Upload
jonatan-rivas
View
214
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
8/18/2019 Tráfico de Información Wilson Lima
1/1
A2. EL COMERCIO SÁBADO 24 DE ENERO DEL 2015
TEMA DEL DÍA
UN IMPERIO DE LA ILEGALIDAD QUE VULNERA LA VIDA PRIVADA DE LIMEÑOS
¿Cómo se trafica la información?¿CUÁNTO CUESTA?
¿QUÉ INFORMACIÓN SEPUEDE ENCONTRAR ENLAS BASES DE DATOS?
La información es obtenida de
manera lícita y con el consen-timiento de los clientes por lasempresas e instituciones públicas.Se consigue a través deformularios virtuales, llamadastelefónicas o fichas impresas.
Esta información ingresa a la
base de datos de la empresa paraun fin específico (informativoo publicitario).
Empleados de estasempresas, de forma
ilícita, copian esas
bases de datos y luego
las venden en diferentesgalerías del Centro deLima (Wilson, LasMalvinas, El Hueco).
Quien adquiereesta informaciónla copia enCD yla vende.
Mafias dedicadas a laextorsión y el reglaje.
Nombres y apellidos
Teléfonos fijos y celulares
Dirección
Correos electrónicos
DNI
Profesión y cargo
Sueldos
Líneas de crédito
1 2
3
4
Los compradores finales son:
Empresas que quierenenviar publicidad
Una base de datosque almacena entre1.000 y 5.000nombres puede valerentreS/.15 y S/.30
Una base completa dedatos que incluyevarias empresas yrubros puede costar entre S/.120 y S/.170
Los precios varían de
acuerdo a la antigüedad
de la data y el tipo de
rubro que necesite el
comprador.
DE QUÉ INSTITUCIONES SALEN ESTOS DATOSBancos / Financieras / Restaurantes / Clubes / Colegios / Colegios profesionales / Di scotecas / Restaurantes / Aseguradoras / AFP / Hoteles
BASE DE DATOS
FUENTE: MINISTERIO DE JUSTICIA INFOGRAFÍA: ANTONIO TARAZONA
Subo por las escaleras de la ga-lería La Casona en la avenidaWilson, todo lo que aquí se ha-ce y vende es ilícito. Los jalado-res, en medio de murmullos,dan los primeros detalles: cla-
ves de correo, programas espíay bases de datos.
El hombre que me guía através de los pasillos sabe quelo que está a punto de hacer esun delito. “Acá las bases de da-tos no se pueden vender así nomás. La policía nos cae y nos va-mos adentro”, me dice mientrasingresamos a una habitación deadobe. Julio –como lo llaman–se ubica detrás de una computa-dora y me pregunta por el tipode negocio que tengo. Le cuen-to que es una sanguchería y quequiero enviar publicidad por co-rreo para la inauguración.
Las bases de datos que meofrece provienen de distintasfuentes: bancos, compañías deseguro, empresas telefónicas,farmacias, pizzerías por deli-
very, discotecas y hasta insti-tuciones públicas. Un CD quealmacena entre 1.000 y 5.000nombres, teléfonos, correos,direcciones, etc., puede cos-tar entre S/. 15 y S/. 30. Si unobusca una base de datos más
grande y detallada puede pa-gar entre S/. 120 y S/. 170. Enese disco puede haber informa-ción privada de hasta cuatromillones de personas.
Luego, me explica que elprecio también varía de acuer-do con la antigüedad de la da-ta. “La información actual nose puede comparar con la del2012. Acá no inventamos na-da, todos los números y correosson reales”, dice.
Mientras conversa conmigo,Julio reparte los discos como sidespachara helados en la playa.La caja de donde los saca está lle-na de CD. Los tiene etiquetadospor colores e incluso vende basede datos de España, para que loscall center puedan ofrecer, desdeLima, planes de Internet.
El suyo no es el único puestoque vende bases de datos, perosí el que más gente atrae. Los
juegos para computadora y losantivirus son su fachada, nadiepregunta por ellos.
Yo, en silencio, me pregun-to cómo llegan estas bases dedatos a las galerías de Wilson.Julio, que con el pasar de losminutos ha perdido la descon-fianza en mí, me cuenta que ladata es proporcionada por sus‘colaboradores’. Él se refiere aempleados de empresas de lasque tiene la data que copian lainformación (de manera ilegal)y luego la ofertan en este sofisti-cado mercado negro.
No sé si Juliotiene la exclusivi-dad de estos ‘co-laboradores ’,es muy dudosoque así sea. Lomás probablees que sea so-lo un clientemás y que ladata esté enotras galeríasdel Cercado
de Lima como,por ejemplo,‘El Hueco’ o LasMalvinas.
Julio me cuen-ta que diariamentese pueden vender has-ta 10 bases de datos, pe-ro que su imperio de la ile-galidad abarca mucho más:hackear correos y centrales deriesgo crediticio, por ejemplo.
“Ya están copiados. Te estasllevando buena data”, me diceinterrumpiendo la suma ima-ginaria de delitos. Me entregael disco y baja conmigo las es-caleras. Le he pagado 130 solespor los archivos. Julio sonríe,ha dejado satisfecho a un clien-te aunque ha puesto en riesgo atres millones de personas.
La experiencia me deja sor-prendido, pero es cuando revi-so la base de datos que no puedocreer lo que veo. Cualquier per-sona (no solo quienes quieranofrecer productos o servicios,sino también extorsionadores,secuestradores, o alguien aunpeor) puede tener acceso a sa-ber dónde vivo, dónde trabajo,qué puesto tengo, cuánto ganoy en cuánto establece el bancomi línea de crédito.
El mercado negro de las bases dedatos con información personaltiene un alcance sorprendenteLa información privada es copiada de las bases de datosde empresas (obtenidas de forma lícita y vendidasilícitamente) Estas se ofrecen desde S/.15 hasta S/.170.
Un reportero de El Comer-cio se sumerge en Wilson yexplica desde adentro cómofunciona el mercado negrode las bases de datos con in-formación privada de los li-meños. Detalla el tipo de in-formación que se vende, losprecios, la cadena que siguela información y el marco le-gal, por el lado del Ministeriode Justicia y del Indecopi.
La información que seofrece en las galerías de Wil-son no solo es real, sino que fueconseguida de manera lícitapor instituciones públicas y pri-
vadas y con el consentimientode los clientes, a través de for-mularios virtuales o físicos ollamadas telefónicas.
La data no puede ser utiliza-da para otro fin diferente al delmomento de la recopilación,sin la autorización del titular.Ello incluye la trasferencia o
venta irregular de la informa-
ción, según señala la Ley de Pro-tección de Datos Personales.
La norma establece multaseconómicas de entre 0,5 a 100UIT. Paralelo a ello el CódigoPenal también tipifica el trata-miento indebido (acceso, co-pia, tráfico y venta) de las basesde datos hasta con cinco añosde prisión. Poner en riesgo laseguridad nacional, constitu-ye un agravante.
La Autoridad Nacional deProtección de Datos Personalesdel Ministerio de Justicia es el
órgano que se encarga de velarpor el adecuado uso y adminis-tración de esta información.
La ley indica que toda insti-tución o persona que manejeuna base de datos debe inscri-birla en el Registro Nacional deProtección de Datos Persona-les. Ahí debe detallar la canti-dad de personas que incluye yla forma en la que fue consegui-da la información.
La no declaración de la ba-se de datos constituye una faltagrave sancionada con 100 UIT.
La sustracción y difusión de ladata sin la autorización del titu-lar se multa con 0,5 a 5 UIT.
José Quiroga León, direc-tor de la Autoridad Nacional deProtección de Datos Persona-les del Ministerio de Justicia,señaló que el principal objetivode su departamento es cortarla cadena de salida de esa in-formación, evitando que circu-le en el mercado. El trabajo serealiza a través de charlas in-formativas a las empresas y deacciones de fiscalización.
Tráfico de datos se sanciona con cárcel y hasta 100 UIT
DANTEPIAGGIO
VULNERABLES.Los datos personales de millones de limeños se
venden libremente en galerías del Cercado de Lima.
“GRACIAS... NO INSISTA”
Las llamadas de bancos y empre-
sas que ofrecen tarjetas y líneas
de crédito, migración de líneas,
ofertas de cable y hasta promo-
ciones de restaurantes suelen ser
inoportunas y, además, insisten-
tes. Pedir a estas empresas que
cesen las llamadas no funciona.
Sin embargo, las empresas
están en libertad de hacer llegar su
publicidad por esta vía. Es el con-
sumidor quien debe hacer explí-
cito su deseo de no recibirla para
que así sea, explica a El Comercio,
Anahí Chávez, directora de la Au-
toridad Nacional de Protección al
Consumidor del Indecopi.
Por eso, el Indecopi creó, desde
el 2009, el registro “Gracias... No
insista”, mediante el cual las per-
sonas piden ser excluidas de las lis-
tas publicitarias de bienes y servi-
cios que no han solicitado. Quienes
quieran inscribirse tienen que in-
gresar a la página web del Indeco-
pi y llenar el formulario virtual del
registro. El usuario puede colocar
hasta cinco teléfonos o correos de
contacto en los que no quiere reci-
bir este tipo de información.
Las empresas que no cum-
plan esta disposición y llamen a un
usuario inscrito en el registro pue-
den ser sancionadas hasta con
450 UIT, según el Código de Pro-
tección y Defensa del Consumidor.
Hasta este mes son 77. 919
consumidores inscritos . En total
se han registrado 57.267 teléfo-
nos fijos, 88.167 correos electró-
nicos y 116.750 celulares.
Más de 77 mil consumidores inscritos en el registro de Indecopi
MUCHAS OPCIONESEn Wilson se ofrecen
bases de datos porrubros, sectores,
antigüedad y categorías(mediana y premium).
228MIL SOLES
fue la multa que reci-
bió en el 2013 la web da-
tosperu.org por violar
la Ley de Protección de
Datos Personales.
385MIL SOLES
equivalentes a 100 UIT
es la multa más alta que
podría recibir una em-
presa por hacer mal uso
de una base de datos.
450MIL DISCOS
con bases de datos e
información personal
fueron incautados por
la PNP durante el 2012.
10CD CON DATOS
se venden por día en
en la galería La Casona,
ubicada en la avenida
Wilson en el Cercado
de Lima.
3GALERÍAS
de la avenida Wilson
venderían bases de
datos, según fuentes de
la Policía Fiscal.
5MIL DISCOS
que contenían bases de
datos fueron incauta-
dos por la Policía Fiscalen abril del 2013 en ga-
lerías de Wilson.
Indecopi ha impuesto sancio-
nes a 10 empresas por un total de
33 UIT, desde el 2009.
Hay 50 procesos en trámite a
empresas que llamaron a usuarios
inscritos en el registro.
SANCIONES DE INDECOPI