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Los Mosquitos de Santa Rosa de Lima TRADICIÓN: Autor: Ricardo Palma

Tradición

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Los Mosquitos de

Santa Rosa de Lima

TRADICIÓN:

Autor: Ricardo Palma

Había una vez una joven llamada Santa Rosa de Lima,

en el lugar en el que ella vivía, se encontraba un altar en

donde oraba a Dios.

Dentro de ese lugar habitaban muchos mosquitos. Ambos

conversaron y quedaron en un acuerdo: acordaron que ella no

los molestaría y ellos no harían ruido, ni la picarían.

Todas las mañanas, Santa Rosa, después de hacer sus oraciones, les

decía: ¡MOSQUITOS, id a alabar a Dios! .Y empezaba un concierto

hecho por los mosquitos.

El concierto terminaba cuando la Santa les pedía: ¡Amiguitos,

ahora vayan a buscar sus alimentos!

Y los muy obedientes desaparecían.

Era muy buena la educación que la Santa le dio a los

mosquitos, pero cierto día, tuvieron un mal

comportamiento, uno de ellos picó a la monja Catalina que

llegó de visita.

Y la monja Catalina aplastó al mosquito, matándolo al

instante

Ante este suceso Santa Rosa le dijo:

¿Qué haces hermana? Déjalos vivir, no mates a ninguno de estos pobrecitos, te ofrezco

que no volverán a picarte y se comportarán al igual que lo

hacen conmigo.

En otra ocasión la santa tuvo que pedir ayuda a los

mosquitos para castigar a Francisquita Montoya, otra

beata que no quería acercarse a la ermita, por miedo a la picadura de los mosquitos

Santa Rosa dijo a

Francisquita : ¡Tres te han de picarte

ahora, uno en el nombre del padre, otro en el

nombre del hijo y otro en el nombre del espíritu santo!

Y rápidamente sintió la

picadura de los tres

mosquitos en su cara

Santa Rosa tenia dominio sobre los bichos y los animales domésticos. Ella conocía un gallito, que era muy lindo por sus plumas, pero este gallito se

enfermó y la dueña dijo:¡Si no mejora,

habrá que matarlo para

comerlo guisado!.

Entonces Rosa mirando al ave enferma le dijo:

¡Gallito mío, canta de

prisa, pues si no cantas,

te guisa!

Y muy regocijado soltó un: ¡Quiquiriquí! (¡Qué buen

escape el que di!) ¡Quiquiricuando! (Ya voy, que me están peinando).