6
Trabajo presentado por: Andrés Felipe herrera Ocampo Andrés Felipe herrera puerta Materia: Religión Profesora: Margarita zapata Grado: 10-3 Tema: Historia de palestina y belén Año lectivo: 2012

Trabajo de religion palestina

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Trabajo de religion palestina

Trabajo presentado por:

Andrés Felipe herrera Ocampo

Andrés Felipe herrera puerta

Materia:

Religión

Profesora:

Margarita zapata

Grado:

10-3

Tema:

Historia de palestina y belén

Año lectivo:

2012

Page 2: Trabajo de religion palestina

Historia de palestina

Los hebreos entienden su identidad histórica como una mezcla entre la historia "científica" (hecha a partir de datos arqueológicos, testimonios escritos, etc.) y la historia sagrada. Para el judaísmo, la historia de la humanidad involucra las acciones de Dios y la respuesta del ser humano. En relación a la historia antigua de los hebreos, prácticamente la única evidencia que se conoce de los primero doscientos años de los hebreos en Palestina son los libros del Antiguo Testamento. Según el Antiguo Testamento, los representantes más antiguos de los hebreos eran patriarcas de origen semita, que llegaron a Palestina desde el Este (entre ellos el patriarca Abraham). Las tribus de los patriarcas llevaban una vida seminómada y, según indican datos arqueológicos, estos grupos tribales pudieron haber llegado a Palestina entre el siglo XX y el XIV a.C. Las tribus hebreas compitieron por la tierra con los habitantes que ya se encontraban allí, culturalmente más avanzados, como los cananeos, filisteos y otras tribus.

Desde el punto de vista del Antiguo Testamento se establece que los hebreos permanecieron en Palestina hasta que llegó una temporada de sequía y el nieto de Abraham, Jacob (también llamado Israel), se trasladó a Egipto, donde la región del río Nilo les aseguraría granos, caza y pesca. Esta se conoce como la primera diáspora del pueblo judío. Según la historia bíblica, los descendientes de Jacob, o israelitas, se convirtieron en esclavos en Egipto. En esas circunstancias, el profeta Moisés recibió la señal divina de regresar a Canaán, la Tierra Prometida. Durante los 40 años que viajaron por el desierto del Sinaí, Moisés transmitió a los israelitas la idea de un Dios único, los arengó en contra de la idolatría y les entregó diez mandamientos de la ley divina. Aunque no hay una comprobación histórica de la diáspora y el regreso de los hebreos a Palestina se sabe que, efectivamente, cerca del silgo XIII grupos hebreos conquistaron a los cananeos.

Parece que ante la necesidad de defensa, los hebreos se unieron en una sola comunidad. En el terreno religioso, se cree que esta unión se relaciona con la transformación de la idea del dios de la tribu a la concepción de un único dios (Yaveh), que les había ordenado ocupar la "tierra prometida" y que algún día enviaría un Mesías destinado a liberar a su pueblo de todo sufrimiento. No olvidemos que el judaísmo fue la primera religión monoteísta de la historia de la humanidad.

En fin, que al ocupar el territorio de los cananeos, éste se repartió entre las tribus hebreas, que según la tradición religiosa eran doce. Esta época se conoce en la historia sagrada como el periodo de los Jueces y, según los historiadores, entonces se asimilaron muchos de los elementos culturales de los cananeos. Más tarde, se fundó el reino Israel, cuyo primer soberano fue Saúl (1012-1004 a.C.). Su sucesor fue David (1004-965 a.C.), que estableció la capital en Jerusalén y después reinó Salomón (965-955), con quien Israel alcanzó su máximo esplendor. Entre otras obras, Salomón erigió el Templo de Jerusalén (962-955 a.C.). A la muerte de Salomón, el reino se dividió en dos, Israel al norte y al sur

Page 3: Trabajo de religion palestina

Judá. Las luchas internas entre ambos reinos y contra los reinos de transjordania debilitaron a los judíos. En el año 721 a.C., los asirios destruyeron el reino de Israel, que había durado dos siglos, y lo fusionaron con otras regiones de su imperio para construir la provinicia de Samaria.

En el año 597 a.C. los babilonios, que habían dominado a los asirios, devastaron el reino de Judá con Nabucodonosor II al frente, destruyeron Jerusalén en el año 587 a.C. y deportaron a miles de judíos a Babilonia. Esta deportación constituyó la fase final de la dispersión de los judíos, cuando desaparecieron diez de las doce tribus semitas. A partir de entonces, la región de Palestina padeció el vasallaje de diversos imperios. En 538 a.C. los persas conquistaron Palestina, y el rey Ciro permitió a los judíos volver a su tierra y reconstruir el templo de Jerusalén; a partir de 332 a.C. invadieron el territorio los macedonios y griegos; después los egipcios y los sirios y finalmente los romanos (63 a.C.), quienes crearon las provincias de Siria, Palestina y Decápolis. Durante la dominación romana el judío Jesús de Nazaret predicó las enseñanzas que fundaron el cristianismo. Cuando las legiones romanas destruyeron Jerusalén y el segundo Templo en el año 70 d.C. casi todos los judíos huyeron de Palestina y desde entonces vivieron como minorías discriminadas entre otros pueblos. En esta época se establece la segunda diáspora.

Historia de belén

Belén era una ciudad cananea 3000 años a. C., época en la que los cananeos asentados en la región levantaron pueblos rodeados de murallas para protegerse. Adoptaron el dios caldeo de la fertilidad Lahmo (o Lahmu) con el nombre de Lahama, al que levantaron un templo en la actual colina de la Natividad, que dominaba el valle fértil que se extiende al pie de la ciudad. De su nombre deriva el actual nombre de Beit Lahama, casa de Lahama. La ciudad es mencionada en torno al año 1350 a. C. en las Cartas de Tell al-Amarna, escritas por el gobernador egipcio de Palestina al faraón Amenhotep III, describiéndola como un importante lugar de descanso para los viajeros que iban de Siria y Palestina a Egipto. En 1200 a. C. los filisteos gobernaban el país, al que llamaron Palestina.

A finales del II milenio a. C. la población pertenecía a la tribu de Judá. La tradición judaica considera la ciudad la cuna del rey David, que daría una gran fuerza política al naciente reino de Israel y bajo el cual el reino adquiriría un gran esplendor. Ello llevaría a que nueve siglos después (David es del siglo X antes de Cristo) la ciudad fuera asociada a otro gran personaje argumentado como su descendiente: Jesús de Nazaret (según el Evangelio de Lucas 2, 4-15; y Evangelio de Mateo 2, 1), lugar donde los profetas habían anunciado que nacería el Mesías (Miqueas 5, 1 y siguientes), pero también donde vio la luz el rey David (Primer Libro de Samuel 16,1.11-13). Precisamente el nacimiento de Jesús en este lugar se debió a que José de Nazaret, esposo de María, era descendiente de David, y como el país se hallaba bajo dominación romana, sus habitantes debían acudir a su localidad de origen para empadronarse, de cara a que la potencia ocupante elaborase el censo fiscal. El Evangelio de Lucas lo refleja así:

Page 4: Trabajo de religion palestina

En aquellos días apareció un decreto del emperador Augusto ordenando que se empadronasen los habitantes del imperio. Este censo fue el primero que se hizo durante el mandato de Quirino, gobernador de Siria. Todos iban a inscribirse a su ciudad. También José, por ser de la estirpe y familia de David, subió desde Galilea, desde la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, para inscribirse con María, su esposa, que estaba encinta.

Al final del siglo IV, con la partición del imperio romano Belén pasó a depender de Bizancio y se convirtió en un importante centro religioso: se levantaron iglesias, monasterios y conventos. El emperador Constantino I el Grande mandó construir, en el lugar donde se había producido el nacimiento de Jesús, la basílica de la Natividad, que constituye el mayor atractivo religioso y turístico de la ciudad. En 529, la revuelta de los samaritanos contra el imperio bizantino asoló la ciudad y sus alrededores: la muralla de la ciudad y la basílica fueron destruidos, pero una vez la revuelta aplacada, la iglesia fue restaurada por el emperador bizantino Justiniano I y la muralla restaurada.

En 614 Palestina fue invadida por los persas, y en 637 el califa Umar ibn al-Jattab visitó Belén y estableció relaciones amistosas con las autoridades eclesiásticas cristianas. La política de tolerancia practicada por los omeyas se mantuvo hasta 1009, cuando el califa fatimí al-Hakim lanzó campañas de persecución contra los cristianos; respetó sin embargo a la rica comunidad cristiana de Belén para seguir recibiendo sus tributos.

En 1099 fue conquistada por los cruzados que fortificaron la ciudad e instalaron una comunidad agustiniana. Suplantaron a las antiguas autoridades cristianas de la ciudad e impusieron el uso del latín. El día de Navidad de 1100, Balduino I, primer rey del Reino Latino de Jerusalén, fue coronado en Belén, y ese año fue establecido un obispado católico en la ciudad.