ve afectada al no contar con agua.

4. Escasez de alimentos: la disminución del agua altera las actividades agrícolas y

ganaderas, con el consecuente grave desabastecimiento de alimentos.

5. Movimientos de población: cuando la sequía es prolongada las poblaciones se trasladan, probablemente en forma definitiva. En el área andina no son comunes las migraciones temporales.

Page 73: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 67

INUNDACIONES

Es el fenómeno por el cual un lugar es cubierto por agua al desbordarse el continente o cauce en el que está contenida. Se origina por las lluvias intensas, el aumento anormal del nivel del mar, la fusión de la nieve en gran volumen o una combinación de estos

factores.

Existen inundaciones rápidas o súbitas por ruptura de presas o diques, desborde de vertientes de alta montaña o lluvias torrenciales localizadas. Las progresivas se producen

por lluvias intensas o desbordamiento de ríos en llanuras o planicies. La presencia de niveles de agua en la superficie puede durar días, semanas e, incluso, meses, lo cual

depende de la causa que la originó, así como de la topografía, el drenaje, la capacidad de absorción del terreno y la infraestructura.

Efectos sobre la salud

1. Mortalidad: depende del tipo de evento que se presente. Si es súbito, puede causar

un número considerable de muertes. 2. Morbilidad: las enfermedades no se presentan inmediatamente sino generalmente

a partir de las 48 horas siguientes. Se pueden presentar enfermedades relacionadas con la falta y el mal manejo de agua potable, problemas relacionados con la piel, infecciones respiratorias y enfermedades transmitidas por vectores. En

ciertos casos pueden incrementarse las lesiones por mordeduras de serpientes.

3. Infraestructura de salud: el daño que se presenta depende de la estructura de la edificación y de la magnitud del evento; el establecimiento de salud puede llegar a

quedar inutilizado. Una consecuencia que difícilmente se revierte es el daño sufrido en el equipo médico.

4. Escasez de alimentos: se presentan problemas de alimentación debido al compromiso de los almacenes, la siembra y la producción. Así mismo, se pierden las condiciones de vida de los animales de pastoreo, lo que causa problemas de

abastecimiento de carne, de leche y sus derivados.

5. Movimientos de población: las poblaciones afectadas tienden a trasladarse

temporalmente, lo que puede ocasionar problemas relacionados con el hacinamiento.

Page 74: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 68

LISTADO DE ACRÓNIMOS

1. CAT: Centro de Alerta Temprana.

2. CRCh: Cruz Roja Chilena. www.cruzroja.cl

3. COE: Centro de Operaciones en

Emergencia.

4. DMIS: Disaster Management

Information System.

5. ENI: Equipo Nacional de Intervención en Desastres.

6. GdR: Gestión del Riesgo.

7. GDR: Gestión del Riesgo de Desastres.

8. HF/VHF: Alta Frecuencia / Muy Alta

Frecuencia.

9. ID: Intervención en Desastres.

10. CICR: Comité Internacional de la Cruz Roja. www.icrc.org

11. FICR: Federación Internacional de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y

de la Media Luna Roja. www.ifrc.org

12. MINSAL: Ministerio de Salud.

www.minsal.cl

13. ONEMI: Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior.

www.onemi.cl

14. ONG: Organización No Gubernamental.

15. OG: Organización Gubernamental.

16. SHOA: Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile.

www.shoa.cl

17. SSN: Servicio Sismológico

Nacional. www.sismologia.cl

18. DGF: Departamento de Geofísica de

la Universidad de Chile. www.ssn.dgf.uchile.cl

19. ESFERA: Normas Mínimas para la Ayuda Humanitaria.

20. MAH: Marco de Acción de Hyogo.

21. DIH: Derecho Internacional Humanitario.

22. RCF: Restablecimiento del

Contacto entre Familiares.

23. ENI: Equipo Nacional de

Intervención.

24. AERT: Acción de emergencia y recuperación temprana.

25. ECAV: Entidad con Acción Voluntaria.

26. DG-ECHO: Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea

27. DIPECHO: Programa de preparación para Desastres de DG-ECHO.

28. EDAN: Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades.

29. PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

30. RRD: Reducción de riesgos de

desastres.

31. VpERT: Voluntariado para

Emergencias y Recuperación Temprana.

Page 75: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 69

DOCUMENTOS DE REFERENCIA

Carta humanitaria y normas mínimas de respuesta humanitaria en caso de desastre. Proyecto Esfera, 2004.

Plan estratégico Cruz Roja Chilena 2013-2016.

Código de Conducta Relativo al Socorro en Caso de Desastres. Comité Internacional de la Cruz Roja, 1994.

Manual de difusión de doctrina y DIH. CICR, 2005.

Manual Logística en Emergencia. CREPD, FICR, 2012.

Marco del CICR para un Acceso en Condición de Seguridad de las Sociedades Nacionales. CICR, 2005.

Política Nacional de Gestión del Riesgo. Cruz Roja Chilena, 2010.

Política de preparación para desastres. FICR, 1999.

Política de Intervención en caso de Emergencias. FICR, 1997.

Política de Rehabilitación posterior a una Emergencia. FIRC, 1999.

Programa Nacional de desastres. Cruz Roja Chilena, 2010.

Normas Mínimas Comunes del Voluntariado para Emergencias y Recuperación

Temprana (VpERT). FICR, 2010

Preparar a las Sociedades Nacionales para obtener acceso en condición de seguridad en situación de disturbios internos y de conflicto armado. CICR, 2005.

Plan Regional de Respuesta. Comité Regional de La Araucanía, Cruz Roja

Chilena, 2014.

Guía del Voluntariado, CREP, FICR, 2008.

Estrategia 2020. FICR, 2010.

Estrategia relativa al restablecimiento del contacto entre familiares y base jurídica. FICR, 2007.

Guía Planes de Respuesta y Contingencia. FICR, 2007.

La gestión del Riesgo de Desastres hoy. EIRD, 2008.

Diagnóstico sobre voluntariado en emergencias y recuperación temprana para la definición de normas e indicadores de fortalecimiento en la subregión andina: Capítulo Ecuador. Federación Internacional de Sociedades de la Cruz

Roja y de la Media Luna Roja, Quito, 2010. Consultor: Análisis y Desarrollo Social Consultores.

Page 76: Tomo I - Manual de Referencia Para La Gestión Del Riesgo Orientado a La Respuesta de Desastres y Emergencias

Dirección Regional de Gestión del Riesgo Manual de Referencia para la Gestión del Riesgo Orientado a la Respuesta de

Desastres y Emergencias

Documento BORRADOR P á g i n a | 70

BIBLIOGRAFÍA

Política Nacional de Gestión del Riesgo. Cruz Roja Chilena, 2010.

Apoyo psicológico basado en la comunidad. Manual de Formación. FICR, 2003.

Controlar el stress sobre el terreno. FICR, 2001.

Guía para el acceso más seguro en intervenciones durante conflicto armado,

disturbios o tensiones internas y desastres. CREPD, FICR, 2001.

Labor humanitaria y conflictos armados, el factor estrés. CICR, 2003.

Código de ética de Cruz Roja Argentina. Cruz Roja Argentina, 2007.

Políticas de Apoyo psicológico. FICR, 2003.

Primeros auxilios psicológicos. Serie Es Mejor Prevenir. FICR, 2005.

Manual de Campo ENI. CREPD, FICR, 2007.

Procedimiento de activación ENI. Cruz Roja Chilena.

Guía para el funcionamiento y manejo de la sala de crisis. Cruz Roja Chilena.

Análisis de Sistemas de Gestión del Riesgo de Desastres, una Guía. FAO, 2009.

Manual Organización y Funcionamiento para Centros de Operaciones de

Emergencias. CREPD, FICR, 2008.

Normas Mínimas Comunes del Voluntariado para Emergencias y Recuperación Temprana (VpERT). FICR, 2010

Carta humanitaria y normas mínimas de respuesta humanitaria en caso de desastre. Proyecto Esfera, 2004.