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Tristes tiempos los nuestros, en que el individualismo exacerbado impera como regla difundida y aceptada

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Tristes tiempos los nuestros, en que el individualismo

exacerbado impera como regla difundida y aceptada.

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Vidas reducidas a minúsculas cajas,

– pequeñitas zonas de confortación.

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Proyectos existenciales reducidos a los intereses propios y

a los de la familia inmediata.

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La superficialidad de las conversaciones que ocupan

las relaciones sociales y nuestro día a día comprueba la miopía existencial que

impera.

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“Mi coche nuevo!El seguro médico completo de mi familia”.

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“Mi salario y mi renta.El piso más amplio para donde

pienso cambiarme futuramente.”

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“El programa de vacaciones de mi familia!Quieres ver las fotos de mis hijos,

en Orlando, con Mickey y Pato Donald?”

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“Mi iPad 2, de última generación!No que el otro, que había comprado hace

poco, fuera malo, mas lanzaron este y tengo que

ostentar.”

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“Mi tiempo libre: Gran Hermano, Supervivientes, paseo en el shopping, fútbol y

telenovela...”

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Y viene la ola gigantesca a sacudir nuestras

convicciones superficiales, y dirigir los ojos de los que quieren ver para las cosas que

realmente importan.

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Delante de las fuerzas imponderables de la existencia,

hasta el propio Fujiyama (que aparece al fondo

en el dibujo arriba) ve perdida su opulencia.

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Era para ser un día mas de rutina y quehaceres,

como otro cualquier, no fuese la gran ola.

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Un breve instante, y tantos planos, proyectos y existencias arruinados.

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Vivir es bailar en la cuerda oscilante de lo inesperado.

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No conviene depositar nuestra

confianza en los bienes materiales, en los días

y en las horas.

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Todo lo solido

se desvanece en el mar.

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Los bienes materiales no resisten a las tempestades e intemperies de la vida.

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No conviene depositar en ellos nuestra confianza.

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Impermanencia, – otro nombre para la vida terrena.

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Impermanencia, – otro nombre para la vida terrena.

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Barrios enteros barridos en un piscar de ojos.

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Lista conteniendo los nombres de los miles de victimas.

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Para los que partieron no habrá mas otoños o primaveras, feriados o pruebas en la

escuela, mañanas de domingo o noches estrelladas.

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La vida es como una

rosa que nos inebria con su perfume

y nos dilacera con sus espinas.

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Sabiduría es empezar la

travesía por el árido desierto

de la existencia,

rumo al oasis verdeante de la esencia...

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Y de frente para el mar,absorta en

pensamientos, ella

pondera:...

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“La vida es

demasiado breve

para que la hagamos pequeña.”

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“La vida es

demasiado breve

para que la hagamos pequeña.”

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Tema musical: ‘Kokou’, Hana Yori Dango [email protected]

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