Upload
others
View
2
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Título: Efecto de los Microorganismos Eficientes en el
desempeño productivo de crías porcinas.
Autor: Aldo Rodríguez Pastor
Tutora: MSc. Amparo Isabel Camejo Gálvez
2017
"Año 59 de La Revolución"
Pensamiento
“… creo en el milagro de lo que puede hacer el trabajo, de lo que puede hacer la ciencia
y de lo que pueden hacer los hombres.”
Fidel Castro Ruz
Dedicatoria
Este trabajo está dedicado especialmente a mi madre, al resto de mi familia y a todos
aquellos que de una forma u otra tuvieron que ver con que yo hoy sea un profesional.
Agradecimientos
A Dios por haberme dado la vida y la oportunidad de estudiar esta ca-
rrera.
A mis padres por estar pendiente de mí y haberme dado la educación que
tengo y también a toda mi familia.
A la Ms.C. Amparo Isabel Camejo Gálvez por ser mi tutora y
por su entera preocupación y dedicación por esta investigación.
A mis compañeros que durante 5 años convivimos en una misma aula
donde de una forma u otra somos una familia.
A todos mis hermanos en Cristo
A los trabadores del porcino donde realicé el experimento por la colabora-
ción y el trato recibido.
Y a todos aquellos que de una forma u otra contribuyeron a la realiza-
ción de este sueño
A todos, infinitas gracias.
Resumen
La investigación se realizó en la UEB Cuba Sí 3, perteneciente a La Empresa Porcina de
Holguín; con el objetivo de evaluar la eficacia de los Microorganismos Eficientes en el
mejoramiento del desempeño productivo de las crías porcinas lactantes. Para el
experimento se estudiaron 90 crías de tres días de nacidas; se dividieron en tres grupos
con tres réplicas de 10 cada uno (30 por tratamiento). A los grupos 1 y 2 se le suministró
una dosis de 1.5 mL y 2.5 mL respectivamente del probiótico por vía oral, días alternos
hasta el destete. Durante la investigación se evalúo el peso al destete y la presencia de
diarreas en las crías porcinas lactantes. Los datos se procesaron mediante el paquete
estadístico InfoStat versión 2008 de Di Rienzo. Se realizó análisis de varianza de
clasificación simple y donde hubo diferencia significativa se realizó la prueba de Tukey
de rangos múltiples. En el peso al destete no hubo diferencias significativas en ninguno
de los grupos estudiados. Sin embargo los animales tratados con el probiótico tuvieron
un mayor incremento de peso con respecto al testigo. En cuanto al control de la diarrea
en las crías mostraron resultados significativos los animales de los grupos tratados con
respecto al testigo. Económicamente fue favorable el tratamiento logrando una ganancia
de $ 8519.7 y $ 8556.2 en los tratamientos 1 y 2 respectivamente.
ABSTRACT
The research was carried out in UEB Cuba Sí 3, belonging to The Porcina Company of
Holguín; with the objective of evaluating the effectiveness of the Efficient Microorganisms
in the improvement of the productive performance of the suckling pigs. For the experi-
ment, 90 offspring of three days of birth were studied; were divided into three groups with
three replicates of 10 each (30 per treatment). Groups 1 and 2 were given a dose of 1.5
mL and 2.5 mL respectively of the probiotic orally, every other day until weaning. During
the investigation the weight at weaning and the presence of diarrhea in the lactating pigs
were evaluated. The data were processed using the statistical package InfoStat version
2008 of Di Rienzo. We performed a simple classification variance analysis and where
there was a significant difference the Tukey multiple range test was performed. There
were no significant differences in weaning weight in any of the groups studied. However,
the animals treated with the probiotic had a greater increase of weight with respect to the
control. Regarding control of diarrhea in the offspring, the animals of the treated groups
showed significant results with respect to the control. Economically the treatment was
favorable, achieving a gain of $ 8519.7 and $ 8556.2 in treatments 1 and 2 respectively.
INDICE
I. Introducción 1
II. Revisión bibliográfica 3
Generalidades sobre la producción porcina 3
Microorganismos Eficientes 5
Empleo de los probióticos en la alimentación animal 9
Manejo de la cerda lactante 13
Manejo de la cría lactante 18
Diarrea neonatal por Echerichia coli 21
III. Materiales y métodos 27
IV. Resultados y discusión 30
V. Valoración económica 33
VI. Conclusiones 34
VII. Recomendaciones 35
Bibliografía
Anexos
1
I. Introducción
Los sistemas de producción porcina contemporáneos en varios países del mundo según
múltiples especialistas, han logrado niveles de eficiencia solamente posibles cuando se
emplean estimuladores del crecimiento. Contamos con dos subsectores de producción
claramente diferenciados: la porcicultura de carácter intensivo y la extensiva o semi-
extensiva, representada mayoritariamente por el sector privado; donde su principal
objetivo es lograr producciones eficientes de carne magra, y ésta depende de la
eficiencia reproductiva (Davies, 2011).
La porcicultura intensiva tiene como premisa fundamental, ofrecer un abanico de
productos cárnicos de calidad garantizada a precios asequibles y competitivos con otros
productos alternativos. Por más de medio siglo se han utilizado dosis profilácticas de
antibióticos, de forma tan intensa que en los Estados Unidos por citar un ejemplo, más
de un 70 % de dichos fármacos se incorporan a los alimentos para aves, cerdos y
ganado vacuno en concentraciones sub-terapéuticas (Nisha, 2008).
Esta variante aparentemente halagüeña, ha creado complicaciones como: la presencia
de residuales nocivos para los consumidores y el entorno, reducir la eficacia de los
antimicrobianos destinados a la salud humana y animal; debido a la generación de
bacterias antibiorresistentes. Razones que indujeron a la Unión Europea (UE) a decretar
la suspensión de esta práctica de forma parcial en 1999, y luego con carácter absoluto
en enero de 2006 (Antibacterial, 2013). Pese a la sabia decisión, hay productores que la
desatienden o aplican similares como la incorporación de sulfato cúprico a los piensos,
variante que induce en bacterias resistencia cruzada a diversos antimicrobianos (Barreto
y Rodríguez, 2006).
En la producción intensiva de cerdos se están haciendo esfuerzos para reducir el uso de
antibióticos en la dieta, utilizando alternativas como acidificantes, probióticos, enzimas,
extractos de plantas o inmuno-moduladores, en general, y los prebióticos (inulina y
fructo oligosacáridos), que ejercen efecto directo o indirecto sobre la microflora
intestinal. Los probióticos son microorganismos vivos que ejercen un efecto benéfico en
el tracto intestinal del hospedero, ya que mantienen y refuerzan los mecanismos de
defensa ante agentes patógenos, sin perturbar las funciones fisiológicas y bioquímicas
normales (Balan y Martínez, 2007).
Los prebióticos y probióticos constituyen una de las propuestas más explotadas al
2
respecto. Otra alternativa la ofrecen los denominados Microorganismos Eficientes, los
que además de compartir algunos puntos de contacto con los anteriores, posibilitan un
espectro de aplicación más amplio en la producción agrícola y pecuaria (Abdullah et al.,
2011).
Desde el punto de vista anatomo-fisiológico, las crías al nacer presentan un sistema
digestivo poco desarrollado. Durante las primeras dos o tres semanas de vida, el patrón
de producción de enzimas digestivas está adaptado para digerir la leche materna
exclusivamente. En estas tres primeras semanas de vida las enzimas proteolíticas,
específicamente pepsina, tripsina y quimiotripsina, son responsables de hidrolizar la
fracción proteica del alimento, contribuyendo al buen funcionamiento del aparato
digestivo de las crías lactantes (Nisha, 2008).
La porcicultura en Cuba constituye uno de los renglones más importantes de la
economía así como su importancia social es ilimitada. Una de las causas fundamentales
de cuantiosas pérdidas económicas lo constituye el síndrome diarreico; siendo muy
común en los cerdos jóvenes y reviste una gran importancia en los sistemas de
explotación intensiva (Alonso, et al., 2004).
Es común observar en las explotaciones porcinas a nivel mundial incluyendo nuestro
país, que los índices de mortalidad más elevados se presentan en el área de
maternidad, por lo que reviste gran importancia la toma de medidas preventivas para
reducir este parámetro indeseado; mejorando el ritmo de crecimiento y de ésta manera,
optimizar los índices productivos de las granjas. En las últimas décadas, la biotecnología
ha tratado de mejorar el equilibrio eubiótico intestinal, colocando al alcance del productor
bacterias ácido lácticas, que en muchos casos previene los trastornos gastrointestinales
en lechones lactantes, mejorando de ésta manera las condiciones de salud del animal
(Abdullah et al., 2011).
En la Estación Experimental de Pastos y Forrajes (EEPF) Indio Hatuey, Blanco et al.,
(2012) desarrollaron un bioproducto a base de microorganismos eficientes denominado
IHplus®, el cual demostró ser efectivo en la mejora de la respuesta animal cuando se
incluyó como activador digestivo en las dietas, tanto de rumiantes como de
monogástricos. Sin embargo, en el caso de las crías de cerdos se desconoce cuál es la
dosis óptima que se debe utilizar.
La importancia de la producción porcina para nuestro país es capital y en particular en la
producción agroindustrial que abastece a amplios sectores de la población. En este
3
sentido se enmarca el presente trabajo el cual se encuentra acorde con los lineamientos
del PCC y en particular el 136 que establece: “En la actividad agroindustrial, se
impulsará en toda la cadena productiva la aplicación de una gestión integrada de
ciencia, tecnología, innovación y medio ambiente, orientada al incremento de la
producción de alimentos y la salud animal, incluyendo el perfeccionamiento de los
servicios a los productores” (PCC, 2010).
En virtud de lo anteriormente expuesto y dada la importancia de corroborar los
beneficios reales del uso de estos productos, se diseñó la presente investigación, cuya
finalidad fue evaluar la eficacia del uso de Microorganismos Eficientes sobre el peso
corporal al destete en crías porcinas lactantes y en los trastornos digestivos. Teniendo
en cuenta que el objeto social de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Cuba Sí 3, es la
producción de crías para ser vendidas al destete y en la etapa de preceba a convenios
porcinos.
Problema Científico: ¿Cómo contribuir al mejoramiento del desempeño productivo de
las crías porcinas lactantes en la UEB Cuba sí 3?
Hipótesis: si se suministran Microorganismos Eficientes a las crías porcinas lactantes
en la UEB Cuba sí 3 entonces se mejorará el desempeño productivo de esta categoría y
sus rendimientos.
Objetivo General: evaluar la eficacia de los Microorganismos Eficientes en el
mejoramiento del desempeño productivo de las crías porcinas lactantes en la UEB Cuba
sí 3.
Objetivos Específicos.
1. Evaluar el efecto de los Microorganismos Eficientes en el peso al destete de los
animales en estudio.
2. Evaluar el efecto de diferentes dosis de Microorganismos Eficientes en el control
de la diarrea en crías porcinas lactantes.
II. Revisión bibliográfica
Generalidades sobre la producción porcina
La industria porcina ocupa el primer lugar en la producción mundial de carne, siendo los
principales productores China, Estados Unidos, Alemania, España y Francia. Existe una
relación muy cercana entre la producción de esta proteína y el consumo; por esta razón
es una de las más consumida a nivel mundial seguida por la de aves y vacuno (Hoyos,
4
2008).
Hasta el año 1989, la producción estatal especializada era la principal responsable a
partir de grandes instalaciones, donde las unidades de cría podían ser desde 300 hasta
2000 reproductoras. La mayoría de los cebaderos eran típicos con capacidad para
10000 cerdos por ciclo. La producción intensiva requiere una gestión experta y la
cooperación de varios especialistas diferentes; cirujanos veterinarios y dietistas. Los
costos de alimentación representan un 75% de los gastos productivos, por lo que una
selección meticulosa de los alimentos en función de su valor nutritivo y su economía es
esencial en este tipo de inversión (Diéguez, 2010).
Sin embargo la producción porcina del continente americano ocupa el tercer lugar en
importancia en términos de población entre las regiones del mundo. En las últimas
décadas, una serie de importantes mejoras en las tecnologías de la cría de cerdos, han
transformado la porcicultura comercial en una industria con un alto nivel de insumos y
elevado rendimiento (FAO/SMIA, 2010).
La mayoría de los países de América Latina se ven enfrentados a constantes crisis en el
sector de la producción porcina. Esta situación ha llevado al desaliento e incluso al
abandono de esta actividad a gran parte de los porcicultores. Las modernas técnicas de
producción de cerdos procedentes del hemisferio norte exigen grandes inversiones que
muchas veces no están al alcance de los pequeños y medianos productores de cerdos.
Los altos costos de instalación, de equipamiento y alimentación, sumado a importantes
fluctuaciones en el precio final que recibe el productor, determinan muchas veces la
inviabilidad de la Empresa Porcina (FAO/SMIA, 2010).
La producción porcina es un proceso sumamente complejo donde participan una serie
de factores fisiológicos, nutricionales y de manejo; que interactúan dando como
resultado final la eficiencia o ineficiencia del proceso reproductivo. Esta valoración se
hace midiendo la productividad numérica, es decir la cantidad de crías destetadas por
reproductoras promedio al año, siendo la reproducción el punto clave de la producción
porcina (Truque, 2009).
Con la llegada del nuevo siglo, el sector porcino dirige su atención preferentemente a
dos cuestiones: una es implementar soluciones más eficientes para viejos problemas
(generar nuevas líneas genéticas, mejorar las instalaciones, optimizar el ciclo
reproductivo, la alimentación y el control de enfermedades, aplicar sistemas de gestión
técnica y económica más precisos etc., y en segundo lugar; abordar nuevos retos que
5
permitan ofrecer un mejor servicio al consumidor y a la sociedad en general.
Entre estos nuevos retos podemos señalar los siguientes: obtener carne y productos
cárnicos de calidad contrastada con las máximas garantías de salubridad y trazabilidad,
garantizar las condiciones de bienestar animal en todas y cada una de las etapas de la
cría, el transporte y el sacrificio así como generar una especial sensibilidad en aspectos
medioambientales derivados de la actividad ganadera e industrial asociada al porcino
(Truque, 2009).
En nuestro país la explotación porcina juega un rol fundamental, teniendo la misma una
incidencia muy amplia en todos los sectores sociales. Sin embargo una de las causas
fundamentales de numerosas pérdidas económicas lo constituye el síndrome diarreico,
que es muy común en los animales jóvenes y tiene una gran prevalencia en los sistemas
de crianza intensiva y semintensivos (Zumalagorregui, 2004; Alonso, et al., 2004 &
Rubio, 2005).
En la producción intensiva de cerdos se están haciendo esfuerzos para reducir el uso de
antibióticos como promotores del crecimiento, utilizando alternativas como los
acidificantes, probióticos, enzimas, extractos de plantas o inmunomoduladores en
general y los prebióticos (fructo oligosacáridos); que ejercen un efecto directo o indirecto
sobre la microflora intestinal (Pinelli et al., 2004). Los Microorganismos Eficientes (EM)
toman sustancias generadas por otros organismos basando en ello su funcionamiento y
desarrollo
Microorganismos Eficientes
Orígenes y difusión en el mundo
Los Microorganismos Eficientes fueron desarrollados en la Universidad de Ryukus, en
Okinawa (Japón). Son una mezcla de varios microorganismos de tipo benéfico naturales
tanto aeróbicos como anaeróbicos que pertenecen a los géneros Lactobacillus
(bacterias ácido lácticas), Saccharomices (levaduras) y Rhodopseudomonas (bacterias
fotosintéticas o fototróficas), que poseen diferentes funciones. Entre estos se encuentran
bacterias acido lácticas, fotosintéticas y levaduras, los cuales se hallan en gran cantidad
en la naturaleza y son usados para el procesamiento de alimentos y la elaboración de
comida animal fermentada, por tanto, son seguros para el hombre y los animales.
(Domínguez, 2007).
La Tecnología de Microorganismos Eficientes (EM por sus siglas en inglés) fue
6
desarrollada por el Profesor Teruo Higa en la Universidad de Ryukyus, Okinawa, en el
sur de Japón a partir de 1982. Desde comienzo de los años 80 buscaba alternativas
naturales frente a los pesticidas químicos para la prevención y control de enfermedades
en cítricos. Mediante sus investigaciones aisló y estudió las propiedades de diversos
tipos de microorganismos benéficos naturales. Desarrolló medios de cultivo apropiados
y accesibles en los cuales logró la coexistencia de un consorcio de microorganismos
que potencia las cualidades y beneficios de cada uno de ellos. Esa combinación de
microorganismos posee una alta capacidad antioxidante, con una amplia gama de
aplicaciones. Los denominó “Microorganismos Eficaces” (EEAITAJ, 2013).
Actualmente se producen en 59 países entre ellos Uruguay y es utilizado en más de
120. En 1994, EMRO (EM Research Organization) (www.emrojapan.com) fue fundada
en Japón, con el objetivo específico de continuar la investigación y desarrollo de la
tecnología EM así como su difusión por todo el mundo mediante licenciamiento y
asistencia técnica para la producción y uso (EEAITAJ, 2013).
Cardona & García, (2008) También refirieron que los Microorganismos Eficientes
representan una mezcla de hongos, actinomicetos, bacterias benéficas y levaduras con
lo que se buscó observar su efecto al determinar cuantitativamente la incidencia de
diarreas inespecíficas en la fase de preiniciación.
Aplicaciones generales
Los Microorganismos Eficientes son un probiótico con un amplio abanico de usos
gracias a su composición microbiana, que actuando de manera sinérgica generan
sustancias benéficas como antioxidantes, aminoácidos, vitaminas, enzimas y ácidos
orgánicos. Ellos tienen dos funciones básicas (García & Bocurt, 2014).
1. Exclusión competitiva de microorganismos patógenos, mediante la competencia
por la materia orgánica que sirve de alimento y la producción de sustancias que
controlan directamente estas poblaciones.
2. Producción de sustancias benéficas como vitaminas, enzimas, aminoácidos y
antioxidantes, a través de un proceso de descomposición anaeróbica parcial; de
ahí que sus aplicaciones sean múltiples:
7
Agricultura: mejora la microflora del suelo, promueve el crecimiento de las plantas y
suprime enfermedades.
Animales en general: como probiótico y antioxidante, preventivo de enfermedades.
Medio ambiente: ayuda a recuperar aguas contaminadas y acelerador de la
descomposición de residuos sólidos, eliminación de malos olores y moscas.
Gracias a su utilización en la producción agropecuaria en Uruguay, se ha logrado
mejorar la calidad de alimentos y de insumos primarios para la industrialización
posterior.
Así por ejemplo, más del 80% de los productores hortícolas de Bella Unión han reducido
más del 60% el uso de agrotóxicos en los invernáculos y cultivos de campo. En
agricultura extensiva se reduce en 30% el uso de herbicidas a base de glifosato,
mejorando la microflora del suelo. En apicultura, se reduce o evita el uso de antibióticos.
En tambos previene la mastitis ambiental y diarreas en terneros, así como elimina malos
olores y reduce casi por completo la población de moscas. En la quesería artesanal
elimina a necesidad de usar hipoclorito de sodio para el curado de los quesos (Revista
sp Domus, 2011).
También son particularmente eficaces para reducir la demanda biológica de oxígeno
(DBO) y la población de patógenos como coliformes, salmonella y otros, en efluentes
domésticos y de industria, reduciendo significativamente su impacto en los cursos de
agua donde se vierten y el ambiente en general. Sin embargo (García & Bocurt, 2014)
señalaron como limitante, la poca difusión de las ventajas de estos productos al ser
incluidos en los sistemas de crianza de nuestro país.
Cómo actúa el Microorganismo Eficiente (EM)
Los microorganismos que conforman el EM cumplen funciones específicas propias de
su naturaleza:
Bacterias del ácido láctico (Lactobacillus cassei y Lactobacillus plantarum) género de
bacterias anaerobias; sintetizan sustancias bioactivas generando una marcada actividad
antagonista con microorganismos patógenos:
8
Acido Láctico, capaz de inhibir y controlar Staphylocucus aureus, Ralstonia sp.,
Fusarium y nemátodos.
Sustancias antimicrobianas del tipo Bactericidas, que inhiben Enterococcus,
Clostridium y Streptococcus, entre otros.
Resistentes a condiciones de acidez, bajan el pH del sustrato e inhiben a los
competidores.
Promueven la degradación de la lignina y la celulosa. Aceleran la descomposición de la
materia orgánica. Se alimentan vorazmente de materia orgánica en suspensión o
disuelta en el agua, reduciendo la demanda biológica de oxígeno para eliminarla
(Domínguez, 2007).
Una de las claves del desarrollo de los Microorganismos Eficaces como tecnología, está
en la coexistencia de los mismos en un medio de cultivo apropiado. Esa coexistencia se
basa, entre otros aspectos, en el hecho de que sustancias que generan unos sirve de
alimentos para otros. Levaduras y bacterias ácido lácticas generan entre otras
sustancias ácidos orgánicos que alimentan a las bacterias fototróficas. Estas a su vez
producen azúcares que alimentan a las primeras, favoreciendo su supervivencia y
reproducción (García & Bocurt, 2014).
Estos mismos autores refirieron que la existencia de los Microorganismos Eficientes
trae como consecuencia un efecto sinérgico entre todos, que explica su potente
capacidad antioxidante, que llega a ser 100 veces superior a la que poseen las
vitaminas C o E. Capacidad antioxidativa significa capacidad de prevenir y revertir
procesos degenerativos y de enfermedad tipicamente oxidativo; estimulando procesos
de regeneración en los organismos vivos. De ahí que tenga un amplio campo de
aplicaciones en diversas áreas de la salud animal o vegetal, la producción, el medio
ambiente y la vida humana por su característica central como antioxidante.
Entre los microorganismos más utilizados como probióticos se encuentran los del
género Lactobacillus. Estos participan activamente en los procesos fermentativos,
poseen actividad inhibitoria ante microorganismos patógenos, neutralizan enterotoxinas,
sintetizan vitaminas y estimulan la respuesta inmune; además de mejorar la absorción
9
de minerales (Jacela et al., 2010).
La productividad animal está ligada a la existencia o no de organismos patógenos en su
tracto digestivo. Hasta muy recientemente; el uso de promotores de crecimiento de tipo
antibiótico ayudaba a controlar el crecimiento de estos microorganismos y a mantener
un equilibrio deseable en la flora intestinal. La prohibición o restricción de uso de
muchos de estos aditivos ha llevado a la búsqueda de nuevas alternativas, entre las
cuales se encuentran los probióticos (Domínguez, 2007).
Empleo de los probióticos en la alimentación animal
González et al., (2003) & Lata et al., (2006) consideraron que los probióticos son com-
plementos alimenticios constituidos por microorganismos vivos, que cuando se ingieren
en cantidades adecuadas, colonizan y modifican la microbiota del tracto digestivo, lo que
provoca un efecto positivo en la salud y en la fisiología del hospedero mediante su in-
fluencia en el equilibrio de la flora intestinal.
En el uso de microorganismos en la alimentación animal son esencialmente utilizadas
cepas bacterianas gram positivas de los géneros Lactobacillus, Enterococcus, Pedicoc-
cus y Bacillus, hongos microscópicos tipo Aspergillus y levaduras de la especie Sacha-
romyces cerevisiae (Fundases, 2011).
El grupo probióticos recoge pues una serie de microorganismos diversos con propieda-
des diferentes lo que hace muy difícil su estudio conjunto. Así, por ejemplo, las levadu-
ras son organismos eucarióticos resistentes a los agentes antibacterianos mientras que
las bacterias son procariotas y más sensibles. Los Lactobacillus y Enterococcus se en-
cuentran en el tracto digestivo de una forma natural mientras que bacilos y levaduras no
son tan frecuentes. A fin de evitar confusión, debe diferenciarse entre los probióticos ya
definidos, los prebióticos y los simbióticos (Cortés & Gómez, 2011).
El término prebiótico se utiliza para definir a aquellos aditivos alimentarios, en general de
orígenes hidro-carbonado, no susceptibles por su propia naturaleza a la acción de las
enzimas endógenas del animal, y que benefician su crecimiento estimulando de forma
selectiva el crecimiento o la actividad de ciertos microorganismos beneficiosos presen-
tes en el tracto digestivo del animal. Los probióticos actúan de forma más directa que los
prebióticos a nivel del tracto digestivo. Un producto simbiótico es aquel que incluye en
su composición un probiótico y un prebiótico (Serrano, 2008).
10
Los efectos beneficiosos de la ingestión de probióticos han sido reconocidos desde an-
tes de la aparición de la ganadería industrial. De hecho, se ha atribuido al consumo de
yogurt, rico en el probiótico Lactobacillus acidophilus la alta esperanza de vida de los
campesinos de Turquía, Bulgaria y otros países del Este de Europea. Más recientemen-
te, se ha reconocido su efecto beneficioso en humanos en áreas tan diversas como el
estreñimiento, la colitis, la flatulencia, la intolerancia a la lactosa, el cáncer y las reaccio-
nes alérgicas. A efectos prácticos no es fácil indicar qué características debe reunir un
probiótico para que su uso en forma continua como aditivo del pienso sea rentable para
el productor (Simon, 2005).
Según Cortés & Gómez, (2011) el mecanismo de acción de los probióticos no está es-
clarecido, existiendo sólo teorías en base generalmente a estudios in Vitro. Las más
aceptadas a nivel científico están relacionadas de una u otra forma con su función de
barrera al desarrollo de microorganismos perjudiciales y son las siguientes:
Se adhiere a la mucosa intestinal compitiendo con los microorganismos indesea-
bles que gozan de menor capacidad.
Produce ácidos grasos volátiles que ayudan a mantener un pH beneficioso para
el desarrollo de bacterias ácido láctico en detrimento de coliformes y otros micro-
organismos patógenos.
Produce sus propias bacteriocinas, una familia de péptidos bioactivos con activi-
dad bacteriostática sobre gérmenes Gram positivos (y probablemente sobre algu-
nos Gram negativos).
Mejora la inmunidad intestinal evitando la acción de ciertos vectores, tales como
rotavirus, organismos inductores de numerosos procesos diarreicos.
Reduce la concentración en plasma de ciertos metabolitos perjudiciales tales co-
mo amoniaco y endotoxinas.
Probablemente la acción de los probióticos es superior cuando la carga microbiana del
tracto digestivo es elevada. De hecho, la suplementación con probióticos en dietas en
libres de gérmenes no solo no es positiva, sino que reduce el crecimiento y la
productividad.
11
Aplicaciones en la especie porcina
En contraposición a posturas tan ajenas a la cordura se alzan otras, quizás las llamadas
a garantizar sistemas de producción porcinos intensivos eficientes, seguros al
consumidor y al entorno. Especial énfasis se da a la edad del animal. Es importante la
aplicación del probiótico a partir de las primeras horas de vida. También se debe tener
en cuenta el estado higiénico de la explotación y del alimento como fuentes constantes
de microorganismos patógenos así como a las cepas utilizadas y a su viabilidad “in vivo”
ya que han de ser muy activos para promover una colonización apropiada (Volker,
2006).
La protección de las crías recién nacidas contra los microorganismos patógenos
depende de mecanismos de defensa complejos, como son: presencia de jugos
gástricos, anticuerpos de origen materno proporcionados a través del calostro y la leche,
anticuerpos de origen intestinal (IgA) de la cría, producción de moco y sustancias
bactericidas inespecíficas (Davies, 2011).
Dada la importancia de prevenir problemas digestivos, debido a la alta incidencia de
diarreas que venían afectando los parámetros zootécnicos establecidos de una
explotación porcina, se determinó utilizar un suplemento que disminuyera la
presentación clínica de este signo inespecífico, mejorando los índices de conversión de
los cerdos en esta etapa productiva inicial; en la cual el desarrollo corporal es más
acelerado debido a su metabolismo energético incrementado (Fundases, 2011).
Los productos derivados de levaduras han mostrado su eficacia para reducir el
contenido en bacterias del tracto gastrointestinal, neutralizando bacterias que de otro
modo podrían atacar al animal huésped. La utilización de estos productos ha estado
principalmente dirigida a dietas de lechones, especialmente en esquemas de producción
donde el uso de agentes antimicrobianos está restringido a su utilización como
terapéuticos (Simon, 2005).
Cuando los probióticos se administra en los primeros días de vida del lechón participa
como estimulante de la inmunidad; en este aspecto las bacterias ácido lácticas y de
modo especial Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus casei y Streptoccocus faecium
son las más recomendadas administrándose en días alternos durante los primeros días
de edad. Estas aumentan la respuesta inmune reflejándose en un mayor aumento de
12
citoquinas t y la actividad fagocitaria de los macrófagos, además de la prevención de los
procesos diarreicos (Tortuero et al., 1995).
Dentro de los beneficios que se obtienen con la aplicación de EM en cerdos se tiene:
controla olores, son de un costo reducido, fácil de aplicar, reduce el estrés al animal,
incrementa la productividad y requiere una muy baja inversión inicial; pues funciona con
cualquier sistema de producción o de tratamiento de desechos.
Las etapas de las crías porcinas más delicadas, donde más estrés se produce son la
neonatal, el destete y los traslados de los animales; sean a cebo o a otras instalaciones.
En estas etapas es donde más se van a notar los efectos beneficiosos de los
probióticos; donde hay un mayor compromiso inmunitario y una menor secreción de
enzimas digestivas por las glándulas anejas del aparato digestivo etc. (Rodríguez et al.,
2013).
Con la administración de estos probióticos a dosis altas, y que los consumos de agua en
esta etapa son bajos; se consigue que la microflora de los lechones lactantes vaya
poblándose de estos microorganismos beneficiosos y competidores de las cepas
patógenas de Escherichia coli. Se mejora el estado sanitario de las crías; consiguiendo
que haya menos problemas entéricos durante la lactación y un mayor peso de la
camada al destete (Volker, 2006).
En las granjas que poseen instalaciones adecuadas con depósitos parciales y
bebederos de alta sensibilidad se pueden administrar los probióticos a través del agua
de bebida, con productos solubles líquidos. También hay la posibilidad de administrarlos
con aplicadores directamente a la boca del lechón (Serrano, 2008).
Utilización de las Levaduras en cerdas gestadas
Un grupo de investigadores estadounidense (O’Quin et al., 2001) evaluaron un producto
derivado de levaduras en 1026 cerdas (media de 3,3 partos y 264 Kg. de peso vivo). Las
dietas de gestación fueron suplementadas con 0 ó 0,2% del producto de levaduras y
fueron suministradas tres semanas antes de parto, mientras que las dietas de lactación
fueron suplementadas con 0 ó 0,1% de levaduras y suministradas durante toda la
lactación. La concentración de micotoxinas fue baja y similar en todas las dietas.
La adición de las levaduras no afectó a las pérdidas de peso de las cerdas, ni al número
13
de lechones nacidos vivos, nacidos muertos o momificados. El crecimiento de la
camada. Sin embargo, resultó mejorado en alrededor de un 8% con la adición de las
levaduras y la mortalidad pre-destete se redujo desde 11,3 a 9,1%. Las muestras de
calostro tomadas justo antes del parto en cerdas recibiendo la dieta suplementadas con
levaduras presentaban una alta concentración de inmunoglobulinas, especialmente IgG
(+20% sobre el grupo control) (O’Quinn et al., 2001).
La adición de levaduras en dietas de cerdas mejora el crecimiento de la camada y
puede reducir la mortalidad al aumentar la concentración de inmunoglobulinas en el
calostro. Todavía no ha sido investigado si este efecto persiste en la leche o si la
suplementación con levaduras durante la gestación es suficiente para mejorar el
crecimiento de la camada (Newman & Newman, 2001).
Manejo de la cerda lactante
La etapa de lactancia comienza desde el momento en que la cerda llega a la sala de
maternidad, el porcicultor debe preocuparse por las condiciones en que llega la hembra,
y posteriormente brindarle todos los recursos necesarios para que las crías tengan un
crecimiento óptimo y beneficioso. La lactancia es considerada la fase más crítica y gravi-
tante en el desarrollo de los porcinos. La cría tiene que implementar diversos mecanis-
mos de supervivencia para acoplarse en el menor tiempo posible a las nuevas condicio-
nes de vida. El recién nacido necesita ingerir calostro, que es la primera secreción de la
glándula mamaria después del parto (Pluske et al., 2009).
Los objetivos en esta etapa son producir el máximo número de lechones destetados por
cerda y por año, minimizar las pérdidas de lechones durante la lactación y procurar un
crecimiento adecuado desde el nacimiento hasta el destete. La cerda debe permanecer
en un ambiente tranquilo, evitando ruidos molestos, cambios en el manejo y constantes
movimientos de animales o personas. Se recomienda que la hembra y su camada se
queden en el mismo sitio durante toda la lactancia (Williams, 2007).
Para maximizar la producción láctea deben tenerse en cuenta estrategias que aumenten
el crecimiento de la glándula mamaria durante la gestación y la lactación; debido a que
la síntesis lácteas se realiza en las células epiteliales mamarias y su número determina
14
la producción láctea (Labala et al., 2006).
Durante la etapa de lactancia debemos lograr que las cerdas tengan una alta producción
láctea para destetar lechones de buen peso, que pierdan poco estado corporal, que
entren en celo rápidamente después del destete y que este sea un celo fértil con una
alta prolificidad, para obtener muchos lechones en el siguiente parto. Para alcanzar
todos estos objetivos es de suma importancia lograr altos consumos de alimento
haciendo una buena nutrición con fórmulas muy concentradas en nutrientes, y un
correcto manejo de la alimentación. En la cerda primeriza sea hace aún más importante
ya que es un animal que todavía esta creciendo. Además por su tamaño tiene una
capacidad de consumo más limitada, debiendo hacer un manejo diferencial para lograr
los objetivos de la etapa y que no haya una caída en los nacidos vivos en el siguiente
parto (Labala et al., 2006).
Dada la importancia que tiene el consumo, se deben llevar registros de los mismos y
evaluarlos en forma permanente, para poder prevenir problemas posteriores. Uno de los
factores que más influyen en el consumo es la temperatura ambiente,
fundamentalmente en verano (Pluske et al., 2009).
Estos mismos autores consideraron que la temperatura confort de la cerda es de 18 a
22 ºC, cuando supera los 29 ºC la cerda disminuye el consumo; habiendo menor
producción de leche, menor peso al destete, pérdida excesiva de estado corporal.
Además se alargan los días de retorno al celo en el post destete y bajan los nacidos
vivos en el parto siguiente.
Best, (2009) También consideró que se deben tener en cuenta otros factores que
influyen sobre el consumo de la cerda como son:
Plan de alimentación en gestación: las cerdas que tienen altos consumos en
gestación consumen menos en maternidad.
Estado corporal al parto: las cerdas gordas en general consumen menos alimento.
Tipo de instalaciones: la mala renovación de aire, la humedad, el tipo de jaula,
comedero, chupete, etc. tienen gran impacto en el consumo.
15
Agua: tanto la calidad como la temperatura y el flujo afectan directamente el consumo.
Tipo de formulación: materias primas poco digestibles.
Estado sanitario: como mastitis, cojeras, infecciones generales, parásitos, etc.
Medidas prácticas para poder aumentar el consumo en maternidad
- Aumentar la frecuencia de alimentación
- Dar de comer a mano
- Cuidar la higiene del comedero
- Respetar los horarios de alimentación de la cerda
- Humedecer la ración
- Disponibilidad y calidad del agua
Frecuencia de alimentación: el pasar de alimentar de 2 a 4 veces por día puede
mejorar el consumo en un 12 %. El concepto es dar de comer poca cantidad y varias
veces al día.
Dar de comer a mano: esta práctica nos permite tener un mejor control del comedero y
cuando agregamos alimento en el mismo la cerda por lo general se levanta a comer.
Humedecer la ración: hay un mejor consumo de alimento húmedo en forma de papilla
o de sopa que seco.
La cerda prolífica moderna necesita comer lo más posible cuando se encuentra en la
sala de maternidad. Una evaluación publicada el año pasado menciona que se
necesitaría de otros 12-16 Kg. de consumo de alimento de cerdas por cada cría extra
criada del nacimiento al peso al destete de 7.5 kg. Desde luego que más leche
producida quiere decir animales destetados más pesados. Las cerdas que comen más
en la lactancia, se reconoce también que regresan al estro más rápidamente después
del destete y pueden parir más cerdos nacidos vivos en las camadas siguientes
(Williams, 2007).
No obstante, todo el tema del consumo diario de alimento de las cerdas en lactancia
16
está lejos de que sea algo sencillo. Por ejemplo, aunque el subconsumo de alimento
puede muy bien reducir la producción de leche de la cerda, un consumo alto diario no
necesariamente estimula que se produzca más leche. El manejo de las condiciones de
la cerda para un consumo máximo representa también una pregunta difícil. Con
frecuencia las respuestas son inesperadas o decepcionantes (Gil et al., 2011).
Los hechos dicen que en primer lugar el consumo es un factor del parto, porque una
cerda primeriza va a comer menos que una completamente madura; alrededor del 20%
menos, basado en un cálculo canadiense. En segundo lugar, una cifra que expresa
cantidad consumida al día como promedio de la piara, va a inclinarse a subir conforme
aumenta la edad al destete. Esto se relaciona al tiempo en lactancia cuando la cerda
consume la mayor parte. Es sorprendente que el pico al que llegan las cerdas
alimentadas ad libitum puede ser desde los días 8 o 9. La raza o genotipo pueden
también marcar una diferencia en cuanto a la cantidad consumida, pero puede verse
más variación de cerda a cerda o de lote a lote, que de raza a raza (Gil et al., 2011).
La manipulación de las cantidades se revierte al tema del manejo del alimento,
comencemos con la presentación. Los datos de granjas múltiples confirman que el
alimento en harina vence a los pélets por volumen consumido cada día de la lactancia,
mientras que el alimento húmedo supera al seco. La alimentación en forma líquida
podría valer 0.5 Kg. extras diarios; pero un aumento de este nivel es más probable que
aparezca con cerdas primerizas que con cerdas maduras. El inconveniente que se
presenta, es que un estudio en Europa ha verificado si la alimentación líquida
computarizada podría en algunos casos resultar en que la cerda lactante se encontrara
subalimentada (Neill & Williams, 2010).
El objetivo que se persigue durante la lactación es destetar el mayor número posible de
lechones con el mayor peso posible y con las mínimas pérdidas de peso y condición
corporal de las madres. Para conseguir este doble objetivo hay que tener en cuenta las
necesidades nutritivas de la cerda en lactación y de los lechones durante las primeras
etapas de crecimiento; de tal forma que lleguen al momento del destete con el peso
adecuado, ya que de ello va a depender el crecimiento y desarrollo en la etapa posterior
de crecimiento (Close, 2003, De Hartog & Smit, 2005).
17
Más proteína va a traer más consumo si se ha dado una mezcla relativamente baja en
proteína a las mismas cerdas en la gestación previa. La adición de grasa y disminución
de la proteína puede traer beneficios en clima cálido. La adición de más fibra al alimento
de lactación a veces sí funciona en persuadir a las cerdas a que coman más kilos
totales, pero aún así es probable que se reduzca la concentración de energía que
consumen (Pluske et al., 2009).
Las dos medidas de manejo en las que todos concuerdan son las de eliminar cualquier
rastro de alimento del comedero de la cerda cada día y la de tener una formulación
diferente de dietas exclusivamente para la lactancia, para que se pueda usar una alta
densidad de nutrientes que garantice un consumo adecuado de energía y de
aminoácidos (Pluske et al., 2009).
Lo que sostiene el cálculo del requerimiento es la energía que se necesita para producir
leche para la crianza de los lechones. Esto típicamente representa alrededor de dos
terceras partes de la energía que consume. La otra tercera parte se va a mantenimiento
corporal. Sin los recursos de nutrientes para estas dos funciones, va a movilizar
reservas en el sentido de convertir tejidos a leche. De los estudios más recientes,
alrededor del 65% de la disminución total de peso corporal de la cerda en lactancia
implica a la grasa. En contraste, la proteína representa menos del 15%. Pero la
conversión de proteína a leche es relativamente ineficiente, lo que quiere decir que la
disminución de peso de la cerda no beneficia ni a la madre ni a la progenie (Best, 2009).
Sin lugar a dudas, la cerda que consume menos cuando está en la sala de maternidad
es una candidata a más problemas reproductores en el siguiente ciclo, debido
principalmente a la pérdida de tejido corporal (Pluske et al., 2009).
El éxito en la preparación de una comida balanceada para la cerda, es la utilización de
insumos de alta calidad para crear las mejores sustancias que permitan maximizar los
rendimientos. Las dietas están conformadas por fuentes de energía, proteínas, vitami-
nas, minerales y aditivos. Las fuentes de energía están compuestas por granos, subpro-
ductos, grasas y aceites. La principal fuente de esta es el maíz, este elemento se com-
bina con una fuente de proteína como la harina de soya y además es complementada
con grasa o aceite para cumplir con las demandas energéticas de la cerda. Se debe in-
18
cluir solo un subproducto a niveles de 5% para no restar nivel energético, este compo-
nente ayuda a evitar el estreñimiento en la cerda ya que le genera estrés. Las grasas y
aceites son ingredientes obligatorios, sobre todo en lugares muy cálidos. Su utilización
contribuye a la supervivencia de las crías (Marmanillo, 2013).
La composición nutricional de la dieta para cerdas lactantes se estima en 18% de pro-
teína, 1.10% de lisina, 1.00% de calcio, 0.45% de fósforo aprovechable y un nivel de
energía metabolizable de 3.5 Mcal/Kg. El agua también juega un papel preponderante
en el periodo de lactancia y está ligada de manera estrecha a la alimentación, por ello
debe ser de calidad (limpia) y estar a disposición de la cerda en cantidades proporciona-
les. La ausencia de este elemento reducirá el apetito de las cerdas. En ese sentido, las
necesidades de agua (litros) deben calcularse multiplicando la cantidad de kilogramos
ingeridos por 3.7 aproximadamente (Neill & Williams, 2010).
Las raciones deben darse a libre voluntad, permitiéndoles a las lactantes comer de 5.5 a
6 Kg. por día si son primerizas y de 6 a 7 Kg. por día si son adultas. Esa cantidad de
alimento tiene que repartirse de 4 a 6 veces por día, y en zonas calientes a las horas
más frescas y en el transcurso de la noche. Entonces, inexorablemente hay que asegu-
rarse que la cerda coma, que tengan suficiente energía en lo que pueda ingerir y procu-
rar hacerla comer la mayor cantidad de veces posible (Marmanillo, 2013).
Tabla 1. Requerimientos nutricionales de una cerda lactante
Nutrientes Primíparas Multíparas Multíparas
apetito bajo <5.5 Kg./día
apetito normal >6.0 Kg./día
EM Kcal./Kg. 3250 3275 3250
Proteína % 19.00 19.0 17.0
Calcio % 0.95 0.95 0.95
Fósforo disponible. % 0.40 0.40 0.40
Lisina digestible % 1.16 1.07 0.98
Fuente: Manual de Reproductores, 2012.
Manejo de la cría lactante
En el momento del parto las crías deben tener una temperatura de 30 a 32 ºC, que debe
19
mantenerse durante los primeros cinco días, debido a que su sistema termorregulador
no está desarrollado. Lo que traería consigo las muertes y los bajos rendimientos (Den
Hartog & Smit, 2005).
Factores que afectan la viabilidad del lechón (Den Hartog & Smit, 2005).
- Medio ambiente inadecuado
- Maltrato preparto
- Duración de la gestación y/o del parto
- Lechones con muy poco peso
- Enfermedades adquiridas
- Agalactia de la cerda
Durante las primeras semanas de vida las crías porcinas están expuestas a varias
condiciones de estrés que la hacen más susceptible a las enfermedades (Pérez, 2008).
- Castración
- Descolmillado
- Descole
- Destete
- Posibles mordidas con otros lechones
- Tratamiento de la anemia
- Muescas de oído
- Vacunación
- Estrés climático
- Exposición a los parásitos internos y externos
Medidas a considerar para evitar las muertes de las crías
- Evite suelos resbaladizos y corrientes de aire (más de 0.2 metros por segundo).
- Controle las altas humedades (superiores al 80%) y elevadas concentraciones de
amoniaco (>50ppm).
- Las jaulas deberían impedir que la cerda se tumbara de forma brusca provocando
aplastamientos y no debería dificultar el amamantamiento de los lechones.
- El caudal de agua debería ser de un mínimo de 1.5 -2 litros por minuto (recuerde
20
que en determinadas épocas una cerda puede llegar a beber hasta 50 litros al día).
Los lechones al nacimiento, precisan una temperatura en torno a 34ºC, si la temperatura
desciende por debajo de los 34ºC, el recién nacido sufre un stress térmico, una
disminución de su capacidad locomotora y por tanto un aumento de la posibilidad de ser
aplastado. Este hecho se agrava en lechones de bajo peso ya que pierden calor con
más facilidad por tener menos reservas energéticas y una relación peso / superficie
mayor. Los lechones luchan contra esto, combinando mecanismos de vasoconstricción
periférica, pilo erección y el agrupamiento con sus compañeros (Den Hartog & Smit,
2005).
Considere en épocas frías la posibilidad de colocar lámparas de calor suplementarias a
ambos lados de la cerda al menos durante los dos primeros días.
- Realice un correcto lavado y desinfección de cada sala antes de introducir nuevas
cerdas a parir.
- Maneje las parideras con el sistema todo dentro - todo fuera.
- Atención a los partos.
Una de las causas más importantes de mortalidad, es la anoxia de los lechones,
asociada con partos lentos (Atención a aquellos partos de más de 5 horas de duración).
Los últimos nacidos tienen mayor riesgo de anoxia debido a los efectos acumulativos de
las contracciones uterinas, lo cual reduce la oxigenación y aumenta el riesgo de lesiones
ó ruptura del cordón umbilical (Pérez, 2008).
- Replantearse la posibilidad de inducir partos.
- Cada 30 minutos revise si se ha producido un nuevo nacimiento.
- No abusar del empleo de oxitocina (10 UI)
- Recurrir a la asistencia manual sólo en el caso de que sea estrictamente necesario y
extremando las medidas de higiene.
Como realizar las adopciones (Den Hartog & Smit, 2005).
Asegúrese de que todos los lechones ingieren la suficiente cantidad de calostro; la
mucosa intestinal del lechón va perdiendo su permeabilidad, de manera que a las 12
21
horas del nacimiento cualquier molécula de Inmunoglobulina (IgG) ingerida no es
absorbida.
En el caso de camadas muy numerosas o desiguales cuando parte de los lechones han
ingerido una suficiente cantidad de calostro (10 minutos mamando), pueden retirarse
durante una hora permitiendo así el encalostramiento de los lechones más pequeños.
- Intente realizar las adopciones dentro de las primeras 24 horas.
- El igualar los pesos de los lechones dentro de cada camada después del parto; mejora
el índice de supervivencia, las variaciones de peso entre camadas tienen más influencia
sobre la supervivencia que los pesos individuales de los lechones.
- Procure situar los lechones más pequeños en cerdas tranquilas y de mamas delgadas.
- Asegúrese de que se realice un manejo correcto.
El hecho de que los porcentajes de mortalidad entre granjas sean tan diferentes (5-
30%), parece indicar que el factor humano tiene una influencia decisiva en la mortalidad
en lactación.
Diarrea neonatal por Escherichia coli
En el caso de diarreas en las primeras semanas, el agente involucrado suele ser
Escherichia coli enterotoxigénico, y suele haber buena respuesta al tratamiento
antibiótico (colistina, gentamicina). Cuestiónese la posibilidad de una vacunación frente
a Escherichia coli (Cardinal, 2007 y López et al., 2008).
En el año 1885 Theobold Escherich fue el primero en describir a la Escherichia coli (E.
coli) como Bacterium coli commune. Sin embargo, no se le consideró patógeno en
porcinos hasta varios años después. Las cepas bacterianas van a diferir según sus
antígenos somáticos, fimbriales y flagelares. Actualmente identificamos casos clínicos
de diarreas de neonatos, en menor o mayor grado, presumiendo que este
microorganismo es el causante (Wilson, 1981 & Tzipori, 1985).
Las cepas que se encuentran comúnmente en grandes cantidades en los porcinos
22
sanos no son patógenas. Sin embargo, en ciertas condiciones algunas cepas que sí son
patógenas proliferan en mayores cantidades, particularmente en animales bajo
condiciones de estrés produciéndose la enfermedad. Como sucede en otras afecciones,
la colibacilosis puede estar asociada a otra bacteria, es decir, por infección secundaria
(Wilson, 1981 & Tzipori, 1985).
La Escherichia coli es muy común en las granjas porcinas, ya que es habitante normal
en la flora intestinal y se elimina en grandes cantidades por las heces. El riesgo de
brotes de colibacilosis va en proporción directa con el nivel y dosis de desafío. Este
problema se agrava en explotaciones con alta densidad, fallas en instalaciones, pocas
jaulas de maternidad disponibles, falta de higiene y mal manejo. Con fines de análisis se
puede clasificar en 3 entidades: 1. Diarrea neonatal (DNN); 2. Diarrea del lechón (de una
semana al destete) y 3. Diarrea Post Destete (DPD) (Cardinal, 2007).
La colibacilosis porcina es conocida por todos. Sin embargo todavía en la práctica,
desconocemos el por qué en un momento dado se desencadena un brote de diarreas
neonatales muy difícil de controlar, y que en ocasiones desaparece de una forma tan
misteriosa como entró (Cardinal, 2007).
Etiología
Bahamonde & Hernández (2012) señalaron que existen entre 150-200 serotipos, en
función de sus antígenos (somáticos, capsulares, fimbriales y flagelares). Escherichia
coli, es un habitante habitual en el intestino de los animales y sólo algunas cepas son
patógenas, dentro de estas tenemos:
Entero-toxigénico (ETEC): es el más importante, productor de enterotoxina que
provocan una secreción de líquidos y electrolitos por parte de las células epiteliales del
intestino (diarrea). Esta cepa ligada a las diarreas neonatales, sólo produce la toxina
termo-estable. Para adherirse a la mucosa intestinal usa las fimbrias, y en el caso de
ETEC de la diarrea neonatal puede producir fimbrias F4 (K88), F5 (K99), F6 (987P) y
F41. Normalmente producen diarreas en lechones de menos de una semana de tipo F5,
F6 ó F41 y los que producen F4 están también asociados a diarreas durante el resto de
la lactación y el destete.
23
Entero-patógeno (EPEC): que lesiona las células epiteliales del intestino. Todas estas
cepas poseen una proteína (Intimin), que permite su adherencia profunda.
Productor de toxina Shiga: son las cepas productoras de la enfermedad del edema.
Por último tendríamos el tipo Escherichia coli patógeno intra-intestinal. Es importante
saber que en un animal podemos encontrar variedades de Escherichia coli, aunque más
importante es saber que un porcino sano o aparentemente sano puede causar la
enfermedad a otros cerdos del mismo corral.
Las madres siempre van a contener Escherichia coli entero-patógena en el intestino, y
mucho más cuando se aproximan al parto. La infección de las crías se inicia por la
contaminación proveniente del medio después del nacimiento. En porcinos neonatales la
fuente de contaminación son las heces en el corral de maternidad. En los destetados, la
contaminación se debe al contacto con animales de otras camadas e inclusive de la
misma de la que provienen. Por lo tanto, la higiene es un factor importante para el
control de la enfermedad (Carranza et al., 2006).
Epidemiología y patogenia
Solo la presencia de cepas Entero-toxigénico (ETEC), no implica el que surja un
problema de diarreas neonatales, hay una interacción huésped, ambiente y bacteria. La
mayoría de las Escherichia coli patógenas tienen uno o más factores de virulencia, como
adhesinas de la fimbria para fijarse en receptores específicos del epitelio de la mucosa y
al moco. Las fimbrias se clasifican por reactividad serológica o por especificidad a
receptor, por lo que su nomenclatura es diversa. Clasificaciones anteriores referían a
K88, K99, etc.; pero han cambiado a designación F por pruebas de inmuno
electroforesis cruzada. Existen 4 adhesinas de fimbria importantes en cepas ETEC que
provocan DNN: F4 (K88), F5 (K99), F6 (987P) y F41. F4 tiene 3 variantes: F4ab, F4ac y
F4ad. Las cepas ETEC producen más de una adhesina de fimbria y las combinaciones
más comunes son: F5+F6, F5+F41, F4+ F6 (Olivos & Medina, 2014).
La producción de adhesinas de fimbria está controlada por genes cromosomales o
plásmidos. La fimbria se adhiere a receptores específicos en la membrana celular del
24
epitelio intestinal (CEI) y al moco. Las cepas ETEC con F5, F6 y F41 colonizan el
yeyuno posterior e íleon, mientras que F4 todo el yeyuno e íleon. Algunos cerdos no
presentan receptores para F4, lo que les confiere resistencia mediada genéticamente a
la acción de estos tipos de patógenos. Se presenta resistencia por edad para
aislamientos F5 positivos siendo los crías recién nacidas más susceptibles (Olivos &
Medina, 2014).
Síntomas y lesiones
Se manifiesta una diarrea cuya intensidad depende de la virulencia de la cepa
involucrada, edad y estado inmunitario de las crías. A veces puede producirse una
muerte súbita sin que aparezcan signos de diarrea. Puede afectar a una cría o a toda la
camada a partir de pocas horas del nacimiento, la mortalidad es variable (puede ser alta)
y normalmente la consistencia de las heces es líquida. En casos menos graves o
crónico si los animales se tratan adecuadamente pueden recuperarse. En cerdos de
mayor edad, la diarrea es más leve y de mayor consistencia (menor mortalidad); pero
puede presentarse en estas fases una colibacilosis asociada a cepas ETCE, que da
lugar a muertes súbitas por shock: en cerdos de buen aspecto, mueren de forma
repentina presentando una diarrea amarillenta o marrona y cianosis en las extremidades
(Bahamonde et al., 2012).
Lesiones más relevantes (Davies, 2011).
- Signos de deshidratación.
- Dilatación del estómago (a veces con leche sin digerir).
- Dilatación del intestino delgado con algo de congestión.
- En casos de infección por ETCE complicadas por shock, hay una clara congestión
de paredes del estómago e intestino con contenido intestinal teñido de sangre.
Las diarreas por esta bacteria son multifactoriales, y por tanto, para tratar de tener
controlada esta enfermedad debemos de vigilar todos los factores de riesgo que
predispongan a los lechones al padecimiento de la misma.
25
Diagnóstico
El diagnóstico en estos casos es clínico por signos y lesiones. Puede ayudar el
aislamiento y tipificación de la Escherichia coli. Hay que hacer diagnóstico diferencial
con GET, rotavirus, clostridiasis y coccidiosis. La determinación del pH de las heces con
papel indicador puede ayudar (Guennec, 2005).
Los antibióticos en el alimento balanceado así como la terapia de hidratación
electrolítica puede ofrecerse en un bebedero, adicionando un acidificante que siempre
es interesante evaluar (Pérez & Ponce, 2011).
Prevención
El mejorar la higiene y el ambiente de las crías es fundamental. También ayuda reforzar
el nivel de inmunidad de las madres. Se debe controlar la temperatura para crías en
lactación (entre 30 a 34 °C) sobre todo en animales de bajo peso. El uso de jaulas de
maternidad bien diseñadas, ajustables, con piso perforado, fácil de lavar, reducen la
contaminación fecal. Un ambiente seco, tibio y bien ventilado reduce la persistencia
ambiental de Escherichia coli. Hay que tomar en cuenta que las cerdas tienen que estar
a una temperatura media de 22 °C, si esta es más alta, tiran agua y descomponen el
ambiente (Muirhead & Alexander, 2001).
La cuarentena de reemplazos ayuda a limitar la introducción de nuevas cepas. Los
sistemas todo dentro y todo fuera también son útiles. El uso de aditivos bacterianos
ayuda pero no se recomienda como medida generalizada. Los probióticos pueden
ayudar a reducir la colonización (Mackinnon, 2006).
Tratamiento
El tratamiento de esta enfermedad es complejo; más aún cuando este microorganismo
está asociado con otro o cuando la deshidratación es severa y rápida. Siempre es
importante conocer la historia de la granja, es decir, qué enfermedades son las más
frecuentes que tuvieron en las fases de producción y qué antibióticos usaron. Es
importante tener en cuenta que nunca hay una receta que se pueda dar como volante a
todas las granjas; debemos ser muy responsables en ese sentido (Sumano & Ocampo,
26
2006).
Las crías deben ser tratadas con antibióticos en forma individual, pero siempre usando
además una terapia de soporte; hidratando al animal con suero que contengan
electrolitos por vía oral. La medicación puede realizarse individualmente con inyecciones
si el número de animales es reducido o porque se quiere hacer una acción sinérgica con
otro antibiótico utilizando otra vía de administración (Mackinnon, 2006).
Inmunidad
La eficacia de determinadas vacunas está en conseguir un título de anticuerpos séricos
lo suficientemente alto como para combatir la infección. En el caso de las vacunas frente
a Escherichia coli, esto es especialmente importante para dar a la cría a través de la
leche la mayor cantidad de anticuerpos durante la lactación (Guennec, 2005).
La inmunidad humoral es útil, primero por calostro y luego activa. Las inmunoglobulinas
inhiben adherencia y neutralizan entero-toxinas o cito-toxinas. La vacunación de cerdas
es una vía efectiva de control de las diarreas neonatales. Se pueden usar como
programa sobre todo en primerizas. El uso de inmunoglobulinas heterólogas en crías, se
justifica si se toma en cuenta que en una granja porcina con frecuencia se presentan
hembras con problemas de mastitis y falla en lactación, hembras con distocia que
mueren o se descartan al parto, por lo que se utilizan hembras nodrizas, así como partos
prolongados en los que el consumo de calostro es irregular (Carranza et al., 2006).
27
III. Materiales y métodos
La investigación se realizó en la UEB “Cuba sí # 3” perteneciente a La Empresa Porcina
de Holguín; ubicada en la carretera vía a San Germán Km. 7 ½, Consejo Popular y Zona
Cuba Sí, Municipio y Provincia Holguín. Limita al Norte con la UEB Cuba Sí # 2 y al Sur
con UBPC Cuba Sí; al Este con la carretera a San Germán y al Oeste con Guiravito.
Tiene una altura de 108 m sobre el nivel del mar, con valores máximos de temperatura
de 30.95C y mínima promedio de 21.5C; una humedad relativa promedio del 76% y un
promedio anual de precipitaciones de 99.8 mm.
Características constructivas y organizativas de la unidad
La UEB cuenta con una plantilla de 49 trabajadores, de ellos directos a la producción 36
e Indirectos 13. Se divide en dos áreas; una sucia y una limpia.
Área sucia
- Una garita.
- El área socio administrativa que incluye: cocina comedor, almacén de misceláneas,
filtros sanitarios, oficina de dirección y economía.
- Un almacén de piensos.
- Una nave de aves (gallinas ponedoras) para autoconsumo.
- Un huerto de cocinero.
- Dos cargaderos.
Área Limpia
Área de reproducción: tiene ocho naves. Se emplea monta directa con verracos CC21
y L35 indistintamente del grupo genético materno.
Área de maternidad: tiene cuatro naves, de ellas dos con tecnología Rotecna
(española), una con tecnología China y una nave rústica.
Área de preceba: tiene doce naves: de ellas dos con tecnología Rotecna (española) y
cinco con tecnología China; las restantes son rústicas.
El centro cuenta con una nave de sombra, un crematorio y una sala de necropsia. Fuera
de la unidad pero perteneciente a la misma está la disposición de residuales, conectado
por una conductora a dos lechos de secado y 3 lagunas de oxidación.
28
Movimiento de rebaño
Sementales 65
Reproductoras 1019
Cochinatas 75
Cochinatos 6
Crías 1810
Precebas 720
Cebas de desecho 35
Total 3730
Desarrollo del estudio
Preparación de los Microorganismos Eficientes.
La solución madre de microorganismos eficientes se propagó y activó en un pomo
plástico de 20L con tapa. En el mismo se mezclaron media libra de ME sólido con 1L de
yogur de soya, 1L de miel B. Una vez lograda su homogenización, se adicionó agua libre
de cloro hasta dejar una pequeña cámara vacía (aproximadamente a 12 cm del borde) y
se tapó. El tanque se mantuvo en un lugar fresco (28 ºC - 30 ºC) alejado de los rayos
solares, permitiendo cada día la liberación de gases. A las dos semanas se logró un
producto de olor agridulce, propio de las fermentaciones lácticas (Blanco et al., 2009).
Descripción del experimento
La investigación se desarrolló en el periodo comprendido del día 1 de marzo al 2 de
abril del 2017 en el área de maternidad de la unidad en estudio, para la misma se
seleccionaron 90 crías recién nacidas con un peso aproximado de 1.2 kg.
Se utilizaron 9 camadas de 10 crías cada una de reproductoras de raza Yorkshire.
Todas estaban entre el tercer y cuarto parto; estas se dividieron en tres grupos con tres
réplicas cada uno, es decir 30 para cada tratamiento, incluyendo el grupo testigo.
Inicialmente se le suministraron a todas las crías 0.5 mL del probiótico vía oral durante
los tres primeros días de nacidos sin evaluar su comportamiento, con el objetivo de
lograr un cierto nivel de adaptación del producto en las crías. A partir del tercer día se
comenzó con los diferentes tratamientos previstos para el estudio.
29
Al primer grupo (T0) no se le suministraron los Microorganismos Eficientes durante el
experimento.
Al grupo (T1 y T2) se le suministró una dosis de 1,5 mL y 2,5 mL de Microorganismo
Eficiente respectivamente por vía oral en días alternos; a partir del tercer día de nacidos
hasta el destete a los 33 días.
Durante la investigación se evalúo el efecto de las diferentes dosis de Microorganismo
Eficiente en el peso al destete y el control de la diarrea en las crías porcinas.
Se empleó el sistema de alimentación regido para esta categoría según lo establecido
por el manual de crianza porcina (2008).
Cuando el objetivo de una evaluación es demostrar la efectividad de un aditivo biológico,
es necesario que esta se efectúe mediante diseños que tengan en cuenta los factores
de variación más usuales, como es el caso en esta unidad de producción, donde el
manejo es uno de los principales factores predisponentes que inciden en la presentación
del síndrome diarreico en las crías porcinas; o que los animales estén en las mismas
condiciones de alimentación y manejo, como fue el caso del procedimiento adoptado en
el presente estudio (De Mercado et al., 2013).
Análisis Estadístico
Los datos fueron procesados utilizando el paquete estadístico InfoStat versión 2008 (Di
Rienzo et al., 2008). Se realizó el análisis de varianza de clasificación simple y en los
datos donde se evidenciaba diferencia significativa se realizó la prueba de Tukey de
rangos múltiples.
Análisis económico
El factor económico juega un papel importante en etapa de lactación, puesto que
intervendrán aspectos relacionados a la madre, al lechón, al ambiente y el alojamiento.
El porcicultor debe brindar al lechón los requerimientos nutritivos adecuados para
destetarlo en poco tiempo y de ese modo comience a producir ganancias. Para este
análisis se tuvo en cuenta el peso de las crías al destete y los ingresos monetarios a la
unidad por la venta de estas crías al sector privado; según lo regido por la Resolución
238 / 2015 del Ministerio de Finanzas y Precios. También se consideró el bajo costo de
los microorganismos eficientes y el fácil nivel de adquisición de los mismos.
30
IV. Resultados y Discusión
Tabla # 1. Comportamiento del peso al destete en los animales en experimento.
Tratamientos Peso al destete (Kg.)
T0 (testigo) 6,37a
T1 (1.5 mL) 7,00a
T2 (2.5 mL) 7,03a
EE 0.5
Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p<= 0,05) según
Tukey.
La tabla # 1 muestra el efecto de diferentes dosis de Microorganismos Eficientes en el
peso de las crías al destete de los animales en experimento; no existiendo diferencias
significativas en ninguno de los grupos estudiados. Sin embargo es importante destacar
que en los grupos tratados hubo un incremento de peso superior al grupo testigo. Esto
demuestra que la utilización de este probiótico favorece este indicador en la categoría
de cría en la especie porcina. Además de tener en cuenta que la lactancia es la etapa
más crítica en la crianza intensiva de los cerdos, debido a desequilibrios que se
producen en la microflora gastrointestinal, que traen consigo afectaciones en el
rendimiento productivo y con ello, la reducción de la expresión de su potencial genético
y la calidad del producto final (Jacela et al., 2010).
Los resultados de esta investigación se corroboran con Rodríguez et al., (2013) que con
el empleo de microorganismos eficientes, en camadas de crías recién nacidas, favoreció
el incremento del peso corporal al destete con respecto al grupo testigo. Se trata de una
opción de fácil realización que posibilitó ganancias de peso en concentraciones sub-
letales y libres de sus efectos colaterales adversos.
Silvente (2016) Obtuvo resultados similares a los referidos, logrando un incremento del
peso al destete en esta categoría al suministrar dosis similares de estos
Microorganismos Eficientes con la misma frecuencia de administración.
También coincidimos con los resultados obtenidos por Higa (2000) que encontró una
31
mejora en la conversión alimenticia al usar Microorganismos Eficientes en lechones
hasta los 28 días de nacidos.
Téllez, (2009) consideró que la administración de los Microorganismos Eficientes se
logra un mayor peso de la camada al destete y se mejora el estado sanitario de los
lechones, consiguiendo que haya menos problemas entéricos durante la lactación.
Similares resultados obtuvieron Rodríguez et al,. (2003) con ganancias de peso
significativas en los cerdos que recibieron las bacterias y también mejoró la conversión
alimentaría. También Bocourt et al., (2004) encontraron ganancias de peso vivo en
cerdos.
Por su parte Ayala et al., (2005) demostraron que la utilización de probióticos en las
crías favorece el peso vivo y el status sanitario de los animales; logrando además
disminuir la mortalidad en las camadas.
(López et al., 2008) Consideraron que el incremento en el peso vivo de las crías
destetadas, es un indicador que refleja el trabajo técnico en las crianzas porcinas
especializadas. Durante esta etapa, pese al estrés y otros elementos adversos, los
pesos corporales mínimos deben oscilar entre 6 – 7 kg a los 26 – 33 días de nacidos,
momento en el que está establecido el destete, lo que coincide con los resultados
obtenidos en esta investigación respecto a este indicador productivo.
Corcionivoschi et al., (2010) demostraron que con el empleo de Microorganismos
Eficientes se incremento considerablemente el peso corporal al destete en un grupo
experimental.
Tabla # 2. Efecto de diferentes dosis de Microorganismos Eficientes en el control
de la diarrea en crías porcinas lactantes.
Tratamientos Presencia de diarreas
T0(testigo) 6,68b
T1(1.5 mL) 0,48a
T2 (2.5 mL) 2,52a
EE 0.5
32
Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p<= 0,05) según
Tukey.
La tabla # 2 muestra el efecto de diferentes dosis de Microorganismos Eficientes en el
control de la diarrea en crías porcinas lactantes. Los grupos tratados mostraron
resultados significativos con respecto al testigo que fue donde se presentaron la mayor
cantidad de casos afectados. Es importante destacar que aunque la diferencia entre
dosis no fue significativa los animales del grupo 1 tratados con 1.5 mL evidenciaron una
mayor disminución de este síndrome, aspecto de gran interés en este tipo de crianza.
Esto demuestra la eficacia de este probióticos en el tratamiento del síndrome diarreico
en esta categoría.
Estos resultados se corroboran con los obtenidos por Volker (2006) que obtuvo
resultados positivos en el control de la patología entérica, con la administración vía oral
de Microorganismos Eficientes a lechones los primeros días de vida. También Bocourt et
al., (2004), por su parte logró mejorar el equilibrio de la microflora del tracto
gastrointestinal, un nivel inmunológico superior y un mayor control de microorganismos
perjudiciales; contribuyendo esto al mejoramiento de los indicadores de salud en un
grupo tratado con respecto al control.
Agranco, (2002), logró disminuir la incidencia de diarrea en crías porcinas lactantes con
la utilización de Microorganismos Eficientes. Los lechones necesitan una cantidad
mínima de bacterias benignas (microflora) para absorber los nutrientes en el tracto
intestinal.
Ayala et al., (2005), con la administración de probiótico en crías porcinas bajo
tratamiento, no se evidenció presencia de diarreas durante toda la etapa evaluada (p <
0,05).
Volker, (2006), obtuvo resultados positivos en el control de la patología entérica con la
administración por vía oral a lechones los primeros días de vida, con probióticos en
diferentes formas en granjas afectadas de patología entérica durante la lactación.
Los resultados obtenidos en el estudio constituyen una herramienta valiosa contra el uso
indiscriminado de antibióticos en la porcicultura; en donde cada día se buscan nuevas
alternativas que promueven una producción más limpia sin el uso de aditivos que
pongan en riesgo la salud humana y animal (Van Heugten, 2003).
33
V. Valoración Económica
Tabla # 3. Ganancias de peso al destete en los animales en experimento (≥ 6.5 Kg.)
Precio de los animales al destete de 1ra calidad: $ 40.57/ kg.
La tabla # 3 muestra los resultados económicos de las ganancias de peso al destete de
los animales en experimentos; estos tenían la categoría comercial de primera calidad.
Es importante destacar que los tratamientos a los que se le suministraron los
Microorganismos Eficientes lograron incrementar las ganancias de peso con respecto al
testigo, así como un incremento en los ingresos monetarios de la unidad,
fundamentalmente el tratamiento 2, que fue el más favorecido en cuanto a todos los
indicadores medidos en este tipo de análisis.
De acuerdo a los resultados descritos, los costos de aplicación de esta tecnología y los
resultados de nuevos ensayos en otras etapas productivas, deberán ser elementos a
tener en cuenta en las investigaciones futuras.
Tratamientos Peso al destete (kg)
Ganancias de peso con respecto al testigo (kg).
Ganancias Totales $/Tto
Ingresos totales por tratamientos $
T1 (1.5 mL) 7.00 0.63 776.8 8519.7
T2 (2.5 mL) 7.03 0.66 803.3 8556.2
T0 (testigo) 6.37 7752.9
34
VI. Conclusiones
Los Microorganismos Eficientes son aditivos que pueden favorecer el peso
al destete en las crías porcinas lactantes unido al correcto manejo en el
área de maternidad.
La utilización de los Microorganismos Eficientes como alternativas a los
antibióticos reduce la incidencia de diarreas en las crías porcinas lactantes,
lo que debe estar asociado al trabajo técnico en las crianzas porcinas
especializadas.
Las dosis utilizadas en esta investigación influyen positivamente en el
desempeño productivo de esta categoría, logrando increntos económicos
favorables para la unidad estudiada.
35
VII. Recomendaciones
Perfeccionar el manejo de las crías porcinas lactantes en el área de maternidad
de la unidad donde se desarrollo la investigación.
Evaluar la efectividad de los Microorganismos Eficientes en otros indicadores
reproductivos y productivos en la especie porcina y otras de interés económico.
Evaluar otras formas de administración de los Microorganismos Eficientes,
incluyendo otras categorías zootécnicas.
Bibliografía
Abdullah, M. A., Ma’Radzi, M., Saleh, N. A., Kamal, S. Z., & Jacob, N. D. (2011).
Production of effective microorganism using halalbased sources: A review. African
Journal of Biotechnology; 10 (81): 18649-18652.
Agranco, L. (2002). Biofeed. Mezcla de probióticos y anticuerpos de origen natural
para la alimentación de bovinos y cerdos (en línea). Estados Unidos. Consultada el
20 de Febrero de 2003. Disponible en:
http://www.agranco.com/espanol/biofeed_espanol.htm.
Alonso, R., Coma, J. & Rodríguez, J. (2004). El Cerdo. La Habana. Cuba. Editorial
Félix Varela. p. 229.
Antibacterial the free encyclopedia. (2013). Disponible en: URL:
wikipedia.org/wiki/Antibacterial[Consultado el 14 de octubre de 2016].
Ayala, L., Martínez, M., Castro, M., Hernández, L & García. E. (2005). Efecto de un
probiótico en el peso vivo e indicadores de salud de las crías porcinas. CD-ROM. VII
Congreso Centroamericano y del Caribe de Porcicultura. Palacio de las
Convenciones, La Habana, Cuba. p. 495-499.
Bahamonde, F. J. & Hernández, J. (2012). Colibacilosis porcina neonatal. España.
Bahamonde, F. J., Hernández, P. J., Ramos, M. Y. & Garibello, M. F. (2012).
Aprendiendo sobre porcino. Colibacilosis porcina neonatal I.
Balan, T. Martínez, D. (2007). Uso de microorganismos eficientes en la alimentación
de la tilapia (Oreochromis niloti - cus). Guacimo, Costa Rica.
Barreto, G. & Rodríguez, H. (2006). Impacto del entorno en la virulencia bacteriana.
Disponible en: URL: http://www.monografias.com/trabajos37/virulencia-Sitio
Argentino de Producción Animal 6 de 7 bacteriana/virulencia-bacteriana2 .shtml.
[Consultado el 14 de marzo de 2017].
Best, P. (2009). Satisfacción de las necesidades de alimento de la cerda lactante
http://www.wattagnet.com/articles/3963.
Blanco, D., Cepero, L., Donis, F., González, O., García, Y. & Martín, G. J. (2012).
IHplus®. Un bioproducto de amplio uso agropecuario basado en microorganismos
nativos. La experiencia de Biomas-Cuba. Matanzas, Cuba: EEPF Indio Hatuey. p.
130-156.
Blanco, D., Martín, G. J., Fonte, L. García, Y., Ojeda, F. & Ramírez, I. (2009). Los
microorganismos benéficos. Su protagonismo en la salud de los ecosistemas.
Memorias II Convención Internacional Agro - desarrollo. Matanzas, Cuba: EEPF Indio
Hatuey.
Bocourt, R., Savón, L., Díaz, J., Brizuela, M., Serrano, P., Prats, A. & Elías, A. (2004).
Efecto de la actividad probiótica de Lactobacillus rhamnosus en indicadores
fisiológicos de lechones. Revista Cubana de Ciencia Agrícola, 38:411-416
Cardinal, F. (2007). El papel del veterinario en la gestión de enfermedades
emergentes. Rev. Suis.
Cardona, J. & García, L. (2008). Evaluación del efecto de los microorganismos
eficaces sobre la calidad de un agua residual doméstica. Bogotá: Pontificia
Universidad Jave – Riana.
Carranza, A. I., Corrales, J. P. & Ambrogi, A. (2006). Enfermedades que producen
diarrea en cerdos en las etapas de desarrollo y terminación. Vº Congreso de
Producción Porcina del MERCOSUR. Dpto. de Patología Animal. Fac. de Agronomía
y Veterinaria. UNRC. Río Cuarto. www.produccion-animal.com.ar.
Close, W. H. (2003). The Role of feeding and management in enhancing
sow reproductive potential. Proceedings London Swine Conference. p 23.
Congreso del PCC (VI). (2011). Lineamientos de la política económica y social del
Partido y La Revolución. Capítulo V: Política de Ciencia, Tecnología, Innovación y
Medio Ambiente.
Corcionivoschi, N., Drinceanu, D., Stef, L., Luca, I., Julean, C. & Mingyart, O. (2010).
Probiotics – Identification and Ways of Action. Innovative Romanian Food
Biotechnology. 6: 1-11. Disponible en: URL: http://www.bioaliment.ugal.ro/ejournal.htm
[Consultado el 12 de noviembre de 2016].
Cortés, L. E. & Gómez, F. A. (2011). Eficiencia de microorganismos en el
mejoramiento funcional del sistema digestivo de cerdos en fase prevalente.
Davies, P. R. (2011). Intensive Swine Production and Pork Safety.
De Mercado, E., Tomás, C., Gómez I, E. & Gómez, F. J. (2013). ¿Cómo saber si
funcionan los prebióticos y probióticos en porcino?
http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia/12451/articulosnutricion/como saber si
funcionan los prebióticos y probióticos en porcino.html.
Den Hartog & Smits. (2005).”Estrategias de alimentación y manejo para alcanzar la
uniformidad y calidad deseadas en porcino”.
Di Rienzo, J. A., Balzarini, M., Casanoves, F., González, L. A., Robledo, C, W.; &
Tablada, E. M. (2008). InfoStat, versión 1.1. Manual del Usuario. Grupo InfoStat,
FCA, Universidad Nacional de Córdoba. Primera Edición, Editorial Brujas Argentina.
Diéguez, F. (2010). Situación actual y proyección de la Porcicultura Cubana.
Memorias Porcicultura Tropical 2010. La Habana, Cuba. Soporte Electrónico.
Domínguez, H. (2007). Efecto de la adición de microorganismos eficaces en la dieta
sobre el desempeño de cerdas en lactancia. Zamorano, Honduras.
Estación Experimental Agropecuaria para la Introducción de Tecnologías Apropiadas
de Japón. EEAITAJ. (2013). www.emuruguay.org.
FAO/SMIA. (2010). Perspectivas de cosechas y situación alimentaria. No. 3.
Fundases, (2011). Microorganismos benéficos y efectivos para una agricultura y
medio ambiente sostenible. Okinawa, Japón, disponible en
www.fundases.com/userfiles/file/
García, Y. & Bocourt, R. (2014). Los probióticos como alimento funcional.
http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia/10233/articulos-nutricion-archivo/los-
probioticos-como-alimento-funcional.html. [14/03/2017].
Gil, G. A., Hernández, A. L. & Jiménez, P. D. (2011). Prácticas y asesoramiento
técnico en el manejo de porcinos en la granja “22 de febrero”, Santiago Tulantepec,
HGO. Universidad autónoma Chapingo. Departamento de enseñanza e investigación
en Zootecnia. México.
González, B., Gómez, M. & Jiménez, Z. (2003). Bacteriocinas de probióticos. Rev.
Salud Pública y Nutrición. 4:1
Guennec, J. (2005). Enfermedades digestivas en lechones lactantes: diagnóstico
diferencial. Laboratorio Labofarm. Francia. Disponible en: http://www.3tres3.com.
Thacker, E. (2005). Inmunología aplicada al porcino.
Higa, T. (2000). An Earth Saving Resolution II. Amazing application to agricultural
environment and medical problems. Escuela de Agricultura de la Universidad del
Ryukyus en Japón.
Hoyos, D. (2008). Utilidad de los microorganismos eficaces en una explotación
avícola de córdoba. Parámetros productivos y control ambiental. Rev. MVZ. Córdoba,
13(2).
Jacela, Y.J., De Rouchey, J.M., Tokach, M.D., Goodband, R.D., Nelssen, J.M.,
Renter, D. G. & Dritz, S. S. (2010). Feed aditives for swine: fact sheets-prebiotics. J.
Swine Health Prod. 18: 132
Labala, J., Sánchez, M. & Estévez, A. (2006). Alimentación de la hembra en la etapa
de Lactancia. Vº Congreso de Producción Porcina del MERCOSUR, Río Cuarto.
Dpto. Técnico Vetifarma S.A. www.produccion-animal.com.ar.
Lata, J., Jurankova, J., Doubek, J., Pribramska, V., Fric, P., Dite, P., Kolar, M., Scheer,
P., & Kosakova, D. (2006). Revista Cubana de Ciencia Agrícola, Tomo 47, Número 4.
Labelling and content evaluation of commercial veterinary. Probiotics. Acta
Veterinaria. BRNO 75: 139.
López, O., Pérez-Valdivia, J. M., García, A., Diéguez, F. J. & Sosa, R. (2008). Manual
de Procedimientos Técnicos para la Crianza Porcina. Instituto de Investigaciones
Porcinas. Ediciones CIMA. La Habana, 24 – 26.
López, S., Grau Llorente, R. & Segalés, J. (2008). Epidemiología de la circovirosis
porcina. Rev. Suis.
Mackinnon, J. D. (2006). Prevención de la diarrea en lechones lactantes. Reino
Unido.
Manual de Reproductores. (2012). Genetiporc. Brasil.
Marmanillo, A. (2013). Manejo de cerdas en el periodo de lactancia. Lima-Perú.
http://www.actualidadporcina.com/articulos/manejo de cerdas en el periodo de
lactancia.html.
MERCOSUR. (2006) Memorias del V Congreso de Producción Porcina. Córdoba.
Argentina.
Muirhead, R. & Alexander, M. (2001) Manejo y tratamiento de las enfermedades del
cerdo. Referencias para la granja. Primera edición. Editorial Inter- Médica.
Neill, C. & Williams, N. (2010). Milk production and Nutritional requirerements of
modern sow. London Swine conference.
Newman, K. E. & Newman, M. C. (2001) Journal of Animal Science 79 (Suppl. 1):
189.
Nisha, A. R. (2008). Antibiotic residues a global health hazard. Veterinary world; 1
(12): 375-377 foodborne pathogens and disease; 8 (2): 189-201.
O’Quinn, P. R., Funder D. W. & Tibbetts, G. W. (2001). Journal of Animal Science 79
(Suppl.1): 212.
Olivos, W. S. & Medina, P. C. (2014). Neomicina, una alternativa poco divulgada en el
control de colibacilosis porcina. Lima – Perú
Pérez, J. M. (2008). El destete y la transición. Aproximación a la práctica.
Pérez, L. & Ponce, R. (2011) “Amino glucósidos y Amino ciclitoles”. Farmacología
Veterinaria, Universidad Alas Peruanas.
Pluske, J. R., Williams, I. W., Zak, L. J., Clowes, E. J., Cegielski, A. C., Shelton, N.
W., De Rouchey, J. M., Neill, C. R., Tokach, M. D., Dritz, S. S., Goodband, R. D. &
Nelssen, J. L. (2009). Effects of Increasing Feeding Level During Late Gestation on
Sow and Litter Performance. Kansas State University Swine, Report of Progress
1020, p38- 50.
Revista sp Domus. (2011). Microorg Benef Efect. pdf. Volumen 7 / número 15
consultado: 18 de septiembre del 2016.
Rodríguez, T., Barreto, H., Argilagos, G., Bertot, V. A. & Vázquez, R. (2013). Los
microorganismos eficientes como promotores del crecimiento en los cerdos hasta el
destete. Universidad de Camagüey. Vol. 14 Nº 9 -
http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n090913.html
Rubio, P. (2005). Enteropatía porcina. Programa nacional de inocuidad de los
alimentos. Ministerio de Salud Pública. La Habana, Cuba.
Serrano, P. (2008). Microbiota gastrointestinal y utilización de probióticos en lechones
en transición. ANAPORC.
Silvente, R. E. (2016). Efecto de microorganismos eficientes en la prevención y
control de la diarrea en crías porcinas.
Simon, O. (2005). Microorganismos as feed additives. Probiotics. Adv. Pork
Production, 1 6: 161-167.
Sumano, H. & Ocampo, L. (2006) Farmacología veterinaria. Ed. McGraw Hill
Interamericana. 3ra Ed.
Téllez, G. (2008). Prebióticos, probióticos y simbióticos. Su papel sobre la integridad
intestinal.
Tortuero, F., Río Pérez, J., Fernández, E. & Rodríguez, M. L. (1995). Response of
piglets to oral administration of lactic acid bacteria. Journal of Food
Protection,12:1369-1374.
Truque, F. Y. (2009). Manejo cerdas reproductoras. http://jmmtagrope.bloqspot.com/
2009/07/manejo-cerdas-reproductoras.html
Tzipori, S. (1985) “The relative importance of enteric pathogen saffecting neonates of
domestic animals”. Adv. In Vet. Sci. and Comp. Med.
Van Heugten, E. Funderburke, D. W. & Dorton, K. L. (2003). Growth performance,
nutrient digestibility, and fecal microflora in weanling pigs fed live yeast. J. Anim Sci;
81:1004-1012.
Volker, T. W. (2006). The use of probiotics to reduce pathogenic E. coli in a sow herd.
19. IPVS.
Wilson, M. (1981) Enteric Colibacilosis. Diseases of Swine. 5th edition: Editado by
Leman.
Williams, N. R., Kummer, J., Pinilla, J. & Neill, C. (2007). Milk production and
nutritional requirements in modern sows. ABRAVES. Association of Brazilian
Veterinarians.
Zumalagorregui, J. (2004). Causas de la Diarrea. Disponible en: URL:
http://www.tuotromedico.com [Consultado: 12 de febrero 2016]