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EN ESTA EDICIÓN Pilar Santidrián Cambio climático y tortugas marinas Ana C. Fonseca Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinas Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas Óscar Brenes Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste) OTROS TEMAS Pablo Ramírez y Mario Arias Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago) Pablo Ramírez Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto José Carlos Mora y David Benavides Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la Universidad Nacional Tortugas marinas en Costa Rica: “enemigos” y protección revista semestral de la esCuela de CienCias ambientales • issn: 1409-2158

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En Esta Edición

Pilar Santidriáncambio climático y tortugas marinas

Ana C. FonsecaEfectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinas

Gabriela S. Blanco y Pilar SantidriánLa tortuga marina negra de

Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas

Óscar BrenesEfecto de la precipitación en el

proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz

Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades

costeras de nandayure (nicoya sur, Guanacaste)

OTROS TEMAS

Pablo Ramírez y Mario AriasLineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (cartago)

Pablo Ramírezcomportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto

José Carlos Mora y David BenavidesClasificación de residuos químicos en laboratorios de la Universidad nacional

tortugas marinas en costa Rica: “enemigos” y protección

revista semestral de la esCuela de CienCias ambientales • issn: 1409-2158

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junio 2011 - Nº 41 - ISSN 1409-2158Ambientales, revista semestral de la Escuela de Ciencias Ambien-

tales de la Universidad Nacional, fue creada en 1980. Su objetivo

es estimular y difundir la investigación y la discusión científica en

el campo de lo ambiental. Publica resultados de investigación re-

ferentes a situaciones ambientales y, secundariamente, ensayos

teóricamente consistentes con algún enfoque científico atinentes

a problemas de ese mismo ámbito temático. Se dirige principal-

mente a académicos, estudiantes de nivel superior y funcionarios

e integrantes de organizaciones gubernamentales y no guberna-

mentales con competencias en lo ambiental.

Revista semestral de laEscuela de Ciencias Ambientales, Universidad NacionalTeléfono: (506) 2277-3688Fax: (506) [email protected] postal: 86-3000Heredia, Costa Rica www.ambientico.una.ac.crConsejo editor Marielos Alfaro, Universidad NacionalGerardo Budowski, Universidad para la PazEnrique Lahmann, UICNEnrique Leff, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoOlman Segura, Instituto Nacional de Aprendizaje y Universidad NacionalRodrigo Zeledón, Universidad de Costa Rica Director y editor Eduardo Mora, Universidad NacionalFotografía www.galeriaambientalista.una.ac.cr Asistencia Rebeca Bolaños Foto de portada Juan José Pucci

Tortugas marinas en Costa Rica:“enemigos”, protección

y aprovechamiento sostenible

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Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales3

Sumario

Editorial

Pilar SantidriánCambio climático y tortugas marinas

Ana C. FonsecaEfectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinas

Gabriela S. Blanco y Pilar SantidriánLa tortuga marina negra de Guanacaste

amenazada de extinción por prácticas humanas

Óscar BrenesEfecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz

Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de

Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)

OTROS TEMAS

Pablo Ramírez y Mario AriasLineamientos de ordenamiento territorial

para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca

del rio Birrís (Cartago)

Pablo RamírezComportamiento hidrométrico de los

manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico

El Encanto

José Carlos Mora y David BenavidesClasificación de residuos químicos en

laboratorios de la Universidad Nacional

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n Costa Rica, la actitud de protección de las tortugas marinas es especialmente valiosa porque en los dos litorales hay sitios, de re-levancia mundial, visitados anualmente por

miles de tortugas que recorren distancias abru-madoramente grandes para llegar a ellos a des-ovar: la cabezona o caguama (Caretta caretta), la carey (Eretmochelys imbricata), la lora (Lepido-chelys olivacea), la verde (Chelonia mydas) y la baula (Dermochelys coriacea). Todas ellas se en-cuentran en peligro de extinción por la cacería; la extracción de huevos; la pesca con palangre y con redes de arrastre; el calentamiento, la contami-nación y la destrucción de la biodiversidad en las aguas marinas, y la masiva ocupación humana de las costas que expulsa a estos reptiles de sus playas de anidación.

Sin contundentes programas de protección, las tortugas marinas, cuya edad es superior a 100 millones de años, no sobrevivirían ahora. En América, eran aprovechadas por los pueblos nati-vos, pero el acérrimo asedio a ellas comenzó con la llegada de los europeos, quienes, particularmente en el Caribe, las cazaban por su carne, su grasa, sus huevos y sus caparazones. Antes de haber re-frigeración -indica Sebastian Troeng (Ambientico 94, julio-2001)-, las tortugas no solo eran una de las pocas fuentes de carne fresca para los marine-ros que visitaban la región, sino que además eran exportadas -vivas o en partes- a Europa y luego a Estados Unidos y Japón, principalmente para ser

consumidas como sopa (hecha a partir de la grasa corporal de la tortuga verde) y en su calidad de concha de carey.

Aparte de prestar servicios ecológicos de mucho valor en las aguas donde viven (por ejem-plo, mantienen sanos los lechos de pastos mari-nos) y de ser un indicador de la salud de estas, las tortugas marinas son destacadas transporta-doras de nutrientes del mar a la tierra: se alimen-tan en ecosistemas marinos muy productivos y la energía capturada la guardan y depositan luego en las playas donde anidan. En estas, tanto sus huevos como los nonatos terminan siendo nu-trientes para plantas y comida para los animales presentes en la playa y en el bosque contiguo (ma-míferos, aves, artrópodos).

Legislación nacional y acuerdos internacio-nales, como la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Ma-rinas y la Convención sobre el Comercio Interna-cional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, prohíben tanto la caza como la captura de las tortugas marinas y la venta de sus huevos y de productos derivados como la concha de ca-rey. Además, paralelamente está ya demostrado en la práctica que, para la economía costarricen-se y para las comunidades vecinas a los sitios de arribo, es muchísimo más rentable la protección de las tortugas que el consumo de estas y de sus huevos, gracias a los ingresos derivados del tu-rismo interesado en ver el desove. Este se puede

Tortugas marinas en Costa Rica: “enemigos”y protección

EDITORIAL

Editorial: Tortugas marinas en Costa Rica: “enemigos” y protecciónISSN 1409-2158. Ambientales 41, Artículo 1 |Pp. 5-10|

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Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales5

Junio 2011. Número 41

Editorial

ResumenEl cambio climático se

ha convertido en una de las principales amenazas para la biodiversidad y los pro-cesos biológicos. Las altas temperaturas afectan nega-tivamente diversos aspectos de la historia de vida de las tortugas marinas, tanto en la playa como en el mar, por lo que el aumento de la tem-peratura por el cambio cli-mático, puede ser altamente perjudicial para sus pobla-ciones. Existen estrategias de mitigación que pueden ser utilizadas con el fin de evitar extinciones locales, como la irrigación, el uso de sombras y la reubicación de huevos en viveros. Sin embargo, es im-portante aplicar, de manera correcta y específica, dichas estrategias en cada pobla-ción, cuando estas se vean negativamente afectadas por el cambio climático.

Palabras clave: tortuga marina, temperatura, cam-bio climático, mitigación, ni-vel del mar.

AbstractClimate change has

become one of the main threats to biodiversity and biological processes. High temperatures negatively affect several aspects of the life history of marine turtles both on nesting beaches and in the ocean. Increasing tem-peratures, caused by climate change, can be highly detri-mental to sea turtle popula-tions. There are possible mi-tigation strategies that can be used to avoid local extinc-tions such as irrigation, sha-ding and clutch relocation. However, it is important to use them correctly and spe-cifically for each population once these become negatively affected by climate change.

Key words: marine turtles, temperature, climate chan-ge, mitigation, sea level.

Cambio climático y tortugas marinas

La autora, especialista en ecología y conservación de tor-tugas marinas, pertenece a la Universidad de Drexel, Es-tación Biológica Goldring y The Leatherback Trust.

Santidrián, P. “Cambio climático y tortugas marinas”ISSN 1409-2158. Ambientales 41, Artículo 1 |Pp. 5-10|

Fecha de recepción del documento: [junio, 2011]. Aprobación: [julio, 2011].

admirar, según las diferentes épocas del año, en los parques nacionales caribeños Tortuguero y Cahuita y en los refugios de vida silvestre cari-beños Barra del Colorado y Gandoca Manzanillo; también en los parques nacionales del Pacífico Marino Las Baulas, Santa Rosa y Corcovado, y en los refugios de vida silvestre del mismo océa-no: Tamarindo y Ostional. En la exitosa protec-ción que, junto con las comunidades locales, se lleva a cabo desde hace décadas, en Costa Rica, se destacan las organizaciones constitutivas de la Red Nacional para la Conservación de Tortugas

Marinas, como por ejemplo, PRETOMA, CCC y otras entidades internacionales ambientalistas como WWF, las cuales además suelen desarrollar investigación científica de peso.

Si bien es cierto que la mayor cantidad de agresiones, principalmente por pesca incidental, sufridas por las tortugas marinas, ocurren aguas adentro, la comunidad académica y el ambien-talismo costarricenses siguen pugnando por el mantenimiento y el aumento sensato de todas las acciones de protección de los sitios de desove y de combate a la caza y captura de esos animales.

Pilar Santidrián

Introducción

l cambio climático por efecto antro-pogénico es considerado, en la ac-tualidad, como una de las amenazas más importantes para la biodiversi-

dad y los procesos biológicos (Thomas et al., 2004; Walther et al., 2002). En el ambiente marino, el cambio climático puede amenazar la supervivencia de numerosos organismos y procesos, debido a cambios en la tempera-tura, la química del océano y la circulación oceánica, entre otros (Harley et al., 2006). A nivel de especie, el oso polar (Ursus ma-ritimus) se convirtió, en el 2008, en la pri-mera incluida como amenazada, bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción de Estados Unidos (Endangered Species Act), a causa del efecto del calentamiento global. Sin embargo, son numerosas las especies que pueden verse reducidas ante escenarios de cambio climático futuros, tanto en am-bientes terrestres como marinos.

El cambio climático puede afectar a todas las especies de tortugas marinas a lo largo de su rango de distribución, ya que comparten características comunes de his-toria de vida. Su éxito reproductivo depende de la estabilidad de las playas donde ani-dan, para que el desarrollo embrionario se

Juan José Pucci. Tortuga nancite

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Cambio climático y tortugas marinasPilar Santidrián 76

maximice, se den proporciones de sexos saluda-bles y hasta una alta proporción de neonatos que emergen del nido (Santidrián Tomillo et al., 2009; Valverde et al., 2010; Segura y Cajade, 2010). A su vez, deben darse las condiciones de producti-vidad adecuadas en el océano, para favorecer su alimentación y acumular la energía necesaria para migrar y desovar (Saba et al., 2007). Tan-to en la playa como en el mar, la temperatura es uno de los factores determinantes del desarrollo embrionario y de la reproducción en todas las es-pecies de tortugas marinas, la cual puede aumen-tar entre 1,8 y 4 °C hacia finales del siglo XXI, respecto a las temperaturas actuales, de acuerdo con el cuarto informe de evaluación del Grupo In-tergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, 2007).

Temporada de anidación

Las tortugas marinas tienen, por lo general, una temporada marcada de desove, ya que por se-lección natural han evolucionado para anidar en los meses en que la producción y la supervi-vencia de neonatos es máxima. Esta ocu-rre en diferentes meses del año en dis-tintas áreas de anidación. Por ejemplo, en Costa Rica hay desove de tortugas en las playas del Caribe, entre los me-ses de febrero y agosto y, en el Pacífico, entre setiembre y febrero. El tiempo de anidación guarda relación con la tem-peratura del agua, al menos en algunas poblaciones, en las que se ha registrado una tendencia a que la temporada co-mience antes, con un aumento de la temperatura superficial del agua (Weishampel et al., 2004). Con un aumento de tempe-ratura resultante del cambio climáti-

co, es posible que las tortugas modifiquen su tem-porada de anidación y que se pueda dar un “des-ajuste” entre el tiempo óptimo para anidar y el tiempo de mayor producción y éxito reproductivo.

Nivel del mar

Las estimaciones más recientes sitúan un aumento del nivel del mar entre los 18 y los 59 cm, para finales del siglo XXI, respecto a los niveles actuales (IPCC, 2007). Algunas playas podrían desaparecer o ver reducido el espacio de anida-ción (Fish et al., 2005). De manera natural, las playas pueden adaptarse mediante el desplaza-miento, ante subidas o bajadas del nivel marino. Si hay un aumento del nivel del mar, las playas de anidación migrarían hacia su parte posterior. En muchas de las playas de desove de tortugas marinas, existen construcciones actuales y pla-nes de desarrollo que impedirían el desplaza-miento natural de estos sitios, lo cual impide la formación de áreas óptimas para el desove (Fish

et al., 2005).

Desarrollo embrionario

Los huevos de tortugas marinas y, en gene-ral, de otras especies de reptiles que entierran sus puestas necesitan condiciones estables en el am-biente del nido, para desarrollarse exitosamente. Tanto la humedad como la temperatura afectan el éxito de eclosión de los huevos y la emergencia del nido de los neonatos. Los huevos pueden de-sarrollarse en un rango viable de temperaturas, pero, frecuentemente, las altas temperaturas y la sequedad disminuyen el éxito de eclosión y de emergencia de los nidos (Santidrián et al., 2009; Valverde et al., 2010; Segura y Cajade, 2010). Los modelos actuales de cambio climático predicen un aumento de la temperatura ambiente entre 1,8 y 4 °C, para finales del siglo XXI, según los di-ferentes escenarios de aumento de emisiones de CO2 (IPCC, 2007), lo cual resultaría en una dis-minución en el éxito de eclosión y de emergencia. Las proyecciones en los patrones de precipitación varían dependiendo de la región. En el Pacífico Norte de Costa Rica, donde ya se dan sequías du-rante la temporada seca en años de El Niño, se espera que las lluvias disminuyan; sin embargo, en otras regiones pueden aumentar.

Sexo de los neonatos

El sexo en tortugas marinas se determina por la temperatura durante el segundo tercio del periodo de incubación. La temperatura pivotal (temperatura crítica determinante del sexo) va-ría en las distintas especies de tortugas marinas e incluso entre distintas poblaciones, pero se en-cuentra alrededor de los 30,5 °C en tortugas loras y de los 29 a los 29,5 °C en el resto de las especies. Si se dan temperaturas durante este periodo, por debajo de esos rangos, se producen neonatos ma-chos y con temperaturas superiores se producen

neonatos hembras. El aumento de temperatura causado por el cambio climático puede resultar en una producción total de hembras. Algunas pobla-ciones en Costa Rica, como la del Parque Nacio-nal Marino Las Baulas, registran ya proporciones de hembras del 90% (Sieg, 2010), por lo que un aumento sobre este nivel sería preocupante.

Productividad en el océano

La frecuencia reproductiva en tortugas ma-rinas está asociada con la productividad en el océano (Solow et al., 2002; Saba et al., 2007; Rei-na et al., 2009), ya que esta afecta las condicio-nes de alimentación de las tortugas y, por tanto, su capacidad para obtener la energía necesaria para migrar y anidar. En el caso de las tortugas baulas, las condiciones de alimentación son ópti-mas durante periodos de La Niña, cuando se da una mayor producción primaria y, en consecuen-cia, de medusas en sus campos de alimentación (Saba et al., 2007). Durante La Niña, la tempe-ratura superficial del agua es menor, la produc-ción mayor y las tortugas tardan menos años en volver a la playa a desovar. Además, después de fases de La Niña, suele registrarse un mayor nú-mero de hembras anidantes en las playas (Reina et al., 2009). El efecto contrario tiene lugar du-rante eventos de El Niño: la temperatura super-ficial del agua es elevada, hay menor producción primaria y las tortugas tardan más años en re-gresar a las playas a desovar. El resultado que el cambio climático pueda tener en los ciclos de El Niño y La Niña no es claro (Collins et al., 2010), aunque se espera que, en promedio, haya un au-mento de la temperatura superficial del agua y, por lo tanto, una disminución en la productivi-dad. Esto afecta, en consecuencia, la anidación de tortugas marinas.

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Cambio climático y tortugas marinasPilar Santidrián 98

Estrategias de mitigación: ¿Cómo y cuándo es el mo-mento?

Aunque ciertos aspectos del efecto de las temperaturas en tortugas marinas se conocen hace tiempo, apenas se está comenzando a com-prender el efecto que el cambio climático puede tener en sus poblaciones. Los modelos climatoló-gicos más recientes proyectan un aumento global de la temperatura ambiente entre 1,8 y 4 °C, en 100 años. Sin embargo, los patrones de lluvia pueden verse alterados de diferentes maneras, hecho que aumenta la precipitación en algunos lugares y la disminuye en otros (IPCC, 2007). De esta manera, es posible que algunas poblaciones puedan ser extirpadas, pero otras podrían sobre-vivir y actuar como re-colonizadoras, cuando las condiciones vuelvan a ser adecuadas.

Existen varias estrategias de mitigación que podrían realizarse en las playas de anidación. Por ejemplo, la temperatura de la arena se puede disminuir a través de la irrigación y la creación de sombras. Sin embargo, si la temperatura am-biente aumenta hasta 4 °C, es posible que incluso las áreas de sombra lleguen a estar demasiado calientes. La irrigación puede disminuir las tem-peraturas, aunque solo cuando se reciben cantida-des considerables de agua. Regar playas de varios kilómetros de distancia sería, además, un gran reto. Otra posibilidad más sencilla es la reubica-ción de nidos. Esta práctica es común en la actua-lidad en playas de anidación. Cuando las tortugas marinas desovan por debajo de la línea de marea alta, los nidos se suelen reubicar para evitar que se inunden y mueran (Wyneken et al., 1988). En algunas playas, esta técnica se usa también para evitar el saqueo de huevos. Los huevos se trasla-dan, por lo general, a viveros, donde pueden ser monitoreados hasta la emergencia de los neona-tos. En caso de que se llegue a una situación en

que los huevos no puedan desarrollarse en condi-ciones naturales, las puestas podrían moverse a viveros, en los cuales sería más fácil controlar las “condiciones climáticas”.

Las estrategias de mitigación pueden ayu-dar a contrarrestar el efecto negativo que el au-mento de la temperatura puede tener en tortugas marinas. Sin embargo, es importante evitar la reubicación, en la medida de lo posible, hasta que no haya otra solución. Existen precedentes de mal uso de viveros en los que solo se produjeron ma-chos o hembras, debido al efecto que la tempera-tura tiene en la determinación del sexo (Morreale et al., 1982; Chan y Liu, 1996). Los niveles eleva-dos de hembras en relación con los de machos son llamativos y provocan que se quiera actuar. No obstante, aunque conocemos los impactos negati-vos de la temperatura, no conocemos lo suficiente para determinar qué niveles son peligrosos. En la actualidad, incluso en playas en las que se produ-cen un 90% de hembras, como en playa Grande, la cantidad de machos adultos parece ser suficiente, ya que los huevos están fertilizados. Es importan-te, aun así, realizar estudios, trabajar en estra-tegias de mitigación desde ya y tener en cuenta el impacto directo que la temperatura tiene en la mortalidad de huevos y neonatos. Una población puede mantenerse probablemente con pocos ma-chos, pero no con niveles elevados de mortalidad.

Finalmente, las estrategias de mitigación deben ser específicas para cada población. Es importante tener un buen conocimiento de las características de una población, para que las estrategias puedan ser correctamente implemen-tadas y sean efectivas. Se deben realizar estudios previos sobre el efecto de la precipitación y de la temperatura en las distintas regiones y no aplicar resultados de una zona a otra, sin tener una base científica. En Costa Rica, las características cli-matológicas que pueden afectar el desarrollo em-brionario y la proporción de sexos son diferentes en el Pacífico y en el Caribe, y aplicar los resul-tados de una región a otra podría ser perjudicial para sus poblaciones.

Referencias bibliográficas

Chan, E. H. y Liew, H. C. (1995). Incubation temperatures and sex-ratios in the Malaysian leatherback turtle, Dermochelys coriacea. Biological Conservation (74).

Collins, M. et al. (2010). The impact of global warming on the tropical Pacific Ocean and El Niño. Nature Geoscience (3).

Fish, M. R. et al. (2005). Predicting the impact of sea-level rise on Caribbean sea turtle nesting habitat. Conser-vation Biology (19).

Harley, C. D. G. et al. (2006). The impacts of climate change in coastal marine systems. Ecology Letters (9).

IPCC. (2007). Cuarto informe de evaluación del Grupo In-tergubernamental de Expertos sobre el Cambio Cli-mático.

Morreale, S. J. et al. (1982). Temperature dependent sex de-termination: current practices threaten conservation of sea turtles. Science (216).

Sebastian Troeng. Cabezona (Chelonia mydas)

Juan José Pucci. Tortuga

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10Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

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Junio 2011. Número 41

Pilar Santidrián

Reina, R. D. et al. (1982). Changed reproductive schedule of eastern Pacific leatherback turtles Dermochelys coriacea following the 1997-98 El Niño to La Niña transition. Endangered Species Research (7).

Saba, V. S. et al. (2007). The effect of the El Niño southern oscillation on the reproductive frequency of eastern Pacific leatherback turtles. Journal of Applied Eco-logy (44).

Santidrián Tomillo, P. et al. (2009). Influence of emergence success on the annual reproductive output of leather-back turtles. Marine Biology (156).

Segura, L. N. y Cajade, R. (2010). The effects of sand tempe-rature on pre-emergent green sea turtle hatchlings. Herpetological Conservation and Biology (5).

Sieg, A. E. (2010). Physiological constraints on the ecology of activity-limited ectotherms. (Tesis de doctorado). Uni-versidad Drexel, Estados Unidos.

Solow, A. R., Bjorndal K. A, y Bolten A. B. (2002). Annual variation in nesting numbers of marine turtles: the effect of sea surface temperature on re-migration in-tervals. Ecology Letters (5).

Thomas, C. D. et al. (2004). Extinction risk from climate change. Nature (427).

Valverde, R. A. et al. (2010). Field lethal incubation tempe-rature of olive ridley sea turtle Lepidochelys olivacea at a mass nesting rookery. Endangered Species Re-search (12).

Walther, G. R. et al. (2012). Ecological responses to recent climate change. Nature (416).

Weishampel, J. F., Bagley, D. A. y Ehrhart, L.M. (2004). Earlier nesting by loggerhead sea turtles following sea surface warming. Global Change Biology (10).

Wyneken, J. et al. (1988). Egg failure in natural and reloca-ted sea turtle nests. Journal of Herpetology (22).

ResumenEl aumento de la tem-

peratura y del nivel del mar, entre otros signos de cambio climático, están afectando los patrones de distribución, alimentación, reproducción y migración de las tortugas marinas y de muchos otros organismos que ya de por sí están bajo presión, por acti-vidades humanas destructi-vas en el nivel mundial, las cuales los hacen aún más vulnerables. Costa Rica no es la excepción; sin embargo, se estima que las consecuencias no serían iguales en todo su territorio. La interacción en-tre las placas tectónicas Coco y Caribe, bajo la Península de Nicoya, es aparentemente la principal causa del aumen-to del nivel relativo del mar de 4 mm/año, en esta región. No obstante, si el deshielo y el aumento del nivel del mar global se aceleran y superan los efectos locales, como pare-ce estar ocurriendo, se daría un aumento del nivel del mar geográficamente generaliza-do. Un aumento de 1 m en el

SummaryTemperature and sea

level rise, among other sig-ns of climate change, are affecting the distribution, feeding, reproduction and migration patterns of marine turtles and many other or-ganisms already threatened by destructive human activi-ties worldwide, making them more vulnerable. Costa Rica is not the exception, howe-ver the consequences would differ along its territory. The interaction between the Cocos and Caribbean tecto-nic plates under the Nicoya Peninsula is apparently the main cause of the relative sea level rise of 4 mm/year in this region. However, if glo-bal ice melting and sea level accelerate overcoming local effects, as it appears to be oc-curring, the result would be a generalized sea level rise. An increase of 1 m in the sea level of Playa Grande would imply a beach recession of 50 m inland. The beach and infrastructure of that zone would be flooded and eroded

Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinas

Ana C. Fonseca

La autora, bióloga marina, es consultora.

Fonseca, A. “Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinas”,ISSN 1409-2158. Ambientales 41, Artículo 2 |Pp. 11-18|Fecha de recepción del documento: [mayo, 2011]. Aprobación: [agosto, 2011].

Cambio climático global

os cambios predichos en el clima, como resultado del incremento en las concentraciones atmosféricas de gases con efecto invernadero, inclu-

yen mayores temperaturas en el aire y el océano, un aumento en el nivel del mar, in-cremento en la frecuencia y la intensidad de eventos climáticos extremos y patrones alterados de precipitación (Solomon et al., 2007).

Las manifestaciones de cambio cli-mático no son uniformes a lo largo del globo, pues son influenciadas fuertemente por procesos físicos locales y provocan una reacción en cadena con multitud de cam-bios en los ecosistemas. Sin embargo, los científicos especialistas en clima proyectan que la temperatura promedio de la Tierra aumentará entre 1,8 y 4°C. El nivel prome-dio global del mar aumentará de 75 a 190 cm, para el período de 1990 a 2100 (Ver-meera y Rahmstorfb, 2009), debido a los acelerados deshielos en Groenlandia y An-tártida, la expansión del agua del océano al calentarse, entre otros.

Los aumentos de temperatura, junto con otros impactos naturales y antropogé-nicos, pueden matar o debilitar el 30% de

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinasAna C. Fonseca 1312

Cuadro 1. Proyecciones climáticas en la costa, ante el peor escenario (IMN/MINAE 2007; IPCC 2007)

Región Temperatura PrecipitaciónPacífico norte +5º -20%

Pacífico central +3.5º +14%

Pacífico sur +4º +15%

Caribe norte +3.5º +48%

Caribe sur +3.5º +26%

La desigual distribución geográfica del ca-lentamiento oceánico global produce una distri-bución desigual de la dilatación térmica del agua y, consecuentemente, una distribución geográfica desigual del aumento del nivel del mar absolu-to. En la medida en que el efecto de la dilatación térmica ha sido muy determinante en el cambio del nivel del mar (al menos en un 50 %), durante varias décadas, todavía se observan regiones don-de el nivel del mar absoluto está disminuyendo, incluyendo el Pacífico centroamericano. Debido a que la tendencia global de aumento del nivel del mar medio absoluto (+ 3.2 mm/año) es relati-vamente pequeña, los procesos regionales (inclu-yendo tectónica, cambios de corrientes oceánicas o forzamiento atmosférico) pueden predominar en la tendencia local de cambio del nivel del mar (absoluto y relativo). Por otro lado, la distribución

nivel del mar en Playa Gran-de, por ejemplo, implicaría un retroceso aproximado de la playa de 50 m tierra aden-tro. La playa y la infraestruc-tura en esa franja quedarían inmersas en el agua, serían erosionadas por el choque de la marea y gran parte de la inundación ocurriría desde atrás, avanzaría por la boca del estero Tamarindo, por los manglares que lo rodean y por otros terrenos adyacen-tes. Urge tomar medidas de mitigación y adaptación del cambio climático en cada lo-calidad, que reduzcan la vul-nerabilidad e incrementen tanto la resistencia como la resiliencia de los ecosistemas y sociedades humanas. El proyecto de conservación de tortugas marinas en playa Junquillal es un estudio de caso que ha generado y ex-portado lecciones aprendidas en el campo de la conserva-ción comunitaria y la adapta-ción al cambio climático.

Palabras clave: aumento de temperatura y nivel del mar, adaptación al cambio climá-tico, conservación de tortu-gas marinas, Costa Rica, Parque Nacional Marino Las Baulas, Grande, Junquillal, inundación de playas.

by the tide break, and most of the inundation would oc-cur from behind, advancing through the mouth of the Tamarindo estuary, into the surrounding wetlands, and other adjacent territories. It is urgent to take local cli-mate change mitigation and adaptation measures to re-duce the vulnerability and increase the resistance and resilience of ecosystems and human societies. The marine turtles conservation project of Junquillal beach, is a case study generating and expor-ting learned lessons in the field of community conser-vation and climate change adaptation.

Key words: temperature and sea level rise, adaptation to climate change, marine turtles conservation, Costa Rica, Las Baulas Marine Na-tional Park, Grande, Junqui-llal, beach flooding.

las especies del planeta, en menos de 30 años. Por ejemplo, con solo un aumento de 2 ºC todos los corales se blanquearían por pérdida de sus algas simbióticas y mori-rían; los arrecifes coralinos se debilitarían y al ser destruidos las costas quedarían más vulnerables a huracanes y otros fenó-menos erosivos; disminuiría el espacio de playas para la anidación y el éxito repro-ductivo de los huevos de tortugas marinas y cocodrilos; se reduciría la productividad del plancton, de los manglares y pastos marinos, y tanto los mamíferos marinos, como las tortugas marinas, los tiburones y otros peces migrarían a aguas más frías, lo cual afectaría la pesca y el turismo. Es un círculo vicioso, el plancton y los arre-cifes coralinos ayudan a fijar y reducir el dióxido de carbono de la atmósfera, lo que se denomina la bomba biológica y, si se ven afectados por los aumentos de tem-peratura, no podrían ayudar más a amor-tiguar el efecto invernadero. La salud de las especies en general, incluido el ser hu-mano, se verá sumamente afectada con el aumento de enfermedades transmitidas por insectos, roedores, alimentos, aire y aguas contaminadas.

En el 2007, el planeta rompió la marca de eventos climáticos extremos. Las especies en muchas áreas ya están ex-hibiendo respuestas a un clima cambian-te (Parmesan, 2006). Los ecosistemas, las especies y las comunidades humanas marino-costeras tropicales, en especial las tortugas marinas, son directamente vulnerables al efecto directo del aumen-to de la temperatura y del nivel del mar. Las implicaciones de estos procesos para los medios de vida y las economías que dependen del área costera y sus recursos naturales son profundos.

Efectos del cambio climáti-co en las tortugas marinas

Entre las principales consecuencias, se ha encontrado evidencia de que el aumento de la temperatura de los nidos, a más de 29 °C en promedio, aumenta la proporción de hembras respecto a los machos y disminuye el potencial reproductivo, y a más de 33 °C los huevos no se desarrollan. Ante el aumento del nivel del mar, se inundan tanto los nidos de las tortugas como la infraestructura humana costera y se pierde área costera (Hawkes et al., 2009). Además, el cambio climático, en general, está cambiando los patrones de las corrientes. Igualmente, varían la distribución, alimentación, reproducción y mi-gración de las tortugas marinas que ya de por sí están bajo presión por actividades humanas des-tructivas en el nivel mundial, como el desarrollo costero, la contaminación, la pesca incidental y la sobreexplotación, las cuales hacen a estas tortu-gas aún más vulnerables (Lutcavage et al. 1997).

Cambio climático en Costa Rica

En Costa Rica, se estimó que las consecuen-cias no serían iguales en todo el territorio. En el próximo cuadro, se muestran las proyecciones cli-máticas de precipitación y temperatura para las costas, ante el escenario de un crecimiento econó-mico con enfoque regional pero sin sensibilidad ambiental. Se prevé que en el Pacífico norte la temperatura puede aumentar, más que hacia el sur y que en el Caribe, y la precipitación podría disminuir, mientras que en otras costas esta au-mentaría, especialmente en el Caribe norte.

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Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Cambio climático y tortugas marinas15

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Ana C. Fonseca14

geográfica del cambio del nivel del mar parece es-tar influenciada por variaciones interanuales y decadales, por lo cual no es posible, en la actua-lidad, interpretarla como una tendencia de largo plazo (Ballestero et al., 2010 a y b; Protti et al., 2010).

Los tipos de costa predominantes en el país, playas en el frente de llanuras aluviales y ma-rismas estuarinos son los más vulnerables ante un ascenso del nivel del mar. En los primeros, el ascenso implica un retroceso de la línea ribereña (transgresión) a posiciones en donde encuentre un nuevo perfil de equilibrio. En las segundas, las áreas sujetas a inundación mareal se ampliarían sensiblemente. En ambas costas, Pacífico y Cari-be, una variación entre 2 mm y 5 mm anuales de ascenso del nivel del mar se ha venido producien-do desde los años cuarenta (IMN, 2000) y los im-pactos de esto ya se han comenzado a manifestar, como es el taponamiento hidráulico en las playas del Caribe. Ante este escenario, entre el 60% (105 ha) y el 90% (300 ha) de la ciudad de Puntarenas

y sus alrededores podrían quedar bajo las aguas, cuando llegue el año 2100. Otras zonas como Gol-fito y Quepos también se estima que cederían terreno al mar (IMN, 2000). Debido a que Costa Rica está en una zona tectónicamente activa, el riesgo de inundación de los sectores potencial-mente inundables en el Caribe bajó drásticamen-te luego del terremoto del Valle de la Estrella, en 1991, dado el ascenso de la corteza terrestre en esa zona hasta en 1.8 metros por encima del nivel promedio del mar (Gutiérrez, 2008).

En el 2010 se analizó la tectónica, el nivel del mar y el ciclo sísmico en el Pacífico norte cos-tarricense y se encontró que la interacción entre las placas tectónicas Coco y Caribe, bajo la Pe-nínsula de Nicoya, es la principal causa del cam-bio del nivel relativo del mar, en esta región. Los fuertes sismos en la Península de Nicoya tienen un tiempo de recurrencia promedio de alrededor de 50 años. Cada 50 años, la costa se levanta sú-bitamente entre 50 cm y 1 m, lo cual altera los

ecosistemas costeros, tanto los terrestres como marinos someros, en una franja que puede sobre-pasar los 100 m. Luego del gran sismo, la costa seguirá elevándose lentamente, mientras se rela-jan los esfuerzos en el manto. La falla se recupera lentamente y produce un acople entre las placas y un nuevo ciclo de subsidencia de la costa (au-mento en el nivel relativo del mar), como el que se observa actualmente (5 mm/año), que puede alcanzar los 10 mm/año. En el largo plazo, el le-vantamiento de la costa supera a la subsidencia, lo cual resulta en un levantamiento neto de más de 6 m cada 1000 años, en los sitios de máxima deformación (Punta Guiones y Cabo Blanco). Las observaciones altimétricas del cambio del nivel del mar absoluto en el Pacífico norte de Costa Rica (debido a las variaciones de la densidad del agua; al intercambio de agua con los continentes, la atmósfera y las capas polares, y a las variacio-nes de la circulación oceánica), obtenidas a partir de 1992, muestran una tendencia de disminución local de 1 mm/año. Esta tendencia regional es opuesta a la tendencia global de aumento del ni-vel medio absoluto del mar, de 3.2 mm/año, tam-bién medida por medio de altímetros. Teniendo en cuenta la subsidencia de la costa, de 5 mm/año en el Pacífico norte, y el decrecimiento local del nivel del mar absoluto de 1 mm/año, se puede estimar que la taza de cambio actual del nivel del mar relativo en esta región es un aumento de 4 mm/año, lo que significa un incremento de 0.4 m a final de siglo. Sin embargo, a partir del 2003, la contribución del deshielo al aumento del nivel del mar absoluto global supera a la contribución de la dilatación térmica. Si la rapidez del deshie-lo aumenta, como parece estar ocurriendo en los últimos años, el aumento del nivel del mar global podría acelerarse y superar los efectos locales, hecho que resulta en un aumento del nivel del mar geográficamente generalizado. La rapidez del aumento del nivel del mar durante la última

deglaciación alcanzó valores de 5 m/siglo durante colapsos de grandes masas de hielo. Aunque no es posible extrapolar este valor a futuros escena-rios de deshielo, vale la pena tener en cuenta que semejantes tazas de aumento son posibles y han tenido lugar en el pasado (Ballestero et al., 2010 a y b; Protti et al., 2010). En este sentido, es im-portante prepararse para los peores escenarios de aumento en el nivel del mar en cada localidad, para planificar y tomar medidas que reduzcan la vulnerabilidad de los ecosistemas marino coste-ros y las poblaciones humanas.humanas.

En el estudio de vulnerabilidad ante el cam-bio climático del 2000, se habían propuesto varias opciones de manejo para diferentes unidades en la costa del Pacífico central y para cada escenario de cambio de nivel del mar. Entre las recomendacio-nes generales estaban (IMN, 2000): 1. mantener un control efectivo de las variaciones del nivel del mar en las áreas de riesgo; 2. lograr una estrate-gia efectiva de apropiación de la información, por parte de todos los actores sociales; 3. permitir el desarrollo urbanístico solo tierra adentro detrás de los 600 m de las costas en regiones planas; 4. crear planes integrados de manejo costero que in-troduzcan las opciones propuestas.

Actualmente, se da una colaboración estre-cha entre el Instituto Oceanográfico Internacio-nal (IOI), la Universidad Nacional y la Comisión Nacional de Emergencias, para atender las ame-nazas marino costeras, incluyendo la vigilancia y control permanente de la costa, la medición de parámetros climáticos y una campaña de educa-ción a comunidades costeras (Gutiérrez, 2008).

Juan José Pucci. Tortuga

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinasAna C. Fonseca 1716

Aumento del nivel del mar en playa Grande, caso de estudio

La playas estarán siempre entre el mar y tierra firme y avanzarán tierra adentro empuja-das por el oleaje, a medida que aumenta el ni-vel del mar. Un aumento de 1 m en el nivel del mar en Playa Grande, por ejemplo, implicaría un retroceso de la playa aproximado de 50 m tierra adentro (Díaz-Andrade 1996). Tal sería entonces el alcance de la inundación del litoral de Playa Grande, comparando con la línea de marea ac-tual. La zona pública de 50 m y la zona marítimo-costera también se están desplazando paulatina-mente tierra adentro. Si hay construcciones en esa zona, quedarían inmersas en la playa y las tortugas anidando competirían directamente por espacio con ellas. En teoría, tal podría llegar a ser el caso de manera puntual con algunas de las edi-ficaciones existentes en la actualidad, aunque se desconoce si la zona de anidación preferida por las tortugas va a incluir a futuro estos tramos es-pecíficos de la playa. Sin embargo, una vez que la playa alcance la infraestructura, el choque de la marea contra carreteras y/o edificaciones causará erosión y pérdida del área de playa.

Un modelo de inundación ante diferentes escenarios de aumento del nivel del mar, basa-do en información topográfica de alta resolución obtenida con tecnología láser (LIDAR), liderado por WWF y elaborado por la empresa española Stereocarto (Drews y Fonseca, 2009), también re-vela que gran parte de la inundación de la zona ocurrirá desde atrás, avanzando por la boca del estero Tamarindo, y por los manglares que lo ro-dean, inundando también terrenos adyacentes. La zona del pequeño estero de playa Ventanas será inundada significativamente y generará una alta vulnerabilidad para la carretera paralela a la playa y las edificaciones en este sector. Los man-

glares, al igual que la playa, irán retrocediendo. El régimen de inundación, erosión y sedimenta-ción alcanzado sobre las costas, por acción de la dinámica marina, costera y meteorológica, es un fenómeno especialmente complejo y es importan-te determinarlo para la definición de planes de manejo integrado de la zona costera. Es funda-mental levantar y adjuntarle a esta topografía datos de oleaje, mareas, batimetría, corrientes, tectonismo, precipitación, temperatura y otros, con el fin de analizar una gama amplia de vulne-rabilidades y generar un modelo de inundación, dinámico y más preciso, del impacto del cambio climático en estas playas.

El futuro de nuestras playas depende de su capacidad de retroceder ante el aumento del nivel del mar y mantener a la vez las condiciones eco-lógicas idóneas para la anidación de las tortugas.

Existe la urgente necesidad de tomar medi-das de mitigación del cambio climático, pero tam-bién de avanzar en el diseño y la implementación de medidas de adaptación que incrementen tanto la resistencia como la resiliencia de los ecosiste-mas y sus sociedades y así reducir los inevitables impactos locales, ecológicos y sociales, del cambio climático. Una reducción en la vulnerabilidad al cambio climático de las tortugas y de los hábitats que utilizan, tendría beneficios ecológicos y so-ciales adicionales. ‘Adaptación’ se refiere, en este caso, a las acciones de manejo que se ponen en marcha ahora para reducir la vulnerabilidad al cambio climático en el futuro.

Adaptación al cambio cli-mático en playas de anida-ción de tortugas marinas

Algunas medidas de adaptación que se deben tomar en playas de anidación de tortugas marinas incluyen: (1) el monitoreo de la tempera-tura y la distancia de varios puntos de la playa a

puntos fijos de la costa, tales como edificaciones y mojones; (2) el estudio de la vulnerabilidad lo-cal; (3) la relocalización de nidos en invernaderos y la restauración de vegetación costera para dar sombra a los nidos; (4) el diseño de retiros de in-fraestructura para reducir la vulnerabilidad de las inversiones en desarrollo costero a las inun-daciones, por aumento del nivel del mar, y para que no se obstaculice la formación de nueva pla-ya y manglar tierra adentro y así se mantenga la existencia y función ecológica de los ecosistemas marino costeros; (5) la creación o ampliación de áreas marino costeras protegidas; (6) la amplia-ción de la zona costera pública; (7) la inclusión de la variable de cambio climático en procesos y herramientas de planificación del ordenamiento territorial, el desarrollo y la conservación costera, como lo son planes reguladores de la zona marí-timo-terrestre, planes de manejo de áreas mari-no costeras protegidas, planes de ordenamiento espacial marino, planes de mejora del bienestar comunitario a través de procesos participativos y, en general, la planificación marino-costera inte-grada (Fish y Drews, 2009; ver Caja de Herra-mientas de Adaptación al Cambio Climático para Tortugas Marinas en www.panda.org/lac/marine-turtles/adaptation).

Desde el año 2005, WWF ha impulsado la conservación de baulas del Pacífico en Costa Rica, mediante un proyecto modelo en playa Junqui-llal, Guanacaste. Playa Junquillal se ha conver-tido en un estudio de caso que genera y exporta metodologías y lecciones aprendidas en el campo de la conservación comunitaria de tortugas ma-rinas y la adaptación al cambio climático, entre otros (WWF, 2010). Del 27 al 29 de noviembre de 2009, se llevó a cabo el taller de “Adaptación al Cambio Climático para Tortugas Marinas”, en playa Junquillal. Este taller fue organizado por WWF y participaron 17 conservacionistas de las costas caribe y pacífico. El objetivo del taller era construir capacidad para incorporar adaptación

al cambio climático, en proyectos de conservación en curso, y compartir herramientas para eva-luar la vulnerabilidad y planificar la adaptación. El taller incluyó la presentación de la “Caja de Herramientas para Adaptación al Cambio Cli-mático” y entrenamiento en métodos prácticos de monitoreo. Los/as participantes discutieron diferentes medidas de adaptación y cómo poder integrar cambio climático dentro de sus proyec-tos individuales en los sitios de anidación y fo-rrajeo de Costa Rica. Además, los/as participan-tes formaron una red de apoyo en adaptación al cambio climático, para compartir herramientas, experiencias e información conforme comiencen a implementar los planes de adaptación.

En abril de 2009, en San José, durante la 4.a Conferencia de las Partes de la Convención In-teramericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas, de la cual Costa Rica es integrante, se aprobó por consenso la resolución CIT-COP4-2009-R5 “Adaptación de hábitats de las tortugas marinas al cambio climático”, pro-puesta a la Conferencia por el Gobierno de Costa Rica (CIT, 2008). Esta resolución vanguardista exhorta a los países signatarios a fortalecer el di-seño, así como identificar e implementar medidas correctivas y de adaptación al cambio climático, en los planes de manejo, planes reguladores, al igual que programas de protección y conservación de tortugas marinas y sus hábitats. La imple-mentación de medidas correctivas y de adapta-ción es un compromiso internacional, en el cual Costa Rica tiene desde ya un claro liderazgo en materia de tortugas marinas, como lo demuestra el proyecto de conservación de playa Junquillal.

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Junio 2011. Número 41

Ana C. Fonseca18Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

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ResumenEste trabajo tiene como

objetivo dar a conocer las ac-ciones humanas que amena-zan de extinción a la tortuga verde del Pacífico o tortuga negra (Chelonia mydas). Se realizó un relevamiento para conocer las playas donde ocu-rre anidación de tortugas negras en la costa norte de Guanacaste y se registra-ron amenazas encontradas durante estos recorridos. Al mismo tiempo se realizaron observaciones en playas don-de se estaban realizando pro-yectos de investigación. Las principales playas de anida-ción para esta especie fueron Nombre de Jesús, Zapotillal, Blanca, Matapalo, Prieta y Cabuyal. Las amenazas de-tectadas fueron: recolección ilegal de huevos, desarrollo de playas de anidación y tu-rismo sin control. Costa Rica posee el segundo sitio de ani-dación en importancia cono-cido para esta especie en el océano Pacífico y las playas de mayor importancia para la especie carecen de protec-ción. Aumentar el control en

AbstractThe objective of this

study was to analyze the human impacts threate-ning with extinction the east Pacific green turtle or black turtle (Chelonia mydas). We surveyed the beaches of the northern coast of Guanacaste to ob-serve the presence of nests of this species and to regis-ter human threats. At the same time we collected in-formation on beaches whe-re research projects were carried out. The main nes-ting beaches for east Pacific green turtles were Nombre de Jesús, Zapotillal, Blan-ca, Matapalo, Prieta y Ca-buyal. The main threats were: illegal egg poaching, beach development and un-controlled tourism. Costa Rica hosts the second larger rockery of east Pacific green turtles and the most impor-tant nesting beaches lack of protection. Increase control on these beaches and in its neighboring waters is es-sential to save this popula-tion from extinction.

La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas

Gabriela S. Blanco y Pilar SantidriánLa autoras, especialistas en ecología y conservación de tortugas marinas, pertenecen a la Universidad de Drexel, Estación Biológica Goldring y The Leatherback Trust.

Blanco G. y Santidrián P. “La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas”

ISSN 1409-2158. Ambientales 41, Artículo 2 |Pp. 19-26|Fecha de recepción del documento: [agosto, 2011]. Aprobación: [septiembre, 2011]

xisten varias razones por las cuales es necesario conservar a las tortu-gas marinas. La tortuga marina es una especie “carismática”, esto sig-

nifica que provoca actitudes favorables las cuales facilitan el apoyo de la sociedad. Por este motivo, desde un punto de vista econó-mico, las tortugas forman parte de la indus-tria del turismo (Tisdell y Wilson, 2002), que convoca turistas de diversos lugares del mundo con la creciente industria del “turtle-watching”. Desde un punto de vista ecológi-co, las tortugas son “especies clave o pilar”, esto significa que la presencia de esta espe-cie es determinante para el funcionamiento del ecosistema en el que habita (Mills et al., 1993). Uno de los principales roles ecológi-cos de las tortugas marinas es el transporte de nutrientes desde las áreas de alimen-tación (generalmente alejadas) hasta las playas de anidación (Bouchard y Bjorndal, 2000). Además, huevos y neonatos sirven de alimento para un elevado número de espe-cies predadoras, ya sea en la playa de ani-dación o en el mar. La ausencia de especies pilar provoca un desequilibrio irreparable en el ecosistema.

La provincia de Guanacaste posee varias playas donde se registra importan-te actividad de anidación de tortugas ma-

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanasGabriela S. Blanco y Pilar Santidrián 2120

La tortuga verde (Chelonia mydas) es la es-pecie de tortuga marina más estudiada y que me-jor se conoce (Spotila, 2004). Sin embargo, hasta el momento existe muy poca información sobre la anidación de esta especie, en el Pacífico. Si bien la tortuga negra o tortuga verde del Pacífico tiene diferencias en tamaño, forma, coloración y esfuer-zo reproductivo (Pritchard, 1999) con la tortuga verde del Atlántico, pertenecen a la misma espe-cie (Bowen et al., 1992). La tortuga verde está considerada en peligro de extinción, por la IUCN (IUCN, 2010). Particularmente, la población en el Pacífico (tortuga negra) está clasificada en pe-ligro de extinción, por US Endangered Species Act 1973, y es considerada altamente vulnera-ble a la extinción. La disminución en el número de tortugas se debe, principalmente, al saqueo de huevos; la matanza de individuos adultos; la degradación del hábitat por el desarrollo y la contaminación de playas de anidación y áreas de alimentación, así como a la pesca incidental de machos y hembras en el océano (Seminoff, 2004). La tortuga negra habita las costas de América Central a lo largo del Pacífico. Las principa-les playas de anidación se encuentran en Mi-choacán, Méjico (Alvarado y Figueroa, 1992) e islas Galápagos, Ecuador (Green, 1984). Adicio-nalmente, Costa Rica posee las segundas playas de anidación, en importancia, para esta especie y estas se encuentran en la costa de Guanacaste.

El saqueo y comercialización ilegal de hue-vos de tortuga es una práctica que ha llevado a que distintas especies de tortugas marinas estén al borde de la extinción; por ejemplo, la baula en Costa Rica (Santidrián Tomillo et al., 2008), la tortuga verde en Costa Rica (Bjorndal et al., 1999) y la tortuga negra en Méjico (Alvarado-Díaz et al., 2001). Dicha práctica se sigue realizando en va-rios lugares del mundo, a pesar de las leyes que la prohíben.

Este trabajo tiene como objetivo dar a co-nocer las actividades humanas que se realizan

en las playas de Guanacaste, que amenazan de extinción a las tortugas marinas, especialmente a la tortuga negra cuyas playas de anidación no poseen protección alguna.

Metodología

Se recorrieron playas del golfo de Papaga-yo, en la costa de Guanacaste, en enero de 2010, con el fin de verificar la presencia de huellas de tortugas marinas y de determinar las amenazas existentes para esta especie, debido a actividades humanas. Los recorridos de las playas se realiza-ron durante el día y se contabilizaron las “camas” (posibles nidos) de tortugas en la playa. Se regis-tró el número de camas y la cantidad de nidos saqueados. Al mismo tiempo se registró el nivel de desarrollo de las playas en donde se observó un número importante (>10) de huellas/camas de tortugas.

Se realizaron observaciones en proyectos de investigación en curso en las playas Nombre de Jesús, Zapotillal (10° 23’ 30’’ N; 85° 50’ 07” W) en junio-diciembre de 2008, enero-marzo de 2009 y julio-noviembre de 2009 y en playa Cabuyal (10° 40’ 32”; 85° 39’ 11”) en enero-abril de 2011. Las observaciones fueron realizadas durante el día y la noche. Se identificó cualquier disturbio presen-te para las tortugas, fuera directo e indirecto, por ejemplo: la presencia de personas interaccionando de manera negativa con las tortugas o la presencia de embarcaciones en las cercanías de las playas de anidación. El total de observaciones (disturbios) se clasificó por categorías y se calculó el porcentaje de estas sobre el total de observaciones.

Resultados

Las playas con mayor anidación de tortugas negras en la costa de Guanacaste fueron: Nombre de Jesús, Zapotillal, Blanca, Matapalo, Prieta y

estas playas y en las aguas adyacentes es esencial para preservar a esta población de tortugas negras de la extin-ción.

Palabras claveTortuga verde del Pacífi-co, tortuga negra, Chelonia mydas, Guanacaste, amena-zas humanas, conservación.

Key wordsEast Pacific green turt-le, black turtle, Chelonia mydas, Guanacaste, human threats, conservation.

rinas (Cornelius, 1979). Las especies de tortugas que anidan en la región son la tortuga baula (Dermochelys coriacea), la tortuga negra o verde del Pacífico (Chelo-nia mydas), la tortuga lora (Lepidochelys olivacea) y, ocasionalmente, se han re-gistrado nidos de tortuga carey (Eretmo-chelys imbricata) (observación personal). Particularmente, se registra alta densi-dad de huellas de tortugas en las playas del golfo de Papagayo (Richard y Hughes, 1972), hecho que representa importantes sitios para la supervivencia de estas es-pecies en Costa Rica y, en algunos casos, en el océano Pacífico.

La tortuga baula anida principal-mente en las playas Grande, Ventanas y Langosta (Steyermark et al., 1996), que forman parte del Parque Nacional Ma-rino Las Baulas (PNMB), creado para la protección de esta especie (Spotila y Paladin,o 2004). También se registra ac-tividad de anidación en Playa Naranjo, contenida dentro del Parque Nacional Santa Rosa (PNSR) (Cornelius, 1976). La tortuga lora anida bajo el fenómeno de arribadas en dos playas de Guanacaste: Ostional, la cual pertenece al Refugio Na-cional de Vida Silvestre Ostional, y Nan-cite, contenida también dentro del PNSR (Bernardo y Plotkin, 2007). La tortuga

negra, por otra parte, anida en núme-ros elevados a lo largo de las playas del golfo de Papagayo y en las playas Nombre de Jesús y Zapotillal (Blan-co, 2010). Solo Naranjo y Nancite

(ubicadas dentro del PNSR) cuentan con protección. Las playas restantes en donde anida esta especie

no poseen ningún tipo de control.

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanasGabriela S. Blanco y Pilar Santidrián 2322

Cabuyal (figura 1). Las playas de anidación más importantes para la especie fueron Nombre de Je-sús y Zapotillal, con aproximadamente 10 nidos por noche en pico de temporada de anidación.

El número de camas registradas varió de 50 a 140. Es importante resaltar que el número de camas que podrían representar nidos varía con la orientación de la playa, la época del año y la in-tensidad del viento. Es válido considerar que, en las playas más expuestas a condiciones climáti-cas, las huellas y camas de tortugas tendrán una menor duración que en playas más reparadas. Igualmente, se considera que este método pre-senta una buena estimación del uso de playas por parte de las tortugas.

Figura 1: Playas de anidación de tortuga negra o verde del Pacífico (Chelonia mydas) en Guanacaste. Las playas recorridas que presentaron un número im-portante de “camas” de tortuga negra (> 50 posibles nidos) son Nombre de Jesús, Zapotillal, Matapalo,

Blanca, Prieta, Virador y Cabuyal.

Durante los recorridos de playas, el mayor impacto registrado fue la recolección ilegal de huevos. Esta actividad fue observada principal-mente en las playas Matapalo y Cabuyal, donde aproximadamente el 50% de los nidos se encon-traba excavado al momento de la observación. El desarrollo también es un factor que impacta

la anidación de tortugas marinas. Las playas con desarrollo turístico son Matapalo y Prieta (forma parte del Complejo Turístico Papagayo). Si bien Nombre de Jesús no presentaba desarrollo al mo-mento de este estudio, actualmente esta playa está siendo desarrollada.

Durante los proyectos de investigación rea-lizados en Nombre de Jesús, Zapotillal y Cabuyal, se observaron tres actividades que representan una amenaza directa a las tortugas: recolección de huevos, pesca artesanal y prácticas turísticas sin control. En Nombre de Jesús, específicamente, se estima que el 90% de los nidos son saqueados si no hay presencia de investigadores/as en la pla-ya. Del total de observaciones, se calculó el por-centaje de estas tres prácticas: 20,1% el saqueo de huevos, 14,3% prácticas turísticas sin control y 7,8% pesca artesanal (figura 2). El saqueo de huevos fue realizado durante la noche, mientras la tortuga pone huevos (figura 3) o en la mañana siguiente a la puesta del nido. La pesca artesanal incluye la observación de líneas de palangre ubi-cadas a aproximadamente 200 m frente a Nombre de Jesús y redes agalleras ubicadas cercanas a la costa, en Nombre de Jesús, Zapotillal y Cabuyal. En la categoría de actividades turísticas, se inclu-yeron: turistas a cargo de guías y turistas que lle-gan a ver tortugas a estas playas por sus propios medios, sin conocimiento de cómo interactuar con tortugas mientras anidan. En la mayoría de los casos (turistas con o sin guía), las tortugas fue-ron molestadas y retornaron al mar sin anidar o el nido fue interrumpido y las tortugas volvieron al agua tras poner solo una parte de los huevos. Este último caso fue verificado como parte de otro proyecto donde las tortugas eran escaneadas con ultrasonido y, luego de ser molestadas volvían al agua aún cargando huevos con cáscara en el ovi-ducto (Blanco, 2010).

Figura 2. Porcentaje de observaciones realizadas en Nombre de Jesús, Zapotillal y Cabuyal, clasificadas por categorías. La más frecuente fue el saqueo de

huevos (20.1%), luego prácticas turísticas sin control (14.3%) y, por último, la pesca artesanal (7,8%).

Discusión

Si bien este artículo se focaliza en la tortuga negra, existen cuatro especies de tortugas marinas que anidan en las costas de Guanacaste. Estas anidan oca-

sionalmente en playas sin protección. Por ejemplo, la tortuga lora anida de manera

solitaria a lo largo de la costa de Guanacaste (Bernardo y Plotkin, 2007) y está expuesta a las mismas acciones humanas que amenazan a las tortugas negras. Lo mismo ocurre con la tortu-ga baula y la carey, que en algunas ocasiones se han observado anidando fuera del PNMB.

El presente estudio indica que existe una importante población de tortugas negras que anida en la costa de Guanacaste. Las playas Nombre de Jesús, Zapotillal, Matapalo, Blanca, Prieta y Cabuyal representan importantes sitios de anidación para la tortuga negra. Este conjun-

to de playas es, en importancia, la segunda zona de anidación (conocida hasta el momento) para esta especie en peligro de extinción, en el océano Pacífico.

Entre las amenazas detectadas se encuen-tra el desarrollo de playas de anidación (en pla-yas Matapalo, Prieta y Nombre de Jesús). El de-sarrollo afecta a las tortugas marinas de diversas maneras. Por ejemplo, el tráfico de personas en la playa produce compactación de la arena y di-ficulta la emergencia de neonatos; la ausencia de vegetación produce la erosión de dunas donde anidan las tortugas, y la luz artificial represen-ta amenazas para adultos y neonatos. Una playa iluminada durante la noche produce cambios en el comportamiento de hembras adultas —no ani-dan en lugares iluminados— y de neonatos —son atraídos hacia las luces y no hacia el mar, lo cual provoca la deshidratación, el aumento en la pre-dación y el agotamiento, que los puede llevar a la muerte— (Lutcavage et al., 1997). Este impacto

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanasGabriela S. Blanco y Pilar Santidrián 2524

fue registrado principalmente en Matapalo, don-de se observaron nidos de tortugas negras depo-sitados en zonas con intenso tráfico de personas.

La amenaza detectada con más frecuencia fue el saqueo de huevos. Si bien en Costa Rica existe una ley que prohíbe el saqueo de huevos en todas las playas del país —con excepción de Os-tional— (Spotila y Paladino, 2004), no existe nin-gún tipo de control en playas que no se encuen-tran comprendidas entre los límites de un parque o refugio nacional. El intenso saqueo que existe en estas playas amenaza a la población de tor-tugas con la extinción. El número poblacional de tortugas negras en Costa Rica no se conoce debido a que los estudios de investigación son escasos y no poseen la suficiente antigüedad como para es-timar dichos parámetros. Si bien no se puede es-timar en números la disminución de la población en respuesta a esta actividad, indudablemente esta continúa siendo altamente afectada, como ha pasado en otras poblaciones (Bjorndal et al., 1999; Alvarado-Díaz et al, 2001; Seminoff, 2004; Santidrián-Tomillo et al., 2008). Estudios recien-tes realizados en el PNMB sugieren que el saqueo de huevos es la principal causa de disminución en la población de tortuga baula. El modelo realiza-do en dicho estudio indica que el saqueo de huevos en diferentes porcentajes lleva a la extinción. El porcentaje de saqueo determinará el tiempo que tarde la población en ser extirpada de una deter-minada playa de anidación (Santidrián-Tomillo et al., 2008). Considerando que en playas como Nombre de Jesús el saqueo de huevos es aproxi-madamente del 90%, la población de tortugas ne-gras en este importante sitio de anidación sería extirpada rápidamente, si no se realizan acciones de conservación a corto plazo.

Figura 3. Práctica frecuente en playa Nombre de Jesús. Extracción de huevos durante el proceso de

desove de una tortuga negra (Chelonia mydas). Foto: Samuel Friederichs.

El ecoturismo puede representar una fuente de ingreso para las comunidades cercanas a pla-yas de anidación de tortugas marinas (Tisdell y Wilson, 2002). Cuando esta práctica es realizada de forma organizada, contribuye al conocimien-to y a la educación acerca de especies en peligro de extinción, lo cual compromete a turistas de di-ferentes lugares del mundo con la conservación (Tisdell y Wilson, 2005). Este no es el caso de las playas de Guanacaste, donde el turismo sin con-trol afecta altamente a las tortugas negras. Ge-neralmente, las tortugas retornan a la playa sin anidar o suspenden el nido y vuelven al mar to-davía cargando huevos con cáscara en el oviducto. Si bien las tortugas marinas tienen la capacidad de mantener huevos por largos periodos (Casares et al., 1997; Plotkin et al., 1997), estas vuelven a la playa la misma noche o la noche siguiente, ya sea para desovar el nido completo o para desovar los huevos restantes. Esto causa un mayor gasto energético que el necesario para una temporada de anidación y puede impactar en el número total de nidos que desovará la tortuga en una tempora-

da (Hamann et al., 2002). Adicionalmente, cuan-do las tortugas vuelven a desovar solo algunos huevos del nido interrumpido, la posibilidad de supervivencia de neonatos que emergen de nidos muy pequeños es muy baja, debido a la ausencia de estimulación mutua que necesitan para emer-ger (Carr y Hirth, 1961; Miller, 1997). Como re-sultado, estos huevos que no han sido depositados con el nido probablemente serán perdidos.

La cercanía de las embarcaciones de pesca artesanal, a la costa, representa una amenaza para las tortugas que vienen a anidar a las playas de Guanacaste. La pesca a pequeña escala rara vez se ha tenido en cuenta para evaluar impactos en especies de tortugas marinas; sin embargo, esta industria representa uno de los mayores peligros de captura incidental de especies (Peckham et al., 2007). Durante el curso de este estudio, se ha ob-servado pesca con palangre y redes agalleras cerca de la costa de las playas de anidación, lo cual pone en peligro a las tortugas que llegan a anidar. Al mismo tiempo, machos y hembras de tortuga ne-gra se congregan frente a las playas de anidación, durante la época reproductiva (Blanco, 2010). Esto pone en riesgo a una parte mayor de la población, ya que la pesca incidental de tortugas no se limi-taría a hembras anidantes, sino que también se podría estar capturando a los machos que perma-necen en aguas cercanas a las playas de anidación.

Costa Rica posee el segundo sitio de anida-ción, en importancia, para tortugas negras, en el Pacífico, conocido hasta el momento, y las playas de mayor trascendencia para la especie carecen de protección. El intenso saqueo de huevos, junto con el disturbio por actividades turísticas sin con-trol, sumado a la posible captura incidental por parte de embarcaciones de pesca artesanal, que existe en las costas de Guanacaste, amenazan a la población de tortugas negras con la extinción. Aumentar la protección en estas playas y en las aguas adyacentes a las playas de anidación es esencial para preservar a esta población de tortu-gas negras en peligro de extinción.

Agradecimientos

Los proyectos de investigación donde se rea-lizaron observaciones se desarrollaron con permi-sos de investigación ACG-PI-003-2011 y ACT-OR-D-50 (MINAET). Se agradece a S. Friederichs, T. Backoff, W. Méndez, W. Villachica y E. Molina, voluntarios y funcionarios del PNMB, MINAET.

Los fondos para este estudio fueron obte-nidos de Wildlife Conservation Society, Drexel University y The Leatherback Trust.

Damián Martínez. Tortuga Lora (Lepidochelys olivacio)

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Junio 2011. Número 41

Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián26

ResumenDurante la temporada

de anidación de la tortuga lora (Lepidochelys olivacea), entre el 11 de octubre y el 18 de noviembre de 2010, en pla-ya Tortuga (Ojochal de Osa, Costa Rica), se monitoreó la temperatura de incubación de seis nidos de la especie, trasladados a un vivero. Por medio de sensores térmicos (termocuplas), se detectó un comportamiento anormal en la temperatura de los hue-vos, luego de fuertes eventos de precipitación, a inicios de noviembre. Se exhumó en dos partes la totalidad de los hue-vos, para verificar la condi-ción de las nidadas y analizar su desarrollo embrionario. Se demostró que tanto el descen-so súbito de la temperatura de incubación como la interrup-ción del desarrollo embriona-rio de las nidadas fueron con-secuencia directa de la acción de los eventos extremos de precipitación registrados.

Palabras clave: precipita-ción, temperatura, incuba-ción, nidadas, tortuga.

AbstractDuring the hatching

season of Olive Ridley Sea Turtle, from October 11th to November 18th 2010, at playa Tortuga (Ojochal de Osa, Costa Rica), incubation temperature of six clutches transferred into hatchery were monitored. After a ra-iny period on the first days of November, abnormal egg temperature behavior was recorded by thermo sensors. In order to check egg con-ditions and embryonic de-velopment, totally of eggs were divided in two parts and exhumed. Sudden drop of incubation temperature and embryonic development disruption were direct conse-quence of extreme precipita-tions events recorded.

Key words: precipitation, temperature, incubation, clutches, turtle.

Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora

Óscar Brenes

El autor, biólogo tropical, es coordinador de inves-tigación en el Programa de Conservación de Tortu-gas Marinas de Reserva Playa Tortuga, Costa Rica.

Brenes, O. “Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora”

ISSN 1409-2158. Ambientales 41, Artículo 4 |Pp. 27-35|Fecha de recepción: [junio, 2011]. Fecha de aprobación: [julio, 2011].

Introducción

l ciclo de vida de las tortugas ma-rinas es un fenómeno complejo que consiste en dos etapas: marina (mar abierto) y terrestre. La etapa terres-

tre implica una serie de eventos que inician desde el momento en el que las hembras maduras arriban a las playas a desovar, hasta que las pequeñas tortugas eclosionan, emergen de los nidos y se desplazan hacia el mar (Acuña, 1980). Esta etapa es crítica en el desarrollo de las tortugas, debido a que estos reptiles no presentan cuidado paren-tal (Gulko y Eckert, 2004).

Lo anterior conlleva que la supervi-vencia de las nidadas dependa de la habi-lidad de la hembra para construir una cá-mara de incubación adecuada y ubicar el nido en una zona segura de la playa, y de la capacidad misma de las nidadas para so-portar y adaptarse a los constantes cambios de humedad, temperatura, gases, factores abióticos del medio de incubación, entre otros, a lo largo del año (Miller, 2000).Cam-bios importantes en estos factores podrían verse reflejados de manera directa en la viabilidad de los huevos, lo que determina

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga loraÓscar Brenes 2928

el éxito de la incubación. La humedad y la tem-peratura, aun cuando son factores ambientales independientes, están íntimamente relacionados e inician su efecto combinado sobre los huevos desde la ovoposición (Arzola, 2007).

La temperatura del medio de incubación de las nidadas es importante; ya que, a partir de esta se determina el sexo de las crías (Chacón et al, 2007). También, fluctuaciones drásticas en las temperaturas de los huevos podrían llevarlos a alcanzar los rangos térmicos o umbrales máximos (34°C) y mínimos (24°C) que detienen el desarro-llo de los huevos hasta matarlos (Chacón et al, 2007).

Al igual que la temperatura, la humedad es un factor significativo que influye en el desarrollo de los embriones. Se ha reportado que, ante un nivel excesivo de humedad, se disminuye la ca-pacidad de intercambio de agua entre huevos y sustrato, lo que puede generar la pérdida del nido (Arzola, 2007).

En la actualidad, la probabilidad de experi-mentar cambios de temperatura y humedad en el medio es mayor, debido al efecto directo del calen-tamiento global que se ha evidenciado principal-mente en las costas. Este se refleja en aumento en la temperatura ambiental, en el nivel del mar y en eventos de precipitación de mayor intensidad, como huracanes y tormentas tropicales (Drews y Fonseca, 2009).

Se estima que en los próximos cien años habrá un incremento de entre 1,8 y 4 °C en la temperatura global. Esto preocupa a los/as inves-tigadores/as, ya que tal aumento podría provocar una ultrafeminización de la población, o bien, tal haría que las nidadas alcanzaran rápidamente los valores máximos de temperatura umbral y, en consecuencia, provocaran altos niveles de morta-lidad (Baker et al, 2009).

Actualmente, ya se experimentan cambios abruptos en el clima que podrían acelerar el pro-ceso de extinción de diversas especies, a corto pla-

zo, en especial de las tortugas marinas. Dichas alteraciones pueden reflejar no solamente el au-mento de las temperaturas en las nidadas, sino que además podrían provocar el alcance de los límites inferiores de la temperatura umbral, es-cenarios que pueden causar la muerte. Los even-tos registrados en el 2010, como resultado de la combinación del evento de La Niña con el calen-tamiento record en el Atlántico, son un ejemplo de ello.

Se reportaron, para el Pacífico, sur incre-mentos de hasta el 140% de lluvia acumulada respecto a años anteriores, de los cuales deben descartarse los ocurridos en los primeros cuatro días del mes de noviembre, que registraron valo-res mayores al acumulado mensual histórico re-portado para este mes, por todas las estaciones meteorológicas del país (Chinchilla y Naranjo, 2010). Por lo tanto, el objeto de este estudio con-sistió en determinar las posibles consecuencias de la precipitación sobre la incubación de las ni-dadas de tortuga lora, Lepidochelys olivacea (Es-chssholtz, 1829).

Área de estudio y métodosFigura 1. Ubicación geográfica del área de estudio.

Playa Tortuga se ubica en Ojochal, distrito de Puerto Cortés ( 83°40’3.36” O, 9°4’32.16” N), perteneciente al cantón de Osa, en la provincia de Puntarenas, Costa Rica. Consta de una extensión de 2 km, limita en su parte norte con las rocas de playa Ventanas y al sur con la desembocadura del río Grande de Térraba. Además del río Térraba, playa Tortuga recibe la influencia directa de los ríos Tortuga por el extremo norte y Balso por el extremo sur (figura 1).

La zona se caracteriza por presentar clima húmedo muy caliente, una temperatura media anual de 23 a 27 grados Celsius y una precipita-ción anual entre 2.059 y 3.420 mm. Cuenta con una estación seca bien marcada que se extiende desde finales de diciembre hasta principios de mayo.

La presente investigación se realizó duran-te de la temporada de anidación de tortugas ma-rinas de 2010 (entre el 11 de octubre y el 18 de noviembre). En este periodo, se registró la tem-peratura a lo largo del proceso de incubación de las nidadas (n=6) de tortuga lora (Lepidochelys olivacea), reubicadas en el vivero (cuadro 1). Es-tas se nombraron alfabéticamente y presentaron la siguiente cantidad de huevos, respectivamen-te: (A)= 78, (B)= 64, (C)= 110, (D)= 112, (E)=115, (F)= 109.

Los datos de temperatura se obtuvieron me-diante el uso de termocuplas dentro de la cámara

de incubación, tres por cada nido, colocadas de la siguiente manera: una en el fondo (temperatura 1), otra a profundidad media, o bien, sobre el últi-mo huevo implantado (temperatura 2) y una ter-cera en el nivel superficial (temperatura 3). Esta se revisó diariamente, cada seis horas, iniciando a las seis de la mañana. Las termocuplas utilizadas se ensamblaron con cable K20, unido a conectores tipo K Cole- Parmer®. Los datos de temperatura se registraron mediante un termómetro digital C28 Ktype (Cormark ®).

Factores ambientales como humedad rela-tiva, presión atmosférica y precipitación también fueron registrados (cuadro 1). Estos se obtuvieron diariamente por medio de una estación meteoro-lógica Davis® Vantage Pro 2, ubicada en la zona de estudio. Se consideró la precipitación como un factor importante debido a su potencial efecto so-bre la viabilidad de las nidadas, ya que fue po-sible observar un comportamiento anormal de la temperatura dentro de los nidos, a partir de las lluvias del inicio del mes de noviembre de 2010.

Mediante el análisis de datos in situ, fue po-sible identificar que los registros de temperatu-ra de las nidadas no se comportaban de manera normal, sino que, por lo contrario, mostraban un comportamiento igual a la temperatura ambien-tal. Gracias a este análisis y a datos de tempora-das anteriores, se identificó que las nidadas no disminuían su temperatura, en horas calientes del día, o aumentaban durante horas frescas, temprano en la mañana o durante la noche, lo que se considera anormal. Lo anterior funcionó como indicador de la posibilidad de la falla me-tabólica en las nidadas, por lo que se procedió a colocar tres termocuplas control durante cuatro días, dentro del vivero, a las mismas profundida-des de las introducidas en las nidadas para com-parar la temperatura de los huevos respecto a la de la arena. Finalizado este periodo, se procedió a la exhumación del 30% del total de los huevos para verificar el estado de estos. Basado en esto,

Sebastian Troeng. Tortuga lora (Lepidochelys olivacia)

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga loraÓscar Brenes 3130

se procedió a la extracción total de las nidadas afectadas.

La estadística contempló una prueba Krus-kal-Wallis para analizar la varianza entre la tem-peratura control y la temperatura de las nidadas, durante el mismo espacio de tiempo. Asimismo la prueba se realizó con el objeto de observar si las cámaras de incubación con huevos registraban o no la misma temperatura de la arena. Se realiza-ron regresiones lineales simples, como modelo de mejor ajuste, para establecer si existía relación significativa entre la temperatura promedio dia-ria de las nidadas y la precipitación diaria regis-trada, tanto de manera mensual como durante el período total del estudio.

Se ejecutaron pruebas de comparación de medias para datos no pareados, con el fin de com-parar la temperatura control con la temperatura de las nidadas, a partir del último día de incu-bación. De ahí, de manera acumulativa, se toma-ron en cuenta días anteriores con el propósito de localizar un punto donde existieran diferencias significativas, para detectar, de ser posible, el momento en el cual las nidadas adoptaron la tem-peratura de la arena. Todas las pruebas estadísti-cas se realizaron al 95% de confianza.

De manera complementaria, los datos de las tres termocuplas no presentaron una variación aparente, a pesar de estar colocadas a diferentes profundidades dentro de cada cámara de incuba-ción. Finalmente, se realizó una prueba de hipó-tesis para establecer si existía una relación sig-nificativa entre la media de los valores mínimos de temperatura de las nidadas y la temperatura umbral mínima teórica, donde:

H0: media mínima = temperatura umbralH1: media mínima ≠ temperatura umbral

Resultados La precipitación acumulada durante el pe-

ríodo de investigación fue de 1.773 mm (x=52,26 ± 26,02 mm/día). En el lapso del 1 al 4 de noviem-bre, se registró un acumulado de 893,34 mm, lo que representó el 50% del total de lluvia reporta-da. El mayor evento diario de lluvia, en este pe-ríodo, alcanzó los 290 mm (cuadro1).

Todas las nidadas mostraron, al final del período de incubación, un valor de la tempera-tura media por debajo de la temperatura pivotal reportada para la especie. El mayor valor de tem-peratura lo reportó la nidada (A), mientras que en (C) se registró el valor más bajo (cuadro 2). Los datos de la temperatura diaria, registrados por medio de las termocuplas control, fueron: día 1: 28,68 ºC, día 2: 28,37 ºC y día 3: 28,45 ºC, día 4: 27,35 ºC.

El comportamiento de la temperatura de los huevos durante el período de incubación sugirió una tendencia al descenso, conforme aumentó la precipitación. Dicha tendencia se evidenció al ob-servar los valores alcanzados por la temperatura, durante los mayores eventos de precipitación del período de trabajo (figura 2).

A partir de una regresión lineal, entre el pro-medio de la temperatura de incubación diaria de las seis nidadas y la precipitación diaria registra-da, durante el período total de la investigación, se obtuvo un coeficiente de determinación r2= 23% y un coeficiente de correlación igual a -0,47, lo cual indica que existe una relación significativa débil entre las variables. En ellas, los valores de tem-peratura descienden conforme la precipitación se incrementa. Dicho comportamiento se explica mediante la ecuación (temperatura= 28,1393 – 0,00857431*precipitación).

Mediante una regresión lineal en la que se relacionó la temperatura de incubación media diaria con la precipitación, específicas para el

mes de octubre, no se obtuvo ninguna relación significativa. Esto es contrario a lo mostrado por el análisis de regresión de estas variables para el mes de noviembre, en el cual este lanzó un coefi-ciente de determinación r2=41%, con un coeficien-te de correlación igual a -0,64. Tales valores re-flejan una relación significativa, de moderada a fuerte, entre la temperatura y la precipitación: la primera variable tiende a descender conforme la segunda aumenta. Dicha dependencia se expresa mediante la ecuación temperatura = 27,3888 – 0,00687339*precipitación.

La prueba de Kruskal-Wallis para el aná-lisis de la varianza arrojó un valor P<0,05, igual a 0,84; este indicó que no existen diferencias sig-nificativas entre los valores de la temperatura control y los valores de la temperatura de las ni-dadas, durante el mismo período, en el 95% de los casos.

En el proceso de exhumación de nidos, se registró una pérdida del 100% de la primera muestra analizada (30% del total de huevos por nidada, n= 131). El 75% tenía un embrión que cubría menos del 25% del interior del huevo, eta-pa llamada Estadio I (EI), y el 25% restante sin

un desarrollo evidente del embrión (HSE). En el proceso de remoción de los huevos restantes, tam-bién se perdió el 100% de estos (n=588). En total, el 78% de la muestra se encontraba en Estadio I y el restante 22% no mostró desarrollo del embrión (cuadro 3).

En el momento de extracción, los huevos te-nían aproximadamente de 22 a 38 días de incuba-ción. Se observaron las siguientes características de desarrollo embrionario alcanzado: en los hue-vos de (A), (B) y (C), los embriones presentaron un tamaño aproximado de 15 mm; el desarrollo de la cabeza, los ojos, las extremidades, elcaparazón y las placas de este eran evidentes. En (D) y (E), el tamaño de los embriones se encontraba entre 1 y 2 mm, se distinguían solamente como un tejido amorfo color rosa. En (F), el embrión se hizo evi-dente como un punto de sangre en la yema. En estas últimas tres nidadas, los huevos se notaron túrgidos; en el momento de su apertura, la yema y la albúmina no eran distinguibles entre ellas, ya que se presentaban como una sola sustancia acuosa, amarillenta.

A partir de pruebas de comparación de me-dias, los valores de temperatura de las nidadas (A), (C) y (F) presentaron un valor P<0,05. Esto reflejó diferencias significativas respecto a la temperatura control, durante los días de incu-bación 24, 23 y 7, respectivamente, los cuales co-rresponden al 3 de noviembre. Los huevos perte-necientes a (D) y (E) mostraron un valor P <0,05 los días 15 y 14, coincidentes con el 2 de noviem-bre. La nidada (B) obtuvo un valor P<0,05 el día 25 de su período de incubación, alcanzado el 4 de noviembre.

Sebastian Troeng. Tortuga lora (Lepidochelys olivacia)

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga loraÓscar Brenes 3332

Cuadro 2. Valor de la temperatura media, máxima y mínima total, a partir de registros diarios de las nida-

das de tortuga lora en vivero. Media ± LC al 95%.

Temperatura (°C) Nido Media Máxima Mínima

A 27,77 +/- 0,45 30,68 25,35B 27,97+/- 0,37 30,22 26,13C 27,68 +/- 0,50 30,29 24,50D 27,43 +/- 0,56 30,58 24,57E 27,78 +/- 0,66 34,65 25,43F 27,02 +/- 0,43 28,38 25,17

Promedio 27,61 +/- 0,35 30,8 +/- 2,17 25,19+/- 0,63

Cuadro 3. Exhumaciones realizadas en nidadas de tortuga lora, en vivero en playa Tortuga, de octubre a

noviembre de 2010.

Exhumación 30%

Exhumación 100%

NidoIncubación (día) N.o de huevos EI HSE EI HSE

A 38 78 21 2 72 6B 38 64 16 3 56 8C 37 110 26 7 86 24D 30 112 16 18 69 43E 29 115 24 10 82 33F 22 109 28 5 89 20

Total - 588 131 45 454 134

EI (Estadio I), HSE (Huevo sin Embrión Evidente).

Discusión

Las fluctuaciones del clima pueden afec-tar los embriones de tortugas, especialmente los cambios de estación seca a lluviosa, independien-temente de la zona de la playa donde se encuen-tren los huevos (Acuña, 1980). Debido a esto, cabe destacar que el país se encontró bajo la influencia del huracán Tomás, del 29 de octubre al 7 de no-viembre de 2010, lapso coincidente con la ejecu-ción del estudio.

Como parte de los efectos de este huracán, se presentó el evento hidrometereológico extre-mo más intenso que sufrió Costa Rica en todo el año, del 1 al 5 de noviembre (Chinchilla y Na-ranjo, 2010). Los datos son coincidentes con el comportamiento de la precipitación registrado por la estación meteorológica ubicada en playa Tortuga (cuadro 1). Esta relación fortalece la idea de que la pérdida de las nidadas de lora, ubicadas en el vivero, se diera como consecuen-cia directa de la exposición de estas a un fenóme-no de tal magnitud.

Cuadro 1. Valores totales de precipitación y temperatura diaria durante el período de incubación de seis nidadas de tortuga lora ubicadas en vivero, en playa Tortuga, entre octubre y noviembre

de 2010.

Temperatura (°C)

FechaPrecipitación

(mm) A B C D E F11/10/2010 11,03 30,52* 29,45* - - - -12/10/2010 22,31 30,68 30,22 30,29* - - -13/10/2010 0,26 29,03 29,93 29,80 - - -14/10/2010 61,79 29,99 30,01 30,18 - - -15/10/2010 118,21 28,77 29,33 29,13 - - -16/10/2010 NR 28,10 28,71 28,51 - - -17/10/2010 NR 28,20 28,56 28,48 - - -18/10/2010 NR 28,00 28,34 28,26 - - -19/10/2010 NR 28,34 28,33 28,49 28,81* - -20/10/2010 NR 30,00 29.58 29,92 30,58 34,65* -21/10/2010 0,00 29,62 29.57 29,51 29,84 29,91 -22/10/2010 16,67 27,90 28.56 28,28 28,29 28,82 -23/10/2010 95,13 27,55 28.15 27,93 27,82 28,27 -24/10/2010 4,87 27,61 27.84 27,81 28,21 28,06 -25/10/2010 82,05 29,21 29.02 29,32 29,76 29,34 -26/10/2010 44,10 28,32 28.82 28,64 28,26 29,04 -27/10/2010 43,59 27,92 28.02 27,99 28,07 28,32 -28/10/2010 70,77 26,64 27.23 26,81 26,57 27,32 27,50*29/10/2010 56,92 26,22 26.50 26,10 26,47 26,52 26,4730/10/2010 31,79 26,67 26.81 26,70 26,68 26,82 26,8331/10/2010 6,67 27,13 27.02 27,17 27,58 27,16 27,0001/11/2010 104,36 28,27 28.15 28,32 28,40 28,35 28,1302/11/2010 284,62 26,03 26.80 26,33 26,03 26,97 26,9703/11/2010 290,51 25,63 26.47 25,10 24,94 25,81 25,7104/11/2010 213,85 25,50 26.30 24,80 24,75 25,62 25,4405/11/2010 0,77 25,50 26.30 24,80 24,75 25,62 25,4406/11/2010 0,00 25,35 26.13 24,50 24,57 25,43 25,1707/11/2010 33,59 26,00 26.27 25,50 25,83 26,10 25,8008/11/2010 20,51 26,90 27.03 26,53 26,40 27,30 26,7309/11/2010 8,97 27,66 27.63 27,58 27,77 27,75 27,3810/11/2010 17,44 27,58 27.55 27,40 27,28 27,63 27,5011/11/2010 6,92 27,47 27.46 27,42 27,60 27,60 27,4312/11/2010 28,97 27,98 27.87 27,92 28,14 28,01 27,8613/11/2010 26,41 27,92 27.98 27,80 27,83 28,03 28,0914/11/2010 54,87 27,32 27.43 27,36 27,36 27,47 27,5615/11/2010 11,79 27,53 27.66 27,59 27,61 27,59 27,5316/11/2010 3,59 27,78 27.86 27,90 28,26 27,87 27,8317/11/2010 0,14 28,28 28.34 28,24 28,33 28,27 28,3818/11/2010 3,20 - - - - - 27,70

NR= No registro. * Inicio de la incubación.

Figura 2. Comportamiento de la temperatura (en negro) y la precipitación (en gris), durante el período

de incubación de cada una de las nidadas.

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga loraÓscar Brenes 3534

El análisis de los valores de las tempera-turas medias de incubación hizo evidente una tendencia de la determinación sexual hacia la producción de machos, contrario a lo obtenido el año anterior en el mismo sitio de anidación (Bre-nes, 2009). No se descarta que este valor fuese influenciado por el descenso súbito en la tempe-ratura, experimentado por las nidadas a inicios de noviembre, ya que la lluvia puede afectar la temperatura de la arena a la profundidad de la cámara de incubación y esto a su vez afecta la proporción sexual (Godfrey y Mrosovsky, 2000).

Una incubación exitosa radica en que los huevos se mantengan en medio de un rango tér-mico específico entre los 25 y los 35 °C; valores fuera de este, detendrían el proceso y causarían la muerte (Baker et al., 2009). Los valores máxi-mos alcanzados por las nidadas se mantuvieron dentro del rango de temperatura óptima, caso contrario a los valores mínimos de los cuales se puede afirmar que igualaron el límite inferior del rango térmico establecido.

Es importante indicar que todas las nidadas alcanzaron los valores mínimos en el mes de no-viembre. Con base en estas observaciones y en los resultados de las regresiones realizadas, se puede establecer que la precipitación actuó como un fac-tor significativo en el descenso de la temperatura de incubación durante este mes.

Los nidos poseen un gradiente térmico pro-pio generado por su metabolismo, debido a que, durante su desarrollo, los embriones liberan CO2

y consumen O2 y H2O (García, 2008). Por tal mo-tivo, no encontrar diferencias significativas entre la temperatura de las termocuplas control y la de las nidadas sugirió la inexistencia del intercam-bio de energía entre los huevos y el medio, en ese momento. Aparentemente, el cambio constante de las condiciones de la arena afectó la difusión de las sustancias en los nidos, lo cual repercutió directamente en el desarrollo del embrión (Acu-ña, 1980).

Las exhumaciones confirmaron la pérdida del total de los huevos incubados, lo cual revela que un gran porcentaje murió durante el Estadio I del desarrollo embrionario, etapa considerada como la más sensible para los embriones (Acu-ña, 1980). Este resultado permite estimar que la afectación ocurrió en algún momento de los pri-meros 30 días de incubación.

A pesar de que la descripción de las carac-terísticas presentes en los embriones es general, brinda los detalles necesarios para estimar con mayor precisión el tiempo en el cual se detuvo el desarrollo en cada una de las nidadas, esto ba-sado en las etapas embrionarias registradas en Caretta caretta, por García (2008).

El análisis de los embriones de huevos ex-humados permitió establecer que la presencia de los vasos sanguíneos (área vascular) en el em-brión -nidada (F)- se hace visible a partir del 7% del tiempo de incubación. Este porcentaje de de-sarrollo se observa en la primera semana del pro-ceso, basado en el período de incubación promedio de 50 días para L. Olivaceae, en playa Tortuga , estimado por Brenes (2009).

Las características descritas para los hue-vos en (D) y (E), en las cuales el embrión se pue-de identificar como un tejido rosa sin estructuras bien definidas, se presentan entre el 14 y el 18 % del periodo de incubación, en Caretta caretta, lo que equivale en L. olivacea a la semana dos (García, 2008).

Asimismo, este autor indica que, como se observó en (A), (B) y (C), los embriones empiezan a mostrar un desarrollo craneofacial definido, ojos pigmentados con parpados visibles, extremidades bien diferenciadas y es posible reconocer los escu-dos costales del caparazón. Esto durante el 42% del período, que se ubica en la tercera semana de incubación.

Los datos obtenidos de las pruebas de com-paración de medias permitieron establecer, de manera significativa, el momento en el cual los

huevos dejaron de metabolizar y adoptaron la temperatura de la arena. Esto es congruente con los días de incubación en que se dio este cambio, ubicados dentro de los períodos señalados a partir de las características que presentaron los embrio-nes (figura 2).

Finalmente, se demuestra que tanto el des-censo súbito de la temperatura de incubación como la interrupción del desarrollo embrionario de las nidadas ubicadas en playa Tortuga, fueron consecuencia directa de la acción de los eventos extremos de precipitación registrados del 2 al 4 de noviembre del 2010. Además, se manifiesta que un registro oportuno de los factores ambien-tales representa una herramienta indispensable, la cual brinda datos importantes para poder es-tablecer estrategias de manejo adecuadas, ante situaciones que amenacen el éxito de cualquier proyecto de conservación.

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Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales37

ResumenEn 1998, da inicio el

proyecto Playas de Anida-ción Nicoya Sur, o PLANS. Este proyecto coordina ac-ciones con las organizaciones de base, público en general y entidades gubernamentales, para promover la protección, conservación, investigación y manejo de los recursos mari-no-costeros del cantón Nan-dayure (Guanacaste). Hasta ahora, en el marco del pro-yecto PLANS, se ha logrado consolidar la protección efec-tiva de cinco playas de ani-dación de tortugas marinas (Caletas, Costa de Oro, San Miguel, Bejuco y Corozalito), en proyectos conjuntos con las comunidades costeras y el Área Conservación Tem-pisque (ACT) del Sistema Nacional de Áreas de Con-servación (SINAC). Además, en procesos participativos con estos/as mismos/as acto-res/as se ha logrado la crea-ción de dos Áreas Marinas Protegidas (AMP): una para

Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz

Sandra Viejobueno y Charlotte Adams son coordinadoras de Playas de Anidación de Tortugas Marinas con el Programa Restauración de Tortugas Marinas (PRETOMA). Randal Arauz es director de PRETOMA (Programa Restauración de Tortugas Marinas).

Viejobueno, S., Adams, Ch. y Arauz, R. “Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)”

ISSN 1409-2158. Ambientales 41, Artículo 5 |Pp. 37-46|Fecha de recepción: [noviembre, 2011]. Fecha de aprobación: [diciembre, 2011].

AbstractThe Southern Nicoya

Nesting Beach project, or PLANS, began in 1998. The project coordinates actions among development asso-ciations, artisanal fishing associations, and communi-ty members to promote the conservation, research, pro-tection, and management of the area’s coastal-marine resources of Nandayure. To date, the project PLANS has consolidated effective pro-tection of five turtle nesting beaches (Caletas, Costa de Oro, San Miguel, Liana, and Corozalito), in joint projects with coastal communities and Area of conservation Tempisque (ACT) of the Na-tional System of Conserva-tion Areas (SINAC). In addi-tion, a participatory process with the same organizations has led to the creation of two Marine Protected Areas (MPAs): one for the Natio-nal Wildlife Refuge (RNVS) Caletas-Ario in 2006 and

Introducción

a Asociación Programa Restaura-ción de Tortugas Marinas (Pretoma) es una asociación civil sin fines de lucro, formalmente establecida en

1997. Su misión es proteger y restaurar las poblaciones de tortugas marinas, tiburones y otras especies marinas amenazadas, con una visión de prácticas pesqueras soste-nibles y en sociedad con las comunidades costeras, mediante la reforma de políticas, la investigación científica, la educación am-biental, el uso de los medios de comunica-ción, el activismo y la litigación estratégica.

Los esfuerzos de Pretoma por brindar protección efectiva a las tortugas marinas consisten en acciones que giran sobre dos ejes: garantizar el nacimiento de la mayor cantidad posible de tortugas, y reducir o eliminar la mortalidad de adultos provo-cada por pesquerías industriales. Con esto en mente, Pretoma desarrolla, junto a las organizaciones de base y oficiales, el proyec-to Playas de Anidación Nicoya Sur (Plans),

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz 3938

en el cantón de Nandayure, Guanacaste, donde actualmente se brinda protección a cinco playas de anidación de tortugas marinas en colaboración con las comuni-dades costeras y se desarrollan proyectos de pesca sostenible con dos asociaciones de pescadores artesanales. El proyecto Plans pretende desarrollar oportunidades de desarrollo económico para las comuni-dades costeras de Nandayure por medio del ecoturismo y el comercio de productos pesqueros sostenibles, y consolidar de esta manera la protección oficial de tortugas marinas a lo largo de 30 km de playas de anidación, además de 45.000 hectáreas de área marina manejadas bajo un enfoque ecosistémico.

Antecedentes

El proceso inició en 1998, cuando líderes comunales de la comunidad coste-ra de San Miguel, cantón de Nandayure, Guanacaste, solicitaron la asistencia de Pretoma para proteger a las tortugas lora (Lepidochelys olivacea) que allí anidan, motivados por la ausencia de protección oficial que deriva en el saqueo masivo de nidos y la oportunidad que pueden ofrecer las tortugas marinas como atractivo en la pujante industria ecoturística de la zona. Pretoma contrata los servicios de jóvenes de la comunidad, a quienes se capacita técnicamente como monitores de activi-dad de anidación de tortugas marinas. Sus actividades a la vez son supervisadas por biólogos quienes coordinan las acti-vidades de investigación con oficiales del Área Conservación Tempisque (ACT) del Sistema Nacional de Áreas de Conserva-ción (Sinac).

Desde estas fechas, los mismos miembros vecinos de San Miguel nos habían informado de la existencia de otra playa de anidación de tortugas al sur de Punta Coyote, en playa Caletas, donde anidaban abundantemente tortugas lora y baula (Dermochelys coriacea). Se realizaron monitoreos esporádicos durante 1999 y 2001, confirmando la anidación de miles de tortugas lora y docenas de tortugas baula por temporada, así como la nece-sidad de brindar protección efectiva cuanto antes debido al saqueo masivo de nidos (Arauz et al., 2003)

Pretoma logró consolidar una presencia físi-ca permanente en Caletas a partir del 2002. Asi-mismo, este año dio inició el Programa de Partici-pantes de Pretoma (PPP), con el fin de mejorar el monitoreo y la conservación de tortugas marinas in situ por medio del uso de voluntarios, quienes además de aportar mano de obra y generar fondos para el proyecto, también generan oportunidades de ingresos a los miembros de las comunidades costeras.

El proceso continuó con la protección de las áreas marinas frente a las playas de anidación, en especial por la amenaza que representan las pes-querías industriales a las tortugas adultas y a la pesca sostenible. Palangreros y camaroneros por arrastre causan la captura y mortalidad global de cientos de miles de tortugas marinas por año, así como también un gran número de aves, peces, cetáceos y pinnípedos (IUCN, 2010). En Costa Rica, la flota camaronera de arrastre anualmente descarta entre 6.000 y 9.000 toneladas de fauna acompañante (Campos, 1983) y captura más de 15.000 tortugas marinas (Arauz et al., 1997), y representa una amenaza constante por su opera-ción en aguas frente a las playas de anidación de tortugas marinas de Nandayure.

Es así como nace en el 2002 la iniciativa por crear un Refugio Nacional de Vida Silvestre en playa Caletas para brindar protección oficial a esta importante playa de anidación, el cual in-

el Refugio Nacional de Vida Silvestre (RNVS) Caletas-Ario, en el 2006, y otra para el RNVS Camaronal, en el 2009. En ambos casos, se tra-ta de áreas de uso múltiple, donde se prohíben las activi-dades de pesca destructivas. Actualmente, se trabaja en la creación de una nueva AMP que conecte las dos AMP existentes, un área conocida como el “triángulo”, cuyo fin sería fomentar una pesquería sostenible de pargo mancha-do, con enfoque ecosistémico. El proyecto PLANS provee beneficios y oportunidades de desarrollo económico a los/as integrantes de las asociacio-nes de desarrollo comunal y a los/as pescadores/as arte-sanales. Asimismo, brinda protección efectiva a diversas especies marinas en peligro de extinción y a los diversos hábitats esenciales de los cuales dependen.

Palabras clave: playa de anidación, tortuga, area ma-rina protegida (AMP), pesca sostenible, conservación.

one for the RNVS Camaro-nal in 2009. Both areas carry a multi use designation and prohibit the operation of des-tructive fisheries. PLANS is currently working on crea-ting a new MPA to connect the two existing MPAs, an area known as the “triangle”, which would aim to promo-te sustainable fisheries for spotted snapper whilst using an ecosystem approach. The PLANS project creates be-nefits and opportunities to artisanal fishermen and com-munity development associa-tions, as well as protecting a diverse array of endangered marine species and the cri-tical habitats on which they depend.

Key words: nesting beach, turtle, marine protected area (MPA), sustainable fisheries, conservation.

cluyera a su vez un Área Marina Protegida para brindar protección a las tortugas adultas de los camaroneros por arrastre. Desde este momento, las autoridades del ACT fueron enfáticas en que para el desarrollo de esta iniciativa se debía con-seguir el apoyo sólido de las comunidades coste-ras, en particular las asociaciones de pescadores artesanales que operan en el área.

A lo largo de 2003–2005 se realizó una se-rie de talleres participativos dirigidos por el ACT con representantes de la Asociación Coyoteña de Pescadores (Aspecoy), pescadores artesanales de Manzanillo, empresarios de la zona (familia Grew), y Pretoma, durante los cuales se forjó un Plan de Manejo consensuado para un nuevo RNVS en playa Caletas, con una AMP de uso múltiple, donde se prohíben las prácticas pesqueras destruc-tivas como la pesca de camarón por arrastre, el uso de trasmallos, y el buceo con compresor. Simultá-neamente, en un proceso paralelo, autoridades del ACT trabajaron junto a empresarios y propietarios locales para consensuar un Plan de Manejo para el RNVS Camaronal, Nandayure, el cual fue crea-do desde 1994 como reconocimiento por su impor-tancia para la anidación de tortugas marinas. El manejo contemplado para el AMP del RNVS Ca-maronal también es de carácter de uso múltiple.

Sebastian Troeng. Tortuga baula (Dermochelys coreasea)

Sebastian Troeng. Tortuga lora

(Lepidochelys olivacia)

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz 4140

Para brindar un valor agregado a los pro-ductos pesqueros capturados en la zona, y reco-nocer la labor de los pescadores artesanales que promueven una pesca sostenible, se inició, en el 2007, el proceso por obtener una certificación de pesca sostenible para la pesquería de pargo man-chado (Lutjanus guttatus) que realizan los pesca-dores artesanales de la zona, incluyendo ahora a la Asociación de Pescadores de Bejuco (Asobe-juco), con la realización de los estudios sobre los cuales se podría en el futuro forjar un plan de ma-nejo de la pesquería con enfoque ecosistémico.

En el 2008 Pretoma es invitada por la Aso-ciación de Vecinos de Corozalito, a incluir playa Corozalito entre los proyectos de conservación de tortugas marinas. Desde entonces el sitio era reconocido por la abundante anidación de tortu-gas marinas y hasta por la ocurrencia ocasional (una vez al año) de “mini arribadas” de tortuga lora, durante las cuales podían anidar miles de tortugas. Como es típico en esta zona del país, sin protección oficial el saqueo de huevos es masivo y generalizado, lo cual preocupa a esta comunidad que desea seguir un modelo de desarrollo en ar-monía con la naturaleza.

En el 2009 Pretoma inicia su presencia pro-piamente en el mar, con la adquisición de una panga de 18 pies bautizada Chelonia, equipada con un motor fuera de borda de 50 caballos. La función de ella es asistir en labores de patrullaje del AMP del RNVS Caletas-Arío contra la pesca ilegal, así como al proyecto de monitoreo acústico de tortugas de carey (Eretmochelys imbricata) en punta Coyote.

Finalmente, en el 2011 Pretoma logra ini-ciar dos proyectos de conservación de tortugas marinas más, en playas Costa de Oro y Bejuco siempre en cercana colaboración con las asocia-ciones de vecinos.

Resultados

Pretoma ha logrado un impacto tangible en el establecimiento de politica de conservación ma-rina en el cantón Nandayure, trabajando siempre en conjunto con funcionarios del ACT y los grupos organizados de la sociedad civil:

· Creación, en agosto del 2006, del RNVS Caletas-Arío, con un AMP que se extiende 12 millas mar afuera para un área total de más de 19.000 hectáreas (Decreto Ejecutivo #33232, La Gaceta N° 154 del 11 de agosto del 2006), donde se prohíben las actividades pesqueras descritas como destructivas con anterioridad.

· Ampliación de los límites del RNVS Cama-ronal en noviembre del 2009, para incluir un AMP que también se extiende 12 millas mar afuera para un área total de 15.000 hectáreas y donde se imponen las mismas restricciones a la pesca destructiva (Decreto Ejecutivo Nº 35530-Minaet, La Gaceta N° 229 del 25 de noviembre del 2009), producto del proceso simultáneo pero independiente entre el ACT y desarrolladores.

· Pre-certificación de Pesca Sostenible emiti-da por el Scientific Certification Systems en el 2011 (Vincent, 2011), el cual establece a su vez una hoja de ruta para optar por una certificación completa a finales del 2012. (El proyecto de pesca sostenible de pargo manchado en Coyote y Bejuco es la primera pesquería sujeta a los principios de la pesca sostenible del Marine Stewardship Council en Costa Rica y Centroamérica. La pre-cer-tificación señaló que la pesca realizada por el sector pesquero artesanal es sostenible, pero se requiere más información sobre el impacto de la pesquería sobre el ecosistema. Además, se señala la necesidad de ofrecer

protección total al stock de pargo mancha-do, gestión de los efectos nocivos de la pesca de camarón por arrastre. De lo contrario, aunque los pescadores artesanales pesquen sosteniblemente, no será posible certificar la pesquería si el mismo stock de peces está expuesto a mortalidad excesiva.)

En términos de protección de tortugas mari-nas, desde el comienzo del proyecto Plans en 1998 y hasta la fecha, se ha logrado la protección de más de 14 km de costa, donde Pretoma monitorea tres playas de anidación: playa San Miguel, playa Caletas y playa Corozalito:

· Desde 1998 hasta 2010, se ha registrado en playa San Miguel la presencia de un total de 3.619 tortugas marinas, las cuales deposita-ron exitosamente 3.019 nidos. De estos, se protegieron un total de 2.095 nidos (69,4%) en los viveros del proyecto y 342 nidos “in situ” (11,3%), 14 nidos fueron depredados por animales (0,5%) y 568 nidos fueron sa-queados (19,4%). Ha sido liberado un total de 140.003 neonatos al mar.

· Desde 2000 hasta 2010 en playa Caletas se ha registrado un total de 8.115 eventos de tortugas marinas, los cuales depositaron exitosamente 6.912 nidos. De estos, se ha

protegido en el vivero 4.442 nidos (64,3%) y 1.372 nidos in situ (19,5%), 759 nidos fueron depredados (10,9%), y 339 nidos (4,9%) fue-ron saqueados. Ha sido liberado un total de 257.729 neonatos al mar.

· Desde 2008 hasta 2010, en playa Corozalito se ha registrado un total de 5.112 eventos de tortugas marinas, los cuales deposita-ron exitosamente 4.436 nidos. De estos, se protegieron 3.307 nidos in situ (74,5%), 533 nidos fueron depredados (12%) y 596 fueron saqueados (13,4%).

· En el 2011 inician proyectos de conserva-ción de tortugas marinas en playas Costa de Oro y Bejuco, pero lamentablemente no pudo realizarse un monitoreo exhaustivo este año, aunque sí operó un vivero en playa Costa de Oro. En el 2012 esperamos consoli-dar estos proyectos.

Las figuras 1, 2 y 3, muestran la existencia de una tendencia positiva en el número de even-tos de anidación de tortuga marina. Esta tenden-cia positiva puede explicarse por mejoras en el proceso de monitoreo, así como por mayor eficacia en la toma de datos. Además, esta tendencia po-sitiva podría ser un indicador de que la población de tortuga lora en el área de Plans se encuentra en proceso de recuperación gracias a las labores

Figura 1. Total de anidaciones en laya San Miguel, Nandayure, Guanacaste. 1998-2010.

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Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz 4342

de protección. Para poder confirmar esta hipóte-sis habría que continuar el estudio durante varios años más, ya que la tortuga lora alcanza la madu-rez sexual entre los 10 y 13 años de edad (Plotkin, 2007), y no será hasta dentro de unos años que veamos el fruto de este esfuerzo.

Figura 2. Total de anidaciones en playa Caletas, Nandayure, Guanacaste. 2002-2011.

Figura 3. Total de anidaciones en playa Corozalito, Nandayure, Guanacaste. 2008-2010.

Se ha logrado disminuir el saqueo de nidos en playas San Miguel y Corozalito, mediante una fuerte campaña de educación ambiental en la co-munidad. En San Miguel, el saqueo descendió de un virtual 100% hasta entre un 15-20% (figura 4), mientras que en Corozalito se ha logrado dis-minuir el saqueo de un 25% hasta un 6% en tres años (figura 5).

Figura 4. Porcentaje anual de saqueo de nidos, playa San Miguel, Nandayure. 1998-2010.

Figura 5. Porcentaje anual de saqueo de nidos, playa Corozalito, Nandayure. 2008-2010.

Con la adquisición de la Chelonia en 2009, Pretoma ha logrado avanzar significativamente su presencia en el mar, estudiando la presencia de tortugas de carey en el área y realizando acti-vidades contra la pesca ilegal:

· El monitoreo acústico de tortugas de carey en punta Coyote ha demostrado que a lo lar-go del flanco norte de punta Coyote reside una población de al menos 14 tortugas de carey juveniles en el arrecife rocoso. Estas tortugas juveniles establecen residencia en punta Coyote donde existen abundantes re-cursos alimenticios, hasta que alcanzan la madurez sexual. Precisamente, el área de punta Coyote donde habitan las tortugas de carey está actualmente fuera de los límites del AMP del RNVS Caletas-Arío, y son vul-nerables a los efectos nocivos de la pesca de camarón por arrastre (Carrión, 2010; Cana-les, 2011).

· Las patrullas en las áreas marinas prote-gidas para controlar y registrar la pesca ilegal han dado como resultado la denuncia oficial contra dos barcos camaroneros por operar en el RNVS Caletas Arío ante las autoridades del Tribunal Ambiental Admi-nistrativo (TAA) y el Incopesca. Además, se han decomisado tres trasmallos en bocas de ríos y manglares bajo la dirección y acom-pañamiento de la Fuerza Pública, y se re-copila una base de datos sobre la presencia de otros tipos de pesca no permitidas en el área.

· Finalmente, Pretoma trabaja en el fortale-cimiento de las organizaciones de base en el área que abarca Plans:

· Creación de la Comisión de Pesca y Turis-mo Responsable como (Copeture) que agru-pa miembros del sector pesquero artesanal, turístico, y de cinco comunidades costeras.

· Fortalecimiento de la estructura de asocia-ciones de pescadores como Aspecoy y Asobe-juco, impulsando un mercado exclusivo de productos pesqueros sostenibles con los em-presarios turísticos de la zona, eliminando intermediadores y mejorando los ingresos y la imagen de los pescadores.

· Realización de actividades de educación ambiental, como festivales del Día de la Tortuga y/o del Tiburón, donde se divulga la información obtenida en los proyectos científicos y sus implicaciones para planes de conservación y manejo. También se co-labora con los niños de las escuelas locales para fortalecer su participación en las fe-rias científicas nacionales.

Discusión

Las playas de Nandayure constituyen im-portantes playas de anidación para tortugas ma-rinas. Se ha identificado la anidación de cuatro especies: la tortuga lora (Lepidochelys olivacea), la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga de carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga baula (Dermochelys coriacea). Las cuatro especies están en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, catalogadas como vulnerables, en peligro de extinción, o en peligro crítico de extinción (UICN, 2010). La tortuga lora es por mucho la tortuga más abundante. Playa Corozalito representa una situación especial por la ocurrencia anual de “mini arribadas” de tor-tuga lora. Además, aunque no son abundantes, aún anidan esporádicamente tortugas baula, las cuales, debido a su lamentable situación crítica, ameritan toda la protección posible.

Por otro lado, las poblaciones de tortugas marinas han sido explotadas históricamente por los miembros de las comunidades costeras de

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Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz 4544

Nandayure, tanto para alimentación como para el comercio. Por este motivo se hace importante implantar proyectos de protección en las playas de anidación e involucrar a los miembros de la comunidad en los proyectos, llevándoles alterna-tivas a sus prácticas y dándoles incentivos contra la explotación de productos de tortuga marina, pues, como se ha establecido ya, las tortugas ma-rinas valen mucho más en una comunidad coste-ra vivas que muertas (Troeng and Drews, 2004).

Los proyectos de voluntariado, desarrolla-dos cercanamente en conjunto con los miembros de las comunidades costeras son eficientes en la protección de los nidos y de las tortugas, además de que fomentan cambios en la percepción de los miembros de las comunidades costeras sobre las tortugas marinas, al proveer diferentes opciones de ingresos, bien sea en servicios (restaurantes,

cabinas) o en contratación como monitores técni-cos de la actividad de anidación.

Para impulsar más oportunidades de desa-rrollo costero, Pretoma fomenta a la vez la pesca sostenible del pargo manchado, que debe realizar-se según los tres principios del Marine Stewards-hip Council, cuales son: la actividad pesca no cau-sa daño a la población de la especie sobre la cual la actividad ejerce su esfuerzo pesquero, la acti-vidad pesquera no tiene efectos adversos sobre el ecosistema, y existe un sistema de gestión eficaz.

Actualmente, existe un área marina de unas 15.000 hectáreas entre las dos AMP de los RNVS existentes. En esta área realizan su mayor esfuerzo pesquero los pescadores artesanales, a la vez que es aquí donde residen las tortugas de carey juveniles. La operación de embarcaciones pesqueras en esta zona inhibe los esfuerzos de las

comunidades costeras por alcanzar un desarrollo sostenible, pues causan no solo mortalidad de tor-tugas marinas, amenazando a las comunidades donde se realizan proyectos de voluntariado, sino también mortalidad inaceptable e insostenible de pargos manchado, amenazando el proyecto de pesca sostenible del pargo manchado.

A lo largo del 2011 se realizaron una serie de talleres participativos con los miembros de las comunidades, en los cuales se les informó sobre la anidación de las tortugas, la presencia de las tortugas de carey, y las implicaciones técnicas de la pre-certificación de pesca sostenible recién ob-tenida. El grupo consultado opinó que para brin-dar protección a las tortugas lora, verde, carey y baula que anidan en las playas de Nandayure, así como para proveer protección a las tortugas de ca-rey y verdes juveniles que forrajean en las puntas rocosas, era necesario crear otra AMP entre los dos refugios existentes, lo cual a la vez proveería el marco legal para impulsar una gestión efectiva y con enfoque ecosistémico de la pesca (Pretoma, 2011).

Durante el 2012 Pretoma continuará su trabajo en colaboración cercana con el ACT y los miembros de las comunidades pesqueras, para la creación de una nueva AMP, bajo la categoría de Área Marina de Manejo de la Ley de Biodiver-sidad, la cual estaría diseñada para la gestión efectiva de la pesca del pargo manchado, y la pro-tección de las tortugas marinas de las activida-des de pesca destructiva. Se realizarán además los estudios para determinar el estado de otras poblaciones de peces, así como los tipos de fondo en el área y el efecto de la pesca artesanal sobre ellas, para cumplir con los requisitos establecidos para eventualmente obtener la certificación.

Plans es un proyecto holístico, que beneficia a las poblaciones de tortugas marinas y a la vida marina en general, a través de oportunidades de desarrollo económico para las asociaciones comu-nales y los pescadores artesanales (figura 6).

Figura 6. El proyecto Plans señalando el AMP del RNVS Camaronal, el AMP del RNVS Caletas-Arío, el área propuesta para nueva AMP, y la localización de las playas de anidación de tortugas y las comunidades pesqueras

donde opera Pretoma.

Juan José Pucci. Tortuga baula (Dermochelys Coreasea)

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Junio 2011. Número 41

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz46Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

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ResumenLa cuenca del río Bi-

rrís se ubica en la vertiente sureste del volcán Irazú, en ella existen varias unidades hidrogeológicas compuestas por materiales lávicos, lahá-ricos y cenizas, las cuales se comportan como acuíferos y acuitardos agrupados en dos sistemas acuíferos deno-minados Birrís y Pacayas-Reventado. Estos sistemas acuíferos presentan conexión hidráulica efluente con los drenajes superficiales evi-denciado a partir de manan-tiales que brotan en el con-tacto y en el frente de flujos de lavas que precisamente limitan su extensión. Con-siderando el uso de la tierra actual, la recarga de los sis-temas acuíferos es de 38 000 000 m3/año. En esta cuenca, el uso actual de la tierra no coincide con la capacidad de

Pablo Ramírez y Mario Arias

Pablo Ramírez, especialista en hidrogeología y manejo de recursos hídricos, es inves-tigador en el Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas y en el Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica. Además, es profesor en la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional ([email protected]). Mario Arias, especialista en prospección geofísica y gestión integrada del recurso hídrico, es director del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas de la Universidad de Costa Rica y docente e investigador en la Escuela Centroamericana de Geología de la Universidad de Costa Rica ([email protected]).

Ramírez, P. y Arias, M. “Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del río Birrís (Cartago)”,

ISSN 1409-2158. Ambientales 41, Artículo 6 |Pp. 47-53|Recepción: [julio, 2011]. Fecha de aprobación: [agosto, 2011].

Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del río Birrís (Cartago)

AbstractThe Birrís watershed

is located in the southeast slope of the Irazú volcano, in it, exist several hydro-geological units composed by volcanic material, lahar flow and ash, which behave as aquifer and acuitards con-tained in two denominated aquifer systems Birrís and Pacayas-Reventado, which present an effluent hydraulic connection with the superfi-cial drainages. Considering the use of the current soil, the recharge of the aquifer systems is of 38 000 000 m3/year. In this basin, the cu-rrent use of the land doesn’t coincide with the use ca-pacity, this way 66% of the area is in overuse, impac-ting negatively to the aqui-fer systems, because it has happened conversion from the forest areas to shepher-

Introducción

a cuenca del río Birrís, tiene un área un poco mayor de 51 km2 y se loca-liza en la provincia de Cartago. Pre-senta un relieve de fuerte pendiente

y elevaciones que van desde los 800 msnm en la desembocadura del río Reventazón, hasta más de 3 400 msnm en el volcán Irazú (figura 1). Los suelos son derivados princi-palmente de materiales volcánicos y el uso de la tierra está dedicado en su mayor par-te a las actividades agrícolas y de pastoreo. Sus aguas son aprovechadas para el riego, consumo humano, actividades agropecua-rias y para la generación hidroeléctrica.

Referencias bibliográficas

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago)Pablo Ramírez y Mario Arias 4948

Figura 2. Mapa geológico, se incluyen los manantiales.

En la formación Birrís el afloramiento de los manantiales se manifiesta en la unidad de lavas Pozo Amarillo-Birrís, en algunos sectores se pue-de observar como esta unidad está subyacida por la unidad de lahares indiferenciados del río Birrís (figura 3).

Figura 3. Afloramiento de unidades hidrogeológicas a lo largo del río Birrís.

En el Reventado miembro superior, el bro-te de manantiales ocurre en la unidad de lavas Pacayas-Reventado. Estos afloramientos se ob-servan muy distribuidos en todo el miembro su-

perior y en algunos lugares se observa la unidad de lavas sobreyaciendo a la unidad de lahares in-diferenciados quebradas Pacayas-González o a la unidad de lavas meteorizadas Pacayas-Ortiga.

Una interpretación geomorfológica de la cuenca (figura 4) permite distinguir varios frentes de coladas de lava que condicionan el afloramien-to del agua subterránea. Desde el nacimiento del río Birrís hasta el límite del sistema acuífero del mismo nombre, la mayoría de los brotes de agua se dan entre zonas de contacto de frente de colada como entre coladas. En el caso del sistema acuí-fero Pacayas-Reventado este factor es más claro en el sector occidental que en el oriental. Se nota como el afloramiento de varios manantiales está relacionado tanto con el contacto entre las coladas como con los frentes de ellas. Adicionalmente, es importante anotar que el contacto de los frentes de colada en la parte norte de la cuenca, estable-cido a partir de las curvas de nivel, delimita las formaciones: Birrís, Reventado miembro superior y Cervantes, definidas por Krushensky (1972).

Figura 4. Interpretación geomorfológica de la cuenca del río Birrís en la cual se delimitan los frentes de

coladas y su relación con los manantiales.

uso, de forma que el 66% del área se encuentra en sobreu-so, impactando negativamen-te los sistemas acuíferos, pues ha ocurrido conversión de las zonas boscosas a zonas de pastoreo y cultivos anua-les en los sectores aledaños a los principales manantiales. La propuesta de lineamien-tos para el manejo de la cuen-ca incluye entre otras cosas: a) un plan de reforestación en áreas con capacidad de uso forestal, áreas de recar-ga y de protección de cauces en toda la cuenca de manera que se pueda disminuir la tasa de erosión sin afectar las actividades productivas; b) se debe proteger las zonas de re-carga de los manantiales; c) se debe establecer clases de uso del territorio como par-ques lineales, áreas de baja densidad, áreas protegidas, corredores bioturísticos; d) se debe cartografiar y clasifi-car las fuentes potenciales de contaminación; e) en general se debe promover un plan de ordenamiento de la cuenca que concilie la producción hí-drica de la misma con su ca-pacidad de uso.

Palabras clave: ordena-miento territorial, sistema acuífero, cuenca río Birrís, Costa Rica.

ding areas and annual cul-tivations in the sectors bor-dering to the main springs. The proposal of limits for the handling of the basin inclu-des among other things: a) a reforestation plan in areas with capacity of forest use, recharge areas and of pro-tection of beds in the whole basin; b) the areas of rechar-ge of the springs of the ba-sin in a such way should be protected; c) classes of use of the territory like lineal parks should be established, areas of low density, protected areas, bioturistics corridors; d) classify the potential sour-ces of contamination and the measures of prevention; and) in general a plan of classifi-cation of the basin should be promoted that reconciles the water production of the same one with its use capacity.

Keyword: land used, aqui-fer system, Birrís watershed, Costa Rica.

Figura 1. Localización de la cuenca del río Birrís.

Debido a la dificultad de conocer las relaciones estratigráficas y características hidráulicas -por la inexistencia de pozos-, para la determinación de las unidades hi-drogeológicas se emplearon los siguientes criterios: litología, distribución y caudal de manantiales, propiedades físicas de la roca en macroscopía y relaciones espacio-temporales de las unidades volcánicas existentes.

El modelo hidrogeológico, establece la existencia de dos sistemas acuíferos: el Birrís y el Pacayas-Reventado (Ramírez, 2007). Estos se encuentran formados por varias unidades hidrogeológicas compues-tas por materiales lávicos, lahares y ceni-zas con propiedades hidráulicas diferentes que permiten la existencia de acuíferos y acuitardos.

Litología y afloramien-to de los manantiales

En el mapa geológico (figura 2), se observa como la distribución de los ma-nantiales se concentran en las formacio-nes Birrís y Reventado miembro superior.

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago)Pablo Ramírez y Mario Arias 5150

Dinámica del flujo del agua subterránea

En el sistema acuífero Birrís se reconoce una relación hidráulica de tipo efluente hacia el río Birrís en toda la zona de manantiales de Pozo Amarillo, los aforos diferenciales realizados en distintos puntos del río indican un aumento de caudal conforme el río avanza. Por su parte, en el sector E, las líneas equipotenciales no reflejan concavidad alguna excepto en la quebrada Lagu-na Tapada, donde se observa un ligero comporta-miento influente, mismo que es reflejado en las equipotenciales. Esta característica se corrobora con el poco caudal que muestra esta quebrada du-rante todo el año. Con excepción del río Birrís, todos los drenajes en este sistema acuífero man-tienen muy poco caudal durante la época seca, lo que indica que las descargas del sistema Birrís se dan principalmente en este río.

En el sistema acuífero Pacayas-Reventado, el modelo de flujo muestra dos zonas de conexión hidráulica efluente en: los manantiales de la con-fluencia Central-González y los manantiales de la quebrada Pacayas.

Lineamientos y mecanis-mos de ordenamiento te-rritorial

Con el fin de determinar la relación entre la capacidad de uso de la tierra y el uso actual de ella, se procedió a realizar un análisis espacial mediante un sistema de información geográfico para crear escenarios de conflicto o sobreuso de la tierra, en cuyos sitios se deben enfocar los linea-mientos y mecanismos de ordenamiento territo-rial aplicado al manejo de cuencas (Lucke, 1999). Los resultados se este análisis espacial por sobre-posición de mapas se muestran en la figura 5 y en las tablas 1 y 2.

Figura 5. Sobreuso de la cuenca del río Birrís, gene-rado a partir del análisis espacial por sobreposición de los mapas de capacidad de uso y uso actual de la

tierra.

Tabla 2. Sobreuso, subuso y uso correcto de la tierra en la cuenca del río Birrís.

Relación espa-cial

capacidad versus uso

Estado de tierras

Área (km2) Área (%)

Conservación versus bosque

Uso correcto 7,13 13,88

Bosque versus bosque

Uso correcto 4,39 8,55

Cultivo versus cultivo

Uso correcto 4,73 9,21

Conservación versus cultivos, pastos y otros

Sobreuso 8,04 15,65

Bosque versus cultivo, pastos y otros

Sobreuso 19,95 38,84

Cultivos versus pastos y otros

Sobreuso 5,95 11,58

Cultivo versus bosque

Subuso 1,18 2,30

Total 51,37 100

Según los resultados del análisis espacial, se puede decir que el 66% de la cuenca se encuen-tra en sobreuso, esto es: bajo usos actuales más intensivos que aquellos correspondientes a la ca-pacidad de uso. Este sobreuso afecta las zonas de bosque destinadas a conservación y a manejo de bosque, dándose la degradación debido a que estas zonas están siendo usadas para cultivos y pastos.

La degradación de tierras en esta cuenca tiente repercusiones en las aguas subterráneas en diversas formas. Al existir un uso de la tie-rra distinto al propuesto por la capacidad de uso, aumenta la tasa de erosión y, con ello, una ma-yor compactación del suelo y sedimentación hacia los drenajes superficiales. Debido a las caracte-rísticas climáticas de la cuenca, con condiciones

Tabla 1. Capacidad de uso de la tierra y uso actual en la cuenca del río Birrís.

Capacidad de uso Área (km2) Área (%) Uso actual Área (km2) Área (%)Conservación 15,16 29,51 Bosque 12,70 24,73Bosque 24,35 47,40 Pastos 21,49 41,84Cultivo 11,86 23,08 Cultivos 13,97 27,20- Otro 3,20 6,23Total 51,37 100 51,37 100

húmedas y muy húmedas, el bosque actúa como un filtro que permite captar no solo la humedad sino también las débiles lloviznas que se dan en la cuenca, provocando una disminución de la es-correntía y, de esta manera, mayor tiempo para que se dé infiltración hacia las zonas acuíferas. Hay que destacar que el cambio de uso de la tie-rra con respecto al establecido por la capacidad se observa en las variaciones de las velocidades de infiltración realizadas en el campo, en usos como pastos y cultivos, lo que evidencia que el sobreu-so afecta la recarga hacia los sistemas acuíferos, pues aunque existan zonas donde la infiltración es alta, existen también zonas donde el suelo está muy compactado por su sobreuso histórico.

Una vez obtenidos los datos de precipita-ción, evapotranspiración, infiltración, capacidad de campo, punto de marchitez, tipo de suelo, uso actual y capacidad de uso de la tierra, pendiente y tipo de vegetación, se elaboró un balance hídri-co de suelos con el fin de determinar la recarga potencial por lluvia a los sistemas acuíferos, a partir del modelo analítico de Schosinsky y Losi-lla (2000). Por otra parte, al considerar las clases forestales, se realizaron otros balances hídricos de suelos con el fin de comparar y cuantificar la diferencia entre la recarga potencial por lluvia y el uso actual y clases forestales (Fundación Neo-trópicaa-CEAP, 1994). Así, la recarga potencial disminuyó de 38 231 538,30 m3/año (recarga po-tencial por lluvia) a 29 856 077,50 m3/año (recar-ga potencial según clases forestales).

Considerando los resultados obtenidos en el análisis de cobertura del uso actual y de capaci-dad de uso, así como el balance hídrico, se han establecido los siguientes lineamientos de manejo de cuenca.

Debido a la alta tasa de erosión en esta cuenca, es necesario que se aplique un plan de reforestación en áreas con capacidad de uso fo-restal, áreas de recarga y de protección de cau-ces en toda la cuenca de manera que se puedan

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago)Pablo Ramírez y Mario Arias 5352

disminuir dichas tasas de erosión sin afectar las actividades productivas de la zona.

Se debe proteger las zonas aledañas a los manantiales de toda la cuenca, de forma que se pueda aumentar la recarga potencial a los acuífe-ros haciendo un adecuado manejo forestal, debido al efecto de retención que presenta el bosque ante la humedad y la precipitación, de forma tal que se pueda aumentar la disponibilidad de agua al suelo, sin aumentar la tasa de erosión y el riesgo de contaminación.

Se debe establecer espacios diferenciados por uso actual de la tierra y de esta manera de-terminar zonas como parques lineales, áreas de baja densidad, áreas protegidas y corredores bio-turísticos, entre otros.

Debe identificarse y caracterizarse las dife-rentes fuentes potenciales de contaminación, de manera que se pueda establecer el impacto poten-cial y real a que se ven amenazados los sistemas acuíferos de la cuenca.

Debe proponerse un plan de ordenamiento de la cuenca que concilie la producción hídrica de la misma con su capacidad de uso.

Si la condición de uso actual de la tierra no cambia y se mantiene con el tiempo, el escena-rio más probable que puede ocurrir en la cuen-ca es una mayor condición de sobreuso de la tie-rra, misma que aumentará la degradación en las áreas de uso forestal ubicadas principalmente en los sectores del Parque Nacional Volcán Irazú y a lo largo de varios cursos de agua como el río Birrís, la confluencia de las quebradas Central y González, así como la Pacayas. Esta degradación podría deberse a una mayor demanda de la tierra para actividades agrícolas y de pastos, así como a la falta de protección de las zonas de manantiales y de los cuerpos de agua superficiales.

Aun cuando la cuenca del río Birrís presenta un paisaje agrícola, de mantenerse el uso actual de la tierra disminuirán las bellezas escénicas que presenta el área, aumentando los paisajes de

terrenos erosionados y degradados, y se pondría en riesgo el volumen de agua de recarga por llu-via que entra a los sistemas acuíferos.

Conclusiones

Las tres unidades geológicas principales: Cervantes, Birrís y Reventado (miembro supe-rior), están compuestas por materiales lávicos principalmente, los cuales permiten la formación de acuíferos; además existen materiales laháricos con diferentes propiedades hidrogeológicas que se comportan como acuitardos y de esta forma per-miten el afloramiento de manantiales en distin-tos sectores de la cuenca del río Birrís.

La delimitación de coladas de lava en la cuenca evidencia y confirma la existencia de va-rios acuíferos condicionados por las coladas den-tro de los sistemas acuíferos de la cuenca. Esto se nota al observar cómo los frentes y límites de las coladas coinciden con el afloramiento de manan-tiales.

Existe una relación hidráulica efluente tan-to en el sistema acuífero Birrís como en el Paca-yas-Reventado.

Esta relación hidráulica se evidencia en los manantiales de Pozo Amarillo y Birrís.

A partir de los balances hídricos de suelos, se determina una recarga potencial por lluvia de poco más de 38 millones de m3/año. Por su parte, la descarga del sistema acuífero se encuentra a lo largo del río Birrís.

En esta cuenca, el uso actual no coincide con la capacidad de uso establecida, de forma que un 66% de toda la cuenca se encuentra en sobreuso, lo cual puede ocasionar impactos negativos a los sistemas acuíferos. El principal sobreuso que se da en esta cuenca es la conversión de las zonas boscosas (dedicadas a conservación y manejo fo-restal) a zonas de pastoreo y cultivos anuales. Por otro lado, la mayor parte de manantiales se en-

cuentran en las zonas de sobreuso, lo cual puede generar erosión, compactación y contaminación.

La elaboración de lineamientos de manejo de cuenca del río Birrís permite aportar mecanis-mos de ordenamiento territorial, considerando las aguas subterráneas como parte fundamental del desarrollo regional.

Agradecimientos

Esta publicación es un resultado parcial del proyecto Nº 830-B0-051, denominado Estudio Hi-drogeológico y Manejo de los Recursos Hídricos en el distrito de Cervantes, Cartago, ejecutado desde el Centro de Investigaciones en Ciencias Geológi-cas, e inscrito en la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica.

Referencias bibliográficas

Fundación Neotrópica-CEAP. 1999. Capacidad de uso de la tierra: clases forestales. Decreto 23214 MAG-MIRE-NEM Instituto Geográfico Nacional. San José.

Krushensky, R. 1972. Geology of the Istarú Quadrangle, Cos-ta Rica. Geological Survey Bulletin 1358. U.S. Geolo-gical Survey. Washington, D.C.

Lucke, O. (1999). Base conceptual y metodología para los es-cenarios de ordenamiento territorio. – en: Dengo, et al.: Escenarios de ordenamiento territorial en Costa Rica. MIDEPLAN-BID. San José.

Ramírez, P. “Caracterización de la dinámica de flujo me-diante la aplicación de un modelo numércio hidro-geológico. Caso de la cuenca del río Birrís, Cartago, Costa Rica”, en Revista Geológica de América Central 34-35, 2006.

Schosinsky, G. “Cálculo de la recarga potencial de acuíferos mediante un balance hídrico de suelos”, en Revista Geológica de América Central 34-35, 2006.

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Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales55

ResumenSe caracteriza el com-

portamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto (PHEE), desa-rrollado por la CNFL, en el río Aranjuez. Se analizaron los comportamientos hidro-métricos a través de medi-ciones bimensuales, durante un año, de los manantiales ubicados a lo largo de la línea del túnel y se analizaron sus propiedades geopedológicas por medio de muestreos en los sitios del afloramiento. Una vez establecida la di-námica hidrométrica y una relación con las característi-cas hidrogeológicas del sitio, se presentan conclusiones en cuanto al impacto de la construcción del túnel en los manantiales y la posible afectación del recurso hídrico subterráneo local.

Palabras clave: hidrome-tría, manantiales, Proyecto Hidroelétrico El Encanto, tú-nel de conducción.

Introducción

a Compañía Nacional de Fuerza y Luz S. A. (CNFL) desarrolló el tú-nel de conducción del Proyecto Hi-droeléctrico El Encanto (PHEE),

que consta de una obra subterránea que permitirá llevar agua de la represa del río Aranjuez a la casa de máquinas, para la ge-neración de energía hidroeléctrica.

Con el propósito de contribuir al de-sarrollo de la comunidad y mantener tanto los recursos hídricos como el equilibrio am-biental de la obra, la CNFL inició estudios sobre una serie de aspectos de tipo ambien-tal, referentes al impacto de esta obra en el sitio. A raíz de esto es que se justifica un estudio sobre la dinámica hidrométrica de los manantiales ubicados a lo largo del tú-nel de conducción y que proveen agua a los pobladores cercanos al proyecto.

Este trabajo representa una primera contribución al entendimiento hidrodinámi-co de los manantiales del sitio y está basa-do en la información del sitio del PHEE, lo cual implica ciertos vacíos de información. Sin embargo, es dable decir que se puede ir enriqueciendo la información específica

Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto

Pablo Ramírez

El autor, especialista en hidrogeología y manejo de recursos hídricos, es consultor de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz S. A., académico de la Escuela de Ciencias Am-bientales de la Universidad Nacional e investigador en el Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas de la Universidad de Costa Rica y en el Observatorio del Desarrollo de esa misma institución.

AbstractThis article analy-

zes the hydrometrical be-havior of the springs loca-ted along the El Encanto Hydroelectric Proyect Con-duction Tunnel developed by CNFL along the Aran-juez River. Hydrometri-cal behaviors are analy-zed through bimonthly measurements for one year from the springs lo-cated along the line of the tunnel and its geope-dological properties were analyzed by sampling si-tes of the outcrop. Having es-tablished the hydrometrical dynamic and establishing a relationship with the hy-drogeological characteris-tics of the site, the article presents conclusions about the impact of tunnel cons-truction in the springs and the possibility of ground-water resource impact.

Key words: hydrometry, springs, El Encanto Hy-droelectric Proyect, conduc-tion tunnel.

Ramírez, P. “Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto”

ISSN 1409-2158. Ambientales 41, Artículo 6 |Pp. 55-60|Recepción: [agosto, 2011]. Fecha de aprobación: [setiembre, 2011].

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El EncantoPablo Ramírez 5756

conforme se avance en la evolución de las inves-tigaciones, en el PHEE, que pueda continuar la CNFL.

Metodología

Un manantial puede definirse como una zona puntual (o en algunas ocasiones difusa) a través de la cual el agua subterránea aflora (Bear, 1979); esto es conocido como un punto de descarga del acuífero. A partir de este concepto, se realizó un recorrido por la zona, con el propósi-to de mapear y obtener la posición de los manan-tiales en relación con las distintas estructuras de las obras del proyecto hidroeléctrico.

Los principales manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del PHEE se obser-van en la figura 1 y corresponden a afloramientos de aguas subterráneas más o menos bien distri-buidos a lo largo de la línea del túnel. Se caracte-rizan por aflorar en zonas difusas, es decir, zonas donde no hay una emergencia puntual del agua, sino que esta se da en distintos sectores, donde en algunos casos es poco definible su salida precisa.

Figura 1. Distribución de los manantiales en el PHEE. 2008-2009.

Algunos de los manantiales se encuentran cerca del túnel de conducción, otros en sitios más

cercanos al tanque de oscilación y a la casa de má-quinas, y no presentan un acceso específico, por lo que las rutas de llegada no siempre son las mis-mas.

Estos manantiales (figura 1) son descargas del agua subterránea, originados por la exposi-ción de las unidades hidrogeológicas acuíferas (la definición de acuífero, en este caso en particular, puede entrañar ciertas dudas, puesto que, como se verá más adelante, los caudales son conside-rablemente bajos como para un aprovechamiento económico). Lo anterior, por cortes en la super-ficie topográfica (las unidades hidrogeológicas se desarrollan en secuencias de materiales lávicos y brechas), que se abastecen por la recarga anual de precipitación del sitio.

La información geológica de campo, elabo-rada por la empresa encargada del túnel, indica que la zona es compleja por los distintos niveles de alteración hidrotermal que la roca ha experi-mentado y por la presencia de fallas (Ghella S. P. A., 2007). Regionalmente, las rocas que afloran en esta área se corresponden con el grupo Aguacate, donde se destaca la formación basaltos Miramar (Ghella S. P. A., 2007). Estas constituyen una se-cuencia de lavas basálticas y andesita basálticas con pocas intercalaciones de tobas.

A partir de los datos de los informes de los núcleos de perforación y de los perfiles geológicos (Ghella S. P. A., 2007), se puede decir que local-mente se presentan suelos de espesor variable so-breyaciendo lavas andesíticas.

Debido a la complejidad de los materiales litológicos del sitio, es muy probable que se den recargas entre las unidades hidrogeológicas exis-tentes en el lugar, pues, según las perforaciones realizadas en distintos puntos a lo largo del tú-nel de conducción, se encuentran capas de lavas y brechas con ciertas intercalaciones de materiales litológicos menos permeables por las relaciones de porosidad primaria y secundaria efectiva, los cuales favorecerían la saturación del material y,

por ende, la formación del acuífero. Por existir in-tercalaciones de los materiales lávicos con diver-sos grados de fracturamiento y meteorización, es factible la formación de acuíferos colgados y acuí-feros multicapa.

Según lo observado en campo, se puede de-cir que los manantiales se encuentran en la la-dera noroeste respecto al cauce del río Aranjuez. Ellos se caracterizan por diversos afloramientos a distintas elevaciones, entre los 470 y los 650 m sobre el nivel del mar. Así se reconoce la posible existencia de acuíferos multicapa o acuíferos col-gados desde la base del río hasta las elevaciones máximas (cimas).

El uso de la tierra predominante en la zona del PHEE es de pastos y cultivos abandonados, lo que provoca cambios importantes en la dinámica hidrológica del sitio. Esto se evidencia por las al-tas tasas de escurrimiento superficial observadas en campo, favorecidas por las pendientes en toda la zona.

Resultados

Con base en el análisis del área de estudio, se recolectó una muestra del material litológico de la zona del manantial, en cada uno de los aflo-

ramientos ubicados a lo largo de la línea del tú-nel, para analizar la composición granulométrica de los materiales litológicos presentes en las zo-nas de los manantiales (cuadro 1).

Cuadro 1. Características granulométricas de los manantiales, en los sitios de afloramientos ubicados a

lo largo del túnel de conducción.

Id Este NorteArena (%)

Limo (%)

Arcilla (%)

1 450904 237841 50 14 362 451428 237391 48 26 63 451344 237765 52 10 384 451545 237800 44 14 425 451858 237809 40 18 426 452132 237851 42 14 447 452641 237985 36 30 348 452188 238735 42 14 449 452969 239443 48 16 3610 453615 240351 50 18 3211 453672 240443 48 18 3412 4533889 240389 48 16 36

Fuente: Trabajo de campo, 2008-2009. Muestras tomadas conside-rando el sistema de Proyección Conforme Cónico de Lambert para Costa Rica Norte.

Las muestras fueron recolectadas en los si-tios de afloramiento de manantiales y procesadas en el Laboratorio de Suelos del Instituto Nacio-nal de Tecnología Agropecuaria del Ministerio de Agricultura. Los procedimientos de recolección y análisis de muestras con fines hidrológicos pue-den encontrarse en Bouwer (1986) y Sanders (1998).

El análisis de los datos geopedológicos de los afloramientos de los manantiales muestran aspectos muy interesantes, si estos son conside-rados como resultados de la estructura general del sitio donde se encuentran tales manantiales. Es notable un contenido de arenas fundamental

Pastos y potreros abandonados en

pendientes altas en el PHEE, este tipo de uso de la tierra

es muy común en la zona del PHEE.

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El EncantoPablo Ramírez 5958

en todas las muestras, aunque en la mayoría es-tas no sobrepasan el 50% del total de cada mues-tra; por otro lado, los contenidos de limo son muy inferiores a lo que podría esperarse en otros si-tios. La fracción que llama más la atención es la correspondiente a la arcilla (el término arcilla se refiere a un tamaño y no a la naturaleza minera-lógica), la cual en todas las muestras mantiene un contenido muy importante, que, en algunos casos, alcanza más del 40% de la muestra total.

Estos resultados arrojan varios elementos importantes por considerar, en lo que respecta a las propiedades hidrológicas; sin embargo, es importante mencionar, en primera instancia, que en lo que concierne al análisis geopedológico e hidrogeológico del terreno se deben separar cla-ramente los conceptos roca, saprolita (alterita o formación superficial) y suelo. Los términos suelo y roca son bien conocidos; en cambio, el término saprolita o alterita corresponde al estado medio de la roca hacia el suelo, por la meterorización.

Los contenidos elevados de arcilla en la zona de los manantiales reflejan, a grandes rasgos, la dinámica hidrogeológica que se da en el sitio. Si se suman los factores de pendiente, uso de la tie-rra y texturas arcillosas, se tiene un resultado bastante importante de tomar en consideración.

Las altas pendientes y el uso de la tierra de pastos y terrenos en abandono propician que una cantidad importante de la precipitación escurra sobre el terreno. Esta afirmación surge a partir de lo observado en la campaña bimensual de me-dición hidrométrica, ya que no se cuenta con esta-ciones meteorológicas cercanas.

Si se considera que el terreno está degrada-do por un mal uso de la tierra y que esta muestra cantidades importantes de hasta 40% de arcillas, las cuales por su estructura molecular funcionan como capas sellantes (es decir que por su tama-ño de poro tan pequeño y su alta saturación no permiten el flujo percolante hacia las unidades hidrogeológicas que presentan propiedades acuí-

feras), entonces es de esperar altas tasas de esco-rrentía, erosión y sedimentación, que afectan el proyecto hidroeléctrico (Aparicio, 1989). Los re-sultados del muestreo y su análisis son de mucha utilidad, puesto que explican en gran medida los resultados del análisis hidrométrico.

Análisis hidrométrico (agosto 2008-julio 2009)

Durante un año, se realizaron aforos volu-métricos en los manantiales del PHEE, con el fin de entender la dinámica hidrométrica de los ma-nantiales y su relación con las unidades hidrogeo-lógicas.

Los aforos se realizaron utilizando el mé-todo volumétrico (Sanders, 1998), considerado el método de aforo más exacto, pues consiste en ha-cer llegar una determinada cantidad de agua a un recipiente de volumen conocido y se llena has-ta alcanzar el tope en un cierto tiempo; dividien-do el volumen entre el tiempo, se tiene el caudal en unidades congruentes. Los ensayos se ejecu-taron de la manera usual, según la metodología de campo previamente establecida y las normas hidrogeológicas de ejecución de ensayos de campo (Sanders, 1998).

Los resultados de los aforos bimensuales se presentan en las figura 3 y 4, en las cuales se ob-serva un hidrograma anual de los manantiales. Se puede observar con facilidad un incremento del caudal en los primeros meses de inicio del es-tudio hidrométrico, es decir, agosto y setiembre, y una disminución considerable hacia la época seca. Los caudales observados del período agosto-noviembre habían alcanzado, en promedio, 2,98 l/s. En los meses siguientes, el promedio mensual para todos los manantiales no superó los 0,28 l/s.

Figura 3. Hidrograma de los manantiales del 7 al 12, ubicados a lo largo del túnel de conducción del PHEE.

A partir del hidrograma de los manantiales, se puede decir que existe una marcada disminu-ción de los caudales, desde el año 2008 hasta la fecha, sobre lo que se pueden exponer varias hi-pótesis.

Debido a la complejidad geológica del sitio, su fallamiento y la alteración hidrotermal, es de esperar que se den unidades hidrogeológicas de diferentes características hidráulicas. Algunas de ellas son porosidad, conductividad hidráuli-ca, transmisividad, almacenamiento, entre otras. Los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción (cuadro 2) mantienen caudales rela-tivamente bajos, lo cual podría indicar espesores acuíferos muy pequeños, relacionados con nive-les colgados y conductividades hidráulicas bajas. Esto último debido posiblemente, al intercala-miento de unidades hidrogeológicas de distintas propiedades hidráulicas.

Cuadro 2. Caudal promedio anual de los 12 manantiales, ubicados a lo largo de la línea de conducción del PHEE.

Id Este (m) Norte (m)Elevación (msnm)

Caudal pro-medio anual

(l/s)1 450904,0 237841,0 361,52 1,372 451428,0 237391,0 294,80 0,473 451344,0 237765,0 380,30 0,964 451545,0 237800,0 382,90 0,295 451858,0 237809,0 396,72 0,466 452132,0 237851,0 337,28 0,327 452541,0 237985,0 320,84 4,478 452188,0 238735,0 438,01 0,469 452969,0 239433,0 460,00 1,15

10 453615,0 240351,0 611,38 15611 453672,0 240433,0 656,10 2,1712 453389,0 240389,0 596,64 1,47

Fuente: Trabajo de campo, 2008

Figura 2. Hidrograma de los manantiales del 1 al 6, ubicados a lo largo del túnel de conducción del PHEE.

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Junio 2011. Número 41

Pablo Ramírez60

Figura 4. Hidrograma promedio anual de los manan-tiales del PHEE.

Conclusiones y recomendaciones

Si bien no hay una evidencia plena de que hubiese existido algún tipo de fuga del nivel, por la construcción del túnel, esto no debe ser descar-tado. La CNFL debe continuar los registros hi-drométricos de estos manantiales, con el propósi-to de precisar los efectos y cambios de los niveles y si estos son causados por el efecto del túnel.

Aun cuando se ha realizado un estudio hi-drométrico, es necesario elaborar un modelo hi-drogeológico conceptual, basado en un estudio geológico detallado. Tal estudio debe responder a

las necesidades del proyecto. Según los insumos e información facilitados por la CNFL, la cons-trucción del túnel no supuso un estudio geológico detallado, con cartografiado geológico pormenori-zado (1: 10 000 al menos), pruebas petrográficas y análisis hidrogeoquímicos de manantiales y ríos, perforaciones exploratorias con recuperación de testigo y estudios de geopedológicos, entre otros, que facilitaran la elaboración del modelo hidro-geológico conceptual.

Es importante cuantificar la carga de sedi-mentos al embalse del PHEE y la disminución del caudal promedio del río. Una opción sería realizar aforos diferenciales a lo largo de todo el río Aran-juez, especialmente en la época de estiaje, para cuantificar los aportes de manantiales y afluentes a su caudal. También es importante cuantificar los aportes del total de precipitación a la recarga acuífera.

Referencias bibliográficas

Aparicio, J. (1997). Fundamentos de Hidrología de Superfi-cie. México: Limusa.

Bear, J. (2007). Hydraulics of Groundwater. Nueva York: Dover Publications.

Bouwer, H. (1986). Intake Rate: Cylinder Infiltrometer. En Klute, A. (Ed.), Methods of Soil Analysis: Part 1. Phy-sical and Mineralogical Methods (825-844). Nueva York: Madison, American Society of Agronomy.

Ghella S. P. A. (2007). Informe del Túnel de Conducción.(Informe Técnico). San José: Compañía Nacional de Fuerza y Luz S. A.

Sanders, L. (1998). A Manual of Field Hydrogeology. New

Jersey: Prentice Hall.

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales61

ResumenDurante 2008-2010

se generaron inventarios de residuos químicos en los la-boratorios de la Universidad Nacional. La solicitud de la generación de cada inventa-rio se realizó formalmente a cada coordinador de labora-torio de investigación y do-cencia. Con la información obtenida se clasificaron los residuos en nueve clases, permitiendo esto el desarro-llo de patrones de distribu-ción y tasas de generación de los residuos. Además, se identificaron las clases de residuos de mayor y menor generación, así como proce-dimientos y reactivos utiliza-dos, fuente de las diferentes clases de residuos. Se conclu-ye que una adecuada clasifi-cación de residuos es la base para implementar un am-biente seguro de trabajo, per-mitiendo minimizar costos administrativos, económicos, legales, de seguridad y técni-cos, relacionados con la aten-ción a emergencias químicas

Abstract

During the years 2008-2010, inventories were ca-rried out regarding chemical wastes manipulated in the Universidad National. In order to gather such infor-mation for these inventories, laboratories’ directors filled out a form. Using the preli-minary given information, wastes were classified into nine classes, allowing this the identification of distri-bution patterns, as well as the identification of higher and lower hazardous wastes stored and handled. Analyti-cal procedures and chemical reagents that contribute to those hazardous classes was-te detected. As a conclusion, in order to conduct an ade-quate and safe working en-vironment, it is necessary to develop chemical waste data-bases. Waste classification is the first step to create a fra-mework to develop and apply the right actions related with waste management aspects,

Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la Universidad Nacional

José Carlos Mora y David Benavides

José C. Mora, especialista en Gestión Ambiental y en Química Industrial con én-fasis en Química Ambiental, es académico y regente químico de la Universidad Nacional ([email protected]). David Benavides, especialista en Gestión Ambiental y en Química Industrial con énfasis en Química Ambiental, es coordinador del programa UNA Campus Sostenible de la Universidad Naciona y regente químico del Instituto Tecnológico de Costa Rica ([email protected]).

Mora, J. y Benavides, D. “Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la Universidad Nacional”

ISSN 1409-2158. Ambientales 41, Artículo 8 |Pp. 61-69|Recepción: [octubre, 2011]. Fecha aprobación: [noviembre, 2011].

Introducciónara poder mantener la demanda ac-tual de productos y servicios por par-te de las sociedades, el mundo se ha visto forzado a ser más productivo.

Esto trae como consecuencia un aumento en los volúmenes de residuos generados y hace necesaria una adecuada gestión de residuos cuyo objetivo primordial sea la prevención y minimización, de manera que se logre dis-minuir el riesgo a la salud, a la propiedad y al ambiente (Martínez, 2005; Blanco, 2004; PNUMA-OMS-SAICM, 2007).

Residuos peligrosos

Los residuos generados pueden ser clasificados utilizando diferentes criterios, como estado físico, origen del desecho, tipo de tratamiento al que serán sometidos y los potenciales efectos derivados del manejo de dichos residuos. Este último criterio de clasificación incluye la categoría denomi-nada residuos peligrosos (Programas de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2002).

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Junio 2011. Número 41 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales

Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la Universidad NacionalJosé Carlos Mora y David Benavides 6362

Se entiende por residuos peligrosos “todos aquellos residuos que pueden cau-sar daños a la salud o el ambiente, debido a su peligrosidad intrínseca como toxicidad, corrosividad, reactividad, inflamabilidad, explosividad, sea infeccioso o ecotóxico” (Decreto 27001, 1998). Martínez (2005) clasifica un residuo como “peligroso”, de acuerdo con los siguientes criterios:

· Estar incluidos en listas específicas de residuos.

· Pertenecer a un grupo de residuos generados en procesos específicos.

· Presentar alguna característica de peligrosidad (tóxico, corrosivo, reac-tivo, inflamable, explosivo, infeccio-so, ecotóxico).

· Contener sustancias definidas como peligrosas.

Un adecuado sistema de manejo de residuos peligrosos incluye las etapas de generación, acumulación, almacenamien-to, transporte, tratamiento y disposición final (Decreto 27001, 1998). En relación con la primera etapa, un ente generador de residuos peligrosos es aquel que “gene-re uno o más residuos peligrosos y/o como resultado de su actividad trate residuos peligrosos”. Cada ente generador de re-siduos debe clasificarlos adecuadamente. Para dicha clasificación, deberá colectar-los separadamente, desde el momento que ellos se producen, e identificarlos y clasi-ficarlos con base en criterios de compati-bilidad química, principalmente (Chacón, 2000; Decreto 27001, 1998; Imbroisi et al., 2006; Kuhre, 1995).

y ambientales, entre otros; así como para el desarrollo y aplicación de prácticas de trabajo preventivas.

Palabras claves: desechos químicos, gestión de resi-duos, salud y medio ambien-te, equipos y materiales de seguridad.

economic support, regulation requirements, safety and te-chnical investment to look forward to protect worker health and the environment around.

Key Words: chemical was-tes, waste management, health care and environ-ment, hazardous wastes identification system, envi-ronment, health, lab security equipment.

en recomendaciones de los organismos e insti-tuciones como EPA, PNUMA, NIOSH, OSHA y ACS, para desarrollar planes exitosos de residuos peligrosos (Mooney, 2004; National Academic Press, 1995; Pipitone, 1991). Las recomendacio-nes de algunos de los organismos anteriores han sido aplicadas, por ejemplo, en el programa de manejo de residuos de la Universidad de Barcelo-na, que incluye acciones como inventariar el tipo y la cantidad de residuos generados, así como el establecimiento de condiciones para recolección, caracterización, selección y clasificación de aque-llos. Este programa clasifica los residuos según los siguientes grupos (Díaz, 2000):

- Grupo I: disolventes halogenados. Se trata de los productos líquidos orgánicos que con-tienen más de un 2% de algún halógeno. Por ejemplo: cloroformo y cloruro de metileno.

- Grupo II: Disolventes no halogenados. Se incluye aquí los líquidos orgánicos inflama-bles con menos de un 2% en halógenos. Por ejemplo: alcoholes, aldehídos, hidrocarbu-ros alifáticos, hidrocarburos aromáticos y nitrilos.

- Grupo III: disoluciones acuosas de produc-tos orgánicos e inorgánicos. Es un grupo muy amplio y es imprescindible establecer subdivisiones. Los dos subgrupos más im-portantes son :- Disoluciones acuosas inorgánicas- Disoluciones básicas: hidróxido sódico,

hi dróxido potásico.- Disoluciones de metales pesados: ní-

quel, plata, cadmio, selenio, fijadores.- Disoluciones de cromo VI- Otras disoluciones acuosas inorgáni-

cas: reveladores, sulfatos, fosfatos, clo-ruros.

- Disoluciones acuosas orgánicas- Disoluciones colorantes- Disoluciones con fijadores orgánicos:

formol, fenol, glutaraldehído.

Existen sistemas para identificación y clasi-ficación de productos y residuos peligrosos, entre los que están los de 1) la Agencia de Protección al Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, Envi-ronmental Protection Agency); 2) el Departamen-to de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (OSHA, Occupational Safety & Health Administration); 3) la Comunidad Europea, y 4) las Naciones Unidas mediante el Código IMDG y el Sistema Global Armonizado (Bernabei, 1994; Grupo Coordinador Nacional, 2008; IPCS, 1998; Martínez, 2005; National Institute for Occupa-tional Safety and Health, 2004; Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2002).

Residuos químicos en cen-tros universitarios

Las universidades, como instituciones de investigación y docencia, tienen una serie de pro-blemas muy específicos vinculados con el mane-jo de sustancias peligrosas y de sus residuos, ya que cuentan con laboratorios muy diversos (Bio-logía, Química, Veterinaria, Farmacia, Medicina, Agronomía, Física, etc.) que generan un amplio espectro de residuos: compuestos orgánicos, ha-logenados, sales (tóxicas, oxidantes), inorgánicos, insolubles en agua, etc. (Bernabei, 1994; Phifer y Mctigue, 1998).

EPA reconoce que la regulación existente en cuanto a residuos peligrosos fue diseñada prin-cipalmente, para aplicaciones industriales y mu-chos aspectos son inadecuados para el quehacer universitario; por ejemplo, los sistemas de clasi-ficación de residuos, debido a que, a diferencia de la industria, las universidades producen cantida-des muy pequeñas y variables que provienen de distintas fuentes de generación y que son opera-das por diferente personal (Monz y Ffiona, 2006).

En el marco de la gestión de reactivos y re-siduos químicos, existen avances importantes en universidades, los cuales se han fundamentado

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- Mezclas agua/disolvente: eluyentes cromatográficos, metanol/agua.

- Grupo IV: ácidos. Forman este grupo los áci-dos inorgánicos y sus disoluciones acuosas concentradas (más del 10% en volumen).

- Grupo V: aceites. Constituido por los aceites minerales derivados de las operaciones de mantenimiento y de baños calefactores.

- Grupo VI: sólidos. En este grupo se incluyen los materiales en estado sólido tanto orgáni-co como inorgánico y el material desechable contaminado. Se establecen tres subgrupos: 1. Sólidos orgánicos, como el carbón acti-

vado, el gel de sílice impregnados con disolventes orgánicos.

2. Sólidos inorgánicos como las sales de los metales pesados.

3. Material desechable contaminado con productos químicos.

- Grupo VII: especiales. Se incluyen en este grupo los productos químicos sólidos o lí-quidos que, por su elevada peligrosidad, no han sido incluidos en ninguno de los seis anteriores y no se pueden mezclar entre sí. Ejemplos de estos son (Díaz, 2000):• Comburentes (peróxidos)• Compuestos pirofóricos: magnesio me-

tálico en polvo.• Compuestos muy reactivos: ácidos fu-

mantes, cloruros de ácidos, metales al-calinos, compuestos peroxidables, etc.

• Compuestos muy tóxicos: tetraóxido de osmio, mezcla crómica, cianuros, sulfu-ros, etc.

• Compuestos no identificados• Reactivos puros obsoletos o caducados.

Metodología

La clasificación de los residuos químicos peli-grosos se enfocó en los generados y almacenados en laboratorios de docencia, investigación, extensión y venta de servicios de los Campus Omar Dengo y Benjamín Núñez de la Universidad Nacional. La población de estudio inicial fue facilitada por la Vicerrectoría Académica y la Dirección de Inves-tigación (año 2008) y actualizada con información de unidades académicas y decanatos (año 2010). En el siguiente cuadro se hace una síntesis de la población de estudio investigada.

Cuadro 1. Población de estudio.

Unidad académica/centro/instituto

Laboratorios1

( #)Escuela de Química 16

Escuela de Medicina Veterinaria 16

Escuela de Ciencias Biológicas 9Escuela de Ciencias Agrarias 9

Escuela de Ciencias Ambientales 1

CINAT 3IRET 2

INISEFOR 2OVSICORI 1

Total 58

1 Se incluyen los de investigación, docencia, venta de servicios y extensión.

Para la generación del inventario y poste-rior clasificación de los residuos químicos, se rea-lizó una solicitud formal a los/as coordinadores/as de los laboratorios. Se les entregó un formulario para que incluyeran información relacionada con el nombre del residuo generado o la descripción de este, según su contenido de reactivos químicos o

el procedimiento analítico que lo originó, así como una estimación de la cantidad mensual generada.

Recolectados los formularios, se retroa-limentó la información obtenida con los/as fun-cionarios/as de laboratorios. Seguidamente, los residuos químicos se clasificaron en nueve clases según los grupos funcionales químicos, la compa-tibilidad química de estos y la factibilidad de tra-tamiento del residuo, los criterios de expertos/as en el tema, en sistemas de clasificación química utilizados en otras universidades del mundo y en recomendaciones de cada generador/a de residuos (coordinadores/as de laboratorio).

La clasificación de los residuos se integró en una base de datos; se identificaron sus fuentes de generación y se determinaron sus tazas de gene-ración de los mismos. Las tasas se basaron en la cantidad de residuos almacenados (en cada labo-ratorio), en un periodo dado y en una estimación (por parte de los/as usuarios/as de los laborato-rios) de la tasa mensual de generación de estos, según diferentes grupos funcionales químicos. Se pronosticaron solamente tasas de generación para los residuos líquidos, debido a que para el estado sólido los laboratorios no brindaron sufi-ciente información acerca del tipo y de la canti-dad acumulada que permitiera pronosticar tasas de generación representativas.

Con el sistema de clasificación y las tasas de generación, se logró desarrollar diferentes pa-trones de distribución y generación de residuos, en los dos principales campus de la Universidad Nacional, para el periodo comprendido entre los años 2008 y 2010.

Resultados y discusión

En los laboratorios incluidos en el estudio, se encontraron almacenados 1.237 L y 37 kg de resi-duos líquidos y sólidos, respectivamente (cuadro 1). Los sólidos corresponden a reactivos químicos cuyas condiciones físicas no son las óptimas para ser utilizados en los análisis o que, según criterio del/de la entrevistado/a, no son de utilidad en los laboratorios. Otros residuos sólidos corresponden a reactivos con características fisicoquímicas des-conocidas, que han sido acumulados en los labo-ratorios a lo largo del tiempo. Los residuos líqui-dos estos son principalmente los resultantes de disoluciones preparadas en los múltiples análisis realizados en los laboratorios de investigación y docencia.

Cuadro 2. Cantidad de desechos químicos almacenados. 2008.

Unidad académica Sólidos (kg) Líquidos (L)

Química 25 914Veterinaria 1 48Biología 6 47Agrarias 1 16Ambientales 0 150CINAT 0 2INISEFOR 4 3IRET 0 37OVSICORI 0 3Total 37 1.237

La mayor cantidad de residuos acumulados (figura 1) se encontró en la Escuela de Química, la cual almacena el 70% y el 72% de los residuos en estado sólido y líquido, respectivamente. En Ciencias Ambientales y Ciencias Biológicas, se

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encontró el 12% (sólidos) y el 15% (líquidos) de residuos almacenados, respectivamente.

Figura 1. Distribución porcentual de la cantidad de residuos químicos inventariados.

Los residuos inventariados fueron clasifi-cados según las clases incluidas en el siguiente cuadro.

Cuadro 3. Clasificación de residuos químicos, Uni-versidad Nacional.

Clase Contenido del residuo1 Ácidos2 Bases3 Orgánicos halogenados4 Orgánicos no halogenados5 Sales6 Sales tóxicas7 Sales oxidantes8 Soluciones con metales

pesados9 Desconocidos

La distribución porcentual de residuos se-gún las diferentes clases establecidas (cuadro 1) se muestra en la figura 2. Esta distribución indica

que para el estado sólido el mayor porcentaje co-rresponde a los desconocidos (78%), que equivale a 36,26 kg. En cuanto a los líquidos, el mayor por-centaje correspondió a los residuos orgánicos con un 38% (470 litros).

En relación con los residuos sólidos, la Es-cuela de Química acumula todas las clases, mien-tras que las escuelas de Ciencias Agrarias y Cien-cias Biológicas almacenan principalmente ácidos y sales oxidantes. En CINAT e INSEFOR sola-mente se almacenan residuos orgánicos y sales tóxicas. OVSICORI solo almacena sales tóxicas e IRET no presenta residuos sólidos. Existen resi-duos en estado sólido, almacenados, de los cua-les se desconoce su composición química; estos se ubicaron en la clase de desconocidos y existen en la mayoría de los sitios de estudio.

Figura 2. Distribución porcentual de residuos quími-cos inventariados en la UNA.

Las clases de residuos líquidos más comu-nes almacenados en los diferentes laboratorios son principalmente los disolventes orgánicos, los cuales se guardan en el 100% de las unidades académicas, centros e institutos evaluados. Otros residuos almacenados en la mayoría de las áreas son los que corresponden a la clase de disolucio-nes con metales pesados, sales oxidantes y sales tóxicas. Residuos como disoluciones ácidas y bási-

cas se encuentran, principalmente, en los labora-torios de las escuelas de Química, Ciencias Agra-rias, Ciencias Biológicas y Medicina Veterinaria.

En lo que corresponde a los resultados obte-nidos respecto a las tasas de generación de resi-duos líquidos (cuadro 3), se observa que la clase de líquidos orgánicos representan la mayor tasa de generación, seguido de las disoluciones ácidas y sales oxidantes.

La estimación de la tasa de generación de los residuos líquidos según unidades académicas se muestra en el cuadro 4. La mayor tasa de ge-neración la representa la Escuela de Química (90 L/mes), tasa que es muy superior respecto a Cien-cias Biológicas y Ciencias Ambientales, con tasas de 15 L/mes; el resto de sitios no superan los 10 L/mes.

Cuadro 4. Tasa estimada de generación de desechos líquidos.

Residuos Tasa de gen-eración (L/

mes)Ácidos 25Bases 13Orgánicos halogenados 7Orgánicos 47Sales 4Sales oxidantes 21Sales tóxicas 12Soluciones con metales pesados 10Desconocidos 10Total 149

Cuadro 5. Tasa estimada de generación men-sual de residuos líquidos por unidad académica.

Unidad académica L/mesQuímica 90Veterinaria 6Biología 15Agrarias 10Ambientales 15CINAT 3IRET 5INISEFOR 2OVSICORI 9Total 155

En el cuadro 5 se muestra la tasa de genera-ción mensual de los residuos líquidos de acuerdo al tipo de proceso del laboratorio (docencia, inves-tigación y venta de servicios). La mayor tasa co-rresponde a los laboratorios de investigación.

La determinación de la tasa de generación de residuos de los laboratorios de docencia se basó solamente en los datos de los cursos de química general I y II; no obstante, la Escuela de Quími-ca imparte por año un promedio de 13 cursos de laboratorio, por lo cual se debe esperar que esta tasa sea mucho mayor.

Cuadro 6. Tasa estimada de generación mensual de residuos líquidos por proceso. 2008.

Proceso/actividad L/mesInvestigación 57Docencia 30Investigación y venta de servicios 36Investigación, docencia, venta de servicios

13

Total 149

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Conclusiones

El presente trabajo permitió inventariar y clasificar los residuos químicos almacenados en la Universidad Nacional, durante el periodo 2008-2010. La clasificación permitió identificar aquellas áreas que almacenan los mayores volú-menes de residuos químicos y el tipo de residuo segregado. Las diferentes clases, bajo las cuales se clasificaron todos los residuos, permitieron es-timar diferentes tasas de generación.

Durante el periodo de estudio, se inventa-riaron 1.237 L y 37 kg de residuos químicos, de los cuales la mayor cantidad pertenecen a la Escuela de Química. De acuerdo con la clasificación reali-zada, se tiene que la mayor cantidad de residuos líquidos corresponde a los disolventes orgánicos (38%) y, de los residuos sólidos, a los clasificados como desconocidos (78%). Respecto a la tasa de generación, son los residuos líquidos orgánicos los que representan la mayor producción (47 L/mes).

Como conclusión principal, se debe indicar que el manejo adecuado de residuos químicos y su correspondiente clasificación fisicoquímica basada en el riesgo, peligro y grupos funcionales químicos, entre otros aspectos (por ejemplo el sis-tema utilizado en el presente trabajo), es la base para implementar un ambiente seguro de trabajo en laboratorios de centros universitarios y en la definición e incorporación de sistemas, metodo-logías y procedimientos adecuados para el trata-miento y disposición final de residuos. Una ade-cuada clasificación de todos los residuos químicos generados y/o manipulados por investigadores/as, laboratoristas, estudiantes, etc., permite mi-nimizar y, en el mejor de los escenarios, eliminar los costos administrativos, económicos, legales, de seguridad y técnicos relacionados con la aten-ción a emergencias químicas, sanciones legales, demandas, incapacidades laborales, etc., que son producto, principalmente, de una inadecuada

gestión de residuos químicos (Furr, 2000; Ewing, 1990; DiBerardinis et al., 2001).

En relación con lo anterior, la clasificación de residuos químicos en los laboratorios de la Universidad Nacional permite identificar y desa-rrollar procesos y procedimientos para la preven-ción del riesgo humano y ambiental, como son: 1) el desarrollo de temas de capacitación para las etapas de gestión de residuos químicos (segrega-ción, acumulación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final), 2) la manipula-ción segura de residuos químicos específicos (áci-dos, básicos, orgánicos halogenados, etc.), 3) la compra y mantenimiento preventivo de equipos y materiales de seguridad, 4) la aplicación de sis-temas de segregación de residuos en los sitios de trabajo, 5) la inclusión de modificaciones infraes-tructurales en los lugares de trabajo y 6) el uso de equipo de protección personal, entre otros.

Todo lo anterior con el único objetivo de proteger la salud de los/as trabajadores/as, estu-diantes y visitantes, la propiedad estructural de la institución y el ambiente circundante

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