Upload
others
View
7
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Traducir en una forma que apoya la igualdad -buscando un lenguaje no sexista
Författare: Malin Sunesson Handledare: Emma Magnusson Examinator: Eva Löfquist Beglert
Avancerad nivå 4SP31E 15 hp
2015-06-05
Abstract
The present paper treats translation difficulties arising in the area of language and
gender in the translation work from Spanish into Swedish of the article “Radiografía del
posfemismo” published in El país semanal 2013. The investigation focuses on how
translation can be made avoiding the use of expressions that residues from patriarchal
language, with the intention to use a language as neutral in gender as possible. To
delimit the paper the focus lays on specific linguistic expressions not exhibiting
neutrality: the impersonal gramatical form and the Spanish form of inclusive gender.
The results show that to translate the impersonal form, that in Swedish often is
expressed with the male biased pronoun man, you can rewrite the entire phrase, using
for example the passive voice, or, depending on the pragmatic context, use the neutral
pronoun en, avoinding the use of man. The conclusions are also that the translation of
the Spanish inclusive gender ought to be made using primary a neutral expression, and
only emphasize on the gender if it is needed in the target text, adding for example the
adjective female/male.
Key words: gender, patriarchal language, habituation, generic pronoun, inclusive
gender
Palabras clave: género, lenguaje patriarcal, habituación, pronombre genérico, género
inclusivo
Índice
1 Introducción _________________________________________________________ 1
1.1 Premisa _________________________________________________________ 1
1.2 Objetivo ________________________________________________________ 2
1.3 Problematización e hipótesis ________________________________________ 2
1.4 Descripción del texto fuente _________________________________________ 3
1.5 Método _________________________________________________________ 3
1.6 El estado de la cuestión ____________________________________________ 4
1.7 Disposición ______________________________________________________ 5
2 Marco teórico ________________________________________________________ 5
2.1 Trasfondo socio-cultural ____________________________________________ 6
2.2 Traducción, feminismo e ideología ___________________________________ 7
2.2.1 El término habituación _________________________________________ 9
2.3 Español y Sueco; sistemas diferentes de género ________________________ 10
2.3.1 El pronombre genérico ________________________________________ 12
2.3.2 El género inclusivo ___________________________________________ 16
3 Análisis ____________________________________________________________ 17
3.1 Traducir la forma gramatical impersonal ______________________________ 17
3.2 Traducir el género inclusivo ________________________________________ 24
Conclusiones _________________________________________________________ 28
Bibliografía __________________________________________________________ 30
1
1 Introducción
Este trabajo consiste en dos partes, primero realizar una traducción del texto fuente
español, “Radiografía del posfeminismo” (artículo en la revista El País Semanal en
2013), escrito por Joana Bonet, a un texto meta en sueco. Después sigue un trabajo
analítico enfocado en el aspecto problemático de traducción que surge en el ámbito de la
relación entre lenguaje (lengua) y género. Describimos cómo se puede hacer hincapié en
la función del lenguaje patriarcal, que sigue siendo la norma en nuestra sociedad.
Gouëffic (1996:7) explica que el lenguaje patriarchal es un código lingüístico que es
subyacente en la historia social, que tiene que ver con la subordinación de las mujeres,
explica que “Political gains and social privileges go to the male when all of thinking
reality, word-making, or mind, is in his name”. Von Flotow (1997:8) describe el
lenguaje patriarcal como “the language forged and used by the institutions in society
largely ruled by men”. Flotow (ibid.) dice además que la lengua no sólo es un
instrumento para la comunicación, sino además una herramienta manipulativa. En el
libro Språk och kön se explica los efectos del lenguaje patriarcal :
Según el estudio de investigación lingüística feminista, el sexismo lingüístico
tiene dos consecuencias. Primero los hombres llegan a tener mayor importancia
y segundo se vuelve difícil para el usuario del lenguaje el saber a qué género se
refiere. Las mujeres tienen que controlar cada declaración para ver si están
incluidas(...). Por el contrario, los hombres nunca tienen que dudar de su
afiliación, puesto que siempre están incluidos al usar las formas masculinas. La
estructura del sistema del lenguaje acentúa y destaca a los hombres mientras las
mujeres se convierten invisibles. [Nuestra trad.] (Edlund, Erson & Milles
2007:194-195)
Nuestro trabajo consiste en destacar algunos de los problemas que surgen al encontrarse
con el lenguaje patriarcal en la situación traductológica. Veremos que la traducción es
un arte interdisciplinario que para ser viable puede usar teorías de por ejemplo la
lingüística feminista, la antropología y los estudios de género. Estudiaremos el
trasfondo histórico y la situación actual en cuanto a lengua y género, sobre todo en la
cultura de la lengua meta, dado que es en ella en la que trabajamos.
1.1 Premisa
En este trabajo partimos de la premisa de que en las últimas décadas ha surgido una
nueva visión de la traducción, que toma en cuenta otra misión de los traductores, la de
2
no transmitir los roles sexuales estereotipados. Es decir, traducir en una forma que
expresan valores básicos de igualdad. Como veremos más adelante (en el subapartado
2.1) existen leyes en Suecia que defienden un lenguaje no sexista y que sostienen que es
la responsabilidad de todos no usar un lenguaje que consolida los roles de género y la
subordinación de la mujer. También en el Parlamento Europeo existen recomendaciones
internas de cómo escribir en una forma no sexista en sus textos y traducciones. Se
publicó en 2009 un documento con directrices generales y específicas para cada lengua
(Könsneutralt språk i Europaparlamentet en Melzer 2011:12).
1.2 Objetivo
El objetivo de este trabajo es, primero, traducir el texto “Radiografía del posfeminismo”
del español al sueco, con la intención de producir un texto neutral, sin rasgos de un
lenguaje sexista y con la intención de seguir fiel al propósito del texto fuente. Después
queremos identificar algunas expresiones lingüísticas en las que se hace visible el
lenguaje patriarcal y que representan un problema en el trabajo de traducción. Teniendo
el enfoque en la forma gramatical impersonal y el género inclusivo, queremos investigar
cuáles son las estrategias para enfrentar dicho problema.
1.3 Problematización e hipótesis
Al nivel concreto del texto se definen las siguientes preguntas:
-¿Cómo se usa la forma impersonal en el texto fuente (en adelante TF) y cómo
traducirla al texto meta (en adelante TM) sin tener que usar el pronombre genérico man
(que en sueco es una forma masculina)?
- ¿Cómo se traduce el género inclusivo a la lengua meta, en una lengua que no
consolida los roles de género?
Nuestra primera hipótesis es que para traducir la forma impersonal se puede intentar
reescribir la frase, evitando la necesidad de un pronombre génerico y si no hay otra
opción adecuada se puede justificar el uso de una habituación1 e intercambiar el
pronombre génerico man al pronombre neutral en.
La segunda hipótesis es que se puede traducir el género inclusivo intentando usar la
forma neutral de género, evitando las formas que son obviamente masculinas. Si no hay 1 Término que sugerimos que se use para el intercambio de una palabra sesgada masculina a una palabra neutral, no sexista.
3
formas neutrales pensamos que sería posible introducir formas que se podrían calificar
como habituaciones.
1.4 Descripción del texto fuente
El TF consiste en dos partes, primero el artículo “Radiografía del posfeminismo” de
Joana Bonet que se publicó el 2 de junio en 2013 en El País Semanal, que es un anexo
semanario al periódico El País. La segunda parte consiste en ocho perfiles personales,
escritos por Elisabet Sans, que se publicaron al lado del artículo en El País Semanal. El
estilo del texto en el artículo fuente es informativo, con rasgos de texto argumentativo,
dado que la autora saca sus propias conclusiones y hace un análisis del estado político
en España acerca del feminismo y el posfeminismo. El formato de El País Semanal se
parece más a una revista que un diario, con la sensación de tener una lectura más liviana
para el fin de semana. Contiene muchas fotografías y artículos más largos, más
narrativos, de diferentes temas. El artículo “Radiografía del posfeminismo” se dirige a
un público amplio, pero el formato también invita a ojear y solamente leer lo que a uno
le interesa en el momento, así que los lectores del TF son un grupo muy general, pero
con algún interés específico en la política actual. Los lectores previstos del TM serían
entonces un grupo bastante amplio, pero interesado en la situación del feminismo
actual, además en un país de Europa meridional, y no su propio país.
1.5 Método
Empezamos con la lectura del TF. Antes de empezar a traducir estudiamos el TF
minuciosamente para tener una idea del estilo y el propósito del texto. Después de haber
producido un borrador de un TM seguimos con el trabajo de releer la traducción varias
veces. Al encontrarnos con las expresiones lingüísticas que hemos destacado para este
análisis, usamos un método parecido al de Lotbinière-Harwood (ver el subapartado 2.2),
que ella llama “Traducir en femenino”. Lotbinière-Harwood procura visibilizar a las
mujeres utilizando sistemáticamente y únicamente las formas femeninas. Mientras la
diferencia fundamental entre el método de “Traducir en femenino” y el nuestro, es que a
nosotros nos interesa encontrar un lenguaje neutral de género, que parece un método
mucho menos político. Con la ayuda del marco teórico pudimos definir las alternativas
más apropiadas para cada caso.
4
Para poder llevar a cabo la traducción usamos diccionarios como Norstedts spanska
ordbok (2000), Diccionario salamanca de la lengua española (2002) y varios
diccionarios electrónicos, por ejemplo el de la Real academia (www.rae.es).
Consultamos textos paralelos en la lengua fuente y meta. Nos informamos de la
situación actual en cuanto al uso de en en sueco, mirando la página web del Consejo
sueco de idiomas (www.sprakradet.se) y preguntando a la profesora y catedrática Karin
Milles que trabaja en la universidad de Södertörn.
1.6 El estado de la cuestión
Sarah Maria Melzer ha escrito una tesina que se llama “Att översätta könsneutralt - en
empirisk undersökning med fokus på översättning till svenska och tyska på
Europaparlamentet” (2011) que se publicó la página web de Tolk och
översättningsinstitutet (El departamento de interpretación y traducción). Melzer
investiga cómo se sigue las recomendaciones actuales para los traductores en el
Parlamento Europeo de usar una lengua no sexista en cuanto a las traducciones al sueco
y al alemán. El análisis se enfoca en las conjugaciones de los adjetivos, el uso de los
pronombres y los títulos de funcionamiento en el procedimiento en el Parlamento
Europeo. Melzer usa dos métodos en su análisis, primero investiga un cuerpo textual
que consiste en textos internos, como las reglas de procedimiento, y después entrevista a
dos traductores suecos y dos traductores alemanes trabajando en el Parlamento Europeo.
Sus conclusiones son que no se siguen todas las recomendaciones dadas, de cómo
traducir en una lengua no sexista, pero en general intentan usar formas neutrales, como
por ejemplo escribir han eller hon (“él y ella”), pero que en algunos casos se usa el
pronombre han (“él”) para referirse a por ejemplo un talman (“presidente”). También
describe los sistemas diferentes de género lingüístico en alemán y sueco, y concluye que
es más difícil usar una lengua no sexista en alemán que en sueco.
Otro ensayo relevante para nuestro trabajo es la tesina de maestría de Emil Paulsrud
(2014) en el Departamento de lenguas nórdicas de la universidad de Uppsala
“Kategoriseringar av hen - genusperspektiv på bruket av hen på Twitter”. Su trabajo no
se relaciona con la traducción, pero investiga el concepto de género como un concepto
performativo y cómo el uso del pronombre hen posibilita un cambio en las creencias
normativas en la sociedad. Concluye en su tesina (2014 en http://uu.diva-
portal.org/smash/get/diva2:802033/FULLTEXT01.pdf) que “hen entonces se convierte
5
en un ejemplo de un fenómeno que a la vez se relaciona con y se limita de la regulación
del matriz heterosexual y que desafía y desestabiliza la misma” [nuestra trad.]. Paulsrud
(2014 en http://uu.diva-portal.org/smash/get/diva2:802033/FULLTEXT01.pdf) resume
también que “hen es un concepto […] que desplaza las perspectivas desde el interior”
[nuestra trad.] y se puede relacionar ésto con nuestro análisis del pronombre en, que
tiene una función similar. También da vigencia al concepto de habituación que
sugerimos introducir para el fenómeno del desplazamiento de la norma a través de un
uso repetitivo de una palabra “nueva”. El aporte a la investigación que nuestro trabajo
propone será entonces introducir el término habituación y examinar cómo se puede
usarlo.
1.7 Disposición
En el primer apartado hemos presentado el objetivo del trabajo, las premisas, la
problematización, las hipótesis, el método aplicado, el estado de la cuestión y la
descripción del TF. En el segundo apartado presentamos el marco teórico que sirve de
base para el análisis que sigue en el tercer apartado. El marco teórico tiene tres
subapartados, primero el trasfondo socio-cultural, después un subapartado que trata del
feminismo y la ideología dentro de la traductología. El apartado teórico termina con un
subapartado que enfoca el lenguaje patriarcal en la lengua meta, que en sí tiene dos
subcategorías. El tercer apartado, es decir, el análisis, consiste en dos subapartados. El
primero contiene ejemplos del TF y TM donde se ve cómo se ha traducido la forma
gramatical impersonal. El segundo subapartado contiene ejemplos en los que se ve
cómo se ha traducido el género inclusivo del español en el TF al sueco en el TM. Por
último, procuraremos sacar algunas conclusiones del resultado del análisis. Al final, se
encuentra la bibliografía y los anexos, que consisten en el TF y el TM.
2 Marco teórico
En este apartado se presentan teorías relevantes para nuestro objetivo. Partimos de un
enfoque constructivista donde vemos la lengua como performativa, según la escuela
lingüística y el performance turn (Edlund, Erson & Milles 2007:12). Edlund, Erson y
Milles (2007:25) explican que la lengua es dinámica y performativa y que cada uno de
nuestros actos de habla tiene importancia para nuestra imagen del mundo. Los actos de
habla son procesos para crear significado, sentido, y transmiten nuestra visión de
fenómenos y fundan expectativas y actitudes que después son reproducidas.
6
2.1 Trasfondo socio-cultural
El enfoque constructivista se presenta para explicar el concepto de género. El
antropólogo Thomas Hylland Eriksen explica en su libro Små platser – stora frågor
(2000:132-134) que el concepto de género es aprendido socioculturalmente:
Pero al igual que la herencia y el origen étnico de ninguna manera es natural o
divino, sino una construcción social. Lo revelan las grandes diferencias culturales
con respeto a los conceptos y convenciones de género. Prácticamente en todas las
comunidades hay ideas de lo “natural” acerca de ciertas diferencias de género,
pero hasta estas creencias son construcciones culturales y no forman parte de la
naturaleza. Una perspectiva contemporánea antropológica sobre el género no
intentaría por lo tanto responder a la pregunta ¿qué significa género? sino más
bien estaría enfocada en “la construcción social y cultural de género”. [Nuestra
trad.]
Hylland Eriksen (2000:23) advierte del etnocentrismo explicando que “es un término
para el hecho de cuando uno juzga a otra gente desde su propia posición y le describe
partiendo de sus propias condiciones. El ethnos propio de la persona, incluyendo sus
valores culturales propias, se coloca literalmente en el centro.” [nuestra trad.]. Como
nos encontramos dentro de un sistema cultural creado en el ámbito del androcentrismo,
lo que la Real academia española (www.rae.es 2015) define como: “Visión del mundo y
de las relaciones sociales centrada en el punto de vista masculino” entendemos que
también nuestro lenguaje refleja nuestro ethnos. Entonces puede ser muy difícil ver que
nuestro lenguaje puede ser opresivo, despreciador o apoyar un modelo que excluye
mujeres de la visibilidad. Hurtado Albir (2013:617) concluye en su libro Traducción y
Traductología que “la traducción no puede ser una actividad neutra”. Puede parecer
muy obvio que las decisiones que tomamos reflejan nuestro ethnos, pero las decisiones
que toma el traductor, aunque sea inconscientemente, refleja su identidad y su ideología,
le posiciona dentro de una cultura, y en su trabajo de traducción se refleja la influencia
de su socialización cultural.
La igualdad significa que mujeres y hombres deben tener los mismos derechos y
condiciones en la sociedad. En la cultura sueca hay una ley de igualdad, que determina
que los empleadores y trabajadores conjuntamente deben promover la igualdad en los
lugares de trabajo. En 2005 el parlamento sueco aprobó cuatro objetivos para la política
7
lingüística sueca, de los cuales se encuentra uno que es que el sueco público debe ser
cultivado, sencillo y comprensible. También se señala la importancia de prevenir un uso
de la lengua que preserve los roles de género y que haga invisible a las mujeres en por
ejemplo textos de instituciones y autoridades (Milles 2008:11).
Karin Milles (2008:12) explica en su libro Jämställt språk que fue publicada por el
Consejo sueco de idiomas que todos, tanto hombres como mujeres, tenemos la
responsabilidad de trabajar por la igualdad de género en nuestro lenguaje. Para los que
trabajamos con el lenguaje en una forma tan explícita como hacemos los traductores,
ésto nos afecta y hay que tomar en cuenta la responsabilidad que implica.
2.2 Traducción, feminismo e ideología
El enfoque feminista en la traductología se inicia a mediados de los años ochenta y
coincide con el movimiento feminista en la lingüística y la crítica literaria feminista.
Los estudios sobre el lenguaje desde un punto de vista que hace concienciar la lengua
patriarcal, muestran los aspectos sexistas y discriminadores de la semántica, la
gramática y las metáforas (Hurtado Albir 2013:626).
La teórica y traductora Susanne de Lotbinière-Harwood (en Hurtado Albir 2013:628)
habla en su libro Re-belle et infidèle/The body bilingüal. Translation as a rewriting in
the feminin (1991) de traducir en femenino, de una reescritura femenina que busca
subvertir el lenguaje patriarcal. Para Lotbinière-Harwood la traducción no es solamente
una artesanía de saber su profesión de traductor, sino además se vuelve algo más sútil y
poderoso, se vuelve un acto político. Lotbinière-Harwood (1991:11) dice:
Al contrario de una práctica traductora ortodoxa, que mantiene la ilusión de
la perfecta neutralidad, incluso de la inexistencia de la mano traductora, la
traducción como práctica de reescritura en feminino pone las cartas boca
arriba desde el principio. Su proyecto es hacer entrar la conciencia
feminista en la actividad traductora. Al igual que la escritura en feminino,
con la que está relacionada, la traducción en feminino se presenta como
una actividad política que persigue hacer aparecer y vivir a las mujeres en
la lengua y en el mundo.
Traductoras y teóricas como Sherry Simon criticaron la traductología en sí por, entre
otras cosas, el uso de una lengua sexista con sus imagenes de dominio, fidelidad, lealtad
8
y engaño (en Munday 2012:198). Simon lleva a cabo un proyecto que se llama
translation project, y explica una parte de sus ideas de esta manera: “For feminist
translation, fidelity is to be directed toward neither the author nor the reader, but toward
the writing project – a project in which both writer and translator participate” (en
Munday 2012:199). Se puede ver el impacto de la lengua patriarcal en, por ejemplo, el
uso de la palabra ”infiel” en la declaración de la autora Hurtado Albir (2013:628) sobre
el proyecto de Lotbinière-Harwood: ”Traducir es para esta autora una reescritura en
feminino, una actividad que le permite reivindicar sus ideas feministas y mostrar una
actitud rebelde e infiel respecto a la concepción tradicional de la traducción”.
Susanne de Lotbiniére-Harwood propone una estrategia de traducción en términos
políticos:
My translation practice is a political activity aimed at making language speak for
woman. So my signature on a translation means: this translation has used every
translation strategy to make the feminine visible in language (Lotbiniére-
Harwood en Munday 2012:199).
Se puede establecer paralelismos entre las teorías de traducción e ideología y traducción
y género, en el que podemos examinar desde un punto de vista abierto la relación entre
género, lengua e ideología, con un entendimiento básico de la relación entre lengua y
poder. Los teóricos de la Escuela de manipulación investigan cómo la ideología
interviene en la traducción. El que más ha influenciado en esta área es André Lefevere,
que identificó las estructuras de poder bajo las cuales la traducción está funcionando:
Según Lefevere, la literatura actúa con las siguientes restricciones: el mecenazgo,
las normas poéticas, el universo del discurso (la relación con la cultura en que se
ha originado), la lengua en que se ha formulado y, en el caso de cualquier
reescritura, la obra original. Toda reescritura (crítica, historiografía, antologías,
traducción, etc.) se efectúa, al menos, con una de esas restricciones e implica el
resto; la traducción sería el caso más obvio de reescritura, ya que funciona con
todas ellas. Debido a esas restricciones, ninguna (re)escritura puede ser inocente;
la traducción tampoco. (en Hurtado Albir 2013:617)
Ésto coincide con lo que concluye Hurtado Albir (2013:617) sobre la neutralidad de la
traducción. Existe una noción de transparencia relacionada con el trabajo de traducción,
9
que traducciones son “inocentes” o vistas casi como “copias”, pero de otra lengua. Las
observaciones de Lefevere desmonta el concepto de “neutralidad”. Lefevere (en
Munday 2012:194) dice que “Translation is the most obviously recognizable type of
rewriting, and (…) it is potentially the most influential because it is able to project the
image of an author and/or those works beyond the boundaries of their culture of origin”.
Según Lefevere (en Munday 2012:194) el sistema literario, en el que se sitúa además la
traducción, es controlado por dos factores de poder: los profesionales y los mecenazgos.
Los profesionales son los que están trabajando dentro del sistema literario, como por
ejemplo los críticos, académicos, teóricos y los traductores, mientras los mecenazgos
son los que operan fuera del sistema literario, que determinan por ejemplo la ideología,
la economía y el estatus. Se ve entonces la relación entre la traducción y el poder.
La teórica Vidal Claramonte sigue la idea de Lefevere y en su libro Traducir entre
culturas (2007:59) dice que “las traducciones sirven para perpetuar determinadas
relaciones jerárquicas y reforzar estructuras de poder”. Explica que el lenguaje
“transmite y legitima muy sutilmente los modelos dominantes y excluye otros aunque
siempre a partir de una microfísica de intrincados juegos entre el poder y la resistencia”
(2007:36). Se podría definir aquellos “otros” como cualquier grupo subordinado,
dependiendo de la situación pragmática, y en nuestro caso la cita puede ser aplicable a
la teoría de género y la subordinación de las mujeres. Claramonte (2007:56) concluye
que “sin duda, el lenguaje nunca es neutro. Desde un lado y desde otro, su utilización no
es inocente”. Claramonte (2007:36) afirma que “lo más peligroso no es el Poder
ejercido abiertamente, sino la asunción de las normas de lo Mismo como algo natural y
universal”. También cita a Salman Rushdie: “(...)all of us share the view that we can't
simply use the language the way the British did; and that it needs remaking for our own
purposes” (ibid.).
2.2.1 El término habituación
Siendo así proponemos un término nuevo, siguiendo la idea de Lotbinière-Harwood,
pero en lugar de usar manipulación, sugerimos el uso de las palabras habituación o
adaptación. Pero, como adaptación ya existe como término dentro de la traductología,
para expresar cambios estratégicos del modelo de Vinay and Darbelnet (en Munday
2012:89), podría ser mejor introducir el término habituación en este caso. La palabra
manipulación contiene connotaciones negativas, se puede interpretar que el/la
traductor/a quiere imponer su poder para cambiar el TF, de una forma superior y/o
10
arrogante, mientras la palabra habituación quiere ofrecer más bien un proceso de
continuación, de un trabajo que seguirá hasta la norma se haya renovado a un idioma
que refleja la igualdad del que queremos también en la sociedad. Luise von Flotow
(1997:56) escribe en su libro Translation and Gender sobre este proceso al hablar de la
traducción de la Biblia y el enfoque de las traductoras feministas: “In their view,
linguistic change is an integral part of cultural change”. En el ejemplo de la traducción
de la Biblia dice que “language is clearly assigned wide-ranging socio-political effects:
the male-biased vocabulary used for God is seen to have an important influence on
patriarchal social structures that assign authority to human males”(ibid.). Von Flotow
(1997:54) menciona el proyecto de un grupo de traductoras dirigida por Joann
Haugerud que hicieron una traducción nueva de la Biblia basada en su teoría de
Inclusive Language Lectionary, con el propósito de eliminar el sesgo masculino (male
bias) usando pronombres neutrales o plurals para establecer un sentido de inclusión
mutua. El Inclusive Language Lectionary se puede relacionar con nuestro término de
habituación.
Luise von Flotow (1997:53) habla de Gender-conscious translation critisism que está
enfocado en la re-escritura y la re-traducción de textos que ya han sido traducidos, pero
que el punto de vista crítica requiere una traducción nueva para incluir mujeres y evitar
el lenguaje sesgado masculino (male biased language). Afirma que “Feminist revisions
of the Bible do not seek to change the content of the text; they are concerned with the
language in which this content is expressed” (ibid.). Diferentes métodos han sido
usados, por ejemplo usar pronombres neutrales o plurales, o la repetición de un nombre,
en este caso Dios, (von Flotow 1997:54) “rather than employ the masculine pronoun
he”. Si este trabajo se hiciera constantemente y conscientemente se evitaría la necesidad
de re-escrituras futuras en la traducción.
2.3 Español y sueco: sistemas diferentes de género
En la lengua española, y en todas las lenguas románicas, se ve que el género es algo
muy presente en la lengua. En sueco no lo tenemos de la misma manera, sino que
tenemos un sistema diferente de género lingüístico. Suzanne Romaine escribe en su
libro Communicating Gender (1999:67) sobre la investigación del gramatólogo Jakob
Grimm que ha intentado determinar el origen del género lingüístico. Explica que el
género aparece en la gramática de las lenguas indoeuropeos (que incluyen las lenguas
11
existentes en Europa) ya en el siglo XV, cuando Protágoras dividió los grupos de
sustantivos del griego en dos clases nombradas femenino y masculino. El término
gramatical fue derivado de la palabra latina genus que significaba raza o clase y no tenía
relación con la clasificación de los sexos. Pero, en el siglo XIX, dice que el gramatólogo
alemán Jakob Grimm, encontró que el concepto de género en la gramática es una
extensión metafórica de la percepción cultural del sexo:
Things named by masculine nouns are, in Grimm's opinion, earlier, larger,
firmer, more inflexible, quicker, active, movable, and creative; those that were
feminine were later, smaller, softer, quieter, suffering/passive, and receptive.
Romaine believes that Grimm's analysis shows a radical belief in male
superiority. (Karoubi 2015)
Uwe Kjaer Nissen escribe en su artículo “Aspects of translating gender” (Linguistic
Online 2002) sobre el problema que surge en el trabajo de traducir entre dos idiomas
que tienen sistemas diferentes de género lingüístico. Nissen (2002:27) explica que esta
necesidad de agregar un nombre, o como vemos más adelante en nuestro análisis, un
adjetivo como “kvinnlig” para visibilizar el género inclusivo del español, hace que este
aspecto se destaca y sobresale mucho más que en el TF:
In this way, this translation procedure not only adds the necessary information
but, at the same time, also intensifies the focus on the fact that the referent is a
female. Therefore, an apparently 'innocent' supply of information may distort
the text in a way that was not intended. Seen from an ideological perspective,
the English reader in this case might interpret the stanza to be more related
with 'women's matters' or even 'feminism' than was originally intended.
Teniendo la intención de producir un TM con un idioma no sexista, puede por lo tanto
complicar la situación al tener que agregar adjetivos como “kvinnlig” para mostrar el
género inclusivo del TF. El producto final puede, además de querer visibilizar lo
femenino, hasta acabar mostrándolo de un modo demasiado fuerte. Como el español
tiene el sistema lingüístico de género muy marcado, y se está obligado a elegir entre la
forma masculina o femenina, tampoco sobresale en un texto como lo resulta hacer en
sueco. Suzanne Romaine (en Karoubi 1999:21) habla en su libro Communicating
gender (1999) sobre el hecho de que los hispanohablantes están obligados a distinguir el
estado de género, que las distinciones han sidos “gramaticadas” en el español, donde no
12
las son en inglés y tampoco en sueco. Anna Livia habla del mismo fenómeno en su
artículo “One Man in Two is a Woman: Linguistic Approaches to Gender in Literary”
(en Holmes & Meyerhoff 2003:157) y explica lo siguiente: “when translating from a
language in which there are many linguistic gender markers into a language which has
fewer, either gender information is lost, or it is overstated, overtly asserted where in the
original it is more subtly presupposed”. La posición de Nissen, Romaine y Livia se
relaciona con la de Claramonte y Lefevere, y también se puede ver que el aspecto de
género influye en todas las decisiones que tomamos en lo largo de una tradcucción.
Nissen (2002) concluye:
Linguistic categories, like 'gender', may imply many unpredictable factors in
the source text that, even to native speakers, may be opaque, and translators are,
therefore, frequently forced to come up with solutions in terms of their own
ideologically-based knowledge, possibly supplemented by their own intuitions.
The translation of gender, therefore, constitutes a good example for showing
that the target text, in comparison with the source text, is always an
ideologically enriched text.
Estas declaraciones dan vigencia a un punto de vista en donde la manipulación, en
forma de habituaciones, de la lengua podría justificarse. Visto que el proceso de
traducción constituye en tomar decisiones, es una maniobra constante que hacemos los
traductores, sin considerarlo como un acto. Las razones por qué decidimos escribir una
frase u otra, una expresión u otra, son la mayoría del tiempo basadas en una operación
inconsciente. Asociándose a la idea de “manipular” puede parecer provocativa, puesto
que la cuestión de fidelidad siempre ha sido la noción clave en la traductología a lo
largo de la historia, pero en nuestro caso se trata más de concienciar el proceso
cognitivo inconsciente para poder tomar decisiones adecuadas a lo largo del trabajo de
traducción.
2.3.1 El pronombre genérico
Estudiamos la forma gramatical impersonal, porque es una expresión lingüística donde
se ve los restos del lenguaje patriarcal en sueco. En la lengua fuente se expresa la forma
impersonal de varias maneras. En sueco se usa frecuentemente la forma man para
expresar la forma impersonal. Hay también otras formas de expresarlo, por ejemplo la
forma pasiva o reflexiva. En el círculo y ámbito de estudios de género el pronombre
13
man ha generado varios debates, que siguen desarrollándose por diferentes medios. Un
ejemplo es el artículo “Människa eller Enniska” (“Hombre o persona” [nuestra trad.])
escrito por el investigador de lenguajes nórdicos en la universidad de Lund, Andreas
Widoff (Tidningen Kulturen 2014). Widoff propone que en lugar de usar en, opta por un
nuevo uso de karl (sustantivo por “hombre”) para sustituir el sustantivo man, y entonces
el uso de man como pronombre génerico no tendrá nada que hacer con el sustantivo y la
asociación entre man con algo solamente masculino disminuirá. Además dice que la
palabra man etimológigamente proviene de la palabra människa, y que el significado no
tiene que ver con el género. Gouëffic (1996:9) explica que “Context is to let us know
when man means the species, and when it refers only to the male (…). Being man
entails being male. It never did, does not now, nor can it ever include femeness, fem,
nor the commonalities of rationality, self-reflectiveness, sapienness, etc.”. O sea, decir
que människa/man no significa ser hombre, sino ser humano (human) es una
declaración que tiene que verse situada en su propia etnocentrismo. El libro de Gouëffic
hace visible nociones del idioma que enriquecen el diálogo académico y que desafían
las estructuras existentes de la lingüística.
Milles afirma que el pronombre génerico man puede causar problemas para el que
quiere usar un lenguaje no sexista. Milles dice (2008:54-55):
El problema de la palabra en este contexto es obviamente su similitud total con
el sustantivo man – una persona de sexo masculino. El pronombre proviene
históricamente también del sustantivo. Y claro que no es bueno desde un punto
de vista de igualdad, que lo masculino representa lo general y lo humano.
Tampoco mejora la situación que es una palabra frecuente, tanto en el habla
como en textos escritos. El hecho de que el pronombre man se usa en oraciones
que se refieren a un comportamiento normal o un estado general produce un
enlace simbólico, no preferido, entre lo normal y lo masculino. [Nuestra trad.]
Señala que la forma objetiva del pronombre es en y que en muchas regiones de Suecia
se usa en como forma primitiva en el habla, o sea, en lugar de man, por ejemplo “En
borde inte sova, når natta faller på! En borde si på stjärnera...En borde vara två.”(ibid.).
La recomendación de Milles (2008:56) para el pronombre génerico de man es “Seguir
usando man. El que tiene en en su forma de hablar puede, en los textos más informales,
tratar de usarlo.” [nuestra trad.]. Para saber la opinión actual de Karin Milles (2015) le
hemos preguntado por correspondencia electrónica, y nos responde lo siguiente:
14
En cuanto a tu pregunta específica sobre el pronombre “man” es, como dices,
¡que la situación realmente ha cambiado desde que se publicó Jämställt språk!
La práctica de sustituir el pronombre “man” a “en” se ha extendido mucho y
oigo y veo frecuentemente que, sobre todo las estudiantes jóvenes, lo usan –
tanto en el habla como en textos. Hay también libros publicados en los que se
ve el uso de “en”(por ejemplo en Skamgrepp de Ulrika Dahl). [Nuestra trad.]
Milles (2015) también dice que le parece que casi siempre el intercambio de man por en
se hace por objetivos políticos, sobre todo feministas, y que el acto entonces no es
apolítico pero, que las experimentaciones lingüísticas que cambian la sociedad nunca lo
son.
Al hablar sobre el pronombre de la tercera persona, donde usamos normalmente en
sueco han o hon (él o ella) hay muchas más opciones para usar un lenguaje no sexista.
Primero se puede intentar de reescribir la frase para evitar el uso de han génerico. Milles
(2008:50) menciona además el nuevo pronombre hen, y dice que se puede interpretar
como un préstamo del pronombre neutral del finlandés hän, o como una palabra
construida que une los dos pronombres han y hon. Desde que se publicó el libro en
2008 ha cambiado la relación que tenemos los suecos con hen. Ahora se puede ver el
uso en textos públicos, y se nota cómo funciona en realidad la habituación. El término
de habituación al principio se extiende entre grupos de gente dentro de la esfera en la
que, por ejemplo, tienen el objetivo político en común. Después el uso de la habituación
sigue extendiéndose a otros grupos, hasta que logra establecerse en la lengua general, o
no. Es como vemos en la página web del Consejo sueco de idiomas (www.sprakradet.se
2015) que “al expandirse el uso, aumentan los contextos en los que la palabra se percibe
como neutral. Las palabras se establecen mientras más se usan.” [nuestra trad.].
Las recomendaciones del Consejo sueco de idiomas con respecto al pronombre de han
genérico también son en algunos casos aplicables en el uso de man. Ejemplos de cómo
se puede reescribir la frase para evitar el uso de han genérico (Milles 2008:51-53):
-Repetición de la palabra principal
-Usar la forma pasiva
-Reescribir al plural
15
-Añadir los dos pronombres personales en tercera persona singular, han/hon, es decir,
tanto la forma masculina como la forma femenina (tanto él como ella)
-Usar la construcción den som, o sea “el que”, pero el artículo en sueco no tiene género
-Usar dirección directa, o sea, dirigirse directamente al lector en forma de tú/usted
-Usar den como pronombre neutral de género
En conclusión tenemos la alternativa de usar en en lugar de man, aunque Milles
(2008:56) recomienda usarlo solamente en textos informales, y después tenemos la
opción de poder hacer una reescritura de la frase en su totalidad para evitar la necesidad
de un pronombre génerico. Haciendo una reescritura de la frase usando la forma pasiva
es un método que hemos usado en varias situaciones en nuestra traducción (ver el
subapartado 3.1). Hellspong y Ledin (2009:70) explica en su libro Vägar genom texten
que “muchas frases pasivas tienden a hacer un texto más impersonal” [nuestra trad.].
Cuando una frase es activa tiene un sujeto que realiza un acto en la frase, en una frase
pasiva el sujeto se vuelve agente, alguien que es expuesto al acto. En el análisis de
textos ésto significa un distanciamiento (Hellspong & Ledin 2009:181). Gunnar Fält
(2000:324) explica en su libro Spansk grammatik för universitet och högskolor que “las
frases pasivas se perciben como pesados y se presenta sobre todo en el lenguaje
escrito”.
Según el Consejo sueco de idiomas (2015 www.sprakradet.se) vemos la siguiente
respuesta de la pregunta “¿se puede usar en en lugar de man en textos escritos?
El uso del pronombre en para reemplazar man se ha empezado a expandir en
los circuitos conscientes de género. Se usa como pronombre genérico neutral
de género, como hen se usa como pronombre personal neutral de género. (…)
No hay nada en la lengua que impide el uso de en como forma de sujeto, pero
puede alentar diferentes reacciones. Puede parecer dialectal o cargado
ideológicamente. El contexto en el que es adecuado utilizar en como forma de
sujeto es determinado por la situación de comunicación y los destinatarios
pensados. Al expandirse el uso, aumentan los contextos en los que la palabra
se percibe como neutral. Las palabras se establecen mientras más se usan, por
eso son los usuarios mismos que deciden en que medida quieren contribuir al
establecimiento de en como pronombre neutral de género. [Nuestra trad.]
Aquí vemos también que somos nosotros como usuarios de la lengua que determinamos
el desarrollo de una nueva norma. Si queremos trabajar por establecer el nuevo
pronombre neutral de en, tenemos que empezar a usarlo. Milles (2015) lo reafirma y
16
dice además que “evidentemente los que no están de acuerdo políticamente
reaccionarán y se opondrán al cambio, pero que todos los cambios tienen al principio
sus contrarrestares”.
2.3.2 El género inclusivo
Otro aspecto de género que difiere entre las lenguas de este trabajo es el género
inclusivo, o sea, que las palabras españolas ya tienen género, y sobre todo cuando se
trata de un sujeto y/o objeto, el género se muestra a través de la letra final o se ve en el
artículo. Louise Gouëffic (1996:7) habla del fenómeno de nombrar la totalidad por una
parte. Esto significa en el caso de gramática incluir lo femenino en lo masculino. Ésto es
algo que en general lo damos por sentado sin cuestionarlo.
En el encuentro de los diferentes sistemas de expresar el género lingüístico de sueco y
español la traducción se vuelve problemática. En sueco tenemos también el género
inclusivo, en algunos casos específicos, como las palabras de identidad personal: títulos
profesionales (skådespelare/skådespelerska, en español actor/actriz), empleos o
asignaciones de confianza (ordförande, en esp. presidente). Con el uso de éstas podemos
también etiquetar personas según el deporte que realiza (simmare, störtloppsåkare, en
esp. nadador, esquiador). Las palabras de identidad personal también puede describir
alguien según su empleo temporal (inhoppare, finalist, en esp. suplente, finalista).
Algunas de éstas palabras son marcadas lingüísticamente de género o son percibidas así
(Milles 2008:35).
Milles (2008:35) dice que hay varias posibilidades de escribir de forma neutral en el
que se incluyen mujeres y hombres sin subrayar el sexo. Pero, hay una situación
ambigua en cuanto a las designaciones personales, puesto que los que llamamos
“neutrales”, son o derivan de las formas masculinas (lärare-lärarinna, direktör-direktris,
frisör-frisörska, författare-författarinna etc. en español profesor-profesora, presidente-
presidenta, peluquero-peluquera, escritor-escritora etc.). Las formas femeninas también
contienen su problemática propia, dado que muchas de las formas suenan antiguas o
exóticas. También se puede notar un tono despreciativo o disminuido en el uso de las
formas femeninas, ¿es que una höjdhopperska (saltadora de altura) salta igual de alto
como un höjdhoppare (saltador de altura)? ¿escribe una författarinna (escritora) tan
bueno como un författare (escritor)? (Milles 2008:40). Hay formas masculinas comunes
17
que causan otro problema: no existe una forma femenina; brandman, tjänsteman,
riksdagsman, fackman etc. (bombero, oficial, diputado, experto etc. términos que en
sueco terminan en el morfema “man”, que significa hombre).
El Consejo sueco de idiomas recomienda usar la forma neutral de género si es que la
hay (Milles 2008:45). La designación debe ser útil para ambos sexos, y aunque algunos
pueden parecer mantener a una categoría de género (barnmorska, brandman, en esp.
partera, bombero) son títulos profesionales que no tienen que ver con el sexo de quien
los usa. También recomienda que trabajemos para introducir etiquetas más neutrales,
donde la función del título será lo importante y no el sexo. Por ejemplo podemos decir
administration o anställd (empleado) en lugar de tjänsteman (oficial), y para
riksdagsman (miembro del parlamento) ya usamos el nuevo término riksdagsledamot
(ibid.47).
Tomando en cuenta lo que explica Livia (2003:157), que cuando se traduce de un
idioma con muchos marcadores lingüísticos de género a un idioma con menos
marcadores, o la información de género se pierde, o sobresale de una forma que no
corresponde al propósito del TF, vemos que este es el caso con las lenguas de nuestro
trabajo.
3 Análisis
En este apartado relacionamos las recomendaciones del Consejo sueco de idiomas para
casos de lenguaje que conservan los roles de género que expresan desigualdad con
nuestro trabajo de traducción. Determinamos cómo podemos incorporar este aspecto en
nuestra traducción. Abajo siguen dos subapartados en los que vemos ejemplos de los TF
y TM, primero la forma gramatical impersonal y segundo el género inclusivo de
español. Investigamos cómo el marco teórico nos puede ayudar en tomar decisiones
conforme a nuestro objetivo.
3.1 Traducir la forma gramatical impersonal
Vemos abajo una lista de ejemplos en donde habría sido fácil traducir el TF con una
frase usando man, pero donde hemos intentado encontrar una alternativa que sea
lingüísticamente y estilísticamente correcta y que se ajuste a nuestro objetivo. En el
proceso del trabajo de traducción se nota la naturaleza de nuestra lengua interna, y que
18
la mayoría del tiempo no nos damos cuenta de que primero, uno tiene el lenguaje
patriarcal incorporado de una forma tan profunda que cuesta notarlo, y segundo, que es
un esfuerzo consciente sacarlo a la luz para poder cambiarlo.
Ejemplos:
(1)
Pero antes de indagarla cabría preguntarse
por qué aún resulta chocante que una mujer
de 60 años conduzca un taxi en un
anochecer frío. (p.1)
Men innan vi utforskar den behöver vi
fråga oss varför det fortfarande är lite
chockerande att det är en 60-årig kvinna
som kör taxin genom den kyliga kvällen.
En español se usa aquí “cabría preguntarse” y vemos que se usa la forma reflexiva del
verbo para expresar la impersonalidad. La primera alternativa que nos ocurrió como
traducción es “behöver man fråga sig”, siguiendo la forma del TF. Hemos elegido poner
un pronombre, es decir, la primera persona plural, en el TM (“vi” - “nosotros”), para
evitar el uso de man. Según Milles (2008:52) usar por ejemplo una forma pasiva para
reescribir la frase puede hacer que la frase parezca impersonal. En este caso hemos
intercambiado la impersonalidad en la frase del TM por una frase con un pronombre
personal, significando un aumento en el nivel de personalidad.
Después en la misma frase dice “por qué aún resulta chocante”, que conlleva un
problema cultural, dado que en realidad en la cultura meta no pensamos que sería
“chockerande” ver una mujer taxista, las hay. Si hubiéramos traducido sin pensar del
género, habríamos escrito “varför reagerar man fortfarande över” (“por qué uno todavía
reacciona”). Esta alternativa parece más adecuada, pero contiene man. Podríamos
también seguir la línea más personal y seguir con la primera persona plural del
pronombre personal “varför vi fortfarande reagerar över” (por qué reaccionamos
todavía”), pero entonces tendríamos una repetición de este pronombre vi tres veces en la
misma frase y queremos evitar la repetición exagerada. Es casi imposible usar el verbo
“reagera” en esta frase sin usar man o vi. La solución final es añadir el diminutivo “lite”
(“un poco”) al adjetivo “chocante” y usar una reescritura con un sujeto formal (“det”).
Podríamos también argumentar por un uso de la habituación en en este caso. Según
Simon (en Munday 2012:199) “fidelity is to be directed toward neither the author nor
the reader, but toward the writing project – a project in which both writer and translator
participate”. Nuestro “writing project” sería entonces hacer una traducción partiendo de
19
nuestro objetivo, en donde podemos decir que formamos parte de un objetivo nacional
(formulado por las leyes del Consejo sueco de idiomas, ver el subapartado 2.1). Vemos
además que en la situación metatextual existen factores de poder, como explica
Lefevere (en Munday 2012:194-195), que influyen en el producto final de una
traducción. Hay que tomar en cuenta los compradores de nuestros servicios de
traducción, los directores editoriales, que forman parte de los que Lefevere llaman
mecenazgos (en Munday 2012:194). Si nuestra traducción se publicara debería primero
ser aprobada por el cliente. Podemos proponer usar la habituación en substituyendo
man, y escribir “varför reagerar en fortfarande”, pero como nuestro objetivo no es tan
radicalmente feminista como por ejemplo Lotbinère-Harwood (en Munday 2012:199),
que abiertamente interviene y usa solamente formas femeninas, sino que contiene el
objetivo de seguir fiel al propósito del TM, queremos primero buscar todas las
alternativas menos políticas, antes de incluir las habituaciones.
(2)
(…) incluso aplicándose testosterona en
gel, como hizo la filósofa Beatriz Preciado
para escribir su Testo yonki (...)(p.2)
Det går till och med att applicera
testosteron-gel, som filosofen Beatriz
Preciado gjorde när hon skrev sin bok
Testo yonki, (...)
Aquí aparece la forma impersonal reflexiva de la LF y en sueco la primera frase que se
nos ocurrió fue “Man kan till och med applicera”, pero encontramos la solución con el
pronombre impersonal “det” que entonces se convierte en el sujeto formal de la frase.
Hemos entonces usado la alternativa del Consejo de Lenguas de reescritura de la frase
entera (Milles 2008: 51-53).
(3)
(…) proponía que en lugar de feminismo,
que malévolamente se identificaba como
algo “extravagante, asexuado y grotesco”,
se hablara de humanismo: (p.4)
(…) att en istället för feminism, som
felaktigt uppfattades som något
”överdrivet, avsexualiserat och groteskt”
skulle prata om humanism:
Aquí hemos puesto en y entonces tenemos una situación en donde la jerarquía de los
propósitos de nuestra traducción se pone en juego. Por un lado tenemos el objetivo de
evitar man, por el otro lado queremos producir un texto que esté dentro de las normas de
20
un texto de alta calidad literaria. Poner en es un ejemplo de una habituación, ya que es
una alternativa existente como palabra de substitución de man. Es una alternativa
recomendada de Milles (2008:56), pero en el año 2008, cuando se publicó el libro, no se
recomienda usarla en textos formales. En una correspondencia electrónica, Milles
(2015) dice que ha empezado a expandirse el uso también a textos formales, pero que
todavía puede causar reacciones de los tradicionalistas. Si vemos la recomendación en
la página web del Consejo de Lenguas (www.sprakradet.se 2015), se puede notar que
dicen que no hay nada que impida el uso de en, no es incorrecto, sino que depende de la
situación de comunicación y los destinatarios pensados si es apropiado o no.
Basándonos en la idea de Claramonte (2007:36) que explica que el lenguaje “transmite
y legitima muy sutilmente los modelos dominantes y excluye otros” podemos ver que el
uso de la palabra man es una expresión de la lengua dominante (patriarcal), e introducir
el pronombre en no es más político que usar man, sino que es una expresión de otra
lengua no dominante (la lengua no sexista). Teniendo en cuenta lo que dice Hurtado
Albir (2013:617) acerca de que “la traducción no puede ser una actividad neutra”, elegir
entre man y en no es un resultado de un objetivo político, sino de un acto de hacerse
consciente del hecho de que no elegir, también es elegir. En este caso el “no elegir”
generalmente es una decisión inconsciente, que se explica por la socialización cultural y
el etnocentrismo (y androcentrismo), que vemos en los estudios de antropología
(Hylland-Eriksen 2000:23).
(4)
Para muchas mujeres, esa proyección
pertenece al imaginario propio de quien se
viste y maquilla para ella misma, e incluso
para otras mujeres. (p.10)
För många kvinnor tillhör den här
projektionen uppfattningen att den som klär
sig och sminkar sig gör det för sin egen
skull eller till och med för andra kvinnor.
Aquí “att man klär sig och sminkar sig för sin egen skull” suena más simple y directo,
pero en realidad la traducción elegida es más correcta y más cercana al TF. El TM
podría haber tenido muchos más man, es una palabra muy frecuente, como dice Fält
(2000:324) “una construcción impersonal en español con se + verbo en tercera persona
singular, muchas veces corresponde a expresiones suecas con “man” o una forma
pasiva”[nuestra trad.]. Man es muy fácil de usar, a veces parece que lo usamos sin
necesidad. Es algo que se nota estando atenta y presente en el proceso cognitivo durante
el trabajo de traducir y revisar un texto. Un texto resulta ser más directo sin poner man,
21
dado que es un pronombre generalizador. Si cambiamos el pronombre genérico a un
pronombre directo, significa que el estilo del texto resulta ser más directo. Cuando se
dice por ejemplo “det behöver man nog göra” (“se necesita hacer”), en lugar de decir
“det behöver jag/du/han/hon/vi/ni/de nog göra” (“necesito/as/a(amos/ais/an hacer”) la
dirección del texto resulta ser más directa. Hellspong & Ledin (2009:173-175) explican
que “se produce un deslizamiento de la referencia a man, puede significar diferentes
personas en diferentes situaciones. Entonces puede ofuscar el enunciado.” [nuestra
trad.]. La referencia a man puede ser un grupo indefinido de personas y el autor de un
texto puede usar esta generalización para evitar tomar responsabilidad de una
declaración (Hellspong & Ledin 2009:174). Podemos ver también en el siguiente
ejemplo cómo los pronombres personales y/o genéricos cambian la dirección del
enunciado.
(5)
“La igualdad está muy bien, pero para
conseguirla es necesario saber que hombres
y mujeres parten de lugares distintos”(p.11)
“Jämställdhet är jättebra, men för att uppnå
den är det nödvändigt att förstå att män och
kvinnor utgår ifrån olika lägen”
Aquí se usa la forma infinitivo simple del verbo para expresar la impersonalidad “para
conseguirla”, y el infinitivo compuesto de “es necesario saber” también expresa
impersonalidad. Podríamos haber escrito “men för att man ska uppnå den behöver man
förstå (...)”, eller “ men för att den ska uppnås behöver man förstå (...)”, en la primera
frase con el pronombre genérico dos veces y en la segunda frase una forma pasiva y
después el pronombre genérico. El resultado final de la traducción está más cerca del
TF. Hemos puesto un sujeto formal (“det”) con una frase subordinada con “att”,
siguiendo la gramática del TF. El ritmo del sueco está un poco enredado, la frase es
correcta y suena más formal que el tono en el TF, pero funciona con nuestros objetivos:
no usar man y tener un nivel literario adecuado.
Ahora vamos a ver cuatro ejemplos (número seis a nueve), en los que hemos traducido
la forma impersonal del TF a una forma pasiva en el TM. Hellspong y Ledin (2009:70)
escriben que muchas formas pasivas hacen que se convierta en un texto más impersonal.
Fält (2000:324) reafirma que las formas pasivas parecen más pesadas que las activas.
Traduciendo la forma impersonal del TF a una forma pasiva en el TM puede entonces
causar un distanciamiento entre el TM y el/la destinatario/a. El querer mantener la
22
estructura interpersonal que existe en el TF justifica el uso de la habituación en,
significando que el nivel de personalidad/impersonalidad en el TF se traslada al TM.
Sin embargo, la forma reflexiva impersonal del español tampoco tiene una dirección
muy específica. Pero sigue siendo una frase activa. Si vemos el ejemplo siguiente, una
declaración más directa sería por ejemplo “escuchamos a menudo”.
(6)
“El feminismo ha fracasado”, se escucha a
menudo. (p.11)
”Feminismen har misslyckats” hörs det då
och då.
La primera alternativa que se nos ocurrió fue “Hör man då och då”. Hemos optado por
el uso de la forma pasiva del verbo en el TM.
(7)
En un registro más pretencioso se alude a
“revolución fallida” (p.11)
Uttryckt på ett mer pretentiöst sätt talas det
om ”en förspilld revolution”
Otra vez la forma reflexiva en español, y en sueco se nos ocurrió “talar man om” como
primera alternativa. Podríamos poner en, “en talar om en “förspilld revolution””, y
entonces será una habituación. Con la solución de la forma pasiva “talas det om”
evitamos la necesidad de un pronombre genérico.
(8)
“Son semillas que plantamos, y esperamos
que disminuya la desigualdad si nos dejan
desde arriba”(p.15)
”Det här är frön som vi sår och som vi
hoppas ska minska ojämställdheten, om det
tillåts uppifrån”
Aquí tenemos una frase donde se usa la tercera persona plural en el TF para explicar el
grupo “desde arriba”, el poder, el gobierno, el grupo indefinido con quien se ve
contrapuesto. En sueco solemos expresar este grupo con el pronombre génerico man.
“(...) om man tillåter det uppifrån”. Se podría traducirlo muy literalmente y decir “(...)
om de tillåter det uppifrån”, pero entonces se vuelve muy directa la declaración y no
solemos señalar tan directamente “ellos”, porque aumenta la brecha política entre
nosotros y el grupo mencionado, puede parecer demasiado fuerte. Hemos optado por la
solución en pasiva “om det tillåts uppifrån”, que también señala la distancia a este grupo
indefinido, pero evitando man y evitando que sea demasiado directa.
23
(9)
(…) que las nuevas plataformas de
izquierdas no hablen de los problemas de la
mujer. (p.17)
(…) att det inte talas om kvinnors problem
inom de nya vänsterrörelserna.
Aquí se podría poner “att man inte talar om kvinnors problem inom de nya
vänsterrörelserna”, o se podría haber usado en en lugar de man. Si miramos la frase en
el TF vemos que otra vez se usa la tercera persona plural, y sería literalmente “att de nya
vänsterrörelserna inte talar om kvinnors problem”. En este caso vemos que se convierte
en una metáfora donde “vänsterrörelserna” se personaliza y tiene una voz por sí solo.
Pero en este caso suena mucho mejor usar la expresión “inom vänsterrörelserna” y
entonces es necesario tener un pronombre personal/impersonal con el verbo “tala”.
Nuestra solución es usar la forma pasiva con el sujeto formal “det”. En conclusión
vemos que muchas veces se puede reescribir la forma impersonal del TF a una forma
impersonal pasiva en el TM, teniendo en cuenta que puede causar un distanciamiento
entre el texto y el lector, o entre las voces y los roles intertextuales (Hellspong & Ledin
2009:173).
(10)
Los más delicados denominan al fenómeno
la utopía feminista. El elevado precio de la
libertad que han tenido que pagar las
mujeres, dicen. (p.12)
De mer belevade kallar fenomenet för den
feministiska utopin. De säger att det är det
höga pris som kvinnor får betala för sin
frihet.
Cuando se habla de un grupo indefinido, lo normal sería usar “säger man” en el TM
(“Det är det höga pris kvinnor får betala för sin frihet, säger man”, entendido bajo la
línea “dice la gente en este grupo”). En esta frase el grupo está definido como “los más
delicados”, aunque se clasifica como un grupo bastante indefinido todavía. Se podría
usar la forma pasiva también “sägs det”. Hemos optado por la forma personal, lo cual
está más cerca del TF también y añadir el pronombre “de” (ellos), lo que hace que la
declaración sea más directa (Hellspong & Ledin 2009: 174).
(11)
“uno tiene que estar comprometido con su
oficio, nunca haré un personaje que no ”en behöver vara engagerad i sitt yrke, jag
24
exista” (p.22) skulle aldrig spela en overklig roll”
Aquí hay un ejemplo donde hemos optado por usar en, en forma de una habituación.
Podríamos haber puesto “jag behöver vara engagerad i mitt yrke”, o tal vez “vi behöver
vara” pero hubiera sido una manipulación más fuerte del TF. Otra alternativa podría ser
“Det är nödvändigt att vara engagerad” (“es necesario estar comprometido”), pero
entonces se nota el desplazamiento de la dirección del enunciado. En el TF hay una
cercanía entre las dos frases, separadas por el coma, que se perdería sacando el
pronombre genérico en el TM. La persona que pronuncia esta frase se incluye en el
pronombre “uno”. Usar la habituación en en esta frase en el TM también corresponde al
contexto pragmático del TF. Las mujeres entrevistadas en los perfiles del TF se
relacionan con el movimiento feminista y en la cultura feminista sueca ya se usa el
pronombre en, tanto en el habla como en los textos escritos (Milles 2015).
3.2 Traducir el género inclusivo
Abajo vemos ejemplos de nuestro texto en donde se ve el género inclusivo de la LF y
cómo hemos elegido traducirlo.
(12)
y el fenómeno de las diosas del pop mejor
pagadas de la historia (p.3)
och fenomenet med de mest välbetalda
kvinnliga popstjärnorna i världshistorien
En este ejemplo tuvimos la opción literal de traducir a “de mest välbetalda
popgudinnorna” lo cual era nuestra alternativa preferida. Hablando de la palabra
“diosa”, pensamos que este es un caso en el que la forma femenina no conlleva rasgos
de desprecio o disminución, sino que “gudinna” puede ser una palabra donde la
femineidad es reforzado, y sus cualidades apreciadas. Sin embargo, usando la forma
más neutral de “popstjärna” seguimos las recomendaciones del Consejo de Lenguas
(Milles 2008:45).
(13)
Sobria y eficaz, representa a la generación
a la que tanto costó ser ciudadanas de
primera (p.4)
Sansad och effektiv representerar hon en
generation kvinnor som fått kämpa sig till
sina medborgerliga rättigheter
25
En este caso hemos optado por reescribir la frase entera, y el género inclusivo de “ser
ciudadanas” no se ve en el TM como “kvinnlig medborgare” sino hemos puesto
“kvinnor” ya como objeto de la frase principal, que en el TF es “la generación”.
Pensamos que nuestra solución, según lo que dice Nissen (2002:27) sobre el hecho de
que la traducción del género inclusivo muchas veces hace que la noción de género
sobresalga en el TM, es la alternativa en la que el género se nota sin resaltar demasiado
en el texto.
(14)
Y aunque el número de mujeres que
presiden Gobiernos sea aún residual,
políticas como la brasileña Dilma Rousseff
o la ex primera ministra islandesa Jóhanna
Sigurdardóttir están definiendo un nuevo
estilo de liderazgo femenino. (p.5)
Även om antalet kvinnor på ledande
regeringsposter fortfarande är få, visar
kvinnliga politiker såsom brasilianska
Dilma Rousseff och Islands före detta
premiärminister Jóhanna Sigurdadóttir prov
på nya former av kvinnligt ledarskap.
En este ejemplo la noción de género se muestra a través de diferentes palabras: mujeres,
políticas, brasileña, primera, ministra, islandesa, y femenino. El texto fluye sin
repeticiones ningunas. Pero en el TM se ve el género correspondiente a través de:
kvinnor, kvinnliga och kvinnligt. El número de palabras en donde se ve el género son
menos en el TM, pero, la única palabra que tenemos es diferentes formas gramaticales
del morfema “kvinna”. En este caso podríamos en realidad quitar “kvinnliga” antes de
“politiker”, dado que se entiende del contexto que se habla de políticas. Entonces la
decisión está en línea con las recomendaciones del Consejo de Lenguas (Milles
2008:45) de usar la forma neutral en las situaciones donde no sea necesario distinguir el
género.
(15)
Pero ¿por qué el 60% de las profesionales –
cifra que Susan Pinker refleja en su libro La
paradoja sexual– rechazan ascensos y optan
por flexibilidad laboral? (p.6)
Varför tackar då 60 % av yrkesarbetande
kvinnor nej till att bli befordrade för att
istället välja flexibla arbetstider? Det är en
siffra som Susan Pinker reflekterar över i
sin bok The sexual paradox
26
En este ejemplo “las profesionales”es el sujeto de la frase y la traducción sería
“yrkesmän” o “fackmän”. Si vemos en el diccionario de Norstedts spanska ordbok
(1999) también hay “yrkeskvinna”, que podría calificarse como una habituación en este
caso. En nuestra alternativa de traducción hemos elegido transformar el substantivo
“profesional” al adjetivo “yrkesarbetande” que determina el substantivo “kvinnor”. Es
una alternativa donde hemos optado por la reescritura frente a usar la habituación,
suponiendo que no produce la exageración del TM que hubiéramos tenido usando
“yrkeskvinnor”. Podríamos además excluir por completo el adjetivo “yrkesarbetande” y
escribir solamente “kvinnor”, dado que en la cultura meta se supone que una fuerte
mayoría de las mujeres trabajan, pero entonces nos hubiéramos alejado bastante de las
connotaciones de “las profesionales” del TF.
(16)
Hay que adquirir de una vez por todas la
seguridad en una misma (p.10)
Kvinnor behöver en gång för alla börja tro
på sig själva
La sútil expresión de género en el TF de “una misma” es un ejemplo de lo que habla
Livia (2003:157) cuando explica que al traducir de una lengua con muchas marcadores
de género a una lengua con menos marcadores, o la información de género es perdida, o
es exagerada en un modo abiertamente afirmado, en casos en las que en el original se
presupone más sutilmente.
(17)
Fue de las primeras en conducir un taxi por
Madrid (p.18)
Hon var en av de första kvinnliga
taxiförarna i Madrid
En este ejemplo no hubiéramos podido dejar fuera “kvinnliga” en el TM, porque
entonces la frase no hubiera significado lo mismo, hubiera sido una información falsa.
No fue entre los primeros de conducir taxis en Madrid, sino fue una de las primeras
mujeres de conducir un taxi en Madrid.
27
(18)
“Nuestra ausencia en el guion, la dirección
y la producción no es solo un problema del
gremio, sino social” (p.20)
”Att det saknas kvinnor bland
manusförfattare, regissörer och producenter
är inte bara ett problem i den här branschen,
utan i samhället”
Este ejemplo es en el texto un título. En nuestra traducción hemos elegido añadir una
oración subordinada con “att” para mostrar la información de género en la frase.
Pudiéramos haber escrito “Vår frånvaro bland (...)” excluyendo la información de
género, pero, como es un título nos parecía apropiado en el contexto hacer visible
quienes eran los que están implícitos en “vår” (“nuestra”, en sueco el pronombre no
tiene género). La consecuencia es entonces que el género sobresale más que en el TF. Y,
como dice Nissen (2002:27) los lectores del TM puede interpretar que la estrofa se
relaciona más con “women's matters” o hasta feminismo de lo que originalmente era la
intención. Si vemos la declaración de la traductora feminista Lotbinière-Harwood (en
Munday 2012:199) tiene una estrategia abierta de hacer visible las mujeres y lo
femenino en los textos, lo que ella llama reescritura feminina o traducción en femenino.
Es una estrategia que toma una posición política fuerte. Si aplicaramos su estrategia en
nuestra traducción no buscaríamos las formas neutras, sino las formas femeninas en
cada situación. Usaríamos el género inclusivo a favor de la forma femenina, o sea,
escribiendo “todas” o “las profesionales” para referirse a ambos hombres y mujeres. En
sueco podríamos hacer lo contrario de lo que recomienda Milles (2008:45) y usar
solamente las formas femeninas de los títulos profesionales y las palabras de identidad
personal, en lugar de usar la neutral. Es una opción interesante, puesto que las formas
que aspiran ser “neutrales” provienen la mayoría del tiempo de la forma que
inicialmente fue masculina. Podríamos decir “brandkvinna”, “tjänstekvinna”, lärarinna,
författarinna etc. solamente para visibilizar las mujeres en el texto.
En nuestro caso la estrategia de Lotbinière-Harwood (en Hurtado Albir 2012:199) no
sirve nuestro objetivo. Nos encontramos en una situación donde las decisiones son
varias, y que desde diferentes puntos de vista se podría argumentar que la estrategia de
reescritura en femenino sí serviría la igualdad. Es cierto que sirve el objetivo de
visibilizar y concienciar la dimensión de género en el lenguaje, y además lo hace de una
28
manera eficaz. Pero, como tenemos incluso el objetivo de seguir fiel al propósito del
TF, la estrategia no sirve nuestro objetivo.
Conclusiones
El objetivo de este trabajo se basa en la premisa de que queremos prevenir un lenguaje
que consolida los roles de género y la subordinación de la mujer. Hemos investigado
cómo se puede traducir la forma impersonal de la lengua fuente a la lengua meta sin
usar el pronombre masculino man. El uso del pronombre genérico neutral en se sigue
expandiendo como sustitución de man. Hemos visto que las palabras se establecen
mientras más se usan y se demuestra entonces que nuestra hipótesis de usar
habituaciones podría justificarse, siempre y cuando el propósito del TF se mantenga
intacto. Si hubiéramos traducido cada expresión de impersonalidad en el TF a una
expresión con en como pronombre genérico impersonal, habría sido aproximarse más a
la estrategia de “traducir en femenino” de Lotbinière-Harwood. La estrategia que
sugerimos como la alternativa más adecuada según nuestro objetivo es: primero analizar
todas las alternativas existentes de traducción, usando por ejemplo las recomendaciones
del Consejo sueco de idiomas, intentar reescribir la frase para evitar el uso de un
pronombre genérico y segundo, si no hay otra alternativa adecuada, usar la habituación
en como pronombre genérico. Decidir usar la habituación en también tiene que
relacionarse con las estructuras de poder, ésto significa en nuestro caso que los
compradores de nuestros servicios de traducción tienen que estar de acuerdo con el uso
de en como pronombre genérico. En el caso específico de nuestra traducción
concluimos que se justifica el uso de en como sustitución del pronombre génerico man.
Finalmente vimos cómo se traduce el género inclusivo del TF de una manera que apoya
la igualdad. El Consejo sueco de idiomas recomienda usar la forma neutral de género si
es que la hay, pero vimos también que la forma neutral consiste un problema, dado que
es o deriva muchas veces de la forma masculina de la palabra. Como dice el título de
este trabajo buscamos aquí la neutralidad y podemos entonces analizar las diferentes
alternativas para cada caso de género inclusivo del TF que necesita traducirse al TM. Si
tenemos una palabra de identidad personal o profesional que, por ejemplo, en la LF
expresa el género a través del artículo o la letra final, como “la profesora”, podemos
elegir entre traducirla “lärarinna”, “lärare” o “kvinnlig lärare”, según el contexto
intratextual y la situación pragmática. Principalmente queremos usar la forma neutral y
29
después hay que analizar si es necesario subrayar el sexo y añadir el adjetivo “kvinnlig”
o no. Para algunos casos especiales en la LM hay también la alternativa de usar una
habituación. Para tomar una decisión adecuada en estas situaciones, tenemos las mismas
condiciones del contexto que tenemos para el pronombre genérico. En suma se ha
comprobado nuestra segunda hipótesis también.
El tema de la relación entre lengua, género y poder ofrece muchas alternativas
interesantes de futuras investigaciones académicas.
30
Bibliografía
Bonet, Joana. 2013. “Radiografía del posfeminismo” en El Pais Semanal.
Madrid:Grupo prisa
Claramonte, Vidal. 2007. Traducir entre culturas. Frankfurt: Internationaler Verlag der
Wissenschaften
Consejo sueco de idiomas. 2015. [En http://www.sprakradet.se Consultado 2015-03-31]
Edlund, Ann-Catrine, Erson, Eva & Milles, Karin. 2007. Språk och kön. Falun:
Norsteds Akademiska Förlag
Fält, Gunnar. 2000. Spansk grammatik för universitet och högskolor. Lund:
Studentlitteratur
Gouëffic, Louise. 1996. Breaking the patriarchal code. Manchester: Knowledge, Ideas
& Trends, Inc
Harding, Sandra. 1995. Strong objectivity: A response to the new objectivity question
[en http://philpapers.org/rec/HARSOA Consultado 2015-04-15]
Hellspong, Lennart & Ledin, Per. 2009. Vägar genom texten – Handbok i
brukstextsanalys. Lund: Studentlitteratur
Hurtado Albir, Amparo. 2013. Traducción y Traductología: Introducción a la
traductología. Madrid: Cátedra
Karoubi, Behrouz “Gender and Translation” [Consultado 2015-04-16 en
http://www.translationdirectory.com/article528.htm]
Livia, Anna. 2003. “One Man in Two is a Woman: Linguistic Approaches to Gender in
Literary Texts”. En J. Holmes & M. Meyerhoff (Ed.) The Handbook of
Language and Gender. (pp. 142-158). Oxford: Blackwell Publishing.
Melzer, Sara Maria. 2011. Att översätta könsneutralt - en empirisk undersökning med
fokus på översättning till svenska och tyska på Europaparlamentet.
[Consultado 2015-04-30 en http://su.diva-
portal.org/smash/get/diva2:423863/FULLTEXT01.pdf]
Milles, Karin. 2008. Jämställt Språk. Falun: Norsteds Akademiska Förlag
Milles, Karin. 2015. Correspondencia electrónica privada el 16 de abril.
Munday, Jeremy. 2012. Introducing translation studies Theories and Applications.
London: Routledge
Nissen, Uwe Kjaer. 2002. Aspects of Translating Gender. [Consultado 2015-04-14en
http://www.linguistik-online.de/11_02/nissen.html]
31
Romaine, Suzanne. 1999. Communicating Gender. London: Lawrence Erlbaum
Associates, Publishers.
Von Flotow, Luise. Translation and gender: translating in the era of feminism. 1997.
Manchester: St Jerome Publishing
Widoff, Andreas. 2014. “Människa eller Enniska” en Tidningen Kulturen. Umeå: Text
och kultur