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Imperio romano y Germania: breve historia de un encuentro (s. I-II)
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Universidad de Chile
Facultad de Filosofía y Humanidades
Raúl Buono-Core
Imperio romano y Germania: breve historia de un encuentro (s. I-II)
Ricardo Pérez Haristoy
Agosto 2007
Introducción
En nuestro trabajo queremos presentar un acercamiento a la forma en que dos
culturas fueron tomando conciencia de sus diferencias, y pese a esto, por las exigencias
de ambas llegaron de forma voluntaria o involuntaria a fundirse lentamente para dar
nacimiento a una nueva civilización que reconocemos como la Cristiana Occidental.
Este breve estudio sólo alcanza a tomar los antecedentes de este encuentro y se extiende
hasta principios del siglo II, fecha en que el Imperio logra su máximo extensión.
Trata de esbozar la noción que poseían los romanos sobre el mundo que no
pertenecía a su Imperio, y bajo esta concepción, poder entender las distintas actitudes
que hacen llevar a los distintos emperadores una serie de campañas militares para poner
freno a los pueblo que siglo tras siglo van incrementando su presión sobre las fronteras
del Imperio. La amplitud del concepto bárbaro, incluye a todos los pueblos fuera del
Imperio, pero el interés de este trabajo se centra sólo en los pueblos germanos.
Se pretenderá buscar sus orígenes hasta la entrada en la historia, y luego sus
primeros contactos con Roma, previamente con los celtas, y luego de que manera se
fueron distinguiéndose de los galos.
Es importante para entender a ambos pueblos, germanos y romanos, las distintas
relaciones que se dieron en su encuentro, las cuales veremos darse principalmente por el
principio de romanización, que es la extensión de la cultura romana sobre las
poblaciones sometidas o vecinas, la germanización del ejército como movimiento
contrario al ir adentrándose la población germana al imperio, siendo el escenario de
estos procesos el limes romano, que es la línea que marca el fin de un mundo y el inicio
de otro, al mismo tiempo que los une.
Por último y de forma sucinta, veremos algunas imágenes que muestran
representaciones del mundo bárbaro en distintas obras artísticas romanas, dándonos la
impresión que poseían sobre el pueblo germano.
La forma en que el romano vea y comprenda a la sociedad germana, es lo que se
pretende desentrañar viendo los cambios que ocurran desde los primeros encuentros del
siglo II a.C. hasta el siglo II d.C.
I.- Civilización y Barbarie: Roma y el Mundo.
El bárbaro y su mundo se muestran al hombre romano, como el paradigma de su
oposición natural. Hay que advertir desde un principio que palabra bárbaro posee una
gran amplitud, donde los germanos, a quienes pretendemos estudiar representan tan sólo
una parte. La barbarie así, representa todo lo contrario de la civilización. Es
particularista, en el sentido de que busca defender su identidad la cual se ve casi siempre
forzada a perderla, mientras que la civilización busca ser general, quiere imponer su
identidad al mundo. Ambos estados también tienen encuentros, un diálogo que hace
posible que tanto el uno como el otro entren en una sintonía, pudiendo lograr tanto la
destrucción de uno, como una fusión que dé a luz una nueva cultura o civilización.
El término bárbaro (del gr. b§rbaroj), servía primeramente para designar a
quienes no compartían ni la lengua griega ni sus costumbres. Bárbaro provendría del
sánscrito barbarah, que significa tartamudo.1 También se le atribuye un origen formado
por la onomatopeya. Pero todas sus acepciones, señalan a quienes hablan una lengua
ininteligible, en resumen al extranjero.
La civilización se mueve con un orden, una fuerza que guarda un sentido, un
ideal. La barbarie se mueve por la fuerza de su propio carácter indómito, por su
naturaleza salvaje. Y ambos buscan defender su exclusividad.
De esta forma podemos decir que el antagonismo existente, genera una
oposición donde el hombre civilizado siente un desprecio instintivo sobre el bárbaro, y a
su vez el bárbaro instintivamente un odio hacia el civilizado. Por esto, el bárbaro se ve
empujado en primer lugar a arrojarse sobre el civilizado para hacerle reconocer su
superioridad, que la encuentra en su fuerza física, y lograr apoderarse de la civilización
levantado su espíritu sobre aquella o sobre sus mismas ruinas.2
Vemos que ya desde antiguo, existía la noción de un cierto determinismo
geográfico, por el cual, la influencia de los cambios clima y de las estaciones, la
posición de los ríos y la dirección de los vientos influirían en el carácter de los pueblos
y también en las instituciones que los gobiernan. Dando así, un espíritu más belicoso a
los pueblos europeos, junto con señalar una oposición constante entre Europa y Asia
(Occidente y Oriente).3 Esta noción se repite en el pensamiento de Plinio el Viejo, quien
también encuentra en causas naturales de carácter geográfico o climático, la diferencia
existente entre los distintos pueblos, agregando a esto un sentido italocentrista. Para él,
el mundo bárbaro es representado por las tierras que están más allá del limes, que tienen
un carácter periférico, y la barbarie es la condición de los que habitan tales lugares.4
En occidente tenemos que sólo la extensa región de la Germania, es el lugar
donde la barbarie domina, siendo sus pueblos los celtas y los germanos. En Oriente, ésta
se presenta de forma general. Pero haciendo hincapié en las características generales
que guarda la barbarie, en sentido concluyente se puede definir que son bárbaros para
los romanos, los hombres que hablan una lengua ininteligible y que habitan más allá de
sus fronteras.
II.- Celtas: Galos y Germanos.
Roma abrazada al Mediterráneo desde sus orígenes, vivió en la vecindad de
distintos pueblos los cuales no siempre pudo identificar de manera precisa. Estos
pueblos que habitaron el centro y norte de Europa, poseían una larga historia, la cual irá
evolucionando de forma paralela al transcurrir del Imperio, y su desarrollo pertenece a
un proceso mucho más largo en el cual se tiene consenso sobre la importancia en el
creación de la Europa feudal, en la proyección del cristianismo, y en la formación de la
Civilización Occidental.
En primer lugar los celtas pertenecen por alcances lingüísticos al pueblo
indoeuropeo, el cual se habría extendido desde tiempos prehistóricos desde algunas
regiones de Asia y Europa, y del cual se abrían originado variadas ramas, todas
importantes en el desarrollo de la civilización tanto en Oriente como Occidente. Tanto
los celtas, galos y germanos pertenecen a un grupo étnico común, donde el primero
sirve de guía a los demás, y posee además un carácter hegemónico, por su influencia
cultural, permaneciendo muchos elementos lingüísticos.
Los celtas se habrían abierto paso a través de Europa, logrando llegar hasta las
islas Británicas, y en su movimiento abrían desarrollado una gran cultura que influiría
sobre todos los pueblos ya asentados, y posteriormente a los que llegarían más tarde a
Europa. En este viaje se abrían mestizado con los grupos oriundos, produciendo una
diferenciación entre los galos y los germanos, los últimos abrían aparecido siglos más
tarde.
Como es normal, tanto en la geografía como en la etnografía antigua, los celtas
y Europa, aparecieron por mucho tiempo para los helenos sin ningunas certezas y como
tópicos poblados más de legendas que de realidades. Los helenos fueron los primeros en
referirse a los celtas a los cuales llamaron Keltoi y la Céltica de forma general a
Europa.5 Los helenos debido a su larga tradición de navegantes, conocedores e
investigadores del mundo, sabían que los celtas había llegado a las orillas de los mares
occidentales hacía el año 600 a.C, y en el año 500 a.C. ya a la costa atlántica de España.
Alrededor del año 300 a.C., muestran su presencia en la Gran Bretaña, en la Armórica, y
en el litoral oceánico de la Galia. Y así mismo, por estas mismas fechas, los celtas se
hacen ver en el Mediterráneo para entrar en contacto con el mundo antiguo.6
El mundo celta habitaba casi la mayoría de los territorios de la Europa. Ya en el
siglo IV y III a.C. comprendían desde la desembocadura del Tajo hasta el Mar Negro,
incluyendo así la mitad de España, la Galia, Italia del Norte, gran parte de Alemania, el
valle del Danubio y las Islas Británicas, siendo como una gran cortina entre los
germanos y los romanos, y desde 279 a.C. aparecían también en el Asia Menor, en la
Galacia. Es el historiador helenístico Jerónimo de Cardía, quien narra esta incursión
celta, y a su vez, hace uso de un nuevo vocablo para designar a estos bárbaros,
llamándolos Galatai (Gálatas).7 Los celtas no fueron un pueblo que pasara
desapercibido ni para los griegos ni los romanos, sino más bien, existían innumerables
puntos de contactos los que fueron incrementándose con el tiempo, principalmente por
su uso como mercenarios en Italia y donde fueran necesarios.8
Así mismo, es con los griegos con quienes comienzan las relaciones entre los
celtas, ya a esta altura denominados también galos9, teniendo como ejemplo el caso de
Masalia, la cual ubicada en el Golfo del León, según Estrabón “…ha servido de escuela
para los bárbaros, convirtiendo a los galos en filohelenos.”(IV, 1, 5.) Masalia sirve
como una puerta de contacto entre el mundo helénico y el mundo galo, tanto en sus
dimensiones culturales como en sus intercambios económicos. Una diferencia conocida
entre los galos y los germanos, es que estos últimos no poseían sacerdotes.
Fue sólo hasta el siglo II a.C. que los romanos teniendo como vecinos a los
galos, notaron la existencia de un desconocido mundo tras ellos. A los pueblos que
habitaban estas tierras para distinguirlos de los celtas o galos, se les denominó
germanos. Los germanos fueron considerados tanto por griegos como por romanos,
como una rama de los galo-celtas, debido a su parecido físico, su porte y fuerza, su tez
blanca, sus cabellos rubios o rojizos y sus ojos azules.
La frontera entre los germanos y el mundo celta, se habría establecido entre los
ríos Weser y el Elba, y ya desde antes del siglo I a.C. aparecerían en las cercanías del
Rin y el Main, cruzándolos y estableciendo lazos con sus vecinos celtas. Pero los
germanos permanecían aun muy distantes de establecer algún contacto con el mundo
romano. Sobre el origen de los germanos existen variadas opiniones, pero por lo que
sabemos ellos se consideran provenientes de la Escandinavia.
La conquista del mundo Galo por el Imperio romano en toda Europa lo
transforma en la potencia indiscutida de Occidental, junto con celebrar el éxito de la
romanización, en opinión de Arnaldo Momigliano, implicó la aniquilación o por lo
menos la expulsión a la clandestinidad de la civilización celta.10
III.- Los primeros contactos con Roma.
Los primeros contactos entre el pueblo germano y el romano, ocurre debido al
primer movimiento migratorio que tiene como objetivo asentarse en la Galia. Este
pueblo es el de los ingevones, y es de la primeras tribus germánicas que aparecen en la
Historia, compuesta de cimbrios y teutones, procedentes de la península Címbrica, la
Dinamarca actual. Estas tribus luego de haber derrotado e infundido el miedo en Italia,
dando grandes reveses a las fuerzas romana, son aniquiladas por Cayo Mario que sale a
su encuentro cerca de Aix, en Provenza el año 102 a.C., y luego en el 101 a.C. en la
batalla de Vercelli. Estos encuentros, fueron muy sangrientos y dejaron un vivo
recuerdo en la mentalidad del romano, que desarrollo una especie de pánico con
respecto a los bárbaros.
César y las Galias:
Durante el siglo I a.C., la Galia aparecía en el horizonte romano, como una
especie de protectorado, existiendo relaciones de amistad, por los cual las tribus de los
llamados eduos y los secuanos solicitaron ayuda de Roma para enfrentar un nuevo
peligro proveniente del norte, un grupo de germanos liderados por el famoso Ariovisto,
que lideraba a los suevos y a los helvecios. El objetivo de ellos, es el mismo que los que
detuvo Mario: asentarse en las fértiles Galias. César distingue tres grandes territorios en
la Galia: la Aquitania, la Céltica y la Bélgica, las que conforman la Galia libre. A esta se
suma la Narbonense11, desde la cual comenzará la conquista y la romanización, ya que
era provincia romana de hace tiempo, y estaba ampliamente romanizada por la
influencia de Masalia.
Esta vez el encargado de proteger a los amigos galos es César, quien se dirige
contra los helvecios, logrando aniquilarlos cerca de Bibracte, y luego marcha contra
Ariovisto, a quien derrota en la orilla del Rin, presentándose como el protector de la
Galias. César tenía propuesto someter todo el país a través de una gran campaña, para
asentar de forma definitiva el poderío romano y convertir en provincia a la región. Esto
es lo narrado en la Guerra de las Galias (58 -52 a.C.)
Durante el año 54 a.C. ocurre una sublevación general de la población celta de
las Galias, organizada por un jefe eburón de nombre Ambiórix, quien dirige la
resistencia hasta que la toma en sus manos Vercingétorix, un caudillo popular, que en el
año 52 a.C. levanta en masa al país para poner fin a la dominación romana.
César en frente de tal dificultad puso todo su talento militar para salir victorioso,
logrando finalmente cercarle en la ciudad de Alesia y conseguir su rendición.
Suetonio nos cuenta que en la guerra por las Galias César “Fue el primero que,
después de echar un puente sobre el Rin, atacó a los germanos al otro lado del río, y
consiguió sobre ellos señaladas victorias.”12
Con respecto a la importancia del papel de César en las relaciones entre los
germanos y los romanos se ha dicho mucho: "¿Cuáles fueron los resultados de la
derrota de los germanos y de la conquista de las Galias por César? Modernamente,
todos los autores coinciden en considerar que la derrota de Ariovisto salvó a la Galia
de la conquista germánica, cosa que los bárbaros no podrán llevar a cabo hasta varios
siglos más tarde."13 Pero así mismo la conquista de la Galia junto con evitar la caída del
mundo galo por la acción de César alumbró y quito el velo que cubría el universo celta,
y dio paso a que se gestara el proceso de asimilación con los romanos, por lo que se
podrá hablar de aquí en adelante de galorromanos.
Junto a esto, motivo a que el antiguo terror que creaban los galos en el pueblo
romano, se transportara ahora hacia los germanos: “…siguiendo un preciso diseño
político, él acentuó la distinción sociológica entre los galos –ya pacificados y
romanizados- y las feroces estirpes germánicas, a las que habían pertenecido también
aquellos cimbros y teutones que décadas antes tantos quebraderos de cabezas habían
dado a los romanos. César pretendía motivar sobre una base ´científica´, etnográfica,
tanto el sometimiento de la Galias por parte de Roma como, por el contrario, su
renuncia a conquistar las zonas situadas al otro lado del Rhin.”14
Augusto, el Imperio y los germanos:
Durante los comienzos del Imperio, Augusto tuvo como plan político establecer
de forma clara los límites del Imperio, los cuales estarían formados por las barreras
defensivas naturales. Para asegurar estos limes creó un ejército de carácter permanente,
como garante de la seguridad y la paz dentro del Imperio. El establecimiento de la
provincia de la Galia, puso en contacto mucho más directo a Roma con los distintos
pueblos germanos, los cuales belicosos estaban atentos a cualquier oportunidad de
conquistar algún territorio, o prestar ayuda a algún caudillo galo que quisiera oponerse
al poder de Roma.
Debido a esto, la mejor forma de defenderse era atraerse la amistad de tribus
germanas que pudiesen ejercer como un escudo al limes, principalmente en la orilla
izquierda del Rin, a lo cual se sumó el haber movido la frontera hasta el Danubio
durante los años 38 al 11 a.C., y la fundación de fortificaciones importantes como
Colonia Agripina en el Rin, y la Augusta Vindelicorum (Augasburgo) en el Danubio, en
Retia.
Augusto tenía como plan el extender la frontera ya que “El trazado defectuoso
de la nueva frontera renodanubiana en la parte superior de los dos ríos, que alargaba
peligrosamente el sector que había que cubrir, y también su debilidad desde el punto de
vista defensivo, inspiraron al Emperador la ideas de una línea más corta y más sólida a
la vez, la del Elba, desde el mar del Norte al Danubio Medio. La realización de este
nuevo plan, que afectaba a la vez a las fronteras del Rin y del Danubio, suponía una
doble conquista: Germania y Bohemia.”15 Si se lograba este plan se formaría una línea
recta, lo que cual posibilitaría una defensa con fuerzas más reducidas y la total
romanización de la Germania.
De esta manera los hijastros de Augusto, Druso y Tiberio, organizaron campañas
y lograron someter durante los años 11 a 5 a.C. a todos los pueblos ubicados entre el
Rin y el Elba. El país fue convertido en provincia romana, siendo a su vez fuente de
reclutamiento para soldados de las legiones del Imperio, y hasta el mismo emperador
tuvo una guardia personal compuestas por germanos hasta el desastre de Varo.16
El primer gran problema al que se enfrenta Augusto, es una sublevación en la
región danubiana, en el país de los queruscos, en la cuenca del Weser, la región de
Bohemia, donde un joven caudillo militar que había prestado servicio en Roma, y
poseía la ciudadanía y se le había dado el nombre de Arminio; y el segundo, la
catástrofe acontecida al gobernador de la Germania Quintillo Varo17, quien en los
bosques de Teutoburgo es completamente aniquilado junto a sus tres legiones por los
germanos.
Debido a esta gran derrota Augusto renunció a someter a la Germania y luego de
su muerte, Germánico, sobrino del Tiberio el nuevo emperador, tomó el mando de las
tropas del Rin realizando una serie de campañas victoriosas llegando hasta el Elba, pero
a su muerte Tiberio hace retroceder las fronteras desde el Elba hasta el Ems, y más tarde
Claudio, también hace retirar las legiones de la orilla izquierda del Rin. La Germania de
esta manera quedaba libre del dominio romano y se establecía de forma permanente el
limes en el Rin. La renuncia a la Germania tenía por motivos, que los gastos y esfuerzos
para llevar a cabo tal plan no tenían igualdad a los posibles beneficios que se podían
obtener. Tácito se pregunta sobre Germania: “¿quién va a dejar Asia, África o Italia
para marchar a Germania, con un terreno difícil, un clima duro, triste de habitar y
contemplar si no es su patria?”18
La frontera que dejará establecida Tiberio se mantendrá casi invariable hasta
fines del siglo I. La situación regular será una relación de paz con distintos pueblos
vecinos, a veces coaligados, a veces enemistados entre sí, lo cual hará posible que Roma
mediante una política conciliadora los haga inofensivos para el Imperio. “Desde estos
momentos imperará una política nueva con respecto a los pueblos bárbaros: la
penetración pacífica.”19 Sólo debido a una razón estratégica fueron adelantadas las
fronteras para facilitar las defensas, del Danubio al curso inferior del Rin, creando los
llamados Agri Decumates, donde se establecieron colonos galos, siendo esta parte la
avanzada del Imperio con el adelantamiento de las guarniciones.20
El flanco sur de la Germania, resguardada por el Danubio va a ser consolidada
por Domiciano, quien por sus luchas con los marcomanos y quados, se ve forzado a
establecer la paz con los dacios y su rey Decébalo, el cual se convertía en aliado de
Roma, pero manteniendo una fragilidad política que podía ser quebrada en cualquier
momento.
Trajano emprenderá dos guerras contra los Dacios (101 y 105-106) con el
objetivo de fortificar la frontera y por conquistar las riquezas del país, siendo todo un
éxito y emprendiéndose el proceso de romanización
IV.- Relaciones entre germanos y romanos
Desde el siglo II a.C. comienzan los primeros encuentros entre el pueblo de los
germanos con los romanos, produciéndose a lo largo de los siglos importantes aportes e
influencias mutuas que producirá finalmente, junto con el derrumbamiento del Imperio,
la formación de una cultura nueva heredera de ambas.
Uno de los aspectos donde se puede observar la romanización, es en la
influencia ocurrida en importantes personajes bárbaros. Ariovisto es uno de ellos, quien
liderando una expedición en la Galia, se encuentra con César quien en un parlamento le
recuerda los varios acuerdos que existían entre él y el Senado21, lo que demuestra la
existencia de una conexión entre ambas culturas.
También Arminio, quien poseía el título de ciudadano romano, y produjo el
desastre de Varo, tuvo una instrucción militar en Roma. De él Tácito nos dice que: “Fue
sin duda, el libertador de la Germania, y no atacó, como otros reyes y caudillos, al
pueblo romano en sus inicios, sino cando su imperio estaba en su más alta cumbre…”22
También en el ejército de Germánico, participaba fiel a Roma, al mando de una fuerza
irregulares de germanos, el hermano de Arminio llamado Flavo23.
Marbodo, rey de los marcomanos, también estuvo un tiempo en Roma donde
aprendió los rudimentos políticos para organizar y fundar un reino en la Bohemia.
Claudio Civilis es otro caudillo que aprovechándose de las pugnas entre
Vespasiano con Vitelio, éste apoya la facción de Vitelio, y aprovechando la
impopularidad de los romanos en la frontera del Rin, provoca una sublevación entre
galos y germanos. Todos estos personajes dejan ver un alto grado de romanización y
demuestran la penetración romana en el espíritu de los bárbaros.24
Otro aspecto a destacar es la integración de los bárbaros a las legiones romanas,
viendo un incremento progresivo en el correr del tiempo. “Cuando el Imperio se decide
conquistar Germania, los contingentes militares que ésta aporta no consisten ya en
grupos aislados de voluntarios sino en cuerpos que se reclutan por tratados.”25
Los ejército encargados de velar por la protección del limes en el Rin, durante el
siglo I las legiones eran reclutadas en el conjunto de Occidente (Italia, Galia y España),
y los cuerpos auxiliares son de origen galo o germano. Durante el gobierno de los
Flavios, en el ejército del Rin comienzan a desaparecer los elementos italianos y el
reclutamiento se hace de forma local en renania. Durante el siglo II, las legiones y los
cuerpos auxiliares, se convierten en un ejército permanente y galogermánico. 26 Los
cambios que ocurren en el ejército romano, presenta contradicciones con el tradicional
sentido militar romano, ya que se irá perdiendo el sentido de disciplina y fidelidad hacia
la patria, lo que implicaba cualquier sacrificio.27 Al predominar los elementos germanos,
otros ideales correspondientes a otra mentalidad se harán presentes, viéndose
desarrollados en la crisis del siglo III donde predominará el caudillismo.
El tercer punto importante en las relaciones entre el mundo romano y el
germano, es el aspecto económico del limes. El limes además de ser una frontera militar,
es un punto de encuentro donde los germanos llevan sus productos28, hierro, trigo,
ámbar, madera creando un mercado, ya que además de poseer una función de vigilancia,
el limes era la frontera aduanera del Imperio, donde todos los intercambios y
comunicaciones estaban reglamentados.29 Importante es la zona de los Campos
Decumates, que demuestra la necesidad de soldados y campesinos por parte de Roma en
la frontera renana. Este limes fue “…ofensivo en el primer siglo, en el que está formado
esencialmente por un conjunto de vías de penetración, comienza a fijarse desde los
Flavios, se cierra en la época de los Antoninos (atrincheramientos y empalizadas de
Britania, del Alto Rin y del Danubio) y cristalizan finalmente con los Severos en esa
forma rígida forma de muros, de los cuales es el primer ejemplo el muro de Recia,
elevado a comienzos del siglo III, verdadero prototipo.”30 La extensión total de este
limes que recorría todas las fronteras del Imperio era de 9.000 kilómetros, donde los
limes renano abarcaban 600 kilómetros y se dividía en dos partes: el limes del Rin
Inferior y limes del Rin Superior; y el limes danubiano abarcaban 2.700 kilómetros,
subdividiéndose en cuatro sectores: limes rético, limes del Danubio Medio, limes dacio,
y limes del Danubio Inferior.31
Por estos motivos no es tan preciso hablar de que hubiese existido una continua
oposición entre los romanos y los germanos, ya que existían permanentes contactos
entre ambas culturas. “Por el contrario, en los primeros tiempos del Imperio y, más
concretamente, en el período que vas desde la muerte de Arminio (año 19) hasta fines
del siglo I son más los contactos pacíficos que los belicosos entre los dos mundos. Entre
ellos se va produciendo una especie de penetración mutua que ya no se interrumpirá
pese a que, más tarde, sena mucho más frecuentes los períodos en que se agríen las
relaciones.”32
Un ejemplo es que la presencia de germanos en Roma era algo bastante común.
Suetonio, nos cuenta de la presencia de diputados germanos en la ciudad durante el
gobierno de Claudio, el cual miraría con buenos ojos las actitudes y maneras al
manifestarse como iguales frente a embajadores partos y armenios. 33
V.- La Imagen del bárbaro germano en el arte Romano:
En el arte romano en que vemos representado al bárbaro germano, éste aparece
vinculado siempre a situaciones donde es victima de los resultados de la guerra.
Aparecen por lo general, siendo presa de los soldados romanos, y estos testimonios
quedan impresos en los monumentos de los distintos emperadores en sus hazañas
bélicas.
Estas representaciones nos sirven para profundizar un poco más en la percepción
del hombre romano sobre el bárbaro europeo, y expresar al mismo tiempo la
sensibilidad hacia el vencido, valorando al enemigo por sus virtudes propias de un
mundo guerrero. Es así que “Las fuertes emociones provocadas por los celtas llegaron
a ser simbólicas de la existencia humana y se desarrollaron en proporción inversa a la
evaluación crítica de la sociedad celta.”34 El hombre germano fue mostrado en actitudes
valerosas, donde frente a la dominación era capaz de no transar, ya que su vida parecía
bajo la esclavitud sin sentido. En la propaganda oficial, la iconografía de los bárbaros de
todas las zonas limítrofes, utilizada por ejemplo en las monedas, fue la de un modelo en
el cual se lo representaba como un enemigo peligroso y bestial, arrastrado y humillado
por el emperador. Pero también, y como testimonio están los monumentos imperiales
del siglo II d.C, las columnas de Trajano y Marco Aurelio, son narraciones de las
campañas victoriosas contra los dacios y marcomanos, en los cuales los bárbaros
aparecen representados valorando su nobleza, y su aguerrido sentido de la lucha.35
1.-
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9.-
Imágenes
1.- Romanos luchando contra celtas. De un relieve en mármol. La granja (Segovia).
Palacio. p. 327. En Goetz, Walter, et al. Historia Universal, Hélade y Roma. El Origen
del Cristianismo.
2.- Cabeza de Galo. Mármol. Siglo I a.C.. El Cairo. Museo. p. 330. Goetz, Walter, et al.
Historia Universal, Hélade y Roma. El Origen del Cristianismo.
1 De Reynold, Gonzague. La Formación de Europa. Tomo V. “El Mundo bárbaro y su fusión con el romano.”, p. 13.2 Ibid., p.7.3 Tratados Hipocráticos. Sobre los Aires, Aguas y Lugares. 16-174 Toynbee, Arnold. Estudio de la Historia. Este parecer ya era común en el mundo griego: “Era natural, pues, que los griegos encontrarán algún otro factor que la herencia biológica de las características físicas, es decir, la raza, para explicar las diferencias de cultura que observaban en torno de ellos. Encontraron su explicación en diferencias de habitat geográfico, suelo y clima.” p. 725 Mitre Fernández, Emilio. Los Germanos y las grandes invasiones. p. 22. De Reynold, Gonzague. La Formación de Europa. Tomo V. “El Mundo Bárbaro y su Fusión con el Romano.”p. 60.6 De Reynold, Gonzague. La Formación de Europa. “El Mundo Bárbaro y su Fusión con el Romano.” p. 58.7 Ibid., 61-62.8 Momigliano, Arnaldo. La sabiduría de los bárbaros. Los límites de la Helenización.90-91.9 César. Guerra de las Galias. Refiriéndose a los habitantes de la Galia: “…en su lengua se llaman celtas y en la nuestra galos.”I, I.10 Momigliano, Arnaldo. La sabiduría de los bárbaros. Los límites de la Helenización. p.12011 Plinio el Viejo. Historia Naturales. III, 31. “Por el cultivo de la tierra, por la dignidad de sus gentes y estilo de vida, y por la magnitud de sus riquezas, no ha de ser pospuesta a ninguna de las provincias: en una palabra, más es Italia que provincia.”12 Suetonio. Vida de los Doce Césares. Julio Cesar XXV.13 Mitre Fernadez, Emilio. Los Germanos y las grandes invasiones. p. 36-37.14 Cracco Ruggini, Lellia. Los romanos fuera de su “universo”: aventuras geográficas y del espíritu. p.88.15 Homo, Leon. El Imperio Romano. El gobierno del mundo – La defensa del mundo – La explotación del mundo. p. 160. 16 Suetonio. Vida de los Doce Césares. Augusto. XLIX.17 Ibid., XXIII. Tácito. Germania. 37, 5.18 Tácito. Germania. 76. 2, 2.19 Mitre Fernadez, Emilio. Los Germanos y las grandes invasiones. p. 39.20 Tácito. Germania. 29, 4.21 César. Guerra de las Galias.I, XLIII.22 Tácito. Anales. II, 88, 2.23 Ibid., II, 9-10.24 Mitre Fernández, Emilio. Los Germanos y las grandes invasiones. p. 41.25 Mitre Fernández, Emilio. Los Germanos y las grandes invasiones. p. 43.26 Homo, Leon. El Imperio Romano. El gobierno del mundo – La defensa del mundo – La explotación del mundo. p. 171.27 Kakarieka, Julius. Los orígenes de la doctrina de la guerra justa. Cicerón y la tradición romana. p. 268.28 Tácito. Germania. 45, 4-8.29 Homo, Leon. El Imperio Romano. El gobierno del mundo – La defensa del mundo – La explotación del mundo. p. 17930 Ibid., p. 180.31 Ibid., p. 181.184.32 Mitre Fernández, Emilio. Los Germanos y las grandes invasiones. p. 45.33 Suetonio. Vida de los Doce Césares. Claudio. XXV.
3.- El galo que mata a su mujer y se suicida. De un monumento a la Victoria Atalo I, rey
de Pérgamo. Copia romana en mármol. Roma. Museo de las Termas. p. 365. Goetz,
Walter, et al. Historia Universal, Hélade y Roma. El Origen del Cristianismo.
4.- Mujeres bárbaras prisioneras figurando en un desfile triunfal sobre un carro tirado
por mulas. Relieve de Barro. Berlín. Museo Viejo. p. 438. Goetz, Walter, et al. Historia
Universal, Hélade y Roma. El Origen del Cristianismo.
5.- Lucha entre romanos y bárbaros. Vista parcial del relieve del sarcófago Ludovisi.
Siglo III d.C. Roma, Museo de las Termas. p. 491 Goetz, Walter, et al. Historia
Universal, Hélade y Roma. El Origen del Cristianismo.
6.- Bajorrelieve del Arco de Constantino. Trajano en el campo de batalla, Roma. p. 131.
En Zschietzzschmann, Willy. El arte etrusco- El arte romano.
7.- Bajorrelieve de la columna de Marco Aurelio. Escenas de Guerra contra los
marcomanos. p. 145. En Zschietzzschmann, Willy. El arte etrusco- El arte romano.
8.-Trajano cargando contra los bárbaros. Mármol. Alt. 3,00 m. Principios s. II d.C.
Roma, Arco de Constantino. p.145.En Baratte, Francois y Metzger, Catherine. Historia
ilustradas de las formas artísticas. 4. Etruria y Roma.
9.- Marco Aurelio recibiendo la sumisión de los bárbaros. Mármol. Alt. 3,12 m. 176
d.C. Roma. p. 146. En Baratte, Francois y Metzger, Catherine. Historia ilustradas de las
formas artísticas. 4. Etruria y Roma.
Conclusión
Luego de haber explorado los primeros pasos de encuentro entre la alta cultura
romana y la del pueblo germano, hemos podido establecer importantes puentes que
serán decisivos en el transcurrir del Bajo Imperio. Advertimos una falencia en el trabajo
34 Momigliano, Arnaldo. La sabiduría de los bárbaros. Los límites de la Helenización. p. 106.35 Cracco Ruggini, Lellia. Los romanos fuera de su “universo”: aventuras geográficas y del espíritu. p. 90.
que tiene que ver precisamente con los períodos escogidos, los cuales no alcanzan a
mostrar en plenitud los desenlaces de los procesos de asimilación entre ambas culturas.
Así mismo por efectos temporales, no aparecen muchos de los críticos de las políticas
imperiales, luego de las múltiples crisis del siglo III, y ya el desenlace del Imperio en
los dos siglos posteriores.
Es así, junto con la opinión de la mayoría de los autores vistos, que los pueblos
germanos cobran real importancia con el desarrollo del cristianismo y la nueva
construcción de Europa.
Sin embargo, lo visto es un acercamiento a un proceso lento, en el cual se
advierten momentos cruciales que podrían haberle dado un curso distinto a la historia, y
en el cual se verifica, la diferencia fundamental de los pueblos bárbaros de Occidente
con respecto a los de Oriente, en su capacidad de asimilar la cultura romana.
También se observa un cambio en la percepción que poseían los romanos sobre
los germanos, los cuales, de ser un pueblo considerado totalmente primitivo, va
adquiriendo un lugar en la sociedad romana, donde su lugar principal serán las filas del
ejército. Además se reconocen valores propios de los germanos, donde la autocrítica
romana, si bien mantiene una superioridad cultural, moralmente se siente corrompida.
Que pese a sus victorias militares, muestra en el arte un reconocimiento al bárbaro
derrotado. Sirva como aproximación a este tema.
La historia de la defensa del limes, es la historia de las relaciones con los
pueblos bárbaros, y su carácter militar será central, pero este nunca se separará de las
tensiones económicas y sociales y sobre todo políticas.
Bibliografía
Fuentes
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Tácito. Anales. Libros I- VI. Madrid: Ed. Básica Gredos, 2001
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Bibliografía
- Baratte, Francois y Metzger, Catherine. Historia ilustradas de las formas artísticas. 4.
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- Zschietzzschmann, Willy. Historia del Arte Universal. 6.- El arte etrusco- El arte
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Artículos
- Cracco Ruggini, Lellia. Los romanos fuera de su “universo”: aventuras geográficas y
del espíritu. En revista: Búsqueda, aventura, y descubrimiento. Centro de Estudios
Clásicos. Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Santiago, 1996.
- Kakarieka, Julius. Los orígenes de la doctrina de la guerra justa. Cicerón y la
tradición romana. En revista: Cicerón un alma ardiente. Centro de Estudios Clásicos.
Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Ed. Universitaria: Santiago,
1994.