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1 TRANSESCUELA: EL PENSAMIENTO DE LA COMPLEJIDAD PEDAGÓGICA Dr. Jesús Cubillán [email protected] UDO-Sucre Resumen La ciudad es una continua provocación para todo educador sensible. Desde esa apreciación se desarrolla el presente texto, con la ambición de introducir al lector en el circuito de la complejidad humana. La ciudad es un texto sobre el cual las lecturas pedagógicas no se agotan. Cada lectura remite a condiciones de posibilidad para una educación alternativa. Se introduce y desarrollan algunos conceptos, entre esos el de urbepedagogía, entendido éste como el campo de la formación del ser humano en el cuerpo de la ciudad, donde los contenidos danzan, se mueven, circulan, navegan, recorren diversas estaciones en la trama de la existencialidad humana, convocando recuerdos, asociaciones, activando preguntas, sugiriendo respuestas, abriendo nuestras posibilidades y lanzándonos de manera osada por los surcos de la imaginación (ecología del pensamiento y la relación inter-trans-subjetiva). Descriptores: Transescuela, hermenéutica, trans-subjetividad, imaginación pedagógica. Abstract The city is an ongoing challenge for every educator sensitive. From this assessment is developed in this text, with the ambition to introduce the reader to the circuit of human complexity. The city is a text on which pedagogical readings never fail. Each reading refers to conditions of possibility for an alternative education. We introduce and develop concepts, including those that of pedagogy city, understood as the field of Fotograma 1: el autor con mural en Sabana

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TRANSESCUELA:EL PENSAMIENTO DE LA COMPLEJIDAD PEDAGÓGICA

Dr. Jesús Cubillá[email protected]

UDO-Sucre

Resumen

La ciudad es una continua provocación para todo educador sensible. Desde esa apreciación se desarrolla el presente texto, con la ambición de introducir al lector en el circuito de la complejidad humana. La ciudad es un texto sobre el cual las lecturas pedagógicas no se agotan. Cada lectura remite a condiciones de posibilidad para una educación alternativa. Se introduce y desarrollan algunos conceptos, entre esos el de urbepedagogía, entendido éste como el campo de la formación del ser humano en el cuerpo de la ciudad, donde los contenidos danzan, se mueven, circulan, navegan, recorren diversas estaciones en la trama de la existencialidad humana, convocando recuerdos, asociaciones, activando preguntas, sugiriendo respuestas, abriendo nuestras posibilidades y lanzándonos de manera osada por los surcos de la imaginación (ecología del pensamiento y la relación inter-trans-subjetiva).

Descriptores: Transescuela, hermenéutica, trans-subjetividad, imaginación pedagógica.

Abstract

The city is an ongoing challenge for every educator sensitive. From this assessment is developed in this text, with the ambition to introduce the reader to the circuit of human complexity. The city is a text on which pedagogical readings never fail. Each reading refers to conditions of possibility for an alternative education. We introduce and develop concepts, including those that of pedagogy city, understood as the field of training of human beings in the body of the city, where the contents dance, move, moving, sail, walk several stations in the frame human existentiality, summoning memories, associations, triggering questions, suggesting answers, by throwing open our possibilities and so audacious in the furrows of the imagination (ecology of thought and inter-relationship trans-subjective).

Descriptors: Transescuela, Hermeneutics, Trans-subjectivity, Pedagogical imagination.

Fotograma 1: el autor con mural en Sabana Grande, Caracas.

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TRANSESCUELA:EL PENSAMIENTO DE LA COMPLEJIDAD PEDAGÓGICA

Dr. Jesús Cubillá[email protected]

UDO-Sucre

Desde la ventana

La ciudad, creación humana, pareciera “una divinidad que delira” (Borges1). Por eso la ventana me invita a mirar, es un desbordamiento del deseo de saber. Y es que la ventana se constituye en un andamio por donde la mirada inicia el columpiar, al borde de una mañana bajo sospecha, alterada por lo incierto y matizada por la esperanza. Detrás de las cortinas un río de vida inunda la calle: Cumaná se extiende en su más allá de gente que sube y baja de los autobuses, se deslizan por aceras, se entremeten entre los hilos de espacio que el desplazamiento vehicular va dejando, en su audacia olvidan que pueden ser víctimas de las motos de variada cilindrada. Aquí y allá: gritos de vendedores, ventorrillos de comida rápida y tiendas a lo largo de las calles principales. Es que la ciudad es uno de los tantos ombligos del mundo. Todos sin saber buscan un camino hacia algún lugar, en una danza de cuerpos, en un movimiento de tango. Es el zigzagueo de la vida entre el ruido de bocinas y vehículos multicolores. Estamos en el trópico, a orillas del Caribe.

Entendemos entonces que la ciudad es un texto para armar. Está allí con sus calles, callejones, urbanizaciones, barriadas, rincones, bares, tiendas, escuelas, liceos diurnos y nocturnos, sindicatos y gremios, universidades, oficinas de gobierno, institutos tecnológicos, plazas descuidadas, fundaciones gubernamentales, consejos comunales, misiones, parques que languidecen, casas nuevas y viejas, cines abandonados o derruidos y centros comerciales. En medio de todo ello subyace

1 Borges, J.L. La Biblioteca de Babel. En: http://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi2000/santa-fe-norte/litercom/escritores_reconocidos.htm#La%20Biblioteca%20de%20Babel. Leído el 20 de marzo de 2013.

Fotograma 2: India con fondo globalizado/del autor.

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invisible la fuerza fundacional de un mestizaje cultural provocado por la interacción de subjetividades de origen diverso, al lado de los cumaneses de siempre están también carupaneros, margariteños, andinos y llaneros que configuran su existencialidad teniendo como vecinos a libaneses, árabes, sirios, italianos, españoles, portugueses, colombianos, ecuatorianos y chinos, entre otras nacionalidades. Seres permeados por otras memorias históricas.

Cumaná por antonomasia es la ciudad del mar y del río, y su cuerpo urbano se extiende progresivamente y con acelerada rapidez, sustituyendo campos de labrantíos por conjuntos urbanos amurallados. Sin embargo, la percibimos abierta a todas las posibilidades, porque la ciudad somos los seres que la habitamos, que la destruimos o construimos. Y es que un goteo de socialidad va llenando el pozo de la vida humana, permitiendo la germinación de ideas, y la rearticulación de voluntades. Asunto que puede ser grandemente aprovechado en el campo educativo. Proponemos entender la dinámica existencial de las ciudades como un texto plural y complejo que amerita continuas y diversas lecturas, para promover la generación, desarrollo y profundización de la conciencia social. Porque compartimos con Martínez Bonafé2 que:

La ciudad es una forma material de la cultura; un complejo dispositivo cultural, de donde emergen mensajes, significaciones, donde se construyen y destruyen experiencias, donde se alimentan los relatos, las narraciones, donde se forman y transforman las biografías.

Ella toda es el libro de la vida del presente. Al pensar en la ciudad como espacio donde evolucionan los seres humanos, nos colocamos no sólo en una perspectiva diacrónica (los espacios urbanos son el resultado de un devenir azaroso), sino que además, y fundamentalmente, percibimos la urbe como lugar de procesos que están permanentemente en efervescencia, generando o posibilitando experiencias diversas.

Es que la ciudad es un texto con infinitas páginas por leer. Es el texto de la humanidad del presente. Es un texto tan grande que no cabe en la escuela ni en el liceo, tampoco en la universidad, ni en los institutos del presente. Para leer ese texto se necesita salir a caminar y pensar con libertad, desarrollar una actitud abierta, flexible que se acompañe de una mirada transgresora, con un movimiento transversal y zigzagueante, que no se detenga ante el obstáculo de lo obvio, con el

2 Martínez Bonafe, J. La ciudad en el currículo. En: http://educa.upn.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=276:la-ciudad-en-el-curriculum-y-el-curriculum-en-la-ciudad-&catid=73:num-04&Itemid=28. Leído el 10 de noviembre de 2012.

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propósito de elaborar un pensamiento complejo (autónomo y relacional), que se pregunte: <<qué origina todo esto>>. La pedagogía del porvenir está por armar y para ello el pensamiento educativo debe introducirse en la ciudad y ser uno con ella (Cubillán3, 2008, p. 103).

Si la escuela tradicional quiere transgredir su propia limitación, debe pensar que: 1) la formación, desde una escuela que se abre al mundo, necesariamente implica la puesta en juego de diversas estrategias, métodos y técnicas pedagógicas, 2) tales aspectos deben converger y replantearse en medio de experiencias individuales y colectivas, promoviendo diálogos entre el aula y la ciudad, 3) los espacios públicos deben ser considerados un continuum de la escuela, lo que obliga a un permanente replanteamiento de la práctica, 4) la escuela más allá de la escuela (transescuela) va hacia la fusión de horizontes y perspectivas disciplinares, 6) la educación y la formación humana serán el resultado de la triangulación de perspectivas, donde se cruzan la imagen del mundo del docente, del estudiante y de la familia, 5) por tanto, el aprendizaje es una construcción y un descubrimiento que cada quien va haciendo a su propio ritmo, 8) porque la escuela es el espacio-mundo que cada quien despliega para su auto-aprendizaje.

Requerimos entonces que hagamos ejercicios educativos: gimnasia del pensar y ronda del compartir. Instalémonos en el banco de la plaza. Miremos hacia allá, hacia acá. Miremos como una cosa se junta a la otra, o como se desprende una de otra. Como la brisa empuja la rama. Como la rama se convierte en un filtro que atenúa la luz. Y así también, como nuestra indiferencia tal vez limite el explorar, problematizar, criticar y replantear el modo de vida que se ha instaurado como normalidad y regularidad aparente. En la Transescuela somos observadores participantes, atentos investigadores. Nuestra tarea fundamental es juntar los espejos donde la vida se mira, a sabiendas que la ciudad es el lugar del reino de los prodigios. En dicho lugar se dan cita magos y prestidigitadores, danzarinas y gitanos, pero también niñez abandonada, infancia trabajadora, indigentes y otros abandonados de la fortuna que lavan sus cuerpos en la fuente pública, o defecan en un rincón del parque. Cada uno de ellos es una página en el inconmensurable libro

3 Cubillán, J. (2008). Transescuela: el pensamiento de la complejidad pedagógica. Cumaná: UDO-Dirección de Publicaciones.

Fotograma 3: Interior de Escuela A. Saluzzo, Cumaná/del autor.

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del presente, una historia truncada que remite a familia, economía, globalización, coloniaje y rapiña. Lo que nos coloca en el campo de las textualidades sociológicas, antropológicas, filosóficas, políticas, históricas, geográficas, literarias, lingüísticas y semánticas.

Es que la calle, la plaza, cada pliegue de esquina se transforman en la escuela-otra, la Transescuela, la escuela donde se deben activar los sentidos y el macrocosmos de la mente. Una escuela en tránsito, un tiovivo educativo, una montaña rusa que nos coloca en vilo, que radicaliza el vértigo. Abramos la ventana: miremos, oigamos, sintamos, pensemos, compartamos, eduquémonos de un modo permanente. Pero de igual modo hagamos un receso para ordenar, juntar, separar, reorganizar, tachar, redactar, releer, ajustar, entregar y recibir.

Recuerda que la escuela está instalada en la calle y todas sus fachadas dan hacia ti. Es el espacio de la formación de lo humano en la escuela de la cotidianidad continuamente emergente. Transescuela tiene una multiplicidad de ambientes para la acción reflexiva. Ella se introduce en nosotros, pero asimismo nosotros nos introducimos cada día en su cuerpo multidimensional, expresión de humanidad. Parece una estrella, parece una cruz, una floresta, una encrucijada, el camino a Santiago o tal vez a Machu Pichu. Es la escuela del teatro del mundo, con actores montando su propia escenografía. Es la escuela donde transita cada vida. Puerto y mar a la vez. Gaviota empedernida que flota airosa sobre una ola de luz.

Con esos elementos podemos definir la Transescuela como el campo de la formación del ser humano en el cuerpo de la ciudad, donde los contenidos danzan, se mueven, circulan, navegan, recorren diversas estaciones en la trama de la existencialidad humana, convocando recuerdos, asociaciones, activando preguntas, sugiriendo respuestas, abriendo nuestras posibilidades y lanzándonos de manera osada por los surcos de la imaginación (ecología del pensamiento y la relación inter-trans-subjetiva).

Fotograma 4: juventud visuálica/del autor

Fotograma 5: los seres en conjunción/del autor.

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En la Transescuela se hace necesario construir redes de conceptos y rizomas de sentido, con el fin de promover el pensamiento complejo, así tendríamos: apertura, porosidad de fronteras, contactos, complementariedad, vivencia, participación, convergencia, integración, diversidad, bienestar humano, bienestar planetario, nuevos brotes conceptuales, fertilidad del pensamiento, tensión interna abierta al porvenir-devenir, hibridación de saberes, auto y eco-formación, continuo relacional, entramado de complejidades, multiplicación de redes, arte, poesía, innovaciones, reordenación del mundo, subjetivación, creación, nuevas representaciones, transformación, nuevos modos de interpretarnos y comprendernos, flujos intelectuales, corrientes imaginarias, razonamiento y sensibilidad, transdisciplinariedad, ciencia, creación, porvenir, devenir, invención, transversalidad, libertad de pensar, interrogaciones, cuestionamiento, distinción, goce, juego, paz, líneas de fuga, profundidad, huella, conciencia reflexiva, giro, oleaje, navegación, agitación.

Las anteriores conjunciones conceptuales señalan que para pensar, el docente y los estudiantes, deben posicionarse en la libertad del artista. Por eso hay que conectarse con un horizonte insospechado de aprendizaje. La ciudad es un escenario para la educación, porque aporta innumerables signos para la interpretación y la transformación. La ciudad como escuela se torna en un reto pedagógico y humano. Una posibilidad de reconstrucción del concepto de escuela, de enseñanza y de humanidad. Porque es un escenario para sopesar nuestra condición ética. Para el cuestionamiento de los saberes parcelados y consagrados por la academia. Para la interrogación permanente: ¿Qué me dice el espacio público? ¿Qué dice de nosotros? ¿Qué me dice la ciudad, la plaza, el parque, el río, el cine desmantelado, la calle, el niño y niña abandonados? ¿Quién y por qué están en situación de abandono? ¿Todo eso qué aporta a mi formación como ser humano? ¿Con qué relaciono los signos y símbolos de la ciudad? ¿Es el deterioro y degradación de lo urbano un destino o una posibilidad y esperanza? Las preguntas tienen que trascender el plano de los egoísmos y abrirse hacia nosotros. Porque el aprendizaje, la enseñanza, la educación, la formación no pueden correr el riesgo de ser un juego de cínicos.

Fotograma 6: cromatismo transdisciplinar/del autor.

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Para movernos en el territorio de la ciudad requerimos el sentido orientador de la urbepedagogía, con posibilidades de promover una sociedad más crítica y una humanidad más responsable y sensible, para ello podemos considerar el siguiente ejercicio conceptual. Un niño imaginario plantea como problema sobre el cual hay que mover los pensamientos la siguiente narración:

Ah, cerca de mi casa anoche invadieron un terreno. Era un lugar de juego. Ahora ya se ven algunos ranchos, pequeños, hechos de materiales diversos. Los veo allí, pero los veo mal, porque pienso: cómo pueden esas personas ser felices así. Sin servicios. Sin agua, porque tienen que ir a nuestras casas a pedir agua para cocinar. Los niños permanecen alrededor de las pequeñas casas. Como que no van a la escuela. Andan descalzos. Pero además, algunos papás parece que no trabajan, porque se quedan allí sin hacer nada, a las puertas de sus ranchos.

La narración anterior recupera para el auditorio, para los que escuchan, una realidad entramada y rica en significados, con muchos ángulos de lectura que al ser interpretados pueden generar una conciencia social a tono con el presente de la humanidad. En la situación descrita, narrada, se interceptan dimensiones sociológicas, sanitarias, políticas, económicas, ambientales, educativas, legales, entre otras.

Allí confluyen múltiples elementos de la vida en comunidad. Con solo traer a colación ese escenario la escuela es otra, y el trabajo educativo también. La realidad

obliga a la transformación. La investigación y los trabajos de narración y descripción son estrategias fundantes de una sociedad más sensible y ocupada en mejorar la condición humana de sus miembros. Investigar la realidad y luego dialogarla, dibujarla, llevarla a canción, o poesía, en los espacios de una clase (no importa el lugar donde se realice) promueve en niños y niñas, adolescentes, adultos, maestros, familia y comunidad valores humanos, y una nueva racionalidad, no solo pedagógica,

sino política y ciudadana. Estamos hablando de condiciones de posibilidad para la formación transdisciplinar que surgen casi al “natural”. Pues se presentan de modo fusionado economía, sociología, ambiente, antropología, política, geografía, mitología (religiosidad), psicología, aspectos que hay que entenderlos en su compleja interacción procesual. La transdisciplinariedad convoca saberes diversos y

Fotograma 7: puentes imaginativos/del autor.

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los integra en una dimensión que trasciende las disciplinas y parcelas de saberes. Provocando así un crecimiento del campo cognitivo y sensible de las personas, generando conexiones, y complejización de los saberes que se manejan en lo cotidiano.

El trabajo pedagógico de la formación humana y ciudadana nos enfrenta a tareas donde el ser se orienta tras la búsqueda de significados, y aprovecha la experiencia de un vivir en colectivo (la ciudad). Así se aporta en la constitución de un pensamiento humano complejo, y la vida casi sin quererlo se convierte en vida de interpretadores hermenéuticos, y con ello se va tejiendo otro discurso y otra racionalidad, porque “todo discurso se encuentra vinculado al mundo, ¿de qué hablaríamos si no hablásemos de mundo?” (Ricoeur4, 1999, p. 62).

La ciudad nos impacta, tiene de todo. En ella los extremos se juntan: lujo y miseria. La tarea es mirarnos en la ciudad. Queda a la libertad de pensamiento crear los imaginarios educativos para que la humanidad del presente se transforme en esperanza y futuro. Lo nuestro ha sido un juego de imágenes, con las cuales quisimos dibujar una cartografía sensible de la educación por venir. Queda también, a juicio del lector su interpretación y valoración.

Reseña del autor: Doctor en Educación (UDO), MSc. en Educación, mención Investigación Educativa (Universidad de Carabobo), Especialista en Gestión de la Información (Universidad Simón Bolívar), Licenciado en Educación, mención Castellano y Literatura (UDO). Cursante de Estudios Postdoctorales. Coordinador Académico V Jornadas Internacionales de Cultura Investigativa, Ética, Complejidad y Actitud ante la Investigación (UDO-Sypal, 2010). Coordinador Académico I Jornadas en NTIC y Educación a Distancia del Núcleo de Sucre (2013). Coordinador Doctorados UNEFA-Sucre. Integrante del Proyecto Libro Colectivo “La Emergencia de los Enfoques de la Complejidad en América Latina”, promovido por Comunidad de Pensamiento Complejo (CPC) de Argentina.

4 Ricoeur, P. (1999). Historia y narratividad. Barcelona: Paidós.