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AlumNA: Ana Viridiana Ramos Climaco. Profr: Teresa de Jesús Ojeda. Grupo: 5HM3. INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL. ESCUELA NACIONAL DE MEDICINA Y HOMEOPATÍA. PSICOLOGÍA MÉDICA.

Trastorno por dolor

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AlumNA: Ana Viridiana Ramos Climaco.

Profr: Teresa de Jesús Ojeda.

Grupo: 5HM3.

INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL.

ESCUELA NACIONAL DE MEDICINA Y HOMEOPATÍA.

PSICOLOGÍA MÉDICA.

TRASTORNO POR DOLOR.

Características Diagnósticas.

Característica Esencial: Dolor; Síntoma

principal del cuadro clínico, siendo de gravedad suficiente como para merecer atención médica.

Criterios para el Diagnóstico F45.4. Trastorno por Dolor.

A. Síntoma principal del cuadro clínico: Dolor.

Localizado en una o más zonas del cuerpo.

Suficiente gravedad para requerir atención médica.

B. El dolor provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

Criterios para el Diagnóstico F45.4. Trastorno por Dolor.

C. Factores psicológicos: Desempeñan un papel importante en el individuo, la gravedad, la exacerbación o la persistencia del dolor.

D. El síntoma no es simulado ni producido intencionalmente (a diferencia de lo que ocurre en la simulación y el trastorno ficticio).

Criterios para el Diagnóstico F45.4. Trastorno por Dolor.

E. El dolor no se explica mejor por la presencia de un trastorno del estado de ánimo, un trastorno de ansiedad o un trastorno psicótico y no cumple los criterios de dispareunia.

Ejemplos de las alteraciones producidas por dolor.

Incapacidad para ir a trabajar, ir a la escuela, utilización asidua del sistema sanitario, consumo continuado de fármacos.

Problemas de tipo relacional. Conflictos matrimoniales,

alteración de la vida familiar.

Subtipos y especificaciones.

Trastorno por dolor asociado a factores psicológicos [307.80]: En este subtipo se considera que los factores psicológicos son de gran importancia en el inicio, la gravedad, la exacerbación y la persistencia del dolor.

Los trastornos físicos tienen un papel escaso o nulo en el inicio o en la persistencia del dolor.

No debe diagnosticarse este subtipo si se cumplen los criterios para el trastorno de somatización.

Trastorno por dolor asociado a factores

psicológicos y a enfermedad médica [307.89].

En este subtipo tanto los factores psicológicos como las enfermedades médicas desempeñan un papel importante en el inicio, la gravedad, la exacerbación o la persistencia del dolor.

La localización anatómica del dolor o de la enfermedad médica asociada se codifica en el Eje III.

Trastorno por dolor asociado a enfermedad

médica. Este subtipo no se considera un trastorno mental y se codifica en el Eje III.

El dolor está producido por una enfermedad médica y los factores psicológicos tienen un papel escaso o nulo en el inicio o la persistencia del dolor.

Para este subtipo, se selecciona el código diagnóstico sobre la base de la localización del dolor o la enfermedad médica asociada.

En el trastorno por dolor asociado a factores

psicológicos o el asociado a factores psicológicos y enfermedad médica, se utilizan las especificaciones siguientes:

Agudo. Si la duración del dolor es inferior a 6 meses.

Crónico. Si la duración del dolor es igual o superior a 6 meses.

Para indicar la duración del dolor:

El dolor puede alterar gravemente varios aspectos de la vida diaria. Entre los individuos que padecen formas crónicas del trastorno por dolor se ha observado frecuentemente desempleo, discapacidad y problemas familiares.

Puede haber dependencia o abuso yatrogénico de opiáceos y dependencia o abuso yatrogénico de benzodiacepinas.

Los individuos que sufren dolor asociado a depresión grave o relacionado con una enfermedad terminal, principalmente cáncer, presentan un mayor riesgo de suicidio.

Síntomas y trastornos asociados.

Los enfermos con dolor agudo recidivante o dolor

crónico están convencidos de que existe en algún lugar algún profesional de la salud que posee el método curativo para su dolor.

Pueden gastar una gran cantidad de dinero y emplear mucho tiempo para conseguir un objetivo a todas luces inalcanzable.

El dolor puede llevar a inactividad y a

aislamiento social, lo que, a su vez, puede conducir a problemas psicológicos adicionales (p. ej., depresión) y a una reducción de la resistencia física, que comporta cansancio y dolor adicional.

El trastorno por dolor puede asociarse a otros trastornos mentales, especialmente trastornos de ansiedad y trastornos del estado de ánimo.

El dolor crónico se asocia frecuentemente a trastornos depresivos y el agudo a trastornos de ansiedad. Los trastornos mentales asociados pueden preceder al trastorno por dolor (y posiblemente predisponer al individuo a padecerlo), coexistir con él o estar provocados por él. Tanto las formas agudas como las crónicas del trastorno por dolor se asocian habitualmente a insomnio.

Hallazgos de laboratorio. En el trastorno por dolor asociado a factores psicológicos y a enfermedad médica las pruebas de laboratorio pueden revelar una patología asociada al dolor (p. ej., hernia discal lumbar, identificada por resonancia magnética, en un individuo con dolor radicular bajo).

En el trastorno por dolor asociado a factores psicológicos y a

enfermedad médica la exploración física puede revelar la existencia de una patología asociada al dolor.

Este trastorno puede asociarse a muchas enfermedades médicas, entre las que destacan diversas enfermedades musculoesqueléticas (p. ej., hernia discal, osteoporosis, osteoartritis o artritis reumatoide, síndromes miofasciales), neuropatías (p. ej., neuropatía diabética, neuralgia postherpética) y neoplasias (p. ej., metástasis en huesos, infiltración neoplásica en nervios).

Los intentos por aliviar el dolor pueden determinar problemas adicionales, algunos de los cuales provocan incluso más dolor (p. ej., malestar gastrointestinal por fármacos antiinflamatorios no esteroideos, adherencias debidas a cirugía).

Hallazgos de la exploración física y enfermedades médicas

asociadas.

Este trastorno puede aparecer a

cualquier edad. Las mujeres parecen experimentar ciertos tipos de dolor crónico, como cefaleas y dolor musculoesquelético, con más frecuencia que los varones.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y

el sexo.

El trastorno por dolor es relativamente frecuente. Por ejemplo, se ha

observado que, en el transcurso de 1 año, un 10-15 % de los adultos de Estados Unidos padecen algún tipo de discapacidad laboral debido únicamente a dolor lumbar.

CursoLa mayoría de los episodios de dolor agudo desaparecen en un corto período de tiempo. El inicio del dolor crónico es variable. En la mayoría de los casos el individuo acude a los centros de salud mental cuando ya han transcurrido varios años desde el inicio de los síntomas. Los factores considerados influyentes en la recuperación del trastorno por dolor son, por un lado, la participación del individuo en actividades regulares (p. ej., trabajo), a pesar del dolor, y, por otro, la resistencia a que éste se transforme en el factor determinante de su vida.

Prevalencia

El dolor constituye uno de los criterios diagnósticos del

trastorno de somatización. Si el dolor asociado a factores psicológicos se presenta exclusivamente en el transcurso del trastorno de somatización, no debe efectuarse el diagnóstico adicional de trastorno por dolor asociado factores psicológicos.

De la misma manera, si la presentación del dolor cumple los criterios para la dispareunia (p. ej., relaciones sexuales dolorosas) no debe establecerse el diagnóstico de trastorno por dolor.

Las quejas de dolor pueden ser intensas en individuos con trastorno de conversión, pero, por definición, este trastorno no se limita sólo al dolor. El dolor es un síntoma asociado habitualmente a otros trastornos mentales (p. ej., trastornos depresivos, trastorno de ansiedad, trastornos psicóticos).

Diagnóstico Diferencial.

Debe considerarse un diagnóstico adicional de

trastorno por dolor si el dolor es centro de atención clínica independiente, si provoca malestar o deterioro clínicamente significativos o excede al que habitualmente se observa en otro trastorno mental.

En la simulación y en el trastorno facticio el dolor puede fingirse o producirse intencionadamente.

En el trastorno facticio el motivo es la asunción del papel de enfermo y la búsqueda de atención médica y tratamiento, mientras que en la simulación existen otros objetivos como compensación económica, evitación de responsabilidades en el Servicio Militar, huida de la justicia u obtención de droga.