Turismo Solidario

MISIONEROS CLARETIANOS

DELEGACIÓN INDEPENDIENTE DE ANTILLAS

PROYECTO DE TURISMO SOLIDARIO,

JUSTO Y ALTERNATIVO

Por: P. Demuel Tavárez Rosa, CMF.

Madrid, 2012

MISIONEROS CLARETIANOS DELEGACIÓN INDEPENDIENTE DE ANTILLAS

TURISMO PARA EL DESARROLLO

Turismo Solidario o Alternativo Página 2

MAPA CONCEPTUAL

PRIMERA PARTE: CRITERIOS DE VALOR

1. Principios que rigen el proyecto

a. Dignidad de la persona humana

b. Principios Doctrinales

El trabajo

2. Principios Carismático

3. Principios de la Primera Evangelización

SEGUNDA PARTE: FUNDAMENTOS DEL TURISMO SOLIDARIO O ALTERNATIVO

1. Por qué un proyecto justo

2. Para qué sirve este proyecto

3. Criterios para un turismo justo

4. Turismo responsable

5. Eco-turismo y turismo comunitario

TERCERA PARTE: LA PARTICIPACIÓN DESDE LA SOLIDARIDAD. ¿QUIÉNES PARTICIPAN DEL

PROYECTO?

1. Comunidades a Impactar

2. El papel de la comunidad

3. Fundación PROMICLA

4. Misioneros Claretianos

5. Claves importantes

a. Participación, implicación y responsabilidad

b. Formación y capacitación

6. Organización y solidaridad

a. Diversificación de la producción

b. Conciliación laboral

c. Distribución de los beneficios



Turismo solidario o alternativo. Página 3

CUARTA PARTE: ESQUEMA PRÁCTICO Y TEMPORALIZACIÓN

1. Primer año del proceso formativo

a. Primer semestre: Primera Evangelización

b. Segundo semestre: Principios de la Doctrinales

2. Segundo año del proceso formativo

a. Primer semestre

i. FODA

ii. Tres ideas que agregan valor al negocio

iii. Potencial de Desarrollo de la región

iv. Evaluación final de recursos: qué vamos a ofrecer y cuál es nuestra

propuesta de desarrollo a corto y largo plazo

b. Segundo semestre. Puesta en marcha: el ofrecimiento del proyecto al mundo.

c. Continuidad

ANEXOS: PROPUESTAS DE PAQUETES

1. Primer paquete: Voluntariado Claretiano de Antillas

2. Segundo paquete: emisora de Kazal

3. Tercer paquete: La misión claretiana de Antillas.




INTRODUCCIÓN

Queremos enmarcar el turismo solidario o alternativo desde el umbral del siglo

XXI, que en medio de la crisis existente, resuena en la humanidad nuevos caminos de

solidaridad y hermandad. Cuando las nuevas tecnologías comprimen el tiempo y el

espacio, es necesario recrear los patrimonios espirituales para un mundo interconectado;

cuando el capitalismo desplaza a millones de personas, como la espuma amarga de un

sistema inhumano, es necesario reconocernos como seres humanos. Esta es la tarea

mayor de una espiritualidad hoy, que se puede rastrear en múltiples tradiciones, testigos

y sabidurías.

El poder destructivo de la exclusión de personas, grupos y pueblos plantean unos

desafíos que solo pueden afrontarse mediante la creación de una ética mundial, de una

inteligencia compartida y de un mundo de valores que permitan caminar hacia una

sociedad mundial inclusiva y erradicar la exclusión, sin lo cual no hay convivencia

pacífica, ni orden social, ni cohesión posibles.

Es el momento de explorar espacios de encuentro, capital simbólico en el contexto

de la mundialización. El turismo solidario o alternativo desea ser espacios de encuentro

con el patrimonio cultural existente en nuestras comunidades de República Dominicana

y Haití. El hecho que obliga a caminar hacia una espiritualidad común de la solidaridad

es el carácter global de los procesos de exclusión y empobrecimiento, que traspasa

fronteras nacionales. Las fronteras actuales no detienen las finanzas, ni las mercancías,

ni el turismo, ni la movilidad. Pero tampoco detienen las exclusiones que condenan a

gran parte de la humanidad a no dar por supuesta la vida.

Esta realidad solo puede abordarse con valores compartidos, con prácticas

universalmente aceptadas, con reconocimientos mundiales de los derechos humanos.

Pero, sobre todo, con una visión sobre la vida buena, justa y feliz, que se propone incluso




a aquellos que no comparten la fe que la engendra. No podemos ser espirituales del

mismo modo que antes de acceder a una conciencia planetaria y de superar el

etnocentrismo.

Este cambio permite hablar de espiritualidad que afecta a lo más profundo del ser

humano, a los modos de emocionar, pensar, accionar y vivir. Por ello, desarrollaremos en

primer lugar los principios que rigen el proyecto. Si alguno de estos principios es

transgredido, el proyecto correrá el peligro de no ser alternativo y menos justo.

Desarrollaremos algunos principios y valores de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), a

saber, desde la dignidad de la persona humana dimanan: el bien común, la

subsidiaridad, la participación, la solidaridad y la justicia. El dinamismo del trabajo

turístico tendrá que articular todos los principios y valores. Estos principios se

transmiten desde el filtro del carisma claretiano, quienes evangelizamos por todos los

medios posibles. En la segunda parte desarrollaremos el “por qué”, “para qué” y “cómo”

debe ser el turismo solidario justo y alternativo. Desmenuzaremos los criterios turísticos

pragmáticos a tener en cuenta. La tercera parte colocaremos la importancia de los

sujetos en el accionar turísticos, definiendo el papel de todos en el proyecto a desarrollar.

Y en la cuarta parte desarrollaremos la manera efectiva de poner en marcha el proyecto.

De antemano mencionamos que el proyecto no podrá comenzar hasta después de dos

años y medio o tres años aproximadamente. “Sin prisa, pero sin pausa”. Adentrémonos

pues, en esta aventura fascinante de unir el turismo, solidaridad, justicia y

evangelización.




PRIMERA PARTE: CRITERIOS DE VALOR

1. PRINCIPIOS QUE RIGEN EL PROYECTO

Para embarcarnos en un proyecto de ésta índole, debemos tener claro los

principios que regirán el accionar, como vertebra de la solidaridad.

a. Dignidad de la Persona humana

El ser humano tiene dignidad desde la analogía: hemos sido creado a

imagen y semejanza de Dios1. El ser humano por ser imagen ha recibido la

cualidad de poder adentrarse en sí, pensar, distinguir, discernir, y elegir; de ahí

que pueda hallar la verdad, discernir entre el bien y el mal, elegir desde su

voluntad y orientar su vida por el camino recto.

Ser imagen de Dios implica otro aspecto fundamental: la dimensión

comunitaria del hombre. Por el hecho de estar fundamentado el hombre en la

divinidad, a través de la imagen, esto significa que ésta sea objeto de

contemplación en cada individuo, sino que abre a una dimensión comunitaria y

social. “El ser humano ha recibido por parte de Dios todos los bienes de la

creación, pero con un fin muy claro: administrarlos y conducirlos a construir la

comunidad humana. Nos hallamos ante un ser que necesariamente se articula

en y con los otros”2. Formamos parte de una misma familia, pertenecientes al

mismo Padre; tenemos el mismo origen y el mismo fin, por lo que el ser humano

1 Gn 1, 27.

2 PONTIFICIO CONSEJO JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid,

2009, no. 110.




es comunidad. Pero además el origen y fin “Dios deriva la necesidad de vivir

“unidos”, amándose.

El siguiente esquema conceptual es un retrato de la concepción del

hombre que tendremos en cuenta a la hora de aplicar el proyecto.

b. Principios Doctrinales

Llamamos principios doctrinales, a las normas orientativas que dimanan

de la Doctrina Social de la Iglesia, como fundamentos de la expresión en la

verdad íntegra sobre el hombre conocida a través de la razón y de la fe, brotan

Imagen de Dios Histórico Relacional:

Humano Social

Sujeto activo y responsable

Tiene iniciativa: capacidad de

pensar

Criatura: dependiente

Se equivoca: consigo mismo, con los demás, con el mundo

Un Ser. Capaz de conocerse, poseerse,

darse y entrar en comunión

Interioridad: se descubre un ser

trascendente

Capacidad de pregunta

Hombre y mujer: iguales

Inteligente: sabe leer entre las

cosas Ser bueno

Corporeidad -

espiritual




del encuentro del mensaje evangélico y de sus exigencias comprendidas en el

Mandamiento del amor a Dios y al prójimo y en la justicia3. Y estos son:

El bien común. Por bien común se entiende «el conjunto de

condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y

a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la

propia perfección» (CDSI 164).

o El bien común es un deber de todos los miembros de la

sociedad: ninguno está exento de colaborar, según las propias

capacidades, en su consecución y desarrollo. El bien común

exige ser servido plenamente, no según visiones reductivas

subordinadas a las ventajas que cada uno puede obtener,

sino en base a una lógica que asume en toda su amplitud la

correlativa responsabilidad (CDSI 167).

La Subsidiaridad. Es imposible promover la dignidad de la persona

si no se cuidan la familia, los grupos, las asociaciones, las

realidades territoriales locales, en definitiva, aquellas expresiones

agregativas de tipo económico, social, cultural, deportivo,

recreativo, profesional, político, a las que las personas dan vida

espontáneamente y que hacen posible su efectivo crecimiento social

(CDSI 185).

La participación. Consecuencia característica de la subsidiaridad

es la participación, que se expresa, esencialmente, en una serie de

actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o

asociado a otros, directamente o por medio de los propios

3 Cf. Ibíd. no. 160.




representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y

social de la comunidad civil a la que pertenece. La participación es

un deber que todos han de cumplir conscientemente, en modo

responsable y con vistas al bien común (CDSI 189).

o La participación no puede ser delimitada o restringida a

algún contenido particular de la vida social, dada su

importancia para el crecimiento, sobre todo humano, en

ámbitos como el mundo del trabajo y de las actividades

económicas en sus dinámicas internas, la información y la

cultura…

La solidaridad. La solidaridad confiere particular relieve a la

intrínseca sociabilidad de la persona humana, a la igualdad de

todos en dignidad y derechos, al camino común de los hombres y de

los pueblos hacia una unidad cada vez más convencida. Nunca

como hoy ha existido una conciencia tan difundida del vínculo de

interdependencia entre los hombres y entre los pueblos, que se

manifiesta a todos los niveles. La vertiginosa multiplicación de las

vías y de los medios de comunicación «en tiempo real», como las

telecomunicaciones, los extraordinarios progresos de la informática,

el aumento de los intercambios comerciales y de las informaciones

son testimonio de que por primera vez desde el inicio de la historia

de la humanidad ahora es posible, al menos técnicamente,

establecer relaciones aun entre personas lejanas o desconocidas

(CDSI 192).

o Las nuevas relaciones de interdependencia entre hombres y

pueblos, que son, de hecho, formas de solidaridad, deben

transformarse en relaciones que tiendan hacia una verdadera




y propia solidaridad ético-social, que es la exigencia moral

ínsita en todas las relaciones humanas. La solidaridad se

presenta, por tanto, bajo dos aspectos complementarios:

como principio social` y como virtud moral (CDSI 193).

o La solidaridad es también una verdadera y propia virtud

moral, no un «un sentimiento superficial por los males de

tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la

determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien

común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que

todos seamos verdaderamente responsables de todos». La

solidaridad se eleva al rango de virtud social fundamental, ya

que se coloca en la dimensión de la justicia, virtud orientada

por excelencia al bien común, y en la entrega por el bien del

prójimo, que está dispuesto a "perderse", en sentido

evangélico, por el otro en lugar de explotarlo, y a "servirlo" en

lugar de oprimirlo para el propio provecho (cf. Mt 10,40-42;

20, 25; Mc 10, 42-45; Lc 22, 25-27). El término «solidaridad»,

ampliamente empleado por el Magisterio, expresa en síntesis

la exigencia de reconocer en el conjunto de los vínculos que

unen a los hombres y a los grupos sociales entre sí, el espacio

ofrecido a la libertad humana para ocuparse del crecimiento

común, compartido por todos. El compromiso en esta

dirección se traduce en la aportación positiva que nunca debe

faltar a la causa común, en la búsqueda de los puntos de

posible entendimiento incluso allí donde prevalece una lógica

de separación y fragmentación, en la disposición para




gastarse por el bien del otro, superando cualquier forma de

individualismo y particularismo (CDSI 194c).

o El principio de solidaridad implica que los hombres de

nuestro tiempo cultiven aún más la conciencia de la deuda

que tienen con la sociedad en la cual están insertos: son

deudores de aquellas condiciones que facilitan la existencia

humana, así como del patrimonio, indivisible e indispensable,

constituido por la cultura, el conocimiento científico y

tecnológico, los bienes materiales e inmateriales, y todo

aquello que la actividad humana ha producido. Semejante

deuda se salda con las diversas manifestaciones de la

actuación social, de manera que el camino de los hombres no

se interrumpa, sino que permanezca abierto para las

generaciones presentes y futuras, llamadas unas y otras a

compartir… (CDSI 195).

o Jesús de Nazaret hace resplandecer ante los ojos de todos los

hombres el nexo entre solidaridad y caridad, iluminando todo

su significado: A la luz de la fe, la solidaridad tiende a

superarse a sí misma, al revestirse de las dimensiones

específicamente cristianas de gratuidad total, perdón y

reconciliación. Entonces el prójimo no es solamente un ser

humano con sus derechos y su igualdad fundamental con

todos, sino que se convierte en la imagen viva de Dios Padre,

rescatada por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción

permanente del Espíritu Santo (CDSI 196).




La justicia. Dar a Dios y al prójimo lo que es debido. La justicia se

traduce en la actitud determinada por la voluntad de reconocer al

otro como persona (CDSI 201).

¿Los principios? ¿Y el trabajo? Estos principios deben regir todo

el proyecto del turismo solidario o alternativo. Con ellos valoramos

también el trabajo a realizar en los pueblos o comunidades a

impactar. ¿Cómo debemos entender el trabajo?

o El trabajo es esencial en cuanto representa la condición que

hace posible la fundación de una familia, cuyos medios de

subsistencia se adquieren mediante el trabajo. El trabajo

condiciona también el proceso de desarrollo de las personas,

porque una familia afectada por la desocupación, corre el

peligro de no realizar plenamente sus finalidades (CDSI 249).

o El trabajo representa una dimensión fundamental de la

existencia humana no sólo como participación en la obra de

la creación, sino también de la redención. Quien soporta la

penosa fatiga del trabajo en unión con Jesús coopera, en

cierto sentido, con el Hijo de Dios en su obra redentora y se

muestra como discípulo de Cristo llevando la Cruz cada día,

en la actividad que está llamado a cumplir. Desde esta

perspectiva, el trabajo puede ser considerado como un medio

de santificación y una animación de las realidades terrenas

en el Espíritu de Cristo. El trabajo, así presentado, es

expresión de la plena humanidad del hombre, en su

condición histórica y en su orientación escatológica: su

acción libre y responsable muestra su íntima relación con el

Creador y su potencial creativo, mientras combate día a día la




deformación del pecado, también al ganarse el pan con el

sudor de su frente (CDSI 263).

o El trabajo humano tiene una doble dimensión: objetiva y

subjetiva. En sentido objetivo, es el conjunto de actividades,

recursos, instrumentos y técnicas de las que el hombre se

sirve para producir, para dominar la tierra, según las

palabras del libro del Génesis. El trabajo en sentido subjetivo,

es el actuar del hombre en cuanto ser dinámico, capaz de

realizar diversas acciones que pertenecen al proceso del

trabajo y que corresponden a su vocación personal: «El

hombre debe someter la tierra, debe dominarla, porque, como

"imagen de Dios", es una persona, es decir, un ser subjetivo

capaz de obrar de manera programada y racional, capaz de

decidir acerca de sí y que tiende a realizarse a sí mismo.

Como persona, el hombre es, pues, sujeto del trabajo» (CDSI

270).

o El trabajo humano no solamente procede de la persona, sino

que está también esencialmente ordenado y finalizado a ella.

Independientemente de su contenido objetivo, el trabajo debe

estar orientado hacia el sujeto que lo realiza, porque la

finalidad del trabajo, de cualquier trabajo, es siempre el

hombre. Aun cuando no se puede ignorar la importancia del

componente objetivo del trabajo desde el punto de vista de su

calidad, esta componente, sin embargo, está subordinada a la

realización del hombre, y por ello a la dimensión subjetiva,

gracias a la cual es posible afirmar que el trabajo es para el

hombre y no el hombre para el trabajo y que «la finalidad del




trabajo, de cualquier trabajo realizado por el hombre -aunque

fuera el trabajo "más corriente", más monótono en la escala

del modo común de valorar, e incluso el que más margina-,

sigue siendo siempre el hombre mismo» (CDSI 272).

2. PRINCIPIO CARISMÁTICO

Desde nuestro ser misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María,

podremos responder a la propuesta en nuestro organismo, con cuatro apuntes que

el último Capítulo General titulado Hombres que arden en caridad dejó trazado.

Aquí se encuentran las coordenadas del principio carismático.

Nos sentimos llamados a promover una economía subordinada al bien de las

personas, que tenga más en cuenta la justicia; y también a interesarnos más

por la economía solidaria como una alternativa que valora el desarrollo

sostenible, cree en la transformación social y lucha contra la exclusión de los

más indefensos de la sociedad (2d).

Nos sentimos, por tanto, llamados a buscar modos evangélicos y eficaces de

obtener recursos, de coordinarlos y compartirlos, que tengan siempre en

cuenta criterios de justicia, ética y solidaridad acordes con el Evangelio (27).

Reafirmaremos, asimismo, la prioridad congregacional por la solidaridad

profética con los empobrecidos, los excluidos y los amenazados en su

derecho a la vida, de modo que esto repercuta en nuestro estilo de vida

personal y comunitaria, en nuestra misión apostólica y en nuestras

instituciones (HAC 58 y Cf. PTV 40).

Alentaremos programas y proyectos de economía solidaria (banca ética,

consumo responsable, comercio justo) invitando a las comunidades




cristianas, con nuestro propio ejemplo y el de nuestras instituciones, a

adherirse a ellos (65.9).

3. PRINCIPIOS DE LA PRIMERA EVANGELIZACIÓN

Con el término Primera Evangelización queremos expresar “aquella

actividad o conjunto de actividades que tienen por objetivo proponer el mensaje

nuclear del evangelio a quienes no conocen a Jesucristo, a quienes habiendo

conocido se alejaron de él, y a quienes creyendo que ya le conocen

suficientemente, viven una fe cristiana con la intención de suscitar en todos

ellos un interés por Jesucristo que pueda llevar a una primera adhesión o

revitalización de la fe en él”4.

Todas las comunidades o pueblos se verán enriquecidas por la

evangelización. La primera evangelización no es una imposición de la Buena

Noticia de Jesucristo. Proponemos un proceso paulatino y coherente a través

del cual las personas puedan encontrarse con la persona de Jesús.

Se trata en definitiva de transmitir la fe. Los criterios a tener presente en

la primera evangelización son los siguientes:

La transmisión de la fe consiste en ayudar al sujeto a prestar

atención, a tomar conciencia y a consentir una Presencia con la que

ese sujeto ha sido ya agraciado: esa Presencia originante de Dios y de

su gracia que hace de él un sujeto creado a imagen de Dios y dotado

de una fuerza divina de atracción que le inscribe en el horizonte

sobrenatural de la gracia. De ahí que todo proyecto de transmisión de

4 Xavier Morlans, El primer anuncio. El eslabón perdido, PPC, Madrid 2009, p. 27




la fe que quiera estar a la altura de lo que transmite, tenga su centro

en la posibilitación de una experiencia y deba comenzar por ser una

acción mistagógica, un proceso de iniciación que acompañe al sujeto,

que le conduzca a ese descubrimiento expreso, a esa acogida personal,

en que consiste la fe, de Misterio que lo habita, lo sostiene en el ser y

lo atrae hacia sí5.

Transmitir la fe es, fundamentalmente, educar a la persona en la

experiencia de Dios presente en su interior, provocando en ella la

adhesión de la fe y la experiencia de esa adhesión. Sólo hay

transmisión a un sujeto cuando se ha suscitado en él la respuesta que

hace posible la adhesión creyente de toda su persona a la Presencia de

Dios en él6.

El arte de la «transmisión de la fe»: el contacto con la naturaleza, el

disfrute de la belleza, las experiencias éticas o momentos de

descubrimiento del rostro del otro como un límite infranqueable a mi

ambición de posesión y dominio7.

La transmisión de la fe es un proceso eminentemente social que no

puede realizarse al margen de la comunidad. Aquí puede hacerse

durante toda la vida y en comunión solidaria con los demás la

experiencia, posibilitada por Dios, de que somos aceptados

incondicionalmente y podemos fiarnos sin límites8.

5 Cf. MARTÍN VELASCO JUAN, La transmisión de la fe en la sociedad contemporánea, Sal Terrae Pastoral, Santander, 2002, p. 85-

86.

6 Cf. Ibíd.

7 Ibíd.

8 Ibíd. Cf. 101.




SEGUNDA PARTE: FUNDAMENTOS DEL TURISMO SOLIDARIO O ALTERNATIVO

EL TURISMO JUSTO

“POR QUÉ”, “PARA QUÉ” Y “CÓMO”9

1. Por qué un proyecto de turismo

Porque el turismo es un motor de desarrollo económico local y mundial.

Es una fuente de ingresos que, bien gestionada y distribuida, ayuda al

desarrollo integral de la comunidad, la localidad y del país.

Es una forma de diversificar la producción de la localidad y el país.

No se trata de que toda la población se dedique a la actividad turística, sino de

aumentar la capacidad de la localidad y la comunidad de generar empleos e

ingresos.

Además, permite el acceso al mundo laboral a más personas y de sectores con

menos oportunidades.

La localidad y la comunidad tienen “algo” que ofrecer al mundo: su patrimonio

cultural, natural y social.

Los turistas no son “ricos” a los que “sacar” el dinero, sino personas que sienten

interés por una cultura, una naturaleza y unas actividades que no pueden

9 Este material de los fundamentos para realizar el turismo justo lo ha facilitado Fundación PROCLADE, Madrid. Laura López Ortiz

encargada de “sensibilización y educación” de la Provincia de Santiago y encargada de la animación socio-misionera de la Fundación PROCLADE y el P. Javier Ojeda, cmf., Director de la Fundación PROCLADE, Madrid, y, procurador de misiones de la Provincia Claretiana de Santiago. Han compartido este material de la experiencia comenzada en el año 2010 en Honduras. Ellos son signos de referencia compartida sobre el turismo solidario, alternativo y justo.




encontrar en sus países. Cuando regresen a sus países hablarán de ustedes y

transmitirán a otros quiénes son, qué han visto, cuánto han disfrutado y qué

han aprendido. La comunidad tiene mucho que ofrecer y para ello debe

valorarlo, cuidarlo y promoverlo.

2. Para qué sirve este proyecto10

Posibilitar la creación de nuevos empleos dignos y estables, aumentando las

oportunidades de acceso al mundo laboral a aquellos que tienen más

dificultades.

Mejorar las infraestructuras sociales (educación, salud, saneamiento) a nivel

local y estatal a través de proyectos de desarrollo y la mejora de las

comunicaciones. Reducir el nivel de pobreza y mejorar la calidad de vida.

Promover el encuentro con otros (localidades, países, culturas) desde el respeto

y el intercambio.

Valorar, aprovechar y proteger los recursos naturales y culturales de la

comunidad. Ofrecer una alternativa de ocio y consumo ética y solidaria.

3. Criterios para un turismo justo11

El productor recibe un salario justo que le permite llevar unas condiciones de

vida dignas.

Se respetan los derechos laborales y humanos, con especial atención a los

derechos de la infancia. No existe explotación infantil.

Hay igualdad entre el hombre y la mujer. Se promueve el acceso al mundo

laboral de la mujer facilitando conciliarlo con su vida familiar.

Funcionamiento democrático, transparente y participativo. Se establece una

relación a largo plazo que da estabilidad.

La actividad debe ser medioambientalmente sostenible, y proteger los recursos

naturales.

El “producto” ha de ser competitivo en el marcado tradicional y, por tanto, ser

ofrecido con calidad y seguridad.

10

Ibíd. 11

Ibíd.




4. Turismo responsable12

No es un tipo de turismo, es una necesidad.

El turismo responsable es una forma de llevar a cabo la actividad turística que

implica a todos los actores.

Busca reducir los impactos sociales y medioambientales negativos derivados de

la actividad turística y potenciar los positivos.

Una actividad turística o un proyecto de turismo son responsables cuando:

o Mejorar los lugares para el turista significa mejorar la vida de quienes

viven en esos lugares.

o El desarrollo de actividades o estructuras para el turista no puede

empeorar las condiciones de vida de las comunidades (condiciones

presentes o futuras derivadas de la deforestación, destrucción de

arrecifes, privatización de playas, contaminación, etc.).

o Los actores implicados en la actividad turística se encuentran e

interactúan de igual a igual.

o Las personas de la comunidad participan de toda decisión que afecte a su

vida.

o Genera posibilidades y beneficios sociales, económicos y de conservación

de la herencia cultural y natural de la comunidad local.

o Permite al viajero tener una experiencia más satisfactoria a través del

verdadero encuentro con la gente y el lugar.

5. Eco-turismo y turismo comunitario13

El Eco-Turismo es toda forma de turismo basada en la naturaleza, en la que

la motivación principal de los turistas es la observación y apreciación de esa

naturaleza o de las culturas tradicionales dominantes en las zonas naturales.

Incluye elementos educacionales y de interpretación (observatorio de aves, de

plantas, de estrellas… libros, guías especializados, pequeñas clases…). Contribuye

a la protección de las zonas naturales generando beneficios económicos para las

comunidades, ofrece oportunidades alternativas de empleo y renta; e incrementa la

12

Ibíd. 13

Ibíd.




conciencia sobre la importancia de la conservación de los activos naturales y

culturales, tanto en las personas de la localidad como en los turistas.

El turismo comunitario integra la actividad turística dentro de los demás

sectores de la economía rural: agricultura, artesanía, ganadería y pesca. De esta

forma, se diversifica la producción, se reduce la dependencia de la cosecha y se

reducen riesgos y efectos negativos del turismo como la estacionalidad. Los

principales atractivos por los cuales un turista visita la localidad (la cultura y el

paisaje) son un bien común y, por tanto, parte de los beneficios obtenidos, los

riesgos asumidos y el trabajo que supone mantener y proteger los recursos, son

también algo compartido por la comunidad por lo que se crean vínculos de apoyo mutuo.

TERCERA PARTE: LA PARTICIPACIÓN DESDE LA SOLIDARIDAD. QUIÉNES

PARTICIPAMOS DEL PROYECTO14

1. Comunidades a impactar

Las comunidades que pertenecen a nuestra pastoral y son de San Francisco

de Macorís, Puerto Plata, Lajas de Yaroa, Jimaní, Descubierta, Puerto Príncipe y

Kazal.

2. El papel de la comunidad.

Dentro de las comunidades hay, y se van a promover, microempresas

relacionadas con la actividad turística (alojamiento, venta de productos

alimenticios y artesanías, actividades culturales, lúdicas o de contemplación y

14

Ibíd.




conservación de los recursos naturales). Las microempresas funcionan bajo los

criterios de comercio justo y se promueve la participación de los sectores social y

económicamente más excluidos. Cada una de estas microempresas constituye en sí

misma un proyecto de desarrollo asociado al proyecto de turismo.

La propiedad de los negocios y microempresas, su gestión y mantenimiento

pertenece a la población beneficiaria directa, por lo que debe asumir el trabajo que

conlleve, la gestión y mantenimiento procurando que sea estable y sostenible.

Es imprescindible que toda la comunidad, poco a poco, asuma el proyecto

como propio, no sólo su participación local o personal, sino el proyecto global. Para

ello, es necesario:

Las comunidades Difundir el proyecto y las implicaciones

(funcionamiento, objetivos, criterios), beneficios personales,

comunitarios y locales que puede traer.

Coordinarnos y buscar el bien común, sabiendo que eso traerá

mayores beneficios para todos. Participar en todas las decisiones que

afecten directa o indirectamente a la vida de la comunidad.

Participar y promover la formación y capacitación de todas las

personas implicadas. Sumarnos el convenio de adhesión

comprometiéndonos a: coordinarnos, sumar esfuerzos y asumir

criterios de sostenibilidad, justicia, responsabilidad e inclusión.

3. Fundación PROMICLA

PROMICLA como Promotora de la Misión Claretiana de Antillas en Misión

Compartida, es el enlace con WÁTINA TOURS y PROCLADE Madrid. WÁTINA

TOURS es operador turístico en el que PROCLADE Madrid es socio, ellos se

encargan de enlazar las distintas rutas, actividades y establecimientos en

“paquetes” y los distribuye y vende directamente al viajero o a través de Agencias

de Viajes nacionales e internacionales. Wátina Tours será como la “tienda al

mundo” de todo el proyecto de turismo para el desarrollo. Sus funciones son las de:

generar los contactos con agentes estatales e internacionales, promover el flujo de

viajeros nacional e internacional, elaborar materiales de propaganda y difusión,

representar el proyecto en foros, coordinar la actividad turística, y elaborar, en

coordinación con las comunidades, recorridos y “paquetes” turísticos.




4. Misioneros Claretianos

Hacen el seguimiento de los microproyectos, evalúan la sostenibilidad de

nuevos micro-proyectos que puedan surgir, velan por que se cumplan los criterios

de responsabilidad, sostenibilidad y comercio justo, y promueven el acceso al

proyecto de turismo de los sectores de la población más empobrecidos contactando

con ellos.

5. Claves importantes

a. Participación, implicación y responsabilidad

La actividad turística nunca es un hecho aislado entre un hotel, un

restaurante, un conductor o un guía y el turista, sino que cada viajero

que llega pone en funcionamiento toda una red de intercambio que

continúa hasta que regresa a su país. Por eso, nuestra participación

activa o pasiva afecta directamente al resto de productos turísticos de

nuestra comunidad. Ante cada turista, todos tenemos la responsabilidad

de que se marche hablando bien de su viaje, además, esa será nuestra

mejor y más efectiva publicidad.

b. Formación y capacitación

Como en todo trabajo, en las actividades turísticas cuanto mayor y

mejor es nuestra formación y capacitación, mejores resultados

obtendremos en el desempeño de nuestra tarea, mejor aprovecharemos

los recursos, será más sostenible y más perspectivas de desarrollo se

abrirán ante nosotros.

Algunos elementos importantes en una capacitación de Turismo son:

o Conocimientos básicos sobre turismo.




o Tipología: Turismo rural, turismo cultural, “sol y playa” y

ecoturismo.

o Los recursos turísticos y la Capacidad de Carga.

o Comercialización y Plan de Marketing Calidad y excelencia

turística.

6. Organización y Solidaridad

a. Diversificación de la producción

El turismo no es el remedio mágico de todos los males y, por tanto, no

está exento de riegos económicos, dificultades y momentos bajos, por eso, la

clave del desarrollo local está en saber aprovechar todos los recursos

económicos y productivos posibles, sin descuidar ninguno en pro de otro. Al

plantearnos formar parte de un proyecto de Turismo Comunitario debemos

preguntarnos qué papel puede tener el turismo en la economía global de

localidad y qué papel queremos que tenga en la economía personal, familiar y

comunitaria. Por último, al tratarse el turismo de una actividad “estacional”

(con periodos de alta actividad y periodos de escasa o nula actividad), hemos

de planificar bien la sostenibilidad económica de los negocios turísticos y

nuestra capacidad de compatibilizar distintas actividades.

b. Conciliación laboral

Del mismo modo que diversificamos la producción, también debemos

hacerlo con el sector de la población que produce. Es decir, el turismo es un

nuevo recurso económico puede generar nuevos empleos a otros sectores de la

población que, hasta ahora, quizá no tenían esas oportunidades. Ese puede ser

el caso de la mujer.

Pero para ello, hemos de preveer de forma comunitaria, las posibles

consecuencias negativas (como el cuidado de los hijos más pequeños o las




tareas domésticas) para tratar de minimizarlas y permitir su acceso al empleo y

realización personal.

c. Distribución de los beneficios

No podemos olvidar que los principales atractivos de la zona para el

turismo son recursos colectivos como el paisaje o la cultura, por lo cual, si bien

nuestro trabajo personal merece ser remunerado de una forma justa que nos

permita vivir con dignidad, debemos considerar que una parte de los beneficios

sea reinvertida en favor del desarrollo local y los intereses comunitarios. Existen

muchas maneras de distribuir de una forma equitativa y efectiva esos

beneficios:

Invirtiéndolos en la protección y promoción de los recursos naturales y

culturales aportándolos en proyectos de desarrollo locales

(infraestructuras, escuelas, centros de salud, etc.).

Destinándolos a un fondo común que sirva como “seguro” frente a futuros

periodos de crisis económica o descenso de ingresos de la actividad

turística.

No se trata de optar por una opción de las tres, sino que todas pueden ser

combinadas en función de las necesidades de la comunidad.

CUARTA PARTE: ESQUEMA PRÁCTICO Y TEMPORALIZACIÓN

1. Primer año del proceso formativo

a. Primer semestre: Primera Evangelización. Se trata de que las comunidades o

pueblos a impactar puedan admirar, agradecer, mejorar, curar y proteger su

vida y su entorno. Para ello, realizaremos un proceso de primera

evangelización no dando por supuesto que el sujeto ha tenido un encuentro

con la persona de Jesús. Este proceso comienza desde la admiración por lo

creado, pasando por dos personajes bíblicos del Antiguo Testamento hasta




llegar a la persona de Jesús. A continuación realizamos un esquema

conceptual que resalta el proceso paulatino15.

b. Segundo semestre: Principios de la Doctrinales. Los principios y valores

doctrinales no se colocan al inicio del proyecto como artesanía antigua.

Queremos que los pueblos y comunidades sepan los parámetros desde dónde

15

Tesina de Demuel Tavárez Rosa, “La Gracia de encontrarnos”, La primera evangelización en los Pinos del Edén Ángel Feliz y Sabana Real, el asesor es José María Pérez, Instituto Superior de Catequética Pío X, Madrid, 2013. Aunque la primera evangelización es entorno a los pueblos pertenecientes a la parroquia San Juan Bautista de la Descubierta, el proceso puede adaptarse a los otros pueblos y comunidades.

Encuentro 0:

La gracia de encontrarnos

Encuentro 1:

La Montaña

Encuentro 2:

La amapola

Encuentro 3:

El manantial

Encuentro 4:

La tórtola

Encuentro 5: Abraham

Encuentro 6: Jesús

Encuentro 7: Encuentro Vete

Encuentro 8: Síntesis vital Celebración




nos movemos. Los encuentros del segundo semestre serán desarrollados con

imágenes y analogías que ayuden al sujeto del proyecto16.

2. Segundo año del proceso formativo

a. Primer semestre

Se expone en estos momentos el trabajo del primer semestre tipo

cuaderno o interrogantes para que las personas descubran desde ellos lo que

tienen y lo que falta.

i. FODA

Esta técnica de análisis nos ayuda a valorar la situación actual de la

que partimos y consiste en reflexionar y compartir las FORTALEZAS –

OPORTUNIDADES - DEBILIDADES - AMENAZAS de nuestra comunidad de

cara a la actividad turística. En un primer momento, por grupos pequeños (3

ó 4 personas máximo) vamos pensando, dialogando y rellenando las distintas

partes del análisis. Después, un portavoz de cada grupo pondrá en común lo

trabajado para poder elaborar, entre todos, una tabla final.

En las fortalezas tienen que pensar y dialogar cuáles son las fortalezas

reales y actuales de la comunidad: qué iniciativas turísticas ya existen, qué

sabemos hacer, con qué medios técnicos contamos, qué recursos naturales,

16

Dos referencias importantes al respecto es el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, mencionado en la primera parte del proyecto. Además, la tesina de Demuel Tavárez Rosa, Los laicos al servicio del bien común, asesor Juan Pablo García Maestro, de la Universidad Pontificia de Salamanca, Madrid, 2012. Allí encontraremos claves que ayudan a situar al laico que vive en nuestras comunidades o pueblos.




culturales, gastronómicos y sociales tenemos, qué otras fuentes de ingresos y

empleo no turístico hay en la comunidad, etc.

En oportunidad tienen que pensar y dialogar cuáles son las

oportunidades de empleos no agrícolas reales y actuales de la comunidad:

qué iniciativas turísticas se podrían poner en marcha, qué podríamos hacer,

qué posibilidades turísticas vemos en los recursos naturales, culturales,

gastronómicos y sociales que tenemos, etc.

En debilidades tienen que pensar y dialogar cuáles son las debilidades

de la comunidad de cara a la actividad turística: cómo son las

comunicaciones, carreteras, seguridad, salud, recursos, qué medios técnicos

y preparación nos falta, etc.

En las amenazas tienen que pensar y dialogar cuáles son las amenazas

que supone un incremento de la actividad turística en la comunidad, la

llegada de viajeros, cuáles son los riesgos que afronta, las preocupaciones y

miedos.

ii. Tres ideas que agregan valor al negocio

Ahora que tenemos una visión global del punto del que partimos,

vamos a centrarnos en las fortalezas y oportunidades. En grupo grande

elaboraremos una lista de los recursos turísticos de la comunidad (los que

tenemos y los que creemos se podrían poner en marcha de una forma

sostenible y realista): culturales, naturales, sociales.... artesanías,

gastronomía, hotelería, actividades...




Después, de nuevo en grupos pequeños, nos preguntamos: ¿Qué

tenemos de especial para ofrecer y cómo aumentar su valor haciéndolo único

o mejor? Repartimos entre los grupos pequeños uno o dos de los recursos

(por ejemplo: RECURSO: naturaleza y árboles frutales; IDEAS: 1) paseos a

caballo por el bosque; 2) paseo guiado reconociendo y degustando distintos

frutos; 3) avistamiento de aves autóctonas). Junto a la lista de recursos,

anotamos las ideas y sugerencias para mejorarlos.

iii. Potencial de Desarrollo de la región

El proyecto completo trata de utilizar el turismo como motor de

desarrollo local, regional e, incluso, nacional. Para ello, es muy importante

saber cuál es el desarrollo que buscamos y cuáles son los pasos que vamos a

dar para alcanzarlo. En este sencillo ejercicio, vamos a seguir dos fases: 1)

analizar las debilidades globales de la comunidad y la localidad (muchas de

ellas estarán recogidas en el análisis FODA): acceso a la salud, acceso a la

educación, conciliación laboral y familiar, capacidad de protección de

recursos medioambientales, comunicaciones (carreteras, buses, taxis),

acceso a una variada alimentación, agua, electricidad, etc. 2) nos fijarnos en

las amenazas y buscamos una herramienta que contribuya a frenar esa

amenaza. 3) Elaboramos un sencillo plan de desarrollo mediante una tabla

en que la que se recoja:

Debilidad a

fortalecer

Acciones

concretas

Aportación del

turismo

Prioridad




iv. Evaluación final de recursos: qué vamos a ofrecer y cuál es nuestra

propuesta de desarrollo a corto y largo plazo.

Después de los ejercicios anteriores, podemos elaborar un sencillo

Plan de Desarrollo Turístico:

Qué recursos tenemos

Cómo vamos a desarrollarlos a corto plazo

Qué herramientas vamos a utilizar para frenar las

amenazas

Cuáles son nuestros objetivos a largo plazo

En qué vamos a contribuir como comunidad al desarrollo

local a través de la actividad turística

b. Segundo semestre.

Puesta en marcha: el ofrecimiento del proyecto al mundo. Se trata en

definitiva de enseñarle al pueblo y la comunidad la importancia del

desarrollo para todos. Y que al turista lo vamos a recibir todos desde el lugar

donde nos encontremos. ¡Bienvenidos a la aventura!

c. Continuidad.

En la continuidad seguiremos asesorando las micro-empresas

establecidas en los pueblos y/o comunidades. Además, seguiremos

evangelizando el turismo, para que sea justo y mantendremos el concordato

que se establezca entre los misioneros claretianos y las comunidades.




ANEXOS:

Concreción

No podemos aniquilar los proyectos que puedan surgir de la misma gente.

Propongo dos paquetes posibles que pueden ayudar al discernimiento.

Primer Paquete: Ayuda a la misión del Voluntariado

1. En santo Domingo pernotan en el centro Claret

2. 5 noches y 6 días.

3. Dos días en Santo Domingo: Visita a la zona colonial y a la playa de boca

chica.

4. Viaje a la Descubierta: Pernotan en los hoteles del pueblo.

a. Visita a Barahona centro y playa.

b. Viaje a los lugares de trabajo de los voluntarios.

c. Recorrido en lancha a la isla cabritos.

d. Recorrido por las caritas y el balneario de la Descubierta.

5. Ojo:

a. El 20% de comisión es para las agencias de viaje. Por pasajero.

b. Nosotros sólo manejamos el turismo terrestre.

c. Después de la suma de gastos en transportación y alojamiento se

suma el % para el proyecto del voluntariado.




Segundo paquete: Ayuda a la emisora radial de Kazal.

1. En santo Domingo pernotan en el centro claret.

a. Incluye desayuno y cena.



chica.

4. Viaje a Jimaní con escalas en Barahona Centro y Playa.

5. En Jimaní pernotan en los hoteles.

6. Viaje a Kazal: Pernotaran en la casa (2 días). Incluye las tres comidas.

7. Ojo:




suma el % para la emisora radial de Kazal.




Tercer paquete: Ayuda a la misión Claretiana de Antillas.

1. En santo Domingo pernotan en el centro claret.

a. Incluye desayuno y cena.



chica.

4. Viaje a Fusimaña pasando por San Francisco de Macoris.

5. En Fusimaña pernotan.

6. Recorridos.

a. Recorrido a Santiago

b. Recorrido a Puerto Plata

c. Viaje a la playa.

7. Ojo:




suma el % para la Misión Claretiana de Antillas17.

17

Ojo: LA GENTE PREFIERE VISIBILIZAR LOS PROYECTOS DE AYUDA Y COLABORACIÓN A LA GENTE. ESTE ES MUY SUPERFICIAL, PERO EXISTE UN TIPO DE TURISTA QUE LO DESEA.

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Turismo Solidario