Tras La Pista de Los Tesoros Perdidos

7/24/2019 Tras La Pista de Los Tesoros Perdidos

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Dnde ests,tesoro mo?De losdoradossarcfagosegipciosa los galeonesnaufragadoso lasobrasdearte de la realeza,elmundoguardamuchasriquezasque ensuda fueronescondidas o

robadas y nunca han sidohalladas.Estas son lasms codiciadaspor los cazadoresde fortunas.

MISTERIOS

Matarile, rile, rile...En el fondo delmar reposa, segnalgunas estimaciones, una cuartaparte detodoel oro y laplata ex-trados delplaneta.El valor de esafortuna escondida ascenderaa160.000 millones de euros.

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Un reportaje de MIGUEL MAUECO

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La sbita felicidad de toparse conuna fortuna seguramente ha sidoms habitual de lo que cabe ima-ginar:tras tantossiglosde guerrasy naufragios, debe haber inconta-

bles riquezas escondidas por el planeta.En Espaa se sabe de los tesoros iberos,romanos o visigodos que ocupan vitrinas

en los museos. Pero cuntos ms haba ytodava estnpor encontrar?

Cuntas elucubraciones sobre supues-tos botines legendarios!: el santo grial,las minas del rey Salomn, El Dorado, lalaguna de Guatavita No obstante, s sepuede calcular con cierta base histricaen torno a fortunas reales que un da sedesvanecieron. Solo en el fondo de los

mares se calcula que est depositada unacuarta parte de todo el oro y la plata ex-trados del planeta, lo que supondra unvalor de unos 160.000 millones de euros.Todo un acicate para que no cese la bs-queda de los cazatesoros, aun a pesar detratarse de una actividad condenada pormuchas naciones e incluso por la Unesco.

La profesin de Indiana Jones es hoyms efectiva y menos aventurera graciasa la tecnologa. Cuando la recompensapuede ser la riqueza repentina, los apara-tos se sofistican con avidez: georradares,lseres, detectores de metales, GPS, c-maras acuticas, escafandras, escneres,datacin radiomtrica e incluso satlites.La parafernalia de la moderna bsqueda

la evidencia la empresa Odyssey MarineExploration y su barco Odyssey Explo-rer, conocidos en Espaa por el litigio entorno al hallazgo de la fragata Nuestra Se-ora de las Mercedes. Los empleados deeste tipo de compaas son profesiona-les especializados, a menudo adscritos aasociaciones internacionales que facilitan

informacin de todo tipo y soporte legal.Atrs quedan los cazatesoros histricos

consuvalentaaventureraysuautodidac-ta conocimiento: Heinrich Schliemann,Giovanni BattistaBelzoni,H. Charles Beil,Mel Fisher, Robert F. Marx Como ellos,muchos otros se dieron a la bsqueda delostesorosperdidosy noencontrados quea continuacin se describen.

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MISTERIOS

El historiadorgaloJulesMicheletcuen-ta que, tras la cada de San Juan deAcre en , lo que significara el fin

de lasCruzadas, lostemplariosllega-

ron a Francia siendo portadores de

un inmenso tesoro, compuesto de

.florinesde oroy diez mulos

cargadosdeplata. Para protegerlas

riquezasy posesionesque atesora-

ron,crearontodaunaredcomercial

y de encomiendas, convirtindo-

se en los primeros banqueros de

Europa desde la cada del Impe-

rio romano.Sus prstamos, a in-

tereses menores que los de los

judos, fueron un gran xito, as

como su venta de reliquias.

Ante tanto poder, el recelo y la envidia

de monarcas y clero fueron asumidos, a

principios del siglo XIV, por Felipe IV de

Franciay el papaClemente V, quienesini-

ciaron un proceso que finalmente hara

desaparecera la orden en todaEuropa.

NUNCA SALI DEFRANCIA.Jacques

deMolay,el ltimo granmaestre, escondi

todos losarchivos antes de serapresado,

por lo que quiz procedi de igual ma-

nera con loscaudales. Unode losdete-

nidos, Jean de Chalon, declar tras ser

torturado que cincuenta caballeros lle-

varoneltesoroaLaRochelleparaembar-

carlo en dieciocho galeras. Perose

tratara deuna maniobra

de despiste:las riquezas

nunca habran dejado Francia,ya que los

templarios estaban seguros de que sal-

dran airososdel proceso condenatorio.

Varioshallazgosen territoriogalo,como

una cripta con sarcfagos o una extraa

capilla, han encendido an ms la bs-

queda de un tesoro que, segn algunos,

podra contener elsanto grial, el arca de la

alianzae inclusola mesa delrey Salomn.

Lo que los faraones no se llevaron al otro mundo

Templarios: la herencia de los primeros banqueros

Pocas son las tumbas reales delantiguo Egipcio que no fueronexpoliadas. Y ah s que cabe dar-

le rienda suelta a la imaginacin:

si lo encontrado en la tumba de

Tutankamn, un monarca menor,

fue del calibre que hoy se puedeapreciar en el MuseoEgipciode El

Cairo, qu no habra en los pom-

posos mausoleos de los grandes

faraones? El valle del Nilo ha sido

la gran meca de los cazatesoros y

una fuente inagotable de piezas

valiosas. Muchas de ellas siguen

expuestas en museos de todo el

mundo a pesar de la labor realiza-

dadesdepor elDepartamen-

to de Repatriacin del ministerio

egipciode Antigedades, que po-

co consigue cuando se enfrentaal

MuseoBritnicoo a compaasdesubastas comoSothebys.

EXPOLIO CASI TOTAL. A las

mastabas, hipogeos y pirmides

de los principales faraones no les

quedabanada, pero labsqueda

sigui y sigue, y elcontrol

oficialno impideque los

cazatesoros sigan yen-

doporsu cuentaa lazaga detum-

basan nodescubiertas.Muy bus-

cados por unos y por otros son el

mausoleode Nefertitiy elde Cleo-

patra, de los que casi nada se sa-

be y sepresuponen rebosantesde

joyas. Difcil siquiera resulta situar

elrea de la tumba de Nefertiti, ya

que el final de la vida de la bellaesposa de Akenatn es un miste-

rio. Para alivio de los buscadores,

el famosoZahi Hawass,exministro

egipcio de Antigedades, confir-

menquenoerasuyalamo-

mia que apareci apilada junto a

otras en un pobre nicho del Valle

de losReyes.

La estancia eterna de Cleopatra

VII junto a su amado Marco Anto-nio no deja de buscarse en Alejan-

dra, ms o menos por los mismos

lares donde se indaga el paradero

delos restos delfundador dela ciu-

dad,AlejandroMagno, quetambin

se imagina repleto de valiossimas

piezas.

Una estela con inscripcionesaparecida enfebrerode enlas

excavaciones deltemplode Taposi-

risMagna,akmdeAlejandra,es

la pista ms fiable sobre la tumba

de Marco Antonio y Cleopatra.Fue

hallada, tras diez aos de bsque-

da, por la arqueloga dominicana

Kathleen Martnez. Y no se deja de

escudriarcon intersy avariciato-

dolo quesale del fondo del mar en

el puertoalejandrino, sobre todo al

margen de las exploracioneslega-

les, como la efectuadapor el espe-

cialistafrancsFranckGoddiodes-de .

Setratade todo unestmulopa-

ra arquelogos y buscadores de

tesoros, como lo sonotrastumbas

perdidasde personajes histricos

tan clebres como Gengis Khan,

Alarico, Atila o Almanzor.

Arriba,recreacin deCleopatra VIIy suscor-tesanasa orillasdel Nilo.Abajo, exploracin sub-marina enel fondo delabaha de Alejandra.

Saba el GranMaestre del Templo Jacquesde Molay

izquierda dnde estaba el Arca de la Alianza?

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De su hermano Ricardo Corazn de Len he-red Juan I la Corona inglesa, y se ganara elapodoa costa de vermenguadassus posesiones.

El enemigodel legendario RobinHoodfue,al pa-

recer, una persona cobarde,taimada,mal humora-

da y muyavarienta. Loque l llamabasu coleccin

no eran msque lasmonedasy lasjoyas afanadas

a su pueblo. Asllega reunir un cuantioso tesoroque, porparanoicadesconfianza,hacaviajarcon

l en sus frecuentes desplazamientos.

Corra el ao y la comitiva real se haba

trasladado a Norfolk,cuandoel monarcacomenz

a sentirse enfermo a causa de la disentera, por lo

quedecidiregresaralcastillode Newark.Poraquel

entonces, toda esta zona, situada bajo el nivel del

mar, estabacubiertapor pantanos,lo quedificultaba

su trnsito.Le fue recomendadobordear el camino

directodebidoa lamarea alta,y llo hizo.

SE LO TRAG EL PANTANO.Sin embargo,Juan quiso que su adorado cargamento siguie-

se la ruta mscorta

porque pen-

saba que las

condiciones

no eran tan

malas. Y s,

l arriba Newark,pero los. soldados y los

carros con el tesoro no aparecieron, aparente-

mente engullidos por los pantanos.

Oacaso su guardia sela haba jugado? Nunca

se sabr, pero la coleccin realno ha dejado de

ser buscada, sobre todo enel momento en que la

comarca fue desecada y convertida en un frtil te-

rreno de cultivo, con pueblos y granjas que antesno existan. Tras varias prospecciones, all no apa-

recinada, como tampocoen decenas debsque-

das anteriores y posteriores que usaron todo tipo

de mtodos. En los ltimos intentos,la tecnologa

lser ha ayudado ha establecer cmo se dispona

exactamente la zona en el siglo

XIII. Por algo se empieza.

Se trag el lodo la coleccin de Juan sin Tierra?

Amargafue efectivamentela batalla as llama-dapara quienes seguan a HernnCortsensu conquista mexicana, pero dichosa para los

mexicas(aztecas) quese pudieronvengarde los

invasoresespaoles.Eralanochedeldejunio

de,y diversosacontecimientossangrientos

habanconducidoa quelos hombres de Corts,

cargados hasta arriba de las piezas del tesoro

que haban robado al recin fallecido Moctezu-

maII,sehallasen, juntoa susaliadostlaxcaltecas,

encerrados en la ciudad-laguna de Tenochtitln

(actual Ciudad de Mxico). La venganza de los

mexicas iba a empezar en cualquier momento

y haba quesalir de ah comofuera. Separado el

quintodel botnque sedebaal rey, Cortscedi

elresto a lossoldadosquese atreviesena cargar

conello,loquehicieronmuchostransformndolo

en piezas msmanejablesllamadastejos.

HASTA EL APUNTADOR. Consigiloempren-

dieron la huida, pero fueron descubiertosy em-

pez laferoz batalla, queacabconla mitad de

los espaoles y casi todos los tlaxcaltecas. Al

fondo de la laguna fueron a parar las joyas de

lossoldados hispanosque morany delos que

se deshacande ellas para avanzar msrpido.

Qu pascon tanta riquezacada al fondo

de lalaguna? A dade hoy sigue sin saberse.

Quiz fue recogida al momento por lospro-

piosmexicas.O porcualquiera cuando la la-

gunafue desecada paraerigirla actual capital

mexicana. El caso esque,con ocasin de al-

gunaobra, ha aparecido alguno de esos tejos

de oro, por lo que la bsqueda no cesa.

Recuerdos de la Noche Triste

Moctezumarecibe a Cortsen Tenochtit-ln, la granciudad-lagunasobre laque se

asienta Ciudadde Mxico.

Castillode Newark, donde Juan I muride disentera el 18 de octubre de 1216.Arriba, moneda inglesa de su reinado.

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Las riquezas delos milesde bar-costragados porel ocanosonparalos cazatesoros un argumen-

to esencial, conclaro protagonis-

mode loshundimientosque tuvie-

ronlugar en el trnsito marino en-

treEspaay suscolonias america-nas. Delas riquezasque porah se

movan da idea el hecho de que,

solo entre y , al puer-

tode Sevilla llegaran por mar

toneladas de oro y de plata.

En se hallaron en Key

West (Florida) los restos del ga-

len Nuestra Seora de Atocha,

que, vctima de una tormenta, se

hundi en . Tan solo ha sido

recuperada una parte de la enor-

mecantidad de oro, plata y piedraspreciosasque transportaba.El car-

gamento era similar en el caso del

San Jos, abatido porun barco in-

gls cuando zarpaba de Cartage-

na de Indias en . En este ca-

so, anno se ha encontradonada,

comoas sucedeconlos restos de

los catorce galeones destruidos

por una enorme tempestad frente

a Veracruzen ; o los deNues-

tra Seora del Juncal, que naufra-

g frente a Yucatn en ; losde Nuestra Seora de la Limpia y

Pura Concepcin, que choc con

un arrecifecerca de la costa domi-

nicanaen ;o losde Santsima

Trinidad,que naufragcerca de La

Habana en . Todos ellos re-

pletos deoro, plata y joyas.

DETODOSLOSCOLORES.Pe-

rono solo laflotaespaolaha sido

expoliada por el mar. Un gran te-

soro llevaba en el siglo XVI el ga-

len portugus Florencia cuando

fuehundido porpiratas enla costa

oeste de Escocia a poca profun-didad, por lo que los intentos de

rescate han sido varios, sin que

se haya logradodar conel grueso

del cargamento. Tambin fue en-

seguida localizadoel barcoingls

Grosvenor, que se estrell cerca

del cabo de Buena Esperanza en

, conobjetos porun valor de

tres millones de libras esterlinas.

Sinembargo, apenas nadavalioso

se ha rescatado.Las dos guerras mundiales de-

jaron tambin una destacable es-

tela de tesoros hundidos, como

fue el caso del crucero britnico

Laurentic, cargado con cuarenta

toneladas de oro y plata, que fue

hundido en por un subma-

rino alemn al norte de Irlanda. Y,

claro, ah siguen sumergidas, pro-

tegidas por la atencin y la fama,

las cajas fuertes del Titanic, rebo-

santes de las joyas de los pasaje-

ros de primera.

Arriba, un cliz deorodel galenespaol NuestraSeorade Ato-cha. En la fotogrande,restosdel crucerobrit-nico Laurentic.

CATERS

MISTERIOS

DONEMMERT

Fortunas que duermen en el fondo del mar



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As como la guerra es un derecho legtimoen la siempre contradictoria civilizacin hu-mana, elbotnafanadoal vencido no solo no esun robo, sino que es un premio merecido. In-conmensurablesson tantasriquezas usurpadasal enemigo durante siglos de incesantes con-tiendas, desconocido su paraderoe intil, en la

mayora de las ocasiones, su bsqueda. Aun-que hay casos especficos bien sabidos que satraen la atencin de los cazatesoros.

Tal sucede con el botn que el comandanteconfederado John Singleton Mosby enterr, alparecer, en un bosque de Virginia en , enplena guerra civil norteamericana. Este militar, aquien se conoca como el fantasma gris, por elcolor del uniforme confederado y por sus tcti-cas de guerrilla, captur en una de estas al bri-gada de la Unin Edwin Stoughton junto a soldados. Estos llevaban un gran saco con oroy joyas que, para ponerlos a buen recaudo, leshaban entregado varias familias adineradas de

Virginia. Suculento caudal que Mosby se llev ytiempo despus enterr, junto a unode sussar-gentos,enunlugarmarcadoconunaxentre dospinos de un bosque cercano.

Dichosargentoyotrossoldadosfueronejecu-tados por los unionistas cuando, segn dicen, se

dirigana recuperarel tesoro enterrado. Y Mosby,que a pesar de ser de los vencidos ocup altoscargos despus de la guerra, nunca dijo nada alrespecto. Desde entonces, muchos han intenta-do infructuosamente hallar laxentre losrboles.

SUDFRICA ESQUILMADA.Tambin fra-casaron las pesquisasparadar conel rastro del

oroestatalque Paul Kruger hizo desaparecer en. A l,que erael presidente delos sudafri-canos holandeses,le entregaronlos miembrosde su Gobierno los lingotes y monedas perte-necientes al Estado cuando los britnicos yaestaban a punto de tomar Pretoria,en el trans-curso de la SegundaGuerra Ber(-).Kruger se llev el tesoro nacional a Mozambi-que, desde donde parti hacia Europa sin quese supiera ms de su valioso equipaje.

La expansinnazi y losterriblesacontecimientosde la Segunda Guerra Mundial convirtieron Europaenunescenarioapocalpticodondelabarbarieenlo-quecidano tenalmites.Elfatdicoideariodiocabidaa los personajes ms viles, que, sintindose supe-riores, mataron y robaron a mansalva.Dinero,joyasysobretodoobrasdearte,sensibledebilidaddelosfieros arios, fueron requisados a ricas familiasjudaso simplemente porser artedegenerado. Granpartede estas piezashan idoapareciendo, pero muchascontinanen paraderodesconocido.

Un llamativo ejemplo es la Cmara de mbar,un regalo que a principios del siglo XVIII hizo Fe-

derico Guillermo I dePrusia alzar PedroI elGran-de, quien la instalara en el Palacio de Catalina,residencia de verano real cercana a San Peters-burgo. Se trataba de una lujosa habitacindeco-rada a base de astillas de mbar, que tienen unpreciomsaltoqueeloroyquecubranzcalosymuebles. Ante el acoso alemn en , los so-viticos trataron de trasladarla, como ya se habahecho con otras muchas joyas artsticas de SanPetersburgo (entonces Leningrado), pero les fueimposible debido a su mal estado. S lo lograronlos especialistas alemanes tras horas de durotrabajo, y fue llevada al castillo alemn de Knigs-

berg, donde fue vista por ltima vez en julio de.Despus, simplemente,desapareci, aun-que fue construida la rplicaque puede verse hoy.

SERIE INCOMPLETA. Al expolio alemnse cul-pa tambin de que no aparezcan ocho de los huevos Faberg. Decorados con oro, plata y joyas,fueronrealizadosentre y porel orfebreCarlFaberg parazares y aristcratas.La coleccinsera requisada y depositada en el Kremlin tras larevolucin rusa, y tras la invasin alemana ya no sesupo ms. Posteriormentehan idoapareciendoendistintas circunstancias.Todosmenosocho, de losque no hay pistas y an siguen siendo buscados.

Botines de guerra que se esfumaron

Robado por los nazis y en paradero desconocido

Uno delos69 huevosFaberg,delosqueochosiguensin aparecer.

Rplica delaCmara de mbar,

estanciade un palaciode SanPetersburgo sa-

queado por los nazis.

El militar sudista JohnSingleton Mosby

enterr una bolsacon lingotes deoroyjoyasenunbosque de Virginia.

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