28
CRITICA DE LIBROS Trilogía sobre el racismo en España TOMÁS CALVO BUEZAS Los racistas son los otros. Gitanos, minorías y derechos humanos en los textos escolares (Madrid, Editorial Popular, 1989) El racismo que viene. Otros pueblos y otras culturas vistos por profesores y alumnos (Madrid, Tecnos, 1990) ¿España racista? Voces payas sobre los gitanos (Barcelona, Anthropos, 1990) Los conflictos interétnicos payos/ gitanos, nativos/inmigrantes africa- nos, están brotando con relativa fre- cuencia en diferentes pueblos y ciu- dades de España, sumándose a otros muchos síntomas de un preocupante despertar del racismo en Europa durante los últimos años. Poner al descubierto la urdimbre subyacente a la fenomenología de esas conduc- tas colectivas, que se hallan en fla- grante contradicción con el para- digma axiomático del igualitarismo proclamado por nuestra cultura oc- cidental, constituyó el objetivo prin- cipal de una compleja investigación en tres fases realizada por el antro- pólogo Calvo Buezas entre 1985 y 1988, y de la que son fruto los tres libros de los que voy a hacer un breve comentario. La primera fase de esa investiga- ción, recogida en Los racistas son los otros, consistió en un análisis de los textos escolares de Educación Ge- neral Básica (EGB), Bachillerato (BUP) y Formación Profesional (FP) para rastrear, tanto en la letra como en las imágenes, la presentación que en ellos se hace de otros pueblos y otras minorías étnico-raciales, par- ticularmente del pueblo gitano. Se partía del supuesto de que los tex- tos escolares juegan un papel im- portante en la creación de valores y actitudes en los niños y adolescen- tes, constituyendo, por consiguien- te, un instrumento valioso para fo- mentar la convivencia ciudadana en una sociedad cada vez más plural. Las conclusiones a las que llega pue- den sintetizarse del siguiente modo: 1. Los gitanos, una de las cultu- ras y pueblos de España, están prác- ticamente ausentes en los textos es- colares analizados. Más aún, en las Reis 54/91 pp. 215-242

Trilogía sobre el racismo en España · 2012-05-14 · que existen estados de opinión y actitudes prejuiciosas, que en algu- ... dios socioantropológicos. El tercer libro de la

  • Upload
    others

  • View
    5

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

CRITICA DE LIBROS

Trilogía sobre el racismo en España

TOMÁS CALVO BUEZAS

Los racistas son los otros. Gitanos, minorías y derechoshumanos en los textos escolares(Madrid, Editorial Popular, 1989)

El racismo que viene. Otros pueblos y otras culturas vistospor profesores y alumnos

(Madrid, Tecnos, 1990)

¿España racista? Voces payas sobre los gitanos(Barcelona, Anthropos, 1990)

Los conflictos interétnicos payos/gitanos, nativos/inmigrantes africa-nos, están brotando con relativa fre-cuencia en diferentes pueblos y ciu-dades de España, sumándose a otrosmuchos síntomas de un preocupantedespertar del racismo en Europadurante los últimos años. Poner aldescubierto la urdimbre subyacentea la fenomenología de esas conduc-tas colectivas, que se hallan en fla-grante contradicción con el para-digma axiomático del igualitarismoproclamado por nuestra cultura oc-cidental, constituyó el objetivo prin-cipal de una compleja investigaciónen tres fases realizada por el antro-pólogo Calvo Buezas entre 1985 y1988, y de la que son fruto los treslibros de los que voy a hacer unbreve comentario.

La primera fase de esa investiga-ción, recogida en Los racistas son los

otros, consistió en un análisis de lostextos escolares de Educación Ge-neral Básica (EGB), Bachillerato(BUP) y Formación Profesional (FP)para rastrear, tanto en la letra comoen las imágenes, la presentación queen ellos se hace de otros pueblos yotras minorías étnico-raciales, par-ticularmente del pueblo gitano. Separtía del supuesto de que los tex-tos escolares juegan un papel im-portante en la creación de valores yactitudes en los niños y adolescen-tes, constituyendo, por consiguien-te, un instrumento valioso para fo-mentar la convivencia ciudadana enuna sociedad cada vez más plural.

Las conclusiones a las que llega pue-den sintetizarse del siguiente modo:

1. Los gitanos, una de las cultu-ras y pueblos de España, están prác-ticamente ausentes en los textos es-colares analizados. Más aún, en las

Reis54/91 pp. 215-242

CRITICA DE LIBROS

pocas referencias que en ellos apa-recen se hace una valoración predo-minantemente neutra, incluso nega-tiva en algunos casos, por lo que sededuce del contexto, contribuyen-do así a conservar o reforzar el tra-dicional y popular estereotipo nega-tivo de los gitanos.

2. La dominación espacial y eletnocentrismo localista constituyenel criterio orientador más importan-te en la construcción de identidadesy en el tratamiento escolar de la uni-dad y diversidad cultural española.Esta visualización geográfico-espa-cial de nuestra diversidad culturalimplica el silencio de los pueblos yculturas minoritarias no territoria-les.

3. La escasa atención y espaciodedicados a las minorías étnicas deEspaña contrasta con la amplitud yprofundidad otorgadas a las mino-rías y problemas raciales de otrospaíses, generando la falsa imagen deque «el mal está fuera» y «los racis-tas son los otros».

La Antropología Aplicada mues-tra así su utilidad pública al eviden-ciar la necesidad de un «ProgramaEducativo de Sensibilización Esco-lar» para el fomento de actitudestolerantes en relación con los gita-nos. Un buen modo de conseguirese objetivo puede ser el abrir unespacio en el curriculum académicode los minos y adolescentes españo-les para la Historia y Cultura del Pue-blo Gitano.

La segunda fase de la investiga-ción, expuesta en El racismo que vie-ne, consistió en la elaboración, apli-cación y análisis de un cuestionario

a profesores y otro a alumnos de loscitados niveles educativos, utilizan-do una muestra representativa detodo el territorio nacional. El obje-tivo era, en este caso, descubrir elentramado de estereotipos, actitu-des, prejuicios, imágenes y valoresde profesores y alumnos en relacióncon las minorías étnicas en nuestropaís.

Del análisis de ambas encuestasse deduce la existencia de un altonivel de prejuicios con dosis consi-derables de intolerancia, e inclusoun peligroso, aunque minoritario,racismo militante. Los gitanos apa-recen como el grupo étnico que ma-yor prevención y rechazo suscita tan-to entre profesores como entre alum-nos en todas las relaciones inter-étnicas analizadas, como la convi-vencia en el barrio, en la escuela oen el trabajo, la amistad y el matri-monio. En torno a un tercio de pro-fesores y alumnos muestra preven-ción y recelo a relacionarse con gi-tanos, especialmente a contraer ma-trimonio o convivir en el mismo ba-rrio. Aunque no se debe categorizarnecesariamente como racistas a to-dos los que se manifiestan prejui-ciosos, la gravedad del prejuicio, nosadvierte el profesor Calvo Buezas,«es que encierra latente un germende "virus racista", el cual puede ac-tivarse y desarrollarse en condicio-nes concretas de confrontación inter-étnica».

Por otra parte, si bien es ciertoque existen estados de opinión yactitudes prejuiciosas, que en algu-nos individuos llegan a cobrar tin-tes racistas, los datos dejan bien pa-tente la existencia en nuestra socie-dad de un paradigma axiológico,

216

CRITICA DE LIBROS

vigente en la mayoría de profesoresy alumnos, que tiene como valor bá-sico la igualdad humana y la solida-ridad universalista. Sin embargo,como esta investigación ha puestoen evidencia, no existe una equiva-lencia automática entre la estructu-ra ideal axiológica y la estructurareal del comportamiento.

El último paso del programa deinvestigación al que me vengo refi-riendo, del que es fruto el libro ¿Es-paña racista?, consistió en el análisiscualitativo de redacciones abiertasde profesores y alumnos sobre losgitanos y otras minorías, con el ob-jetivo de descubrir la maraña de sen-timientos, clichés, prejuicios, creen-cias, valores, estereotipos, imágenes,códigos, pautas y representacionesque ambos colectivos tienen sobrela etnia gitana y que resultan difíci-les de visualizar, en toda su riquezay complejidad semántica, dentro delas asépticas series numéricas de losdatos estadísticos de las encuestas.

La combinación de técnicas cuan-titativas y cualitativas, tan hábilmenterealizada por el profesor CalvoBuezas, se ha mostrado, una vez más,como un método extraordinariamen-te fecundo para este tipo de estu-dios socioantropológicos. El tercerlibro de la triología, ¿España racis-ta?, nos ofrece un rico materialetnográfico que permanece abiertoa otras posibles interpretaciones. Secierra la trilogía con un capítulo deapuntes teóricos y metodológicosque pretenden clarificar, desde unenfoque globalizador, comparativoe interdisciplinario, las constantesestructurales de la discriminación ydel racismo, superando el mero datoparticularista y etnográfico, para

situarse en el plano abstracto de lasrelaciones sociales dentro de la es-tructura asimétrica de poder en quese desenvuelven los grupos huma-nos.

Desde una concepción sintéticade las perspectivas micro y macro-sociológicas, como la que subyace aesta trilogía sobre el racismo en Es-paña, las relaciones intergrupales,sean étnico-raciales o de otro tipo,no se desarrollan en un vacuum abs-tracto, compuesto de ideas y senti-mientos individualistas y capricho-sos, sino dentro de una estructurasocial específica y en el marco deuna sociedad histórica determina-da. La distribución desigual y la com-petencia por los recursos económi-cos en el marco de unas relacionesde poder asimétricas constituyen elentramado estructural básico sobreel que se sitúan, mueven y relacio-nan los grupos sociales y, por consi-guiente, las minorías étnicas. Sin lareferencia a esa urdimbre estructu-ral básica, no existe una explicaciónsociológica y antropológica suficientede los fenómenos de la discrimina-ción y el racismo. En este sentidoexiste una clara continuidad teóricay metodológica con el primer librodel mismo autor, Los más pobres enel país más rico (Edic. Encuentro, Ma-drid, 1981), donde sostiene de modoinequívoco que los conflictos inter-étnicos, no obstante su peculiaridad,no pueden interpretarse adecuada-mente al margen de los conflictosde clases.

La crispación que ha producidoel reciente debate en el ParlamentoEuropeo del informe sobre el racis-mo elaborado por el eurodiputadoJames Glyn Ford, muestra la perti-

217

CRITICA DE LIBROS

nencia y necesidad de investigacio-nes como la que presentamos. Ade-más de su contribución científica alestudio de las relaciones interétnicas,los tres libros del profesor CalvoBuezas son de gran utilidad parasociólogos, antropólogos, educado-res, trabajadores sociales y cuantosdeseen hacer de nuestra sociedadpluriétnica un hogar más habitable.

Así parecieron reconocerlo el Ilus-tre Colegio Nacional de Doctores yLicenciados en Ciencias Políticas ySociología y el Ministerio de Asun-tos Sociales, al conceder a esta in-vestigación el V Premio de Investiga-ción sobre Bienestar Social.

J. M. FERNÁNDEZ

E. LUQUE BAENA

Del conocimiento antropológico(Madrid, CIS-Siglo XXI, 1990)

La claridad, la concisión, aliadasa la riqueza de contenido y a la am-plia bibliografía utilizada, caracteri-zan a esta reflexión sobre el devenirde la antropología que ahora ve susegunda edición.

Los títulos de los cinco capítulos(«De las viejas moradas de los cien-tíficos», «De la búsqueda de nuevoscimientos», «De la cultura, de lasculturas», «De la estructura y delsignificado», «Del método, de losmétodos») introducen al lector enel corazón del tema: el libro se pre-senta como una discusión de la evo-lución del objeto de la antropolo-gía, así como de los principales pro-blemas epistemológicos y metodo-lógicos que dominan su elaboración.Como cabría esperar, la opinión queel autor tiene de la ciencia en gene-ral y de la antropología en particu-lar, configuran a un tiempo la selec-ción del material y las argumenta-ciones. En éste, como en otros ca-sos, caben dos posibles lecturas. Una

desgrana las vicisitudes de la disci-plina; la otra —en filigrana—, lastomas de posición que subyacen asus análisis. Resulta claro que la pri-mera constituye, para el especialis-ta, el auténtico centro de interés dela empresa y que su exposición es elfin explícito que persigue EnriqueLuque. Sin embargo, una exposicióncompleta del trabajo requiere —másque nunca— que se consideren am-bas. La propia convicción del autorde que no existe "pura experien-cia", sino solamente la experienciaa la luz de expectaciones o de teo-rías que son "trascendentes", en pa-labras de Popper» (citado en p. 186)constituye, estrictamente hablando,el vector epistemológico alrededordel cual se construye todo el con-junto.

Consideraciones diversas hacenque el paralelo entre el desarrollode la ciencia y el de la antropologíasea necesario. La primera es de apli-cación general, ya que recuerda que

218

CRITICA DE LIBROS

el investigador está inmerso en lasociedad de su tiempo y de ahí tomainevitablemente —tanto positivacomo negativamente— una gran par-te de sus inquietudes, de sus pro-blemas y de sus soluciones. Dichoesto, es importante subrayar que elautor concentra su atención sobrelas consecuencias teóricas y metodo-lógicas del desarrollo científico, de-jando, así, de lado las discusionesdel contexto (político, ideológico eincluso académico) en el cual se per-fila aquél en cada momento. Se tra-ta, primero, de interrogarse acercadel proceso de conocimiento, acer-ca de las condiciones en que es po-sible hablar de ciencia y acerca desu objeto específico. Los dos prime-ros capítulos recorren, de ese modoy a través de un número (volunta-riamente limitado) de teóricos quese consideran representativos, los ar-gumentos principales enfrentadosentre sí a lo largo de los últimosdoscientos años (sobre todo, a par-tir del aparente triunfo del positivis-mo). De un lado, los defensores —ydel otro sus críticos— de las virtu-des de la experiencia inmediata ydel inductivismo frente al deducti-vismo, de la búsqueda de leyes ge-nerales en detrimento del historicis-mo y del particularismo, del objetivis-mo frente al subjetivismo, del atomis-mo o del carácter sistemático de loshechos considerados, de la supre-macía del orden sobre el desorden,de la simplicidad sobre la compleji-dad. A lo largo de toda la obra, elautor manifiesta un evidente cuida-do por señalar el carácter siempreactual —controlado o incontrolado-—tanto de la cuestiones como delas respuestas aportadas y el hecho

de que unas y otras afecten a todoslos niveles de la investigación (des-de los presupuestos teóricos hastala concepción del objeto científicomismo, pasando por la metodologíaempleada). Asimismo, resalta cómola mayoría de cuestiones y respues-tas constituyen sistemas, haciéndo-se incómodas —y, a menudo, ren-queantes— las tentativas de conci-liarias. De tener que elegir, sus pre-dilecciones se orientan en favor delsegundo término de las disyun-tivasconsideradas y lo inscriben así en lalínea de posiciones presentadas comolas tendencias más actuales, tanto alnivel de la reflexión epistemológicacomo aplicadas al dominio particu-lar de la antropología.

La evolución de posiciones sobrela espinosa cuestión de la objetivi-dad científica y de la falsa oposición(en tanto que basada en una apre-ciación errónea del modo de actuarde los científicos) entre las llamadasciencias humanas y las ciencias na-turales han puesto, por otra parte,de actualidad la incidencia, en lainvestigación, de factores extracien-tíficos y también el hecho de quecontribuyan inevitablemente a laconstitución de su objeto, cualquie-ra que éste sea. Las consecuenciasheurísticas son de orden episte-mológico y metodológico. Retoman-do —pero para darle la vuelta— lacélebre metáfora de Popper, el au-tor concluye: «No podemos pensardesde fuera —ni, por tanto, lanzarredes al mundo— porque redes, mun-do y nosotros mismos estamos pro-fundamente enlazados. Es, más bien,desde dentro, metidos en la ciénagay no lanzando sondajes desde la ori-

219

CRITICA DE LIBROS

lia, como podemos entender algo»(p. 83).

Planteadas así las cosas, la cons-trucción del resto de la obra mues-tra cómo la antropología se revela,por ello mismo, con una doble impli-cación: como ciencia de la culturaen sentido estricto y como discipli-na en cuya génesis el subjetivismoestá llamado a jugar un papel deprimera importancia. Así, por lo tan-to, se sospecha —aunque el autorno lo diga explícitamente— que eldebate que sigue puede interesar nosólo al antropólogo, sino a todo cien-tífico preocupado por interrogarseacerca de la importancia y los resul-tados de sus investigaciones.

¿En qué consiste la cultura? Ladiscusión de esta pregunta y la ma-nera en que se aborda, desde el do-ble punto de vista teórico y metodo-lógico, articulan los tres últimos ca-pítulos. Dos ideas principales subya-cen al conjunto de la exposición.Por una parte, el objeto de la antro-pología —so capa de aparente con-tinuidad— sufre transformacionesprofundas configuradas en una granmedida por la evolución de los de-bates científicos. Por otra parte, laantropología actual continúa siendouna ciencia preparadigmática (en-tendido en el sentido consagrado porKuhn) en la cual resulta vano —y,sin duda, perjudicial— buscar unahomogeneidad artificial de puntosde vista. En consecuencia, es indis-pensable sobrepasar los conceptosy los métodos homónimos (cultu-ras, estructuras, signo, modelo lin-güístico, inconsciente, método com-parativo, etc.), localizando los desli-zamientos teóricos y metodológicosque hacen —más allá de las apa-

riencias paradigmáticas— que losresultados sean, si no necesariamenteincompatibles, al menos, profunda-mente diferentes. Dicho esto, es ne-cesario resaltar que el interés de laobra reside menos, aquí, en el ca-rácter básicamente original de laempresa (ya que varios investigado-res, con respecto a los cuales se re-conoce en deuda el autor, han con-tribuido en aspectos parciales) queen su carácter sintético y clarifica-dor.

En términos más concretos, elanálisis de las posiciones defendi-das por las diferentes corrientes yescuelas que han dominado la esce-na muestran que el concepto de cul-tura ha experimentado numerososavatares a lo largo de los cuales—globalmente considerados— se hadesplazado progresivamente de losartefactos culturales a sus cualida-des simbólicas. De cualquier modo,una preocupación parece haberdominado sobre las demás, y las res-puestas aportadas al respecto no sonajenas al deslizamiento señalado.Esto es, la diversidad cultural —quetodo antropólogo asume como pun-to de partida—, ¿constituye el obje-tivo último de la antropología? ¿Lopropio de la condición humana, ouna materia de rico colorido a partirde la cual los investigadores debenabstraer semejanzas, constantes oleyes universales? Cualquiera que seala respuesta, un problema más deli-cado aún consiste en definir cómodar cuenta de ello: ¿cuáles son lasrelaciones entre naturaleza y cultu-ra? ¿Está constituida la cultura comouna contra natura —por retomar laexpresión de Moscovici— de talsuerte que la variedad y el particu-

220

CRITICA DE LIBROS

larismo no tienen otro origen queellos mismos? ¿No es la cultura másque un epifenómeno, reductible a lanaturaleza? ¿Hay continuidad odiscontinuidad entre ambos órde-nes? O, mejor aún, ¿es científica-mente aceptable distinguir dos ór-denes? En todas estas cuestiones, elautor une su voz a aquellos que de-fienden a la vez la diversidad y unaconcepción sintética, dialéctica yprogresiva de la pareja naturaleza/cultura: denuncia los reduccionismosde todo tipo, coloca el acento en lacomplejidad e insiste en lo que elpaso al análisis en términos de siste-mas abiertos tiene de prometedorpara abordar su estudio.

La toma en consideración de lacapacidad simbólica, del lugar queconviene atribuir a las representa-ciones en la génesis de la cultura,no se ha impuesto realmente hastatanto que la antropología británicaha conseguido liberarse del reduc-cionismo cosista al cual había redu-cido Radcliffe-Brown la herenciadurkheimiana. Esto ha tenido undoble efecto: de ampliación y deconcreción del objeto de la antro-pología. De una parte, el simbolismoha cesado de limitarse a un dominioparticular de los hechos culturales(como los ritos, los mitos o las creen-cias). De otro, ha venido a consti-tuir el prisma unificador a partir delcual se aborda la cultura. No obs-tante, el autor cuida de combatir elefecto de espejismo que puede pro-ducir la referencia común a los he-chos culturales en términos de he-chos simbólicos: subraya el impactodiferencial de los modelos (lingüís-tico, cibernético, etc.) que han ins-pirado los enfoques de los antropó-

logos y las lecciones diferentes quede ellos han aprendido. Las diver-gencias afectan principalmente allugar a partir del cual se da cuentamejor de los hechos: el código, lasintaxis o los símbolos y la significa-ción. Ante los diferentes postulados,el autor parece inclinarse, por suparte, a una posible y provechosacomplementariedad de las perspec-tivas propuestas.

En resumen, Del conocimientoantropológico está construido comouna pesquisa en la cual investiga-dor, entorno científico y cultural yobjeto mismo son inseparables. Eltono de la obra, el paralelismo entrela antropología y la situación de lasotras ciencias, así como la convic-ción de que aquélla se ha liberadode una concepción «enciclopédica»de la cultura y tiende a hacer delanálisis simbólico su principal obje-to, contrasta con la tan denunciada«crisis» de la disciplina que agitanciertos medios de investigadores.Mirando las cosas más de cerca, pue-de parecer curioso —en una obraque, por otra parte, concede tantaimportancia a los condicionamientosde toda suerte de la investigación—que el hecho colonial esté ausente.Puede pensarse que el autor lo con-sidera evidente y que tanto la voca-ción como la concisión de la obrano se adaptan a la discusión de tesismás o menos afortunadas sobre elparentesco entre antropología y co-lonialismo y las consecuencias queesto ha tenido sobre su objeto deestudio y su evolución. No obstan-te, es con toda seguridad la concep-ción global de esta ciencia la queestá en entredicho. Lejos de cen-trarse en un determinado tipo de

221

CRITICA DE LIBROS

sociedades, de tener que ver conuna antropología de deuxiéme souffle(Panoff), la que nos presenta Enri-que Luque se sumerge —a pesar desu carácter obstinadamente prepa-radigmático— en una larga tradi-ción intelectual en cuyo transcursono ha dejado de precisar su objeto.Haciendo esto, tal vez uno deba la-mentarse de que esta manera de plan-tear el problema tienda a arrojar fue-ra de la antropología, o a desacredi-tar (una fórmula como «al viejo esti-lo» puede indicarlo; p. 129) las in-

vestigaciones que no se atribuyencomo objeto directo o prioritario elestudio simbólico. ¿No se corre asíel peligro de sacrificar una parte dela complejidad?

Sea como fuere, no cabe duda que,sin pretender ser una historia exhausti-va de la disciplina —el autor remite atal efecto a sus predecesores en lamateria— la obra contribuye a ellade modo indiscutible y positivo.

María José DEVILLARD

CECILIA CASTAÑO COLLADOTecnología y empleo en el sector financiero español

(Madrid, Instituto de Estudios de Prospectiva, 1990)

El informe es el resultado de unainvestigación encargada por el Ins-tituto de Prospectiva a un equipodirigido por la profesora CeciliaCastaño con el objeto de analizar elimpacto de las aplicaciones tecnoló-gicas sobre el empleo en el sectorfinanciero, con especial atención en«las modificaciones cualitativas enel entorno del empleo, como son loscambios en las formas de producir,la división del trabajo, la organiza-ción y las necesidades de cuali-ficación y de formación del perso-nal».

Los resultados se estructuran entres grandes bloques. En el primerose analizan las dificultades de ubi-car en el interior de la estructuraproductiva el nuevo sector de servi-cios de la economía. En las nuevasformas de producir, las fronteras

entre sectores se difuminan. Apare-cen una gran cantidad de serviciosque intervienen como inputs, y tra-bajos esenciales en el proceso defabricación parecen más actividadesde servicio que actividades propia-mente de fabricación. Se produceuna nueva forma de integración enla producción que modifica los lí-mites anteriores y desarrolla un nue-vo marco competitivo.

Las modificaciones que tienen suorigen en la propia dinámica de laactividad financiera (desregulación,internacionalización, etc.) interac-túan con los nuevos desarrollos tec-nológicos contribuyendo a amplifi-car los efectos de esa dinámica: nue-vos competidores, mayor transparen-cia, ampliación de los límites fun-cionales y territoriales de los merca-dos, reducción de costes... Esa am-

222

CRITICA DE LIBROS

plificación de efectos es más noto-ria cuando la tecnología deja de serutilizada como instrumento de re-ducción de costes para convertirseen un factor activo de innovación.

La segunda parte del trabajo estádestinada al análisis de los procesosde informatización del sistema finan-ciero español, marcado desde suscomienzos por su fuerte caráctercentralizador.

El modelo que estructura el pro-ceso, iniciado en los años sesenta,se construye a partir de unos siste-mas centrales de gran potencia co-nectados mediante terminales conlas unidades especializadas del ban-co y con las unidades de atención alpúblico. Este sistema sólo se alteracon el desarrollo, en los años seten-ta, de equipos de menores dimen-siones que posibilitan la apariciónde unidades regionales, modifican-do la tendencia centralizadora y per-mitiendo la aparición de sistemasespecializados en algunos departa-mentos centrales (small businesssystem)

El carácter centralizador está mo-tivado, según el informe, por la ne-cesidad de obtener economías deescala y por las altas exigencias decualificación en aquellas tareas queproporcionan un mayor valor aña-dido. De esta forma, el desarrollode un modelo de gestión centraliza-da no impide la aparición de unámbito propio y autónomo asigna-do a las sucursales, que concentran,además, el 65 por 100 de todo elpersonal.

Con respecto a las característicasestrictamente técnicas, se observauna tendencia hacia la homoge-neidad en los equipos de cada ban-

co, que optan en general por la pro-ducción de su propio software. Cons-tatan también limitaciones en el pro-ceso de expansión técnica debido alas características de la red de tele-comunicaciones española: la excesi-va dependencia de la política de laTelefónica, muy desfasada respectoa las expectativas del sector, dificul-ta el desenvolvimiento de progra-mas como el del banco en casa y, engeneral, el funcionamiento ordina-rio de los procesos de trabajo. Elmodelo on Une encarece considera-blemente su uso.

La red básica se completa, en losaños ochenta, con la aparición decajeros automáticos y terminalespuntos de venta, cuyo crecimiento,lejos de las previsiones pesimistasde algunos expertos e informes, hasido espectacular, hasta el punto deque su generalización está modifi-cando radicalmente los modos derelación de los clientes con los ban-cos y con las cajas.

La aplicación de la informática alnegocio bancario no ha alteradosustancialmente la oferta de nuevosproductos en la banca al por me-nor, si bien el abaratamiento de loscostes ha permitido que determina-dos servicios (los que se ofrecen enel área internacional, valores, for-mas especiales de crédito) puedanadquirir un carácter masivo.

Es en la banca al por mayor (gran-des empresas, multinacionales) don-de se están introduciendo noveda-des importantes, consecuencia de laaplicación de la informática, perotambién de la experiencia acumula-da por los bancos sobre empresas ymercados. Se trata de servicios cus-tom, es decir, a la medida del clien-

223

CRITICA DE LIBROS

te, ya que la disponibilidad de ma-yor información contribuye a adop-tar las decisiones más adecuadas alas necesidades de cada cliente. Losnuevos productos se dirigen funda-mentalmente a operaciones exterio-res o a la gestión de tesorerías, nó-minas e informes. Sin desarrollar,aunque en perspectiva, se encuen-tran los servicios de información yde consultoría, aún sin inaugurardebido a la ausencia de una conexiónmás fluida entre bancos y clientesmediante el videotexto; sólo los ban-cos extranjeros se dirigen en estosmomentos hacia este segmento delmercado.

Las tendencias futuras se relacio-nan con las necesidades de una so-ciedad con mayor nivel de renta,que reclama nuevos servicios socia-les y personales.

La subcontratación de tareas apa-rece asociada al desarrollo infor-mático, siendo utilizada como unode los medios más efectivos de re-ducir costes, siguiendo así la ten-dencia ya verificada en otros secto-res y en otros países. La subcontra-tación afecta a todo el espectro pro-ductivo, desde las tareas altamenteespecializadas a las auxiliares.

EL EMPLEO EN LA NUEVAETAPA DE LA BANCA

A pesar de los controvertidos da-tos que sobre la relación entre em-pleo e informática circulan, parecedifícil establecer conclusiones defi-nitivas. Aunque se tiende a estable-cer una relación directa entre infor-mática y disminución de los empleos,

el presente estudio pone de relieveque, al menos en las entidades estu-diadas, no hay relación entre desa-rrollo informático y volumen deempleo, observando que ésta vienemarcada por la estrategia general decada entidad.

El desarrollo de la informática enlos bancos se produce cuando éstoshan establecido una estrategia em-presarial madura, con una red deoficinas consolidada.

En las cajas de ahorro, la infor-mática se desenvuelve en un con-texto expansivo, produciéndose in-crementos de productividad sin pér-dida de empleo y modificándose pau-latinamente los requerimientos decualificación en el sector. Así, mien-tras los bancos pierden, en el perío-do 1984-1988, el 7 por 100 del em-pleo, las cajas lo incrementan en un19 por 100 en el mismo período.

La estructura del empleo, organi-zada en torno a las categorías clási-cas del sector bancario (jefes, ofi-ciales, auxiliares y subalternos), con-solida una tendencia que ya se ha-bía apuntado en estudios anterio-res: la tendencia a concentrar elempleo en torno a la categoría dejefe, a la vez que disminuyen las ca-tegorías de más baja cualificación, yse mantiene la tendencia que sitúael trabajo de la mujer en las catego-rías inferiores. La estructura por eda-des concentra mayoritariamente susefectivos entre los veinte y cuarentaaños, aunque con tendencia a enve-jecer, dado que no se producen in-corporaciones masivas, y las que seproducen tienen lugar en los tramosde edad más altos, correspondien-tes a titulaciones superiores.

224

CRITICA DE LIBROS

Con respecto a la estructura sala-rial, la opacidad de la informacióndificulta cualquier conclusión, des-tacando la importancia de las retri-buciones complementarias respectoa los sueldos base, así como la rela-ción entre éstos y el nivel de res-ponsabilidad.

Las nuevas modalidades de con-tratación que potencian los contra-tos en precario producen segmen-taciones en la plantilla, coexistien-do diferentes categorías de trabaja-dores; esta segmentación redundaen mayores intensidades del ritmode trabajo, acompañadas de modali-dades de contratos casi individua-les, en los que el trabajador se com-promete a una disponibilidad total,tanto en horarios como en despla-zamientos.

El resultado de los cambios tec-nológicos y de los cambios del pro-pio negocio bancario han produci-do una ruptura del espacio de cuali-ficación tradicional, fundamentadoen el manejo de las matemáticas fi-nancieras, la contabilidad y la expe-riencia.

Si la introducción de las máqui-nas propicia el desarrollo de unamodalidad de trabajo bancario des-cualificado y asimilable al de tipotaylorista en la industria, la dinámi-ca propia del negocio bancario, queatiende a la calidad y a la mejora

constante de sus productos, obligaa buscar un nuevo concepto deprofesionalidad bancaria.

Basado en la noción de poli-valencia, al igual que en otros ámbi-tos productivos, se combinan las ta-reas más simples junto a las tareascomerciales más especializadas, pro-piciando un perfil del empleado debanca cuyos rasgos generales son lossiguientes: formación básica supe-rior, conocimiento de la actividadcomercial, conocimiento del merca-do financiero, capacidad para adap-tarse a nuevos productos y conoci-mientos básicos de informática.

La investigación comentada es elprimer estudio sistemático que seocupa de las transformaciones delempleo en la banca, así como de lascausas que han dado lugar a esastransformaciones. Son este tipo deinvestigaciones las que contribuyena verificar las hipótesis formuladassobre las relaciones entre tecnolo-gía y empleo, y señalar las tenden-cias futuras en un mercado, de otromodo, difícilmente previsible. Laausencia de estudios e informes quededuzcan sus conclusiones del aná-lisis de realidades concretas incre-mentan el valor de investigacionescomo la aquí reseñada.

Santiago MARTÍN FERNÁNDEZ

225

CRITICA DE LIBROS

JEAN CLAUDE COMBESSIE

Au sud de Despeñaperros(Al sur de Despeñaperros)

(París, Edition de la Maison des Sciences de l'Homme, 1989)

Al sur de Despeñaperros es un librosobre una zona de Andalucía, escri-to por un sociólogo francés, JeanClaude Combessie, codirector delCentre de Sociologie de PEducation,de París, junto a Monique de SaintMartin. Se sitúa en una zona de laprovincia de Sevilla, el valle delGuadalquivir, un conjunto de pue-blos muy próximos a la capital, don-de la característica más importantees la economía de agricultura de re-gadío, teniendo como monocultivoel del algodón. El estudio se realizaen torno a los años setenta. Elmacrocontexto es el de la época dela dictadura de Franco y, a niveleconómico, la del desarrollo.

Este libro es una propuesta deestudio de una comunidad rural, to-mando como punto de partida unproceso: la huelga de jornaleros(recolectores de algodón) que se pro-dujo en 1970, reclamando el aumen-to del jornal. A través de este proce-so arranca y retorna el análisis. Por-que ese proceso se inscribe en unaforma de ser ya estratificada, reifi-cada, consolidada, de esa comuni-dad, pero se produce como produc-to nuevo, como elaboración propia,tomando como elementos esos yaaprendidos, asimilados, además deotros más puntuales que surgen enla dinámica social. Ese proceso seconduce, pues, hacia la búsquedade una nueva conformación de lamisma reproducción social.

Combessie trata de eludir el enca-sillamiento del libro dentro de unadisciplina concreta de las cienciassociales, y elude deliberadamente laantropología como ciencia marco yse acerca a aspectos antropológicos,teniendo como elementos de análi-sis no aquellos clásicos ya en la dis-ciplina, sino otros más adaptados almodelo que propone eliminando más«lo cultural», para dar prioridad a«lo sociológico».

Combessie utiliza el concepto de«economía política» como pilar teóri-co de este estudio. A través de élanaliza, los aspectos económicos, so-ciales, políticos y culturales. Peroes precisamente por la utilizaciónde ese concepto por lo que lograunificarlos y, lo más importante,interrelacionarlos. Ese análisis seefectúa también a dos niveles: con-texto supralocal y contexto local.De esta forma confronta a ambospor estar en continua relación, evi-tando así el posible carácter deter-minante que podrían haber tenidoen el tratamiento teórico los aspec-tos del contexto supralocal, dada laépoca en que se enmarca. PeroCombessie propone un análisis re-ferido más directamente a los nive-les internos de la comunidad, másetnocéntricos, buscando los momen-tos de las interacciones de las es-tructuras externas (Estado, legisla-ción, instituciones del aparato polí-tico-ideológico, etc.) con los meca-

226

CRITICA DE LIBROS

nismos y estrategias construidos porla propia comunidad en respuesta auna determinada situación social yeconómica.

Los grupos sociales y económicosestán muy bien delimitados y cons-tituyen el eje explicativo en este es-tudio de cómo es esa comunidad,mostrándonos así su ser y estar. Laadscripción y pertenencia condicio-na fundamentalmente a cada indivi-duo dentro de la comunidad; peroeste hecho no crea una situaciónestática: hay una continua dinámicaen torno al mercado de trabajo, mer-cado matrimonial, movilidad socialy económica (emigración e inmigra-ción), etc.

Porque el concepto de «mercado»es utilizado en este estudio comoelemento dinamizador de la socie-dad, escenario donde se produce elintercambio de valores económicos, so-ciales y culturales. Los mercados tie-nen también un carácter restrictivoy restringido, y en ellos los grupostienen unos márgenes de acción.

Manteniendo, pues, esta visióndinámica de la comunidad (utilizan-do los soportes teóricos de Com-bessie), podemos desplazar y cen-trar el análisis en las situaciones con-flictivas que, en distinto grado, for-ma y contenido, fluyen en el inte-rior de la comunidad. Vamos a citaralgunos ejemplos:

— La desigualdad social y econó-mica (ingresos económicos, tamañode las propiedades, condición deparado permanente, etc.) ... canalesde «simulación» del equilibrio so-cial, como el de las cofradías. Cadacofradía reúne a personas de distin-tas pertenencias económicas y so-

ciales. Ese conflicto está desplazadoa la rivalidad entre cofradías, por loque la unión de los miembros de lacofradía desplaza el conflicto socialal antagonismos a dos bandos entrelas dos cofradías.

— Las divergencias políticas y susmanifestaciones (prohibidas y per-seguidas por instituciones intra ysupralocales) se revisten de formasde «normalización» como la presen-cia y asiduidad a los bares (lugar deencuentro social de los varones), elmantenimiento de los compromisossociales normatizados, en lugar debuscar otros canales marginales o«clandestinos».

— Por último, la huelga es el acon-tecimiento más rico en significadosy significante de esa tendencia quese manifiesta en el resto de las situa-ciones-conflicto: la reproducciónsocial.

La huelga tiene otros anteceden-tes en sucesos de explosión socialespontánea, en tres acontecimien-tos que se denominaron así: «Unpatrón ladrón», en 1960; «El látigonegro», en 1963, y «El paro y elhambre», en 1965. El motivo expre-so de la huelga es la reivindicaciónde la subida de un duro en el jornalde los jornaleros recolectores de al-godón, reivindicación negada por lospatronos.

Sin embargo, las motivacionesocultas que permanecen en un nivelmás profundo de la consciencia so-cial hay que buscarlas en la amena-za que representa esa situación pre-caria en los ingresos de un gruposocial, para que se garantice la re-producción del sistema social y eco-nómico, conservador del permanente

227

CRITICA DE LIBROS

equilibrio/desequilibrio de la comu-nidad. También se atenta en estasituación puntual, así como en lasque se dieron las movilizaciones an-teriores, contra determinados valo-res sociales como «el grado óptimode justicia/injusticia», «la manifes-tación violenta y excesiva c\e la áes-igualdad social», etc. En contraste,las organizaciones sindicales, comoCC.OO., con implantación en lospueblos no tienen la capacidad deconvocatoria y el arrastre tan mayo-ritario como los que se producen enesa huelga. Los niveles de conexióncon el universo de fuerzas sociales,intereses económicos, redes socia-

les..., son diferentes en ambos ca-sos. Las organizaciones clandestinasmantienen un nivel de discurso ycomunicación en estadios secunda-rios y minoritarios de este universo.

Por último, subrayar la importan-cia que cobra en este estudio la con-írontación en el espacio y el tiempode todo el capital simbólico y el ca-pital económico y social de esa co-munidad (en términos de Bourdieu)como método y modelo de análisispara estudiar un campo social comoes el de la sociedad rural, tan incom-pletamente estudiado.

M. ESQUIVEL FERNÁNDEZ DE CUEVAS

MANUEL ALCÁNTARA SÁEZ

Sistemas políticos de América Latina(Madrid, Tecnos, 1989-90)

Hace medio milenio, un grupo dehombres abandonó las costas espa-ñolas en busca de las Indias, aven-turándose por un océano gigantes-co y desconocido, poblado de mons-truos y sirenas, encontrándose contierras y gente nueva. Entonces setorció el rumbo de la historia de laHumanidad. Dos pueblos diferen-tes y extraños entre sí se miraron,se midieron, se mataron ferozmentey, también, procrearon. Este encuen-tro dramático selló para siempre lahistoria de España y del pueblo ame-ricano. Desde aquellos inicios surgela pregunta sobre el Otro, el extra-ño, intentando reinterpretar al otroen el marco de los propios códigosculturales. Y mientras los españolesdebatían desconcertados sobre si los

indios estaban dotados de alma, losindígenas antillanos sumergían prolon-gadamente a los prisioneros blancospara averiguar si sus cadáveres esta-ban o no sujetos a putrefacción.

En la trama de la historia se danmúltiples procesos en forma com-pleja y contradictoria. Quizá lo quemás observamos de aquel primerencuentro es un conjunto de desen-cuentros, simbolizados en la guerrade conquista y en la guerra de inde-pendencia. Desencuentro entre lacultura de los españoles y la de losindígenas, desencuentro entre enco-menderos y misioneros, indígenas ynegros, mestizos y criollos, penin-sulares y criollos, monárquicos y re-publicanos, regionalistas y centra-listas, conservadores y liberales, cató-

228

CRITICA DE LIBROS

lieos y masones, oligarcas y proleta-rios, derechistas y socialistas, etc.Sin embargo, en las cavernas subte-rráneas de la conciencia colectivade los pueblos se alimenta el deseode una convivencia con el otro: allíestán las utopías andinas de inkarriy pachakuti; la tierra sin malesguaraní; la República de Palmares,en Brasil; la defensa del indio porLas Casas y los obispos profetas; lasrebeliones campesinas; la lucha porla libertad, el ideal bolivariano y elanhelo republicano en la gestaciónde los estados; las luchas sociales dela clase obrera en los siglos xix y xxy, hoy en día, las multitudinariasexpresiones de la fe popular, la soli-daridad cotidiana y la fiesta; la de-fensa de los derechos humanos, dela vida, la justicia, la libertad y ladignidad.

En estos últimos años han comen-zado a llevarse a cabo con renovadafluidez, entre hispanos y latinoame-ricanos, múltiples programas de in-tercambio académico y de otras ín-doles, con el propósito de compe-netrarse recíprocamente del cono-cimiento de la realidad económica,social, cultural y política. Una vezmás, la mirada se levanta y se ex-tiende sobre el Atlántico en buscade ese otro con el cual se ha escritola historia en conjunto. Durante laúltima década, Manuel Alcántara hasido docente en la disciplina de Re-gímenes Políticos de Iberoaméricaen la Facultad de Ciencias Políticasy Sociología de la Universidad Com-plutense, fruto de la cual nace ellibro que se reseña en el presenteartículo. Consiste en un importantetrabajo académico en el que el au-tor describe y analiza los sistemas

políticos de cada uno de los paísesdel Caribe y de los del sur del RíoGrande, poniendo el acento en ladiversidad y pluralidad de la reali-dad latinoamericana.

La obra se presenta en dos volú-menes, respondiendo a un criteriogeográfico. La primera parte se re-fiere a los sistemas políticos de Amé-rica del Sur, y fue publicada en 1989.El segundo volumen se publicó en1990, y se refiere a México, el Cari-be y América Central.

Se trata de un esquema que —co-mo se advierte en el prólogo del li-bro— se enmarca dentro de la tra-dición del estudio comparado de lapolítica. Método que John W. Bur-gess inaugura al publicar PoliticalScience and Comparative ConstitutionalLato, en 1890, y que posteriormentese generaliza en el ámbito académi-co anglosajón. Con la revoluciónbehaviorista, iniciada a partir de ladécada de los veinte, esta corrientese amplía y perfecciona con los en-foques «grupales» (Odegard, Pen-dleton Berring, etc.), permitiendo laconsolidación del paradigma cientí-fico a partir de los años cincuenta(Butler, Dahl, Easton, Ranney yotros)1.

Es un texto útil y sistemático, enel cual se describen en forma metó-dica los sistemas políticos de todoslos países latinoamericanos, utilizan-do una matriz analítica muy sencillaque permite enfatizar lo original decada proceso, estudiando los casos

1 Manuel PASTOR, Prólogo: «El estudiocomparado de la política», en ManuelALCÁNTARA, Sistemas políticos de AméricaLatina, vol. I, Madrid, Ed. Tecnos, 1989,pp. 11-12.

229

CRITICA DE LIBROS

nacionales por separado, dado que,en la actualidad, las identidades na-cionales están perfectamente desa-rrolladas. Se pretende un estudio delas instituciones que componen elsistema y del papel que dentro de éljuegan los actores políticos, con laslimitaciones naturales —respecto delgrado de profundidad en el análisisde cada país— que impone un es-quema donde se recoge un amplionivel de información. El uso de unmismo esquema de estudio puedefacilitar posteriores análisis cruza-dos que ayudarán a enriquecer laaproximación. Sin embargo, compor-ta el riesgo de ignorar o minusvalorarcorrientes o interinfluencias que sereiteran en más de un país, o queson incluso de ámbito mundial, difi-cultando una eficaz aproximacióndesde una perspectiva compara-tivista.

Por otro lado, Alcántara es cons-ciente del desequilibrio existente ala hora de una necesaria homoge-neización de los estudios indivi-dualizados. El traslado de una mis-ma matriz de estudio puede forzarla interpretación de determinadasinstituciones o el papel de ciertosactores. En razón de ello, el autorha evitado aplicar a ultranza el mo-delo de estudio al cual nos hemosreferido, para abordar con mayorflexibilidad el análisis de países comoChile, Cuba, Haití, el Caribe angló-fono, holandés y francés, Belice,Guyana y Surinam, que presentan(o presentaban al tiempo de escri-birse el libro) importantes particu-laridades en su sustema político.

Advierte el autor, en la introduc-ción al primer volumen, que se alejade aquellas tesis que aproximan el

sistema político a una estructura derelaciones meramente formales, acer-cándose a una concepción del mis-mo como sistema histórico, términoéste que aludiría, por una parte, aun conjunto integrado —compues-to de partes relacionadas entre sí—y, por la otra, a una unidad con lahistoria. De esta manera, Alcántaraselecciona como elementos de unsistema político aquellos que confi-guran su matriz de análisis: una sín-tesis de la evolución histórico-polí-tica de cada país; la descripción delas principales instituciones del Es-tado (el Poder Ejecutivo, Legislati-vo y Judicial, la organización terri-torial y el sistema electoral); los ac-tores políticos (partidos, sindicatos,fuerzas armadas, etc.), y la vida po-lítica en los años ochenta (especial-mente marcada por las transicionespolíticas a la democracia).

Como se ha señalado, la primeravariable ocupada por Alcántara ensu esquema de estudio está com-puesta por una síntesis de la evolu-ción de la historia política de cada na-ción. El autor pretende —siguiendoprácticamente el mismo esquema deanálisis— destacar aquellos hitos dela historia política que definieronrasgos de identidad, enunciando as-pectos peculiares y el comportamien-to de los actores que pudieran ex-plicar la profunda tradición de ines-tabilidad política. Esta visión de laevolución de la historia política apor-ta las constantes y, a la vez, lasespecificidades en el desarrollo dela sociedad política del país en cues-tión. Se trata de un recuento histó-rico sintético y útil, en la medidaque permite una mejor comprensiónde las instituciones y actores políti-

230

CRITICA DE LIBROS

eos, explicando el contexto de sugestación, desarrollo, transformacióno desintegración.

Establecer la interrelación de losdistintos elementos de un sistemapolítico sin una mínima retrospecti-va que explique cómo y por quétales protagonistas e instituciones seinfluyen recíprocamente para darvida a diversos tipos de regímenespolíticos puede conducir a interpre-taciones erradas, especialmente si ellector no está familiarizado con lapluralidad y diversidad que existe alinterior de América Latina.

Alcántara se preocupa de señalaralgunas diferencias entre aquellospaíses de la región de Centroaméricay del Caribe con respecto a los delsur del continente. Se trata de cier-tas características de la realidad po-lítica de estos países que se habríanido configurando durante su evolu-ción histórica. Se enfatiza que lospaíses de América Central y del Ca-ribe se han enfrentado a serias tra-bas para conseguir su soberanía po-lítica y reforzar su identidad nacio-nal, existiendo una gran variedaden sus tiempos de emancipación. Ellocontrasta con los países sudameri-canos, donde existe una mayor sin-cronía en el proceso histórico deemancipación y consolidación delEstado.

Otro elemento que ha dificultadoel reforzamiento de una identidadnacional y la obtención de la sobe-ranía política de estos países ha sidola mayor presencia de Estados Uni-dos y sus intereses, llegando a con-

siderar al Caribe como su mar inte-rior. Esta relación entre EstadosUnidos y el Caribe, México y Cen-troamérica estaría experimentandoun importante cambio luego de queel Congreso le haya dado «luz ver-de» a George Bush en la iniciati-va del mercado común norteameri-cano, en la cual está involucradoMéxico.

Una característica de toda Lati-noamérica ha sido el alto grado deinestabilidad que ha existido en lasformas políticas. Pero en el sur delcontinente hubo una mayor presen-cia del liberalismo político, configu-rándose (en la medida que se supe-raba el caudillismo) una democraciarepresentativa, con una crecienteapertura del espacio político, la cualse fue alternando con una democra-cia tutelada cuyo principal actor fue-ron las fuerzas armadas. En cambio,en los países centroamericanos y delCaribe, el liberalismo político tuvouna incidencia menor que en el surdel continente (en algunos casos,como Haití y Panamá, incluso sepuede dudar de la conformación delEstado Nacional), alternándose, yaen el siglo xx, esquemas de Estadosultanístico donde el Estado era go-bernado como una finca por el dic-tador (bajo las dictaduras de Trujilloy Somoza) con democracias preto-rianas, en que la democracia era unafarsa en beneficio de la relaciónarticulada entre la oligarquía y elejército. También aparece una ma-yor pluralidad en esta zona que enel resto del continente, en lo que aformas políticas se refiere. De estamanera, México, Cuba, Costa Rica

231

CRITICA DE LIBROS

y Jamaica, cada cual a su forma, re-presentan modelos propios y dife-renciados de sistemas políticos, conuna destacada capacidad de influen-cia en los países vecinos2.

Otro elemento diferenciador quese desprende de la lectura de la evo-lución histórico-política, entre lospaíses agrupados en el primer volu-men del trabajo y aquellos que seestudian en el segundo, dice rela-ción con las revoluciones. Si bientanto en unos como en otros existensituaciones revolucionarias (pobre-za, miseria, exclusión, represión, et-cétera), en el sur del continente nohan habido revoluciones; en cam-bio, la región al norte de Panamá ycaribeña ha sido cuna de procesosrevolucionarios. Es el caso de la re-volución esclavista de Haití, de lasrevoluciones mexicana y cubana ydel triunfo sandinista en Nicaragua,algunas de ellas con enorme inci-dencia mundial. Este hecho está di-rectamente relacionado con la capa-cidad del sistema político de absor-ber cambios ocurridos en la rela-ción con su entorno o en la inter-acción entre los componentes delmismo. Es decir, con la compleji-dad, estabilidad y flexibilidad delsistema.

En lo que respecta a los regíme-nes democráticos, éstos han sidoextremadamente frágiles. Esta vul-nerabilidad llega a situaciones másextremas en varios de los paísescaribeños y de América Central y,por cierto, México, donde la de-

2 Manuel ALCÁNTARA, Sistemas políticosde América Latina, vol. II, Introducción,Madrid, Ed. Tecnos, 1990.

mocracia tradicionalmente ha sidoasimilada con una simple mecánicaelectoral, con farsas y manipulacio-nes que evitaban la alternancia en elpoder. Con los ochenta —afirma elautor—, la democracia fue utilizadacomo tapón de contención frente alas elevadas demandas de participa-ción y cambio social, dando comoresultado procesos electorales téc-nicamente perfectos y la ejecucióndel juego gobierno-oposición, conalternancia, cosa inédita para la re-gión.

La segunda variable utilizada porel autor en su esquema de análisiscorresponde a las instituciones polí-ticas. En la introducción se advierteque la consolidación del sistema de-mocrático se vio afectada en mayoro menor medida por el funciona-miento intrínseco de las institucio-nes, su eficacia, su capacidad paraabsorber conflictos y para articulardemandas, entre otros factores. Se-ñala el autor que los estudios depolítica comparada se han dirigidomuy recientemente a dar relevancia,fundamentalmente en procesos decambio y consolidación democráti-ca, a la significación de la variableinsti-tucional, variable que, unida aldinamismo de lo social, conformaun todo que debe abordarse en sucomplejidad examinando sus elemen-tos propios y diferenciadores.

A lo largo de la obra, el desarro-llo de esta variable de análisis con-siste en la descripción del funciona-miento de las instituciones formalesdel Estado. Las instituciones delEstado, que describe Alcántara, sonel Poder Ejecutivo, el Legislativo, elJudicial, el régimen administrativo(u organización territorial) y el sis-

232

CRITICA DE LIBROS

tema electoral. Este apartado pre-senta una diferencia metodológicarespecto de los otros. La fuente dela descripción de estas institucioneses la normativa constitucional y le-gal vigente, lo que resulta útil desdela perspectiva del Derecho Políticocomparado. Sería interesante pro-fundizar en la regla de interacción einterdependencia que puede existirentre instituciones y procesos polí-ticos. Destacar si estas institucionespermiten el cambio social o lo blo-quean y cuál es el grado de tensiónque existe entre ellas.

Otro ámbito interesante que sepodría profundizar en la relaciónentre instituciones y proceso políti-co es el que se refiere a las formasinstitucionales que un Estado, conhistoria democrática previa, adoptadespués de un período autoritario.Se podría distinguir entre aquellasinstituciones que en estos procesosde cambio son restauradas, las quese mantienen y aquellas por las quese busca fundar un nuevo esquemapolítico para el país en cuestión.Discusión que no ha terminado deresolverse en Brasil, que no prospe-ró en Argentina y que comienza adesarrollarse en Chile y México.

El tercer eje de la matriz de estu-dio utilizada por Alcántara se refie-re a los actores políticos. La perspec-tiva para abordar a éstos se hace enfunción de su capacidad de interve-nir en el marco de lo público, juntocon su disponibilidad de movili-zación en la sociedad civil. Los prin-cipales actores que se analizan sonlos partidos políticos, el poder sin-dical, las fuerzas armadas, la Iglesiay, cuando son relevantes, los em-

presarios, las organizaciones popu-lares y otros grupos sociales.

Como se ha señalado, el esquemade análisis permite una adecuadacomparación entre los actores de unsistema y otro. Sin embargo, conlle-va la consecuente limitación de des-cribir a estos actores y su comporta-miento en el sistema político, concategorías preconcebidas. Es decir,la metodología opta por un esque-ma que para que sea útil en térmi-nos comparativos exige un tratamien-to riguroso que puede llevar a ele-var la importancia de ciertos acto-res dentro de un sistema político ominusvalorar la presencia de otros,como ciertos grupos indígenas, queno existen con igual importancia alo largo del continente.

Un hecho relevante que se des-prende de este y otros trabajos esque, en América Latina, no existeuna separación clara entre actoressociales, fuerzas políticas represen-tativas y Estado. En el continenteamericano no existe una jerarquiza-ción social de tipo europeo, ya quese excluye a una parte de la pobla-ción. Coexistiendo esta figura conuna apertura excepcional del espa-cio político, de manera que muchascategorías sociales tienen cierto gra-do de acceso a la toma de decisio-nes. Pero la contrapartida de la aper-tura del sistema político es la fragi-lidad de la democracia representati-va, que sería explicada por la au-sencia de actores sociales puros. Lapenetración de un grupo social den-tro del aparato estatal se realiza másfácilmente que la creación de unpartido representativo. Los partidosclasistas tuvieron poco éxito salvo,

233

CRITICA DE LIBROS

y parcialmente, en Chile. Un siste-ma político democrático no sólo su-pone la representatividad de las fuer-zas políticas y la libertad de repre-sentación; descansa igualmente enla existencia de actores sociales au-tónomos, representables, es decir,conscientes y organizados, de ma-nera directa y no solamente a travésde agentes políticos3.

Queda abierta al lector la preguntasobre si en la actualidad aparecenactores sociales más autónomos osi, por el contrario, la capacidad deacción disminuye en estos paísesagobiados por una crisis económicainsuperable. Comparto la opinión delos que ven que el camino de solu-ción para lo que se llama crisis pasapor la capacidad de tomar decisio-nes, negociar, establecer pactos ygrandes consensos nacionales —so-bre la institucionalidad política y laestrategia de desarrollo e integra-ción social— entre los principalesactores sociales.

Finalmente, el último capítulo delesquema de análisis de Alcántara tra-ta sobre la vida política durante laúltima década. El eje que articula laevolución de los acontecimientospolíticos durante este período es laola democratizadora o proceso detransiciones políticas a la democra-cia. Se trata de procesos inciertos,en cuanto a su destino, en que loshechos se suceden con tal velocidadque algunas de las informaciones ojuicios que se remiten en este apar-tado, tal como lo preveía el autor,

3 Alain TOURAINE, Actores sociales y siste-mas políticos en América Latina, Santiago,PREALC, 1987, pp. 5-15.

han ido quedando rápidamente su-perados.

El hecho que la mayoría de lospaíses latinoamericanos haya expe-rimentado un proceso de transiciónpolítica en los últimos años no sig-nifica que la generalidad de las na-ciones del continente se encuentreen un proceso político homogéneo.Se trata de tiempos políticos brevesque no necesariamente han coexis-tido. Algunos países carecen de unamemoria colectiva democrática porno haber experimentado previamenteun período significativo de un go-bierno democrático. Es el caso deSurinam, de la mayoría de los paísesdel área del Caribe anglófono, delfrancés o Belice. En el resto de lospaíses subsiste una importante cuo-ta de heterogeneidad, tanto por lascaracterísticas del proceso de tran-sición como por el tipo de régimenautoritario desde el cual transitan.

Algunos regímenes autoritariosson de un carácter «tradicional».Tienen fuertes componentes patri-monialistas e incluso sultanistas, ytienen una mayor posibilidad de ter-minar en revoluciones, como ocu-rrió con la Nicaragua de Somoza,con la Cuba de Batista. Lo que noparece ocurrir con el Paraguay deStroessner, que tiende a inclinarsejunto a las transiciones democráti-cas de República Dominicana yEcuador.

En el caso de México han habidoimportantes cambios dentro de unrégimen que presenta una notablecontinuidad de liderazgo y estruc-tura. Se diferencia de los regímenesburocráticos-auíorííanos tanto porla capacidad de enfrentar el proble-ma de la sucesión presidencial como

234

CRITICA DE LIBROS

por su origen histórico revoluciona-rio no oligárquico, que durante seisdécadas le aseguró apoyo popular.Alcántara sostiene que «la alter-nancia en el poder ya no es imposi-ble». Efectivamente, se ha produci-do una situación nueva en que lospartidos de oposición se han hechode un espacio político en la Cámarade Diputados, pero esto no significaque el Ejecutivo (dotado de una grancantidad de poder) se vea obligadoa pactar ni que la oposición se con-vierta en una posibilidad cierta derecambio, especialmente por la fra-gilidad política del FDN. El gobier-no de Salinas ha logrado mantenersu propósito de continuidad concambio y modernización, últimamen-te vitalizado por el inminente acuer-do con Estados Unidos en aras deconcretar el mercado común norte-americano. Sin duda, se trata de unproceso dilatado en el tiempo y, portanto, aún poblado de incertidum-bre.

Las naciones del cono sur (Ar-gentina, Brasil, Chile y Uruguay) hansido representantes de un régimenburocrático-autoritario. Se confor-maron en algunos de los países máscomplejos y «modernos» y se carac-terizaron por la represión y proyec-tos elitistas tecnocráticos claramen-te regresivos en términos sociales4.El proceso de transición experimen-tado por estos países tiene en co-mún la categoría de gobierno auto-ritario desde el cual se inicia. Al

utilizar las categorías de Stepan5, quepone atención no en el desde dónde,sino en el camino de transición, es-tos países del cono sur resultan agru-pados en aquellos estados donde losregímenes autoritarios inician y con-trolan el proceso de democratiza-ción.

El caso de Argentina se diferen-cia del resto porque la transición esmás bien una retirada del poder delos militares como institución. Si bienlos militares intentaron imponer con-diciones como precio de su retira-da, ello no fue factible por su des-unión, desprestigio y por la urgen-cia institucional de su salida del po-der, en virtud del colapso que signi-ficó la derrota militar. Estos regí-menes que se precipitan en la de-mocracia generalmente conducen aun tipo de democracia política máscompleta, pero con el consiguienteriesgo de ingobernabilidad que pue-de provocar el surgimiento de fuer-tes oposiciones desleales, generadasal dejar con escasa representaciónen el proceso político a las fuerzasarmadas y sectores dominantes.

Tanto la transición uruguaya comola brasileña y chilena se inscribendentro de una lógica que subraya elpapel del liderazgo autoritario en lainiciación del proceso, pero requie-re de la cooperación de la oposicióndemocrática para que triunfe. Elhecho que los militares uruguayosno hayan tenido un papel significa-tivo en la política del siglo xx, junto

4 Guillermo O'DONNELL, Transicionesdesde un gobierno autoritario, vol. II, BuenosAires, Paidós, 1988, pp. 15-36.

5 Alfred STEPAN, «Vías hacia la rede-mocratización: consideraciones teóricas ycomparativas», en O'DONNELL, SCHMITTER yWHITEHEAD (eds.), Transiciones desde ungobierno autoritario, vol. III, pp. 54-84.

235

CRITICA DE LIBROS

con la tradición de control de lospartidos (el Partido Colorado) so-bre ellos, permitió que el «Acuerdodel Club Naval» no se implementara,anulando la pretensión militar decontrolar el proceso de transición.El caso brasileño, en cambio, conuna transición de dieciséis años, de-nota el hecho de un régimen militarorganizado, con legitimidad en elplano económico y con poder sufi-ciente para dirigir el proceso y ob-tener un alto precio por su salida.

En cuanto a la transición chilena,por estar más retrasada en el tiem-po, no alcanza a completarse su es-bozo en la obra que se reseña. Linzy Stepan argumentan que el «preciode transferencia» más alto que unrégimen militar haya podido impo-ner a un régimen civil entrante en elcono sur tuvo lugar en Chile. Unatransición extremadamente restrin-gida con la transferencia de podermás «desleal», desde el punto devista democrático, de los casos delsur de Europa o del cono sur6. Setrata de una transición en que co-existen un poder autoritario en reti-rada (simbolizado por la permanen-cia de Pinochet) y un poder demo-crático en avance, pero limitado porlas leyes de «amarre» (enclaves queimpiden que la mayoría política, so-cial y electoral se transforme en ma-yoría institucional para gobernar).

Paradojalmente, este hecho, jun-to con la ausencia de crisis econó-mica, ha afirmado y legitimado for-

6 Juan LINZ y Alfred STEPAN, «Relacionesciviles-militares en las recientes transicionesdemocráticas del cono sur de AméricaLatina», en Síntesis, núm. 11, mayo-agosto1990, pp. 77-85.

zadamente la característica de unatransición pactada. Se trata de unasituación muy diferente a la de Ve-nezuela y Colombia, en que, por unlado, subsisten fuertes identidadespartidarias con un alto nivel de or-ganización política y, por el otro, elrégimen autoritario mantiene un con-siderable apoyo electoral sobre labase de un éxito razonable obteni-do en sus metas políticas y en elmodelo económico implementado.Es una transición pactada, porquelas fuerzas opositoras a la dictaduraforman una coalición política am-plia y sólida que, luego de ganar enel plebiscito, acuerdan un pactoinstitucional con el gobierno militar(reformas constitucionales) y, táci-tamente, un pacto de desarrollo es-tratégico, comprometiéndose a go-bernar respetando la estabilidadmacroeconómica, con una orienta-ción hacia la internacionalización dela economía y un esfuerzo social cre-ciente, financiado por la reformatributaria acordada entre el gobier-no democrático y la derecha políti-ca.

La transición mediante transac-ción tiende a centrar la atención enlos acuerdos de la élite e inevitable-mente reduce el papel del pueblo.Pero evita la confrontación brutalque pone en riesgo la democracia ylas posiciones intransigentes quepueden acabar en regresiones auto-ritarias.

Para concluir, quiero destacarque, generalmente, los estudios so-bre la historia contemporánea deAmérica Latina separan dos tiposde enfoques: un enfoque economis-ta (basado en una lógica dominante

236

CRITICA DE LIBROS

«objetiva») y una interpretación delos actores político-ideológicos (en-foque subjetivo). Por tanto, resultaafortunado encontrar en este traba-jo información sobre «categorías desituación» (el estudio de las institu-ciones del Estado) y sobre «catego-

rías de comportamiento» (el estudiode los actores), que pueden articu-larse entre sí a través de la descrip-ción de la evolución histórico-polí-tica.

Carlos ESTÉVEZ V.

MARIANO FERNÁNDEZ ENGUITAEducación, formación y empleo en el umbral de los noventa

(Madrid, CIDE, 1990)

Este libro puede entenderse comouna defensa de la necesidad de acer-car la educación a los intereses rea-les de los alumnos en lo que se re-fiere a su futura vida como trabaja-dores, como ciudadanos, comomiembros de una familia o comocualquier otra dimensión relevanteque se quiera añadir. No en vano elautor propone que los profesoresdeberían tener la obligación de ex-plicar a sus alumnos la utilidad prác-tica de sus asignaturas.

La obra puede dividirse en dospartes diferenciadas e intrínsecamen-te conectadas. La primera (que abar-caría los tres primeros capítulos) estádedicada al análisis del trabajo(descualificación, mercados de tra-bajo, desigualdades frente al mis-mo); mientras que la segunda (losotros tres capítulos; el último con-tiene la bibliografía) se consagra ala relación que guarda la educacióncon el trabajo.

¿Es necesario que la poblaciónpase cada vez más años de su vidaen el interior del sistema educativo?Si creemos en la mitología que ro-dea a las nuevas tecnologías, los pro-

cesos laborales cada vez son máscomplejos, lo que exigiría una fuer-za de trabajo más educada. Sin em-bargo, la realidad se empecina enmostrar que esto no es así. Más biense asiste a una polarización de lascualificaciones, «con un aumento delos puestos de trabajo de altacualificación, que siguen siendo unaminoría, y el mantenimiento de unamayoría de empleos de bajacualificación (aunque no existeacuerdo sobre si esta mayoría escreciente, decreciente o estable)»(p. 16). No obstante, esta des-cualificación tiene mayor relacióncon la organización de los procesosproductivos que con las nuevas tec-nologías en sí mismas. Hoy en díaflorecen las empresas organizadas entorno a criterios de especializaciónflexible frente a la caduca produc-ción en grandes series. La primeraexige amplio personal cualificado,mientras que la segunda se basa enuna rígida división del trabajo, don-de la mayoría de los trabajadoresestán condenados a la des-cualificación. Otro tanto de lo mis-mo puede decirse del funcionamien-

237

CRITICA DE LIBROS

to del mercado de trabajo. Las gran-des empresas tienden a subarrendara empresas pequeñas las fases sub-sidiarias de producción. Esto haceflorecer gran cantidad de pequeñasempresas que se ven forzadas a aco-plarse a diferentes demandas varia-bles, lo que les fuerza a la especiali-zación flexible.

¿Y qué ocurre en España? ¿Estáeste país al margen de este proceso?España no es un productor de nue-vas tecnologías. El nivel tecnológicode la economía española es sensi-blemente inferior a la media comu-nitaria. De las diez profesiones quemás crecen en términos relativos,sólo cuatro pueden considerarse dealta cualificación y, en conjunto, sólosumaban en 1981 el 0,55 por 100 dela población activa ocupada.

¿Qué papel juega en todo esto laeducación? La educación preuni-versitaria es la formación inicial paraacceder a los empleos. En la medidaen que exista —y existe— una fuer-te desconexión de la primera conrespecto a los segundos, hay quereplantear la ordenación del siste-ma educativo. La distribución delalumnado en las dos redes de lasecundaria —BUP-COU Y FP—(65,88 por 100 de matriculaciónen la red académica frente a 34,12por 100 en la red profesional) esjustamente la inversa de la que pre-cisa el sistema productivo. La refor-ma en curso del sistema educativopretende paliar este serio problema.Sin embargo, las inercias del fun-cionamiento del sistema —en espe-cial, la plétora de profesores espe-cializados en disciplinas tradiciona-les— parecen condenar a la refor-

ma al continuismo bajo nuevas for-mas.

La necesidad de acoplar a los jó-venes —especialmente a quienesabandonan la escuela sin concluir lasecundaria— al mercado de trabajoha supuesto la extensión de la lla-mada Formación Profesional Ocu-pacional (FPO), formación que seconvierte en un subsistema regula-do por el Ministerio de Trabajo através del INEM.

Aun con todos estos esfuerzos, latransición de la gente joven al em-pleo es un camino trufado de difi-cultades. El autor recoge aquí lasaportaciones más relevantes del úl-timo informe Zárraga sobre la ju-ventud y de las investigaciones deMasjuán, Planas y Casal, además deelaboraciones propias, a partir dedatos de la EPA, sobre itinerariosde la escuela al empleo, el desem-pleo o el subempleo.

En definitiva, el lector tiene antesí un libro que recoge las aportacio-nes más relevantes del Grupo deEducación, Formación y Empleo enla España de los años noventa(GEFE'90). No es totalmente resul-tado de una investigación empíricadirecta, sino, más bien, de una pro-funda reflexión a partir de investi-gaciones recientes además de las delGEFE'90. No obstante, el autor in-cluye numerosas aportaciones de supropia cosecha a partir de datos pro-venientes de la EPA, el INE, en-cuestas del CIS, etc.

Una obra más del prolíficoMariano Fernández Enguita, queamplía aportaciones efectuadas enotros libros suyos. Así, la parte de-dicada al trabajo puede considerar-

238

CRITICA DE LIBROS

se continuidad de algunos capítulosde Integrar y segregar (Laia) y de Lacara oculta de la escuela (Siglo XXI),y la parte dedicada a la escuela seríacontinuidad de Reforma educativa,desigualdad social e inercia institucional(Laia) y de Juntos pero no revueltos

(Visor). Las reflexiones sobre el tra-bajo doméstico serían prolongaciónde El trabajo doméstico: evolución yformas de aprendizaje (Instituto de laMujer).

Rafael FEITO

ROBERT HERTZ

La muerte y la mano derecha(Madrid, Alianza Editorial, 1990.

Selección, prólogo y traducción: Rogelio Rubio Hernández)

Muchos discípulos y colaborado-res de Durkheim murieron en losfrentes de batalla durante la Prime-ra Guerra Mundial. Robert Hertz,tal vez el más brillante y promete-dor, fue uno de ellos. Muerto en elcampo de batalla de Marchéville enabril de 1913, contaba entonces 33años y dejaba tras de sí muchos añosde paciente trabajo en bibliotecas yarchivos, un ambicioso proyecto deinvestigación, unas pocas publica-ciones y algún manuscrito inédito.Con él y con los otros durkheimianostambién caídos (Bianconi, David, elhijo de Durkheim, etc.), se enterróel proyecto imperial de sociología—la ciencia de las ciencias socia-les— que Durkheim había diseñadoy en el que, en sus distintos frentes,trabajaban sus colaboradores. De ahíque uno de los supervivientes de laescuela, Marcel Mauss, se pregun-tara —en el artículo que abría lanueva serie del Année Sociologique1—

1 «L'oeuvre inédite de Durkheim et sescollaborateurs», Année Sociologique, nuevaserie, tomo I (recogido en M. MAUSS,Oeuvres, París, Minuit, 1969, vol. 3: 473-499).

dónde podría haber llegado la es-cuela francesa de sociología si laGran Guerra no hubiera interrum-pido su desarrollo. Sin duda, veníaa vaticinar Mauss, habría florecidode manera espléndida, pues antesdel desastre estaba en marcha unvariado y sistemático programa deinvestigación sociológica que los trá-gicos acontecimientos frustraron.

Como otros durkheimianos,Robert Hertz estudió en la EcoleNórmale Supérieure2. Allí conocióa Durkheim y a los otros jóvenesentusiastas de la nueva sociología.Desde muy pronto colaboró conel Année Sociologique, encargándose—junto con Mauss, Hubert y el mis-mo Durkheim— de la estratégica sec-ción dedicada a la sociología reli-giosa, en la que publicó algunasrecensiones críticas. Sus estudios se

2 La biografía de Hertz se puedereconstruir a partir de las siguientes fuentes:E. DURKHEIM, «Notice biographique deRobert Hertz», en Textes, París, Minuit,1975, vol. 1: 439-445; Alice Robert HERTZ,«Introduction» a R. HERTZ, SociologieReligieuse et folklore, París, PUF, 1970:XIII-XVII; M. MAUSS, ob. cit., 493-495.

239

CRITICA DE LIBROS

orientaron hacia una temática a ca-ballo entre la sociología de la moraly la de la religión y, por lo tanto,central en las preocupaciones de laescuela: el análisis de las nocionesde pecado y expiación. La guerraimpidió que culminara su estudio,para el que, ya entonces, tenía re-dactada parcialmente la introduccióny había recopilado y ordenado todoel material empírico que iba a ex-plotar3.

Aparte de las recensiones apare-cidas en el Année, Hertz publicó envida pocos escritos. Fueron recopi-lados por su mujer y Marcel Mauss,que los publicaron en un volumenbajo el título genérico de Socio lo gieReligieuse et Folklore, en 19284. Detodos ellos hay dos de gran interés:un estudio dedicado a la concep-ción primitiva de la muerte y otrodedicado a la preeminencia de lamano derecha. Ambos son, comodestacara Mauss5, el prólogo y elapéndice de su ambiciosa investiga-ción sobre el pecado y la expiación.

La originalidad y el rigor escru-puloso de Hertz se muestran yaen ese primer escrito titulado«Contribution a une étude sur larepresentation collective de la mort»,publicado en el Année Sociologique(tomo X) de 1907. Como Durkheim,

3 La introducción fue publicada, con unanota introductoria de M. Mauss, en la Kevuede l'Histoire des Religións (1922), 86.M. Mauss dedicó varios cursos en el Collégede France a ordenar, completar y explotarla documentación dejada por Hertz. VéaseM. MAUSS, ob. cit., 513-516.

4 El texto ha sido reeditado, con el mismotítulo, por PUF, París, 1970, con un prefaciode G. Balandier.

5 M. MAUSS, ob. cit., 494.

Hertz no concibe solución de conti-nuidad entre la sociología y la an-tropología. La suya se pretende unainvestigación sobre la muerte reali-zada por un antropólogo de biblio-teca, que usa del método compara-do y que pretende llegar a una apre-ciación sociológica de la muerte si-guiendo la vía de la «regresión pri-mitiva», es decir, viajando hacia losorígenes y dando con la forma ele-mental del fenómeno.

Dos son las ideas fundamentalesque estructuran el texto. La prime-ra propone que, siendo un hechobiológico, la muerte es también yfundamentalmente un hecho social.Lo que es se identifica con lo quesignifica para el grupo que experi-menta la muerte de uno de sus miem-bros y, consecuentemente, con las re-presentaciones colectivas y las prác-ticas rituales con las que se aprehen-de y se le proporciona sentido. Laotra idea es la que sitúa el problemade la muerte en la relación entredos tiempos: el tiempo individual yefímero y el tiempo social, de la du-ración eterna. La muerte no hacesino contrastar ambas duraciones, yel ritual y las representaciones co-lectivas relacionadas con ella con-sisten, justamente, en convertir lairrupción del desorden bárbaro yamoral de la muerte en la confirma-ción del carácter perenne del grupode los vivos, que, al cabo, se ve du-plicado en el grupo especular de losancestros al que, cumplidos los ri-tuales funerarios, el muerto accedey en el que revive socialmente.

De la mano de estas ideascruciales, Hertz concibe la muerteno como un hecho momentáneo opuntual, sino como un proceso, un

240

CRITICA DE LIBROS

tránsito. El cadáver no es lo muer-to, sino lo que va muriendo, lo queva desapareciendo hasta convertirseen unos pocos huesos ya no suscep-tibles de transformación ulterior. Esen ese momento cuando la muerteacaba, cuando se procede a las defi-nitivas exequias y cuando el desapa-recido revive socialmente en el gru-po de los ancestros.

Si la muerte es un proceso, losritos funerarios son ritos de tránsito—de «iniciación», dice Hertz; depaso, diríamos nosotros—. Paso deun estado lleno de ser a otro tam-bién pleno; entre ambos, un tránsi-to peligroso y desordenado. El ri-tual, con sus exactas prescripciones,permite transitar con sosiego, domi-nar lo que se transforma, abordar ydisolver, a la vez, lo cambiante einforme. Y, así, el mundo queda afir-mado como un orden discreto y fi-nito de estados plenos entre los quelos humanos transitan con seguri-dad de la mano del ritual.

Es el segundo escrito de Hertz elque aquí se publica. Apareció en laRevue Philosophique (tomo XXXIV)en el año 1909. Es, sin duda, unescrito superior al primero en ma-durez, capacidad sintética y ordenargumentativo.

Hertz se pregunta el porqué deun hecho tan simple y tan universal-mente arraigado como la preeminen-cia de la mano derecha. Para undurkheimiano, una pregunta así notiene difícil contestación: si el usopreeminente de la mano derecha estáuniversalizado, si además es un he-cho obligatorio, habrá que conce-birlo como externo y constrictivo y,consecuentemente, como un hechosocial. Pero Hertz es más sutil y

matizado. No se niega a seguir esavía de argumentación, pero la en-trelaza con otra más interesante. Lapreeminencia de la mano derechaes presentada como un hecho (na-tural) y un ideal (social), a la vez.En realidad, argumenta Hertz, lapequeña y tendencial asimetría que,en este caso, dicta la naturaleza esapropiada, profundizada y explota-da por la sociedad hasta convertirlaen una asimetría profunda, radical,que se proyecta sobre el cuerpo delhombre, la sociedad y la naturaleza.Dicho con un lenguaje diferente, lasociedad explota pequeñas diferen-cias naturales para crear grandesdiferencias, consiguiendo así pen-sarse, constituirse y reproducirse así misma (como el orden de relacio-nes de esas diferencias).

El artículo de Hertz incorpora deforma inequívoca las propuestas cen-trales del paradigma durkheimiano:la diferencia derecha/izquierda esun hecho de origen religioso; la re-ligión se fundamenta en el contrasteentre lo profano y lo sagrado; estecontraste lo incorporan los indivi-duos a resultas de su doble natura-leza (hipótesis del homo dúplex), etc.Es éste el marco teórico que permi-te abordar y explicar ese objeto deinvestigación. Consecuentemente,Hertz presenta su estudio como unacontribución más en una línea deinvestigación de escuela.

Para un lector actual, el escritotiene el interés que dimana de todointento de construir una sociologíaque, a la vez, es original y profunda.Original porque afronta temas notrillados, relativamente periféricos,sorprendentes, se podría decir. Peroesa originalidad no cae en la

241

CRITICA DE LIBROS

trivialidad ni en lo anecdótico. Hertztiene la virtud de problematizar losimple y obvio y, al hacerlo, nosconduce al análisis de los planos másprofundos y fundamentales de laconstrucción social de la realidad.Estudiando una de las polaridadesmás simples, nos sitúa ante el pro-blema de dar razón de las condicio-nes más simples de posibilidad delpensar y actuar sociales. Esa socio-logía profunda es justamente el re-sultado más afortunado de un pro-yecto de investigación, como eldurkheimiano, que se había lanza-

do al estudio de las representacio-nes colectivas. En vez de instalarseconfortablemente en la vistosa epi-dermis, se fue decantando progresi-vamente hacia las capas más pro-fundas, hacia las condiciones de po-sibilidad de todo pensamiento y todaacción, hacia el espacio y el tiempo.Y, así, si el estudio sobre la muertees una contribución sobre la cons-trucción social del tiempo, este es-tudio sobre la derecha contribuye aaclarar cómo se construye socialmen-te el espacio.

Ramón RAMOS

242