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OPINIÓN 19 ENERO 2015 l Edición España LA BRÚJULA SEMANAL La Brújula Semanal es una publicación de ámbito nacional para la información y el análisis de la actualidad política, social y cultural en clave de género. Un periodismo de calidad, con temas propios y especializado. Centrado en la investigación y en la difusión del conocimiento. Entendemos la política como acción personal, ciudadana, democrática y como estrategia de organización social y del Estado. Creemos que lo personal es político. Por eso, el protagonismo de nuestras noticias no está en las élites. Somos feministas y combatimos el colonialismo, el clasismo, el sexismo, la homofobia, la transfobia, la xenofobia y el racismo. Entendemos la violencia de género como parte de una violencia estructural más amplia sostenida por violencias invisibilizadas y simbólicas. Desde nuestras páginas defendemos la libertad de expresión como un impulso colectivo. Por ello la participación ciudadana será crucial en nuestra andadura. Como fuente de información contrastada, como sugeridora de temas susceptibles de ser investigados e incluso como autora. Creemos en el periodismo ciudadano. Manifestamos nuestro compromiso social en la búsqueda de información empoderadora de la mujer y de la ciudadanía; en el enriquecimiento del torrente intelectual, artístico y simbólico y en suma, en la publicación de recursos para la auto- construcción de la mujer como ciudadana empoderada de pleno derecho. Aportamos una visión del periodismo como recurso social para la democracia y no servimos a partidos políticos ni a bancos. Somos una empresa gestionada a través de publicidad y suscripciones y asociad@s. Nuestra puesta en marcha está ligada a estos tres elementos y al crowfunding. EDITORIAL Ser mujer en el carnaval de Cádiz Hoy en día escasean las chirigotas femeninas en el concurso, pero aumentan en la modalidad comparsa. Se permiten los agudos por tradición en la figura del octavilla y la tipología de agrupación se vincula más a lo fino, a lo artístico. Las mujeres tienen miedo de salir mal paradas como cómicas en la crítica a pie de escaparate televisado. Y su temor es fundado. Se hallan muy oprimidas por el divismo que rodea el mundo de los poetas. Pero insisten año tras año. Y muy probablemente lo logren en el futuro. Reivindican una integración real y un reconocimiento oficial en igualdad. La dificultad radica en que las élites del carnaval y el público debe autorizarlas. Y esto es complicado. Además, en el contexto simbólico cultural, la mujer no resulta tan graciosa. No es abundante el número de cómicas en España, no tenemos más que ver un poco del Club de la Comedia para comprobarlo. Las gaditanas no cuentan con referentes históricos arraigados en la tradición para hacer humor. Lo cual no quiere decir que no puedan o no sepan hacer reír. Sino que no se atreven en contextos donde se sienten oprimidas. Por ahora. La calle es cita unisex para el carnaval. Las mujeres han tomado la calle porque no está sujeta al prestigio ni a la oficialidad. Las chirigotas femeninas se lanzan sin importar el tipo y con letras de su autoría. Se hacen corrillos multitudinarios en las plazas en torno a ellas, porque se las conoce y se las busca. Están completamente extendidas y naturalizadas en contextos extraoficiales. Salen disfrazadas a hacer reír en una expresión de total libertad, desvergüenza y desinhibición. Ser mujer en el carnaval de Cádiz pesa como una losa. Al principio, durante la infancia, no te das mucha cuenta. Pero llega un momento en que empiezas a verlo todo como un bloque homogéneo. Solo ves varones en las agrupaciones y en la autoría de las letras. En los años 80, Adela del Moral presentó el conocido “Coro de las niñas”. Se armó un gran revuelo. Era debate abierto en plena calle. “Las voces varoniles quedan mucho mejor”, “Es que no me acabo de acostumbrar”. Retrógradas frases que aún se dan cita al escuchar cualquier fase del concurso o también en la audiencia de las agrupaciones ilegales.

Trabajo Maquetación-Ana Manteca Parada

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La Brújula Semanal de géneros de opinión.

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  • OPININ

    19 ENERO 2015 l Edicin Espaa

    LA BRJULA SEMANAL

    La Brjula Semanal es una publicacin de mbito nacional para la informacin y el anlisis de la actualidad poltica, social y cultural en clave de gnero. Un periodismo de calidad, con temas propios y especializado. Centrado en la investigacin y en la difusin del conocimiento.

    Entendemos la poltica como accin personal, ciudadana, democrtica y como estrategia de organizacin social y del Estado. Creemos que lo personal es poltico. Por eso, el protagonismo de nuestras noticias no est en las lites.

    Somos feministas y combatimos el colonialismo, el clasismo, el sexismo, la homofobia, la transfobia, la xenofobia y el racismo. Entendemos la violencia de gnero como parte de una violencia estructural ms amplia sostenida por violencias invisibilizadas y simblicas.

    Desde nuestras pginas defendemos la libertad de expresin como un impulso colectivo. Por ello la participacin ciudadana ser crucial en nuestra andadura. Como fuente de informacin contrastada, como sugeridora de temas susceptibles de ser investigados e incluso como autora. Creemos en el periodismo ciudadano.

    Manifestamos nuestro compromiso social en la bsqueda de informacin empoderadora de la mujer y de la ciudadana; en el enriquecimiento del torrente intelectual, artstico y simblico y en suma, en la publicacin de recursos para la auto-construccin de la mujer como ciudadana empoderada de pleno derecho.

    Aportamos una visin del periodismo como recurso social para la democracia y no servimos a partidos polticos ni a bancos. Somos una empresa gestionada a travs de publicidad y suscripciones y asociad@s. Nuestra puesta en marcha est ligada a estos tres elementos y al crowfunding.

    EDITORIAL

    Ser mujer en el carnaval de Cdiz

    Hoy en da escasean las chirigotas femeninas en el concurso, pero aumentan en la modalidad comparsa. Se permiten los agudos por tradicin en la figura del octavilla y la tipologa de agrupacin se vincula ms a lo fino, a lo artstico. Las mujeres tienen miedo de salir mal paradas como cmicas en la crtica a pie de escaparate televisado. Y su temor es fundado.

    Se hallan muy oprimidas por el divismo que rodea el mundo de los poetas. Pero insisten ao tras ao. Y muy probablemente lo logren en el futuro. Reivindican una integracin real y un reconocimiento oficial en igualdad. La dificultad radica en que las lites del carnaval y el pblico debe autorizarlas. Y esto es complicado.

    Adems, en el contexto simblico cultural, la mujer no resulta tan graciosa. No es abundante el nmero de cmicas en Espaa, no tenemos ms que ver un poco del Club de la Comedia para comprobarlo. Las gaditanas no cuentan con referentes histricos arraigados en la tradicin para hacer humor. Lo cual no quiere decir que no puedan o no sepan hacer rer. Sino que no se atreven en contextos donde se sienten oprimidas. Por ahora.

    La calle es cita unisex para el carnaval. Las mujeres han tomado la calle porque no est sujeta al prestigio ni a la oficialidad.

    Las chirigotas femeninas se lanzan sin importar el tipo y con letras de su autora. Se hacen corrillos multitudinarios en las plazas en torno a ellas, porque se las conoce y se las busca. Estn completamente extendidas y naturalizadas en contextos extraoficiales. Salen disfrazadas a hacer rer en una expresin de total libertad, desvergenza y desinhibicin.

    Ser mujer en el carnaval de Cdiz pesa como una losa. Al principio, durante la infancia, no te das mucha cuenta. Pero llega un momento en que empiezas a verlo todo como un bloque homogneo. Solo ves varones en las agrupaciones y en la autora de las letras.

    En los aos 80, Adela del Moral present el conocido Coro de las nias. Se arm un gran revuelo. Era debate abierto en plena calle. Las voces varoniles quedan mucho mejor, Es que no me acabo de acostumbrar. Retrgradas frases que an se dan cita al escuchar cualquier fase del concurso o tambin en la audiencia de las agrupaciones ilegales.

  • 19 ENERO 2015 l Edicin Espaa

    LA BRJULA SEMANALOPININ

    Odio la NavidadFicha tcnicaLa isla mnima, Espaa, 2014 Duracin: 105 minutos. Direccin: Alberto Rodrguez.

    Reparto:Javier Gutirrez.Ral Arvalo.Nerea Barros.Jess Castro.Salva Reina.Antonio de la Torre.

    Guin: Rafael Cobos. Alberto Rodrguez

    Msica: Julio de la Rosa

    Fotografa: lex Cataln.

    Productora:

    Atresmedia Cine.Atpica films.Sacromonte films.

    A pesar de no estar ya en cartelera, La isla mnima puede volver pronto a ser proyectada en toda Espaa. La cinta cuenta con 17 nominaciones a los prximos Goya; 10 a los Premios Feroz y, por si fuera poco, 3 ms al Jos Mara Forqu.

    Durante el Festival de cine de San Sebastin, fue distinguida con tres galardones. La Concha de Plata al Mejor Actor para Javier Gutirrez; el Premio del Jurado a la Mejor Fotografa y el Premio Zinemaldia 2014 a la mejor pelcula de la Seccin Oficial.

    Tal reconocimiento es bien merecido. Esta inquietante y adiposa pelcula sabe impregnar la memoria de quien la visiona. Para aquellos que todava no la han visto, narra la historia de dos policas de ideologa antagnica sancionados y obligados a investigar juntos un caso. Un thriller ambientado en 1980 en la zona de las marismas del Guadalquivir. Un paisaje magistralmente capturado, revelado de forma paulatina como un personaje ms. Responsable de gran parte del peso de la oscuridad y asfixia de la atmsfera, en consonancia con la sordidez de la trama y lo tenebroso de sus personajes. Un clima hostil segregado tambin por el contexto histrico enmarcado. La transicin an tambaleante, la memoria franquista todava muy viva en los usos policiales, la dureza de la vida de un poblado aislado y en declive. Unas normas de comportamiento autoritarias, con el sometimiento explcito de la mujer al varn en distintos roles y edades, evidenciado por la violencia de gnero fsica y estructural y por la obediencia. Queremos resaltar cmo se reflejan los estrechos lmites en los que poda moverse una mujer para no ser etiquetada de buscona y la estigmatizacin de su sexualidad, incluso por las fuerzas del orden.

    En cualquier caso, la pelcula no toma partido, no hace crtica poltica, no lanza un mensaje moral, se mantiene al margen. Pero se afana en fotografiar al detalle las relaciones y los mundos interiores de los seres en medio de una sociedad ntidamente dibujada.

    La isla viva de los GoyaLana LispectorSoy una especie de Scrooge postmoderno. Qu sentido tienen estas fiestas. Esto me pregunto ante los manteles de la abuela de Leila Guerriero en su artculo Navidad del Pas Semanal. Ante los iPhones 6 de la columna de Almudena Grandes en su 2015 de la misma publicacin. No es maldad lo que impulsan mis dedos sobre el teclado. Es rabia, es indignacin. No todo el mundo puede vivir con frivolidad estas fiestas, como confiesa la autora y periodista argentina. Muchas abuelas no tuvieron nada que legar. Sus manteles se desgarraron en incontables lavadoras, en un infinito restregar con las uas rotas. Grandes dibuja su infancia de clase media en mitad del franquismo y nos embarga la emocin. Pero en la ciudad de la fantstica autora muchas personas no podrn regalar a sus hijos nada este ao, un mvil de moda ni en sueos. Es sencillo enarbolar la bandera del desapego material cuando se tiene un trabajo y expectativas de futuro. A quin se dirigan los artculos de ambas afamadas escritoras. Quin lee El Pas. La gente pobre, parece, no lee el peridico.

    Gentes desdibujadas que son como un orbe oscuro en la memoria lejana de la sociedad. Puede que haya muchos Scrooge escondidos en el camino. Pero sobre todo encuentro personas tristes. Sin trabajo o enfermas de soledad. Personas que no cuadran con el esquema de la familia tradicional. Que no reciben visitas, que no se van de compras. Que han vivido la muerte de cerca y hoy respiran ausencias. Personas sin casa, que viven en el coche o en la calle, o en casa de familia que no puede hacer ese esfuerzo por ms tiempo. El guiol navideo se repite. Las reuniones de hartazgo, el regalo sin alma. Muchos nios no sufrirn si no tienen el ltimo modelo de iPhone este ao, Almudena Grandes. Esos nios, suean con un trabajo para sus padres.

    Cuando comienza el teatro navideo, me digo, que no se me olvide, es solo un espectculo. Uno que nos llega de lejana mano; uno que no podemos evitar, tan poderoso que instaura calendarios, fortalecido al respirar del mismo cuento de Dickens cada ao. Ese cuento que nos cuentan para ablandarnos, de ricos y pobres, de caridad y limosna, de bondad, de compartir, pero que nos ayuda a eludir cualquier responsabilidad social.

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