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"Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra Diversidad" CURSO: DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO TEMA: INFORME SOBRE LA SITUACIÓN JURÌDICA DE PATRICARCADO ORTODOXO DE CONSTANTINOPLA Y SOBRE LAS MISIONES MILITARESALUMNO: LEZAMA LAURENCIO CARLOS CICLO: “XI” TURNO: NOCHE 2012

Trabajo de investigacion ..responsabilidad social

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"Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra

Diversidad"

CURSO: DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

TEMA:

“INFORME SOBRE LA SITUACIÓN JURÌDICA DE PATRICARCADO

ORTODOXO DE CONSTANTINOPLA Y SOBRE LAS

MISIONES MILITARES”

ALUMNO: LEZAMA LAURENCIO CARLOS

CICLO: “XI” TURNO: NOCHE

2012

CONFECCIONAR UN INFORME SOBRE LA SITUACIÓN JURÌDICA DE

PATRICARCADO ORTODOXO DE CONSTANTINOPLA Y SOBRE LAS

MISIONES MILITARES, COMO PRESUNTOS SUJETOS DEL DERECHO

INTERNACIONAL PÚBLICO

SITUACION JURÌDICA DE PATRICARCADO ORTODOXO DE

CONSTANTINOPLA:

El Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Al separarse de Roma el

Patriarcado Ecuménico de Constantinopla se separaron con él todas las

iglesias pertenecientes a su demarcación jurídica, sin que se lograra la

reunificación, a pesar de los intentos de los Emperadores romanos de Oriente

de la estirpe de los Paleólogos (S. XIII y XV). Cuando cayó Constantinopla en

poder de los turcos (1453) éstos sometieron al Patriarca Ecuménico todos los

territorios cristianos del imperio conquistado por ellos. Constantinopla no sólo

tenía una primacía honorífica sobre los otros obispados orientales, sino

también una primacía de jurisdicción, a par con el rango político de la ciudad. Al

disminuir la importancia política decreció paralelamente su influjo eclesiástico,

dando lugar a un progresivo relajamiento de la unidad ortodoxa. Actualmente

su campo de influjo es reducido. Bajo su jurisdicción se hallan los ortodoxos del

arzobispado de la misma Constantinopla, junto con las metrópolis de

Calcedonia, Derki y los exarcados (u obispados muy lejanos de la sede

patriarcal) de América -donde se encuentra la parte más numerosa del

Patriarcado- y de Europa Occidental y Central (v. 8), incluyendo todo ello un

millón y medio de almas aproximadamente. Hay que añadir la república

monástica del Monte Athos (v.), con sólo 5.000 miembros, pero de un profundo

influjo (V. t. CONSTANTINOPLA III).

2. Iglesia ortodoxa autocéfala de Grecia. Las comunidades de Grecia,

muchas de ellas fundadas por San Pablo, formaron la provincia eclesiástica de

Iliria y desde el s. IV estaban bajo la jurisdicción directa del Patriarcado de

Roma. A partir del a. 730 esta provincia pasó bajo la jurisdicción del Patriarca

Ecuménico de Constantinopla, implicándose con él después en el Cisma de

Oriente. Al concluir la guerra de liberación de Grecia del dominio turco en 1829,

los ortodoxos se constituyeron en iglesia autocéfala, separándose de la

jurisdicción del Patriarca Ecuménico de Constantinopla. Subordinada

primeramente a la autoridad civil, desde 1923 y por obra del arzobispo

Crisóstomo Papadópolos, el Santo Sínodo no se encuentra bajo el rey de

Grecia, sino bajo el arzobispo de Atenas, aunque su vinculación con el Estado

sigue siendo estrecha. Cuenta hoy con más de siete millones de fieles. A

pesarde las dificultades y vicisitudes por las que ha atravesado, la iglesia

ortodoxa griega trabaja seriamente por la elevación del nivel intelectual,

religioso y moral de sus fieles (V. t. GRECIA VIII).

3. Iglesia autocéfala de Chipre. De fundación paulina (ca. 45), desde su

emancipación respecto al Patriarcado de Antioquía a partir del Concilio de

Éfeso (a. 431), la iglesia de Chipre se vinculó íntimamente al Emperador

romano de Oriente. Dominada la isla por los árabes (s. VII) y conquistada por

cristianos occidentales (S. XII, Ricardo Corazón de León; S. XV-XVI, bajo

dominio veneciano), la iglesia chipriota fue sometida a una fuerte presión

latinizante que provocó la aversión contra Roma y contra todo lo occidental. La

dominación turca (a. 1571) eliminó ampliamente la vida religiosa cristiana,

principalmente al adherirse la iglesia de Chipre al movimiento general griego de

liberación (a. 1821). En 1878 pasa la isla a manos inglesas. La iglesia ortodoxa

se mostró a la sazón favorable a la unión con Grecia, lo que desencadenó una

serie de persecuciones por parte de las autoridades inglesas. Después de un

largo periodo de sede vacante (193347) y tras el efímero gobierno eclesiástico

de Leontios de Palos, ocupó la sede arzobispal de Chipre Makarios III,

defensor de la unidad (hénosis; v.) con Grecia, a quien apoyan los arzobispos

ortodoxos de Atenas y de Alejandría. Cuenta con algo menos de medio millón

de fieles, con un buen nivel de observancia religiosa (v. t. CHIPRE III).

4. Patriarcado ortodoxo de Alejandría. Fundada, según antigua tradición,

por S. Marcos, era la más célebre sede de la antigua iglesia oriental y

comprendió hasta quince provincias eclesiásticas en Egipto, Libia, e isla de

Cerdeña. Se separó inicialmente de la unidad eclesiástica por el monofisismo

(s. VI). El Patriarcado que se mantenía en la fe recta estaba integrado

principalmente por inmigrantes griegos, afectos al Emperador (melquitas; v.),

pero se apartó definitivamente de Roma desde el S. XI, junto con el Patriarca

de Constantinopla. Durante la dominación mahometana el Patriarca ortodoxo

hubo de residir habitualmente en Constantinopla. A mediados del S. XVI se

inicia una mejora relativa de la situación que iría progresando hasta el S. XVIII,

aunque no se consolidaría hasta finales del XIX con el Patriarca Sophronios IV

y sobre todo en el S. XX con los Patriarcas Photios (m. 1925) y Meletios II (m.

1935). Cuenta con unos 150.000 fieles en Alejandría, en Etiopía, en Alto

Egipto, en Trípoli, Sudán, Cartago y en el exarcado de América septentrional

(V. t. ALEJANDRÍA VII).

5. Patriarcado ortodoxo de Antioquía. Antes de su separación llegó a contar

con quince provincias eclesiásticas con 220 diócesis en una extensión que iba

desde el Éufrates al Nilo. Se fue desmembrando por las herejías de Arrio (v.) y

Nestorio (v.) y, sobre todo, por el monofisismo (v.) aceptado principalmente en

la Mesopotamia septentrional y en varios distritos cercanos a Antioquía. En

Egipto sólo permanecieron fieles a la fe recta los melquitas o imperiales

(empleados y oficiales bizantinos); en Antioquía, en cambio, se adhirieron a la

fe de la Iglesia, aunque también se separaron de Roma en el S. XI. Por razón

de la dominación y opresión turca, el Patriarca de Antioquía se trasladó a

Damasco (fines S. XIII). Como consecuencia de las persecuciones turcas del

pasado siglo se originó una nutrida diáspora, principalmente a Norteamérica

(75.000 fieles). En Siria, Líbano y Turquía el Patriarcado cuenta con unos

300.000 fieles (v. t. ANTIOQUÍA V; SIRIA VII).

6. Patriarcado ortodoxo de Jerusalén. La más antigua comunidad cristiana

ha pasado por múltiples vicisitudes. Dispersada el a. 70 d. C. fue a reaparecer

logrando que su obispo fuera reconocido como metropolitano en el Conc. de

Nicea (a. 325) y como Patriarca en el de Calcedonia (a. 451). Destruida la

ciudad nuevamente por los persas (a. 614) y reconquistada por el emperador

occidental Heraclio (a. 630), cayó después en poder árabe (a. 637). El

conquistador Omar Chattab dejó en su cargo al Patriarca y la iglesia de

Jerusalén pudo desenvolverse en una relativa paz durante dos siglos. Los

califas egipcios de la dinastía fatimí (v.) pusieron brusco final a esta situación

llegando a destruir incluso la iglesia del Santo Sepulcro a comienzos del S. XI.

Antes de la entrada victoriosa de los cruzados (a. 1099) en la Ciudad Santa, el

Patriarca se había pasado al cisma de Cerulario. A la llegada de aquéllos el

Patriarca ortodoxo se estableció en Constantinopla hasta el a. 1187 en que

fueron expulsados de Jerusalén los occidentales. La dominación turca respetó

la situación de este Patriarcado. La mayor parte de los fieles del mismo son en

la actualidad árabes de los estados de Israel y de Jordania (v. t. ISRAEL IV;

JORDANIA V).

7. El Patriarcado de Moscú. El cristianismo fue introducido en Rusia a

finales del S. X por obra del emperador Vladimiro, que se había hecho bautizar

en Constantinopla el a. 989 y había contraído matrimonio con la princesa

bizantina Ana, hermana del Emperador Basilio II. La ciudad de Kiev, con ayuda

del clero de Constantinopla, se constituyó en sede episcopal e incluso llegó a

ser metrópoli (a. 1035), pero permaneciendo durante seis siglos sólo como

sufragánea de Constantinopla. Esta vinculación con Oriente llevó a la iglesia

rusa a la separación de Roma con ocasión del cisma oriental. La larga

dominación mogólica (1240-1480), aparte de haber inyectado en el

temperamento ruso, generalmente apacible, venas de crueldad, influyó en el

cambio de sede metropolitana, que se trasladó de Kiev a Moscú, donde residía

el príncipe ruso que impuso su primacía, bajo la soberanía mogólica. La iglesia

rusa fue, durante este periodo de dominación mogólica, el aglutinante del

pueblo ruso, aspirando a independizarse del Patriarcado Ecuménico de

Constantinopla, lo que verificó el a. 1448, cuando el Patriarcado se negó a

reconocer al metropolitano elegido por el Sínodo ruso. La boda de un príncipe

ruso (Iván III, 1505) con una princesa bizantina (Sofía, nieta del último

Emperador de. Oriente, Constantino XI), favoreció la idea de que Moscú, al

recoger la herencia de Bizancio, se consideraba como tercera Roma, y

representó un auge político y religioso para Rusia. El 23 en. 1589 la sede

metropolitana de Moscú fue elevada a la dignidad de Patriarcado.

A partir de Pedro el Grande (1689-1725) tanto el pueblo ruso como la

iglesia rusa pasó por una larga fase de dictadura zarista hasta el 15 mar. 1917,

en que el zarismo y con él el Sínodo de la Iglesia rusa se vinieron abajo. Al año

siguiente el bolchevismo estableció la separación de la Iglesia y del Estado y

llevó a cabo una sangrienta persecución religiosa, reduciendo casi en un

ochenta por ciento los efectivos eclesiásticos: sólo 28 obispos, 5.665

sacerdotes y 30.000 diáconos quedaron a principios de 1941. Por razones

tácticas el gobierno soviético cambió su política antirreligiosa durante la II

Guerra mundial, permitiendo la elección de un nuevo Patriarca para Moscú (8

sept. 1943). Como resultado de esta nueva situación de relativa tolerancia,

según datos de 1955, el número de obispos había ascendido a 69 y el de

sacerdotes a 32.000, habiendo sido restituidas al culto unas 25.000 iglesias en

lugar de las 4.225 iglesias de 1941. Aunque la libertad religiosa otorgada por el

gobierno soviético no implique un cambio ideológico por parte del comunismo

(v.), que no sólo es ateo sino antiteísta, y sea además muy limitada y

condicionada, ha permitido que la iglesia rusa sea la única que muestre al

ciudadano la existencia de una actitud espiritual distinta del ateísmo y

materialismo dialéctico (V. t. UNIÓN SOVIÉTICA VI).

En el orden jurídico el Patriarcado de Moscú se ha ido anexionando distritos

ortodoxos de territorios que pasaron, a la dominación rusa como consecuencia

de la II Guerra mundial, imponiendo esta anexión incluso a comunidades y

diócesis católicas. La situación de las iglesias ortodoxas en los países de

régimen comunista ha quedado en esta forma:a) Países bálticos: Iglesias

ortodoxas de Estonia, Letonia y Lituania dependientes del Patriarcado

Ecuménico de Constantinopla, pero sometidas violentamente al Patriarcado de

Moscú en 1940. b) Katholikado ortodoxo cíe Georgia: El Patriarca de Moscú

reconoce su autocefalia o independencia teórica. c) Iglesia autocéfala de

Polonia: Reconocimiento teórico de la autocefalia, pero vinculación práctica a

Moscú, ya que el metropolita es ruso. d) Iglesia autocéfala de Checoslovaquia:

Aunque a consecuencia de la guerra perdió la mayoría de sus miembros,

incorporó a otros 300.000 de la diócesis eslovaca de Preusov. A más de ésta

cuenta con otras 3 diócesis: Praga, Olmütz y Maijailovee con un total de 314

parroquias. Su situación es algo más favorable por una cierta protección del

Estado.

LAS MISIONES MILITARES:

Las misiones diplomáticas gozan de una serie de privilegios e inmunidades. La

finalidad de las mismas no es beneficiar a los individuos, sino asegurar la

realización efectiva de las funciones de las misiones diplomáticas en tanto

representan al Estado. Estos privilegios e inmunidades están reconocidos en la

Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

Art. 20. La misión y su jefe tendrán derechos a colocar la bandera y el escudo

del Estado acreditante en los locales de la misión, incluyendo la residencia del

jefe de la misión, y en los medios de transporte de éste.

De acuerdo al protocolo II de Ginebra de 1977, que trata de conflictos armados

no internacionales, ósea interno y que Colombia ratifico recientemente, se da el

carácter de beligerante, sea por el mismo estado en conflicto o por terceros

estados, debe de reunir las siguientes características: primero: que el grupo

sea organizado y actué bajo la dirección de un mando

responsable, segundo: que utilice símbolos distintivos de manera visible, como

son emblemas, escudos etc., tercero: que el grupo ejerza sobre una parte

importante del territorio del estado un control total y efectivo que permita

realizar operaciones militares sostenidas y concertadas, cuarto: que el grupo

ejerza sobre una parte importante del territorio del estado un control total y

efectivo que permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas

y quinto: que el grupo aplique las disposiciones del protocolo II sobre derechos

internacional humanitario. Este solo produce efectos frente al estado que

procede al reconocimiento, este fue el reconocimiento que hizo Colombia

respecto al frente sandinista de liberación nacional cuanto estaba en armas

contra Anastasio Somoza y antes de su triunfo como gobierno de Nicaragua, o

también cuando Betancourt en el año 84 a 86 suscribió acuerdos con varios

grupos, Barco con el M-19, Gaviria con el EPL, Pastrana con las FARC.