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TÍTULO DE LA COMUNICACIÓN:
Innovación e internacionalización en el sector vinícola del Priorat
AUTOR 1: Miquel Àngel Bové Sans Email: [email protected]
DEPARTAMENTO: Departament d’Economia
UNIVERSIDAD: Universitat Rovira i Virgili
ÁREA TEMÁTICA: Empresas, innovación y competitividad
RESUMEN: (máximo 300 palabras)
A finales de los años ochenta y principios de los años noventa, el sector vitivinícola
de la comarca del Priorat registró una serie de importantes transformaciones que
fueron impulsando su recuperación económica y un cambio radical de tendencia en
su histórico proceso de declive. La llegada de un pequeño grupo de nuevos
viticultores en la comarca, inició la aplicación de innovaciones técnicas y
organizativas en el sector, así como de más avanzados conocimientos enológicos en
los procesos de producción de uva y de elaboración de vinos. Estas
transformaciones se inician en el territorio correspondiente a la Denominación de
Origen Priorat y posteriormente se ha irán extendiendo a la otra Denominación de
Orígen presente en la comarca del Priorat, la Denominación de Origen Montsant.
Estas mejoras aplicadas en los procesos productivos, tanto en el cultivo de la viña
como en la elaboración del vino, junto con la modernización en la gestión
empresarial y en las técnicas de comercialización, consiguieron el reconocimiento
internacional de la gran calidad de las principales marcas de vinos elaborados en el
Priorat, así como su excelente posicionamiento en los mercados internacionales,
2
dentro del segmento de vinos de gama alta. Nuestro trabajo analiza como se ha
desarrollado este proceso, de manera que los datos obtenidos nos permiten
presentarlo como un claro ejemplo de éxito generado a partir de la transformación
de un sector industrial tradicional, clasificado de bajo nivel tecnológico, en el que la
aplicación de innovación y conocimiento, han permitido obtener como resultado una
espectacular internacionalización de sus ventas, como refleja la evolución de sus
exportaciones, el reconocimiento del incremento en calidad del producto y la
revitalización económica del sector y de la comarca..
PALABRAS CLAVE: (máximo 6 palabras)
Innovación; internacionalización; sector vinícola; calidad; desarrollo local.
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1. Introducción
A finales de los años setenta y principios de los ochenta, el Priorat era una comarca casi
abandonada, conocida por su producción de sus vinos a granel de fuerte personalidad y
rudeza, que se caracterizaba por un prolongado proceso de decaimiento económico y
demográfico, agravado por el progresivo abandono en los ámbitos más rurales, el
envejecimiento demográfico, la reducción de la producción vitivinícola y las
dificultades técnicas del cultivo de las viñas, que favorecían el abandono de las tierras.
Fue a partir de mediados de los ochenta cuando un grupo de pioneros, llegados de fuera
de la comarca, amantes de la viticultura y del territorio, empiezan a plantearse la
posibilidad de aprovechar el enorme potencial que ofrecía la comarca para elaborar
vinos de gran calidad. Recuperaron viñedos, instalaron sus bodegas, produjeron sus
primeros caldos y buscaron el reconocimiento de los mercados y especialistas
internacionales. Su capacidad para innovar, su visión de futuro, el reconocimiento
internacional de la calidad de sus vinos y la atracción de nuevas inversiones aparecen
como algunas de las principales razones del éxito que alcanzan los vinos del Priorat a
partir de mediados de los años noventa.
Nos encontramos, de esta manera, ante un caso de éxito en un sector industrial
tradicional clasificado como de baja tecnología. Pavitt (1984) señala como el sector
agroalimentario y de bebidas es considerado una industria madura desde un punto de
vista tecnológico donde probablemente no se generan cambios radicales en su
tecnología. Sin embargo, Hernández et al (2005) consideran que el sector
agroalimentario, a pesar de su madurez, contiene algunos subsectores que incorporan
importantes innovaciones a nivel de producción, elaborando productos de alto valor
añadido. Por otra parte, Martín et al. (2009) ponen de manifiesto el hecho que los
indicadores tradicionales utilizados para medir la capacidad innovadora de un sector
(gastos en I+D y número de patentes) no son adecuados para capturar la información
sobre la innovación aplicada en la industria agroalimentaria y de bebidas. En muchas
ocasiones la innovación en este sector proviene de la adopción de nueva maquinaria y
equipamientos, por lo tanto, de tecnologías desarrolladas en otras industrias. En
cualquier caso, podemos considerar la innovación como la aplicación de conocimientos
que se convierte en un nuevo proceso de producción o en un nuevo producto. En este
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sentido, es de referencia obligada la primera tipología que ofrece Schumpeter (1934)1
sobre innovación:
“1) La introducción de un nuevo bien, esto es, uno con el que no se hayan familiarizado
los consumidores – o de una nueva calidad de un bien;
2) La introducción de un nuevo método de producción, esto es, de uno no probado por
la experiencia de la rama de la manufactura de que se trate, que no precisa fundarse en
un descubrimiento nuevo desde el punto de vista científico y que puede consistir
simplemente en una nueva forma de manejar comercialmente una mercancía;
3) La apertura de un nuevo mercado, esto es, un mercado en el cual no haya entrado la
rama especial de la manufactura del país de que se trate, a pesar de que existiera
anteriormente dicho mercado;
4) La conquista de una nueva fuente de aprovisionamiento de materias primas o de
bienes semi manufacturados, haya o no existido anteriormente, como en los demás
casos;
5) La creación de una nueva gran organización en cualquier industria, como la de una
posición de monopolio (por ejemplo, por la formación de un trust) o bien la anulación
de una posición de monopolio existente con anterioridad”.
Como señala Vegara (1989) las innovaciones que describe Schumpeter son tecnológicas
pero también no tecnológicas, unas y otras comportan un elemento de novedad y
generan posibilidades de beneficio. Por otro lado, aportaciones posteriores han ido
añadiendo diferentes elementes o especificando diversos aspectos que han ampliado la
definición de innovación y sus tipologías. En este sentido, los trabajos promovidos por
la OECD sobre la naturaleza y la medida de las actividades innovadoras han dado como
resultado las progresivas ediciones del llamado Manual de Oslo (OECD, 1992, 1997 y
2005), donde se consideran, básicamente, cuatro clases de innovación: 1) innovación en
producto, 2) innovación en proceso, 3) innovación en mercadotecnia y 4) innovación
organizativa. Pero esta clasificación se puede ampliar si se tiene en cuenta el impacto de
la innovación, distinguiéndose entre innovaciones radicales e innovaciones
incrementales. También en función del origen de la innovación se puede distinguir entre
las innovaciones impulsadas por la tecnología (technology push) y las innovaciones
demandadas por el mercado (market pull). Adicionalmente, según el efecto provocado
por la innovación se pueden clasificar entre innovaciones continuistas, que buscan la
1 Aunque la primera versión de la Teoría del Desarrollo Económico se publicó en 1911, en alemán, aquí hacemos referencia a la edición en inglés, publicada en 1934. También se publicó una versión en castellano en 1944.
5
mejora sin altera los elementos básicos, y las innovaciones rupturistas, que buscan
desmarcarse de los productos ya existentes.
Por otro lado, Hirsch-Kreinsen y Jacobson (2008) ponen de manifiesto el hecho de que
la mayoría de análisis y estudios sobre la capacidad de generar, utilizar y absorber
nuevos conocimientos se concentran, básicamente, en los llamados sectores de alta
tecnología (high-tech), habiéndose descuidado el análisis de los procesos de innovación
en los sectores de bajo y medio nivel tecnológico (low and medium technology - LMT),
que, por otra parte, representan la mayor parte de la actividad de nuestras economías.
Estos mismos autores señalan la existencia de sectores clasificados como LMT, debido
a sus bajos niveles de inversión en I+D, pero que son bastante dinámicos
tecnológicamente. De manera que consiguen respetables crecimientos de productividad,
se basan en gran medida en los sectores de alta tecnología (principalmente, en la
adopción de nuevos procesos productivos), generan ellos mismos sustanciales
innovaciones (si bien éstas no quedan recogidas por las estadísticas sobre I+D), y
representan elementos importantes en la capacidad innovadora y la efectividad de las
cadenas de valor industriales, tanto a nivel regional como internacional.
En este sentido, podemos considerar que existe un amplio espectro de temas
relacionados con la innovación y el uso de tecnología en los sectores LMT que
necesitan un análisis más amplio y profundo. En principio, las empresas que actúan en
estos sectores no realizan explícitamente actividades de I+D y no tienen formalizados
sus procesos de generación, uso y difusión de conocimientos, sin embargo las
actividades de innovación se desarrollan a través de “vías prácticas y pragmáticas,
haciendo y usando” (Von Tunzelmann y Acha, 2005). El conocimiento relevante para
este tipo de empresas es considerado en general como un conocimiento práctico
orientado a su aplicación. El concepto de “conocimiento práctico” representa un
conjunto complejo de diferentes elementos de conocimiento que comprende elementos
explícitos, codificados y formalizados, y especificaciones de requisitos para nuevos
productos, así como elementos específicos como la experiencia acumulada y probadas
rutinas de trabajo para solucionar problemas técnicos. Estos últimos aspectos están muy
relacionados con la experiencia del día a día y con los procesos de “learning by doing” y
de “learning by using”, que constituyen formas típicas de adquisición de “conocimiento
práctico”. Diversas investigaciones sobre sectores LMT muestran que las fuentes
externas de conocimiento también son relevantes. Para muchas empresas LMT los
conocimientos obtenidos de otras empresas y organizaciones, así como su uso
6
sistemático para innovar tienen un papel decisivo. Los ejemplos de esas fuentes externas
incluyen la experiencia de clientes de toda la vida respecto a nuevos mercados y nuevas
tendencias, de consultores expertos y otros proveedores, y la información sobre
previsiones de tendencia de los mercados obtenida durante las visitas a ferias y
mercados. Debido a la gran importancia de los actores externos y de su conocimiento
especializado, la habilidad para coordinar de manera efectiva la red de relaciones a
través de las fronteras de la empresa, especialmente con otras empresas de la misma
cadena de valor, es una condición fundamental para el éxito de las estrategias de
innovación de los sectores LMT. Esta habilidad incorpora y determina la apropiada
naturaleza de las relaciones con otros actores, como el grado de proximidad o de
formalidad que estas deben tener. Un requisito esencial consiste en disponer de una
empresa con una estructura organizacional orientada hacia la cooperación con otras
empresas, con adecuados canales de comunicación y responsabilidades personales que
favorezcan la cooperación. Otro aspecto importante es la profesionalidad en la gestión,
ésta ha de ser capaz de armonizar y regular las competencias específicas y los intereses
asociados de diferentes partners para asegurar la transferencia del conocimiento que se
necesita. Como los resultados de la investigación sobre networks indican, la habilidad
de la gestión para comunicar con intensidad tanto en los aspectos del trabajo del día a
día, como en los aspectos estratégicos de la cooperación, es de gran importancia en este
tipo de relaciones de trabajo en red. Estos aspectos constituye la base para el desarrollo
de relaciones cooperativas y permiten superar limitaciones y barreras, creando la
confianza necesaria entre los diversos actores.
La investigación sobre innovación en la industria del vino, desde una perspectiva
económica, ha seguido según Touzard (2010) dos perspectivas principales:
a) El análisis institucional, que pone de manifiesto la influencia de la tecnología y
de las instituciones en los cambios económicos en esta industria,
b) El análisis sobre proyectos de innovación, como la elaboración de un nuevo
vino, la adopción de una nueva tecnología o proceso por parte de los viticultores
o de los elaboradores.
Por otro lado, Muhr y Rebelo (2011) señalan que la mayoría de investigaciones se
centran en el análisis de uno de los componentes del conjunto que constituyen el
proceso de innovación, y especialmente, en relacionados con la tecnología y el
producto, siendo escasos los trabajos sobre los modelos organizativos de las empresas.
Por otro lado, a partir del crecimiento de la industria del vino, en los años noventa, en
7
los llamados Países del Nuevo Mundo (Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda,
Argentina, Chile y Sudáfrica) surgen investigaciones más sistemáticas sobre innovación
en el sector del vino. La mayoría de estos trabajos subrayan el papel de los sistemas de
innovación en la aparición y el éxito de estos países en el mercado internacional del
vino, remarcando las relaciones entre las empresas y los centros públicos de
investigación; utilizan el concepto de cluster para analizar las relaciones entre los
agentes económicos, las estrategias de I+D, las administraciones públicas y las
organizaciones profesionales; y se concentran principalmente en el estudio de los
sistemas de innovación regional y de los clusters, prestando poca atención al papel de
los networks entre pequeñas y medianas empresas como estrategia ganadora en el
mercado global del vino. En la industria del vino los networks, ya sean horizontales o
verticales, son más frecuentes en la parte inicial de la cadena de valor, relacionando a
los productores de uva con los elaboradores de vino, pero también se pueden encontrar
en las fases de distribución y en los proveedores de servicios. Los networks se
caracterizan por un interés colectivo que puede coincidir o no con los intereses
individuales, así como por un diseño contractual (formal o informal) necesario para
resolver conflictos de interés sobre los objetivos y los medios del network (Caffagi y
Iamicieli, 2010). En cualquier caso, la adopción de una estructura específica de network
como estrategia empresarial depende de las características y el perfil de sus
componentes.
Otro aspecto a tener en cuenta, a la hora de analizar el éxito de la restructuración del
sector vitivinícola del Priorat, es el efecto de la innovación sobre el comportamiento
exportador de las empresas. Muchos estudios enfatizan la importancia de seguir una
estrategia de innovación y que el desarrollo de la capacidad innovadora en la empresa es
uno de los principales estímulos que impulsan a las empresas a iniciar su actividad
exportadora. En este sentido, Montreal-Pérez et al. (2012) demuestran, para las
empresas industriales españolas, que la innovación induce el incremento de sus
actividades exportadoras, en la línea de otros estudios empíricos (Hitt et al, 1997;
Leonidou et al, 2007; Roper y Love, 2002; Walkelin, 1998) que confirman que la
innovación incrementa la probabilidad de resultados positivos de las exportaciones para
las empresas. En este ámbito, la internacionalización puede representar para las
empresas una manera de explotar sus innovaciones y mejorar sus resultados económicos
(Filipescu et al., 2009). En este mismo sentido, la literatura sobre gestión de la
innovación establece, generalmente, que las empresas innovadoras se introducen en los
mercados exteriores para incrementar su volumen de ventas (Tidd et al., 1997).
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2. Objetivos y metodología
El Priorat es una comarca interior de la demarcación de Tarragona, situada entre las
comarcas del Camp de Tarragona, las Terres de l’Ebre y el sur del Pla de Lleida. Es
una comarca claramente rural que hasta el 2010 no recupera los 10.000 habitantes,
distribuidos entre 23 municipios de menos de 1.000 habitantes, si exceptuamos la
capital, Falset, que se sitúa en 2.952 habitantes. Con una extensión de 496,3 km2, es una
comarca con un relieve bastante accidentado y heterogéneo que permite distinguir
cuatro zonas diferenciadas. El Priorat Geològic integra nueve municipios con el tipo de
suelo característico de la comarca, la llicorella (pizarras o esquistes paleozoicos). Se
encuentra en la solana de la sierra de Montsant con un relieve accidentado por pequeñas
montañas. El Baix Priorat integra a los nueve municipios más llanos de la comarca, con
mejores comunicaciones y donde se localiza gran parte de la actividad industrial de la
comarca. Estas dos zonas tienen un marcado carácter vinícola que define y condiciona
la actividad socioeconómica de la comarca. El Priorat geológico más una parte de los
municipios de Falset y el Molar integra la Denominación de Origen Cualificada (DOCa)
Priorat, mientras que el Bajo Priorat integra la actual Denominación de Origen (DO)
Montsant, creada el año 2002 a partir de la antigua subzona Falset que formaba parte de
la DO Tarragona. Con características más montañosas, en las otras dos zonas de la
comarca encontramos municipios donde la vid no es el cultivo principal. La Baronia de
Cabacés integra tres municipios poco poblados en la parte oeste de la comarca. Por su
parte, la depresión de Cornudella de Montsant y Ulldemolins comprende estos dos
municipios del norte de la comarca, con un elevado potencial turístico gracias a su
patrimonio natural.
Como tantas comarcas rurales, la población del Priorat disminuye desde finales del siglo
XIX, a partir de la crisis de la filoxera. Además, la orografía, que limita las
posibilidades de la agricultura, la falta de buenas comunicaciones e infraestructuras han
favorecido históricamente la emigración, muy acentuada durante décadas, pero que
recientemente muestra signos de disminución y de cambio en la negativa tendencia
demográfica. Margalef (2001) señala como principales características del Priorat a
principios de los noventa, una comarca con una población envejecida por la fuerte
emigración, escaso nivel de capital humano, una actividad productiva centrada en la
agricultura tradicional (vid, aceite i frutos secos) con una base comercial y tradición
9
cooperativista, un PIB per cápita situado en el 75% de la media catalana y un importante
peso de las pensiones de jubilación en la renta familiar disponible de la comarca.
Sin embargo, a partir de finales de los ochenta y principios de los noventa el Priorat
empieza a registrar una importante transformación de su sector vitivinícola.
Inicialmente, estos cambios se concentran en la DO Priorat, impulsados por un pequeño
grupo de pioneros, pero que poco a poco se irán extendiendo a lo largo de esta misma
DO y posteriormente, también a través de la DO Montsant. Esta recuperación y
posterior crecimiento del sector vitivinícola del Priorat surge a partir de la convicción y
el esfuerzo inicial de un grupo de personas con conocimientos técnicos y profesionales,
que les permiten innovar dentro de un sector productivo tradicional que llevaba décadas
de declive y estancamiento.
Actualmente, después de veinte años de la aparición de los nuevos vinos del Priorat, los
datos sobre volumen de producción de vino, hectáreas de viñedos, nivel de las
exportaciones y reconocimiento de la calidad de sus vinos, permiten hablar del éxito del
sector vitivinícola del Priorat. Por ello, el objetivo principal que nos planteamos con
este trabajo consiste en analizar los factores que han determinado la transformación de
una industria tradicional, como es el sector del vino, en un ámbito geográfico concreto
como la comarca del Priorat y como podemos medir el éxito de esta transformación.
Para realizar nuestro análisis, nos hemos centrado en la DOC Priorat, al ser la DO donde
se inicia y lidera la reconversión del sector en la comarca. Para ello hemos recogido los
diversos tipos de información disponible sobre la evolución de los resultados
económicos del sector, principalmente en términos de evolución de la producción y de
las exportaciones, así como sobre el reconocimiento internacional de la calidad de los
vinos. Al tratarse de una industria tradicional, clasificada como de baja tecnología, nos
encontramos con la dificultad de no disponer información sobre el valor económico de
la incorporación de innovaciones en su proceso productivo. Por este motivo, nos
centramos en el análisis cuantitativo de los resultados obtenidos en el proceso de
reconversión de este sector en la DOCa Priorat, comparándolos con la situación de
partida a finales de los ochenta y principios de los noventa, así como en el análisis más
cualitativo obtenido de información de tipo descriptivo sobre la evolución y los cambios
registrados en el sector. Esto nos permite ir encajando las piezas necesarias para obtener
una comprensión adecuada de como se ha ido desarrollando y consolidando la
restructuración productiva de la industria vitivinícola del Priorat, que puede servir de
ejemplo para otros sectores productivos tradicionales a los que a menudo se considera
10
como poco dinámicos y con pocas posibilidades de mejorar su productividad y posición
competitiva.
3. Análisis y resultados
Para analizar correctamente el proceso de restructuración del sector vitivinícola del
Priorat tenemos que partir de la situación de declive económico y demográfico en la que
se situaba la comarca a finales de los años ochenta. Hay que tener en cuenta que el
origen de esta situación se remonta a finales del siglo XIX debido a los efectos de la
plaga de la filoxera sobre un territorio eminentemente vitivinícola, como ya señala
Perpinyà en 1928. La Philloxera vaxtratis, un pequeño insecto relacionado con los
pulgones que se alimenta de la savia de las raíces de la vid, es detectado en el municipio
de Porrera en 1893. Antes de finalizar el siglo XIX ya no quedaba ninguna cepa en la
comarca del Priorat, de manera que un insecto de aspecto insignificante había acabado
con los viñedos y con la industria de un vino que desde hacía años ya había adquirido
prestigio internacional2, a pesar que su éxito se basaba en la exportación de vino a
granel (Paz, 2008). A pesar de la replantación con pies de cepas resistentes a la filoxera
de origen americano (Vitis rupestris de lot) los viñedos del Priorat no superaron la crisis
y la superficie cultivada se redujo notablemente, abandonándose progresivamente o
substituyéndose por otros cultivos como avellanos o almendros. La Tabla 1 nos muestra
la reducción en más del 60% de la superficie cultivada de viñedos en la comarca del
Priorat desde principios del siglo XX hasta principios de la década de los ochenta,
reflejando el declive del sector iniciado con la aparición de la filoxera en 1893.
Tabla 1. Evolución histórica del cultivo de la viña en la comarca del Priorat (en Ha.)
Zona 1900 1973 1982
Priorat geològic 9.940 3.393 3.265
Baix Priorat 7.126 3.840 3.746
Baronia de Cabassés 1.388 233 208
Cornudella‐Ulldemolins 2.401 748 444
TOTAL 20.855 8.214 7.663
Fuente: Iglésies (1975) citado en Margalef y Tasias (1985)
Asociada a la progresiva reducción en la superficie agrícola destinada al cultivo de la
viña, también se produce la consecuente reducción en la producción de vino en la
comarca. En este sentido, la Tabla 2 nos presenta los datos de la producción de vino de
las dos DO de la comarca desde mediados de los años sesenta hasta mediados de los 2 En la Exposición Internacional de País de 1878 los vinos del Priorat habían obtenido 43 distinciones.
11
ochenta, correspondientes a la última fase de declive del sector vitivinícola en la
comarca del Priorat. En estos veinte años se puede apreciar claramente el declive en la
producción de vino, que sigue reduciéndose tanto en la zona de la DO Priorat, donde
disminuye en un 69,3%, como en la subzona Falset de la DO Tarragona
(posteriormente, DO Montsant) en un 36,2%, lo que significa una caida del 44% en el
conjunto de la comarca.
Tabla 2. Producción de vino de las DO de la comarca del Priorat, en el periodo 1969-1984
Producción media (hl)
años DO Priorat subzona Falset, DO
Tarragona TOTAL
1965 34.689 112.668 147.357
1969-71 23.528 90.000 113.528
1972-74 21.102 80.340 101.442
1975-77 16.786 85.670 102.456
1978-80 13.252 67.197 80.449
1981-83 15.080 77.450 92.530
1984 10.640 71.840 82.480
Fuente: Margalef (1985) y DPTOP (1981)
El declive del sector del vino en el Priorat aún es más espectacular si consideramos
como punto de partida los datos de finales del siglo XIX. El Gráfico 1 recoge esta
evolución a partir de 1890, para la DO Priorat, con la extraordinaria crisis de la última
década del siglo XIX y la progresiva decadencia de mediados del siglo XX hasta
mediados de la década de los noventa. Lo que representa cien años de decadencia en el
sector vitivinícola del Priorat.
Fuente: Perpinyà (1928), DPTOP (1981) y DOCa Priorat (diversos años)
12
Este mismo gráfico, también nos permite observar el resurgimiento de la producción
vitivinícola de la DO Priorat, que toca fondo en 1900 para iniciar la fase de
recuperación y crecimiento a partir de mediados de los años noventa, que centrará el
interés de nuestro análisis. De forma paralela el declive del sector vitivinícola del
Priorat la evolución de la población de la comarca registra un prolongadísimo retroceso
demográfico, recogido en el Gráfico 2, que va desde el máximo de población del año
1887 con 27.461 habitantes, hasta los 8.928 habitantes de 1991. A partir de aquí, y
coincidiendo con la reactivación del sector vitivinícola, se empieza a apreciar cierta
recuperación de la población residente en la comarca, aunque no es hasta el 2009
cuando se vuelve a recuperar del nivel de los 10.000 habitantes, perdidos a finales de los
años ochenta.
Fuente: IDESCAT y Centre d’Estudis Demogràfics
El inició de la recuperación: el papel de los pioneros
Los datos anteriores sobre la evolución histórica de la superficie agrícola dedicada al
cultivo de la viña, sobre la producción de vino y sobre la población en el Priorat, nos
permiten sintetizar cual era la situación en una comarca casi abandonada y sin muchas
perspectivas de futuro, a finales de los años ochenta, cuando un grupo de pioneros
formado por cinco personas, amantes del mundo del vino y de una tierra con un enorme
potencial para producir vinos extraordinarios, deciden iniciar un proyecto que
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transformará radicalmente la industria, el vino y la comarca. Este primer grupo de
visionarios estaba integrado por:
a) René Barbier Ferrer, enólogo nacido en Tarragona, perteneciente a una
familia, de origen francés, de elaboradores y comercializadores de vino,
asentada en Tarragona desde hace tres generaciones (debido a la llegada de la
filoxera a Francia). Su formación comenzó en las escuelas de Beaune, en
Bourgongne, y Limoux, donde se diplomó como enólogo, título que amplió en la
Universidad de Bordeaux y con estancias profesionales en diferentes bodegas de
prestigio. Así, vinificó blancos en Alsacia (Riquewir: Doff au Moulin), trabajó
en Bodegas Moueix: Pétrus, la Fleur Pétrus y varias fincas en el Pomerol y Saint
Emilion; completó su formación comercial en la bodega Sichels y estudió el
método de elaboración del Champagne en el ‘Café de París’ en Bordeaux. Sin
embargo, su primer trabajo profesional fue en España, como distribuidor y
comercial en Bodegas Palacios Remondo, en la DOCa Rioja, donde estuvo
desde 1976 a 1979. Este último año, junto a su mujer Isabelle Meyer, compran
una finca abandonada en el Priorat, en el término de Gratallops, poniendo la
base para el futuro proyecto del Clos Mogador, plantando las variedades:
garnacha, cariñena, cabernet sauvignon y syrah.
b) Carles Pastrana Icart, amigo de René Barbier, nacido en Tarragona y de
familia sin tradición en la elaboración de vinos pero con raíces agrarias, decide
con su mujer Mariona Jarque, en 1979, asentarse en Gratallops para impulsar la
elaboración de vinos modernos que aprovechen todo el potencial del Priorat. En
1984 compran y recuperan una finca para el cultivo de la viña. Se inicia de esta
manera el proyecto del Clos de l’Obac, que con su primera salida al mercado en
1991 ya fue calificado como uno de los cien mejores vinos del mundo por la
Guía Mundial del Vino. Su implicación con el desarrollo de la comarca le llevó
a ser alcalde de Gratallops entre 1995 y 1999.
c) Josep Lluís Pérez Verdú y su familia se establecieron en el Priorat en 1981,
para trabajar junto con su mujer, Montse Ovejero como profesores de biología
en la Escuela de Formación Profesional de Falset, de la que Pérez sería el
director. El año siguiente, Jaume Ciurana, director del Institut Català de la Vinya
i el Vi (INCAVI), propone a la Escuela una nueva especialidad de formación
profesional: la Viticultura y la Enología, con tres años de estudio y siendo el
primer centro de España en aplicarla. En 1983 se construye el edificio destinado
a esta especialidad con la bodega, el laboratorio, la sala de crianza y la sala de
14
cata. José Luis Pérez, de origen valenciano, no proviene de tradición familiar y
su aproximación al mundo del vino viene desde el estudio y el análisis científico
de suelos, variedades, fermentaciones y evoluciones oxidativas, en 1986 compra
su primer viñedo, siendo los primeros pasos que darán lugar a su Clos Martinet.
En 1987 estos tres amigos crean una sociedad y compran una granja en Gratallops
para convertirla en una bodega para elaborar vino conjuntamente a partir de sus
producciones de uva, procedentes de los viejos viñedos de garnacha y cariñena, y de
las nuevas plantaciones de cabernet sauvignon, syrah i merlot, con el objetivo de
mejorar los cupages y la calidad de los vinos. En 1989 se unen al grupo Alvaro
Palacios y Daphne Glorian para elaborar conjuntamente sus vinos, empezando la
aventura de los Nuevos Prioratos que saldrán al mercado en 1991, embotellando
cada uno con su propia marca. Ese mismo año empiezan a elaborar sus vinos de
forma separada.
d) Alvaro Palacios Muro, es el más joven del grupo de pioneros, enólogo
perteneciente a una familia de tradición vitivinícola de La Rioja (Bodegas
Palacios Remondo), se formó en Bordeaux bajo la tutela de Jean Pierre Moueix,
del mítico Château Pétrus, y de los otros châteaux de Pomerol, como el
Châteaux Mouton Rothschild. Conociendo allí como se elaboraban algunos de
los vinos más caros del mundo se propuso hacer alguna cosa similar en España.
Después de recorrer diversas regiones vinícolas descubrió el Priorat de la mano
de René Barbier, que había trabajado en la bodega de su familia. Con veinticinco
años empieza a elaborar sus vinos en Gratallops en colabarión con el resto de
pioneros. Su primer vino será el Clos Dofí y más adelante aparecerá L’Ermita.
e) Daphne Gloria, de origen suizo y casada con el importador norteamericano Eric
Solomon, había trabajado siempre en la industria del vino para diferentes
elaboradores e importadores, y conoció a René Barbier y Alvaro Palacios en una
feria de vinos en Orlando. En 1989 se traslada al Priorat para elaborar su Clos
Erasmus, aunque sigue trabajando en la empresa de importación de su marido y,
viajando constantemente, puede aprovechar sus conocimientos sobre los
mercados internacionales de vino.
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La recuperación inicial y la consecuente expansión del sector del vino del Priorat se
consiguen a partir de la convicción y del esfuerzo de un grupo de personas con
conocimientos técnicos y profesionales que les permiten innovar en un sector
productivo tradicional, después de casi cien años de declive. Como señala Margalef
(2001) estas personas focalizaron sus esfuerzos en su experiencia y conocimientos como
elaboradores de vino, y su aspecto más importante fue su fuerte inversión en capital
humano. Empezaron sus proyectos sin unos grandes costes de entrada en la producción
y la comercialización de sus vinos. Esta reducida inversión inicial fue posible gracias a
la devaluación de las fincas y viñedos del Priorat, así como a la posibilidad de utilizar
las estructuras de las Cooperativas existentes en la comarca, como proveedores de
productos y de servicios. Por otro lado, hay que tener en cuenta que esta recuperación
del sector no habría sido la misma sin la existencia de una tradición continua de los
viticultores de la comarca, que a pesar de las dificultades sufridas en las décadas
pasadas, han conseguido mantener la herencia de una tradición vitivinícola (Figueras y
Calvo, 2003). Entre estos elaboradores herederos de la tradición vitivinícola del Priorat
se puede citar a los Peyra de Escaladei (hoy Cellers Scaladei), la Masia Barril (hoy
Viticultors Mas de Gil), los Pla i Sangenís de Porrera, el Celler Cecilio de Gratallops,
los Sabater de la Vilella Baixa o los Folk del Masroig.
Tras los pasos de los cinco pioneros aparecen nuevas iniciativas de personas con mayor
o menor vinculación a la comarca que, sin una relación directa previa con el mundo del
vino, inician proyectos con objetivos similares y se suman al desarrollo de los nuevos
prioratos. Delfí Duch, Ricard Pasanau, los Capafons-Ossó, Josep M. Fuentes, Toni
Alcover, los Rotllan Torra o Lluís Llach (que llega a Porrera después de las lluvias
torrenciales de 1994) son algunos elaboradores que saben estar a la altura de las
circunstancias. Posteriormente, grandes empresas vitivinícolas del Penedès, como
Torres, Codorniu, Pere Rovira y Castell de Perelada, también se instalant en el Priorat.
Joan Manuel Serrat será otro de los nombres ilustres que empieza a elaborar vino en el
Priorat y que colaboran a una mayor popularización a nivel de mercado interno. En
relación al papel de las cooperativas de la DOCa Priorat, su evolución ha sido bastante
desigual, como señalan Figueras y Calvo (2003), de las ocho que se mantuvieron dentro
de la DOCa, cinco vinifican conjuntamente formado La Vinícola del Priorat
(cooperativa de segundo grado fundada en 1972, con sede en Gratallops), la
Cooperativa de Poboleda ha progresado de manera independiente apostando por una
línea de productos de agricultura ecológica, mientras que la Cooperativa de Porrera
(actualmente Cims de Porrera) ha conseguido incluir sus vinos en los segmentos altos
16
del mercado.En cualquier caso, la continuidad del proceso de recuperación y expansión
de los vinos del Priorat parece asegurada con una tercera generación de viticultores, con
nombres como Cristopher Canan, Luc Van Iseghem, Josep Puig, René Barbier Meyer y
Sara Pérez Ovejero, Josep Maria Albet, Dominik Huber y Eben Sadie, que buscan su
lugar en el mercado de vino de gran calidad. Así mismo, la difusión de conocimiento y
tecnología hacia la DO Montsant también supone la ampliación del proceso de
restructuración del sector vitivinícola hacia el resto de la comarca.
La aparición de todas estas personas que creen en las posibilidades del vino del Priorat,
que recuperan viejos viñedos, incorporan nuevas técnicas enológicas y comercializan su
producto con una visión empresarial moderna, representan la transformación que ya
proponía Romà Perpinyà, a principios de siglo XX, para solucionar la “crisis del
Priorat”. Perpinyà (1928) ya señalaba que la clave para la recuperación económica de la
comarca pasaba por la valorización del vino que se produce. Para ello era
imprescindible que los elaboradores locales no vendiesen la producción anual de vino
sino que lo envejecieran algunos años, para conseguir un producto de más calidad y de
mayor valor en el mercado. También consideraba necesario disponer de conocimientos
enológicos para la crianza del vino, así como recursos económicos para realizar las
inversiones oportunas y mejorar los mecanismos de comercialización.
Los resultados: crecimiento de la producción, las ventas y las exportaciones
Una vez descrito el proceso a través del cual se inicia y consolida la recuperación de los
vinos del Priorat, vamos a analizar los datos que nos permiten cuantificar y valorar esta
recuperación en términos de evolución de la producción de vino de la DOCa Priorat, de
su volumen de ventas y el comportamiento de sus exportaciones, como aproximación al
grado de competitividad conseguido por estos vinos en el mercado internacional.
En este sentido, los datos del Gráfico 1, nos muestran la senda de recuperación en
términos de producción de vino registrada a partir de los años noventa. Tras un mínimo
de 5.000 hectólitros, en 1990, la producción crece en un 80% en cinco años,
alcanzándose los 8.996 hl., en 1995. El nivel de producción se duplica en los siguientes
cinco años, llegando a los 18.600 hl., en el 2000, y situarse en 24.900 hl., en el 2005, de
manera que en estos quince años prácticamente se multiplica por cinco la producción de
vino de la DOCa Priorat, después de cien años de decadencia.
17
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del MAPA (diversos años)
Teniendo en cuenta las características del sector vinícola, en especial en la elaboración
de vinos tintos de crianza y reserva, en el cual no toda la producción anual de vino es
comercializada ya que su envejecimiento3 en las bodegas incrementa la calidad y la
valoración económica del producto, tenemos que considerar el comportamiento de las
ventas para analizar con mejor precisión la generación de ingresos en este tipo de
industria. En este sentido, el Gráfico 3 nos muestra la evolución de las ventas de vino de
la DOCa Priorat a lo largo de las diferentes temporadas vinícolas, desde 1989-90 hasta
2008-09, y su distribución en los mercados interior y exterior. Podemos observar como
las ventas registran su valor más bajo durante la temporada 1991-92, con 5.262 hl., justo
en el momento que aparecen en el mercado los nuevos vinos elaborados por los
pioneros de la recuperación vitivinícola del Priorat. A partir de este momento las ventas
de la DOCa Priorat empiezan a recuperarse, si bien de forma lenta durante las cuatro
siguientes temporadas y no es hasta 1996-97, con 7.104 hl., cuando las ventas vuelven a
alcanzar, en volumen, niveles similares a las cantidades comercializadas durante las
temporadas 1989-90 y 1990-91, que se situaban por encima de los 7.000 hl. Esta fase de
expansión continúa hasta duplicar (en relación al mínimo de 1991-92) el volumen de
ventas en la temporada 1999-2000, con 10.517 hl., registrándose cierta recesión durante
los primeros años del nuevo siglo. Sin embargo, a partir de la temporada 2003-04 la
cantidad de vino comercializado en la DOCa Priorat vuelve a tomar impulso hasta
3 El periodo mínimo para los vinos tintos de crianza es de dos años, para un reserva son tres años y para un gran reserva son cinco años.
18
alcanzar un nuevo máximo en la temporada 2007-08, con 18.213 hl. Lo que significa,
en términos de éxito en la comercialización del sector, haber triplicado el volumen de
ventas en quince años. La crisis económica provoca una caída de las ventas durante la
temporada 2008-09, pero el sector recupera el crecimiento rápidamente, superando los
20.000 hl. en la siguiente temporada y alcanzando un nuevo record de ventas durante la
última temporada, 2010-11, con 22.549 hl. Para interpretar con mayor precisión estos
resultados debemos tener en cuenta el papel de la comercialización del vino de la DOCa
Priorat en los mercados internacionales.
El Gráfico 4 recoge la evolución del porcentaje que representan las exportaciones sobre
el total de las ventas. Podemos observar como a finales de los años noventa el peso del
volumen de vino exportado sobre el volumen de ventas crece de manera espectacular,
pasando de unos valores medios del 7%, a principios de esta década, a situarse alrededor
del 50% a partir de la temporada 2001-02. Teniendo en cuenta que en algunas de las
principales bodegas este porcentaje ya se sitúa alrededor del 70%.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del MAPA (diversos años)
La importancia del comportamiento de las exportaciones de vino de la DOCa Priorat, se
pone de manifiesto tanto por el crecimiento de su participación en los ingresos
generados para las empresas de este sector, como por su capacidad de penetración en un
mercado internacional altamente competitivo, en el cual además de la oferta de vinos
19
procedentes de los países elaboradores tradicionales (Francia, Italia, España y Portugal)
van introduciéndose, desde principios de los años noventas, los vinos de los productores
del “Nuevo Mundo” (Estados Unidos, Australia, Chile, Argentina y Sudáfrica). Si
analizamos la trayectoria del volumen de vino exportado por la DOCa Priorat desde
principios de la década de los noventa, el Gráfico 5 nos muestra una primera fase de
espectacular crecimiento entre 1994 y 1999, donde la cantidad de vino exportado se
multiplica por diez, con una tasa de crecimiento del 417,9%, en cinco años. En un
periodo que el crecimiento para el conjunto de las DO españolas fue del 18,3% y para la
principal DO de España, como es la DO Rioja, se sitúa en una tasa del 2,6%.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del MAPA (diversos años)
Posteriormente, encontramos una segunda etapa, durante la primera mitad de la primera
década del nuevo siglo, donde el ritmo de crecimiento es más moderado y se superan
los 500 mil litros en la temporada 2001-02. Mientras que a partir de mediados de esta
misma década se registra una nueva etapa de aceleración en el volumen de
exportaciones, consiguiendo otro máximo durante la temporada 2007-08 con 937 mil
litros de vino vendidos en los mercados internacionales, reduciéndose la temporada
siguiente hasta los 725 mil litros como consecuencia de la grave crisis económica
internacional, pero recuperándose posteriormente, superando el millón de litros en la
temporada 2009-10 y alcanzando los 1,04 millones en 2010-11. Lo que significa una
tasa de variación anual acumulativa del 16,9%, en estos últimos veinte años.
20
El valor económico de las exportaciones de vino y su precio unitario
El paso siguiente para constatar como se traduce este boom en el volumen de vino
exportado desde la DOCa Priorat en la generación de ingresos por parte de las empresas
elaboradoras y comercializadoras, consiste en buscar información sobre el valor
económico de estas ventas en los mercados internacionales. Los datos de la Tabla 3 nos
permiten comprobar como el valor económico de las exportaciones de la DOCa Priorat
pasan de los 1.460 euros de la temporada 1993-94 a los 3.860.850 euros de la
temporada 2000-01. Lo que significa que el valor en términos monetarios de estas
exportaciones se multiplican por 2.645 en siete años, más de diez veces superior al
crecimiento de la DOCa Rioja, que tomamos como referencia al ser la principal DO
española, tanto en términos de producción como de exportaciones.
Tabla 3. Comercio exterior de las DOCa Priorat y Rioja, en volumen y valor económico de las exportaciones
Volumen vino embotellado
Valor econòmico Valor
econòmico por litro
(hectólitros) (euros) (euros/litro)
1993-94
DOCa Priorat 401 1.460 3,64
DOCa Rioja 466.408 1.044.754 2,24 2000/2001
DOCa Priorat 3.359 3.860.850 11,49
DOCa Rioja 496.672 258.800.228 5,21 2001/2002
DOCa Priorat 5.048 6.577.222 13,03
DOCa Rioja 677.990 300.836.267 4,44 2008/2009
DOCa Priorat 7.256 8.584.218 11,83
DOCa Rioja 746.215 311.262.456 4,17 2010/2011
DOCa Priorat 10.414 10.149.615 9,75
DOCa Rioja 891.343 386.810.761 4,34 Fuente: elaboración propia a partir de los datos del OEMV y MARM (diversos años)
Durante las temporadas siguientes el valor económico de las exportaciones de la DOCa
Priorat continúa creciendo, alcanzando los 8,5 millones de euros en la temporada 2008-
09. Situando el precio medio del litro de vino cerca de los 12 euros, mientras en el caso
del valor unitario del litro de vino exportado por la DOCa Rioja se sitúa ligeramente por
encima de los 4 euros. En este sentido cabe matizar la mayor diversidad en la calidad de
vinos exportados por la DOCa Rioja, ya que su volumen de exportación es más de cien
21
veces superior al de las exportaciones de la DOCa Priorat, que probablemente concentra
sus exportaciones en aquellos vinos de mayor calidad y más cotizados en los mercados
internacionales. Finalmente, para la temporada 2010-11, podemos observar que la
recuperación en el crecimiento de las exportaciones de la DOCa Priorat se produce con
un cierto descenso del valor unitario del litro de vino, aunque continúa manteniéndose
en unos valores que superan en más del doble al valor unitario de las exportaciones de la
DOCa Rioja.
La interpretación en términos calidad y reconocimiento internacional
Para el interés de nuestro trabajo, los resultados anteriores reflejan los resultados del
proceso de transformación del sector vitivinícola del Priorat, donde se consigue un
crecimiento simultáneo del volumen de exportaciones y del precio unitario de sus vinos
en el mercado internacional. En este sentido, entendemos que una estrategia capaz de
conseguir un gran crecimiento de la cantidad vendida de un producto, al mismo tiempo
que un precio considerablemente más elevado, ha de basarse principalmente en la
capacidad de mejorar la calidad de su producto, en conseguir su reconocimiento por
parte de los consumidores y en la mejora de sus procesos de comercialización. Sin duda
que la obtención de la categoría de Denominación de Origen Calificada (DOCa) en
diciembre del año 2000, siendo presidente del Consejo Regulador Salustià Àlvarez
Vidal, supuso un importante reconocimiento a la calidad de sus vinos, ya que sólo la
DOCa Rioja tenía ese reconocimiento, desde 1991.
A la hora de obtener información y analizar la evolución de la calidad de los vinos de la
DOCa Priorat, así como su proceso de difusión podemos utilizar la opinión de los
prescriptores que juegan un importante papel en un mercado en el que existe una
enorme variedad de vinos, marcas, elaboradores y origen, que hacen difícil sino
imposible que los consumidores dispongan de toda la información necesaria,
especialmente en términos de valoración de la calidad, para elegir su mejor opción de
compra de un tipo de producto para el cual la experiencia y el conocimiento previo
pueden ser fundamentales. Especialmente, si consideramos el segmento de gama alta
del mercado mundial de vino. En este sentido, hemos utilizado la información que
aparece en las diversas ediciones de la Guía Peñín de los vinos de España, dirigida por
José Peñín. A pesar de algunas críticas que pueden recibir este tipo de guías, listas o
ránquings por el grado de subjetividad que recogen las valoraciones de los diversos
vinos por parte de los responsables de las catas, las puntuaciones que establecen nos
permite medir la evolución de la calidad de los vinos de la DOCa Priorat a lo largo de
22
diferentes años, aunque sea de manera aproximada y según la opinión de los
responsables de esa guía. Podemos tomar como referencia inicial los comentarios que
reciben los vinos del Priorat a finales de la década de los noventa por parte del mismo
Peñín (1988) que escribe sobre la DO Priorat lo siguiente: “Abundan las cooperativas
donde son puntos de recepción de personas particulares que llenan sus garrafas para
su consumo familiar de ese vino áspero, con cuerpo y agradable sabor”. Este autor
también indica que en ese momento sólo existen tres bodegas que embotellen vino del
Priorat, estas son: De Muller, Unió de Cooperativas de Reus y Scala Dei, siendo sólo
esta última la que embotella en la misma comarca. En la Guía Peñín de 1994-95 ya
aparecen siete bodegas elaboradoras de vino de la DO Priorat, con veintisiete marcas de
vino, de las cuales sólo son evaluados ocho. De éstas, cinco ya corresponden a los
nuevos prioratos elaborados por los pioneros de la recuperación vinícola del Priorat, que
reciben unas valoraciones de entre 90 y 80 puntos, en una escala de 100. Se trata del
Clos Mogador 1990 de René Barbier y el Clos Martinet 1990 de Josep Lluís Pérez que
reciben 90 puntos, el Clos de l’Obac de Carles Pastrana que recibe 85 puntos, y el Clos
Martinet 1989 y el Martinet Bru 1990 de Josep Lluís Pérez que obtiene 80 puntos.
Mientras que la evaluación de los tres prioratos tradicionales elaborados por Cellers de
Scala Dei, se sitúa en los 70 puntos. De manera que tendríamos un primer
reconocimiento de la mejora de la calidad de estos nuevos vinos que obtienen unas
evaluaciones claramente superiores a las de los vinos tradicionales.
Tabla 4. Evolución de la presencia de vinos de la DOCa Priorat en la Guía Peñín
1994‐95 2001 2009 2011
Vinos evaluados 8 58 189 230
Bodegas evaluadas 3 21 65 75
Fuente: elaboración propia a partir de Peñín (diversos años)
La Tabla 4 recoge el extraordinario incremento del número de vinos de la DOCa Priorat
que van siendo evaluados en la Guía Peñín, ya que su presencia se multiplica por 28,7
durante estos últimos diecisiete años, pasando de los ocho vinos de la edición de 1994-
95, a los doscientos treinta en la de 2011. Mientras que el número de bodegas se
multiplica por veinticinco. Por otro lado, la Tabla 5 resume la evolución de la
valoración de estos vinos, destacando el importante crecimiento de vinos que reciben 90
o más puntos, que se multiplican por veintisiete durante estos mismos años, mientras
que la puntuación media de los vinos de la DOCa Priorat pasa de los 79,4 a los 87,7
23
puntos. Recogiendo de esta manera una medida del incremento general de los vinos de
esta DO durante este periodo de restructuración y resurgimiento de la viticultura en esta
comarca.
Tabla 5. Evolución de la valoración de vinos de la DOCa Priorat en la Guía Peñín
1994‐95 2001 2009
Vinos con 90 o más puntos 2 7 54
Puntuación media 79,4 83,4 87,7
Desviación estándar 8,1 4,4 2,7
Fuente: elaboración propia a partir de Peñín (diversos años)
Este reconocimiento de la calidad de los vinos de la DOCa Priorat también se produce a
nivel internacional y queda recogida por las valoraciones de los principales
prescriptores mundiales del sector, como las de Robert Parker en The Wine Advocate.
Ya hemos señalado, anteriormente que el primer Clos de l’Obac 1989 es destacado, en
su primera salida al mercado, en 1991, como uno de los cien mejores vinos del mundo.
También cabe destacar que en el 2008 el Clos Erasmus de Daphne Glorian reciben 100
puntos en la prestigiosa lista de Robert Parker. L’Ermita de Alvaro Palacios, el Clos
Mogador de René Barbier, Mas del Compte, Doix Costers de Vinyes Velles y Nit de Nin
reciben 98 puntos ese mismo año.
Paralelamente a este reconocimiento de la calidad de los nuevos vinos del Priorat
podemos observar el considerable incremento de sus precios. Se registra un primer salto
de los 0,60 euros (100 ptas) el litro a granel y los 2,40 euros (400 ptas) la botella, a
finales de los años ochenta, a los 24 euros (4.000 ptas) la botella del primer Clos de
l’Obac 1989 que aparece en 1991. Podemos destacar el compromiso inicial del grupo de
pioneros de no vender su vino por debajo de los 9 euros (1.500 ptas) la botella como
estrategia para el reconocimiento de su calidad por parte del mercado, en un momento
en que el vino tradicional del Priorat, embotellado se situaba alrededor de los 3 ó 4
euros, y por lo tanto los distribuidores locales consideraban como muy descabellada la
posibilidad de vender un Priorat a un precio que, como mínimo, triplicaba su valor
tradicional. Sin embargo, los precios de los vinos de la DOCa Priorat sigue creciendo a
medida que va aumentando el reconocimiento internacional de su calidad y, por ejemplo
en 1999, es posible encontrar una botella de Priorat a 90,15 euros (15.000 ptas) en algún
restaurante de Nueva York. Ese mismo año se subasta en Christie’s un lote de nueve
botellas magnum (de 1,5 litros) de L’Ermita 1995 por 4.200 dolares, lo que equivaldría
24
a unos 210 euros la botella habitual de 0,75 litros. Si bien, en ese mismo año aún era
posible encontrar un litro de vino a granel a 1,80 euros (300 ptas), por ejemplo, en el
Celler de Cal Pla de Porrera. Lo que refleja que el impulso inicial conseguido por el
grupo de pioneros y el proceso de transformación en el conjunto de la DO no se produce
de forma inmediata y generalizada, sino con la gradual y progresiva incorporación del
resto de elaboradores. En la actualidad la amplia gama de vinos de la DOCa Priorat hace
que también exista una gran variedad de precios, encontrándose los más asequibles
alrededor de los 15 euros, mientras que algunos de los vinos más emblemáticos de los
pioneros de la transformación del Priorat se cotizan a precios muy elevados, por
ejemplo, una botella del Clos Erasmus 2005 puede costar 945 euros o L’Ermita 2007 se
sitúa en los 815 euros (como referencia uno de los mejores vinos de la DO Rioja, el
Marqués de Haro Gran Reserva 1989 puede costar unos 315 euros o un Vega Sicilia
Único Reserva Especial 1991/94/98, de la DO Ribera del Duero, vale alrededor de los
250 euros). Sin embargo, otros de los vinos del grupo de pioneros como el Clos
Mogador 2009 son relativamente más asequibles, alrededor de los 60 euros, o el Clos de
l’Obac 2005 y el Clos Martinet 2008 que se sitúan entre los 40 y 45 euros. Además
cada elaborador ofrece una gama de vinos con niveles de precios diferentes, ajustando
calidades y precios a las preferencias y posibilidades económicas de los diferentes
segmentos de consumidores.
En este sentido, podemos señalar que el trabajo de Castells (2005) encuentra una
relación positiva y significativa entre la puntuación obtenida por los vinos negros en la
Guía Peñín 2004 y el precio de los mismos. Por lo tanto, podemos considerar que el
aumento de los precios de los vinos de la DOCa Priorat recoge esas mejoras de calidad
que refleja la evolución de las puntuaciones obtenidas en las diferentes ediciones de la
Guía Peñín. Aunque, el mismo estudio también obtiene como variables que afectan
positivamente el precio de los vinos, la calidad de la cosecha, la pertenencia a
determinadas Denominaciones de Origen (especialmente a la DOCa Priorat), el tiempo
de envejecimiento (especialmente el paso de Crianza a Reserva y de Reserva a Gran
Reserva), así como su elaboración con algunas determinadas variedades de uva.
La mejora de la calidad a través de la innovación
El último paso en nuestra investigación consiste en intentar corroborar el hecho que la
consecución de esta gran mejora en la calidad de los vinos de la DOCa Priorat,
conseguida a partir de mediados de los noventa, y el éxito obtenido en términos de
reconocimiento internacional, así como del extraordinario crecimiento de sus
25
exportaciones son resultado de las innovaciones tecnológicas y la aplicación de mejores
conocimientos en su proceso de elaboración. Innovaciones y conocimientos aplicados
inicialmente por un reducido número de pioneros pero que de forma progresiva se van
extendiendo al resto de elaboradores de la DOCa Priorat y a los elaboradores del
conjunto de la comarca pertenecientes a la DO Montsant.
Nadal (2002) señala que el cambio en el Priorat se empieza a gestar a mediados de los
años ochenta, a partir de nuevas plantaciones de garnacha autóctona y de la introducción
de cabernet sauvignon, de origen francés (Bourdeaux). Al mismo tiempo, se van
introduciendo nuevas técnicas para el cultivo de la viña y la optimización en el
crecimiento de la uva, buscando las variedades más adecuadas para mejorar los cupages
y conseguir la personalidad deseada en los distintos vinos.
En este sentido, la aparición en la comarca del grupo de pioneros aporta el conocimiento
sobre mejores técnicas de vinificación que incrementan la calidad del vino, el
conocimiento sobre el funcionamiento moderno del sector vitivinícola y nuevas ideas
sobre la comercialización del vino a nivel internacional. Otro hecho remarcable fue la
puesta en marcha de la especialidad de Viticultura y Enología en la Escuela de
Formación Profesional de Falset, donde se forman los primeros enólogos que
contribuirán al desarrollo de las bodegas y vinos del Priorat.
La mejora de la calidad se consigue realizando el seguimiento de la maduración de cada
variedad de uva hasta obtener la materia prima óptima, controlando adecuadamente el
proceso de fermentación del mosto, la asepsia en las manipulaciones en la bodega y el
control analítico de los vinos (Nadal, 2002). A partir de los años noventa, se produce
una transformación radical de las bodegas del Priorat, los recipientes y envases viejos de
madera, las mangueras, la maquinaria de hierro y los utensilios de cobre son
substituidos por materiales de acero inoxidable, que no ceden substancias extrañas al
vino, son fáciles de limpiar y evitan contaminaciones por el desarrollo de
microrganismos. Se introducen los depósitos inoxidables con camisas para enfriar el
mosto, lo que permite realizar el proceso de fermentación a la temperatura deseada.
Nadal (2002) también señala que para conseguir el máximo potencial de calidad en los
vinos del Priorat se ha buscado conseguir un buen equilibrio entre el alcohol y el alto
contenido en taninos, controlando adecuadamente el grado de maduración de la uva e
implantando el envejecimiento en botas de madera nueva, en la mayoría de casos, de
roble francés. Sin embargo, cabe destacar como uno de los principales factores del éxito
de los vinos del Priorat a nivel mundial, la excelente estrategia de comercialización que
se ha llevado a cabo, desde mediados de los años noventa, así como a la gran difusión
26
conseguida a través de las principales revistas especializadas, como Wine Spectator o
Wine Advocate, donde los vinos del Priorat obtienen algunas de las puntuaciones más
altas, situándose en el mismo nivel que muchos vinos franceses de la Bourgogne y de
Bordeaux.
En este sentido, Fernández Aldecua (2011) sintetiza las innovaciones introducidas por
el grupo de pioneros de la llamada revolución del Priorat, de manera que pueden
señalarse implementaciones en los diferentes tipos de innovación:
.- Innovaciones de producto:
Elaboración de vinos más finos, con menor graduación alcohólica.
Nuevos cupages con uvas autóctonas y otras foráneas, de otras regiones de
Europa.
.- Innovación en procesos de producción:
Mejoras en los trabajos de cultivo, selección y cupages de las uvas (materia
prima).
Mejoras en el cuidado de la higiene del proceso de producción dentro de las
bodegas (introducción de materiales inoxidables).
Mejoras en los instrumentos y recipientes utilizados en el proceso de elaboración
(botas de acero inoxidable con camisas térmicas para el control de la
fermentación y botas nuevas de roble francés para el envejecimiento).
Control de las temperaturas y humedades para el envejecimiento del vino en las
bodegas.
.- Innovación de mercado:
Exportaciones a casi cincuenta países, que representan el 50% de las ventas del
sector.
Creación y mantenimiento de una amplia red de distribuidores y proveedores.
.- Innovación en la comercialización:
Garantizar al consumidor la calidad del vino a través de la Denominación de
Origen Calificada (DOCa).
Agregar un plus a la calidad de los vinos a través de los “vinos de finca” o
“vinos de autor”.
Estrategia de precios altos en ciertas marcas y añadas, con el fin de señalar
comercialmente su calidad e impulsar la venta de marcas menos caras.
Diseños atractivos de etiquetas y envases.
27
Organización en diversas formas de promoción (catas en los viñedos, recorridos
en helicóptero con periodistas, participación en ferias locales e internacionales,
etc.).
.- Innovación en administración y gestión:
Contratación de enólogos y personal técnico.
Búsqueda de socios inversionistas.
Aprovechamiento del capital social a través de la cooperación en red de los
diferentes protagonistas de la reconversión del sector (network).
Fernández Aldecua (2011) destaca el papel del aprovechamiento del capital social y del
trabajo en red como una de las claves del éxito de la estrategia innovadora que explica
la revitalización del sector vitivinícola del Priorat. Por otra parte, Bou et al. (2009)
señalan como elemento clave del éxito del Priorat la capacidad del grupo de pioneros de
desarrollar adecuadamente una relación basada en compartir conocimiento y
experiencia práctica. Esto convierte al Priorat en un cluster económico entendido como
una “comunidad de práctica” (Wenger, 1998) en el cual se genera una dinámica de
compartir la experiencia, transferir el conocimiento y aprender recíprocamente. De
hecho, el caso de la restructuración del Priorat, sería un ejemplo de la llamada “ecología
del conocimiento” (Brown y Duguid, 2000). Según esta teoría, el conocimiento no
puede ser compartido si previamente no se comparte la experiencia en la cual se
adquiere este tipo de conocimiento. Estas experiencias prácticas genera canales de
comunicación y redes de interacción personales llamadas networks of practice que
impulsan la difusión de las innovaciones.
Así pues, a pesar de no disponer de información económica que nos permita cuantificar
el valor de las inversiones realizadas, en el sector vitivinícola de la DOCa Priorat, en
términos de incorporación de todas estas mejoras en tecnología y en conocimientos
aplicados por las empresas elaboradoras, podemos utilizar diversas informaciones que
nos describen el tipo de innovaciones aplicadas por parte de las empresas del sector, a lo
largo de estos últimos veinte años, y que ha permitido obtener los extraordinarios
resultados que si podemos medir en términos de ventas y de capacidad exportadora.
4. Conclusiones
A la hora de destacar los principales resultados de este trabajo y sintetizar las
conclusiones finales que de él pueden obtenerse, podemos señalar que el resurgimiento
28
del sector vitivinícola de la DOCa Priorat, después de cien años de declive, se ha basado
en el aprovechamiento del potencial enológico que ofrece las particulares características
de sus suelos agrícolas y su climatología, en la aplicación de mejores y más adecuadas
técnicas de cultivo de las viñas, en la selección y combinación de las variedades de uva,
en la mejora de los procesos de vinificación y envejecimiento, así como en la
orientación de sus productos hacia los segmentos de mayor calidad del mercado
internacional de vino. Sólo a través de la revaloración de sus vinos los elaboradores de
la DOCa Priorat han podido asumir los altos costes de producción que implican las
dificultades de cultivo de sus viñedos.
La extraordinaria restructuración del sector vitivinícola de la DOCa Priorat, que
impulsaron un grupo de amigos, a finales de los años ochenta, se pone de manifiesto a
través de la recuperación de la superficie cultivada de viñedos (se pasa de unas 700 ha. a
las más de 1.884 actuales), de la introducción de nuevos conocimientos y nuevas
técnicas en el proceso de elaboración de vino en las bodegas, del crecimiento en el
volumen de vino producido, de la expansión de sus ventas, del incremento de su
capacidad exportadora y del nivel de precios conseguido por sus vinos, asociada al
reconocimiento de su calidad.
De este modo, consideramos que las claves del éxito de la “revolución” del Priorat se
encuentran en:
las características particulares del suelo y el clima del Priorat,
la iniciativa llevada a cabo por un grupo de visionarios llegados de fuera de la
comarca,
la capacidad de aplicar mejores conocimientos e innovaciones técnicas,
el compromiso con la calidad de los vinos a elaborar y con el terroir,
el desarrollo de las adecuadas estrategias de marketing y de internacionalización,
la capacidad de atraer nuevas inversiones y nuevos proyectos empresariales,
el conseguir el reconocimiento de la calidad de los vinos por parte de los
principales prescriptores internacionales, y
el asegurar la continuidad del modelo implementado gracias a la incorporación
de nuevas generaciones de elaboradores.
De esta manera, consideramos que la transformación del sector vitivinícola de la DOCa
Priorat constituye un buen ejemplo de como un sector productivo tradicional,
clasificado de baja tecnología, puede conseguir mejoras espectaculares en sus resultados
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económicos aplicando las mejores técnicas disponibles, mejorando la organización de
sus empresas, incorporando más conocimiento y con unas adecuadas estrategias de
comercialización y cooperación por parte de un grupo de pequeñas empresas, que
consiguen impulsar el desarrollo económico y social de una comarca eminentemente
rural, que valora sus valores tradiciones y su paisaje, pero que a la vez es capaz de
posicionarse de forma extraordinaria en un mercado internacional tan competitivo como
puede ser el del vino.
De esta manera, en lugar de considerarlo como un sector industrial de bajo nivel
tecnológico, low-tech, tal vez sería más adecuado hablar de un ejemplo de sector
productivo de tipo slow-tech, en el sentido que la incorporación progresiva de mejores
técnicas en sus procesos de producción y comercialización han conseguido resultados
extraordinarios en el incremento en el valor añadido del producto, que se traduce en un
gran crecimiento de sus ventas, especialmente en las exportaciones. Por lo tanto, nos
encontramos con un claro ejemplo de sector industrial intrínsecamente ligado a un
territorio que es capaz de innovar y obtiene como resultado un elevado grado de
internacionalización. El concepto slow-tech también recogería el hecho que las
inversiones y transformación de este sector han requerido un proceso de maduración
relativamente largo, ya que hemos de tener presente que el proceso se inicia con las
primeras recuperaciones y nuevas plantaciones de viñedos a partir de mediados de los
años ochenta, que los primeros nuevos vinos no llegan al mercado hasta principios de
los noventa y su éxito económico no empieza a generalizarse hasta mediados de esa
misma década. Por lo tanto, se trataría de proyectos innovadores que necesitan un
período mínimo de diez años para empezar a obtener los primeros resultados, pero que a
la vez consiguen consolidarse a lo largo del tiempo, arrastrando al resto de la industria y
de la economía de la comarca.
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